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| La evangelización del día postrero | 2000-12-30 | 1 | Cayey | PR | 00:30:19 | true | true |
Muy buenos días, amados hermanos, ministros, compañeros en el ministerio de la Edad de la Piedra Angular; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Estamos viviendo en un tiempo muy importante en el cual Dios llevará a cabo la Obra de Reclamo, en donde los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos eternos y nosotros los que vivimos seremos transformados; para lo cual Dios tiene un Programa, el cual está dentro de la Dispensación del Reino y es revelado por medio de la predicación del Evangelio del Reino.
Así como por medio de la predicación del Evangelio de la Gracia, el ser humano es introducido al nuevo nacimiento; porque por medio de la predicación del Evangelio de la Gracia se muestra el Programa de Redención, llevado a cabo por Cristo en Su Primera Venida en la Cruz del Calvario, para quitar el pecado del mundo, y para el ser humano obtener así el perdón de sus pecados y recibir el Espíritu Santo y así obtener el nuevo nacimiento, y obtener así esa transformación interior, en donde obtiene un espíritu teofánico de la sexta dimensión, o sea, un cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Todo eso está dentro de la Dispensación de la Gracia y es proclamado, revelado por medio de la predicación del Evangelio de la Gracia.
Y ahora, para este tiempo final, en adición a esa bendición tan grande que viene por medio de la predicación del Evangelio de la Gracia, tenemos en este tiempo un entrelace dispensacional: la Dispensación del Reino se está entrelazando con la Dispensación de la Gracia. Y por medio de la predicación del Evangelio del Reino se revela a la Iglesia del Señor Jesucristo el Programa Divino para la Dispensación del Reino, en donde Cristo es revelado como el León de la Tribu de Judá, como Rey de Reyes y Señor de Señores, en Su Obra de Reclamo, para obtener una transformación exterior, o sea, una transformación física para nosotros los que vivimos, y para los que han partido una resurrección en cuerpos eternos; y así obtener la Redención del cuerpo y llegar a ser perfectos, llegar a ser a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.
El Evangelio del Reino nos introduce a todo ese Programa Divino, y nos coloca dentro de ese Programa Divino, para obtener esas bendiciones en este tiempo final y llegar a ser imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo. Por eso es que para este tiempo final, en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, que es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, se abre la revelación de la predicación del Evangelio del Reino: para llegar todos nosotros a la perfección, para llegar a ser perfectos físicamente y ser completamente a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo. Así es como obtendremos esa segunda parte del Programa de Redención, en donde recibiremos la Redención del cuerpo.
Por eso es tan importante la predicación del Evangelio de la Gracia, y sobre todo que no se le añada ni se le quite, porque el que le añada o le quite lo hace inefectivo para las personas que lo escuchen, y también lo hace inefectivo para la misma persona; porque no podrán ser transformadas las personas que escuchen a la tal persona que le añada o le quite, y tampoco esa persona podrá ser transformada, porque ha hecho inefectiva esa Palabra revelada para este tiempo final; y será responsable de las personas que haya afectado también.
Ahora vean ustedes, así como sucedió en cada edad: encontramos por ejemplo en el tiempo de Lutero, que la predicación de Lutero fue: “El justo por la fe vivirá.” Fue la etapa de Justificación. No hubo otro Mensaje para ese tiempo, que pudiera llevar a cabo la Obra de Justificación; fue ese Mensaje de Dios dado a Lutero, el cual fue proclamado por Lutero. Cualquier persona que le añadiera o le quitara a ese Mensaje, invalidaría esa Obra de Justificación para los creyentes en Cristo de su tiempo.
Luego vino la otra etapa, la etapa de Wesley allá en Inglaterra, y de ahí se extendió a otras naciones; fue la etapa de Santificación. Encontramos que esa Obra de Santificación no podía ser llevada a cabo, excepto por medio del Mensaje que Dios le dio a John Wesley. Cualquier persona que le quitara o le añadiera invalidaría esa Palabra revelada para ese tiempo, y por consiguiente la Santificación no se efectuaría en esas personas.
Luego vino la Obra o el Mensaje para la séptima edad, para la restauración de los dones, y el Mensaje vino en la séptima edad. El Mensaje de Lutero no podía hacer eso, ni el Mensaje de Wesley tampoco; tenía que ser el Mensaje correspondiente a la séptima edad de la Iglesia, representada en la Iglesia de Laodicea.
Esas son Obras del Espíritu Santo: la Obra de la Justificación, la Obra de Santificación, la Obra del Bautismo del Espíritu Santo restaurando los dones en Su Iglesia, en la séptima edad de la Iglesia. Y ahora, para este tiempo final, la Obra que Dios ha prometido realizar es la Obra de perfección, de perfeccionarnos, de darnos un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado como el de Jesucristo, o sea, es la Obra de la Redención del cuerpo, bajo la Obra de Jesucristo como León de la Tribu de Judá, como Rey de Reyes y Señor de Señores, en Su Obra de Reclamo.
Por eso surge el Mensaje del Evangelio del Reino, que es la Voz de Cristo para el tiempo final. Así como el Mensaje de Lutero fue la Voz de Cristo para la quinta Edad, el Mensaje de Wesley fue la Voz de Cristo para la sexta edad, y el Mensaje de Dios dado al Rvdo. William Branham, fue el Mensaje de Dios para la séptima edad.
Y ahora, el Mensaje de Dios para la Edad de la Piedra Angular es el Evangelio del Reino, para prepararnos y llevarnos a la perfección, a la transformación de nuestros cuerpos. Por eso la predicación del Evangelio del Reino es la lluvia tardía de la enseñanza de la Segunda Venida de Cristo, cayendo sobre el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, para recibir la fe para ser transformados y raptados, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso la lluvia tardía es la fe de Rapto, es la lluvia de la enseñanza que nos da la revelación de la Segunda Venida de Cristo, la revelación que nos transformará y nos llevará con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero.
Fe es revelación. La Iglesia estaría esperando la fe de Rapto, o sea, la revelación de Rapto, la revelación para ser transformados y raptados, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo, como León de la Tribu de Judá, como Rey de Reyes y Señor de Señores, en Su Obra de Reclamo, el cual con un Nombre Nuevo será que cumplirá todo Su Programa para este tiempo final, para la restauración de cada hijo e hija de Dios escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Siendo que la Iglesia del Señor Jesucristo está representada en el templo que construyó Salomón, y el tabernáculo que construyó el Profeta Moisés, encontramos que la Iglesia ha estado pasando por sus diferentes etapas, así como el templo tiene diferente partes: atrio, lugar santo y lugar santísimo.
Los santos del Antiguo Testamento, desde Adán hasta Jesús, vivieron en la parte del Atrio del Templo de Dios, del Templo de Cristo. Por eso el salmista decía: AQue esté yo en los atrios de la Casa de Jehová. Y anhelaba estar en los atrios de la Casa de Dios. Luego los del Nuevo Testamento, de Cristo hasta el Rvdo. William Branham vivieron en la parte del Lugar Santo de la Casa de Dios. Por eso la Iglesia está representada en el candelabro con sus siete lámparas y sus siete mechas encendidas en fuego, que son las siete etapas o edades de la Iglesia y Sus siete Angeles Mensajeros encendidos con el fuego del Espíritu Santo.
Y luego, los que vivimos en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, estamos viviendo en el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, para llegar a la perfección; y aunque alguno de los nuestros parta a la sexta dimensión, regresará a nuestra Edad con un cuerpo glorificado cuando sea resucitado.
Ahora, podemos ver que estamos en un tiempo muy importante en el Programa de Dios, estamos en la parte del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, para llegar a la perfección. Es ahí, en el Lugar Santísimo, donde los escogidos del Cuerpo Místico de Cristo llegarán a la perfección, obtendrán un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado; y así llegaremos a la perfección y seremos entonces físicamente inmortales también, como lo somos en nuestro interior.
Somos inmortales, porque hemos recibido a Cristo y hemos recibido Su Espíritu, y hemos nacido de nuevo y hemos recibido un cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Seremos inmortales físicamente también cuando obtengamos el cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, para lo cual necesitamos la fe para ser transformados y raptados, que es la fe, la revelación, del Séptimo Sello: la revelación de la Segunda Venida de Cristo, viniendo esa revelación como la lluvia tardía de la enseñanza del Evangelio del Reino, que contiene la revelación divina de la Segunda Venida de Cristo, para llegar a la perfección.
Y para poder llegar a la perfección se requiere el Mensaje del Evangelio del Reino, que es el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular, el cual es el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, llamando y juntando a todos los escogidos de Dios.
Ahora, podemos ver porqué es tan importante no quitarle ni añadirle a la Palabra revelada de Dios para la Edad de la Piedra Angular: porque el que le quite o le añada, ni podrá ser transformada esa persona ni los que le escuchen tampoco podrán ser transformados; y tendrá que responder por esas personas también, que ha desviado de la revelación genuina de la Palabra de Dios para nuestro tiempo.
Por eso para este tiempo Dios nos ha permitido tener un adelanto científico en el cual tenemos todo grabado en cintas magnetofónicas, en videos, y también todo impreso en folletos, para que así no sea alterada la revelación de Dios para nuestro tiempo, y las personas puedan obtener tal y como fue dada la revelación de Dios para nuestro tiempo, para ser preparados para nuestra transformación.
Así que, podemos ver el porqué es tan importante para este tiempo hacer que llegue al pueblo la revelación divina como ha sido dada para la Iglesia del Señor Jesucristo. Y con ese Mensaje revelado que está en folletos, en videos y en cintas magnetofónicas, llevándolo por todos los lugares y siendo escuchado ese Mensaje tal y como fue dado, producirá el llamado y recogimiento de los escogidos del Día Postrero, y producirá también la transformación de nuestros cuerpos y la resurrección de los muertos en Cristo. No hay otra revelación prometida para dar a conocer estas cosas y para producir estas cosas que están prometidas para la Iglesia de Jesucristo para este tiempo final.
Con este Mensaje revelado para este tiempo es que la Iglesia del Señor Jesucristo evangeliza, los ministros evangelizan, y cada persona como individuo evangeliza también, llevando el Mensaje a otras personas. Y la Obra la hace Dios, la hace Cristo con esa Palabra revelada para este tiempo final. Es un Mensaje que va directamente al alma de las personas.
Por lo tanto, evangelicemos, llevando el Mensaje tal y como ha sido dado en videos, en cintas magnetofónicas y en folletos también; y el Espíritu Santo con ese Mensaje realizará la Obra que El ha prometido para este tiempo final. El no tiene otro Mensaje para hacer la Obra que El ha prometido para este tiempo final; por lo tanto, seamos fieles a Cristo y a Su Palabra, sin añadirle ni quitarle a la Palabra revelada correspondiente a este tiempo final.
Y evangelicemos, porque esta es una de la responsabilidades de la Iglesia del Señor Jesucristo, de cada ministro y de cada persona como individuo, o sea, cada creyente. Y esta es la visión también del Angel del Señor Jesucristo y esta es la visión también del Espíritu Santo en este tiempo final, obrando en medio de Su Iglesia y obrando en este planeta tierra. Y así la evangelización del Día Postrero será realizada y obtendrá los resultados prometidos por Cristo para este tiempo final, en medio de Su Iglesia; y llegará la evangelización del Día Postrero con el Mensaje del Día Postrero, el Mensaje del Evangelio del Reino, llegará hasta Israel también, y cosechará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, escogidos escritos en el Cielo.
Y ahora, hemos visto lo que es la evangelización del Día Postrero, la evangelización de la Edad de la Piedra Angular, la evangelización en la Dispensación del Reino, en donde el Espíritu Santo tiene una misión: La evangelización con el Mensaje del Día Postrero.
Y la Iglesia del Señor Jesucristo tiene una misión: la misión de llevar el Mensaje, evangelizando, y llevar así el Mensaje del Evangelio del Reino. Cada ministro tiene la misma misión y cada cristiano tiene la misma misión, para que se complete así el número de los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Y con ese Mensaje será evangelizado también el pueblo hebreo y el mundo entero.
Durante el Reino Milenial se evangelizará también y la Tierra será llena del conocimiento de la Gloria de Jehová como las aguas cubren el mar, conforme a Habacuc, capítulo 2, verso 14, e Isaías, capítulo 11, verso 9. Y así serán llenos del conocimiento de la Gloria de Jehová manifestada en Su Segunda Venida en el Día Postrero, como León de la Tribu de Judá, como Rey de Reyes en Su Obra de Reclamo. Toda esta revelación es dada a la humanidad en el Reino Milenial, pero todo comienza en este tiempo final en el cual nosotros estamos viviendo.
Así que, en la evangelización del Día Postrero, evangelicemos con el Mensaje correspondiente al Día Postrero para evangelizar. Otro Mensaje no podrá hacer la Obra que Dios ha prometido hacer para este tiempo final; con otro Mensaje Dios no puede hacer la Obra correspondiente al Día Postrero.
AY enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos. (Nota -San Mateo 24:31). Con esa Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino es que se evangeliza en este tiempo final, y son llamados y juntados los escogidos del Día Postrero.
Y hasta que nosotros seamos transformados todos, se está llevando el Mensaje del Evangelio del Reino y está Cristo llamando y juntando a Sus escogidos.
Después que seamos transformados, todos en el Cuerpo Místico de Cristo, entonces Dios llamará al resto de las personas, las vírgenes fatuas y también al pueblo hebreo. Pero mientras no estemos transformados entonces El está llamando escogidos, con el Mensaje del Evangelio del Reino; porque El todavía está en el Trono de Intercesión en el Cielo.
El Rvdo. William Branham dice que cuando entre el último, entonces El se levanta del Trono de Intercesión; por lo tanto, mientras El no se haya levantado del Trono de Intercesión, El está llamando y juntando a Sus escogidos en Su Cuerpo Místico de Creyentes, en la Edad de la Piedra Angular; por lo tanto, los que estarán entrando los miramos como escogidos de Dios del Cuerpo Místico de Cristo; porque de otra forma ya se habría levantado del Trono de Intercesión nuestro amado Señor Jesucristo.
Así que, oremos a Dios y llevemos el Mensaje del Evangelio del Reino tal y como está siendo dado por Cristo a nosotros, y El hará la Obra de llamar y juntar a Sus escogidos y prepararnos, y producir el nuevo nacimiento en los que El llame; y para este tiempo final nos transformará. Todo eso es la Obra que El ha prometido realizar en este tiempo final.
Hay también personas de los que ya han sido llamados y han venido, que no han nacido de nuevo, pero nacerán de nuevo, porque sus nombres están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.
Así que, con nuestra mente puesta en el Programa de Cristo, llevemos el Evangelio del Reino por todos los lugares, y así evangelicemos en este tiempo final. Así está en el Programa Divino establecido que sería la evangelización del Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular. Es un misterio, pero ya ha sido abierto para todos nosotros.
Así que, adelante evangelizando en este Día Postrero, y estableciendo congregaciones en todos los lugares donde sea necesario. Y que se llene toda la América Latina y el Caribe de congregaciones donde los escogidos de Dios se reúnan, para adorar a Dios y escuchar Su Palabra, y se levanten cada día más ministros para ministrar en el Cuerpo Místico de Cristo, y tenerles el Alimento Espiritual a tiempo, y evangelizar con sus congregaciones, evangelizar por todos los lugares de su comunidad, de su ciudad y de su nación; y así se cumpla la Obra de Cristo de la evangelización con el Evangelio del Reino en el Día Postrero en toda la América Latina y el Caribe, y también en Norteamérica, en las partes donde Dios tenga ya programado, y en otras naciones también.
Así que, adelante en la evangelización del Día Postrero con el Evangelio del Reino de Dios.
Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes ministros y colaboradores, y sobre ti Miguel, y sobre Julio, Moisés y todos los colaboradores que están reunidos en esta mañana, colaboradores aquí en La Carpa. Y que Dios les use grandemente en Su Obra en este tiempo final.
Y a ti Miguel también y a todos los ministros de toda la América Latina y el Caribe y a sus colaboradores también, y a todos los que en una forma o en otra forma trabajan en la Obra de Cristo en las diferentes formas y en las diferentes cosas que se hacen en la Obra de Dios: en la imprenta, en grabaciones de videos y de cintas magnetofónicas, y en viajes misioneros, y en actividades, campañas en diferentes lugares. Que Dios los use grandemente en todas las labores del Cuerpo Místico de Cristo en este tiempo final, a ti Miguel con todos los ministros que están reunidos ahí y en toda la América Latina y el Caribe, y todos los colaborares también.
Que Dios les bendiga, les guarde y les use grandemente en Su Obra. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Muchas gracias Miguel, y que Dios te bendiga grandemente y ya paso ya la línea telefónica. Que Dios te bendiga y adelante Miguel.
"LA EVANGELIZACIÓN DEL DÍA POSTRERO".