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| Palabras de saludo | 2002-05-06 | 1 | São José dos Campos | São Paulo | BR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en San José de los Campos; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para saludarlos y pedirle a Cristo sus bendiciones sobre cada uno de ustedes.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todo ustedes. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.
Reciban también saludos de mi esposa Erica, y de mis niñas América y Yahannah Gabriela.
Este es un tiempo muy glorioso para todos los hijos de Dios, este es el tiempo que deseó vivir el Profeta Daniel y desearon vivir los Apóstoles y los Angeles Mensajeros de las siete edades de la Iglesia, y todos los Profetas también desearon vivir en este tiempo, porque este es un tiempo paralelo al tiempo de la Primera Venida de Cristo.
Todos los Profetas de Dios y justos desearon vivir en el tiempo de la Venida del Señor; y la Venida del Señor tiene dos partes: la Primera Venida de Cristo y la Segunda Venida de Cristo, y cada una de esas partes corresponden a la etapa que le sigue a la séptima edad de la Iglesia hebrea bajo la Ley. Y después de esa edad donde Juan el bautista fue el Mensajero, luego vino la Edad de la Piedra Angular del tiempo de Jesús.
Luego en este tiempo final para la séptima edad de la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Nuevo Testamento, vino el Rvdo. William Branham como precursor de la Segunda Venida de Cristo, con el espíritu ministerial de Elías; como vino Juan el Bautista con el espíritu ministerial de Elías, para precursar la Venida del Señor, y luego se entró a la Edad de la Piedra Angular, que corresponde al número ocho; y el número ocho representa eternidad.
El Señor Jesucristo dijo que todos los Profetas desearon vivir y ver lo que los Apóstoles estaban viendo y estaban oyendo.
Veamos en San Mateo, capítulo 13, verso 11 en adelante, dice Cristo:
“El respondiendo, les dijo...”
Bueno, vamos a leer desde el verso 10 también:
“Entonces, acercándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?
El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado.”
Luego del verso 16 en adelante dice:
“Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.
Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.”
Así fue en el tiempo de nuestro amado Señor Jesucristo, un tiempo que todos desearon ver, que todos desearon vivir, para poder ver y oír al Señor Jesucristo predicándoles la Palabra y teniendo Su ministerio profético y mesiánico correspondiente a la primera parte de la semana número setenta de la profecía de Daniel.
Y ahora, para este tiempo, como pasaron las siete edades de la Iglesia hebrea bajo la ley, también las siete edades de la Iglesia gentil han transcurrido; y ahora nos encontramos en la Edad de la Piedra Angular, la edad paralela a la edad de la Primera Venida de Cristo.
Si aquel tiempo fue glorioso y todos los profetas y justos desearon vivir en aquel tiempo, porque todos desearon vivir en el tiempo del cumplimiento de la Venida del Señor; y la Venida del Señor tiene dos partes: la primera ya se cumplió y la segunda corresponde a nuestro tiempo.
Es en nuestro tiempo donde Dios cumplirá la Venida del Señor. Por lo tanto, la Edad de la Piedra Angular, ya ha comenzado, es la edad donde Cristo cumplirá Su Venida, es la edad en la cual todos desearon vivir.
Todos los santos del Antiguo Testamento desearon vivir en el tiempo en que nosotros vivimos y también en el tiempo en que vivieron los Apóstoles. Ellos no comprendían plenamente que la Venida del Señor tenía dos partes, pero desearon vivir en el tiempo de la Venida del Señor.
Y ahora, a nosotros nos ha tocado vivir en el tiempo en que Cristo cumplirá Su Segunda parte de Su Venida, la cual corresponde a la Venida del Señor, como León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. La primera parte ya fue cumplida como Cordero de Dios, quitando el pecado en la Cruz del Calvario.
Ahora, este es el tiempo en donde grandes promesas divinas estarán siendo cumplidas. Las cosas que deben suceder en este tiempo, están en el libro del Apocalipsis contenidas en estos símbolos apocalípticos, que hablan de este tiempo final, y también está en las profecías de Jesucristo y de los Apóstoles también, y también en las profecías del Antiguo testamento.
El profeta Daniel quiso saber cuándo sería el tiempo en que esas maravillas correspondientes a este tiempo final serían cumplidas.
Daniel capítulo 12, verso 8 en adelante, dice...vamos a ver, un poquito antes, verso 5 dice, en adelante:
“Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.” (Daniel, capítulo 12, verso 5 en adelante). Estos personajes que Daniel está viendo son de otra dimensión, está viendo Angeles aquí y está viendo también a uno vestido de lino, sobre las aguas del río, ése es Cristo, el Angel del Pacto. Ahora dice:
“Y yo Daniel miré, y he aquí otros dos que estaban en pie, el uno a este lado del río, y el otro al otro lado del río.
Y dijo uno al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río: ¿Cuándo será el fin de estas maravillas?
Y oí al varón vestido de lino, que estaba sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas serán cumplidas.
Y yo oí, mas no entendí. Y dije: Señor mío, ¿cuál será el fin de estas cosas?
El respondió: Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.”
Daniel quiso entender lo que escuchó, pero le fue dicho que estas palabras estaban cerradas y selladas hasta el tiempo del fin.
Y ahora, nosotros estamos viviendo en el tiempo en que estas palabras proféticas son abiertas para que nosotros entendamos todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Dice:
“Muchos serán limpios, y emblanquecidos y purificados...”
¿Cómo serían limpios, emblanquecidos y purificados? Al recibir a Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y recibir el Espíritu de Cristo, la persona obtiene el nuevo nacimiento, y ha sido emblanquecida, ha sido limpiada con la Sangre de Cristo de todo pecado, ha sido emblanquecida y ha sido purificada.
Vean, todas estas cosas tenían que suceder, y eso es lo que ha estado sucediendo desde el Día de Pentecostés en adelante: millones de seres humanos han sido limpios, emblanquecidos y purificados por la Sangre de Cristo; y todavía Cristo está limpiando con Su Sangre preciosa miles de personas, y está emblanqueciendo miles de personas, y los está purificando, y eso es en este tiempo también.
Ahora, para este tiempo, es que en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, Cristo con esa Voz de Trompeta dice:
“Sube acá y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”
Las cosas que han de suceder después de las que ya han sucedido durante estos dos mil años aproximadamente, desde los días de Cristo hasta este tiempo final, hasta la séptima edad de la Iglesia. Pero las cosas que han de suceder después de la séptima edad de la Iglesia, son reveladas a la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final, y cada persona es llamada a subir donde Cristo está en Espíritu Santo manifestado, revelando estas cosas que deben suceder.
Toda persona que quiera conocer las cosas que deben suceder pronto, como deseaba también Daniel conocer, ahora tendrán la oportunidad de subir a la Edad de la Piedra Angular, porque ya Cristo no está en las edades pasadas, se encuentra en la Edad de la Piedra Angular en Espíritu Santo, hablándonos y revelándonos todas estas cosas que deben suceder en este tiempo final. Por lo tanto, este es un tiempo de gozo, de regocijo, para todos los hijos e hijas de Dios.
Y ahora, ¿cómo nos va a revelar estas cosas? Apocalipsis 22 verso 6:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿Cómo revelará estas cosas que deben suceder pronto? Por medio de Su Angel Mensajero, enviado a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final. Por eso subimos a la Edad de la Piedra Angular para escuchar la Voz de Cristo, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.
¿Y cómo El ha prometido hacerlo? Por medio de Su Angel Mensajero. Su Angel Mensajero es un profeta dispensacional enviado a la Iglesia de Jesucristo, en este tiempo final, y él es parte de la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, por medio del Angel del Señor Jesucristo es que El ha prometido darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. El Espíritu Santo en Su Angel es el que revela estas cosas que deben suceder pronto.
Apocalipsis, capítulo 22 verso 16 también nos dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
¿Quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, de estas cosas que deben suceder? Jesucristo dice que es Su Angel el cual El envía.
Por lo tanto, el deseo que Daniel tenía de conocer estas cosas que deben suceder, solamente podía obtener ese conocimiento si estuviera viviendo en este tiempo final; y el deseo de él se convertiría en una realidad.
Pero ahora a nosotros es a quienes nos ha tocado vivir en este tiempo final, por lo tanto, somos bienaventurados. “Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen.”
¿Qué estamos oyendo y qué estamos viendo? Lo que ha sido prometido para este tiempo final. Y está siendo dado a conocer todo lo que debe suceder en este tiempo final, todo lo que ha sido prometido en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento que sucederá en este tiempo, todo eso está siendo abierto, revelado a los hijos e hijas de Dios en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular.
Por eso nosotros estamos regocijados en este tiempo final, gozosos, recibiendo el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto, y lo estamos recibiendo en la forma en que Jesucristo prometió que nos daría a conocer ese conocimiento. “Y el Señor, el Dios de los Espíritus de los Profetas, ha enviado Su Angel, para manifestar a Sus Siervos las cosas que deben suceder pronto.” Esa es la forma que Jesucristo prometió que nos daría a conocer todas esas cosas que deben suceder pronto.
Y ahora, podemos ver que es más sencillo de lo que nosotros nos podíamos imaginar. No tenemos que ir a una universidad o a un seminario para obtener un doctorado en teología, para luego poder entender las cosas que han de suceder en este tiempo final.
¿Y entonces qué es lo que necesitamos? Pues escuchar la Voz de Cristo. Es esa gran Voz de Trompeta, la Voz de Cristo a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas esas cosas que deben suceder pronto. Así de sencillo está prometido en la Palabra.
Por lo tanto, no podemos complicar el Programa de Dios, tiene que ser como El ha prometido, y así las personas entenderán, aunque nunca hayan ido a una escuela a estudiar, podrán entender; y los niños también entenderán y los jóvenes también entenderán, y los adultos también, y hasta los ancianitos también, porque es la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.
Pero el Angel no es el Señor Jesucristo, él solamente es un Profeta Mensajero dispensacional, con un Mensaje dispensacional, que contiene todos estos misterios revelados para el pueblo de Dios, lo cual trae un despertamiento espiritual, un avivamiento en nuestra alma, y en todo el Cuerpo Místico de Cristo, como Iglesia del Señor Jesucristo, y eso trae gozo, regocijo en nuestras almas y en todo el pueblo de Dios.
Por eso estamos nosotros viviendo en un tiempo de jubileo, de regocijo, y este tiempo tenemos que aprovecharlo bien, disfrutando todas esas bendiciones del Cielo que Jesucristo envía para cada uno de ustedes y para mi también.
Por lo tanto, en estos días estaré en la República del Brasil disfrutando las bendiciones de Jesucristo, nuestro salvador.
Que las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, sean sobre cada uno de ustedes en abundancia, y les abra el entendimiento, la mente y las Escrituras, para comprender todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias por vuestra amable atención y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo. Con nosotros continúa el Rvdo. Gian del Corto.
Que Dios les bendiga y buenas noches.
“PALABRAS DE SALUDO.”