55 KiB
| title | date | activity | place | city | state | country | duration | public | youtube | rm | translations | files |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| La Obra del Sumo Sacerdote | 2001-08-04 | 4 | Santa Martha Acatitla | Ciudad de México | MX | 01:32:30 | false | true |
Muy buenas noches, amados ministros,compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo, en la etapa de la Edad de la Piedra Angular; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios, y ver todo lo que Dios nos permita ver con relación a la obra del sumo sacerdote el día de la expiación.
Para lo cual vamos a leer en hebreos, capítulo 9, versos 11 en adelante, donde dice... verso 1 en adelante:
“Ahora bien, aun el primer pacto tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal.
Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.
Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,
el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto;
y sobre ella los querubines de gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle.
Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto;
pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;
dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie.
Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto,
ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación,
y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención.
Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador.
Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.
De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre.
Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo,
diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.
Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.
Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.
Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
El tema es:“LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE ELDIADE LA EXPIACION.”
Y ahora, con esta lectura que hemos tenido, hemos visto cómo Moisés dedicó el templo a Dios, y roció el tabernáculo, roció en el lugar santísimo también sobre el propiciatorio, roció también fuera del propiciatorio con la sangre, y roció los vasos que estaban allí, los vasos del ministerio en el templo.
Y por cuanto aquel templo o tabernáculo tipifica el Templo Celestial, todo lo que hizo Moisés allá es tipo y figura de lo que el Sumo Sacerdote del Templo Celestial estaría haciendo para llevar a cabo la Expiación, el Sacrificio de la Expiación, y así con un mejor Sacrificio y una Sangre perfecta, purificar a todos los hijos e hijas de Dios. En el tabernáculo que construyó Moisés estamos tipificados todos nosotros. “LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”
Hemos visto cómo el sumo sacerdote el día de la expiación entraba al lugar santísimo el día diez del mes séptimo de cada año, y tomaba los dos machos cabrios, echaba suerte, uno por Jehová y otro por Azazel; y sobre quien cayera la suerte por Jehová, ése sería sacrificado, su sangre sería llevada al lugar santísimo, y se rociaría de su sangre sobre el propiciatorio; parado Moisés al lado Este del propiciatorio, que significa pararse al entrar, pararse frente al propiciatorio.
Porque miren ustedes, Dios estando sobre el propiciatorio está mirando de Oeste a Este; por lo tanto cuando Dios le apareció a Jacob en el sueño, ¿cómo estaba mirando Dios, y cómo estaba hablando? De Oeste a Este. El Mensaje del Evangelio de la Gracia vino de Este a Oeste; pero el Mensaje que recibirá el pueblo hebreo va de Oeste a Este.
¿Dónde comenzó la Iglesia del Señor Jesucristo a ser formada?
¿Dónde comenzó? ¿Dónde nació? En el Este. ¿Dónde se completará? En el Oeste. ¿Dónde comenzó a hablar? Allá en el Este.
¿Y dónde hablará en este Día Postrero? ¿Dónde estaría hablando en este Día Postrero? En el Oeste. ¿Ven?
¿Y cómo ha ido creciendo la Iglesia del Señor Jesucristo? Ha ido creciendo de Este a Oeste. Así ha ido Dios creando Su Iglesia, Su Cuerpo Místico de creyentes, que es el Israel Celestial.
Y ahora miren, las diferentes etapas o edades de la Iglesia es como una escalera, o sea, es subiendo como una escalera de edad en edad. Por lo tanto, esta parte aquí que comenzó en el Este, pues vean, es el Este; pero como es del Este al Oeste, esta parte acá corresponde al Oeste.
¿Cómo estaba construido el templo? De Este a Oeste. En el Este estaba allá el atrio donde fue realizado el sacrificio, y vean ustedes, fue en la tierra de Israel donde se llevó a cabo el Sacrificio. Luego se entra al Lugar Santo cuando nace la Iglesia del Señor Jesucristo, se entra a la parte del Lugar Santo, y ahí luego entran las diferentes edades correspondientes al Lugar Santo, y todo eso viene siendo formado, creado por Dios, de Este ¿a dónde? A Oeste.
Pasa de la tierra de Israel a Asia Menor, de Asia Menor pasa a Francia, de Francia a Hungría, de Hungría a Irlanda y Escocia, de Escocia a Alemania, de Alemania a Inglaterra, y de Inglaterra a Norteamérica. Todo eso corresponde al Lugar Santo, en esa trayectoria de Cristo a través de Su Iglesia, creando Su Iglesia; así como creó al Israel terrenal cuando los libertó de la esclavitud en Egipto; El no libertó una nación, El libertó un grupo de esclavos allí, sin nacionalidad. Pero cuando los libertó y los colocó allá en el Monte Sinaí y les dio Sus estatutos, Sus leyes, ahí Dios creó una nación.
Y luego le había prometido una tierra, y los llevó a la tierra que les había prometido, y los estableció allí como una nación, y les fueron repartidas las tierras a las diferentes tribus.
Y ahora, vean ustedes, el pueblo hebreo antes del Monte Sinaí no era una nación, no tenía la Ley, no tenía las leyes que Dios le estableció allí en el Monte Sinaí; y fue dada la Ley ¿por qué? por comisión ¿de qué dice? De Angeles. Fue el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical.
Y miren, cuando vino en carne humana no sabía quién era el que estaba con ellos, y fue el mismo que le dio la Ley a Moisés para el pueblo hebreo.
Si cuando dijo: “Antes que Abraham fuese Yo Soy,” por poco lo matan, ¿qué si les llega a decir: ‘Yo fuí el que les dí la ley allí en el Monte Sinaí.’? “No solamente Abraham me vio y se gozó, sino que Moisés también me vio y se gozó.”
Pero, vean ustedes, siempre hay cosas que no se pueden dar a conocer porque corresponden a la altura de Dios, la parte Celestial; y algunas veces la mente y el corazón de las personas no está preparado para escuchar cosas demasiado altas, celestiales.
Ahora, vean ustedes, era el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, Jesucristo, el que estaba en medio del pueblo hebreo en Su cuerpo angelical; y luego vino en Su cuerpo de carne que Else creó para visitar la raza humana, llevar a cabo la Obra de Redención. Y El siendo el Sacrificio por el pecado, el que estaba dentro de El es el Sumo Sacerdote Melquisedec; por lo tanto vino para efectuar el Sacrificio por el pecado, y Su propio cuerpo de carne fue el Sacrificio por el pecado. Dios se proveyó de un cuerpo para el Sacrificio por el pecado, como le proveyó a Abraham un cordero allí, un carnero, para que fuera sacrificado, en lugar de Isaac.
Y ahora, encontramos que hay un misterio grande en Cristo, pero este misterio ha ido siendo abierto gradualmente, ha sido abierto el misterio de Cristo como Sumo Sacerdote el Día de la Expiación.
Ahora, todo lo que allá en el Antiguo Testamento efectuaba el sumo sacerdote, el día diez del mes séptimo, es tipo y figura de lo que Cristo estaría efectuando el Día de la Expiación. Juan el bautista cuando presentó a Cristo, dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Así lo presentó Juan el bautista, el precursor de la Primera Venida de Cristo, así presentó la Primera Venida de Cristo. Y el precursor de la Segunda Venida de Cristo, presenta la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, lo presenta como Juez de toda la Tierra.
Ahora, eso corresponde al tema de mañana, ¿verdad Miguel? Así que vamos a dejar eso quietecito, vamos a quedarnos con lo correspondiente a lo del Cordero de Dios, que también es el Macho Cabrío de la Expiación; y el Sacerdote que ministra ahí es Melquisedec, el cual está en ese mismo velo de carne, el cual es el Sacrificio por el pecado.
Por lo tanto, vean ustedes cómo el que está en Jesús es el Sumo Sacerdote, por lo tanto Jesús es llamado: Sumo Sacerdote según el Orden de Melquisedec.
Ahora, es el mismo Cristo el que dio a Moisés todas estas ordenanzas para ser guardadas, porque esto es lo que Cristo haría en Su Venida. Por lo tanto, le mostró a Moisés todo lo que tenía que hacer. Y por eso el pueblo hebreo tuvo el tipo y figura de Cristo y Su Obra de Redención, tuvo ese tipo y figura en el cordero pascual siendo sacrificado.
Y ahora, en el Nuevo Testamento dice San Pablo en Segunda de Corintios, capítulo 5, verso 7, que Cristo es nuestra Pascua.
Y ahora, es también el Macho Cabrio de la Expiación. Todo esto se ha cumplido en Jesucristo, nuestro Salvador. Por lo tanto, en el Nuevo Testamento no tenemos que estar buscando un animalito para sacrificarlo y ofrecerlo a Dios por nuestros pecados, para que lleve nuestros pecados y para que Su Sangre nos cubra de todo pecado.
Pero todavía hay grupos religiosos que hacen sacrificios, y hay muchos supersticiosos; y también otros grupos que para hacer pactos con el maligno sacrifican animalitos, y en algunos países hasta niños también. Pero vean ustedes, todo eso está en contra del Programa de Dios. Hay un solo Sacrificio, y hay un solo Pacto: el Nuevo Pacto, al cual las personas pueden entrar. Dios no está tratando con el ser humano a través de muchos pactos, sino a través del Nuevo Pacto, y con una sola Sangre: la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de Jesucristo.
Y hay solamente un Sumo Sacerdote, y es nuestro amado Señor Jesucristo. Y hay un Orden Sacerdotal nuevo, que es el Orden de Melquisedec. Lo que el pueblo hebreo tuvo con el Orden Sacerdotal levítico, fue el tipo y figura del Orden Sacerdotal de Melquisedec. Pero ya establecido el Orden Sacerdotal de Melquisedec, ya no se requiere ni se necesita el orden sacerdotal levítico. Fueron los del orden sacerdotal levítico los que rechazaron a Cristo y pidieron la muerte de Cristo, condenaron a Cristo a la muerte, y pidieron allá a Pilato que lo crucificara, que lo matara.
Ahora, hay un Nuevo Orden Sacerdotal; cambiada la Ley, es necesario también que cambie el orden sacerdotal. Y lo que se da por viejo, viejo pacto, antiguo pacto, pronto está a deshacerse, a desaparecer; pero el nuevo, el nuevo no desaparecerá, y el Nuevo Orden Sacerdotal tampoco desaparecerá. Un cambio de pacto, un cambio de orden sacerdotal.
Y ahora, Dios no trata ni con gentiles, ni con hebreos, por medio del pacto antiguo, sino por medio del Nuevo Pacto. Y toda persona que no esté dentro del Nuevo Pacto, está bajo el juicio divino, está bajo condenación.
Ahora, a través del Antiguo Testamento vemos en el tipo y figura lo que significaba estar fuera del pacto, las personas que el día de la expiación no se arrepentían se sus pecados, no afligían sus almas por haber pecado, y no estaban dentro de ese día, guardando ese día, conscientes de lo que significaba, creyendo y afligiendo sus almas, dice en Levítico, capítulo 23, que eran cortados del pueblo.
Por lo tanto, esas personas no quedaban reconciliadas delante de Dios, y por consiguiente el juicio divino venía sobre ellos, porque no tenían sangre del sacrificio de la expiación cubriendo sus pecados; por lo tanto, Dios veía sus pecados, y el juicio de Dios establecido en Su Palabra venía sobre esas personas.
Porque Dios ha colocado la bendición y la maldición delante del pueblo hebreo, y así delante de todo ser humano. Y la bendición solamente viene para los que están dentro del Pacto de Dios, cubiertos con la Sangre de ese Pacto.
Y ahora, los que no afligían sus almas en ese día y no guardaban ese día reverentemente, quedaban fuera del Pacto Divino, quedaban fuera de la Sangre del Pacto Divino, y por consiguiente el juicio divino caía sobre ellos, la maldición que estaba escrita para los que no guardaban la Palabra de Dios, caía sobre ellos, y tenían que morir, el juicio divino venía sobre ellos, y ya fuera de una forma o de otra, por alguna enfermedad o alguna cosa, morían esas personas; por plagas o accidentes, eran cortados del pueblo; y por lo tanto no se levantarán en la resurrección para pertenecer al pueblo hebreo.
Y ahora, en el Nuevo Testamento bajo el Nuevo Pacto, encontramos que el Sumo Sacerdote del Templo Celestial y del Nuevo Pacto, así como hacía el sumo sacerdote del pacto antiguo, ahora el Sumo Sacerdote del Nuevo Pacto, que es Jesucristo, nuestro Melquisedec, entró al Cielo, al Lugar Santísimo con Su Sangre, cuando ascendió al Cielo victorioso, y colocó Su Sangre sobre el Propiciatorio, y ha estado allí haciendo la Obra de Intercesión, como lo hacía el sumo sacerdote en el antiguo pacto, el día diez del mes séptimo.
Ahora, el día de la expiación, vean ustedes, era llamado también el día del perdón, en donde se efectuaba la reconciliación de cada persona con Dios, y del pueblo hebreo como nación con Dios; eso se hacía anualmente, o sea, era renovada esa reconciliación anualmente.
¿Y por qué con un solo sacrificio y un solo día de la expiación no quedaba eso para siempre? Porque aquellos sacrificios no eran perfectos, sino que solamente eran el tipo y figura de un Sacrificio perfecto que sería efectuado, y de un Día de Expiación que vendría para el ser humano.
Y ahora, encontramos que en el Nuevo Testamento Cristo es el Sumo Sacerdote, pero del Templo Celestial; porque si fuera necesario que fuera un sumo sacerdote del templo terrenal, Cristo no calificaba, porque Cristo no es de la tribu de Leví, sino de la tribu de Judá. A través de la tribu de Judá fue que apareció, nació en Belén de Judea. Pero El es Sumo Sacerdote del Orden Celestial, del Orden de Melquisedec, porque El es el Sumo Sacerdote Melquisedec que le apareció a Abraham, en el capítulo 14 del Génesis, y bendijo a Abraham, y Abraham le dio los diezmos a Melquisedec; bendijo a Abraham y le dio pan y vino a Abraham, tipo y figura de Cristo, Melquisedec, dándonos de Sí mismo pan y vino.
El pan, dijo Cristo en la última cena: “Comed, este es mi Cuerpo que por vosotros es partido.” Y tomando la copa de vino, bendijo dando gracias a Dios, y dijo: “Tomad, esta es mi Sangre que por vosotros es derramada, esta es la Sangre del Nuevo Pacto que por vosotros es derramada, tomad.”
Y ahora, Cristo nos da de Sí mismo. El dijo: “El que no coma mi Carne y beba mi Sangre, no tiene vida permaneciente en Sí.”
Y ahora, la Vida de la Sangre es el Espíritu Santo.
Y ahora, recibiendo a Cristo como nuestro Salvador, recibiendo Su Palabra, comiéndonos Su Palabra y recibiendo Su Espíritu Santo, estamos comiendo de Cristo, y estamos bebiendo Su Sangre.
Y ahora, en el Nuevo Pacto quedamos cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador. Y somos constituidos sacerdotes del Nuevo Orden Sacerdotal.
Y ahora, Cristo está creando el Israel Celestial, como creó el Israel terrenal, es una nueva creación de una Nueva Raza que Cristo está realizando.
Y ahora, esta Nueva Raza es un pueblo, una nación de Sacerdotes del Orden de Melquisedec, y de Reyes del Orden de Melquisedec, porque Melquisedec es Rey de Salem, o sea, de Jerusalén, y Rey de Paz y de Justicia, y es Sacerdote del Dios Altísimo. Por lo tanto, lo que Cristo es: Sacerdote, Rey y Juez, lo son todos los que pertenecen a este Orden Celestial.
Y ahora, así como Dios creó la primera nación terrenal, que es el pueblo hebreo, allí cuando los libertó y los llevó al Monte Sinaí, allí le dio Sus leyes y así creó la primera nación. Por eso el pueblo hebreo tiene la Primogenitura como nación. Dios no ha creado otras naciones. Usted no encuentra que Dios haya tomado alguna otra nación y le haya dado Sus leyes y las haya colocado bajo, ni siquiera el pacto antiguo, y mucho menos bajo el Nuevo Pacto.
El en el Nuevo Testamento y bajo el Nuevo Pacto ha estado llamado individuos, y con esos individuos ha estado creando la nación Celestial, el Israel Celestial; y es la primera nación Celestial que sería creada. Así como Israel es la primera nación terrenal que sería creada y fue creada. Ahora, encontramos que la nación Celestial, el Israel Celestial, la Iglesia del Señor Jesucristo tiene (por ser la Nación Celestial Primogénita), tiene una doble porción de bendición, bendición celestial y bendición terrenal. Por eso estaremos también en la Tierra con Cristo en el Reino Milenial.
Cristo por ser el Primogénito de toda la creación, pues Su bendición es doble, una doble porción de herencia celestial y terrenal, y con eso lo cubre todo. Y nosotros con la herencia que recibimos, ahí se cubre todo: lo celestial y lo terrenal también.
En el Reino terrenal de Cristo estaremos como Reyes y Sacerdotes. O sea, que el Orden Sacerdotal para el Reino Milenial, será el Orden Sacerdotal, ¿cuál? ¿el levítico? No, el Orden Sacerdotal de Melquisedec.
Y el Orden de la Monarquía será el Orden de Melquisedec, el cual fue colocado en la monarquía de David, por eso le fue dicho: “Tú eres sacerdote según el Orden de Melquisedec.” Se reflejó en David lo que Cristo es. Y por eso en el reino de David se reflejó el Reino de Melquisedec.
Y ahora, vean ustedes, Melquisedec es el Rey de Salem, y le dio a David el Trono terrenal, porque el Trono terrenal de Dios es el Trono de David en medio del pueblo hebreo, ese es el Trono de Melquisedec. Por eso Cristo es el heredero a ese Trono. Si Melquisedec es el Rey de Salem, pues tiene que tener un Trono.
Y ahora, Su Trono, ahora fue en el Antiguo Testamento concedido a David. Por eso cuando Salomón se sentó en el Trono de David, en Segunda de Crónicas, capítulo 29, versos 22 al 23, dice la Escritura que Salomón se sentó en el Trono de Jehová. Ese es el Trono de Melquisedec en la Tierra. Por eso Cristo es el Heredero al Trono de David, para como Rey de Jerusalén, reinar durante el Reino Milenial; y así será restaurada la Teocracia en la Tierra, en donde Dios estará gobernando, reinando sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.
Ahora, antes de Cristo tomar el Trono de David y reinar, tiene que estar en Su Obra de Intercesión como Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación. Por eso es que el sumo sacerdote cuando entraba al lugar santísimo, para entrar allí se vestía con unas vestiduras de lino blanco, y entraba al lugar santísimo, y efectuaba en el lugar santísimo esa obra de expiación, esparcía la sangre sobre el propiciatorio; pero luego cuando él terminaba sus labores, él salía del lugar santísimo y buscaba el macho cabrío que era por Azazel, colocaba sus dos manos sobre la cabeza de él, confesaba los pecados del pueblo, y enviaba ese macho cabrío lejos, por mano de una persona ordenada ya para ese trabajo; y así los pecados del pueblo eran llevados lejos.
Vean, ambos machos cabríos representan a Cristo: Cristo en Su cuerpo de carne es el macho cabrío por Jehová, el cual fue sacrificado en la Cruz del Calvario; y el macho cabrío por Azazel que no era crucificado, que no era sacrificado, es el mismo Cristo en Su cuerpo teofánico angelical, el cual llevó, tomó nuestros pecados, los llevó lejos al infierno, cuando bajó al infierno, y allá los retornó al diablo, que fue el originador, y le quitó las llaves del infierno y de la muerte al diablo, y resucitó justificado sin pecados, porque ya los dejó allá; al resucitar, resucitó justificado, sin pecado, fue justificado en Espíritu.
Y ahora, encontramos que Cristo es el que nos justifica también a nosotros, quita nuestros pecados y quedamos como si nunca en la vida hubiésemos pecado, quedamos sin pecados delante de Dios. Todo esto Cristo lo hace en Su Obra Sacerdotal de Sumo Sacerdote, como Sumo Sacerdote del Templo Celestial.
Y ahora, ha estado Cristo en el Lugar Santísimo, como lo hacía el sumo sacerdote en el templo terrenal, ha estado en el Cielo, y todavía está allá, haciendo Intercesión. Con esa Intercesión que hacía el sumo sacerdote, era reconciliado el pueblo hebreo con Dios y cada persona como individuo.
Vean, en Levítico, capítulo 23, dice... Levítico, capítulo 23, verso 26 en adelante, dice:
“También habló Jehová a Moisés, diciendo:
A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.
Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo (es un día para reconciliación).”
Y ahora, San Pablo nos enseña que Cristo nos ha reconciliado con Dios. El, vean ustedes, quita nuestros pecados, nos limpia con Su Sangre preciosa, y así ha estado haciendo de edad en edad, a medida que va llegando al Cuerpo Místico de Cristo, cada persona que tiene Su Nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Y El puede salir del lugar de Intercesión en el Cielo, hasta que haya entrado hasta el último de los escogidos de Dios; mientras no haya entrado, El tiene que permanecer allí, ¿por qué? Porque El dijo que las ovejas que el Padre le dio nadie las arrebatará de Su mano, porque Su Padre que se las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de Su Padre.
Por lo tanto, si El saliera antes de entrar al Cuerpo Místico de Cristo hasta el último que está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, ¿que pasaría con esas otras personas que no hayan entrado y están en el Libro de la Vida del Cordero? Pues no podrían pertenecer a la Iglesia del Señor Jesucristo, no serían reconciliadas con Dios, por lo tanto, no estarían dentro del Nuevo Pacto, por lo tanto tienen que nacer en la Tierra y entrar al Nuevo Pacto, y entrar así a la reconciliación con Dios.
Veamos aquí lo que nos dice el Rvdo. William Branham hablándonos en el Libro de “Los Sellos,” página 103, dice... 102 y 103, último párrafo de la 102 y primer párrafo de la 103 del libro de “Los Sellos,” dice:
“Ahora el Cordero durante el tiempo de intercesión conoce los que tienen sus nombres en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo, y hasta que no vengan todos ellos a ser manifestados en esta tierra, El no puede dejar ese lugar (o sea, tienen que nacer en esta Tierra).”
¿Y qué de nuestros niños? Pues cuando los presentamos a Cristo, los estamos colocando dentro del Nuevo Pacto. Por eso es tan importante colocar o presentar los niños a Cristo; como eran presentados en el Antiguo Testamento y quedaban dentro del Pacto de Dios del Antiguo Testamento.
Ahora, vean ustedes que puede hasta completarse el Cuerpo Místico de Cristo con niños también. No sabemos si se complete con niños o con mayores, pero alguien será el último de los escogidos de Dios. Que Dios bendiga a ese último. Tiene que ser bien importante, porque hasta que entre hasta ese último podrá Cristo salir del Trono de Intercesión. “¿Entienden? Allí está perfectamente la predestinación (o sea, que esto no es un Programa así hecho a la ligera, o que está inventándose un Programa; esto ya Dios lo tiene planeado, planificado, diseñado, predestinado, desde antes de la fundación del mundo)...
¿Entienden? Allí está perfectamente la predestinación ,El tenía que quedarse allí porque El vino a morir por todos aquellos que Dios había ordenado para Vida Eterna. El los vio por Su conocimiento previo, no por Su propia voluntad, porque Su voluntad es que no se pierda ninguno, pero por Su conocimiento anticipado, El sabía quién sería salvo y quién perecería. Entonces mientras faltara un solo nombre por ser declarado en la tierra, Cristo tendría que quedarse allí como intercesor para redimir ese individuo; pero tan pronto como ese último nombre haya sido echado al cloro, entonces los días de intercesión terminan. ‘El que es sucio, ensúciese todavía; y el que es santo, sea santificado todavía.’ Entonces El deja el santuario, y ese lugar se convierte en tribunal de juicio. ¡Ay de todos aquellos que están fuera de Cristo en ese tiempo!”
Ahora, estas cosas serán reveladas cuando el Cordero deje Su lugar de intercesión con el Padre (Eso está en Apocalipsis capítulo cinco). El toma el Libro sellado con los sellos y los abre y los muestra al fin de la edad cuando la intercesión ha cesado y las edades de la iglesia han terminado. El vino en la primera edad, Efeso, se reveló y envió el mensajero.”
Ahí podemos ver que hasta que no haya entrado hasta el último escogido de Dios, hasta el último que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, Cristo no saldrá del Trono de Intercesión, y por consiguiente no puede realizarse la resurrección de los muertos en Cristo ni tampoco la transformación de nosotros los que vivimos. La paciencia de Dios es por los que faltan de entrar al Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Y Juan lloraba mucho cuando salió el llamado, para que alguien se presentara y tomara ese Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos, donde están escritos los nombres de los escogidos de Dios, los nombres de esas personas que entrarían al Nuevo Pacto, y quedarían cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto.
Y ahora, Juan lloraba mucho porque no se había hallado a ninguno digno en el Cielo, de tomar el Libro ni aun de mirarlo y abrir ese libro, ni de leerlo. Esto nos muestra que siendo que Juan representa a la Iglesia del Señor Jesucristo con Sus Angeles Mensajeros, antes de Cristo tomar el libro y abrirlo en el Cielo y hacer Su Obra de Reclamo, ya el llamado para que alguien se presente, estaría en pie en el Cielo delante de Dios.
Y ese llamado puede ya haber salido o puede estar por salir, por surgir. Pero puede haber salido ya desde el año 1963, o después de la partida del Rvdo. William Branham, o puede surgir ese llamado dentro de poco tiempo.
Ahora, la espera de Cristo por lo cual no salía y se tardaba tanto... miren, si el llamado comenzó en el año 1963, ya llevamos ¿cuánto? 38 años de espera de Dios y también de Juan, que representa a la Iglesia, de espera de que Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad y lo abra en el Cielo, y haga Su Obra de Reclamo, y reclame todo lo que El ha redimido con Su Sangre. 38 años si el llamado salió ya en el 63; o si salió después que partió nuestro Hermano Branham. Si cuando salió el Mensaje para nuestra edad surgió ese llamado, pues ya llevamos desde el 74 más o menos, ¿cuántos años? 27 años a 28 años. 26 a 27 años. 27 años.
Así que, la Misericordia de Dios todavía está manifestada, esperando que entre hasta el último de los escogidos a Su Cuerpo Místico de creyentes, esperando que nazca en la Iglesia de Jesucristo, que obtenga el nuevo nacimiento hasta el último de los escogidos de Dios.
Y ahora, podemos ver que no es que Cristo quería de Sí mismo quedarse allá, El está deseoso de salir, para reclamar todos los que El ha redimido con Su Sangre y hacerlos iguales a El físicamente, porque ya nos ha dado el cuerpo angelical, y nos dará en Su Obra de Reclamo el cuerpo glorificado y eterno que El ha prometido para nosotros, el cual será igual a Su propio cuerpo glorificado.
Si yo tomo tanto tiempo y Miguel aquí llamando y llamando, y hasta hoy se me quedó el reloj, pero Miguel comprende que es que salgó hasta que estoy listo, para darles lo que Dios me da para ustedes. Y es mejor que espere hasta que esté listo, porque ustedes no vinieron a escuchar un hombre, sino que ustedes vienen a escuchar la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo.
Y ahora, vean ustedes, Cristo tiene algo muy importante para realizar cuando salga, pero puede salir hasta que esté todo listo, hasta que esté dentro del Cuerpo Místico de Cristo nacido de nuevo hasta el último de los escogidos de Dios, hasta que esté dentro del Nuevo Pacto hasta el último escogido de Dios.
Y ahora, podemos ver porqué esta espera. Si nuestro Hermano Branham estuviera todavía en la Tierra, estaría tan desesperado o más que Juan el Apóstol, porque según sus números, ya aun en el tiempo del nuestro Hermano Branham, ya todo debió haber sucedido, y aun él poniendo las cosas como un poco lejos, dice: “Entre el 33 y el 77 ya todo debe haber sucedido, ya la explosión de Norteamérica debe haberse cumplido (o sea, esa séptima visión).”
Cualquier persona puede decir: “Pero nuestro Hermano Branham falló.” No, nuestro Hermano Branham no falló, lo que sucede es lo mismo que sucedió cuando Dios envió a Jonás a Nínive, y le dijo: “Dentro de 40 días yo voy a destruir a Nínive. Vé y dáles este Mensaje.” Pero cuando Jonás recibe ese Mensaje, Jonás como conocía a Dios, que Dios es misericordioso, y que si una persona se arrepiente, todo el juicio divino que Dios tiene que enviar sobre esa persona, Dios detiene ese juicio divino por el arrepentimiento que ha tenido esa persona. Y como Jonás sabía que Dios es así misericordioso, grande en Misericordia, y tardo para la ira, para manifestar Su ira, para manifestar el juicio, como sucedió en el tiempo de Noé: luego de decirle a Noé que había llegado el fin para toda carne, transcurrieron 100 ó 120 años más. Cualquier persona podía decir: “Pero miren, Noé dijo que había llegado el fin, y miren, han pasado 10 años, 20 años, 30 años. Ya eso no va a suceder.” Pero la paciencia de Dios esperaba que Noé construyera el arca para tener en qué entrar y salvarse del juicio del diluvio, porque Dios no destruirá al justo con el injusto.
Y por cuanto el juicio divino no puede venir sobre los justos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, tienen que entrar entonces a Cristo, el Arca del Pacto, el cual está en la forma de Su Iglesia. Su Cuerpo Místico de creyentes, tienen que entrar ahí a la Iglesia de Jesucristo, nacer en la Iglesia de Jesucristo, y ahí estar seguros, para que cuando venga el juicio divino, no caiga sobre nosotros; estamos transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Y ahora, encontramos que en el tiempo de Jonás y en el tiempo de Noé, vean, se extendió la paciencia de Dios y Misericordia de Dios, y disfrutaron las personas de un lapso de tiempo de Misericordia —diríamos— extendida.
Desde el año 1963, ó desde la partida de nuestro Hermano Branham, ó desde el año 1977, de ahí en adelante ha sido extendida la Misericordia de Dios a esta raza humana, por Amor ¿a quiénes? A los escogidos de Dios, a los que vendrían a formar parte del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. No le dijo Dios a Abraham que si hallaba 50 justos, porque Abraham le presentó 50, después lo bajó a 45, después a 40, después a 30, después a 20, y después a 10. Y dijo: “No destruiré la ciudad si encuentro esa cantidad de justos allí.” Pero solamente estaban ¿quiénes? Lot, su esposa y sus dos hijas, que son 4 personas nada más.
Y ahora, encontramos que Dios sacó a Lot y luego trajo el juicio (a Lot con su familia), y trajo el juicio sobre Sodoma y Gomorra. Los Angeles le dijeron a Lot: “No podemos hacer nada, hasta que tú hayas salido de aquí.”
Ahora, como en los días de Noé y como en los días de Lot, dice Cristo que será la Venida del Hijo del Hombre, será el día en que el Hijo del Hombre se revelará, se manifestará.
Ahora, continuando con Jonás y los días de Jonás, Jonás huyó de la presencia de Dios y de la responsabilidad que tenía como Profeta. Pero ningún Profeta puede huir de Dios ni de la responsabilidad ministerial que tiene delante de Dios. Se fue para Jope en una embarcación. Allá se formó una tempestad, y ya Jonás sabía que era por él; porque cuando un Profeta para una edad o dispensación está huyendo de la presencia de Dios, está trayendo problemas para todos los lugares por donde va. Le trajo ese problema a los de esa embarcación, porque estaba huyendo, salió en una dirección contraría a la que Dios le dio; era rumbo a Nínive, y cogió rumbo a Jope.
Miren, San Pablo en una ocasión puso su vista rumbo a Bitinia, y el Espíritu le dijo: “No, no vayas allá.” Se lo prohibió, y le mostró hacia dónde, y le mostró un varón macedonio que le dijo en sueños o en visión: “Pasa a Macedonia y ayúdame.” Y entonces San Pablo enfocó su rumbo a Macedonia, y caminó enla perfecta voluntad de Dios. Si se va rumbo a Bitinia, iba contrario al Programa de Dios, y por consiguiente iba a traer muchos problemas a todos esos habitantes.
Ahora, por cuanto Jonás sabía que estaba viajando en dirección contraría a la que Dios le ordenó, y que todo ese problema de la tempestad en el mar, que por poco se hunde la embarcación, era por causa de él, le dijo a los marineros: “Yo soy la causa.” Porque ellos empezaron a buscar, y como eran supersticiosos, decían: “Por alguien de ustedes, por alguien de nosotros está viniéndonos todo este problema.” Y Jonás dijo: “Soy yo, es por causa mía.”
Y entonces les habló y ellos tuvieron temor, pero les dice: “La tempestad se va a calmar, la solución es que me tomen y me echen al agua.” Y ahí Jonás ya que no podía ir rumbo a Jope, quería morir y salir de la responsabilidad del ministerio, y quería también evitar problemas a esos que iban en la embarcación. Y como se veían las cosas, no iban a llegar a ningún lugar con Jonás, por lo tanto Jonás no iba a llegar a ningún lugar, entonces prefirió morir, porque si lo echaban al agua se iba a morir con esa tempestad. ¿Quién iba a nadar en medio de una tempestad?
Pero ahora Dios envía un gran pez, el cual piensan muchos que fue una ballena ¿Miguel, verdad? Era un pez grande. Y le mandó un submarino, que lo llevó rumbo a la dirección que Dios le había dado. Aquella embarcación en donde él iba, iba rumbo a Jope, pero esta otra embarcación iba rumbo a Nínive, Dios era el piloto. Y de seguro no iba muy cómodo Jonás allí, iba todo mojadito de los ácidos —quizás — de la ballena. Pero iba rumbo al punto de Dios, iba rumbo al puerto que Dios le había señalado.
Y es mejor ir rumbo al puerto que Dios nos ha señalado aunque tengamos dificultades, que ir en un rumbo contrario a la voluntad de Dios.
Ahora, llega el pez allá, y cuando llega y abre la boca, con la frenada que dio de seguro cayó allá en la orilla, en la arena. No que el pez se metió a la arena. Pero ustedes saben que si usted va en un auto, no lleva el cinturón puesto, y si el auto no tiene cristales al frente, en una frenada por ahí usted sale; y si lleva cristal, pues se lleva el cristal también otras veces.
Ahora, ¿cómo sería para Jonás? A todos nos gustaría saber, ¿verdad? Pues esperemos porque lo vamos a encontrar. Y fue una señal. Luego vino, se convirtió en una señal, la señal del Hijo del Hombre que Cristo les dio, que como estuvo Jonás en el vientre de un pez grande por tres días y tres noches, así el Hijo del Hombre estaría ¿dónde? En el corazón de la Tierra. Por lo tanto, el corazón de la Tierra, vean ustedes, fue tipificado en el vientre de aquel animal, de aquel pez grande que pudo ser alguna ballena.
Y ahora, Jonás llega y llegó al sitio. ¿Y ahora qué va a hacer? Pues dar el Mensaje; probablemente, pues Jonás se había arrepentido ya en la embarcación. Le dijo: “Señor, yo quiero ir al sitio.” ¿Ven? Pues le mandó en que ir.
Ahora, Jonás comienza a predicar: “Dentro de 40 días Dios destruirá a Nínive.” Y comienza a predicar por todas las calles de la ciudad, y le llega esa noticia, ese mensaje, al rey, y el rey al escuchar, llama a sus líderes y proclama ayuno y se viste de cilicio y se mete en cenizas, y proclaman ayuno para todo el pueblo y aun para los animales, por tres días. Y Dios vio eso: se arrepintieron, el rey con toda esa ciudad.
Cualquier persona podía decir: “¿Pero Dios no los quería destruir?” No, Dios no quería destruirlos, porque Dios no quiere la muerte del impío, Dios lo que quiere es darle vida a las personas. “¿Pero por qué les dijo que los iba a destruir?” Por sus pecados, pero al arrepentirse de sus pecados, entonces ya Dios no los quiere destruir, quiere que vivan. Y ahora, pasan los 40 días y no viene la destrucción. Y el orgullo que algunas veces algunas personas tienen, que si dicen algo, pues tiene que cumplirse así porque lo dijeron, porque si no van a decir que son unos falsos.
Ahora, para el pueblo de Nínive mejor era que para otras personas de otros pueblos, Jonás apareciera como un falso, pero que delante de Dios apareciera como un verdadero Profeta; y delante de los de Nínive aparecía Jonás como un verdadero Profeta; aunque no se había cumplido la profecía de la destrucción de Nínive a los 40 días, ¿por qué? Porque se habían arrepentido.
Ahora, no dice la Escritura que Jonás le dijo al pueblo: “Arrepiéntanse.” Surgió de lo profundo de su corazón, fue algo espontaneo de parte del rey, y de los habitantes de Nínive. Y *Jonás, el cual se había preparado un lugarcito para ver la destrucción de Nínive, no vio la destrucción de Nínive; y en vez de ponerse contento: “Que bueno que Dios no los haya destruido.” Se pone bravo, molesto, y entonces dice: “Yo sabía, yo sabía que Dios es misericordioso, y que se arrepiente del castigo, del juicio, y yo me temía que esto sucediera.” Pues si se temía que eso sucedería, debió ir más rápido.
Cuando usted sospecha que usted va a ir a un lugar llevando el Mensaje, y que las personas lo vana recibir de todo corazón, afligiendo sus almas por haber pecado ante Dios, y van a recibir a Cristo como su Salvador, entonces usted debe ir con mas gozo para llevar ese Mensaje, porque sabe que Dios los va a perdonar y va a extender Su Misericordia sobre ellos. Pero la causa de que *Jonás no quería ir, era porque sabía que Dios era misericordioso y que se podía arrepentir de ese castigo, se lo sospechaba y así sucedió.
Pero ahora Dios le da una lección; él había hecho una enramada, digamos: había colocado unos pedazos de madera, de palo, ganchos y todas estas cosas, y luego había preparado todo bien, y Dios había colocado una... ¿cómo se llama eso? Una calabacera, y así entre los árboles que ya estaban creció y se hizo como una casita, como una cabañita, y allí estaba Jonás tranquilito a la sombra; mientras estaba haciendo sol Jonás en la sombra, esperando la destrucción.
Y no se puede estar esperando que venga el juicio divino con los brazos cruzados, hay que estar haciendo algo, para que algunos reciban la Misericordia de Dios; porque todavía Cristo está en el Trono de Misericordia, el Trono de Intercesión.
Ahora, pasan los 40 días y no viene el juicio, Noé, Enoc... digo, Jonás... todos estos nombres como son del Antiguo Testamento, y son Profetas también, se nos enredan algunas veces un poquito. A nuestro Hermano Branham se le enredaba Elías y Eliseo, algunas veces decía: ‘Elías,’ y otras veces decía: ‘Eliseo,’ y se le confundían los nombres. Pero eso no cambia la revelación.
Ahora, Dios luego de tener a Jonás bajo la sombra ese tiempecito, y Jonás ahí molesto; viene y envía un gusano que se coma la calabacera durante la noche, y cuando amanece, y de seguro era tiempo de verano, cuando amanece y comienza el sol a darle a él, y él ahí, y no encuentra la sombra que tenía; y e lsol caliente, se molestó. Y ahí fue donde habló, dijo: “Yo sabía que Tú eras misericordioso y que te arrepientes del castigo, y por eso, pues, no quería venir.”
Pues miren, después que dio el Mensaje, lo que Jonás quería era que Dios destruyera a Nínive, lo mismo que querían Juan y Santiago. Le dicen a Jesús, cuando no quisieron recibir a Jesús allá en Samaria: “¿Quieres que mandemos a descender fuego del Cielo y sean destruidos, y los queme a todos?” ¿Ven?
Ahora, Dios le dio una enseñanza allí, le habla: “¿No has visto como el rey y la gente han ayunado por 3 días, cómo se han vestido de cilicio, el rey también se ha humillado delante de mí. Ellos ni conocen ni su mano derecha ni su mano izquierda.” Porque Dios no estaba tratando con gentiles, sino con hebreos.
Y ahora, Dios le da una oportunidad en esa forma, enviándoles un Profeta.
Y ahora, Jonás se molesta, estaba bravo, pero cuando Dios le quita toda esa sombra y todo, ahí le da una enseñanza. Le dice: “¿Tú no sembraste la calabacera verdad?” Y todas esas cosas le enseña. “Y ahora, tú te molestas porque se murió la calabacera, porque un gusano vino y la mató.”
Y ahora, le muestra que aquel pueblo era delante de Dios de más valor que la calabacera, y estaba altercando con Dios Jonás, por la calabacera que se murió; quería que la calabacera no se muriera, y Dios quería que el pueblo de Nínive no muriera. ¿Ven?
Ahora vean, un Profeta es un Profeta, aunque estaba molesto y todo y no quiso ir, y después tuvo que ir como quiera, pero siguió siendo un Profeta, y fue tipo y figura de Cristo muriendo, siendo sepultado y resucitando al tercer día. Esa fue la señal que Cristo le dio al pueblo cuando pidieron señal, la señal de Jonás.
Ahora, encontramos que de seguro muchas personas, así como nuestro hermano Branham pensó que para el 77 ya todo tenía que estar cumplido, porque sería entre el 33 y 77, y esas siete visiones tenían que estar cumplidas ya para ese lapso de tiempo, y la séptima es la destrucción, la explosión grande y la destrucción de Norteamérica. Pero nadie quiere la destrucción de ninguna nación. Pero está profetizado que vendrá una explosión muy grande, y huecos, hoyos, y troncos quemados serán vistos en Norteamérica, la tierra de Norteamérica, y toda será arruinada.
Ahora, ¿por qué no ha sucedido todo eso ya desde el año 77? Porque en el Libro de la Vida del Cordero hay nombres escritos, que tenían que ser manifestados en la Tierra para ser confirmados en la Vida eterna, entrar al Programa de Redención de Cristo, entrar al Nuevo Pacto, y cuando haya entrado hasta el último, entonces ya terminará el tiempo de Intercesión de Cristo en el Cielo, terminará el tiempo de Intercesión de Jesucristo, el Sumo Sacerdote, en Su Obra de Intercesión, en Su Obra que fue representada por el sumo sacerdote el día de la expiación. Y cuando ya se haya completado el Cuerpo Místico de Cristo, ya El saldrá de ese Trono de Intercesión.
Ahora, gracias a Dios que nos ha dado todos esos años. Recuerden que nuestra vida en este cuerpo terrenal es una experiencia ¿qué? Unica. Nunca más volveremos a estar en un cuerpo de carne mortal, corruptible y temporal, nunca más experimentaremos sueño, hambre, dolor, tristeza, y los demás problemas y dificultades de la raza humana; porque luego estaremos en uno eterno que no tendrá esos problemas. Ahora, siendo que esta es una experiencia única por la cual nosotros estamos pasando en esta vida terrenal, a la cual hemos venido, tenemos que aprovechar nuestra estadía aquí en la Tierra, trabajando en el Reino de Cristo, llevando el Mensaje por todos los lugares, para que alcancen Misericordia muchas personas, y reciban la bendición de Cristo.
Desde el 1977, según los cálculos del Rvdo. William Branham ya todas esas siete visiones debían de estar cumplidas. Pero gracias a Dios que Cristo ha extendido Su Misericordia por Amor a Sus escogidos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
El día de la expiación, el día diez del mes séptimo, eso era desde por la mañana hasta por la tarde y salía algunas veces ya oscuro. Ese era un día muy importante para el pueblo hebreo. Y ya cuando salía, salía vestido con las vestiduras doradas, las vestiduras doradas que lo identificaban (cuando las tenía puestas) como el novio de Israel.
Y Cristo cuando termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, entonces Su manifestación como el Novio del Israel Celestial, será una realidad en toda Su plenitud.
Ahora, cuando El salga del Trono de Intercesión, es porque ya habrá reconciliado con Dios a todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Tenemos un tiempo extendido de Misericordia por Amor ¿a quiénes? A nosotros; por Amor a Sus escogidos escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Por eso es que en el sueño o visión que tuvo nuestro Hermano Branham o una persona acerca de nuestro Hermano Branham en una montaña, con una herramienta de metal abriendo una piedra blanca que no tenía nada escrito, vean ustedes, eso corresponde a la Edad de la Piedra Angular, la Piedra Blanca que no tiene nada escrito, que no fue escrito nada así, revelado así públicamente, porque todo eso corresponde al misterio del Séptimo Sello.
Y del Séptimo Sello, el Rvdo. William Branham dice que no fue escrito nada, no fue escrito nada delo que hablaron los Truenos, porque lo que hablaron los Truenos es la revelación del Séptimo Sello. Por lo tanto, es la revelación de la Piedra Angular, y la Piedra Angular es Cristo.
Y por cuanto Cristo está creando Su Iglesia, el Israel Celestial, la nación Celestial tiene una edad de Piedra Angular, y nadie sabía nada acerca de que vendría una nueva edad, la Edad de la Piedra Angular, en la cual Cristo estaría obrando y llamando Sus últimos escogidos. Por causa de los escogidos de esa edad, es que se ha extendido la paciencia de Dios, y por consiguiente la Misericordia de Dios en la Obra de Intercesión de Cristo en el Templo Celestial, en el Lugar Santísimo.
Lo que lo ha detenido allí, vean ustedes, son los escogidos del Día Postrero. Pero se va a completar el número en el Cuerpo Místico de Cristo, y nosotros somos instrumentos de Cristo para llevar el Mensaje, para que oigan la Palabra y vengan a Cristo y se complete el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo.
“LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”
Desde que Cristo apareció en la Tierra y tuvo Su ministerio y murió, comenzó el Día de la Expiación, comenzó el día diez del mes séptimo, en cuanto al cumplimiento en el Programa Divino bajo un Nuevo Pacto. O sea, que todo lo que ha estado sucediendo de Cristo hacia acá, es nada menos que todo lo correspondiente al día de la expiación; por eso el Mensaje que es dado enseña al pueblo que hay oportunidad de Salvación, y que Jesucristo es nuestro Salvador, y que todas las personas que lo reciben como su Salvador, afligiendo sus almas por haber pecado ante Dios, y lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son limpios de todo pecado.
Todos los que lo reciben y son bautizados en Su Nombre, reciben el Espíritu Santo y obtienen el nuevo nacimiento, y nacen en el Cuerpo Místico de Cristo, y quedan dentro del Nuevo Pacto cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Cristo, nuestro Salvador.
Y ahora, con el Mensaje, vean ustedes, se proclama todo ese misterio para obtener la Misericordia de Dios, y también se les anuncia el juicio divino que ha de venir. En el Mensaje del Evangelio del Reino está revelación divina del juicio divino, la gran tribulación que hade venir sobre la raza humana. Pero se les muestra que todavía hay oportunidad de salvación, porque Cristo todavía está en el Cielo, en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual, haciendo la Obra del Sumo Sacerdote en el Día de la Expiación.
Por lo tanto, el Día de la Expiación, que es el Día de la Gracia, la Dispensación de la Gracia, todavía no se ha cerrado. Pero cuando haya entrado hasta el último escogido terminará.
Ahora, ¿cuándo terminaba el día de la expiación? Recuerden que era cuando terminaba el día 10.
Y ahora, encontramos que comenzaba en la mañana y terminaba ya a la caída de la tarde cuando terminaba el día. Por lo tanto, Juan lloraba mucho, porque él veía que el Día de la Gracia estaba terminado, y que no había ninguno digno, por lo tanto todo estaba perdido. Pero, vean ustedes, mañana veremos al León de la tribu de Judá. Si Dios proveyó un Cordero para Sacrificio, para obtener la Misericordia de Dios, el perdón, ser quitados nuestros pecados y entrar al Nuevo Pacto, El también proveerá un León, un León reclamador. La Obra de Reclamo está bajo el ministerio de Cristo como el León de la tribu de Judá, así como la Obra de Redención está bajo Cristo, bajo Su ministerio de Cordero de Dios y Sumo Sacerdote del Dios Altísimo.
Y ahora, hemos visto así a la ligera: “LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”
La obra del sumo sacerdote allá en el tabernáculo de Moisés y el templo de Salomón, tipificando la Obra de Cristo como Sumo Sacerdote del Templo Celestial, Obra que El está realizando de etapa en etapa, haciendo Intercesión por cada miembro del pueblo celestial, por cada miembro del Israel Celestial.
Así que, lo que vimos en tipo y figura en el Antiguo Testamento, solamente es una muestra de algo grande que Cristo haría como Sumo Sacerdote del Templo Celestial. Y estamos disfrutando de esa Obra de etapa en etapa, de edad en edad.
Pero pronto se va a completar esa labor, Cristo se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, y ya entonces estará como León de la tribu de Judá, reclamará a todos los que El ha redimido con Su Sangre, resucitará a los muertos en Cristo, nos transformará a nosotros los que vivimos, y entonces ya en el Trono de Dios en el Cielo no habrá Sangre, y por consiguiente no habrá Misericordia para ninguna persona. Ya nadie más podrá entrar al Nuevo Pacto, porque ya el tiempo para los gentiles habrá terminado. Se abrirá un tiempo para el pueblo hebreo como nación, donde ciento cuarenta y cuatro mil hebreos serán llamados; y eso será todo Israel que entrará al Nuevo Pacto. De lo cual hablaremos en otra ocasión, y veremos con más detalles el misterio de cómo Dios estará obrando después que termine Su Obra de Intercesión en el Cielo.
Y ahora, hemos visto: “LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EN ELDIA DE LA EXPIACION.” Obra que todavía está llevando a cabo, y por consiguiente todavía hay tiempo para que personas afligiendo sus almas reciban a Cristo como su Salvador, laven sus pecados en la Sangre de Cristo, sean bautizados en Su Nombre, y reciban el Espíritu Santo y entren al Nuevo Pacto, y queden así cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto. Todo esto está dentro de la Obra del Sumo Sacerdote el Día de la Expiación.
“LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”
Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”
Que Dios les continué bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y hermano, el misionero, Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte. Ya después ustedes continuarán, o ustedes sabrán qué tendrán, y ya mañana nos veremos en el tema: [Nota - El Hermano Miguel cita el tema: “DIOS PROVEERA A TIEMPO EL LEON DE LA TRIBU DE JUDA.”]
Cuando estuvimos hablando (¿en el otro viaje fue Miguel?) que Dios proveyó el Cordero, así como le proveyó a Abraham el carnero, fue dicho: Así también como Dios proveyó el Cordero, Dios proveerá el León. Y de ahí fue tomado ese tema para mañana. No sé si Miguel cuando puso ese tema para ser predicado, supo que ese tema cayó para aquí, que lo colocó para aquí; pero si no lo supo ahora lo sabe, cuando ya supo o recordó que habíamos hablado de que íbamos a hablar en alguna ocasión, sobre Dios proveyendo el León, así como proveyó el Cordero.
Bueno, mañana nos veremos en la actividad de mañana bajo ese tema. Oren mucho por mí para que Dios me ayude, ya que estos son temas bastante importantes en el Programa Divino, porque cuando termine Su Obra de Intercesión, entonces viene la parte del León de la tribu de Judá en Su Obra de Reclamo, en donde entra la resurrección de los muertos en Cristo, y la transformación de nosotros los que vivimos.
Vean, en ambas obras, la bendición es ¿para quiénes? Para nosotros. Pero también ahí el pueblo hebreo recibirá una bendición grande también.
Bueno, vamos a dejar ahí quietecito todo, para mañana Dios mediante.
Que Dios les continué bendiciendo a todos, Dios les guarde, y con nosotros nuevamente nuestro amigo y hermano, el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín.
“LA OBRA DEL SUMO SACERDOTE EL DIA DE LA EXPIACION.”