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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Ven hoy a Jesucristo | 2000-06-24 | 1 | Austin | Texas | US | 01:00:18 | true |
Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes aquí en Austín, Texas; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual quiero leer en Segunda de Corintios, capítulo 6, versos 1 al 2, donde dice:
“Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis en vano la gracia de Dios.
Porque dice:
En tiempo aceptable te he oído,
Y en día de salvación te he socorrido.
He aquí ahora el tiempo aceptable;
he aquí ahora el día de salvación.”
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “VEN HOY A JESUCRISTO.”
Para poder comprender este tiempo de salvación, este tiempo aceptable delante del Señor, necesitamos leer en San Lucas, capítulo 4, versos 14 en adelante, donde dice:
“Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y se difundió su fama por toda la tierra de alrededor.
Y enseñaba en las sinagogas de ellos, y era glorificado por todos.
Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.
Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:
El Espíritu del Señor está sobre mí,
Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres;
Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos,
Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;
A predicar el año agradable del Señor.
Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.
Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.”
En este pasaje que leyó Jesús en la sinagoga de Nazaret, Su ciudad, Cristo muestra que había llegado el día, el tiempo, de la buena voluntad de Dios, había llegado el tiempo del año agradable del Señor, había llegado el tiempo de salvación para los seres humanos, y todo esto había sido tipificado en el tabernáculo que construyó el profeta Moisés y el templo que construyó el rey Salomón.
En el tabernáculo se llevaba a cabo la fiesta de la expiación la cual se efectuaba una vez al año el día diez del mes séptimo y ese era el día que el sacerdote ministraba todo el día; pero tenía que tener una preparación de muchos días antes para luego ministrar el día de la expiación; porque el día de la expiación el sumo sacerdote efectuaría el sacrificio de la expiación, el sacrificio del macho cabrío, él mismo efectuaría ese sacrificio, él mismo tomaría la sangre de ese macho cabrío en una vasija y luego la llevaría dentro del tabernáculo al lugar santísimo; el sacrificio lo efectuaba en el atrio, pero luego pasaba hasta el lugar santísimo con la sangre del marcho cabrío de la expiación y rociaba con su dedo siete veces sobre la parte Este del propiciatorio; el propiciatorio es la tapa del arca.
En el propiciatorio que era de oro, en esa tapa que cubría el arca estaban dos querubines de oro. Y el sumo sacerdote, pensemos que él viene de la parte de afuera del atrio, entra por el lugar santo y pasa hasta acá y llega al lugar santísimo y él esparce con su dedo siete veces sobre la parte Este del propiciatorio, o sea, sobre este lado, o sea, se para frente aquí y entonces esparce con su dedo siete veces sobre el propiciatorio; pero tiene que estar de frente al propiciatorio.
Y ahora, en esa labor que el sumo sacerdote realizaba quedaba perdonado el pueblo hebreo y cada persona del pueblo hebreo por todos sus pecados como individuos y como nación, y luego quedaba reconciliado el pueblo hebreo con Dios, y esto duraba por un año y luego en el próximo año tenía el sumo sacerdote que estaba ministrando como sumo sacerdote en el próximo año, tenía que hacer lo mismo.
Todo esto es tipo y figura del tiempo de Redención del año agradable del Señor que vendría para la raza humana, en donde el ser humano tendría la oportunidad de ser perdonado, sus pecados ser perdonados y borrados con la Sangre de Jesucristo y la persona ser reconciliada con Dios.
Ahora podemos ver el porqué el pueblo hebreo efectuaba el sacrificio del macho cabrío de la expiación el día diez del mes séptimo de cada año. En Levítico, capítulo 23, dice Dios a Moisés y Moisés al pueblo... capítulo 23 de Levítico, versos 26 en adelante, dice:
“También habló Jehová a Moisés, diciendo:
A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.
Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.
Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.”
Aquí podemos ver que este es un día muy especial en medio del pueblo hebreo, porque es el día en que se efectúa el sacrificio por el pecado, para Dios perdonar los pecados del pueblo hebreo como individuos y también como nación, y ser reconciliados con Dios. El que no se afligía en ese día, o sea, el que no se arrepentía de sus pecados y afligía su alma por haber pecado ante de Dios y contra Dios, sería cortado del pueblo.
Y esto representa que por medio de la Obra Redentora de Cristo en la Cruz del Calvario se abrió el día de Redención, el tiempo de Redención, para todo ser humano, para toda persona venir arrepentida de sus pecados a los pies de Jesucristo y confesar a Cristo sus pecados y recibirlo como su único y exclusivo y suficiente Salvador; para así Dios perdonar sus pecados y con Su Sangre Jesucristo limpiarlo de todo pecado y así materializarse la Obra que Cristo realizó en la Cruz del Calvario, materializarse en la persona; y así la persona ser bautizada en el Nombre del Señor Jesucristo en agua y recibir el Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento y obtener el cuerpo teofánico de la sexta dimensión y así la persona ser una nueva criatura nacida en el Reino de Dios, en lugares celestiales en Cristo Jesús, ser una persona nacida en la sexta dimensión que es la dimensión de la Palabra, la dimensión angelical; y así tener un ángel, el Angel del Señor que acampa en derredor de los que le temen y los defiende; o sea, tener un cuerpo angelical.
Este es un lapso de tiempo dado por Dios desde la Primera Venida de Cristo hasta este tiempo final; por eso es que Cristo vino en Su Primera Venida y murió en la Cruz del Calvario por todos nosotros. El dijo: “Si el grano de trigo no cae en Tierra y muere El solo queda; pero si cae en Tierra y muere mucho fruto lleva, o sea, muchos granos de trigo iguales al grano de trigo que fue sembrado en Tierra”; eso significa muchos seres humanos a imagen y semejanza de nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora, podemos ver el porqué tenemos que venir a Jesucristo para recibir el perdón de nuestros pecados y recibir así la salvación. No hay otro salvador, El es nuestro Salvador, El es nuestro Redentor, El es que nos reconcilia con Dios. El desde que murió, resucitó y ascendió al Cielo está en el Trono del Padre haciendo Intercesión con Su propia Sangre por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. Y mientras El esté allí, estamos viviendo en ese ciclo divino de Salvación, de Redención, en ese ciclo divino llamado el año de la buena voluntad de Jehová, el tiempo aceptable delante de Dios para aceptar las personas que vienen a Cristo arrepentidos de sus pecados y Lo reconocen como Su Salvador y lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en Su Nombre y reciben el Espíritu Santo; porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos y para todos cuantos el Señor nuestro Dios llamaré, para los que están cerca y también para los que están lejos: para los que estaban allá en Jerusalén y para los que estarían en otras naciones y otros continentes hasta llegar a la América Latina y el Caribe.
Y ahora, hemos visto el porqué venir a Cristo para recibirlo como nuestro Salvador. Y eso tiene que ser efectuado para y en la vida de cada persona en el tiempo que le toca vivir, ese es el tiempo para la persona, aceptable delante de Dios. La persona no puede decir: “Cuando yo me muera entonces yo voy a aceptar a Cristo como mi Salvador.” Ya será demasiado tarde. Tiene que ser en el tiempo que Dios le ha dado para vivir en este planeta Tierra.
Ahora, como han estado viniendo de etapa en etapa y de edad en edad a Cristo los seres humanos por miles y millones de personas o de seres humanos, en cada edad han estado viniendo a Cristo y han estado naciendo en el Cuerpo Místico de Cristo millones de personas que arrepentidas Lo han recibido como Su Salvador.
Ahora, veamos cómo de edad en edad viene el llamado de Cristo llamando al pueblo para que vengan a Cristo, Lo reciban como su Salvador y reciban la salvación del alma; porque, ¿de qué le vale al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma? El ser humano es cuerpo, espíritu y alma, y lo más importante de la persona es el alma, porque el cuerpo físico es mortal, corruptible y temporal; el espíritu es un cuerpo, es otro cuerpo, un cuerpo de otra dimensión; pero el alma es lo que en realidad es la persona; por eso es que Cristo nos habla de la salvación del alma.
¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo y pierde su alma? Es muy importante saber qué somos y quiénes somos nosotros: somos almas vivientes en estos cuerpos mortales.
Y ahora, no hay recompensa que el ser humano pueda dar por la salvación de su alma, solamente hay una forma en que la persona puede salvar su alma y es por medio de un Salvador, el cual es nuestro amado Señor Jesucristo. Hay una sola forma en que el ser humano puede ser perdonado de sus pecados y esa es por medio de Jesucristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario.
Hay una sola forma en que el ser humano puede ser reconciliado con Dios, y eso es por medio de nuestro amado Señor Jesucristo, y todo esto tipificado allá en el sacrificio del macho cabrío de la expiación; por eso era tan importante el día de la expiación para el pueblo hebreo; y por eso es tan importante este tiempo de salvación que Dios le ha dado a la raza humana. El que no se arrepienta de sus pecados y aflija su alma por haber pecado ante Dios y reciba a Cristo como Su Salvador y lave sus pecados en la Sangre de Cristo y sea bautizado en Su Nombre y reciba Su Espíritu Santo no podrá vivir eternamente.
Ahora, se requiere que el ser humano venga a Cristo en el tiempo que le toca vivir. En la página 265 del mensaje “Las Siete Edades de la Iglesia,” dice el Rvdo. William Branham:
“Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el mensajero de cada edad. Ellos reciben de El la revelación de la Palabra para cada edad. Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo Jesús.”
Vean la forma que Dios utiliza de edad en edad: El envía un ángel mensajero que es un mensajero de Dios, un espíritu teofánico manifestado en carne humana en cada edad, el cual es el Instrumento de Cristo a través del cual Cristo se manifiesta y llama y junta a Sus ovejas en cada edad. Por eso es que Cristo en San Juan, capítulo 10, versos 14 al 16, dijo:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil (o sea, que no son del pueblo hebreo sino que son gentiles); aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”
Y ahora Cristo nos enseña que El tendrá ovejas no solamente de en medio del pueblo hebreo sino también de entre los gentiles, las cuales a El le conviene ¿traer a dónde? Traérlos, traer esas ovejas a Su Redil y Su Redil es Su Iglesia. Y dice:
“y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”
El Rebaño es la Iglesia del Señor Jesucristo y el Pastor es nuestro amado Señor Jesucristo.
¿Pero cómo es que vamos a escuchar Su Voz de etapa en etapa, de edad en edad? Por medio del ángel mensajero que Dios envía en cada edad, en cada etapa de la Iglesia de Jesucristo entre los gentiles. Tenemos los siete ángeles mensajeros de las siete edades por medio de los cuales Cristo se manifestó y llamó y juntó a Sus ovejas de cada edad, fueron colocadas en unión con Cristo.
Y ahora, ¿para el tiempo final a quién enviará Jesucristo, y a quién y por medio de quién hablará Jesucristo y llamará y juntará a Sus ovejas del Día Postrero? Pues Cristo dijo en San Mateo, capítulo 24, verso 31:
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”
También en la parábola del trigo y de la cizaña en el capítulo 13, verso 30 al 43, y también en la parábola de la red, en el capítulo 13, verso 47 al 50, donde nos habla de la red y esa pesca que es realizada; Cristo dice que el Hijo del Hombre enviará a Sus ángeles, Sus ángeles son los mismos que vienen en San Mateo 24, verso 31 con la Gran Voz de Trompeta llamando y juntando a Sus escogidos.
Y ahora, en San Mateo, capítulo 13, verso 30 en adelante vienen llevando a cabo la gran cosecha, y en San Mateo, capítulo 13, verso 47 al 50 en la parábola de la red vienen llevando a cabo el recogimiento de los buenos peces (y luego echando al horno de fuego los malos peces, lo que no sirve), para formar el Cuerpo Místico de Cristo.
Y ahora, tenemos las profecías dadas por Jesucristo: que son los ángeles del Hijo del Hombre los enviados para llevar a cabo esa labor, vienen con la Gran Voz de Trompeta, la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; con esa revelación es que viene el ministerio de los Dos Olivos, el ministerio de los ángeles del Hijo del Hombre que son los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías repitiéndose en el Día Postrero; y por medio de esos ministerios es que Dios llamará y juntará a Sus escogidos del Día Postrero, así como llamó y juntó a los escogidos de las siete edades por medio de los siete ángeles mensajeros.
Y ahora, ¿dónde y en quién estarán estos ministerios manifestados en el Día Postrero? Ya que el Rvdo. William Branham cuando habló de estos ministerios, nos habló, por ejemplo, del ministerio de Elías y nos enseñó que el ministerio de Elías operaría cinco veces en este planeta Tierra; y por consiguiente esas cinco manifestaciones del ministerio de Elías sería en diferentes hombres.
El ministerio de Elías operado por el Espíritu Santo por primera vez fue en Elías Tisbita, el ministerio de Elías operado por el Espíritu Santo por segunda vez fue en Eliseo; vean cómo va cambiando de nombre. Luego la tercera ocasión en que el espíritu ministerial de Elías operó en la Tierra en un hombre, fue en Juan el Bautista, fue el Espíritu Santo operando el ministerio de Elías en Juan el Bautista para precursar la Primera Venida de Cristo.
Luego la cuarta ocasión en que el Espíritu Santo operó el ministerio de Elías, manifestó el ministerio de Elías en la Tierra fue en un hombre el cual fue el Rvdo. William Marrion Branham, en Norteamérica. Y la quinta ocasión en que el ministerio de Elías estará manifestado en la Tierra dice el Rvdo. William Branham que será en un hombre de este tiempo. Dice en la página 399 del mensaje de “Los Siete Sellos,” en español, cuando está en un culto de preguntas y respuestas, la pregunta número 11 es:
“11. El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Acab, o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?”
Ahora veamos la contestación que dio el Rvdo. William Branham, o sea, que dio Elías en su cuarta manifestación cuando habló de la próxima manifestación del ministerio de Elías, cuando habló de la quinta manifestación de Elías. Dice:
“Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu.”
¿Un hombre de qué tiempo? De este tiempo. No un hombre de miles de años atrás, sino un hombre de este tiempo. Y en otras ocasiones le preguntaron que si el cuarto Elías era el mismo quinto Elías que le llevaría el Mensaje al pueblo hebreo y él dijo que no. El cuarto Elías es el cuarto Elías, el Rvdo. William Branham. Pero el quinto Elías es un hombre de este tiempo que vendrá ungido por el Espíritu Santo en el cual el Espíritu Santo estará operando el ministerio de Elías por quinta ocasión, y ese será el que le llevará el Mensaje al pueblo hebreo; pero antes estará en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo sonado la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino y así llamando y juntando a los escogidos del Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino, Dispensación que se entrelaza con la Dispensación de la Gracia.
Por lo tanto Elías en Su quinta manifestación estará en la Dispensación de la Gracia y pasará a la Dispensación del Reino, y los escogidos del Día Postrero estarán en la Dispensación de la Gracia en el año agradable del Señor y luego pasarán a la Dispensación del Reino y por consiguiente a ese día glorioso de Luz, el día del cual nos habla San Pedro y también San Pablo donde nos dice: “Hasta que el día esclarezca y salga en vuestros corazones el Lucero de la mañana.” {Segunda de Pedro 1:19 - Editor} Y el Lucero de la mañana es Jesucristo nuestro Salvador, el cual en Su Segunda Venida estará manifestado como el Lucero, la Estrella resplandeciente de la mañana.
Y ahora, el Rvdo. William Branham nos ha dicho aquí en la lectura que hemos tenido, que él piensa, que él cree, que será un hombre de este tiempo. Y nosotros creemos como creyó el Rvdo. William Branham. Dice:
“...porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: ‘El espíritu de Elías reposó sobre Eliseo.’ Es que Eliseo obró igual a Elías.”
Y ahora, en la página 449 del libro de “Los Sellos,” dice el Rvdo. William Branham:
“El único Espíritu que ha estado sobre la tierra, que yo sepa, tendría que ser Elías, como fue en su tiempo; y así fue predicho que sería, porque su Espíritu fue nada menos que el Espíritu de Cristo. Cuando Cristo vino, El fue la plenitud, fue el Dios de los profetas.”
Y ahora, el Espíritu Santo que estuvo en el profeta Elías estuvo luego en el profeta Eliseo operando el ministerio de Elías por segunda ocasión; y estuvo luego en Juan el Bautista operando el ministerio de Elías por tercera ocasión; estuvo luego en el Rvdo. William Branham operando el ministerio de Elías por cuarta ocasión, y estará en este tiempo final por quinta ocasión operando el ministerio de Elías por quinta ocasión; esto es lo relacionado al ministerio de Elías para este tiempo final.
Y ahora, el ministerio de Elías juntamente con el ministerio de Moisés, son los ministerios de los Dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios, son los ministerios de los Dos Olivos prometidos para ser manifestados en este tiempo final sonando la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino y llamando y juntando a los escogidos de Dios de este tiempo final.
Y ahora, ¿en quién estará el ministerio de Elías y el ministerio de Moisés, de Elías por quinta vez y de Moisés por segunda vez y de Jesús por segunda vez? Tiene que ser en un profeta enviado por Dios para este tiempo final, y tiene que ser un profeta dispensacional, porque estarán manifestados los ministerios de Elías por quinta ocasión, de Moisés por segunda ocasión y de Jesús por segunda ocasión.
Y así como Cristo envió siete ángeles mensajeros para las siete edades, El tiene que enviar un mensajero para este tiempo final, para la Edad de la Piedra Angular.
¿Y quién será el Enviado de Jesucristo para el Día Postrero y en qué territorio estará siendo enviado y a que pueblo estará siendo enviado? Por su puesto tiene que ser al pueblo de Dios, la Iglesia de Jesucristo y después al pueblo hebreo.
¿Pero dónde estará la Iglesia de Jesucristo en su etapa final? Vamos a ver primero quién es ese mensajero para el Día Postrero en el cual estarán los ministerios de Elías, de Moisés y de Jesús siendo operados por el Espíritu Santo en el Día Postrero, porque ése será el Angel que viene con el Sello del Dios vivo. Vamos a ver quién es ese Angel Mensajero en el cual estará el Sello del Dios vivo, el Espíritu Santo, operando esos ministerios y llamando y juntando a los escogidos de Dios. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 16 al 17, dice:
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Aquí tenemos al Enviado de Jesucristo para dar testimonio de estar cosas en las Iglesias, ése es el Enviado de Jesucristo para toda la Iglesia de Jesucristo del Día Postrero, este es el Angel Mensajero de Jesucristo, el cual en el Día Postrero estará en medio de la Iglesia de Jesucristo en el cual estará el Espíritu Santo operando los ministerios de Elías, de Moisés y de Jesús para el llamado de la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino; para así llevarse a cabo el recogimiento del trigo de Dios, de los hijos e hijas de Dios que estarán viviendo en este tiempo final.
Y así como hubo un llamado por medio del Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad en el territorio en el cual Dios envía ese mensajero, y de ahí se extendió ese llamado a otros lugares, a otras ciudades y naciones; también habrá un territorio y un pueblo en donde Cristo enviará Su Angel Mensajero y en donde el Espíritu Santo se manifestará por medio de Su Angel Mensajero y nos hablará con esa Gran Voz de Trompeta el Mensaje del Evangelio del Reino, y con ese Mensaje serán llamados y juntados todos los escogidos de Dios.
Ahora, veamos cómo ha venido la Columna de Fuego, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo manifestándose de etapa en etapa, comenzó allá en el medio oriente, allá en el este en la tierra de Israel, de ahí se movió a Asia Menor donde envió a San Pablo y usó al apóstol San Pablo y por medio de San Pablo llamó y juntó a los escogidos de entre los gentiles de esa primera edad de la Iglesia.
De Asia Menor pasó a Francia donde envió a Ireneo y por medio de Irenio habló, y llamó y juntó a Sus ovejas de esa segunda etapa, de esa segunda edad; y allí en Francia hubo un gran despertamiento espiritual y hubo una gran liberación espiritual y así fueron colocados en el Cuerpo Místico de Cristo miles o millones de personas que tenían sus nombres escritos en el Cielo en el Libro de la Vida desde antes de la fundación del mundo, tenían sus nombres escritos en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo.
Así que hubo un gran despertamiento, un gran avivamiento, en Francia con el Espíritu Santo manifestado en Ireneo en esa ocasión. Luego en Francia encontramos que continua el avivamiento.
Dios envió a Martín para la tercera edad, en Hungría y Francia, y allí hubo un gran despertamiento espiritual y Cristo llamó y juntó a Sus ovejas, a Sus escogidos, en esta tercera edad, de allí se extendió el mensaje a otras naciones también.
Luego llegó el tiempo para la cuarta edad o etapa de la Iglesia entre los gentiles, y Dios envió a Colombo en Irlanda y Escocia, y hubo un gran despertamiento en Irlanda y en Escocia y por medio del Mensajero Cristo se manifestó en Espíritu Santo y habló y llamó y juntó a Sus escogidos de esa cuarta edad.
Luego llega el tiempo para la quinta edad y Dios envía a Lutero, y Lutero en Alemania fue el instrumento a través del cual Cristo en Espíritu Santo se manifestó y habló y llamó a Sus escogidos de esa quinta edad, y de ahí se extendió el mensaje a otras naciones también.
Luego llegó el tiempo para la sexta edad o etapa y Dios envió a John Wesley, Juan Wesley, y se manifestó Cristo en Espíritu Santo por medio de Juan Wesley y llamó y juntó a Sus escogidos allá en Inglaterra, de ahí se extendió el mensaje a otras naciones donde también el llamado de Cristo llegó y fueron juntados los escogidos de la sexta etapa de la Iglesia de Jesucristo.
Luego llegó el tiempo para la séptima edad de la Iglesia, representada en la Iglesia de Laodicea allá en Asía Menor, y Dios envió al Rvdo. William Branham en Norteamérica, y por medio del Rvdo. William Branham Cristo en Espíritu Santo se manifestó y llamó y juntó a Su pueblo, a Sus escogidos de la séptima edad de la Iglesia gentil.
Luego, vean ustedes cómo ha venido Cristo en Espíritu Santo manifestándose por medio de diferentes mensajeros y diferentes edades, y ha estado viniendo desde la tierra de Israel a Asia Menor, de Asía Menor a Europa, de Europa a Norteamérica y de Norteamérica a la América Latina y el Caribe. O sea, de la tierra de Israel a Asía Menor, de Asia Menor a Europa, de Europa al continente Americano que consta de Norteamérica y de la América Latina y el Caribe.
Y ahora, así como en Europa hubo cinco mensajeros en diferentes naciones, en el continente Americano encontramos que ya Dios envió al precursor de la Segunda Venida de Cristo con el espíritu y virtud de Elías por cuarta ocasión, y séptimo ángel mensajero de la séptima edad de la Iglesia gentil.
Y ahora, en el mismo continente Americano el Espíritu Santo baja a la América Latina y el Caribe en donde tendrá a Su Angel Mensajero y en el cual estará Cristo en Espíritu Santo manifestado hablándonos con la Gran Voz de Trompeta y mostrándonos todas estas cosas que deben suceder pronto y así abriéndonos los misterios del Día Postrero y llamando así y juntando a todos los escogidos de Dios de este tiempo final.
Ahora vean cómo de etapa en etapa han estado siendo llamados y juntados todos los escogidos de Dios y han estado siendo invitados a venir a Cristo y recibirlo como su Salvador y lavar sus pecados en la Sangre de Cristo y ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo para recibir el don del Espíritu Santo y así recibir el nuevo nacimiento y recibir el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; y así obtener el nacimiento en el Reino de Dios, el nuevo nacimiento.
Ahora, hemos visto todo este Programa Divino que Jesucristo en Espíritu Santo ha estado llevando *a cabo de etapa en etapa, de edad en edad.
Y ahora, podemos ver dónde se encuentra Jesucristo en Espíritu Santo, la Columna de Fuego, llevando a cabo el llamado final; y extendiéndole la invitación a los seres humanos, y el que es de Dios oye la Voz de Dios. “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Las ovejas de Jesucristo en cada edad escucharon la Voz de Cristo por medio del mensajero de cada edad, y las ovejas del Señor Jesucristo en este tiempo final escucharán la Voz de Jesucristo por medio de Su Enviado.
“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”
Estarán escuchando ése Mensaje con el cual el Espíritu Santo a través de Su Angel Mensajero estará dando testimonio de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, y estarán también escuchando la invitación de Jesucristo para ser reconciliados con Dios en este tiempo final. Por lo tanto el llamado es: “VEN HOY A JESUCRISTO.”
Si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón como hizo el pueblo hebreo allá en el desierto, sino abre tu corazón, porque es para bendición de Dios para ti, es para Dios darte la bendición de la salvación, la cual El efectuó en la Cruz del Calvario; pero para que se materialice en tu vida necesitas venir hoy a Jesucristo, hoy en nuestra Edad, hoy en nuestro tiempo y en el tiempo en que a usted y a mí nos ha tocado vivir; y este tiempo es el tiempo de Dios en Su Programa para el llamado de los últimos escogidos del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Y era un misterio dónde sería efectuado el llamado final, era un misterio de quiénes serían los que serían llamados en el tiempo final para completar el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo.
Y ahora, tenemos de parte de Dios la revelación divina de cuál es ese territorio, cuáles son esas personas: son latinoamericanos y caribeños —digamos— el 90 o 99 por ciento (%), y si no aparecen de otras naciones, al final, cuando se complete el grupo de escogidos y seamos transformados y observamos los escogidos de nuestra Edad, si no aparecen norteamericanos o europeos o asiáticos o de otras naciones y continentes, entonces diríamos: “Pensábamos que podía ser el 90 por ciento (%) o hasta el 99 por ciento (%), pero no aparece nadie más de otros continentes para que cubra ese 1 por ciento (%), por lo tanto eran entonces todos, el 100 por ciento (%), latinoamericanos y caribeños, aunque se hayan ido a vivir a otras naciones algunos de los escogidos.”
Ahora, hemos visto este gran misterio del porqué la persona tiene que venir a Cristo en el tiempo que le toca vivir, porque esa es la única oportunidad de salvación que la persona tiene en su vida; y ha venido a este planeta Tierra para hacer contacto con la Vida Eterna y en ese contacto que hace con la Vida Eterna, la persona confirmar su lugar en la Vida Eterna; la persona necesita confirmar ese lugar, si no confirma su lugar en la Vida Eterna es como las personas que tienen dinero para comprar un boleto para ir a cierto país y hacen una reservación o le dicen a sus familiares: “Yo voy a ir de visita, a visitarlos a ustedes.” Pero si la persona no compra el boleto, la reservación que haya hecho se le cae.
Y si la persona no confirma su boleto, ese boleto puede ser anulado, o sea, esa reservación puede ser anulada y la persona no darse cuenta que aunque tiene un boleto no lo tiene confirmado; por lo tanto otra persona puede ocupar su lugar. Por eso nos dice Cristo que nosotros tenemos que ser fieles y permanecer sirviéndole a El para que nadie tome nuestra corona. Es importante servir a Cristo todos los días de nuestra vida. Es muy importante estar todos los días sirviendo a nuestro amado Señor Jesucristo.
Hay un lugar en la Escritura que nos habla acerca de una corona, y nos enseña que seamos fieles y El nos dará la corona de la vida. Capítulo 2, verso 10 al 11 de Apocalipsis, dice:
“No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte.”
Ahí tenemos la bendición grande de parte de Cristo.
Y ahora, en el capítulo 3, verso 11, dice (del Apocalipsis):
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.”
Es muy importante venir a Cristo hoy, o sea, en el tiempo que la persona le toca vivir, y luego perseverar fiel a Cristo sirviéndole todos los días de su vida. Todos queremos vivir eternamente, nuestra alma quiere vivir eternamente; pues estando nosotros conscientes de que somos seres humanos, de que estamos vivos, de que somos almas vivientes viviendo en estos cuerpos de carne, deseamos continuar viviendo por toda la eternidad pero en un cuerpo inmortal, incorruptible y glorificado en el cual ya no tendremos las luchas y trabajos que tenemos aquí, ni tendremos los sufrimientos que tenemos aquí al estar en estos cuerpos terrenales.
Queremos una Vida Eterna con un cuerpo y en un cuerpo eterno donde no sufriremos, donde todo será felicidad, los sufrimientos son aquí en este cuerpo mortal. Pero San Pablo nos dijo en Romanos, capítulo 8, algo muy importante, verso 18 al 19:
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con las glorias venideras que en nosotros ha de manifestarse.
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios (la manifestación de los hijos de Dios en cuerpos eternos. Por eso sigue diciendo:).
Porque la creación fue sujetada a vanidad, no por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza;
porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos de Dios.
Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora;
y no sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo (o sea, nuestra transformación, esperando el cuerpo eterno).”
Por eso es tan importante para toda persona venir a Cristo: para que pueda recibir también la Redención del cuerpo y pueda tener un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y vivir en él por toda la eternidad.
Hemos visto este misterio del porqué todo ser humano necesita venir hoy a Jesucristo; cuando decimos “hoy,”nos referimos al tiempo de vida que Dios le ha dado a la persona como individuo y al Día dispensacional en que le ha tocado vivir y al Día de edad que le ha tocado vivir; necesita venir en esa edad y en esa dispensación y en el tiempo de vida que Dios le ha dado a la persona.
“VEN HOY A JESUCRISTO.”
Ese es el llamado de Cristo hoy en nuestro tiempo, como lo fue en cada edad de Su Iglesia; así es en la Edad de la Piedra Angular, esa es la Edad presente de Cristo, las otras ya están en el pasado, pero este es un nuevo Día de edad.
Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche dándoles testimonio del motivo por el cual debe venir hoy a Jesucristo todo ser humano: para recibir la salvación, la Vida Eterna, y ser así reconciliado con Dios.
Muchas gracias por vuestra amable atención, y les veré mañana Dios mediante en la actividad de la mañana y de la tarde también, y continúen pasando todos una noche feliz llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador.
Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión.
“VEN HOY A JESUCRISTO.”