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Jacob bien agarrado del Angel 2000-07-18 1 San Bartolomé Milpas Altas Sacatepéquez GT 01:40:26 true

Muy buenas noches, amados hermanos y amigos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final.

En esta ocasión me acompaña mi esposa Erica y también mi niña, mi hija, América, quienes ya ustedes vieron cantando; son una bendición grande para mí, Erica y América, y deseó que Dios las bendiga grandemente en este Día Postrero. También nos acompaña la doctora Nelly Fuentes del Perú, quien estará todos estos días acá en Guatemala y quien les puede dar un saludito adicional al que ya les dio a todos —por aquí la tenemos.— Y también nos acompaña José Benjamín Pérez (Benjie) aquí en las cámaras; que Dios te bendiga Benjie también, a ti Nelly, y a Erica y a América también; y Miguel a quien nosotros estamos acompañando en este recorrido.

Para esta noche el tema, pues se ve sencillo aparentemente, pero es un tema en donde hay mucha revelación divina; si podemos comprender ese tema, entenderemos el misterio de Dios.

Quiero leer en Génesis, capítulo 1, versos 24... esto fue cuando Jacob regresaba de Padan-aram, de la casa de su suegro, y ya regresaba con las ganancias, ya regresaba con mucho fruto de la bendición que él tenía. Y cuando uno tiene una bendición encima, pues tiene que trabajar, luchar, para que se materialice esa bendición, se materialice en cosas, las cuales son realizadas por la persona.

Y ahora, vean ustedes, Jacob con la Bendición de la Primogenitura que tenía, hizo muchas labores, y ahí esa Bendición produjo grandes frutos, trabajando produjo un rebaño gigante, grandísimo de ovejas y de otros animales, y salió rico; pues la Bendición de Dios es la que enriquece, esa Bendición de la Primogenitura es la que enriquece, y no añade tristeza.

Ahora, también se casó y se reprodujo. Vean, todas esas bendiciones estaban en esa Bendición de la Primogenitura, por la cual él luchó cuando le compró la Primogenitura a su hermano Esaú, y cuando luego fue donde su padre Isaac, para recibir la Bendición de la Primogenitura siendo hablada.

Y ahora, cuando ya regresa con muchos bienes materiales, esa Bendición de la Primogenitura había producido grandes bendiciones materiales: una familia gigante, grande, y tenía esposas, siervos, hijos, y siervas también, y de los hijos, pues serían los que tendrían la bendición de establecer la nación hebrea, de ahí vendría la nación hebrea. Y ahora aunque hubo problemas... pero recuerden que siempre que hay una bendición de parte de Dios, el enemigo de Dios quiere quitarle a la persona la Bendición de Dios. Y todos los problemas Jacob hizo que obrarán para bien de él.

Así que, no hay porqué quejarse uno de los problemas, sino uno usarlos como escalera para subir a otras bendiciones mayores.

Vamos a ver aquí en Génesis, capítulo 32, versos 24 en adelante... ya Jacob había enviado adelante a su familia, los había pasado al otro lado del arroyo, y los pasó, y pasó el vado de Jacob. Dice, capítulo 32 (vamos a ver), verso 21 en adelante:

Pasó, pues, el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento (o sea, el presente que le ofrecía a su hermano se lo envió adelante, y durmió en el campamento Jacob esa noche).

Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc (once hijos, porque todavía no había nacido Benjamín).

Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía.

Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.

Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.

Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.

Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.

Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.

Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.

Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.”

Peniel significa: “El rostro de Dios.” Y por cuanto vio a Dios cara a cara, vio el rostro de Dios, entonces le puso por nombre a ese lugar “Peniel.”

Veamos también lo que nos dice Oseas hablándonos acerca de este mismo suceso; en el capítulo 12, para que veamos cómo fue que luchó Jacob, porque no fue una pelea, sino una lucha. Dice, capítulo 12, verso 3 en adelante, dice:

En el seno materno tomó por el calcañar a su hermano, y con su poder venció al ángel.

Venció al ángel, y prevaleció; lloró, y le rogó; en Bet-el le halló, y allí habló con nosotros.

Mas Jehová es Dios de los ejércitos; Jehová es su nombre.”

Y ahora vean, aquí nos habla de la ocasión en que se encontró allá, en el capítulo 28 del Génesis, allá en Bet-el con el ángel; y ahora aquí encontramos la lucha que él tuvo allí con el ángel, donde obtuvo la bendición de Dios, cuando ya regresaba de Padan-aram.

Nuestro tema para esta noche es: “JACOB BIEN AGARRADO DEL ANGEL.”

Esta historia de Jacob además de ser un evento histórico, un suceso histórico, también es una profecía, pues se convierte en una profecía, porque se reflejó en Jacob. Y esta lucha que tuvo con el ángel, agarrado del ángel, hasta la mañana, hasta que rayaba el alba, es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Israel Celestial y también el pueblo hebreo, 144 mil hebreos que son el Israel terrenal, los cuales se agarran del Angel de Dios, del mismo Angel que se agarró Jacob. Por eso es tan importante este hecho histórico en la vida de Jacob.

Es que en los profetas de Dios siempre Dios ha reflejado el Programa que El llevará a cabo. Jacob es un hombre tan importante en la historia bíblica, que hasta la nación hebrea lleva el nombre de Jacob, el nombre nuevo de Jacob que es Israel.

Y ahora, Jacob cuando fue a bendecir a sus nietos, cuando fue a bendecir a José y bendijo también allí sus nietos, Efraín y Manases, y luego bendijo a sus hijos... él sus nietos los bendijo en el capítulo 48 del Génesis, y luego a sus nietos (y a sus hijos) los bendijo en el capítulo 49; él les dio a conocer que las bendiciones que él tenía eran mayores que las de sus padres.

Vean ustedes, tenemos a Abraham que tuvo dos hijos: uno de la esclava, el cual fue el hijo a través de Agar, el cual fue Ismael, y el otro de la libre, el cual vino por medio de Sara, y su nombre (el hijo) fue Isaac; también por medio de Cetura tuvo seis hijos. Pero vean ustedes, la bendición estaba en Isaac.

Pero ahora por medio de Isaac vienen dos hijos: Esaú y Jacob, y la bendición vino a Jacob. Pero ahora por medio de Jacob vienen los doce hijos que Dios le dio, y todos esos doce hijos tienen la bendición de Dios; por su puesto que la Bendición de la Primogenitura corresponde a José, con el hijo de José: Efraín. Pero todos los hijos de Israel tienen la bendición de Dios; o sea, que ninguno de ellos se quedó sin bendición de Dios.

Y un padre que tiene muchos hijos y que todos los hijos reciban la bendición de Dios, que todos los hijos creen en Cristo como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en Su Nombre, y reciben el Espíritu de Dios, y nacen de nuevo, eso es un padre bienaventurado, y por consiguiente una madre bienaventurada también tienen esos hijos; así fue con Jacob y sus hijos.

Y ahora, Jacob es un personaje muy importante en el Programa Divino, el cual es un símbolo a nivel muy alto de persona luchadora, que no se detiene por nada, hasta obtener aquello por lo cual ha luchado. Jacob luchó por la Primogenitura y la obtuvo, Jacob luchó por la bendición del Angel de Dios, el Angel de Jehová, y la obtuvo.

Y ahora, Jacob es un hombre luchador, un hombre lleno de pruebas, de problemas, pero que su fe en Dios no decae, sino que permanece firme su fe en Dios, en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

Y ahora, este Angel con el cual lucha aquí en este pasaje que tuvimos, es el mismo Angel de Jehová que lo había acompañado todo el camino, toda la trayectoria de su vida, fue el que le apareció en Bet-el, cuando Jacob salió huyendo de su hermano Esaú, el cual había dicho que cuando su padre muriera él mataría a su hermano Jacob; así pensó Esaú, por lo tanto Esaú es un tipo del anti-cristo. Y fue reflejado también el anti-cristo no solamente en Esaú, sino que fue reflejado en Caín, y también en Judas Iscariote, y también en Nimrod; o sea, que un sinnúmero de personas han tipificado al anti-cristo; y otros reyes también han tipificado al anti-cristo.

Ahora, este Angel que le apreció a Jacob en el capítulo 28, cuando Jacob salió huyendo de su hermano y él iba ya por Bet-el, pero le tomó ya la caída del sol y se tuvo que detener.

Ahora, vean ustedes, en esos tiempos viajaban grandes distancias, en donde muchos riegos en el camino aparecían: ladrones y también animales, fieras, que podían matar a cualquier persona, y también serpientes, y también un sinnúmero más de insectos venenosos, o de reptiles venenosos; pero vean ustedes, Dios estaba acompañando a Jacob, porque con Jacob Dios tenía un programa.

Y ahora, cuando Jacob toma de las piedras que estaban en ese lugar y prepara su cama, la cama allí, y coloca una almohada de piedra... cualquier persona nota eso raro; pero miren, los que han trabajado en construcción, saben que uno coloca un bloque, para colocar la cabeza, para quedar un poquito más levantado, o coloca unos cuantos bloques y coloca un panel de construcción ahí, y ahí se acuesta.

Y ahora, Jacob hizo su cama allí con almohada de piedra y durmió allí y tuvo una experiencia muy hermosa, un sueño, vean, porque Dios habla a Sus profetas, les puede hablar en sueños o en visiones, y un sueño interpretado, un sueño dado a un profeta e interpretado ese sueño, es una visión y es una profecía.

Y ahora, Jacob duerme muy bien esa noche y tiene un sueño celestial, Dios le aparece, el Angel de Jehová le aparece y le muestra una escalera que se apoyaba en Tierra y la parte alta llegaba al Cielo. Vio ángeles subiendo y bajando por esa escalera; y luego en la parte alta de la escalera vio a Dios sentado en la parte alta y desde ahí le habló Dios, el Angel del Pacto le habló a Jacob, el Angel que lo acompañaba se le reveló a Jacob en esta forma. Por cuanto esa escalera, con ángeles subiendo y bajando, es lo mismo de San Juan, capítulo 1, verso 51, donde Jesús dice a Natanael: “De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.” Capítulo 1 de San Juan, verso 51.

Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre.”

Y ahora, vean cómo, siendo que aquella escalera que vio Jacob con ángeles subiendo y bajando, y con Dios en la cúspide, la parte alta de la escalera, representa la Iglesia del Señor Jesucristo donde ángeles han subido por esa escalera. Angeles de Dios, mensajeros, ángeles mensajeros han venido a la Tierra, han nacido en esta Tierra y han subido por esa escalera a la edad que les ha tocado vivir; ángeles subiendo, son ángeles que suben por esa escalera y llaman al pueblo de Dios en la edad que les toca vivir. Y después cuando llega el momento en que se completa esta escalera Cristo resucita a los muertos creyentes en El, y ahora vendrán descendiendo por esa escalera esos ángeles con el grupo de su edad.

Y ahora, ¿desde dónde le habló Dios a Jacob? Desde la parte alta de la escalera. El pueblo hebreo está esperando que Dios le hable, el pueblo hebreo está esperando el Mensaje divino que corresponde al tiempo final. ¿Y desde dónde Dios le va a hablar? Desde la cúspide de la escalera, y la escalera es la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso es que el Rvdo. William Branham nos dijo que este Angel del Pacto, Angel de Jehová, que es el mismo Angel de Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante que desciende del Cielo, este Angel viene por Israel. En la página 59 y 58 del libro de “Los Sellos...” vamos a leer la 57 del libro de “Los Sellos,” dice:

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin.”

Vean, este Angel viene directamente a los judíos, es el Angel que bendecirá al pueblo hebreo, el Angel del cual se agarrará bien el pueblo hebreo.

Pero vamos a ver.. este Angel es el mismo Angel del Pacto del Antiguo Testamento, es el mismo Angel del Pacto que le apareció a Abraham, a Isaac y a Jacob, es el mismo Angel del Pacto que bendijo a Jacob, es el mismo Angel del Pacto que apareció en la cúspide, en la parte alta de la escalera que vio Jacob en sueños, es el mismo Angel del Pacto que libertó al pueblo hebreo, se reveló a Moisés y envió a Moisés a la liberación del pueblo hebreo, y fue con Moisés y se veló en Moisés, y a través de Moisés libertó al pueblo hebreo; es el Angel del Pacto que acompañó al pueblo hebreo por todo el desierto, es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cual tiene el Nombre de Dios. Por lo cual, cuando Moisés le preguntó cuál era Su Nombre, le dijo que era YHWH, el cual han compuesto, añadiéndole algunas letras para hacerlo pronunciable y que diga Jehová. Pero antes también le añadieron algunas letras y decía Yawé. Pero no han sabido realmente cuál es la pronunciación verdadera de esas cuatro consonantes que aparecen en Exodo, capítulo 13, verso 13 al 16.

Y ahora, el que tiene el Nombre de Dios es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto. Por eso es que en el Exodo, capítulo 23, Dios dice en el capítulo 23, verso 20 al 23 del Exodo:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

¿Dónde está el Nombre de Dios? En Su Angel. Siempre en el Angel está el Nombre del que está manifestado en ese Angel.

Pero si en verdad oyeres su voz e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo de tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.

Porque mi Angel irá delante de ti, y te llevará a la tierra del amorreo, del heteo, del ferezeo, del cananeo, del heveo y del jebuseo, a los cuales yo haré destruir.”

Y ahora, vean ustedes cómo este Angel de Jehová, el Angel del Pacto que acompañaba a Jacob, es el mismo Angel del Pacto que le apareció a Abraham en diferentes ocasiones y en dos de ellas le apareció como Melquisedec, en una ocasión, y le dio pan y vino a Abraham, y en otra ocasión le apareció como Elohím, y en esa ocasión le apareció con Sus dos arcángeles Gabriel y Miguel y comieron con él porque se materializaron para hacerle esta visita a Abraham, porque iba a ser destruida Sodoma y Gomorra. Y Dios no hará nada sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos Sus profetas. Sodoma y Gomorra siendo destruida, representa el reino del anticristo siendo destruido en el Día Postrero, pero antes de esa destrucción estarán Elohím, Gabriel y Miguel en la Tierra.

Y ahora, esto es un misterio, pues Cristo dijo en el capítulo 16, versos 26 al 28 de San Mateo que el Hijo del Hombre vendrá con Sus ángeles y entonces pagará a cada uno según sus obras, como hizo ¿dónde? En el tiempo de Lot que fue el tiempo de Abraham, cuando visitó a Abraham. Por eso es que siendo el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que acompañó a Abraham, a Isaac, y a Jacob, y a Moisés, y a los profetas que El envió, y luego se hizo carne y habitó en medio de la raza humana y fue conocido por el nombre de Jesús.

Por eso Jesús podía decir en el capítulo 8, verso 56 al 58 de San Juan: “Abraham deseó ver mi día, lo vio y se gozó.” Le dicen: “No tienes cincuenta años, ¿y dices qué has visto a Abraham?” O sea, le están diciendo: “Tu eres mentiroso, todavía no tienes cincuenta años, has nacido en esta Tierra, y ahora dices que eres antes que Abraham.”

¿Y cómo era antes que Abraham? Ya que Su cuerpo físico había nacido en la Tierra, ese cuerpo físico no era antes que Abraham, pero el que estaba dentro de ese cuerpo físico era antes que Abraham, y antes que Adán también. El mismo Dios en Su cuerpo teofánico es ése que era antes que Abraham y antes que Adán también y que creó los Cielos y la Tierra. En el principio era el Verbo, el Logos, la Palabra, el Angel del Pacto, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios; o sea, el Verbo, el Logos, el cuerpo teofánico de Dios era con Dios y era Dios, ¿por qué? Porque Dios estaba dentro de ese cuerpo, por lo tanto era el cuerpo de Dios.

Y ahora, en ese cuerpo iba el Nombre del que iba dentro de ese cuerpo. Así como el nombre suyo que le pusieron sus padres lo lleva usted en su cuerpo; dondequiera que usted llega, dicen: “Llegó fulano de tal.” ¿Por qué? Porque ahí va su nombre.

Y ahora, en el cuerpo teofánico de Dios va el Nombre de Dios. Por eso es que Dios dice en el Exodo, capítulo 23, verso 20 al 23, que leímos:

He aquí yo envío mi Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.

Guárdate delante de él, y oye su voz; no le seas rebelde; porque él no perdonará vuestra rebelión, porque mi nombre está en él.”

Por eso cuando Moisés le preguntó cuál era Su Nombre, le dio el Nombre de Dios. Le había dicho a Moisés: “Yo Soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.” Y el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, es el mismo Dios en Su cuerpo angelical. Estando en Su cuerpo angelical fue que El llevó a cabo toda la creación, el Verbo, por El fueron hechas todas las cosas, y sin El nada de lo que ha sido hecho fue hecho. Por lo tanto toda la creación fue llevada a cabo por Dios estando en Su cuerpo angelical, cuerpo teofánico.

Y nada fue creado por Dios sin ser a través de Su cuerpo teofánico; o sea, nada fue creado por Dios, sin estar Dios en Su cuerpo teofánico; y Su cuerpo teofánico es llamado el Angel de Jehová o Angel del Pacto; o sea, un hombre de la sexta dimensión. Fue un hombre de la sexta dimensión el que llevó a cabo la creación completa, y ése hombre es el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, un cuerpo parecido a nuestro cuerpo pero de otra dimensión; porque Dios creó al ser humano a Su imagen y a Su semejanza. Lo más que se parece a Dios es el hombre y lo más que se parece al hombre es Dios.

Y ahora, en el principio creó Dios los Cielos y la Tierra, ¿cómo lo hizo? Estando en Su cuerpo teofánico, cuerpo angelical, y habló a existencia las cosas y todas las cosas vinieron a existencia. Toda la creación estaba, ¿dónde? En un hombre. Todos los pensamientos divinos, los atributos divinos, estaban colocados ahí en ese hombre para traer a existencia toda la creación; y cada uno de nosotros también estábamos en El.

Y ahora, este Angel del Pacto estuvo con los profetas del Antiguo Testamento que El envió, le apareció a diferentes mensajeros, a diferentes profetas en la forma de una Luz, una Columna de Fuego, y también le apareció en la forma de un hombre, de un Angel, y era llamado el Angel de Jehová. Encontramos en una ocasión que también le apareció a Manoa, el padre de Sansón; antes de ellos poder tener un hijo, Dios le apareció a la esposa de *Manoa y le habló de esa bendición que ellos tendrían, y luego ella le dice a su esposo: “Un varón me apareció, un hombre.” Pero era un hombre de otra dimensión. “Y me dijo tal cosa...” Entonces Manoa oró a Dios para que enviará de nuevo ese Angel, y Manoa y la esposa de Manoa no sabían que ése era el Angel de Jehová, que era el mismo Dios en Su cuerpo teofánico; pensaron que era algún Angel de Dios, pero saber que era el Angel de Jehová, eso era una revelación mayor.

Y ahora, cuando Manoa ora a Dios, Dios le envía nuevamente al Angel, le aparece a la esposa de Manoa de nuevo, y ella va y busca a su esposo y le dice: “El Angel, el varón de Dios, está ahí, está aquí.” Manoa va con su esposa, se encuentra con el Angel, habla con él y le pregunta si él era el varón que le había aparecido a su esposa y él le dice que si. Y le dice: “Bueno, ahora, de lo que le has dicho a mi esposa acerca del niño, ahora, ¿cómo debemos criar a ese niño?”

Y ésa es una buena pregunta que cada ser humano debe hacerse, acerca de los hijos que Dios le ha dado: ¿Cómo debemos criar nuestros niños que Dios nos ha dado? Debe ser conforme a como Dios ha dicho que debemos criar nuestros hijos.

Vean que el Angel de Jehová le dijo a la esposa de Manoa cómo criar al niño, y luego se lo repitió al padre también; por lo tanto, el padre y la madre estaban enterados de cómo tendría que ser criado ese niño que Dios les daría, el cual fue Sansón, el hombre del cual se habla que ha sido el hombre más fuerte físicamente, no porque era grande, sino porque el Espíritu de Dios se manifestaba en esa forma y manifestaba su poder, y era más fuerte que miles de personas, peleó, luchó, con unas mil personas, mil soldados, y los venció a todos, todos tenían armas y tenían buenos equipos, bien protegidos y espadas; pero Sansón solamente encontró la quijada de un asno, de un burro, y eso mismo usó; pero era el poder de Dios. Es como si Sansón con un dedo tocara en el Nombre del Señor algo, y el poder de Dios, fuese manifiesto y las cosas sucedían; pero ahí estaba usando la quijada de un asno.

Y después que mató a mil soldados tuvo sed, y pidió a Dios Misericordia, porque se iba a morir ahora de sed, y de una muela de la quijada salió agua. Cosas inexplicables, pero así sucedió dice la Escritura.

Bueno, ¿no salió de la roca, de dos rocas no salió agua para dos millones de hebreos, cuando iban por el desierto? Y para un hombre que salga agua de una quijada, pues eso es normal, eso es normal en Dios, Dios es el Dios que hace maravillas, que hace milagros.

Ahora, vean ustedes, Sansón vino a ser uno de los jueces del pueblo hebreo en esa época en que Dios gobernaba sobre el pueblo hebreo a través de los jueces; eso es la teocracia con el pueblo hebreo.

Y ahora, este Angel le había aparecido a Manoa, y Manoa le dijo: “Dinos cuál es tu nombre, para que cuando se cumpla lo que tu has dicho te honremos.” El Angel no le quiso revelar Su nombre, porque ése es un misterio. Y Manoa le ofreció una comida, una cena, como lo había hecho Abraham, pero en esta ocasión el Angel no le acepta esa comida, porque no está materializado en carne, no está hecho carne, no está materializado; por lo tanto en el cuerpo teofánico no se puede comer.

Y ahora, le dice: “Lo que vayas a ofrecerme, a ofrendar, sacrifícalo a Dios, sacrifícalo a Jehová.” Entonces hizo un sacrificio para Dios, lo ofreció allí, encendió el fuego; y mientras se está consumiendo el sacrificio por el fuego, el Angel de Jehová sube por la llama de fuego, y entonces Manoa se dio cuenta que éste es un Angel más grande de lo que él se imaginaba, se da cuenta que es el Angel de Jehová, el mismo Dios en Su cuerpo teofánico; por eso le dice a su esposa: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a cara.” Pero también la Escritura dice que nadie jamás ha visto a Dios.

¿Y cómo puede ser que Manoa diga que ha visto a Dios cara a cara? También Jacob dice que vio a Dios cara a cara, y por eso le puso por nombre Peniel al lugar donde se encontró con el Angel de Jehová, luchó con El y obtuvo la victoria, y el Angel lo bendijo, y le cambió su nombre de Jacob a Israel. Ambos dicen que vieron a Dios cara a cara. Pero la Escritura dice, y Dios le dice a Moisés: “No podrás ver mi rostro, porque no me verá hombre y vivirá; por lo tanto Yo pasaré y entonces tu verás mis espaldas.” Luego, en San Juan, capítulo 1, verso 18, dice que nadie jamás ha visto a Dios, sino que el Unigénito Hijo que está en el Seno del Padre, El le declaró. Por eso Jesús decía: “El Padre que mora en mi, El es el que hace las obras.” Y por eso Jesús podía decir: “El Padre y Yo una cosa somos.”

Y ahora, en los días de Jesús, estaban viendo a Dios cara a cara en un cuerpo de carne, en la forma humana; porque así como Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza, ahora Dios para redimir al hombre se hace a la semejanza del hombre, se hace un cuerpo de carne, igual al cuerpo de los seres humanos; y las personas que estaban viendo a Jesús, estaban viendo a Dios hecho hombre visitando la raza humana. Antes de eso Dios estaba en forma de un Angel en Su cuerpo teofánico, llamado el Angel de Jehová, ahí estaba el Nombre de Dios, pero no era revelado a la raza humana. Luego cuando se hace carne, Jesús dice: “Yo he venido en el Nombre de mi Padre.” Y las obras que El hacía, las hacía en el Nombre de Su Padre, porque el Nombre del Padre estaba en El.

Y ahora, Jesús dice: “Padre, glorifica Tu Nombre.” Dios dice: “Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez.” Lo glorificó en la Primera Venida de Cristo y lo glorificará en la Segunda Venida de Cristo. La Venida del Señor tiene dos partes: Su Primera Venida como Cordero de Dios, para quitar el pecado del mundo, y Su Segunda Venida como el León de la Tribu de Judá; en esas dos partes estará el Nombre de Dios manifestado.

Y ahora, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, hemos visto que es mismo Jesucristo. “Abraham deseó ver mi día, lo vio y gozó.” [San Juan 8:56 —Editor]. ¿Y cómo lo vio y se gozó si había nacido allí en Belén de Judea, y no tenía cincuenta años, tenía treinta y algo de años el cuerpo de Jesús? Pero Su cuerpo teofánico no tenía 30 años, ni 33 años, el cuerpo teofánico de Jesús era antes que Abraham y antes que Adán también, en Su cuerpo teofánico Jesús no tenía años, como los tenía en Su cuerpo físico.

Ahora, nos dice la Escritura que Jesucristo es el Principio de la creación de Dios, cuando salió de Dios ese cuerpo teofánico, ahí comenzó el tiempo, ahí comenzó la creación, desde ese cuerpo teofánico Dios llevó a cabo toda la creación, y ahí está el Nombre de Dios. Ahora, éste es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto.

Y ahora, este Angel del Pacto cuando se hace carne y habita en medio de la raza humana, lo conocemos por el nombre de Jesús, así está en la historia bíblica de los Evangelios y también de las cartas apostólicas. Y si buscamos en el Antiguo Testamento en las profecías, la promesa era que vendría el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el Señor, y enviaría primero uno preparándole el camino, el cual fue Juan el Bautista; eso está en Malaquías, capítulo 3, verso 1 en adelante, y también en Isaías, capítulo 40; en ambos lugares está el precursor y el precursado.

En Isaías, capítulo 40, dice que Dios enviará una Voz clamando en el desierto: “Preparad el camino al Señor.” Ese fue Juan el Bautista. Y en Malaquías dice: “He aquí Yo envío mi mensajero delante de mi, el cual preparará el camino delante de mi.” Malaquías, capítulo 3. Y dice: “Y luego vendrá a Su Templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el Angel del Pacto a quien deseáis vosotros, he aquí viene ha dicho Jehová de los ejércitos.” Y cuando vino el Señor, el Angel del Pacto, lo conocimos por el Nombre de Jesús. Por eso el Nuevo Pacto está bajo la Sangre de Jesucristo, porque El es el Angel del Pacto y Su Sangre es la Sangre del Nuevo Pacto. Por eso El ha sido colocado como Pacto para el pueblo.

Y ahora, este Angel del Pacto, siendo Jesucristo, es el que ha estado en medio de Su Iglesia de etapa en etapa, de edad en edad, velado y revelado en el ángel mensajero de cada edad. Y El ha estado en el Trono de Dios en el Cielo, sentado en el Trono de Dios, haciendo Intercesión con Su propia Sangre, por toda persona que tiene su nombre escrito en el Libro de la Vida del Cordero, allí está como Sumo Sacerdote en el Trono del Padre, porque El es Rey, pero también El es el Sumo Sacerdote Melquisedec, Rey y Sumo Sacerdote Melquisedec, y ahora está obrando desde el Trono del Padre como Sumo Sacerdote. Y El ha estado velándose y revelándose de etapa en etapa, para llamar y juntar a Sus hijos, el Buen Pastor llamando esas otras ovejas que no eran del Redil hebreo, que estarían entre los gentiles, las cuales El llamaría por su nombre, porque tiene los nombres de esas ovejas, ¿dónde? En el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro de los Siete Sellos.

Y ahora, esta obra del llamado de esas ovejas El la ha estado llevando a cabo de edad en edad, de etapa en etapa. La etapa allá en medio del pueblo, llamó y juntó hebreos allá en el tiempo de los apóstoles; pero luego se tornó a los gentiles en la casa de Cornelio, donde Pedro predicó, allí se abrió la Puerta para los gentiles, porque Cornelio era gentil, un gran oficial del ejército romano, y toda su casa era gentil, pero recibieron a Cristo como su Salvador cuando Pedro les predicó, y recibieron también el Espíritu Santo.

Luego, Dios envió a Pablo a los gentiles y así la Puerta ya abierta para los gentiles, Pablo siendo el mensajero a los gentiles para la primera edad, encontramos que fue usado por Cristo y decía: “No vivo ya yo, vive Cristo en mi.” Y Cristo por medio de San Pablo estuvo llamando y juntando Sus ovejas allá en Asia Menor, y luego siguieron transcurriendo las diferentes etapas o edades de la Iglesia entre los gentiles; pasó el Programa de Asía Menor a Europa, a Francia, y después en otras edades a diferentes naciones europeas, donde envió diferentes mensajeros europeos, donde se cumplieron 5 etapas, 5 edades, donde llamó Sus ovejas de entre los gentiles de esos territorios.

Luego pasó a Norteamérica, donde envió a Su ángel mensajero, el Rvdo. William Branham, precursor de la Segunda Venida de Cristo y mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil, al cual usó grandemente, y millones recibieron a Cristo como su Salvador, y así la séptima edad de la Iglesia se cumplió en Norteamérica.

Y ahora, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, que es el mismo Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia para este tiempo final pasa a la América Latina y el Caribe, para hacer el llamado de los escogidos del Día Postrero, para colocarlos en la parte alta de la escalera de Jacob, en la Edad de la Piedra Angular, donde llama y junta a Sus escogidos del Día Postrero de entre los gentiles, llama y junta a Sus escogidos del Cuerpo Místico de Cristo en este tiempo final, y después llamará y juntará los escogidos del pueblo hebreo, desde ahí mismo le hablará al pueblo hebreo, desde ahí mismo escuchará Israel, el Jacob terrenal, la Voz de Dios; pero primero la escucha el Israel Celestial. Y ahí es donde escuchamos la Voz de Cristo en este tiempo final. Por eso dice:

Sube acá y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”

Y para dar a conocer estas cosas envía Su Angel Mensajero:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.” Apocalipsis 22, verso 16. Y también Apocalipsis 22, verso 6 en adelante, dice:

Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”

Y así es como El nos da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto: enviando Su Angel Mensajero; porque así como estuvo en cada ángel mensajero de cada edad, Cristo en Espíritu Santo velado y revelado, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, velado y revelado en la porción correspondiente a cada edad, en el ángel mensajero de cada edad y en la edad correspondiente; así también Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, estará en Su Angel Mensajero en el Día Postrero, velado y revelado dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto.

Y así es como ha estado el Israel Celestial, la Iglesia de Jesucristo agarrada del Angel de Jehová, del Angel del Pacto, de Jesucristo en Espíritu Santo, velado y revelado, en cada Angel Mensajero de cada edad. Y durante la noche de las siete edades, toda esa noche la ha pasado el Israel Celestial, la Iglesia de Jesucristo, agarrada del Angel de Jehová, agarrada de Jesucristo de edad en edad.

Y para este tiempo final cuando ya está rayando el alba, todavía la Iglesia del Señor Jesucristo estará agarrada del Angel de Jehová en Su manifestación final, y ahí verá cara a cara el rostro del Angel de Jehová, ahí verá cara a cara a Dios; pues durante la noche no podían ver cara a cara a Dios, no sabían porqué estaban agarrados de Cristo, pero no sabían el misterio de esa manifestación de Cristo en cada ángel mensajero. Pero cuando está rayando el alba y ya comienza a esclarecer, entonces pueden verse el uno al otro; puede ver Jacob, el Israel Celestial, y después verá lo mismo el Israel terrenal: podrá ver el rostro del Angel de Jehová.

¿Y cómo va a ver el rostro del Angel de Jehová? En el Monte de la Transfiguración Pedro, Jacobo y Juan fueron con Jesús, en donde Jesús mostraría en visión (eso fue una visión, en visión) la Venida del Hijo del Hombre en Su Reino, el Hijo del Hombre viniendo con Sus ángeles en Su Reino, la Venida del Reino de Dios. Y cuando le mostró la Venida del Reino de Dios, la Venida del Hijo del Hombre viniendo en Su Reino, Su rostro resplandeció como el sol, y aparecieron Moisés a un lado y Elías al otro lado, y ése es el orden de la Venida del Hijo del Hombre para el Día Postrero, estará Moisés y Elías, los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías y el ministerio de Jesús; y eso es el Hijo del Hombre viniendo con Sus ángeles en el Día Postrero.

Y ahora, Su rostro resplandeciente como el sol. Jacob vio el rostro del Angel de Jehová, y por eso le puso por nombre a ese lugar “Peniel,” que significa: “El rostro de Dios.” Manoa vio también cara a cara a Dios en Su cuerpo angelical, Moisés también recibió la visita del Angel de Jehová, y vio a Dios en Su cuerpo teofánico caminando, vio las espaldas del Angel de Jehová; luego Josué vio a un varón con una espada en su mano, y fue donde le dice: “¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?” Y ese Angel le dice quien El es, se identifica como el príncipe de los ejércitos de Jehová; y ése es nada menos que el mismo Dios en Su cuerpo teofánico, el cual es el mismo Jesucristo en Su cuerpo teofánico.

Dice, el capítulo 5 de Josué, verso 13 al 15:

Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?

El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?

Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.”

Ahora, vean que éste es el que era antes que Abraham, éste es Jesucristo en Su cuerpo teofánico, el cual es el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cual en el capítulo... en la página 57 del libro de “Los Sellos,” del cual el Rvdo. William Branham dice:

Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...

Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin. Ahora bien, continuando:

... y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.

¿Recuerdan el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su Iglesia.”

Y ahora, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, el cual es el mismo Cristo en Su cuerpo teofánico, cuerpo angelical, viene por Su Iglesia.

Y ahora, vamos a ver, porque éste es el mismo Angel que bendijo a Abraham, a Isaac y Jacob, es el mismo Angel del cual se agarró Jacob durante toda la noche y no soltó al Angel; y eso es lo que ha hecho la Iglesia del Señor Jesucristo: se ha agarrado durante toda esta noche de las siete etapas o edades de la Iglesia, se ha agarrado bien del Angel; pero ya en la madrugada, cuando raya el alba, ahí es la experiencia gloriosa para Jacob, lo cual cae en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, donde raya el alba de un nuevo milenio, donde raya el alba del séptimo milenio y donde raya el alba de la séptima dispensación, un nuevo día dispensacional y un nuevo día milenial, y está rayando el alba, y ahí fue donde Jacob vio a Dios cara a cara, vio el rostro de Dios; y ahí es donde la Iglesia del Señor Jesucristo verá esa manifestación de Jesucristo, el Angel del Pacto, y después el pueblo hebreo verá esa manifestación, estará viendo cara a cara a Cristo manifestado en el Día Postrero, velado y revelado; y sabrá la Iglesia de Jesucristo y el pueblo hebreo, que Dios estará ahí, Cristo estará ahí, velado y revelado.

Veamos lo que dice el Rvdo. William Branham, en la página 351 del libro de “Los Sellos,” en español:

En este sexto Sello es cuando Israel recibe el Mensajero del Reino por medio de los profetas de Apocalipsis capítulo once. Recuerden: Israel es una nación, un pueblo; ellos son los siervos de Dios. Y cuando Israel dé el paso de entrada al Reino, eso tendrá un carácter nacional. En Israel, durante la Edad del Reino, será cuando el Hijo de David se sentará sobre el trono (o sea, sobre el trono de David). Por eso fue que aquella mujer en Mateo 15:22 clamó: “¡Hijo de David! Porque Dios le juró a David que El levantaría su Hijo que tomaría su trono y sería un trono perpetuo, que no tendría fin. Salomón fue el tipo cuando edificó el templo, pero Jesús les dijo aquí que: No quedará piedra sobre piedra. Pero ¿qué es lo que les está procurando decir? Que El mismo iba a regresar.

¿Cuándo vas a regresar?

Les respondió: Estas cosas acontecerán antes de mi regreso. ¡Y aquí estamos viendo estas cosas!.

Entonces en el tiempo del sexto Sello se desarrolla la gran tribulación. Recuerden: Cuando el Reino es establecido sobre la tierra, durante el tiempo del Milenio, Israel es una nación; las doce tribu estarán presentes como una nación. Pero la Novia estará en el Palacio. Ella ya es la Reina porque está casada.”

Y ahora, pasemos a la página 359, donde dice:

Ahora, Esaú no tenía necesidad del dinero de Jacob, como tampoco lo necesita Roma, porque Roma tiene las riquezas del mundo en sus manos. Pero hallamos que en aquella ocasión cuando todavía era Jacob, se encontró con Dios, y estaba pasando por ese tiempo de tribulación, entonces Jacob echó mano a algo que era real. Hubo un ángel que bajo del Cielo (un ángel que bajo del Cielo), y Jacob mantuvo sus brazos alrededor del ángel, y allí se mantuvo. El ángel le dijo: ́Tengo que irme, ya está amaneciendo. Hermano: ¡El día está por aparecer, está por llegar!

Pero Jacob dijo: ¿No te voy a dejar ir si no me bendices! No puedes partir, yo me voy a quedar contigo. Yo quiero que venga un cambio a mi situación. Esos son los 144.000, los ganadores de dinero que han sido deshonestos con las finanzas, pero cuando ellos por fin vean la cosa verdadera y la posibilidad de agarrarse de ello, allí estarán Moisés y Elías. ¡Amén! Ellos también lucharán con Dios hasta que los 144.000 de las doce tribus de Israel sean llamados y sacados fuera.

Eso sucede justamente antes de comenzar la tribulación. ¡Cuán hermoso! Estos dos profetas, predicarán como Juan el Bautista y les dirán: El Reino de los Cielos está a la mano. ¡ISRAEL, ARREPIENTANSE! ¿Arrepiéntanse de qué? Arrepiéntanse de sus pecados y de su incredulidad y regresen a Dios.”

Y ahora, vemos cómo será para Israel agarrándose del mismo Angel de Jehová como hizo Jacob allá, será en este tiempo final, cuando le llegue el Mensaje del Evangelio del Reino, y allí estarán Moisés y Elías; porque lo mismo que es el Séptimo Sello para la Iglesia es la Séptima Trompeta para Israel; para Israel Moisés y Elías, para la Iglesia el Señor Jesucristo; y la Trompeta Final que es la Séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15, es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello para la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso el Rvdo. William Branham dice: “La Séptima Trompeta y el Séptimo Sello son la Venida del Señor.” Y con ese misterio del Séptimo Sello, para la Iglesia, son llamados y juntados los escogidos del Día Postrero, y con ese misterio de la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo, son llamados y juntados los escogidos del pueblo hebreo. Y la Séptima Trompeta y el Séptimo Sello son una cosa: La Venida del Señor.

¿Y cómo viene el Señor? El Hijo del Hombre viene con Sus ángeles conforme a la profecía. Por lo tanto en el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre con Sus ángeles estarán los ministerios de Jesús, de Moisés y de Elías.

Y ahora, vean ustedes, la Iglesia del Señor Jesucristo estará recibiendo la visita del Angel de Jehová, del Angel del Pacto, el cual ha estado en Su Iglesia de edad en edad velado y revelado en el Angel Mensajero de cada edad, y en el Día Postrero estará velado y revelado en Su Angel Mensajero, del cual El dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Y la Iglesia del Señor Jesucristo estará viendo esa manifestación de Cristo en Su Angel, y por consiguiente estará viendo a Cristo cara a cara, velado y revelado en Su Angel; y luego le verá el pueblo hebreo. Y todo eso sucede antes de comenzar la gran tribulación; el pueblo hebreo verá a Cristo velado y revelado en la parte alta de la escalera, en la Edad de la Piedra Angular, que también es el Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, desde donde Cristo habla en el Día Postrero, y llama y junta a Sus escogidos y le habla, no solamente a Sus escogidos, sino que le habla al mundo entero, y da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; por lo tanto eso es profecía, profetizando todas las cosas que han de suceder en este tiempo final, y abriendo todo ese misterio de todas estas profecías correspondientes a este tiempo final, y dando a conocer las que ya están cumplidas. Y todo esto Cristo lo hace, lo revela, por medio de Su Angel Mensajero, por lo cual El dijo: “Sube acá y Yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”

Para poder conocer las cosas que han de suceder después de las que ya han sucedido en las siete etapas o edades de la Iglesia, hay que subir más arriba, a la Edad de la Piedra Angular; por eso la Iglesia tiene que reconocer Su posición, y Su posición en este tiempo final es la Edad de la Piedra Angular.

El Rvdo. William Branham dijo: “Cuando la Iglesia reconozca Su posición, entonces vendrá el Rapto, así será algún día.” Y ese día se ha estado haciendo realidad para todos nosotros en la América Latina y el Caribe. Hemos estado reconociendo nuestra posición, nuestro lugar en el Cuerpo Místico de Cristo, nuestro lugar es la Edad de la Piedra Angular, en donde recibimos la fe, la revelación, del Séptimo Sello, la fe, la revelación, para ser transformados y raptados en este tiempo final.

Y ahora, un cristiano estar fuera de la etapa correspondiente a este tiempo, es estar fuera de paso; la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado subiendo en esa escalera, por esa escalera, de escalón en escalón, de paso en paso, hasta llegar a este tiempo final, en donde llegamos a la parte alta de la escalera, a la parte donde Cristo estará velado y revelado en Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; y por consiguiente todos estaremos agarrados de Cristo en Su manifestación final.

Ahora, el Angel del Señor Jesucristo no es el Señor Jesucristo, como tampoco lo fueron los siete ángeles mensajeros de las siete edades; pero tanto en ellos como en el Angel del Señor Jesucristo, ha estado Cristo velado y revelado.

Y ahora, ¿en cuál de los ángeles Cristo, el Angel del Pacto, escribiría el Nombre de nuestro Dios y el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo? Así como en el Angel de Jehová estaba el Nombre de Dios, ahora el Nombre Nuevo de Cristo estará en Su Angel, el cual El enviará a Su Iglesia, y el cual y del cual dice:

Yo Jesús he enviado mi ángel para dar testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Y así como el Nombre de Dios estaba en el Angel del Pacto, que por consiguiente es llamado también el Hijo de Dios, así también el Nombre Nuevo de Jesucristo tiene que estar en un Hijo de Jesucristo. ¿Vieron lo sencillo que es todo? Porque todo hijo viene en el Nombre de Su Padre. O sea, que vendrá un Mensajero, en el cual Cristo tendrá el Nombre de nuestro Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo escrito, y ése será hecho columna en el Templo de nuestro Dios, ése será hecho columna en la Iglesia del Señor Jesucristo.

Y ahora, ese Angel del Señor Jesucristo, en donde Cristo tendrá escrito Su Nombre Nuevo, y Nombre Eterno de Dios, y Nombre de la Ciudad de nuestro Dios, vean ustedes, será del Angel del cual se agarre el pueblo hebreo en el Día Postrero, porque se estará agarrando del Angel de Jehová velado y revelado en ese Angel Mensajero.

Y allá Jacob cuando se agarró del Angel de Jehová, lo cual era Dios velado en Su cuerpo teofánico, tenía el Nombre ahí pero no se lo reveló a Jacob, Jacob quiso conocer el Nombre de ese Angel que era Dios velado en un cuerpo angelical, teofánico, pero no le fue permitido el Nombre. “¿Por qué preguntas por mi Nombre?” Quería conocer el Nombre de Dios.

A través de la historia bíblica podemos ver que todos los profetas de Dios han deseado conocer el Nombre Eterno de Dios; pero eso tiene que venir por una revelación del mismo Dios. Para el tiempo final es que Cristo ha prometido escribir sobre el Vencedor el Nombre de Dios, de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo. Apocalipsis, capítulo 3, verso 12.

Y también dice que le dará una Piedrecita blanca al Vencedor, una Piedrecita blanca, y en la Piedrecita un Nombre escrito (Nuevo) que ninguno conoce, sino aquel que lo recibe. Capítulo 2, verso 17 del Apocalipsis.

Y ahora, así como en el Angel del Pacto estaba el Nombre de Dios, y cuando El se hizo carne ahí estaba el Nombre de Dios, en Jesús. Y cuando ascendió al Cielo victorioso, murió, resucitó y ascendió al Cielo, siendo el que vino en el Nombre de Su Padre, y siendo el Angel del Pacto hecho carne, pues tenía el Nombre de Dios, por lo tanto se sentó en el Trono de Dios; la primera ocasión en que un cuerpo de hombre, humano pero glorificado, se sienta en el Trono de Dios en el Cielo; pero era el que tenía el Nombre de Dios.

Y ahora, Cristo dice: “Al que venciere Yo le daré que se siente conmigo en mi Trono, así como Yo he vencido y me he sentado con mi Padre en Su Trono.” Para sentarse en el trono, el trono de David, el cual obtiene Cristo, porque Cristo es el Heredero al trono de David. Para sentarse en ese Trono con Cristo, lo primero es que tiene que ser un Hijo de Jesucristo por medio de ser un creyente en Cristo nacido de nuevo, y tiene que ser un Angel Mensajero y tiene que venir en el Nombre del que lo envió; o sea, el que lo envía tiene que escribir sobre él el Nombre de nuestro Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

¿Irá a escribir tres nombres? No, uno. Porque el Nombre de Dios es el mismo Nombre de la Ciudad de nuestro Dios, y el Nombre de Dios es el mismo Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

Y ahora, ese misterio lo tendrá el Angel Mensajero que se sentará con Cristo en Su Trono, y él es el que conocerá el misterio de la Venida de esa Piedra con un Nombre Nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe; ése que recibirá la Piedrecita y ése que recibirá el Nombre Nuevo será el que conocerá ese misterio de la Venida de esa Piedra no cortada de manos, la Segunda Venida de Cristo con un Nombre Nuevo, y ése Nombre es el que escribe Cristo sobre el Vencedor. Por lo tanto obtendrá la gran victoria en el Amor Divino, así como Cristo obtuvo la victoria en Su Primera Venida, para luego sentarse en el Trono del Padre. Y en esa misma forma que se ha sentado en el Trono del Padre, Dios le ha dado a que se siente en el Torno Celestial; ahora Cristo le dará al Vencedor que se siente con El en Su Trono.

Esa bendición quiso agarrarla Jacobo y Juan, y como colaboradora la madre de ellos, que quiso que sus hijos fueran los que estuvieran uno a la derecha y el otro a la izquierda en el Reino de Cristo, uno a la derecha de Cristo y el otro a la izquierda.

Y ahora, Cristo le dijo que no era de El darlo (esto), sino a aquellos a quienes estaba preparado; porque esas posiciones son las que corresponden a los Dos Olivos, los Dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios, a los Dos ministerios de Moisés y Elías.

Por eso es que en un sueño que tuvo el Rvdo. William Branham cuando se estaba pasando a lista para dar las coronas a los creyentes en Cristo, Cristo estaba parado en un sitio alto y había una escalera de caracol —como diríamos—, y las personas estaban abajo y Cristo estaba en la parte alta arriba y al lado de Cristo estaba un Angel el cual tenía el registro, el Libro de la Vida, ese Título de Propiedad; y ese Angel que estaba al lado de Cristo era el que llamaba por nombre a las personas que estaban abajo, para que subieran por esa escalera. Y luego Cristo veía a la persona, veía que todo estaba bien, y le decía: “Buen siervo y fiel, entra en el gozo de Tu Señor”; y entraban a ese glorioso Reino de Dios, ese Reino Milenial.

Y nuestro hermano Branham, pues se fijó bien en el Angel y también en Jesús, y dice que ese Angel, ese Angel llamó su nombre también. Siendo que ese Libro es el que contiene los nombres, ése es el Libro de la Vida del Cordero, y por consiguiente es el Libro de los Siete Sellos. Por eso en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 11, aparece Cristo, el Angel Fuerte, el Angel del Pacto, descendiendo del Cielo con un librito abierto en Su mano, viene con Su rostro como el sol y Sus ojos como llama de fuego y viene envuelto en una nube y con el Arco Iris alrededor de Su cabeza, y viene con el librito abierto, y clama como cuando un león ruge y siete truenos emiten Sus voces, ésa es la Voz de Cristo, el Angel Fuerte, el Angel del Pacto; y luego le entrega el librito a un hombre. Juan allí representando al Angel del Señor Jesucristo, que estará en el Día Postrero, para recibir ese Título de Propiedad cuando Cristo lo tome y se lo entrege, ¿para qué? Para que se lo coma.

Vean que es un hombre el que recibe ese Título de Propiedad. Por lo tanto ése es el Angel del Señor Jesucristo el cual estará al lado de Cristo, ése es el Angel Ministrador, el Angel representado en el Siervo fiel y prudente al cual Su Señor cuando venga y le halle haciendo así (le halle dándole el Alimento Espiritual a tiempo a los hijos de Dios), dice: “De cierto os digo que sobre todos Sus bienes le pondrá.”

Y por eso, vean ustedes, el más importante de todos los bienes, el Título de Propiedad, lo entrega a ese hombre para que lo coma y entonces profetice sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes. Así el Título de Propiedad es restaurado a la raza humana, para la raza humana ser restaurada a la Vida Eterna, para los escogidos de Dios ser restaurados a la Vida Eterna, los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos eternos, y nosotros los que vivimos seremos transformados porque estará el Título de Propiedad ya tomado de la mano del que está sentado en el Trono, Cristo lo habrá tomado y habrá hecho Su Reclamo, y se lo habrá dado a un hombre para que se lo coma.

Vean, el Rvdo. Willliam Branham en el mensaje: “Tratando de hacer un servicio a Dios fuera de su voluntad,” dice en la página 85 (hablando del Arca del Pacto), dice:

Hay tan solo un Arca, esa Arca es Jesucristo, ¡y El es la Palabra!

Noten, Dios le dijo al profeta, dijo: Come el rollo, en el Antiguo Testamento (ése fue el profeta Ezequiel). Al profeta del Nuevo Testamento, El le dijo: Come el librito. ¿Por qué? Para que el profeta y la Palabra fueran uno. ¿Ve? Ese es el Arca, la Palabra de Dios.”

Y ahora, vean cómo tendremos el Arca del Pacto en la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero, en el Lugar Santísimo siendo colocada el Arca del Pacto, ¿cómo? Cristo dándole el Título de Propiedad, el librito de los Siete Sellos a un hombre que se lo coma; y por cuanto ése es el Mensajero del Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo, entra ahí el Arca del Pacto, la Palabra, Cristo, a Su Templo, al Lugar Santísimo de Su Templo; y ahí entonces queda el Arca del Pacto en el Templo Espiritual de Cristo, para ser dedicado el Templo de Jesucristo, ser dedicado a Dios para morada de Dios en toda Su plenitud, porque ésa es la Casa de Dios.

Y ahora, así como Dios en el Antiguo Testamento ha tenido siete nombres, los cuales son nombres que significan manifestaciones de Dios, que significan algo que Dios es.

Ahora, en el Nuevo Testamento, Dios ha tenido también (Cristo ha tenido) siete nombres, los siete ángeles, los siete nombres de los ángeles mensajeros. Nombres compuestos tuvo Dios en el Antiguo Testamento.

Y ahora, los nombres de los ángeles mensajeros tienen un significado en la Obra que Cristo ha realizado de edad en edad.

Y para este tiempo final Cristo, vean ustedes, así como tuvo siete nombres compuestos en el Antiguo Testamento, pero luego vino en el nombre de Jesús, Dios manifestado con un nombre humano, para llevar a cabo la Obra de Redención. Para el Día Postrero luego de esos siete nombres que han sido manifestados, siete ángeles mensajeros con sus nombres en las siete edades, luego viene Cristo en el Día Postrero y tendrá una revelación final en Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular; y ahí es donde El escribirá sobre el Vencedor el Nombre de nuestro Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios, y Su Nombre Nuevo. Por lo tanto ese Angel vendrá en el Nombre del Señor Jesucristo, vendrá en el Nombre de Dios, en el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y en el Nombre Nuevo del Señor Jesucristo.

Y los escogidos de Dios estarán bien agarrados del Angel de Jehová, de Jesucristo; así como han estado agarrados de edad en edad; en la manifestación de Dios, de Cristo en cada edad, estarán bien agarrados en este tiempo final de Cristo, el Angel del Pacto, velado y revelado en Su Angel Mensajero en el Día Postrero. Y también el pueblo hebreo se agarrará bien, 144 mil se agarrarán bien de Cristo, el Angel del Pacto, velado y revelado en Su Angel Mensajero. Pero Su Angel no es el Señor Jesucristo, él solamente es un Mensajero, un Profeta, enviado por Cristo a Su Iglesia en el Día Postrero, un Profeta dispensacional, un espíritu de Profeta, el cual le dio a Juan la revelación apocalíptica.

Un espíritu de Profeta es un cuerpo teofánico de la sexta dimensión; un cuerpo teofánico de un hombre de la sexta dimensión vendrá velado y revelado en carne humana en el Día Postrero, se velará en carne humana el Angel de Jehová, vendrá en carne humana, como vino cada ángel mensajero velado en carne humana, en cada edad, para poder ser el instrumento de Dios, ángeles enviados de Dios a los herederos de salvación; ésos son los ángeles mensajeros de las siete edades y el Angel del Señor Jesucristo para el Día Postrero.

Y estos ángeles, vean ustedes, están en el libro del Apocalipsis y en otros libros de la Biblia señalados. Por ejemplo están señalados como los siete espíritus de Dios que recorren toda la Tierra, y como las siete lámparas que están delante de la presencia de Dios encendidas ardiendo en fuego, y como los siete ojos del Cordero, ésos son los siete ángeles mensajeros de las siete edades, donde siete espíritus teofánicos se hicieron carne y tuvieron sus ministerios en medio de la Iglesia de Jesucristo.

Y para el Día Postrero se hará carne otro espíritu teofánico, un espíritu de profeta dispensacional se hará carne y entonces tendremos al Angel del Señor Jesucristo como el Instrumento de Cristo a través del cual Cristo, el Angel del Pacto, se manifestará, se velará y se revelará, y le hablará a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto. Pero el Angel no es el Señor Jesucristo, por eso cuando Juan quiso adorarlo no aceptó la adoración del apóstol San Juan, y le dijo el Angel a Juan: “No lo hagas.” Y le dijo: “Adora a Dios.”

Y ahora, podemos ver que así como este Angel le enseñó a Juan a adorar a Dios, le enseñará a todos los hijos e hijas de Dios a estar adorando a Dios, a nuestro amado Señor Jesucristo en este tiempo final, en la parte alta de la escalera de Jacob o que vio Jacob, en la parte alta, que es la Edad de la Piedra Angular en la Iglesia del Señor Jesucristo. Ahí es donde nos agarramos bien del Señor Jesucristo en Su manifestación final; y por consiguiente esa edad también es nuestro Peniel, donde estaremos viendo a Dios cara a cara, velado y revelado en Su Angel Mensajero en este tiempo final.

Y entonces estaremos bien agarrados de Cristo, velado en Su Angel, hasta que nos bendiga y obtengamos el cambio. El obtuvo un cambio de nombre, y nosotros en adición al cambio de nombre recibimos ¿qué? Un cambio de cuerpo, una transformación, nosotros los que vivimos y también los muertos en Cristo recibirán un cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado. Y entonces habremos obtenido la bendición que queríamos recibir de parte de Dios. Pero tiene que ser hablada por medio del Angel del Señor Jesucristo.

Así como Dios tuvo Su Angel, el cual se hizo carne y lo conocimos por el nombre de Jesús, Jesús tiene Su Angel, el cual en el Día Postrero podemos ver que es el Angel que le reveló a Juan el libro del Apocalipsis, un espíritu teofánico de la sexta dimensión, un espíritu de profeta, un hombre, un varón de Dios pero de la sexta dimensión, el cual Cristo envía a Su Iglesia en el Día Postrero y entonces viene en carne humana, ese espíritu teofánico en carne humana ministrando la Palabra que Cristo le estará dando para Su Iglesia.

Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”

Y nosotros agarrados de ese Mensaje, de esa Palabra, estaremos agarrados del Angel que le apareció a Jacob, del Angel del Pacto, el cual envía el Angel del Pacto. Cristo envía a Su Angel Mensajero en este tiempo final para dar testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final.

Hemos visto cómo se agarró Jacob bien del Angel, y cómo se agarraría bien la Iglesia del Señor Jesucristo del Angel del Jehová, del Angel del Pacto, velado y revelado de edad en edad en el Mensajero de cada edad. Y como en la mañana cuando ya está rayando el alba, Jacob, el Israel Celestial, la Iglesia de Jesucristo estará bien agarrada del Angel de Jehová velado y revelado en Su Angel Mensajero.

JACOB BIEN AGARRADO DEL ANGEL.”

Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes dándoles testimonio de: “JACOB BIEN AGARRADO DEL ANGEL”; eso fue en Peniel donde vio cara a cara a Dios, donde vio el rostro de Dios, el rostro del Angel de Jehová, del cuerpo teofánico de Dios.

Y para el Día Postrero los escogidos de Dios estarán viendo cara a cara a Cristo velado y revelado por medio de Su Angel, por lo tanto estarán viendo cara a cara a Jesucristo, estarán viendo cara a cara el rostro del Angel a través del cual Cristo estará velado y revelado.

Pero con todo y eso no estarán viendo literalmente el rostro de Jesucristo del cuerpo glorificado que El tiene, sino solamente el del velo de carne que El estará usando en el Día Postrero. Pero algún día —después— cuando tengamos el nuevo cuerpo veremos cara a cara a Jesucristo, le veremos como El es: en Su cuerpo glorificado, porque nosotros seremos semejantes a El, a Su imagen y semejanza y tendremos un cuerpo glorificado como el Suyo, y entonces le podremos ver.

Así como para podernos ver nosotros, unos a los otros, tenemos que tener un cuerpo igual los unos a los otros. Y cuando tengamos el cuerpo igual a Jesucristo entonces lo podremos ver a El en Su cuerpo glorificado y nos podremos ver nosotros también en el cuerpo glorificado. Y podremos decirnos el uno al otro: “Ahora si que estás bien joven, ¡y para toda la eternidad! Jovencito en cuerpo glorificado.”

Y ahora, hemos visto: “EL MISTERIO DE JACOB BIEN AGARRADO DEL ANGEL DE JEHOVÁ.”

Que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, sean sobre todos ustedes y sobre mi también y pronto venga ese cambio del cuerpo, seamos glorificados pronto, seamos transformados pronto y los muertos en Cristo resucitados en cuerpos eternos y glorificados, y todos seamos llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.

Estaré mañana nuevamente con ustedes, para continuar en estas actividades programadas para San Lucas, Guatemala. Mañana miércoles tendremos el tema: “BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS.” Y luego el jueves tendremos: “LA BIENAVENTURANZA DE GUARDAR LA PROFECIA DE JESUCRISTO”; que es la profecía que trae el Angel del Señor Jesucristo.

Luego las otras tres actividades serán en la capital; en todas ellas tenemos un hilo de pensamiento que nos trae desde el Génesis hasta el Apocalipsis, donde estaremos viendo todo este misterio del Angel de Jehová en el Antiguo Testamento, el cual se hizo carne y fue Jesucristo; y luego en el Nuevo Testamento, el Angel de Jesucristo, el cual en el Día Postrero estará en medio de la Iglesia de Jesucristo en carne humana.

Con lo que hoy hemos hablado yo creo que tienen un cuadro claro de este misterio del Angel del Señor Jesucristo.

Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes.

Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte en esta noche, dándole así gracias a Cristo por Sus bendiciones, y por permitirnos estar agarrados, bien agarrados del Angel, estar bien agarrados del Angel de Jehová en Su Obra y manifestación de este tiempo final.

Mientras escuchamos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó, pasará el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, para finalizar nuestra parte en esta ocasión.

JACOB BIEN AGARRADO DEL ANGEL.”