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| Palabras a las maestras | 2000-10-19 | 2 | Ibarra | EC | 00:08:14 | true |
Muy buenos días, maestras y maestros de Los Cachorritos del León de la tribu de Judá; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.
Viviendo nosotros en el tiempo del fin, del cual habló el Arcángel Gabriel al Profeta Daniel, y viendo la Obra que Dios está llevando a cabo y la oportunidad que nos ha dado a todos para trabajar en Su Obra, lo cual es un privilegio, una bendición y también una responsabilidad, la cual nosotros hemos aceptado con toda nuestra alma.
Para ustedes maestras y maestros de los cachorritos les ha tocado a ustedes una bendición muy grande, y es la de ayudar, colaborar con los padres en la educación, enseñanza de nuestros niños en las cosas de Dios, de Su Programa correspondiente a nuestro tiempo, para que así sean niños que amen a Dios, y teman a Dios, y sirvan a Dios todos los días de su vida, y cuando sean jóvenes y luego cuando sean adultos sigan sirviendo a Dios.
Es una bendición grande la de dar la Palabra a los niños, porque ese es un terreno virgen en donde se siembra la Palabra, es un terreno fértil donde se siembra la Palabra, y nace y produce mucho fruto; es un terreno bien ordenado por Dios para la siembra de la Palabra.
Por eso, vean ustedes, Cristo cuando habló acerca de los que entrarán al Reino de Dios, dijo que serían como los niños, y el que no sea como un niño no entrará al Reino de Dios.
Y ahora, podemos ver que esa etapa de niño es una etapa muy importante en la vida de todo ser humano, es la etapa más hermosa para sembrar la Palabra de Dios en el alma de las personas, para que luego disfruten la etapa de adolescentes, de jóvenes, de adultos y de ancianos cosechando los frutos de esa Palabra que fue sembrada en el alma de la persona. “Instruye al niño ¿dónde? En su carrera.” Su carrera hacia el Cielo, su carrera de su vida, la cual tiene que ser hacia el Cielo, porque el camino de la vida es ¿hacia dónde? Hacia arriba. Y tiene la persona que ser instruida para caminar en ese Camino que lo lleva a la Casa de nuestro Padre Celestial.
Y debe comenzar aun desde que está en el vientre de su madre, porque le pueden poner las grabaciones en la barriga de la mamá, para que el bebe vaya recibiendo ya la enseñanza, después que nace continuar con la enseñanza de la Palabra de Dios, y después que ya pueden caminar, continuar con esa enseñanza y tenerlos en las clases, para que así sigan recibiendo la enseñanza de la Palabra de Dios que es lo más importante para la vida de todo ser humano.
Esa es la enseñanza que realmente necesita todo ser humano: La enseñanza del Programa de Dios para el tiempo en que la persona está viviendo. No hay otra enseñanza superior a la enseñanza de la Palabra de Dios para la persona.
Y ahora, ustedes tienen una bendición grande para con los niños, aprovechen esa bendición y estén siempre en las manos de Jesucristo, para servir a Cristo trabajando en Su Obra con los niños.
Que Dios les bendiga grandemente a ustedes maestras presentes y a las que están en diferentes países, y que Dios les use grandemente en Su Obra y siga añadiendo más y más niños a sus clases. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amen y amén.
Dejo nuevamente con ustedes a nuestro hermano y amigo, el misionero Miguel Bermúdez Marín. Mientras escuchamos una sola partecita del cántico (la primera parte). Podemos cantar todos también.
“PALABRAS DE SALUDO A LAS MAESTRAS.”