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Las Señales de este tiempo 2001-03-14 1 Osasco São Paulo BR 00:00:00 false

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; reciban un saludo de mi esposa Erica; y los Cachorritos del León de la tribu de Judá reciban saludos de América (mi niña); y todos ustedes reciban también saludos en esta noche.

Para esta noche tenemos un tema muy importante, titulado: “LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.” Para lo cual quiero leer en San Mateo, capítulo 16, verso 1 al 4, donde dice:

Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.

Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.

Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!

La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.”

LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.”

Es muy importante conocer las señales de todas las cosas, para estar al tanto de lo que está sucediendo. Por ejemplo, en cuanto a nuestra salud física, usted tiene que conocer las señales en su cuerpo, para saber cuándo necesita tomar alguna medicina. Para usted saber si es que le va a dar la gripe hay señales, y usted toma los medicamentos, porque ya usted está viendo las señales.

También para usted comer, usted siente una señal que le llama hambre, y cuando usted siente esa señal en el cuerpo, usted enseguida dice: “Ya quiero comer algo, porque tengo hambre.” Esa es una señal que tiene su cuerpo.

También hay un sinnúmero de señales más en el cuerpo físico, que nosotros conocemos pero que algunas veces ni nos damos cuenta, que nosotros nos dejamos llevar por esas señales.

Cuando una persona se siente muy cansado y sus ojos como que se le cierran ya, dice: “Tengo que dormir.” ¿Por qué? Porque está viendo ya las señales de que necesita dormir.

Así es todo en la vida, para individuos, para naciones, en el campo religioso también, y en los cielos también. En todos los campos hay señales que indican el tiempo y la condición, y todas las demás cosas que se deben saber para luego saber qué hacer.

Por ejemplo, aquí Cristo en Sus palabras dice: “Ustedes cuando miran el cielo... cuando está anocheciendo, ustedes dicen: buen tiempo, porque el cielo tiene arreboles; pero en la mañana, cuando ustedes ven que hay arreboles en el cielo nublado, ustedes dicen: va a llover, hay mal tiempo. Y como ustedes están viendo esa señal; y ustedes si no tienen un carro en la marquesina, en el garaje, para salir en él en la mañana para ir al trabajo, pues ustedes toman su sombrilla o paraguas o su capa, y se lo lleva, porque ustedes vieron esa señal en el cielo.

Uno es que tiene que estar al tanto de las señales que hay en el cielo, en el aire, para saber cómo uno tiene que hacer. Cuando ustedes ven que hace calor, eso es una señal para usted, que usted no se puede vestir con una ropa de lana, porque se va a asfixiar. Y así por el estilo, al ver señales uno debe hacer lo que corresponde, para evitarse problemas.

Y ahora, por cuanto eso es así en todos los campos de la vida del ser humano, vamos a ver entonces las señales de este tiempo; pero para eso tenemos que ver las señales de tiempos pasados, y cómo actuaron las personas en tiempos pasados.

En tiempos pasados hubo señales también; por eso algunas personas dicen: “Siempre hemos estado viendo estas cosas;” los que las vieron en el pasado fueron esas señales para ese tiempo; pero a nosotros nos toca ver las señales de nuestro tiempo, y saber el significado de esas señales; porque de nada le sirve a una persona ver en el cielo señales y no saber lo que significan, o ver señales en la Tierra y no saber lo que significan.

Ahora, en tiempos pasados hubo señales, como las hay en nuestro tiempo. Encontramos, por ejemplo, que Dios le estableció al pueblo (desde Adán en adelante) un sacrificio por el pecado; cuando Dios le dio pieles para cubrir a Adán y a Eva, murió un animalito inocente, para cubrir la desnudez de Adán y Eva.

Encontramos desde el Génesis, que se han estado sacrificando animalitos por el pecado; esto es en lugar de la persona, a causa de su pecado recibir la muerte, un animalito recibía la muerte en lugar de esa persona, y la sangre de ese animalito lo cubría de todo pecado; porque esa persona se arrepentía ante Dios, y presentaba en su lugar un animalito, el cual recibía sus pecados y la muerte por sus pecados, era un sustituto en lo que llegaba un Cordero, un Sacrificio Perfecto, que tomara nuestros pecados y muriera por nosotros, y con Su Sangre nos limpiara de todo pecado, y Su Vida, Su Espíritu, Su Vida viniera a nosotros.

Ahora, encontramos en esos sacrificios que el pueblo de Dios realizaba, era el tipo y figura perfecto de Jesucristo, nuestro Salvador. O sea, que Jesucristo se reflejó en esos animalitos de sacrificio; pero el espíritu, la vida de los animalitos no podía venir a las personas, porque no tenían alma los animales. Los animales no tienen alma, por lo tanto, la vida del animal no puede venir al ser humano; por lo tanto, solamente eran cubiertos sus pecados con la sangre de esos animalitos; y la persona continuaba con el deseo de pecar, no era quitado, porque la vida de ese animalito que fue sacrificado no podía venir a la persona.

Ahora, cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario, El había tomado nuestros pecados y por eso se hizo mortal. Cristo había dicho: “Nadie me quita la vida, Yo la pongo por mí mismo para volverla a tomar.” Para ponerla, tuvo que tomar nuestros pecados; porque sin pecado Jesucristo no podía morir, porque la muerte es el resultado, el producto del pecado. “La paga del pecado es muerte.” (Romanos, capítulo 6, verso 23).

Por lo tanto, Cristo tomó nuestros pecados y se hizo mortal y quitó así el pecado del mundo, como dijo Juan el Bautista: “He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” [Nota - San Juan 1:29]

Ahora, en el Antiguo Testamento se estaba viendo esa señal en la Tierra, en medio de los creyentes en Dios, se estaba viendo ese Sacrificio por el pecado, lo cual señalaba un Sacrificio que vendría más adelante; por lo tanto esas personas que ofrecían esos sacrificios a Dios, quedaban cubiertos con la sangre de esos sacrificios, quedaban cubiertos, sus pecados estaban perdonados, pero los pecados estaban allí; pero ellos confiaban que algún día viniera un Sacrificio Perfecto, y fuera derramada la Sangre de ese Sacrificio, y entonces esos pecados serían quitados, borrados, y entonces quedaban justificados como si nunca en la vida hubiesen pecado.

Tanto los del Antiguo Testamento como los del Nuevo Testamento, serían beneficiados con el Sacrificio de ese Cordero perfecto, que fue nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora, en la Tierra se veía una señal de un sacrificio que se ofrecía a Dios, lo cual significaba que más adelante vendría un Sacrificio Perfecto.

Encontramos que para el pueblo hebreo salir de Egipto hubo un sacrificio de un cordero pascual, antes de su salida ese sacrificio fue realizado en la víspera de la pascua, la sangre era aplicada sobre el dintel y los postes de las puertas de los hogares hebreos; y esa sangre protegía a los primogénitos que estaban dentro de sus hogares. Fue para la preservación de la vida de los primogénitos, la muerte de ese cordero pascual.

Durante la noche de la pascua la muerte estaría pasando por Egipto, y habría llanto y luto en todo Egipto, excepto en las casas de los hebreos que habían aplicado la señal de la sangre en las puertas; y el cordero estaba adentro asado, y lo estaban comiendo, estaban comiendo la pascua, y tenían la sangre aplicada en la puerta; por lo tanto, estaban seguros los Primogénitos allí, porque estaban dentro de una casa que tenía la sangre aplicada en la puerta.

Y ahora en el Nuevo Testamento, se requiere que estemos dentro de la Casa que tiene la Sangre aplicada en la Puerta; esa Casa, es la Iglesia del Señor Jesucristo, la Puerta es Cristo, y la Sangre, es la Sangre de Jesucristo que fue derramada en la Cruz del Calvario, para la preservación de la Vida eterna de los Primogénitos de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.

Y ahora, la señal que había sido vista efectuándose en medio de los hebreos, significaba que algún día vendría un Hombre que moriría por el ser humano. Y ahora, cuando murió, ya la señal se hizo realidad en medio de la raza humana.

Ahora, podemos ver en otros sacrificios, como el sacrificio del macho cabrío, podemos ver ahí a Cristo también reflejado.

Y ahora, el sumo sacerdote sacrificaba el macho cabrío de la expiación, tomaba la sangre de ese macho cabrío en una vasija, e iba con ella al lugar santísimo, y esparcía con su dedo siete veces sobre el propiciatorio, sobre la parte Este del propiciatorio; porque el sumo sacerdote quedaba parado frente al propiciatorio.

El propiciatorio era la tapa del arca del pacto, una tapa de oro con dos querubines construídos a la misma vez, fundidos cuando fue fundida esa tapa del propiciatorio; o sea, que los dos querubines y el propiciatorio era una obra monolítica. No hicieron la tapa de oro primero y después hacer dos querubines y colocárselos ahí encima, no. No eran movibles; estaban fijos en la tapa del arca del pacto. Y en medio de los dos querubines, ahí sobre el propiciatorio estaba la gloria de Dios: la Shekinah, la Columna de Fuego que había guiado al pueblo hebreo por el desierto.

El lugar de morada de la Shekinah era el propiciatorio, ahí se manifestaba a Moisés y a Aarón también, porque ese propiciatorio representa el Trono de Dios en el Cielo. Por eso el sumo sacerdote entraba una sola vez al año con la sangre de la expiación. Durante ese día, pues tenía que entrar unas cuantas veces para hacer la obra correspondiente a ese día, pero era en un sólo día, en donde se llevaba a cabo la labor de la reconciliación del pueblo hebreo con Dios, donde sus pecados eran perdonados; por eso es llamado el día del perdón, el día de reconciliación. En Levítico, capítulo 23, verso 27 al 32, dice:

También habló Jehová a Moisés, diciendo:

A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.

Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.”

Y ahora, encontramos que ese día es muy importante en el Programa Divino; y si es importante aquí en el Antiguo Testamento para el pueblo hebreo, porque es un día en que era reconciliado el pueblo hebreo con Dios, por un año, y luego el otro año se realizaba la misma labor, y dice:

Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.”

Y ahora, si así era en el Antiguo Testamento en medio del pueblo hebreo, ¿cómo será en el Nuevo Testamento? En el Nuevo Testamento Cristo, Melquisedec, porque El es el Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec, o sea, el Sumo Sacerdote del Templo Celestial, Sacerdote del Dios Altísimo, el cual vino a la Tierra y tomó Su propio cuerpo, y lo colocó como Sacrificio vivo para reconciliarnos con Dios, extinguió nuestros pecados.

El con Su Sangre quitó el pecado del mundo, y luego que murió, resucitó y ascendió al Cielo, cuarenta días después de Su resurrección, se sentó en el Trono de Dios y ha estado haciendo Intercesión como Sumo Sacerdote del Templo Celestial, ha estado haciendo Intercesión por el Israel Celestial, que son todas las personas que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, para así no cubrir nuestros pecados, sino quitar nuestros pecados y así quedar reconciliados con Dios, y así quedar como si nunca en la vida hubiésemos pecado; porque la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, desintegra el pecado, como el blanqueador desintegra una mancha de tinta que se le pegue a una prenda de vestir.

El blanqueador regresa al original a esos químicos que formaron esa tinta, el blanqueador la desintegra, y vuelven a como eran antes de lo que era la tinta. Y la Sangre de Cristo toma nuestros pecados, los desintegra y los vuelve a donde estaban antes: al diablo, porque el diablo fue el originador.

Y ahora, podemos ver el poder de la Sangre de Jesucristo, nuestro Salvador. Por eso es que el pueblo hebreo sacrificaba, tanto el macho cabrío, como también el cordero pascual.

Y ahora, para la preservación de la Vida eterna, de los Primogénitos de Dios escritos en el Cielo, tenemos el Sacrificio de Jesucristo, nuestro Salvador.

La Primera Venida de Cristo fue la señal más grande que la raza humana ha experimentado en este planeta Tierra, porque la Venida a la Tierra, de un Profeta de la talla de Jesús, es la señal más grande que la raza humana puede tener en la Tierra.

Ahora, hay señales en el sol, en la luna, en las estrellas, en la atmósfera, en el aire. Podemos ver aviones, eso no se veía 500 años atrás, pero esas son señales de que estamos viviendo en los Días Postreros.

Y de los Días Postreros comenzaron esas señales a verse en el segundo de los Días Postreros, que fue el sexto milenio, y luego en el Séptimo Milenio que ha comenzado este año, que es el tercero de los tres Días Postreros delante de Dios, porque los Días Postreros delante de Dios, son los milenios postreros para los seres humanos: quinto milenio, sexto milenio y Séptimo Milenio.

Y todavía en el tercero y último de los Días Postreros delante de Dios (que es el nuevo Milenio que ha comenzado este año), estamos viendo todavía aviones y cohetes: son señales en el cielo. También han sido vistas bombas cayendo del cielo, de los aviones de guerra. Se han visto también diferentes cosas cayendo del cielo, como cometas o cosas así, o sea, pasando por el cielo.

Se han visto meteoritos también, este hueco que hay ahí entre México y Estados Unidos —¿cómo se llama ese?—: el Golfo de México, dicen los científicos que fue un meteorito que cayó allí, y que con su caída trajo una destrucción grande a la Tierra, y creen que esa fue la causa que los dinosaurios y otros monstruos, animales grandes, perecieran.

También hay señales en el cielo, como los platillos voladores (que son carros de fuego), eso también fue visto en el tiempo de Abraham; cuando Sodoma y Gomorra fue a ser destruida, aparecieron a Abraham tres personajes de otra dimensión, los cuales se materializaron en cuerpos físicos, fueron Elohím, el Arcángel Miguel y el Arcángel Gabriel.

Dios creó para el Arcángel Miguel y para el Arcángel Gabriel y para Sí mismo, cuerpos físicos del polvo de la tierra, para esa visita, y comieron con Abraham un becerro tierno que Abraham les preparó, y leche, y queso o mantequilla, y panes también; o sea, les preparó un buen almuerzo. La cena se las preparó Lot a los Arcángeles Gabriel y Miguel cuando ellos llegaron allá, estaban en cuerpos físicos; porque en cuerpos físicos es que se puede comer.

Y ahora, después que terminaron de almorzar con Abraham, tomaron rumbo a Sodoma, pero Dios decía, Elohím dijo: “¿Encubriré yo a Abraham lo que Yo voy a hacer, siendo que Abraham va a ser una nación grande o padre de una nación grande?” Y por cuanto Dios no hace nada sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus Profetas, le reveló a Abraham lo que iba a hacer. En el capítulo 18 y capítulo 19 del Génesis está la historia.

Dios dijo en el capítulo 18, verso 17 al 19:

Y Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,

habiendo de ser Abraham una nación grande y fuerte, y habiendo de ser benditas en él todas las naciones de la tierra?

Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él.”

Y todo padre enseña a sus hijos que guarden el camino de Dios, para que venga la bendición que Dios ha prometido para nosotros acerca de nuestros hijos:

Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor contra Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo,

descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que ha venido hasta mí; y si no, lo sabré.

Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero Abraham estaba aún delante de Jehová.”

O sea, que se fueron Gabriel y Miguel a Sodoma, y allá Lot los encontró en la plaza, y les suplicó a ir con él a su hogar, para comer y dormir en la casa de Lot.

Ahora, ellos le dijeron a Lot algo muy importante. Vean, hubo problemas. Ustedes deben de entender, que cuando Dios envía Angeles a la Tierra, no todo el mundo está de acuerdo con ellos.

Ahora, tenemos Angeles Mensajeros de dispensación en dispensación, y Angeles Mensajeros de edad en edad, que son espíritus ministradores enviados de parte de Dios, para ministrar la Palabra de Dios al pueblo de Dios (Hebreos, capítulo 1, verso 14).

¿Cómo conocemos que son Angeles de Dios, enviados por Dios para el pueblo? Porque traen la Palabra revelada para el pueblo y vienen a ser el Mensajero correspondiente a ese tiempo, son espíritus de profetas que vienen a la Tierra enviados por Dios para un propósito divino; en ellos se hace carne la Palabra para la edad en que son enviados, y esa es una señal en la Tierra en medio del pueblo de Dios, es una señal para el pueblo de Dios. Por lo tanto, algo importante se lleva a cabo en ese tiempo que aparece un espíritu ministrador de Profeta, y ahí Dios lleva a cabo la Obra correspondiente a ese tiempo, y llama y junta a Sus escogidos de ese tiempo, los escogidos de ese tiempo tienen entonces la señal de su tiempo.

La señal de su tiempo en medio del pueblo, es un Mensajero, un Espíritu de Profeta en carne humana manifestado, trayendo la Palabra de Dios revelada para ese tiempo.

¿Quieren ustedes ver lo que dijo el Rvdo. William Branham acerca de los profetas de Dios? Siendo que él es un Profeta... digo que es, aunque ya partió. ¿Por qué digo que es? Porque los Profetas no mueren, los Profetas siguen viviendo en la dimensión de Dios.

Ahora, vamos a ver lo que es un Profeta de acuerdo a la Palabra de Dios. En el libro de “Citas,” página 160, este libro de “Citas” contiene diferentes extractos de diferentes Mensajes del Rvdo. William Branham, con relación a diferentes temas.

Y ahora, en la página 160 de este libro de “Citas,” párrafo 1424, dice:

Ni siquiera una puntuación, una expresión, cualquier cosa, no fallará alguna vez en la Palabra de Dios. No fallará (coloqué ahí: No fallará como recordatorio, que arriba dice: ni siquiera, o sea, que eso quiere decir que no fallará)... No puede fallar, porque es Dios, Dios manifestado en la forma de carne humana. Porque es Dios Mismo en la forma de letra...”

En la Biblia Dios está en la forma de letra, en los Mensajes del Rvdo. William Branham Dios está en la forma de letra, como está en la forma de letra en los Mensajes de San Pablo, de San Pedro, de los demás Apóstoles, de los evangelios, y de los Profetas del Antiguo Testamento.

...en forma de profeta, manifestado en carne (o sea, que la forma de letra, que es Dios, luego viene en carne humana en la forma de Profeta, y eso es Dios en carne humana)...”

Cuando Dios cumple lo que El prometió en Su Palabra, en un hombre, en un Profeta, eso es Dios manifestado en carne humana, en la porción correspondiente a ese tiempo.

Ahora, esa es la razón que Jesús podía decir, Los que os hablaron, les llamáis dioses, quienes os hablaron por la Palabra de Dios.”

Eso está en San Juan, capítulo 10, verso 34. Vamos a leerlo para que así tengan tal y como lo dijo Jesús, este pasaje, San Juan, capítulo 10, verso 34:

Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?

Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?

Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.

Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.”

Y ahora, vamos a continuar leyendo lo que dice el Rvdo. William Branham, dijo:

Dijo; y ellos fueron dioses. Esos profetas cuando fueron ungidos con el Espíritu de Dios y trajeron exactamente la Palabra de Dios, entonces fueron dioses.”

¿Por qué? Porque era Dios en ellos manifestado, hablando la Palabra.

Ahora, vamos a ver un Salmo, porque este Salmo tiene una revelación muy grande, dice:

Dios está en la reunión de los dioses (esos dioses, son esos Profetas a los cuales viene la Palabra, tanto los que ya terminaron su ministerio en la Tierra, como los que tienen que estar en la Tierra en el tiempo final);

En medio de los dioses juzga.

¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,

Y aceptaréis las personas de los impíos? (Eso habla para los jueces terrenales, y cubre al pueblo hebreo, y cubre a todas las naciones).

Defended al débil y al huérfano;

Haced justicia al afligido y al menesteroso.

Librad al afligido y al necesitado.”

Estoy en el Salmo 82, voy por el verso 5 ahora, dice:

No saben, no entienden,

Andan en tinieblas;

Tiemblan todos los cimientos de la tierra.

Yo dije: Vosotros sois dioses,

Y todos vosotros hijos del Altísimo (estos dioses de los cuales habla aquí, son hijos del Altísimo; y si Dios es Dios, Sus hijos son dioses).”

Y ahora, podemos ver este misterio de este Salmo: son hijos de Dios.

Y ahora, los Profetas, los Mensajeros de Dios, cada uno para su tiempo cumple esta profecía al máximo, y el Señor Jesucristo en toda Su plenitud la cumplió. Por eso Jesús podía decir: “El Padre y Yo, una cosa somos.” Por eso le decían, cuando El dice: “¿Por qué causa ustedes me quieren apedrear?” Jesús les dice: “¿Por cuál de las buenas obras que Yo he hecho ustedes me quieren apedrear?”

Ellos le dicen: “Por buena obra no te queremos apedrear, sino porque tu siendo hombre te haces Dios.” Era Dios manifestado en carne humana, Dios estaba en Jesús manifestado en carne humana en toda Su plenitud, la plenitud de la Divinidad estaba en carne humana manifestada en nuestro amado Salvador.

El Verbo que era con Dios y era Dios y creó todas las cosas, se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo; el Verbo que era con Dios y era Dios se hizo carne y seguía siendo Dios en carne humana, era el Dios encarnado, visitando al pueblo hebreo para llevar a cabo la Obra de Redención.

Yo dije: Vosotros sois dioses,

Y todos vosotros hijos del Altísimo;

Pero como hombres moriréis,

Y como cualquiera de los príncipes caeréis.

Levántate, oh Dios, juzga la tierra;

Porque tú heredarás todas las naciones.”

Dios va a juzgar a la Tierra, y va a tener para ese juicio Sus Mensajeros; por eso ustedes pueden ver en el libro del Apocalipsis, que salen Angeles de Dios con copas o con trompetas, y entonces viene el juicio. En el capítulo 15, salen con las siete copas los siete Angeles, para derramarlas sobre la Tierra. Dice, capítulo 15, verso 1 del Apocalipsis:

Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios.”

Ahora, esos Angeles son vistos en el Cielo, en el Templo de Dios en el Cielo; también en el Cielo, en la Séptima Dimensión (que es la dimensión de Dios), también son vistas señales; y cuando son vistas esas señales en el Cielo, en la dimensión de Dios, algo va a suceder en esta dimensión terrenal; y aquí lo que va a suceder en el capítulo 15 del Apocalipsis, es el juicio de la ira de Dios sobre la raza humana.

Ahora, esas señales que se ven en el libro del Apocalipsis en el Cielo, en la dimensión de Dios y en el Templo de Dios, se tienen que materializar en este planeta Tierra, y se tienen que cumplir esos juicios divinos durante la gran tribulación.

Cuando Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, tomará el Título de Propiedad, lo abrirá en el Cielo, que es el Libro de los Siete Sellos, y llevará a cabo Su Obra de Reclamo, reclamará todo lo que El ha redimido con Su Sangre, resucitará a los muertos en Cristo y a nosotros nos transformará.

Y ahora, nosotros estamos viviendo en un tiempo en que hay señales siendo manifestadas, tanto en la dimensión de Dios, como en la dimensión física y visible; hay señales en la luna... en el sol, la luna, las estrellas. Jesucristo hablando de estas señales, en San Lucas, capítulo 21, verso 25 en adelante, dice:

Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas.”

Estas señales están siendo vistas: el bramido del mar y de las olas, esto es el mar saliéndose de su lugar, para arropar las costas, eso ha sucedido en tiempos de maremotos; y esto seguirá aconteciendo en forma más marcada, a medida que se aproxima la humanidad a la gran tribulación. En la gran tribulación, ya entonces será en una forma plena estos problemas de los maremotos cubriendo las costas. La Escritura dice: “Daré el pago a los de las costas.” Por lo tanto las costas van a ser afectadas por los juicios divinos:

Desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas.”

La ciencia ha estado viendo esas señales en el cielo, y saben que está conmoviéndose el cielo, las virtudes de los cielos. Por eso San Pablo en Hebreos, capítulo 12, verso 25 en adelante, dice:

Mirad que no desechéis al que habla.”

¿Y quién es el que habla en el Nuevo Testamento? Jesucristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, dando por medio de Sus Mensajeros el Mensaje correspondiente a cada tiempo, y llamando así, y juntando a Sus escogidos de cada tiempo. Es Cristo el que ha estado hablando en medio de Su Iglesia, el mismo que habló en el Antiguo Testamento, el mismo Angel del Pacto o Angel de Jehová, el cual es Jesucristo, nuestro Salvador.

Y ahora, El ha estado hablando en el Nuevo Testamento, en medio de Su Iglesia, y desde Su Iglesia, por medio de Sus Mensajeros le ha hablado a Su Iglesia y le ha hablado a todo ser humano. Por eso en Apocalipsis dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis, capítulo 2, verso 1 al 28 y Apocalipsis, capítulo 3, verso 1 al 21. Ahí al final encontramos que siempre dice: “El que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.”

Ahora, podemos ver que es el Espíritu Santo, Jesucristo, el Angel del Pacto, el que ha estado hablando de etapa en etapa a los seres humanos, y le ha estado hablando a Su Iglesia.

Cristo le habla a Su Iglesia y le habla al mundo entero, Cristo en Espíritu Santo por medio de Sus Mensajeros de cada tiempo. Sigue diciendo:

Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos (capítulo 12, verso 25, estamos ahí todavía, de Hebreos).”

Y ninguna persona podrá escapar de los juicios divinos, si no ha escuchado la Voz de Cristo, del Espíritu Santo en el tiempo que le ha tocado vivir.

¿Por qué? Porque esa persona no ha quedado cubierta con la Sangre de Cristo, no ha quedado limpia de todo pecado, y por consiguiente no ha quedado dentro del Pacto de Cristo, que es el Pacto de Dios: el Nuevo Pacto bajo la Sangre de Cristo, la Sangre del Nuevo Pacto que Dios prometió que establecería para Su pueblo, dice:

La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.”

San Pablo dice lo mismo que Jesús dijo: que los cielos serán conmovidos.

Y ahora, es por la Palabra del que conmovió entonces la Tierra. La Voz de Cristo conmoverá no solamente la Tierra, sino los cielos también.

Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas (edificios, casas, automóviles, trenes, todo tipo de construcciones, toda cosa hecha por el hombre, todo eso será removido, son cosas movibles, son hechas, pero pueden ser desechas, pueden ser quitadas), para que queden las inconmovibles.

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.”

Y ahora, lo único inconmovible es el Reino que hemos recibido, es el Reino de Jesucristo. Y ahora, El nos ha colocado en Su Reino, en Su Iglesia, y eso es inconmovible. Han perseguido a la Iglesia de Jesucristo, pero miren, todavía existe; y Cristo resucitará a los que ya murieron en cuerpos glorificados, y nos transformará a nosotros los que vivimos, y ya no moriremos más. ¿Por qué? Porque pertenecemos a un Reino inconmovible. Ahora, sigue diciendo:

Porque nuestro Dios es fuego consumidor.”

Por lo tanto, toda persona que se encuentre fuera del Pacto de Cristo, el Nuevo Pacto, está en grave peligro. Pero todos los que se encuentran dentro del Nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Jesucristo, están protegidos para toda la eternidad.

Ahora, podemos ver que es muy importante entender todas estas señales que hubo en el Antiguo Testamento, que apuntaban, señalaban a Cristo, para en el Nuevo Testamento tener la realidad de lo que aquellas señales anunciaban que vendrían más adelante.

También tenemos que entender las señales en el cielo, porque esas señales en el cielo indican las cosas que van a pasar en la Tierra. Cuando usted ve en el cielo muchas nubes oscuras, usted dice: “Va a llover.” Porque esa es una señal de algo que va a pasar en la Tierra, pero primero aparece en el cielo.

En febrero 28 de 1963 la raza humana vio una señal muy grande, fue publicada por la revista “LIFE (en inglés),” que significa “VIDA,” y también por la revista “CIENCIA.” Fueron tomadas diferentes fotos en diferentes momentos; y esta foto principal, al verla así, está formando el rostro del Señor.

Esta nube apareció a unas 26 millas de altura, donde no vuelan los aviones y donde no hay humedad para formar nubes, apareció en Norteamérica, en el estado de Arizona, y fue vista también desde Nuevo México; y la ciencia no ha podido explicar qué fue esa nube. Por eso colocaron el titular, que era un círculo de una nube misteriosa. Era misteriosa porque a esa altura no se pueden formar nubes.

¿Cuál es el misterio de esa nube? El Rvdo. William Branham, que es el Profeta precursor de la Segunda Venida de Cristo, el cual vino con el espíritu y virtud de Elías, preparando al pueblo para la Segunda Venida de Cristo, dijo de esa nube en la página *469 del libro de “Los Sellos,” y aun en la página *468 vamos a leer una partecita. Dice:

Tienes que consagrarte para la visitación de estos Angeles.

En eso me sentí casi fuera de mí (o sea, que su espíritu salió de su cuerpo). Ustedes dos se acuerdan. Yo estaba en el oeste, y los Angeles estaban viniendo hacia el oriente; y cuando llegaron a donde yo estaba, fuí levantado para estar con ellos. ¿Se acuerdan? Estaban viniendo hacia el oriente.”

Y ahora pasamos a la página 469 del libro de “Los Sellos,” dice:

¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo ángel. El era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto, y estaba volando hacia el oriente. Les dije también, que: Me levantó, me alzó. ¿Se acuerdan?

Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello, lo cual he mantenido como una pregunta en mi mente en toda mi vida. Los otros sellos significaron mucho para mí, desde luego, pero ustedes no se imaginan lo que ha significado este séptimo.”

En esta nube formada por Angeles, están los siete Angeles Mensajeros de las siete edades y está un Angel diferente a los demás, que fue el que levantó al Rvdo. William Branham, y están ellos volando de Oeste hacia el Este. Y ese Angel (dice el Rvdo. William Branham) está volando de Oeste a Este. ¿Por qué? Porque es el Mensajero que va de Oeste a Este, para llevarle la revelación del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo al pueblo hebreo.

Y ahora, el misterio de esa nube, es que siete Angeles le aparecieron al Rvdo. William Branham.

Y ahora, son siete Angeles mensajeros ahí, más el Rvdo. William Branham (que fue el Angel Mensajero de la séptima edad); son ocho Angeles Mensajeros que estuvieron allá formando esa nube, y estaban en sus cuerpos teofánicos, cuerpos angelicales; por eso son mencionados como Angeles, pero son Espíritus de Profetas Mensajeros que aparecieron en esa ocasión, en febrero 28 de 1963.

El Rvdo. William Branham mostró que esa señal en el cielo fueron Angeles que aparecieron, y se formó esa nube con esos Angeles, con esos cuerpos teofánicos fue formada esa nube.

Ahora veamos lo que dice el Rvdo. William Branham, hablándonos acerca de ese misterio, en la página 150 y 151 del libro de “Citas,” párrafo 1343 (en español):

Estos misterios serán revelados en los postreros días cuando los siete ángeles... el Mensaje del séptimo ángel, cuando él, no cuando el comienza a hacer esto sino cuando El comienza a sonar Su Mensaje. ¿Ven? No los años en preparación sino cuando él comienza a sonar el Mensaje, estos misterios serán revelados. Y aquí están, no conociéndolos, y Uds. gente, son testigos de eso. Y entonces ese gran observatorio... para que el mundo esté en duda... ellos todavía están preguntándose qué pasó. ¿Qué es? Ellos todavía ponen en el periódico: ¿Sabe cualquier persona sobre cualquier cosa?¿Que, cómo habrá pasado? (De cómo aconteció, de cómo se formó esa nube en el Cielo; ellos preguntan qué fue lo que sucedió, porque ellos no tienen la explicación; los científicos, el observatorio de ese lugar tampoco tiene la explicación). No hay niebla allí arriba; no hay aire; no hay humedad, treinta millas de alto en el aire. ¡Oh vaya! Habrá señales en el cielo arriba.”

Y esa es la señal más grande que ha sido mostrada en este tiempo final, arriba en el Cielo. Por lo tanto, algo grande en la Tierra Dios estaría cumpliendo conforme a Su Programa, porque aquí aparecen los siete Angeles Mensajeros de las siete edades, y aparece otro Angel diferente a los demás.

Los siete Angeles Mensajeros ya tuvieron su ministerio durante las siete edades. Y ahora, ese Angel que es diferente a los demás, es el Angel que tiene el Séptimo Sello; por lo tanto, él tiene que manifestarse aquí en la Tierra, para cumplir el Séptimo Sello y cumplir el Programa del Séptimo Sello: estar con Su Iglesia, y estar luego con el pueblo hebreo. Ese es el Angel que estará en la Tierra en el Día Postrero, en medio de la Iglesia de Jesucristo.

Ya los siete Angeles Mensajeros tuvieron su tiempo, pero ese Angel diferente es el más misterioso, y ese Angel fue el que significó más que los demás para el Rvdo. William Branham, y fue el que levantó al Rvdo. William Branham, y lo colocó en esa constelación de Angeles.

Habrá señales en el cielo. Y cuando estas cosas tienen lugar, terremotos en varios lugares, entonces aparecerá la señal en los cielos del Hijo del Hombre. Ese día el Hijo del Hombre Se revelará otra vez, y será revelado a Sí Mismo. Los que tienen el Espíritu de Dios esperan estas cosas.”

Y ahora, vamos a ver a San Lucas, donde estábamos leyendo primero, y luego tuvimos que ir a Hebreos, capítulo 12, para ver esas cosas que estarían sucediendo en el cielo como señales. Verso 27, sigue diciendo en San Lucas, capítulo 21:

Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria (y ahora en el cielo fue vista esta señal).

Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca (o sea: vuestra transformación está cerca).”

Hemos visto esta señal en el cielo, que es la señal más grande, formada por los siete Angeles que visitaron al Rvdo. William Branham; y él fue levantado para estar con ellos ahí en el aire, y donde se formó esa nube. Ellos lo tomaron aquí en la Tierra, bajaron y luego lo subieron con ellos. Recuerden: están en sus cuerpos teofánicos, el Rvdo. William Branham también; son cuerpos teofánicos de Angeles de Dios, los siete Angeles Mensajeros que se hicieron carne en la edad en que Dios los envió para tener el ministerio de la Palabra, del Mensaje de Dios correspondiente a cada edad.

El Mensaje final viene por medio de la manifestación del Angel que era diferente a los demás, él será el que tendrá el misterio del Séptimo Sello, y cumplirá ese misterio.

Ahora, nuestra Redención está cerca, porque hemos visto esta señal en el Cielo, en febrero 28 de 1963; y Cristo tiene que materializar en la Tierra esos Angeles que estaban ahí en esa nube; ya materializó los siete Angeles (cada uno en cada edad), pero ahora los va a materializar en cuerpos glorificados para estar con nosotros en este tiempo final, y nos va a transformar a todos nosotros en este tiempo final también.

Ahora, tenemos que entender las señales en el cielo. Las señales en el cielo muestran las cosas que más adelante Dios va a hacer en la Tierra.

Y ahora, las señales de nuestro tiempo han estado siendo vistas en el cielo (las que corresponden al cielo). Hemos estado viendo las señales de nuestro tiempo en las naciones, también aquí en la Tierra: las naciones con graves problemas económicos, problemas políticos, problemas sociales, problemas de salud, problemas de toda clase, guerras por dondequiera, revoluciones por dondequiera. ¿Por qué? Porque las naciones están revolucionadas; y las naciones que han estado esclavizadas, han estado buscando su libertad, esos son los árboles que reverdecerían como naciones. Pero hay otro árbol que reverdecería en el tiempo final, y es la higuera que representa al pueblo hebreo.

Tenemos a la higuera: el pueblo hebreo que ha reverdecido, tiene que llevar frutos en este tiempo final. Cristo tiene que encontrar frutos: personas que crean en Su Segunda Venida en este tiempo final; porque cuando El vino en Su Primera Venida, encontramos que Israel como nación lo rechazó; en Su Segunda Venida van a creer.

Ahora, podemos ver la señal de la higuera, que es Israel reverdeciendo.

Hemos visto señales de este tiempo final en las naciones gentiles y en el pueblo hebreo.

Y ahora, en el mundo religioso también hay señales. Encontramos a las religiones, el mundo religioso denominacional uniéndose, esa es una señal.

Hemos visto que la humanidad también ha llegado al tiempo en que los pies de hierro y de barro cocido del reino de los gentiles, representados en la estatua que vio el rey Nabucodonosor, con diez dedos, está presente en la historia de la raza humana de este tiempo final, esas son señales en el reino de los gentiles. Por lo tanto, tenemos que estar a la expectativa, porque estas son señales correspondientes al tiempo final. Hemos visto señales en el mundo religioso de todas las religiones.

Y ahora, en este tiempo final, digamos desde los días del Rvdo. William Branham hasta nuestro tiempo, la Iglesia Novia del Señor Jesucristo ha tenido las señales que Cristo le prometió, para estar listos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.

Jesucristo ha enviado a Su Angel Mensajero, precursor de la Segunda Venida de Cristo con el espíritu y virtud de Elías, el cual fue el Rvdo. William Branham. Y ya se fue. El fue la señal más grande que tuvo la Iglesia, el cristianismo en la séptima edad de la Iglesia. Pero esa señal el mundo religioso la pasó por alto, esa señal estuvo en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, pero los escogidos vieron esa señal y creyeron a esa señal.

Así como Jesucristo fue la señal para el pueblo hebreo, una señal como fue Jonás.

Ahora, encontramos que Juan el Bautista también fue una señal para el pueblo hebreo, fue la voz de uno clamando en el desierto, fue el Elías que tenía que venir preparándole el camino a Cristo en Su Primera Venida.

Y ahora en el tiempo final, el precursor de la Segunda Venida de Cristo: el Rvdo. William Branham fue enviado por Jesucristo, y fue la señal que alertó a la Iglesia de Jesucristo para que estuvieran listos en este tiempo final, esperando la Segunda Venida de Cristo.

Y para este tiempo final para el cual el Rvdo. William Branham dijo que vendría otro hombre, encontramos que eso será una señal grande para la Iglesia de Jesucristo. Jesucristo dijo también que enviaría a un hombre a Su Iglesia, dice también para lo cual El lo va a enviar. Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice Cristo con esa Voz de Trompeta:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

Sube ¿a dónde? A la Edad de la Piedra Angular: te mostraré las cosas que sucederán después de estas que han sucedido acá. ¿Cómo lo va a hacer? Cristo, en Espíritu Santo tiene que estar hablándonos esas cosas en este tiempo final.

Ya se han ido los siete Angeles Mensajeros, a través de los cuales Cristo en Espíritu Santo habló a Su Iglesia en las edades pasadas. Pero ahora en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

A través del Angel Mensajero de Jesucristo, es que Jesucristo en Espíritu Santo se manifiesta en la Edad de la Piedra Angular, y nos revela todas estas cosas que deben suceder pronto. Apocalipsis 22, verso 16, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

El Enviado de Jesucristo, nuestro Salvador, es el Angel del Señor Jesucristo; el Rvdo. William Branham dijo: “Ese es un espíritu de Profeta, que le reveló a Juan el libro del Apocalipsis.”

En la página 301 y 302 del libro de “Los Sellos,” el Rvdo. William Branham, dice que ese Angel del Señor Jesucristo es un águila (o sea, un Profeta), y dice también, que toda revelación tiene que venir por medio de un Profeta. Por eso la revelación de todas estas cosas que deben suceder pronto, tiene que venir en este tiempo final a través del Espíritu Santo en el Angel Mensajero del Señor Jesucristo, y así es como estaremos escuchando la Voz de Jesucristo, la Voz del Espíritu Santo como esa Gran Voz de Trompeta, llamando y juntando a todos Sus escogidos en este tiempo final, conforme a San Mateo, capítulo 24, verso 31, donde dice:

Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”

Juntarán a Sus escogidos de entre los gentiles en el Cuerpo Místico de Cristo, los pertenecientes a la Iglesia de Jesucristo; y luego juntarán a los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos pertenecientes al pueblo hebreo; para eso viene el Espíritu Santo en el Angel Mensajero que El envía para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto. Y la venida del Angel del Señor Jesucristo, enviado por Jesucristo a Su Iglesia, es la señal de este tiempo final.

Por lo tanto, con esa señal la Iglesia del Señor Jesucristo estará obteniendo el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto, y estará en pié delante del Hijo del Hombre, conforme a San Lucas, capítulo 21, verso 36, donde dice:

Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”

Y ahora, Jesucristo, el Hijo del Hombre, el Espíritu Santo, estará manifestado a través de carne humana en Su Angel Mensajero, y así los que estarán escuchando la Voz de Cristo a través de Su Angel Mensajero, estarán en pié delante del Hijo del Hombre, delante de Jesucristo en Su manifestación a través de Su Angel Mensajero.

Pero ese Angel no es el Señor Jesucristo, él es el Angel Mensajero del Señor Jesucristo; por eso no aceptó la adoración que Juan le quiso ofrecer en Apocalipsis, capítulo 19, verso 6 al 10 y Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 al 12, él le dijo: “No lo hagas; adora a Dios; yo soy consiervo tuyo y con tus hermanos y con los Profetas. Adora a Dios.”

Ahora, ese Angel que le reveló a Juan el libro del Apocalipsis, es un Espíritu de Profeta, un cuerpo teofánico de Profeta, un cuerpo angelical de Profeta, que en este tiempo final estará manifestado en carne humana (en este tiempo final); y será el Instrumento a través del cual Jesucristo en Espíritu Santo se manifestará, y le hablará a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto, y nos mostrará todas estas señales de este tiempo final, y nos abrirá el misterio de todas estas señales, y nos mostrará cómo es que Cristo en este tiempo final por medio de Sus Angeles, los ministerios de los Dos Olivos, de Moisés y Elías, operándolos Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero, llamará y juntará el trigo en Su Alfolí.

Ahora, hemos visto las señales de este tiempo, y hemos visto el significado de ellas para nosotros. Las señales de este tiempo son las más importantes para nosotros, porque son las que tienen que ver con las cosas de Dios para nuestro tiempo y para todos nosotros.

LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.”

Nosotros como creyentes en Cristo, y como miembros del Cuerpo Místico de Cristo somos señales para la humanidad también; un grupo de escogidos serían llamados y juntados en este tiempo final. Por lo tanto, somos una señal para la humanidad, una señal conforme a la Escritura. Se está viendo el cumplimiento del llamado de todos los escogidos entre los gentiles primeramente, y después será en medio del pueblo hebreo, y esa es una señal de que estamos en el tiempo del fin.

Y el ministerio de los Angeles del Hijo del Hombre, es una señal de que estamos en el tiempo del fin, y el Enviado de Jesucristo: el Angel del Señor Jesucristo viniendo a la Iglesia de Jesucristo, es una señal grande de que estamos en el fin del tiempo, de que estamos en el tiempo final.

Las señales de este tiempo están cumplidas. Habrá más señales; pero con las que ya están cumplidas tenemos suficiente para comprender de que estamos en el tiempo final, de que estamos en la etapa en donde Dios está llamando y juntando a Sus escogidos, y preparándolos para ser transformados en este tiempo final.

Estamos en el tiempo final, y estamos con las señales del tiempo final, con las señales correspondientes al tiempo en que Jesucristo enviaría Su Angel, para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, y prepararnos así, Cristo, para ser transformados y llevados con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.

LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.”

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.”

Hemos visto las señales de este tiempo en el cielo, tanto en la dimensión de Dios, como en el sol, la luna, las estrellas, y también en el espacio, en el aire. Hemos visto las señales en las naciones gentiles, en el pueblo hebreo, en el mundo religioso de todas las religiones, en el mundo religioso denominacional; y hemos visto las señales en la Iglesia del Señor Jesucristo, la Iglesia Novia del Señor Jesucristo.

Hemos visto: “LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.” Por lo tanto, estamos satisfechos con las señales que hemos visto correspondientes a este tiempo.

Nos corresponde consagrar nuestras vidas para estar preparados para nuestra transformación, e ir al Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero.

Estemos preparados, porque pronto vamos a ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Yo no sé en qué día, qué semana, qué mes o qué año, pero yo sé que será muy pronto. Por lo tanto, estemos preparados, porque ya tenemos las señales de este tiempo cumplidas en nuestro tiempo.

Que las bendiciones de Jesucristo prometidas para este tiempo para Sus escogidos, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto todos los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos eternos, y nosotros seamos transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y hasta mañana Dios mediante, en donde estaré nuevamente con ustedes en este mismo lugar, y a la misma hora.

Que Dios les bendiga y les guarde, y pasen todos muy buenas noches. Con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte en esta ocasión.

LAS SEÑALES DE ESTE TIEMPO.”