--- title: 'Buenas Nuevas para Israel' date: 2006-02-12 activity: 1 place: city: Monterrey state: Nuevo León country: MX duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Diplomáticos y personas de gobierno, señoras y señores, muy buenas tardes; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en Isaías, capítulo 60, versos 1 al 5, donde dice: “*Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.* *Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.* *Y andarán las naciones a tu luz, y los reyes al resplandor de tu nacimiento.* *Alza tus ojos alrededor y mira, todos éstos se han juntado, vinieron a ti; tus hijos vendrán de lejos, y tus hijas serán llevadas en brazos.* *Entonces verás, y resplandecerás; se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se haya vuelto a ti la multitud del mar, y las riquezas de las naciones hayan venido a ti.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“BUENAS NUEVAS PARA ISRAEL.”** Israel es llamado: “El Hijo Primogénito de Dios,” en el libro del Éxodo, capítulo 4, verso 22; y esto fue cuando Dios envió a Moisés a Egipto para libertar al pueblo hebreo. Dice: “*Y dirás a Faraón: Jehová ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito.”* Y ahora, siendo que Dios señala a Israel como Su hijo primogénito, Israel tiene una doble bendición, porque la Bendición de la Primogenitura contiene una doble herencia de parte de Dios para Israel; así como el primogénito en cada familia recibía una doble porción de la herencia; y el hijo primogénito es el primero. Israel como nación es la primera nación creada por Dios, y por consiguiente es (como nación) el hijo mayor o la nación mayor y es la nación modelo para todas las demás naciones hijas de Dios que van a vivir en el Reino del Mesías por el milenio y por toda la eternidad. Pero a Israel le toca la mejor parte, a Israel como nación terrenal. En la Bendición de la Primogenitura para Israel está que el Trono del Mesías estará en Israel. Y que la nación capital del mundo será Jerusalén. ¿Ven? Todo eso está en la bendición que le corresponde al primogénito, a la nación primogénita de Dios. Y el Distrito Federal será todo el territorio de Israel. Todo eso está dentro de esa Bendición de la Primogenitura. Y todo esto fue obtenido cuando Jacob luchó por la Bendición de la Primogenitura. Y lo más grande que hay en la Bendición de la Primogenitura para el pueblo hebreo es que el Mesías Príncipe que gobernará sobre Israel y sobre todas las naciones será un descendiente de Israel, de Jacob, un hebreo. ¿Ven? Y todo eso cuando Jacob luchó por la Bendición de la Primogenitura y se la compró a su hermano Esaú; y luego también luchó para que su padre le echara sobre él la Bendición de la Primogenitura, para que Isaac en vez de echar sobre Esaú la Bendición de la Primogenitura, la hablara sobre Jacob; y Jacob fue bendecido por Isaac. Y en la bendición estaba: “El que te bendiga será bendito, y el que te maldiga, será maldito.” Toda nación o persona que maldiga a Israel, tendrá la maldición, la maldición irá a la persona o nación que maldiga a Israel. Toda nación que quiera la bendición de Dios tiene que entender esto para que esté en armonía con el pueblo hebreo, esté en paz con el pueblo hebreo, y tenga buenas relaciones, tanto diplomáticas como comerciales en todos los sentidos con el pueblo hebreo. El pueblo hebreo siendo el Hijo Primogénito de Dios tiene esa bendición, y el que bendiga a Israel será bendito. Toda persona que bendiga a Israel y toda nación que bendiga a Israel, será bendita esa nación; y será bendito el individuo también que bendiga a Israel. Esto está prometido en la Palabra de Dios, y por consiguiente así se ha estado cumpliendo y así se cumplirá en nuestro tiempo también. Por lo tanto, ahí tenemos una nación que tiene una bendición para todos aquellos que aman esta nación de Israel y hacen algo por esta nación de Israel. Por lo tanto, todas las naciones que aman a Israel y que oran por la paz de Jerusalén y de todo Israel, tienen una bendición grande de parte de Dios. Esa paz también regresa a las naciones que aman a Israel, y la prosperidad viene también para esas naciones. Es uno de los secretos para la paz y prosperidad de las naciones gentiles. Y ahora, siendo que el pueblo hebreo, la nación hebrea es la primogénita de Dios, todas las demás naciones; así como en un hogar los hermanos menores miran a su hermano primogénito (al mayor) y tratan siempre de imitarlo, y tratan también de colocarse la camisa y los pantalones y los zapatos del hermano mayor. Y admiran mucho a su hermano mayor, que es el primogénito. Así también las demás naciones que Dios estaría creando. Esas naciones estarán en el Reino del Mesías Príncipe y tendrán lo que siempre han deseado esas naciones. Todas las naciones han deseado ser la nación donde esté Dios, donde Dios gobierne, ser una nación gobernada por Dios y tener una capital que sea la ciudad donde esté el Trono del Mesías. **¿Y cómo van a obtener otras naciones esa bendición?** Por cuanto el Reino del Mesías estará compuesto por Israel y otras naciones que se unirán a Israel, entonces todas esas naciones tendrán a Jerusalén como la capital de ellas, y por consiguiente como la capital del mundo; porque el Reino del Mesías será universal. Por cuanto el Mesías es Hijo del Hombre, el Hijo del Hombre, como Hijo del Hombre Él es el heredero al planeta Tierra con todos sus habitantes, para gobernar sobre todos los seres humanos. Y como Hijo de David Él es el heredero al Trono y Reino de David. Por lo tanto, todas las naciones que estarán en ese Reino Mesiánico con el pueblo hebreo, serán bendecidas grandemente y tendrán la paz que Dios le dará a Jerusalén y a todo Israel. También de Israel vendrá para todas esas naciones que entrarán a ese Reino del Mesías; y por consiguiente serán naciones llenas de la bendición divina, llenas de amor, de paz, de prosperidad, de felicidad. Todo eso está contenido para todas las naciones que mirarán a Israel como su hermana o su hermano mayor, como el Primogénito de Dios. Para Israel Dios tiene grandes bendiciones, y para este tiempo final tiene noticias de grande bendición, tiene buenas nuevas, buenas noticias, Dios para Israel. **¿Cómo van a venir estas buenas noticias para el pueblo hebreo en este tiempo final?** Será por medio de la predicación del Evangelio del Reino en donde se estará dando a conocer a Israel y a todas las naciones que el tiempo ha llegado para que el pueblo hebreo y todas las naciones se preparen y estén listas para ese Reino del Mesías en la Venida del Mesías hebreo. Y eso será, ese Mensaje será la gran Trompeta de Isaías, capítulo 27, verso 13; esa será la gran Trompeta que también el Cristianismo tiene señalada en diferentes lugares del Nuevo Testamento. Vean aquí en Isaías nos dice en el capítulo 27, de una gran Trompeta que sonará. Dice capítulo 27, verso 13 de Isaías: “*Acontecerá también en aquel día, que se tocará con gran trompeta, y vendrán los que habían sido esparcidos en la tierra de Asiria, y los que habían sido desterrados a Egipto, y adorarán a Jehová en el monte santo, en Jerusalén.”* Y ahora, tenemos aquí señalada esa gran Trompeta para el recogimiento de los esparcidos y de los desterrados; porque el pueblo hebreo en los tiempos en que fueron llevados cautivos a diferentes naciones, y fueron desterrados también por diferentes naciones, se diseminaron y se multiplicaron en diferentes naciones; y ahora en todas las naciones del planeta Tierra hay hebreos. Pero aquí la promesa es que se tocará con gran Trompeta y van a venir, serán reunidos y van a adorar en Jerusalén. Jerusalén será mundialmente la capital de la adoración a Dios, será el lugar donde irán de año en año en la Fiesta de los Tabernáculos, de las Cabañas, para adorar a Dios. Eso está también en Zacarías, capítulo 14. Y para que no haya confusión en el mundo religioso, miren lo que va a suceder: Zacarías, capítulo 14, verso 9 en adelante, dice: “*Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre.”* Eso significa que el Monoteísmo tendrá la victoria, el Monoteísmo de la religión hebrea obtendrá la victoria, no habrá muchas religiones en el planeta Tierra, en el Reino del Mesías; sino que todos conocerán a Dios, la Tierra será llena del conocimiento de la gloria del Señor, como dice Habacuc, capítulo 2, verso 14; y también Isaías, capítulo 11, verso 9; y al ser llena la Tierra del conocimiento de la gloria de Dios, todos conocerán a Dios y el Señor será uno y uno Su Nombre. Por lo tanto, el Monoteísmo será el que obtendrá la victoria y serán quitadas todas las religiones, otras religiones; y también la idolatría será quitada, los ídolos serán quitados, y solamente se adorará correctamente a Dios, e irán de año en año en la Fiesta de los Tabernáculos a adorar a Dios. Dice en Zacarías, capítulo 14, verso 16 en adelante, dice: “*Y todos los que sobrevivieren de las naciones que vinieron contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey, a Jehová de los ejércitos, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos.* *Y acontecerá que los de las familias de la tierra que no subieren a Jerusalén para adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre ellos lluvia.”* O sea, que tendrán que ir a Jerusalén para adorar a Dios; y las naciones gentiles que sobrevivan al día de Dios grande y terrible, ardiente como un horno, como dice Malaquías, capítulo 4, verso 1, donde los juicios divinos van a caer sobre la Tierra; los que vivan a esos juicios divinos luego entrarán al Reino del Mesías y formarán parte de ese Reino Mesiánico e irán a Jerusalén para adorar a Dios de año en año. Y de eso dependerá que llueva sobre sus naciones y que venga la bendición de Dios sobre las naciones gentiles que entrarán al Reino del Mesías. ¿Ven? Todo es sencillo, todo girará alrededor de Jerusalén, que será la capital de ese Reino Mesiánico. Todas las personas que aman a Israel y que oran por la paz de Jerusalén, y que visitan a Israel y visitan la ciudad de Jerusalén, están visitando el Distrito Federal y la Capital del Reino del Mesías que será establecido en este planeta Tierra, en donde se hará la voluntad de Dios como en el Cielo también en la Tierra. El Reino del cual habló el rey David a Salomón, es señalado por el mismo rey David como el Reino de Dios. Eso está en Crónicas, capítulo 28, verso 4 al 5, dice: “*Pero Jehová el Dios de Israel me eligió de toda la casa de mi padre, para que perpetuamente fuese rey sobre Israel; porque a Judá escogió por caudillo, y de la casa de Judá a la familia de mi padre; y de entre los hijos de mi padre se agradó de mí para ponerme por rey sobre todo Israel.* *Y de entre todos mis hijos (porque Jehová me ha dado muchos hijos), eligió a mi hijo Salomón para que se siente en el trono del reino de Jehová sobre Israel.”* Y ahora, el Trono del Reino de Dios sobre la Tierra es el Trono de David sobre el cual se sentó Salomón; porque el Trono y reino terrenal de Dios es el Trono y Reino de David. Y eso es algo muy grande que le ha tocado al pueblo hebreo, lo cual está contenido en la Bendición de la Primogenitura. Es la única nación que por decreto divino tiene derecho a gobernar sobre todas las demás naciones. Ninguna otra nación del planeta Tierra tiene ese derecho por decreto divino. Algunas naciones han logrado imperios por las guerras, o sea, han logrado gobernar sobre otras naciones, pero no por decreto divino. Por decreto divino solamente Israel, el Hijo Primogénito de Dios. En el capítulo 29 y versos 22 al 23 de Primera de Crónicas, dice también: “*Y comieron y bebieron delante de Jehová aquel día con gran gozo; y dieron por segunda vez la investidura del reino a Salomón hijo de David, y ante Jehová le ungieron por príncipe, y a Sadoc por sacerdote.* *Y se sentó Salomón por rey en el trono de Jehová en lugar de David su padre, y fue prosperado; y le obedeció todo Israel.”* **¿En qué Trono se sentó el Rey Salomón?** En el Trono del Dios Altísimo, el Trono terrenal de Dios. Ese Trono terrenal de Dios está fusionado con el Trono Celestial de Dios; y por eso es que se requiere que en ese Trono terrenal de Dios esté un hombre, un rey conforme al corazón de Dios, para que los pensamientos del Dios Altísimo que está sentado sobre Su Trono terrenal sean transferidos al corazón de ese rey, y ese rey los ponga en práctica en Su Reino y reine para Dios; no reine para sí mismo, sino que reine para Dios, y ese Reino sea por consiguiente el Reino terrenal de Dios. Todo eso está contenido en la Bendición de la Primogenitura. Dios confirmó el Reino y Trono de David para ser el Trono y Reino que gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones. Ningún otro trono y ningún otro reino ha sido confirmado para gobernar sobre Israel y sobre todas las naciones. Por eso el pueblo hebreo es tan importante, no para sí mismo sino para todas las naciones. El futuro de todas las naciones depende de Israel y su Reino que será restaurado: el Reino de David. La humanidad ha pasado por diferentes etapas y el Ángel Gabriel cuando se le presentó al Profeta Daniel, el cual era un príncipe de la tribu de Judá, y también era uno de los tres gobernadores de la provincia de Babilonia donde él había sido llevado, el Ángel Gabriel le mostró el sueño que le había dado al rey Nabucodonosor, y también le dio la interpretación de ese sueño, en el cual le había mostrado una estatura que tenía la cabeza de oro, el pecho y los brazos de plata, el vientre y los muslos de bronce, las piernas de hierro y los pies de hierro y de barro cocido. Y eso es el imperio de los gentiles pasando por diferentes etapas. La cabeza de oro representa a Nabucodonosor con su reino, con su imperio; y esa estatua siendo compuesta por diferentes metales, y cada metal tiene un valor. El oro es el más valor que tiene, y corresponde al tiempo del rey Nabucodonosor. Por lo tanto, el imperio babilónico encabezado por el rey Nabucodonosor fue en la edad de oro del reino de los gentiles. Luego viene decayendo porque es representada la próxima etapa en el pecho y los brazos de plata, que fue el reino Medopersa; y luego viene decayendo más y llega al vientre y los muslos de bronce, que fue el reino de Grecia; y luego viene decayendo más a las piernas de hierro. ¿Qué vale más, el hierro o el oro? El oro. ¿Qué vale más, el hierro o la plata? La plata. ¿Qué vale más, el hierro o el bronce? El bronce. O sea, que el reino de los gentiles llegó a la etapa de las piernas de hierro que fue el imperio romano de los césares; y luego baja a los pies de hierro y de barro cocido. El hierro siempre representa ahí a Roma; y el barro representa la Democracia. Y ahora, encontramos que llegó el tiempo en que la humanidad recibió muchos países, recibió la Democracia, que es la etapa que corresponde a nuestro tiempo desde hace ya muchos años. Y un porciento muy alto de la humanidad ha estado respaldando la democracia como gobierno, y es lo mejor que hay para todos los países. Dos países democráticos no entran en guerra el uno con el otro, pueden tener diferencias pero diplomáticamente, por medio de la diplomacia resuelven esos problemas. La Democracia ha sido lo mejor que ha tenido la humanidad desde hace algunos siglos, y ha estado respaldando la Democracia el pueblo europeo y también el pueblo del continente americano, y otras naciones de otros continentes; porque es lo mejor que hay en la actualidad para las naciones. Pero algún día terminará la democracia y ustedes me dirán: “¿Y qué entonces va a ser de la humanidad? ¿Qué será de nosotros? Porque en la Democracia tenemos libertad para muchas cosas. ¿Qué tendremos luego?” Luego que termine esa etapa de la Democracia, no se preocupen, después vendrá algo mejor, que será el reino mesiánico del Hijo de David, que será restaurado en medio del pueblo hebreo y ese Reino crecerá, se extenderá por todas las naciones y ahí será donde la humanidad recibirá todo lo que no ha podido obtener en las otras etapas pasadas del reino de los gentiles; y lo que no ha podido obtener en la clase de gobierno democrático que ha tenido, que han tenido en diferentes países, lo alcanzará en el Reino del Mesías hebreo, porque ese será un reino de justicia y de paz; porque el fruto de la justicia es la paz. No hay paz sin justicia. Por lo tanto, habrá justicia para todas las naciones y por consiguiente para todo ser humano, y por consiguiente habrá paz para todas las naciones en ese Reino del Mesías, que será el Reino de David con el Trono de David que será restaurado en medio del pueblo hebreo, y será un Reino universal para todas las naciones. El Mesías amará a todos los seres humanos, sean hebreos o no sean hebreos, porque Su Reino es para traer la paz, el amor y la felicidad y prosperidad de Israel y de todas las naciones. Por eso la importancia tan grande de Israel para todas las naciones. No estamos en contra de la Democracia, es lo mejor que las naciones pueden tener en lo que llega el Reino del Mesías hebreo, que se sentará sobre el Trono de David, y gobernará sobre Israel y sobre todas las naciones, para el tiempo en que ese Reino vaya a ser establecido en la Tierra, del cual el gran Profeta hebreo: Jesús de Nazaret, aunque nació en Belén de Judea, y por consiguiente también pertenece a la tribu de Judá y es un descendiente del rey David, dijo que todos oraran por la venida del Reino de Dios. “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo también en la Tierra.” San Mateo, capítulo 6, verso 10. Aunque Jesús no fue aceptado por el concilio del sanedrín, el concilio de la religión hebrea, como el Mesías, como el Cristo, el pueblo hebreo reconoce que Jesús fue un Profeta. Y si fue un Profeta, las palabras, el Mensaje, las profecías de un Profeta reconocido en Israel, tienen que ser escuchadas. Por lo tanto, las palabras de Jesús de Nazaret son tan ciertas y tan bien recibidas como las palabras de los demás Profetas que Dios envió al pueblo hebreo. Muchos de los Profetas que Dios envió a Israel fueron rechazados, fueron algunos perseguidos, otros fueron también apedreados, y así por el estilo; o sea, que Jesús no fue la excepción de los Profetas que Dios envió de ser perseguido y de ser muerto a petición del concilio del sanedrín. Por lo tanto, las palabras de Jesús como Profeta tienen valor, como las palabras de los demás Profetas. Y las palabras proféticas de Jesús dan más luz de todas las profecías que los Profetas del Antiguo Testamento dieron en medio del pueblo hebreo; y también las que habló el Profeta Daniel estando en Babilonia. Por lo tanto, hay un tesoro grande en las palabras proféticas de Jesús de Nazaret, las cuales no pueden ser desperdiciadas por los grandes teólogos de la religión hebrea. Hay más luz para poder comprender las profecías del Antiguo Testamento dadas por el Profeta Isaías, por el Profeta Jeremías, por el Profeta Ezequiel, por el Profeta Oseas, por el Profeta Joel, por el Profeta Amós, por el Profeta Habacuc, por el Profeta Hageo, por el Profeta Malaquías, por el Profeta Zacarías y por todos los demás Profetas. También en las palabras del Apóstol San Pedro y del Apóstol San Pablo hay más luz, que es de ayuda para todos los teólogos del Judaísmo y del Cristianismo. Con las palabras proféticas de San Pedro y San Pablo las profecías se aclaran y obtienen las personas un mayor entendimiento, una mayor comprensión de todas las profecías correspondientes a eventos ya pasados, y a eventos que están sucediendo en nuestro tiempo, y a eventos que sucederán más adelante. El pueblo hebreo sabe que estamos en un tiempo muy importante en donde todas las cosas convergen; y para este tiempo final veamos lo que está prometido, y por consiguiente lo que está esperando Israel. Muchos predicadores del Cristianismo han tratado de convertir el pueblo hebreo al Cristianismo y no han podido, y no es porque no hayan hecho el esfuerzo; lo han hecho de todo corazón. Pero el pueblo hebreo como nación no puede escuchar a cualquier persona. Ellos ya tienen establecido lo que está prometido para este tiempo final. Dice en este libro hebreo titulado: *“La religión de Israel,”* en la página 73. Aquí está lo que va a impactar al pueblo hebreo (y vamos a ver porqué),y va a traer un despertamiento espiritual y también nacional, político, en todos los sentidos. Dice: “*Cuando llegue el tiempo del reino de la fe israelita, Dios enviará a su profeta Elías que ‘unirá el corazón de los padres al de sus hijos, y el corazón de los hijos al de los padres,’ y proclamará así paz universal imperecedera. Ese es el verdadero precursor del Mesías judío, el ángel de la unión y de la concordia en el mundo.”* Eso es lo que está esperando Israel, eso es lo que está prometido en Malaquías, capítulo 4: antes que venga el día del Señor grande y terrible, Dios dice: “Enviaré al Profeta Elías.” Y si Dios lo dijo, eso es lo que Dios va a hacer, y si Dios lo prometió para el pueblo hebreo, eso es lo que tiene que estar esperando el pueblo hebreo. Por eso es que no le ha dado importancia a los predicadores que han ido llevando el Cristianismo; aunque millones de hebreos han recibido a Jesucristo como el Mesías hebreo, como el Salvador. Pero la nación hebrea como nación no lo ha recibido. Israel está esperando la Venida del Mesías para que sea restaurado el Reino de David y el Trono de David sea ocupado por el Mesías Príncipe que gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones, e Israel vendrá a ser la cabeza de todas las naciones, porque será el Distrito Federal con la Capital también, por lo tanto será la cabeza de todas las naciones, estará a la cabeza de todas las naciones. Por lo tanto, Israel estará esperando en este tiempo final un hombre, un Profeta; y un Profeta es un hombre enviado de Dios con las dos conciencias juntas, que estando despierto puede ver y oír de otras dimensiones, y puede oír la Voz de Dios, aunque otras personas no estén escuchando nada. Ese es uno de los misterios que hay en un Profeta: tiene las dos conciencias juntas; o sea, en palabras sencillas una persona normal tiene las dos conciencias separadas la una de la otra, y por consiguiente tiene que dormir para poder soñar. Pero un Profeta puede tener sus sueños estando despierto, porque tiene las dos conciencias juntas. La Voz de la gran Trompeta será el Mensaje que estará proclamando Elías, el cual está prometido por Malaquías, capítulo 4, verso 1 al 6, y ese es el Profeta, el hombre que está esperando Israel. Ese Mensaje de gran Trompeta corresponde a la Fiesta de las Trompetas, que es la Fiesta de Año Nuevo. Esa Fiesta de las Trompetas será cumplida plenamente cuando el Profeta Elías prometido esté proclamando su Mensaje al pueblo hebreo, estará sonando la gran Trompeta; y se suena la Trompeta ¿para qué? Para recoger, reunir al pueblo, para escuchar la buena noticia, las buenas nuevas del Programa de Dios correspondiente a este tiempo, que será la restauración del Reino de Dios en la Tierra, y corresponde al pueblo hebreo, la restauración de ese Reino, que es el Reino de David, y el Trono de David donde se sentará el Mesías Príncipe para gobernar sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones. Y ahí estará la bendición grande para Israel, el Hijo Primogénito de Dios como nación, y para todas las demás naciones que Dios estaría creando. Y todas las naciones junto a Israel en ese Reino será la Familia de Dios, naciones hijas de Dios que estarán disfrutando en ese Reino la presencia de Dios manifestada en el Mesías Príncipe a través del cual Dios estará gobernando, y el Mesías Príncipe estará gobernando para Dios. Por eso será un Reino de Paz, de amor, de felicidad y de prosperidad para Israel y para todas las naciones. Y el anuncio de la restauración de ese Reino y de todas las bendiciones que habrá en ese Reino serán las buenas nuevas que estarán siendo proclamadas por Elías en la predicación del Evangelio del Reino, para el establecimiento del Reino de Dios, que será el Reino de David con el Trono de David, el cual es el Trono de Dios terrenal. Tan simple como eso es todo el Programa Divino correspondiente a este tiempo final para el pueblo hebreo y para todas las naciones. Por eso es que ha comenzado un auge entre las naciones con relación a Israel; y las naciones están despertando, así como también Israel está despertando. Hay un despertamiento espiritual con relación a Israel; es que estamos en la antesala a ese Reino, estamos en la antesala a la restauración del Reino de David y Trono de David en medio del pueblo hebreo, del cual vendrán las bendiciones para todas las demás naciones. Hemos visto porqué el auge que hay entre todas las demás naciones con relación a Israel. Y ese es buen sentir desde lo profundo del alma: el amor a Israel. **¿Cómo es que una persona o una nación puede sentir amor por Israel?** Es sencillo. Si yo le pregunto a usted: “¿Usted ama a *tal* persona que usted no conoce?” Usted me dice: “¿Cómo la voy a amar, si no la conozco, no sé nada de él.” Para amar entonces hay que conocer. Vean, cuando Isaac ya estaba en la edad de casarse, su padre Abraham envió a Eliezer su siervo para que buscara una compañera para Isaac, y lo envió a la casa de su hermano, allá en Harán, para que buscara una compañera, para su hijo. Y Eliezer fue hasta Harán, y allá cuando llegó al pozo donde llevaban las ovejas a tomar agua, esperó y oró a Dios y le dijo a Dios que la primera joven a la cual él le pidiera agua para él y luego para sus camellos, fuera esa la elegida por Dios para el Hijo de Abraham: Isaac. Y cuando vino esta joven Rebeca hija de un familiar de Abraham, de Betuel, él le pidió agua, le dio agua, bajó el cántaro, le dio agua, y también le dio agua para sus camellos. Y ahí el siervo de Abraham comprendió que esa era la joven elegida por Dios para Isaac. Los padres deben orar a Dios para que Dios provea para sus hijos compañera, y para sus hijas provea un buen compañero. Y también los jóvenes deben orar a Dios para que Dios sea el que intervenga en cuanto a la joven con la cual se va a casar, para que sea Dios el que intervenga y provea esa joven. Y las jóvenes también deben orar a Dios, para que sea Dios el que intervenga y provea el joven con el cual ella se va a casar; porque esa persona será la que luego tendrá por toda la eternidad. Esa será la persona que estará con él o con ella en el Reino del Mesías por el Milenio y por toda la eternidad. Queremos tener la compañera correcta, la que hemos de tener por toda la eternidad. Y las jóvenes también dicen que desean tener el joven que será su compañero por toda la eternidad. Y eso está bien. Esa es una de las decisiones más grande que el ser humano hace: la de casarse. Ahora, Rebeca, vean ustedes, vino a ser la esposa de Isaac: una buena compañera para Isaac y una buena madre también para sus hijos. Ahora, encontramos que también Abraham recomendaba a sus hijos y también Rebeca que no se casaran con personas idólatras, porque los iban a perjudicar y los iban a inducir a la idolatría. Siempre las personas deben casarse con otra persona que comparta su fe, para que no hayan problemas en el campo espiritual. Ahora, el pueblo hebreo es el pueblo que tiene una trayectoria desde Adán hacia acá, y que en esa trayectoria le ha acompañado el Dios creador de los Cielos y de la Tierra, el cual tiene grandes bendiciones prometidas en la Escritura para Israel, para este tiempo final. Por lo tanto, Israel ha estado despertando, ya está como una nación libre y soberana. En lo político ya está establecido Israel, pero le falta que el Espíritu de Dios regrese en el Profeta Elías para la proclama del Evangelio del Reino, la proclama de la restauración del Reino de David, y se presente el Mesías para el establecimiento de ese Reino de David en medio del pueblo hebreo. El Título de David o “El David,” lo tendrá el Mesías. Así como los emperadores del imperio romano tenían el título de César o “El César.” Así también cada rey descendiente de David ha llevado el Título de David. Y lo llevará el Mesías Príncipe en la restauración del Reino de David. “**BUENAS NUEVAS PARA ISRAEL.”** Todo esto de lo cual les he hablado son buenas nuevas, buenas noticias para Israel, pues Israel años atrás pensaba que iba a dejar de existir en el tiempo de la Inquisición y en el tiempo del Holocausto. Pero está en pie Israel como una nación libre y soberana, porque Dios no había desechado a Israel para siempre; y ahora está en el proceso de una restauración. Conforme a Ezequiel, capítulo 37, versos 1 al 28, esa restauración tiene diferentes etapas, y está por una de esas etapas en este tiempo. Pero hay más etapas y la meta es la restauración del Reino de Dios que será el Reino de David y restauración del Trono de David y de Jerusalén como la capital de ese Reino, y la capital del mundo entero. Todo esto son buenas nuevas para Israel, buenas noticias para Israel y para todas las naciones. Aunque hay muchos problemas en todas las naciones, hay una esperanza para todas las naciones y es la restauración del Reino de Dios en la Tierra en medio del pueblo hebreo, que será la restauración del Reino de David, para traer la paz para Israel, para Jerusalén y para todas las naciones; y traer el amor y la confraternidad entre las naciones y entre los seres humanos, en donde ya no se prepararán más para la guerra, sino que se prepararán para ser naciones productivas. Las armas de guerra serán convertidas en herramientas de trabajo, o sea, en instrumentos para trabajar. Por lo tanto, las armas que la ciencia ha logrado para la guerra serán convertidas todas en herramientas de trabajo, o sea, se usará todo para el progreso, la prosperidad de Israel y de todas las naciones; el progreso en todos los sentidos, en todos los campos. Ahí será donde la raza humana experimentará su edad de oro en el Reino de Dios, será la edad de oro, como fue la edad de oro para Israel el tiempo del reino del Rey David y del Rey Salomón. Esa fue la edad de oro para Israel, pero ya eso está en el pasado. Pero con la restauración del Reino de David y Trono de David, volverá para el pueblo hebreo y para todas las naciones la edad de oro. Por lo tanto, deseamos que pronto sea establecido el Reino de Dios en la Tierra en medio del pueblo hebreo y se extienda a todas las naciones; y el Mesías Príncipe hebreo gobierne para Dios conforme a las leyes divinas y la humanidad obtenga la paz, la felicidad, la prosperidad y el amor de Dios para compartirlo los unos con los otros, en donde ya no existe el odio ni la envidia, sino el amor los unos con los otros, y por consiguiente la paz para Jerusalén, para todo Israel y para todas las naciones. “**BUENAS NUEVAS PARA ISRAEL.”** El Cristianismo es parte del pueblo hebreo, nació en medio del pueblo hebreo, y nació en Jerusalén. El Cristianismo a medida que crece, crece el amor hacia Israel, porque los cristianos aman a Israel. Y si una ciudad es cristiana, ¿cuántos enemigos tiene Israel? Ninguno. Si un país es cristiano, si todos los ciudadanos de un país son cristianos, ¿cuántos enemigos tiene Israel? Ninguno. Esa es la forma más efectiva de combatir el antisemitismo: llevando el Evangelio de Cristo por todas las naciones para que las personas reciban a Cristo como su único y suficiente Salvador, y así se aumente el número de los amigos de Israel, compuesto por personas de naciones gentiles que han reconocido a Israel como la nación hijo o hija primogénita de Dios. Y por consiguiente, así como los hermanos aman a su hermano primogénito, las naciones cristianas aman a Israel como su hermano o hermana mayor. Por lo tanto, es importante que el Cristianismo crezca en todas las naciones gentiles. Si crece el Cristianismo, crece el amor hacia Israel y disminuye el antisemitismo. Miren lo sencillo que es todo. Todo es simple. Les estuve hablando del amor hacia una persona y les dije: Si le pregunto a usted o alguien le pregunta a usted si usted ama a *tal* persona que usted no conoce, usted dice: “Es que yo no la conozco, ¿cómo la voy a amar?” Ahora, Isaac no amaba a la joven, hasta que supo de ella; y ella no amaba a Isaac, hasta que Eliezer le habló acerca de Isaac, y entonces comenzó a sentir ese amor. **¿Y cómo van a amar a Israel las naciones gentiles y las personas?** Conociendo a Israel. Por lo tanto, tenemos que dar a conocer quién es Israel en el Programa Divino, tenemos que dar a conocer la historia de Israel y tenemos que dar a conocer lo que es Israel en el presente y lo que será Israel en el futuro, tenemos que dar a conocer las promesas que Dios ha hecho para Israel, tenemos que dar a conocer el reino mesiánico que será establecido en medio del pueblo hebreo, de donde vendrán todas las bendiciones para todos los seres humanos, para que así nazca en el corazón de los gentiles, no importa a qué nación y raza pertenezcan, nazca, surja el amor desde lo profundo del corazón de los seres humanos, y también de las naciones; porque así como el ser humano tiene un corazón, un alma, las naciones tienen un corazón también, un alma. El corazón, el alma de las naciones son sus líderes principales; y hay que llevar hasta el alma de las naciones la historia de Israel, las bendiciones que Dios ha dado a Israel, las bendiciones que Dios está dando en el presente a Israel y las bendiciones que Dios le dará a Israel, para que amen a Israel, nazca, surja el amor hacia Israel desde lo profundo del corazón de las naciones y desde lo profundo del corazón de los seres humanos. Esa es la única forma en que pueden sentir amor por Israel, si no conocen quién es Israel, ¿porqué y cómo van a sentir amor por Israel? ¿Y cómo va a sentir amor un joven por una joven que no conoce? No puede sentir amor, no la conoce. Recuerden que el amor nace a medida que las personas van conociendo a la otra persona y van viendo, mirando en una forma positiva a esa persona y las cosas que hace esa persona. Si la persona mira en una forma negativa a la otra persona, y todo lo que hace la otra persona lo mira en forma negativa, no va a sentir amor sino desprecio. Así es también cuando alguien presenta a Israel desde un punto de vista negativo. Entonces, ¿qué pueden sentir por Israel? Odio. Pero si se presenta desde un punto positivo, y todo lo que ha sido hecho y todo lo que Dios le ha dado a Israel se presenta desde el punto de vista positivo, desde el punto de vista de Dios, entonces nace el amor hacia Israel. Eso no puede fallar. Por lo tanto, hablando acerca de Israel desde el punto de vista de Dios, que es el punto positivo, surgirá desde lo profundo del alma de las personas, el amor hacia Israel; y desde lo profundo del alma de las naciones el amor hacia Israel. Y de parte de Dios vendrá la bendición para naciones y para individuos, porque aman a Israel, y hablan bien de Israel, y bendicen a Israel, y quieren la bendición de Dios para Israel; y por consiguiente la bendición de Dios viene para Israel y para los que pidieron la bendición de Dios para Israel. Tan simple como eso. Siendo que si el Cristianismo crece, los amigos de Israel se aumentan, entonces el Cristianismo tiene que continuar trabajando, evangelizando para que millones de seres humanos crean en Jesucristo como el Salvador, el Mesías, y lo reciban de todo corazón y obtengan el nuevo nacimiento luego de ser bautizados en agua en Su Nombre, y así crezca el Cristianismo y por consiguiente los amigos de Israel que al final de la historia, de esta historia que hemos estado viendo, al final aparecerán los verdaderos cristianos nacidos de nuevo como hermanos de Israel, como miembros de la Familia de Dios, del pueblo hebreo; aparecerán la mayor parte como descendientes de las tribus que fueron esparcidas por el planeta Tierra en los diferentes cautiverios y diferentes etapas por las cuales ha pasado el pueblo hebreo. Y esperamos que en la América Latina y el Caribe todos los descendientes hebreos, aunque no sepan que son descendientes hebreos, escuchen la gran Voz de Trompeta y sean juntados en el Cristianismo y sean personas que amen a Israel. Y después más adelante Dios los identificará como parte de los descendientes hebreos que viven en el continente americano, que incluye Norteamérica y la América Latina, y también otras naciones. Si hay alguna persona que no ha recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador, puede hacerlo en estos momentos y yo oraré por usted para que Dios le reciba en Su Reino. Vamos a dar unos minutos en lo que vienen al frente las personas que han escuchado la predicación del Evangelio y ha llegado a su alma y ha nacido la fe de Dios, de Cristo, en su alma. Vamos a dar unos minutos. Toda persona que no ha recibido a Cristo como Salvador, lo cual es el Programa de Dios para los gentiles, lo puede hacer en estos momentos y yo oraré por usted. Es Dios llamando un pueblo para Su Nombre de entre los gentiles. Pronto se completará esa etapa entre los gentiles y Dios volverá a tratar con el pueblo hebreo, comenzando con el ministerio del Profeta Elías, y luego continuando con el Mesías Príncipe. En la Escritura dice en Daniel, capítulo 9, versos 24 en adelante, cuando el Ángel Gabriel habló con el gobernador de Babilonia y Profeta Daniel, el cual era llamado: “Beltsasar.” Dice, le dijo el Arcángel Gabriel: “*Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad* (o sea, sobre Israel, el pueblo hebreo, y sobre su santa ciudad que es Jerusalén)*, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad.”* Va a ser expiada la iniquidad, y si va a ser expiada la iniquidad, tiene que haber un Sacrificio de Expiación, el cual en el Antiguo Testamento en Levítico, capítulo 23, versos 26 al 29 era el macho cabrío de la expiación que era sacrificado por el sumo sacerdote y luego llevaba la sangre de ese sacrificio al lugar santísimo y esparcía con su dedo siete veces sobre el propiciatorio; y todos los que arrepentidos de sus pecados habían pedido perdón a Dios y habían afligido su alma por haber pecado contra Dios, obtenían el perdón de sus pecados y quedaban reconciliados con Dios por un año más. ¿Por qué por un año más? Porque los sacrificios de animalitos no son perfectos, porque los animales no tienen alma, y el espíritu del animal no puede venir a la persona. Pero ahora aquello era tipo y figura de un Sacrificio perfecto que sería efectuado en el planeta Tierra. Y vamos a ver cuál es: “*...poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos.* *Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas* (o sea, siete semanas y sesenta y dos semanas son sesenta y nueve semanas, y son semanas de años, son cuatrocientos ochenta y tres años las sesenta y nueve semanas; las setenta semanas son cuatrocientos noventa años. Sigue diciendo)*; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos* (o sea, tiempos difíciles)*.* *Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías...”* Aquí la promesa es que después de las sesenta y dos semanas, primero son siete semanas y después sesenta y dos, ya son sesenta y nueve; después de esas sesenta y nueve semanas se quitará la vida al Mesías; o sea, que está aquí en la profecía que el Mesías tiene que morir, ¿para qué y por qué? Porque la muerte del Mesías será el Sacrificio de Expiación por el pecado, para expiar el pecado. “*Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones.”* Después de la muerte del Mesías, más adelante Jerusalén sería destruida, y Jerusalén fue destruida y el Templo fue destruido; pero antes de eso el Mesías tenía que morir. En Isaías, capítulo 53, verso 10, el cual es un capítulo mesiánico, dice capítulo 53, verso 10 hablando del Mesías dice: “*Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado...”* Cuando haya puesto Su vida ¿en qué? En expiación por el pecado. Si pone su vida en expiación por el pecado tiene que morir, y es entonces el Mesías Príncipe muriendo el Sacrificio de Expiación por el pecado de Israel y de todo ser humano. Ya no se necesitan sacrificios de animalitos como se hacía en el Antiguo Testamento, ya el Sacrificio de Expiación por el pecado, por el ser humano fue efectuado por el Mesías Príncipe, Jesucristo en la Cruz del Calvario. Por lo tanto, para el Cristianismo el Sacrificio de Expiación por el pecado fue la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario y Su Sangre limpia al ser humano de todo pecado, y lo reconcilia con Dios para vivir eternamente. Por lo tanto, toda persona que arrepentida de sus pecados viene a Cristo y lo recibe como su único y suficiente Salvador, obtiene el perdón de sus pecados y es limpio de todo pecado con la Sangre de Jesucristo, y queda reconciliado con Dios y obtiene por consiguiente la restauración a la Vida eterna. Primero su alma queda restaurada a la Vida eterna y obtiene Vida eterna su alma, y luego obtendrá Vida eterna física cuando Dios le dé un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, y entonces tendremos la Adopción física también, que será la Redención del cuerpo, donde obtendremos la inmortalidad. Así es para el Cristianismo. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para orar por ustedes para que Cristo les reciba en Su Reino. El Reino de Cristo, el Reino del Mesías está en la etapa espiritual, pero va a ser establecido en la etapa física muy pronto. Y ahí estarán todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo en esta ocasión, vamos ya a prepararnos. También en otras naciones que están a través de internet o del satélite pueden venir a los Pies de Cristo. Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo. Todavía vienen más personas de camino, ya vamos a orar. Vamos a esperar que lleguen las personas que vienen de camino para orar, para que Cristo les reciba en Su Reino espiritual, y luego les tenga en Su Reino físico cuando sea establecido en la Tierra. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, vamos a orar. Si falta alguna persona por venir, puede venir, de los que están aquí presentes o de los que están a través de internet o del satélite. Veo que vienen más personas de camino, vamos a esperar unos segundos. Ya estamos para orar. Veo que vienen más personas. Vamos a orar, levantemos nuestras manos a Cristo al Cielo, a Dios, con nuestros ojos cerrados repitan conmigo esta oración las personas que han venido a los Pies de Cristo para recibirlo en alma, espíritu y cuerpo. Repitan conmigo esta oración: ***Dios eterno, vengo a Ti reconociendo que la muerte de Jesucristo en la Cruz del Calvario es el Sacrificio de la Expiación por mis pecados, creo en Su Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos.*** ***Señor, creo en Tu Primera Venida, creo en Ti de todo corazón, reconozco que soy pecador y necesito un Salvador. En Tus Manos encomiendo mi alma, mi espíritu y mi cuerpo. Salva mi alma, sálvame Señor; perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en Tu Nombre; y Te ruego produzcas así el nuevo nacimiento. En Tus Manos encomiendo mi alma, salva mi alma, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Y ahora con nuestras manos levantadas al Cielo a Cristo, todos decimos: **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!** **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado!** **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.** Y ahora, por cuanto ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo y nació la fe de Cristo en vuestra alma y lo recibieron como Salvador, ustedes me dirán: “Cristo dijo: ‘Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura; el que creyere y fuere bautizado, será salvo.” (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16). Usted me dirá: “Yo escuché la predicación del Evangelio de Cristo, creí de todo corazón y lo recibí como mi único y suficiente Salvador, y ahora quiero ser bautizado en agua en Su Nombre, porque Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” Y me preguntarán ustedes: “¿Cuándo me pueden bautizar?” Por cuanto ustedes han creído en Cristo de todo corazón, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos. ***Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.*** Pregunto al reverendo Epifanio si hay agua: hay agua. ¿Hay bautisterios? Hay bautisterios. ¿Hay ropas bautismales también? Hay ropas bautismales. ¿Hay ministros que les bautizarán también? Hay ministros que les bautizarán también. ¿Hay personas que les ayudarán también? Hay personas que les ayudarán a llegar al lugar de los vestidores, donde están las ropas bautismales y también cuidarán de vuestras ropas en lo que ustedes serán bautizados, y también les ayudarán para llegar a los bautisterios, y les ayudarán en todo lo que ustedes necesiten. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. ***Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento.*** ***Y a vuestros familiares Cristo los traiga a Sus Pies y les dé la salvación y Vida eterna. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de nuestro tema: **“BUENAS NUEVAS PARA ISRAEL.”** Muchas gracias por vuestra amable atención y continúen pasando una tarde llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. Con nosotros el ministro correspondiente aquí en el Auditorio “La Voz de la Trompeta Final,” y en cada país el ministro correspondiente para continuar. En los demás países también pueden ser bautizados en estos momentos, pues tienen bautisterios y ropas bautismales y ministros que les bautizarán también. Que Dios les continúe bendiciendo a todos. Y buenas tardes para todos. “**BUENAS NUEVAS PARA ISRAEL.”**