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La Obra de la Luz	2000-11-19	2		Asunción	Asunción	PY	01:20:59	true

Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través de Internet y demás medios de comunicación. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y resplandezca sobre nosotros Su Luz, y nos deje entender todo Su Programa correspondiente a este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Para esta ocasión leemos en Génesis, capítulo 1, versos 2 al 3... capítulo 1, vamos a leer capítulo 1, verso 3 al 5 mejor, donde dice:

“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.

Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.

Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

“LA OBRA DE LA LUZ.”

En este primer día, lo cual es delante de Dios un día, y para el ser humano son mil años, encontramos que Dios habló a existencia la luz, porque en este planeta Tierra todo estaba desordenado y vacío, y las tinieblas cubrían la Tierra, como dice aquí en el Génesis, capítulo 1, verso 1 al 2, donde dice:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.”

Este planeta Tierra estaba en tinieblas, en oscuridad, y Dios habló Su Palabra creadora para que la luz del sol penetrara en este planeta Tierra. Y con esa Palabra creadora hablada, encontramos que se despejó toda esa tiniebla, porque la luz entró por medio de esa Palabra que fue hablada, al ser cumplida hubo luz, y la luz hace que las tinieblas desaparezcan; a lo que le tiene miedo las tinieblas es ¿a qué? A la luz. Por eso el reino de las tinieblas, el reino del diablo le tiene miedo al Reino de Jesucristo, que es el Reino de Luz.

Y ahora, Jesucristo con Su Reino hará desaparecer el reino de las tinieblas, el reino del maligno.

Ahora, encontramos que aquí en este pasaje, cuando el mundo estaba desordenado y vacío y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas, vean ustedes, el Espíritu Santo está llevando a cabo una Obra para traer luz a este planeta Tierra; y trae luz a este planeta Tierra y separa las tinieblas de la luz; y a las tinieblas llamó “noche,” y a la luz, al tiempo de luz, llamó “día.”

Ahora, miren ustedes, a través de todos los días, encontramos cómo hay noche sobre la raza humana, y luego hay día. Noche que es tinieblas y día que es luz del sol; esto se repite día tras día para los seres humanos.

Y ahora, en el campo espiritual Dios tiene días espirituales, que son edades por las cuales pasa Su pueblo, el pueblo hebreo, y también Su Iglesia, en donde hay oscuridad y tinieblas, pero Dios envía Su Luz manifestada en el Mensajero de cada tiempo, y ahí surge la Luz para esa edad, y desaparecen las tinieblas, porque hay Luz en esa edad.

Ahora, durante las siete etapas de la Iglesia, por cuanto la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado viviendo durante estas siete etapas, desde los tiempos de los Apóstoles hasta este tiempo final, ha estado viviendo en etapas correspondientes a la noche, porque este mundo ha estado viviendo en el tiempo de la noche; pues este mundo ha estado viviendo bajo el gobierno, el reino, del príncipe de las tinieblas, por lo tanto ha estado viviendo en tinieblas y oscuridad la humanidad.

Pero para los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, en medio de la noche ha resplandecido la Luz de Cristo a través del Mensajero de cada edad, en él se ha hecho carne la porción de la Palabra correspondiente a cada edad, y así ha venido la Luz en medio de las tinieblas, durante las siete etapas o edades de la Iglesia. Por eso esos Angeles Mensajeros son señalados como estrellas, porque a través de ellos ha resplandecido la Luz de Cristo en medio de la Iglesia; como sucedía en el lugar santo, en donde eran encendidas las lámparas del candelero o candelabro, y alumbraban en el lugar santo.

Durante estas siete etapas o edades, el mundo cristiano ha estado viviendo en la etapa del Lugar Santo del Templo Espiritual de Cristo, el Templo Espiritual de Cristo es la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, vean lo que dice el Rvdo. William Branham en el Mensaje de “Las Siete Edades de la Iglesia,” página 265, dice:

“... ‘Y le daré la estrella de la mañana.’

‘Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.’ Apocalipsis 22:16.

‘... hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.’ 2 Pedro 1:19.”

Es en el tiempo de la mañana en donde el lucero de la mañana sale en nuestros corazones. Durante las siete edades, el Lucero de la mañana, que es Cristo, no podía salir; fue la estrella correspondiente al Mensajero de cada edad. Pero para el Día Postrero la promesa es en el capítulo 2, verso 17 de Apocalipsis:

“Al que venciere, yo le daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”

Esa Piedrecita blanca es Cristo en Su Segunda Venida, con un Nombre Nuevo, y la promesa es que Lo recibirá el Vencedor, recibirá a Cristo en Su Segunda Venida con un Nombre Nuevo. También recibe Maná Escondido, que es la revelación del Séptimo Sello, la revelación de la Segunda Venida de Cristo. Y en Apocalipsis, capítulo 2, verso 26 al 28, tenemos la promesa aquí dada por Cristo para el Vencedor, que dice:

“Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin (¿hasta cuándo? Hasta el fin, y estamos en el tiempo del fin), yo le daré autoridad sobre las naciones,

y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero;

como yo también la he recibido de mi Padre.”

Como Cristo ha recibido del Padre esa autoridad, cuando ascendió al Cielo victorioso, se sentó en el Trono de Dios, Cristo dará así también al Vencedor autoridad sobre las naciones. Por eso es que dice también: “Al que venciere, Yo le daré que se siente conmigo en mi Trono, así como Yo he vencido y me he sentado con mi Padre en Su Trono.” (Apocalipsis, capítulo 3, verso 21).

Y sigue diciendo:

“...y le daré la estrella de la mañana.”

‘Le daré la estrella de la mañana.’ Ese Vencedor tendrá la Estrella de la mañana, y por consiguiente la Estrella de la mañana resplandecerá en él y a través de él.

Y ahora, vamos a ver lo qué es y quién es la Estrella resplandeciente de la mañana. Apocalipsis, 22, verso 16, dice:

“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”

La promesa: “Al que venciere, Yo le daré la Estrella de la mañana,” es más grande de lo que nosotros nos podemos imaginar, porque el vencedor del Día Postrero estará recibiendo la Estrella resplandeciente de la mañana, que es Cristo en Su Segunda Venida con un Nombre Nuevo. Y esa Estrella resplandeciente de la mañana es la piedrecita blanca con un Nombre Nuevo.

Y ahora, podemos ver que la bendición es más grande de lo que a simple vista se podía ver. Por lo tanto, Cristo, la Estrella resplandeciente de la mañana, estará resplandeciendo por medio del Vencedor que lo recibirá en el Día Postrero, y lo recibirá con un Nombre Nuevo. A través de ese Vencedor, Cristo, la Estrella resplandeciente de la mañana, resplandecerá, y nos hablará el Mensaje de introducción a un nuevo Día dispensacional.

Como la estrella de la mañana cuando ya comienza a esclarecer y comienza a verse por el este un resplandor, aunque no se ve el sol, pero sin embargo ya está rayando el alba, y se ve la estrella de la mañana, y cada persona dice: “Ya está rayando el alba, ya está comenzando a amanecer, veo la estrella de la mañana y veo también un resplandor, una luz por el este que está comenzando a resplandecer, comenzando a alumbrar; y veo que a medida que pasan los minutos, él, esa luz, alumbra más.” ¿Qué es? El sol naciente que comienza a levantarse por el este, y aunque la gente no lo ve, su luz comienza a resplandecer, es la luz del este.

Y cuando, Cristo, la Luz del mundo, fue a Zabulón y Neftalí, ‘en donde el pueblo asentado en tinieblas vio gran Luz, y los asentados en sombra de muerte luz les resplandeció.’ Cuando eso se cumplió, fue Cristo en medio de ellos predicando, pues Cristo es la Luz del mundo. Cristo, la Luz del mundo, el Angel del Pacto, el Verbo hecho carne en medio del pueblo hebreo, predicando en medio de ellos en el cumplimiento de Su Primera Venida.

Y la Luz del este, antes de estar en el este, ¿dónde está? En el oeste. Del oeste es que va para el este la Luz del mundo, Cristo, en Su Segunda Venida. Así como Cristo en Su Primera Venida vino del este hacia el oeste, hacia los gentiles. Y para ir de regreso de los gentiles a los hebreos, vean ustedes, es la Luz que estará en el oeste, Cristo viniendo en el Día Postrero en Espíritu Santo a Su Angel Mensajero, y eso es la Estrella de la mañana viniendo al Vencedor, y el Vencedor recibiendo a Cristo en Espíritu Santo en el Día Postrero con un Nombre Nuevo.

Y Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo resplandeciendo a través de Su Angel Mensajero en el Día Postrero, resplandeciendo como la Estrella resplandeciente de la mañana. Pero el Angel del Señor Jesucristo no es el Señor Jesucristo, él solamente es el Instrumento de Cristo, para Cristo manifestarse en este tiempo final; así como Cristo se manifestó en cada Angel Mensajero, y cada Angel Mensajero fue la estrella de su edad, el Mensajero de su edad. Por eso Cristo tiene en Su diestra esas siete estrellas, que son esos siete Angeles Mensajeros.

Pero vean ustedes, cuando pensábamos que se habían acabado los Mensajeros, las estrellas, hay una Estrella mayor, la Estrella resplandeciente de la mañana, la cual está prometida para ser dada al Vencedor del Día Postrero, para resplandecer (esa Estrella resplandeciente de la mañana) a través del Vencedor del Día Postrero, resplandecer con un Nombre Nuevo, y anunciar que un nuevo día dispensacional está naciendo; se está entrelazando un nuevo día dispensacional, y un nuevo día milenial también se está entrelazando con el último año del segundo milenio de Cristo hacia acá, que es también el sexto milenio de Adán hacia acá.

Y ahora, se está entrelazando un nuevo día milenial, el Séptimo Milenio, que es el Tercer Milenio también de Cristo hacia acá, pero Séptimo Milenio de Adán hacia acá, se está entrelazando con el sexto milenio. Es un entrelace milenial, entrelace de milenios, y es un entrelace también de siglos. El siglo XXI en este tiempo se entrelaza con el siglo XX, y así se lleva a cabo un entrelace en el Programa Divino, y se entrelaza la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia, y se entrelaza la Edad de la Piedra Angular, con la séptima edad de la Iglesia.

Así podemos ver que estamos viviendo en un tiempo de entrelace, un tiempo en donde la Luz del Día Postrero, Cristo, la Luz del Día Postrero resplandeciendo en la Edad de la Piedra Angular, está llevando a cabo una Obra muy importante, la cual está prometida a través de todas las Escrituras.

Y así como fueron llamados y juntados los escogidos de cada edad, por la manifestación de Cristo, la Luz del mundo a través del Mensajero de cada edad, a través de esa estrella que resplandeció en la noche de las siete etapas o edades de la Iglesia, y llamó y juntó a los escogidos en cada una de esas edades; para este tiempo final, en este tiempo en donde está rayando el alba, y el Lucero de la mañana está saliendo en nuestros corazones, y un nuevo día está amaneciendo, está rayando, hasta que el día se haga perfecto, hasta que el día esclarezca y el Lucero de la mañana salga en nuestros corazones, dice Segunda de Pedro, capítulo 1, verso 19: “Hasta que el día esclarezca y el Lucero de la mañana salga en vuestros corazones.

El Lucero de la mañana es Cristo, y el día esclareciendo es un nuevo Día dispensacional, y es un nuevo milenio, en donde el Reino de Jesucristo será establecido, y en donde la humanidad ya no vivirá en un tiempo de oscuridad espiritual, de noche espiritual, si no que vivirá en un tiempo de día, en donde la Tierra será llena del conocimiento de la Gloria de Jehová como las aguas cubren el mar, conforme a Habacuc, capítulo2, verso 14, e Isaías, capítulo 11, verso 9. Así será en el glorioso Reino Milenial de Cristo.

Y ya no tendremos en el Reino Milenial este orden que hay en la actualidad en este mundo entre los gentiles, y también entre los hebreos, sino que estará el orden del Reino de Dios. Y por consiguiente toda enseñanza y toda política, y toda economía y toda agricultura, y todo lo que se haga en el Reino Milenial será de acuerdo a las leyes del Reino de Dios.

Cristo dijo, enseñándole a orar a Sus discípulos... les enseñó a orar, y una de las cosas que les dijo fue que dijeran: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad, como en el Cielo aquí en la Tierra.” Y en el Reino Milenial se estará haciendo la Voluntad de Dios en la Tierra como se hace en el Cielo, porque será el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo, y por consiguiente las leyes celestiales, las leyes divinas serán establecidas en la Tierra por nuestro amado Señor Jesucristo, el cual es el Rey de ese glorioso Reino Milenial, y nosotros Reyes con Cristo, para reinar por el Milenio y después por toda la eternidad.

Ahora, la Luz del Día Postrero manifestándose en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, lleva a cabo una Obra que nos coloca en la Edad de la Piedra Angular, y nos coloca en la Dispensación del Reino, y nos prepara para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; porque con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, que es la Trompeta Final o Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15 en adelante, son llamados y juntados todos los escogidos de Dios, conforme a como profetizó Cristo en San Mateo, 24, verso 31, cuando dijo:

“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”

La forma para ser llamados y juntados los escogidos, ya está establecida por Cristo en Su Palabra.

“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”

Esa es la forma en que son llamados y juntados los escogidos de entre los gentiles, del Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, y esa es la misma forma en que serán llamados y juntados los escogidos del pueblo hebreo, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Por eso el Angel que sube de donde nace el sol, en Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, el cual viene con el Sello del Dios vivo, viene para llamar y juntar y sellar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu. Este es el Angel del Señor Jesucristo que viene con el Sello del Dios vivo, o sea, con el Espíritu Santo en él manifestado, para llevar a cabo la Obra del Día Postrero; por lo tanto es la Obra del Espíritu Santo por medio de Su Angel Mensajero.

Y así es que Cristo llevará a cabo la Obra del Día Postrero, en donde llamará y juntará a Sus escogidos, de Su Cuerpo Místico de creyentes, los juntará en la Edad de la Piedra Angular, y los preparará para ser transformados y raptados, y luego también llamará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu.

En Apocalipsis, capítulo 14, verso 1 en adelante, ya encontramos los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, llamados, juntados y sellados en sus frentes. Dice en Apocalipsis, capítulo 14, verso 1:

“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.”

O sea, que ya aquí en este capítulo se encuentran llamados y juntados, y sellados en sus frentes, y se encuentran en pie sobre el Monte de Sion, se encuentran en la parte alta del Cuerpo Místico de Cristo, se encuentran en la Edad de la Piedra Angular. No son llamados para estar bajo la Ley, sino para estar en el Reino de Jesucristo, y esos son los siervos que servirán a Cristo y a Su Iglesia en el Reino Milenial. Ellos durante la gran tribulación serán martirizados, la bestia los martirizará, los matará, pero resucitarán al final de la gran tribulación, para estar en el Glorioso Reino Milenial de Cristo.

Vean cómo sigue diciendo:

“Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas.

Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.”

O sea, que el cántico nuevo lo aprenden esos ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. En Apocalipsis, capítulo 15, también nos dice... en el capítulo 15, verso 1 al 5, dice:

“Vi en el cielo otra señal, grande y admirable: siete ángeles que tenían las siete plagas postreras; porque en ellas se consumaba la ira de Dios.

Vi también como un mar de vidrio mezclado con fuego; y a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su imagen, y su marca y el número de su nombre, en pie sobre el mar de vidrio, con las arpas de Dios.

Y cantaban el cántico de Moisés siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus caminos, Rey de los santos.

¿Quien no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? Pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te adorarán, porque tus juicios se han manifestado.”

Vean ustedes cómo éstos que están sobre el mar de vidrio, los cuales son los que pasan por la gran tribulación, reconocen que los juicios de Dios se han manifestado y son juicios verdaderos, o sea, que la raza humana se merecía esos juicios que estarán manifestándose en el planeta Tierra.

También aquí en el capítulo 7, verso 9 en adelante, encontramos esa gran multitud que nadie podía contar, los cuales son personas que han creído en Cristo como Su Salvador, pero no obtuvieron el nuevo nacimiento, no llegaron hasta obtener el nuevo nacimiento, y por consiguiente son las vírgenes insensatas que no tenían aceite en sus lámparas, las cuales tienen que pasar por la gran tribulación, y serán masacradas y serán matadas durante la gran tribulación por el anticristo, la bestia.

Dice, capítulo 7, verso 9 en adelante:

“Después de esto miré (o sea, después de los ciento cuarenta y cuatro mil que fueron llamados y juntados)...

Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;

y clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.

Y todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,

diciendo: Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos. Amén.

Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son, y de dónde han venido?

Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.

Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos.

Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno;

porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos.”

Estos son los que pasan por la gran tribulación porque no tenían aceite en sus lámparas, o sea, no tenían el bautismo del Espíritu Santo, y por consiguiente no habían nacido de nuevo en el Cuerpo Místico de Cristo. Por lo tanto tienen que pasar por la gran tribulación, pero darán sus vidas por Cristo durante la gran tribulación.

El Rvdo. William Branham hablando acerca de esa multitud que nadie podía contar, dice que salen bajo Moisés y Elías. Es que no hay otro ministerio, después del ministerio del séptimo Angel Mensajero no hay otro ministerio para los hebreos y para los gentiles, sino el ministerio de Cristo por medio de Su Angel Mensajero, operando los ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús.

Y con ese Angel Mensajero será que Cristo obrará para beneficio de esos escogidos, para ser llamados y juntados con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, y ser colocados en la Edad de la Piedra Angular, en el Cuerpo Místico de Cristo, y ser preparados para ser transformados. Y luego usará ese mismo ministerio, esos mismos ministerios en el Angel del Señor Jesucristo, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.

Ese mismo ministerio será el que obrará también en favor de las vírgenes fatuas o insensatas. Por eso el Rvdo. William Branham cuando nos habla de la Tercera Etapa, nos dice que será para los perdidos, pero también será para la Iglesia (o sea, las vírgenes fatuas), y será también para la Novia.

Para la Novia es para llamar y juntar los escogidos del Día Postrero, en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular; para las vírgenes fatuas es para darles testimonio, para que así no se aparten de Cristo y no acepten la marca de la bestia; para los ciento cuarenta y cuatro mil, es para llamarlos y juntarlos con la Gran Voz de Trompeta, y colocarlos en el Reino de Dios. Y para el mundo, es un ministerio para condenación, para dar testimonio de todas estas cosas, y decirle al mundo que ya el tiempo de Redención para los seres humanos se acabó. Y el que no aceptó a Cristo como su Salvador en el tiempo correspondiente, ya no tiene tiempo.

Para el mundo será terrible ese momento, que desde ya, se está ya acercando. Bajo esa manifestación, en donde se estará manifestando para el mundo, también para las vírgenes fatuas y para el pueblo hebreo. Para ese tiempo, ese ministerio que opera por el Espíritu Santo en el Angel del Señor Jesucristo, en favor de la Iglesia del Señor Jesucristo, estará mostrando grandes maravillas y señales; pero eso es para ese momento en específico.

Por eso, hasta que no llegue ese momento el Angel del Señor Jesucristo no estará teniendo actividades para orar por los enfermos, para que ocurran milagros. Aunque siempre ocurrirán milagros, pero no será porque estará dando campañas para orar por los enfermos.

Ahora, miren lo que dice el Rvdo. William Branham... recuerden que ésta hecha la promesa de parte de Dios por medio del Rvdo. William Branham que la Tercera Etapa estará manifestada plenamente en el cumplimiento de la Visión de la Carpa, donde fueron vistos milagros y maravillas nunca antes vistos; pero eso será para el tiempo cuando llegue la apretura.

Vamos a ver en la página 136 del libro de “Citas,” donde dice en el párrafo 1208:

“¿La Novia antes de que venga Jesús, ella tendrá todo poder de Espíritu Santo para hacer milagros, levantar muertos, y así sucesivamente como en la lluvia tardía... Y es esta lluvia tardía para los 144,000 judíos? (Es una pregunta que le hacen al Rvdo. William Branham) ¿Tendrán todos los ministros esto, y estamos sólo esperando la venida? Ahora (ahora el Hno. Branham, como le hacen una pregunta, una pregunta como más de triple. El dice:)...Ahora, lluvia tardía, 144,000 judíos, no, eso es cuando Elías y Moisés... allí es donde los milagros, tienen lugar.”

¿Ven? Por lo tanto los milagros vistos en la Visión de la Carpa, toman lugar bajo el ministerio de Moisés y Elías.

“La cosa que la gente ha estado buscando, los Pentecostales por milagros, pero donde eso tendrá lugar será bajo Elías y Moisés. Sólo debemos de esperar la Venida del Señor. Sólo esperen, guarden sus lámparas aderezadas, todas llenas completamente de aceite. Oren cada hora, no cada día, cada hora. Sólo guárdense listos; estén listos, sean dulces y vigilantes.”

Y ahora, pasamos a la página 138 de este libro de “Citas,” párrafo 1236, donde dice:

“Y entonces El enviará sus ángeles, y juntará sus elegidos de los cuatro vientos, desde el cabo de la tierra hasta el cabo del cielo. Esto está hablando de la resurrección, el arrebatamiento, subiendo. El enviará Sus ángeles para juntar. ¿Ustedes alguna vez pensaron que son los ángeles? Mensajeros El los juntará, los congregará juntos (¿Ven?), trayéndolos, juntándolos de las partes extremas de la tierra a las partes extremas del cielo, la Palabra que fue y ha sido hecho manifiesta en la tierra. ¿Ven? ¿Lo captan? la Palabra ha sido hablada; aquí se manifiesta.”

Y ahora, pasamos a la página 141, donde dice en el párrafo 1260, dice:

“El no podía depender de alguna cierta iglesia para separarlos, sea la iglesia metodista o la Bautista o los Pentecostales para separarlos. El dijo que envía El Sus ángeles para separarlos. Un ángel viene para traer la separación, la segregación entre lo cierto y lo erróneo, y nadie puede hacer eso sino el ángel del Señor. El es el que va a decir cuál es cierto y cuál es erróneo. Dios dijo que El enviará Sus ángeles en el último tiempo... no ángeles abajo por aquí (o sea, no Angeles allá en las siete edades), sino ángeles en el último tiempo... y reuniría. Sabemos que esto es en el tiempo venidero de la cosecha ahora. Ahora un ángel es en realidad, interpretado, un mensajero, y vemos que hay siete ángeles de las siete iglesias... y no ahora, a través de las edades de la iglesia.”

Y ahora, cuando dice: “Y enviará a Sus Angeles con Gran Voz de Trompeta,” no son los Angeles de las siete edades, sino que es la Venida del Angel del Pacto, del Angel de Jehová, manifestado en el Angel Mensajero del Señor Jesucristo, para llamar y juntar Sus escogidos con Gran Voz de Trompeta, la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Y así es como surge el llamado para los escogidos del Día Postrero, para ser llamados y juntados en la Edad de la Piedra Angular, y ser preparados para ser transformados, y luego surgirá el llamado para los escogidos del pueblo hebreo, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.

Pasamos a la página... vamos a ver... pasamos a la página 119, donde dice... aquí hay mucho para leer, pero vamos a ver cómo leemos un poquito aquí [párrafo 1057 —Editor]:

“...cuando venga ese tiempo (La apretura), entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente, manifestado en su poder absoluto.”

Lo que vimos manifestado en el Rvdo. William Branham, en donde él habló la Palabra creadora y detuvo aquella tormenta, y donde habló la Palabra creadora en otra ocasión, y resucitó un pececito que llevaba como media hora de muerto sobre el agua. Ese pececito representa a los muertos en Cristo, y principalmente los muertos en Cristo de este tiempo final; pero también cubre a todos los muertos en Cristo de las edades pasadas que serán resucitados por nuestro amado Señor Jesucristo.

La tormenta siendo detenida por la Palabra creadora siendo hablada por el Rvdo. William Branham, la cual Dios colocó en la boca suya, representa poder y autoridad y dominio sobre la naturaleza. Por eso es que los ministerios de Moisés y Elías en Apocalipsis, capítulo 11, tienen control sobre toda la naturaleza.

Y el Rvdo. William Branham hablando la Palabra creadora colocada por Cristo en su corazón y en su boca, hablando esa Palabra creadora para crear ardillas (en no menos de 6 ocasiones), nos muestra que el poder creador de Dios estará en Su Iglesia, cuando venga la apretura, y creará todo lo que sea necesario en favor de los escogidos de Dios.

Ahora, en lo espiritual, la creación de ardillas siendo ardillas que se comen, nos habla de Alimento Espiritual. Durante las diferentes edades hubo Alimento Espiritual representado en diferentes cosas.

Y ahora, ardillas creadas por Dios, las cuales casó el Rvdo. William Branham y luego las comió, representa el Alimento Espiritual para los escogidos de la Edad de la Piedra Angular.

Y luego, durante el tiempo de apretura, Dios manifestará Su poder creativo, o creador, y podrá crear todo lo que sea necesario en favor de los escogidos de Dios; aun alimento (si es necesario), como lo hizo con el pueblo hebreo dándole maná por 40 años, y dándole carne por 40 años también, y dándole agua también. Y como hizo Cristo cuando multiplicó los panes y los peces en dos ocasiones.

Y como hizo Elías, cuando la mujer sunamita, aquella viuda no tenía alimento en su casa; tenía solamente un puñado de harina y un poco de aceite; pero cuando llegó Elías, Elías había sido enviado por Dios a esa viuda, y Dios le dijo que tenía una viuda que lo alimentaría; y cuando llega, la viuda lo que tenía era un puñado de harina y un poquito de aceite para hacer una torta para ella, y otra para su hijo, y luego se le acabaría todo, y luego esperar la muerte.

Pero cuando llegó Elías, llegó el alimento para esa familia, y multiplicó la harina: “No escaseará la harina de la tinaja, ni menguará el aceite de la botija, hasta el día en que Dios envíe nuevamente sobre la tierra lluvia.” [Primera de Reyes 17:14 —Editor].

Ahora, podemos ver que el alimento para esa viuda venía en Elías. Y el alimento con el cual sería alimentado el Profeta Elías, venía, lo traía el mismo Elías, y se lo iba a preparar esa viuda, venía en la Palabra creadora que Dios había colocado en el Profeta Elías.

También encontramos otros casos similares, en donde Dios por medio de Sus Profetas, trae a existencia cosas que no existían.

Para este tiempo final, en donde se cerrará la Dispensación de la Gracia y se abrirá plenamente la Dispensación del Reino, Dios llevará a cabo una manifestación plena de Su Poder en Su Iglesia, porque él adoptará Su Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes, y adoptará a cada miembro de Su Iglesia del Día Postrero, lo transformará (la Adopción es nuestra transformación), y resucitará a los muertos en Cristo, y esa es la Adopción para ellos: la resurrección en cuerpos eternos; y Cristo tendrá una Iglesia adoptada con Vida Eterna, no solamente espiritual, sino físicamente también.

Y en y por medio de esa Iglesia Jesucristo hará las grandes maravillas y señales que están prometidas para ser manifestadas en este tiempo final, cuando Cristo se haya levantado del Trono del Padre, y haya tomado el Título de Propiedad, y haya reclamado todo lo que El ha redimido con Su Sangre preciosa; y entonces habrá una manifestación plena del poder de Dios en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Ahora, vean ustedes, lo que hemos visto temporalmente manifestado en el Rvdo. William Branham, será manifestado en toda Su plenitud, en el Día Postrero cuando venga la apretura. Porque cuando venga la apretura, Cristo transformará a los escogidos que estarán viviendo, resucitará a los muertos en Cristo, y entonces ya el anticristo no podrá matar a los escogidos de Dios. Y Dios llevará a cabo una manifestación plena en esta Tierra, de Su poder, y así estremecerá este mundo completamente, y luego nos llevará con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.

Ahora, miren cómo dice aquí, el Rvdo. William Branham, dice:

“Ella habla por sí misma (o sea, esta Tercera Etapa hablará por sí misma).”

Esta Tercera Etapa al estar cumpliéndose con esas grandes maravillas y señales en el tiempo de la apretura, estará hablando por sí misma; o sea, ese es el testimonio de que es en la Tercera Etapa: cuando esté manifestada plenamente, eso es cuando ya haya ocurrido la Adopción. Sigue diciendo:

“Pero traté de explicar los otros e hice un error en mi opinión. (Yo no digo que el Señor me dijo esto) Esto será lo que empezará la fe para el rapto para irse. Yo tendré que quedarme callado por un tiempecito. Ahora recuerden; (y tú que estás oyendo esta cinta). Tú vas a ver un cambio en mi ministerio luego. Decayendo... no levantándose, decayendo... Ya estamos en la edad y no puede ir más allá. Tenemos que esperarnos aquí un minuto hasta que esto acontezca acá para alcanzarlo y entonces viene el tiempo y la presión está en un lugar donde tú estás oprimido entonces mira. (Lo que estoy preparando para decirte en estos momentos)... Mire la Tercer etapa entonces, será absolutamente y totalmente para los perdidos, pero será para la Iglesia y la Novia.”

Para los perdidos, para darles testimonio que ya el tiempo de salvación se acabó, el tiempo no será más, el tiempo de Redención; y el que esté sucio ya no tendrá oportunidad de recibir a Cristo para ser lavado en la Sangre de Cristo, porque ya Cristo habrá salido del Trono de Intercesión en el Cielo.

Sigue diciendo que será también para la Iglesia, o sea, para las vírgenes fatuas, en donde las vírgenes fatuas ahí serán impactadas. Y será para la Novia, porque en esa manifestación plena de Dios es que adoptará a Su Angel Mensajero, resucitará a los muertos en Cristo, y transformará a todos los escogidos de este tiempo final; y entonces Cristo tendrá en la Tierra Su Iglesia completa, desde los primeros cristianos hasta los cristianos de este tiempo final, los escogidos de este tiempo final, y los tendrá en cuerpos eternos, inmortales y glorificados, y todos serán a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo, con Vida eterna interior y Vida eterna exterior también. Vida eterna en nuestro cuerpo teofánico, y Vida eterna en el cuerpo glorificado que hemos de tener. Y así todos seremos a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.

Por lo tanto, no habrá limitaciones en cuanto a los que Cristo en Espíritu Santo hará en y por medio de Su Iglesia en este tiempo final, en esa fase de la Tercera Etapa cuando venga la apretura. Cuando venga la apretura habrá una Luz que se llevará a los escogidos, la Luz del Día Postrero, Cristo resplandeciendo en el Día Postrero.

Ahora, hemos visto las cosas grandes que sucederán físicamente cuando venga la apretura. Por lo tanto, cuando venga la apretura no tenga miedo. Dice aquí mismo en la página 119, el párrafo 1054:

“Cuando esta persecución venga, no te asustes; hay una luz que dice que se llevará a Sus hijos. Ella no pasará por la tribulación. Ella nunca lo hará. El dijo que ella no, ella será levantada.”

O sea, la Iglesia Novia de Jesucristo no pasará por la gran tribulación, será llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, porque serán transformados los que estamos vivos (seremos transformados), y los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos eternos. Luego tendrá Cristo Su Iglesia aquí ya con cuerpos transformados de 30 a 40 días, en donde Cristo tendrá una manifestación plena en medio de Su Iglesia, y luego nos llevará con El a la Cena de las Bodas del Cordero.

Cuando estemos transformados entonces veremos a nuestro amado Señor Jesucristo en Su cuerpo glorificado, porque todos tendremos un cuerpo glorificado también.

Ahora, lo más que nos interesa a nosotros es lo que Cristo hará con nosotros; pero con el mundo miren lo qué El hará... en la página 114 del libro de “Citas,” párrafo 1002, dice:

“Y tiene que haber un ministerio que les predique. Pero recuerden, que para ese tiempo ya todo habrá cesado. ¡Es una cosa horrenda! Habrá un ministerio que mostrará grandes maravillas, Joel así lo dijo. Pero no habrá tiempo para la redención.”

No habrá tiempo para las personas decir: “Yo quiero recibir a Cristo como mi Salvador,” y obtener la Misericordia de Cristo, porque ya El no estará en el Trono de Intercesión, ya habrá terminado Su Obra de Intercesión en el Cielo, ya la Obra de Redención para los seres humanos habrá cesado. Y ya El habrá resucitado a los muertos creyentes en El, y nos habrá transformado a nosotros. Sigue diciendo:

“Todo entonces es terminado, porque el Cordero ya habrá tomado su Libro y la redención habrá cesado. Jesús predicó y fue rechazado; luego prosiguió hacia aquellos que estaban encarcelados y no podían arrepentirse (o sea, los que estaban en el infierno).”

Cuando Cristo murió El fue en Espíritu, Su cuerpo teofánico, al infierno, y allí le predicó a las almas encarceladas que estaban en sus cuerpos espirituales; porque el cuerpo espiritual (que es el espíritu) es un cuerpo de otra dimensión. La persona al nacer recibe un cuerpo espiritual, que es su espíritu, es un cuerpo parecido a nuestro cuerpo, pero de otra dimensión, de la quinta dimensión; por eso se requiere nacer de nuevo, para obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, de la dimensión que es el Paraíso; para cuando la persona parta de esta vida terrenal vaya al Paraíso.

Si no ha recibido a Cristo como su Salvador, entonces al partir de esta Tierra, obligatoriamente irá al lugar, a la dimensión, de la cual es su espíritu, que recibió de sus padres terrenales, o sea, irá a la quinta dimensión; en esa dimensión estarán hasta que Cristo resucite después del milenio a todos los que estarán allí encarcelados, para ser juzgados después por Jesucristo.

Ahora, podemos ver que Cristo fue allí y predicó a aquellas personas, a aquellos espíritus encarcelados que estaban en el infierno, los cuales fueron desobedientes en el tiempo de Noé cuando vivieron en carne humana, y no se arrepintieron, y no creyeron a Noé y su Mensaje, y vino el diluvio y se los llevó a todos, los destruyó a todos. Y cuando murieron, entonces fueron sus almas, en el cuerpo espiritual fueron ¿a dónde? Al infierno que es la quinta dimensión. Y Cristo fue allí y les dio testimonio, y condenó la incredulidad de ellos; no fue allí para salvación de ellos.

Y ahora, para el Día Postrero el infierno estará sobre la Tierra, y por consiguiente esa manifestación de Cristo en Su Iglesia en el Día Postrero estará dando testimonio al mundo, por medio del ministerio que estará en la Iglesia de Jesucristo (es el ministerio de Cristo en Su Angel), estará dando testimonio al mundo que ya el tiempo de Salvación se acabó. Por eso en Apocalipsis, capítulo 10, levanta Su mano al Cielo, y jura por el que vive por los siglos de los siglos que el tiempo ya no es más.

Y los que decían: “Algún día, algún día yo voy a recibir a Cristo como mi Salvador,” y no lo hicieron a tiempo, ya después no tendrán tiempo.

Ahora, verán grandes milagros y maravillas, y dirán: “Esto si es verdad, es de Dios.” Pero ya será tarde para Salvación. Pero Dios estremecerá este mundo, a tal grado que personas que le falten brazos o piernas, serán creados por la Palabra creadora de Dios. Y eso nunca antes ha sido visto en la historia del Antiguo Testamento o del Nuevo Testamento: la creación de partes del cuerpo, que le falten, como piernas o brazos a las personas.

Aunque hemos visto la creación de ojos, aunque personas ciegas vinieron a Cristo y aparentemente tenían ojos, pero tenían ojos ahí, pero desde su nacimiento eran ciegos; por lo tanto, Cristo creó en ellos todo lo que necesitaban para ver; fue por Palabra creadora, Cristo creando vista para los ciegos. Hizo muchas obras de creación nuestro amado Señor Jesucristo, aun cuando multiplicó los panes y los peces.

Pero para este tiempo final será tan grande la manifestación de Cristo, cuando adopte a Sus escogidos, que estremecerán el mundo entero. Y luego de una manifestación que durará 30 a 40 días, con grandes maravillas y milagros y señales, en donde los hebreos dirán: “¡Esto es lo que nosotros estamos esperando!” Y podrán comprobar los milagros y maravillas, podrán comprobarlos y ver que son milagros y maravillas verdaderas de Dios, y creerán. Ahí será el llamado para esos ciento cuarenta y cuatro mil hebreos.

Pero nosotros ya estaremos en una etapa muy avanzada, en donde los muertos en Cristo estarán resucitados, nosotros los que vivimos estaremos transformados, y ya Cristo no estará en el Trono del Padre, como Cordero y como Intercesor, como Sumo Sacerdote haciendo Intercesión, ya El habrá terminado esa Obra de Intercesión; por consiguiente para el mundo será demasiado de tarde, pero verán maravillas y señales. Eso será por medio de los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías en el Angel del Señor Jesucristo. Y ahí estará el ministerio también de Jesús siendo manifestado, el ministerio del hijo del Hombre.

Pero el Angel del Señor Jesucristo, ni será Moisés ni será Elías ni será Jesús, El será el Instrumento de Jesucristo nuestro Salvador, para manifestar esos ministerios por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo, en Su Angel Mensajero. Por eso es que esta manifestación de Cristo en Su Angel Mensajero, corre paralela a la manifestación de Dios en el tiempo de Noé y en el tiempo de Abraham, que fue el tiempo de Lot, y también la manifestación de Dios en Jesús, en el tiempo de Jesús.

Es esa manifestación prometida para este tiempo final, paralela a esos tiempos pasados, porque es por medio de un ministerio dispensacional, como en aquellos tiempos fue un ministerio dispensacional el que Dios manifestó en aquellos profetas tan grandes que El envió en aquellos tiempos.

Los ministerios de Profetas dispensacionales son los ministerios más grandes que Dios tiene. Y solamente tiene ¿cuántos ministerios dispensacionales? Siete ministerios dispensacionales, ¿para qué? Para siete Profetas dispensacionales. Solamente siete. Por eso es que para este tiempo final, cuando Cristo envía Su Angel Mensajero a Su Iglesia, para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto, está enviando un Profeta dispensacional con un ministerio dispensacional, y por consiguiente con un Mensaje dispensacional, para hacer un entrelace dispensacional. Pero es el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, Jesucristo, el que obra por medio de ese Angel Mensajero de Jesucristo.

Ahora, hemos visto el tiempo que nos ha tocado vivir, y estamos viendo: “LA OBRA DE LA LUZ.” La Obra de la Luz del Día Postrero, como también hemos visto la Obra de la Luz de cada edad, por medio del Mensajero de cada edad, al cual Cristo usó, se manifestó por medio de ese Mensajero, se identificó con El, y llamó y juntó a los escogidos de cada edad, fueron colocados en unión con Cristo, en el Cuerpo Místico de Jesucristo.

Esos Mensajeros tienen una posición muy grande en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo; como también los Apóstoles del Señor Jesucristo tienen una posición muy importante en el Reino de Jesucristo: se sentarán esos 12 Apóstoles en 12 tronos. Judas no se sentará porque perdió esa bendición; pero esa bendición pasó a otra persona. Por lo tanto, habrá 12 tronos con 12 Apóstoles sentados ahí; eso está desde antes de la fundación del mundo ¿dónde? En el Cielo, son los 24 ancianos; 12 de ellos son los 12 patriarcas, y los otros 12 son los 12 Apóstoles. ¿Ven?

Por eso es que Criso les prometió a Sus Apóstoles sentarlos en 12 Tronos, para juzgar a las 12 tribus de Israel. San Mateo, capítulo 19, versos 28 al 30, y también en San Lucas, capítulo... vamos a ver el capítulo de San Lucas, vamos a ver cuál es: es por el 20 ó 22, del 20 al 22. El 22, donde dice... capítulo 22, versos 28 al 30:

“Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas.

Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí,

para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.”

En San Mateo también lo explica con más detalles, cuando dice... cuando le dicen los discípulos a Jesús, en el capítulo 19, verso 27 al 30 de San Mateo:

“Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?”

Como Pedro era pescador, era comerciante, estaba pensando en qué beneficios tendría al seguir a Cristo; porque había dejado su trabajo de pescador, juntamente con Santiago y Juan, y otros pescadores. Y ahora quiere saber qué tendrá de beneficio en el Reino de Jesucristo.

“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración (esto es para el Reino Milenial), cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel...”

O sea, que tendrán una posición bien importante, tiene que ver con el pueblo hebreo los 12 Apóstoles. Pero los siete Angeles Mensajeros, por cuanto son Angeles Mensajeros en medio de los gentiles, para las siete edades, tienen que ver con los gentiles; y tienen que ver con cada grupo de la Iglesia de Jesucristo de entre los gentiles, en donde también entraron algunos hebreos de edad en edad.

Por lo tanto, estos Angeles Mensajeros tendrán una posición bien importante en el glorioso Reino Milenial, y tendrán que ver con el Reino de Cristo entre los gentiles. O sea, que la parte administrativa del Reino de Cristo con los gentiles, lo cual será desde Jerusalén, estará encabezada por Cristo y Sus Angeles Mensajeros. Cristo con Su Angel Mensajero estará con Sus siete Angeles Mensajeros, obrando y gobernando sobre los gentiles, como estará también gobernando sobre el pueblo hebreo.

El glorioso Reino Milenial de Cristo cubrirá todos los seres humanos, todo pueblo, nación, lengua y tribu; todos los que sobrevivan a los juicios de la gran tribulación entrarán a ese Reino Milenial y estarán gobernados por Jesucristo nuestro Salvador; y con Cristo estará Su Angel Mensajero sentado en Su Trono, y estarán los Apóstoles y los siete Angeles Mensajeros. Ese es el Consejo de Gobierno de Jesucristo, y con El estarán todos los redimidos con la Sangre de Jesucristo.

O sea, que todo el gobierno y toda la parte administrativa de ese Reino, vean ustedes, la lleva a cabo Cristo con Sus Apóstoles y Sus Angeles Mensajeros, y con toda Su Iglesia, porque somos Reyes y Sacerdotes, para reinar con Cristo en el Reino Milenial, y luego por toda la eternidad. Pero los principales en ese Reino Milenial, son Cristo, Su Angel, Sus 12 Apóstoles y Sus siete Angeles Mensajeros; esos son los principales en ese Reino de Jesucristo. Y ahí estarán también Abraham, Isaac, Jacob y los patriarcas también, porque ellos se sientan (los patriarcas) sobre 12 tronos.

O sea, que habrá algo ahí muy grande para el Reino Milenial; porque los que resucitaron con Cristo, los santos del Antiguo Testamento, estarán en el Reino Milenial también, comiendo y bebiendo en el Reino de Cristo, como Cristo lo ha prometido.

Ahora, podemos ver que hay una bendición muy grande para todos los escogidos de Dios del Día Postrero. Ya estamos acercándonos a ese Reino Milenial. Nos queda poco tiempo aquí en la Tierra en estos cuerpos mortales; cuando venga la apretura entonces seremos transformados, y después nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, y después vendrán los tres años y medio de la gran tribulación, y después regresaremos con Cristo a la Tierra para comenzar el Reino Milenial. O sea, que es corto el tiempo que nos queda aquí en la Tierra.

Ahora, no sabemos en qué año seremos transformados. Si supiéramos en qué año seremos transformados, entonces podríamos tirar los números y saber cuándo comenzará el Reino Milenial en esta Tierra, porque le restaríamos tres años y medio, y le restaríamos 30 ó 40 días, desde la resurrección de los muertos en Cristo y transformación de los que estamos vivos, y entonces podríamos saber cuándo comenzará el Reino Milenial.

Por eso Cristo lo ha dejado quieto ahí. Pero cuando seamos transformados entonces podremos sacar los números; y teniendo un cuerpo glorificado, no necesitaremos ni calculadoras ni ninguna de estas cosas, sino que en la mente diremos, ya dentro de tantos días iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, estaremos tres años y medio allá, y después regresaremos a la Tierra para el Reino Milenial.

Pero necesitamos una cosa: Estar preparados para nuestra transformación. Y Cristo, la Luz del mundo hace esa obra en nuestras vidas, por medio de Su manifestación en el Día Postrero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, nos abre el entendimiento, nos alumbra con Su Luz, y nos alumbra las Escrituras para entender todas estas cosas que deben suceder pronto, y nos da la fe, la revelación del Séptimo Sello, la revelación de Su Segunda Venida, como León de la Tribu de Judá; y así nos da la fe, que es la revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Todo está dentro de la Obra de la Luz, la Luz del Día Postrero resplandeciendo en Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, en el occidente.

Y ahora, nosotros podemos ver que al ser llamados y juntados en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, nosotros somos Obra de la Luz del Día Postrero, Obra de Cristo nuestro Salvador, que es la Luz del mundo. Y El sigue llevando a cabo Su Obra correspondiente a este tiempo final, y empuja las tinieblas fuera de nosotros, y mantiene la Edad de la Piedra Angular llena de Luz, de revelación divina.

Cristo en la Edad de la Piedra Angular resplandeciendo, y las tinieblas son echadas para abajo, para las edades pasadas. Por lo tanto, los que quedan en edades pasadas, la séptima edad, o sexta edad, o edades pasadas, quedan en tinieblas, porque ya esas edades están en tinieblas. Por eso cuando hubo un eclipse en el tiempo del Hno. Branham, la luna pasó por diferentes etapas, hasta que quedó al final oscurecida. Eso muestra que aun la séptima edad de la Iglesia gentil ha quedado oscurecida, ha quedado en tinieblas.

Pero la Edad de la Piedra Angular es la Edad de la Luz de Jesucristo, es en la parte alta de la pirámide donde estará la Luz allá en la Nueva Jerusalén. Y es en la Edad de la Piedra Angular, la parte alta de la Iglesia de Jesucristo donde está la Luz de Cristo en este tiempo final resplandeciendo, y nos dice:

“Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.” [Isaías 60:1 —Editor].

Ha nacido sobre ti Iglesia del Señor Jesucristo, y ha nacido sobre ti como individuo, para resplandecer en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, y resplandecer en nuestras almas; para que así caminemos en luz, como El está en Luz, y así nuestro Camino al Cielo esté alumbrado.

“Lámpara es a mis pies tu palabra,

Y lumbrera a mi camino.” [Salmo 119:105 —Editor].

El Camino al Cielo, que es el Camino de Cristo, el cual es Cristo mismo, está alumbrado con la Luz del Día Postrero, para caminar en él todos los escogidos de Dios que viven en este tiempo final. Así es como Cristo lleva a cabo la Obra del Día Postrero. Y esa Obra del Día Postrero es LA OBRA DE LA LUZ, alumbrando nuestras almas y alumbrando la Edad de la Piedra Angular, y así dándonos Luz sobre las Escrituras correspondientes a este tiempo final; llamando y juntando a los escogidos. Todo eso es obra de la Luz, de Cristo, la Luz del mundo en su manifestación de este tiempo final.

Y la Luz resplandece cuando la Palabra prometida para el tiempo en que uno vive se hace realidad, se hace carne en el Mensajero del tiempo que a uno le toca vivir; y así el Hombre que puede encender la Luz, que es Cristo, el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, enciende la Luz del tiempo en que a uno le toca vivir; y eso lo hace cuando enciende al Mensajero con Su Espíritu Santo; y por medio del Mensajero resplandece Cristo, la Luz del mundo en la edad correspondiente, en la cual le toca vivir a cada persona. Y así hace la Obra de esa edad y de esa dispensación, ¿quién la hace? La Luz, Cristo, el Angel del Pacto, nuestro Salvador.

Y así podemos ver LA OBRA DE LA LUZ en cada edad, y ver la Obra de la Luz en este tiempo final. Siendo Cristo, la Luz, es la Obra de Cristo por medio del Mensajero de cada tiempo.

Y ahora, estamos viviendo en el tiempo de la Luz del Día Postrero, para la Obra del Día Postrero, en los escogidos del Día Postrero. “LA OBRA DE LA LUZ.” Esa es la Obra que El hace en nuestras almas, y hace en Su Cuerpo Místico de creyentes, y hace en este planeta Tierra.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: “LA OBRA DE LA LUZ,” en donde, Cristo, la Luz, así como hizo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario, en este tiempo final hará también la Obra de Reclamo, para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos.

Ha sido para mí una bendición grande darles testimonio de: “LA OBRA DE LA LUZ.”

Que las bendiciones de Jesucristo, la Luz del mundo, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto los muertos en Cristo sean resucitados por Cristo, y nosotros los que vivimos seamos transformados; y todos llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y será hasta mañana Dios mediante, en que estaré en la actividad de los jóvenes. ¿Mañana a qué hora es? En la mañana la actividad de los jóvenes, para saludar a los jóvenes y dar algunas Palabras a los jóvenes, mientras Miguel estará en Encarnación, para la actividad allá en Encarnación, la cual está ya programada.

Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y adelante sirviendo a Cristo en la OBRA DE LA LUZ EN EL DÍA POSTRERO.

Con nosotros nuevamente el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para continuar y finalizar nuestra parte en esta ocasión, mientras escuchamos y también cantamos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó. Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

“LA OBRA DE LA LUZ.”