--- title: 'El siervo fiel y prudente' date: 2006-08-12 activity: 3 place: city: Villahermosa state: Tabasco country: MX duration: 00:00:00 public: false youtube: rm: true translations: files: --- Muy buenas tardes, ministros, compañeros en el Reino de Dios; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final en el cual estamos viviendo. Siendo que estamos en el tiempo en donde se completará la Iglesia del Señor Jesucristo, tenemos que ver lo que dicen las Escrituras con relación al tiempo final, o fin del tiempo, o tiempo de la cosecha, llamado también: “el fin del siglo.” En San Mateo, capítulo 24, verso 44 al 47, nos dice: “*Por tanto, también vosotros estad preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.* *¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?* *Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.* *De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE.”** Todos los que sirven a Dios tienen que ser siervos fieles y prudentes, servidores de Dios y del pueblo de Dios. También los Mensajeros que Dios envía de edad en edad y de dispensación en dispensación, son siervos fieles y prudentes, cada uno en la edad o en la dispensación que le corresponde. Hay Mensajeros de edades que pertenecen a una dispensación, pero esa dispensación tiene un Mensajero dispensacional, y además tiene un Mensajero para cada edad; y el Mensajero de cada edad está sujeto al Mensajero de esa dispensación. Y ahora, de los Mensajeros de dispensaciones encontramos que por cuanto Dios tiene siete dispensaciones, por consiguiente tiene siete Mensajeros dispensacionales; y dentro de esas dispensaciones queda enmarcada la obra que Dios realizaría hasta entrar completamente a eternidad, o sea, llegar hasta el final, hasta el juicio final y después la eternidad. Siete Mensajeros dispensacionales para las siete dispensaciones, los cuales son: Adán para la primera dispensación, la Dispensación de la Inocencia. Set como segundo Mensajero dispensacional para la Dispensación de la conciencia. Noé para la tercera dispensación, la Dispensación del Gobierno humano. Abraham para la cuarta dispensación, la Dispensación de la Promesa. Moisés para la quinta dispensación, por consiguiente el quinto Mensajero dispensacional, por lo cual Moisés es un Profeta tan grande, para la quinta dispensación, la Dispensación de la Ley. Y para la dispensación sexta, la Dispensación de la Gracia, Jesús o el Señor Jesucristo como sexto Mensajero dispensacional. Y luego para la séptima dispensación, la Dispensación del Reino, el Ángel del Señor Jesucristo; y en los siete Mensajeros dispensacionales ha estado el Espíritu de Dios obrando por medio de ellos, por lo cual la obra que han hecho ellos, no ha sido una obra humana, sino la Obra de Dios a través de siete Mensajeros dispensacionales. Ésa es la clase de Mensajero, de Profeta mayor que Dios tiene y que enviaría a la Tierra para el establecimiento de cada una de esas dispensaciones. La Dispensación de la Ley, tuvo su tiempo, así como las dispensaciones anteriores; y la Dispensación de la Gracia comenzó para el tiempo de la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario, de ahí en adelante se abriría esa dispensación. Se abrió completamente el Día de Pentecostés, cuando Pedro predicó el Evangelio de Cristo y abrió la puerta para los judíos, para entrar al Reino de Dios y luego la abrió en la casa de Cornelio para los gentiles, para lo cual comenzaron a entrar gentiles también al Reino de Dios. Y ya han transcurrido unos dos mil años de la muerte de Cristo haca acá, y del Día de Pentecostés hacia acá, si contamos el tiempo en el cual estamos y los años de atraso que tiene el calendario. Y ahora, nos encontramos en un tiempo muy, pero que muy, importante, ya que la Dispensación de la Gracia está llegando a su final, así como llegó a su final cada dispensación anterior. Pero siendo que es una Obra de Dios cada labor que Dios realiza en esa dispensaciones, las dispensaciones se entrelazan una con otra, porque así es como la Obra de Dios se lleva a cabo. Así como la raza humana se entrelaza una generación con otra, y en la familia se entrelaza los hijos de esa familia, con el padre y la madre, y así se van entrelazando hasta traer una cosecha de hijos e hijas. Y ahora, en el Programa Divino así se ha estado entrelazando la familia de Dios, la descendencia de Dios, y ahora en la Dispensación de la Gracia se han estado manifestando en la Tierra los hijos e hijas de Dios, que no han sido reconocidos como hijos e hijas de Dios por las naciones, porque el Reino de Dios está en la esfera espiritual, y por consiguiente los hijos del Reino, que son los creyentes en Cristo en la Dispensación de la Gracia, están viviendo una etapa espiritual. Así como Adán vivió una etapa espiritual, cuando Dios creó a Adán en la sexta dimensión; le dio un cuerpo angelical, y luego encontramos que tuvo la imagen de Dios, que es el cuerpo angelical, ya que el cuerpo angelical de Dios, que es la imagen de Dios, es Cristo en Su cuerpo angelical, llamado: “el Ángel del Pacto,” o “Ángel de Dios,” el Ángel que le apareció al Profeta Moisés; ése era nada menos que Cristo en Su cuerpo angelical, el cual guió al pueblo hebreo luego de haberlo libertado de la esclavitud en Egipto, y luego transcurrido el tiempo apareció en carne humana, vestido de carne humana. Ese Ángel es el Espíritu Santo. Un espíritu es un cuerpo de otra dimensión, parecido a nuestro cuerpo físico pero de otra dimensión. Y ahora, ese Ángel de Dios vendría a Su Templo, conforme a Malaquías, capítulo 3; y estaba prometido para venir en el tiempo en que la semana, las siete semanas estarían cumpliéndose; y para la semana número setenta el Mesías estaría manifestado en la Tierra, y le sería quitada luego la vida al Mesías, conforme a Daniel, capítulo 9, versos 21 en adelante, 21 al 27, y moriría como Expiación por el pecado, para quitar el pecado conforme a Daniel, capítulo 9 también, verso 21 al 27, e Isaías, capítulo 53, verso 10. Él pondría Su vida en Expiación por el pecado; por lo tanto, en Su Venida el Mesías moriría en Expiación por el pecado. En el Antiguo Testamento, no se podía hacer la diferencia de la Venida del Señor en cuanto a que aparecía como Cordero o como oveja para el pecado ser colocado sobre Él, y poner Su Vida en Expiación por el pecado; y otros pasajes bíblicos lo presentaban como Rey victorioso. Es que la Venida del Señor tiene dos partes. Así como también la última etapa del reino de los gentiles, la cuarta etapa, tiene dos partes, ahora, también encontramos que en el Reino de Dios hay dos partes en la Venida del señor. Vean, según este resumen que me ha sido entregado, dice en la página 43 y 44, vamos a ver, dice: “*Vamos a continuar con este mismo concepto de esta página 97b del tratado de Sanedrín.* *Elijah le dijo al R. Judah, hermano del R. Salla el Pío: ‘El mundo existirá por un periodo no menor a 85 jubileos y en el último jubileo el hijo de David vendrá’. Entonces él pregunta que si será al comienzo o al final. Elijah le responde que no sabe. R. Judah pregunta: ¿Debe este periodo ser completado o no? ‘Yo no lo sé’. R. Ashi comenta que Elijah le dijo que ‘antes de esto, no lo espere, pero después de este periodo debe esperarlo’.* *Aquí está presente el concepto de que el \[mundo-Editor\] existirá por un tiempo no menor a los 85 jubileos, esto significa 4250 años, puesto que cada jubileo se compone de 50 años* (hay que sacar bien la cuenta, es 50 X 85, y entonces debe dar exactamente 4250 años; vamos a leerlo de nuevo)*... esto significa 4250 años, puesto que cada jubileo se compone de 50 años y en el último jubileo el Mesías vendrá. La pregunta que formuló R. Judah es que si el Mesías vendrá al principio o al final del último jubileo. Pero Elijah no lo sabe. Esta cita, es Baraita, es decir que se encuentra fuera de Mishná y es una antigua fuente tannaitica. La sección deja a los rabinos en el aire. Da una fecha similar a las discusiones anteriores, sólo que ahora no está basada en una semana sino más bien en los jubileos. Se sitúa en el mismo marco de tiempo.* *En la lección anterior el tiempo era de 2000 años Tohu vaBohu, caos antes que la Torah fuera entregada. Por 2000 años la Torah florecerá y los siguientes dos mil años serán la era Mesiánica. Esto hace suponer que el Mesías vendrá aproximadamente en el año cuatro mil de acuerdo al calendario Judío. Los 85 jubileos se encuentran en el mismo período con sus 4250 años. Hasta el día de hoy el calendario Judío marca 5757 años \[5766 a la fecha de hoy 2006-edit\]. Así que de cualquier forma que usted lo mire, de acuerdo al punto de vista del Talmud, el Mesías debería haber venido hace 1750 o hace 2000 años de acuerdo al calendario Judío, pero el Mesías no vino* (o no lo vieron)*.”* Y ahora, vamos a dejar esto quietecito aquí, porque como fue allá para este tiempo final dice el reverendo William Branham en el Libro de “Los Sellos,” que si no vigilamos, nos pasará por encima. Los judíos están esperando la Venida del Señor, y la primera parte de la Venida del Señor ya se les escapó, pero vino bien, porque así se realizó en Sacrificio de la Expiación por el pecado del ser humano, pero la Segunda Venida no se les puede escapar. Si se le escapa la Segunda Venida, Israel dejará de existir, y si se les escapa la Venida del Señor para el Día Postrero a la Iglesia del Señor; no podrá ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. El reverendo William Branham dijo que sería algo sencillo, como fue algo sencillo en el pasado. Los gentiles del Cristianismo están esperando la Venida de Jesús, y los judíos están esperando la Venida del Mesías, esperando a un hombre que aparecerá en la Tierra y les traerá la paz, ése será el Mesías, el Ungido, el Cristo que ellos están esperando. Y para precursar Su Venida están esperando a Elías, que haga la introducción al Mesías; y ellos han señalado lo que estará proclamando o predicando Elías, y por consiguiente están esperando a un hombre que esté haciendo esas cosas. o sea, que no están esperando a cualquier persona que esté de vago, sino uno que estará trabajando, trabajando ¿en qué? En los negocios de Su Padre Celestial. Elías, cuando apareció para precursar la Primera Venida del Mesías, fue Juan el Bautista, fue un hombre que estaba trabajando en el Reino de Dios, y que a él se unieron personas que trabajaron junto a él en el Programa de Dios para aquel tiempo. Y luego apareció el Mesías, Jesús, y era un hombre que estaba trabajando en el Programa de Dios, y a Él se unieron muchas personas también; o sea, que no eran personas que estaban sin hacer nada, sino que estaban trabajando en la Obra de Dios, conforme al Programa de Dios correspondiente a aquel tiempo. Elías para el Cristianismo ya vino, fue el reverendo William Branham, para los que lo quieran recibir, trabajando en la Obra del Señor, trabajando en el Reino de Dios en medio del Cristianismo, en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, en la edad que le correspondió; y a él se unieron ministros para trabajar junto a él en la Obra del Señor, e hicieron una gran labor a nivel local y a nivel internacional. Para los judíos Elías vendrá por quinta ocasión, será su quinta manifestación, y vendrá acompañado con Moisés, o sea, que esos dos ministerios: el de Elías y de Moisés, estarán en la Tierra en este tiempo final, para Dios obrar a través de esos ministerios con el pueblo hebreo. Ellos no recibirán a ningún ministro, a ninguna persona, excepto al Profeta Elías, porque ellos no creen sino a los Profetas. Y lo están esperando, pues tienen base bíblica para esperarlo, porque Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 6, dice que antes que venga el día de Jehová grande y terrible: “Yo os enviará al Profeta Elías, el cual convertirá el corazón de los padre a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres.” Por lo tanto, ellos están esperando un hombre que aparezca con el ministerio del Profeta Elías; en ese hombre también estará manifestado el ministerio del Profeta Moisés, pues el que tiene y opera ministerios, es el Espíritu Santo. Por lo tanto, allí estará ese Profeta siendo usado por Dios con el pueblo hebreo, y le dará la bienvenida a ese Profeta. Cuando veamos a Israel aceptando a un hombre, a un Mensajero de Dios, recuerden que hay una profecía de que Dios les ha prometido a Elías antes que venga el día del Señor grande y terrible, o sea, antes que venga la gran tribulación, la cual será manifestada en el séptimo día milenial, o sea, en el séptimo milenio. Ya estamos en el séptimo milenio, conforme al calendario gregoriano que usan los gentiles, ya llevamos dos mil años, y aun el calendario está atrasado; o sea, que ya estamos en ese día milenial, séptimo milenio, en donde todas estas profecías que no fueron cumplidas en las siete edades, tienen que ser cumplidas en este tiempo final. Y se cumplirán todas las profecías, se cumplirán la venida del Mesías para el pueblo hebreo también, y habrá un recibimiento, una bienvenida por un grupo de judíos, doce mil de cada tribu, le darán la bienvenida al que ellos están esperando, porque lo van a reconocer en el tiempo correspondiente. Y ahora, en medio del Cristianismo, como fue en las siete etapas o edades de la Iglesia, en donde Dios colocó un siervo fiel y prudente, que fue el Mensajero correspondiente a cada etapa de la Iglesia para que les diera el Alimento a tiempo, el Mensaje, la Palabra de Dios correspondiente a cada edad, así en el tiempo final en la Edad de la Piedra Angular, la edad de oro, la edad perfecta y eterna, Dios enviará un Mensajero con el Mensaje correspondiente a la Edad de la Piedra Angular, para darle ese Alimento Espiritual a todos los hijos del Reino, todos los hijos e hijas de Dios, los cuales entrarán a esa edad, recibirán a Cristo como Salvador, serán bautizados en agua en Su Nombre, Cristo los bautizará con Espíritu Santo y Fuego y producirá en esas personas el nuevo nacimiento, y así entrarán al Reino de Dios que está en la esfera espiritual, pasando por siete etapas en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la que recibió la promesa de recibir el Reino. “No temáis manada pequeña, porque al Padre le ha placido daros el Reino.” Y también fue dicho en San Mateo, capítulo 21, verso 43, hablando Jesucristo a los judíos, dijo: “El Reino de Dios es quitado de vosotros, y dado a gente, a un pueblo, que produzca los frutos de él.” Y ahora, el Reino ha sido dado a la Iglesia del Señor Jesucristo, cuyos miembros han entrado al Reino de Dios, que se encuentra en la esfera espiritual; y por consiguiente somo Reyes, Sacerdotes y Jueces en ese Reino y de ese Reino, según el Orden de Melquisedec, y por consiguiente estarán aquí en la Tierra cuando se materialice el Reino de Dios en la Tierra, y sea establecido el Trono en Jerusalén, sea restaurado el Trono de David por el Mesías Príncipe, y el Reino de David sea restaurado; y entonces el Reino de Dios estará físicamente en la Tierra y los miembros de ese Reino estarán físicamente en la Tierra, con cuerpos glorificados: los hijos e hijas de Dios, que tendrán la parte principal de ese Reino, porque son Reyes, Sacerdotes y Jueces para juzgar, para tener la parte del poder judicial, para gobernar, para tener la parte del poder político de ese Reino, pertenecen a la realeza, son la descendencia real; y tendrán la parte del sacerdocio también, porque son sacerdotes de Dios, y Cristo es el Sumo Sacerdote. Todo eso según el Orden de Melquisedec, que es el Orden celestial. Y si va a ser establecido el Reino de Dios en la Tierra, el orden de ese Reino celestial tiene que ser establecido en la Tierra; por lo tanto, tienen que haber personas que conforme al orden celestial de Melquisedec, estén en la Tierra trabajando en las labores del Reino, en la labor política, la labor religiosa y la labor judicial. Y será un Reino de justicia y de paz. No puede haber paz si no hay justicia, no puede haber un reino de justicia si su rey no es justo, tiene que ser rey de justicia para poder producir un reino de paz, porque el fruto de la justicia es la paz. Y tiene que ser el Príncipe de paz que establecerá Su Reino en la Tierra, y la paz llenará no solamente a Jerusalén y al territorio de Israel, sino todo el Medio Oriente y el mundo entero; y allí estarán todos los siervos fieles y prudentes gobernando con Cristo en ese Reino, como coherederos del Reino con nuestro amado Señor Jesucristo. Allí estarán esos siervos fieles y prudentes, junto a los ministros siervos fieles y prudentes que se colocaron al lado de cada uno de esos Mensajeros en la edad que les tocó vivir, y allí estará el pueblo, el grupo de escogidos, de creyentes, que junto a sus ministros y al Mensajero, se pusieron en las manos de Dios para la labor correspondiente a la edad en que les tocó vivir. Hay una promesa para un siervo fiel y prudente: “¿Quién es el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?” Su Casa es Su Iglesia, Su descendencia, Su Familia. Y para el Día Postrero, así como cada Mensajero tiene una bendición, herencia, grande, el último tendrá la bendición más grande; así como el rey David tenía siete hermanos, él era el número ocho, y a él le tocó la bendición del rey; por supuesto que cada Mensajero le hubiera gustado ser tipificado en el rey David, en ese joven que era el menos que tenía apariencia para ser el rey, pues su hermano mayor se veía muy bien, y en estatura quizás muy parecido a Saúl. Pero ahora la cosa no iba a ser la parte física, sino la de acá del alma, tenía que ser conforme al corazón de Dios, y ése fue David. Ahora, para el Día Postrero encontramos que hay una bendición muy grande, la cual quisieron Jacobo y Juan, para sentarse uno a la diestra y otro a la siniestra, o sea, uno a la derecha y otro a la izquierda en el Reino del Mesías. Pero Él dijo: “El sentaros a mi derecha y a mi izquierda, no es mío darlo, sino a aquellos para quienes está ordenado.” O sea, esa posición de la derecha y de la izquierda, es la misma posición de los dos Olivos, uno a la derecha y uno a la izquierda; y la misma posición de los dos querubines de madera de olivo en el templo que construyó el rey Salomón, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Esa es la posición de los dos Olivos: uno a la derecha y otro a la izquierda, esa es la posición de los dos Ungidos que están delante de la presencia de Dios: uno a la derecha y el otro a la izquierda. Por lo tanto, es a través de los dos ungidos que el poder de Dios se estará manifestando en el tiempo final. Y ahora, para el tiempo final, ¿quién será el siervo fiel y prudente? Será como fue en cada edad. ¿Quién era el siervo fiel y prudente para la edad? El Mensajero de la edad, a través del cual estaba manifestado el Espíritu Santo, el Espíritu de Dios. El Mensajero correspondiente a la Edad de la Piedra Angular será el siervo fiel y prudente para esa edad; y para la Dispensación del Reino será el Mensajero correspondiente a esa dispensación, que también será el Ángel del Señor Jesucristo, el Mensajero final, el Mensajero correspondiente a la Edad de la Piedra Angular. Y donde quiera que esté, estará trabajando en los negocios del Señor correspondiente a este tiempo final, estará también en la edad correspondiente a este tiempo, que es la Edad de la Piedra Angular, y le conoceremos por lo que él estará enseñando, por lo que él estará predicando. Él estará abriendo las Escrituras por medio del Espíritu Santo al pueblo, las Escrituras correspondientes a nuestro tiempo; y con esa apertura de las Escrituras será abierto nuestro entendimiento y nuestro corazón, nuestro corazón para creer, y nuestro entendimiento para entender, para comprender. Por lo tanto, será fácil conocerlo y estará llamando y juntando a todos los escogidos de Dios del Día Postrero, en el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, y por consiguiente también estará haciendo la introducción de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia. O sea, que la Dispensación de la Gracia con la Dispensación del Reino estarán conectadas como estuvo conectada la Dispensación de la Gracia con la Dispensación de la Ley. Pero luego continuará sola la Dispensación del Reino, como sucedió luego cuando la Dispensación de la Gracia se conectó con la Dispensación de la Ley, y luego la Dispensación de la Gracia continuó sola. Ahora, la Dispensación del Reino entrará al Reino Milenial de Cristo, porque el Reino Milenial del Mesías estará bajo la Dispensación del Reino, por eso es que en la Dispensación del Reino se estará predicando el mensaje de la Dispensación del Reino, y se estarán dando a conocer cosas que físicamente estarán cumpliéndose en la Dispensación del Reino, y estará anunciando la promesa de la Venida del Reino de Dios en la forma física, pero también estará siendo hablado todo lo relacionado a la Venida del Reino de Dios en la forma espiritual que ha estado cumpliéndose desde el Día de Pentecostés hasta nuestro tiempo. Esa es la esfera del Reino de Dios espiritual, pero la esfera física del Reino de Dios será la parte literal cuando sea establecido en Israel, pero que habrá un entrelace; y en ese entrelace todavía no estará establecido ese Reino en la Tierra, sino que será la preparación para el establecimiento de ese Reino en la Tierra: La introducción. Y eso le toca a Elías y al Mesías. Y ahora, ¿quién es el siervo fiel y prudente? El siervo fiel y prudente siempre ha sido como Mensajero humano, el Mensajero de cada edad; para el Día Postrero será el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular, y para la dispensación final, la Dispensación del Reino, pues el Mensajero de la Dispensación del Reino, de la séptima dispensación. Y como Mensajero, como siervo fiel y prudente para todas las dispensaciones, ¿quién es ese siervo fiel y prudente? El Espíritu Santo. En la parábola de la gran cena, en donde el hombre importante que invitó a muchas personas a esa gran cena, y no fueron y pusieron sus excusas, luego él dijo a su siervo: “Vayan por diferentes lugares.” Eso está en San Lucas, capítulo 14, verso 15 al 16. Dijo: “*...Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.* *Y dijo el siervo: Señor* (o sea, luego de hacer lo que tenía que hacer)*...* *Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar.* *Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.* *Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.”* Luego de esta invitación, que ha estado siendo realizada a través de la predicación del Evangelio de Cristo, y en donde millones de personas han venido a los Pies de Cristo y por consiguiente han aceptado la invitación a la gran Cena de las Bodas del Cordero, conforme a Apocalipsis, capítulo 19, verso 7 al 10, el cual vamos a leer, dice: “*Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.* *Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.* *Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero* (son bienaventurados los que son llamados ¿a qué? A la Cena de las Bodas del Cordero).*Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.”* Y ahora, la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero, ha sido extendida desde el Día de Pentecostés en medio de todos los creyentes en Cristo, y se ha extendido para todo ser humano, por eso Cristo ordenó a Sus discípulos: “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* Y así es como las personas escucharían la Palabra del Reino, y tendrían la oportunidad de nacer del Agua y del Espíritu, pues el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios. Les cité dos lugares, dos Escrituras; estas Escrituras se encuentran una en San Juan, capítulo 3, verso 1 al 6, en la conversación que Cristo tuvo con Nicodemo, y la otra anterior se encuentra en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16. El propósito de Cristo enviar a Sus Apóstoles y por consiguiente a todos los que enviarían, que vendrían a ser ministros de Cristo, es para que las personas escuchen la revelación divina del misterio de la Primera Venida de Cristo y Su muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por los pecados del ser humano, y reconozcan, comprendan, tengan el conocimiento de que hay solamente un Nombre dado a los hombres en que podemos ser salvos y un solo Sacrificio de Expiación por el pecado del ser humano, conozcan que la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario no fue mera casualidad, estaba en el Programa de Dios en donde el Mesías Príncipe pondría Su vida en Expiación por el pecado, y así se cumplió. Por lo cual podemos dar gracias a Dios por el pueblo hebreo, en el cual se cumplió esta profecía tan grande, que ha sido la bendición más grande que ha venido del pueblo hebreo, o de Dios a través del pueblo hebreo. Dios dijo a Abraham: “En tu simiente serán benditas todas las naciones,” y esta simiente es el Mesías Príncipe, es Cristo, a través del cual todas las naciones recibirían la bendición de Dios, pasaría la bendición de Abraham a todas las naciones. Con la predicación del Evangelio de Cristo, y las personas recibiendo a Cristo como Salvador, ha estado pasando a todas las naciones la bendición de Abraham; y vienen a ser hijos o hijas de Abraham todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo, vienen por consiguiente a formar parte del pueblo de Dios. Y por esa causa las tribus perdidas de Israel, del reino del Norte, las diez tribus perdidas, serán halladas, la mayor parte, en medio del Cristianismo. Muchos como judíos: cripto-judíos que recibieron a Cristo como Salvador, unos por las buenas y otros por las malas, pero lo importante es que entraron al Programa de Dios. Y los que entraron obligados y no comprendieron, luego sus hijos o sus nietos vinieron a comprender. Con esto, su raíz hebrea no se perdió, aunque algunos piensen que se perdieron ellos, pero para Dios no se han perdido, porque si ellos se perdieron y nunca más podrán aparecer, ¿saben ustedes una cosa? Entonces Dios, el Señor, no es el Redentor de Israel, no es el Salvador de Israel. Si el Dios eterno, el creador de los Cielos y de la Tierra es el Redentor de Israel, entonces tiene que redimir las tribus que estaban perdidas, porque el que redime, ¿redime qué? Lo que se perdió. Por eso es que las promesas divinas con relación a las tribus perdidas, señalan que van a ser reunidas las tribus del Norte y las tribus del Sur también, y van a formar un solo Reino, porque el Redentor que vendrá de Sion, el Libertador que vendrá de Sion, los va a redimir, los va a colocar nuevamente en la tierra prometida, y va a establecer Su Reino, va a restaurar Su Reino que tuvo en la Tierra en los días de Saúl, de David y de Salomón, y va a hacer un solo Reino conforme a la profecía de Ezequiel, capítulo 37, versos 15 al 28. Y otras profecías que nos hablan de esa restauración. Por lo tanto, en el Dios de Israel, que es el Redentor de Israel, está la esperanza de Su pueblo. Si Israel no fuera restaurada, no fuera redimida para ser nuevamente un Reino para tener como forma de gobierno la Monarquía de David, ¿qué pasaría? Desaparecería, porque están perdidas las tribus del Norte y nunca podrían ser restauradas, si el Redentor no las redime. Por lo tanto, Israel sería destruido por sus vecinos, dejaría de existir, que es la meta que tienen sus vecinos. Israel tiene promesas de una restauración, tiene promesas de una restauración del Reino de Dios para un descendiente de la dinastía de David, restaurar el Trono y el Reino de David, y gobernar sobre todo el pueblo hebreo, sobre las doce tribus y sobre todas las naciones, sobre toda la humanidad. En el Salmo 2 está esa promesa en forma muy clara, cuando dice el verso 6 (para no leer mucho): “ *Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte...”* ¿Dónde Dios ha dicho que ha colocado su Rey? “ *Pero yo he puesto mi rey Sobre Sion, mi santo monte.* *Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú.”* ¿Quién va a publicar el decreto? El Mesías Príncipe: el decreto divino. “*Yo te engendré hoy...”* Vean: “*Yo publicaré el decreto;* *Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;* *Yo te engendré hoy.* *Pídeme, y te daré por herencia las naciones* (aquí está la promesa, todas las naciones son prometidas al Mesías como herencia, porque Él es el Hijo del Hombre y como Hijo de Hombre Él es heredero al planeta Tierra con todo lo que tiene)*,* *Y como posesión tuya los confines de la tierra* (o sea, que no va a quedar un lugar que no pertenezca al Reino del Mesías)*.* *Los quebrantarás con vara de hierro;* *Como vasija de alfarero los desmenuzarás.”* O sea, que el Hijo del Hombre, el Mesías Príncipe se sentará y serán reunidas delante de Él todas las naciones, como dice Jesús en San Mateo 25, versos 31 al 46; y juzgará a todas las naciones, unas entrarán al Reino de Dios, ese Reino del Mesías que será restaurado, y otras no podrán entrar, serán destruidas. Serán destruidas durante el tiempo de la gran tribulación, en donde una tercera guerra mundial atómica va a desatarse, y en donde el fuego será tan grande, que la Escritura dice que será el día ardiente como un horno, “y todos los soberbios serán estopa, y aquel día que vendrá los abrasará (o sea, los que quemará) ha dicho el Señor, y no les dejará ni raíz ni rama.” Y todo eso corresponde al día de venganza del Dios nuestro, pero antes de eso fue dicho: “He aquí yo os envío al Profeta Elías antes que venga el día del Señor grande y terrible. Antes que yo venga y hiera la tierra con maldición. He aquí yo os envío al Profeta Elías. el cual convertirá el corazón de los padre a los hijos, y el corazón de los hijos a los padres, no sea que yo venga y hiera la Tierra con maldición.” O sea, el juicio divino trayendo las plagas, los juicios divinos, lo cual será el día de venganza del Dios nuestro, en donde Cristo como Juez juzgará, y traerá lo que le corresponde a cada nación y a cada individuo. Él va a determinar quiénes van a entrar a Su Reino y quiénes no van a entrar, porque Él siendo el Rey es el dueño del Reino, el heredero de ese Reino, y Él va a decidir quién va a entrar y quién no va a entrar, y cuáles son las naciones que entrarán y las que no entrarán, Él las juzgará con rectitud, con justicia, y traerá su veredicto sobre naciones, pueblos y lenguas e individuos. Allí estarán los escogidos de Dios, porque Él viene con Sus Ángeles para juzgar la Tierra, Judas, capítulo 1, verso 14 al 15, y también hay otros lugares que hablan de estas cosas de las cuales hablaremos mañana Dios mediante, ya que el tema de mañana es relacionado con los Ángeles del Hijo del Hombre, el tema es: “Y enviará sus ángeles con gran Voz de Trompeta,” o sea, eso es lo que dice la Escritura, y el tema, colocando el tema en otra forma sería: “LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE CON SUS ÁNGELES PARA JUNTAR A SUS ESCOGIDOS,” algo así como tema, pero usaremos también lo que está aquí como tema, y luego presentaremos el cuadro lo más claro posible, y ciertos detalles que estarán siendo manifestados en la Venida del Hijo del Hombre con Sus Ángeles, para que puedan comprender las personas lo que estará sucediendo en este tiempo final. Y cuando vean el misterio de esos Ángeles, sepan que estamos viviendo en el tiempo profetizado por Cristo, y que los escogidos de entre los gentiles y de entre los hebreos, estarán siendo recogidos, todos esos elegidos de Dios, para completar la Iglesia de Jesucristo, y los que correspondan a los ciento cuarenta y cuatro mil, también van a ser recogidos; pero esos corresponden a otro grupo, no pertenecen a la Iglesia del Señor Jesucristo, por consiguiente no tienen el privilegio de ser los hijos e hijas de Dios primogénitos escogidos desde antes de la fundación del mundo, pertenecen al pueblo de los siervos, aunque del pueblo de los siervos Dios también ha levantado hijos e hijas, porque de en medio del pueblo de los siervos, el pueblo hebreo, también Dios tenía hijos e hijas de Dios, que han venido a los Pies de Cristo a través de las diferentes edades por las cuales ha pasado la Iglesia del Señor Jesucristo. Y todavía puede Dios tener un grupo de judíos, un grupo de hebreos, vamos a decir: “de hebreos,” incluyendo las doce tribus, que escuchen y vengan a los Pies de Cristo y que pertenezcan ¿a quién? A la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, si ven viniendo a los Pies de Cristo personas judías, no digan: “Esos son de los ciento cuarenta y cuatro mil.” Ni tampoco digan: “Esos son del grupo de las vírgenes fatuas.” Y si ven personas de Iglesias viniendo al mensaje, no vayan a decir: “Esos son de las vírgenes fatuas,” digan: “Esos son de los escogidos que faltaban por venir al Cuerpo Místico de Cristo.” Y cuando vean personas que no iban a ninguna Iglesia o de alguna otra Iglesia, o no iban ido a ninguna Iglesia, y los vean recibiendo a Cristo, no vayan a decir: “Esos son de los que van a pasar por la gran tribulación,” sino digan: “Esos son de los que faltaban venir a los Pies de Cristo para completar la Iglesia del Señor Jesucristo.” Las vírgenes insensatas van a ser impactadas en este tiempo final. Todos los que reciben la Palabra para nuestro tiempo, piense usted que son elegidos de Dios. No se ponga a decir: “Estos que están viniendo, son del otro grupo.” No vaya a ser que usted le toque encargarse del otro grupo, y le toque quedarse aquí. Pero no se va a quedar aquí si usted es un escogido. Piense siempre que todos los que están en su congregación son escogidos, y siempre hable a ellos en forma positiva, porque ellos tienen también que creer que son escogidos; y los que vienen, los que reciben a Cristo y son bautizados, son añadidos a la Iglesia de Jesucristo, por lo tanto, son escogidos también. Si por casualidad hay uno o más de uno o algunos que no son, no se preocupe, que cuando seamos transformados y llevados con Cristo al Cielo, usted mirará y entonces comprenderá que hubo, quizás uno o dos que no eran escogidos, pero que usted también los veía como escogidos, y deseaba que ellos fueran transformados también. Siempre traten bien a las ovejas que el Señor les ha dado para pastorear; cada pastor responderá a Cristo por las ovejas que Él le dio para pastorear. Sea un siervo fiel y prudente como pastor, un siervo fiel y también prudente; no obre en forma imprudente, sino prudente; no actúe en forma infiel, sino fiel. Sea fiel a Dios y fiel a la congregación que Dios le dio, y sea prudente trabajando en la Obra del Señor sin fanatismos, sino con realismo; enfrentándonos y enfrentando a nuestras congregaciones a la realidad de lo que fue prometido para nuestro tiempo, y así también trabajando en la Obra del Señor todos unidos. Yo sé que vamos a ser hallados fieles, pero alguno puede deslizarse un poco y tener problemas en la Obra, para lo cual ya sabemos la advertencia para que no suceda. Miren, el siervo que fue hallado como negligente, ¿qué fue lo que hizo? Se puso a pelear con los otros consiervos. No se peleen ministros con ministros, ni pongan a los hermanos, a las congregaciones contra otras congregaciones, sino brazo a brazo todos trabajando en la Obra del Señor, y amándonos unos a otros para que el mundo sepa que somos creyentes en Cristo, para que el mundo sepa que somos los discípulos de nuestro amado Señor Jesucristo; porque en la manifestación del amor en cada creyente en Cristo, es visto, el cuadro claro de que esa persona es un seguidor de Jesucristo; es una señal grande para el mundo: el que nos amemos unos a otros, y a Dios sobre todas las cosas, y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Por lo tanto, el amor es la corona; por eso la edad del amor no fue la primera edad, esa fue la edad de la fe; la edad segunda tampoco fue la edad del Amor Divino; la séptima edad tampoco, esa fue la edad del amor hermanable o fraternal. Pero la edad del Amor Divino es la Edad de la Piedra Angular, para expresar el Amor Divino desde lo profundo de nuestra alma a Jesucristo, a Dios y a nosotros mismos, a nuestro semejante, a todos los demás seres humanos, y hacer una obra en y de Amor Divino, trabajar por amor, por ese Amor Divino que está dentro de nuestra alma. Por lo tanto, siendo que estamos en la edad del amor divino, la Edad de la Piedra Angular, la edad de oro, la edad más gloriosa de todas, trabajemos de acuerdo a la edad que nos ha tocado y conforme al mensaje correspondiente a nuestra edad y a nuestra dispensación. Por eso es que la Edad de la Piedra Angular es la edad que producirá el Reino mesiánico, es la edad que traerá la edad de oro para Israel, la edad del Reino mesiánico, esa será la edad o etapa de oro para Israel, la cual fue representada en el tiempo del rey David y del rey Salomón, que fue el tiempo en que Israel vivió su etapa o edad de otro, en donde obtuvo paz con sus vecinos y tuvo por consiguiente un tiempo de progreso, de tranquilidad, de bendición; aunque no era la paz permanente, pero tuvo esa etapa de paz, esa etapa de oro como tipo y figura de la era o edad de oro que vendrá bajo el Reino del Mesías, el Reino de David que será restaurado. Estamos en el tema hoy: **“EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE.”** Así como el Espíritu Santo es el siervo fiel y prudente de Dios para todos los tiempos, cada Mensajero de cada dispensación es el siervo fiel y prudente de cada dispensación, y el Mensajero de cada edad es el siervo fiel y prudente de su edad, a través del cual está el Espíritu Santo, el siervo fiel y prudente de Dios para todas las edades. Y cada pastor en su Iglesia es el siervo fiel y prudente de esa Iglesia, pero el Mensajero de la edad es el Mensajero, siervo fiel y prudente para todas las Iglesias, para todas las congregaciones; y el Mensajero dispensacional es el siervo fiel y prudente para todas las etapas por las cuales pase el pueblo en la dispensación que le corresponde. Por lo tanto, seamos todos siervos fieles y prudentes. “*¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?* *Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así.* *De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.”* Esto es como coheredero con Cristo, porque somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro, y ahí estaremos con Él en Su Reino Milenial. Pero antes, así como cuando se proclama que una persona es rey en un país, en un reino, luego se hace una fiesta grande; y la fiesta ya la tiene preparada Dios en el Cielo, y es la Cena de las Bodas del Cordero, a la cual yo he sido invitado, ¿y quién más? Cada uno de ustedes también. Por lo tanto, nos vamos a ver allá en esa gran fiesta, la Cena de las Bodas del Cordero, y luego regresaremos a la Tierra, ¿para qué? Para reinar con Cristo durante el Reino Milenial, en el Reino de Dios que será restaurado en la Tierra, que es el Reino de David, el cual será restaurado y tendremos entonces la monarquía de David con un descendiente de David, con uno de la dinastía de David como rey gobernando sobre Israel y sobre todas las naciones. Esa es la solución final para el problema del Medio Oriente y de todas las naciones, esa es la solución final para Israel y para el problema del Medio Oriente y para todas las naciones, donde tendremos un Rey justo impartiendo justicia sobre todas las naciones y a todos los seres humanos, y el resultado será la paz; porque el fruto de la justicia es la paz, ahí es donde habrá paz permanente, imperecedera para Israel y para todas las naciones. Pero mientras llega ese momento, hay que luchar también por la paz temporal, y así podremos trabajar más cómodos en el Programa Divino. **Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y les continúe usando grandemente en Su Obra como siervos fieles y prudentes en la Iglesia del Señor Jesucristo.** Ya esta tarde ya estaremos en otra actividad, donde también estaré dictando una conferencia de unos minutitos nada más, luego de la marcha. La marcha llega hasta cierto lugar donde está el muro de los lamentos, o la réplica de ese muro, y allí estaré hablando unos minutos, y luego de eso ya mañana en la mañana estaré nuevamente con ustedes. Y luego en la noche también o en la tarde, estaré en la actividad de cierre. Eso será en el centro de convenciones y será ¿entrada cómo? Entrada libre para ustedes ministros y todas las personas de vuestras congregaciones. Por lo tanto, es bueno siempre que para todas estas actividades que estamos llevando a cabo durante el año, en diferentes momentos, también le den la oportunidad a vuestras congregaciones de asistir, pues hay espacio suficiente aquí; y si acaso se llena demasiado, ya entonces el reverendo, doctor Andrés Cruz Gallego hará la otra sección que tienen programada, para que también así todos podamos tener durante el año algunas actividades en las cuales esté la mayor parte de los ministros con sus congregaciones. Y es bueno acostumbrarnos, porque puede llegar un momento en que no se pueda ir a todos los lugares y haya que tener uno o dos lugares principales en donde nos podamos reunir, esto es por causa de tanto trabajo que está surgiendo. Y cuando llegue la etapa que llamó el reverendo William Branham como “La Tercera Etapa,” no sabemos cómo va a ser todo eso, si será solamente desde un solo lugar o si será en ciertos lugares, en ciertos países donde tengan un lugar cómodo, para que se reúnan muchas congregaciones y muchos pueblos para escuchar la Palabra del Señor correspondiente a esos días. Así que, es bueno uno ir acostumbrándose para cuando llegue ese momento, ya sea algo común viajar y reunirse en uno o dos o tres lugares los hermanos, diferentes congregaciones juntas para recibir las bendiciones de Dios. También tengan la forma de comunicación, en la cual puedan tener las pantallas de recibir, con los equipos recibir por satélite y por internet las conferencias, para que también los que no puedan venir puedan quedar viendo las actividades en sus congregaciones. Así que, Dios está haciendo provisión y nosotros tenemos que aprovechar esta etapa en que estamos, que es la de prepararnos para lo que está haciendo Dios y para lo que viene más adelante, que será mayor. Les agradezco también la cooperación, la colaboración de ustedes con Puerto Rico, para el pronto pago de la compra del terreno; ya se dio el pronto pago y ya tenemos el terreno con el edificio que estaba en el terreno. Son unos cuatrocientos mil metros cuadrados, que son unas cuarenta hectáreas. Y también les agradezco la cooperación de ustedes, la colaboración económica para los pagos mensuales que ustedes están efectuando: esa colaboración de ustedes. Les agradezco mucho, y también la Iglesia en Puerto les agradece mucho. Todos los países están colaborando también con el pronto pago, para el pronto pago, para que así todo vaya bien; también en esa colaboración estamos para obtener un dinero para comprar el edificio o carpa que se necesita allá en Puerto Rico, porque no queremos tener un terreno de lujo, queremos tener para darle uso en la Obra del Señor. Y Dios ha prometido que va a hacer algo grande, y por lo tanto, le queremos tener un lugar grande donde quepan muchas miles de personas, porque lo que vio el reverendo William Branham en la visión que tuvo de la Tercera Etapa de la Visión de la Carpa fue algo gigante. Si dijo gigante, pues si usted espera algo gigante, pues tiene que tener algo grande, en donde quepan todas esas personas que él dijo que vio en esa visión. Si la persona dice: “Yo estoy esperando recibir algo grande, estoy esperando recibir un automóvil grande que me ha sido prometido,” y hace un garaje pequeño, no va a caber ahí. Dice: “Pero voy a economizar lo más que pueda,” y hace un garaje... le van a cambiar el auto grande y hermoso, por una bicicleta. Por lo tanto, yo estaré haciendo lo más que sepa hacer y en algún lugar se va a cumplir lo que él vio, puede ser que se cumpla en diferentes lugares parte de lo que él no vio, que comience en algún lugar esa Tercera Etapa o que sea en un mismo lugar desde que comience hasta que todo termine. Pero si es en un solo lugar no hay problema, a través del satélite y de internet tendrán la comunicación completa. Así que, oren mucho por las labores que se están haciendo en Puerto Rico, porque en Puerto Rico también creemos en la promesa de la Visión de la Carpa; y uno no puede estar esperando el cumplimiento de una promesa con los brazos cruzados, sino trabajando. Oren mucho por Puerto Rico y por todas esas labores que se están realizando allá, y oren para que no falte, sino que sobre de todo lo que ustedes y las demás naciones, están aportando para esa obra en Puerto Rico, tanto para el pago de las mensualidades, como también para la compra de un edificio, ya sea movible o fijo, ya que hay también carpas fijas montadas en metal, o en vigas o viguetas, y hay también carpas que están con cables de metal que son más flexibles. Así es, pero valen también millones de dólares, y queremos tener un edificio que quepan bastantes personas, vamos a decir unas 50.000 ó 100.000 personas, porque lo que vio el reverendo William Branham, él dijo que era gigante. Así que, queremos preparar todo; y si también se cumple en otros países, porque todos deseamos también y todos desean que se cumpla en el país de cada ministro, pues yo estaré también muy contento de que así suceda; pero que suceda no como yo quiero, sino como Él quiera, como Él lo planificó desde antes de la fundación del mundo. Y allí yo estaré también, en donde sea yo estaré también para trabajar en la Obra del Señor. Allí estará también la Columna de Fuego que le apareció a Moisés y que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud, allí estará el Ángel que acompañaba al reverendo William Branham. O sea, que en el cumplimiento de esa visión, tendremos una visita grande del Cielo. Oren mucho para que Dios cumpla pronto esa promesa. Y que pronto se complete la Iglesia de Jesucristo para que Él pueda cumplir esa promesa de la Tercera Etapa. Trabajen evangelizando, llevando el mensaje por todos los lugares, para que pronto se complete la Iglesia del Señor Jesucristo. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y dejo nuevamente al reverendo Miguel Bermúdez Marín para continuar; fiel ministro, fiel misionero, que ha estado brazo a brazo con ustedes en todas las labores. Y yo también junto a Miguel, he estado con ustedes trabajando en la Obra del Señor. A los viajes que él me invita para acompañarle, he estado con él para estar también con ustedes, y con los ministros de otros países. Algunas veces, tengo que sacar algunos días para cumplir otros compromisos, pero en la Obra del Señor, y entonces él va solo y yo voy y cumplo otros compromisos también, pero eso ustedes lo entienden. Así que, le doy gracias a Dios por Miguel, por colocarlo a mi lado para trabajar en la Obra del Señor y colocarlo al lado de todos ustedes; él es un siervo fiel y prudente en la Obra del Señor, como ustedes también. Que Dios te bendiga Miguel, que Dios te bendiga Andrés Cruz Gallego, y que Dios les bendiga a cada uno de ustedes ministros que están aquí presentes, y los que están a través de internet o del satélite en otras naciones, y los que estarán escuchando esta conferencia. ***Que Dios les bendiga y les guarde a todos y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.*** Con ustedes nuevamente el reverendo Miguel Bermúdez Marín. “**EL SIERVO FIEL Y PRUDENTE.”**