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|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| El Día del Hijo | 1977-11-20 | PR | 00:00:00 | false |
…por algunas pruebas, y creo que si usted ha podido pasarlas realmente ha madurado, su carácter ha sido formado de tal manera, que usted está dispuesto a sufrir cuando es necesario sufrir; cuando es necesario pasar por diferentes pruebas, yo creo que usted ha sido preparado para poder pasarlas.
Todo este tiempo pasado, pasamos por bastantes pruebas; cuando llovía algunos se mojaban; y luego ya a lo último, ya ustedes vieron la condición en que estaba. Cuando el sol calentaba, nos daba calor; a mí también, pues yo estaba bien cerca aquí de la lona. Pero en esta mañana notamos como que esta no da calor, como que parece que vino con el aire acondicionado ya puesto (es probable que sean los colores); y todo eso es para bendición de cada uno de nosotros, para que estemos más cómodos para oír lo que Dios tenga de ahora en adelante.
Yo creo que nosotros, con la ayuda de Dios pudimos pasar todo ese tiempo de prueba y ahora estaremos pasando un tiempo de bendición en lo material; pero realmente a nosotros lo que nos interesa es la bendición espiritual. Así que, estamos muy agradecidos a Dios por esta bendición material que Él nos ha dado, que es para Su gloria y Su honra.
Por lo tanto, la usaremos de la manera correcta, no será de una manera orgullosa sino de una manera simple. Seguimos siendo los mismos; sencillos como siempre debemos de continuar porque nosotros nada somos; Él ha hecho todo lo que tenemos y lo que somos. Y así como Él nos ha cambiado esta carpa de cobertura que hemos tenido por tanto tiempo, y ahora vemos una nueva, esperamos que muy pronto esta carpa terrenal, este cuerpo terrenal sea cambiado por uno nuevo; eso es lo que esperamos porque eso es lo que Él nos ha prometido.
Por lo tanto, lo que estamos esperando es algo que Él ha prometido; por lo tanto, Él lo va a cumplir. Solamente nosotros esperamos estar preparados para ese glorioso momento.
Así nos había sido prometido también, una nueva carpa; pero ya la tenemos. Pero nos ha sido prometido una nueva carpa o un nuevo cuerpo, y lo hemos de tener; porque estamos en el sitio de la promesa de Dios, en el lugar donde Él ha dicho que los que estén ahí van a tener un nuevo cuerpo.
Así que, estamos tranquilos en esa parte, estamos muy regocijados, sabiendo que en un momento Él va a cumplir lo que ha prometido. Mientras tanto aprovechamos el tiempo para agradarlo a Él, para agradar a Dios en todo lo que Él desee que le agrademos; porque nuestro agrado es hacer conforme a Su Palabra.
Vamos a buscar nuestras Biblias entonces, en el Evangelio según San Mateo capítulo 28… mientras buscamos la Escritura, quiero decirle ustedes: que Dios les bendiga a cada uno de ustedes por todo lo que ustedes han hecho para que esta carpa esté aquí. Dios los ha usado a ustedes poderosamente para cumplir este propósito que Dios tenía para ustedes.
Hay algo también que hemos visto, el hermano de Adalberto ha visto, y es que ustedes se sienten un poquito incómodos en las sillas pequeñas éstas, y yo estaba hablando con él que es bueno que ustedes se sienten cómodos; y esperamos que Dios provea el dinero de la manera que ha hecho provisión para la carpa, para que ustedes tengan unas sillas cómodas, ese es el deseo que hay en mi corazón; me gusta verlos cómodos a ustedes, aunque yo esté parado aquí, pero me siento cómodo aquí también yo.
Así que, esperamos que ya pronto ustedes puedan tener las nuevas sillas; todo lo que Dios ponga en su corazón para ese propósito, hágalo con alegría como hizo para la carpa.
Bueno, aquí la Escritura nos dice de la siguiente manera, en el capítulo 28 de San Mateo [verso 1]:
- “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro.*
- Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella.*
- Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve.*
- Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos.*
- Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotras; porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado.*
- No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor.*
- E id pronto y decid a sus discípulos que ha resucitado de los muertos, y he aquí va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis. He aquí, os lo he dicho.*
- Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos,*
- he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron.*
- Entonces Jesús les dijo: No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán”.*
Quiero leer también del verso 51 hasta el 53, del Evangelio según San Mateo capítulo 27, que dice de la siguiente manera:
- “Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;*
- y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;*
- y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos”.*
Oremos a Dios: Dios Eterno, he aquí ante Tu presencia estamos en esta mañana, y Te rogamos hables a nuestros corazones y nos edifiques a todos. En el Nombre del Hijo de David, Te lo rogamos todo. Amén.
En esta mañana es el primer día de culto con esta carpa nueva, y realmente nos encontramos lo más cómodos; yo creo que nadie tiene calor, ¿verdad? Yo sé cuando ustedes tienen calor. ¿Saben por qué? Porque mientras más cerca uno está de aquí de la lona, más calor le da. Por lo tanto, si yo no tengo calor aquí, ustedes no tienen allá, porque la lona está más despegada de ustedes. Así que parece que trajo ya el aire acondicionado, como les dije a ustedes. Y en estos días también son días frescos, así que vamos a pasar una buena temporada, y va a ser de grande bendición para todos.
En esta mañana vamos a hablar sobre el tema: “EL DÍA DEL HIJO”.
Ya son las 12:00, así que trataremos de avanzar lo más posible. Este tema, es un tema sencillo, pero que espero que todos entendamos que de lo que se trata este tema.
Como hemos leído en la Escritura, el Señor Jesucristo murió, fue sepultado, y el primer día de la semana, el día domingo en la mañana, María Magdalena y la otra María fueron bien temprano en la mañana, por la madrugada, cuando estaba saliendo el sol fueron hasta el sepulcro, porque ellas habían comprado unas ciertas especies para colocarlo sobre el cuerpo del Señor. Ustedes saben que en aquellos tiempos le colocaban esas especies a las personas (es como embalsamarlas), pero ellos mismos lo hacían. Así que, ellos fueron a hacer ese trabajo el domingo en la mañana.
Ellas no sé - ellas, no sé si se les había olvidado que al tercer día Él se levantaría, y al tercer día fue que ellas fueron a hacer eso. Por lo tanto, para ellas hubiera sido una grande bendición poder haber encontrado al Señor, Su cuerpo ahí en la tumba y ellas haber hecho aquel trabajo; porque lo iban a hacer con alegría, con regocijo. Pero fue más grande la bendición cuando ellas no encontraron a nadie allí en la tumba; cuando no encontraron al que fueron a buscar, era más grande la bendición.
Allí se encontraron a un hombre, un ángel que había descendido del Cielo y había causado un terremoto tremendo, y había movido la piedra que estaba sellando la tumba del Señor. El sello había sido roto, había sido quitado, y lo que estaba detrás del sello había salido. ¿Quién era el que estaba detrás de ese sello? El Señor Jesucristo allá en la tumba; pero cuando fue roto el sello, aquel sello romano —porque había sido puesto allí el sello romano— pero aquel sello fue roto, y el Señor apareció fuera de la tumba resucitado conforme a como Él había prometido; al tercer día Él resucitó [San Lucas 24:46;1 Corintios 15:4].
Encontramos que ese día fue domingo; domingo en la mañana no estaba Él en la tumba, había salido, se había levantado conforme a lo que Él había dicho. En la mañana fueron a buscarlo, pero no estaba allí; Roma no lo había podido detener. Por lo tanto, fue algo glorioso lo que aconteció allí. Y los primeros que supieron lo que aconteció, fueron dos mujeres: las dos Marías.
Bueno, esto es algo significativo, porque María representa la Novia, y es la primera llamada a saber lo que pasa en el primer día de la semana en la mañana.
Ahora encontramos que estamos hablando de “EL DÍA DEL HIJO”. Por lo tanto, no pierdan ese tema, porque “EL DÍA DEL HIJO” es el día en que Él se levanta, es el día en que Él resucita.
El nombre domingo, que es el nombre colocado al octavo día o primer día de la semana, porque la semana tiene 7 días; comienza el domingo y el sábado es el séptimo día o último día. Y cuando entonces termina el último día, el sábado, entonces comienza una nueva semana con el primer día de la semana, que es el domingo o el día octavo si usted quiere acomodarle un día después del séptimo día. Pero ese día viene a ser el día domingo, que le puede llamar el día octavo o el día primero.
Día octavo lo que representa es: día eterno, porque el ocho representa eternidad [∞], el ocho representa el regreso a la eternidad. Por lo tanto, encontramos que ese día octavo o primer día de la semana debe ser bien estudiado, porque si representa eternidad, si representa el regreso nuevamente a la condición original, y si nos muestra que ya hemos salido de la semana que ha pasado, entonces nos habla de algo nuevo a lo cual entrar, lo cual es eterno; y entonces siendo eterno, nada tiene que ver con los siguientes días que ya pasaron.
Entonces todos somos convocados a una Santa Convocación en ese día octavo, que es domingo, lo cual representa el domingo espiritual, y el domingo espiritual ¿es cuál? El Año del Jubileo; porque las siete edades de la Iglesia son representadas por los siete días de la semana; pero después de las siete edades de la Iglesia viene el Año del Jubileo, que es el año número 8, que viene a ser el día número 8. Y eso nos habla ¿de qué? Del regreso a la eternidad.
Por eso es que en el Año del Jubileo, que es el año 50 o el año octavo, es el tiempo en que todo regresa a su condición original, es el tiempo en que la Trompeta del Año del Jubileo es sonada y anuncia libertad: la liberación para todo, para todo regresar a su condición original.
Por eso es que en el séptimo día, que es sábado, no es el tiempo para regresar a la eternidad; es cuando termine ese día que se regresa a la eternidad. Por eso es que el día séptimo presenta la séptima edad, que es la edad de Laodicea, pero después de la edad de Laodicea viene inmediatamente el día octavo día, que es la Edad del Año del Jubileo; y ese es el tiempo en que toda persona al oír la Trompeta del Año del Jubileo y recibir ese Mensaje, recibe liberación y entonces tiene derecho a todo aquello que representa el Año del Jubileo: tiene derecho a un nuevo Mensaje, tiene derecho a una forma nueva de adoración, tiene derecho a un nuevo cuerpo, tiene derecho a todas las cosas nuevas que Él ha prometido para el pueblo de Dios; tiene derecho entonces, a todas las cosas eternas que han de estar por toda la eternidad. Y cuando la persona entra a ese Año del Jubileo, entonces comienza a participar de todas las cosas eternas.
Por esa razón es que nosotros tenemos que entender lo que es el Día del Hijo, porque ese Día del Hijo fue representado en el día domingo; así como la edad de Laodicea fue representada por el día séptimo, que es el día sábado; pero el día domingo nada tiene que ver con el sábado, es otro día.
Ahora recuerden que los días comienzan en la tarde, de acuerdo a la Palabra de Dios. Por eso en Génesis nos dice: “Y fue la tarde y la mañana un día”. Por lo tanto, así encontramos todos los siete días que comenzaban en la tarde y continuaban en la mañana.
Así entonces tenemos que entender la Palabra de Dios para poder entender las cosas espirituales de Dios, porque las cosas espirituales son tipificadas en cosas literales. Así que usted puede ver lo importante de entender lo que representa el día domingo.
Ahora encontramos que esa palabra domingo es una palabra romana; y esa palabra romana estaba mostrando, estaba siendo aplicada al día del sol, le llamaban: “día del sol” o domingos [Sunday, en inglés; sun: sol, day: día]. Pero el cuarto Elías nos dice:
*“Ya ha salido el sol”*, pág. 14
87. Ya no es el s-o-l. Es el d-í-a d-e-l H-i-j-o, el día del Hijo; en que el grano de Trigo (el primero de Dios en levantarse de entre los muertos) debe ser mecido sobre la congregación, mostrando que nosotros somos Su simiente. Y esa fue la primicia de la Simiente de aquellos que durmieron, mecido el primer día de la semana, el día domingo. Él resucitó, se despidió y ascendió a lo Alto, en presencia del pueblo”.
Por lo tanto, ahora ustedes pueden ver que este nombre de este octavo día: domingo, era un - es un nombre romano. Pero ahora ha cambiado delante de Dios y ha venido a ser: el Día del Hijo. Por lo tanto, ahora, domingo para nosotros representa el Día del Hijo.
Ahora vamos a seguir para verlo más claro:
- “90. (…) Él fue mecido sobre la Simiente prometida que tenía la promesa de la Vida.*
91. Él fue mecido en el día de Pentecostés, “cuando vino un estruendo del Cielo como de un viento recio”; y fue mecido sobre la gente, sobre la gente pentecostal que estuvo allí en el día de Pentecostés, esperando que bajara la Bendición.
92. Y para ser mecido otra vez en los últimos días, como nos damos cuenta, según San Lucas 17:30, en el día del Hijo, “cuando el H-i-j-o del Hombre será revelado nuevamente”, o mecido nuevamente sobre la gente.
93. Ahora, ¿quién es este Hijo del Hombre? “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios, y el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros”. (Ahora ustedes pueden ver lo que todo esto significa). (…) que esa Palabra es de nuevo mecida sobre la gente, que las tradiciones muertas de hombre han quedado muertas; y el Hijo de Dios ahora está vivo de nuevo entre nosotros por el bautismo del Espíritu Santo, y dándonos Vida
94. Así como Cristo fue el Primero en levantarse de entre todos los profetas y demás (aunque tipificado en muchos lugares), Él fue la Primicia de los que durmieron. En la venida de Cristo con respecto a la Novia, que sale de la iglesia, tendrá que haber una Gavilla mecida de nuevo en los últimos días. ¡Oh qué cosa!
95. ¡La mecida de la gavilla! Y ¿qué fue la gavilla? El primero que llegó a madurez; el primero que probó que en verdad era trigo, que probó que era una gavilla.
96. ¡Aleluya! Estoy seguro que Uds. pueden ver lo que estoy diciendo. Él fue mecido sobre el pueblo. Y por primera vez habrá, para la edad de la Novia, para una resurrección de entre el denominacionalismo tenebroso, habrá un Mensaje, en el que la plena madurez de la Palabra ha vuelto de nuevo en todo Su Poder, y será mecido sobre el pueblo por medio de las mismas señales y maravillas que Él obró allá”.
Por lo tanto, aquí ustedes pueden entender y pueden ver lo que este día domingo significa. En este día domingo es el día en que esa Gavilla tiene que ser mecida conforme a Lucas 17:30, Malaquías 4:5 y todas las Escrituras que están prometidas para este tiempo. Por tanto, todas esas Escrituras no son para ser mecidas sobre el pueblo en el día séptimo, sino en el día octavo, que es el día domingo, lo cual representa la Edad del Hijo del Hombre o el Día del Hijo del Hombre; lo cual nada tiene que ver con el séptimo día, porque nos habla del octavo día, que viene a ser el primer día esa semana que está comenzando; que nada tiene que ver con los días pasados o con la semana pasada, o sea, con las siete edades de la Iglesia nada tiene que ver ese día octavo.
Por lo tanto, el Mensaje que es mecido sobre el pueblo en ese día domingo, es un Mensaje que nada tiene que ver con las edades pasadas; es un Mensaje nuevo, es un Mensaje de resurrección, es un Mensaje de un nuevo día, es un Mensaje de buenas nuevas; es el Mensaje de las buenas nuevas del Evangelio del Reino que proclama un nuevo día con la Luz de ese nuevo día. Por lo tanto, estamos hablando de “EL DÍA DEL HIJO”.
Por lo tanto, este día glorioso —como todos los demás días— comienza por la tarde. Por lo tanto, la Luz de ese nuevo día, la primera ocasión que es vista es en la tarde, y fue vista en la tarde; y cuando fue vista la Luz de la tarde, podemos ver que esa Luz de la tarde era la Palabra hecha carne en un hombre: en el cuarto Elías; esa fue la primer vez que fue vista la Luz de ese nuevo día, de ese día octavo, del Día del Hijo.
Por lo tanto, siendo el Día del Hijo, es la Luz del Hijo la que es vista; por eso fue vista la Luz del Hijo del Hombre manifestada en el tiempo de la tarde.
Ahora ustedes entiendan que, en el tiempo de la tarde conforme a la Palabra de Dios, el Señor dijo: “La noche viene cuando nadie puede obrar; por tanto, me conviene hacer las Obras del que me envió entre tanto que el día dura” [San Juan 9:4]. Ahora ustedes pueden ver que, entre tanto, que el día dura se hacen las obras de ese día.
Ahora encontramos que el cuarto Elías hizo las obras que tenía que hacer en el tiempo de la tarde, entretanto que la Luz del de la tarde estaba en esta Tierra; y la Luz de la tarde fue la Palabra hecha carne en un hombre, la Luz de la tarde fue Malaquías 4:5, eso todos lo saben.
Ahora todos sabemos que una cosa es ver la luz literal y otra cosa es saber que Dios es Luz; y si Dios es Luz, Dios es Luz siempre, no importa en qué forma Él esté, Él sigue siendo Luz.
Ahora, ¿ustedes quieren ver a Dios, que es la Luz, en diferentes formas? Lo podemos ver. Vamos a verlo por unos momentos y entonces usted podrá ver cómo la Luz puede estar alumbrando y las gentes decir: “Yo no veo ninguna luz”.
Ahora ustedes saben que la Luz de la tarde estuvo alumbrando, y fue Malaquías 4:5; fue Dios, que es Luz, en carne humana manifestado, y eso era la Luz de Dios en el tiempo de la tarde brillando.
Ahora muchas personas podían decir: “Yo no veo ninguna Luz”. ¿Por qué? Porque los ciegos no pueden ver la luz, y si los ciegos guían a los ciegos ninguno ven la luz y ambos caen en el hoyo. Pero el que ha sido predestinado para ver la Luz de Dios en el tiempo que él está viviendo, porque la Luz de Dios siempre será de Dios, que es la Palabra manifestado en ese tiempo, a través del instrumento que Él tenga para ese tiempo. Y los que han sido predestinados para ver, verán esa Luz brillando; y ellos la verán, la aceptarán y esa Luz les alumbra el camino, el camino espiritual, su vida espiritual y ellos no tropezarán en el tiempo que ellos vivan.
Ahora, sabiendo que Dios es Luz, entonces tenemos que ver aquí en la Palabra de Dios, en la página 22 del mensaje titulado “¿Por qué Clamas?”, aquí vamos a ver la Luz. Ahora véanla bien, porque la Luz, que es Dios, se vela en carne humana, y aun velado en carne humana sigue siendo la Luz.
Ahora vamos a leer, esto fue cuando Jesús de Nazaret a los 8 días fue presentado en el templo.
“Y había una anciana ciega en una esquina que se llamaba Ana, que servía al Señor día y noche; ella también estaba prediciendo y diciendo: ‘El Mesías está a llegar, puedo verlo viniendo”.
Ahora vean ustedes que ella era ciega en lo natural; pero en lo espiritual ella no era ciega, ella estaba prediciendo: “Veo al Mesías venir”, porque ella era una profetiza. Por lo tanto, es mejor ser ciego literal y no ciego espiritual, porque un ciego espiritual no ve las cosas espirituales que Dios hace en esta Tierra.
Y ahora, ella sigue:
“A pesar de que era ciega, y al mismo tiempo cuando Él estaba allí, aquella vida que estaba en ella había predicho que estaría allí - estaría allí - estaría allí; entonces esa misma Luz, la Luz entró al edificio en forma de un bebé, como un hijo ilegitimo envuelto en sus pañales, pasando a través del edificio, y el Espíritu Santo hizo impacto en aquella anciana ciega. Ella viene por el Espíritu, pasa al frente de la gente y se para frente a este niño: besa a la madre y besa al niño y dice cuál será su futuro, ¿ve? ordenada para vida. ¿ven?
- Mire hacia ellos, no hubo una docena de ellos, hubo solamente ocho almas que se salvaron en los días de Noé; es muy duro, pero todo lo que estaba ordenado para vida, entró en ese tiempo…”* [CORTE DE AUDIO @42:38]…
…¿Ve cómo el Espíritu Santo trabaja en cada edad? Sacando a la gente.
“Ahora encontramos que la fe de Moisés lo guio a vigilar lo que sería, no lo que ha sido, lo que sería. Mire a mañana en lugar de mirar al día de hoy, mire la promesa en lugar de la gloria humana, mire la gente en lugar de la organización. ¿Ven? Dios hizo eso”.
Ahora ustedes pueden ver que cuando Jesús de Nazaret fue presentado en el templo a los 8 días de nacido, allí estaba entrando a ese templo la Luz, porque Dios es Luz; y allí estaba entrando Dios, la Luz en forma de carne, en forma de un bebé de 8 días de nacido; pero aquello era la Luz en forma de carne. Y si ustedes quieren saber si aquel realmente era la Luz en forma de carne, podemos examinar a ver lo que Él dijo después que Él ya estaba grande y había comenzado Su ministerio. ¿Saben lo que Él dijo? Él dijo: “Yo soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas” [San Juan 8:12].
Ahora vean ustedes que la Luz puede ser un hombre, pero ese hombre es un hombre corriente; pero lo que hay extraordinario en él es lo que está dentro de él; y ese que está en él, es Dios, y Dios es la Luz. Por eso es que el hombre podía decir: “Yo soy la Luz del mundo”.
Ahora ¿quién era el que estaba diciendo eso? Las gentes veían a un hombre diciendo eso; pero el que no es ciego podía ver a Dios en un hombre diciendo eso. Así que la Luz era Dios en aquel hombre; y la Luz sigue siendo Dios velándose en carne humana en cada tiempo.
Vean ustedes que la Luz para cada edad era Dios velándose en cada mensajero de acuerdo a la porción que correspondía para cada tiempo; y en este tiempo que ya las edades han terminado y comenzó el día octavo, o sea, el día domingo, la Luz de este día domingo, la cual ha comenzado en el tiempo de la tarde, sigue siendo Dios velado en carne humana.
Nosotros podemos decir: “Nosotros vimos la Luz de este mundo en carne humana en el cuarto Elías en el tiempo de la tarde”. Pero recuerden que la Luz de la tarde es solamente el comienzo de la Luz de ese día que ha comenzado. Por lo tanto, vimos el comienzo en el cuarto Elías.
Ahora recuerde que después de la luz de la tarde, cuando la luz de la tarde se va viene la oscuridad, viene la noche; pero después que pasa la noche, ¿qué acontece? Aparece la misma luz que fue vista en la tarde por el oeste, aparece y es vista saliendo por la mañana por el este. La Luz de la tarde era Dios velado en carne humana en un profeta. Y la Luz de la mañana es la misma Luz de la tarde, pero saliendo por el este, la Luz que es Dios velándose en carne humana como el mensajero del este saliendo por el este la Luz; porque el sol sale por el este.
Ahora el sol se esconde por el oeste y a luz del oeste es la luz de la tarde, pero la luz de la mañana es la luz del este; usted no puede cambiar eso porque ya eso está mostrado en la primer Biblia, está mostrado también en la segunda Biblia y está mostrado en la tercera Biblia, y está mostrado en su cumplimiento, ¿ve usted?
Por lo tanto, Dios no hace nada a menos que sea de acuerdo al Plano que Él hizo, y Su Plano es Su Palabra. Por lo tanto, si usted quiere ver a Dios haciendo lo que Él ha prometido para este tiempo, usted tiene que verlo de acuerdo a como Él prometió, usted no puede cambiar la forma en que Él ha establecido. Si usted trata de hacerlo usted está encontrando mal el Plan de Dios.
Ahora, nos está prometido que luego de la Luz de la tarde viene la noche, pero después que pasa la noche viene la mañana, y entonces la misma Luz que se vio por el este se ve saliendo… la misma luz que se vio por el oeste es la misma luz que sale por el este. Por eso el cuarto Elías dijo que el Mensaje iría a otra nación y a otro pueblo.
Déjeme ver si se los puedo leerla aquí; y si lo puedo leer, usted se va a gozar, porque estas no son palabras mías, estas son promesas que Dios ha hecho para este tiempo. Déjeme buscarlo, esto está en el libro de Citas, y esto se encuentra en la página 8-B del libro de Citas en español… página 12-A, párrafo 115, nos dice el cuarto Elías [versión antigua]:
“115 - Y ustedes creen que Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por siempre y yo estoy aquí para hacer conocer Su obra y Su forma. Durante los 15 o 16 años que he estado en el campo, he sido muy renuente a estas cosas, pero ahí viene una hora cuando
algo se está arreglando para suceder. El Mensaje irá a otra nación, a otro pueblo. Pero mientras estamos en la presencia de Su Santo Ser... creo que la Iglesia en América está casi para ser llamada; ella ha terminado; ella está lavada; ella está lista - la Iglesia real.”
Ahora ustedes pueden ver cómo el cuarto Elías nos dice que el Mensaje irá a otra nación y a otro pueblo; esas son palabras del cuarto Elías. Por lo tanto, usted tiene que entender que el Mensaje saldrá de entre el pueblo americano, porque el Espíritu de Dios, dice el cuarto Elías, que se fue de la nación americana; y si el Espíritu de Dios se fue de la nación americana, el Espíritu de Dios se va con Su Mensaje; y se va ¿para dónde? Dice ahí que el Mensaje pasará a otra nación y a otro pueblo. Ahora usted puede ver que eso es lo que es dicho por el cuarto Elías.
Ahora también el cuarto Elías nos dijo que tenía algo para llevar a cabo, de lo cual nadie sabía nada. Y déjeme ver si puedo conseguirle, lo cual el cuarto Elías dijo, y si se los puedo conseguir ustedes van a ver lo grande y glorioso que él está diciendo aquí. Déjeme ver si lo puedo conseguir… [CORTE DE CINTA @54:15]… eso se encuentra en la página 136 y párrafo 1213 del libro de Citas. Eso fue en un culto de Preguntas y Respuestas del 1964; y de seguro en nada saben acerca de esto, lo cual el cuarto Elías dijo. Él dijo [versión antigua]:
“1213 - Ahora, tengo algo más en mi corazón que he sido advertido del Señor que yo haga, alguna mudanza que hacer tocante a este tabernáculo, y esta iglesia…”.
Ahí ustedes pueden ver que fue advertido de parte del Señor con relación a una mudanza de ese tabernáculo y de esa iglesia; y está hablándoles en Jeffersonville, Indiana. Y él dice:
“… que yo tengo que ir allá o a alguna parte por un tiempo corto. Es para un propósito, un gran propósito, un propósito del que Uds. no saben nada. Pero recuerden, yo no estoy obrando incierto, porque actúo como lo estoy. Estoy trabajando en la voluntad del Señor, tanto como sé trabajar en ella”.
Ahora ustedes pueden ver que el cuarto Elías nos habla de una mudanza del tabernáculo de aquella congregación.
Ahora usted encuentra en otro lugar cuando el cuarto Elías está hablando de levantar una Carpa, y él dice: “Quizás el Seños nos está empujando a esto, a levantar una carpa”. Él dice: “Quizás ese sea el nuevo lugar de reunión”. Por lo tanto, ustedes pueden de qué se trata todo el Plan. Pero él les dijo allí en Jeffersonville: “Ustedes no saben nada de esto”. Ellos nada supieron y probablemente nada sepan todavía con relación a la mudanza de ese tabernáculo y de esa iglesia. Pero el cuarto Elías dijo que lo de la Carpa quizá fuera el nuevo lugar de reunión.
Ahora, escuchan bien: el pueblo de los Estados Unidos de América quiera, desee o no desee que el nuevo lugar de reunión sea bajo Carpa, será bajo Carpa, porque es conforme al Plan de Dios; y lo que es conforme al Plan de Dios no importa cuántas veces el pueblo lo rechace, de todas maneras, será conforme al Plan de Dios.
Muchas personas podrán decir: “Tenemos buenos tabernáculos, tenemos hasta aire acondicionado en ellos, hemos gastado muchos miles de dólares en ellos. ¿Y cómo nos vamos a salir de aquí? No hay quien nos saque de aquí”. ¿Saben ustedes una cosa? Que el cuarto Elías dijo: como los rebeldes, como los ignorantes, como los que no entendieran el Plan de Dios para moverse, en el Plan de Dios libres, con libertad para hacerlo, y con buena voluntad para hacerlo, el cuarto Elías ¿sabe lo que dijo?, él dijo: “Viene algo de parte del Señor, y si no vigilamos, les va a pasar por encima y no le verán”. Él dice: “Es que somos demasiados - es que somos retardados mentales para ver y entender el Plan de Dios”. Y él dice: “Tenemos que desesperar o perecemos”.
Por lo tanto, “desesperemos” dice el cuarto Elías. ¿Por qué? Porque si podemos desesperar sin problemas, sin apreturas, sino de libre voluntad y con alegría, podemos entonces captar el Plan de Dios, meternos en el Plan de Dios y recibir todas las bendiciones que Él tiene para Él darnos en ese Plan que Él ha prometido llevar a cabo.
Ahora, eso es para lo que los que pueden captar el Plan de Dios y entrar en desesperación sin haber una apretura. Pero para los que no pueden entrar en desesperación sin una apertura, el cuarto Elías dice que les va a venir una apretura y que les van a cerrar los locales; y entonces el cuarto Elías dice: “Se necesita un estado de emergencia (¿para qué?) para entrar en desesperación; y entonces la fe capta mucho en esa condición de desesperación”. Entonces, ¿qué pasa? Lo que no habían captado, en estado de desesperación, uno se agarra de lo que Dios ha dicho y entonces lo puede ver, si es que no lo había visto antes.
Pero para muchos se necesita un estado de emergencia; y eso es lo que el cuarto Elías dice, que para esa clase de personas que son retardados mentales les viene una desesperación, una apretura.
Y cuando le cierren los locales, ¿qué van a hacer? ¿Dónde se van a meter? ¿Van a dejar de predicar? ¿Van a dejar de alabar a Dios? ¿O van a irse a las denominaciones? ¿O van a unirse a las denominaciones con sus tabernáculos? Si se lo cierran, es ¿por qué? Porque no se unirán; y si no se unen, ¿dónde van a dar culto?
Entonces, de una manera forzada tendrán que entrar en el Plan de Dios, que desde el principio está ahí mostrado en la Palabra. Pero por tercos, por rebeldes, por amar sus locales, dicen: “No, no nos vamos a sufrir bajo una carpa teniendo tan buenos lugares”. Pero ¿qué pasa? Lo que Dios ha dicho se tiene que cumplir; y son bienaventurados los que pueden ver el Plan de Dios antes de venir una apretura y meterse en el Plan de Dios. ¿Por qué? Porque entonces Dios comienza a bendecir a ese grupo, y cuando los otros entren, ya ese grupito hace tiempo que está ahí metido en el Plan de Dios.
Y entonces ese grupito puede decir: “No importa cuánto hablen, no importan cuánto digan que no es así, al final del camino estarán, así como nosotros; lo único, que nosotros no hemos tenido necesidad de una apretura, de una persecución, porque hemos visto el Plan de Dios, y nos hemos movido hacia adelante y Dios nos ha bendecido y seguirá bendiciéndonos”.
Y el cuarto Elías nos dice, hablándonos de la más grande victoria en el Amor divino, él dice que eso sería en la Carpa. Y también nos dice con relación a la Carpa, que en la Carpa sería el lugar donde se comenzaría a dar a conocer el Nombre del Señor de una manera nueva.
Así que, ustedes pueden ver que todo esto de la Carpa está ligado completamente con el nuevo Mensaje, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, donde se proclama la Segunda Venida del Señor, el Nombre nuevo del Señor; y donde se está en la más grande batalla, porque esa grande batalla es pelada en el amor divino; y siendo peleada en el amor divino, es la victoria más grande de todos los tiempos, porque es la victoria en el Amor divino.
Ahora, ustedes pueden ver que de eso es que se trata todo eso que fue prometido ahí; y en esta hora en que nosotros nos encontramos y en donde estamos regocijándonos, nosotros no nos encontramos en la séptima edad, nosotros nos encontramos en el día - en el domingo, nosotros nos encontramos en el Día del Hijo. Por eso este es el Día del Hijo del Hombre.
La primera edad no fue el Día del Hijo del Hombre, la segunda edad no fue el Día del Hijo del Hombre, ni la tercera, ni la cuarta, ni la quinta, ni la séptima. Pero el Día del Hijo del Hombre es el día domingo, porque ese día fue que Él resucitó; y ese día es el día de ofrecerse la gavilla, de mecerse la gavilla; y ese mismo día, ese mismo domingo es el Año del Jubileo.
Por lo tanto, nosotros en este tiempo estamos en el Día del Hijo, o sea, el día octavo, el día eterno: el Día del Hijo del Hombre. Eso es lo que el cuarto Elías nos dice, que este es el Día del Hijo del Hombre. Y si es el Día del Hijo del Hombre, el Hijo del Hombre, ¿quién es? Es la Palabra, es Cristo, es el Señor, es la Palabra encarnada en un hombre. En la tarde :en el cuarto Elías; en la mañana tiene que ser conforme a la promesa: en el quinto Elías y segundo Moisés; porque no hay otra cosa prometida. Para la mañana no hay otra cosa, para el este no hay otra cosa prometida. Para el este lo que está prometido es Apocalipsis 11, conforme a Apocalipsis 10.
Por lo tanto, encontramos que esa es la promesa para el este, esa es la Luz del este; la Luz del oeste ¿es quién? El cuarto Elías, Malaquías 4:5. Siempre la Luz cuando se manifiesta en la Palabra hecha carne en un hombre, y eso es un profeta manifestando la Luz de esa hora, la Luz de ese tiempo. ¿Quién es el Hijo del Hombre? El Hijo del Hombre siempre ha sido profeta.
Cuando vino el Hijo del Hombre allá, era un profeta, era el Mesías; por eso los judíos dicen: “Cuando nuestro Mesías venga, Él será un profeta”. Ellos saben bien eso; porque ellos saben que será la Palabra hecha carne, Dios hecho hombre.
Así que, nosotros entendemos estas cosas y sabemos que si la Luz de la tarde fue la Palabra en un hombre, sabemos entonces que la Luz de la mañana será la Palabra hecha carne en un hombre, cumpliendo lo que faltó de ser cumplido. Y cuando la última Palabra sea vindicada… ¿y qué es la última Palabra siendo vindicada? La última Palabra siendo vindicada, es la última promesa siendo cumplida. ¿Y cuál es la última promesa qué ha sido hecha? La última promesa para el pueblo de Dios es Moisés y Elías, esa es la última Palabra que será vindicada conforme a lo que está prometido.
Usted no encuentra otra cosa después de eso, usted no encuentra otra cosa antes de eso que sea lo último; porque si usted no encuentra otra cosa antes de eso, eso no es lo último entonces.
Por eso, usted encuentra la Luz del oeste que es el cuarto Elías; pero esa no es la última Palabra, esa no es la última Palabra que sería vindicada. ¿Y por qué? Porque después de Elías —el cuarto— viene el quinto Elías; y ese es el último ministerio de Elías. Y viene también el segundo Moisés, y eso será el último ministerio de Moisés. Por lo tanto, esa es la última Palabra que será vindicada; y cuando sea vindicada o cumplida en carne humana esa promesa, entonces es el tiempo para la resurrección y para la transformación nuestra.
Ahora vamos a verlo aquí, página 120 de Citas, párrafo 1065, dice así:
“1065 - Él era la Luz vindicada de ese día. (Está hablándonos de la Primera Venida del Señor; y Él era la Luz vindicada de aquel día). ¿Ve? pero hay más palabra de ser vindicada Él tiene que vindicar más palabra. Y cuando la última Palabra sea vindicada, entonces la muerte es sorbida con victoria y los muertos en Cristo se levantarán, y entrará el Milenio”.
Ahora, vean ustedes el tiempo de la transformación nuestra y de la resurrección de los muertos en Cristo, es en el tiempo en que la última Palabra sea vindicada, o sea, cuando la última Palabra que Dios ha prometido sea cumplida en carne humana. Y la última promesa de parte de Dios para cumplir en carne humana ¿es cuál? Elías; pero no el cuarto —el quinto Elías y segundo Moisés— cumpliendo así la Segunda Venida del Señor con Moisés y Elías conforme al Orden de Su Venida; esa es la última Palabra que tiene que ser vindicada o hecha carne.
Y cuando esa Palabra que está ahí sea vista en carne humana cumplida, el tiempo de nuestra redención, el tiempo de nuestra transformación ha llegado, y el tiempo de la resurrección de los muertos en Cristo ha llegado.
¿Qué día resucitó el Señor? El domingo, el Día del Hijo. Y cuando ustedes vean esta Palabra cumplida en carne humana, ese es el Día del Hijo: es el domingo, el domingo espiritual, que viene a ser el día octavo: la Edad de la Piedra Angular, la Edad del Hijo del Hombre, la Edad de la Cabeza, la Edad de la Novia, la Edad de la resurrección, la Edad de nuestra transformación; todo eso está en ese día octavo, en ese día domingo, porque domingo es día de resurrección, porque domingo es día de regresar de nuevo al principio.
Por lo tanto, ese día representa todas estas cosas que el pueblo de Dios está esperando; y es en ese día en que Jesús se levantó y es en ese día en que los muertos en Cristo se levantarán también.
Por tanto, estando nosotros en ese día, viviendo ese día, habiendo llegado en este tiempo y estando nosotros viendo la salida del Sol, estando nosotros viendo ese amanecer glorioso…; vimos ese atardecer glorioso que ocurrió, pero conforme a la promesa también veríamos ese nuevo amanecer, el amanecer de ese día domingo.
Ahora ustedes pueden ver que Jesucristo no fue visto en el tiempo de la tarde, no fue visto resucitado por la tarde. En el tiempo de la Luz de la tarde de aquel día domingo nadie lo vio. Recuerde que los días comienzan por la tarde; cuando el sábado terminó por la tarde, ahí mismo en esa tarde comenzó el domingo, pero nadie lo vio; pero fue visto por la mañana.
Ahora usted puede ver conforme a la Palabra, que los muertos en Cristo serán vistos por la mañana, en la mañana del Día del Hijo del Hombre. Cundo ¿qué? Cuando la Luz del este sale en ese tiempo es que los muertos en Cristo han de resucitar.
Por lo tanto, sabemos que pronto hemos de ver a los muertos en Cristo que han de resucitar en este día glorioso del Día del Hijo del Hombre.
Por tanto, estamos vigilando por nuestros amados hermanos, porque conforme a la promesa ellos se levantan en el tercer día, así como Jesucristo dijo que se levantaría en el tercer día. ¿Y qué es eso? Encontramos hablando sobre ese tercer día…; vamos a leer aquí para que ustedes vean lo que es ese tercer día. Oseas, capítulo 6 (Oseas está antes de Joel, en la página 885, está después de Daniel); y nos dice de la siguiente manera [Verso 6]:
- “Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.*
- Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.*
- Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra”.*
Encontramos aquí en la Escritura que la promesa para Israel es el Señor darle vida después de dos días; después de dos días viene a ser el tercer día. Han pasado ya dos mil y pico de años; estamos en el tercer día y es el tiempo para Dios darle vida a Israel, resucitarlos espiritualmente. Y todo eso a ellos vendrá en - como está dispuesta la salida de la mañana.
¿Y por dónde es la salida de la mañana, del día? Por el este, así es la promesa para ellos; y es dicho que vendrá a ellos como la Lluvia tardía y temprana a la Tierra, les está prometido a ellos una resurrección. Sabemos que es una resurrección espiritual para ellos —y eso es en el tercer día—; y en el tercer día, en este tercer día en que ellos están, nosotros también estamos en ese tercer día; y en este tercer día hay una resurrección literal para los santos que han partido en las edades pasadas y hay una resurrección espiritual para los santos salir de los sepulcros denominacionales.
Realmente esa resurrección espiritual para los que están vivos ya ha estado ocurriendo en cada uno de los escogidos. Y en esa misma forma espiritual que nosotros hemos sido resucitados, también Israel será resucitado y será restaurado espiritualmente.
Ahora nosotros estamos en ese tercer día, y si usted quiere puede también examinar el tercer día como la tercera dispensación; y en la tercera dispensación hay una resurrección, la resurrección de los santos que han partido en las edades pasadas, y ellos han de resucitar para entrar en eternidad en cuerpos glorificados, y así estaremos todos juntos por toda la eternidad.
Ahora nosotros no necesitamos una resurrección literal, porque nosotros estamos vivos, pero una resurrección espiritual ha acontecido; y si ha acontecido una resurrección espiritual eso nos garantiza que no tenemos necesidad de morir porque esa resurrección espiritual que ha venido a nosotros nos mete a nosotros a eternidad; y si entramos a eternidad, a un día eterno, que es el Día del Hijo del Hombre, que es el día domingo espiritual… [CORTE DE AUDIO @1:24:30]…
… pasando por todo este tiempo pasado, somos metidos a eternidad.
Por tanto, de ese grupo fue que habló el apóstol Pablo, que no habrían de morir, sino que serían transformados los que quedarán en ese día; y esos son todos los que han sido predestinados para ese Día.
Por lo tanto, eso nos alienta, nos llena de regocijo y le damos gracias a Dios por estar viviendo, no en la edad luterana, no en la edad wesleyana, no en la edad pentescostal, sino en la Edad del Hijo del Hombre, o sea, en el Día del Hijo del Hombre. y en este tiempo hay una fuente abierta en la casa de David.
Por lo tanto, encontramos que, fíjese usted, cuando venía una edad, en esa edad el mensajero de esa edad traía un mensaje y llamaba al pueblo de Dios, y el pueblo de Dios salía de la edad que ya estaba pasando para entrar a una nueva edad; y esos que entraban pertenecían a esa nueva edad y venían a ser el grupo de esa nueva edad y venían a ser parte de ese mensajero, porque el mensajero entonces, cuando terminaba su trabajo partía y los santos de ese tiempo partían también, y allá en la otra dimensión eran reunidos el mensajero con su pueblo. Y así tendré por siete edades fue de esa manera.
Ahora, cuando se llega a este tiempo en que ya no hay más edades terrenales, entonces se cumple nuevamente lo que sucedió y se cumplió allá en los días de la Primera Venida del Señor —y está en Juan 7:37—; y el cuarto Elías aquí en el mensaje “Cisternas Rotas”, página 24, nos narra este acontecimiento:
- “[61]* (…) Jesús dijo al final de la Fiesta de los Tabernáculos: ‘Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba.’ Todos ellos se estaban regocijando. Ellos tenían un chorrito de agua saliendo debajo del altar y-y allí estaban todos ellos bebiendo de esto en celebración de la-de la fiesta y dijeron, ‘Nuestros padres bebieron de la roca espiritual en el desierto...’ Vean, ellos mismos se habían cavado una cisterna, ellos sacaban alguna agua estancada de algún lugar y salía por allí debajo del templo. Y todos ellos se reunían alrededor de esta agua y bebían y decían, ‘Años atrás nuestros padres bebieron en el desierto.’
- Jesús dijo, ‘Yo soy aquella Roca que estuvo en el desierto.’*
- Ellos dijeron, ‘Nosotros comimos el maná que Dios envió del Cielo.’*
- Él dijo, ‘Yo soy el maná.’ Aquella Fuente estaba parada entre ellos, aquel Pan de Vida estaba parado entre ellos y aun así ellos no lo quisieron. Ellos prefirieron sus cisternas porque el hombre había hecho esto y Dios había enviado Aquello. Exactamente esa fue la diferencia. Se habían construido sus propias cisternas.*
- Él dijo, ‘Si algún hombre tiene sed, venga a Mí y beba.’ Él es aquella Fuente. Y como había dicho la escritura: ‘Ríos de agua viva correrán por su vientre.’ ¡Oh, Él es aquel pozo artesiano! “Ríos de agua viva correrán por su vientre.’*
62. Él es aquella Roca que estaba en-aquella fue la roca de Agar cuando se vio en problemas”.
Voy a leer más abajo.
“(…) Y el Ángel del Señor le habló y ella encontró a Beerlahairoi (ese es el nombre de la roca, el nombre de la fuente) la-la fuente que estaba fluyendo y aún continúa fluyendo hasta el día de hoy. Él fue la roca Beerlahairoi de Agar allá en el desierto.
63. Aquel día estaba parado aquí en la Fuente llena con Sangre...”.
Ahora sigue diciendo:
- “Él fue aquella Fuente abierta en la casa de David…”*
Ahora, usted puede ver que al final de la séptima fiesta, o sea, la fiesta de los tabernáculos, la cual representa la edad de Laodicea, al final de esa fiesta Él se paró y dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba” [San Juan 7:37].
Y ahora, aquella fiesta de los tabernáculos representa la fiesta de la edad de Laodicea, o sea, la séptima edad de la Iglesia. Y al final de la séptima edad de la Iglesia cuando lo que hay son cisternas rotas con agua podrida, y lo que tienen es un chorrito de agua saliendo del altar para que las gentes beban de esa agua podrida, la cual es un agua de cisternas rotas, en este tiempo Él se levanta en el Día del Hijo del Hombre, y dice: “Si alguno tiene sed (por Palabra, por Mensaje de Dios), venga a mí y beba”.
Ahora usted tiene que saber que siempre que eso ocurre, para que pueda haber Agua de vida, para que pueda haber Palabra de vida, esa Palabra de vida tiene que estar velada en carne humana, para entonces poderse expresar a través de esa carne humana y poder darle a todos los sedientos de esa Agua de vida.
En las edades el Mensaje, el Agua que era dada venía a través de un mensajero; y el Agua en este tiempo, el Agua de vida, la Palabra de Vida tiene que venir en esta hora, en el Día del Hijo del Hombre a través de la manifestación del Hijo del Hombre que en la tarde se manifestó con el cuarto Elías y en la mañana corresponde a manifestarse en con el quinto Elías y segundo Moisés en la Luz de la mañana, la Luz del este; porque en la mañana la luz sale por el este, en la tarde la luz está por el oeste para esconderse y nuevamente verse por el este. Por eso, el cuarto Elías dijo: “¿De dónde viene Jesús? ¿Por dónde viene Jesús? ¿Por qué puerta viene Jesús?” Por el este, por la puerta del este. ¿Por dónde sale el sol? Por el este.
Y el cuarto Elías dijo: “Ustedes sabrán más adelante porqué yo los tengo a ustedes sentados mirando para el este, y el púlpito está en el este”, eso es para Jeffersonville, Indiana. ¿Para qué? Para que cuando saliera la luz de la mañana, la luz del este, el Mensaje de este siendo proclamado por el Mensajero del este, ellos pudieran saber que el cuarto Elías, la Luz de la tarde, los colocó mirando para la luz del este. Por eso es que el cuarto Elías, la Luz de la tarde, siempre les dijo: “Miren para el este, miren de donde sale el sol, porque por ahí viene el Señor en Su Venida”.
Por eso es que, el cuarto Elías todo lo que hizo fue anunciar ¿qué? La Venida del Señor por el este. Entonces el cuarto Elías precursó la Venida del Señor y puso al pueblo mirando para el este; y entonces si el pueblo no se cambia de posición y se queda mirando para el este, entonces cuando amanece el Día del Hijo del Hombre, entonces podrán ver el Sol del este saliendo, o sea, el Señor apareciendo en Su Segunda Venida como el Mensajero del este, como la Luz del este. ¿Y por qué lo vemos en el oeste? Porque la promesa es que el Hijo del Hombre vendría ¿cómo? Como el relámpago que sale ¿de dónde? Del este; ¿y donde se muestra? En el oeste [San Mateo 24:27].
Así es la forma en que el Hijo del Hombre promete venir en la mañana: de este a oeste; saliendo del este, surgiendo con el Mensajero del este, levantándose como la Luz del este y siendo mostrado en el oeste. Esa es la causa porqué la Luz del este se ve en el oeste, porque así fue prometido.
Por lo tanto, como relámpago que sale del este y se muestra, se da a conocer, se revela en el oeste como la Luz del este. En palabras más claras: se revela en el oeste —donde estaba la luz de la tarde, donde estaba la Luz del oeste— ahí la Luz del este se da a conocer como la Luz del este. Pero ¿dónde lo hace? En el oeste, en el sitio de la Luz de la tarde.
Esa es la razón porqué las cosas se cumplen como se cumplen; y esa es la razón por la cual el cuarto Elías dice de la siguiente manera. Él dice que los del este van a ver la Luz del este en el oeste. ¿Nunca lo ha leído? Sí que lo ha leído, y yo se los he leído muchas veces; lo que pasa es que en esta mañana de la manera que se los estoy citando, usted no se ha dado cuenta que eso que les voy a leer ahora, se los he leído otras veces; porque la Luz es la Venida del Señor, y el Señor viene conforme como Él ha prometido; y Él es la luz del este que se da a conocer en el oeste. Y en el oeste los judíos lo van a ver. Vamos a verlo, página 41 del mensaje “Fiesta de las Trompetas”, dice el cuarto Elías [pág. 35]:
“[252] (…) Esta va a ser la Trompeta; la fiesta, será rechazada, entonces se dará a conocer su Mesías.
- 253 Fíjense, ellos van a reconocer a su Mesías cuando lo vean a El. El viene en*
poder, esta vez, Aquel que ellos esperaron. El viene en poder, por la Novia Gentil, y los Judíos lo van a reconocer a El”.
¿Ve? Viene en poder para la Novia gentil, la Luz del este viene para la Novia gentil; la Luz de los judíos, la cual van a ver los 144.000, los primeros que la ven son la Novia gentil; y los judíos van a ver esa Luz en medio de la Novia gentil. “Porque como relámpago que sale del oriente, y se muestra en el occidente…”, así es la promesa de que el Hijo del Hombre ha de venir.
Ahora quiero leer algo más; en el mensaje Las Edades de la Iglesia. Ya ustedes van a ver - ya ustedes van a ver que ellos lo van a conocer. Quiero leer, página 34 de Las Edades:
“124. La bendición de Abraham vino por medio de la Cruz a los gentiles. Los judíos rechazaron la Cruz; por lo tanto, Jesús recibió la Novia gentil.
125. Ahora, volviendo a la historia de José encontrándose con sus hermanos, usted recordará que no todos los hermanos vinieron. José sabía eso e insistió para que todos los hermanos aparecieran ante él, o él no podía hacerse conocer ante ellos. Al fin y al cabo trajeron al que había faltado, Benjamín. Fue el pequeño Benjamín, el hermano de sangre pura, que hizo arder su alma. Y cuando nuestro José, Jesús, venga al pueblo que ha guardado los mandamientos de Dios, los cuales han regresado a la Palestina, Su alma arderá. El pequeño Benjamín tipificaba los 144.000 israelitas de toda la Tierra, que han vuelto a la Palestina para su redención. Ellos estarán allí listos para recibirle, Quien conociendo acertadamente es Vida Eterna. Ellos dirán: ‘Este es nuestro Dios a Quien hemos esperado.’ Entonces verán al que traspasaron”.
Ahora, ustedes pueden que ellos van a reconocerle, no hay lugar a duda de eso; porque esa es la promesa. ¿Cómo Dios moverá todas las cosas? Ya eso es un asunto de Dios. Por lo tanto, si es un asunto de Dios, Él sabrá cómo hacerlo para cumplir lo que Él ha prometido.
Así que, usted puede ver que ninguna persona puede cumplir estas cosas que están aquí, solamente Dios es el único que puede cumplirlo. Y entonces en si Él lo ha prometido Él lo va a cumplir, sabemos eso. Nos dice aquí la página 14 de Las Edades:
“45. Era tiempo para que Dios (el Mesías) volviera a llevar Su Novia, y entonces presentarse (hacerse conocer) a Israel. Así que vemos a Dios viniendo nuevamente para tomar una relación humana con el hombre como el Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores, y como el Novio de la Novia gentil”.
“Ya ustedes pueden ver que el viene en carne humana para tomar una relación física con el hombre como Hijo de David”.
Ahora usted puede ver que Él se presenta como Hijo de David en carne humana; y entonces, cuando eso acontece, eso da cumplimiento a lo que el cuarto Elías dice en el libro de Los Sellos, página 134:
“142.Y noten ustedes: Cuando este Espíritu Santo que tenemos llegue a encarnarse, el que está en nuestro medio ahora mismo en la forma del Espíritu Santo, cuando Él llegue a ser encarnado en la Persona de Jesucristo, entonces nosotros le coronaremos como ‘Rey de Reyes y Señor de Señores”.
Y ahí usted puede ver que eso ocurre cuando el Espíritu Santo se encarne en la persona de Jesucristo, y entonces ahí estará cumplida la Venida de Jesucristo en carne huma.
Por tanto, entonces será: Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores; y eso ocurre cuando termina la séptima edad de la Iglesia.
Ireneo supo de eso, y él dijo que al final de las edades le coronaríamos Rey de reyes y Señor de señores. Y el cuarto Elías también vio eso y habló de la misma manera. Y en esta hora nosotros estamos viviendo en el tiempo en que todas estas cosas tienen que ser cumplidas. Y todo esto tiene que ser en el tiempo de la mañana; porque es el tiempo más glorioso de todos, porque es el tiempo para hacerse el trabajo correspondiente a ese día glorioso del Hijo del Hombre.
Por tanto, estando nosotros viviendo en este tiempo en que la Luz de la mañana es la Luz del este, la Luz de Israel; y la Luz de Israel es la Venida del Mesías como el León de la tribu de Judá. Entonces mientras la Luz del este surge, encontramos que para el mundo gentil es tiempo de oscuridad, es tiempo de noche; y para ellos no habrá un nuevo. Día, no habrá un nuevo amanecer.
Y ahora, quiero leer algo que es muy importante, que identifica exactamente el tiempo de la traslación. Todo está en la Palabra; por lo tanto, una cosa tan importante como esa tiene que estar en la Palabra. Para Israel, la mañana del nuevo día es una mañana llena de Luz para los escogidos que pueden ver la Luz del este, aunque para los gentiles haya oscuridad y estén de noche, para los escogidos —como ellos salen de las edades de la Iglesia y suben (arriba)— arriba siempre hay Luz.
Usted sabe que hay una forma de cuando aquí en la Tierra se está de noche, hay una forma en la cual usted puede ver luz; y esa forma es saliendo de este planeta Tierra y subiendo más arriba, saliendo de esta atmósfera de este planeta Tierra, entonces se sube más arriba allá no hay noche para usted. ¿Por qué? Porque la noche viene a causa de las vueltas que da la Tierra.
Entonces la Tierra tiene sus revoluciones, y al tener esas revoluciones el sol está en una posición y la Tierra está por acá, entonces el sol alumbra hacia acá, hacia la Tierra y alumbra ese lado que está mirando hacia el sol. Pero la parte de atrás, que no está mirando hacia el sol, está de noche, y solamente lo que puede ver es la luz del sol a través de la luna o a través de las estrellas. Pero si usted estando a la parte de atrás, donde es oscuridad, usted puede salir de ahí hacia arriba, entonces usted queda mirando cara a cara al sol y no hay oscuridad para usted.
Y estando nosotros viviendo en la Edad del astronauta, como nos dice el cuarto Elías en el mensaje “Cuenta Regresiva”, estando en esa Edad entonces podemos salir de las edades terrenales, salir de la edad Laodicea que está en oscuridad conforme a como Dios lo mostró en el cielo, el que se queda ahí está en oscuridad, está de noche; pero si sale de ahí hacia arriba, hacia la Edad de la Piedra Angular, ahí el Sol siempre está brillando, ahí no hay más noche, ahí no hay más oscuridad; y si no hay más oscuridad, usted está de día, para usted entonces ha llegado un nuevo amanecer: el amanecer del Día del Hijo, del Dia del Hijo del Hombre.
Y ahora la señal, la señal de ese amanecer ¿sabe cuál es? El cuarto Elías dice que en la madrugada cuando ya el sol está para salir, la señal que se ve es la estrella de la mañana, y la estrella de la mañana es vista cuando ya está amaneciendo, es la única estrella que se ve de día. Pero de momento, esa estrella desaparece y lo que usted ve es el sol; porque esa estrella es la estrella del este; y ese sol que sale es el sol del este, y entonces como estrella ya no se ve más, entonces se ve el sol.
La Estrella de la mañana y el Sol de la mañana es el Señor Jesucristo en Su Venida. Pero antes de ver la Venida del Señor como el Sol de Justicia, usted lo primero que ve es un mensajero brillando, reflejando la luz del Sol, porque está muy cerca del sol esa Estrella, y ella está anunciando la Venida del Señor, la venida de un nuevo día, la venida de la Luz del este. Entonces lo primero que ve es un mensajero, pero al poco rato se da cuenta que ese mensajero, que esa Estrella y Sol que viene detrás son la misma persona: son el mismo Señor Jesucristo que viene del este, pero primero se ve como un mensajero; pero no puede haber más mensajeros de las edades terrenales de la Iglesia, por lo tanto, no puede ser otro sino Jesucristo como el Ángel Fuerte.
Ahora, quiero leerla aquí, página 268 [266] de Las Edades (en inglés 211); y dice de la siguiente manera:
“98. Si en alguna ocasión alguna gente ha tenido necesidad de una
promesa de una tierra donde no hubiese noche, fue la gente de la
Edad del Oscurantismo. Y por eso es que el Espíritu les está prometiendo la Estrella de la Mañana. Él les está diciendo que la Estrella
Mayor, Jesús, Quien mora en una Luz a la cual ningún hombre
puede llegarse, en el reino futuro los iluminará por medio de Su
presencia personal. Él ya no estará utilizando las estrellas (mensajeros) para dar Luz en la oscuridad. Será Jesús mismo hablando con
ellos cara a cara, mientras Él comparte Su Reino con ellos.
99. Es la estrella de la mañana que se ve cuando la luz del sol empieza a brillar. Cuando venga nuestro Sol (Jesús), no habrá más necesidad de mensajeros; Él mismo nos traerá Su Mensaje de Regocijo (¿qué Mensaje de Regocijo? El Mensaje del día domingo, el Mensaje del Año del Jubileo); y a medida que Él gobierna Su Reino, y nosotros vivimos en Su presencia, la Luz de la Palabra llegará a ser más y más brillante en nuestro día perfecto.
-
- ¿Qué más podríamos desear que a Jesús mismo? ¿No es Él el*
todo, el Todo Perfecto?”
Ahí ustedes tienen claramente lo que corresponde a esta hora, y ahora usted puede darse cuenta que estas son las promesas para este tiempo. Y es en este tiempo de la mañana que corresponde ocurrir la resurrección en este Día del Hijo del Hombre; porque este es el domingo espiritual. Por lo tanto, así como Cristo se levantó en ese día los muertos en Cristo también se levantarán en este día en la mañana.
Ahora para la humanidad este día, que es día glorioso de luz para nosotros, es un día de oscuridad para la humanidad, porque ellos estarán viviendo en la noche oscura (en términos espirituales), ellos vivirán políticamente en oscuridad, están de noche; religiosamente están en oscuridad, económicamente están en la oscuridad, y en todos los sentidos para este mundo están en oscuridad; y si el ciego guía al ciego, ambos caerán en el hoyo, en donde todos serán destruidos por la destrucción que viene.
Pero para el pueblo escogido nos es dada una promesa. Y ahora escuche bien, para todos los escogidos nos es dicho [“Revelación, capítulo cuatro, Parte II”, pág. 34]:
- “[191] (…) Tengo un boleto para ir al Cielo cuando el tren pase por aquí, una de estas mañanas oscuras. ¡Oh, qué bendición!”.*
¿Qué nos está hablando aquí? Un boleto; aquí es necesario tener la señal. Y ahora encontramos que nosotros tenemos un viaje, y a ese viaje nosotros llamamos: que es un viaje para el Cielo, pero se necesita tener la señal, tener ese boleto para poder hacer el viaje. ¿Y a qué horas seré ese viaje? Conforme al cuarto Elías, él dice:
“… cuando el tren pase por aquí, una de estas mañanas oscuras”.
O sea, una de estas mañanas oscuras ha de pasar el tren, será por la mañana. Pero encontramos que, para el mundo, aunque para nosotros es por la mañana, para el mundo es una mañana oscura, ¿por qué? Porque para los ciegos lo mismo era el día que la noche, le sacan el mismo beneficio. Un ciego lo mismo duerme de día que de noche. ¿Por qué? Porque para él todo el tiempo es de noche.
Por lo tanto, solamente él puede hacer las obras de la noche; pero para los escogidos, los que son hijos de la Luz, la Luz de esta hora, ellos están de día, ellos están en Luz, aunque el mundo esté en tinieblas los escogidos están en Luz. Por lo tanto, ellos ven, saben lo que tienen que hacer, cómo caminar en esta hora, cómo estar listos; y aún saben que el viaje no era en el tiempo de la tarde, no era en el tiempo de la Luz de la tarde; conforme a la promesa es en el tiempo de la Luz de la mañana, porque es por la mañana que está prometido que el rapto acontecerá.
Por eso el cuarto Elías dijo que, si viniera a la primera, segunda o tercera vigilia no había problema; pero él dice: “Tenemos que regresar al 7 porque el 9 es imperfecto”. Entonces si regresamos al 7 para el rapto, entonces dice: “Será de 6:00 a 9:00 de la mañana”.
Ahora vean ustedes, encontramos que es en las primeras horas de la luz del este que el rapto debe ocurrir. Por tanto, es en el tiempo de la mañana, en el tiempo de la luz de la mañana… y usted tiene que entender que esto tiene aplicación en lo espiritual y en lo literal. Pero la aplicación más grande es en lo espiritual; porque en lo espiritual para todos los que se van en el rapto será por la mañana, aunque vivan al otro lado del mundo y sea de noche en lo literal.
Ve usted, entonces que será por la mañana de 6:00 a 9:00. ¿Hay cuantas horas de diferencia? De 6:00 a 9:00 son 4 horas: las 6:00, las 7:00, las 8:00 y las 9:00.
Ahora, aquí hay algo muy importante, que más adelante Dios nos puede permitir ver. Ya en lo espiritual sabemos que nos vamos por la mañana, y sabemos que ha estado amaneciendo para nosotros. Por tanto, hay diferencia en la hora del este y la hora del oeste.
Encontramos que cuando en Israel son las 6:00 de la mañana, en Puerto Rico y en Estados Unidos ¿sabe qué hora es? Las 12:00 de la noche. Yo estuve chequeando eso cuando el hermano de Adalberto y el hermano Bermúdez estuvieron en Palestina, el hermano Adalberto me llamó a las 12 y cuarto del mediodía, y cuando yo le respondí eran las 6 y cuarto de la mañana.
Ahora vean ustedes, que hay una diferencia de unas 6 horas. Cuando la luz, cuando el día está amaneciendo en Israel, que son las 6:00 de la mañana en Estados Unidos de América y en Puerto Rico, son las 12:00 de la noche. Por lo tanto, cuando para Israel está amaneciendo, Estados Unidos y toda el área oeste está en media noche.
Ahora ustedes pueden entender porque en la Escritura nos habla de la Venida del Señor, en algunos lugares nos dice que es por la mañana, en otros lugares nos dice que es a medianoche; para Israel es por la mañana, para Estados Unidos de América eso es medianoche, está en medianoche; eso hasta los científicos lo dijeron, cuando faltaban 5 minutos y 3 minutos para la medianoche ellos lo estaban anunciando, pero ya entraron a medianoche están en oscuridad; y no saben cómo hacer.
Por lo tanto, ya ustedes pueden ver en el hoyo que se van a meter uniéndose a la bestia y levantándole la imagen en Estados Unidos de América. Por eso usted encontrará que la Escritura no se contradice, usted encontrará en toda la Biblia y en todos los mensajes del cuarto Elías, que en algunos lugares nos dice que el Señor vendrá y se llevará a Sus escogidos como ladrón en la noche, a la medianoche. Y en otros lugares encuentra que es por la mañana. Eso no se contradice, todo está bien; todo depende en qué posición usted se coloque y en qué lugar usted se coloque para entenderle esa Palabra.
Porque de otra manera usted estará tan confundido, que no sabrá si es por la mañana o es por la noche; es por la mañana y es por la noche. Es por la mañana cuando sale la luz de Israel, y es por la noche para los Estados Unidos de América y para el mundo gentil que ha entrado en tinieblas, que ha entrado en oscuridad. La edad de Laodicea está oscura y es de noche para ellos. Por lo tanto, para nosotros es de día, para nosotros es por la mañana; para los que se quedan es medianoche, porque como ladrón en la noche Él aparece y se lleva a Su Novia gentil.
Ahora usted puede ver estas cosas tan importantes de las cuales nos es hablado a través del cuarto Elías. Por eso fue que el cuarto Elías dijo en el mensaje “Ya ha salido el Sol”…; ya ha salido el Sol, ¿y por dónde sale el sol? Por el este. Ya ha salido el Sol ¿de dónde? Ya ha salido el Sol del este. Si usted puede entender eso, usted puede entender este Mensaje, porque este Mensaje nos habla del poder resurrectivo, y el poder resurrectivo fue manifestado en el día domingo en la mañana. ¿Para qué? Para una resurrección del Hijo de Dios.
Y ahora todos los hijos de Dios tienen que levantarse en la mañana de este domingo espiritual, del Día del Hijo. ¿Para qué? Para irnos todos juntos a nuestro hogar; así como Jesús luego que se levantó de los muertos, estuvo unos 40 días aquí en la Tierra, pero después se fue. Y así dice el cuarto Elías que será con todos los hijos de Dios. Los muertos en Cristo se levantarán, sus cuerpos transformados, nosotros transformados, y estaremos unos 30 días aquí. Y como que no nos va a gustar mucho aquí (cada día las cosas estarán peores aquí en esta Tierra), así que nos iremos de aquí, de esta dimensión; y toda cosa que vayamos a hacer, la haremos desde aquella dimensión.
Recuerde que el Señor se fue, pero después siguió trabajando aquí por 2000 años; desde allá se trabaja mejor. Usted puede ver que sí se trabajó mejor, así que no habrá problemas.
Ahora, quiero leer lo que el cuarto Elías dice con relación a la salida del sol por el este. Él nos cuenta que un anciano pescador fue invitado por un joven pescador para ir a pescar, y cuando estaban allá en el mar pescando perdieron - perdieron la noción del área donde estaban. Ellos no sabían hacia dónde era la tierra, ellos no sabían hacia dónde estaba el puerto.
Y el joven pescador se puso muy nervioso y el anciano pescador le dijo:
—“Hijo cálmate”.
El joven decía:
—“Estamos perdidos, nos vamos a morir”.
Era de noche; y el anciano pescador le dijo:
—“Cálmate, y espera que salga el sol, y entonces sabremos dónde nos encontramos”.
¿Y por qué? Porque el sol sale por el este; y entonces al salir el sol, entonces ellos sabían dónde se encontrarían. Y eso fue lo que Dios ordenó a todos los predicadores: “Dejen que salga el Sol, el Sol del este, el Mensajero del este, y entonces ustedes sabrán dónde ustedes se encuentran (¿por qué?). Porque ustedes mirarán hacia el este y verán ese Sol del este y ese sol del este iluminará todo el lugar, y ustedes verán donde ustedes se encuentran y hacia dónde tienen que navegar”.
Muchos no esperaron a que saliera el Sol del este, porque había que esperar hasta la mañana. Ellos quisieron en la noche saber dónde se encontraban, pero se encontraron perdidos dentro del Mensaje.
Pero en este tiempo, es tiempo para saber dónde nos encontramos; y en esta hora sabemos que nos encontramos en la Edad de la Piedra Angular, en la Edad del Hijo del Hombre; nos encontramos, no en el día de Lutero, no en el día de Wesley, no en el día pentecostal, nos encontramos en el Día del Hijo del Hombre, nos encontramos en sitio seguro. Y todos aquellos que se encuentren perdidos navegando en la forma que estaban navegando sin haber visto la Luz del Sol del este, este es el tiempo para corregir las rutas que llevan y navegar de acuerdo a la Luz del este; porque la Luz del este es la Luz de la mañana que muestra cómo caminar.
Página 49 del mensaje titulado “Ya ha salido el Sol”, aquí está lo que lo que el cuarto Elías nos dice. Él dijo:
“330. Él le dijo: ‘Hijo, siéntate, siéntate’. El pescador anciano, callado, Uds. saben; él sabía de lo que estaba hablando. Le dijo: ‘Sólo espera que salga el sol, entonces podremos ver en dónde estamos’.
- Ud. dirá: ‘¿Tengo que ser metodista, bautista, o pentecostal?’*
331. Sólo espere. Ya habiendo salido el Hijo, veremos en dónde estamos. Él es la Palabra. Espere Ud. hasta que vea la Palabra manifestada, brillando a través de la Simiente, la Gavilla mecida, veremos entonces en dónde estamos”.
¿Ve usted el tiempo que había que esperar? Eso fue conforme a la orden del cuarto Elías.
Ahora, en este tiempo cuando la Luz del Sol ha brillado, muchos podrán decir de esta manera que dice aquí el cuarto Elías.
“126. Ahora, como el sol fue enviado por toda la tierra (a lo largo de la Tierra), no para traer rocas (las cuales también son polvo) a vida; no fue para traer todo el polvo a vida, sino para vivificar solamente aquella parte del polvo que encubría vida.
127. No todos los hombres recibirán a Cristo. Oh no. Sino sólo aquellos quienes Dios preordenó a Vida, que tienen su morada en el polvo de la tierra, a éstos es que Él viene a vivificar.
128. Ahora, ese polvo permanecerá allí bajo el sol (ese polvo que Él no vino a vivificar)…”.
Recuerden que el polvo de la tierra representa a los seres humanos, porque del polvo de la tierra fueron hechos los cuerpos humanos. Por lo tanto, todos los seres humanos son polvo de la tierra. Entonces, encontramos que ese polvo permanece ahí frente al sol.
Recuerde, está representando a la gente, a los seres humanos con el polvo de la tierra, porque los seres humanos son polvo de la tierra.
- “[128.] … y dirá: ‘¡Oh, este sol es tan caliente!’ Esa piedra dirá: ‘¡Este sol es muy caliente!’ Pero la pequeña simiente dice: ‘Esto es lo que yo estoy buscando’, y ella comenzó a brotar a vida. Eso vivificó esa parte del polvo; porque el sol fue enviado, no para vivificar la piedra, no para vivificar el polvo, sino para vivificar la vida de la simiente.*
129. Ahora, entonces viene el Espíritu Santo. Por supuesto, no fue enviado a ¿Por qué será que no toda la gente lo recibe? No fue enviado para ellos”.
Así que, ustedes pueden ver que para ellos no significa nada. Sigue diciendo:
“131. Respondí: ‘Por supuesto que no. Ud. es un incrédulo. Esto no significa nada para Ud. Esto ni siquiera fue enviado para Ud. Esto fue enviado para los que creen’.
132. El Mensaje es para el creyente. Para aquellos que perecen, esto es insensatez; mas para los que están en Cristo y son parte de esa Simiente”.
Ahora usted puede ver cómo actuará la verdadera simiente de Dios; porque ese Sol del este cuando sale, sale para darle vida a la simiente de Dios, sale para recorrer la Tierra y vivificar la simiente de Dios. Pero el polvo y las piedras no son vivificadas; por lo tanto, las piedras y el polvo dicen: “¡Qué caliente está ese sol!” Muchas piedras de tropiezo en el camino, mucho polvo del campo, mucha tierra mala dirá: “Ese sol está muy caliente, ese Mensaje que trae es muy caliente”.
Entonces, ese Mensaje calienta y quema esa piedra y quema esa tierra, ¿ve usted? Pero la simiente verdadera le da vida. Entonces usted puede ver la reacción de ambas partes. Siempre la reacción de la simiente de Dios es: “¡Eso era lo que yo estaba esperando!”. Porque ese Sol del este, ese Sol de Justicia cuando se levanta es para vivificar, para darle vida a los hijos de Dios. Entonces al ser vivificados, entonces ellos pueden ser transformados. Por esa causa no hay otra forma para los hijos de Dios ser transformados y los muertos en Cristo ser resucitados.
Así que estamos en esa hora tan grande y tan gloriosa, que cuando la vemos sabemos que ha sido la gracia de Dios la cual ha obrado para nosotros.
En esta hora sabemos que no somos merecedores, sabemos que no somos personas que merecíamos estas cosas, pero Dios nos predestinó para esto; no es la justicia nuestra, es la justicia de Dios; no es la santidad nuestra, es la santidad de Dios. Eso es lo que nos hace santos a nosotros, eso es lo que nos hace justos a nosotros; pero por la parte nuestra eso no vale, eso no se puede parar delante de Dios. Pero sí tenemos la de Él, porque Él nos ha santificado y nos ha justificado; esa es la que tenemos porque esa es la que es válida.
Así que estando nosotros en esta hora, sabemos que el fuego regresa todo a su lugar original. Usted no puede destruir nada que con un papel lo quema o un pedazo de madera, y aparentemente lo destruyó, y ve las cenizas y las revuelve, y las echa al aire y no las ve más. ¿Dónde están? Están donde estaban antes de estar convertidas en un papel: volvieron a luz cósmica, petróleo y todas esas cosas que eran antes de ser un pedazo de papel o de madera. ¿Y quién las envió hacia allá? El fuego, y el fuego regresa todo a su posición original.
Por esa causa es que viene el fuego de parte de Dios. Está el fuego espiritual en la cima de la montaña, como vimos no hace mucho en el mensaje que citamos, y ese fuego regresa todo a su original. Pero el fuego atómico que viene para las gentes, para el mundo gentil, los regresa a su origen también; para eso es el fuego.
Ahora, usted puede ver la hora en que estamos, todas estas cosas que están prometidas para este tiempo y que hay un grupo en la Biblia señalado que serían personas que estarían aquí vivos.
Ahora usted, en esta hora usted, usted puede mirar en la Biblia y ver ese grupo; y ustedes verse en el espejo de la Palabra y decir como decía aquel muchachito en el mensaje del hermano Branham titulado “Liderato”, página 42, que ese muchachito llamado Juanito, era un muchacho de campo, y cuando vino a la ciudad con su mamá, él vio, él se paró frente a un espejo, pero él no sabía que era un espejo, ni sabía lo que ese espejo hacia —y él nunca había visto un espejo—; y cuando se paró frente a ese espejo, él vio muchachito allá. Y entonces miró a ese muchachito, y entonces Juanito, Juanito movía una mano, y allá el muchachito que estaba en el espejo movía la mano también; y él se movía y el que estaba en el espejo se movía.
Ahora, para usted esto no es una cosa rara porque usted sabe lo que es un espejo; pero para una persona que nunca haya visto un espejo, eso es algo raro pararse ahí y ver a otro ahí adentro, y que haga lo mismo que él está haciendo, eso es algo un poco raro. ¿Cómo sería la primer persona que se vio en un espejo?
Ahora este muchacho, este niño después de un buen rato descubrió lo que estaba pasando, y cuando lo descubrió ¿sabe lo que dijo? “Mamá, ¡pero si soy yo!” En la Palabra de Dios usted ha visto que habla de un grupo de personas que estarían vivos en este tiempo y que no verían muerte, sino que serían transformados; y nos es enumerado las cosas que ellos verían, las cosas que ese grupo vería, es enumerado que ese grupo sería el grupo que vería la Venida del Señor; y es enumerado un sinnúmero de cosas que identificarían ese grupo, y que ese grupo tendría un sinnúmero de cosas bíblicas para este tiempo final, ellos tendrían esas promesas, en ellos se cumplirían esas promesas.
Y ahora en este tiempo final, cuando un grupo aparece y puede ver esas promesas que están ahí, y ver que esas mismas cosas son las que ellos tienen en su medio plenamente cumplidas, ese grupo puede decirle a la Palabra, porque su mamá es la Palabra, ese grupo puede decir: “Mamá, ¡pero si soy yo!”.
También su mensajero; su mensajero cuando puede ver todas las promesas para este tiempo, y puede ver todo lo que dice Apocalipsis 10 y lo que dice Apocalipsis 11 y un sinnúmero de Escrituras más; y cuando puede ver que todas esas cosas se le cumplen a él, él también puede decirle: “Mamá, ¡pero si soy yo!”.
Quizás ella está esperando uno que se levante por allá o por acá, pero él podrá decirle: “Mamá, ¡pero si soy yo!”.
—“¿Y cómo tú lo sabes?”
—“Me estoy viendo en el espejo de la Palabra; y ese espejo de la Palabra, cuando yo muevo un brazo así y hago esto, aquí dice que haría esto, y eso es lo que hace aquí”. Por ejemplo, dice qué Apocalipsis 10 es el que desciende del Cielo rugiendo como un León y Siete Truenos emiten sus Voces. Y es prometido que en los Truenos es revelado el Nombre Nuevo, es dado a conocer la fe para el rapto, es dado a conocer un sinnúmero de cosas en este tiempo; y cuando ve que esas cosas se le cumplen a él y que a través de él Dios las cumple, entonces él puede decir: “Mamá, Apocalipsis 10 y Apocalipsis 11, mamá, ¡pero si yo!”.
Cuál sorpresa sería para él al ver eso, y al ver que lo que dice ahí que estaría haciendo, es lo que estaba haciendo; eso debió haber sido una cosa, un impacto grande. Bueno, lo mismo que para cada uno de ustedes; cuando ustedes han descubierto quiénes son ustedes, entonces ustedes saben que Dios no está hablando de otro grupo, sino del grupo que pertenece a la Edad de la Piedra Angular; porque pertenece al día de la resurrección. Y si estamos vivos, pues no tenemos que morir, seremos transformados; y los que ya murieron serán resucitados en este, nuestro día; no en el día de Wesley, ni en el de Lutero, ni en el día pentecostal, sino en el Día del Hijo del Hombre; porque todos los muertos oirán la Voz del Hijo del Hombre y saldrán en este día en la resurrección gloriosa [San Juan 5:25-29]. Esa es la promesa en esta hora, y así Dios ha de hacer; porque esa es la promesa que Él ha hecho para Su pueblo, y Él no puede fallar lo que Él ha prometido.
Vean ustedes, que el Sol de la mañana es la Venida del Señor por la puerta del este.
Ahora ustedes pueden que el cuarto Elías nos dice en el mensaje titulado “Dolores de Parto”, nos dice que el sol regresa la gotita de rocío al lugar a donde ella estaba primero, la sube arriba. Y entonces el cuarto Elías dice: “Por eso es que la gotita de rocío que fue formada en la noche, en la mañana está titiritando, está temblando, y cuando ve el sol saliendo en la mañana, ella se llena de regocija y comienza a brillar.
Yo no sé de ustedes los que durante la mañana han salido bien temprano por el campo y miran así sobre la hierba o sobre algún cordel de tender ropa, y ustedes pueden mirar unas gotitas de agua, gotas y gotas de rocío que no estaban ahí por la tarde, pero en la mañana usted las ve ahí —fueron formadas durante la noche—; pero en la mañana comienzan a brillar, y algunas veces usted comienza a ver ese brillo desde lejos, y usted dice: “Allí debe haber algo”, y va hacia allá, y algunas veces lo que ve es una gota de rocío sobre alguna hoja, y eso brilla tanto que usted cree que es otra cosa.
Pero es esa gotita de rocío que está brillando de regocijo porque el sol se está reflejando en ella y el calor del sol está siendo recibido por ella; y cuando pasan algunas horas de haber amanecido, usted va a buscar la gotita de rocío después, y no está. ¿Para dónde cogió? Usted puede ver eso también sobre los automóviles que no tienen garaje en tiempo fríos usted notará eso; pero después que amanece, después que calienta el sol se fueron esas gotas de rocío, ¿dónde están? ¿Dónde están? Donde estaban primero, para allá cogieron; vigile usted al otro día y verá que ellas vuelven a regresar.
Vigile usted el Milenio y verá que en el Milenio esas gotitas de rocío, esos escogidos, que cuando sale la Luz de la mañana comienzan a temblar de regocijo, de alegría, ¿por qué? Porque saben que ese Sol de la mañana, ese Sol del este ha aparecido, se ha levantado con salvación en Sus alas; y entonces se ha levantado, ¿para qué? Para brillar sobre nosotros y así entonces llevarnos de aquí, ¿hacia dónde? Hacia nuestro lugar original. Nosotros no somos de aquí, nosotros somos de allá. El mismo Señor Jesucristo dijo: “¿Cuál de los del mundo? Porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo” [San Juan 17:16].
Así que, nosotros no somos de este mundo, por lo tanto, vamos de regreso a nuestro lugar; y por eso es que cuando la Luz del Sol se levanta en la mañana nos llena de regocijo. ¿Por qué? Porque sabemos que ha surgido, que se ha levantado, ¿para qué? Para venirnos a buscar, para llevarnos de aquí, ese es el Plan de Dios y para eso es que Él viene.
Es la Luz del este, pero se muestra en el oeste, donde están los escogidos gentiles, para ser trasladados a su lugar original, al lugar que Dios les tiene preparado.
¿Quieren ver la luz en este levantándose? ¿Y quieren ver la Luz del este brillando sobre esas gotitas de rocío? Mírenlo aquí, página 57 de Los Sellos nos dice el cuarto Elías:
“[16.] (…) Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...
17. Ahora, si usted se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento Él fue llamado el Ángel del Pacto; y Él ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin”.
¿Adónde viene el Sol de Justicia, el Sol del este? A los judíos, para ellos es que sale.
“[17.] Bien, ahora continuando: ...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.
- ¿Recuerdan el Ángel de Apocalipsis capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve usted? La Iglesia está a punto de ser raptada, Él viene por Su Iglesia”.
Ahora, ustedes pueden ver que la Luz del este, la luz de Israel, la Luz de los judíos, la Luz que sale por este, viene por la Novia gentil. Entonces, ya ustedes saben para qué viene. ¿Viene para qué? Viene con los Truenos para darle la fe de rapto, para darle a conocer el Nombre Nuevo, viene para reclamar Su Novia, para que se siente con Él en Su Trono.
Por lo tanto, encontramos que viene como León de la tribu de Judá, viene como el Mensajero de Israel, viene como el Rey de Israel; y así se le presenta a Su Novia gentil, se le da a conocer.
Entonces al hacer eso, le da a conocer el Plan para ser llevado a cabo para la Novia gentil; los escogidos poder ser trasladados, y entonces no estar más aquí. O sea, le es dado a conocer al pueblo escogido la forma correcta para hacer el rapto. Todo eso lo hace la Luz, la Luz del este, el Sol del este, el Sol de la mañana.
Por lo tanto, tenemos que estar más que agradecidos en esta hora en que estamos, porque la Luz del este ha salido ¿cómo? Ha salido como relámpago, que ha salido del este y se muestra en el oeste. Así se ha estado mostrando. Lo que se ha está demostrando en el oeste es la Luz del este.
Ahora, se puede explicar en otras palabras. Es como el sol, es como el sol que brilla del este al oeste. Esto está en la página 155 de Los Sellos:
“[23.] … antes de la Venida de Cristo, la Biblia dice que se levantarán falsos cristos, y hasta reclamarán ser Cristo mismo, y la gente dirá: ‘He aquí, está en el desierto.’ ¡No lo crean! ‘He aquí, está en el lugar secreto.’ ¡No lo crean! ‘Porque así como el sol brilla de Este a Oeste, así también será la venida del Hijo del Hombre’.”.
¿Cómo será la Venida del Hijo del Hombre? Como el sol que brilla del este al oeste. Entonces vemos que esa es la manera de la Venida del Hijo del Hombre; el Sol del este saliendo y brillando en el oeste, dándose a conocer en el oeste, entre los gentiles. Así es la promesa y así es su cumplimiento; no puede fallar.
Ahora tenemos una explicación clara de por qué estas cosas que son el Mensaje para Israel, están siendo dada a conocer acá en el oeste. ¿Por qué? “Porque es como el relámpago que sale del este, y se muestra (se revela) se da a conocer en el oeste”. Por lo tanto, eso es lo que ellos reconocerán: lo que ha sido mostrado en el oeste en medio de los escogidos. Por eso este es el Mensaje que hemos recibido nosotros el cual ellos recibirán; porque la Novia gentil le llevará el Mensaje a los judíos, la Novia gentil es la que hará eso.
Por eso es que todos trabajamos para que el Mensaje le llegue a los judíos que están en Israel. Es una labor de todo el de este tiempo final, el cual ha entrado a una Edad hebrea, a una Edad judía; estamos en una edad judía. Por lo tanto, por eso es que teniendo este Mensaje hebreo, que es el Mensaje del Evangelio del Reino, tenemos que llevárselos a ellos; a nosotros nos es de grande bendición, pero hay más gentes esperando por él.
Por lo tanto, esa es nuestra labor que estamos llevando a cabo de una forma o de otra; y estamos trabajando en esto para que el Mensaje llegue a ellos conforme la promesa.
Así que, en esta mañana conociendo estas cosas, las cuales fueron prometidas y estando gozando en ellas, entonces queremos también que nuestros amados hermanos hebreos, los 144.000, también puedan disfrutar de esta tremenda bendición que es para ellos, pero que nosotros hemos empezado a participar de ella primero; y si a nosotros nos ha gustado. ¿Qué será a ellos? Los cuales han estado esperando miles de años por esta hora.
Así que, entonces ya no falta poco tiempo para ponerle en Sus manos este glorioso Mensaje del domingo. Mensaje de domingo.
Nosotros no tenemos Mensaje aquí de días de semana, nosotros no tenemos Mensaje aquí de las edades de la Iglesia; nosotros el Mensaje que tenemos es un Mensaje de domingo, aunque estemos predicando en un viernes o en un miércoles, el Mensaje es de domingo.
Por lo tanto, este es un pueblo que tiene un Mensaje de fiesta espiritual, un Mensaje de Jubileo, un Mensaje de regocijo, un Mensaje de eternidad, un Mensaje que nunca antes en edades pasadas había sido predicado.
Encontramos que solamente estará el cuarto Elías comenzó a predicar este Mensaje en el tiempo de la tarde; y en el tiempo de la mañana está la continuación está continuación del mensaje del domingo.
Por lo tanto, tenemos que realmente estar agradecidos si sabemos en qué día estamos. ¿En qué día estamos? En domingo, estamos en el Día del Hijo del Hombre. Por tanto, el Mensaje, es el Mensaje del Hijo del Hombre con el cuarto Elías primero y con Moisés y Elías después; ese es el Mensaje del Hijo del Hombre. Porque el Hijo del Hombre es la Palabra hecha carne en un hombre, y eso es el Hijo del Hombre: un profeta.
Bueno, ya hemos hablado de estas cosas. No hemos estado predicando, más bien hemos estado en esta enseñanza aprendiendo las bendiciones que nos han tocado en esta hora, para regocijarnos todos juntos en este momento tan glorioso que estamos viviendo. Creo que el tiempo ha pasado un poquito rápido, pero todavía el Mensaje de domingo todavía continuará. Estamos hace años predicando ese Mensaje, y cada día lo que encontramos es que tiene más bendiciones para nosotros.
Por tanto, entonces este Mensaje seguirá por toda la eternidad, no tiene fin; porque por toda la eternidad estaremos disfrutando las bendiciones eternas que Dios tiene para nosotros. Y si estaremos disfrutando esas bendiciones, pues estaremos en ese Mensaje eterno que es el que tiene esas bendiciones.
Así que, estamos en esta mañana o en este día muy contentos, muy felices, porque las cuerdas nos han caído en lugares deleitosos y grande es la heredad que nos ha tocado. ¿Cómo podemos estar tristes cuando todo lo que hay lo que nos produce es alegría? ¿Cómo podemos ponernos a pelear los unos con los otros cuando toda la Palabra que nos ha llegado lo que hace es que nos junta más en el amor divino? ¿Cómo podemos actuar contrario a la Palabra cuando todo lo que nos ha llegado es la Palabra para esta hora?
Realmente en todas las edades no ha habido grupo de personas más felices y más agradecidos, que el grupo de este tiempo final; y no han habido personas que estén en la condición en que está el grupo de este tiempo final. ¿Por qué? Porque Dios dijo que estaría en esa condición.
El grupo de este tiempo final no es un grupo que tiene la virtud correspondiente para alguna de las edades, de las siete edades pasadas; el grupo de este tiempo tiene lo que corresponde para este tiempo. ¿Y qué es lo que corresponde para este tiempo? ¿Amor fraternal? No, eso falla. Lo que tiene es el amor divino; y en el amor divino hay compañerismo, en el amor divino hay virtud, en el amor divino está todo. Si usted quiere tener todo necesita una sola cosa: el amor divino.
Así que en esta hora estamos, porque esta es la edad que produce el amor divino, dentro de cada escogido; y en el amor divino entonces nos sabemos entender y sobrellevar los unos con los otros.
Bueno, por más cosas que usted me haga a mí, no puedo hacer una cosa: y es odiar. ¿Por qué? Porque le sigo amando; porque el amor divino no tiene límites. Y así usted es conmigo; por más cosas que le molesten de mí, todavía no puede dejar de amarme a mí, ni yo a usted. ¿Ve usted?
Así que, eso realmente es lo que corresponde a este tiempo; y en ese amor divino se gana la batalla del amor divino en esta hora ¿ve? Entonces en esta hora realmente dejemos que el amor divino en cada uno se manifieste sin límites el uno para con el otro y de usted hacia Dios, movámonos no por los sentimientos humanos sino en el amor divino.
Así que, en la enseñanza de esta mañana, el tema para nosotros ha sido un tema en el cual hemos visto muchas cosas. Quizás usted - quizás algunas personas piensan: “Bueno, ¿y por qué todo lo que se les predica es de las bendiciones de Dios para ellos?” Que ¿por qué? Porque es el tiempo de Dios darle esas bendiciones al pueblo, a Su pueblo. ¿Usted quiere oír hablando cosas duras en contra de la gente? Deje que en algún mensaje usted escuche cuando se habla de Laodicea y de la gente que están metido en Laodicea, y usted escuchará de parte de Dios palabras duras. Pero eso no va con usted ni conmigo; porque usted no está ahí metido. Y si todos los que están aquí están en la Edad de la Piedra Angular y no están en la Edad de Laodicea, pues no tengo nada malo para hablar de ustedes. Todo lo que tengo para decirles a ustedes son las bendiciones que le han tocado a ustedes en esta hora en que estamos; y recomendarles siempre que no se aparte de la Palabra ni a diestra ni a siniestra.
Así que, en esta hora realmente es de bendición para todos nosotros, porque es el día más glorioso de todos: es el día de resurrección, es el Día del Hijo del Hombre, y es por la mañana. Estamos en ese amanecer de ese día glorioso del Hijo del Hombre; y, por tanto, nos hemos levantado del sueño, nos hemos levantado, nos hemos lavado la cara con el Agua de la Palabra; y ya vemos el día cómo ha estado levantándose, y realmente ya llevamos algunas horas de ese nuevo día.
Por tanto, realmente es maravilloso poder ver la Luz, la Luz del este, la Luz del nuevo amanecer, la Luz del día de resurrección. Y si la estamos viendo, ya pronto hemos de ver a los santos, porque ellos se tienen que levantar también en este día glorioso; y nosotros tendremos que ser transformados, porque ya este cuerpo no nos puede durar mucho. Y para donde vamos tendríamos que ponernos un traje de astronauta; ¿y quién no puede hacer un traje de astronauta para otra dimensión? Si aún para ir a la luna tienen que tener un traje de astronauta.
Pero el Señor nos dijo: “Yo me voy, y les voy a preparar un traje de astronauta, para que donde Yo estoy, vosotros también estéis. Cuando estén todos preparados vendré otra vez, y les pondré ese traje y entonces nos iremos todos para otro lugar, para otro mundo” [San Juan 14:2-3]. Pero con ese traje de astronauta que Él nos tiene, no tiene usted porqué preocuparse; porqué se va a preocupar que, si hay oxígeno allá, ¿qué tiene que ver si hay o no hay oxígeno en la otra dimensión?, si donde único necesitamos oxígeno es aquí en esta Tierra para este cuerpo, pero aquel cuerpo no tiene problemas; puede ir a cualquier dimensión haya oxígeno, hidrógeno o lo que haya, no tiene ningún problema.
Así que, olvídese de los tanques de oxígeno; para ir a la luna nada más las gentes tienen que andar con unos equipos que casi no pueden con ellos. Pero ya Dios nos hizo el nuestro, ya Dios nos hizo el nuestro, de tal manera que no tenemos ningún problema: caminamos con todo el equipo dentro; y cada vez que necesite que funcione de cierta manera, va a funcionar de cierta manera; usted tiene el cohete en usted mismo para salir para cualquier sitio. No va a necesitar un avión, ni un carro, ni un caballo, todo lo tiene ya dentro.
Así que, ya usted puede ver la bendición tremenda que nos ha tocado. ¿Había pensado usted en todas esas cosas? ¿Ve usted que era más grande y más glorioso lo que Dios tenía para usted de lo que usted se imaginaba? Pero lo más grande de todo es la simplicidad de todo; cosas tan grandes y tan simples.
Así que, todo eso es para todos nosotros que estamos en este tiempo.
Así que vamos a detener ya un poquito el mensaje, vamos a hacer una pausa, luego continuaremos el jueves, porque ustedes van a estar aquí; y si ustedes van a estar aquí, yo voy a estar aquí con ustedes también y vamos a disfrutar todo lo que el Señor nos tenga. Realmente vamos a estrenar bien esta carpa.
Bueno, realmente la estábamos esperando, y ahora vamos a aprovecharla y no vamos a esperar que se ponga vieja. Ya ustedes recuerdan, el jueves a las 2:00 de la tarde nos anunció el hermano Adalberto; yo voy a tratar de que no se me olvide a mí también, porque de los más olvidados soy yo el primero; yo voy a tratar de que no se me olvide, usted haga la parte suya para que no se le olvide también, ya que no estamos acostumbrados a tener culto los jueves. Es más, no se sabe si ya los viernes también se nos olvidó; ahora tenemos que recordarnos del jueves y el viernes.
Bueno, pero el Señor nos ayudará y nos dará lo que Él quiera para esos días. Oren mucho a Dios, para lo que Él nos tenga para estos días, nos les dé a conocer; de otra manera no nos daría nada y vendríamos aquí y perderíamos el tiempo. Pero no queremos perder el tiempo, sino aprovecharlo bien; queremos que el tiempo nuestro tenga realmente valor. Por lo tanto, queremos que Dios nos hable en estos días venideros. No sabemos qué Él nos pueda hablar; pero sabemos que como van las cosas, las cosas van a estar buenas si Dios se mueve a la escena; y estamos preparados para lo que Él nos tenga en estos días venideros
Bueno, “EL DÍA DEL HIJO”, eso ha sido el mensaje de enseñanza de hoy; y realmente ha sido algo sencillo para todos nosotros. Quizá para alguno haya sido un repaso; pero realmente hemos visto como la Palabra no se contradice, sino que Dios cumple lo que Él ha prometido y lo sencillo que Él lo cumple, y a lo mejor muchas personas pueden estar esperando las cosas de otra manera y después decir: “Dios no cumplió eso que dijo que habría de cumplir”, pero aquí hay un pueblo que ha sido subido arriba a la cima del Monte para ser testigo de las cosas que Él ha cumplido en este tiempo que estamos; somos testigos de lo que hemos visto y oído, y de lo que nuestras manos han palpado tocante a la Palabra de Dios.
Bueno, si seguimos por ahí, habría mucho que hablar, porque un testigo tiene mucho que hablar; y para un testigo tener mucho que hablar, tiene que haber visto mucho; y desde el 74 para acá, nosotros somos testigos de las cosas que hemos visto y también somos testigos de las cosas que vimos en la Luz de la tarde a través del cuarto Elías. Somos testigos de la Luz de la tarde y de la Luz de la mañana.
Así que, si nadie más en este mundo pudiera dar testimonio, pudiera ser testigo de las cosas que han sucedido, aquí hay un grupo que es testigo de todo lo que Dios ha hecho en la Luz de la tarde y en la Luz de la mañana.
Que Dios nos ayude a ser valientes y a ser testigos fieles de todo lo que hemos visto y oído que Dios ha hecho y ha hablado en este tiempo final; porque estamos en el Día del Hijo del Hombre, y eso es un privilegio para nosotros.
“EL DÍA DEL HIJO”.
Dios nos bendiga y Dios nos guarde en esta mañana, y nos ayude para que pronto estemos listos y seamos transformados. Yo sé que será pronto, será muy pronto lo que Él ha prometido. Estemos preparados para ese momento.
Dios nos bendiga a todos en esta tarde.
“EL DÍA DEL HIJO”.