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El tiempo de la siega 1976-06-09 Sabana Seca, Toa Baja PR 00:00:00 false

… En el verso 36. San Mateo, capítulo 13, comenzando en el verso 36, hasta el 43; los que no hayan conseguido todavía la Escritura, entonces pueden escuchar la lectura. Dice así la Palabra del Señor:

“Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.

  • Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.*
  • El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.*
  • El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.*
  • De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.*
  • Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,*
  • y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.*
  • Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre. El que tiene oídos para oír, oiga”.*

Oremos al Señor: Padre Eterno, Dios Santo, aquí en esta noche, ante Tu presencia estamos. Te damos gracias por Tus bendiciones, oh Dios. Te rogamos en esta noche hables a nuestros corazones y nos edifiques a todos, oh Dios Eterno. Te lo pido en el Nombre del Hijo de David. Amén Amén.

En esta noche vamos a ponerle como tema a la plática de esta noche: EL TIEMPO DE LA SIEGA o de LA COSECHA (que es lo mismo: la siega y la cosecha). Entonces como leímos aquí en la Escritura en esta noche, el Señor hablándonos ahí, encontramos que Él a través de las edades de la Iglesia, Él, si usted lee en el libro de Las Edades de la Iglesia, usted encontrará que había trigo y cizaña en la Iglesia. Usted encontrará que la Iglesia, hablando el término “iglesia” estaba compuesta de dos grupos, y esos dos grupos eran la Vid verdadera, con los pertenecientes a la Vid verdadera y la vid falsa también. Ambas crecieron juntas, y cuando el Señor habló la parábola, luego dice también que vinieron Sus siervos, y le dijeron al Señor: “¿Pero cuándo Tú sembraste cizaña en el campo? porque ha aparecido por ahí cizaña”. Y el Señor dijo:

-“Un hombre malo vino y sembró en el campo”. Y entonces le dicen a Él, los que servían le dicen al Señor:

-“¿Quieres que arranquemos la cizaña del campo?” El Señor les dice:

-“No hagan eso, porque arrancando la cizaña pueden arrancar también el trigo. Todo eso hasta el tiempo del fin, hasta el tiempo del fin del siglo, hasta el tiempo de la cosecha; y cuando llegue ese tiempo, entonces yo enviaré a los segadores, y entonces va a ser arreglado. Van a tomar la cizaña aparte y el trigo aparte. El trigo será tomado y recogido en el Alfolí”.

Así que, la cosa, el orden del Señor durante las edades de la Iglesia, se quedaría ¿cómo? Se quedaría el trigo y la cizaña caminando juntos hasta el tiempo final, porque fue orden del Señor. Ahora usted saben bien que a través de las edades de la Iglesia, se sabía que había trigo y cizaña juntos, ¿ve? Entonces encontramos, que habían dos espíritus moviéndose en medio de la Iglesia, la cual estaba compuesta por dos vides: Vid verdadera y vid falsa. ¿Ve? Ambas profesaron creer el Evangelio, creer el Evangelio de la segunda dispensación: creer en el Evangelio de la Gracia.

Fíjese usted, cizaña y trigo profesando la misma cosa así como fue desde el principio Abel y Caín; allí los tiene a los dos profesando la misma cosa. Pero al final, encontramos que Entonces hubo la separación de ambos.

Ahora vemos, que en el tiempo de la siega, en el tiempo de la cosecha, es que habría una separación entre el trigo y la cizaña.

Ahora, encontramos por la Palabra de Dios, que para hacer esa separación, Dios haría ¿qué? Dios enviaría Sus ángeles, los cuales llevarían a cabo ese trabajo en el tiempo final.

Ahora siendo en el tiempo final que sería llevado a cabo ese trabajo, entonces nos conviene a nosotros mirar el tiempo en el cual nosotros estamos y darnos cuenta que en este tiempo final habría de haber ¿qué? Habría de haber una separación entre el trigo y la cizaña; y al haber esa separación entre el trigo y la cizaña, entonces luego, que habría más trigo con cizaña, sino que el trigo estaría aparte y la cizaña estaría aparte. ¿Ve usted?

Entonces, es algo grande, algo maravilloso, lo cual es una promesa de parte del Señor. Siendo una promesa de parte del Señor, tenemos entonces que saber, que luego de llegar el tiempo de la cosecha, de ahí en adelante no será más como era durante las edades de la Iglesia. Entonces, bueno se va a ver el grupo mucho más pequeño, pero entonces, lo que es trigo va a estar en el lugar del trigo, y lo que es cizaña entonces va a estar en el lugar de ¿qué? De la cizaña; porque entonces ya no va a haber más liga, sino que cada cosa estará en su lugar.

Ahora, sabiendo nosotros que ese tiempo del fin es el tiempo que si nosotros vivimos, es el tiempo de la cosecha, es el tiempo en que hay un recogimiento prometido para los escogidos, nuestro recogimiento a hoy, del cual San Pablo habló. Ese era el recogimiento del trigo, y para ese recogimiento del trigo entonces Dios prometió que había de enviar Sus ángeles para hacer ese trabajo.

Ahora, si Él dijo que iba a hacerlo, pues Él lo hará en el tiempo final conforme a Su Palabra. Si lo hará conforme a Su Palabra en el tiempo final, entonces no queda otra cosa, sino vigilar, porque va a haber ¿qué? Va a haber una separación del trigo y la cizaña. La cizaña entonces será amontonada allá en manojos para ser quemada en el fuego.

Entonces cuando vemos que está siendo amontonada en manojos, en el Concilio mundial de Iglesias, entonces tenemos que ver dónde estamos nosotros. Si estamos metidos allá en el Concilio mundial de Iglesias, eso quiere decir que somos cizaña; si no estamos allá, entonces le podemos dar gracias al Señor, porque entonces lo que Dios ha hecho es separarnos de ¿qué? Ha hecho una separación entre el trigo y la cizaña; y eso no podía venir en otro tiempo sino en este tiempo.

Eso fue lo que ellos quisieron hacer en aquellos tiempos, pero le había sido prohibido, ¿ve? Le había sido prohibido porque arrancando la cizaña podían arrancar también el trigo.

Ahora, mire la separación, mire cómo habría de venir; usted tiene el libro de Notas en la página 141, párrafo 1260 dice:

  • “1260 - Noten, en el versículo 41 [Mateo 13] los dos también muy cerca, tan cerca en los postreros días hasta que Él no hizo... Él no podía depender de alguna cierta iglesia para separarlos* (está hablando de la separación, de la separación que habrá de haber al final)... no podía depender de alguna cierta iglesia para separarlos…”

Esa separación de la cual habla ahí en el capítulo que les leí, ahí mismo en el capítulo que les leí de San Mateo 13, es que está citando aquí la separación que habría de haber entre el trigo y la cizaña. Dios para llevar a cabo esa separación no podía depender ¿de qué? De una iglesia; es lo que dice ahí: no podía depender ni de tal denominación, ni de tal denominación, ni de ninguna iglesia, sino que, mire cómo sigue diciendo:

  • “Él no podía depender de alguna cierta iglesia para separarlos, digamos, la metodista o la bautista o los pentecostales, para separarlos. Él dijo: Él enviará Sus ángeles para separarlos. Un ángel viene para traer la separación, la segregación entre lo cierto y lo erróneo. Y nadie puede hacer eso sino el Ángel del Señor.* (Ahora mire quién estará respaldando eso y quién estará ahí metido). Él es el Único que va a decir cuál es cierto y cuál es erróneo. Dios dijo que Él enviará Sus ángeles en el último tiempo (Ángeles en el último tiempo y reunirían, han de reunir). (...)Sabemos que este es el tiempo venidero de la cosecha ahora (¿ve?). Sabemos que este es el tiempo venidero de la cosecha…”.

Estamos hablando del tiempo de la cosecha.

Ahora mire lo que hay para el tiempo de la cosecha y para la separación entre el trigo y la cizaña, entre lo correcto y lo incorrecto; porque a través de las edades de la Iglesia hubo error, dice Dios a través del hermano Branham.

En el tiempo final cuando Dios llevase a cabo esta separación, entonces sería como fue en el principio cuando Dios dijo: “Sea la luz; y fue la luz” [Génesis 1:3], y luego separó Dios la luz de las tinieblas. Entonces en el tiempo final volvería nuevamente en el campo espiritual y brillaría la Luz, y Dios separaría las tinieblas de la Luz, ¿ve? Las tinieblas espirituales: de dogmas, credos y tradiciones y enseñanza errónea, las separaría de lo correcto.

Entonces, a las tinieblas llamó: noche, y a la luz llamó: día. ¿Ve? Entonces, habría un día de luz para los escogidos en el cual ellos vivirán en eterna Luz; porque esa Luz que ellos tendrán en el tiempo final será una Luz eterna, porque es un día eterno. ¿Ve usted? Se estaría, entonces, el Día del Señor. Y usted en el mensaje titulado ¿Por qué pequeña Belén?, ahí usted encuentra que el hermano Branham dice ahí: “Hoy es el Día del Señor”, página 24, él dice: “Hoy es el Día del Señor, este es el Día del Señor”. ¿Ve usted?

Ahora usted sabe que los días comienzan por la tarde; y él está diciendo: “Este es el Día del Señor”. Y Malaquías 4:5 es ¿qué? La Luz de la tarde, ¿ve?

Entonces mientras él estaba aquí presente se estaba en el Día del Señor; pero como los días comienzan por la tarde, se estaba en la tarde del Día del Señor, y la Luz de la tarde, la luz del día comienza a brillar por la tarde, y fíjese, la luz que usted vio de 6:00 de la tarde en adelante, usted dice: “Esa luz es la luz del día miércoles”... conforme a la Palabra de Dios; y estamos aplicando términos bíblicos para entrar en la enseñanza de la Palabra, porque aquí no vamos a enseñar, ni estamos enseñando ciencia humana; por lo tanto, no vamos a utilizar la ciencia en cuanto a la separación de días, la ciencia acá de los hombres, que separan el día, un día del otro lo separan a medianoche. Vamos a buscar la ciencia de Dios para ver dónde comienzan los días y dónde terminan; y entonces vemos que los días comienzan en la tarde y terminan tambien en la tarde.

Por eso dice la Palabra: “Y fue la tarde y el día, el primer día; y fue la tarde y la mañana (tarde y mañana), la tarde y la mañana, el segundo día (y así)” [Génesis 1:4-5]. ¿Ve? Porque la tarde, lo primero que un día tiene es la tarde; y la luz que se ve de las 6:00 de la tarde en adelante, es la luz del día que va a amanecer, pero ya empezó usted a vivir ese día; lo que pasa es que la luz de ese día en el tiempo de la tarde, usted no puede trabajar, porque ya usted trabajó, ¿ve? Y ya casi todo el mundo sale de 4:00 a 6:00 de la tarde; ya de las 6:00 en adelante (a menos que trabaje de noche… no criticamos a los que trabajan de noche) si tiene necesidad, pues de alguna manera tiene que conseguir lo que necesita para su casa; pero hablando en términos de la Palabra, encontramos, que el Señor dijo: “Entre tanto que el día dura, te conviene hacer las obras del que me envió; la noche viene cuando nadie puede obrar (trabajar)” [San Juan 9:4]. ¿Ve usted?

Entonces vea que el Señor también vino en el tiempo de la tarde; era el tiempo de la tarde donde estaba terminando la primera dispensación, la Dispensación de la Ley, y estaba comenzando la segunda dispensación; y estaba comenzando allí en el Jordán, cuando estaba siendo bautizado el Señor. Y Él dijo: “Yo soy la Luz del mundo” [San Juan 5:24]. Así que la Luz del mundo estaba brillando allí, pero estaba brillando en el tiempo de la tarde. Y esa Luz que brilló en el tiempo de la tarde, luego el Día de Pentecostés brilló en la mañana.

Ahora vea usted que en el tiempo de la tarde ninguno pudo llegar a donde se llegó cuando la Luz luego salió por la mañana en el Día de Pentecostés. Y fue en la mañana del Día de Pentecostés.

Vea usted que siempre la Luz, la Luz es ¿qué? la Palabra hecha carne. Cuando la Palabra se hace carne, esa es la Luz hecha carne. Entonces por eso es que el Señor podía decir: “Yo soy la Luz del mundo”. Y luego a Sus discípulos, donde la Palabra vendría a hacerse carne en una porción en ellos (era una porción, eran las primicias lo que iba a venir para ellos) Él les dijo: “Y ustedes también, ustedes son la Luz del mundo” [San Mateo 5:14], ¿ve? Y el Día de Pentecostés, la Luz el Señor, Dios, se encarnó en una porción en ellos; en una porción no fue la plenitud; fue las primicias del Espíritu. Porque la plenitud estaba reservada para nosotros acá; las primicias fueron en el Día de Pentecostés, la plenitud está prometida para el Año de Pentecostés, ¿ve? Pero un día es menos que un año. ¿Ve usted?

Por eso ellos en un día recibieron ¿qué? Las primicias; luego en un año **, pues se recibe más. Entonces para los que entran al Año de Pentecostés, que es el año 50, que es el Año del Jubileo, para ellos está prometido ¿qué? La plenitud de Dios, la plenitud del Espíritu Santo, que se encarnará en cada uno de los escogidos en el tiempo final, así como estaba encarnado en el hermano Branham.

Ahora usted vea que la Luz de la tarde en este tiempo final en que estamos, era ¿qué? Malaquías 4:5, que era Elías. Ahora vea que la Luz de la tarde era Elías. Entonces el día tercero, el día de la tercera dispensación comenzó en la tarde; y comenzó en la tarde brillando el Sol como tenía que brillar: la Palabra en carne en Elías.

Ahora vemos también que la luz, la Luz del Sol cuando alumbra y brilla, tiene que estar en carne, porque los hijos de Dios están en carne y solamente a través de carne humana la Luz de Dios, la luz del Evangelio puede brillar para alumbrarnos a nosotros y poder nosotros ver, porque ver es entender. Sinceramente podemos ver cuando la luz del sol brilla y entonces ver las cosas como son. Mientras tanto, tenemos durante la noche que usar ¿qué? Luz artificial, que vendría a ser espiritualmente los sentidos nuestros siendo utilizados para tratar de alumbrar un poquito en algunas cosas en la Palabra; pero con todo y eso no puede ser alumbrada toda la Palabra.

Pero cuando la luz sale, la Luz del Sol, entonces a guardar todas las luces artificiales porque no hay necesidad de luz artificial habiendo ¿qué? Habiendo la Luz del Sol, que no hay que pagar nada, y que alumbra para todos; lo único es que hay que salir fuera para ver la Luz del Sol. Si uno se queda dentro, si uno se queda adentro de la edad de Laodicea, la edad Laodicea está en tinieblas ¿ve? si uno se queda allá adentro, usted puede decir: “El Sol está brillando y está alumbrando, y yo veo claramente”; pero si una persona se queda en la edad de Laodicea ¿qué le pasa? Él tendrá que decir: “Usted dice que ve, pero yo no veo nada; usted dice que ve el Nombre Nuevo, que ve esto, que ve lo otro, pero yo no veo nada. Salgase de ese sótano oscuro de Laodicea y verá que verá la Luz del Sol, y lo verá todo clarito”. ¿Ve?

Ahora, eso es lo que pasa; lo único que hay que hacer, lo único para que una persona pueda ver, es sacarlo de la oscuridad: de Laodicea. Mientras una persona esté creyendo que estamos en la edad de Laodicea nosotros metidos, nunca podrá ver la Luz del Sol brillando y dejándonos ver todas esas cosas que usted y yo podemos ver, ¿ve? Pero fíjese, usted y yo no la veíamos tampoco. ¿Por qué? Porque creíamos que estábamos en la edad de Laodicea; pero cuando el Señor nos llamó y nos sacó de ahí, y nos dijo: “Salid de ahí”, Él me llamó como dice Efesios 4: “Despiértate tú que duermes, y levántate de entre los muertos (Laodicea, de ahí de esos sepulcros), y te alumbrará Cristo”. Y Cristo es el Sol de justicia [Malaquías 4:2]. ¿Por qué es ese llamado? Pues cuando viene ese llamado es por causa de que el Sol ha salido y está brillando, entonces puede alumbrarnos, y entonces podemos ver las cosas como son.

Ahora ¿quién no desea entender todo lo que la Luz de la tarde alumbró? Todos deseamos entender todo lo que Malaquías 4:5 predicó, todos deseamos entenderlo, ¿ve? Pero sabemos que durante el tiempo de la Luz de la tarde, solamente uno fue el único que pudo ver con esa Luz de la tarde. ¿Sabe quién fue? El hermano Branham; él fue el único que pudo ver con la Luz de la tarde, porque él es las primicias de la cosecha de trigo; él es las primicias del trigo. Por lo tanto, siendo él las primicias, las primicias son las primeras que llegan a madurez; y siendo él las primicias, él fue el primero que llegó a madurez; y para llegar a madurez el trigo ¿qué es lo que necesita? La Luz del Sol, ¿ve? Por eso dice qué el trigo tiene que ser colocado delante de la presencia del Sol para poder madurar.

Ahora vemos que con la Luz de la tarde solamente maduraron las primicias; y las primicias fue ¿quién? Fue el hermano Branham, fue la gavilla primera que llegó a madurez; fue la gavilla que fue cortada y mecida; fue esa gavilla conforme a Malaquías 4:5 y Lucas 17:30. Déjeme ver si se lo puedo conseguir por aquí; esa gavilla qué sería mecida, sería ¿qué? Malaquías 4:5. Mírelo aquí: página 15 [14] del mensaje titulado Ya Ha Salido El Sol dice:

  • “90 (…)¡el primero! Aunque Él había sido tipificado, y muchas veces, como veremos más adelante, que Él fue tipificado. Pero esta fue realmente la Primicia de los que habían dormido. Él fue mecido sobre la Simiente prometida que tenía la promesa de la Vida.*
  • 91 Él fue mecido en el día de Pentecostés, cuando vino un estruendo del Cielo como de un viento recio; y fue mecido sobre la gente, sobre la gente pentecostal que estuvo allí en el día de Pentecostés, esperando que bajara la Bendición.*
  • 92 Y para ser mecido otra vez en los últimos días, como nos damos cuenta, según San Lucas 17:30, en el día del Hijo* (o sea, Sun day, en el día del Hijo o día del Sol) cuando el H-i-j-o del Hombre será revelado nuevamente, o mecido nuevamente sobre la gente.
  • 93 Ahora, ¿quién es este Hijo del Hombre? En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios, y el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros.”.*

¿Qué es ese Hijo del Hombre? El Verbo, la Palabra hecha carne; la vimos allá hecha carne y la vemos acá hacha carne: Lucas 17:30. Y esa ¿es qué? La gavilla qué sería mecida; y esa es la primicias de los que durmieron, ¿ve?

Ahora encontramos que hay dormir espiritual y hay dormir literal. Espiritualmente en las edades de la Iglesia el pueblo estaba ¿qué? Durmiendo; y fue el primero que fue despertado; y luego encontramos el resto sería también despertado.

Ahora encontramos, más abajito aquí dice:

  • “93 (...)Y si toda la enseñanza que tenemos, y la confirmación de la Palabra de Dios, a través de la Palabra de Dios, y por las señales y las maravillas (las cuales nosotros vemos hoy en el Libro de_de Lucas aquí, del cual acabamos de citar, de_de Lucas el capítulo 17 y el versículo 30, y Malaquías 4 y las demás Escrituras que conocemos), que esa Palabra es de nuevo mecida sobre la gente, que las tradiciones muertas de hombre han quedado muertas; y el Hijo de Dios ahora está vivo de nuevo entre nosotros por el bautismo del Espíritu Santo, y dándonos Vida.*
  • 94 Así como Cristo fue el Primero en levantarse de entre todos los profetas y demás (aunque tipificado en muchos lugares), Él fue la Primicia de los que durmieron. En la venida de Cristo con respecto a la Novia, que sale de la iglesia, tendrá que haber una Gavilla mecida de nuevo en los últimos días. ¡Oh qué cosa!*
  • 95 ¡La mecida de la gavilla! Y ¿qué fue la gavilla? El primero que llegó a madurez; el primero que probó que en verdad era trigo, que probó que era una gavilla.*
  • 96 ¡Aleluya! Estoy seguro que Uds. pueden ver lo que estoy diciendo* (antes no veíamos ¿verdad? Ahora sí sabemos de lo que está hablando). Él fue mecido sobre él (¿para qué?) pueblo. Y por primera vez habrá, para la edad de la Novia, para una resurrección (¿para qué? para una resurrección) de entre el denominacionalismo tenebroso, habrá un Mensaje, en el que la plena madurez de la Palabra ha vuelto de nuevo en todo Su Poder, y será mecido sobre el pueblo por medio de las mismas señales y maravillas que Él obró allá (¿Ve usted?)”.

Ahora vea que en la edad de la Novia una gavilla sería mecida, y esa fue Malaquías 4:5, Lucas 17:30, fue mecida cuando esa Palabra fue hecha carne, así como fue mecida aquella Gavilla allá, que era la Palabra hecha carne: Jesús. Pero luego en el Día de Pentecostés volvió a ser mecida sobre la gente que estaba allí en el Día de Pentecostés; y esa gavilla nuevamente que fue media en ese tiempo en la Luz de la tarde (porque con la Luz de la tarde llegó a madurez), fue la gavilla que llegó a madurez; el resto no llegó o madurez.

Pero al llegar una a madurez, eso daba testimonio de que el resto del trigo del Señor, que somos nosotros, llegaríamos a madurez; pero en el tiempo de la tarde llegó una gavilla. Bueno, eso era lo que necesitábamos en el tiempo de la tarde, eso era lo que estaba prometido que llegaría a madurez en el tiempo de la tarde.

Pues la Luz de la tarde brilló por un tiempo. Usted sabe que en el tiempo del verano es el tiempo en que más el sol brilla, después que pasa de las 6:00 de la tarde; y principalmente en los Estados Unidos, todavía de 10:00 a 11:00, por ahí todavía es de día (los que han estado por allá saben); o de 9:00 a 11:00 por ahí, todavía es de día en los Estados Unidos; y comenzó ese día ¿cuándo? A las 6:00 de la tarde. O sea que es el tiempo que más alumbra el sol en el tiempo del verano; porque el tiempo del verano es el tiempo de la cosecha, ¿ve?

Entonces encontramos que julio es el tiempo de la cosecha dice el hermano Branham en estos mensajes, como en el mensaje La Simiente No hereda Con La Paja y otros mensajes más; él dice que julio es el tiempo de la cosecha. Es el tiempo entonces de junio y julio, es el tiempo en que el sol calienta más.

Ahora veo usted que el Sol de la tarde alumbra por mucho tiempo y calienta por mucho tiempo; pero lo único que llegó a madurez fueron las primicias, que era ¿qué? Esa gavilla que fue mecida,y sabemos llegó a madurez y sabemos que llegó a la estatura de un Hombre perfecto; ninguno de nosotros puede negar eso. Entonces fue mecida esa gavilla y luego sería mecida nuevamente todo el resto del trigo, que somos nosotros ¿ve?

Entonces, sería mecida en ¿qué tiempo? Fue mecida allá en el tiempo de la tarde y llegó a madurez, y luego sería mecida sobre nosotros en el tiempo ¿de qué? De la mañana Así como en el tiempo de la mañana en el Día de Pentecostés fue mecida aquella Gavilla que había estado con ellos, luego fue mecida el Día de Pentecostés sobre ellos y ellos recibieron aquella Gavilla mecida sobre ellos; fue metida sobre ellos en la mañana de Pentecostés.

Y ahora en el Día de Pentecostés, y Pentecostés es: 50, ahora mire cómo todo cayó en su sitio. ¿No sé si ellos estaban pensando que ellos habrían de recibir el bautismo del Espíritu Santo, las primicias, no sé si ellos estaban esperando que la habrían de recibir el Día de Pentecostés? El Señor no les dijo el día que la habrían de recibir ¿verdad? Pero fíjese como todo cae en su lugar.

Y ahora nosotros tampoco, tampoco podríamos decir en qué momento o en qué tiempo habríamos o sería mecida sobre nosotros esa gavilla; pero así como fue el Día de Pentecostés allá, tiene que haber otro Pentecostés para poder ser mecida sobre nosotros.

Entonces, ya no hay un Día de Pentecostés porque ya eso pasó; pero hay algo más grande que un Día de Pentecostés: hay un año de Pentecostés; y Pentecostés es 50. Y en el año 50 es el año de la liberación, ¿ve? Por lo tanto, es el Año del jubileo, y es el año también de regresar al Edén, al Huerto del Edén; es el Año de la total liberación, es el año de redención, porque el año 50 era el año del jubileo, era el año de redención para la tierra, era el año de redención para todas las propiedades de los hijos de Dios; todo aquel que había perdido alguna propiedad, en el año 50 salía libre y la volvía a poseer.

Ahora los hijos del Señor habían perdido realmente su herencia; ellos, también el Título de Propiedad, ellos lo habían perdido; pero el diablo no lo había podido tomar. Lo tomó el dueño original, que fue Dios, el cual se lo había dado a Sus hijos. Luego Dios lo tomó y luego en el Año del jubileo es entonces que los hijos de Dios reciben de nuevo ¿qué? Todo lo que era de ellos; todo lo que fue perdido en Adán, porque en Adán se perdió todo. Pero ahora, en el día de redención, porque fíjese, las primicias del Espíritu eran hasta ¿cuándo? Dice: “No contristéis al Espíritu Santo con el cual estáis sellados, hasta el día de redención” [Efesios 4:30].

Ahora no está hablando de la Redención del Señor allá en la Cruz del Calvario; está hablando de la Redención plena o total, en la cual todo lo que pertenece a los hijos de Dios sería restaurada nuevamente a las manos de los hijos de Dios. Y eso es lo que hace el Señor cuando viene como el León de la tribu de Judá y toma el Libro y lo abre, Él lo que hace es que toma el Título de Propiedad que pertenecía a los hijos de Dios pero que regresó a las manos de Dios, lo toma nuevamente, lo abre y lo pone las manos de los hijos de Dios nuevamente, ¿ve? Ese es el Título de Propiedad; y eso lo hace ¿cuándo? Lo hace en el año 50, que es el Año del jubileo, que es el Año de redención, que es el Año de retornar todo a su dueño original; y el dueño original de todas las cosas aquí en la Tierra es ¿quién? Los hijos de Dios, porque a los hijos de Dios le fue dado que todo aquí en la Tierra.

Entonces, los hijos de Dios para poder regresar nuevamente y tomar todo lo que le pertenece tienen que tener el Título de Propiedad. Porque ninguna persona puede reclamar una propiedad si no tiene el Título de Propiedad.

Ahora sabemos que el diablo no tiene el Título de Propiedad; él no lo pudo tomar. Por lo tanto, en ese tiempo en que los Sellos han sido abiertos en el tiempo de la tarde, con la Luz de la tarde fue abierto el Título de Propiedad; el juicio fue llevado a cabo y todo apareció que era de nosotros. Todo es nuestro.

Por lo tanto, entonces, ahora tenemos el Título de Propiedad, el Título de Propiedad lo tenemos; pero sin embargo, sin embargo al ser abierto y ser puesto, o ser entregado para los hijos de Dios ¿qué pasa? Si usted no entiende lo que dice el Título de Propiedad ¿cómo usted va a saber lo que tiene? Y si usted no sabe los puntos de colindancia ¿cómo usted va a saber lo que tiene? ¿Ve usted?

Entonces, en la Luz de la tarde, el Título de Propiedad es tomado de la mano de Dios y es traído, abierto y leído el Testamento, leído el Título de Propiedad, y todo apareció que era nuestro. El diablo no tiene parte ni suerte ahí; el diablo lo único que aparece ahí es como lo que fue: el pervertidor, el que ocasionó que le fuera quitado de las manos de los hijos de Dios el Título de Propiedad.

Por lo tanto, entonces en el tiempo de la tarde ocurrió todo eso: abierto el Libro, fue abierto el Título de Propiedad, y fue traído para los hijos de Dios. Pero sin embargo ¿qué pasa? Si no sabemos lo que dice ahí, lo que fue leído ahí, si no sabemos, entonces usted puede ser la persona que hereda una fortuna muy grande con propiedades y con todo lo que pueda tener una herencia, y sin embargo, si no sabe lo que heredó se puede morir de hambre, quizás siendo dueño de la finca más grande del mundo. ¿Por qué? Porque no sabe lo que tiene.

Entonces, luego de que el Título ha sido abierto, ahora ese Título nos está siendo dado a conocer; esto significa esto, esto significa esto.

Ahora vea que la Luz de la tarde, que fue Malaquías 4:5, porque la Luz, siempre cuando la Luz aparece, siempre es un hombre en la escena con la Palabra. Es igual que cuando aparece el Hijo del Hombre ¿qué es? El Hijo del Hombre siempre es un profeta en la escena. Cuando el Señor dice que vendrá el Hijo del Hombre, pues la gente que están mirando (yo no sé ni qué) siempre que es el Hijo del Hombre es un profeta.

Por eso es que los hebreos, los judíos, están esperando ahí, y están esperando el Mesías. ¿Y qué es lo que ellos están esperando? Ellos están esperando un profeta; porque ellos saben que el Mesías cuando venga será ¿qué? Un profeta, porque así habló la Palabra a través de Moisés: “El Señor os levantará profeta como a mí; a él oíd; y el que no oyere a ese profeta, será desarraigado del pueblo” [Hechos 3:22-23].

Así que usted puede ver entonces, que cuando se anuncia la venida del Mesías, entonces hay que vigilar la aparición del Mesías, de la venida del Mesías ¿cómo? En forma de carne, en forma de profeta.

Ahora siempre que usted vea que fue anunciada la venida del Señor, siempre que usted vea o sepa que ha sido anunciado que el Señor vendrá o que el Señor va a hacer algo cuando Él aparezca, vigile entonces, porque siempre que Él aparezca, aparecerá ¿cómo? Aparecerá en un profeta. Porque esa es la única forma que Dios tiene para tratar con nosotros.

Y ahora nosotros estamos hablando en esta tarde o en esta noche, estamos hablando acerca del tema “EL TIEMPO DE LA COSECHA”.

Ahora usted tiene que ahí para el tiempo de la cosecha y para hacer la separación del trigo y la cizaña, para hacer la separación de lo correcto y lo incorrecto, dice que Dios tendría ¿qué? Dios tendría o enviaría dos ángeles, dos profetas. Esos dos ángeles o dos profetas ya sabemos que son ¿qué? Sabemos que son Moisés y Elías. No que yo lo digo, porque nada tengo que decir; ya vino uno antes que yo para decir todo lo que había que decir; ahora lo único es repetir lo que está dicho, y repetirlo de la manera correcta. No repetir letra, sino repetir lo que significa correctamente eso que fue dicho.

Ahora vea que es en el tiempo de la tarde que serían enviados esos ángeles o profetas para reunir.

Ahora sabemos que para los escogidos está prometido ¿qué? Un recogimiento; y ese recogimiento que está prometido para los escogidos es nuestro recogimiento a Él. Y es nuestro recogimiento a Él, entonces tenemos que ver y saber, que seremos recogidos a Cristo.

Ahora tenemos también que saber distinguir entre lo espiritual y lo literal. Hay recogimiento espiritual y hay recogimiento literal. Hay también resurrección espiritual y hay también resurrección literal; para los que están vivos, que no necesitan una resurrección literal, puede ser que en lo espiritual es que lo necesiten ¿ve? Sí estábamos en los sepulcros denominacionales allá en Laodicea, esos son sepulcros, y como los santos no mueren, entonces estábamos dormidos ahí; necesitábamos entonces ¿qué? Un despertamiento, un llamado de Dios para ser resucitados de ¿dónde? Del tenebroso denominacionalismo, como leemos ahí en el mensaje Ya Salido El Sol. Y eso lo produce ¿qué? Ese despertamiento y resurrección espiritual, la produce cuando la Gavilla es mecida sobre el resto del trigo; y es mecida con el resto del trigo ¿cuándo? Así como fue el Día de Pentecostés allá, tiene que ser en este Pentecostés también; y el único Pentecostés que queda es el Año de Pentecostés, que es el Año del jubileo. Y entonces habría ¿qué? Una resurrección espiritual del denominacionalismo; y entonces al resucitar, espiritualmente entonces, entramos a ¿qué? A una transformación espiritual: transformados de una dispensación a otra dispensación. ¿Ve usted? ¿No ve usted el cambio, la transformación? siendo transformados de una cosa a otra, de un mensaje otro mensaje, de una dispensación a otra dispensación. …[CORTE DE AUDIO @43:21].

Página 138 del mensaje de Notas, del libro de Notas, párrafo 1236; y mire dónde es colocado esto, es colocado antes de la tribulación. Notelo bien:

  • “1236 - Y entonces enviará sus ángeles... y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos* (¿para qué los va a enviar? Para juntar, ¿a quién? No a todo el mundo; va a juntar a Sus elegidos de los cuatro vientos), desde el extremo de la Tierra hasta los extremos del cielo..”

Es de lo terrenal a lo celestial. Y recuerde también: desde un cabo de la Tierra hasta… “desde el cabo de la Tierra hasta el cabo del Cielo”.

Bueno, no quiero meter una cosita. Aquí vamos a hablar de nosotros que estamos aquí. Vamos a dejar a los otros que están en la otra dimensión, porque estos dos Ángeles tienen que ir con lo que están aquí y con los que ya partieron; tienen que ver con los escogidos de este tiempo final y tienen que ver también con los escogidos de a través de las edades de la Iglesia; porque ellos no pueden ser perfeccionados sin nosotros. ¿Y quién nos perfecciona a nosotros? ¿Quién nos madura a nosotros? La Luz del Sol, ¿ve?

Entonces tenemos que madurar nosotros y luego tenemos que ser ¿qué? Cosechados Y entonces ellos pueden llegar también, entonces, como nosotros. Sin nosotros ellos no pueden llegar. ¡Oiga! cómo usted y yo podemos hablar en este tiempo. Aquellas personas santas, aquellos hombres santos de Dios y aquel pueblo que se dejó tirar allá a los leones, que se dejaron quemar, qur se dejaron matar como se dejaron matar por el Nombre del Señor, con todo y eso, sin usted haber pasado por lo que ellos pasaron… porque usted, como decimos nosotros: “estamos en las papas” en lo material; lo que pasa que la parte dura, la parte importante es en el campo espiritual para nosotros; y eso es más grande y más importante y más dura que la parte física, ¿ve?

Entonces, ellos, con todo aquello por lo que ellos pasaron, sin embargo, sin nosotros ellos no pueden llegar a ningún lugar.

Entonces encontramos que el Sol es para madurar ¿qué? El trigo; y nosotros somos trigo. Entonces el Sol es ¿quién? El Sol es Cristo; y el Sol de justicia dice: “Y a los que temen mi nombre nacerá el Sol de justicia; y en sus alas traerá salud” [Malaquías 4:2].

Ahora mire, cuando primero el Sol de justicia apareció brillando fue el tiempo de la tarde, ¿ve? Entonces esa es la venida de ¿quién? Del Sol de justicia, la venida de Cristo, la Segunda Venida del Señor. ¿Cómo viene? Como el Sol de Justicia, entonces viene ¿cómo? Brillando. Y dice: “Y en sus alas traerá salud”.

Ustedes han leído donde Dios dice a través del hermano Branham, en el mensaje titulado Cuál Es La Atracción En El Monte dice: “...y en Sus alas traerá salud, vendrá con campaña de sanidad divina”. El Sol de Justicia apareciendo, brillando con campañas de sanidad divina.

Es el Sol de justicia, el cual es Cristo cuando Él viene, cuando Él aparece, Él tiene que aparecer en carne humana, y entonces al aparecer en carne humana tiene que aparecer en un profeta; porque cuando Él viene, siempre cuando aparece es un profeta. Por eso es que los judíos deseaban que el hermano Branham fuera allá. ¿Por qué? Porque ellos querían ver que la señal del profeta, la señal del Mesías fuera esa; y el hermano Branham estaba deseoso por ir allá sabiendo él que la Luz de la tarde estaba brillando (y la Luz de la tarde era la Palabra en él brillando a través de la predicación del Evangelio), ¿ve? Entonces, como estaba brillando él deseaba pasar allá. Y él decía: “Yo se que voy allá y ellos van a creer cuando ellos vean la señal del Mesías”.

¿Y qué era lo que ellos iban a creer? Ellos decían: “Cuando el Mesías venga, nosotros sabemos que es un profeta”. Entonces cuando vieran la señal del Mesías manifiesta en él ¿qué era lo que ellos iban a creer? Ellos iban a creerlo y a recibirlo como ¿qué? Como el Mesías. ¿Ve? Eso era lo que nosotros ahora sabemos y vemos que el hermano Branham sabía.

Por eso él se ponía muy nervioso cuando oía acerca de Israel y cuando tenía invitaciones para ir allá; mire, si el Señor no lo aguanta, si el Señor no lo aguanta, ya ellos estuvieran creyendo primero que nosotros lo que nosotros creemos. Pero ¿qué pasa? Nos tocaba a nosotros primero creer, porque ellos no podían creer, ellos no podían creer en el tiempo de la Luz de la tarde; igual que nosotros, nosotros creímos el Mensaje pero no entendimos lo que era el Mensaje ¿ve? Porque el único que lo entendió fue el hermano Branham, porque él fue el que llegó a madurez; y él llegó a madurez con la Luz de la tarde brillando.

Entonces nosotros, para nosotros estaba prometido que nosotros llegaríamos; y está permitido que llegaremos a madurez. ¿Y cómo llegaremos a madurez? Con la Luz del Sol brillando y alumbrándonos y madurándonos en todo lo que estamos verdes.

Ahora fíjese, tenemos que madurar en el conocimiento de toda la Palabra que fue revelada. Entonces, si tenemos que madurar el Sol tiene que brillar; y la Luz de la tarde ya brilló y se fue.

Pero sabe usted que cuando la luz de la tarde brilla y se va, luego aparece la luz por la mañana nuevamente, el mismo sol; el mismo sol aparece y lo que no pudo ser hecho con la luz de la tarde, porque son pocas horas las que brilla, entonces es hecho con la luz de la mañana que brilla un día completo. Y si es un día eterno como el día de la tercera dispensación, es un día eterno, pues hay suficiente luz y tiempo para madurar completamente todos los que son trigo del Señor.

Ahora vea que en el tiempo de la Luz de la tarde ¿cuántos llegaron a madurez? Uno solo. Pero la Luz de la mañana nos llevaría o nos llevará a ¿qué? A la madurez; y maduraremos en el conocimiento de todo el Mensaje, de todo lo que fue revelado, de todo lo que fue abierto para el pueblo del Señor.

Y recuerde que lo que el Señor nos permitió saber de la venida del Reino, que el Señor vendría en Su Reino ¿cómo? Vendría en Su Reino como Él vino allá en el Monte de la Transfiguración, y entonces Su rostro fue resplandeciente como el sol, porque así sería ¿cómo? Así sería la venida del Reino, así sería que el Señor vendría por Segunda vez.

Entonces encontramos que cuando está prometido que ha de venir por Segunda vez, en el día del señor viene en el tiempo de la tarde, y es Elías. Luego, cuando ese mismo Sol de la tarde tiene que brillar por la mañana para madurarnos a todos nosotros como individuos, así como fue madurado la Gavilla primera, entonces el Sol de la mañana nos madurará. El Sol de la tarde era Elías: Malaquías 4:5; el Sol de la mañana será Moisés. No que ningún hombre sea el sol, sino que la Palabra que está ahí es Dios; y a través de carne tiene que expresarse y brillar sobre nosotros, sobre nosotros que somos trigo, para madurarnos en todo lo que estamos verdes.

Ahora, nosotros sabemos que así fue prometido que vendría el Señor. Por eso usted encuentra que en algunos lugares el hermano Branham dice: “Ya vino”, pero encuentra en otros lugares que dice: “Va a venir; y cuando venga va a hacer esto, y esto y esto”. ¿Ve usted? Encuentra en algunos hogares que dice: “Ya el Séptimo Sello está abierto”. En otros lugares encuentran: “No está abierto”, ¿ve? No está abierto al público; al resto del trigo no estaba abierto. Estaba abierto solamente para él, estaba abierto porque solamente él lo entendía.

Es más, le voy a decir una cosita; y hay algo del Séptimo Sello que en la Tercera Etapa, él dice que no pudo lo entender. ¿Qué le parece? Él dice: “Yo sé que es la Tercera Etapa en acción”, pero no lo pude entender ¿por qué? Porque está en un idioma desconocido. El Sol brillando en la tarde, está en inglés, ahí lo tiene, era la Tercera Etapa. ¿No era la Tercera Etapa el Sol brillando en la tarde? Porque el hermano Branham dice que la Tercera Etapa era ¿qué? El Señor le dijo: “La Tercera Etapa es lo de la Carpa, que yo te dije: te encontraré en ese lugar pequeño. La Tercera Etapa es también lo de la Espada en la mano, la Tercera Etapa es los Truenos, la Tercera Etapa es el Séptimo Sello, todo eso es la Tercera Etapa”. Mire que sin número de cosas es la Tercera Etapa.

Ahora vea, que la Tercera Etapa estuvo manifiesta en Elías, estuvo manifiesta, ¿no estuvo manifiesta la Espada en la mano de él? ¿No le dijo el Señor que esa era la Tercera Etapa, la Palabra? ¿Ve usted que la Palabra expresándose, manifestándose, siendo traída a través de Elías es la Tercera Etapa? No la palabra que correspondió para alguna edad pasada, sino, la Palabra para este tiempo, ¿ve? La Palabra correspondiente a esta dispensación, la Palabra en toda Su plenitud; y con la Palabra de esta tercera dispensación, entonces, todos los misterios del pasado son entendidos por nosotros, ¿ve?

Ahora vea que todo eso es la Tercera Etapa.

Entonces encontramos que, fíjese la Tercera Etapa estaba en acción y es anunciada que vendrá también. ¿Por qué? Estaba en acción y manifiesta en el tiempo de la tarde, en la Luz de la tarde; pero es enunciada que vendrá ¿cuándo? En la mañana con la Luz de la mañana. Era la Tercera Etapa la Espada en la mano de Elías; será la Tercera Etapa, la Espada en la mano en Moisés en la mañana, porque es la Palabra; y si la Palabra ha de ser expresada o ha de estar en la mano, tiene que estar en la mano de un profeta. Porque él dijo, eso es lo que él dice aquí. Déjeme buscárselos por aquí, ya que estamos por ese, por ese sitiecito que es muy importante. Aquí vamos a encontrar algo, está orando. Dice [Los Sellos, pág. 479]:

  • “188. (...)Concédelo, Señor. Luego, Señor, ruego que me ayudes. Estoy comenzando a decaer”.*

Y usted encuentra en el mensaje titulado La Señal, él dice [pág. 12, pár. 74]: “Es el tiempo de la tarde para mi Mensaje. Es el tiempo de la tarde para mí. Es el tiempo de la tarde”... Y sigue diciendo: “Es el tiempo de la tarde (y dice) me estoy yendo…”, ¿y qué era? Es la Luz de la tarde, el Sol de la tarde que ya se iba a ir, está despidiéndose. Pero sabemos que cuando el Sol de la tarde se despide, él también anuncia que así también saldrá por el este el Sol de la mañana; y lo que no fue hecho con el Sol de la tarde, es hecho con el Sol de la mañana. Y recuerde que es el Sol del mismo día; es el mismo Sol. Sol es la misma Palabra, no es otra; entonces es la misma Espada, no es otra Espada.

Por eso aquí dice:

  • “188. (...)ruego que me ayudes. Estoy comenzando a decaer. Sé que mis días sobre esta Tierra ya no pueden ser muchos. Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero, honesto y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje hasta donde me es ordenado llevarlo* (ha ordenado llevarlo hasta cierto sitio). Luego, cuando me llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río y me lleguen las olas (está hablando de cuando él parta), oh Dios, concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y que lleve la verdad”.

¿Ve usted? Entonces Elías, Elías tenía la Espada en la mano; y encontramos que en el mensaje titulado Fiesta de las Trompetas, él dice… Él también tiene la Trompeta, ¿ve? Y él dice: “Yo tengo que entregar esta Trompeta”, aquí dice: “Quiero entregar esta Espada”; la Trompeta, la Espada y todas estas cosas, pues es la Palabra, es el Mensaje correspondiente a esta tercera dispensación; él lo tenía, pero no estaba abierto para ser entendido por el público.

Por eso es que con la Luz de la tarde no se puede trabajar, ¿ve? Se trabaja con esa Luz de la tarde cuando sale por la mañana. Entonces es que uno se levanta, es llamado: “Levántate que ya amaneció”; y cuando usted se levanta que ya amaneció, se desayuna bien y comienza a trabajar. Y así es en esta tercera dispensación: comienzan las dispensaciones así como los días y las edades comienzan por la tarde; pero luego por la mañana es que nos levantamos para trabajar, para hacer las labores de ese día. Así como se levantaron en el Día de Pentecostés, en aquella mañana, para llevar a cabo las labores de esa segunda dispensación. Pero ya eso terminó y ya ha comenzado otro día: el tercer día.

Ahora, por aquí tenemos otro lugar que habla de la Tercera Etapa. Ya vimos la Tercera Etapa que era la Palabra en la mano, y si la va a pasar a otro, ¿qué va a pasar a otro? La Tercera Etapa; y vimos que para la cosecha Dios tiene ¿qué? Dos profetas. Y como vimos son Moisés y Elías ¿para qué? Para la cosecha del trigo del Señor. Entonces son Moisés y Elías, uno aparece en la tarde y es la luz de la tarde alumbrando a través de él, la Palabra alumbrando a través de él, la Palabra del Evangelio del Reino alumbrando a través de él; y luego aparece en la mañana la Luz de la mañana, la Luz ** aparece por la mañana, y entonces es ¿qué? La misma Luz de la tarde pero por la mañana, ¿ve? De lo único que cambia es de velo; eso es lo que está prometido ahí.

Ahora fíjese, página… yo les leí la página 479, ahora vamos a leer la 471. Dice:

  • “162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: “Esta es la Tercera Etapa.” Hay tres cosas muy grandes que acompañan la Tercera Etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo interpretar…”*

Eso fue lo que les dije que para él estaba abierto todo, pero había algo que él no pudo interpretar, pero que él supo que era la Tercera Etapa apareciendo. Dice:

  • “...y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido”.*

Ah, Dios, ¿la Tercera Etapa en un idioma desconocido? Entonces es algo que se habla ¿verdad? Algo en lo cual ha de ser hablado, y es en algún idioma. ¿No ve que la Tercera Etapa cuando estaba en acción era la Palabra en Elías, y era la Palabra siendo hablada, y estaba en un idioma que él conocía? porque era el propio idioma de él; y todo lo que fuera en el idioma de él, él lo podía entender.

Pero luego cuando viene esa parte final de la Tercera Etapa pasa de un idioma a otro, la Espada pasa de una mano a otra mano, ¿ve? La Espada pasa de Elías a Moisés, ¿ve? La Trompeta del Año del jubileo pasa de Elías que la estaba tocando (en la tarde), pasa entonces a Moisés (en la mañana); y entonces es que como individuos podemos oír y entender lo que oímos y no entendíamos, ¿ve?

Entonces, una de las cosas claras que podríamos ver, será que será la misma Palabra. No puede ser otra; la misma Espada, la misma Trompeta, ¿ve? El único cambio que hay es de mano o de boca, ¿ve? La Trompeta pasa de uno a otro, la estaba tocando un Elías y después la toca Moisés; la Espada la tenía uno en la mano y después le es pasada a otro. Pero es la Espada: la Palabra. Y aquí dice que esa parte final de la Tercera Etapa estaba en un idioma desconocido.

Bueno, yo me pregunto o nos preguntamos en esta noche: sí nuestros amados hermanos de los Estados Unidos se detuvieran ahí por un momentito, y vieran que la Tercera Etapa cuando estuvo en Elías brillando en la Luz de la tarde era en inglés, y después dice que cuando aparezca de nuevo a la parte final será en un idioma desconocido, ellos se darían cuenta que no sería entonces en inglés, porque el mismo hermano Branham oyó y no pudo interpretar lo que oía, porque no entendía ese idioma, no era su propio idioma. ¿Ve usted?

Bueno, él siempre deseó hablar en idiomas; él lo dice en algunos mensajes: “Yo he deseado hablar”... y dice: “Lo único qué sé decir son dos o tres palabritas, lo único que sé decir son dos o tres palabritas”. Pero bueno, si hubiera aprendido ¿verdad? Aquí en vez de decir eso, hubiera dicho algo más. Pero gracias al Señor por todo, porque hubieran aparecido muchos pervertidores de los que hablan ése idioma desconocido. Judas.

Luego de los que hablan el idioma conocido del hermano Branham, toditos hubieran estados calladitos, ninguno se hubiera atrevido a levantarse, ¿por qué? Porque si se levantaba, ¿qué pasaba? Seguida iban a estar al descubierto delante de la gente. Pero después que se han levantado todos, pues ya cuando entonces sucede esto que está aquí, en un idioma desconocido, eso que sucede en un idioma desconocido y que es oído en un idioma desconocido, ¿es qué? Es la Luz de la mañana, el Sol brillando en la mañana para madurar el trigo; y el Sol de la tarde era Malaquías 4:5 y estaba hablando, ¿ve? Con hablarlo, con predicar, estaba ese Sol brillando a través de la predicación del Evangelio del Reino.

Cuando el Sol vuelva a brillar en la mañana, es la predicación del Evangelio del Reino, pero en otro idioma. Y como eso queda al descubierto, ¿qué? Lo que es correcto y lo que es erróneo; queda al descubierto quiénes son trigo y quiénes son cizaña, quedan al descubierto quiénes son verdaderos ungidos del Señor y quedan al descubierto los falsos ungidos para que no puedan engañar a los verdaderos ungidos del Señor.

¿Ve usted cuál es la forma que Dios usaría al final?, porque Él dice que: “Los falsos ungidos engañarían, si fuera posible, aún a los escogidos” [San Mateo 24:24 ]. ¿Qué es lo que evitaría que los escogidos no fueran engañados? Eso que aparece en un idioma desconocido, que es ¿qué? La Luz apareciendo, la misma Luz que se ocultó por la tarde, cabalgando de nuevo el camino; y entonces cuando eso sucede, ese mismo Sol cabalga de nuevo esa trayectoria, y entonces los escogidos no pueden ser engañados, porque los escogidos son hijos de la Luz, y si son hijos de la Luz ven la Luz, y entonces ¿quién los va a engañar?

Ahora recuerde que casi engañan los escogidos los falsos ungidos. Antes de aparecer la Luz de la mañana, los verdaderos escogidos del Señor casi son engañados ¿por quién? Por los falsos ungidos, que aparecen ¿con qué? Con luz artificial; no con la Luz del Sol, sino con luces artificiales. Mucha luz pero es artificial, ¿ve? Mucha luz, pero no es Luz original.

Por eso no pueden ¿qué? Brillar con la Luz del Sol de justicia, no puede brillar como brilló en la tarde; no puede brillar a través de ellos. ¿Por qué? Porque ellos no tienen esa misma Luz; porque esa Luz saldría luego por la mañana. Pero entre la tarde y la mañana ¿qué es lo que? Entre la Luz de la tarde y la Luz de la mañana, ¿qué es lo que aparece? Bueno, lo que parece entre la Luz de la tarde y la Luz de la mañana, yo le voy a decir lo que es; no que yo sepa de mí mismo lo que es, sino, que vamos a ver qué fue lo que dijo Dios a través del hermano Branham, o vamos a decir: ¿qué fue lo que dijo la Luz de la tarde? ¿Qué fue lo que dijo la Luz de la tarde que vendría luego en el tiempo final, o sea, entre la tarde y la mañana? Déjeme ver si lo consigo por aquí; todavía no conozco muy bien el libro este grande; entre de la Luz de la tarde y la Luz de la mañana, déjeme buscárselos por aquí ¡ajá! Notas (estaba por acá en otro sitio, era acá cerquita). Notas, **página 8-B, vamos a ver qué dijo la Luz de la tarde que vendría después de esa Luz; porque él sabía lo que iba a venir después de esa Luz estar brillando. Dice ahí en el párrafo 72, a mitad de ese párrafo para no leer mucho, dice:

  • “72 - (...)Y ustedes saben que cuando nuestro Señor estaba, Su ministerio era joven, cuando El estaba sanando a los enfermos y todas esas cosas, aquel joven Rabino de Galilea, El era un gran hombre. Pero un día El empezó a profundizar en la Palabra. Y cuando entró en la Palabra, la gente se marchó. Los 70 Lo dejaron. Y entonces El se tornó a los 12, y les dijo: ¿Quieren irse ustedes también? ¿Ven? Y entonces pensé en mi visión…”*

Mire, cuando él está leyendo o pensando ahí en ese pasaje, dice: “Y sucede que yo pensaba en la visión”, en una visión que él había tenido. ¿Qué visión será? Aquí él va a hablar de qué visión es.

  • “Y entonces pensé en mi visión: Sí, eso es correcto. Vean, tengo otra culminación, una gran culminación…”*

¿En qué visión estaría pensando? En la visión que él había tenido de que tendría otra culminación; la Luz de la tarde tendría otra culminación. Eso será ¿cómo? Cuando salga por la mañana. Bueno vamos a seguir dice:

  • “…tengo otra culminación, una gran culminación que tengo que hacer. ¿Ven? Pero ahora el sol está brillante”.*

¿Ve? Estaba en la tarde y estaba allí; el Sol del evangelio, el Sol, la Palabra: Cristo, estaba brillando a través de él.

  • “…Pero ahora el sol está brillante. Pero dentro de poco, las sombras de la noche estarán cayendo”.*

Ve que después del Sol de la tarde brillando a través de Malaquías 4:5, de Elías después lo que le sigue ¿es qué? Las sombras de la noche.

  • “Pero dentro de poco, las sombras de la noche estarán cayendo”.*

Ya ustedes saben, porque el día empieza por la tarde, y después de brillar la luz de la tarde viene la noche y después viene la mañana.

  • “Todos ellos estarán regresando otra vez. Entonces realizaré esta otra culminación* (otra). Yo levanté mis manos, y dije: ¡Gloria a Dios! No tengo que estudiarlo más porque la comisión que recibí al principio fue: ¡Quédate con la Palabra! Y yo me quedaré con eso. Y luego cuando yo empiece otra vez, sólo haré un antecedente de lo que he dicho y entonces esperaré por esta culminación. Y pensé: No debo olvidarlo. Y salí de la visión. Yo no sé qué - qué texto tenía, pero de seguro que viene otra culminación”.

La Luz de la tarde hablando ¿de qué? De otra culminación. Pero, luego entre la Luz de la tarde y la otra culminación hay ¿qué? Las sombras de la noche; y después la otra culminación es por la mañana, en la Luz de la mañana.

Ahora, fíjese todo lo que siempre pasa es que todo es tan sencillo, que así como la Luz de la tarde les pasó por encima a todos… ¿ve? La Luz de la tarde les pasó por encima, ¿qué usted cree de la Luz de la mañana? Si la Luz de la tarde cegó, quedaron ciegos muchos, la luz cuando sale por la mañana, imagínate, acabándose de levantar acabándose de levantar uno, acabándose de levantar acabándose de levantar uno mira y no sabe sí es el sol, o es la luna, o es una llama de fuego que está ahí. Pero a medida que los ojos se van acostumbrando, entonces uno va viendo, va viendo más claramente y va viendo lo que está alrededor y entonces ya uno sabe que no es fantasma, sino que es realidad.

Porque es que en el tiempo de la noche se levantaron tantos falsos diciendo que tenían la luz, que tenían la luz, y si proclamaban que tenían la luz ¿qué era? Estaban proclamando que tenían la Luz de la mañana; porque en la única ocasión que vuelve a salir la Luz de la tarde es por la mañana; por la noche lo que hay es luna y es tiempo de luna. Pero sabemos que la edad de Laodicea entró en tiniebla así que no hay tiempo de luna… [CORTE DE AUDIO @1:14:48]... oscuridad.

Por lo tanto, eran entonces luces falsas, luces artificiales que cuando realmente sale la Luz de la tarde por la mañana, después para la otra culminación, entonces ¿qué pasa? Mire una linterna, una luz artificial, una bombilla, lo que sea, en la noche se puede ver que alumbra muchísimo, pero luego esa misma luz, esa misma lámpara o esa misma bombilla o esa misma linterna, cuando salga el sol, váyase alumbrar de un sitio a otro, a ver ¿a dónde llega esa luz? A ningún sitio. ¿Por qué? Porque hay una luz más fuerte, más poderosa, es una luz original; y entonces delante de esa luz no hay ninguna otra luz que pueda alumbrar ¿ve?

Por lo tanto, entonces estábamos llamados ¿a qué? A esperar ¿qué? La Luz de la tarde apareciendo por la mañana nuevamente; estábamos llamados a esperar ¿qué? La Tercera Etapa que la vimos en Elías, esperarla de nuevo; estaba en Elías en inglés… Ay, ¿cuánto de nosotros nos hubiera gustado haber estado allí presentes oyendo qué? Oyendo la Tercera Etapa manifiesta expresada a través de labios humanos en inglés; pero no íbamos a entender si no sabíamos inglés. Pero dice: “Cuando vuelva, la parte final de esa Tercera Etapa no va a ser en inglés”.

Bueno, él dice que no lo entendía; si hubiera sido en inglés lo hubiera entendido; era en un idioma desconocido. Así que el problema para nosotros, el problema de nosotros era cuando estaba la Luz de la tarde, cuando la Tercera Etapa estaba manifiesta en la Luz de la tarde en Elías, para nosotros era un poco de problemas, que si no había un intérprete, el que no supiera inglés podía oír la Luz de la tarde, podía oír la Tercera Etapa, pero como estaba en un idioma que no conocíamos, no entendíamos.

Pero ahora, luego, cuando la parte final de la Tercera Etapa suene o hable, pues ahora el problema no va a ser de aquellas personas que sean de ese idioma en que va a sonar o va a hablar la Tercera Etapa, sino que el problema va a ser de ¿quiénes? De aquellos que oyeron la Tercera Etapa en el tiempo de la tarde en el idioma de inglés; después cuando suene en el otro idioma que va a sonar, no lo van a entender, a menos que sea través de ¿qué? De intérpretes; o a menos… bueno, a través de intérpretes.

En el Día de Pentecostés había un intérprete allí; sí: el Espíritu Santo estaba allí como intérprete, y todos lo oían allí, oían en su propio idioma, ¿ve?

Ahora vigile. ¿Usted cree que en Malaquías 4:5 en Elías estaba la Tercera Etapa? Bueno, yo sé de una ocasión donde en ése que estaba la Tercera Etapa manifiesta, la Palabra, en una ocasión estaba hablando en su idioma y estaba siendo oído en otro idioma; la Tercera Etapa siendo pasaba a otro idioma. Eso debería abrirle los ojos a cualquiera ¿verdad? La única ocasión… ah, todos lo sabemos, no sé si en alguna otra ocasión sucedió que la Palabra que estaba saliendo de labios de Elías que vino, que fuera o que estuviera siendo oída en otro idioma, no sabemos que haya sido oída en alemán o en griego, sino que sabemos de un caso (no sé si hay otros más, pudieran haber otros más), pero hasta el momento… por lo menos yo no sé nada más que de un caso que sucedió en México, que el hermano Branham hablaba en inglés, la Tercera Etapa estaba en inglés, pero fue traducida por el mismo Señor a español. Bueno, fue la única ocasión en que vemos que la Tercera Etapa pasó de un idioma a otro. Bueno, ¿no estaría señalando eso algo?

Bueno, nosotros todos esperamos que la Tercera Etapa pues esté en un idioma que lo podamos entender mejor que cuando estuvo en Elías. Bueno, cuando la Espada pase de Elías a Moisés, bueno ahí, cuando pasó la Tercera Etapa de uno a otro, dice que cambió de idioma; fíjese, cambió la Tercera Etapa, cambió de uno a otro; y hasta de idioma cambio. Bueno eso es lo que se ve ahí. Dice:

  • “...y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero estuve allí parado* (oh, estaba ahí parado; vigile, estaba ahí parado, entonces deberíamos conseguir entonces donde él en algún sitio dice que estaba parado viendo eso), y lo miré directamente; y esta es la tercera etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios... ¡Oh, hermano! ¡Por eso fue que todo el Cielo estuvo en silencio!
  • Vale más pararme aquí, porque me siento dirigido a no decir más”.*

¡Imagínense! ¿Y que si él hubiera estudiado ese otro idioma? Hubiera dicho tantas cosas ahí, que… bueno, aún diciendo que no voy a decir más, sin él saber o sin él entender lo que oyó ahí en otro idioma, si llega a saber ese idioma, hubiera dicho: “Esto, esto y esto”. ¡Y qué muchos imitadores hubieran salido antes de aparecer lo genuino!

  • “Recuerden: La razón por no haberse abierto el séptimo Sello y que no nos ha sido dada la revelación, es porque nadie lo debe conocer.”*

¿Ve usted? La revelación, o sea, dada al público: esto es esto, esto es esto, en aquel tiempo no podía ser dada en el tiempo de la tarde; fue traída toda la revelación pero solamente él entendió; y aun como vimos ahí, hubo algo que él no pudo entender porque estaba en un idioma desconocido; pero que él sabía de qué se trataba, pero que no entendió lo que fue hablado.

Ahora él dice que estaba parado ahí cuando oyó eso. Vamos a ver en algún sitio que él haya estado parado y haya visto la Tercera Etapa, porque esa es la Tercera Etapa. Si usted camina hacia arriba un poquito antes de ahí, en el párrafo anterior, en el párrafo anterior mire lo que dice. Dice:

  • “161. (...)En eso la Voz me dijo: No puedes enseñarles las cosas sobrenaturales a los bebés pentecostales. ¡Déjalos! Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado donde había una reunión…”.*

Lo levantó; no puede enseñarles allá a niños pentecostales de allá de la edad de Laodicea, así que lo tomó de ahí, lo levantó más arriba, a una dimensión más alta; y dice que:

  • “…y me colocó en un lugar muy elevado* (lo colocó, así que lo colocó, y él estaba paradito allí; y él dice que estuvo parado y oyó la Tercera Etapa en un idioma desconocido, más abajo dice, dice) donde había una reunión y parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño. Y esa luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: Te encontraré allí. Esto será la tercera etapa, y no se lo dirás a nadie”.

Y vea usted donde acá abajo, más abajito él dice: “Me tengo que parar ahí, no puedo seguir más adelante, está en un idioma desconocido”... y ahí fíjese, acá él estuvo parado y vio la Luz, la que estaba con él, luego se fue de él, se fue de él, así que, si se fue de él, ya usted sabe lo que eso significa; se fue de él y cogió para otro lugar. Esa Luz que ustedes ven en el retrato, dice él ahí. Entonces esa Luz es la que tiene el ministerio ¿ve? ¿No es eso lo que él decía, que era el Ángel del Señor ministrando, el que ministraba todas esas cosas?

Ahora, es ese Espíritu ministerial, vealo usted, y entonces se va a de él y va a otro lugar. Eso es la Tercera Etapa… [CORTE DE AUDIO @1:25:15]... Página 124, vamos a ver página 124, vamos a ver esa Luz, esa Luz pasando de un sitio a otro. Él dice que se fue de él esa Luz que le acompañaba siempre, se fue de él a otro lugar. Mírela aquí la Luz, la Luz pasando de un lugar a otro; párrafo 171, página 124 del mensaje titulado Las Setenta Semanas:

  • “171 Bien, ¿qué harán estos dos profetas? Son Moisés y Elías los que se levantarán en la escena, ellos les dirán a esos Judíos de su error, de todo ese montón de Judíos que están allí hoy, Dios llamará a esos 144.000 con estos dos profetas... ¿Qué es? El Espíritu de Elías que ha terminado con esta Iglesia Gentil, pasará a esa iglesia Judía y seguirá adelante y Moisés estará Con él”.*

Ahora recuerde que el Señor le dijo: “Eso tú no vas a decir a nadie eso”. Él trajo todo lo que tenía que traer, pero decirle, especificarle eso, no se lo podría especificar; pero la revelación de todo eso está en los mensajes, ¿ve usted? Entonces cuando esa Luz se moviera y comenzara a hablar como él lo vio allí, “estaba hablando” (dice), ahora fíjese que él más abajo ahí dice: “Y era en un idioma que yo no podía no pude interpretar”, ¿ve usted? Y él dice, el Señor le dice: “Y yo te encontraré allí”. …[CORTE DE AUDIO @1:27:39]...

…Elías estaría allí de nuevo; el cuarto Elías estaría allí de nuevo, entonces se vería ¿qué? El quinto Elías; si estaría de nuevo allí. Porque él dice que volvería a ministrar; él dice que regresaría y volvería a ministrar. Y donde único él dice que regresará es ahí; el espíritu ministerial del cuarto Elías regresa para ministrar en el quinto Elías ¿ve?

Todo eso es el misterio de la Tercera Etapa, todo eso es el misterio de la fase final de la Tercera Etapa, porque lo otro ya en el cuarto Elías ya fue hecho. Ya en la Luz de la tarde fue hecho y lo que faltaba era una parte, lo cual sería manifiesto en la Luz de la mañana para madurarnos a nosotros en el conocimiento de la Palabra, para que llegáramos a la estatura de un Hombre perfecto; y esa es la forma que Dios ha predestinado y ha escogido para nosotros poder llegar hasta donde tenemos que llegar, y que todos queremos llegar. Porque no hay ni uno, no hay ni uno que no quiera llegar ahí; todos deseamos llegar ahí. Y para llegar a la estatura de un Hombre perfecto, para llegar a madurez siendo nosotros trigo, necesitamos el Sol que brille, y que brille bien caliente, y nos alumbre y nos vaya madurando por todos los lados que estamos verdes.

El hermano Branham dice: “Nuestra fe todavía está verde, no está madura”, nuestra fe. ¿De qué fe estará hablando? ¿De la fe de la primera dispensación? No, de la nuestra. ¿Y cuál es nuestra fe? La fe nuestra es la de la Tercera: Fe de rapto, y fe es revelación. No bajo el plan allá de la Ley ni bajo el de la Gracia, sino bajo el plan de la tercera dispensación en el cual nosotros estamos viviendo, pero que nuestra fe no estaba madura y nosotros no habíamos madurado en la fe de esta hora, ¿ve? Y si no habíamos madurado, entonces el Sol es lo que madura, y si en el tiempo del Sol de la tarde no maduramos, y solamente maduró uno: él, nuestro amado hermano Branham, el resto tenemos que madurar; y entonces el Sol tiene que aparecer de nuevo para madurarnos. Y si el Sol de la tarde dijo: “Yo recorreré nuevamente este camino”, si él en el tiempo de la tarde dijo eso y luego desapareció, luego tiene que aparecer por la mañana el mismo Sol para madurarnos a nosotros. Es la única forma de madurar.

Fíjese, en la Palabra hay tantas cosas que fueron abiertas o reveladas que no las entendemos. ¿Cómo las vamos a ver? Porque ver es entender. Metidos en Laodicea está en tinieblas, ahí no se ve nada; no se ve ni el Nombre Nuevo, aunque lo puedan ver, no lo ven, porque ver es entender. Porque la única forma para ver es a través de la Luz del Sol en el tiempo de la mañana; porque ya la Luz en el tiempo de la tarde se fue ¿ve?

Ahora, no hay otra forma para nosotros madurar; tenemos que madurar por todos lados. Y luego entonces seremos cosechados, y luego de ser cosechados por completo y ser quitados de aquí, pues ya se acabó todo, ¿ve? Así como el primero que maduró se fue. Todos estamos deseosos de estar donde él está. Pero tenemos que madurar, tenemos que pasar por esa parte; y sabemos que el Ángel del Señor está ahí, así como estuvo en la tarde, dice que está ahí también; lo dejó y se fue a otro lugar.

Y vea entonces que no es cosa para conjeturas, ni es cosa para luchar unos con otros, sino para madurar todos los escogidos del Señor. Así que todo eso es para el beneficio de todo el pueblo del Señor; así que no hay problemas con nosotros, es para beneficio de nosotros los ministros, es para beneficio de ustedes, es para beneficio de todo el pueblo; así que no hay, ni siquiera motivos para pelear el uno con el otro.

Imagínese, si hay una separación y la cizaña está siendo amontonada por allá en el Concilio mundial de iglesias, y el trigo está siendo recogido, ¿ve? Así que no va a haber y no puede haber lo que ocurría en las edades de la Iglesia; porque en las edades estaban los dos grupos juntos y uno perseguía al otro. Entre nosotros no puede ser de esa manera, ¿ve?

A medida que la Luz sigue brillando nos vamos entendiendo mejor ¿verdad? A medida que la Luz sigue aumentando y brillando, vamos viendo cosas que no veíamos. A medida que la Luz sigue brillando y nuestros ojos siguen siendo abiertos, podemos decir: “Primero yo no veía eso, me había acabado de levantar y habían cosas que no veía; pero pues ya me di un lavado de cara con el agua de la Palabra, y ya pues ahora veo más claro, ahora veo mejor”.

Mire, es más o menos como aquella ocasión, en que fíjese, ese es un caso raro, pero es que hay alguna enseñanza en ese caso. Cualquiera dice: “El Señor falló en aquella ocasión”. Él no falló; todo eso muestra cosas que ocurrirían en lo espiritual.

Le trajeron un ciego al Señor, y el Señor oró por él, y le preguntan: “¿Y qué, cómo estás?”

-“Veo los hombres como árboles”. ¿Qué pasa? El Señor haciendo un milagro y se le quedó ** y el hombre no ve muy bien todavía; en vez de ver los hombres como gente los ve como árboles”. Y el Señor volvió y oró por él, y después le preguntó:

-“¿Y ahora?”

-“Ahora, sí los veo bien”.

Pero no fue el Señor falló; es que el Señor quería darnos una enseñanza. ¿Cómo ve usted ahora?

Bueno, yo creo que vemos mejor ahora ¿verdad? Bueno, usted sabe, usted sabe que han habido, hemos visto como dos fases, hemos visto dos fases. Usted sabe, cuando el Señor comenzó a moverse allá por el 74, cuando se comenzó a moverse por el 74, empezamos a ver muchas cosas, pero otras cosas no las veíamos muy bien ¿verdad? Pero luego, ahora como de Semana Santa para acá, pues no vemos las cosas como árboles, sino que ahora las vemos como realmente son.

Antes veíamos los personajes ahí que están en la Biblia como árboles, ahora los vemos como son, ¿ve?

Bueno, fíjese, si eso usted lo puede entender.

Bueno, pero, ahí veíamos a Moisés y Elías dos hombres, para allá para la gran tribulación íbamos a aparecer allá en la gran tribulación; pero ahora como que vemos que lo vamos a ver antes; y que esos dos es ¿qué? Dos ministerios en un solo hombre. ¿Ve usted? Primero veía dos y ahora ve uno. Es como cuando tiene esos anteojos esos de mirar, si los tiene mal enfocados ve dos; pero cuando son bien enfocados entonces lo que ve es uno.

Es igual como pasa allá en las denominaciones: ven tres: Padre, Hijo y Espíritu Santo; pero con los ojos o con los anteojos del Antiguo y Nuevo Testamento bien enfocados, con Malaquías 4:5, vemos uno. Cuando Elías los enfocó bien, vemos uno; los enfoco en el tiempo de la tarde y después nos dice: “Mira ahora a ver que tú ver”.

Ahora primero usted veía tres ¿verdad? Bueno, pero después cuando Malaquías 4:5 los arregló: “Mira a ver cuántos ves ahora”.

-“No, ahora veo uno nada más”. ¿Ve usted?

No se apure que la Luz de la tarde: Elías, enfocó bien la Palabra y se vio correctamente; no se apure que en la mañana va haber otro que va a poner bien las cosas en su sitio, le va a decir: “Mira a ver qué ves”. Apocalipsis 11 ahí aparentemente se ven dos; pero es uno con un ministerio doble, con un doble ministerio, un doble ministerio: con el espíritu y virtud de Elías y el espíritu virtud de Moisés, ¿ve?

Entonces, encontramos que ahora vemos un poquito mejor; y si el Señor nos sigue ayudando, yo creo que podemos oír, y esto que el hermano Branham dice ahí, que lo que él oyó lo oyó en un idioma desconocido, podemos nosotros decir: “Y ese idioma, con los anteojos bien graduados, hasta podemos mirar y oír, y saber qué idioma es ese”. Podemos decir: “En el Sol de la tarde brilló en inglés; pero el de la mañana brillará en otro idioma”, ¿ve?

Bueno, así que no hay por qué lamentarse de que no pudimos oír personalmente la Luz de la tarde brillando; tenemos las grabaciones. Aunque no las entienda, no se preocupe, que cuando vuelva a brillar, si llega a brillar en el idioma nuestro, pues lo vamos a entender. Todas esas cosas que están ahí habladas en otro idioma, si llega a brillar en nuestro propio idioma, entonces sí que podríamos decir: “Ustedes oyen toda la revelación que fue traída en su idioma inglés, y nosotros oímos todo el significado, todo lo que significa eso en nuestro idioma”.

Así que, ¿qué es mejor? Bueno, entonces… y además de eso tenemos el inglés también para verificar; porque no vamos a dejar que nos metan gato por libre (como decimos nosotros); porque ahí dice que es la Palabra, que es la Espada en la mano; y lo que identifica que es la Palabra, es que será la Palabra sobre Palabra, porque será la misma Luz de la tarde, la misma Palabra que vino en la tarde, apareciendo de nuevo en la mañana, y entonces para nosotros madurar como individuos.

Así que vea usted la hora en que estamos, vea usted el tiempo en que estamos; y vemos aquí, estamos pensando, mirando cosas que habrían de ocurrir en la gran tribulación, y que nos sorprendería si la viéramos comenzar antes de la gran tribulación. Déjeme ver dónde la tengo por aquí marcada; por aquí hay un sitio… vamos a buscar aquí entonces: página 61. Quería darle acá en la Notas para que ustedes las buscaran; aquí en la página 61 de Preguntas y Respuestas, libro número III, dice:

  • “Y entonces enviará sus ángeles... y juntarán a sus escogidos de los cuatro vientos, desde el extremo de la Tierra hasta los extremos del cielo”.*

¿Es usted un escogido? Pues mire lo que dice ahí, que promesa; que hayan todos los falsos ungidos que quieran aparecer, pero tenemos la promesa de que Dios va a enviarnos Sus ángeles para juntarnos, juntar a Sus escogidos de los cuatro vientos, desde un babo de la Tierra hasta el otro. ¿Y qué es 12? Ahí lo vemos:

  • “Eso está hablando de la resurrección, el arrebatamiento* (ve que es antes de la tribulación) subiendo. Él enviará a Sus ángeles para juntar. ¿Han pensado alguna vez qué son los ángeles? ¿Ah? Mensajeros. Él los juntará, los congregará juntos (¿Ven?), trayéndolos, juntándolos de los extremos de la tierra hasta los extremos del Cielo, la Palabra que fue, y ha sido hecha manifiesta en la Tierra. ¿Ven? ¿Lo captan? La Palabra ha sido hablada; aquí está manifestada”.

¿Estaba allí o no estaba allí? Era la Luz de la tarde. ¿Ve usted?

  • “¡Muy bien hermano!”*

¿Qué más? Si necesitamos algo más… ven ustedes ahí que aparecen antes de la tribulación y que aparecen para producir ¿qué? Una resurrección, una traslación y una subida.

Entonces si no estamos muertos en lo literal, lo que necesitamos es una resurrección espiritual del denominacionalismo allá tenebroso; y lo que necesitamos es una subida espiritual de la edad de Laodicea a la Edad de la Piedra Angular, ¿ve?

Así que es subiendo; subiendo hasta arriba. Entonces seremos congregados también en lo espiritual ¿dónde? En algún sitio. Al hermano Branham le preguntaron: “Hermano, Branham, ¿será la Novia reunida en algún sitio?” El hermano Branham dice: “Si. En la Palabra”, ¿ve usted? Ahí es el sitio de reunión: en la Palabra, en la Edad de la Piedra Angular que es la Edad de la Palabra, y ahí está la Palabra para esta edad y para esta tercera dispensación. ¿Y quienes le van a reunir ahí? Los Ángeles que Él dijo que habría de enviar. Ahí tiene a Moisés y a Elías reuniendo y congregando ahí en la Edad de la Palabra ¿a quiénes? A los escogidos de todo sitio, desde un cabo de la Tierra hasta el cabo del Cielo.

Así que, de todas partes todos los escogidos que hayan serán congregados ahí en la Palabra, Dios lo hará a través de Sus Ángeles que Él dijo que habría de enviar para ese trabajo. Y luego sabemos que los 144.000 son escogidos también, así que, para ahí también; lo dice Apocalipsis, ¿Apocalipsis 10 no dice, que el Cordero fue hallado en el Monte de Sion parado y con 144.000? El monte de Sion ahí, que es la Novia. ¿Ve usted?

Así que, fíjese dónde serán congregados los escogidos. Ahí arriba en la Edad de la Palabra; y fíjese la forma sencilla en que Dios lo hará. No usará, dice el hermano Branham: “No usará ninguna denominación, no usará ni bautistas, ni metodistas, no usará ninguna iglesia” sino que él dijo que usaría ángeles, que son mensajeros; él dijo que usaría dos mensajeros para nosotros reunirnos ahí.

Como grupo en la Luz de la tarde Elías nos subió ahí; pero como individuos no sabíamos que era que estaba ahí la Novia ¿ve? Y nosotros como individuos estábamos abajo. Luego en la Luz de la mañana, entonces nos tiene que subir a nosotros como individuos a la Edad de la Palabra, y olvidarnos entonces nosotros de lo que es de las edades pasadas y de la dispensación pasada. ¿Ve usted?

Ahora solamente el Señor puede hacer eso conforme a como Él prometió. Él no puede hacerlo de otra forma, porque Él no tuvo otra forma para hacerlo; y por eso es que cuando Dios va a hacer algo, primero Él lo revela, lo da a conocer, para que cuando sea hecho esté la letra de la Palabra ahí para vindicar que eso había sido prometido. ¿Ve usted? O sea que Dios no puede hacer nada así, así porque sí, si no hay letra, si no hay Palabra, si no hay promesa de que Él habría de hacer eso; “porque no hará nada el Señor sin que antes (¿ve? antes de hacerlo), sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas” [Amós 3:7].

Y también usted encuentra que el hermano Branham dice que cuando aparecía un profeta ¿qué pasaba? Ese profeta hablaba del otro profeta que había de venir. Dice que uno habla del que va a venir.

¿Habrá promesa de que Dios enviaría otro? Si usted no encuentra promesa de que Dios haya de enviar otro, pues no espere nada. ¿Pero sabe usted que cuando el diablo ve que Dios ha prometido algo él se mueve a la escena para que cuando venga lo que es correcto, lo verdadero todo el mundo diga: eso es la misma cosa? ¿Ve? Entonces el diablo sabía que Dios iba a enviar algo verdadero y por eso levantó ¿qué? Falsos profetas. Eso muestra que ¿qué? Que va a venir algo correcto para que el pueblo de Dios no sea engañado.

Los falsos profetas, los falsos ungidos de este tiempo, ¿qué es lo que tienen falso? ¿qué es lo que está mal, lo que ellos tienen mal? Su enseñanza, dice el hermano Branham. Si entonces los falsos profetas tienen una enseñanza equivocada, Dios tiene que darnos una enseñanza correcta para librarnos de las falsas enseñanzas; tiene que hacerlo obligatoriamente. El diablo no puede imitar una cosa que Dios no vaya a hacer, ¿ve?

Entonces cuando aparezca algo verdadero, algo genuino, es más, dice el hermano Branham: “Esos 144.000 se van a agarrar de eso verdadero” ¿ve? ¿Y qué de nosotros? Nosotros nos agarramos primeros que ellos. Nosotros nos agarramos primero que ellos de ¿qué? De lo verdadero que Dios envíe, y no nos importa las cosas falsas que hayan, no seremos engañados. ¿Por qué? Porque Dios prometió que iba a enviar algo genuino; y con eso pues Dios nos libra de todo engaño.

Entonces, ¿de qué estamos hablando? Del tiempo de la cosecha; y estamos en el tiempo de estar delante de la presencia del Sol; y el Sol, “para los que temen Su Nombre nacería el Sol de justicia y en Sus alas traería salud”; en la tarde a través de Elías y en la mañana a través de Moisés. Bendición para todos nosotros; y nos maduraría, en el tiempo de la mañana saldría para madurarnos, y nos llevará hasta que maduremos por completo en toda la Palabra del Señor.

Tenemos que madurar, por eso es que estamos aquí todavía; sino nos hubiéramos ido ya hace tiempo. Pero tenemos realmente que madurar, y entonces sabemos ahora que hay solamente una forma. Cualquier otra cosa es imitación.

El hermano Branham dice: “Busquemos lo que es correcto y quedémonos con eso”; y ese es el deseo siempre de nosotros, de hacer lo correcto. A nadie le gusta o desearía tener lo incorrecto. Queremos lo que es correcto, y cuando descubramos lo que es correcto y lo veamos, nos quedaremos con lo que es correcto y llegaremos a la completa madurez, y llegaremos a la estatura plena de un Varón perfecto, y llegaremos a ser entonces exactamente como lo era Adán, como lo era Jesús y como lo era el hermano Branham.

¿Sabe usted que de los nacidos de mujer por el sexo, el primero que llegó ahí, a esa madurez fue el hermano Branham? Porque los otros dos, Adán y Jesús, ellos no vinieron por el sexo, ellos vinieron por la Palabra. Pero ahora encontramos que las primicias de los que nacieron por el sexo, como usted y yo, ya llegó en el tiempo de la tarde, y ahora nos toca a nosotros llegar; ahora nos toca a nosotros hacer como él hizo: él se quedó con la Palabra le costará lo que le costará, y llegó. Y nosotros nos quedaremos con la Palabra cueste lo que nos cueste, y llegaremos, porque él dijo que habríamos de llegar. Eso es todo lo que sabemos, que él dijo que llegaríamos, y él es el que está respaldando el que nosotros lleguemos.

Sabemos que es el mismo Ángel que acompañaba a Elías, que estaría para llevarnos también a nosotros. ¿Ve? Sabemos que lo visible, lo visible siempre será sencillo, Dios en simplicidad; pero detrás de lo visible está lo invisible, que es lo grande. ¿Ve?

Entonces nosotros miramos a través de lo visible, miramos lo invisible y no tropezamos con lo visible; porque lo visible solamente será la forma que Dios tendrá para expresar lo invisible, porque lo invisible se hace manifiesto a través de lo visible. Si no tiene algo visible no se puede hacer manifiesto a nosotros, porque nosotros no podemos pasar al mundo invisible, pero el mundo invisible puede pasar a nosotros y hacerse visible a través de las cosas visibles acá; y él tuvo ¿qué? En la tarde, en la Luz de la tarde, Cristo tuvo la Luz, tuvo algo visible a Malaquías para a través de Él hacerse visible.

Y sabemos entonces que para madurarnos a nosotros para este tiempo de la cosecha, entonces no más durará el Sol en Su salida en la mañana; también recuerde que ese Sol brillará y los 144.000 lo van a ver. Y recuerde también que hay otro grupo que no son de los escogidos de acá ni de los 144.000, pero que es un grupo que va a salir también, que va a ser libertado, que es el grupo de las fatuas, que están metidos allá en las denominaciones, ellos van a salir. El hermano Branham dice: “Tengo un cuarto de millón acá entre esta denominación y otra cantidad por acá” deje que eso Dios se mueva para libertarlos y usted verá cómo van a salir. Van a salir, porque son del Señor. Cuando eso ocurra, cuando ellos salgan es que la imagen de la bestia se va a poner bien furiosa, bien furiosa se va a poner; pero ya esos son días finales, ya son días últimos; pero ya nosotros entonces habremos llegado ¿a qué? A la madurez a través del Sol de justicia que brillará, el Sol de justicia el Evangelio del Reino, el Evangelio de esta tercera dispensación brillará y nos madurará conforme a como Él había prometido.

Así que, deseamos madurar en todo lo que no hemos madurado; deseamos madurar en el conocimiento de la Palabra, y a medida que el Sol nos da, a medida que el sol brilla y lo vemos brillar, y estamos delante de la presencia del Sol, vamos madurando. ¿Ve usted?

Entonces, no está usted maduro por completo ¿verdad? Pues todavía si le falta, entonces le falta un poco de Sol. ¿Cuánto tiempo nos dará ese Sol, brillará ese Sol para madurarnos? No sabemos; la cosa es que sí sabemos que nos va a madurar. ¿Ve?

Ahora yo creo que hemos madurado ya en algunas cositas. Hemos madurado en cuanto al conocimiento del Nombre Nuevo, ¿está usted maduro en eso? ¿hay alguien que lo pueda sacar del Nombre Nuevo? Ah, pues usted está bien maduro en eso, tiene madurez. ¿Y en cuanto al uso del Nombre? Ahora recuerde que cuando salió el Nombre, en cuanto al uso no estábamos maduro, ¿ve? No estábamos maduro, y como no estábamos maduros, pues no entendíamos; no teníamos madurez, no teníamos conocimiento pleno de esas cosas. Pero vea después al poco tiempo el Sol siguió brillando, ahora sí que lo entiende, ¿y quién podrá hacer que usted haga de otra manera ahora?

Y así por el estilo encontramos que el Sol brillará sobre nosotros, el Evangelio del Reino brillará sobre nosotros y nos madurará, y llegaremos a donde tenemos que llegar. ¿Por qué? Porque somos escogidos, esa es la causa: porque somos escogidos; y para nosotros eso está prometido que ha de madurar. La cizaña y las piedras dicen: “¡qué sol tan caliente!”, esto y esto otro, eso es fuego, eso molesta dentro a ellos”. Pero a los escogidos no; eso es lo que nosotros necesitamos, que se ponga cada día más caliente para que nos acabe de madurar en todos los lados que estamos todavía sin madurar.

Ya en el Nombre Nuevo usted está maduro; ya en uso del Nombre ya usted está maduro. Ya en el conocimiento de que está en una tercera dispensación, ya usted está maduro; ¿quién lo va a meter para una segunda o primera dispensación? ¿Pero no ha notado usted qué cuando el Señor empieza a alumbrar y a darle ese calor al trigo, a usted y a mí por cierto lado, empieza y va y va por ahí, va por ahí, y cualquier persona que no entiende puede decir: Bueno y ¿qué de esto? en vez de si hablan de esta cosa, que hablen una sola vez y no lo mencionan más?” Es que el Sol cuando da por un lado, da hasta que madura ese lado; y después, ya pues ¿qué pasa? “Que ya casi no nos hablan del Nombre Nuevo, de que el Nombre Nuevo, y esto…” ya maduró usted por ese lado; pero ahora necesita que le dé sobre otro lado. Solamente el Nombre Nuevo ese que está en el velo de carne, solamente tocadito por encima ¿ve? Algunas veces; pero ya sobre eso estamos maduros.

Pero vigile y usted notará que es como por parte; cuando viene por un lado, va por ese lado y va hasta que nos madura bien, hasta que entendemos bien sobre ese tema; después que entendemos bien sobre ese tema, entonces como que se queda en un tiempo como de descanso, de reposo, y uno dice: “¿Se habrá acabado todo? ya estamos listo para irnos”. Y de momento vuelve y da por otro lado. “Pero eso sí qie es nuevo, eso sí que yo no lo había visto. ¿Y eso qué es?” Y usted empieza a: “Déjame ver bien porque, ¿dónde está eso?”, y empieza a limpiarse los ojos espirituales a ver si es que estaba medio dormido. “Pero yo eso no lo creía así, no creía que eso fuera de esa manera”; y empieza y se abren bien con los ojos espirituales y busca: “Oh, esto sí que estaba ahí. ¿Y cómo no lo veía?” Era que el Sol no estaba dando por otro lado, por ese tema; por lo tanto cualquiera que se metiera en ese tema iba a fracasar; y los primeros que se meten por esas líneas para tratar de adelantarse, es el diablo ungiendo falsos ungidos para que se metan por ahí, para que cuando Dios ve por ahí: “Si por ahí mismo pasó Fulano y Zutano y habló de eso, y eso estaba equivocado, todo enredado”. Pero cuando viene el Sol realmente dando por ahí: “Ah, pero eso es así, así no era que se hablaba, ahora sí que lo veo”, ¿ve?

Ahora, puede ver usted por dónde está dando el Señor de Semana Santa para acá? Y hasta que no entendamos bien todo lo que conlleva ese tema, recuerde: seguirá el Señor dándonos por ahí, dándonos por ahí; y cada día será más sencillo y más sencillo, y cada día lo veremos más sencillo y más sencillo, así como el Nombre Nuevo. El Nombre Nuevo ahora usted dice: “Mira por aquí, lo habla aquí”, y también lo encuentra acá; directa o indirectamente habla del Nombre Nuevo por aquí, por acá y por allá. Deje que sigan pasando los días y siga el Sol brillando sobre esta línea que ha tomado de Semana Santa para acá, y usted verá usted verá que todo será tan sencillo, que usted mismo se quedará **, que usted mismo dirá: “Lo encuentro a este tema donde quiero”, ¿ve? Todo lo que iba a ser hecho conforme a como estaba prometido.

Bueno, yo creo que ya hemos empezado a ver algunas cositas ¿verdad? Y nos falta más ¿sabe? Porque por ese tema hay cosas demasiado de profundas, demasiado de profundas, que cuando las podamos ver, y ver es entender, cuando las podamos ver usted va a recibir una tremenda bendición espiritual de parte del Señor; y el diablo va a temblar cada día más. ¿No dice que cuando ese grupito pueda tomar la Palabra y ponerla en su sitio, partirá y cortará, y podrá cerar los cielos y hacer lo que quieran? Y está hablando de Apocalipsis 11, ¿ve? Y está aplicando eso para acá; eso está por ahí en Los Sellos.

Así que, ¿qué es lo que hace el Señor? Poniendo la palabra en su sitio ¿ve? Dejándonos ver la Palabra como es; o sea, graduándonos bien los binoculares, o sea, los anteojos y entonces nos dice: “Mira a ver”.

-“Ah, ahora lo veo claro, lo tengo claro”. Eso es lo que hace el Señor con todos nosotros; y a medida que hace eso no va madurando en los diferentes temas de la Palabra que ya estaba revelado y estaba escrito y están en grabación, que fueron predicados por el hermano Branham.

Mire, tenemos por ahí cerquita sobre la enfermedad que tuvo el hermano Branham por tantos y tantos años; usted dice, y cualquier persona o cualquier predicador de alguna denominación dice: “Un profeta tan grande como él y estuvo enfermo, no se podía sanar el mismo”. El médico: “Cúrate a ti mismo”. ¿Ve? Pero no saben la revelación que hay ahí; algún día de estos vamos a hablar sobre eso. Hay ahí algo tan maravilloso, que cuando entonces lo veamos, diremos: “Oh, pero no hay casualidades en estos casos, en que un hombre de Dios como era el hermano Branham vaya a estar padeciendo así por el gusto porque Dios quiere darle a padecer por tantos años”. ¿Ve? Bueno, pero eso no es para esta noche; eso es para otra canción, y eso nos tomará como dos horas o una hora, y lo vamos a ver; cuando lo veamos, vamos a decir: “Tan sencillo que estaba eso ahí y cómo cuadra con toda la Palabra”.

Así que, Dios nos bendiga en esta noche, Dios nos guarde y nos ayude; y recuerde: la cosecha del trigo o el tiempo de la cosecha, ¿es usted trigo? Este es su tiempo; y para ese tiempo y para la madurez nuestra y la cosecha nuestra, ya usted sabe lo que Dios tenía para nosotros.

Así que, Dios nos bendiga y Dios nos guarde en esta noche.

“EL TIEMPO DE LA SIEGA”.