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Saludo a las maestras 2001-10-12 1 Quito Pichincha EC 00:00:00 false

Muy buenas tardes, maestras de los niños, los Cachorritos del Señor Jesucristo en Su Reino; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo en esta ocasión alrededor de la Palabra de Cristo para nuestro tiempo, lo cual será solamente un saludo para todas ustedes, maestras de los niños de este tiempo final.

Han tenido tres temas aquí: La importancia de la evangelización con los Cachorritos del León de la Tribu de Judá. La preparación espiritual de las maestras. Y padres y maestros en la enseñanza con los niños.

La importancia de la evangelización con los Cachorritos del León de la Tribu de Judá es porque amamos a nuestros niños y queremos que ellos sean transformados y vayan con nosotros en el arrebatamiento de los santos, vayan con nosotros a la Cena de las Bodas del Cordero. Queremos ya tener nuestros niños en cuerpos glorificados, y también evangelizamos con los niños llevando el Mensaje, los niños van con sus maestras y también los padres le acompañan en muchas ocasiones.

Nos decía Miguel en una ocasión, y también el ministro de Monterrey, que en uno de los años, o uno de los meses, ¿cómo fue Miguel? En un año, en las estadísticas de un año de la congregación de Monterrey, donde el pastor es el Rvdo. Roberto Moncibaez, el grupo nuevo que llegó fue en su mayoría por medio de la evangelización de los niños; o sea, que hicieron más que los adultos, que los jóvenes, y que los ancianos también; o sea, los de menor edad hicieron más que los de mayor edad. O sea, que podemos ver que Dios usa a quien se deje usar. Los niños no tienen limitaciones, por lo tanto, Cristo los usa en una forma muy amplia cuando trabajan en la Obra de Cristo.

Así que, vean ustedes la importancia de la evangelización con los niños, vean los resultados que produce cuando ellos salen llevando el Mensaje, y también la evangelización de los niños, o sea, dándole el Mensaje a los niños, vean, produce el resultado de la preparación para ellos ser transformados en este tiempo final, porque a medida que ellos reciben la enseñanza de la Palabra, la Palabra se va haciendo carne en ellos, y por consiguiente son preparados para la transformación, para recibir un cuerpo glorificado, eterno y jovencito, el cual ellos saben que van a recibir.

Y ahora, la preparación espiritual de las maestras, ya ustedes saben que para trabajar en el Reino de Cristo con los niños, las maestras tienen que conocer el Mensaje y tienen que orar a Cristo para que les use, colocarse en las manos de Cristo, para que el Espíritu de Cristo las use grandemente en Su Obra, y que el Amor de Cristo a través de ustedes se exprese hacia los niños, y por consiguiente de los niños hacia a ustedes se va a expresar libremente.

Recuerden que Dios ordenó que a los hijos y a los hijos de los hijos se les enseñara la Palabra, en esa labor que le corresponde a los padres, también entran las maestras de los niños y son una ayuda grande para los padres.

Y para la enseñanza de los niños, pues tiene que haber un Mensaje, tiene que haber una edad y una dispensación: es el Mensaje correspondiente a nuestra edad y a nuestra dispensación, el que está prometido para ser dado a todo el pueblo de Dios, o sea, a la Iglesia del Señor Jesucristo y después al pueblo hebreo.

Esa es la Palabra, el Mensaje que está prometido que se hará carne en los niños, también en los jóvenes, y en los adultos también. Por lo tanto, ese Mensaje es el Evangelio del Reino para este tiempo final.

Dice Habacuc, capítulo 2, verso 14, y también Isaías, capítulo 11, verso 9, que la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar.

Y ahora, nosotros en cuanto a nuestro cuerpo somos tierra también, somos del polvo de la Tierra, nuestros cuerpos, por lo tanto la tierra en forma de cuerpos humanos es llena del conocimiento de la gloria de Jehová, de la Gloria de Dios, es llena de la gloria de Dios en Su Primera Venida y de la gloria de Dios en Su Segunda Venida, es llena del conocimiento por medio de la predicación del Evangelio.

Se predica el Evangelio de la Gracia y la gente son llenas del conocimiento de la gloria de Dios manifestada en la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios en Su Obra de Redención, y se obtiene el beneficio de la salvación; y se predica, se enseña el Evangelio del Reino y la Tierra, los seres humanos son llenos del conocimiento de la gloria de Dios en Su Segunda Venida, y se llena del conocimiento del misterio de la Segunda Venida de Cristo, y son preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Vean, ese es el beneficio que vamos todos a recibir con el conocimiento de la gloria de Dios manifestada, revelada para el Día Postrero en el misterio revelado de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Con esa enseñanza es que se recibe la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Esa Palabra revelada es la fe de Rapto, la revelación de Rapto, la revelación para ser transformados y raptados.

Si los niños van a ser transformados y raptados, o sea, llevados con Cristo al Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero, tienen que tener la fe de Rapto y transformación, y por consiguiente tienen que tener la revelación que los truenos dan, que es el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo; sin esa revelación ninguna persona podrá ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Día Postrero, y esta revelación es para los ancianos, es para los adultos, es para los jóvenes y también para los niños.

Por lo tanto, esa es la revelación con la cual Cristo envía a Su Angel para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y con esa revelación, esa Palabra revelada siendo enseñada es que la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar, y esa promesa es para el Séptimo Milenio, y ya ha comenzado el Séptimo Milenio en este año 2001, comenzó el primer siglo del Séptimo Milenio y ha comenzado por consiguiente el Séptimo Milenio también, Séptimo Milenio de Adán hacia acá, en donde la Tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar, llena del conocimiento del Séptimo Sello, llena del conocimiento del misterio de la Segunda Venida de Cristo.

Y es la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un león y siete truenos emitiendo Sus voces, dándonos a conocer ese misterio del Séptimo Sello. Por eso es tan importante que los padres y los maestros también, estén ocupados y preocupados también por los niños, porque los amamos y queremos que ellos vayan con nosotros a la Cena de las Bodas del Cordero.

Los padres que no se preocupan por sus niños para que ellos reciban la enseñanza de la Palabra, pues no les están expresando el amor que deben expresarle: Amor Divino. Pues no podrán ser transformados y raptados si no han recibido la Palabra ellos también; excepto los que no tienen conocimiento, pequeñitos, pero a esos les colocamos los videos y también las cintas grabadas, y ellos en su alma reciben esa Palabra; aun desde que están en el vientre de la madre lo hacemos también.

Así que, vean ustedes cómo nuestros niños están siendo preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en este tiempo final, y en esa labor han entrado también ustedes maestras a trabajar, a colaborar, para que nuestros niños no queden aquí en la Tierra cuando nosotros nos vayamos, sino que vayan con nosotros, se vayan iguales a nosotros: jovencitos en cuerpos glorificados.

Y ahora, las maestras trabajando en la Obra de Cristo y enseñando a los niños para que sean llenos del conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar. Los primeros que son llenos con el conocimiento de la gloria de Jehová como las aguas cubren el mar, son los escogidos de este tiempo final; y luego en el Reino Milenial todos serán llenos de este mismo conocimiento, porque no hay otro Mensaje para el Reino Milenial, es el Mensaje del Evangelio del Reino, y comienza a ser dado a nosotros y a ser recibido por nosotros, después continuará con otras personas y naciones.

Por lo tanto, adelante maestras de los niños, Cachorritos del León de la Tribu de Judá, trabajando en la Obra de Cristo y enseñando a los niños, y que Cristo les bendiga espiritualmente y materialmente, les use grandemente en Su Obra en este Día Postrero, enseñando a los niños, los Cachorritos del León de la Tribu de Judá, de Jesucristo nuestro Salvador.

Junto a Cristo y Su Angel las maestras trabajando y enseñando a los niños, están llevando a cabo una labor muy importante en favor de todos nuestros niños de nuestra edad y de nuestra dispensación.

Que Cristo les bendiga grandemente y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final, y dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín, y a Tirzo también. Los dos pueden venir ¿verdad? ¿Por qué enseñamos a los niños? Porque los niños son de Cristo, y Tirzo por aquí tiene un cántico que habla de los niños que son de Cristo, y yo creo que es muy adecuado para tener ese cántico en estos momentos, para que tengamos más conciencia de los niños que Cristo les ha dado a ustedes para enseñarle la Palabra de Dios correspondiente a este tiempo final.

Ustedes son las maestras más importantes del planeta Tierra. Cuando digo: Ustedes, me refiero a todas las maestras de los Cachorritos del León de la Tribu de Judá del Día Postrero, como fueron bienaventuradas las que enseñaron a los niños de las edades pasadas, y los padres también son bienaventurados porque Dios les ha dado niños de Dios, de Cristo.

Así que, miren ustedes, cuando un maestro o una maestra acá en la Tierra, que trabaja en una escuela pública o privada termina su tiempo de trabajo porque cumple 60 ó 70 años, ya no puede seguir trabajando, le dan su pensión; pero cuando se muere la persona, no se la pueden mandar al Cielo, hasta ahí le llegó; y para el Reino Milenial tampoco allá le van a mandar una pensión, ni siquiera le garantizan que va a estar en el Reino Milenial.

Pero Cristo a las maestras del Reino de Cristo, maestras de los niños, de los Cachorritos del León de la Tribu de Judá, les da a conocer que van a estar en el Reino Milenial, y que la bendición que tendrán allá será grande; o sea, que la jubilación, no se jubilan, sino que siguen recibiendo bendiciones de parte de Cristo.

Y las labores de ustedes, vean ustedes, y los beneficios de esas labores, los galardones para ustedes serán recibidos por ustedes en el Reino Milenial de Cristo; o sea, que ahí van estar disfrutando los beneficios de esos galardones por las labores que ha llevado a cabo en favor de nuestros niños. Eso también es así para Miguel, para Tirzo, para mí, para los ministros también, y para todos los que trabajan en la Obra de Cristo, porque con nosotros nuestras obras siguen, continúan, y los beneficios también.

Así que, vean ustedes, porque les digo que ustedes son las maestras más importantes, ustedes aquí y en diferentes lugares donde están enseñando a los niños del Reino de Cristo.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y nos veremos Dios mediante en la actividad de la noche, y en estos días las que estén en las actividades de estos días. ¿Todas son acá, las actividades? [Nota - El hermano Miguel responde: “Aquí en Quito.”] Por lo tanto, vamos a estar viéndonos en esos días en estas actividades que vamos a tener, y que ya comenzaron hoy, pues ya estamos aquí con ustedes y continuaremos en la noche.

Así, que Dios les bendiga y les guarde y les use grandemente en Su Obra, y por aquí tenemos a Tirzo con el cántico: “Los niños son de Cristo.” ¿Y ustedes? ¡También! ¿Y nosotros? ¡También!

Bueno, por eso compartimos con ellos todo el Alimento Espiritual que Cristo nos da.

SALUDO A LAS MAESTRAS.”