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El Maestro de los maestros 2000-07-24 1 SV 01:09:54 true

Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

Me acompañan también mi esposa Erica, a quien ya ustedes escucharon, y también mi niña América; también la doctora Nelly Fuentes del Perú, y José Benjamín Pérez de Puerto Rico. Es realmente una bendición estar viajando por todos los países latinoamericanos y caribeños, llevando la Palabra y conociendo a los escogidos de Dios de este tiempo final, y compartiendo así con los escogidos de Dios la Palabra de Dios.

En esta ocasión aquí en el Salvador tenemos como tema: “EL MAESTRO DE LOS MAESTROS.” Para lo cual quiero leer en San Juan, capítulo 6, versos 44 al 45, donde nos dice:

Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.

Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí.”

Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.

Nuestro tema es: “EL MAESTRO DE LOS MAESTROS.”

A través de la Escritura, hemos visto que Dios ha estado enseñando a Su pueblo, de dispensación en dispensación y de edad en edad. En cada dispensación se recorren diferentes edades, y ahí Dios enseña a Su pueblo por medio de los instrumentos que El envía; Sus mensajeros son los instrumentos de Dios para enseñar a Su pueblo, pero el Maestro es el mismo Dios, el Espíritu Santo, Cristo en Espíritu Santo en medio de Su pueblo, El es el que ha estado enseñando siempre a Su pueblo. EL ES EL MAESTRO DE LOS MAESTROS. Por eso en Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, dice:

Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;

y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”

Vean cómo Dios por medio de Su Espíritu Santo enseñaba al pueblo usando ¿a quiénes? A Sus profetas. Dios por medio de Su Espíritu Santo enviando a Su profetas, y hablando por medio de Su profetas, estaba enseñando a Su pueblo. EL MAESTRO DE LOS MAESTROS ES EL ESPIRITU SANTO.

Y ahora, veamos en el capítulo 23, del libro de Exodo, versos 20 en adelante (versos 20 al 23), dice:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz (¿Por qué hay que escuchar la Voz del Angel de Jehová? Porque El es el que le va a enseñar al pueblo toda la revelación divina para Su tiempo)...

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él (¿dónde está el Nombre de Dios? En el Angel de Dios, el Angel de Jehová; porque el Angel de Jehová es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, Su cuerpo angelical, un cuerpo parecido a nuestro cuerpo pero de la sexta dimensión).

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere...”

Vean: “He hicieres todo lo que Yo te dijere.”

¿Y cómo Dios le va a decir todas las cosas que quiere decir al pueblo? Por medio de Su Angel. Es por medio de ese cuerpo angelical que Dios habla y enseña a Su pueblo; pero por cuanto el pueblo no tiene las dos conciencias juntas, Dios siempre ha tenido un mensajero, un profeta con las dos conciencias juntas, al cual el Angel de Jehová (que es Cristo en Su cuerpo teofánico, el Espíritu Santo) ha llamado, ha ungido, y le ha hablado a ese profeta mensajero, y por medio de ese profeta mensajero se ha velado en carne humana, y se ha revelado a través de carne humana, y le ha hablado a Su pueblo de etapa en etapa, de edad en edad, y de dispensación en dispensación, y ésa ha sido la Enseñanza de Dios, Dios enseñando a Su pueblo.

Ahora, vean también (vamos a terminar aquí), dice:

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.

Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir (o sea, te llevará a la tierra prometida).”

Y ahora, viendo que es el Angel de Jehová, el mismo Angel de Jehová que libertó al pueblo hebreo por medio del profeta Moisés, y por medio del profeta Moisés fue que le habló al pueblo hebreo, le habló a Moisés y Moisés le habló al pueblo hebreo.

Y ahora, esto lo encontramos también establecido en el libro del Exodo, capítulo 25, donde nos dice el mismo Dios, capítulo 25, versos 21 en adelante, dice:

Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.

Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”

Y ahora, ¿cómo Dios le habló al pueblo hebreo en aquellos tiempos? Por medio del profeta Moisés. Dios de en medio de los dos querubines de oro le hablaba al profeta Moisés en el lugar santísimo del tabernáculo, y entonces Moisés le hablaba todo eso al pueblo de Dios; y así el pueblo hebreo estaba siendo enseñado de Dios y por Dios, a través de un hombre, el profeta Moisés, un profeta dispensacional.

Todo mensaje para cada edad ha venido por medio del mensajero de cada edad, ese mensajero no ha podido cambiar nada de lo que fue establecido por Dios a través del mensajero dispensacional; porque un mensajero dispensacional es mayor que un mensajero de una edad; por lo tanto, así como el mensaje para una edad viene por medio del mensajero de una edad, el mensaje para una dispensación viene por medio de un mensajero dispensacional, esa clase de mensajero es la clase de profeta más grande que Dios tiene, y tiene muy pocos, ¿cuántos tiene? Solamente siete profetas mensajeros para siete dispensaciones:

*Adán para la Dispensación de la Inocencia, primera dispensación; Set para Dispensación de la Conciencia, segunda dispensación; Noé para la tercera dispensación, la Dispensación del Gobierno Humano; Abraham para la dispensación cuarta, la Dispensación de la Promesa; Moisés para la quinta dispensación, la Dispensación de la Ley, Moisés fue el quinto profeta dispensacional; luego de Moisés que fue el mensajero para la quinta dispensación, viene el mensajero para la sexta dispensación, nuestro amado Señor Jesucristo [Dispensación de la Gracia —Editor]; y luego viene el tiempo para la séptima dispensación, la Dispensación del Reino, para la cual Cristo enviará Su Angel Mensajero.

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Por eso es que en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 22, dice: “Yo protesto a cualquiera...” Aquí, vean ustedes, lo mismo que Moisés había dicho por Palabra de Dios, es dicho aquí en el libro del Apocalipsis; capítulo 22, verso 18 al 19, dice:

Yo testifico a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añadiere a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro.

Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.”

Ahora, vean lo importante que es este libro, y lo importante que es mantenerse la persona (y todos los ministros) con las palabras de la profecía de este libro, sin añadirle y sin quitarle; como Dios le había dicho a Moisés, y Moisés le había dicho al pueblo, así también es en el Apocalipsis; porque el Mensaje del Angel del Señor Jesucristo, para la séptima dispensación es un Mensaje dispensacional que no se le puede ni añadir ni quitar, porque eso es Dios enseñando a Su pueblo, a Sus hijos en el Día Postrero; así como le enseñó de etapa en etapa, y de edad en edad y de dispensación en dispensación, a Su Iglesia, y también al pueblo hebreo, por medio de los mensajeros que El envió; porque Dios siempre ha utilizado un hombre para enseñar a Su pueblo.

Por eso en Deuteronomio, capítulo 18, verso 15 en adelante, dice:

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis.”

¿Y por qué es necesario escuchar al profeta que Dios envía? Porque Dios se vela y se revela por medio de ese profeta que El envía, y coloca Su Palabra en el corazón y en la boca de ese profeta, y ese profeta hablará todo lo que Dios le mande a hablar al pueblo.

Un profeta es un hombre con las dos conciencias juntas enviado por Dios para una edad o para una dispensación, para captar la revelación divina correspondiente a ese tiempo y darla al pueblo, y así el pueblo ser enseñado por Dios; porque Dios en Espíritu Santo estará en ese Mensajero, ese Mensajero hablará ungido por el Espíritu Santo las cosas que Dios le revele para el pueblo.

Y ahora, vean, sigue diciendo:

conforme a todo lo que pediste a Jehová tu Dios en Horeb el día de la asamblea, diciendo: No vuelva yo a oír la voz de Jehová mi Dios, ni vea yo más este gran fuego, para que no muera.

Y Jehová me dijo: Han hablado bien en lo que han dicho.

Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare.”

¿Qué hablará ese profeta enviado por Cristo, por Dios? Todo lo que Dios le mande a hablarle al pueblo.

Mas a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en mi nombre, yo le pediré cuenta.”

En el libro de los Hechos, capítulo 3, versos 22 al 23, dice que Dios le desarraigará de en medio del pueblo; será desarraigado de en medio del pueblo, por lo tanto pierde el derecho a pertenecer al pueblo de Dios.

Y ahora, ¿a quién hay que escuchar? A Dios. ¿Y cómo es que Dios enseña a Su pueblo? Por medio de Sus mensajeros, de Sus profetas, de etapa en etapa, de edad en edad. Esos mensajeros vienen con el Sello del Dios vivo, vienen ungidos con el Espíritu Santo, para esa edad o para esa dispensación, esos mensajeros son la boca de Dios en la Tierra, para el pueblo de Dios y para todo ser humano. Por medio de cada uno de esos mensajeros Dios enseña las cosas que deben saber las personas en ese tiempo.

Y ahora, veamos lo que nos dice en Primera de Juan, el apóstol San Juan en su primera carta, capítulo 2, verso 27, dice:

Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.

Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.”

Y ahora, nuestro Maestro que es el mismo Dios, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, Jesucristo, el Espíritu Santo, enseñándonos de etapa en etapa, hemos visto que ha tenido muchos instrumentos, mensajeros de edades, y mensajeros de dispensaciones.

Ahora, EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, el Espíritu Santo, enseña a Su Iglesia por medio de cada mensajero que El envía, en el cual viene el Espíritu Santo velado y revelado. Y en la persona como individuo, el Espíritu Santo está manifestado cuando la persona ha recibido a Cristo como su Salvador, ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo, ha sido bautizado en Su Nombre y ha recibido Su Espíritu Santo, y ahí está el Espíritu Santo para tomar esa Palabra, ese mensaje de su edad, y poder comprender ese mensaje de ese tiempo; o sea, que abre la mente y el corazón de la persona, para poder entender esas Escrituras que están siendo abiertas por el Espíritu Santo, a través del mensajero de cada edad, o de cada dispensación.

El Maestro en la Iglesia y el Maestro en el individuo, vean ustedes cómo enseña: es el mismo Espíritu Santo por medio del mensajero de cada tiempo, revelando Su Palabra para cada tiempo, para cada edad, para Su Iglesia, para el Cristiano, para el pecador, para las vírgenes fatuas, y también para los 144 mil hebreos. ES EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, EL ESPIRITU SANTO.

Y ahora, vean ustedes cómo el Maestro de los maestros, el Espíritu Santo, está prometido para estar con Su Iglesia y en medio de Su Iglesia en cada una de Sus etapas. En el capítulo 14 de San Juan, dice Cristo, versos 15 en adelante, dice:

Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.

En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él. Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?

Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

Os he dicho estas cosas estando con vosotros.

Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.”

Y aquí tenemos la promesa de la Venida del Espíritu Santo, para enseñarle a todos los hijos de Dios todas las cosas de Dios: “Os enseñará todas las cosas, y os recordará todas las cosas, o todo lo que Yo os he dicho.” Es el Espíritu Santo el que estaría dando a conocer las cosas que han de suceder. El es el que estará dando a conocer todo lo que Dios desea que Su Iglesia conozca de etapa en etapa.

Fue el Espíritu Santo en San Pedro y en los demás apóstoles, fue también en San Pablo; y vean, San Pedro y San Pablo, establecieron las doctrinas para la Iglesia del Señor Jesucristo, ¿y cómo lo hicieron? Por la revelación del Espíritu Santo, el cual estaba en ellos enseñando a Su Iglesia todas esas cosas, todas esas doctrinas, correspondientes al Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.

En el capítulo 15, verso 26 también de San Juan, dice:

Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.”

O sea, que estará revelando a cada mensajero todo el misterio de la Primera Venida de Cristo, y Su Obra de Redención, para que así el Cuerpo Místico de Cristo conozca ese misterio y todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo estén conscientes de la Obra de Redención, realizada por Cristo en Su Primera Venida, y puedan llevar el Mensaje de Redención, de Salvación a todos los seres humanos, para que todo ser humano pueda conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y saber que Cristo vino en el Nombre de Su Padre para llevar a cabo la Obra de Redención, el Nombre humano de Dios. Jesús en español, pues Jesús, y con ese nombre llevó a cabo la Obra de Redención en la Cruz del Calvario, pues el nombre Jesús significa Salvador o Redentor.

Y ahora, el Espíritu Santo ha estado dando testimonio por cada mensajero o por medio de cada mensajero que El ha enviado, ha estado dando testimonio de Jesucristo, de Su Primera Venida y la Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y la Obra que está llevando a cabo de edad en edad en medio de Su Iglesia, y así mostrándole a Su Iglesia que El está en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, y está velado y revelado por medio de cada mensajero, enseñándole todas estas cosas a Su Iglesia.

Veamos en el capítulo 16 de San Juan también, versos 12 en delante, dice:

Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.

Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.”

¿Las cosas que habrán de venir las dará a conocer quién? El Maestro de los maestros, que es el Espíritu Santo. Por eso por medio de los apóstoles, el Espíritu Santo dio a conocer cosas que vendrían, y cosas que estaban sucediendo también en aquellos días; era el Maestro de los maestros, el Espíritu Santo, profetizando por medio de los apóstoles del Señor Jesucristo en aquellos tiempos. Por eso tenemos las profecías de San Pedro y de San Pablo en las Escrituras, y también de San Juan, y de Judas (no el Iscariote); y también en los evangelios tenemos las profecías que el Espíritu Santo habló, tanto por medio de Juan el Bautista como también de Jesús de Nazaret, fueron las enseñanzas proféticas del Maestro de los maestros, el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, velado y revelado en Jesús de Nazaret.

Y ahora, vean ustedes, Su Mensaje fue un Mensaje profético grande para todo el pueblo hebreo.

Y ahora, siendo que es el Espíritu Santo, el cual nos enseña todas las cosas de etapa en etapa, de edad en edad, pero siempre usando Sus mensajeros, Sus instrumentos, ¿por qué? “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos (¿a quiénes?) A Sus siervos Sus profetas.” Dice Amos, capítulo 3, verso 7.

Por eso es que “no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.” Eso está en el capítulo 4, verso 4 del Evangelio según San Mateo, y también en Deuteronomio, capítulo 8, verso 1 al 9. Y en Amos, capítulo 8, verso 11, dice que habrá hambre sobre la Tierra, no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la Palabra de Dios, la Palabra de Jehová, hambre de oír esa Palabra que sale de la Boca de Dios, que sale de la boca del Mensajero de Dios, para el tiempo en que Dios habla y le enseña a Su pueblo.

Los profetas mensajeros de Dios son la Boca de Dios, porque Dios coloca en la boca de Sus profetas Su Palabra, y ellos hablarán todo lo que Dios les mande, y el pueblo está llamado a escuchar lo que Moisés dijo: “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, os levantará el Señor vuestro Dios; a él oiréis.” A él oid, ¿por qué? Porque ahí está la Palabra de Dios siendo revelada al pueblo, ahí está la enseñanza de Dios, del Espíritu Santo para Su pueblo; así es como Dios estaría enseñando a Su pueblo de etapa en etapa, de edad en edad; por eso Dios los envía con las dos conciencias juntas, para que puedan escuchar de Dios, y puedan recibir esa Palabra de Dios para que se haga carne en ellos y puedan ellos darla a conocer al pueblo de Dios.

Y así como son enseñados los profetas de Dios por el mismo Dios, luego Dios usando esos profetas le habla al pueblo, y le enseña al pueblo todas las cosas que Dios desea que el pueblo conozca, para eso es que Dios envía Sus profetas mensajeros de etapa en etapa.

Y ahora, cuando hemos visto que en el Antiguo Testamento Dios envió profetas y colocó Su Palabra en la boca de esos profetas; pero vean ustedes, no todo el pueblo escuchó la Voz de Dios por medio de esos profetas, solamente aquellos que tenían un corazón dado a Dios, un corazón en el cual Dios moraba, un corazón para Dios, que amaban a Dios, servían a Dios y querían escuchar la Voz de Dios; ésos escucharon la Voz de Dios, y por consiguiente ésos son señalados en la Escritura como de Dios. “El que es de Dios la Voz de Dios oye.”

¿Y cómo escuchan la Voz de Dios? Pues por medio del mensajero que Dios les envía, donde coloca Su Palabra, Su Voz. Por eso es que en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice Cristo con esa Voz de Trompeta:

Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”

Y ahora, ¿cómo es que vamos a escuchar la Voz de Cristo dándonos a conocer todas estas cosas que han de suceder, después de las que ya han sucedido durante las siete etapas o edades de la Iglesia? Veamos la forma que El usa, la cual es la misma forma de siempre. Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 en adelante, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas (¿de quién son los espíritus de los profetas? ¿De quién son esos cuerpos teofánicos de los profetas? De Dios)... el Dios de los espíritus de los profetas ha enviado su ángel (¿a quién ha enviado? A Su Angel. ¿Para qué lo ha enviado? ), para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.” Y así todos ser enseñados de Dios, de Jesucristo, por medio de esa manifestación de Cristo a través de Su Angel enviado. Es enviado para dar testimonio, para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, o sea, que viene con un Mensaje profético para toda la Iglesia del Señor Jesucristo, y para el pueblo hebreo, y para el mundo entero, para todo pueblo, nación, lengua y reyes.

En Apocalipsis, capítulo 22, también, versos 16 al 17, dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

¿A quién ha enviado para dar testimonio de estas cosas en las iglesias? Pues aquí dice que ha enviado a Su Angel Mensajero.

Y ahora, siendo que ha enviado a Su Angel Mensajero, entonces necesitamos saber quién es ese Angel Mensajero del Señor Jesucristo, enviado para dar testimonio de estas cosas.

Siendo que Cristo dice: “El que recibe al que Yo enviare (o al que Yo envío) a mí recibe. Y el que a mí recibe, recibe al que me envió.” Siendo que esta es Palabra de Cristo para toda Su Iglesia, entonces cuando Cristo dice: “Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” El que recibe a profeta en nombre de profeta, recompensa de profeta recibe, recibe el beneficio para lo cual Dios lo ha enviado.

¿Y para qué Dios envía a Su Angel Mensajero? ¿Para qué Cristo envía Su Angel Mensajero? Para dar testimonio de estas cosas, ¿de qué cosas? De estas cosas que deben suceder pronto. Y los que lo reciben, pues reciben el beneficio del conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto, y reciben la fe para ser transformados y raptados, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero [La congregación responde: “¡Amén!”]

“El que recibe al que Yo enviare me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.” Eso está en San Juan, capítulo 13, verso 20.

Y vean cómo Cristo en el libro del Apocalipsis, de quien habla claramente, abiertamente, de que envía esa persona, es cuando habla de Su Angel Mensajero; pero también El ha enviado a Sus siete ángeles mensajeros, los cuales son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra y son los siete ojos del Cordero en los siete cuernos del Cordero; y son las siete lámparas que están delante de la presencia de Dios encendidas, en Apocalipsis, capítulo 4, verso 5; y son los siete ojos del Cordero en los siete cuernos del Cordero, de Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, y son los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra, de Apocalipsis, capítulo 1, en donde aparecen esos siete espíritus de Dios.

Dice capítulo 1, verso 4 de Apocalipsis:

Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus que están delante de su trono.”

Esos siete espíritus son las siete lámparas encendidas que están delante del Trono de Dios, en Apocalipsis, capítulo 4, verso 5:

Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”

Y en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6, dice:

Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”

Esos son los siete ángeles mensajeros, en los cuales ha estado el Espíritu de Cristo manifestado, y los cuales han tenido un espíritu teofánico de la sexta dimensión manifestado en ellos; o sea, ellos han venido en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y han sido espíritus ministradores a los herederos de salvación, conforme a Hebreos, capítulo 1, verso 14, donde dice:

¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación?”

Esos espíritus ministradores son los espíritus teofánicos de los mensajeros que Cristo ha enviado a Su Iglesia, a los herederos de salvación, que son los hijos e hijas de Dios, los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo.

En el capítulo 1, verso 7 también de la carta a los Hebreos, de San Pablo, dice:

Ciertamente de los ángeles dice:

El que hace a sus ángeles espíritus,

Y a sus ministros llama de fuego.”

Esos ángeles son espíritus ministradores, cuerpos teofánicos de la sexta dimensión, y vienen en carne humana para llevar a cabo el ministerio del tiempo en que Dios los envía; al ser espíritus ministradores, ésos son ángeles mensajeros de Dios para las diferentes etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo, son ángeles que vienen de parte de Dios en la sexta dimensión, pues ellos tienen su cuerpo teofánico; y cuando ellos están ministrando aquí, el espíritu teofánico de ellos está operando, está obrando, y por eso pueden ver en otras dimensiones, y pueden escuchar la Voz de Dios, pueden recibir la Palabra de Dios, y pueden hablar la Palabra de Dios ungida con el Espíritu Santo.

Ahora, estos mensajeros de Dios, vean ustedes, vienen enviados por Dios de edad en edad, y de dispensación en dispensación, son espíritus ministradores enviados a los herederos de salvación, para Dios por medio de ellos hablarle a Su pueblo y enseñar a Su pueblo. Es el Espíritu Santo en esos mensajeros quien revela Su Palabra a Su pueblo, usa esos mensajeros, y ellos son la Voz de Dios para enseñar a Su pueblo. Pero la enseñanza no viene de ellos mismos sino que viene de Dios; y éso es Dios enseñando Su pueblo, éso es el Maestro de los maestros enseñando a Su pueblo.

Y ahora, hemos visto lo que Jesús ha dicho:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Ese es el Enviado de Jesucristo para el Día Postrero, para la Iglesia del Señor Jesucristo; así como cada ángel mensajero de cada edad fue el instrumento de Cristo para cada edad, en el cual Cristo estuvo velado y revelado enseñando a Su Iglesia; Jesucristo, el Maestro de los maestros, por medio de Sus mensajeros enseñando a Su pueblo.

Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, dice:

Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo...”

¿Cuál es el Sello del Dios vivo? El Espíritu Santo. [Efesios 4:30—Editor] “No contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”; o sea, para el día en que los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos eternos y nosotros los que vivimos seremos transformados, y así seremos adoptados. La Redención del cuerpo es la transformación, en donde obtendremos el cuerpo eterno. Obtener el cuerpo eterno, eso es llevarse a cabo en la persona la Redención del cuerpo, y pronto se convertirá en una realidad, ¿para quiénes? Para los que estarán escuchando la Voz del Maestro de los maestros en el Día Postrero.

Como también se convertirá en una realidad para los que estuvieron escuchando la Voz del Maestro de los maestros, de Jesucristo, en Espíritu Santo, por medio del mensajero de cada edad; los que escucharon la Voz del maestro de los maestros, por medio del mensajero que Dios envió en cada edad, estarán siendo resucitados y estarán siendo glorificados, porque obtendrán un cuerpo glorificado, eterno, inmortal e incorruptible, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, y nosotros los que vivimos, cuando los veamos seremos transformados, y entonces también tendremos un cuerpo, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo.

Ahora, vean ustedes la importancia de estar escuchando la Voz del Maestro de los maestros.

Hemos visto cómo escuchar la Voz del Maestro de los maestros. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas.” [Amos 3:7 —Editor] Es siempre por medio de un profeta mensajero que escuchamos la Voz del Maestro de los maestros, y así somos enseñados de Dios, en todas las cosas que El quiere que nosotros aprendamos.

Y ahora, para este tiempo final, en Apocalipsis, capítulo 7, viene el Angel con el Sello del Dios vivo, viene el Angel Mensajero de Jesucristo con el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo vendrá en Su Angel Mensajero, enseñándonos todas las cosas que deben suceder en este tiempo final; porque Cristo estará colocando en la boca de Su Angel Mensajero Su Palabra revelada, y ese Mensajero estará hablando esa Palabra que le es revelada por Cristo, y estará hablando esa Palabra ungido con el Espíritu Santo.

Por lo tanto eso será Dios enseñando a Su pueblo, Jesucristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo, el Maestro de los maestros enseñando a Su pueblo, a Sus hijos, eso es Dios enseñando a Sus hijos. Así es como todos somos enseñados ¿de quién? De Dios.

¿Vieron lo sencillo que es todo? Todo es tan sencillo que hasta los niños lo pueden entender.

Ahora, EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, Cristo en Espíritu Santo, estaría en medio de Su iglesia, El dijo: “Vendré a vosotros.” Y dijo: “Estaré con vosotros hasta el fin del mundo.”

Y ahora, Cristo ha estado y está en medio de Su Iglesia, en Espíritu Santo, guiando a Su Iglesia, enseñando a Su Iglesia, de etapa en etapa, y de territorio en territorio donde se ha cumplido cada etapa de la Iglesia de Jesucristo; comenzó en la tierra de Israel, luego en Asia Menor, en Asia Menor fue la primera etapa o edad de la Iglesia entre los gentiles, luego Francia; o sea, de ahí pasó a Europa donde hubo cinco etapas de la Iglesia y donde hubo cinco mensajeros, en los cuales estuvo Cristo en Espíritu Santo, velado y revelado enseñando a Su pueblo.

Luego de esas cinco etapas en Europa, donde tuvo cinco mensajeros y donde hubo cinco mensajes para cinco edades, encontramos que el Espíritu Santo, el Maestro de los maestros pasó a Norteamérica y estuvo velado y revelado en el Rvdo. William Branham hablándole a Su pueblo, y así Dios estuvo enseñando a todos Sus hijos durante el tiempo del Rvdo. William Branham; eso era Dios enseñando a Sus hijos, todos estaban siendo enseñados de Dios. Pero ahora se fue ya el Rvdo. William Branham, precursor de la Segunda Venida de Cristo, y ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil, el séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia entre los gentiles.

Y ahora, ¿para este tiempo final cómo estará hablándonos Cristo, el Espíritu Santo, Dios? Pues lo importante es saber en qué territorio estará hablando (eso es algo bien importante), y también a través de quién estará hablando, y qué estará hablando. Dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” Por lo tanto, estará hablando estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; no va a estar hablando otras cosas sino lo que debe suceder en este tiempo final. Y eso es un Mensaje profético, porque cuando un Profeta Mensajero es enviado por Dios y dice las cosas que han de suceder, pues lo que está es profetizando lo que ha de venir, es un Mensaje profético el que está prometido para la Iglesia de Jesucristo, para este tiempo final, el cual el Espíritu Santo estará dando por medio de Su Angel Mensajero del Día Postrero, el cual es enviado para profetizar sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.

Ahora, hemos visto que es un Angel Mensajero, el Angel Mensajero del Señor Jesucristo, el cual es Profeta Dispensacional, y estará con Su Mensaje, dando a conocer todas las cosas que han de suceder pronto, luego de las que ya han sucedido en edades pasadas.

Y ahora, por cuanto siempre hubo un territorio donde Dios envió al mensajero de cada etapa, de cada edad, ¿cuál es el territorio para el Día Postrero, para enviar Su Angel Mensajero? ¿Cuántos saben? La América Latina y el Caribe [La congregación responde “¡Amén!” —Editor]. Por lo tanto los latinoamericanos y caribeños estarán escuchando la revelación, siendo predicada por el Angel de Jesucristo en el idioma principal de los latinoamericanos y caribeños, que es el español.

Y por medio de ese Mensaje serán reveladas todas las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y así estaremos recibiendo la fe, la revelación, para ser transformados y raptados, que es la revelación de la Segunda Venida de Cristo, como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo.

Ahora, vean todas las cosas que están dentro del Mensaje del Espíritu Santo, de Jesucristo, a través de Su Angel Mensajero, dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; y así es como estaríamos siendo enseñados por Dios en este tiempo final, en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo en la América Latina y el Caribe. Y para los que se han ido a otras naciones o continentes, si son escogidos, hasta allá les llegará el Mensaje.

Y ahora, hemos visto quién es el que ha enseñado, desde el Génesis hasta el Apocalipsis: EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, Dios en Espíritu Santo por medio del mensajero de cada edad y de cada dispensación; habló por medio de los profetas del Antiguo Testamento, habló por medio de Jesús, habló por medio de los apóstoles, habló por medio de San Pablo, habló por medio de cada ángel mensajero de cada edad, y en el Día Postrero estaría hablando por medio de Su Angel Mensajero, todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Y esas cosas que estarán siendo dadas a conocer son enseñadas por Dios por medio de Su Angel Mensajero del Día Postrero, y por consiguiente eso será EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, el Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero enseñándonos todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Hemos visto a través de lo que hemos escuchado en esta noche, quién es EL MAESTRO DE LOS MAESTROS: es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual es el mismo Dios en Su cuerpo angelical; y cuando se hizo carne, pues allí estaba en carne humana EL MAESTRO DE LOS MAESTROS.

Por eso Jesús decía: “Ustedes me llaman Maestro y dicen bien, porque lo Soy.” Y con eso El no estaba siendo orgulloso o vanidoso, sino que estaba dando testimonio de la verdad, era la verdad, porque EL MAESTRO DE LOS MAESTROS es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, el Espíritu Santo; y por cuanto estaba en carne humana, pues allí estaba EL MAESTRO DE LOS MAESTROS hecho hombre en medio del pueblo hebreo.

Y EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo, ha estado velado y revelado en cada ángel mensajero de cada edad; por eso las enseñanzas traídas por esos mensajeros han sido nada menos que las Enseñanzas del Maestro de los maestros para cada edad.

Y para nuestro tiempo tenemos la promesa que tendremos las enseñanzas del Maestro de los maestros, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, para así ser llamados y juntados, y preparados para ser transformados, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo.

Gracias a Dios por EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, el Espíritu Santo, velado y revelado de edad en edad en el mensajero de cada edad, y velado y revelado en el mensajero de cada dispensación.

Toda persona quiere saber, escuchar y ser enseñado de Dios, y ahora hemos visto la forma sencilla en que una persona es enseñada de Dios en el tiempo que le toca vivir; no tiene que irse a un monte lejos por allá, o al bosque, o al desierto, para ir a orar para que Dios le revele Su mensaje correspondiente al tiempo; ¡lo único que tiene que conseguir es el Mensajero correspondiente a su tiempo y sentarse a escuchar lo que el Espíritu Santo, El MAESTRO DE LOS MAESTROS, habla por medio de ese mensajero! [La congregación responde: “¡Amén!” —Editor].

Y son bienaventurados los que escuchan, los que leen y los que escuchan, las Palabras de la profecía de este libro. Y las Palabras de la profecía de este libro son las Palabras de Cristo por medio de Su Angel Mensajero. Son bienaventurados siempre los que escuchan las Palabras del Maestro de los maestros, del Espíritu Santo en la edad y dispensación que le toca vivir a la persona.

Y ahora, hemos visto que hubo muchos bienaventurados en edades pasadas, porque estuvieron escuchando y viendo al Maestro de los maestros, enseñando las cosas correspondientes al tiempo que les tocó vivir.

Y ahora, ¿quiénes son los bienaventurados del Día Postrero, que estarán escuchando al Maestro de los maestros, al Espíritu Santo, a Cristo en Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Pues somos nosotros los bienaventurados de este tiempo final. “Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen, porque muchos de los profetas y de los justos desearon ver lo que vosotros veis y no lo vieron, y oír lo que vosotros oís y no lo oyeron.”

Y ahora, nosotros somos bienaventurados porque todos los apóstoles desearon ver y oír lo que nosotros estamos viendo y oyendo: al Maestro de los maestros, al Espíritu Santo, por medio de Su Angel Mensajero dándonos testimonio, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Ahí tenemos nuestra bienaventuranza, porque estamos escuchando y leyendo las cosas que el Maestro de los maestros está enseñándonos en este tiempo final.

Y recuerden que EL MAESTRO DE LOS MAESTROS es el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, Jesucristo nuestro Salvador en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia en este tiempo final, como ha estado en edades pasadas en el mensajero de cada edad.

Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes dándoles testimonio del Maestro de los maestros, del Espíritu Santo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, Jesucristo nuestro Salvador.

Pero el Angel del Señor Jesucristo no es Jesucristo, él solamente es el Instrumento de Jesucristo, para Cristo velado y revelado a través de él, enseñar a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto.

Por lo tanto, el Mensaje del Angel del Señor Jesucristo dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, no es un Mensaje humano sino un Mensaje Divino, un Mensaje del Cielo, es la Voz de Cristo por medio de Su Angel Mensajero dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, es la Voz de Jesucristo, EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, enseñándonos por medio de Su Angel Mensajero todas estas cosas que deben suceder pronto. Por eso tenemos la bienaventuranza del Día Postrero, de estar escuchando y estar oyendo, estar leyendo, las Palabras de la profecía de este libro profético, y estar guardando estas Palabras de la profecía de este libro.

Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y será hasta mañana Dios mediante en que estaré nuevamente con ustedes, a las 6:00 de la tarde que es la actividad; y ya pues en la actividad que comenzará a las 6:00 de la tarde estaré con ustedes, para la próxima conferencia, la cual será: “REY DE REYES.” Podemos poner aquí Miguel: “EL REY DE REYES.” Y veríamos ahí este misterio del Rey de reyes hasta donde Dios nos permita hablar, y queremos que sea EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, el Espíritu Santo, Jesucristo, el Angel del Pacto, el que nos enseñe el misterio del Rey de reyes.

Mañana, pues estaremos en ese tema. Oren mucho por mí para que El me dé todo lo que debo hablar mañana bajo este tema: “EL REY DE REYES.”

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto Cristo termine Su Obra de Intercesión en el Cielo, tome el Título de Propiedad, haga Su Obra de Reclamo y reclame todos los que El ha redimido con Su Sangre Preciosa, resucite a los muertos en Cristo que han partido y nos transforme a nosotros los que vivimos, y se manifieste en toda Su plenitud en Su Iglesia en todos nosotros (los que vivimos y los que resucitarán en cuerpos glorificados), y luego de 30 a 40 días manifestado en toda Su plenitud en todos nosotros en cuerpos glorificados, luego nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo, ¿de quién? DEL MAESTRO DE LOS MAESTROS.

Bueno, con nosotros el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta noche, y así regresar tempranito a nuestros lugares, para mañana ya estar de regreso para las actividades del día y también la actividad de la noche; en la noche pues estaré con ustedes nuevamente.

Bueno, ya tenemos a Miguel por aquí. Mientras escuchamos el cántico del Hombre que nos transformó, el cual es Jesucristo, EL MAESTRO DE LOS MAESTROS, pasará Miguel.

El MAESTRO DE LOS MAESTROS.”