obsidian/es/conferencias/2000/09/spa-2000-09-12-1-la_perseve...

50 KiB
Raw Permalink Blame History

title date activity place city state country duration public youtube translations files
La perseverancia 2000-09-12 1 Santo Domingo DO 01:16:08 true

Muy buenas noches, amados hermanos y amigos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Reciban un saludo de mi esposa Erica, quien deseaba estar acá, pero no fue posible; y también de América para “Los Cachorritos del León de la Tribu de Judá,” reciban de América un saludo. Ellas deseaban estar, pero como está estudiando América, pues es un poquito difícil; excepto en los meses de Junio y Julio, que es la temporada de sus vacaciones; pero deseaban realmente estar en este viaje; pero el corazón de ellas, pues está también con nosotros en este viaje.

Para esta ocasión vamos a leer en San Mateo, capítulo 24, verso 13 al 14, y Apocalipsis, capítulo 21, versos 5 al 7. Dice San Mateo, capítulo 24, verso 13 al 14:

Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Luego les leeré Apocalipsis 21, verso 5 al 7, dentro de unos momentitos.

Nuestro tema para esta ocasión es: “LA PERSEVERANCIA.”

La perseverancia es la persistencia en y con el mismo estado de ánimo, y con el mismo sentir; o sea, con ese ánimo y entusiasmo con el que comenzó, perseverar sirviendo a Cristo, y así permanezca la persona en el primer amor.

El que no persevera, pues no permanece en el primer amor, pues se desanimó, perdió el ánimo, y por consiguiente no persistió, no permaneció con ese ánimo, ese entusiasmo y ese amor, de todo corazón hacia Cristo, y se volvió la persona formal y frío espiritual.

Y ahora, por cuanto “el que perseverare hasta el fin éste será salvo,” todos necesitamos estar perseverando hasta el fin. Puede ser el fin para la persona cuando termine sus días aquí en la Tierra: que le tome ese momento sirviendo a Cristo, perseverando con entusiasmo, con gozo y con Amor Divino, y así estar con ánimo hasta el último día de su vida aquí en la Tierra.

Lo mismo es para el Cuerpo Místico de Cristo como Iglesia: la Iglesia del Señor Jesucristo estaría perseverando de edad en edad, en Cristo, la Palabra, sirviéndole con gozo, con regocijo, y con buen ánimo, todos los días de su existencia aquí en la Tierra, en cuerpos mortales, pero con cuerpos teofánicos.

Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo va pasando de etapa en etapa; así como la persona cuando nace, luego va pasando de etapa en etapa, sale de la etapa de bebé a la etapa de un niñito, y luego de la etapa de un niñito a la etapa de un adolescente, y luego de la etapa de un adolescente pasa a esa etapa de una persona joven, y luego a una etapa de una persona adulta, y después pasa a la etapa de una persona ya que se ha puesto vieja, y después ya sus días llegan a su final.

Pero vean, en esas diferentes etapas, lo más hermoso para la persona es: desde su venida aquí a esta Tierra, estar perseverando en Cristo, desde el momento en que nació, y también fue dedicado a Dios, vivir una vida de perseverancia en Cristo, nuestro amado Salvador.

Y ahora, miren ustedes a Juan el Bautista y a Jesús: desde que nacieron, nacieron con un propósito divino y para un propósito divino, y estuvieron perseverando desde que nacieron en esta Tierra, y fueron dedicados a Dios en el y al día octavo, y vean cómo la vida de ellos fue de grande bendición para los seres humanos y para el Programa de Dios.

Una vida que persevera sirviendo a Dios, es de bendición para sí misma, y para las demás personas, y para el Cuerpo Místico de Cristo, para todo el Programa de Dios. Esa persona que persevera hasta el fin tiene la promesa que será salvo, su alma no se perderá; pero el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, dejó de perseverar, dejó de persistir, se desanimó, perdió el ánimo, y se apartó de Cristo que es el Camino, la Verdad y la Vida, para ir a nuestro Padre Celestial, a la Casa de nuestro Padre Celestial, para vivir eternamente.

Por eso Cristo también dice que el que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, no es apto para el Reino, no es apto para ser parte del Cuerpo Místico de Cristo, no puede ser parte del Cuerpo Místico de Cristo, porque no ha permanecido perseverando en la Iglesia de Jesucristo.

Y ahora, para perseverar tenemos que estar en un Cuerpo Místico de creyentes, que es la Iglesia de Jesucristo; y para entrar a ese Cuerpo Místico de creyentes, tenemos que haber recibido a Cristo como nuestro Salvador, haber lavado nuestros pecados en Su Sangre, y haber sido bautizados en Su Nombre, y haber recibido el Don del Espíritu Santo, y así haber recibido el nuevo nacimiento; y así obtenemos un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, para vivir en esta Tierra, sirviendo a Cristo, perseverando en Cristo, todos los días de nuestra vida.

Ahora, podemos ver dónde tenemos que estar: tenemos que estar en el Cuerpo Místico de Cristo, en la etapa correspondiente a la edad y dispensación que nos toca vivir; porque los que adoran a Dios, le tienen que adorar en Espíritu y en verdad, “porque tales adoradores busca el Padre que le adoren.”

Ahora, ¿dónde adoran los que perseveran en Cristo? Pues de edad en edad, adoran en la Iglesia del Señor Jesucristo, en el Cuerpo Místico de Cristo, que es el Templo de Dios, una Casa de adoración, ése es el Nuevo Templo; pues ya no se tiene el tabernáculo o templo que construyó Moisés, ni tampoco el templo que construyó el rey Salomón, pero Cristo tiene un Nuevo Templo donde se adora a Dios en Espíritu y en verdad, en la edad correspondiente a ese tiempo.

El Rvdo. William Branham en el mensaje: “El único lugar provisto de Dios para adorar,” dice, aquí en el libro de “Citas,” haciendo referencia a la página 40 (este mensaje fue predicado en el 1965, en noviembre 28), dice:

Ninguna levadura entre Uds., eso trae la plenitud entera de la deidad corporalmente entre Uds (levadura son cosas añadidas por el ser humano; tenemos que tener el pan sin levadura, o sea, la Palabra pura; y con la Palabra pura en la etapa en que le toca vivir a uno, garantiza la manifestación de Dios, de Cristo en Su Iglesia, por medio del instrumento que El tenga para ese tiempo). No podía hacerlo en la edad de Lutero, no podía hacerlo en la edad de Wesley (pues estas edades tuvieron una porción), no podía hacerlo en la edad Pentecostal...”

¿Y entonces dónde es que lo puede hacer? En la Edad de la Piedra Angular. Vamos a ver:

...pero en el día cuando el Hijo del Hombre será manifiesto, revelado regresa a la Iglesia junto con la entera Deidad de Dios entre Su gente, mostrando las mismas señales visibles, y manifestándose como El hizo al principio cuando El fue manifestado en la tierra en la forma de un Profeta — Dios. ¡Oh! ¡Gloria! Prometido por Malaquías 4, prometido por el resto de las Escrituras. ¿En dónde adoran Uds.? La casa de Dios, sentados (en tiempo presente).”

Ahora, podemos ver que por medio del Rvdo. William Branham hubo una manifestación del Hijo del Hombre, hubo una manifestación de Cristo, manifestando Su ministerio en Misericordia, como nos dice en la página 22 de este libro de “Citas,” que contiene aquí un extracto de preguntas y respuestas del libro de los hebreos, del libro número 3, página 486 a la 487. Ahora vamos a ver... Vamos aquí a leer el párrafo 183, dice:

El hijo del hombre está ahora siendo revelado desde el cielo. ¿Vendrá después de algún tiempo, hermano Branham? Es ahora; y yo deseo no hacer esto tan personal en esta reunión, espero que su espíritu dentro de usted que es dado por Dios (o sea, el espíritu teofánico), pueda leer lo que estoy hablando. El Hijo del Hombre ya ha venido de Su gloria y se ha revelado a sí mismo por los últimos cuantos años a Su Iglesia en Su misericordia; enseñándoles Su gran presencia, haciendo las mismas cosas que El hizo cuando estuvo aquí en la tierra, revelándose a sí mismo como lo hizo a Abraham antes de la destrucción. El ha venido ahora en misericordia revelándose a sí mismo a la Iglesia; se han reído y lo han escarnecido. La siguiente vez que El se revele a sí mismo, será en el juicio al mundo y las naciones que se olvidaron de Dios y pecaron su manera de gracia... Su día de Gracia."

O sea, que el Hijo del Hombre manifestado por el Rvdo. William Branham, manifestando Su Ministerio (el Ministerio de Jesús en el Rvdo. William Branham), fue una manifestación en Misericordia; porque él siendo el Elías, con la cuarta manifestación del Ministerio de Elías, no estaba viviendo en tiempo para tener un ministerio de juicio, sino de Misericordia. Pero la manifestación del Ministerio de Cristo, del Hijo del Hombre, en juicio y para juicio, es en la manifestación del Ministerio de Elías en su quinta manifestación, que es uno de los Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante.

Y el Rvdo. William Branham hablándonos acerca de lo que será el Ministerio de Elías, el quinto Elías que le hablará al pueblo hebreo, nos dice en el mensaje del libro de “Los Sellos,” —en español—, página 399; aquí está teniendo una actividad de preguntas y respuestas, y la pregunta número 11, dice (contiene lo siguiente):

11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Achab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?

(La contestación fue): Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu; porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Es que Eliseo obró igual a Elías.”

Y ahora, ¿qué será el Ministerio del quinto Elías, el Ministerio del Elías que le predicará al pueblo hebreo? Será el espíritu ministerial de Elías, manifestado por quinta vez en un hombre de este tiempo.

Por eso es que fue dicho por el Rvdo. William Branham: “Así como los hebreos trajeron el Evangelio a los gentiles, los gentiles lo llevarán de regreso a los hebreos, a los judíos.” Y cuando dice que el Evangelio retornará al pueblo hebreo, dice que será de acuerdo a Apocalipsis, capítulo 11, ése es el que le llevará el Evangelio a los hebreos.

Vamos a ver si encontramos alguna página por ahí, por la página 30 ó 35 del libro de las “Edades,” la página 30 vamos a ver lo que dice:

Ahora, ¿cuándo volverá el Evangelio a los judíos? Cuando se haya terminado la dispensación de los gentiles. El Evangelio está listo para volver a los judíos. Oh, si tan sólo pudiera decir algo que está a punto de suceder hoy, en este nuestro día. Esta gran cosa que va a suceder correrá hasta Apocalipsis 11; aquellos dos testigos, aquellos dos profetas, Moisés y Elías, trayendo el Evangelio de nuevo a los judíos (¿quiénes le llevarán el Evangelio de regreso a los judíos? Moisés y Elías). Estamos listos. Todo está en orden. Igual como los judíos trajeron el Evangelio a los gentiles, así también los gentiles se lo llevarán de regreso a los judíos, y el Rapto sucederá.”

Y ahora, ¿cómo es posible que los gentiles le lleven el Evangelio a los judíos? Siendo que es Moisés y Elías, pues tiene que estar Moisés y Elías, los Ministerios de Moisés y Elías, con los gentiles, ¿dónde? En el Cuerpo Místico de Cristo.

Y ahora, ¿dónde estaban los dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro en el templo que construyó Salomón? Pues en el lugar santísimo; y el Lugar Santísimo corresponde a la etapa final del Cuerpo Místico de Cristo que corresponde al Oeste, porque en el Oeste estaba el lugar santísimo. O sea, que los últimos escogidos de Dios que son llamados por Cristo a Su Cuerpo Místico de creyentes, son colocados en el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual, porque Su Iglesia es Su Templo Espiritual.

Y ahora, las siete edades corresponden al Lugar Santo, y la Edad de la Piedra Angular corresponde al Lugar Santísimo. Ahora, vean ustedes cómo Moisés y Elías estarán (¿dónde?) Entre los gentiles, en el Cuerpo Místico de Cristo.

Ahora, cualquier persona puede pensar: “¿Cómo es posible que Elías vaya a estar en medio de los gentiles en la Iglesia?.” ¿Pues no estuvo en la séptima edad? Y de ahí de la séptima edad estuvo en ese espacio entre la séptima edad y la Edad de la Piedra Angular, o sea, en esa brecha, vamos a verla aquí ➀en el diagrama que usó el Rvdo. William Branham.

En esa brecha en donde el Espíritu Santo estuvo usando al Rvdo. William Branham, luego que el Espíritu de Dios salió de la séptima edad, fue echado de la séptima edad, lo rechazaron, en la manifestación que tuvo en carne humana en el Rvdo. William Branham; y ahora se encuentra entre la séptima edad y la Edad de la Piedra Angular, pero tiene que subir a la Edad de la Piedra Angular.

Y para subir a la Edad de la Piedra Angular, el Ministerio de Elías, tiene que subir por quinta ocasión, es en la quinta ocasión que sube a la Edad de la Piedra Angular, al Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, para en la manifestación del Elías que tiene que venir para predicar al pueblo hebreo, el Ministerio del Hijo del Hombre se manifieste en esa manifestación del quinto Elías y del segundo Moisés.

Por lo tanto, lo que Cristo dijo en San Mateo, capítulo 16, versos 26 al 28: “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma? Porque el Hijo del Hombre vendrá en la Gloria de Su Padre con Sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a sus obras.”

El Hijo del Hombre, el Ministerio del Hijo del Hombre siendo manifestado, y donde esté el Hijo del Hombre manifestando Su Ministerio, donde esté el Espíritu Santo, Cristo, en Espíritu Santo, manifestando el Ministerio del Hijo del Hombre, estará también el Espíritu Santo manifestando el Ministerio de Elías por quinta vez, y de Moisés por segunda vez. Por eso serían vistos Moisés y Elías con Jesús, son los Ministerios de Moisés, de Elías, y de Jesús, siendo manifestados en el tiempo final; éste es un misterio que está contenido en el Séptimo Sello.

Veamos en la página 449 del libro de “Los Sellos,” dice:

Hay una sola persona quien podía dar cumplimiento a esa promesa. El único Espíritu que ha estado sobre la tierra, que yo sepa, tendría que ser Elías, como fue en su tiempo; y así fue predicho que sería, porque su Espíritu fue nada menos que el Espíritu de Cristo. Cuando Cristo vino, El fue la plenitud, fue el Dios de los profetas.”

Ahora, podemos ver ese misterio de que es el Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo, manifestando los ministerios de Elías por quinta vez, de Moisés por segunda vez, y de Jesús por segunda vez.

Ahora, veamos cómo este misterio de Moisés, y Elías, y de Jesús, este misterio del sexto sello y el Séptimo Sello, veamos... y este misterio de la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello. Veamos aquí en la página 128 y 129 del libro de “Citas,” —en español—; 128, párrafo 1143, dice:

Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia.”

Lo mismo que el Séptimo Sello, el Séptimo Sello es la Venida de Jesús, el Séptimo Sello para la Iglesia es la Venida del Señor, y es lo mismo que la Séptima Trompeta para Israel. Lo mismo que es el Séptimo Sello para la Iglesia, es la Séptima Trompeta para Israel. “Porque el Hijo del Hombre viene (¿con quién?) con Sus ángeles.” Donde esté la manifestación del Hijo del Hombre, operando el Ministerio del Hijo del Hombre, estará también la manifestación de Elías por quinta ocasión, y de Moisés por segunda ocasión; es lo mismo. Lo mismo que es el Séptimo Sello para la Iglesia gentil, es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo.

Y ahora, en la página 129 de este libro de “Citas,” párrafo 1150, dice:

Ahora, tan pronto como esta iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido (tan pronto como esta iglesia, o sea, la Iglesia del Señor Jesucristo conoce el misterio del Séptimo Sello)...

Tan pronto como esta iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta que son dos profetas Elías y Moisés.”

Ahora, vean la relación que hay entre la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello, entre el Séptimo Sello y el sexto sello: es que es el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo, manifestando los Ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías, en este tiempo final, primeramente en medio de la Iglesia, Su Iglesia, Su Templo y después en medio del pueblo hebreo.

La promesa es que desde Su Templo Dios se revelaría al pueblo hebreo, desde Su Templo, desde el Lugar Santísimo, le hablaría a Moisés, todas las palabras que tenía que Moisés hablarle al pueblo hebreo, conforme al Exodo, capítulo 25, versos 21 al 23.

Y ahora, ya no tenemos el tabernáculo que construyó Moisés ni el templo que construyó Salomón. ¿Y ahora desde dónde la va hablar Dios al pueblo hebreo? Pues desde Su Templo, desde el Lugar Santísimo, de sobre el propiciatorio, de en medio de los dos querubines de oro. Y por cuanto Cristo ha estado materializando con seres humanos, y en seres humanos, el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó Salomón, los cuales son tipo y figura del Templo Celestial, y son tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto Cristo tiene un Templo Nuevo, un Nuevo Templo, desde el cual se revelará al pueblo hebreo, desde el Lugar Santísimo (o sea, desde la Edad de la Piedra Angular).

Miren aquí, vamos a ver en la misma página 22, que ya les leí, el párrafo que les había anunciado primero, que es el párrafo 176, dice... y vamos a leer solamente el final, porque está repetido lo mismo, dice:

Ahora, la persecución corriendo otra vez a la patria natal (o sea, corriendo los judíos para su patria). Los lleva a ellos como un montón de ovejas otra vez al Monte Carmelo allá. Cuando el Señor Jesucristo venga por su Novia, y ellos lo vean a El, ellos dirán, éste es el que hemos estado esperando, allí está El, El se levantará con sanidad en Sus alas.”

¿Cómo lo verán? ¿Viniendo por quién? Por Su Iglesia, Su Novia gentil.

Y ahora, en la página 57 del libro de “Los Sellos,” tenemos a Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo, en Apocalipsis, capítulo 10, dice:

...Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:

...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego (vean que es el Angel del Pacto viniendo, Cristo, el Angel del Pacto, Cristo con Su cuerpo teofánico de la sexta dimensión, viniendo en esta manifestación el Angel del Pacto).

¿Recuerdan el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su iglesia.”

Ahora, el mensajero a Israel, el Angel del Pacto, viene por Su Iglesia en Su manifestación final, y viene por Su Iglesia manifestando los Ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús; así es como viene Cristo, el Angel del Pacto, el cual ha estado en medio de Su Iglesia de etapa en etapa, manifestado en cada ángel mensajero de cada edad.

Para cada edad Dios ordenó, asignó, Palabra, para ser cumplida en cada edad; y para ser cumplida la Palabra prometida para cada edad en la Iglesia de Jesucristo, Dios envió al hombre. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.” [Amos 3:7 —Editor]. Siempre El tendrá un instrumento al cual le revelará Sus secretos correspondientes a cada edad y a cada dispensación, y usará a ese instrumento.

Y ahora, para cumplir Cristo Su Programa para cada edad, ha tenido el hombre correspondiente a cada edad, en ese hombre ha venido sellado el Programa de Dios correspondiente a cada edad; y cuando Cristo lo envía y se le revela a ese hombre, el cual nace en el Cuerpo Místico de Cristo, por medio de creer en Cristo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizado en Su nombre, y recibir el Espíritu Santo; ahí nace en la Casa de Dios; porque el primer nacimiento fue en el mundo, en el reino de las tinieblas, porque nació por medio de sus padres terrenales, en la unión o por la unión de un hombre y de una mujer.

Pero por eso se requiere, no solamente para cada mensajero, sino para cada persona, que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, se requiere el nuevo nacimiento; porque de otra forma no puede entrar al Reino de Dios, no puede entrar al Cuerpo Místico de Cristo, por consiguiente no puede entrar a formar parte de la Nueva Creación, de la cual Cristo es el Primero, la Cabeza; no puede venir a formar parte de las personas de la sexta dimensión, que son colocadas en el Cuerpo Místico de Cristo, y sus almas son de la séptima dimensión, vienen de Dios, pero tienen que obtener un cuerpo teofánico de la sexta dimensión.

Esas son las primicias del espíritu, para luego en el Día Postrero, en adición, recibir un cuerpo físico, inmortal, incorruptible y glorificado, que es la clase de cuerpo más sublime, más alto, que una persona puede obtener, ésa es la clase de cuerpo que se sentó en el Trono de Dios, ésa es la clase de cuerpo con el cual Cristo resucitó y ascendió al Cielo, y se sentó en el Trono de Dios, y fue la primera ocasión en que una persona, con un cuerpo, se sentó en el Trono de Dios, fue un cuerpo glorificado, el cuerpo de Jesucristo. Eso es sentarse a la diestra de Dios.

Y ahora, ha estado Intercediendo en el Cielo, por cerca de dos mil años haciendo Intercesión, por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, los cuales son enviados a la Tierra en cuerpos mortales, para luego hacer contacto con la Vida Eterna, recibir a Cristo como su Salvador, al escuchar la predicación del Evangelio; y escuchar que tenemos un Redentor, un Salvador, que murió por todos nosotros, y quitó el pecado del mundo, llevó nuestros pecados, para que así nosotros seamos reconciliados con Dios, seamos restaurados a la relación de hijo, e hijos, con nuestro Padre Celestial.

Y ahora, podemos ver porqué se requiere el nuevo nacimiento; sin el nuevo nacimiento, ninguna persona puede entrar al Cuerpo Místico de Cristo. Cuando la persona ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en Su Nombre, y ha recibido el Espíritu Santo, ha nacido un bebé en el Reino de los Cielos, por eso hay gozo en el Cielo; los ángeles se gozan en el Cielo, como en una familia se gozan, cuando nace un bebé.

Y ahora, ese bebé tiene que ir creciendo, va pasando por diferentes etapas, y así también es para la Iglesia de Jesucristo, que nació el día de Pentecostés, ha ido creciendo; y tenemos que ir creciendo como individuos (como también la Iglesia de Jesucristo), hasta llegar a la estatura de un varón perfecto, a la estatura de Jesucristo, llegar a ser perfectos como Jesucristo nuestro Salvador, llegar a la perfección; esto conlleva llegar a la transformación de nosotros los que vivimos, y los muertos en Cristo a la resurrección en cuerpos eternos.

Ahora, en cuanto a la perfección del cuerpo teofánico, pues hemos recibido un cuerpo teofánico espiritual perfecto, que va creciendo, y uno creciendo espiritualmente, para llegar a la total perfección, y llegar así al conocimiento de todo el Programa de Dios, para en ese tiempo final recibir la fe, la revelación, del Rapto, la revelación para ser transformados y raptados, que es la revelación del Séptimo Sello, y el Séptimo Sello es la Venida del Señor, recibir la revelación de la Segunda Venida de Cristo, ésa es la fe, la revelación, para ser transformados y raptados.

¿Cuál es la revelación para obtener nuestra salvación, y obtener el perdón de nuestros pecados, y obtener el nuevo nacimiento, y obtener así el Espíritu Santo, y obtener el cuerpo teofánico? Es la revelación, la fe, de la Primera Venida de Cristo, como Cordero de Dios, en Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario.

Ninguna persona puede obtener el perdón de sus pecados, y ninguna persona puede obtener el nuevo nacimiento, sin tener la revelación de la Primera Venida de Cristo, como Cordero de Dios en Su Obra de Redención, muriendo en la Cruz del Calvario. ¿Porque cómo va a ser bautizada una persona, y recibir el perdón de sus pecados, y recibir el Espíritu Santo si no ha creído en la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario? ¿Ven? Tiene que tener esa revelación.

Pedro recibió las llaves del Reino de los Cielos, él recibió la revelación de la Primera Venida de Cristo, cuando le dijo: “¡Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente!” Y ésa fue la revelación que él dio a conocer al pueblo, y la Obra que Cristo llevó a cabo en Su Primera Venida.

Con esa revelación se abrieron las puertas, o la Puerta del Reino de los Cielos, para entrar al Reino de los Cielos, al Cuerpo Místico de Cristo, millones de seres humanos, primeramente hebreos y después gentiles; porque el mismo Pedro que abrió la puerta a los hebreos con la revelación de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, que fue donde les predicó el día de Pentecostés para que pudieran obtener el nuevo nacimiento, recibir el Espíritu Santo, vean ustedes, es el mismo Pedro el que le abrió la puerta a los gentiles en la casa de Cornelio, predicándole el Evangelio y ellos recibiéndolo, y recibiendo el Espíritu Santo.

Luego Pablo continúo con los gentiles, a los cuales fue enviado; por eso el Rvdo. William Branham, dice que “así como vino Pedro y Pablo, los cuales fueron los que vinieron abriendo la Puerta de los gentiles (Pedro, y Pablo continuando), así es como el Evangelio regresará a los hebreos.”

Fueron Pedro y Pablo los que trajeron el Evangelio a los gentiles, y Pedro y Pablo representan, tipifican, a los Dos Ungidos, a Moisés y Elías, los Dos Olivos, que son los que le llevarán el Evangelio de regreso a los hebreos.

Ahora, vean, para Pedro y Pablo traer el Evangelio a los gentiles, primero tuvieron que estar ¿dónde? Entre los hebreos. ¿Ven lo sencillo que es todo?

Por eso los ministerios de Pedro y Pablo, son tan grandes en el Cuerpo Místico de Cristo, y luego apuntan hacia el Ministerio de Moisés y de Elías, los Ministerios de los Dos Olivos, para retornar el Evangelio a los hebreos, llevándole el Evangelio del Reino a los hebreos. Hay unos misterios ahí, que los dejamos quietecitos, reservados, para que nadie trate de imitar, y vayan a ir algunos tratando de llevar el Mensaje a los hebreos, sin tener el Ministerio ni de Moisés ni de Elías, porque son esos Ministerios los que tienen que tornar el Evangelio a los hebreos, para convertir a Cristo 144 mil hebreos.

Pero algunas veces hay personas que dicen: “Esto es sencillo, yo lo puedo hacer.” Pero Dios no lo respalda, está yendo por su propia cuenta. Pero cuando se trata de la persona que Dios ha ungido, que ha escogido para ese propósito, para Dios cumplir lo que El ha prometió, cumplirlo por medio de un hombre, ese hombre, aunque no quiera ir, va, y Dios obra y cumple lo que El prometió.

Ahora, es para Dios tener Misericordia de 144 mil hebreos, como fue con Jonás, al cual Dios envió al ungido, no quiso ir, pero Dios le llevó en un submarino de carne de pez, un pez bien grande, dicen algunos que fue una ballena, y allí lo llevó, y lo depositó allí en la playa. ¿Y qué más iba a hacer si ya estaba allí?. O sea, que el mensajero enviado para un propósito, para cierto tiempo y para un pueblo, no puede evadir su responsabilidad; si trata de evadirla va a tener muchos problemas en su vida.

Y ahora, ¿por qué quería evadir esa responsabilidad Jonás? Miren, por lo que quería evadir esa responsabilidad, era por una bendición que Dios podía darle al pueblo de Nínive; luego Jonás da testimonio de porqué él no quería ir; pero fue y predicó que Dios iba a destruir a Nínive dentro de 40 días, el rey escuchó el Mensaje y el pueblo se arrepintió, estuvieron en ayuno, cubiertos de ceniza, y Dios se arrepintió del juicio que iba a traer en ese tiempo, o sea, lo atrasó, porque después, muchos años después, siempre trajo ese juicio.

Pero vean ustedes, lo retrasó, y Dios había dicho: “Dentro de 40 días...” —“Falló Dios porque después no vino el juicio o falló Jonás, que dijo que dentro de 40 días vendría un juicio.” Ni Dios falló, ni falló Jonás, sino que por cuanto el pueblo se arrepintió, entonces la Misericordia de Dios se extendió un poco más de tiempo, para no destruir en esos momentos, y en ese tiempo de ese rey, a Nínive.

Hay profecías que algunas veces señalan cierto tiempo, y después no se cumplen en ese tiempo, y algunas personas dicen: “Falló ese hombre, ese profeta no es profeta, porque falló, no se cumplió en ese tiempo lo que había dicho.” Hay que examinar a ver qué pasó, porque con Nínive no se cumplió a los 40 días, y fue porque Dios miró y tuvo Misericordia, a causa de lo que hizo el rey y el pueblo.

Y ahora, hemos escuchado grandes cosas que ha dicho el Rvdo. William Branham, y que él mismo pensaba que el tiempo estaba muy cerca, y que no pasaría de cierto tiempo. ¿Pero qué ha sucedido? Que un pueblo se ha estado arrepintiendo y Dios ha extendido Su Misericordia en este planeta Tierra, para la raza humana, a causa de los escogidos; por causa de los escogidos de Dios de este tiempo final, que han estado subiendo más arriba: a la Edad de la Piedra Angular, para escuchar la Voz de Cristo, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Ninguna otra cosa ha podido detener a Dios de traer el juicio divino sobre la Tierra, sino los escogidos del Día Postrero, que han estado recibiendo a Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en Su Sangre (la Sangre de Cristo), siendo bautizados en Su Nombre, y subiendo así a la Edad de la Piedra Angular, y recibiendo el Espíritu Santo de Dios. Eso es lo que ha detenido el juicio divino sobre la Tierra: por causa de los escogidos.

¿No fue eso lo que Abraham trató de obtener para Sodoma y Gomorra, donde estaba viviendo Lot? Y Abraham le preguntó a Dios, le dijo: “¿Si hay 50 justos allí, vas a destruir a los justos con los injustos?” Dios le dijo: “Si hay 50 perdono la ciudad completa.”

Y ahora vean, si por 50 Dios perdonaba a la ciudad completa, la cual tipifica el mundo que será quemado en el Día Postrero (el reino de los gentiles), ahora, si hay 50, Dios dice que perdona a la ciudad.

Y ahora, por 50 Dios retrasaría todo ese juicio divino que El iba a llevar a cabo en ese tiempo, donde bajó con Gabriel y Miguel. Gabriel y Miguel son tipo y figura de los Dos Olivos también.

Y ahora, por causa de los que estarán en el año 50 (el año del jubileo), escuchando la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta del año del Jubileo, vean ustedes, se extiende la Misericordia de Dios sobre el planeta Tierra, la paciencia de Dios; no es que el mundo no se merece ya hace años estar destruido, sino por amor a los escogidos de Dios.

Y ahora, por amor a los escogidos de Dios es que no ha venido el juicio de la gran tribulación sobre la raza humana. ¿Pero qué hubiera pasado si hace años hubiera venido el juicio de Dios sobre la raza humana? Pues los mismos escogidos hubieran sido destruidos. Y nosotros hasta que seamos transformados, y eso será cuando se complete el Cuerpo Místico de Cristo, Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, se levante del Trono, toma el Título de Propiedad, lo abra y reclame lo que El ha redimido con Su Sangre, y resucite a los muertos en Cristo, y a nosotros nos transforme, entonces de ahí en adelante, 30 ó 40 días; y luego comenzará la gran tribulación.

Ahora vean, necesitamos ser transformados; sin ser transformados nosotros, no puede venir el juicio de la gran tribulación, Dios no puede destruir el mundo, a los malos, porque nos destruiría a nosotros también, y los muertos en Cristo tienen que ser resucitados. O sea, que hay cosas que tienen que suceder, cosas que tienen que suceder pronto, las cuales son dadas a conocer a nosotros en este tiempo final.

Y ahora, la Obra de Dios para el tiempo en que vivimos, corresponde a cierto territorio, como sucedió con la obra de Cristo en la primera edad, que correspondía o correspondió a Asia Menor; la de la segunda edad a Francia; la de la tercera a Francia y otro lugar que fue Hungría; la de la cuarta edad correspondió a Irlanda y a Escocia; la de la quinta edad a Alemania; la de la sexta a Inglaterra, y la de la séptima a Norteamérica; y la de la Edad de la Piedra Angular a la América Latina y el Caribe.

Y ahora, para cada edad y para cada territorio, Dios ha enviado un hombre con el Mensaje, el cual ha venido en ese mensajero, sellado todo el Programa de Dios para cada edad, ha venido sellado ese Programa en ese mensajero. Y cuando aparece y nace en el Cuerpo Místico de Cristo y Dios lo envía ungido y predica el Mensaje, Dios comienza hacer la obra correspondiente a ese tiempo en ese territorio, y de ahí se extiende la bendición para otros territorios.

Pero el grueso de los escogidos de Dios, la cantidad grande, está en ese territorio donde Dios coloca al mensajero, con el idioma de ese territorio; el idioma principal de ese territorio lo tiene el mensajero, da el Mensaje en ese idioma, y los entendidos entienden, los escogidos entienden, y así se forma el grupo de esa edad, alrededor de un mensaje y un mensajero, en el cual Cristo en Espíritu Santo se manifiesta.

Ese es el mensajero de Cristo, con el Mensaje de Cristo, a través del cual Cristo lleva a cabo Su Obra. O sea, que el secreto está en localizar al mensajero, y entonces a través del mensajero Cristo nos da a conocer lo que debemos conocer, en la edad y dispensación que nos toca vivir; así ha sido para cada edad.

Algunas personas piensan que porque hayan estudiado mucho, creen que van a conocer el misterio, los misterios de Dios para ese tiempo, pero no es así. Si no lo pudo conocer Caifás y Anás, que fueron sumos sacerdotes, y el concilio del Sanedrín, mucho menos las demás personas de entre los gentiles.

Si aquellos a los cuales Dios les dio la Ley por medio de Moisés, no pudieron discernir el tiempo en que estaban viviendo, cuando estaba Juan el Bautista y Jesús en la Tierra, y conceptuaron a Juan el Bautista y a Jesús como personas endemoniadas, cuánto más los grandes sabios de entre los gentiles se confundirán y no compren-derán lo que estará pasando en el Programa de Dios, estarán ciegos, serán cegados, como fueron cegados aquellos, por causa del velo de carne en quien se manifestó Dios, por medio de quién Dios cumplió Su promesa para aquel tiempo.

Ahora, nosotros estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en donde los escogidos de Dios, así como en edades pasadas, han sido como Bartimeo el ciego; pero miren ustedes, él clamó, sabiendo que Jesús estaba pasando.

Y Jesús ha pasado de edad en edad, Cristo en Espíritu Santo, el Angel del Pacto, y los que lo han recibido, y han clamado, han recibido el milagro de sus ojos espirituales ser abiertos, para ver a Cristo, Jesucristo, manifestado en la edad en que han vivido.

Y ahora, para nuestro tiempo, como Bartimeo el ciego clamó: “¡Señor, Hijo de David, ten Misericordia de mí!” Los discípulos y demás personas trataban de callar, hacer callar a Bartimeo el ciego, para que no molestara a Jesús, pero Jesús escuchó a Bartimeo el ciego, y ordena que lo traigan a El, y le dicen a Bartimeo: “Bartimeo estate tranquilo, El te llama.”

Y ahora, Cristo está llamando en este tiempo, el Hijo de David, está llamando a Sus escogidos.

Y ahora, lo llevan a Jesús, y Jesús le pregunta: “¿Qué quieres que te haga, cuál es tu petición?.” Y Bartimeo dice: “Que sea recobrada mi vista, que vea Señor.” Y Jesús le dice: “Conforme a tu fe sea hecho, tu fe te ha salvado, te ha sanado, ve, recibe la vista.” Y entonces la recibió y vio a Jesús.

Solamente un milagro puede ser llevado a cabo, para que podamos ver a Jesucristo, el Angel del Pacto, manifestado en este tiempo final, en medio de Su Iglesia, y eso solamente es el Angel del Pacto, abriéndonos los ojos espirituales, como le abrió los ojos físicos a Bartimeo el ciego; y para eso Bartimeo tuvo que escuchar el llamado de Cristo, y responder y presentarse ante El, para escuchar de Jesucristo la Palabra milagrosa que le abrió los ojos.

Y ahora, Cristo, el Angel del Pacto, el Hijo de David en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice con esa Voz de Trompeta: “Sube acá, Yo te mostraré las cosas que han de suceder pronto.” O sea, “te abriré los ojos para que veas las cosas, para que entiendas las cosas que han de suceder pronto.” Y para eso en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel (¿para qué lo ha enviado?), para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y ahora, vean ustedes las cosas que Cristo prometió dar a conocer, las cosas que han de suceder, ahora las da a conocer por medio de Su ángel que El envía; porque todo lo que Dios ha prometido para cada edad o dispensación, El lo cumpliría enviando al mensajero correspondiente a ese tiempo, y en ese mensajero estaría Cristo, el Angel del Pacto, en Espíritu Santo, cumpliendo Su promesa. Es por medio de un hombre que siempre Cristo, en Espíritu Santo, ha estado hablándole a Su pueblo.

Y ahora, para abrir el misterio de las cosas que deben suceder pronto, envía a Su ángel. “El Dios de los espíritus de los profetas (el Señor) ha enviado a Su ángel, para manifestar a Sus siervos las cosas que han de suceder pronto.” Apocalipsis, capítulo 22, verso 6. Y capítulo 22, verso 16, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

¿Quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de estas cosas que deben suceder pronto, y así Cristo por medio de ese mensajero abrirnos los ojos, para ver a Cristo y Su Obra correspondiente a este tiempo final? Pues el Angel del Señor Jesucristo. Localizar ese Angel y escuchar a ese Angel, es estar escuchando a Cristo y estar viendo a Cristo en Su manifestación final, abriéndonos los ojos espirituales, y dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Apocalipsis 21, verso 5 al 6, dice:

Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.

Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo.”

¿Ven? Esto es para un hijo que ha de obtener la victoria, que ha de perseverar hasta el fin. “Heredará todas las cosas.” Esto es lo mismo que dice en Apocalipsis, capítulo 2, verso 26 al 28, donde dice:

Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin (o sea, perseverare hasta el fin, guardando las obras de Cristo), yo le daré autoridad sobre las naciones,

y las regirá con vara de hierro, y serán quebrantadas como vaso de alfarero; como yo también la he recibido de mi Padre.”

Como Cristo la ha recibido del Padre cuando venció, la imparte, la concede, al Vencedor, al que perseverare hasta el fin, al que guardare Sus obras hasta el fin. Pablo las guardó hasta su edad, pero habrá uno que estará en el fin del tiempo, guardando las obras de Cristo correspondientes a la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino. Cristo lo adoptará como hijo Suyo, es la Adopción de un hijo, porque dice: “El que venciere heredará todas las cosas, y Yo seré Su Dios y él será mi hijo.” Solamente pueden ser adoptados hijos. La Adopción es para los hijos.

Y ahora, podemos ver la importancia de la perseverancia. “El que perseverare hasta el fin.” Tenemos que continuar hacía adelante como individuos, y también como miembros del Cuerpo Místico de Cristo. Y la Iglesia como el Cuerpo Místico de Cristo, tiene que continuar, hasta que obtenga su Adopción, hasta que cada miembro de Su Cuerpo Místico sea transformado, si está vivo, y si partió, sea resucitado en un cuerpo eterno; y así estará cada miembro del Cuerpo Místico de Cristo, glorificado, adoptado; porque la Adopción es la Redención del cuerpo.

O sea, ser resucitados en cuerpos eternos, para los que han partido, y para los que vivimos ser transformados, para tener el cuerpo glorificado, la clase de cuerpo del nivel más alto que existe, la misma clase de cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo.

Y así seremos, no solamente a imagen, porque la imagen es el cuerpo teofánico, somos a imagen de Cristo, tenemos el cuerpo teofánico, como el cuerpo teofánico de Cristo, el cual hemos recibido de parte de Cristo; pero también recibiremos la semejanza de Cristo, que es el cuerpo glorificado, para ser así a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador, el Segundo Adán.

Por eso es tan importante perseverar ¿hasta cuándo? Hasta el fin, hasta que obtengamos la total victoria; como sucedió con Eliseo, el cual había sido elegido por Dios desde antes de la fundación del mundo, para ser el sucesor ¿de quién? De Elías, en el cual vendría el Ministerio de Elías en su segunda manifestación, pero tenía que perseverar; vean cómo perseveraba Eliseo, y perseveraba al lado de Elías, el mensajero, siguiendo a Elías.

Vean ustedes, la Iglesia, los escogidos de la séptima edad, tenían que perseverar siguiendo a Elías en su cuarta manifestación, y luego viene la quinta manifestación de Elías.

Y ahora, Eliseo siguiendo a Elías, porque Elías le dijo: “Ahora, pide lo que tu quieras, pide lo que tu quieras.” Eso fue allá cuando Elías tenía que irse y cruzaron el Jordán, pero tenía que perseverar. Elías le decía: “Mira, quedate aquí que yo tengo que ir allá.” Eliseo le decía: “Vive Jehová y vive tu alma que yo no te dejaré.” O sea: “Dondequiera que tu vayas, yo voy a ir contigo.” Estaba perseverando, porque él quería algo muy importante, él sabía que se iba ir Elías, su padre espiritual; y él había sido escogido para ser el sucesor de Elías (o sea, ser el segundo Elías).

Y ahora, Elías le dice:

— “Pide lo que tu quieras, antes de que yo sea quitado, antes de que Dios me lleve.”

— Eliseo le dice: “Una doble porción es lo que yo quiero, del espíritu que está en tí,”

— Elías le dice: “Cosa difícil tu has pedido.” O sea, había aprendido bien, y estaba perseverando y había aprendido bien con su padre espiritual, había aprendido que lo primero es Dios y Su Programa.

Y ahora, Elías le dice: “Cosa difícil tu has pedido.” ¿Por qué cosa difícil? Porque una persona no puede ser un profeta porque diga: “Yo quiero ser un profeta,” sino porque Dios lo haya elegido desde antes de la fundación del mundo para ser un profeta. Pero Dios le había dicho al profeta Elías: “Vé y unge a Elías por profeta en lugar tuyo (o sea, como tu sucesor).”

Así que, ya Elías sabía quién sería el próximo profeta, como también Juan el Bautista sabía quién sería el profeta que vendría después de él, y dijo: “He aquí, éste es el hombre del cual yo dije que en medio de vosotros estaba un Varón, el cual es mayor que yo, y del cual yo no soy digno de desatar la correa de Su calzado.”

El cuarto Elías sabía quién sería el próximo profeta que vendría después de él, sabía que era el quinto Elías, y sabía lo que estaría manifestado en el quinto Elías, y sabía que era un hombre de este tiempo, ungido con ese espíritu. Miren todo lo que sabía Elías.

Y ahora, allá Eliseo deseaba una doble porción del espíritu que estaba en Elías, tipo y figura de la doble porción que desean los escogidos de Dios que estarán siguiendo a Elías en el Día Postrero; “una doble porción,” eso es cuerpo teofánico de la sexta dimensión y cuerpo glorificado y eterno, ésas son las dos porciones; la primera porción es el bautismo del Espíritu Santo, en donde obtenemos el cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y la segunda porción es el cuerpo glorificado, cuando seamos transformados y los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos eternos, y entonces estaremos con una doble porción.

Hemos visto: “LA IMPORTANCIA DE PERSEVERAR.”

Cualquier persona puede decir: “¡Pero ya llevamos mucho tiempo!.” Pues siga perseverando. Más tiempo lleva Dios desde que colocó al ser humano aquí para producir una raza perfecta, igual a Jesucristo nuestro Salvador, y El no se ha cansado, El persevera de etapa en etapa, de edad en edad para crear, para producir esa Nueva Raza, con una doble porción: cuerpo teofánico eterno, y cuerpo glorificado, eterno también, y lo logrará.

Y nosotros perseveramos firmes, perseveramos estando con ánimo, y persistiendo y esperando nuestra perfección, esperando recibir nuestra transformación, esperando recibir esa bendición tan grande que El ha prometido para nosotros, esperando recibir la inmortalidad física, la cual recibiremos al ser transformados y tener un cuerpo inmortal; así recibimos la inmortalidad.

¿Ven lo sencillo que es recibir la inmortalidad física? Pues recibiendo un cuerpo inmortal. ¿Cómo recibimos la inmortalidad espiritual? Recibiendo un cuerpo teofánico inmortal, y así recibimos la inmortalidad del alma, para el alma vivir en un cuerpo teofánico eterno y en un cuerpo físico, eterno y glorificado, como el de nuestro amado Señor Jesucristo; y así ser cuerpo teofánico o cuerpo glorificado, y cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y alma. Cuerpo, espíritu y alma: cuerpo físico glorificado, espíritu teofánico, cuerpo teofánico de la sexta dimensión, y alma de la séptima dimensión; así como Jesucristo.

Jesucristo en Su alma es Dios, en Su cuerpo teofánico es el Angel del Pacto (o sea, en Su espíritu es el Angel del Pacto, el cuerpo teofánico de la sexta dimensión), y en su cuerpo físico es el cuerpo glorificado. ¿Vieron lo sencillo que es todo?

Así también Cristo haría a los creyentes en El a Su imagen y a Su semejanza, almas vivientes en cuerpos teofánicos de la sexta dimensión, y en cuerpos físicos y glorificados, como el cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo.

Así que, vale la pena perseverar, la perseverancia es indispensable; se requiere la perseverancia, hasta que lleguemos a la meta, y llegaremos a esa meta. Hemos tomado el Camino que nos lleva a la meta del cuerpo eterno, inmortal y glorificado, como El lo ha prometido. El dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por mí.”

Estamos en Cristo, el Camino verdadero, la Verdad verdadera, y la Vida Eterna; por lo tanto, llegaremos a la meta, lo que necesitamos es estar perseverando. “LA PERSEVERANCIA,” eso es lo que se requiere.

No se desanime cuando pase un año y entremos a otro, no diga: “El Señor se tarda.” Diga más bien: “Oye, como que todavía quedan muchos escogidos, por lo tanto tenemos que trabajar más en la Obra de Cristo, para que sean recogidos todos los escogidos de Dios.” Y cuando sean todos recogidos, entonces seremos transformados.

Y como amamos a todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, no queremos que ninguno se quede aquí en la Tierra, queremos que todos sean transformados. Por lo tanto, con Amor Divino trabajamos en favor de ellos, nuestro prójimo a quienes amamos con toda nuestra alma.

Amamos a Dios y a nuestro prójimo. Por lo tanto trabajemos por Dios y por nuestro prójimo; y tengamos perseverancia, seamos perseverantes, porque hemos de recibir lo que Cristo ha prometido para cada uno de ustedes, y para mí también.

LA PERSEVERANCIA.”

Vean el porqué se requiere la perseverancia. Continuemos perseverando, porque lo que El ha prometido lo cumplirá, a cada a uno de ustedes y a mí también, y todos seremos transformados y entonces obtendremos la inmortalidad física en un cuerpo glorificado, cuerpo perfecto, igual al cuerpo de Jesucristo nuestro Salvador; para nunca más enfermarse nuestro cuerpo, ni ponerse viejo, ni morir; en ese nuevo cuerpo todas esas cosas estarán fuera de existencia, solamente la inmortalidad, la Vida Eterna, con todas las bendiciones que El ha prometido para darnos cuando estemos en ese cuerpo, en donde tendremos toda la Herencia de Dios, porque somos Herederos de Dios y Coherederos con Cristo Jesús, Señor nuestro.

Por lo tanto, continuemos perseverando hasta el fin, hasta que seamos todos transformados, perseverando con gozo y con agradeciemiento a Cristo, por ser escogidos del Día Postrero, escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de LA PERSEVERANCIA. Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y pasen todos muy buenas noches. Dejo nuevamente al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín con nosotros, para finalizar nuestra parte en esta ocasión.

Les estaré viendo - mañana estaremos en otros lugares, pero el miércoles, el jueves , ¿el jueves estaremos dónde? [El Hno. Miguel le confirma al Hno. William en qué lugares van a estar — Editor] ...ya ustedes... estaremos en estos lugares que han escuchado y que ya ustedes saben que vamos a estar, y esperamos que ustedes oren por nosotros, para que Dios nos dé Palabra, para todos los que estarán en esas actividades, y para luego los que escucharán las conferencias grabadas en videos, y para los que también leerán; porque en escuchar y leer hay una bendición, una bienaventuranza muy grande.

Bueno, mientras escuchamos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó, el cual es Jesucristo, pasará nuestro amado hermano y amigo, Miguel Bermúdez Marín. Que Dios les bendiga y les guarde a todos.

LA PERSEVERANCIA.”

➀ El Hno. William enseña el diagrama de “La estatura de un hombre perfecto.” — Editor.