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| Confiando únicamente en Dios | 2002-05-07 | 2 | Curitiba | Paraná | BR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en Curitiba, República del Brasil; es para mí un privilegio y bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban todos saludos de mi esposa Erica y también de mis niñas América y Yahannah Gabriela.
Para esta noche leemos en Proverbios, capítulo 3, verso 5 al 8, dice así la Escritura:
“Fíate de Jehová de todo tu corazón,
Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos,
Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión;
Teme a Jehová, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo,
Y refrigerio para tus huesos.”
Tomando el verso 5 que dice: “Fíate de Jehová de todo tu corazón.” Tomamos como tema: “CONFIANDO UNICAMENTE EN DIOS.”
Este es un tiempo muy importante en la historia del Programa de Dios, hemos llegado a un tiempo profético luego de las diferentes etapas de la Iglesia de Jesucristo; ya han transcurrido las siete etapas o edades de la iglesia entre los gentiles.
Y ahora, ¿qué tiene Dios para Su pueblo, para los que confían únicamente en Dios? Estas cosas están contenidas en las profecías Bíblicas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, las encontramos en labios de Jesucristo hablándonos de este tiempo final y las cosas que estarán sucediendo en este tiempo.
También en el libro del Apocalipsis encontramos las cosas que sucedieron ya en el pasado, las cuales fueron habladas por el Angel de Jesucristo a Juan el Apóstol en esta forma simbólica que encontramos en el Apocalipsis.
Y las cosas que han de suceder después de las siete edades de la Iglesia, también fueron habladas por el Angel de Jesucristo nuestro Salvador; a Juan el Apóstol le dio esta revelación pero con estos símbolos, cosas que Juan el Apóstol no comprendió, como tampoco comprendió el Profeta Daniel las cosas que tenían que suceder, y quiso conocer el Profeta Daniel de las cosas que iban a suceder en este tiempo final y le fue dicho: “Cierra estas palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin.”
Es en el tiempo en que vivimos en que las cosas que deben suceder en nuestro tiempo están prometidas para ser reveladas, y nosotros tenemos que confiar únicamente en Dios, de que El cumplirá lo que El ha prometido.
¿Y qué cosas ha prometido El para los que lo aman para este tiempo final? Veamos. Siendo que este es un tiempo en el cual hay muchas interpretaciones acerca de las profecías bíblicas y acerca de las doctrinas bíblicas, por consiguiente este es un tiempo en que tenemos que estar confiando únicamente en Dios, para que El nos abra las Escritura y nos deje ver las cosas que tienen que suceder en este tiempo, las cuales están profetizadas en Su Palabra, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.
Ahora, veamos la promesa en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice:
“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
¿De quién es esa Voz como de Trompeta? Es la Voz de Cristo, es la Voz de Cristo hablándole a Su pueblo, como también la encontramos en Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, donde dice Juan el Apóstol:
“Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor (o sea, que fue transportado de su tiempo a este tiempo final), y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta.”
No era una trompeta literal, era una Voz como de Trompeta, tenía la urgencia para el pueblo de Dios, tenía un Mensaje urgente para el pueblo de Dios.
El Rvdo. William Branham comparando esta Trompeta, nos dice en el libro de “Las Edades,” página 43, para que ustedes vean lo importante de esa Voz y lo que dice:
“...y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta...’
Juan estaba en el Espíritu, y estando así, él vio el grande y maravilloso Día del Señor Jesús y todo Su santo poder. El futuro estaba apunto de desenvolverse porque Dios le iba a enseñar. Juan no dijo que era trompeta. Fue como una trompeta. Ahora, cuando una trompeta suena, tiene algo de urgencia en su sonido. Era como el heraldo, el Mensajero del rey, viniendo al pueblo.”
¿Cómo es que se escuchaba la Voz de Jesucristo en edades pasadas? Por medio del Mensajero de cada edad, y así una Trompeta sonó en cada edad, y eso fue el Mensaje de Cristo en Espíritu Santo a través del Mensajero de cada edad, con el cual llamó y juntó Sus ovejas en el Redil del Señor, en la edad correspondiente al tiempo en que Dios envió cada Mensajero.
Esa ha sido la forma de Jesucristo en Espíritu Santo hablar en medio de Su Iglesia, para llamar y juntar Sus escogidos de edad en edad, y así formar Su Iglesia, Su Templo Espiritual.
Siendo un Templo Espiritual está compuesto por piedras vivas, que son los escogidos de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo, los cuales son llamados en el tiempo que les toca vivir, y son colocados en el Cuerpo Místico de Cristo. No hay otra forma en cada edad para Cristo hablar a Su Iglesia y llamar y juntar Sus escogidos en cada edad.
Ahora, esa ha sido la forma y así ha sonado una Trompeta en cada edad; pero ahora nos habla en la Escritura de una gran Voz de Trompeta.
Si una Trompeta en cada edad fue el Mensaje de Cristo a través del Mensajero de cada edad, una gran Voz de Trompeta es un Mensaje dispensacional, a través de un Profeta dispensacional, y tiene entonces que haber una edad y una dispensación, porque Dios no puede enviar un Mensaje para Su pueblo en un tiempo, en una edad, si no hay una edad dónde enviar ese Mensaje; y si no hay un pueblo que lo va a recibir, sería en vano Dios enviar un Mensaje. Y por cuanto un Mensaje para una edad y para una dispensación, es la Palabra revelada de Dios para el pueblo de Dios, y toda revelación viene por medio de los Profetas de Dios. No hay otra forma para venir la revelación de Dios a Su pueblo. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele sus secretos a sus siervos sus Profetas.” Amós, capítulo 3, verso 7.
Y en Deuteronomio, capítulo 18, versos 15 en adelante, dice Dios a Moisés y Moisés al pueblo:
“Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.”
¿A quién dice Dios que hay que escuchar? Al Profeta que El envía, porque a través de ese Profeta viene la Palabra revelada de Dios para el pueblo, no puede venir en otra forma.
Los Profetas de Dios son la Palabra de Dios para el pueblo cuando Dios los envía. Sigue diciendo en el verso 18 y 19 de este capítulo 18 de Deuteronomio:
“Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.”
Ahora, podemos ver porqué Moisés dice y Dios le dice a Moisés y Moisés le dice el pueblo: “A él oiréis.” — “A él oiréis.” ¿Por qué? Porque la Palabra de Dios es colocada en la boca de ese Profeta que Dios envió, y cuando ese Profeta habla esa Palabra es la Palabra de Dios para el pueblo, para esa edad o esa dispensación; los que escuchan ese Profeta están escuchando a Dios, que lo envió y colocó Su Palabra en la boca de ese Profeta.
Pero también hay personas que dicen: “A mí no me interesa escuchar lo que ese hombre dice.” Así hablan los ignorantes, los que no confían completamente en Dios.
Ahora vean, para esas personas Dios dice en el verso 19:
“Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”
Dios le pedirá cuenta a la persona que no quiera escuchar lo que ese Profeta habla, y lo que ese Profeta habla es la Palabra de Dios para el pueblo.
¿Qué pasó con los ante-diluvianos? No quisieron escuchar la Palabra que Noé hablaba, pero esa Palabra era la Palabra de Dios en la boca de Noé, y Dios le pidió cuenta, y vino el diluvio y se los llevó a todos, a todos los incrédulos.
Ahora, podemos ver la importancia de escuchar la Palabra que Dios coloca en la boca del Profeta que Dios envía para el tiempo en que la persona está viviendo.
Ahora, gran Voz de Trompeta que Juan escuchó en el día del Señor, vean ustedes cómo el Rvdo. William Branham la describe:
“Es como el heraldo, el mensaje del rey viniendo al pueblo. El suena una trompeta. Es una llamada urgente. La gente se junta a escuchar (Israel siempre fue juntado por medio del sonido de la trompeta). Algo importante está a la mano. Escúchelo. Así que esta voz tenía la urgencia como de trompeta. Era clara y fuerte, alarmante y despertadora. ¡Oh! Que nosotros oigamos la Voz de Dios como una trompeta en este día, porque es la ‘Trompeta del Evangelio’ sonando ‘la Palabra de profecía’ para anunciarnos y prepararnos para lo que viene sobre la Tierra.”
Esa gran Voz de Trompeta viene dando a conocer las cosas que han de suceder, es la misma Trompeta que dice en Apocalipsis, capítulo 4: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”
Las cosas que han de suceder después de las siete edades de la Iglesia van a ser dadas a conocer. Ahora, ¿cómo? Eso es lo importante. Para poder tener un conocimiento claro de las cosas que han de suceder, tenemos que escuchar esa Voz, la Voz de Cristo en este tiempo final, después de las siete edades de la Iglesia. Durante las siete edades la Voz de Cristo ¿dónde estaba? En cada Angel Mensajero.
Pero, ahora después de las siete edades, ¿dónde estará la Voz de Cristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Vamos a ver dónde está la Voz de Cristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y no hay otra forma para escuchar la Voz de Cristo en este tiempo final, como una Gran Voz de Trompeta dando a conocer estas cosas, excepto en la forma que Cristo dice que será; otra forma es un invento humano. Maldito el hombre que confía en el hombre, pero benditos aquellos que confían completamente en Dios.
Y ahora, que lo diga el mismo Señor cómo es que van a ser dadas a conocer estas cosas que deben suceder pronto, Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿Cómo van a ser dadas a conocer las cosas que deben suceder pronto después de las siete edades de la Iglesia? Por medio del Angel de Jesucristo, enviado para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Lo confirma nuevamente Jesucristo en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, donde dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”
Y ahora, ¿cómo es que vamos a conocer las cosas que han de suceder pronto? Por medio del Mensaje del Angel del Señor Jesucristo enviado para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Pero, ¿quién es ese Angel? Ese Angel es el Angel más importante de todos los Angeles de Jesucristo nuestro Salvador, es aun más importante que los siete Angeles Mensajeros de las siete edades de la iglesia.
El Rvdo. William Branham hablando de este Angel del Señor Jesucristo en el libro de “Los Sellos,” en español, página 301 y 302, dice de este Angel:
“Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila.”
Un águila es un Profeta, Dios tipifica a Sus Profetas en águilas, y el mismo Dios se tipifica en un águila, cuando libertó al pueblo hebreo. Para que lo tengan claro, vamos a ver la Escritura que nos habla de esto en Exodo, capítulo 19, verso 4 en adelante, dice:
“Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mí.
Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra.
Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.”
Y ahora, vean ustedes cómo Dios se tipifica en un águila también. Ahora, cuando Dios iba a destruir el mundo ante-diluviano mandó un águila, ese fue Noé:
“Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila (ese fue Moisés). ¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un Angel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un profeta?”
El Angel del Señor Jesucristo que le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis es un Profeta, está en espíritu, cuerpo angelical teofánico, dándole a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis.
En el libro de “Las Edades,” página 15 (sin editar, en español), el Rvdo. William Branham dice que ese Angel es un Profeta. Dice:
“Pudo haber sido Elías. O alguno de los Profetas (y dice:) es un Espíritu de Profeta.”
Y si es un Espíritu de Profeta, en algún momento de la historia de la Iglesia de Jesucristo, tiene que venir en carne humana a la Iglesia de Jesucristo. Pero ese Angel ha estado, todo el tiempo, en medio de la Iglesia de Jesucristo; pero no en carne, en cuerpo angelical, ese es el Angel de nuestro amado Señor Jesucristo.
“Ahora, un Angel es un Mensajero, ¿pero sabía usted que un Mensajero es un Profeta?:
¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis.”
Y ahora, podemos ver que dos hombres administraron antes de venir en cada edad, el primero es nuestro amado Señor Jesucristo, el segundo es el Angel del Señor Jesucristo, que le ministró a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis.
“Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.
Y él (el ángel) me dijo: Mira no lo hagas (ningún verdadero profeta recibiría adoración, o mensajero cualquiera): porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. (Apocalipsis 22:8-9).”
Y pasamos a la página 302, que es lo que continúa en la lectura:
“Ahora, el Libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”
¿Cómo llega la Palabra revelada para el pueblo? Por el Profeta que Dios tiene para ese tiempo.
Para este tiempo final, la Palabra que da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, es la Palabra de Cristo, del Espíritu Santo por medio del Angel del Señor Jesucristo, tiene que venir por medio de un Profeta; y ese Angel de Jesucristo es un Profeta dispensacional, por eso viene con una gran Voz de Trompeta, viene con Voz de Arcángel, porque es un Angel mayor, un Angel Mensajero dispensacional, y viene con la revelación divina de todas estas cosas que deben suceder pronto.
Ninguna persona podrá comprender todas las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, excepto por medio de la revelación divina que trae el Angel del Señor Jesucristo.
Ahora, hemos visto este misterio del Angel de Jesucristo, que es un Profeta y que trae un Mensaje para el pueblo en este tiempo final, dándole a conocer todas las cosas que deben suceder pronto, después de las cosas que ya han sucedido en las siete edades de la Iglesia de Jesucristo.
Por lo tanto, toda revelación prometida para ser traída en este tiempo final, tiene que ser traída por ese Angel del Señor Jesucristo; ya los otros Angeles Mensajeros de las siete edades se fueron, terminaron su ministerio y trajeron la revelación divina que Cristo les dio para Su pueblo en el tiempo en que ellos vivieron.
Y ahora, ¿qué ha prometido revelar Dios a Su pueblo en este tiempo final? Para este tiempo están las promesas más gloriosas de todos los tiempos. Todos estamos esperando ser transformados, esa es una promesa de parte de Dios, y nosotros la creemos con toda nuestra alma, porque nosotros confiamos únicamente en Dios y de todo corazón; y como El prometió, así El va a hacer.
El ha prometido resucitar a los muertos en Cristo también en cuerpos glorificados, y ha prometido llevarnos con El a la Cena de las Bodas del Cordero. Para poder ser transformados el Rvdo. William Branham dijo que necesitamos tener la fe de Rapto. Dice: “Porque con lo que tenemos en la actualidad, tenemos fe para sanidad divina escasamente, mucho menos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.”
Ahora, ¿lo habrá dicho esto el Rvdo. William Branham? Vamos a ver dónde lo dijo, les voy a conseguir el lugar para que así ustedes lo tengan. Página 104 y 105 del libro de “Los Sellos,” y esto es muy importante para nosotros que hemos creído en Jesucristo nuestro Salvador y que estamos esperando nuestra transformación; por lo tanto nos interesa conocer estas cosas.
Veamos lo que dice el Rvdo. William Branham en la página 104 y 105 del libro de “Los Sellos” en español:
“Luego vienen siete truenos misteriosos que ni están escritos. Correcto. Y yo creo que por medio de los siete truenos será revelado en los últimos días lo que se necesita para aparejar la Novia para tener la fe del rapto.”
¿Qué es lo que le da la fe para el Rapto a la Iglesia Novia de Jesucristo? Los Truenos, los Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, que es la Voz de Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores, clamando como cuando un león ruge y Siete Truenos emiten sus voces, la Voz de Cristo hablando en forma consecutiva.
Siete Truenos le revelarán a la Iglesia lo que ella necesita para tener la fe, la revelación, para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
“Porque con lo que tenemos ahora no podríamos subir.”
Cualquier persona que diga que está preparado para ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero sin tener la revelación de lo que los Siete Truenos hablan, está equivocado, no tiene la fe para ser transformado. Dice el Rvdo. William Branham: “Porque con lo que tenemos ahora no podríamos subir.”
Por lo tanto, las personas no se pueden engañar a sí mismas, necesitamos todos escuchar la Voz de Cristo en este tiempo final en forma consecutiva, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y eso es la Voz de Cristo clamando como cuando un león ruge y Siete Truenos emitiendo sus voces, hablando Cristo en forma consecutiva. En cada edad habló por medio de un Mensajero, y luego terminó ese Mensajero y después hubo una pausa, después envió otro Mensajero, habló de nuevo por otro Mensajero, Cristo en Espíritu Santo hablando y después murió el Mensajero, hubo una pausa, mandó otro Mensajero para otra edad, habló por medio de ese otro Mensajero, y así por el estilo fueron pasando siete Mensajeros, como pasaron siete hijos de Isaí frente al Profeta Samuel, pero ninguno de ellos fue escogido para ser ungido como rey sobre el pueblo hebreo y sentarse en el Trono de Jehová, de Dios, en el Reino de Dios en la Tierra. Porque el Trono de David es el Reino de Dios establecido en la Tierra, y el Trono de David es el Trono de Dios terrenal; ese es el Trono del cual Cristo dice en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21:
“Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”
Y en la misma forma que el Padre Celestial ha hecho con Jesucristo: lo sentó en Su Trono Celestial, al ascender victorioso al Cielo; y ahora, eso mismo hará Jesucristo con el Vencedor. El dice también:
“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; así como yo he recibido de mi Padre.”
¿Ven? Es en forma paralela lo que Cristo hace con el Vencedor, igual a como hizo el Padre con Jesucristo.
Y ahora, ¿quién será el que se sentará con Cristo en Su Trono, en el Trono de David, que es el Trono de Dios en la Tierra? Dice: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin.”
Y ahora, estamos viviendo en el tiempo del fin, el Mensajero que esté en este tiempo final será el que obtendrá la gran victoria en el Amor Divino, será adoptado y tendrá la bendición de sentarse con Cristo en Su Trono. Ese será el que recibe la autoridad sobre todas las naciones.
Ninguno de los Mensajeros de edades pasadas recibió esa autoridad sobre las naciones, solamente la recibe el Mensajero del Día Postrero, y ése es el que será adoptado, ése es el que recibe el Libro de los Siete Sellos en Apocalipsis, capítulo 10, el cual Cristo trae del Cielo abierto y se lo entrega a un hombre para que se lo coma, representado en Juan el Apóstol.
¿Para qué Cristo le da ese Libro para que se lo coma? Veamos lo que dijo el Rvdo. William Branham en la página 85 del libro, del mensaje: “Tratando de hacer servicio a Dios fuera de Su voluntad,” fue predicado en el año 1965, en noviembre 27, o sea, que eso fue un - el mes antes de su partida, él dice:
“Hay tan solo un arca, ese es Jesucristo, y El es la Palabra (¿ven? Cristo es el Arca del Pacto y El es la Palabra).
Noten, Dios le dijo al Profeta, dijo: ‘Come el rollo,’ en el Antiguo Testamento. Al Profeta del Nuevo Testamento, El le dijo: ‘Come el librito.’ (Eso es Apocalipsis, capítulo 10). ¿Por qué? Para que el Profeta y la Palabra fueran uno. ¿Ven? Ese es el Arca, la Palabra de Dios.”
Y ahora, el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos que ha estado por miles de años en la diestra de Dios desde que Adán perdió el derecho a tenerlo, ese Libro contiene todos los nombres de todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo, de todos los escogidos de Dios, de todos los predestinados de Dios escritos en el Cielo desde antes de la fundación del mundo en el Libro de la Vida del Cordero.
Y ahora, ese libro, Cristo lo toma en Apocalipsis, capítulo 5, lo abre en Apocalipsis, capítulo 6 hasta el capítulo 8, donde abre el Séptimo Sello; y luego en Apocalipsis, capítulo 10 lo trae a la Tierra y se lo entrega a un hombre para que se lo coma, para que se haga carne (en ese hombre) esa Palabra, ese Libro, y entonces viene la restauración de los hijos e hijas de Dios a la Vida eterna física; o sea, la Adopción de los hijos de Dios; recibiremos nuestra transformación, los muertos en Cristo recibirán la resurrección en cuerpos eternos.
Ahora, podemos ver que a causa de que ese Libro es traído a la Tierra y entregado a un hombre para que se lo coma, entonces el Reino de Dios puede ser establecido en la Tierra, y por eso le da autoridad al Vencedor. Ese Vencedor es el que se come ese Librito. Ahora continuamos leyendo, dice:
“Hay algo que tiene que venir para aparejarnos...”
Continúo leyendo la página 104 y 105 del libro de “Los Sellos,” en español:
“Porque como estamos ahora apenas podemos tener suficiente fe para la sanidad divina.”
¿Ven que fue el Rvdo. William Branham quien dijo eso?:
“...tenemos que tener suficiente fe para ser transformados en un momento y ser sacados de esta tierra. Y veremos más adelante (Dios mediante), dónde está esto escrito.”
Por lo tanto, eso está escrito en algún lugar.
Y ahora, vamos a ver la página 128 del libro de “Los Sellos,” donde dice:
“Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que El muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación.”
Los Truenos es lo que nos muestra lo que nosotros necesitamos para tener esa fe de traslación, fe de Rapto, fe, revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, vamos a ver cuál es el misterio que los Siete Truenos dan a conocer, porque sin el conocimiento de ese misterio ninguna persona tiene fe para ser transformada y ser raptada, y ser llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
En la página *481 del libro de “Los Sellos,” dice el Rvdo. William Branham:
“Ahora noten, que la apertura del séptimo Sello, también es en un misterio triple. Les he dicho que es el misterio de los Siete Truenos.”
Vean, el misterio para la apertura del Séptimo Sello es el misterio de los Siete Truenos, o sea, lo que los Siete Truenos hablan, revelan es ¿qué? El misterio del Séptimo Sello, abren el misterio del Séptimo Sello los Siete Truenos.
“Los Siete Truenos en el Cielo abrirán este misterio. Será en la mera venida del Señor Jesucristo, porque El mismo dijo que ninguno sabría cuando El iba a volver.”
Más abajo dice:
“Todo fue silencio, nada aconteció en ese tiempo. Ni los Angeles ni nadie sabe cuando El viene. Pero habrá las siete voces de estos Siete Truenos que darán a conocer esa gran revelación en ese tiempo.”
La revelación del Séptimo Sello. El misterio del Séptimo Sello es revelado por las siete voces de los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, y las siete voces es la Voz de Cristo hablando en forma consecutiva, son los Siete Truenos, la Voz de Cristo hablando en este tiempo final.
La Voz de Cristo en este tiempo final, después de las siete edades revelan el misterio del Séptimo Sello.
Ninguna persona puede tener la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, sin la revelación del Séptimo Sello, sin la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Como tampoco ninguna persona puede tener la fe para ser transformada interiormente, si no tiene la revelación de la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios, muriendo en la Cruz del Calvario y así quitando el pecado del mundo.
Sin esa revelación de la Primera Venida de Cristo ninguna persona puede tener fe para salvación, ninguna persona puede tener fe para recibir el nuevo nacimiento; porque la transformación interior de la persona gira alrededor de la Primera Venida de Cristo en Su Obra de Redención muriendo en la Cruz del Calvario, sin esa revelación ninguna persona puede alcanzar el perdón de sus pecados, tampoco puede alcanzar el bautismo del Espíritu Santo, no puede alcanzar el nuevo nacimiento. Por lo tanto, no puede alcanzar el cuerpo angelical teofánico y así nacer en el Reino de Cristo. Se requiere para ese nuevo nacimiento y esa transformación interior, se requiere tener la revelación de la Primera Venida de Cristo como el Cordero de Dios.
Y ahora, para la transformación exterior, física, para obtener el cuerpo físico glorificado, necesitamos tener la revelación de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, porque la Primera Venida de Cristo es para llevar a cabo la Obra de Redención y producir el nuevo nacimiento en nosotros, y Su Segunda Venida es para nuestra transformación.
En Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21, dice San Pablo:
“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;
el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
¿Para qué estamos esperando la Segunda Venida de Cristo? Para nuestra transformación, el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria Suya, para que sea un cuerpo glorificado como Su cuerpo glorificado.
Y ahora, necesitamos tener la fe de Rapto, necesitamos tener la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y esa fe, esa revelación, gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.
Sin esa revelación de la Segunda Venida de Cristo, que es la revelación del Séptimo Sello, ninguna persona podrá ser transformada, y por consiguiente tampoco podrá ser llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ahora, podemos ver el misterio de la fe para ser transformados y llevados con Cristo, raptados, a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, necesitamos escuchar la Voz de Cristo, esos Siete Truenos tronando consecutivamente y revelándonos el misterio del Séptimo Sello, y hay un Angel de los Angeles que le aparecieron al Rvdo. William Branham, que tiene el Séptimo Sello.
Por lo tanto, con la revelación y apertura del Séptimo Sello queda abierto el misterio de ese Angel. El Rvdo. William Branham dijo que ese Angel tiene el Séptimo Sello, vamos a ver en esta nube formada por Angeles, los Angeles Mensajeros de las edades, entre ellos hay uno que es diferente a los Angeles Mensajeros de las siete edades.
El Rvdo. William Branham en el mensaje “Tratando de hacer servicio a Dios fuera de Su voluntad,” página 23, dice que la barba es formada por los Angeles. O sea, todo esto aquí, está formada por los Angeles; pero la peluca blanca está formada por el Angel blanco, ese Angel es el Angel que era diferente a los demás, página 23, dice:
“Yo pensé: Quizás esa voz quiere decir que voltee a la derecha...”
El la tenía así, volteó la foto hacia la derecha y apareció un rostro ahí, como el rostro de la pintura que el pintor alemán Hottman hizo de Cristo.
Y ahora, vean lo que él explica aquí de esta foto, cuando les dice:
“Ustedes miren lo que es, la cabeza de Cristo (o sea, el rostro de Cristo, de Hottman). A la edad de treinta y tres años. Aquí miren, vean su barba negra, su rostro, sus ojos, su nariz y el resto, vean la parte de su pelo aquí ascendiendo, y él está cubierto con una peluca del Angel blanco.”
El Angel blanco es el Angel del cual el Rvdo. William Branham dijo que era diferente a los otros Angeles, era diferente a los Angeles Mensajeros de las siete edades de la Iglesia, y de ese Angel el Rvdo. William Branham dijo en el libro de “Los Sellos,” página 469:
“¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese seria el séptimo ángel (y ése es éste que está acá arriba). El era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó.”
¿Cuál de los Angeles fue que levantó al Rvdo. William Branham y lo colocó en esta nube, en esta constelación de Angeles? El que era diferente a los demás, y significaba más para el Rvdo. William Branham que todos los demás Angeles.
“¿Se acuerdan?
Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente toda mi vida. ¡Amén! Los otros Sellos significaron mucho para mí, desde luego; pero Uds. no se imaginan lo que ha significado este séptimo.”
¿Y el Séptimo Sello lo tiene quién? El Angel que era diferente a los demás. El misterio de los otros siete Angeles fue revelado por el Espíritu Santo a través del Rvdo. William Branham, y dijo los nombres de cada uno de los siete Angeles de las siete edades; pero de ese Angel que era diferente a los demás, él no pudo dar a conocer el misterio de ese Angel, porque el misterio de ese Angel es el misterio del Séptimo Sello.
Por lo tanto, el misterio de ese Angel es el misterio grande que será revelado a la Iglesia de Jesucristo. Por eso dice el Rvdo. William Branham que ése es el Angel que significó más para él que los demás Angeles.
Y ese es el Angel que significa más para nosotros que los siete Angeles de las siete edades de la Iglesia, porque ese Angel es el que tiene el Séptimo Sello. Por lo tanto ese es el único que puede revelar su misterio, el misterio del Séptimo Sello.
El Rvdo. William Branham recibió la revelación del Espíritu Santo de los siete Angeles de las siete edades, y él pudo revelar el misterio del séptimo Angel de la séptima edad, ese misterio estaba en él, él pudo revelar el misterio que estaba en él: el misterio del séptimo Angel Mensajero de la séptima edad; pero no pudo revelar el misterio del Séptimo Sello, porque ése es el misterio del Angel que es diferente a los demás.
Y esa revelación del Séptimo Sello es la que nos da la fe, la revelación y preparación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso hay una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular, y hay una nueva dispensación: la Dispensación del Reino que se está entrelazando con la Dispensación de la Gracia.
Recuerden, al Rvdo. William Branham que decía: “Estamos doblando una esquina, estamos doblando una esquina, estamos haciendo un cambio de dispensación.” Un cambio de dispensación es tipificado en doblar una esquina en una construcción donde se necesita un buen albañil que conozca de lo que es una esquina.
Y cuando hay un cambio de dispensación, ¿qué clase de Mensajero es el que Dios envía? Un Mensajero dispensacional; solamente un Mensajero dispensacional es el que puede hacer un cambio de dispensación. ¿Ven lo sencillo que es?
¿Cuántas dispensaciones Dios tiene en Su Programa? Siete dispensaciones, para lo cual hay siete Profetas dispensacionales.
Adán para la primera Dispensación de la inocencia; Set para la segunda dispensación, la de la Conciencia; Noé para la tercera dispensación: la Dispensación del Gobierno Humano; Abraham para la Dispensación de la Promesa; Moisés... Abraham para la cuarta dispensación: la Dispensación de la Promesa; Moisés para la quinta dispensación: la Dispensación de la Ley; Jesús para la dispensación sexta: la Dispensación de la Gracia; y el Angel de Jesucristo para la séptima dispensación: la Dispensación del Reino.
Ese es el último Profeta y es un Profeta dispensacional, después de ése no vienen más Profetas, con ése Dios completa Su Programa. Recibimos, por medio de la revelación que él trae, la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Toda revelación tiene que venir por medio de un Profeta, y la revelación del Séptimo Sello pues tiene que venir por medio de un Profeta, y ese Profeta es el Angel del Señor Jesucristo, un Profeta dispensacional.
La primera y la única ocasión que Jesucristo envía a Su Iglesia un Profeta dispensacional, por eso viene con un Mensaje de Gran Voz de Trompeta, es Voz de Arcángel, Voz de Mensajero mayor. Mensajero mayor es Mensajero dispensacional.
Y ahora, podemos ver dónde nos encontramos en el Programa Divino: estamos en un entrelace dispensacional, en un entronque dispensacional, donde estamos viviendo entre dos dispensaciones.
La Dispensación del Reino está preparándose para entrar de lleno, como en los días de Jesús se estaba preparando todo para la Dispensación de la Gracia entrar de lleno, por eso allí estaba un Profeta dispensacional: nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora, podemos ver dónde nos encontramos en este tiempo.
Y ahora, en este tiempo tenemos que estar confiando únicamente en Dios y en lo que El ha prometido para este tiempo. Cualquier otra cosa es arena movediza, cualquier otra cosa no lo preparará a usted para ser transformado y llevado con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y todos queremos ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, por lo tanto confiemos únicamente en Dios y Su Palabra. “Los Cielos y la Tierra pasarán, pero mi Palabra no pasará.”
Por lo tanto, como El ha dicho, así El tiene que hacer en este tiempo, tiene que ser todo de acuerdo a como El ha prometido para este tiempo final. Por lo tanto, la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, está basada en Jesucristo, en Su Segunda Venida. La Segunda Venida de Cristo es para nuestra transformación.
Por lo tanto, necesitamos conocer el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo; y ese misterio solamente puede ser revelado por el Espíritu Santo a través de un Profeta dispensacional, porque toda revelación tiene que venir por medio de un Profeta.
Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo, conforme al Programa Divino, lo que tiene que estar esperando en este tiempo final es ¿qué? La Venida del Espíritu Santo manifestado en un Profeta dispensacional, dándonos a conocer, por medio de ese Profeta, todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y ya hemos identificado en la Escritura quién es ese Profeta: es el Angel del Señor Jesucristo, al cual Juan quiso adorar pero el Angel le dijo que no lo hiciera, porque ese Angel no es Jesucristo, él es solamente el instrumento de Jesucristo, es el Angel portador de la revelación de Jesucristo.
Ahora, podemos ver el tiempo que vivimos, y las grandes bendiciones de Jesucristo para ustedes y para mí también.
Y ahora, ¿cuántos quieren ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero? (Nota - La congregación responde: “¡Amén!”) Yo también. Por lo tanto confiemos únicamente en Dios y lo que El ha prometido para nosotros, y así veremos Su Palabra prometida siendo vindicada, siendo confirmada, siendo cumplida en medio de Su Iglesia en este tiempo final, y así obtendremos el conocimiento pleno del misterio del Séptimo Sello, del misterio de la Venida del Señor, del misterio del Angel que tiene el Séptimo Sello, del Angel que forma la peluca blanca del Señor Jesucristo en esta foto que fue tomada en el año 1963.
Y ahora, es tiempo de estar confiando únicamente en Dios, y lo que El ha prometido para nosotros en este tiempo final.
Las opiniones humanas aunque parezcan muy buenas no nos llevarán a ningún lugar. Es la revelación divina correspondiente a este tiempo, que viene por medio del Espíritu Santo a través de Su Angel, del cual Cristo dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
A él oid; porque si lo envía para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, ¿a quién vamos a escuchar? Al Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer estas cosas en las iglesias.
Ahora, hemos visto, este misterio ha sido abierto para nosotros para que sepamos que después del primer Angel Mensajero no habían terminado los Mensajeros, después vino el segundo, y después del segundo no habían terminado los Mensajeros, por consiguiente no había terminado el Espíritu Santo de hablar a Su pueblo, envió el tercero y habló a través del tercer Mensajero. Cuando terminó su tiempo el tercer Mensajero no había terminado el Espíritu Santo de hablar a Su pueblo, envió al cuarto Mensajero y habló por medio de él, y llamó y juntó Sus escogidos de la cuarta edad.
Después vino el tiempo en que desapareció el cuarto Mensajero, pero el Espíritu Santo, Cristo, no había terminado de hablar a Su Iglesia, no había terminado de completar Su Iglesia, envió el quinto Mensajero y habló por medio de él y llamó y juntó Sus escogidos de ese tiempo.
Cuando terminó el quinto Mensajero no había terminado el Espíritu Santo de hablar, por lo tanto envió al sexto Mensajero John Wesley y abrió la *sexta edad, y el Espíritu Santo habló por medio de él y llamó y juntó los escogidos de la *sexta edad.
Luego que terminó Wesley el Espíritu Santo no había terminado todavía, continuó Su obra enviando al Rvdo. William Branham, el séptimo Angel Mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil.
Y después que terminó su tiempo aquí en la Tierra el Rvdo. William Branham el Espíritu Santo no había terminado de hablar todo lo que tiene que hablar a Su Iglesia; por lo tanto, las cosas que deben suceder pronto, El las da a conocer enviando Su Angel Mensajero en carne humana en el Día Postrero, un Profeta Mensajero dispensacional con la revelación de Jesucristo de todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y ese es el orden para la Iglesia de Jesucristo recibir la revelación de Jesucristo de edad en edad, por lo tanto, ese es el mismo orden para la Iglesia de Jesucristo recibir la revelación de Jesucristo en este tiempo final: por medio de un Profeta Mensajero, el cual en este tiempo final es señalado como el Angel de Jesucristo para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, para manifestar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
No hay otra forma establecida en la Biblia, no hay otra forma de la cual el Rvdo. William Branham nos haya hablado, él nos habló de este Angel como el Angel Mensajero, que es un Profeta. Por lo tanto, tiene que venir en carne humana, en medio de la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final, para el Espíritu Santo por medio de él darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, revelarnos el misterio del Séptimo Sello y prepararnos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Ahora, hemos visto el misterio correspondiente a este tiempo final, y todo es sencillo, tan sencillo que hasta los niños lo pueden comprender. Por lo tanto, confiemos únicamente en Dios, creyendo todo lo que El ha prometido para nosotros en este tiempo final.
Y así tendremos la fe para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, lo cual deseamos que sea pronto, porque como se están poniendo las cosas en la Tierra, problemas por todos los lugares: problemas políticos, problemas militares, problemas económicos, problemas en todos los lugares, ya nosotros queremos ir a un lugar donde no hay problemas.
¿Y cuál es ese lugar? La Casa de nuestro Padre Celestial, a la gran Cena de las Bodas del Cordero, y El nos va a llevar, por lo tanto, creyendo lo que El ha prometido para este tiempo final, mantengámonos confiando únicamente en Dios.
Que las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, y pronto Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad, lo abra en el Cielo, resucite a los muertos en Cristo y nos transforme a nosotros los que vivimos, y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos y hermanos presentes; y continúen pasando ustedes una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Muchas gracias por vuestra amable atención; y con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión.
Que Dios les bendiga y les guarde a todos.
“CONFIANDO UNICAMENTE EN DIOS.”