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| La nueva comisión | 2022-12-24 | 1 | Cayey | PR | 00:00:00 | false | https://directus.carpa.com/assets/78947085-6980-4478-b6a1-5a659f4e5427.png |
Muy buenas tardes. Un saludo al misionero Miguel Bermúdez Marín allá en Santa Rosa, Valencia, Venezuela, allá en la congregación que pastorea el reverendo Marcos Joya; y también a tu esposa Ruth: que Dios te bendiga, Ruth, grandemente.También allí se encuentra nuestro hermano Jesús Barrolleta, Williams Romero, y todos los ministros que están visitando allí a la congregación de Marcos Joya en esta ocasión; y todos los hermanos colaboradores, colaboradoras, y todos los que se encuentran en este día allí presente; y los que están también conectados a través del satélite Amazonas o internet en los diferentes países.Hoy es sábado, 24 de diciembre de este año 2022, un día en donde partió, en la víspera de Navidad, en el 1965, partió el precursor de la Segunda Venida del Señor, nuestro amado hermano y amigo William Marrion Branham; partió a eso de las 5:49 de la mañana.O sea, fíjense, partió en la tercera vigilia; porque no podía pasar a la cuarta vigilia, que es la etapa en donde se cumple la Venida del Señor, lo cual fue lo que él precursó; y también es la etapa en donde las promesas que Dios tiene a la Iglesia del Señor —lo cual es la resurrección y la transformación— vendrían a cumplirse en una nueva edad y una nueva dispensación, y un sinnúmero de profecías que no podían ser cumplidas en el tiempo de nuestro precioso hermano Branham.Nos unimos en este día a toda la familia de nuestro hermano Branham, a quien amamos; y amamos su familia, y amamos su Mensaje, lo cual es el fundamento, la plataforma, de lo que sería el cumplimiento de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles.Y la venida de un precursor es para preparar el camino, para y de aquel que está precursando; y con su Mensaje estaría señalando cómo y cuándo vendría eso que él está precursando.Y los que entenderían y recibirían a ese que está él precursando serían aquellos para los cuales ese precursado vendría, se revelaría. Y ellos estarían viendo lo que el precursor habló; y al ver las profecías siendo cumplidas, automáticamente identificarían ese del cual estuvo hablando el precursor.Y hoy es un día en que estamos recordando ese momento de la partida del reverendo William Marrion Branham. Y eso nos remonta a leer esas palabras allí, una porción nada más, de esa parte en donde Billy Paul relata esa ocasión en donde ocurrió ese accidente el 18 de diciembre; y él en el servicio del 26 de enero de 1966, él allí relata lo que sucedió.En otros lugares él luego quizás habló algún otro detalle, pero en ese día él habló algo allí, que el domingo pasado lo dijimos así de memoria1, pero quiero leerlo tal como él lo dijo allí. En una porción aquí, de esta parte donde él está diciendo allí, ya había ocurrido el accidente, y dice2: [BPB] Había dejado a José…
[JBP] Porque José se había ido con Billy en el carro. Recuerden que José era un niño de 10 años. Y dice: [BPB] Había dejado a José y a mi hijo, Pablo, en el auto, subí las ventanillas y cerré las puertas ([JBP] o sea, para dejarlos ahí asegurados en el carro), y les dije que se sentaran allí. Papá y yo hemos viajado muchas millas juntos y hemos visto muchas cosas, muchos accidentes, y he visto morir a muchas personas. He visto a muchas personas muertas instantáneamente en la carretera. Era un espectáculo que había visto antes ([JBP] o sea, ya él estaba acostumbrado a ver ese tipo de accidentes, parece, por tanto que viajaba). Entonces, en mi consciencia, sabía que se había ido porque sus ojos estaban abiertos, y su cara parecía hinchada.
[JBP] O sea, cuando lo miró, al hermano Branham, lo vio con los ojos abiertos; o sea, automáticamente, ya ahí, al ver esa escena, como otras que había visto ya de personas así, era porque estaban ya muertas; y ya en la consciencia él, ya él dijo: “Aquí está, papi está muerto”. … y su cara parecía hinchada. Era simplemente esa mirada que muchos de nosotros hemos experimentado ([JBP] o sea, ya había visto personas así).
Salí del auto. Simplemente no sabía qué hacer. Corrí hacia él. José comenzó a gritar, y, cuando lo hizo, bajó la cabeza. Levanté su cabeza con mi mano, y dijo ([JBP] o sea, la cabeza del hermano Branham): “¿Quién fue ese?”. Yo dije: “Ese es José, papá”. Le dije: “¿Estás bien?”, y solo me miró. No dijo nada.
Esto tiene un significado especial para mí debido a una cinta en la que habló, “Señores, ¿es este el tiempo?”. ¡No puedo decir que esto sea cierto, pero sé que él nunca respondió hasta que José lloró por su papá! Entonces papá dijo: “Dile a José que todo está bien”.
*Rev. José B. Pérez*
[Génesis 18:15-1
Y los varones se levantaron de allí…”.
Una mentira a Dios; y después, para arreglarlo, otra mentira más. Aquella hermosa cena, aquella hermosa fiesta, teniendo a Dios, el Rey del Universo, y a Sus dos generales de los Ejércitos celestiales: Gabriel y Miguel. Sara echó a perder esa hermosa visita, esa hermosa fiesta. Y dice:
“Y los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos acompañándolos”.
Pero como Abraham no fue el que cometió el error, Abraham también se fue.
Se quedó Sara con los trastes, a fregar los trastes: se quedó Sara con los afanes de la Tierra.
(…) Un incrédulo, uno que duda, que no cree la Palabra que Dios está dando en ese momento: no tiene ningún derecho a caminar con Dios y su Programa para el tiempo en que se está llevando a cabo. Así que alguna cosa va a tener para hacer para no caminar hacia adelante, sino quedarse allá haciendo otra cosa, que serán los afanes de la vida; va a estar muy ocupado, va a tener muchas ocupaciones, y allá se va a quedar en esas ocupaciones.
Y ahí es donde el hermano Branham recibe la revelación, y dice: “Señor, ahora Tú me sanas, cuando ya me voy a ir”.
Y así es para la Iglesia del Señor Jesucristo: es sanada espiritualmente de ese problema: su Cuerpo será transformado, sus miembros del Cuerpo Místico de Cristo serán transformados, y nos iremos.
Es para cuando la Iglesia se va a ir, que es en la Edad de la Piedra Angular, en el ciclo número ocho.