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La Boca de Dios 2001-09-18 1 Asunción Asunción PY 00:00:00 false

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en Deuteronomio, capítulo 8, verso 1 en adelante, donde dice:

Cuidaréis de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con juramento a vuestros padres.

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.

Tu vestido nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado en estos cuarenta años.

Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga.

Guardarás, pues, los mandamientos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y temiéndole.

Porque Jehová tu Dios te introduce en la buena tierra, tierra de arroyos, de aguas, de fuentes y de manantiales, que brotan en vegas y montes;

tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel;

tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella; tierra cuyas piedras son hierro, y de cuyos montes sacarás cobre.

Y comerás y te saciarás, y bendecirás a Jehová tu Dios por la buena tierra que te habrá dado.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Tomamos el verso 3 de este capítulo 8 de Deuteronomio al final donde dice:

...para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.”

Nuestro tema es: “LA BOCA DE DIOS.”

A través de la historia bíblica encontramos que Dios ha hablado, y a través de la historia bíblica podemos ver que ha tenido siempre Profetas, hombres con las dos conciencias juntas, a los cuales le ha hablado y luego ellos han hablado esa Palabra al pueblo, y han sido constituidos por Dios para el pueblo como la boca de Dios. Ellos han sido los portadores de la Palabra de Dios; y cuando han hablado esa Palabra divina eso ha sido la boca de Dios hablando, ellos han sido la boca de Dios para el pueblo.

Y por consiguiente lo que ellos han hablado siendo la Palabra de Dios, ha tenido su cumplimiento en su debido tiempo. Y hay Palabra de Dios que ha sido hablada en el pasado, en el Antiguo Testamento, que tiene que ser cumplida en este tiempo final.

Hay Palabra de Dios que ha sido hablada también en el Nuevo Testamento por diferentes hombres de Dios, como Jesús, los Apóstoles y los Angeles Mensajeros de cada edad, que tiene que ser cumplida en este tiempo final.

Ahora, encontramos que la boca de Dios de etapa de etapa han sido los Profetas de Dios, porque en ellos Dios ha colocado Su Palabra.

Encontramos en el Exodo, capítulo 4, cuando Dios le habló al Profeta Moisés, el Exodo, capítulo 4... Moisés recuerden, no quería ir a la misión que Dios le ordenó ir, pero Dios lo había escogido para esa misión, por lo tanto tenía que ir. Dice el capítulo 4, verso 10 en adelante:

Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.

Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová?

Ahora, pues, vé, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.”

Y ahora, ¿con qué boca es que está Dios? Con la boca del Profeta que El envía, porque El coloca Su Palabra en la boca del Profeta que El envía:

Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar.

Entonces Jehová se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón.

Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer.

Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios.”

Vean, y ahora, por cuanto Moisés no quiso hablar la Palabra al pueblo porque era tartamudo, no podía hablar bien, pero Dios quería usarlo en esa forma.

Ahora, Dios le dio un ayudante, el cual fue Aarón (hermano de Moisés) el cual sabía hablar bien. ¿Y por qué Dios se enojó al pedirle a Moisés que enviara por quien debía enviar? Porque el ministerio que Dios había colocado en Moisés, siendo Moisés un Profeta era un ministerio de Profeta y sumo sacerdote. Por lo tanto al Moisés pedir un ayudante, el ministerio de sumo sacerdote pasaría a su hermano Aarón. O sea, que la descendencia de Moisés perdió el privilegio de ser los herederos al sacerdocio, o sea, al sumo sacerdocio.

Y ahora, Aarón sería boca para Moisés, y Moisés sería para Aarón ¿qué? En lugar de Dios. Moisés sería en lugar de Dios y Aarón sería en lugar de Profeta para Moisés. O sea, que Aarón era el Profeta de Moisés y era la boca de Moisés, porque un Profeta siempre es la boca de aquel que lo envía. Y cuando Dios envía un Profeta, esa es la boca de Dios para el pueblo, a través del cual se escucha la Palabra de Dios correspondiente a ese tiempo.

Ahora, encontramos en Deuteronomio, capítulo 18 el orden aquí claramente establecido por Dios para el pueblo. Capítulo 18, verso 15 en adelante, dice (de Deuteronomio):

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis;

conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.”

¿Dónde Dios coloca Sus palabras? En la boca del Profeta que El envía. ¿Qué habla ese Profeta? Las palabras que Dios coloca en Su boca.

...él les hablará todo lo que yo le mandare.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

Ahora, encontramos que hay una responsabilidad muy grande de parte de un Profeta de Dios enviado, porque él trae la Palabra de Dios, viene en su corazón, en su mente y en su boca para ser hablada, ahí es donde Dios la coloca; y cuando ese Profeta habla esa Palabra de Dios, es la boca de Dios hablando, y se tiene que cumplir cada cosa en su tiempo.

Y por medio de un Profeta es que Dios siempre trae la Palabra profética, y por medio de un Profeta es que siempre Dios abre, revela esa Palabra profética para el pueblo y muestra el cumplimiento de ella de etapa en etapa. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos (¿a quiénes?) a Sus siervos Sus Profetas.” Dice Amós, capítulo 3, verso 7.

Ahora, podemos ver lo que es la boca de Dios para la humanidad: es siempre el Profeta que Dios envía para cada edad o para cada dispensación.

La boca de Dios para una edad es el Profeta Mensajero de esa edad, la boca de Dios para una dispensación es el Profeta dispensacional de esa dispensación.

Y ahora, teniendo un cuadro claro de lo que es la boca de Dios, vean, en Apocalipsis, capítulo 10 encontramos que el Título de Propiedad que Cristo tomó en el Cielo en el capítulo 5 de Apocalipsis y lo abrió en el capítulo 6, el cual es el Libro de los Siete Sellos, luego en Apocalipsis, capítulo 10 lo trae abierto a la Tierra.

¿Y qué va a suceder con Cristo viniendo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo viniendo con el Librito abierto en Su mano? Así como colocó Su Palabra en la boca de Moisés y Moisés la colocaría en la boca de Aarón, lo cual viene a ser en cada tiempo Dios colocando en la boca y el corazón y la mente del Profeta de esa edad o dispensación Su Palabra, y ese Mensajero colocando esa Palabra en el corazón y la boca de los ministros de ese tiempo.

Ahora, veamos lo que va a suceder en Apocalipsis, capítulo 10, es lo mismo que sucedió allá en el tiempo del Profeta Moisés, Dios colocará en la boca de un Profeta Su Palabra.

Ahora, en Jeremías, capítulo 15, verso 16, dice:

Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.”

Y ahora, Jeremías dice que fueron halladas las Palabras de Dios y él las comió.

Y ahora veamos en Ezequiel: en Ezequiel, capítulo 3 y capítulo también 2, vamos a leer para que tengamos un cuadro... capítulo 2, verso 7 en adelante, dice:

Les hablarás, pues, mis palabras, escuchen o dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.

Mas tú, hijo de hombre, oye lo que yo te hablo; no seas rebelde como la casa rebelde; abre tu boca, y come lo que yo te doy.

Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro (como en el libro del Apocalipsis la mano de Cristo, el Angel Fuerte con el Libro de los Siete Sellos abierto para dárselo a un hombre, el cual está representado en Juan el Apóstol en aquel tiempo el cual tomó ese Libro y se lo comió).

Y miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de libro.

Y lo extendió delante de mí, y estaba escrito por delante y por detrás; y había escritas en él endechas y lamentaciones y ayes.” Ahora, capítulo 3, verso 1 en adelante, dice:

Me dijo: Hijo de hombre, come lo que hallas; come este rollo, y vé y habla a la casa de Israel.

Y abrí mi boca, y me hizo comer aquel rollo.”

Ahora vean, para traer la Palabra profética Ezequiel, a la casa de Israel ¿qué hizo? Recibió de parte de Dios la Palabra, se la comió y luego habló al pueblo.

Y me dijo: Hijo de hombre, alimenta tu vientre, y llena tus entrañas de este rollo que yo te doy. Y lo comí, y fue en mi boca dulce como miel.”

¿Ve? Lo mismo que sucede en Apocalipsis, que el Libro de los Siete Sellos es dulce como la miel en la boca del Profeta que lo come, pero en el vientre es amargo.

Luego me dijo: Hijo de hombre, vé y entra a la casa de Israel, y habla a ellos con mis palabras.

Porque no eres enviado a pueblo de habla profunda ni de lengua difícil, sino a la casa de Israel.

No a muchos pueblos de habla profunda ni de lengua difícil, cuyas palabras no entiendas; y si a ellos te enviara, ellos te oyeran.

Mas la casa de Israel no te querrá oír, porque no me quiere oír a mí (o sea: mas la casa de Israel no te querrá oír porque no me quieren oír a mí); porque toda la casa de Israel es dura de frente y obstinada de corazón.

He aquí yo he hecho tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra sus frentes.

Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde.

Y me dijo: Hijo de hombre, toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos.

Y vé y entra a los cautivos, a los hijos de tu pueblo, y háblales y diles: Así ha dicho Jehová el Señor; escuchen, o dejen de escuchar.”

Y ahora, aquí tenemos la boca de Dios para hablarle a la casa de Israel, aquí en este pasaje es el Profeta Ezequiel al cual Dios le llama Hijo del Hombre, porque Hijo del Hombre es un Profeta. Y ahora, hemos visto lo que es la boca de Dios.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 1, verso 16, dice:

Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.”

Y ahora, aquí la boca del Hijo del Hombre, vean ustedes, tiene una Espada aguda de dos filos, esa Espada aguda es la Palabra.

Y ahora, la Palabra de Dios estará en la boca de Dios. Por eso aquí en Apocalipsis, capítulo 10, verso 8 en adelante nos dice:

La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra.

Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel.

Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre.

Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.”

Y ahora, vean ustedes: para la profecía del Día Postrero para muchos pueblos, naciones y lenguas, se requiere que alguien reciba ese Libro de los Siete Sellos, y se lo coma y se haga carne en él ese Título de Propiedad, y entonces tenga el Mensaje profético sobre muchos pueblos, naciones y lenguas.

El Rvdo. William Branham hablándonos de este misterio dice algo muy importante, lo cual lo vamos a leer dentro de algunos momentos.

Ahora, si ustedes se fijan bien, luego de esa lectura que tuvimos en donde Juan el Apóstol en representación del último Profeta Mensajero, recibe el Libro y se lo come, recuerden que Juan representa a la Iglesia de Jesucristo con todos Sus Angeles Mensajeros.

Y ahora, por consiguiente en Juan está representado cada Angel con el grupo de cada edad, y aquí, un hombre comiéndose el Título de Propiedad en el Día Postrero cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión y se levante del Trono del Padre, tome ese Título de Propiedad lo abra en el Cielo y lo traiga a la Tierra.

Ese hombre que estará en la Tierra será el último Profeta Mensajero de Dios, y tiene que ser un Profeta dispensacional, tiene que ser el Profeta de la Dispensación del Reino, que es la séptima dispensación para recibir el Título de Propiedad, comérselo, hacerse carne en él, y traer el Mensaje profético del Día Postrero sobre muchos pueblos, naciones y lenguas, y es el que también dará el Mensaje al pueblo hebreo. Por eso le sigue el capítulo 11 de Apocalipsis, donde nos enseña que el ministerio profético para el Día Postrero que profetizará en los tres años y medio de la gran tribulación, el Mensaje que estará ahí en ese tiempo es el Mensaje de los Dos Olivos, el Mensaje de Moisés y Elías.

Ahora, podemos ver que esos ministerios corresponden a este tiempo final. Por lo tanto la profecía o Mensaje profético del Día Postrero cuando se esté profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas, las cosas que han de suceder sobre pueblos, naciones y lenguas, los juicios divinos que han de venir sobre la raza humana, vean ustedes, saldrán de la boca de Dios que será el Profeta final de Dios, el Profeta de la Dispensación del Reino, el cual se habrá comido ese Título de Propiedad.

Porque Cristo cuando lo toma en el Cielo, y lo abra, ya habrá terminado la Dispensación de la Gracia, habrá terminado la Obra de Intercesión y por consiguiente tiene que comenzar la Obra de Reclamo; y para eso se requiere que ese Título de Propiedad sea tomado en el Cielo de la diestra de Dios, sea abierto en el Cielo por Cristo nuestro Pariente Redentor, para llevar a cabo la Obra de Reclamo, y reclamar a todos los creyentes que han partido, resucitarlos en cuerpos eternos, y a nosotros los que vivimos transformarnos y luego poder ser llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo, a la Casa de nuestro Padre Celestial que es la séptima dimensión, para la gran Cena de las Bodas del Cordero.

Ahora, podemos ver cómo se estará —diríamos— inaugurando la Dispensación del Reino, en ese entrelace dispensacional, vean ustedes, cuando Cristo se levante del Trono del Padre, ahí ya va a entrar la Dispensación del Reino en una forma plena.

Después que Cristo se levante del Trono del Padre, entonces el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos será restaurado a la raza humana, será restaurado a la Iglesia de Jesucristo y por consiguiente al Angel que Cristo tendrá en el Día Postrero, que será la boca de Cristo, de donde saldrá una espada aguda (o sea, la Palabra). Y para ese tiempo ya estará completado el Cuerpo Místico de Cristo, ya eso será Adopción para los hijos e hijas de Dios.

Ahora, veamos lo que dice el Rvdo. William Branham en el Mensaje: “Tratando de hacer un servicio a Dios fuera de Su voluntad,” página 83, 84 y 85, dice:

Cristo es nuestra Arca, la Palabra, ellos quieren una denominación, noten, El no puede ser llevado en un carros nuevos denominacionales, Su Mensaje no puede ir en el carro nuevo de una denominación cuando El está supuesto a estar contenido y venir en el corazón de un Profeta.”

¿Dónde tiene que venir el Arca del Pacto, la Palabra, Cristo? En el corazón de un Profeta.

Recuerden que así como el arca del pacto fue llevada dentro del templo, y fue colocada allá en el tabernáculo que construyó Moisés, fue colocada dentro del lugar santísimo; pero vean ustedes, pasó por el atrio, pasó por el lugar santo y luego llegó al lugar santísimo, siempre en los hombros de los sacerdotes ordenados por Dios.

Y Cristo, la Palabra, en el tabernáculo o templo que construyó Salomón, también entró al lugar santísimo pasando por el atrio, el lugar santo y el lugar santísimo. Y Cristo, la Palabra, en Su Tempo Espiritual, que es Su Iglesia, ha estado pasando por el Atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo.

De Adán hasta Cristo estaba viniendo por el Atrio, de Cristo hacia adelante ha estado pasando por el Lugar Santo de edad en edad a través del Mensajero de cada edad, y ahora en el tiempo final pasa al Lugar Santísimo a través de un instrumento que El tendrá en el Día Postrero llamado el Angel de Señor Jesucristo.

Así como ha venido contenido Cristo, el Arca del Pacto, la Palabra de edad en edad en el Mensajero de cada edad, estará contenido en el corazón de ese Mensajero que pasa al Lugar Santísimo para ministrar.

Tiene que ser un Mensajero dispensacional, por cuanto al lugar santísimo solamente podía entrar un sumo sacerdote y eso una vez al año, o sea, tenía que tener un ministerio mayor que el ministerio de los demás sacerdotes; y de esa clase de ministerio solamente había uno ministrando a la vez en cada año. O sea, que para el tiempo de entrar al lugar santísimo tenía que estar un sumo sacerdote allí, para poder llevar la sangre de la expiación del macho cabrío dentro del lugar santísimo.

Siendo que la Iglesia del Señor Jesucristo es el Templo Espiritual de Cristo, el cual estará en el Reino Milenial, tiene que tener todo lo que tenía el tabernáculo de Moisés y el templo de Salomón.

Por lo tanto, así como en el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón tenía que estar la sangre del sacrificio en el lugar santísimo, para que pudiera extenderse la Misericordia de Dios sobre el pueblo hebreo; y así con en el Templo Celestial tiene que estar la Sangre de Cristo, de la expiación en el Lugar Santísimo en el Arca del Pacto en el Cielo, en el Trono de Dios, para que se extienda la Misericordia de Dios para el ser humano.

Encontramos que para el Reino Milenial por cuanto allá en el Templo que está en el Cielo no habrá Sangre, ni en el tabernáculo de Moisés tampoco porque no está, ni en el templo de Salomón tampoco, pues tiene que haber un templo donde esté la Sangre de la expiación, la Sangre de Cristo, y tiene que en ese Templo ¿estar dónde? En el Lugar Santísimo.

Y ahora, siendo que nosotros hemos sido redimidos por la Sangre de Cristo, la Sangre de Cristo ¿está dónde? En nosotros, por consiguiente la Iglesia Novia de Cristo es la Sangre de Cristo por el Espíritu Santo que está en ella.

Por lo tanto con la entrada de la Sangre de Cristo al Lugar Santísimo, se extenderá desde ese Templo Espiritual la Misericordia para la raza humana. Ya no será desde el Trono de Dios porque ya no habrá Sangre allá en el Trono de Dios, ni en el tabernáculo de Moisés tampoco, ni en el templo de Salomón.

Pero Jesucristo tiene un Templo, el cual El ha estado construyendo, y así como Moisés cuando lo dedicó a Dios, colocó la sangre de la expiación dentro del templo en el lugar santísimo, así también Cristo en este tiempo, vean ustedes, lleva al Lugar Santísimo de Su Templo, Su Sangre así como fue en cada edad.

Vean, en cada edad la Sangre de Cristo estaba en cada edad ¿en dónde? En los escogidos de cada edad. En el Mensajero y los escogidos de cada edad, ahí estaba la Sangre de Cristo entrando al Templo Espiritual de Cristo, así como entraba la sangre de la expiación: pasaba del atrio al lugar santo, y del lugar santo al lugar santísimo.

Así la Sangre de Cristo ha estado pasando de etapa en etapa, porque tiene que llegar al Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual, el cual así como fue construida cada parte del Lugar Santo con piedras vivas creyentes en Cristo, el Lugar Santísimo es construido también con piedras vivas creyentes en Cristo en este tiempo final.

Y la Sangre de Cristo está en nosotros y sobre nosotros y dentro de nosotros por el Espíritu Santo, porque la vida de la Sangre de Cristo es el Espíritu Santo, porque la Vida está ¿dónde? En la Sangre. Por lo tanto la vida es el Espíritu Santo, estando el Espíritu Santo en cada uno de nosotros está la Sangre de Cristo aplicada en nuestras almas, en nuestros corazones.

Y en el Cuerpo Místico de Cristo en este tiempo final por cuanto se encuentra en la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad del Lugar Santísimo, por consiguiente la Edad del Corazón, del Alma de la Iglesia de Jesucristo, la Sangre de Cristo está colocada en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.

Por eso desde ahí es que se extiende en la Tierra en el Templo Espiritual de Cristo, de ahí se extiende el Mensaje para todos los lugares, y de ahí se extiende la Misericordia de Cristo para todas las personas.

La Misericordia de Dios del Cielo se manifiesta en la Iglesia de Jesucristo de edad en edad. En cada edad está la Misericordia de Dios, y ahora está en la Edad de la Piedra Angular, y de ahí se extiende para todos los que faltan por llegar al Cuerpo Místico de Cristo, y luego se extenderá para el pueblo hebreo.

Ahora, podemos ver desde dónde Dios extenderá Su Misericordia para el pueblo hebreo, porque ya desde el Cielo, desde el Trono de Dios en el Cielo, por cuanto no habrá ya Sangre allá en el Cielo, sino que del Cielo saldrá el juicio divino, pero desde el Trono Espiritual de Cristo, desde Su Iglesia saldrá la Misericordia de Dios.

Por lo tanto, el único lugar desde donde se extenderá la Misericordia de Dios, será desde el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, así como Dios le dijo a Moisés, que desde el propiciatorio de en medio de los dos querubines de oro Dios le hablaría a Moisés todo lo que fuera para el pueblo hebreo, de allí Dios se declararía a Moisés.

Y ahora, el ministerio de Moisés para el Día Postrero en su segunda manifestación, recibirá la revelación divina ¿de dónde? Del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo.

¿Ven? Así como fue allá, Dios le dijo: “De en medio de los dos querubines de oro, de ahí me declararé yo a ti, de sobre el propiciatorio, y te diré todo lo que sea para el pueblo hebreo.” Vamos a leerlo para que tengamos el cuadro claro aquí, dice (dice Dios a Moisés en el capítulo 25 del Exodo, verso 21 en adelante):

Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”

Y ahora, es desde el Templo Espiritual de Cristo, del Lugar Santísimo de sobre el Propiciatorio, y el Propiciatorio es el Trono de Cristo en Su Iglesia, como en el Cielo el Propiciatorio en el Cielo es el Trono de Dios en el Cielo.

Y ahora, de ahí es que Cristo se revelará al pueblo hebreo y le hablará por medio de Su boca en el Día Postrero, y Su boca será Moisés y será Elías (o sea, los ministerios de Moisés y Elías).

Y ahora, siendo que cuando Dios promete el ministerio de un Profeta que ya estuvo en el pasado, cuando vuelve a enviar ese ministerio, es ese ministerio en otro hombre con el ministerio, con el espíritu y virtud de aquel Profeta que vino en el pasado.

Cuando Dios prometió el precursor de la Primera Venida de Cristo como Elías, cuando vino ese Elías era Juan el Bautista, otro hombre y con otro nombre, pero el ministerio era el ministerio de Elías, era el Espíritu Santo operando ese ministerio que había operado en el Profeta Elías y luego lo había operado en una doble porción en el Profeta Eliseo, y luego lo operó por tercera ocasión en el Profeta Juan el Bautista, y luego lo operó por cuarta ocasión precursando la Segunda Venida de Cristo, lo operó en el Rvdo. William Branham.

Y está prometido para ser operado por quinta ocasión para ser uno de los Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14.

Ahora, si leemos lo que dijo el Rvdo. William Branham, que fue el Profeta en el cual estuvo el ministerio de Elías manifestado por cuarta ocasión, veamos lo que él dice que será el ministerio de Elías manifestado por quinta ocasión. En la página 399 del Mensaje de “Los Siete Sellos,” allá en preguntas y respuestas, la pregunta número 11, dice, pregunta:

11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Achab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?

(La contestación fue:) Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu.”

¿Será un hombre de qué tiempo? De este tiempo, o sea, del tiempo en que Dios envíe ese ministerio de Elías por quinta ocasión; queda eliminada la idea de que será literalmente Elías Tisbita, como quedó eliminada la idea de que sería Elías Tisbita el precursor de la Primera Venida de Cristo, aunque decía que sería Elías, pero era el espíritu y virtud de Elías, el ministerio de Elías en otro hombre llamado Juan el Bautista.

Ahora, podemos ver que será un hombre de este tiempo, así también será Moisés, el ministerio de Moisés en un hombre de este tiempo también.

Ahora, podemos ver que es un misterio grande, pero este misterio ya está abierto, y para que quede más abierto, habrá un hombre en esta Tierra que será la boca de Dios en el cual estarán los ministerios de Moisés y de Elías manifestados, de Moisés por segunda vez y de Elías por quinta ocasión; y el ministerio de Cristo, del Hijo del Hombre estará manifestado en él también; y no puede ser otro sino el que Jesucristo envíe a Su Iglesia y luego al pueblo hebreo.

¿Y Jesucristo ha dicho que enviará a alguien? En Apocalipsis, capítulo 4 Cristo dice:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”

Aquí Cristo habla con esa Voz de Trompeta; y en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 nos muestra por medio de quién será que será dado a conocer todo lo que ha de suceder, porque ése será el que se comerá el Librito abierto de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11; pero ahora en el capítulo 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y ahora, para mostrar las cosas que deben suceder pronto ¿a quién El envía? A Su Angel. En ese Angel estarán los ministerios de Moisés y Elías, en ese Angel estará el ministerio de Cristo, del Hijo del Hombre, con los ministerios de Moisés y Elías.

Pero ese hombre, ese Profeta Mensajero, el Angel de Jesucristo, ni será Elías Tisbita, ni será Moisés ni será Jesús, él será un hombre Mensajero de Jesucristo para Su Iglesia para este Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular y para la Dispensación del Reino, un hombre redimido con la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo. Apocalipsis 22, verso 16 también dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Y ahora, ¿quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de todas estas cosas en las iglesias? El Angel del Señor Jesucristo, él es la boca de Jesucristo para todas las iglesias, para el pueblo hebreo y para todas las naciones. En San Juan, capítulo 13, verso 20, dice Cristo mismo:

De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”

Y ahora, ¿quién es el enviado de Jesucristo para el Día Postrero? El Angel del Señor Jesucristo, el que estará recibiendo al Angel del Señor Jesucristo estará recibiendo a Cristo, el cual estará manifestado por medio de Su Angel Mensajero, colocando en Su Profeta Mensajero Su Palabra para el Día Postrero, colocando el Libro de los Siete Sellos para que se lo coma y profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas.

Y ahora, hemos visto: “EL MISTERIO DE LA BOCA DE DIOS.”

La boca de Dios en el Antiguo Testamento fue cada Profeta que El envió, y cuando apareció Cristo, fue la boca de Dios hablando en toda Su plenitud, Dios en El. Siempre Dios está en Su boca, Dios está en Su Profeta Mensajero correspondiente a cada tiempo, en la porción correspondiente a cada edad y luego en Jesús en toda Su plenitud.

Y de edad en edad Cristo ha estado en el Nuevo Testamento en los Apóstoles y en los Angeles Mensajeros, ellos han sido la boca de Jesucristo de edad en edad. Para el Día Postrero estará en Su Angel Mensajero; y cuando lo adopte, estará en toda Su plenitud en Su Angel Mensajero, hablándole a la humanidad todas las cosas que han de suceder sobre toda la humanidad, porque ése es la boca de Jesucristo para el Día Postrero.

Por eso cuando Cristo dijo: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.” Luego cuando las habla, cuando las revela, las revela por medio de Su Angel Mensajero.

Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para manifestar a sus siervos (para dar a conocer, para mostrar a Sus siervos) las cosas que deben suceder pronto (que han de suceder después de las que ya han sucedido en tiempos y edades pasadas).”

Viene dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, así viene hablando la boca de Dios, la boca de Jesucristo para este tiempo final: dando a conocer todas las cosas que han de suceder pronto en este tiempo final, y abriéndole la Palabra, las Escrituras, los misterios de Dios a la Iglesia del Señor Jesucristo, abriéndole el misterio del Séptimo Sello.

Y lo que abre el misterio del Séptimo Sello son los Siete Truenos de Apocalipsis, por lo tanto, los Siete Truenos, la Voz de Cristo que son los Siete Truenos, porque en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, dice que el Angel Fuerte que desciende del Cielo con el Librito abierto en Su mano, clamó como cuando ruge un león y Siete Truenos hablaron sus voces, es la Voz de Cristo como León de la tribu de Judá hablando y revelando el misterio de Su Venida.

Y esa Voz estará en Su boca: Su Angel Mensajero en este tiempo final, hablándole a Su Iglesia y revelándole el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, y así dándonos la fe, la revelación para ser transformados y raptados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.

Ahora, hemos visto qué es y quién es la boca de Dios de edad en edad: es el Profeta Mensajero de cada edad.

Y para el Día Postrero hemos visto quién es la boca de Cristo para Su Iglesia, para el pueblo hebreo y para el mundo entero: es el Angel del Señor Jesucristo dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, y revelando a la Iglesia de Jesucristo el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo.

Así es identificada la boca de Dios en cada tiempo: porque viene hablando la Palabra de Dios para el tiempo en que es enviada esa boca de Dios, ese Profeta Mensajero de Dios.

Y ahora, para el Día Postrero la boca de Dios, la boca de Cristo está señalado que es el Angel del Señor Jesucristo, para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto, y así es como estaremos escuchando la Voz de Dios, la Voz de Jesucristo nuestro Salvador, revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y dándonos la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Y ahora, en Exodo, capítulo 23, verso 20 en adelante, dice:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.

Porque mi Angel irá delante de ti.”

Y ahora, así como Dios en el Antiguo Testamento tuvo Su Angel, el cual era Cristo en Su cuerpo angelical, y luego se hizo carne y estuvo en medio del pueblo hebreo, ahora en el Nuevo Testamento en medio del Israel Celestial, que es Su Iglesia, El tiene a Su Angel, el cual le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis.

Para el tiempo final Cristo lo enviará en carne humana, así como Dios envió Su Angel, el Angel de Jehová lo envió en carne humana y fue Jesucristo; y para el Día Postrero Cristo enviará Su Angel en carne humana en medio de Su Iglesia.

Y ahora, la boca de Dios estará en medio de la Iglesia de Jesucristo, la boca de Dios para el Día Postrero, que será el Angel del Señor Jesucristo, porque en él Cristo coloca Su Palabra, y a través de él estará revelando Su Palabra a Su Iglesia en este tiempo final.

Y así como Dios sentó en Su Trono a Su Angel, el cual lo envió luego en carne humana, y luego que obtuvo la victoria, ascendió al Cielo victorioso, fue adoptado, ascendió al Cielo victorioso con cuerpo glorificado y se sentó en el Trono de Dios.

Cristo en el Nuevo Testamento cuando adopte a Su Angel Mensajero y le dé el cuerpo nuevo y glorificado, lo sentará con El en Su trono, que es el Trono de David.

Ahora vean, este Angel tendrá una bendición muy grande porque es la boca de Cristo para el Día Postrero, y es un Angel Mensajero dispensacional, un Profeta dispensacional con un Mensaje dispensacional.

Y a través de ese Mensaje que él traerá a la Iglesia de Jesucristo, todos los misterios correspondientes a este Día Postrero serán abiertos, y el misterio grande del Séptimo Sello: el misterio de la Segunda Venida de Cristo será abierto a la Iglesia de Jesucristo en forma sencilla, porque en ese Angel estará la Voz de Cristo, la Voz del Rey de reyes y Señor de señores, la Voz del León de la tribu de Judá clamando como cuando ruge un león, y los Siete Truenos hablando sus voces y revelándonos el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo.

Ahora, hemos visto que todo esto corresponde al Lugar Santísimo, donde se hace carne en el Angel la Palabra de Cristo, se hace carne en el Angel el Libro de los Siete Sellos, para traer el Mensaje profético del Día Postrero, y así ser la boca de Cristo para todo ser humano.

La Iglesia Novia para las vírgenes prudentes, para las vírgenes fatuas, para el pueblo hebreo y para toda la raza humana.

Hemos tenido el tema: “LA BOCA DE DIOS.”

La boca de Dios, la boca de Cristo para el Día Postrero ya hemos visto que será el Angel del Señor Jesucristo. Por eso por medio del Angel de Jesucristo es que son dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Ha sido para mí un privilegio grande estar dándoles testimonio de: “LA BOCA DE DIOS,” la cual estará hablándonos en este tiempo final todas estas cosas que deben suceder pronto, y nosotros las estaremos escuchando y diciendo: “¡AMEN!” a todo lo que la boca de Dios estará diciéndonos en este tiempo final.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto nos dé nuestra transformación que El ha prometido para nosotros, nos dé el cuerpo nuevo, a los muertos en Cristo los resucite en cuerpos eternos y glorificados, y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, y nos veremos mañana Dios mediante con el tema: “LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.” Ya ayer en la noche hablamos de “LA MANO DE DIOS.” Para mañana será: “LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.”

Ahí hay algo muy importante, permitanme escribir algo aquí que hay acerca de los pensamientos de Dios, esta es la cita de un Mensaje, por lo tanto mañana estaremos viendo sobre este tema, acerca de los pensamientos de Dios y cómo vienen a la raza humana.

Bueno, que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto.

Con nosotros nuevamente el Rvdo. Tirzo Ramiro Girón Pinzón. Miguel, pues no pudo estar pero les mandó muchos saludos a todos, estaba haciéndose el chequeo, o sea, la revisión que normalmente, pues uno se hace de vez en cuando; como a los autos se les hace una revisión para que estén bien. Y también, pues nuestro hermano Bermúdez se estaba haciendo esa revisión, chequeo médico, como lo hacen ustedes también y yo también lo hago, para saber cómo estamos y para continuar trabajando en la Obra de Cristo.

Y me hizo saber por medio del Rvdo. Rigoberto Osorio y por medio del Rvdo. de Brasil: Oswaldo, que había salido muy bien en las pruebas que le hicieron. Así que vamos a tener a Miguel trabajando con mucho ánimo en este año y el año que viene también, y todo el tiempo, y cuando tenga el cuerpo nuevo también.

Y yo también estaré trabajando con toda mi alma y mis fuerzas, y Tirzo también. ¿Y quién más? Todos ustedes también.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y les guarde, y con nosotros el Rvdo. Tirzo Ramiro Girón Pinzón, mientras escuchamos y cantamos el cántico que nos habla de Jesucristo, el Hombre que nos transformó interiormente y nos transformará físicamente también, nos dará el cuerpo nuevo.

Bueno, que Dios les bendiga y les guarde a todos.

LA BOCA DE DIOS.”