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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Dios buscando a Sus hijos | 1998-06-28 | 1 | Cartagena | Bolívar | CO | 00:00:00 | false |
Muy buenos días, amados hermanos y amigos presentes aquí en Cartagena, Colombia, y también todos los que están a través de internet y demás medios de comunicación. Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos permita entender Su Palabra y Su Programa revelado en Su Palabra correspondiente a este tiempo final. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Nuestro tema para esta ocasión es: “DIOS BUSCANDO SUS HIJOS”.
Para lo cual quiero leer en San Juan, capítulo 10, verso 1 en adelante, donde dice Cristo:
“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ese es ladrón y salteador.
Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es.
A este abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
Esta alegoría les dijo Jesús; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia (o sea, vida eterna).
Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
Volvió a haber disensión entre los judíos por estas palabras.
Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
Decían otros: Estas palabras no son de endemoniado. ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno,
y Jesús andaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente.
Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan testimonio de mí;
pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como os he dicho.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.
Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre.
Yo y el Padre uno somos.
Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.
Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?
Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),
¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis.
Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre.
Procuraron otra vez prenderle, pero él se escapó de sus manos”.
Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.
Nuestro tema es: “DIOS BUSCANDO SUS HIJOS”, o sea, Sus ovejas.
Cristo en este pasaje que hemos leído, representa a todos los hijos e hijas de Dios, representa a Sus hijos en ovejas, y Él se representa en el Buen Pastor y también en la Puerta por la cual entran las ovejas. Y ahora, Cristo siendo el Buen Pastor en el Nuevo Testamento, es el mismo Buen Pastor del Antiguo Testamento del Salmo 23, verso 1 en adelante, donde dice:
“Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días (o sea, por toda la eternidad)”.
Ahora, podemos ver cómo aquí en este Salmo, el rey David representa a los hijos de Dios en ovejas y representa a Dios en el Buen Pastor, y el rey David se representa aquí en una oveja de Dios. Y ahora, podemos ver cómo Dios representa a Sus hijos, los representa aquí en estos pasajes que hemos leído, en ovejas, o sea, que las ovejas son tipo y figura de los escogidos de Dios. Los cabritos, pue son tipo y figura de los que no son hijos de Dios.
Y ahora, podemos ver cómo en estos pasajes Cristo nos habla en esta forma tan hermosa y nos muestra que Él nos dará pastos, Pastos espirituales que es la Palabra de Dios, y nos dará aguas de reposo: “Junto a agua de reposo nos pastoreará”. Aguas de reposo de Su Palabra y Aguas de reposo del Espíritu Santo, porque cuando la persona recibe el Espíritu de Cristo: ha reposado, como se reposaba el día sábado, ahora nuestro Reposo es Cristo y cuando Él nos da Su Espíritu Santo hemos entrado en Su reposo.
Y ahora, no se requiere que la persona guarde el sábado para obtener el reposo o descanso, sino que toda persona que ha venido a Cristo, lo ha recibido como su Salvador y ha lavado sus pecados en la Sangre de Cristo y ha recibido Su Espíritu Santo: ha entrado en Su reposo; porque Él es nuestro Sábado, Él es nuestro Reposo.
Por eso Él dijo en una ocasión: “A todos los trabajados y cansados”. O sea, cargados, cansados; dijo: “Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cansados, y yo os haré descansar”. ¿Por qué? Porque Cristo es el Reposo, el Descanso, y fue representado allí como el sábado. Cristo dijo también que el Hijo del Hombre es Señor del sábado, por lo tanto, teniendo a Cristo tenemos al Señor del sábado, el cual nos da descanso.
Y por eso también Él es el Señor del séptimo milenio, porque el séptimo milenio es el milenio sabático, el séptimo milenio es el sábado Milenial donde Cristo establecerá Su Reino Milenial, en donde estará como el Hijo de David, sentado sobre el Trono de David reinando sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones.
Y ahora, vean, dice:
“Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.
Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo…”.
Todo hijo e hija de Dios que viene a este planeta Tierra a vivir, está en un valle de sombra de muerte, pero no hay porque temer; está en un valle de sombra de muerte.
Un valle de sombra de muerte es un lugar, vean ustedes, donde hay luz pero hay sombra, porque la sombra es hecha si hay luz; usted no puede hacer una sombra si no hay luz que le dé a su mano a algo que usted coloque para hacer sombra en cierto lugar.
Y ahora, la Luz de Dios viene sobre la Tierra, pero el diablo se interpone y hace sombra, y es sombra de muerte: es el jinete del caballo amarillo de Apocalipsis, capítulo 6, verso 8, el cual aparece ahí bajo el tercer sello o cuarto sello, bajo el cuarto sello, y vean ustedes, ese mismo jinete del caballo amarillo es el que ha estado en etapas anteriores, comenzó con una manifestación en el capítulo 6, verso 1 en adelante, comenzó haciéndose pasar como el jinete del caballo blanco, y montó un caballo blanco, pero no es el caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19, y tampoco es el Jinete de Apocalipsis, capítulo 19.
Este otro jinete de Apocalipsis, capítulo 6, es el anticristo, el cual comenzó allá en los tiempos del año 320 o 325* en adelante, y primero era un espíritu pero luego se manifestó y ahí comenzó, y vean dice, capítulo 6 verso 1 en delante de Apocalipsis, dice:
“… cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira.
Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer (ese es el anticristo el cual vean ustedes, para ese tiempo recibió una corona, no puede ser Cristo porque Cristo recibe Su Corona como Rey para el tiempo final).
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira.
Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada (es el mismo anticristo en otra etapa y su caballo pues cambia de color).
Luego sigue diciendo el verso 5 en adelante, del capítulo 6:
“Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano.
Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino”.
El aceite y el vino representa a los escogidos de Dios donde está el Aceite del Espíritu Santo y donde está el Vino del estímulo de la revelación que ellos tienen.
Y ahora, vean ustedes cómo el anticristo ha ido manifestándose de etapa en etapa, y para cada etapa su caballo ha tenido un color, ha ido cambiando de color el caballo, pero es el mismo anticristo obteniendo más poder de etapa en etapa, y haciendo más cosas.
“Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira.
Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”.
En esta cuarta etapa el anticristo, vean ustedes, tiene un resumen de todo lo que había hecho al principio en las tres etapas anteriores, vean dice:
“… le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada…”.
Porque ya en la segunda etapa que había tenido, había recibido una espada para matar, y luego dice:
“… con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra”.
Porque en la tercera etapa había recibido ese poder para esa etapa, para así matar con hambre… y ahora, hay hambre física o literal y hay hambre espiritual también. Por lo tanto, él reunirá tanto la escasez de trigo literal como también de trigo espiritual, o sea, de alimento espiritual o de alimento físico también; porque para el tiempo final, el que no tenga la marca de la bestia o su número ¿qué le pasará? No podrá ni comprar, ni vender.
Pero vean ustedes, ya el anticristo ha hecho eso en el pasado, pero para su cuarta etapa lo hará en toda su plenitud y tratará de erradicar de la Tierra a todos los hijos e hijas de Dios.
Esta Tierra ha estado en tinieblas y sombra de muerte, pero Cristo el Buen Pastor ha estado siempre pastoreando Sus ovejas, llamándolas de etapa en etapa, de edad en edad; y aunque la vida terrenal ha sido dura para los hijos e hijas de Dios aquí en la Tierra, desde la caída del ser humano Cristo ha estado siempre al lado de Sus hijos, Cristo el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento, ha estado con Su pueblo en el Antiguo Testamento de etapa en etapa y de dispensación en dispensación.
Y ahora, en el Nuevo Testamento el Ángel del Pacto, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, es llamado Jesucristo porque es el mismo Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Ángel del Pacto que se hizo carne en aquel velo de carne llamado Jesús y habitó entre los seres humanos.
Dice el capítulo 9 de Isaías, verso 1 en adelante, dice:
“Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.
El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos”.
Y vean cómo esta promesa de la Luz resplandeciendo sobre ellos es para ser cumplida en la Venida del Señor. Y por eso cuando Jesús vino dos mil años atrás en medio del pueblo hebreo, esta promesa estaba siendo cumplida allí… capítulo 4, verso 12 en delante de San Mateo, dice:
“Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;
y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,
para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:
Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
Camino del mar, al otro lado del Jordán,
Galilea de los gentiles;
El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;
Y a los asentados en región de sombra de muerte,
Luz les resplandeció.
Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”.
Ahora, vean cómo resplandeció la Luz en Zabulón y Neftalí, fue en la Primera Venida de Cristo cuando la Venida del Señor estuvo cumplida en medio del pueblo hebreo, lo cual es la Venida del Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, y Él visitando ese territorio y predicando en medio de ellos: la Luz de la Primera Venida de Cristo allí estaba resplandeciendo a aquellas personas que vivían en ese territorio de tinieblas y de sombra de muerte, la Luz resplandeció allí y alumbró el alma de las personas que escucharon a Jesús y recibieron a Jesús; y así la Luz estuvo resplandeciendo en ese territorio de tinieblas y de sombra de muerte.
No hay luz para resplandecer, excepto por medio del cumplimiento de la Palabra prometida para cada edad y para cada dispensación y para el territorio para el cual esa Palabra tiene que ser cumplida. Cuando esa Palabra prometida de parte de Dios, esa Palabra de bendición es cumplida en el territorio correspondiente: ahí resplandece la Luz divina y alumbra el alma y el entendimiento de las personas que viven en ese territorio.
Ahora, Jesús podía decir: “Yo soy Luz mundo; y el que me sigue, no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la vida”. La Luz de la vida eterna allá estaba, era Cristo: “En el Principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios y el Verbo era Dios. Este era en el Principio con Dios. Por Él fueron hechas todas las cosas, y sin Él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho”. Él es la Luz de todo hombre que viene a este mundo.
Ahora, vean ustedes, cómo Cristo, el Ángel del Pacto es la Luz para alumbrar el alma de todo ser humano, y eso solamente ocurre cuando Él se manifiesta en cada edad y en cada dispensación. Ahora Cristo representando a Sus hijos en ovejas, dice que Él es el Buen Pastor y Él dice que Él tiene otras ovejas, dice:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.
Ahora, Cristo estaba en medio del pueblo hebreo y ellos están representados en ovejas, y por eso Cristo decía: “Yo no soy enviado sino a las ovejas perdidas de Israel”. Él estaba en medio del pueblo hebreo, en medio de las ovejas de Dios, y ahora Él dice:
“… tengo otras ovejas que no son de este redil (o sea, de este pueblo: del pueblo hebreo); aquellas también debo traer…”.
Esas ovejas son las que estarían en medio de los gentiles y esos son los hijos e hijas de Dios de entre los gentiles, los cuales serían llamados y juntando de etapa en etapa de edad en edad. Y Cristo como el Buen Pastor ha estado llamando y juntando a Sus ovejas de edad en edad entre los gentiles, por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo a través de cada ángel mensajero que Él ha enviado.
Para el llamado de Sus ovejas entre los gentiles encontramos a San Pablo como el mensajero de la primera edad de la Iglesia gentil, y lo encontramos cómo el ángel mensajero de esa primera edad y la primera edad de la Iglesia gentil se cumplió en Asia Menor. Luego encontramos que San Pablo tenía el Alimento espiritual para las ovejas de entre los gentiles de la primera edad de la Iglesia gentil. Él fue el siervo fuel y prudente en la Casa de Dios en la primera edad, y le dio el Alimento a tiempo para esa primera edad a todos los hijos e hijas de Dios.
Y ahora, en la Casa de Dios que Su Iglesia, San Pablo se encuentra en el Lugar Santo de esa Casa, de ese Templo espiritual, porque todos los hijos de Dios son llamados y juntados ¿dónde? En el Rebaño del Señor y en el Redil del Señor que es Su Iglesia.
Y ahora, veamos aquí lo que nos dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo, de cómo es que Él coloca a Sus hijos en Su Redil y cómo son identificados los que pertenecen a la Iglesia del Señor Jesucristo. Dice en la página 265 del libro de Las Edades, dice en el penúltimo verso, en el penúltimo verso dice:
“Y le daré la estrella de la mañana”.
Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana. Apocalipsis 22:16
… hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones. 2 Pedro 1:19
95. Según estos versículos, Jesús es la Estrella de la Mañana. El Espíritu está haciendo una promesa a los escogidos de las Edades del Oscurantismo en relación a Sí mismo, y luego a las edades por venir.
96. Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el mensajero de cada edad. Ellos reciben de Él la revelación de la Palabra para cada edad (¿Cómo la Iglesia recibe la revelación de la Palabra de Dios para cada edad? Por medio del mensajero de cada edad, porque ellos son los que reciben esa revelación). Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo Jesús (¿Ve? Los llama del mundo y los saca del mundo y los coloca ¿dónde? En el Cuerpo Místico de Cristo que es Su Iglesia, los coloca ahí en unión con Cristo). Estos mensajeros son llamados estrellas porque brillan con una Luz prestada o reflejada, la Luz del Hijo, Jesús. También son llamados estrellas porque son ‘portadores de luz’ en la noche. Así que en la oscuridad del pecado, ellos traen la Luz de Dios a Su pueblo”.
Ahora, hemos visto cómo estos mensajeros por medio de la revelación de la Palabra que le es dada a ellos para la Iglesia de Jesucristo en la edad en que Dios los envía, por medio de esa revelación siendo traída por medio del mensajero en cada edad, los escogidos de Dio son llamados y juntados en esa edad, son unidos a Cristo en el Cuerpo Místico de Jesucristo. Así es cómo Cristo ha estado llamando y juntando a Sus ovejas por medio del mensajero de cada edad y así ha estado llamando y juntando a Sus ovejas en ese gran Rebaño llamado la Iglesia del Señor Jesucristo.
Y ahora, nos dice san… vamos a ver, nos dice la Escritura que Su Iglesia siendo la Casa de Dios es ese Templo al cual nosotros pertenecemos; San Pablo nos habla acerca de esta Iglesia de Jesucristo en su carta a los Hebreos en el capítulo 3, y nos dice, vero 5 en adelante, dice:
“Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
pero Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la esperanza”.
Ahora, Cristo sobre Su Casa, la cual es la Casa de Dios y esa Casa somos nosotros, dice: “…la cual casa somos nosotros…”. Esa es la Casa de Dios, la Casa de Cristo, la Iglesia de Jesucristo, la Casa de Dios o sea, la Familia de Dios, la Descendencia de Dios.
San Pablo también en su carta a lo Efesios en el capítulo 2, verso 19 en adelante, dice:
“Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu”.
Ahora, vean cómo como individuos nosotros estamos siendo edificados para morada de Dios en Espíritu Santo en cada uno de nosotros, porque Él morará en toda Su plenitud en cada uno de Sus hijos.
Ahora, con el bautismo del Espíritu de Cristo en cada hijo e hija de Dios, al recibir a Cristo como nuestro Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo y recibir Su Espíritu Santo, hemos recibido la primicias del Espíritu que es el cuerpo teofánico de la sexta dimensión; hemos recibido ya un cuerpo pero de otra dimensión y hemos así nacido en el Reino de los Cielos. Hemos nacido en el Reino de los Cielos y por consiguiente, pertenecemos a esa Familia de Dios que es llamada: la Iglesia del Señor Jesucristo compuesta por los nacidos de nuevo.
La persona cuando viene a este mundo no aparece o no viene como un hijo de Dios, pero cuando recibe a Cristo como su Salvador y nace de nuevo, ha nacido como un hijo de Dios en el Reino de Dios.
Y ahora, para el Día Postrero, pues solamente faltará a los escogidos de edades pasadas y a los escogidos de nuestro tiempo, cuando ya estén todos en el Cuerpo Místico de Cristo, cuando ya se haya cumplido el número, solamente lo que les faltará será el cuerpo eterno y eso será la adopción de los hijos e hijas de Dios, eso será la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos eternos y la transformación de nosotros los que vivimos en donde obtendremos el cuerpo eterno. Eso es lo que Cristo el Buen Pastor hará con Sus ovejas en este tiempo final.
Pero vean todo el proceso por el cual ha estado pasando cada hijo e hija de Dios a través de todas estas edades, en donde Cristo el Buen Pastor ha estado llamando y juntando Sus oveja en cada una de esas edades, hasta llegar a la Edad de la Piedra Angular donde llama Sus últimas ovejas y las coloca en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular que es la Edad de Oro de Cristo para Su Iglesia, por lo tanto, es la Edad de Oro de la Iglesia de Jesucristo.
Ahora, a través de las diferentes edades encontramos que hubo un territorio en donde estaban las ovejas de Dios, las ovejas del Buen Pastor, las cuales fueron llamadas en ese territorio.
San Pablo cuando quiso ir a Bitinia y a esos otros lugares hacia el este, Cristo no se lo permitió y se lo mostró en una visión, a un varón macedonio que le decía: “Pasa a Macedonia y ayúdanos”. Y San Pablo entendió que la ruta para la evangelización y el llamado de las ovejas del Buen Pastor, era hacia el Asia Menor en donde él fue allí comenzó la primera edad de la Iglesia gentil o sea, la primera edad de la ovejas del Buen Pastor de entre los gentiles —o sea, las ovejas gentiles—.
Y luego la segunda edad se cumplió en Francia en donde Dios envió a Ireneo como el mensajero de la segunda edad de la Iglesia gentil, donde fueron llamadas y juntadas las ovejas de Cristo las cuales fueron colocadas en la segunda edad de la Iglesia.
Luego se pasó a la tercera edad allá en Hungría, de Francia se pasó a Hungría, por lo tanto, el mensajero Martin estaba en Francia y en Hungría, su ministerio se desarrolló en Francia y en Hungría, y las ovejas fueron llamadas para esa tercera edad.
Luego la cuarta edad se cumplió en Escocia y en Irlanda donde Dios envió a Colombo, y las ovejas de Dios fueron llamadas por medio de la revelación de Cristo el Buen Pastor dada al mensajero de esa cuarta edad.
Luego llegó la quinta etapa o edad de la Iglesia entre los gentiles, y se cumplió en Alemania donde Dios envió a Lutero y fueron llamadas las ovejas de esa quinta etapa.
Y luego la sexta etapa se cumplió en Inglaterra donde Dios envió a Wesley, y fueron llamadas y juntadas las ovejas de esa sexta etapa por medio del mensaje de Cristo a través de Wesley el mensajero para esa sexta edad.
Y luego de Cristo tener cinco etapas allá en Europa en diferentes territorios europeos y diferentes mensajeros europeos, se movió Cristo en Espíritu Santo a Norteamérica donde envió al reverendo William Branham como precursor de la Segunda Venida de Cristo con el espíritu y virtud de Elías, y le dio la revelación para la séptima edad de la Iglesia gentil; y por medio de ese mensajero las ovejas para la séptima edad de la Iglesia gentil fueron llamadas y juntadas.
Y luego que termina la etapa de la séptima edad de la Iglesia gentil en Norteamérica, pasa Jesucristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto a la América Latina y el Caribe para hacer Su llamado final, para hacer el llamado de la Gran Voz de Trompeta de San Mateo, capítulo 24, verso 31, donde dice:
“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos…”.
Y ahora, este es el llamado de la Edad de la Piedra Angular, así como Él envió Sus siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil, ahora envía a Sus Ángeles aquí en la Edad de la Piedra Angular; ¿y cuáles son Sus Ángeles para la Edad de la Piedra Angular? Son los Dos Olivos, los cuales son Moisés y Elías. “Porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles y entonces pagará a cada uno según sus obras”. Dice San Mateo, capítulo 16, verso 27 al 28.
Y ahora, vean cómo para el llamado de la Gran Voz de Trompeta en el Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular, Él envía a Sus Ángeles, el Hijo del Hombre envía a Sus Ángeles, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová envía a Sus Ángeles o sea, los ministerios de Moisés y Elías que son los ministerios de los Dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4.
Y ahora, ¿para qué Él envía a Sus Ángeles en este tiempo final? Envía a Sus Ángeles para el llamado final, para el llamado de las ovejas que estarán viviendo en el fin del tiempo, para llamarlas y juntarlas en el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular.
Así como surgió el llamado de Cristo por medio de cada ángel mensajero en cada edad del pasado en el territorio donde Dios envió a cada mensajero, que fue el territorio donde Él colocó Sus ovejas en esas edades pasadas; ahora Él envía a Sus Ángeles: los ministerios de Moisés y Elías, en el Día Postrero en carne humana en Su Ángel Mensajero, y envía esos ministerios a la América Latina y el Caribe, para llamar y juntar a los escogidos de Dios en la América Latina y el Caribe juntarlos ¿dónde? En la Edad de la Piedra Angular.
El territorio para el llamado de la Gran Voz de Trompeta, para el llamado de la Trompeta Final, para el llamado de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero en donde manifiesta los ministerios de Moisés y Elías, vean ustedes, el territorio pues es: la América Latina y el Caribe y el mensaje es: el Mensaje del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo.
Es el Mensaje del Séptimo Sello el Mensaje de la Segunda Venida de Cristo, el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final para todos los escogidos de Dios, y con ese Mensaje es que son llamados y juntados todos los escogidos de Dios. Ese es el Mensaje de la Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta: es el Mensaje del Séptimo Sello, es el Mensaje de la Venida del Señor en el Día Postrero. Ese es el Mensaje con el cual son llamados y juntados todos los escogidos de Dios en el Día Postrero, en el tiempo final, en el territorio latinoamericano y caribeño.
Es el territorio latinoamericano y caribeño el que corresponde a la Edad de la Piedra Angular; y por eso en el territorio latinoamericano y caribeño es donde Cristo tendrá Sus ovejas con las cuales completará Su Cuerpo Místico de creyentes o sea, con las cuales completará Su Rebaño, Su Redil será lleno con las ovejas de Cristo y se completa ese grupo de ovejas, ese Rebaño de ovejas, se completa con ovejas latinoamericanas y caribeñas.
Ahora, es un privilegio grande ser una oveja del Rebaño del Señor.
Él tiene ovejas del redil hebreo, las cuales encontramos que fueron llamadas y juntadas en el tiempo de Jesús y los apóstoles, y luego se tornó a Sus ovejas de entre los gentiles para llamarlas y juntarlas, y así ha estado Él llamando y juntando Su Rebaño, Su Redil, los cuales vienen de la séptima dimensión y son manifestados aquí en la Tierra en cuerpos mortales para hacer contacto con la vida eterna y así nacer de nuevo, y así nacer en el Reino de Dios como una oveja del Rebaño del Señor.
Recuerden que una persona no puede pertenecer al Rebaño del Señor sin nacer de nuevo. Así como una oveja no puede pertenecer a un rebaño sino ha nacido y tiene que nacer en ese rebaño; y así es con el Rebaño del Señor, nacemos ¿dónde? En el Rebaño del Señor, en el Redil del Señor, en Su Iglesia como una ovejita del Señor, por medio de creer en Cristo como nuestro Salvador y lavar nuestros pecados en la Sangre de Cristo y recibir el Espíritu de Cristo; y así es como hemos nacido en el Rebaño del Señor.
Y luego vamos creciendo espiritualmente hasta ser ovejas adultas, ovejas maduras en el conocimiento del Programa de Dios.
Y ahora, vean cómo de edad en edad Cristo ha estado llamando y juntando a Sus ovejas, ovejas de Asia Menor, ovejas de Europa de diferentes territorios europeos y ovejas norteamericanas; y ahora ovejas latinoamericanas y caribeñas. Y luego se tornará al pueblo hebreo donde 144.000 hebreos lo están esperando y eso será cuando se complete el Rebaño del Señor Jesucristo con las ovejas de entre los gentiles que serán ovejas latinoamericanas y caribeñas, y aun si alguna oveja ha ido o ha sido llevada a otro continente pero pertenece a este Rebaño gentil latinoamericano y caribeño, el Mensaje, la Voz de Cristo le llegará a donde quiera que se encuentre.
Así que, podemos ver cómo es que Dios busca a Sus hijos representados en Sus ovejas. Y Cristo dijo: “El que es de Dios, la Voz de Dios oye”. ¿Y cómo ha escuchado la Voz de Dios cada oveja de Cristo, cada hijo e hija de Dios a través de las edades? Por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad.
Cristo dijo que Sus ovejas escucharían Su Voz, Él dijo que Él buscaría Sus ovejas, Él dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil; las cuales también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”. Y si Él se fue, ascendió al Cielo y sentó a la Diestra de Dios en el Trono de Dios, ¿Cómo van a escuchar la Voz de Cristo, la Voz del Buen Pastor? Por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad. Esa es la forma en que Él ha estado llamando y juntando a Sus ovejas de edad en edad, y en este tiempo en la Edad de la Piedra Angular por medio de Su Ángel Mensajero.
Y cuando la persona siendo un hijo o una hija de Dios escucha la Voz de Cristo por medio del mensajero de su edad: descubre que es un hijo de Dios una hija de Dios, porque ha escuchado la Voz de su Padre Celestial y desde lo profundo de su alma dice: “Esto era lo que yo estaba esperando”. Estaba esperando escuchar la Voz del Buen Pastor, la Voz de su Padre Celestial llamándole y colocándole en Su Casa que es la Iglesia del Señor Jesucristo.
Ahora hemos visto este misterio de cómo Dios busca a Sus hijos; cómo Jesucristo el Buen Pastor busca a todas las ovejas de Dios que le han sido dadas para darle vida eterna. No hay otra forma de vida eterna sino por medio de Jesucristo el Buen Pastor.
Ahora, la bendición de Dios, de Jesucristo el Buen Pastor se encuentra en la Edad de la Piedra Angular, Edad que se está cumpliendo ¿dónde? En el territorio latinoamericano y caribeño, por consiguiente, la bendición de Cristo se encuentra ¿en qué territorio? En la América Latina y el Caribe.
Y ese es el territorio donde el pueblo hebreo verá a Jesucristo el Buen Pastor manifestado en medio de Su Rebaño, de Su Iglesia, y dirá: “Este es al que nosotros estamos esperando”. Porque ellos están esperando al Buen Pastor: “Jehová es mi Pastor”. Ellos están esperando a Jehová, al Jehová del Antiguo Testamento que es el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto, ellos están esperando verlo manifestado en carne humana en este tiempo final.
Y así es como lo verán manifestado en este tiempo final por medio de Su Ángel Mensajero, en la Venida del Buen Pastor que también es el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis, capítulo 19, del cual dijo el precursor de la Segunda Venida de Cristo: “Cuando nuestro Señor Jesucristo”.
“121. Cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.
La Palabra de Dios encarnada en un hombre, el Verbo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová viniendo en carne humana en el Día Postrero en un hombre en la Edad de la Piedra Angular, y llamando y juntado a Sus ovejas del Día Postrero en la América Latina y el Caribe, y colocándolas en la Edad de la Piedra Angular, esa es la manifestación del Ángel del Pacto, del Ángel de Jehová, del Buen Pastor Jesucristo en el Día Postrero. Y esa es la manifestación que el pueblo hebreo verá cuando se haya completado el número de las ovejas del Señor de entre los latinoamericanos y caribeños, y sean resucitados los muertos en Cristo y nosotros los que vivimos seamos transformados.
Para el tiempo en que vendrá una apretura para las ovejas de Cristo que estarán viviendo en este tiempo final, para ese tiempo la plenitud de Dios será manifestada en Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, y Cristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová en Espíritu Santo estará manifestado en Su Ángel Mensajero en toda Su plenitud y ahí la Tercera Etapa estará siendo manifestada para Su Iglesia-Novia (o sea, Sus ovejas), y para las vírgenes fatuas también y también para el mundo entero o sea, para los perdidos.
Y el mundo entero, así como las vírgenes fatuas y la Iglesia-Novia de Jesucristo verán la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto a través de Su Ángel Mensajero; y ahí es donde se cumplirán las grandes maravillas y milagros literales, físicos que están prometidos para ser cumplidos, manifestados en el Día Postrero.
Y cuando el pueblo hebreo vea esa manifestación y la verá en medio de la Iglesia gentil, en medio de los escogidos de Dios en la Edad de la Piedra Angular, ¿qué dirá y que verá? Verá al Ángel del Pacto, al Ángel de Jehová, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, manifestado realizando todas esas maravillas y milagros, y dirá: “Este es al que nosotros estamos esperando”. Porque lo verán en medio de la Iglesia gentil.
Dice el precursor de la Segunda Venida de Cristo en el mensaje: La Fiesta de las Trompetas, página 34, dice:
“253 Fíjense, ellos van a reconocer a su Mesías cuando lo vean a Él. Él viene en poder, esta vez, Aquel que ellos esperaron. Él viene en poder, por la Novia Gentil, y los Judíos lo van a reconocer a Él”.
¿Lo van a reconocer en medio de quién? En medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en medio del Rebaño del Buen Pastor en la Edad de la Piedra Angular. ¿Por qué tiene que ser en la Edad de la Piedra Angular? Porque ya las demás edades pasaron y ya es historia lo correspondiente a las siete etapas o edades de la Iglesia gentil.
Y ahora, podemos ver este misterio del cual el precursor de la Segunda Venida de Cristo nos dice, vamos a ver en el… aquí en el libro de Citas, página 119, dice:
“1057 – Pero cuando venga ese tiempo, la apretura, entonces ustedes verán lo que han visto temporalmente ser manifestado en de Su poder absoluto”.
O sea, lo que hemos visto temporalmente manifestado en el precursor de la Segunda Venida de Cristo, ese Poder Creador de Dios manifestado en un hombre en el reverendo William Branham, ese poder manifestado cómo la Tercera Etapa en donde Dios por medio del precursor de la Segunda Venida de Cristo nos dio ¿qué? Una muestra de lo que será la manifestación del Poder de Dios en toda Su plenitud cuando venga la apretura.
Él dijo que Dios nos dio una muestra, o sea, eso es una muestra temporal del Poder de Dios y esa muestra la vimos en el precursor de la Segunda Venida de Cristo, él dijo: “Yo he visto la poderosa mano de Dios manifestad cinco veces”. Esas cinco manifestaciones que él señala ahí aunque hubo otras muchas manifestaciones en el precursor, pero señala cinco veces, cinco es número de Gracia, y es una manifestación en donde para los escogidos e una manifestación de Gracia.
Y ahora, vean ustedes, él dice que vio cinco veces la poderosa Mano de Dios manifestada, de eso él habló en diferentes mensajes, en uno de ellos fue Mire a Jesús, en las primeras páginas por ahí página 5 a la página 15 él estuvo hablando acerca de esa gran manifestación, y él señalo… les voy a decir así, no en el orden que él las dio porque no lo tengo aquí de momento el orden. Pero él dice que ha visto la Mano de Dios, la poderosa Mano de Dios manifestada cinco veces, esas cinco veces fueron: una cuando él habló la Palabra contra una tormenta de nieve que iba a caer sobre el bosque en el lugar donde él estaba de cacería con otras personas; Dios le dijo: “Yo soy el Creador de los vientos. Yo soy el Creador de los Cielos y de la Tierra que cree los vientos…”. Y así por el estilo le estuvo diciendo, y le dijo: “Dile a ellos, háblale a ellos que se vayan, a los vientos”. Y le habló a la tormenta, le habló a la tempestad que se fuera y que el sol brillara por los días que ellos iban a estar allí de cacería, y una tormenta que iba caer de nieve en ese lugar: desapareció, los vientos se fueron y se llevaron la tormenta y hubo sol todos los días que ellos estuvieron allí de cacería.
Estos fue lo mismo que hizo Jesús cuando la tempestad estaba azotando la barca o embarcación de Sus apóstoles, y Cristo caminando sobre el mar ordeno a la tempestad, a los vientos y al mar que enmudecieran y se calmó la tempestad, y los discípulos cuando Jesús entró en la embarcación decían: “¿Y quién es este hombre que aún le habla a los vientos, a la tempestad y al mar y aun le obedecen?, ¿quién es este hombre?”. ¿Saben quién era ese hombre? Elohim, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Ángel del Pacto, el cual estaba en medio de ellos en carne humana, hecho carne entre los hijos de Israel y por consiguiente, en medio de la raza humana, pero ellos, el pueblo hebreo como nación, no le conoció y no le recibió, pero Él era el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
Él fue el mismo que cuando el pueblo hebreo se encontró con el ejército del faraón a sus espaldas y el Mar Rojo frente a ellos, no había para donde escapar, y Dios le dijo al profeta Moisés: “Extiende tu mano y abre el mar”. Dios coloco en la boca de Moisés esa Palabra Creadora y Moisés le habló al mar, extendió su vara y abrió el mar; era nada menos que la manifestación del Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, del Ángel de Jehová, del Ángel del Pacto a través de Moisés obrando, colocó Su Palabra en la boca de ese hombre, esa Palabra Creadora la colocó allí, y la vara que representa la Palabra de Dios fue extendida y se abrió el Mar Rojo*; vinieron los vientos, un viento recio y el Mar Rojo fue abierto. Después la próxima ocasión en que vemos algo parecido sucediendo fue con Josué cuando fue abierto el Jordán.
Y después más adelante vimos el Jordán siendo abierto en dos ocasiones más, ese fue el profeta Elías y después el profeta Eliseo.
Pero aunque usted ve muchos hombres Moisés, Elías, Eliseo, y así por el estilo muchos hombres, ve a Jesús también calmando la tempestad; y ahora ve también al reverendo William Branham hablándole a la tempestad, a la tormenta y la tormenta desapareciendo; aunque usted ve muchas personas, solamente es una persona: es el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová manifestado por medio de diferentes personas.
Porque Él es el mimos Ayer, Hoy y Siempre, excepto en Su Cuerpo físico, porque el Cuerpo físico Él lo ha ido cambiando, cambio del cuerpo físico de Moisés al cuerpo físico de Josué, y del cuerpo físico de Josué al cuerpos físico de Elías, y del cuerpos físico de Elías al cuerpo físico de Eliseo, y del cuerpo físico de Eliseo al cuerpo físico de los demás profetas, y después al cuerpo físico de Juan el Bautista y después al cuerpo físico de Jesús de Nazaret, y después al cuerpo físico de los apóstoles y de los siete ángeles mensajeros, y en la séptima edad al cuerpo físico del precursor de la Segunda Venida de Cristo el cual vino con espíritu y virtud de Elías, en el cual estaba el Ángel de Jehová, el Ángel del Pacto manifestándose y operando el ministerio de Elías por cuarta ocasión. Y para el Día Postrero, para la Edad de la Piedra Angular pasa del cuerpo físico del precursor de Se Segunda Venida al cuerpo físico del Ángel del Señor Jesucristo.
Vean que es el mismo Señor Jesucristo el cual en el Antiguo Testamento se manifestó en los profetas del Antiguo Testamento, dice San Pedro que era el Espíritu de Cristo en los profetas profetizando las cosas que iban a suceder; por eso Cristo podía decir: “Abraham deseó ver mi día, lo vio y se gozó”. Le dicen: “No tienes cincuenta años y dices que has visto a Abraham”. O sea, pensaban que Jesús estaba allí mintiéndole a ellos o que estaba loco, y Jesús… esto está en el capítulo 8 de San Juan, verso 56 en adelante, dice:
“Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó”.
Lo vio y se gozó, comió con Abraham, Elohim que es el mismo Jesucristo en Su Cuerpo teofánico, en ese Cuerpo llamado el Ángel de Jehová o Ángel del Pacto y llamado también el Verbo de Dios, porque el Verbo es el Cuerpo teofánico de Dios, es el Cuerpo de la Palabra.
Y ahora, “Abraham deseo ver su día; lo vio, y se gozó”. Lo vio materializado allí y comió con Abraham Elohim, el cual fue el mismo Jesucristo pero en Su Cuerpo teofánico, el cual se materializo, se hizo visible a Abraham, se materializo allí, y también estaban Gabriel y Miguel, se materializaron allí porque Dios creo temporalmente un cuerpo visible para Gabriel, uno para Miguel también y otro para Sí mismo, y comieron con Abraham el día antes de la destrucción de Sodoma y de Gomorra. Por eso fue que Cristo dijo: “Abraham deseo ver mi día; y lo vio, y se gozó”.
“Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham?
Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy”.
Ahí tenemos al “YO SOY”, cuando usa: “YO SOY”, está usando el mismo “YO SOY” que le dio al profeta Moisés, cuando Moisés le dijo: “Si me preguntan por tu Nombre ¿qué les diré? ¿Cuál es tu Nombre?, porque si ellos me preguntan por tu Nombre ¿qué les voy yo a decir?”. Y el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová que es el mismo Dios en Su Cuerpo teofánico y que es el mismo Jesucristo en Su Cuerpo teofánico, le dice a Moisés: “YO SOY EL QUE SOY. Y dirás a ellos: ‘YO SOY’ me ha enviado a vosotros”. Ahora el enviado del YO SOY era Moisés.
Y luego el enviado del YO SOY de edad en edad en el Antiguo Testamento ha sido el profeta mensajero que Él ha enviado para cada edad, y también para cada dispensación Él ha enviado el YO SOY es el ángel mensajero dispensacional y de esos solamente Dios tiene ¿cuántos mensajeros dispensacionales? Solamente Dios tiene siete, esa es la clase de profeta mayor que Dios tiene y que Dios envía a este planeta Tierra en medio de los seres humanos. Son solamente siete dispensaciones por consiguiente, porque en cada dispensación tiene que tener su profeta dispensacional y Su mensaje dispensacional y el pueblo que entre a esa dispensación.
Y ahora, tenemos Adán como el profeta de la primera dispensación, que es la Dispensación de la Inocencia; tenemos a set que fue el profeta de la segunda dispensación: la Dispensación dela Conciencia; y tenemos a Noé como el profeta de la tercera dispensación: la Dispensación del Gobierno Humano; y tenemos a Abraham como el profeta de la cuarta dispensación: la Dispensación de la Promesa; y tenemos a Moisés como el profeta de la quinta dispensación: la Dispensación de la Ley con el Mensaje de la Ley; y tenemos a Jesús como el profeta de la Dispensación de la Gracia con el Mensaje de la Gracia, y la Obra de Gracia realizada en la Cruz del Calvario.
Y tenemos al Ángel del Señor Jesucristo como el profeta de la séptima dispensación: la Dispensación del Reino con el Mensaje del Evangelio del Reino que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Solamente siete dispensaciones, siete mensajes dispensacionales y siete mensajeros dispensacionales.
Ahora, para este tiempo final así como cada dispensación pasada llegó a su final, la sexta dispensación: la Dispensación de la Gracia ha estado llegado a su final y la Dispensación del Reino ha estado entrelazándose, y el Mensaje del Evangelio del Reino ha estado entrelazándose con el Mensaje de la Gracia; y el mensajero de la Dispensación del Reino ha estado entrelazando esas dos dispensaciones en este tiempo final.
Pero recuerden en cada uno de esos mensajeros dispensacionales ha estado solamente una persona manifestada: y ese ha sido Dios, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová llevando a cabo las diferentes dispensaciones y la obra correspondiente a cada dispensación. O sea, que es una Obra de una sola persona: la Obra de nuestro Dios, del Creador de los Cielos y de la Tierra, la Obra del Verbo que era con Dios y era Dios y creo todas las cosas y luego se hizo carne en toda Su plenitud en la persona de Jesús.
Y para este tiempo final tenemos la promesa que el Verbo vendrá nuevamente sobre un caballo blanco como la nieve y será completamente Emanuel, la Palabra de Dios encarnada en un hombre; el Verbo se hará carne en el Día Postrero en el Ángel Mensajero de la Dispensación del Reino que es un profeta dispensacional, con el Mensaje del Evangelio del Reino, y será también le profeta mensajero de la Edad de la Piedra Angular.
La Edad de la Piedra Angular es la Edad Eterna de la Iglesia de Jesucristo, donde Cristo llama y junta a Sus ovejas, Sus escogidos de este tiempo final, del Día Postrero; y así completa el número de Su Rebaño, de Sus ovejas, el número de Sus escogidos que tienen sus nombre escritos en el Libro de la Vida del Cordero en el Cielo, y Cristo dijo que Él las llama por su nombre, porque tiene sus nombres escritos ¿dónde? En el Registro del Rebaño del Señor que está en el Cielo. Ese Registro está en el Cielo y es el Libro de la Vida del Cordero. Un Cordero muere por todas las ovejas: el Cordero de Dios.
Y ahora, hemos visto cómo el Buen Pastor Jesucristo llama y junta a Sus ovejas en cada etapa, en cada edad. Y ahora, nosotros estamos experimentando lo que otros experimentaron en la edad en que les tocó vivir como ovejas del Buen Pastor; estamos experimentando el llamado y recogimiento de las ovejas del Señor de este Día Postrero ¿en qué territorio? En la América Latina y el Caribe; este es el territorio del llamado de las ovejas del Rebaño de Cristo el Buen Pastor y somos colocados en Su Rebaño y habrá un Rebaño y un Pastor, ese es el Pastor de las Ovejas, ese es el Príncipe de los pastores del cual San Pedro habló.
San Pedro hablando del Príncipe de los pastores dijo que Él vendría y… vamos a ver lo que nos dice San Pedro acerca del Príncipe de los pastores, si Miguel lo tiene por aquí ya listo. ¿Qué página?, ¿o qué capítulo? Capítulo 5, verso 4 de Primera de Pedro, dice:
“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
El Príncipe de los pastores es Jehová el Buen Pastor, el cual es el mismo Jesucristo, el cual para el Día Postrero aparecerá manifestado, así como estuvo manifestado en cada edad por medio de cada ángel mensajero llamando y juntando a Sus ovejas en cada edad; aparecerá el Príncipe de los pastores, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en Su Ángel Mensajero y estará llamando y juntando a Sus últimas ovejas.
Y todos los que han trabajado en la Obra de Cristo con el Rebaño de Cristo en edades pasadas y también con el Rebaño de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, todos los que han trabajado con ese Rebaño como pastores en los diferentes países y diferentes ciudades y diferentes congregaciones, tendrán una bendición muy grande. Dice:
“… recibiréis la corona incorruptible de gloria”.
Porque es para este tiempo final donde, cuando se complete el número de las ovejas de Cristo en el Rebaño de Cristo que es Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, luego todos los muertos en Cristo que son las ovejas de edades pasadas con sus pastores de cada edad, los mensajeros de cada edad y con los que trabajaron con esos mensajeros, que fueron los colaboradores de esos mensajeros y vinieron a ser los que atendieron la Obra de Cristo, el Rebaño de Cristo en cada edad. Vean ustedes, todos esos mensajeros con sus colaboradores que vinieron a ser ministros en cada una de esas edades, recibirán grandes bendiciones y se resucitarán con el grupo que ellos tuvieron en la edad que ellos vivieron.
Y así todos pertenecerán al mensajero de esa edad, todos los pastores de esa edad pertenecerán al mensajero de esa edad, y así es para cada mensajero de cada edad; y luego todos los mensajeros con su grupo pertenecerán al Príncipe de los pastores, porque todos pertenecemos a Jesucristo el Buen Pastor.
“67. Ahora, Dios no solamente siguió levantando a los mensajeros para cada edad, sino que también levantó a unos maravillosos ayudantes para aquellos mensajeros. Él dio a cada edad maravillosos hombres de Dios y ellos hicieron todo lo que pudieron para traer la Iglesia de nuevo a Dios”.
Ahora, podemos ver… esto es en la página 254 del libro de Las Edades.
Ahora, vean cómo Dios tiene ayudantes para mensajero en cada edad.
Y para la Edad de la Piedra Angular, todos los ayudantes del Ángel de Jesucristo serán los ministros que Dios levantará en medio de Su pueblo en la Edad de la Piedra Angular, y todos unidos trabajaremos en la Obra de Cristo con el Rebaño del Señor. Y luego cada ministro recibirá su recompensa de acuerdo a la labor que haya realizado en el Rebaño del Señor, considerando el Rebaño, sabiendo que no es nuestro Rebaño, sino el Rebaño del Buen Pastor Jesucristo nuestro Salvador.
Y todos somos ovejas de Su Rebaño, ministros y los mensajeros de cada edad también son ovejas de Su Rebaño, tanto los siete ángeles mensajeros como el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular.
Ahora, hemos visto que para este tiempo final la manifestación de Jesucristo que es el Buen Pastor y es el Príncipe de los pastores, estará cumpliendo esta promesa en la Edad de la Piedra Angular. Por eso es que el pueblo hebreo también verá al Príncipe de los pastores; y si verá al Príncipe de los pastores manifestado en el Día Postrero en la Edad de la Piedra Angular, Israel siendo tipificado en ovejas como nos habla en el Antiguo Testamento acerca de Israel: Israel como ovejas de Dios como nación verán al Príncipe de los pastores entre los gentiles.
Y a ese es al cual ellos están buscando para que los pastoree en los pastos frescos de la Palabra de Dios y les dé el Agua del Espíritu de Cristo, del Espíritu de Dios conforme a las promesas divinas. Y así el pueblo hebreo como nación sea pastoreado por el Príncipe de los pastores.
Así como Dios pastoreo a Israel por medio de un joven pastor que fue el hijo número ocho de Isaí, y ese pastor fue el rey David, el cual antes de ser el rey sobre el pueblo hebreo (y el pueblo hebreo está representado en ovejas) tuvo que primero que pastorear ovejas, las ovejas de su padre terrenal para después pastorear las ovejas de su Padre Celestial, para después pastorear al pueblo hebreo que son las ovejas como nación de Dios.
Y ahora, vean ustedes, de los hijos de Isaí, buenos hijos todos, solamente uno tenía las calificaciones divinas de parte de Dios, o sea, calificaciones que Dios había colocado en él, todos esos requisitos que Dios requería estaban en ese joven llamado David, que era el menor y el menor es el que siempre nace ¿qué? Al final. Pero no hay ningún problema porque Cristo dice que los postreros serán ¿qué? Primero, y Él dice: “El que quiera ser el mayor, sea el menor, sea el más pequeño. El que quiera ser el más grande, sea el más pequeño”.
Y en la familia cuando todos han nacido en una familia, luego cuando nace el último y usted busca a todos en la familia, el más pequeño es el último que nació porque usted lo está viendo cuando ha nacido y lleva pocos días nacido y usted lo compara con los otros de la familia y usted se da cuenta que ese es el más pequeño; y así era con David, era el menor, el más pequeño, era el número ocho y el ocho habla de eternidad.
Por lo tanto, el Rey que se sentará en el Trono de David y ese Reino será para el Milenio y para toda la eternidad, vean ustedes, por cuanto el ocho representa eternidad, entonces fue representado en David como el hijo número ocho, porque ocho representa eternidad.
Y ahora, Cristo ha tenido muchos hijos, y miren ustedes, toda persona nacida en Cristo o sea, nacida de nuevo, ha nacido en Belén de Judea espiritualmente hablando, porque Belén ¿qué significa Miguel? la Casa del Pan de Dios. Y Cristo dijo: “Yo soy el Pan Vivo que he descendido del Cielo”. Y ahora, la Casa del Pan de Dios: es Jesucristo, en esa Casa ahí estaba el Pan de Dios: “Porque no solamente de pan vivirá el hombre, sino de toda Palabra que sale de la Boca de Dios”.
Y ahora, Cristo siendo la Casa del Pan de Dios es nuestra Belén y todos los nacidos en Cristo han nacido en nuestra Belén, por lo tanto, han nacido también de la descendencia de Isaí y por consiguiente de David, y por consiguiente son: la Casa de David, Casa de reyes para reinar con Cristo en el glorioso Reino Milenial o sea, por mil años y luego por toda la eternidad.
Ahora, vean cómo en David se reflejó el Reino Milenial y eterno que Dios tendrá sobre la Tierra, sobre el pueblo hebreo, en donde Cristo se sentará sobre el Trono de David.
Y ahora, para esa manifestación de Cristo de Apocalipsis, capítulo 19, que es la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, el cual es el Verbo, es la Venida del Verbo para el Día Postrero, y tiene escrito en Su Muslo y en Su Vestidura: “Rey de reyes y Señor de señores”. En esa manifestación de Cristo en el Día Postrero como el Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, viene como: Rey de reyes y Señor de señores, y Su Venida es la Venida de la Palabra encarnada en un hombre; página 256 del libro de Los Sellos, y la página 131 del libro de Los Sellos, y 134 del libro de Los Sellos y 146 del libro de Los Sellos.
Por ejemplo en la página 146 del libro de Los Sellos, dice:
“192… el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre”.
Y por otro lado el diablo en el Día Postrero estará encarnado en otro hombre, en el anticristo, en el hombre de pecado, en la bestia.
Y ahora, ¿cómo Cristo, cómo el Espíritu Santo sube para venir encarnado en el Día Postrero? Pues Él ha venido subiendo de edad en edad, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en cada ángel mensajero. Y ahora, cuando sube de la séptima edad de la Iglesia gentil donde estuvo manifestado en el séptimo ángel mensajero, sube el Espíritu Santo a una edad más alta: la Edad de la Piedra Angular que es la Edad representada en el ocho, por lo tanto es una Edad Eterna, y si corresponde al número ocho que representa eternidad, el mensajero para la Edad de la Piedra Angular está representado en el ocho; por lo tanto, los ocho hijos de Isaí están representando los ocho mensajeros de Jesucristo para Su Iglesia.
Y ahora, encontramos que por medio de ninguno de los siete ángeles mensajeros se manifestó Cristo como Rey de reyes y Señor de señores, en ninguno de los siete ángeles mensajeros se reveló Cristo en esa forma para revelarse al pueblo hebreo y también a Su Iglesia gentil, porque eso lo tendría reservado para la Edad de la Piedra Angular en la Venida del Jinete del caballo de Apocalipsis 19, que es la Venida de la Palabra encarnada en un hombre: encarnada en el Ángel Mensajero de Cristo para la Edad de la Piedra Angular; y ahí es donde Él viene con ese Nombre escrito en Su Muslo y en Su Vestidura: Rey de reyes y Señor de señores.
Ahora, vean donde será que el pueblo hebreo verá la manifestación del Rey de reyes y Señor de Señores, del Rey de Israel, del Ángel del Pacto, del Ángel de Jehová, verá esa manifestación en la Edad de la Piedra Angular. Por eso a la Edad de la Piedra Angular cuando hayan entrado todos los escogidos de Dios de entre los gentiles, luego entrarán 144.000 hebreos y estarán sobre el Monte de Sion; el Monte de Sion representa la Iglesia del Señor Jesucristo. Aquí sobre el Monte de Sion con el Cordero que es Cristo manifestado como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Y por medio de esa manifestación de Cristo en Espíritu Santo en Su Ángel Mensajero estará cumpliendo la Venida de los Dos Olivos, la Venida de los ministerios de Moisés y Elías, y estarán siendo llamados 144.000 hebreos, porque el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, que viene con el Sello del Dios Vivo o sea, que viene con el Espíritu Santo, viene con el Espíritu Santo que es el Ángel del Pacto, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en carne humana en ese Ángel que sube de donde nace el sol, ese Ángel es el que llama y junta 144.000 hebreos, 12.000 de cada tribu.
¿Pero no eran Moisés y Elías, no eran los Dos Olivos? Los Dos Olivos son los ministerios de Moisés y Elías en ese Ángel que sube de donde nace el sol, el cual viene con el Espíritu Santo, con el Ángel del Pacto manifestado en Él; ese es el Ángel que viene en el Día Postrero en el cual el Verbo, la Palabra estará hecho carne en este tiempo final.
Y por eso es que por medio de esa manifestación en carne humana en Su Ángel Mensajero, en el Ángel que sube de donde nace el sol, serán llamados y juntados todos los escogidos del pueblo hebreo: 144.000 hebreos, y colocados en el Monte de Sion que es la Iglesia de Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular; y serán sellados con el Sello del Dios Vivo y recibirán el Nombre de Su Padre, el Nombre Eterno de Dios y el Nombre del Cordero que es el Nombre Nuevo de Jesucristo, dice que tendrán escrito en sus frentes ese Nombre. Apocalipsis, capítulo 14, dice, verso 1:
“Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente”.
¿Por qué? Porque a ellos también les será abierta la revelación del Nombre Eterno de Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo, Nombre del Cordero el cual recibió cuando ascendió al Cielo.
En Apocalipsis, capítulo 22, verso 4, dice:
“… y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”.
Verán el Rostro de Dios y Su Nombre, el Nombre de Dios estará ¿dónde? En sus frentes. Cuando se dice en la frente se dice en el entendimiento, en el conocimiento de las personas.
Y ahora, vean ustedes ese es el Nombre Eterno de Dios y Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Nombre Nuevo del Señor Jesucristo de Apocalipsis, capítulo 3 y verso 12; y también en Apocalipsis, capítulo 2, verso 17, donde aparece ahí la promesa que dice: “Al que venciere yo le daré a comer del Maná escondido y le daré una Piedrecita blanca”. Se me estaba mezclando Apocalipsis 3, verso 12, es lo mismo pero mostrado de diferente forma. Y dice: “Y le daré una Piedrecita blanca”. Vamos a leerlo directo para que no se nos confunda:
“… y le daré una piedrecita blanca (esa es la Piedra no cortada de manos que vio el profeta Daniel en la interpretación del sueño de Nabucodonosor, que fue cortada del Monte de Dios y vino e hirió la imagen en los pies de hierro y de barro cocido o sea, el reino de los gentiles en la etapa del anticristo, en la etapa en donde el anticristo habrá consolidado su imperio, su reino y ahí el anticristo estará manifestado en la Tierra, en el cual el diablo estará encarnado. Pero por otro lado dice que al Vencedor), y en la piedrecita escrito un nombre nuevo…”.
La Piedrecita es la Segunda Venida de Cristo y en la Segunda Venida de Cristo tiene un Nombre Nuevo, ese es el Nombre Nuevo del cual Cristo dice: “Y mi Nombre Nuevo”. En Apocalipsis, capítulo 3, verso 12.
Y ahora, esta Piedrecita blanca que es la Segunda Venida de Cristo viene con un Nombre Nuevo:
“… y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”.
Y aquel que recibe esta Piedrecita blanca y recibe ese Nombre, es el que lo conocerá o sea, el Verbo, la Palabra encarnada en un hombre, ese hombre que recibe esa Piedrecita blanca, que recibe a la Palabra, el Verbo viniendo en el Día Postrero en él manifestado: conocerá ese Nombre Nuevo de Jesucristo, conocerá ese Nombre Nuevo de esa Piedrecita Blanca que viene en el Día Postrero en el cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo. Y ese Nombre Nuevo es el Nombre Eterno de Dios.
Ahora, vemos que esto viene desde el Antiguo Testamento, y en el Antiguo Testamento solamente fue dado al profeta Moisés cuatro consonantes que son: la “Y”, la cual también es conocida como la “I” griega; la “Y”, la “H”, la “W” y la “H”.
En Su Primera Venida el Ángel del Pacto manifestado en carne humana en Jesús de Nazaret, encontramos que fue usa la “Y”; si tomamos el nombre Jesús en hebreo, el nombre Jesús en hebreo es: Yoshua o Josué, y Yoshua se escribe con “Y” os sea, con “I” griega. Y Yoshua, aun también tiene “H” en una parte de su nombre.
Así que podemos ver cómo Jesucristo vino en el Nombre de Su Padre usando ahí esa parte correspondiente a Su Primera Venida; porque la Venida del Señor tiene dos partes y en ambas partes encontramos que el Nombre de Dios tiene que ser manifestado.
Y ahora, Cristo en el capítulo 12, vamos a ver, de San Juan, vamos a ver si es ese capítulo, capítulo 12 de San Juan, dice algo muy importante; capítulo 12, verso 28, dice:
“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”.
Fue glorificado en la Primera Venida de Cristo, la Primera Venida del Ángel del Pacto en carne humana y será glorificado otra vez en la Venida del Ángel del Pacto en carne humana, en la Venida el Verbo hecho carne en el Día Postrero, porque viene con ese Nombre para ser glorificado en el Día Postrero. Por eso es que dice Isaías, capítulo 59, verso 19 en adelante:
“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová…”.
¿Y por qué desde el occidente? Porque el occidente es el territorio para la Venida del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, para la Venida del Verbo, la Palabra encarnada en un hombre manifestado el Nombre de Dios.
“… y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río (ese es el anticristo el enemigo, ese es el jinete del caballo amarillo de Apocalipsis, capítulo 6, verso 8. Pero ¿qué sucederá?), mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”.
El Espíritu de Jehová levantará bandera contra él, porque el Espíritu de Jehová vendrá manifestado en carne humana en el cumplimiento del Jinete del caballo blanco de Apocalipsis 19, que es la Venida del Ángel del Pacto, la Venida del Verbo, la Venida de la Palabra encarnada en un hombre.
Y ahora se encontrarán esos dos jinetes: uno es la muerte, el anticristo, el diablo encarnado en el anticristo, en el hombre de pecado que tiene por nombre muerte ahí en su venida como el jinete del caballo amarillo tiene por nombre muerte y el infierno le seguía. Miren para donde lleva a toda la gente que le siga, todos los que sigan al jinete del caballo amarillo que será el diablo encarnado en un hombre irán al infierno. Dice: “Y el infierno le seguía”. Ahora, en la página 270 del libro de Los Sellos, vamos a ver aquí lo que nos dice. Dice:
“197. Aquí vemos la Vida y la Muerte llegando a su último encuentro. El caballo blanco de Vida verdadera y el caballo amarillo de credos mezclados. La cosa está llegando a un verdadero reto.
198. Aquí quiero decir algo, puede ser que ustedes no quieran creerlo, pero lo escudriñé para estar seguro: Hay un solo color original: el blanco”.
Y ahora, ¿cómo podemos conseguir tantos colores, si solamente hay un solo color original? Usted toma una piedra de cristal o trasparente y preferiblemente si la hace en una forma de pirámide y envía luz a esa pirámide a esa piedrita angular de cristal o de diamante (vamos a decir: de diamante), envía luz ahí con una linterna o con alguna luz así eléctrica ¿y qué va a pasar? Usted va a ver los colores del arcoíris. ¿De dónde salen los colores; aquí estos colores del Arcoíris? Salen de esa Piedrecita blanca para los hijos e hijas de Dios, de esa Piedrecita blanca que viene con un Nombre Nuevo escrito.
Y ahora, el Jinete del caballo de Apocalipsis 19, viene en un caballo blanco, en la Palabra pura. Pero el jinete del caballo amarillo viene en un caballo todo mezclado de colores. Dice:
“Cualquier otro color es algo mezclado. Cristo está sobre la Palabra completamente blanca y sin adulterio desde el principio. ¡Amén! Todo color sería blanco si no hubiese intervenido alguna química”.
Ahora, podemos ver este misterio. Dice:
“¡AMÉN! ¡GLORIA! Toda iglesia estaría sólida sobre la doctrina apostólica de la Palabra, con Dios confirmando la Palabra, si no tuviéramos la mezcolanza de credos y denominaciones. (Sigue diciendo) Allí lo tiene usted. Ahorita me siento gozoso. Sí señor. Hay un solo color original —el blanco”.
Y ahí podemos ver que ese es el color que cuando la luz pega sobre él emite los colores del arcoíris. Y cuando en cada edad el mensajero ha venido sobre la Palabra pura, con la Palabra pura, se ha reflejado un color del arcoíris en cada edad y el Pacto divino ha sido confirmado en esa edad con la manifestación de la Palabra pura reflejando un color del arcoíris.
Y ahora, en la Edad de la Piedra Angular que es una Edad en donde la Palabra pura de Dios estaría manifestad con la Luz de Cristo manifestado en esa Edad, los siete colores del arcoíris, los colores del Pacto divino son manifestados y es confirmado el Pacto divino, el Nuevo Pacto a la Iglesia del Señor Jesucristo, para así con la manifestación de los siete colores del arcoíris en la Palabra pura de Dios, en la Edad de la Piedra Angular, los muertos en Cristo ser resucitados en cuerpos eternos y nosotros los que vivimos ser transformados; en la confirmación del Pacto, del Nuevo Pacto a la Iglesia del Señor Jesucristo en este Día Postrero.
Cristo en medio del pueblo hebreo dos mil años atrás encontramos que estuvo en la primera parte de la semana número setenta o sea, los primeros tres años y medio llevando a cabo Su ministerio y confirmándole el Pacto divino al pueblo hebreo y a los santos de Antiguo Testamento que habían partido; y por eso cuando Cristo murió y resucitó, se levantaron con Cristo los santos del Antiguo Testamento; San Mateo, capítulo 27, verso 51 en adelante, por ahí, vamos a ver 57, verso 51 en adelante dice:
“Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él (¿Cuándo salieron de los sepulcros? Después de la resurrección de Cristo), vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos”.
Y para este tiempo final tenemos la promesa de la resurrección de los muertos en Cristo y de la transformación de nosotros los que vivimos, porque Cristo en la Edad de la Piedra Angular estar confirmándole el Pacto a Su Iglesia y los siete colores del Arcoíris estarán siendo reflejados en la Edad de la Piedra Angular, y el Arcoíris es el Pacto divino, el Arcoíris que es reflejado en la Edad de la Piedra Angular; así como el arcoíris literal era la señal del Pacto que Dios le dio al profeta Noé de que no destruiría más la Tierra con un diluvio de agua.
Y ahora, podemos ver que esa señal del Pacto, ese arcoíris siendo un pacto para Noé, encontramos que cuando llovía mucho y veían ese arcoíris, ellos sabían que aunque viniera mucha lluvia, la Tierra nuevamente no sería destruida con un diluvio; podían surgir inundaciones en diferentes sitios pero entonces las personas se movían para otro lugar, para los lugares altos y escapaban de la destrucción que podría traer el rio. Porque no se puede quedar uno cerca de un rio si está creciendo porque se lo lleva el rio y perece la persona con su familia si la tiene allí.
Uno tiene que ver el mal cuando viene, el peligro, y antes que llegue a uno, uno escapar. Por eso es que cuando venga la apretura, Cristo con Su Iglesia estarán viendo el mal que viene y… Dice: “Levantarán sus alas cómo águilas”. Volarán y caminaremos también y volaremos y no nos cansaremos porque ya estaremos en el nuevo cuerpo y ahí ni hay cansancio, ni hay sueño, ni hay problemas como teneos nosotros en este cuerpo que ahora tenemos. Pero no nos preocupan los problemas que pueda tener nuestro cuerpo terrenal, porque vamos a tener un nuevo cuerpo y esto es para todas las ovejas del Rebaño del Señor.
Por eso es que Cristo el Buen Pastor de etapa en etapa, de edad en edad ha estado buscando Sus ovejas: “Yo soy el Buen Pastor…”. Dice Cristo y Él dice:
“… y conozco mis ovejas, y las mías me conocen…”
Y ahora, miren ustedes, en el capítulo 11, verso 51 al 52 cuando el sumo sacerdote Caifás profetizó, dijo que era necesario que un hombre muriera… vamos a ver, vamos a leer este pasaje capítulo 11, verso 47 al 52, dice:
“Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio (o sea, el concilio de la religión hebrea: el Concilio del Sanedrín), y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales.
Si le dejamos así, todos creerán en él (tenían miedo que todos creyeran en Jesús por unas cuantas cosas; una era también de que si todos creían en Él las sinagogas y el templo se quedaba vacía, y otras cosas que ellos temían. Dice); y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo (o sea, el templo) y nuestra nación”.
Miren el temor que ellos tenían de la destrucción del templo y de la nación, ese temor se les cumplió porque después vino Tito Vespasiano y destruyó el templo y destruyó la ciudad de Jerusalén, porque no recibieron la Visitación de Dios. Y ellos pensaban que rechazando a Cristo iban a evitar ese problema y era al contrario, rechazando a Cristo le vendría ese problema.
Y ahora, dicen:
“Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;
ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;
y no solamente por la nación (o sea, y no solamente por el pueblo hebreo, por la nación hebrea), sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos”.
Para congregar en Uno o sea, en un Cuerpo Místico, en el Cuerpo Místico de Cristo, en un Rebaño, en una Iglesia, congregar en Uno un Cuerpo Místico de creyentes, a todos los hijos de Dios que estaba dispersos por diferentes naciones, incluyendo la nación hebrea, porque en medio de la nación hebrea también había muchos hijos de Dios y después en medio de los gentiles. Y ahora vean, cómo congrega en Uno a todos los hijos de Dios, congregándolos en un Cuerpo Místico de creyentes que es la Iglesia.
Y ahora, podemos ver la maravillosa Obra y hermano Obra que ha estado haciendo el Buen Pastor para congregar en Uno a todos los hijos e hijas de Dios, Él lo está haciendo como un Pastor de ovejas congrega a todas sus ovejas que están dispersas, unas por un lado y otras por otro lado, las junta en un solo Rebaño.
Y ahora, Cristo dice:
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor”.
Un Rebaño y un Pastor, un Rebaño: la Iglesia del Señor Jesucristo, un Pastor: nuestro amado Señor Jesucristo.
Y ahora, ¿dónde están las ovejas del Buen Pastor de este Día Postrero, siendo llamadas y juntadas en ese Rebaño de Cristo en la Edad de la Piedra Angular? Pues aquí estamos en este momento dándole gracias a Cristo por ser una oveja del Rebaño de Cristo el Buen Pastor.
Cada uno de nosotros somos una oveja de ese Rebaño del Buen Pastor; somos un miembro del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, porque el Cuerpo Místico de Cristo, Su Iglesia es el Rebaño del Buen Pastor que tiene todas las ovejas del Buen Pastor.
Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en el tiempo en donde Cristo está reuniendo las últimas ovejas de Su Rebaño en el Día Postrero y las está reuniendo ¿dónde? En el territorio de la América Latina y el Caribe.
Ahora, vean ustedes la bendición tan grande que nos ha tocado a nosotros en la América Latina y el Caribe.
Recuerden en un rebaño grande de ovejas como también de reses, hay (digamos) reses que son de una clase y de otra clase o sea, son de diferentes ¿qué? Razas, o son de diferentes clases: unas son suizas (digamos) y otras son de otro territorio; y le ponen ciertos nombres para hacer la diferencia entre una y otras. Hay unas que darán un litro de leche algunas veces, pero hay otras que dan ¿cuántos litros de leche, los que saben de eso?...
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Pero hay ovejas que dan mucho fruto, dan mucha leche y también dan buenas crías; y así también es en el Reino de Dios.
Ahora, conforme a lo que dice la Escritura: “Es mejor el fin del negocio que el principio”. Y Él dice: “El que quiera ser el mayor, sea el menor”. O sea, el que quiera ser el más grande, sea el más pequeño, el que le sirve a los demás. Y también dice que: “Los postreros serán primero”.
Y ahora, las ovejas postreras serán las primeras, las más grandes, las más importantes en el Reino de Jesucristo, en el Rebaño del Señor Jesucristo; y son ovejas jovencitas porque son las ovejas últimas que nacen en el Rebaño del Señor.
Ahora, podemos ver la bendición tan grande que nos ha tocado a nosotros en la América Latina y el Caribe.
Cristo puede decir de Sus ovejas: “Estas son ovejas de Asia, son asiáticas, de Asia Menor. Estas son ovejas francesas; yo las amo mucho también estas ovejas francesas y amo mucho estas ovejas de Asia menor. También estas otras ovejas son de Hungría, húngaras mezcladas también con francesas. También tengo estas otras ovejas que son de Irlanda y Escocia, son escocesas e irlandesas. También tengo estas otras ovejas que son alemanas. También tengo estas otras ovejas que son inglesas; y también tengo estas otras ovejas que son norteamericanas. Pero tengo otras ovejas que son las últimas que conseguí, que son las mejores de todas mis ovejas”.
Le podrán preguntar: “¿pero y donde conseguiste esas ovejas tan buenas que tú dices, que producirán el fruto del Día Postrero? Esas ovejas las tenía yo escondidas en un territorio que nadie se imaginaba que yo tendría allí las mejores ovejas de mi Rebaño”.
“Bueno, ¿y qué clase de ovejas son esas ovejas, que marca de ovejas son esa, o que especie o que clase o raza de ovejas son esas? Son de la raza latinoamericana y caribeña, son las ovejas que están llenas de amor divino, por eso la edad de ellas es la Edad del Amor Divino”.
¿Y dónde están esas ovejas latinoamericanas y caribeñas del Rebaño del Señor? Pues aquí estamos, ya hemos sido reunidos y reunidas las ovejas de este tiempo, pero todavía quedan algunas en algunos lugares, las cuales Cristo el Buen Pastor las está buscando, Su Voz está llegando por todos los lugares llamando y juntando a Sus ovejas de este tiempo final en la América Latina y el Caribe, y si alguna se nos ha ido para otro continente, hasta allá le llega la Voz de Cristo llamándola y juntándola en el Rebaño del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular, en el Rebaño de Cristo que es Su Iglesia en la etapa más gloriosa de las ovejas del Señor, del Buen Pastor.
Hemos visto este misterio de Dios, Cristo buscando Sus hijos, esto es Cristo el Buen Pastor buscando a Sus ovejas; y por eso ustedes están aquí y por eso yo estoy aquí también: porque el Buen Pastor Jesucristo está buscando Sus ovejas, Él dijo: “Yo las llamo por su nombre”.
Hemos llegado al tiempo más glorioso para las ovejas latinoamericanas y caribeñas. Estamos escuchando la Voz de Buen Pastor y Él ha estado colocándonos en Su Rebaño.
Hemos visto este misterio y hemos visto cómo se ha estado cumpliendo este misterio en cada uno de ustedes y en mí también; y pronto seremos transformados y las ovejas de las edades pasadas serán resucitadas en cuerpos eternos, y nos iremos a la Cena de las Bodas del Cordero. A la Cena de las Bodas del Cordero ¿se van quiénes? Las ovejas por las cuales el Cordero de Dios murió en la Cruz del Calvario. Para la Cena de las Bodas del Cordero ¿van qué? Ovejas por las cuales el Cordero de Dios murió en la Cruz del Calvario.
Si es para la Cena de las Bodas del Cordero las ovejas entonces son las invitadas a esa Cena.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes dándoles testimonio de ese misterio divino de cómo Dios busca a Sus hijos. Y como cuando Él nos llama y nos habla directamente a nuestra alma: descubrimos que somos hijos e hijas de Dios; es por medio de la Voz del Buen Pastor, la Voz de nuestro Padre Celestial. Por medio de la Voz del Buen Pastor llamándonos y juntándonos, descubrimos que somos ovejas del Buen Pastor, hijos e hijas de Dios.
Ha sido para mí un privilegio muy grande estar con ustedes dándoles testimonio de: “DIOS BUSCANDO A SUS HIJOS”.
Que las bendiciones de Dios, Creador de los Cielos y de la Tierra, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de las ovejas del Rebaño del Señor y los muertos en Cristo resuciten y nosotros los que vivimos seamos transformados y vayamos a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.
Que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde, y dejo nuevamente con nosotros al reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar y finalizar nuestra parte en esta ocasión.
Y continúen todos pasando un día o una tarde llena de las bendiciones del Buen Pastor nuestro amado Señor Jesucristo.
“DIOS BUSCANDO A SUS HIJOS”.