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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| El Refugio | 1978-05-21 | 1 | Cayey | PR | 00:00:00 | false |
Muy buenos días amados hermanos. Dios nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que podemos congregarnos para adorar a Dios y oír Su gloriosa Palabra.
Vamos a buscar en nuestras biblias en el capítulo 4 del libro del profeta Isaías. Dice así la Palabra del Señor:
Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio.
En aquel tiempo el renuevo de Jehová será para hermosura y gloria, y el fruto de la tierra para grandeza y honra, a los sobrevivientes de Israel.
Y acontecerá que el que quedare en Sión, y el que fuere dejado en Jerusalén, será llamado santo; todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes,
cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sión, y limpie la sangre de Jerusalén de en medio de ella, con espíritu de juicio y con espíritu de devastación.
Y creará Jehová sobre toda la morada del monte de Sión, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas, porque sobre toda gloria habrá un dosel,
y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero.”
Oremos a Dios. Dios Eterno, ante Tu presencia estamos, y Te rogamos que hables a nuestros corazones en esta mañana; Te lo ruego, oh, Dios Eterno, en el Nombre del Hijo de David: William Marrion Branham. Amén, amén. Pueden sentarse.
En esta mañana vamos a tener un tema sencillo pero que yo espero que ustedes entiendan. Hemos leído que Dios ha prometido que ha de haber un refugio y un escondedero contra el turbión y contra el aguacero. Y nos es prometido que ese refugio, será un refugio de reposo; será un refugio en el cual el que esté dentro habrá llegado realmente a un verdadero refugio.
El tema para esta mañana va a ser “El Refugio.” Encontramos que en estos días se habla mucho acerca de refugios, se habla mucho acerca de refugios contra radioactividad; se habla mucho de refugios de una cosa, de otra cosa y la gente está preocupada por causa de la condición a que ha llegado este mundo, y todos están buscando un refugio. Unos se refugian en las religiones, otros se refugian en el materialismo, otros se refugian en sus riquezas, otros se refugian en lo que cualquier hombre puede decir, otros se refugian en la política, otros se refugian en el ejército de tal o cual nación; y así por el estilo, encontramos que la humanidad, la gente como individuos y las naciones como grupo están buscando un refugio. Cada una de las naciones ha pensado que ha encontrado cierto refugio, pero se dan cuenta que esos refugios tienen ciertos riesgos y que a la larga el refugio viene a ser como algo que ellos logran conseguir para tratar de ocultar el miedo que tienen y para tratar de ocultar la desgracia a la cual ellos se enfrentan. Han estado tratando de conseguir un refugio, y solamente han logrado conseguir refugios aparentes, pero realmente saben que no tienen un verdadero refugio donde esconderse.
Fíjense, sabemos que la condición mundial es una condición triste. La condición mundial política, la condición mundial económica, la condición mundial social, la condición mundial en todos los sentidos es una condición muy difícil; muy triste. La humanidad no tiene escapatoria para conseguir un refugio terrenal en el cual pueda refugiarse la política, porque no lo encontrará; en el cual pueda refugiarse la economía de esta tierra, porque no lo encontrará; en el cual pueda refugiarse la educación terrenal, porque no lo encontrará; en el cual pueda refugiarse todo sistema terrenal, porque sabemos que no lo encontrará. Sabemos que solamente ellos lograrán buscar y conseguir aparentes refugios. Pero a la larga se darán cuenta que no habían conseguido ningún refugio, sino que, más bien, habían conseguido el lugar más peligroso que podían conseguir; el lugar donde la ira de Dios se derramaría. Eso entonces no sería ningún refugio porque corren a refugiarse al lugar donde Dios tiene sentenciado que va a derramar su ira.
Bueno, ya Uds. pueden ver cómo es que todas las naciones correrán para refugiarse en la bestia y en la imagen de la bestia. Ese es exactamente el lugar sobre el cual Dios va a derramar su ira. Por eso Dios dice en Su Palabra que “¡salgan de Babilonia para que no sean partícipes de sus plagas y pecados!” Pero es en Babilonia donde la gente, las religiones, los gobiernos y los políticos quieren refugiarse. Por eso es que corren hacia Babilonia. Pero es ahí exactamente, sobre Babilonia, que Dios ha dicho que va a derramar Su ira.
Encontramos ahí en la Escritura, en Apocalipsis, que Dios dice, que sobre Babilonia va a ser derramada la ira y va a ser quemada. Encontramos que eso es lo que está dicho y su fuego y su humo va a ser visto. Por todo eso habla de destrucción atómica, porque los juicios de Dios están colgando en los cielos. Por lo tanto, eso nos habla de que las bombas atómicas están ya preparadas y que eso está colocado y listo para caer en cualquier momento. Lo único que detiene los juicios de Dios de caer sobre la tierra es una sola cosa que está hablada ahí en la Palabra. Nos es hablado ahí en la Palabra que hay algo que impide que esos juicios caigan sobre la tierra. Quiero leérselo para que Uds. vean que hay algo que impide que esos juicios caigan sobre la tierra. En Apocalipsis capítulo 7 nos habla de lo que impide que los juicios caigan sobre la tierra. Ahí también nos habla de las vírgenes fatuas y también nos habla de los ciento cuarenta y cuatro mil judíos. Ahí nos dice:
Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol.
Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel.
Ahora, ¿qué es lo que impedía que los juicios de Dios cayeran? Lo que impedía era que los ciento cuarenta y cuatro mil no están sellados y por esa causa los juicios son aguantados hasta que ellos sean sellados. Y el que tiene la autoridad para ordenar que los juicios no caigan, es ese ángel del Este que sale del nacimiento del sol; que sube del nacimiento del sol; que se levanta del nacimiento del sol, que surge en la escena del Este, del nacimiento del sol con el ministerio del Este. Ese es el que ordena en su mensaje que los juicios no caigan hasta que los
ciento cuarenta y cuatro mil sean sellados. Por lo tanto, Ud. puede ver qué es lo que impide que esos juicios caigan y esa guerra venga sobre la tierra.
Ahora, estamos hablando del tema: “El Refugio.” Es un refugio en el cual la persona que entra es protegida del turbión y del aguacero y de toda cosa que venga. O sea, que esto está hablando aquí en términos espirituales. Ese refugio, encontramos, que para este tiempo, para los hijos de Dios, para todo ser humano que vive sobre esta tierra en este tiempo, tiene que haber un refugio en el cual refugiarse los hijos de Dios. Porque cuando el enemigo viene como un río, Dios levanta bandera contra el enemigo. Bueno, esa bandera, ya Uds. saben que tiene seis puntas.
Encontramos entonces que en este tiempo en que hay tanto peligro, en este tiempo en que esta humanidad está amenazada por la radioactividad, en este tiempo en que todo ser humano está amenazado con una tercera guerra mundial, con una destrucción atómica, tiene que haber un refugio para los hijos de Dios. Tiene que haber un refugio para todos aquellos que están escritos en el Libro de Dios. Y Dios dice que habrá un refugio en este tiempo. Dios nos dice a través del cuarto Elías, que ese capítulo 4 del profeta Isaías nos está hablando de la Venida del Señor. Se lo quiero leer aquí para que Ud. pueda ver que éstas no son palabras mías.
En el mensaje titulado “El Futuro hogar del Novio Celestial y La Novia Terrenal,” página 52, nos dice el cuarto Elías:
Isaías capitulo 4. Ahora, entiendan, él está hablando de la Venida del Señor, y cómo esas mujeres serían tan inmorales. El dijo: “siete mujeres...”
Ahora, vean ustedes, está hablando de la Venida del Señor y en ese tiempo de la Venida del Señor, la inmoralidad de las mujeres sería de esa manera. O sea, está hablando del tiempo del fin en el cual vivimos ahora en donde lo que hay es divorcio o casamiento y divorcio y prostitución. Y de ahí para abajo Ud. puede ver todo lo que hay. “Pero en aquel tiempo, el renuevo del Señor será para hermosura y gloria...” (Quiero seguir leyendo aquí )
...y el fruto de la tierra para grandeza y honra a los librados de Israel... (como Uds. se libraron de toda esa condenación.)
Acontecerá que el que quedare en Sión, y el que es remanente en Jerusalén será llamado santo. (El que quedare, y el remanente en Jerusalén será llamado Santo;) todos los que en Jerusalén estén registrados entre los vivientes.
Cuando el Señor lave las inmundicias de las hijas de Sión... (Recuerden, esa siempre es la Novia. ¿Ven.?)... y purifique la sangre de Jerusalén. (Ese es el remanente de los judíos, más la novia. ¿Ven.?)... (Sión-la Novia, Jerusalén-los judíos).
Entonces en ese tiempo, en la Venida del Señor, El va a hacer algo con Sión y con Jerusalén. Con la Novia, con los escogidos de la Novia y con los escogidos de Israel que son los ciento cuarenta y cuatro mil.
...y en medio de ella con espíritu de devastación... (¡Fuego! Ese siempre es el juicio de Dios. Cuando El haga Su juicio final, te llame y te justifique, y te traiga redención; entonces Sus juicios irrumpen sobre ti, y el Espíritu Santo y Fuego purifica quitando el pecado. Entonces eres Suyo. La misma cosa hace El con la tierra, cuando la purifique con fuego y por el espíritu de ardimiento. Ahora, fíjese, atiendan, ¿están listos?)
Ahora, quiero hacer una pausa aquí. Uds. pueden ver que este capítulo 4 nos está hablando de este tiempo final, nos está hablando de la Venida del Señor; nos está hablando de lo que Dios hará en Sión, la Novia, y en Jerusalén, los ciento cuarenta y cuatro mil. También hemos visto lo que Dios dice a través del profeta Joel, allá en el capítulo 3, verso 16, donde nos dice que el Señor rugirá desde Sión -y ruge como león, por eso siete truenos emiten sus voces-y dará Su voz desde Jerusalén. Ahí ustedes pueden ver a la Novia y a los ciento cuarenta y cuatro mil.
Ahora, vean ustedes que Dios tiene una obra para hacer en ese tiempo. En ese tiempo El viene para hacer esa obra y viene con juicio divino; viene con fuego, con espíritu de devastación. Por lo tanto, Ud. tiene que ver que en Su Segunda Venida, el Señor no viene como Cordero, sino como el León de la Tribu de Judá, como Juez. El viene para cumplir y para predicar el día de venganza. Por lo tanto, El viene con juicio divino. Entonces El viene para llevar a cabo ese juicio divino que El ha prometido que va a llevar a cabo. Encontramos también que nos es dicho que Sión será libertada con juicio. Por lo tanto, encontramos que si Sión va a ser libertada con juicio, entonces tenemos que entender que la liberación de los escogidos, de los verdaderos escogidos será de esa manera. Eso está en lsaías capítulo 1, verso 27, donde nos dice:
Sión será rescatada con juicio, y los convertidos de ella con justicia.
Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.
Por lo tanto, ahí Ud. tiene lo que pasará con Sión. Será libertada con juicio. Por lo tanto, no importa cuánto quieran tener a los escogidos atados, a los escogidos cautivos, Sión será libertada con juicio. Es como fue allá en Egipto, que Israel fue libertado con juicio, juicio divino. El juicio cayó sobre sus opresores, sobre los que le tenían cautivos.
Por lo tanto, esa es una promesa: “y los convertidos de ella con justicia.” ¿Ven? Los convertidos de ella, los convertidos. Pero los que no son convertidos, los que no son convertidos realmente, los que realmente no han nacido de nuevo, “pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados.” Los rebeldes y los pecadores a una serán quebrantados y los que dejan a Jehová serán consumidos. Ahora, vea Ud, por qué siempre se les advierte que sigan adelante siempre, sirviéndole a Dios. Ahora, Ud. puede ver que los que dejan a Dios serán consumidos. Y los rebeldes serán destruidos, serán consumidos también, serán quebrantados. Por lo tanto no se puede ser rebelde. No se puede ser rebelde en contra del plan de Dios; en contra de la manera en que Dios ha determinado las cosas para el día en que nosotros vivimos. Los rebeldes y los pecadores a una serán quebrantados.
Ahora, vea Ud., que no se puede estar dentro y estar viviendo la vida pecaminosa, porque serán quebrantados los pecadores. Sabiendo esas cosas, yo creo que debemos saber cómo estamos dentro del Mensaje, cómo debemos caminar, cómo debemos vivir, cómo debemos actuar para que ni seamos contados como rebeldes, ni seamos contados como pecadores, ni seamos contados como los que dejan a Dios. Sino que seamos contados como los convertidos verdaderos del Señor, que hemos nacido de nuevo y que El nos ha prometido que nos libertaría en este tiempo. Por lo tanto, estamos viviendo nosotros en un tiempo de liberación. Por lo tanto, si estamos viviendo en un tiempo de liberación, y solamente hay un Libertador y ese Libertador siempre que llega el tiempo de la liberación, aparece para libertar a Su pueblo, para libertar a Sus hijos, ¿dónde entonces ha de aparecer el Libertador? Entonces tenemos que ver en la Palabra de Dios, dónde es que el Libertador tiene que aparecer. Y si logramos encontrar dónde es que el Libertador ha de aparecer, entonces sabremos acerca de la liberación.
Nos es dicho a través del profeta Isaías, capítulo 59, verso 20:
“Y vendrá el Redentor a Sión,” y Sión es la Novia. ¿A dónde vendrá el Libertador? ¿A dónde vendrá el Señor en Su Segunda Venida? A Sión. “Y a los que se volvieren de la iniquidad en Jacob, dice Jehová.” Fíjese, viene a Sión. Ahora fíjese a lo que viene. Viene con un pacto. Por eso Apocalipsis 10 lo presenta con el arco celeste sobre Su cabeza, que habla de un pacto.
Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: 1,1 Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.
Ahora, vea Ud. que en ese pacto, ese pacto que Dios hará, será un pacto donde la Palabra de Dios estará en la boca, no solamente del Señor en Su Segunda Venida, en Su manifestación en carne humana, sino que también esa Palabra estará... dice: “Y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre.” O sea, la misma Palabra que estará en la boca del Señor en Su Segunda Venida, será la misma Palabra que también estará en nuestra boca. Así es que Ud. puede ver qué es ese pacto, qué estará en ese pacto, y qué tendremos nosotros en ese pacto. Tendremos la Palabra en nuestra boca. La Palabra de Dios; y por la Palabra haremos las cosas que deben de ser hechas.
Ahora, vean Uds. que el Redentor a donde viene es a Sión. Siempre es un Monte. Aquí encontramos que la promesa es en el Monte de Sión. Ahora Ud. puede mirar que allá el profeta Zacarías vio la venida del Señor, vio la venida del Señor sobre el Monte de los Olivos. Y sobre el Monte de los Olivos, fue prometido que cuando el Señor pusiera Sus pies sobre ese Monte, ese Monte se partiría en dos. Un lado iría hacia un lado y otro hacia el otro, y se haría un grande valle. Encontramos que sobre ese Monte, fue prometido que el Señor pondría Sus pies. Ahora, queremos ir bastante adentro de este tema para ver todas estas cosas. Encontramos que en Su Primera Venida el Señor estuvo sobre el Monte de los Olivos, y encontramos también que el Señor ascendió a los cielos también desde un Monte. Encontramos también que la promesa de la Venida del Señor es sobre un Monte. Encontramos que también esto que nos es dicho aquí, que estábamos leyendo con relación a la Venida del Señor, y que El dice: “y creará el Señor sobre toda la morada del monte de Sión,”-del Monte de Sión. Ahora, el Monte de Sión es la Novia, es la Iglesia verdadera del Señor. Dice que “creará el Señor sobre toda la morada del Monte de Sión y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas, porque sobre toda gloria habrá un dosel. El Señor en aquel día sobre la cima de ella creará fuego de luz para arder sobre el día”; y prosigue adelante y dice que “será un refugio de reposo.” Un refugio.
Ahora, vea Ud. que en ese día de la Venida del Señor, sobre la cima del Monte de Sión es que el Señor viene o que el Señor desciende en Su Venida. Ahí sobre la cima del Monte de Sión es que El creará ese fuego de luz para arder sobre el día y eso será un refugio de reposo. Sigue diciendo: “Noten, haciendo exactamente la elocuencia de la Biblia, si los muros están directos hacia arriba y hacia abajo, Ud. no podría verla. Tiene que inclinarse todo mi santo Monte. El creará esta luz sobre este Monte y será por cobertura. El creará esa luz sobre este Monte.” (Sobre el Monte de Sión) “Y esa luz será por cobertura. Será entonces un refugio de reposo.” Y dice: “hemos cantado esa canción: ¡Oh, aquella ciudad del Monte de Sión! Y como peregrinos aún así la amo cuando llegue a esas edades. Cuando llegue a esa ciudad en el Monte. ¿Ven?
Noten, en el Monte Sinaí fue donde Dios descendió sobre ella cuando El le habló a Israel en una columna de Fuego. El descendió sobre la cima de un Monte, el Monte Sinaí. En el Monte de la Transfiguración cuando El anunció: “Este es mi hijo amado, a él oíd,” El descendió en una columna de Fuego, y resplandecientemente brillante sobre la cima del Monte delante de Pedro, Santiago y Juan. Allí El fue representado con ambos; y allí El fue representado con ambos: Moisés y Elías. Los transpuestos y los muertos levantados.”
¿Qué representan Moisés y Elías? La representación de los muertos en Cristo y la representación de los que han de ser transformados y raptados. La representación de ellos está en Moisés y Elías. ¿Quién representa a los muertos en Cristo y Quién representa a los vivos que han de ser transformados? Moisés y Elías. Por eso fue que aparecieron en el Monte de la Transfiguración Moisés y Elías con Jesús. “Porque así es en Su Segunda Venida. La Nueva Ciudad y la Tierra Nueva, la Nueva Creación-la Ciudad en el Monte-con el Trono en la cima de él.” ¿Dónde es colocado el Trono? ¿El Trono del Señor? En la cima del Monte. “El Trono aquí arriba en la cima y los moradores para arriba y para abajo de este Monte; y el muro que rodea esto tenía doce fundamentos y cada uno de ellos tenía la fachada. En Aarón había una piedra, la cual representa las doce tribus de Israel.”
Ahora, quiero leerles un poquito más adelante. Dice la página 54 del mismo mensaje titulado: “El Futuro Hogar.”
¡Oh, vaya! En este Trono, sobre él, 1.500 millas de alto; el mundo completo verá la Luz del mundo... (Dice: El mundo completo verá la Luz del mundo)... Jesús sentado sobre el Trono encima del mundo, encima de la Iglesia, encima del Monte de Sión, el cual es 1.500 millas, (la mitad de los Estados Unidos) y se levanta directamente hacia arriba hasta que puedes verlo a El alrededor del mundo. 1.500 millas de alto. Y los redimidos estarán para arriba y para abajo de toda la tierra.
Ahora, vean Uds. que en lo literal, cuando la Nueva Jerusalén o el Monte de la Nueva Jerusalén, donde estarán los escogidos en la Eternidad, esa Nueva Jerusalén, esa ciudad será en forma de pirámide. En la parte de arriba será el Trono de Dios. Esa ciudad tendrá luz propia, porque esa ciudad será alumbrada con la luz que viene de la cima de la montaña. Pero esa luz que viene de la cima de la montaña, esa luz que es vista allá en el Trono, no será vista alrededor del mundo en lo literal, cuando esté en lo literal en la eternidad aquí. Será vista a cierta distancia; pero ya en la otra parte de la tierra, al otro lado de la tierra no se puede ver. ¿Ven? Pero en lo espiritual, en este tiempo en el cual estamos viviendo, cuando ese Rey se sienta sobre la cima de la Montaña; se sienta ahí arriba en Su Trono; se sienta sobre el Monte de Sión, sobre la Iglesia verdadera, sobre la Novia verdadera; entonces esa Luz puede ser vista alrededor del mundo. La Luz que sale del Trono, la Palabra, el Mensaje, la revelación que sale del Trono, puede ser vista y puede recorrer el mundo entero.
Y Jesús puede ser visto sentado sobre la Iglesia, puede ser visto sentado en Su Trono, en la Edad de la Piedra Angular, la cual es Su Trono. Ahí juntamente con El se sientan los vencedores de este tiempo, y conforme a la promesa que fue hecha, que los que vencieren en este tiempo se sentarán con El en Su Trono. Por lo tanto, entonces es visto el Señor en Su Segunda Venida sobre el Monte de Sión, en la Cima del Monte de Sión sentado sobre Su Trono. También ahí serán vistos los escogidos que estarán sentados con El en Su Trono.
Por lo tanto, Ud. puede ver que esta gran Pirámide, esta gran nueva Jerusalén, esta Jerusalén nueva es la Iglesia verdadera del Señor, como grupo; también es el individuo, el escogido verdadero como individuo. También lo es el Monte que estará sobre esta tierra, que surgirá de los volcanes, que surgirá de esa conmoción que ha de haber, de ese fuego que ha de venir sobre la tierra después que termine el milenio y explotará esta tierra y los volcanes echarán hacia arriba una gran montaña, tan alta que tendrá una altura de mil quinientas millas de alto. Y la parte de arriba será cl lugar donde estará el Señor con Sus escogidos de este tiempo, habitando en la cima de la Montaña. Por lo tanto, ese será el lugar más importante de esa ciudad. Desde ahí será dirigido toda esa ciudad. Todos los habitantes de esa ciudad, todos los escogidos de las edades pasadas, estarán ahí habitando en esa ciudad y serán dirigidos desde arriba.
Por lo tanto, encontramos que eso mismo que en lo literal habrá de ocurrir, primero ocurre en lo espiritual. Primero, encontramos que esa Nueva Jerusalén, la cual es la Iglesia verdadera, los escogidos verdaderos, la Novia verdadera, ella recibe la Piedra Angular. Ella entonces recibe esa Edad Perfecta. Los escogidos, ese grupo de escogidos, reciben en medio de ellos a la Piedra Angular que es el Señor en Su Segunda Venida. Ahora, tenemos que entender lo que es el Señor y lo que es el velo de carne que el Señor usará. El velo de carne no es el Señor, pero El vendrá y se velará en carne humana conforme a como está prometido en Apocalipsis 19.
El cuarto Elías dice: “Y cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, vendrá cabalgando sobre un caballo blanco. Será completamente Enmanuel, la Palabra de Dios encarnada en un hombre.” Eso será ¿qué? la Venida del Señor. Eso será la Venida de la Piedra Angular que coronará a ese grupo de escogidos que estará viviendo en ese tiempo. Porque ellos serán coronados con la presencia del Señor en carne humana, conforme a como es prometido. Entonces también en ellos se encarnará la Palabra que vendrá de El en Su Venida. Por lo tanto, ese grupo de escogidos tiene la promesa de sentarse con El en Su Trono. Así es que van a recibir el beneficio de Su Venida. Porque el que recibe profeta en nombre de profeta, beneficio de profeta recibe; recibe el beneficio para lo cual vino ese profeta. Por lo tanto, el grupo de escogidos que le han de recibir en ese tiempo, han de recibir el beneficio para lo cual El viene en Su Segunda Venida.
Por lo tanto, entonces nos encontramos sentados en el Trono con El. Nos encontramos, no sentados en la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta o séptima edad. Porque ninguna de esas edades fue el Trono del Señor. Pero encontramos que el Trono del Señor es la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto ahí, esa es la Edad del Trono. Por lo tanto, ahí El tendrá también un Trono de carne humana donde se sentará para desde ahí gobernar, para desde ahí hablar. También, entonces, nosotros recibiremos el beneficio para lo cual El ha de hacer esa cosa que ha prometido que va a hacer. O sea, que es para el beneficio de todos los escogidos de I)ios. Alrededor del mundo podrá verse, podrá verse ¿qué?... Dice: “En este Trono sobre El, mil quinientas millas de alto, el mundo completo verá la Luz del mundo.” ¿Qué es la Luz del mundo? Cuando El vino en Su Primera Venida dijo: “Yo Soy la Luz del mundo, el que Me sigue, no andará en tinieblas.” Por lo tanto, mire lo que es la Luz del mundo. La Luz del mundo cuando vino en Su Primera Venida, era la Palabra hecha carne en un hombre. Esa Palabra hecha carne en un hombre, se expresó a través de ese hombre y vino a ser un Mensaje. Entonces podemos ver que dice: “El mundo completo verá la Luz del mundo-Jesús sentado sobre el Trono encima del mundo, encima de la Iglesia, encima del Monte de Sión.”
¿Dónde será visto Jesús en Su Segunda Venida sentado en Su Trono? Pues sobre el Monte de Sión. Así es que Uds. pueden ver lo grande de esta hora en que nosotros vivimos. Pueden ver todas las cosas que han sido prometidas que Dios hará en este tiempo. Sigue diciendo:
La ciudad con el Trono encima. Revelación 21, verso 23 -“y no tenían necesidad de luz porque el Cordero y el Señor Dios es Su Lumbrera.” ¿Ven?
El Señor Dios es esa Columna de Fuego que seguía a los hijos de Israel a lo largo del desierto. Y El ha ascendido sobre el Trono en aquel Reino perfecto, cuando el tiempo-el Reino que Jesús está por rendir al Padre, para que Dios sea todas las cosas en todo. Jesús se sienta sobre Su Trono aquí como nuestro José...
Ahora, vean Uds. que José estaba sentado sobre un trono gentil. Ahora verán que Jesús se sienta sobre Su Trono y Uds. pueden ver que será un trono gentil. Se sienta sobre Su Trono y El se sienta sobre la Iglesia que es ese Monte Santo. “...Entonces el Rey es esa Lumbrera... (¿Quién es esa Lumbrera? El Rey es esa Lumbrera)...que estará encima del Monte de Sión... (¿Dónde estará? Encima del Monte de Sión o sobre el Monte de Sión)... Y Su Santa Luz inundará la ciudad completa.”
Su Santa Luz inundará la ciudad completa. Ahora, vean que la Luz de ese Rey, la Luz de nuestro José inundará la ciudad completa, la Luz de El. Ahora, vean que El es la Luz y El entonces alumbra a la ciudad completa. La Luz de El se esparce para todos.
Bueno, cada uno de los mensajeros tuvo la luz que correspondía tener para el tiempo en que vivieron. Ahora, vean Uds., la luz que tuvo Lutero, mas bien fue un reflejo de la Luz de este Rey, de esta Lumbrera. ¿Ve? Fue un reflejo solamente. Por lo tanto, reflejó una porción nada más. Por lo tanto, la luz que proyectó o reflejó Lutero no será la Luz que inundará la ciudad completa. No será la luz del mensaje de Lutero, la luz o el Mensaje que inundará la ciudad completa. El mensaje de Lutero no será el mensaje que inundará a todos los escogidos de esta Edad y de las edades pasadas. Sino que será la Luz, no de la primera, segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta o séptima edad, la que inundará la ciudad completa, sino que será la Luz de la Edad de la Piedra Angular. Esa será la luz, esa será la Revelación que llegará a todos los escogidos de este tiempo y de los tiempos pasados. Esa será la Luz que estará brillando por toda la eternidad. Porque esa será la Luz eterna; será el Mensaje Eterno que brilla en la Edad del Trono, que es una Edad Eterna. Por eso el Mensaje es eterno y la Luz es eterna. Por esa causa, entonces esa Luz, ese Mensaje, inundará a todos los escogidos aun de las edades pasadas. Y ellos estarán por toda la eternidad con el Mensaje; con la Luz de la cima de la Montaña. Ellos no pueden ser perfeccionados sin la Luz de la cima de la Montaña. Porque la luz que ellos tuvieron en su tiempo era una porción, era solamente una porción de la Palabra; era un reflejo de lo que vendría más adelante, donde la Luz completa brillaría en todo Su poder. Porque así nos es prometido en la Palabra que “a los que temen mi nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salud - salvación; y saldréis y saltaréis como becerros de la manada.”
Por lo tanto, fíjense que el Señor en Su Venida, se presenta como el Sol de Justicia. Y a los que temen Su Nombre nacerá el Sol de Justicia. Nacerá, surgirá, aparecerá el Señor como el Sol Naciente, por el Este; como el mensajero del Este le nacerá el Señor en Su Segunda Venida a los que temen el Nombre del Señor.
Ahora, quiero seguir leyendo aquí. Vamos a ver por un momentito cómo es que esa Luz en la cima de la Montaña brillará, nos alumbrará, y entonces no habrá más noche, sino que todo será de día. No habrá una tarde para nosotros, porque los días comienzan por la tarde. Ya la tarde pasó; fue en el tiempo del cuarto Elías. En el tiempo del cuarto Elías, en ese tiempo del cuarto Elías, en el tiempo de la tarde, habría Luz. Pero ahora estamos en el tiempo de la mañana; en el tiempo de la mañana, en este día perfecto que comenzó por la tarde pero que ahora en la mañana sigue de largo; sigue por toda la eternidad.
Entonces mire aquí lo que fue prometido y lo que Dios cumplirá en este tiempo en términos espirituales. Luego eso mismo lo cumplirá literalmente después del Milenio. Ahora, vean Uds. y entiendan bien, que todas las cosas que Dios hará después del Milenio allá, son todas las cosas que Dios hace después de la edad de Laodicea acá, porque el Milenio allá representa la Edad Séptima de Laodicea, y la Edad Séptima de Laodicea representa la Edad Milenial allá. Vean Uds. que como termina el Milenio allá, así es como termina la Edad Séptima de Laodicea acá. Lo que ocurre entre el fin del Milenio y la continuación en la Eternidad, lo que hay en medio de eso es un juicio, el juicio final. Ha de haber un juicio final allá; tiene que haber un juicio final acá.
Por lo tanto, este juicio final de acá es un juicio final en el cual el Rey se sienta sobre Su Trono en la Edad de la Piedra Angular y juzga y hace un juicio espiritual acá. Hablando en términos espirituales, en términos religiosos, hace un juicio para... no quisiera decirlo tan rudo, pero tengo que decirlo... no tengo otra palabra, Ud. sabe que... yo soy una persona de pocas palabras, y cuando tengo que decir algo que es un poquito duro, no encuentro palabras, sino las que hablan tan claro que se sienten un poco duras. Pero en ese tiempo allá va a haber un juicio final para toda la humanidad. Escuche bien eso. Allí bueno, los libros son abiertos y allí han de salir libres aquellos que sus nombres no fueron borrados del Libro de la Vida. Pero los que fueron borrados, y los que no estaban, todos ellos van a ser echados al lago de fuego. En palabras más claras, va a mandar a unos para vivir eternamente y va a mandar a otros para el lago de fuego, para el infierno. Y eso es lo mismo que espiritualmente sucede acá. A unos los manda para el infierno, y a otros los coloca en el Reino de Dios.
Bueno, si la humanidad religiosa supiera la hora en que estamos, y que hay un juicio espiritual-hablando en términos religiosos-hay un juicio espiritual donde algunos van a salir tan mal que ya sin aún haber pasado al Milenio literal, van a ser echados al infierno y aun al lago de fuego en términos espirituales. En palabras más claras, serán echados a la quinta dimensión y eso es todo. Bueno, y después de eso, la gran tribulación se encargará del fuego literal que les haga falta para ser destruidos. Todo eso, fíjense, ese fuego de la gran tribulación señala el lago de fuego que va a venir allá después del Milenio. O sea, que acá, acá todas estas cosas que ocurren-la Edad de Laodicea que es la séptima Edad-representa el Milenio. Lo que ocurre después de la Edad de Laodicea, encontramos que el diablo es soltado para tratar de engañar si fuera posible aun a los escogidos. Pero él logrará engañar a los que son de él, pero no a los escogidos-no puede engañarlos. Así pasará también al terminar el Milenio. Por lo tanto, Ud. tiene que ver que las cosas que van a pasar allá literalmente, pasan primero acá espiritualmente.
Así es que siendo las cosas de esa manera, entonces nosotros tenemos que tener nuestros ojos abiertos porque más grande y más importante es este tiempo, que el tiempo que va a venir. Porque el que salga mal acá, va a salir mal allá. El que salga bien acá, bueno, ya Ud. sabe que si es escogido, no va a tener que pasar por aquel juicio de allá. Ahora recuerde que los escogidos acá en este tiempo están colocados ¿dónde?, en el Trono del Señor para juzgar. Porque fueron colocados con El en Su Trono para juzgar a ¿qué?, para juzgar en términos espirituales, en términos -vamos a decir, para que se entienda mejor- en términos no políticos, sino en términos religiosos. Entonces en términos religiosos hay todito lo que hay en los términos literales también. Por lo tanto, en términos religiosos hay gobierno, hay política, hay de todo eso; y en los términos literales también hay de todo eso. Pero Dios tiene un Reino y tiene Su política, y tiene Su forma de obrar.
Por lo tanto, así como va a suceder allá, sucede acá también. Así es que todo esto acá es más importante para nosotros que lo que va a suceder allá. Si Dios nos coloca acá en Su Trono y nos sentamos con El en Su Trono para juzgar, es entonces porque hemos sido encontrados y tenidos por dignos y hemos sido encontrados con nuestro nombre colocado en el Libro de la Vida del Cordero. Entonces hemos venido a ser las personas que tenemos la promesa de sentarnos con El en Su Trono para juzgar, de sentarnos con El en Su Trono para entonces examinar todas las cosas en el aspecto religioso, y entonces traer una sentencia.
Usted sabe que hemos estado hablando-en tiempo atrás- acerca de un juicio que hay establecido, que ha sido colocado un juicio en esta tierra, en términos espirituales. Ahora estamos en el tiempo en que la sentencia está por ser hablada. Luego que la sentencia sea hablada, solamente lo que resta es ¿qué? la gran tribulación. Así es que Uds. pueden ver estas cosas.
Vamos a seguir aquí. Ha sido hecha la promesa a través de las edades de que ha de haber una Luz, que es la Estrella de la Mañana, que es el Sol que nacerá para alumbrar a los escogidos; y esa promesa es cumplida a los escogidos de este tiempo. Porque esa promesa es de acuerdo a como fue dicho en Malaquías 4: “Y a los que temen mi Nombre, nacerá el Sol de justicia; y en sus alas traerá salud. Y saldréis y saltaréis como becerros de la manada.” Vean Uds. que a los que le cumple Dios esa promesa es a los escogidos de este tiempo. Entonces los escogidos de las edades pasadas tienen que recibir el cumplimiento de esa promesa cuando Dios la cumple en este tiempo.
Ahora, vean cómo es que en la cima de la Montaña esa Luz alumbrará a todos los escogidos. Ahora, recuerden que es el mismo Pilar de Fuego. Pero el Pilar de Fuego entonces se manifestará de cierta forma y traerá un Mensaje a través de carne humana, y con ese Mensaje alumbrará a todos los escogidos. Dice: “Si en alguna ocasión la gente tenía necesidad de una promesa de una tierra donde no habrá noche, fue la gente de la edad del oscurantismo. Por eso es que el Espíritu les está prometiendo la Estrella de la Mañana.”
Ahora, vean Uds. que las estrellas, los siete mensajeros, fueron siete mensajeros en tiempo de oscuridad; en el tiempo de la noche. Pero aquí la promesa es la Estrella de la Mañana. La Estrella de la Mañana solamente aparece cuando el sol está saliendo. El les está diciendo que la Estrella Mayor-Jesús- quien mora en una Luz a la cual ningún hombre puede llegarse, en el Reino futuro los iluminará por medio de Su presencia personal. El ya no estará utilizando las estrellas (mensajeros), para dar Luz en la oscuridad. No estará utilizando a ninguno de los siete mensajeros para dar luz en la oscuridad, sino que El mismo -con Su presencia personal, o sea, en el cumplimiento de Su Segunda Venida- El mismo iluminará a todos los escogidos de ese tiempo; y no estará utilizando mensajeros de las siete edades de la Iglesia para iluminar a los escogidos de ese tiempo, para iluminarlos con el Mensaje, sino que El mismo los iluminará. Será Jesús mismo hablando con ellos cara a cara, mientras El comparte Su Reino con ellos. ¿Cómo es que El comparte Su Reino con ellos? Pues llevando a los escogidos a la Edad del Reino, a la Edad de la Piedra Angular. Entonces les da la Palabra que corresponda a la Edad del Reino y al dársela y ellos recibirla y encarnarse en ellos, El está compartiendo Su Reino con ellos, y ellos entonces están siendo participantes del Reino de Cristo.
Es la Estrella de la Mañana que se ve cuando la luz del sol empieza a brillar. Cuando viene nuestro Sol-Jesús-no habrá más necesidad de mensajero. Cualquier grupo o cualquier denominación podrá decir: “nosotros tenemos el mensaje de Lutero.”
El cuarto Elías dice que para este tiempo en que la Estrella de la Mañana sea vista, es el tiempo en que el Sol ha comenzado a brillar y ya no hay más necesidad de mensajero. ¿Qué Wesley, que Lutero tenía un mensaje poderoso y brilló en aquel tiempo y reflejó la luz del sol en aquel tiempo de oscuridad?
Eso estuvo bueno para aquel tiempo, pero ya no hay necesidad de ninguno de los siete mensajeros de las Edades de la Iglesia. ¿Por qué? Porque es otro tiempo. Estamos en el tiempo de la mañana, en el tiempo en que la Segunda Venida del Señor se cumple; y entonces no es lo que dijo Lutero, o lo que dijo Wesley, o lo que dijeron los otros mensajeros allá; es lo que el Sol de Justicia diga en el tiempo que El aparezca.
No habrá más necesidad de mensajeros. El mismo nos traerá Su Mensaje de regocijo, El mismo-nos traerá Su Mensaje de jubileo, El mismo nos traerá Su Mensaje-no el mensaje de la edad Luterana-El mismo nos traerá el Mensaje... pero no en mensaje de la edad Wesleyana; El mismo nos traerá el Mensaje... pero no el mensaje de la edad Pentecostal. El mismo nos traerá el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular, de la Edad del Reino. El mismo nos traerá el Mensaje del año del Jubileo.
Y a medida que El gobierna Su reino y nosotros vivimos en Su presencia, la Luz de la Palabra llegará a ser más y más brillante en nuestro Día Perfecto. Esa Luz que iluminará e inundará toda la ciudad, esa es la Luz de la Palabra.
“Y a medida que El gobierna Su Reino y nosotros vivimos en Su presencia, la Luz de la Palabra llegará a ser más y más brillante en nuestro Día Perfecto.” O sea, que va en aumento como la aurora. Será más y más brillante en ese día Perfecto. ¿Cuál es ese Día Perfecto? El Día Octavo, que es el Día de la Edad de la Piedra Angular, porque el día séptimo fue la Edad de Laodicea. Y en ese Día Perfecto la Luz seguirá aumentando y aumentando.
Usted sabe que por las mañanas amanece y se ve la Estrella de la mañana, y Ud. ve la claridad, que está amaneciendo; Ud. comienza a ver la claridad, pero de momento no ve el sol. Pero la luz sigue aumentando a medida que el sol va levantándose. Entonces a medida que el sol va levantándose va habiendo más luz. Ese lapso de tiempo, de aumento de luz, Ud. notará que toma cierto tiempo; ese lapso de tiempo, en lo que la luz acaba de brillar completamente, hasta que la Luz de la Palabra acaba de salir completa e ilumina la tierra completa. Acaba de salir la Luz por completo. O sea, acaba de salir por completo el Mensaje del Evangelio del Reino en todas las cosas que corresponden al Mensaje del Evangelio del Reino que es la Luz de la Palabra
La Luz de la Palabra es el Mensaje del Evangelio completo, del Evangelio del Reino. Por lo tanto, vean Uds. que al principio cuando el sol aparece, todavía Ud. puede mirar y decir: “sí, ya el sol ha salido; no lo puedo ver, pero ya veo claridad, aunque todavía no está muy claro.”
“No veo esto muy claro, no veo muy claro esto otro, pero ya sé que amaneció.” Bueno, no veo muy claro esto por aquí, ni veo muy claro esto por aquí, pero ya sé que amaneció. Ya he visto al Lucero de la Mañana, el Lucero del Este, y he visto la claridad del Sol naciente. Por lo tanto, yo espero hasta que termine de salir el Sol; y cuando termine de salir el Sol y se plante arriba, entonces desde arriba iluminará hacia abajo. Al iluminar, yo no veía esto bien, sino que veía la cosa media opaca, media oscura todavía, pero cuando el Sol brilla sobre eso, cuando la Luz del Sol dé por completo sobre eso, entonces la veré por completo.”
“Mientras solamente alguna claridad sea la que toque esto que yo estoy viendo, pero que no se ve muy claro, es porque la Luz todavía no ha enfocado de lleno sobre ese tema; pero cuando sea enfocado de lleno sobre ese tema, lo veremos claramente: tal tema, tal tema, tal tema.”
Bueno, Uds. saben que la Luz del Sol de Justicia-cuando se levanta el Sol de Justicia-y se levanta por el Este, como el Mensajero del Este, para recorrer toda la tierra. Entonces comienza a brillar y a iluminar en parte en una forma gradual. Comienza la luz a extenderse, y comienza a ser, dice: “La Luz de la Palabra llegará a ser más y más brillante en nuestro día perfecto. Cada día será más brillante. ¿Qué más podríamos desear que a Jesús mismo? ¿No es El el Todo, aún el Todo Perfecto?”
Ahora, ya Uds. pueden ver todas estas cosas de las cuales estamos hablando. Muchas cosas al principio, cuando oíamos que había una Fe para el Rapto, y comenzaba la mañana a esclarecerse, comenzaba a distinguirse entre la noche y la mañana, comenzaba a surgir claridad, a surgir luz, y se hablaba acerca de una Fe para el Rapto, y se hablaba de que la Fe para el Rapto estaba en los Truenos, y se hablaba de que había un Nombre Nuevo, y que los Truenos lo darían a conocer; y que de eso dependería la Fe para el Rapto, y que de eso dependería también el Rapto.
Bueno, cuando empezaba un poco de claridad a colocarse sobre esos temas, quizás muchos de Uds. decían: “Bueno, hay algo ahí sobre eso; hay algo ahí sobre el Nombre Nuevo, sobre la Fe para el Rapto, pero yo no veo muy claro eso.” Pero a medida que el Sol sigue brillando; porque el Sol no se detiene, la tierra tampoco, por lo tanto, a medida que el Sol se va moviendo y la tierra va dando sus vueltas, encontramos que el sol sigue subiendo. El sol sigue levantándose; sigue dando más luz para alumbrar sobre la tierra; para alumbrar y que se vean todas esas cosas que no se veían durante el tiempo de oscuridad; que no se vieron durante las Edades de la Iglesia, y que no se vieron abiertamente durante el tiempo de la tarde.
Por lo tanto, sigue el sol levantándose; sigue el sol brillando más y más, más y más fuerte, más y más brilla el sol.
A medida que más y más brilla, a medida que más y más luz viene de parte del sol, Palabra, Revelación, de parte del Sol de Justicia, entonces más claro vamos viendo los temas; más claro vamos viendo sobre el Nombre Nuevo; más claro vamos viendo sobre la Fe para el Rapto; más claro vamos viendo sobre la Edad de la Piedra Angular; más claro vamos viendo sobre todos estos temas de los cuales en edades pasadas, en las edades de la iglesia, no se pudo ver porque se estaba en tiempo de oscuridad.
Encontramos entonces que nosotros estamos colocados en la Edad de la Piedra Angular. Cuando la Luz vino para darnos a conocer la Edad correspondiente para este tiempo y la Edad en que tenemos que colocarnos; fuimos levantados por. la Palabra. Fuimos raptados por la Trompeta de Dios; por la Trompeta del Ano del Jubileo que sonó y nos colocó en el ano del jubileo, nos colocó en la Edad de la Piedra Angular. Fuimos raptados y el mundo estaba de noche; pero para nosotros nació el Sol de Justicia. ¿Ve?
También encontramos que para el mundo fue de noche, porque vino como ladrón en la noche; pero para nosotros fue por la mañana; porque estaba prometido que sería de seis a nueve, y ese es el tiempo en que el Sol se levanta, y ese es el tiempo en que el Sol comienza a brillar tan fuerte y tan fuerte que todas las cosas son vistas tan claras que entonces son raptados, son levantados, a la Edad de la Piedra Angular; son levantados al Reino de Dios para compartir el Reino de Dios... el Señor lo comparte con los escogidos que son levantados ahí.
Ahora, Uds. pueden ver que ese lugar donde somos levantados, ese lugar arriba en la Cima del Monte, es el lugar en donde la Luz está ahí perennemente, donde la Luz está permanentemente, y donde la Luz no se apagará.
La Luz de las Edades de la Iglesia en cada edad terminó. El mensaje, la luz de cada edad, terminó; pero la Luz de la Edad de la Piedra Angular esa nunca termina; porque esa es una Luz Eterna, es el Pilar de Fuego colocado ahí, trayéndonos Su Mensaje a través de carne humana.
Esa Luz no es cualquier Luz. Esa no es la Luz ni de Lutero, ni de Wesley, ni de ninguno de los mensajeros; Esa es la Luz de la Edad de la Piedra Angular; Esa es la Luz del Reino que iluminará a todos los que vivieron en las edades pasadas y a todos los que vivirán en las Edades futuras.
Por lo tanto, ese es el Refugio para todas las personas que viven en este tiempo. Tratar de refugiarse en la edad luterana... ya eso no es un refugio. Ese refugio fue destruido y el enemigo se metió dentro de él. Así, ¿qué refugio puede ser un sitio donde el enemigo se ha metido, y se ha apoderado de ese refugio? Más bien eso no viene a ser un refugio, viene a ser una cárcel. Porque si pertenece al enemigo, entonces no es un refugio, sino que es una cárcel, una prisión, donde son metidos todos aquellos que se meten a refugiarse en una edad que ya pasó. Tampoco la edad luterana, ni Wesleyana, ni la edad Pentecostal, son un refugio para los que están buscando un verdadero refugio en este tiempo.
Los mensajeros de cada edad ya no son los instrumentos de Dios para traer un mensaje que les guiará y que los meterá en el refugio que deben meterse. Los mensajeros de las edades pasadas tuvieron su tiempo. Hoy estamos en el tiempo en que hay un refugio donde el que entra está protegido de todo peligro que hay en esta tierra.
Ahora, Uds. recuerdan que en las leyes del Antiguo Testamento habían lugares de refugio. Las personas que salían huyendo porque querían refugiarse, porque sus vidas corrían peligro, corrían hasta llegar a ese refugio. Cuando llegaban a ese refugio tenían que dejarse llevar por las leyes que correspondían a ese lugar en donde ellos entraban. Ellos no podían vivir de acuerdo a como deseasen; ellos tenían que vivir de acuerdo a las leyes de ese lugar de refugio.
En este tiempo hay un lugar de refugio para todos los que quieren escapar. En ese lugar de refugio son congregados los escogidos. Porque donde estuviere el cuerpo muerto, allí se congregarán las águilas. En ese lugar de refugio hay alimento espiritual en abundancia, está la carne fresca, el Mensaje fresco del Hijo del Hombre en Su Segunda Venida; conforme al orden de Su Segunda Venida. Ahí están también las leyes correspondientes para esa Edad Eterna, que es el Refugio donde únicamente pueden refugiarse todas aquellas personas que desean escapar.
Encontramos que ahí se refugian los escogidos de este tiempo, los cuales son llamados a subir allá arriba; también son refugiados ahí los ciento cuarenta y cuatro mil; se les extiende la oportunidad y lugar para que se refugien ahí. ¿Quieren verlo? Capítulo 14 del libro de Apocalipsis, dice:
Después miré, y he aquí, el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, (sobre el Monte de Sión; en la cima del Monte de Sión estaba en pie) y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. (Ciento cuarenta y cuatro mil, también ahí sobre el Monte de Sión).
¿Dónde van a ser llevados los ciento cuarenta y cuatro mil? A la cima del Monte de Sión, a la Edad de la Piedra Angular. Y ahí dice que... (ya cuando Juan lo vio)... dice que... (él vio lo que había de pasar y los vio a ellos ya sellados)... por eso acá es dicho a los cuatro ángeles que tienen el poder para destruir la tierra, les es dicho por el Angel del Este, por el Angel que se levanta del nacimiento del sol, les es dicho que no hagan nada hasta que sean sellados los ciento cuarenta y cuatro mil. Pero ya aquí en el capítulo 14 de Apocalipsis, ya aquí están sellados. Están sellados, ¿dónde? En su frente. Al estar sellados en sus frentes, fíjese acá en Apocalipsis 7, dice:
...No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
¿Dónde los van a sellar? en sus frentes. Ahora vamos a ver acá, vamos a verlos ya sellados para ver el sello que tienen:
...y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
¡Oh! y cuando fueron sellados lo que se le escribió en la frente fue el Nombre de él y el Nombre del Padre.
Ahora, sabemos que... fíjense en el sello, en el sello que le iban a poner en la frente a los ciento cuarenta y cuatro mil. Al sellarlos, mire lo que aparece en su frente.
Ahora, eso no quiere decir que le van a poner el Nombre de Dios escrito aquí literalmente, eso quiere decir que ellos recibirán la revelación del Nombre Nuevo de Dios, del Nombre eterno de Dios, que es el Nombre Nuevo que recibió Jesús cuando ascendió a los cielos.
Entonces ellos recibirán ese sello, son sellados, y cuando sean sellados tendrán el Nombre Nuevo. Pero primero son sellados ¿quiénes? Son sellados con la revelación. Al ser sellados con la revelación, entonces ya Ud. puede ver que no es que tengan escrito literalmente un sello ahí, sino que ellos ya tienen dentro la revelación, ya la tienen dentro, y ya conocen el Nombre Nuevo, saben el Nombre Nuevo y usan el Nombre Nuevo.
¿Cómo lo recibieron? Bueno, ahí dice que un ángel era el que tenía ese sello para sellarlos. Ese ángel dijo: “cero guerras, cero bombas atómicas, cero destrucción, hasta, hasta que les lleve la revelación del Nombre Nuevo, del Nombre eterno de Dios.”
Recuerden que Moisés cuando fue a Israel a libertar a Israel de Egipto, él dijo: “Mira, a mí no me van a creer; esta gente son unos incrédulos. La primera vez que traté de libertarlos, traté de libertarlos, y lo que trataron de hacer fue echarme en las manos de Faraón para que me matara, y tuve que... Me echaron fuera de en medio de ellos. No quisieron saber de mí. Así es que ahora yo... Tú me mandas para allá, y ellos son unos incrédulos y no van a creer en mí. Yo no voy para allá.”
Bueno, entonces Dios habló con Moisés, y luego de haberle hablado, y de haberle dado algunas señales, luego Moisés todavía no estaba conforme. Luego Dios le dice a Moisés: “Ahora vete.” Moisés le dice: “¡Hum! No, yo no voy para allá todavía. ¡Je! voy y le cuento toditas estas cosas y le digo que Tú me has aparecido, y ellos me van a decir: “Dios no te ha aparecido nada. ¿Cuál es Su nombre? ¿Cuál es el Nombre de El?” Así es que me van a preguntar por Tu Nombre. Y si me preguntan por Tu Nombre, ¿qué les voy a decir?” Entonces Dios le reveló a Moisés Su Nombre, Su Nombre eterno, Dios se lo reveló a Moisés. Moisés entonces se fue tranquilo.
Por lo tanto, ya Ud. puede ver lo que significan todas estas cosas de las cuales hemos estado hablando en estos días. Tenemos que estar conscientes de que hay un solo refugio en este tiempo. Y no es la edad luterana; ese fue un refugio temporero para aquel tiempo. En aquel tiempo no estaba la... si se peleaba cualquier guerra, no era una guerra atómica. Así es que no había necesidad de un refugio permanente que pudiera librarlos de la radioactividad. Pero tampoco fue la edad Wesleyana ni la edad Pentecostal.
Esos fueron refugios temporeros mientras que llegaba un refugio eterno, el cual es la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad Eterna. Todos los que entran ahí son colocados en un refugio eterno en donde la radioactividad no les podrá hacer nada; en donde la gran tribulación no les podrá hacer nada. Esto es hablando de los escogidos, de los predestinados que han de ser transformados. Porque en ese Refugio hemos de ser transformados; y cuando seamos transformados, entonces ya no habrá ningún peligro para nosotros.
Ahora, estamos ahí refugiados en ese refugio, y El está ahí con nosotros en ese refugio, porque ese es el Trono de El. ¿Qué mejor lugar de refugio que el Trono del Señor, la Edad del Hijo del Hombre? ¿Qué mejor lugar para refugiarse, sino la Edad del Hijo del Hombre? Ese es el mejor lugar de refugio. Por lo tanto, ahí El nos ha colocado, nos ha introducido ahí, y ahí estamos seguros. No hay peligro si nos mantenemos guardando las leyes correspondientes a ese Refugio.
Ahora, si Ud. saca la cabeza fuera... Eso fue lo que le pasó a Eva. Mientras Adán y Eva estuvieron refugiados en el refugio de la Palabra que les fue dada, ellos no corrían ningún peligro. Pero ella se salió fuera, y al salirse fuera se encontró con Satanás a través de la serpiente. Ella se salió fuera del Refugio, fuera de la Palabra.
Así es que Ud. no corre peligro a menos que Ud. se salga fuera. Si Ud. se sale fuera del Refugio, y viola las leyes de esa Edad en que vive, Ud. tendrá que atenerse a las consecuencias de que el diablo logre herirlo a Ud. en una u otra forma. Ud. pagará por haberse salido fuera del refugio. Así es que es mejor mantenernos al día siempre; sabiendo, conociendo y manteniéndonos de acuerdo a las leyes de esa Edad, de acuerdo al Mensaje correspondiente para ese tiempo.
Bueno, hay muchas personas de las que están esperando la Venida del Señor, los cuales esperan que el Señor en Su Segunda Venida ponga literalmente Sus pies sobre el Monte de los Olivos, sobre un Monte allá. La promesa es que El pondrá Sus pies sobre el Monte de Sión. Por eso Uds. encuentran que el Hno. Branham algunas veces parece como que confunde el Monte de Sión con el Monte de los Olivos. Aparentemente, Ud. encuentra que él como que confunde eso; pero no es que lo confunde. Es que él está más bien hablando del Monte de Sión, de la Novia, hablando de la Venida del Señor sobre el Monte de Sión.
Bueno, mire por ejemplo, aquí dice: “Acontecerá también en aquel día que saldrán de Jerusalén aguas vivas, la mitad de ellas hacia el mar oriental, y la otra mitad hacia el mar occidental en verano y en invierno.” Miren lo que dice el Hno. Branham: “El Evangelio yendo hacia judíos y gentiles.” Eso que está escrito ahí que se ve como literal, en lo espiritual eso representa el Evangelio yendo hacia judíos y gentiles.
Ahora, vean Uds. que las cosas literales que están ahí escritas y profecías que están ahí, que se ven ahí, y que todo parece indicar que se cumplirá en lo literal, Dios también lo cumple en lo espiritual. El Monte de los Olivos allá, que se partirá por medio, eso representa al Monte de Sión, la Novia, sobre la cual el Señor en Su Segunda Venida descenderá sobre la cima del Monte. ¿Ve? Entonces ahí El cumple Su Segunda Venida entre el pueblo gentil. Por eso es que el Libertador, ¿adónde vendrá? A Sión. En Sión es que Israel verá a su Libertador.
Bueno, dice también que en el Monte de Sión habrá un remanente. Eso lo dijo Abdías en el verso 17. También en el mensaje titulado “Cristianismo Contra Idolatría”... Uds. saben que el Hno. Branham y también Iréneo dijeron que al final de las Edades, cuando éstas hubieran terminado, dice que “entonces los escogidos, los hijos de Dios, coronarán al Rey de reyes.” ¿Ve? Eso es lo que está dicho aquí. Déjeme leerles aquí. Porque todas estas promesas son algo grande y glorioso que es anunciado, pero en su cumplimiento es algo sencillo, es algo tan y tan simple y sencillo que la gente lo pasará por alto. Para la humanidad será una señal pasada por alto. Porque la señal pasada por alto siempre es... una señal de Dios pasada por alto, siempre es un profeta de Dios enviado por Dios. Y noten Uds., en la página 134 de Los Sellos dice:
Y noten ustedes, cuando este Espíritu Santo que tenemos, llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma de Espíritu Santo, cuando El llegue a ser encarnado en la persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como Rey de reyes y Señor de señores. (¿Cuándo? Cuando el Espíritu Santo llegue a encarnarse, entonces le coronaremos como Rey de reyes y Señor de señores. Cuando llegue a encarnarse en la persona de Jesucristo. Entonces será Jesucristo en Su Segunda Venida con Moisés y Elías. ¿Ve?)
Ahora, vean Uds. la promesa que hay ahí. Aquí en la página 25 del mensaje titulado “Cristianismo Contra Idolatría,” nos es dicho: “Usted se esfuerza en hacer que la Palabra de Dios diga algo para cuadrar con su organización. Ud. así ha tomado las joyas del cuerpo del Gran Rey, y con ellas se está formando una imagen de un perro, o de una zorra, o de un cerdo, u otra cosa; y de esa manera engaña a los ignorantes de la Palabra; ¡Aleluya! Pero hay algunos que tienen el Espíritu de Dios y que se mantienen firmes en la Palabra encarnada. ¡Que Dios aumente nuestras filas! La Palabra y nada más que la Palabra.” Y sigue diciendo aquí, más abajo, dice: “En vez de poner las joyas en el Gran Rey-Cristo. ¡Oh! ¡Aleluya! Ese es Dios encarnado, Cristo.” Déjeme ver si consigo otro lugarcito aquí mismo. Vamos a dejarlo aquí pendiente.
Ya Uds. pueden ver la manera para el Señor, en Su Segunda Venida, ser coronado como Rey de reyes y Señor de señores, por Sus santos, los que le esperan. Cuando le vean, le coronarán como Rey de reyes y Señor de señores.
Ahora, no es que le van a poner una corona literal. Recuerde que en este tiempo las cosas ocurren en lo espiritual, y la gente ni se da cuenta.
Ahora, mire Ud. cómo ha sido la segunda crucifixión: una crucifixión espiritual, con una corona espiritual de mofa que le pusieron cuando le crucificaron en Su Segunda crucifixión. Pero los santos no le coronan con una corona de mofa; no le coronan mofándose, sino que le coronan reconociéndole y honrando el cumplimiento de la promesa para el tiempo en que vivimos. Esa es la manera en que los santos le coronan en este tiempo. 94 Por tanto, ya Ud. puede ver la hora en que estamos, puede ver el refugio donde estamos metidos, puede ver que no estamos solos ahí, puede ver que estamos metidos en un Refugio muy seguro; porque ese Refugio es el Trono del Rey. Nosotros estamos ahí metidos y le reconocemos a El ahí. Nos hemos sentado con El ahí; porque El nos ha invitado a sentarnos con El en Su Trono. Por tanto, estando sentados ahí, entonces tenemos que saber nuestra posición, porque fue dicho...
Quizás algunas personas podrán preguntarse, ¿y por qué Ud. usa tanto los mensajes del Hno. Branham? Porque fue un profeta vindicado. Como fue un profeta vindicado, yo, no solamente uso lo que Dios dijo a través de él, sino todo lo que Dios dijo a través de todos los demás profetas. Por lo tanto, yo tomo todo lo que los profetas de Dios han dicho, y por eso tomo lo que dijo el hermano Branham. Lo tomo para mostrar las cosas que Dios ha prometido y para mostrar también el cumplimiento de ellas.
En la página 33 del mensaje titulado: “Cristo es el Misterio de Dios Revelado,” nos es dicho: “El nuevo nacimiento es una revelación en la cual Dios se revela a la persona... (Dios le revela a la persona)... este gran misterio. Ese es el nuevo nacimiento. Ahora, ¿cómo será cuando se reuna todo aquel grupo a una vez en donde la revelación será perfectamente en armonía, y Dios expresado por medio de Su Palabra en las mismas acciones y hechos como cuando hizo la Palabra manifiesta? ¡Oh, si la Iglesia únicamente conociera su posición! ( ¡Si la Iglesia únicamente conociera su posición!) Así será algún día. ( ¡Oh, qué promesa fue hecha ahí!)... Así será algún día, entonces acontecerá el Rapto; o sea, cuando ella reconozca lo que es.”
Ahora, vean ustedes, hemos visto y hemos sabido que nuestra posición no es estar metidos en la edad luterana, ni Wesleyana, ni Pentecostal. Nuestra posición es la Edad de la Piedra Angular. Cuando hemos reconocido nuestra posición, entonces fuimos raptados espiritualmente. Estando ahí colocados en esa posición, tiene que haber también una traslación literal a la otra dimensión, la cual estamos esperando. Por lo tanto, nosotros no confundimos el Rapto espiritual con el Rapto literal. Más bien nosotros sabemos hacer la separación. Si fuimos raptados en el Rapto espiritual, seremos raptados en el Rapto literal. ¿Por qué? Sencillamente porque de la misma manera y con los mismos instrumentos ocurrirá el Rapto literal también.
Bueno; ahí no les dije mucho, pero se los dije todo. Así es que ya sabemos lo que viene; y como sabemos lo que viene, estamos preparados.
Esperamos seguir ahí en el Refugio, en ese Refugio que es un Refugio de reposo. Ya no necesitamos un sábado literal para reposar, porque sábado quiere decir reposo; tampoco necesitamos la Edad de Laodicea, que es la edad sabática, o la edad que representa el sábado, no la necesitamos para reposar; porque nosotros hemos entrado a un reposo, hemos entrado a un refugio, que es el año del jubileo, en donde tenemos reposo eterno. ¿Ve?
Así es que ya las preocupaciones han ido desapareciendo. Ya no estamos preocupándonos por lo que predicará Fulano por allá, o Zutano por acá, o Mengano por allá; qué luz tendrá; voy a ver si tiene más luz, o qué luz hay por tal o cual sitio; más bien, sabemos que en ese Refugio es que Dios dijo que colocaría esa luz. Así es que si estamos ahí, y esa Luz está brillando para beneficio de todos nosotros; y a medida que va brillando cada día más, vamos viendo las cosas más y más claras.
Por lo tanto, a medida que vamos viendo las cosas más y más claras, no es motivo para tropezar, no es motivo para escandalizarnos, sino, es motivo para darle gracias a Dios que nos tiene ahí colocados, y que nos permite ver las cosas que podemos ver. El poder de Dios, Su poder, nos permite ver Su Venida. ¿Ve? El poder vivificador nos permite ver Su Venida, y por eso es que nosotros creemos las cosas que corresponden a la Edad de la Piedra Angular.
Los escogidos pueden ver a Dios hecho carne; los otros no. Eso es conforme a lo que fue ya hablado. Por lo tanto, entonces a nosotros no nos escandaliza, ni nos es motivo de tropiezo, ni nos desalentamos si las demás personas no pueden ver lo que nosotros vemos; más bien, tenemos que dar gracias a Dios porque nuestros ojos ven lo que ven, y nuestros oídos oyen lo que oyen; porque muchos desearon ver lo que nosotros vemos, y oír lo que nosotros oímos y no pudieron: No lo vieron, ni lo oyeron. Pero bienaventurado el que tiene oídos para oír, y ojos para ver lo que hay que ver y lo que hay que oír en este día. Pero muchos desearon verlo; pero si no tienen ojos para ver; ¿cómo lo van a ver? Y si no tienen oídos para oír, ¿cómo lo van a oír? Pero bienaventurados somos porque vemos lo que vemos y oímos lo que oímos, porque se ha cumplido la Escritura que dice: “que son bienaventurados los que tienen oídos para oír.” ¿Para oír qué? Lo que el Espíritu dice. Por lo tanto, entonces dele gracias a Dios de que Ud. y yo somos bienaventurados.
Ahora, ¿estará Ud. dispuesto a sufrir por esa bienaventuranza que tiene? ¿Estará Ud. dispuesto a sufrir oprobio, a sufrir críticas, a sufrir aun hasta dar su vida por lo que sus ojos ven y sus oídos han oído? Si Ud. está dispuesto a todo por lo que Ud. ha visto y ha oído, Ud. está en la misma condición en que estaba Juan, el discípulo amado, cuando decía: “Porque no podemos dejar de decir lo que nuestros ojos han visto, lo que nuestros oídos han oído, y lo que nuestras manos han palpado, tocante al Verbo de Dios, a la Palabra hecha carne. Porque en el principio era el Verbo-la Palabra-y la Palabra era con Dios y la Palabra era Dios, y la Palabra se hizo carne; y vimos Su gloria como la gloria del unigénito del Padre, lleno de gracia y virtud.”
Y nosotros somos bienaventurados, y podemos decir como Juan podía decir: No podemos dejar de decir lo que nuestros ojos han visto, lo que nuestros oídos han oído, y lo que nuestras manos han palpado tocante a la promesa de la Palabra hacerse carne en este tiempo, para cumplir Su Segunda Venida. Por lo tanto, somos bienaventurados todos nosotros, porque todos hemos visto la misma cosa.
¿Y qué de los demás que no quieran ver, o que no puedan ver? ¿Qué de los líderes que se levanten en contra para impedir que sus seguidores vean lo que nosotros vemos? Jesús allá dijo: “Déjenlos quieto. Son ciegos, guías de ciegos;” Por lo tanto, si el guía cae en el hoyo, también el que es guiado caerá en el hoyo. Así es que ambos caerán en el hoyo, tanto el que los guía como los ciegos que lo siguen; porque ambos son ciegos.
Así es que Ud. puede ver que ninguno de los que se levantaron, ningún ministro que se levantó en contra del Señor en Su Primera Venida, ninguno se salió con la suya: Cayeron en el hoyo, tanto ellos como los que los siguieron. Solamente había una forma para no caer en el hoyo, y era dejar de seguir a los ciegos y seguir ¿a quién? A aquel líder que no estaba ciego, en el cual se estaba cumpliendo lo que Dios había prometido.
Así es que cualquiera que se levante en este tiempo para tratar de combatir el cumplimiento de la promesa de Dios para este tiempo, para tratar de que la gente no vean y sigan, el cumplimiento de la promesa de Dios para este tiempo, caerán en el hoyo; tanto ellos como líderes, como sus seguidores. Más oportunidad tendrán los que son guiados que los que guían a la gente al precipicio. O sea, que más oportunidad tendrá el pueblo que los líderes que guían a la gente en contra del cumplimiento de lo que Dios ha prometido para este tiempo.
Toda persona que se levante para hablar en contra de la Segunda Venida del Señor, del cumplimiento de la Segunda Venida del Señor, tendrá problemas con Dios; y se identifica él mismo como un líder ciego, guía de gente ciega, que están esperando una cosa y Dios se la cumple en sus narices, y no la pueden ver ni pueden oír; porque ni tienen ojos para ver, ni oídos para oír lo que Dios tiene para ese tiempo.
Por tanto, ese es el tiempo en que nosotros vivimos; pero para el pueblo del Señor, para los escogidos hay un Refugio, el cual podrá resistir todas las cosas que puedan venir. No se salga de ese Refugio. Si Ud. se sale, entonces ya Ud. tendrá problemas; ya Ud. tendrá problemas si se sale del Refugio. Entonces ya Ud. sabe lo que le va a suceder.
Dice: “Una vez más, Dios sacudirá la tierra, y esta vez caerá todo lo que puede ser derrumbado. Entonces El la renovará. En marzo del 1964, aquel terremoto en Alaska, el viernes santo, conmovió al mundo entero aunque no lo desequilibró. Dios solamente estaba avisando con un temblor mundial lo que muy pronto hará en una escala mucho más grande. El va a castigar a este mundo maldito por el pecado, con truenos y temblores. Hermano y hermana, hay un sólo lugar que puede soportar tales sacudidas, y ese lugar es en el redil del Señor.” ¿Cuál es el redil del Señor en este tiempo? ¿La edad luterana? ¿La Wesleyana? ¿La Pentecostal? No, la Edad de la Palabra, la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Hijo del Hombre, la Edad del Reino. Ahí en el Reino es donde únicamente se estará seguro. “Yo le ruego mientras la misericordia de Dios todavía está disponible, que Ud. entregue su vida completa sin reservas a Jesucristo; quien como fiel pastor le salvará, le cuidará y le presentará sin arruga ni mancha, en gloria con muy grande gozo.”
Bueno, ya Uds. pueden ver ese Refugio de reposo. Cuando se entra a ese Refugio, a ese Refugio de reposo, entonces se está tranquilo.
Ahora, entienda bien, una cosa es Ud. como individuo, tener la Piedra Angular; lo cual eso viene a ser la plenitud de Dios en Ud. como individuo. Otra cosa es tener entre nosotros la Piedra Angular, lo cual es la Segunda Venida del Señor. Otra cosa también es como grupo o como edad, nosotros tener la Edad de la Piedra Angular. ¿Ve? Tenemos la Edad de la Piedra Angular, y estamos en esa Edad. Como grupo estamos sellados en esa Edad. También como individuos, pero muchos, en forma grupal, sabemos que tenemos la Piedra Angular. Como individuos, la Piedra Angular es la Palabra hecha carne en toda Su plenitud en cada uno de nosotros. En eso es que estamos. La Palabra se está encarnando en cada escogido y algún día cada escogido será la Palabra hecha carne en toda su plenitud. O sea, será Jesucristo en carne humana en usted y en mí.
Por lo tanto, no quiero, nunca he querido, que Uds. confundan las cosas y hagan una mezcla; porque después no saben en qué lugar están: como individuos, o como grupo. Hay que saber hacer la diferencia. Entonces Ud. también, su cuerpo terrenal, también va a tener la Piedra Angular, su cuerpo terrenal. Eso es cuando sea transformado, cuando se junte el otro cuerpo, cuando venga y ocurra la transformación. O sea, esos carros de fuego que están por ahí... Dice que uno de ellos va a venir y va a ocurrir algo, y vamos a ser transformados. ¿Ve? Vea Ud. que todo tiene que ver con luz. Esos carros de fuego son unas luces misteriosas. Una de ellas va a venir sobre el cuerpo suyo, y Ud. va a ser transformado. ¿Ve?
Así es que podemos ver dónde estamos, podemos ver ese lugar de Refugio, y podemos ver que en lo literal estos cuerpos van a ser metidos literalmente en un lugar de Refugio, van a ser metidos en esa luz misteriosa, en esas luces misteriosas que los científicos llaman platillos voladores. Pues, estos cuerpos van a hacer contacto con esas luces misteriosas, y van a venir, y vamos a ser metidos en ese refugio, en lo literal.
Ahora, estamos hablando en lo literal. Estos cuerpos van a ser metidos ahí en donde la radioactividad no llega. Por lo tanto, entonces no tendremos que preocuparnos cuando ese momento llegue, ya que nosotros actualmente ya estamos dentro del Refugio, en términos espirituales. Por lo tanto, entonces el resto de lo que falte, Dios también lo va a cumplir para nosotros.
Así que Dios nos bendiga en esta mañana o en este día, que Dios nos guarde. Sepamos que es un Refugio de reposo. Por eso espiritualmente reposamos. Estamos tranquilos. ¡Qué anuncian una guerra.! Y nosotros tranquilitos, porque sabemos que eso también tiene su día. Eso también tiene su día y no es permitido que ocurra antes del tiempo en que debe ocurrir. También estamos tranquilos, estamos en reposo, porque estando en el año del Jubileo, en el año cincuenta, es el año número ocho, es el día número ocho, y ese es un tiempo de reposo. Aunque es domingo, es un tiempo de descanso, es un tiempo de reposo, donde nuestras almas reposan. Estamos tranquilos. Sabemos dónde nos encontramos.
Entonces nadie nos podrá confundir. Si Ud. se deja confundir es porque se sale del lugar de reposo, se sale del Refugio. y entonces corre peligro; pero mientras esté ahí, firme ahí, usted escuchará todo lo que hay ahí, y Ud. no podrá ser confundido, no podrá ser engañado. Ud. permanecerá ahí por toda la eternidad.
Hay tanto para hablar de eso, pero ya el tiempo nos falta. Ya hemos llegado, hemos llegado ya a la hora de concluir. Vamos a concluir ya. Dios nos bendiga en este día. Dios nos guarde.
Tengo algunos anuncios ya que este año, sabemos que hay muchas cosas que han de ocurrir. También sabemos que Dios estará obrando de una manera maravillosa. Vamos a orar mucho por la forma en que Dios quiera que nosotros obremos. Como Uds. saben, he tenido que tomar toda la responsabilidad sobre mis hombros ahora en estos días. Tendré que moverme y hacer las cosas de acuerdo a como Dios me guíe que las haga, aunque parezcan raras, aunque parezcan inconcebibles, aunque parezca que estoy cometiendo algún error en la manera en que Dios me guíe a obrar. De todas maneras yo haré las cosas que Dios me guíe a hacer, aunque de momento parezcan un tremendo error o-como decimos comúnmente-“una metida de pata.”
Mire, desde que yo comencé en el ministerio he estado, aparentemente, “metiendo las patas.” Imagínese, para comenzar a predicar, lo primero que prediqué fue Isaías 3, que eso podría ser la ruina de cualquier predicador que empieza con eso en su ministerio. Eso fue por allá por el 1962. El primer mensaje que prediqué públicamente en una iglesia, allá en “Los Discípulos de Cristo,” en Sabana Seca, donde yo asistía. Allí fue que prediqué mi primer mensaje a una congregación, un mensaje ya formal. Prediqué de juicio, prediqué de las bombas atómicas, de la destrucción atómica, y del corte del cabello de las mujeres, de la pintura y de los tacones largos. Todo eso fue predicado usando a Isaías capítulo 3. Con eso fue que yo prediqué.
Para cualquier teólogo, cualquier maestro, cualquier ministro, al oírme predicar un mensaje de esa clase, vería mi primera “metida de pata,” al predicar un mensaje como ése, en vez de empezar con un mensaje dulce. Comencé condenando a todos los que actuaban fuera de la Palabra de Dios. Comencé con un mensaje de juicio y condenación para los desobedientes.
Si “metiendo la pata” Dios me ha traído hasta donde me ha traído, pues yo creo que habrán muchísimas otras cosas que parecerán que estaré equivocado, pero después Dios dará testimonio de que yo no estaba equivocado.
Predicar el Nombre Nuevo del Señor, eso también, para todos ustedes, de momento, podía parecer un tremendo error. Meterme yo en un campo como ése, e n vez de dejarle eso a un ministro que hablara inglés, o que fuera americano, o uno que hubiera estado al lado del hermano Branham por muchos años, que conociera bien todos los mensajes que el Hno. Branham había predicado, que conociera bien al Hno. Branham, y que fuera un ministro que tuviera toda la información de todos los mensajes que el Hno. Branham había predicado desde el cuarenta para acá. Pues eso debí de habérselo dejado a alguien que supiera y que hubiera oído o leído más mensajes que yo.
Bueno, ponerse a hablar de un tema como ése, y tan delicado. Entonces para muchos fue un error que yo cometí. Y luego establecer el Nombre del Señor en la adoración, en el uso, usar el Nombre del Señor en la Nueva Dispensación, establecer una Nueva Dispensación con el Nombre Nuevo del Señor, y todas estas cosas. Bueno, eso también aparentemente era un error, una “metida de pata” mía, porque para muchos yo no era la persona, el hombre, que debía hacer una cosa como ésa.
Luego anunciar que yo estaría aquí en Cayey. Bueno, eso fue entonces también otra “metida de pata,” un reto, y eso parecía inconcebible, eso no podía ser. Que todo el pueblo estuviera aquí, que todos los que se reunían en otras congregaciones estuvieran aquí para yo estar trayendo la enseñanza que Dios me había dado para ustedes.
Bueno, romper las congregaciones porque un muchacho ahí dice que Dios le habló y que la cosa es así como él dice. Romper tal y tal congregación, y él mismo romper la que él tiene, y seguir andando, e irse para... acá para Cayey con un pedazo de lona... Que ni tenía la lona, no tenía ni la carpa... Y después cuando tuve la primera, era una carpa viejísima de unos cuantos años, y que al poquito tiempo empezó a romperse. Eso era una “metida de pata” mía.
Pero ahora ustedes saben que eran aparentes errores míos. Pero Uds. saben ahora que yo lo hacía porque Dios me decía que lo hiciera de esa manera. Cuando yo lo hacía era porque ya Dios me había hablado de que lo hiciera. Y cuando Dios me ha hablado que haga una cosa, yo la hago aunque me cueste la vida. Ese fue el trato o el pacto que yo hice con Dios. Allá cuando El me llamó al ministerio por el 1962, yo Le dije: “Yo no soy predicador, yo no soy ministro, no he ido a seminarios ni a institutos, no sé predicar, y Tú me estás llamando, y yo no sé hacerlo.
Ahora, yo estoy dispuesto a una cosa, pero no estoy dispuesto a ir a seminarios ni a institutos, ni a ningún lugar a estudiar para aprender para después predicar. Y o estoy dispuesto a una cosa, y es a que Tú me enseñes. Tú me enseñas y Me dices lo que debo predicar, y yo lo predico. Ninguna otra cosa estoy dispuesto a hacer.
Bueno, hasta aquí El no me ha fallado a mí; quizás yo le he fallado a El en algunas ocasiones, porque me haya aguantado en decir algunas cosas, pero después a lo último siempre se las he dicho.
Así es que por este Mensaje que Él me ha dado, ya Uds. saben que yo estoy dispuesto a todo, aún a morir por este Mensaje. Aun estoy dispuesto a que si por predicar lo que Él me da para predicar tuviera que quedarme solo aquí, me quedaría solo. Ud. dice: “¡Qué problema se va a buscar!” No, menos problemas. Menos problemas. Mientras más gente, más problemas. Así es que... mire, cuando yo estaba en Ponce con un grupito pequeño, no tenía casi problemas. Luego ahora cuando he estado aquí, entonces han habido muchísimos problemas. Todos esos problemas Uds. los trajeron, vinieron arrastrando con ellos por todos esos años, pero no estamos llamados a arrastrar con problemas, y nos hemos parado para la solución a los problemas de cada uno para que se acaben los problemas. Si Ud. se busca otro, yo no sé cómo lo vamos a resolver.
Pero realmente cuando vinimos aquí, el pueblo vino lleno de problemas y nos ha tomado bastante tiempo para afrontar todos esos problemas. Esperamos de parte de Dios que ya Dios nos mire de tal manera y vea que ya los problemas que se habían de resolver, se resolvieron, y el resto, que Él los resuelva a la manera de Él. Porque, ¿qué más puedo hacer yo? Si Uds. se meten en nuevos problemas, ¿qué puedo hacer yo por Uds.?
Bueno, quizás esto de este tema que el Señor nos está dando... Recuerden que cuando Dios nos abrió las puertas para la solución a los problemas fue con un mensaje titulado: “Dios Juzga el Corazón.” Un mensaje de juicio, pero nos dio una oportunidad de misericordia; y ahora vuelve, ahora al final, y nos recuerda, nos habla, de un juicio que hay en pie. Así es que algo está por acontecer. Yo creo que sabemos la hora en que estamos. Yo creo que sabemos quienes somos y yo creo que la hora en que estamos es muy importante para nosotros.
Quizás Uds. me vean hacer cosas para el bien de todos Uds. que Uds. de momento no las entiendan y crean que yo... Bueno, pues perdí la visión de parte de Dios y ahora, pues estoy actuando a ciegas.
Ustedes saben que desde el principio el plan de Dios fue que estuviéramos aquí. Yo se los dije en el 1974; y en el 1976 se hizo realidad. También lo que ha habido siempre en mi corazón ha sido que todo esté aquí juntamente en el pueblo o en el área donde esté la Carpa. Si es posible aquí en la misma área donde está la Carpa, que esté aun la imprenta y que esté todo.
Ahora que toda la responsabilidad cae sobre mis hombros, yo trataré de hacer lo mejor que pueda conforme a como Dios me guíe. Ya en este mismo mes, durante la próxima semana, la imprenta estará en Cayey.
Quizás Ud. de momento no entienda, quizás el hermano Adalberto de momento no entienda, quizás ni yo mismo entienda de momento, qué cosa Dios tiene detrás de todo esto; pero yo estaré dejándome llevar por Dios en todo lo que El me guíe, aunque parezca inconcebible para mí. Siempre lo he hecho así, y en esta hora no voy a echar para atrás, como decimos nosotros, para hacer las cosas de la manera intelectual, sino que haré como hizo Abraham.
Abraham cuando tuvo que separarse de Lot, le dijo a Lot: “Mira, escoge para donde tú quieras ir.” Lot le dijo: “Yo me voy para el llano.” Y Abraham cogió para la montaña, para lo último de arriba, que lo que había eran piedras. El sitio no era adecuado, pero lo importante no es qué adecuado parezca el sitio, lo importante no es qué prosperidad se ve en el sitio. Lo importante es que Dios esté con uno. Si Dios está con nosotros aquí en Cayey, si está con nosotros aquí en la Carpa, Él seguirá también con nosotros en todas las cosas que hagamos, si las hacemos conforme al plan de Él. Por lo tanto, yo no tengo ningún temor en lo que voy a hacer.
Así es que yo sé que estaré haciendo las cosas de la manera que Dios desea que las haga, aunque salga más caro. No importa que salga más caro. Lo barato sale caro, dicen algunos ¿verdad? Así es que aunque parezca que nos va a salir más caro en gastos de esto y de lo otro, a la larga Dios nos probará que en el plan de Él sale todo de la manera que Él desea, y esa es la mejor forma. Así es que caro nos sale el no hacer de la manera que Dios desee.
Por lo tanto, yo espero que Uds. comprendan el por qué yo estaré haciendo estas cosas de esta manera; y el por qué estaré haciendo cualquier otra cosa que estaré haciendo que a Uds. de momento les parezca rara. Yo pediré la dirección del Señor en todo para que Él me guíe en todo, y Él obrará para que cada cosa encaje en su sitio.
Algunas veces... mire, algunas veces yo por temor de que alguno se sienta, yo algunas veces me he aguantado en algunas cosas, y entonces la cosa ha venido de parte de Dios de una manera forzada. De tal manera que quiera o no quiera, es como Dios quiere.
Bueno, pues yo he esperado, entonces cuando no he podido hacerlo, por evitar ciertos problemas, pues entonces yo he esperado y he orado al Señor, y entonces la manera en que ha venido de parte del Señor, si yo no lo he hecho, entonces lo hace Él. Cuando lo hace Él, entonces es más dura la cosa. Mientras yo pueda hacerlo de la manera que El me guíe, entonces es mejor para todos: Sufrimos menos; y después a la larga, cuando la luz dé bien sobre eso y alumbre bien sobre eso, entonces se verá cuál era el plan de parte de Dios y se verá lo conveniente que era hacer de la manera que Dios guiaba.
Bueno, yo estaré haciendo unas cuantas cosas. Una es que la imprenta ya, la semana que viene, estará aquí. ¿Quiénes trabajarán en ella? Veremos a ver quienes trabajarán en ella. Las personas Dios las tendrá ungidas o las ungirá para trabajar en ella, y haremos las cosas de la manera que Dios desea que hagamos, de ahora en adelante.
Hay tantas cosas, bueno después quizás les diga más cosas que yo estaré haciendo para el bien de todos.
Yo no quiero buscarme problemas con Dios. Mejor los tengo con Uds. y no con Dios. Mejor los tengo a Uds. de enemigos y no a Dios. Porque si tengo a Dios de enemigo, El entonces no me va a respaldar con Uds. y entonces la cosa va a estar mala para mí y para Uds. Así es que mejor Uds. deseen que yo esté bien con Dios, aunque Uds. no me entiendan en algunas cosas, pero entonces más adelante Uds. me entenderán, o entenderán las cosas.
Yo creo que Uds. y yo tenemos un privilegio bien grande, y es que nos entendemos bastante bien. Yo creo que Lutero y el grupo de él no se entendieron tan bien como nos entendemos nosotros, ni Pablo tampoco; así es que yo creo que nos entendemos a las mil maravillas, como dice la gente. Al lado de los tiempos pasados, de las edades, nosotros estamos entendiéndonos bastante bien. Lo que no entiendan por el momento, resérvenselo, oren a Dios; Dios les va a ayudar. Hasta el momento Dios nos ha ayudado.
Lo que no entendí primero, ahora he estado entendiendo muchísimas cosas. Yo creo que para evitar después tener uno que estarse arrepintiendo y llorando... ¿Pero por qué yo me puse a hablar esto? No entendía y me puse a hablar en vez de quedarme callado. Mejor nos quedamos callados y dejamos que Dios siga guiando las cosas, y después Dios nos permitirá entender, y cuando entendamos, entonces diremos: “Bueno, ¡qué maravilloso esto! ¿Y por qué entonces desde tanto tiempo antes no habíamos hecho así?” “¿Y por qué desde tantos anos atrás no estábamos aquí en Cayey con una Carpa?” Porque Uds. no entendían. Ustedes al principio no estaban de acuerdo con eso. Pero después que Uds. oraron y vieron a Dios obrando, y entonces Dios les permitió ver lo que sería cuando estuviéramos aquí. Nos llevó por otro sitio, nos llevó a Sabana Seca, y nos tuvo bajo una carpa, y nos mostró lo que sería cuando estuviéramos aquí.
Entonces Ud. vio que la cosa no era como Ud. se imaginaba. Entonces al ver que no era como Ud. se imaginaba o como cualquier otro se imaginaba, o nos decía, entonces dijimos: “Bueno, ahora entre un local y una carpa, preferirnos la Carpa; pero no cualquier carpa, sino la que estará en Cayey.” Así que por eso es que estamos aquí. Si Ud. no hubiera entendido eso, no estaría aquí.
Así es que agárrense bien. No se salga del Refugio de la Palabra, no se salga de la Edad en que estamos, porque corremos peligro si nos salimos de ahí, y entonces no hay garantía de que Ud. podrá arreglar las cosas después.