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| Cristo es nuestro amigo fiel | 2001-09-14 | 1 | Belo Horizonte | Minas Gerais | BR | 00:00:00 | false |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta noche aquí en San José de los Campos, San Pablo, Brasil, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Reciban saludos de mi esposa Erica todos los presentes, y los niños reciban saludos de mi niña América.
Para esta ocasión leemos en San Juan, capítulo 15, verso 12 al 17:
“Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Esto os mando: Que os améis unos a otros.”
Nuestro tema para esta ocasión es: “CRISTO ES NUESTRO AMIGO FIEL.”
En este pasaje nuestro Señor Jesucristo dice que El nos llama “Amigos.” No nos llama siervos porque el siervo no sabe lo que hace su Señor, El nos llama amigos porque nos ha dado a conocer todas las cosas que el Padre le ha dado a conocer a El; todas las cosas que El ha escuchado del Padre las ha dado a conocer a Sus amigos.
Y ahora, para comprender este misterio de Cristo como nuestro Amigo y nosotros como amigos de Cristo, así como en el Antiguo Testamento Abraham fue llamado: “Amigo de Dios,” porque creyó a Dios, ahora, en el Nuevo Testamento todos los que creen a Cristo y en Cristo son llamados amigos de Cristo.
Por lo tanto, podemos decir que tenemos el Amigo más importante de la Tierra y también del Cielo, y ese es nuestro amado Señor Jesucristo, el que dijo: “No les llamaré siervos, sino amigos.”
Ahora, el pueblo hebreo es llamado el pueblo de los siervos de Dios, y siendo el pueblo de los siervos ellos no saben lo que hace su Señor. Han transcurrido dos mil años de Cristo hacia acá y ellos no saben lo que Dios está haciendo, ellos no han comprendido el misterio de la Primera Venida de Cristo, Su muerte, Su resurrección, Su ascensión al Cielo sentándose en el Trono de Dios en el Cielo y haciendo intercesión por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Ya han transcurrido cerca de dos mil años de Cristo hacia acá y todavía el pueblo hebreo no sabe lo que su Señor ha estado haciendo. ¿Por qué? Porque el siervo no sabe lo que hace su Señor, y el pueblo hebreo como el pueblo de los siervos no sabe lo que su Señor ha estado haciendo.
Pero los hijos e hijas de Dios, el pueblo de los hijos es la Iglesia del Señor Jesucristo, es el Israel Celestial que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, sí saben lo que su Señor ha estado haciendo, ¿por qué? Porque todas las cosas que Cristo escuchó del Padre las ha dado a conocer ¿a quiénes? A Sus amigos, que son los hijos e hijas de Dios, esa es la descendencia celestial de Abraham.
La descendencia celestial de Abraham son los hijos e hijas de Dios, miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo creyentes en el mismo Dios que Abraham creyó y le fue contado por justicia, y fue llamado: “Amigo de Dios.”
Y ahora, los creyentes en ese mismo Dios que vino en carne humana y llevó a cabo el Sacrificio por el pecado en la Cruz del Calvario, ahora son llamados: “Amigos de Cristo.” Porque Jesucristo es el mismo Angel de Jehová, el mismo Angel del Pacto, el mismo Dios que estuvo en el Antiguo Testamento en Su cuerpo angelical, luego se hizo hombre de esta dimensión en un cuerpo de carne, y vivió en medio del pueblo hebreo y por consiguiente en medio de la raza humana, y llevó a cabo la Obra de Redención.
Y todos los que creen en Jesucristo y Su Obra de Redención, son llamados: “Amigos de Cristo.” Y por consiguiente son hijos de Abraham por la fe en Cristo.
Y ahora, hemos identificado a aquellas personas que son amigos de Cristo, y Cristo es nuestro amigo; esos son los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, los cuales en alma son enviados a la Tierra a tomar un cuerpo de carne y un espíritu del mundo a través del nacimiento de un cuerpecito en una familia, y luego en ese cuerpecito vivimos en la Tierra; el cuerpo va creciendo y vamos obteniendo mayor conciencia de las cosas del planeta Tierra, vamos obteniendo mayor conocimiento a medida que vamos creciendo.
Hay una etapa donde las personas como que no siguen creciendo, como que no siguen aprendiendo porque piensan que no necesitan conocer nada más; pero la persona puede seguir creciendo en conocimiento aunque haya dejado de crecer en estatura, la persona sigue creciendo en conocimiento a medida que va viviendo en esta Tierra. Cada día la persona sabe más, las vivencias de la persona, las experiencias de la persona lo hacen obtener mayor conocimiento.
Ahora, si comparamos el ser humano con los animales veremos una cosa, un detalle muy importante: usted encuentra a los animales que actúan en la misma forma en que sus antecesores actuaron cien años atrás, doscientos años atrás o mil años atrás o mucho más tiempo atrás. Los monos siguen brincando de árbol en árbol, los leones siguen rugiendo y comiéndose los animales que pueden comerse cuando tienen hambre.
Y así por el estilo ustedes encuentran que los animales, la raza animal, no ha obtenido más conocimiento. Algunas veces decimos: “Pero encontramos monos que hacen ciertas cosas.” Es que los entrenan, pero no es por sabiduría o inteligencia de ellos.
Ahora, ¿por qué el hombre ha ido creciendo en conocimiento? Primero comenzó con la rueda, e hizo las carretas y se alivianó la carga de la raza humana, hizo las carretas para tirarlas por bueyes o caballos, y ya la carga no estaba sobre los hombros sino en una carreta, y podía entonces llevar una carga cinco o diez veces o veinte veces mayor que la que podía llevar en sus hombros, y se hizo más productivo el ser humano, continúo creciendo en conocimiento, descubrió la forma de la construcción de un automóvil y creció en conocimiento y pudo entonces hacer más cosas y caminar más distancias.
Luego inventó el barco y ya podía viajar por los ríos y los mares a otros continentes. Luego descubrió la forma de volar y construyó el avión, y entonces las largas distancias se recorren en cortos tiempos comparados con el tiempo que se echaban en la carreta o en barcos o en automóviles, y ahora viajamos de una nación a otra y de un continente a otro en pocas horas.
Y también descubrió cómo salir del planeta Tierra enviando cohetes, y ha enviado personas (astronautas) a la luna y a otros lugares, y la ciencia se ha multiplicado en gran escala como está profetizado, ¿por quién? Por el mismo Dios en el libro del Profeta Daniel, a través del Arcángel Gabriel que le dio esa revelación a Daniel, el Profeta de Dios. Daniel al profetizar está dando a conocer lo que le fue revelado por el Arcángel Gabriel.
Ahora, allí está escrito en el capítulo 12 de Daniel, que la ciencia se multiplicará, y la ciencia se ha multiplicado.
¿Y por qué el ser humano ha estado obteniendo mayor conocimiento cada día? La razón es que tiene alma, por esa causa el ser humano se hace más inteligente cada año, puede aprender. Los animales no son así, por lo tanto, el ser humano es la corona de la Creación, Dios colocó al ser humano como rey sobre toda la Creación.
Y ahora, nosotros estamos en estos cuerpos mortales para obtener el conocimiento del Programa Divino para el tiempo que nos ha tocado vivir; y si nosotros escuchamos la Voz de Cristo, de nuestro Amigo, de nuestro Amigo Mayor, y fiel, el cual dijo: “No os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; os he llamado amigos porque todas las cosas que oí de mi Padre se las he hecho saber.”
Y El en cada etapa o edad nos va dando más conocimiento de las cosas celestiales; y a medida que vamos escuchando Su Palabra revelada para el tiempo que nos toca vivir, vamos obteniendo mayor conocimiento, vamos obteniendo mayor sabiduría celestial; no sabiduría humana sino sabiduría celestial, la cual se obtiene por medio de la Palabra revelada para el tiempo en que la persona está viviendo, por lo cual la persona tiene que estar en el Cuerpo Místico de Cristo, donde Dios está dado esa sabiduría de edad en edad.
Y ahora, estamos nosotros viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos del Programa Divino, estamos viviendo en la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo, donde Jesucristo en Espíritu Santo estaría revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, para lo cual dice en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, con esa Voz de Trompeta dice Cristo:
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”
¿A quién El revelará estas cosas: a los siervos o a los hijos? A los hijos porque los siervos no saben lo que hace su Señor, pero El dice: “Os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que oí del Padre.”
Y ahora, esas personas son los hijos e hijas de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, son los creyentes en Jesucristo, esos son los amigos de Cristo, y esos son los que tienen a Jesucristo como su Amigo mayor.
Y ahora, viviendo nosotros en la etapa más importante de la Iglesia de Jesucristo, para la cual El ha dicho:
“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.” (Apocalipsis, capítulo 4, verso 1).
Con esta revelación que El promete darnos, nos llenará del conocimiento de todo el Programa de Dios correspondiente a este tiempo, y nos dará la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
En Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 dice la forma en que El estará dándonos a conocer todas estas cosas. Cuando Dios promete algo El tiene que cumplirlo, y El tiene una forma para cumplir lo que El ha prometido. Apocalipsis 22, verso 6, dice:
“Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”
¿Cómo es que El ha prometido que dará a conocer todas estas cosas que deben suceder? Por medio de Su Angel, ¿a quiénes? A los amigos de Cristo, a ellos es que Cristo les estará dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. “Os he llamado amigos, porque os he hecho saber todas las cosas que oí de mi Padre.”
Y ahora, El sigue dándonos a conocer todas las cosas del Padre Celestial, toda la revelación divina El nos da a conocer en este tiempo final.
Y ahora, hemos visto que es por medio de Su Angel que Jesucristo en Espíritu Santo estará manifestado, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Pero ese Angel no es el Señor Jesucristo, por eso cuando Juan el Apóstol quiso adorarlo en Apocalipsis, capítulo 19, verso 7 al 10, el Angel le dijo que no lo hiciera. Y luego en Apocalipsis, capítulo 22, verso 8 en adelante Juan quiso de nuevo adorar a los pies del Angel y el Angel le dijo que no lo hiciera, dice:
“Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.”
¿Qué vería Juan el Apóstol en este Angel, que quiso adorarlo? La manifestación de Cristo en Espíritu Santo velándose y revelándose a través de Su Angel.
“Pero él me dijo: Mira, no lo hagas; porque yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.”
Este Angel le enseña a Juan el Apóstol a adorar a Dios; y este Angel le estará enseñando a la Iglesia de Jesucristo a adorar a Dios. Ahora, en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16 en adelante, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Hemos visto la forma en que Jesucristo le estará dando a conocer todas las cosas que deben suceder pronto: enviando a Su Angel Mensajero ungido con el Espíritu Santo y con la revelación de Dios, de todas estas cosas que deben suceder pronto.
Y este Angel Mensajero es el Profeta de la Dispensación del Reino enviado a la Iglesia de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, para dar testimonio, para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Por medio de ese Angel Mensajero es que la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final estará recibiendo la revelación de todas las cosas que deben suceder pronto.
Ahora, hemos visto la forma en que Cristo, nuestro Amigo mayor, estará dándonos a conocer las cosas del Padre, ¿por qué? Porque El ha dicho: “No os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; os he llamado amigos, porque os he hecho saber las cosas que oí del Padre, de mi Padre.”
Y ahora, la revelación divina es para los amigos de Jesucristo, que son los miembros de la Iglesia de Jesucristo. “A vosotros es concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos, porque vosotros sois los amigos de Cristo.”
Ahora, ¿qué significa o representa Cristo para nosotros? Nuestro amado Señor Jesucristo representa para nosotros a Dios, al Padre, al Creador, a nuestro hermano, porque es nuestro Hermano Mayor, El dijo: “Anunciaré a mis hermanos Tu Nombre.” Esto está en Hebreos, capítulo 2, verso 9 en adelante.
Y ahora, El es nuestro hermano mayor. En la parábola de San Mateo, capítulo 25, versos 31 en adelante dice algo muy importante ahí, vamos a ver, vamos a leer solamente el verso 40, esto es en el juicio a las naciones y por consiguiente individuos serán juzgados también... verso 34 y el 40 también dice... esto es cuando el Rey coloca a su derecha a las ovejas, a los buenos; y coloca a la izquierda a los malos, como el pastor coloca a su izquierda los cabritos, y a los de su derecha dice:
“Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.”
Esto es para las personas que han ayudado a los hijos e hijas de Dios, que han ayudado a los amigos de Cristo. Luego el verso 40, dice (ya que El explica porqué van a heredar el Reino):
“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”
Ahora, podemos ver que Cristo dice que tiene hermanos menores que El, como una persona que es el primero en su hogar, el mayor en su hogar y tiene más hermanos, él dice: “Yo soy el mayor, pero todos estos son mis hermanos.”
Y así Cristo es el mayor de todos los hijos de Dios, pero tiene muchos hermanos. ¿Dónde están esos hermanos menores de Cristo? ¡Pues aquí estamos! El es nuestro Hermano Mayor, como también nuestro Amigo mayor. Cuando los hermanos son buenos amigos las cosas marchan mejor. Recuerden que el mayor siempre enseña al menor; y Jesucristo siendo el mayor nos enseña a nosotros las cosas de Dios, del Padre Celestial.
En Hebreos, capítulo 2, verso 10 en adelante, dice:
“Porque convenía a aquel por cuya causa son todas las cosas, y por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.”
¿Por causa de quién subsisten todas las cosas? Por causa de Jesucristo, fueron creadas por El y para El. El es la imagen del Dios invisible, así como la imagen nuestra es el cuerpo espiritual, el espíritu, que es un cuerpo de otra dimensión; y nuestra semejanza es el cuerpo de carne.
Y la semejanza física de Dios es el cuerpo que nació en Belén de Judea a través de la virgen María, y luego que murió resucitó glorificado, ascendió al Cielo y se sentó en el Trono de Dios.
Y ahora, Dios tiene cuerpo físico pero glorificado, es el cuerpo glorificado de Jesucristo, Dios tiene: cuerpo angelical, cuerpo teofánico, llamado el Angel del Pacto o Angel de Jehová, que es el mismo Jesucristo en Su cuerpo angelical, y Dios es alma.
Lo más grande es el alma de la persona, y lo más grande es Dios.
Ahora vean ustedes, por eso Jesús decía: “El Padre, mi Padre, mayor que todos es.”
Y en la persona, por cuanto tiene cuerpo, espíritu y alma, lo que es mayor en la persona es su alma, eso es lo que en realidad es la persona: alma viviente.
Y por cuanto Dios creó al ser humano a Su imagen y semejanza, ahora la imagen de Dios tiene que ser igual a la imagen del ser humano: un cuerpo espiritual de otra dimensión parecido a nuestro cuerpo, y tiene que tener una semejanza física como la nuestra, un cuerpo de carne (ese es el cuerpo de Jesucristo y es un cuerpo glorificado); por eso El nos va hacer a Su imagen y semejanza con Vida eterna en el alma, en el cuerpo teofánico y en el cuerpo físico también, porque tendremos un cuerpo glorificado y entonces seremos iguales a Jesucristo nuestro Salvador.
Ahora, continuamos leyendo, vean, todas las cosas por El subsisten. Dice Pablo:
“...por quien todas las cosas subsisten, que habiendo de llevar muchos hijos a la gloria...”
Ahora vean ustedes, ¿quién es el que llevará muchos hijos e hijas de Dios a la Gloria? Jesucristo nuestro Salvador:
“Perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos.
Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos.”
El no se avergüenza de llamarnos hermanos a nosotros, y nos llama: “Sus hermanos menores.” El es el Primero, el Primogénito y por consiguiente El es el mayor de la Familia de Dios, El es el Primogénito y por lo tanto el que tiene la Bendición de la Primogenitura. Y nosotros somos Sus hermanos coherederos con Jesucristo nuestro Hermano Mayor.
Ser de la Familia de Dios es la cosa más importante, no solamente en la Tierra sino en el Cielo también, significa ser de la Realeza Celestial.
Toda persona ha deseado ser hijo de un rey, pero los reyes de aquí de la Tierra son temporales y por consiguiente sus hijos también; pero el Rey de los Cielos y de la Tierra es eterno y Sus hijos también.
Ser un hijo de Dios es ser eterno, nuestras almas son eternas, han venido de Dios para pasar una temporada en esta Tierra y hacer contacto con Cristo y Su Programa para ser restaurados a la Vida eterna.
Y ahora, nuestro Hermano Mayor es nuestro Redentor, El es nuestro Hermano Mayor, El también es nuestro amigo, El también es nuestro Salvador, nuestro Redentor, El también es nuestro Abogado, El también es Juez, El es el Juez, El es el que juzga a Sus hermanos y juzgará al mundo también y juzgará a los ángeles también. El también es el Rey, El también es el Señor, El también es el Sumo Sacerdote del Templo Celestial, El también es nuestro Sanador, El también es nuestro Proveedor.
¿Pero que nos provee El? No se ha dado cuenta usted que nos provee el aire, el oxígeno; si no llega a proveer el oxígeno no estaríamos aquí.
Si usted quiere saber lo importante que es el oxígeno que El nos provee, cierre su boca y tapese la nariz, y usted verá que se va a desesperar y va a clamar por oxígeno, por aire. Así podemos ver lo importante que es lo que El nos provee.
También nos provee agua, sin agua la existencia del ser humano desaparecería. Nos provee también luz, sin luz (luz del sol) el planeta Tierra se volvería una bola de hielo, pero nos provee la luz del sol y por consiguiente calor y vida, para que haya vida en el planeta Tierra en la vegetación, en los animales, los peces, y haya alimento para nosotros comer.
Si no nos provee la luz a través del sol tendríamos que estar con luz eléctrica todo el tiempo, viviendo en un planeta de tinieblas, ¿y quién desea vivir en un lugar así? ¿Saben por qué prendemos las luces de noche? Porque no nos gustan las tinieblas.
El que camina en tinieblas tropieza y cae, pero el que camina en luz ve y no tropieza.
Ahora, podemos ver todo lo que Cristo es para nosotros, y no he mencionado todas las cosas, pero con estas que he mencionado tenemos suficiente para ver lo que significa nuestro amigo mayor: Jesucristo nuestro Salvador. Y para mencionar todo lo que significa para nosotros, se lo voy a decir en pocas palabras: ¡Cristo Jesús, es el todo y en todo para todos nosotros!
Así que no encontrará nada usted en donde no lo necesitemos. Por lo tanto Jesucristo, nuestro amigo mayor es el todo de nuestra vida, El es nuestro Dios, El Dios que se hizo carne y habitó en medio de la raza humana para llevar a cabo la Obra de Redención, El es Emanuel —que significa Dios con nosotros.—
El dijo: “El Padre y yo una cosa somos.” El es nuestro Padre Celestial manifestado en carne humana, manifestado en Su hijo.
Ahora, el Hijo de Dios en Su cuerpo angelical es el Angel de Jehová; el Hijo de Dios en Su cuerpo de carne es Jesús; y el Padre es el que estaba dentro del cuerpo teofánico y del cuerpo de carne. Por eso Jesucristo podía decir: “El Padre que mora en mí.” Como usted puede decir: “Mi alma que mora en mí.” En esa misma forma es que el Padre está en Jesús. Y ahora está en Jesús en un cuerpo glorificado.
Y así también nuestra alma, que está viviendo en un cuerpo de carne, vivirá pronto en una casa nueva, en una casa que no va a necesitar nada, un cuerpo glorificado, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, como el cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo, esa será nuestra casa visible, será interdimensional, podremos viajar a cualquier dimensión o a cualquier planeta, a cualquier galaxia a la velocidad del pensamiento o más rápido. Si hay alguna velocidad más rápida que la del pensamiento, esa será la velocidad a la cual viajaremos.
Ahora, la misma distancia que usted se echa en su pensamiento, en venir en su pensamiento de donde usted está a donde yo estoy, es la misma cantidad de tiempo que usted se echa en ir de aquí a la galaxia y el planeta más lejano de esa galaxia, ¿por qué? Porque no está limitado al tiempo.
La misma cantidad de segundos que usted necesita para pensar en venir de donde usted está a donde yo estoy, es la misma cantidad de tiempo que usted necesita para ir de donde usted está a la galaxia y el planeta más lejano.
Ahora, podemos ver que en el nuevo cuerpo no tendremos limitaciones, ni habrá enfermedades, ni habrá vejez, ni habrá problemas como en la actualidad.
Por lo tanto, usted que ora a Dios presentándole sus problemas a Dios, pidiéndole que El le ayude para la solución a ellos, les tengo buenas noticias: Todos sus problemas que ha tenido, que tiene, todos los que tendrá más adelante en este cuerpo de carne, todos quedaran resueltos en el nuevo cuerpo, y ya no habrá más problemas.
Por lo tanto, tome ánimo y camine hacia adelante con la fe puesta en Cristo, en nuestro Hermano Mayor y en nuestro amigo mayor, y todos nuestros problemas serán resueltos totalmente y para toda la eternidad, cuando nos dé el nuevo cuerpo, el cual está muy cerca, porque estamos en el tiempo en que El está llamando y juntando Sus últimos escogidos en Su Cuerpo Místico de creyentes, en la Edad de la Piedra Angular.
Podemos ver porqué en otras edades no podían estar esperando el cumplimiento de la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de ellos (de los vivos), aunque todos estaban llamados a estar esperando todas esas bendiciones, pero no sería cumplida esa promesa en las edades pasadas, porque es una promesa que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, para los escogidos de Dios, los amigos de Jesucristo nuestro Salvador.
Por cuanto somos amigos de Jesucristo y El es nuestro Amigo mayor, por consiguiente somos los amigos de Dios, los hijos de Abraham. Si Abraham fue llamado: “Amigo de Dios.” Sus hijos son llamados: “Los amigos de Dios.” Ahí tenemos los amigos de Dios, esos son los amigos de Jesucristo, los creyentes en Cristo, porque Abraham fue llamado: “Amigo de Dios,” porque creyó en Dios.
Y ahora, porque creemos en Jesucristo somos llamados: “Amigos de Jesucristo.” Y por consiguiente: “Amigos de Dios.” Y nosotros decimos: “Jesucristo es nuestro Amigo fiel.” El es nuestro amigo mayor, el cual nos enseña todas las cosas del Padre Celestial, y así nos revela todas estas cosas que deben suceder pronto, para lo cual dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Pero este Angel no es el Señor Jesucristo, es el instrumento que Jesucristo envía y usa para darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y llenarnos del conocimiento de todas las cosas de Dios.
Hemos llegado al tiempo en que hemos reconocido que Cristo es nuestro Amigo fiel, es nuestro Amigo mayor, El es el TODO y el TODO de nuestra vida, eso es nuestro Amigo fiel: Jesucristo nuestro Salvador.
Ha sido para mi una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de Cristo nuestro Amigo mayor, Cristo es nuestro Amigo fiel, les he dado testimonio de Cristo, el cual es nuestro Amigo fiel. No hay otro Amigo como Cristo.
Siempre esté siguiendo a Cristo, nuestro Amigo fiel y verdadero, y El nos llevará a la Casa de nuestro Padre Celestial, a la Cena de las Bodas del Cordero muy pronto, nos dará también un cuerpo glorificado, como Su cuerpo glorificado.
Que las bendiciones de nuestro amigo fiel: Jesucristo, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, y pronto Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos de la Diestra de Dios, lo abra en el Cielo y haga Su Obra de Reclamo, resucite los muertos en Cristo y a nosotros nos transforme y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de nuestro amado Señor Jesucristo, Cristo como nuestro Amigo fiel, Cristo, porque Cristo es nuestro Amigo fiel. El es mi Amigo fiel, ¿y de quién más? De cada uno de ustedes también.
Nos veremos nuevamente el domingo en la mañana en el lugar que Gian les anunciará —si ya lo tiene listo—, eso va a ser en São Pablo. Así que allí tendremos una actividad muy importante, en donde esperamos que Cristo nos enseñe todas las cosas que debemos conocer en este tiempo final.
El tema será: “LO QUE ACONTECE CUANDO ENTRE EL ÚLTIMO ESCOGIDO...” ¿O ese es el de mañana, para ministros? Para ministros.
Ahora, para el domingo será: “LA IGLESIA DE CRISTO, UN MISTERIO EN ACCIÓN.” Ahí vamos a ver el misterio de la Iglesia del Señor Jesucristo, porque es un misterio la Iglesia del Señor Jesucristo así como Jesucristo es un misterio también, y Dios es un misterio también.
La ciencia con todo lo que se ha multiplicado, todavía no ha conocido el misterio de Dios.
Ahora, encontramos que los misterios del Reino de los Cielos es para ser conocidos ¿por quiénes? Por los amigos de Cristo. “A vosotros es concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos (dice), mas a ellos (al mundo) no es concedido.”
Esa concesión es para los miembros de la Iglesia de Jesucristo, porque ellos son los amigos de Jesucristo, y Jesucristo es para ellos su Amigo fiel y su Hermano Mayor, y El es nuestro TODO en TODO.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios me les guarde, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Tirzo Ramiro Girón Pinzón para finalizar nuestra parte en esta noche. Dios les bendiga y les guarde a todos.
“CRISTO ES NUESTRO AMIGO FIEL.”