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El Dios proveedor 2001-04-22 2 Austin Texas US 00:00:00 false

Muy buenas tardes, amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos Génesis, capítulo 22, verso 6 al 14, donde dice:

Y tomó Abraham la leña del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos.

Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto?

Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos.

Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.

Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo.

Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí.

Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único.

Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo.

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.”

EL DIOS PROVEEDOR.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

El Dios creador de los Cielos y de la Tierra, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, es el Dios proveedor.

¿Dónde proveyó Dios para Abraham para el sacrificio, un carnero? En el monte de Dios, el monte Moriah, al cual Abraham le puso por nombre: “Jehová proveerá.”

Y llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se dice hoy: En el monte de Jehová será provisto.”

Y es en el Monte de Dios, el Monte de Jehová, donde será provista toda bendición de Dios; para todo ser humano es provista (esas bendiciones) en el Monte de Dios, el Monte de Jehová. Por eso es muy importante estar en el Monte de Dios (en el Nuevo Testamento), que es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Así como Dios proveyó un carnero para el sacrificio por el pecado allá, cuando Abraham fue para sacrificar una ofrenda, un sacrificio a Dios; ahora en el Monte de Dios, Dios ha provisto un Sacrificio. Melquisedec, que es el Sumo Sacerdote del Templo Celestial, se proveyó de un Sacrificio, de un Cordero para el Sacrificio, y fue Su propio cuerpo de carne, el cual fue sacrificado por todos nosotros. Y El ascendió al Cielo victorioso y llevó la Sangre de Su Sacrificio al Cielo, al Lugar Santísimo, en donde esperaba allí el Lugar Santísimo la Sangre del Sacrificio por el pecado.

Vean, Cristo cuando resucitó no fue al templo terrenal que estaba en Jerusalén, sino que fue al Templo Celestial, ascendió al Cielo, y El entró al Lugar Santísimo del Templo Celestial como Sumo Sacerdote, y ofreció allí ante la Presencia de Dios sobre el Propiciatorio, el Trono de Dios, ofreció Su propia Sangre. Y esa es la Sangre de la Intercesión delante de Dios en el Templo Celestial. Esto es así. Y tenemos una Sangre allá con la cual Cristo intercede por nosotros, porque Dios se proveyó de un Cordero para el Sacrificio por el pecado. Por eso Juan el Bautista presentó a Cristo como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

También en San Mateo y San Lucas nos dice el Angel que vino con las huestes celestiales, que había nacido en Belén de Judea un Salvador, que es Cristo, el Señor. También fue dicho que El salvaría a Su pueblo de sus pecados, este Mesías, este Salvador que nació en Belén de Judea. Esto es así porque Dios se proveyó de un Sacrificio, de un Cuerpo, de un Cordero, y fue el propio cuerpo de carne de Dios, el cual Dios se proveyó para el Sacrificio por el pecado.

Y ahora, Melquisedec, el Sacerdote del Dios Altísimo, tiene un Sacrificio por el pecado para presentarlo ante Dios en el Cielo, en el Trono Celestial.

Ahora, podemos ver que Dios es el proveedor, El es el Dios proveedor. Así como proveyó para Abraham y así como proveyó para la simiente de Abraham en todos los aspectos de la vida, tanto espiritual como material, El, vean ustedes, proveyó para Abraham un carnero para el sacrificio, El también proveyó Profetas para el pueblo hebreo, El proveyó para Abraham un hijo: Isaac.

El proveyó para Abraham una descendencia, El proveyó para esa descendencia que estaba en Egipto esclavizada, proveyó un libertador, que fue el Profeta Moisés, a través del cual Dios estuvo manifestado y estuvo libertando al pueblo hebreo. No fue Moisés el que libertó al pueblo hebreo sino Dios a través de Moisés, fue el poder de Dios manifestado a través de Moisés, fue el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cual es nuestro amado Señor Jesucristo en Su cuerpo angelical.

Y ahora, Dios proveyó para Su pueblo (Israel) Profetas, proveyó jueces, proveyó patriarcas, y así por el estilo; y también proveyó, suplió, las necesidades físicas, materiales, que tuvo el pueblo hebreo.

Y ahora, Cristo en el Nuevo Testamento nos dice: “Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y las demás cosas serán añadidas.” Porque Dios es el proveedor para Su pueblo; y El proveerá, ¿dónde? En el Monte de Dios, que es Su Iglesia en el Nuevo Testamento.

Por lo tanto, se requiere que estemos en el Reino de Dios, que es Su Iglesia, donde El añadirá todas estas otras cosas de la vida. “Las demás cosas serán añadidas.” El quiere que todos seamos prosperados, tanto espiritualmente como materialmente también. Y El es el que provee esa prosperidad espiritual y material.

Ahora, el Salmo 23, tiene un significado muy grande, que cubre todos los aspectos de la vida del cristiano, tanto los aspectos espirituales como el aspecto físico también. Dice el Salmo 23:

Jehová es mi pastor; nada me faltará.”

¿Por qué? Porque Jehová, Dios es proveedor, por lo tanto nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;

Junto a aguas de reposo me pastoreará.”

Estas aguas de reposo son el bautismo del Espíritu Santo, es el bautismo del Espíritu Santo para cada persona, porque Cristo es la fuente del Agua de la Vida, Cristo es la fuente del Espíritu Santo para todo ser humano.

Confortará mi alma;

Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,

No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo.”

Nosotros estamos viviendo en este planeta Tierra, en esta dimensión terrenal, en un valle de sombra y de muerte; pero no tenemos porqué tener miedo, porque Jehová, Dios, Jesucristo, está con nosotros, El está en Su Monte, Su Iglesia, de etapa en etapa; y El ahí provee para Su Iglesia, para Sus hijos, todas sus necesidades, cubre todas sus necesidades.

Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;

Unges mi cabeza con aceite (eso es la unción del Espíritu Santo)...

Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.”

¿Por qué? Porque Dios es proveedor, el que provee todas nuestras necesidades.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,

Y en la casa de Jehová moraré por largos días (o sea, por toda la eternidad).”

Y el Salmo 103, nos dice Dios (en el Salmo 103):

Bendice, alma mía, a Jehová,

Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

Bendice, alma mía, a Jehová,

Y no olvides ninguno de sus beneficios.

El es quien perdona todas tus iniquidades,

El que sana todas tus dolencias;

El que rescata del hoyo tu vida (o sea, el que rescata nuestra vida, nuestra alma, del infierno y del reino de las tinieblas también),

El que te corona de favores y misericordias;

El que sacia de bien tu boca

De modo que te rejuvenezcas como el águila.”

Sacia de bien nuestra boca física y sacia de bien nuestra boca espiritual, sacia nuestra alma con Su Palabra, que es el Alimento Espiritual para nuestra alma; y por consiguiente nos hemos de rejuvenecer como el águila; porque seremos transformados y entonces tendremos un cuerpo eterno y jovencito para toda la eternidad, estaremos rejuvenecidos. No importa la edad que usted tenga en la actualidad, no importa que su edad esté muy avanzada, usted va a ser rejuvenecido; cuando sea transformado estará jovencito para toda la eternidad.

Podemos ver que El es el que suple todas nuestras necesidades, el que sacia nuestra necesidad física y nuestra necesidad espiritual; porque Dios es el proveedor.

Ahora, esto es así para cada uno de nosotros como individuos, y es así para el Cuerpo Místico de creyentes en Cristo Jesús, que es Su Iglesia. El sacia de Alimento Espiritual a Su Iglesia, al darle Su Mensaje correspondiente para cada día, para cada edad, el cual es enviado por Cristo a través del Mensajero de cada edad. Ese es el Alimento Espiritual para los hijos de Dios en cada edad, en cada día espiritual.

Cristo orando enseñó a Sus discípulos a pedir el pan nuestro de cada día, tanto el pan físico para el cuerpo, como el pan espiritual para nuestra alma.

Y ahora, el Pan nuestro de nuestro Día para nuestra alma es el Mensaje correspondiente a nuestro tiempo, y con ese Mensaje El sacia nuestra alma, alimenta nuestra alma, nos fortalece espiritualmente y produce el crecimiento máximo correspondiente a este tiempo final en nuestra vida espiritual como individuos, y en la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes; en donde la Iglesia del Señor Jesucristo llega a la Edad de la Piedra Angular, por lo tanto llega a la estatura de Cristo, de un Varón perfecto, y en donde cada uno de nosotros como individuos llegaremos a la estatura de un Varón perfecto, o sea, llegaremos a ser perfectos, al recibir el cuerpo eterno y glorificado cuando seamos transformados, y así seremos a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.

El proveyó un Cordero Pascual para nosotros, para ser sacrificado por el pecado en favor de nosotros, El ha provisto una Sangre para limpiarnos de todo pecado, El ha provisto un Sumo Sacerdote para interceder por nosotros en el Templo Celestial, allá en el Lugar Santísimo. El ha provisto las siete edades de la Iglesia, El ha provisto los siete Angeles Mensajeros, El ha provisto los siete Mensajes de las siete edades.

Y para nuestro tiempo El proveerá hijo mio, conforme a la promesa, un Angel Mensajero para la Edad de la Piedra Angular, con un Mensaje dispensacional, que es el Alimento Espiritual para nuestro tiempo, y proveería o proveerá una nueva edad, la Edad de la Piedra Angular. Todas estas cosas son provistas por Dios para todos nosotros como creyentes en nuestro amado Señor Jesucristo. Nadie más puede proveer todas estas cosas que están prometidas para Su Iglesia para este tiempo final.

Pero hay uno, del cual Abraham habló, porque Abraham lo conocía, y dijo a su hijo Isaac: “Hijo, Jehová proveerá, Jehová se proveerá de cordero para el sacrificio.” Y El es el que provee y suple todas nuestras necesidades, para nosotros como individuos y para la Iglesia de Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes.

Nuestro cuerpo físico se pone viejo a medida que le pasan los años, pero hijo mio, Dios proveerá un cuerpo glorificado para cada uno de ustedes y para mí también. Todo eso está en el Programa de Dios.

Y El proveerá un Rapto o arrebatamiento para todos los escogidos de Dios en este tiempo final, antes que caigan los juicios de la gran tribulación sobre la raza humana, y El proveerá una gran Fiesta, una gran Cena, la Cena de las Bodas del Cordero, para cada uno de los escogidos de Dios que serán arrebatados y llevados al Cielo a la Casa de nuestro Padre Celestial. Y El proveerá también un glorioso Reino Milenial, en el cual todos nosotros estaremos con Cristo reinando por el Milenio y por toda la eternidad.

El proveerá todas estas cosas, porque El es el Dios proveedor. Tenemos al Dios proveedor que tuvo Abraham. Por lo tanto, no temeré mal alguno, aunque la Tierra tiemble y los montes se traspasen al corazón de la mar, o del mar, no temeré mal alguno porque Jehová está o estará con nosotros, conmigo. Por lo tanto, confiamos en el Dios proveedor.

Vivamos los días que nos restan en este cuerpo mortal, corruptible y temporal, sirviéndole al Dios proveedor, que le proveyó a Abraham y a su descendencia, y nos proveyó un Salvador, nos proveyó un Cordero para ser sacrificado en la Cruz del Calvario, para salvar nuestras almas. El proveyó un Salvador, que vino para buscar y salvar lo que se había perdido, las almas que se habían perdido pero que serían rescatadas, compradas y restauradas a Dios, y por consiguiente a la Vida eterna.

Siendo que tenemos al mismo Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, que es el Dios proveedor, podemos estar seguros que El proveerá todo lo que El ha prometido a Su Iglesia como Cuerpo Místico y a nosotros como individuos.

El ya proveyó un cuerpo angelical teofánico para todos los creyentes en El, y a medida que lo reciben como su Salvador, y lavan sus pecados en la Sangre de Cristo y son bautizados en Su Nombre, El les da ese cuerpo teofánico o angelical al recibir el Espíritu Santo los creyentes. Y El nos dará un cuerpo glorificado y físico también como Su propio cuerpo glorificado. El proveerá, así como proveyó el cuerpo teofánico, proveerá el cuerpo físico y glorificado. El lo ha prometido y El lo cumplirá, porque El es el Dios proveedor. Ese es el Dios que nosotros tenemos.

Por lo tanto, nosotros creemos y confiamos en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, que es el Dios proveedor. Por eso estamos esperando el cuerpo nuevo, eterno, inmortal y glorificado, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo; porque nosotros estamos esperando en lo que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, ha prometido para nosotros, y sabemos que lo cumplirá, ¿por qué? Porque El es el Dios proveedor, El tiene el poder para cumplir lo que El prometió.

EL DIOS PROVEEDOR.”

Ese es nuestro Dios, el cual se hizo carne y habitó en medio de la raza humana y fue conocido por el Nombre de Jesús. Cuando lo veamos en Su cuerpo glorificado, recuerden que El tiene un Nombre Nuevo. Y eso lo vamos a dejar quietecito ahí.

Así que, confiando en el Dios proveedor, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, permanecemos nosotros sirviéndole a El y esperando nuestra transformación, que es la Redención del cuerpo, la transformación de nuestro cuerpo. Todo esto lo creemos y lo esperamos porque Dios es el Dios proveedor. Ese es nuestro Dios.

El Dios proveedor, Dios de los Cielos y de la Tierra, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, y Dios nuestro, provea para nosotros todas nuestras necesidades y pronto nos provea el cuerpo glorificado, porque realmente lo necesitamos, y lo necesitamos antes de que caiga el juicio divino sobre este planeta Tierra, para poder salir de esta dimensión terrenal e ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Señor Jesucristo, proveedor nuestro, proveenos pronto el cuerpo glorificado que Tú has prometido para todos nosotros que creemos en Ti; y llévanos de esta dimensión terrenal a la dimensión celestial, a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial, a la séptima dimensión. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Ha sido para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta tarde, dándoles testimonio de: “EL DIOS PROVEEDOR.” Que es el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob y Dios nuestro, el cual se hizo hombre, se hizo carne, y lo conocimos por el Nombre del Señor Jesucristo. El es el Dios proveedor.

Y ahora, que continúen todos pasando una tarde llena de las bendiciones del Dios proveedor, que es nuestro amado Señor Jesucristo.

Y dejo nuevamente con ustedes a nuestro amigo y hermano, el misionero, Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión. Será hasta una próxima ocasión; ya eso por ahí será en el mes de Julio, en que estaremos nuevamente con ustedes acá. Eso será ya para la primera semana del mes de Julio en que estaremos nuevamente con ustedes.

Así que, Dios proveerá esa oportunidad para estar con ustedes en esa ocasión.

Vamos a tener a nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín, para continuar.

Mientras El llega, vean ustedes, el Dios proveedor ha provisto para Su Iglesia las piedras vivas, los escogidos de edad en edad, y los escogidos para la Edad de la Piedra Angular, el Dios proveedor los está proveyendo en este tiempo final, y somos todos nosotros en este tiempo final. El ha provisto para Su Iglesia personas creyentes en Cristo.

Así que, vean ustedes cómo Dios provee, Dios provee para Su Iglesia los miembros de Su Iglesia, Dios provee para Su Iglesia Su Mensaje, provee para Su Iglesia Sus Mensajeros, provee para Su Iglesia todo lo que Su Iglesia necesita, porque este es el Reino de los Cielos: Su Iglesia, y nosotros pertenecemos a un Reino, el Reino de los Cielos.

Bueno, por eso Jesús dijo: “A vosotros es concedido conocer los misterios del Reino de los Cielos.”

Bueno, vamos a dejarlo ahí, vamos a pedirle a nuestro amigo y hermano Miguel Bermúdez Marín pase para finalizar nuestra parte en esta ocasión, y puedan ustedes regresar temprano a sus hogares, dándole gracias a Jesucristo, el Dios proveedor, el que ha provisto para nosotros todas las bendiciones del Cielo.

Bueno, con nosotros nuestro amigo Miguel.

EL DIOS PROVEEDOR.”