--- title: 'Dios continúa trabajando hoy' date: 2006-03-14 activity: 1 place: city: Boa Vista state: Roraima country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- \[Audio original comienza cortado\] “*...Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.* *Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.* *Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.* *Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis.* *Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida.* *Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo,* *que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió.* *De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.”* ¿Quién es este personaje que habla de esta forma y que dice: “El que oye mi Palabra tiene Vida eterna.”? Es nuestro amado Señor Jesucristo, a través del cual Dios estaba obrando. “**DIOS CONTINÚA TRABAJANDO HOY.”** Dios nunca ha estado inactivo, Dios siempre ha estado trabajando. Algunas personas se preguntan: “¿Y qué hacía Dios antes de la creación?” Buena pregunta: planificando todo lo que iba a crear, porque Dios no hace nada como algunas personas, que hacen cosas y después dicen: “Yo no pensé lo que iba a hacer.” Pero Dios pensó desde antes de la creación todo lo que Él iba a hacer. Por lo tanto, las cosas que Dios hace, son las que Él pensó, y por consiguiente Dios continúa obrando, trabajando hasta el día de hoy, y continuará trabajando por toda la eternidad. Dios no se cansa, y el Programa Divino no tiene fin, continúa hacia adelante todo el tiempo. A través de la historia bíblica del Antiguo Testamento, podemos ver a Dios obrando en medio del pueblo hebreo. El pueblo hebreo es llamado: “El hijo primogénito de Dios.” En el libro del Éxodo, capítulo 4, versos 22 al 24, Dios le dice a Moisés para que le diga al faraón: “Israel, es mi hijo, mi primogénito. Deja ir a mi hijo para que me sirva.” Dios liberta a Su hijo Israel y también a toda persona para que le sirva, ése es el propósito que Dios tiene: que todos le sirvamos. Y ahora, Israel siendo el hijo primogénito de Dios como nación, tiene una bendición muy grande. Cuando Jacob compró la primogenitura a su hermano Esaú, quizás algunas personas no sabían la clase de negocio que estaba haciendo Jacob. Jacob es el comerciante más importante del Antiguo Testamento. ¿Por qué? Porque Jacob por un plato de lenteja compró la bendición más grande: la Bendición de la Primogenitura, que contiene el Reino de Dios para ser establecido en medio de la descendencia de Jacob, el cual es Israel. También contiene un nombre nuevo para Jacob, el cual fue Israel. Porque luchó con los hombres y con Dios y venció. Las bendiciones están a la disposición de los seres humanos, pero hay que luchar para obtenerlas; como fue con el pueblo hebreo, al cual Dios le prometió la tierra de Canaán, se la prometió a Abraham y a su descendencia, pero para obtenerla Israel tuvo que luchar, y todavía está luchando; porque en algunas ocasiones la tiene y en otras ocasiones se la quitan. Pero al final la tendrá para siempre y será establecido el Reino del Mesías en Israel, y el Trono de David será heredado por el Mesías Príncipe, el Mesías Judío, y por consiguiente el Reino de David será heredado por el Mesías Príncipe, y será restaurado el Reino de David, y por consiguiente la monarquía será restaurada al pueblo hebreo, donde el pueblo hebreo realmente tendrá la paz que tanto anhela. Y mientras no tenga la restauración del Reino de David, no tendrá la paz imperecedera. Podrá tener paz temporal por medio de tratados humanos, pero la paz de Dios está prometida para ser dada al pueblo hebreo bajo el Nuevo Pacto. Y por consiguiente fuera del Nuevo Pacto no hay paz para Israel, no hay paz para las naciones, no hay paz para ningún ser humano. Por eso Cristo dijo: “Mi paz os dejo, mi paz os doy; no como el mundo la da, yo os la doy.” Eso está en San Juan, capítulo 14, verso 27. Está en otras palabras en algunas versiones; es colocado en diferentes palabras, pero significa lo mismo. El único que trae la paz para el alma del ser humano, es el Mesías Príncipe, el cual para los cristianos o el Cristianismo, es el Señor Jesucristo, y para el Judaísmo es un hombre que aparecerá en la Tierra y que será un judío y que será el Príncipe de Paz. Vean, solamente el Príncipe de Paz es el que puede traer la paz para Israel. Decía una persona, una judía cuando escuchó una conferencia que yo dicté en la República Mexicana, hablando acerca del Mesías y Su Reino que será establecido, decía: “Ustedes creen lo mismo que nosotros; excepto en una cosa: en que ustedes creen en la Venida del Mesías para este tiempo final como la Segunda Venida de Cristo, y nosotros creemos en la Venida del Mesías como la Primera Venida.” Porque ellos no han creído en la Primera Venida de Cristo dos mil años atrás. Esa es la diferencia que esa persona vio en lo que el Cristianismo cree, y lo que cree el Judaísmo. Está muy cerca del Reino, como dijo Jesús a una persona. Y ahora, Dios siempre ha estado obrando, pero algunas personas no han visto a Dios obrando. Pero antes del ser humano estar en este planeta Tierra, Dios estaba obrando, y cuando colocó al ser humano en la Tierra, continuó obrando. Y en medio del ser humano Dios ha estado obrando de edad en edad y de dispensación en dispensación. Cuando Dios envió al Profeta Moisés y por medio del Profeta Moisés libertó al pueblo hebreo, eso era Dios obrando. ¿Saben ustedes una cosa? Moisés no hizo milagro alguno, los hizo Dios por medio del Ángel del Pacto que le había aparecido al Profeta Moisés. Y ese Ángel del Pacto es Jesucristo en Su cuerpo angelical. Y ahora, hemos visto cómo es que Dios obró en el pasado y por consiguiente cómo tiene que obrar en nuestro tiempo. A través de la Dispensación de la Ley obró por medio de los Profetas y coronó Su Obra a través de Jesucristo, y Jesucristo decía que Él no hacía nada, sino que era el Padre el que obraba, el que hacía la Obra. Y así continuó luego a través de los Apóstoles en la Dispensación de la Gracia, y ha continuado a través de las diferentes etapas por las cuales ha pasado la Iglesia del Señor Jesucristo. Vean ustedes, en el libro de los Hechos, capítulo 2 dice, en el verso 47, dice que los creyentes en Cristo permanecían alabando a Dios y teniendo favor con todo el pueblo, y el Señor añadía cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos. No era Pedro o los demás Apóstoles los que obraban, era Dios, era el Señor el que obraba a través de los Apóstoles, y llamaba a los que habían de ser salvos y los añadía a Su Iglesia, porque Su Iglesia es el Redil de las ovejas que el Padre le dio a Cristo para que las busque y les dé Vida eterna, para que les dé salvación y Vida eterna. Cristo dijo en San Lucas, capítulo 19, verso 10: “*Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”* Y San Mateo, capítulo 18, verso 11 al 14, también hace referencia a lo mismo. Y ahora, por cuanto el Hijo del Hombre, Cristo, vino a buscar y a salvar lo que se había perdido, Él es el que ha estado obrando en medio de Su Iglesia, Él dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días, ¿hasta cuándo? Hasta el fin del mundo.” (San Mateo, capítulo 28, verso 20). Por lo tanto, es Dios por medio de Cristo en Espíritu Santo, en medio de Su Iglesia, el que ha estado obrando y ha estado añadiendo a Su Iglesia los que han de ser salvos. Los que han de ser salvos tienen que escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, recibir a Cristo como Salvador, ser bautizados en agua en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo y por consiguiente obtener el nuevo nacimiento. Se nace a una nueva vida, a la Vida eterna en un nuevo Reino: el Reino de Jesucristo el Hijo de Dios; porque la vida que obtuvimos a través de nuestros padres es temporal, pero gracias a Dios que usó a nuestros padres terrenales para traernos a esta vida terrenal, temporal, para tener la oportunidad de recibir la Vida eterna a través de Jesucristo, y así asegurar nuestro futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno. En el libro de los Hechos, capítulo 13, verso 48 dice (esto fue en el tiempo de San Pablo): “*Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”* Usted está ordenado para Vida eterna; Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Él también dice: “Yo las llamo por su nombre.” Porque el nombre de cada una de esas personas está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Por esa causa es que usted ha escuchado la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma, usted creyó en Cristo de todo corazón y lo recibió como único y suficiente Salvador. Y esto ha sido realizado por el mismo Dios a través de Su Espíritu Santo obrando en medio de Su Iglesia y a través de Su Iglesia, así como obraba en medio del pueblo hebreo. El pueblo hebreo es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo; así como el pueblo hebreo ha pasado por diferentes etapas, la Iglesia del Señor Jesucristo pasaría por diferentes etapas. El pueblo hebreo es la Iglesia del Antiguo Testamento, y la Iglesia de Jesucristo es la Iglesia del Nuevo Testamento, bajo un Nuevo Pacto. Y ahora, en medio de Su Iglesia es que Jesucristo en Espíritu Santo estaría obrando, y eso es Dios obrando por medio del Espíritu de Cristo en medio de Su Iglesia, porque Dios no hizo nada en el pasado ni está haciendo cosas en el presente ni hará nada en el futuro, a menos que sea a través de Jesucristo, pero usando seres humanos. Así ha sido todo el tiempo, y Dios continúa trabajando, obrando en nuestro tiempo, y continúa usando seres humanos, llevando el Evangelio de Cristo por todas las naciones, para hablarle directamente al alma de los seres humanos, y darle la fe de Cristo, para que crean en Cristo y lo reciban como único y suficiente Salvador. No es una obra humana, es una Obra divina. En Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14, dice que sería no con fuerza, no con ejército, “sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor.” Y esa sería la Obra que realizaría en medio de Su Iglesia; así como también la obra que ha realizado en medio del pueblo hebreo en tiempos pasados, y la que estará realizando en este tiempo final, para la restauración del pueblo hebreo a la Monarquía que fue quitada, pero que el Mesías Príncipe la restaurará en medio del pueblo hebreo. Para la Iglesia del Señor Jesucristo hay grandes bendiciones, tenemos que continuar evangelizando conforme a la orden de Jesucristo: “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* Tan simple como eso. Esa es la comisión que dio Cristo a Su Iglesia, para así llamar y juntar a todos los que tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo. Y por consiguiente la Iglesia del Señor Jesucristo ha continuado trabajando en esa labor, y Dios en medio de Su Iglesia ha continuado trabajando hasta el día de hoy, y continuará trabajando, y continuará llamando y juntando a todos los que faltan para ser completada la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, todos los creyentes en Cristo de todos los grupos, de todas las congregaciones (no importa el nombre que lleven) tenemos que estar unidos en esa labor de evangelización, amándonos y trabajando en conjunto, en beneficio del Programa de Dios, para que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo. Algunas personas se preguntan: “¿Por qué se ha estado predicando que Cristo ha de venir, y se ha estado predicando desde el tiempo de los Apóstoles, y se ha estado predicando que Él va a resucitar a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados y a los que vivimos nos va a transformar?” Y hay personas que dicen: “Eso nunca va a suceder, hace unos dos mil años que se comenzó a predicar eso y todavía no se ha cumplido.” Deben dar gracias a Dios por eso, porque si se hubiera cumplido mil años atrás usted no tendría oportunidad de salvación. Ahora, ¿por qué no se ha cumplido todavía? Porque hasta que sea redimido hasta el último escogido de Dios escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, Cristo no puede salir del Trono de Intercesión para convertirse en el León de la Tribu de Judá y Juez de toda la Tierra, para tomar el Título de Propiedad, que es el Libro de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5, abrirlo en el Cielo y hacer Su Obra de Reclamo, reclamar todo lo que Él ha redimido con Su Sangre preciosa, reclamar a todos los creyentes en Él que han muerto físicamente, y resucitarlos en cuerpos glorificados, y a los que vivimos transformarnos. En el Cielo, conforme a Apocalipsis, capítulo 5, se hizo el llamado para que una persona se presentara y tomara el Libro de los Siete Sellos o el Libro sellado con Siete Sellos y lo abriera en el Cielo, ese es el Libro de la Redención, es el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, que contiene los nombres de todos los que han de ser salvos, contiene los nombres de todas las ovejas que el Padre le dio a Cristo para que las busque y les dé Vida eterna. Y en el Cielo no se presentaba una persona digna para tomar ese Libro, por consiguiente el llamado en el Cielo, sucede antes de completarse la Iglesia del Señor Jesucristo, el llamado para que una persona se presente, tome el Libro y lo abra en el Cielo, lo tome de la diestra de Dios, tome ese Título de Propiedad. ¿Y por qué no se hallaba una persona digna? ¿Dónde estaba Jesucristo, el único digno? Pues tenía que ser un pariente del ser humano, y el único es Jesucristo, Él es el Pariente Redentor del ser humano, Él es el eslabón entre Dios y el ser humano. No se presentaba Cristo porque estaba intercediendo como Sumo Sacerdote, por los últimos que lo recibirían como único y suficiente Salvador, los cuales están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Por lo tanto, el llamado para los hijos e hijas de Dios del Día Postrero, continúa llegando a todos los seres humanos, y el que es de Dios, escuchará la Voz de Dios. Algunas personas piensan que no se puede ir a ciertos lugares para llevar al Evangelio de Cristo, algunos dicen: “En ese territorio, en esa ciudad o en esa comunidad, no hay creyentes, no hay hijos de Dios.” ¿Cómo se sabe si hay hijos de Dios? Lleve el Evangelio, y el que es de Dios, va a escuchar la Voz de Dios. Esa es la forma para saber si hay hijos de Dios en una comunidad, en una ciudad o alguna nación. Así ha sido todo el tiempo, algunas personas luego se sorprenden cuando se lleva el Evangelio a una ciudad y miles de personas reciben a Cristo, dicen: “¿Quién se iba a imaginar que Dios tenía tantos hijos en esa ciudad?” No se lo podían imaginar, pero podían llevar el Evangelio para que el que es de Dios, escuchara la Voz de Dios y recibiera a Cristo como único y suficiente Salvador. Cristo no dijo: “Vayan a donde hay creyentes.” Él dijo. “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”* \[San Marcos 16:15-16\]. Tan simple como eso. Esa es la labor evangelizadora de la Iglesia del Señor Jesucristo, en la cual continúa trabajando Dios a través de seres humanos que aman a Dios y aman las almas y quieren que las almas sean salvas. Usted no puede llevar el Evangelio de Cristo sin amor, tiene que sentir amor por Jesucristo y por los seres humanos, y desear la Vida eterna para los demás seres humanos, usted no puede estar conforme con que solamente usted tenga Vida eterna; usted debe desear de todo corazón que otros también reciban la Vida eterna, para lo cual todo creyente en Cristo está llamado a trabajar en favor de la Obra de salvación y Vida eterna que Dios tiene en Su Programa correspondiente a la Dispensación de la Gracia. Por lo tanto, si queremos ver a Dios trabajando en el día de hoy, lo tenemos que ver en la labor evangelizadora, en la labor profética, cumpliendo las profecías correspondientes a este tiempo final. Dios obra por medio de seres humanos, usted es una persona que Dios quiere usar; déjese usar por Dios para que vea Dios trabajando a través de usted. Algunas personas dicen: “Yo quiero trabajar en la Obra de Dios en algo grande.” Recuerde que usted puede ser una persona ya alta al tener cierta edad, pero recuerde que usted comenzó muy pequeñito su cuerpo físico. Comience en la Obra de Cristo trabajando en forma sencilla; Dios lo multiplicará (su labor) y vendrá a hacer una labor grande más adelante. Usted tiene que comenzar, y en una forma progresiva Dios irá obrando en usted y a través de usted, para beneficio de su prójimo. “**DIOS CONTINÚA TRABAJANDO HOY.”** El Dios de la historia bíblica está trabajando, no es un Dios histórico solamente, es un Dios que se mantiene en un eterno presente trabajando todo el tiempo. La historia bíblica es la historia de la Obra de Dios, y por consiguiente en nuestro tiempo Dios está haciendo historia. Permítale a Dios hacer historia a través de usted. Yo le estoy permitiendo a Dios que Él haga historia a través de mí. “DIOS CONTINÚA TRABAJANDO.” Yo escuché la predicación del Evangelio de Cristo y lo recibí como Salvador, y Él salvó mi alma, porque Dios estuvo trabajando y usando a una persona predicando Su Evangelio. ¿Y quién más obtuvo la salvación? ¿Por qué? Porque alguien trabajó y fue de beneficio para usted el trabajo que esa persona hizo, pero no fue la persona de sí misma, fue Dios a través de esa persona. Y lo mismo puede hacer con usted para beneficio de otras personas. Todos queremos que muchas personas obtengan la salvación y Vida eterna, para lo cual tenemos que ser instrumentos de Dios. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, y desea la salvación y Vida eterna, porque desea vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino, y está aquí presente o está a través de internet o del satélite en estos momentos, o a través de algún otro medio de comunicación, escuchando la predicación del Evangelio de Cristo en estos momentos, puede venir a los Pies de Cristo para que Cristo le reciba y le dé la salvación y Vida eterna. Puede en estos momentos pasar acá al frente para dar testimonio público de su fe en Cristo. La fe viene por el oír la Palabra de Dios, el Evangelio de Jesucristo. “Y con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.” \[Romanos 10:10\] Por lo tanto, ya usted escuchó la predicación de Evangelio de Cristo, y ahora tiene la oportunidad de dar testimonio público de su fe en Cristo, si no lo había hecho, lo puede hacer en estos momentos. Usted está escuchando la predicación del Evangelio de Cristo porque el nombre suyo está escrito en el Cielo en el Libro de la Vida. Vamos a dar unos minutos para que toda persona que no había recibido a Cristo como Salvador, lo pueda hacer en estos momentos, y yo oraré por usted. También los que están a través de internet o del satélite o algún otro medio de comunicación, también pueden venir a los Pies de Cristo. Vamos a estar puestos en pie mientras esperamos a que venga a los Pies de Cristo toda persona que no lo ha hecho todavía. Jesucristo es el único medio de salvación y Vida eterna para todo ser humano, sin Cristo el ser humano no tiene esperanza de Vida eterna, sin Cristo el ser humano está sin futuro. No importa la edad que la persona tenga, lo importante es que mientras está vivo en la Tierra, reciba a Cristo como Salvador, aunque sea en el último día de su vida. Nadie sabe en qué día va a partir de esta Tierra, por esta causa hay que recibir a Cristo lo más pronto posible, para asegurar el futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno. Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo, pues ya tienen conocimiento del bien y del mal, y por consiguiente pueden recibir a Cristo como Salvador. Dios tiene mucho pueblo en esta Ciudad de Boa Vista y en todo el Estado correspondiente a esta Ciudad; o sea, Roraima, y los está llamando en esta noche. “Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón,” Él te está llamando para darte Vida eterna. La Vida eterna es lo más importante para el ser humano. Si esta vida terrenal es tan buena, cuánto más la Vida eterna en donde la persona nunca se pondrá vieja, en donde la persona recibirá un cuerpo eterno. Eso es para todos aquellos que reciben a Cristo como único y suficiente Salvador. Algún día todos tendrán un cuerpo eterno, o sea, todos los que habrán recibido a Cristo como Salvador, porque han asegurado su futuro eterno con Jesucristo en su cuerpo eterno. Todo ser humano quiere entrar al Reino de Dios como Nicodemo. Y Cristo dijo a Nicodemo: “De cierto, de cierto te digo, que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios.” \[San Juan 3:3\]. Nacer del Agua es nacer del Evangelio de Cristo, y nacer del Espíritu, es nacer del Espíritu Santo. Se nace a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno, y quede así asegurado el futuro eterno de la persona. Por eso Cristo dijo: “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su justicia.” Eso es lo primero que todo ser humano tiene que buscar para asegurar su futuro eterno. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Cristo, los que están aquí presentes y los que están en otras naciones a través de internet o del satélite, los cuales también puede recibir a Cristo como único y suficiente Salvador. Con nuestros ojos cerrados repitan conmigo esta oración: ***Señor Jesucristo, he escuchado la predicación de Tu Evangelio, nació Tu fe en mi alma, creo en Ti de todo corazón, reconozco que no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos, y reconozco que soy pecador, y reconozco que Tu muerte en la Cruz del Calvario es el único Sacrificio de Expiación por mis pecados.*** ***Señor Jesucristo, doy testimonio público de mi fe en Ti y Te recibo como mi único y suficiente Salvador; salva mi alma, Te lo ruego, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego y sea producido en mí el nuevo nacimiento, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre. Quiero entrar a Tu Reino eterno, quiero vivir eternamente, quiero nacer a la Vida eterna, salva mi alma. Me entrego a Ti en alma, espíritu y cuerpo. Sálvame Señor, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Y con nuestras manos levantadas al Cielo a Cristo, todos decimos: **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.** Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, por cuanto ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo, nació la fe de Cristo en vuestra alma y lo han recibido como vuestro único y suficiente Salvador, pues Él dijo: “*El que creyere y fuere bautizado, será salvo.”* Ustedes me dirán: “Todavía me falta ser bautizado en agua en Su Nombre. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Así hacían los Apóstoles: predicaban y los que creían eran bautizados en agua en el Nombre del Señor, y Dios los bautizaba con Espíritu Santo y Fuego y producía en las personas el nuevo nacimiento; porque la meta es que las personas nazcan de nuevo, nazcan en el Reino de Jesucristo, que es el Reino de Dios. Esa es la meta, y eso es la salvación para el ser humano. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos, en donde ustedes se identificarán con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Pregunto al reverendo, al ministro aquí si hay agua: hay agua, hay bautisterio, aunque ustedes no lo ven, aquí está. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también... hay también ropas bautismales. ¿Hay vestidores de ropa, lugar dónde colocarse las ropas bautismales? También hay lugar donde colocarse las ropas bautismales. ¿Personas que les ayudarán también? También hay personas que les ayudarán. ¿Y ministros que les bautizarán también? También ministros que les bautizarán. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua. ***Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.*** Y a vuestros familiares Cristo los traiga a Sus Pies y les dé también la salvación y Vida eterna para que estén con ustedes en el Reino de Cristo por el milenio y por toda la eternidad. Y en el Reino de Cristo nos veremos eternamente, y ustedes me dirán: “La decisión que hice de recibir a Cristo, fue la decisión más importante de mi vida: me colocó con Cristo en Su Reino eterno, y por consiguiente me colocó en la Vida eterna.” Esa es la única decisión que coloca al ser humano en la Vida eterna. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de Dios, el cual continúa trabajando hoy. Ustedes están aquí recibiendo a Cristo, porque Dios continúa trabajando hoy, y continúa llamando las almas, las ovejas que el Padre le dio para colocarlas en Su Redil. Por esa causa ustedes han recibido a Cristo como único y suficiente Salvador; ha sido una Obra de Dios por medio de Su Espíritu Santo, obrando en el alma de ustedes. Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro amado Salvador. Dejo al reverendo aquí presente para que les indique hacia dónde caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. Buenas noches. “**DIOS CONTINÚA TRABAJANDO HOY.”**