--- title: 'La Palabra Restauradora' date: 2006-01-13 activity: 1 place: city: Goiânia state: Goiás country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amables amigos y hermanos presentes acá en el Brasil, y también los que están a través de internet o del satélite en diferentes naciones, conectados con esta transmisión que se está realizando desde Goiânia, Estado de Goiás, República del Brasil. Es una bendición grande para mí dirigirme a todos ustedes, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Para lo cual leemos en el Salmo 80, verso 1 al 9, donde nos dice: “*Oh Pastor de Israel, escucha;* *Tú que pastoreas como a ovejas a José,* *Que estás entre querubines, resplandece.* *Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,* *Y ven a salvarnos.* *Oh Dios, restáuranos;* *Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.* *Jehová, Dios de los ejércitos,* *¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?* *Les diste a comer pan de lágrimas,* *Y a beber lágrimas en gran abundancia.* *Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,* *Y nuestros enemigos se burlan entre sí.* *Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;* *Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.* *Hiciste venir una vid de Egipto;* *Echaste las naciones, y la plantaste.* *Limpiaste sitio delante de ella,* *E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“LA PALABRA RESTAURADORA.”** A través de la Escritura, encontramos que para la restauración siempre hay una Palabra: es la Palabra restauradora, esa es la Palabra de Dios creadora, esa es la Palabra para cada tiempo; y para la restauración de Israel hay una Palabra restauradora, así como para toda persona que es restaurada a la Vida eterna, hay una Palabra restauradora: es la Palabra del Evangelio de Jesucristo, la Palabra del Evangelio de la Gracia. Y ahora, para la restauración del pueblo hebreo, de Egipto a la tierra prometida, hubo una Palabra restauradora que Dios colocó en la boca de Moisés, Moisés la habló, la habló a Aarón, Aarón la habló al pueblo, y se llevó a cabo la restauración de Israel en la tierra prometida, hubo un Programa que se llevó a cabo. El pueblo hebreo, encontramos que no comprendía muy bien el Programa y dio muchos problemas, y por consiguiente los que salieron de Egipto de 20 años hacia arriba, no pudieron entrar a la tierra prometida; excepto Josué y Caleb, y el resto fueron personas de 20 años hacia abajo. O sea, de los que habían salido de Egipto de 20 años hacia abajo fueron los que entraron a la tierra prometida, juntamente con los que nacieron en el desierto. Encontramos que el pueblo hebreo pudo haber entrado antes de los 40 años a la tierra prometida. Cuando Moisés envió a los doce espías a la tierra prometida, para que hicieran una investigación y luego vinieran y dieran su informe (eran príncipes de cada una de las tribus los que fueron enviados). De las doce tribus, doce príncipes fueron enviados, diez de ellos (luego de recorrer la tierra todos los doce), diez de ellos vinieron dando informe en forma negativa y diciendo que no podían entrar a esa tierra, cuando Dios había dicho que iban a entrar. Siempre las personas tienen que hablar de acuerdo a lo que Dios ha dicho, de acuerdo a lo que Dios ha prometido, no importa las circunstancias negativas que pueden surgir en contra del cumplimiento de lo que Dios ha prometido. Por ejemplo, tenemos el caso de Abraham, el cual era un anciano, y Sara su esposa era una anciana también; pero Dios les prometió un hijo, sin importar la condición física de ellos; para colmo Sara era estéril, y tras que era estéril, anciana también, avanzada en edad. Ahora, podemos ver que cuando Dios promete algo, a Él no le interesa la edad que la persona tiene, porque para Dios no hay ninguna cosa imposible, por lo tanto, la edad, eso es algo humano. Vean ustedes, la edad de Abraham era de 65 años, y la de Sara de 55 años. ¿Qué mujer de 55 años va a estar esperando un niño? Ninguna. Y de un anciano de 65 años, tampoco; no porque el anciano no pueda tener niños, el hombre puede tener niños, hijos aunque esté anciano, pero la mujer no. Ahora, para Dios no hay nada imposible, y para el que cree no hay nada imposible. Por lo tanto, Dios encontró en Abraham un hombre que podía recibir lo que Dios le prometía, sin Abraham mirar las circunstancias contrarias que lo rodeaban. Por eso la Escritura dice que Abraham creyó a Dios esperanza contra esperanza. Eso es: esperando lo que no se podía esperar. Y ahora, Abraham se mantuvo firme, esperando lo que humanamente no se podía esperar, pero Abraham creyó a Dios; por lo tanto, Abraham tenía esa fe de Dios en él, para creer lo que Dios prometió, y saber que esa Palabra que Dios habló, era una Palabra restauradora. Si necesitaban ser jóvenes para tener un hijo, Dios los iba a poner jóvenes, porque él había recibido la Palabra restauradora. Después que Dios visitó a Abraham con dos varones más (dos Ángeles), los cuales eran Gabriel y Miguel, y estuvieron con Abraham tres varones, y comieron con Abraham, y le confirmaron, le fue confirmada la promesa de que iba a tener un hijo el próximo año, por el mismo tiempo, por aquel mismo tiempo. Y Abraham creyó. Y luego se fueron a Sodoma aquella tarde, y cuando ya amanecía el juicio divino vino sobre Sodoma y Gomorra y fueron destruidas, pero Dios escuchó la oración de Abraham que intercedió por Lot (su sobrino), y fue sacado Lot y su familia de Sodoma. Luego, Abraham por la mañana miró hacia Sodoma, y veía un horno, un humo como de un horno que subía, eso fue la destrucción con fuego y azufre que vino sobre Sodoma y Gomorra. Luego Abraham se fue a otro lugar donde Abimelec era rey, y Abimelec viendo a Abraham y a Sara (Abraham tenía 99 años y Sara tenía 89 años), y se enamoró de Sara y la tomó para hacerla reina, para hacerla su esposa; y ellos tomaban a una persona y la separaban, y la tenían cierta cantidad de tiempo separada para después casarse. ¿Cómo un rey teniendo la oportunidad de enamorarse de una joven para casarse y hacerla reina, se va a enamorar de una mujer de 89 años? Es que ya estaban rejuvenecidos Abraham y Sara, y por consiguiente el hijo que Sara tenía que tener, que dar a luz, no sería del rey Abimelec, sino que sería de Abraham; porque Abraham era el que tenía la promesa de que iba a tener un hijo a través de Sara, y le pondría por nombre Isaac, y Abraham lo creyó. Y Dios lo cumplió. Dios le reveló a Abimelec que era hombre muerto (eso fue en sueños), porque tenía la esposa de un Profeta, y era un Profeta dispensacional. Pero Abimelec le dijo a Dios: “Yo no lo sabía, él me dijo (Abraham), me dijo que era su hermana, y yo con corazón limpio la tomé (la tomó para hacerla su esposa).” Pero Dios le dijo: “Devuelve a él su esposa; y si no, eres hombre muerto.” Y también le dijo: “Él orará por ti.” Y entonces ¿qué pasaría? Serían sanos porque Dios había cerrado la matriz de las mujeres y de los animales también, y por lo tanto, iban a desaparecer gradualmente porque no tendrían hijos. Ahora, Abimelec en la mañana viene temprano (se levantó), llamó a sus consejeros, les contó su sueño y todos tuvieron gran temor, llamaron a Abraham y trajeron a Sara, e investigaron sobre lo que Dios le había dicho, y era cierto: Sara era esposa de Abraham, aunque también era hermana. Y ahora, Abimelec entrega a Abraham la esposa de Abraham: Sara, y le pide que ore por él, y Dios escuchó la oración. Ahora, encontramos que Abraham creyó a Dios verdaderamente, y esperó el cumplimiento de lo que Dios le prometió, porque había escuchado la Palabra restauradora. Israel en los días de Moisés, también escuchó la Palabra restauradora a través del Profeta Moisés, así como también Jacob había escuchado la Palabra restauradora de parte de Dios, para regresar a la tierra prometida, a la tierra de Israel. Para la restauración hay que escuchar la Palabra creadora de Dios. Para este tiempo final el pueblo hebreo tiene la promesa de una restauración, para lo cual habrá una Palabra restauradora, la cual es señalada como una Voz grande de trompeta, lo cual dará cumplimiento a la Fiesta de las Trompetas de Levítico, capítulo 23, versos 23 al 25; y eso será la Palabra restauradora de Dios, correspondiente a la Dispensación del Reino, eso será el Evangelio del Reino siendo hablado por el Espíritu Santo, a través del ministerio de Elías, el cual está prometido en Malaquías, capítulo 4, versos 1 al 6; y Elías vendrá primero y restaurará todas las cosas. Jesucristo, Jesús de Nazaret, aunque fue rechazado por el pueblo hebreo como el Mesías prometido para ellos, fue aceptado y continúa siendo aceptado como Profeta, y por consiguiente Su Palabra tiene que ser escuchada; Su Palabra es tan buena como la del Profeta Isaías, como la del Profeta Ezequiel, como la del Profeta Jeremías, como la del Profeta Moisés y así por el estilo, y por consiguiente puede ser citada la Palabra que el Espíritu Santo habló a través de Jesús de Nazaret. Y ahora, la Palabra restauradora está prometida por el Profeta Jesús en San Mateo, capítulo 24, verso 31, donde dice: “*Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”* Y ahora, ahí tenemos la Palabra restauradora como la Palabra de gran Voz de Trompeta que llamará y juntará a todos los escogidos de Dios, a los escogidos del pueblo hebreo, doce mil de cada tribu. Pero antes llamará y juntará a los escogidos de la Iglesia del Cristianismo, y los colocará en el Cuerpo Místico de Cristo, y Cristo producirá en ellos el nuevo nacimiento. La Palabra creadora, restauradora, es la Palabra de Dios correspondiente a cada edad y a cada dispensación. La Palabra restauradora para una dispensación, es el Mensaje dispensacional correspondiente a esa dispensación. Y ahora, hemos tenido los diferentes Mensajes dispensacionales, por medio de los diferentes Profetas dispensacionales ungidos con el Espíritu Santo. Para este tiempo final tenemos la promesa de la Palabra restauradora que será hablada por el Espíritu Santo a través de un hombre, en el cual estará el ministerio de Elías, y a través de ese hombre vendrá esa Palabra restauradora para la restauración de la Iglesia del Señor Jesucristo a como era en el tiempo de los Apóstoles, y luego vendrá la transformación de los vivos en Cristo y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados. Primero será la resurrección de los muertos en Cristo. Con esa Palabra restauradora serán llamados y juntados los últimos escogidos del Cuerpo Místico de Jesucristo. La Iglesia del Señor Jesucristo será restaurada completamente a como era en el tiempo de los Apóstoles, y será restaurada a la Vida eterna con cuerpos eternos y glorificados, y ahí estarán restauradas todas las cosas para la Iglesia del Señor Jesucristo. Y también vendrá la restauración para el pueblo hebreo, serán restaurados los hebreos a como era en el tiempo del rey David, por consiguiente el Reino de David será restaurado a Israel, e Israel será restaurado en y al Reino de David, las doce tribus serán restauradas completamente. Ya no serán dos reinos, sino un solo Reino, y habrá Rey en Jerusalén sobre el Trono de David, y reinará, gobernará sobre Israel y sobre todas las naciones, para lo cual Dios ha prometido enviar Su Palabra restauradora, lo cual es la gran Voz de Trompeta o Trompeta Final en el cumplimiento de la Fiesta de las Trompetas. Y eso será el mensaje del Evangelio del Reino, que estará siendo dado por el Espíritu de Dios a través de un hombre, en el cual estará el ministerio de Elías para este tiempo final, y el cual será uno de los olivos, de los dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, versos 11 al 14 y Apocalipsis, capítulo 11, versos 3 en adelante. Todo esto será para la restauración de la Iglesia y para la restauración del pueblo hebreo. Esa Palabra restauradora es la que yo quiero oír. “La humanidad tiene hambre y sed; no de pan y agua, sino de oír la Palabra de Dios,” eso está en Amós, capítulo 8, verso 11. Hemos visto cuál es LA PALABRA RESTAURADORA: es la Palabra de Dios prometida para este tiempo final, es la Palabra creadora de Dios. Por lo tanto, esa es la Palabra que estará recibiendo la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final, para así obtener la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Esa misma Palabra restauradora, es la que recibirá el pueblo hebreo, para obtener la restauración completa del pueblo hebreo como nación, con un Rey de la Monarquía de David, el cual se sentará en el Trono de David y reinará sobre el pueblo hebreo. Estamos en el tiempo más importante de todos los tiempos, estamos en el tiempo en que todos tenemos que buscar y encontrar esa Palabra restauradora, para escucharla y obtener nuestra restauración a la Vida eterna física, para poder ir a la Cena de las Bodas del Cordero. Esa misma Palabra creadora es la que el pueblo hebreo está buscando, y la encontrará, esa es la Palabra creadora de Dios que estará siendo hablada bajo la predicación del Evangelio del Reino, por el ministerio de Elías en un hombre de este tiempo final. En ese hombre estará, y a través de él vendrá esa Palabra creadora y restauradora para la Iglesia de Jesucristo y para el pueblo hebreo, será la Palabra, no de un hombre, sino del Espíritu Santo a través de un hombre, para la restauración de cada persona creyente en Cristo a la Vida eterna, y para obtener el cuerpo eterno y glorificado, y ser restaurados físicamente a la Vida eterna, obtener la inmortalidad física y poder ir con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial. Y para el pueblo hebreo esa Palabra restauradora le traerá la restauración del Reino de David y Trono de David, con el Mesías Príncipe descendiente del rey David, el cual se sentará sobre el Trono de David. Eso es así, porque Israel estará recibiendo la Palabra creadora y restauradora de Dios en este tiempo final, porque estará recibiendo a Elías. “He aquí yo envío al Profeta Elías, antes que venga el día de Jehová grande y terrible, no sea que Yo venga y hiera la tierra con maldición.” \[Malaquías 4:1\]. Por lo tanto, antes de venir el juicio divino de la gran tribulación sobre la raza humana, Dios enviará a Elías para restaurar el corazón de los padres a los hijos, y de los hijos a los padres, y por consiguiente será realizada esa restauración por la Palabra creadora y restauradora de Dios, por medio de Su Espíritu Santo a través del Profeta Elías prometido para venir antes que venga el día del Señor grande y terrible. “**LA PALABRA RESTAURADORA.”** Hemos visto lo que es la Palabra restauradora: es la misma Palabra creadora de Dios, con la cual Dios creó los Cielos y la Tierra, y por consiguiente puede restaurar con esa misma Palabra todo lo que perdió la Vida eterna, puede restaurar a la Vida eterna todas las cosas. “LA PALABRA CREADORA Y RESTAURADORA.” Por medio de la Palabra de Dios, el Evangelio de la Gracia, son llamados y juntados de edad en edad los hijos e hijas de Dios en el Cuerpo Místico de Jesucristo, porque esa es una Palabra creadora y restauradora, que restaura a la Vida eterna el alma de cada creyente en Cristo. Por eso Cristo dijo: “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* \[San Marcos 16:15-16\]. La Palabra del Evangelio es la Palabra creadora y restauradora, que restaura al ser humano a la Vida eterna durante la Dispensación de la Gracia, para la Dispensación del Reino será la Palabra creadora del Evangelio del Reino. Por lo tanto, estamos todavía en una etapa correspondiente a la Dispensación de la Gracia, en donde están siendo restaurados espiritualmente en el Reino de Dios, los últimos escogidos de Dios. Ya millones de personas han sido restaurados a la Vida eterna, y tienen Vida eterna espiritual, sus almas tienen Vida eterna y tienen cuerpos angelicales. Si murieron físicamente están en el Paraíso, y los que estamos vivos, estamos aquí en la Tierra, pero tenemos Vida eterna en el Reino de Cristo. Nos falta solamente Vida eterna física, la cual vamos a recibir muy pronto, escuchando la Palabra creadora y restauradora del Evangelio de la Gracia y del Evangelio del Reino, que son las dos Lluvias de Enseñanza viniendo a la Iglesia y después al pueblo hebreo en este tiempo final. Por lo tanto, mantenemos nuestro oído y nuestro corazón atento a la Palabra creadora y restauradora de Dios. “**LA PALABRA RESTAURADORA.”** Esa es la Palabra que trae la restauración para la Iglesia y para el pueblo hebreo. Ya millones de seres humanos han sido restaurados a la Vida eterna bajo la predicación del Evangelio de la Gracia. Todos los que han recibido a Cristo como Salvador, han sido bautizados en agua en Su Nombre arrepentidos de sus pecados, y Cristo les ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego, han recibido el nuevo nacimiento, han nacido a una nueva vida: a la Vida eterna con Cristo en Su Reino eterno, y ya tienen Vida eterna, están dentro del Reino de Cristo. Si hay alguna persona aquí presente que ya recibió a Cristo, fue bautizado en agua en Su Nombre y Cristo le bautizó con Espíritu Santo y Fuego, ya entró al Reino de Dios, ya tiene Vida eterna. Si hay alguno que todavía no ha recibido a Cristo, pues no tiene Vida eterna, pero en esta ocasión puede obtener Vida eterna recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador. Y ustedes que están en otras naciones, también pueden obtener Vida eterna, pueden venir a los Pies de Cristo en esta noche, para que Cristo les reciba en Su Reino, les perdone y con Su Sangre les limpie de todo pecado, sean bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Los que están aquí presentes pueden venir a los Pies de Cristo, los que no lo habían hecho; y los que están en otras naciones que no habían recibido a Cristo como Salvador, pueden recibirlo en estos momentos, para que Cristo les reciba en Su Reino, les perdone y con Su Sangre les limpie de todo pecado. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo en estos momentos. Cristo tiene mucho pueblo en la Ciudad de Goiânia y en todo el Estado de Goiás y en toda la República del Brasil, y los está llamando en estos momentos, en este tiempo. También en toda la América Latina y el Caribe Dios tiene mucho pueblo, y los está llamando en este tiempo; y en Norteamérica, en el Canadá, en el África y demás naciones Dios tiene mucho pueblo, y los está llamando en este tiempo final. Si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón, Él te está llamando porque tu eres una oveja de Dios, que le ha sido dada a Cristo para que las busque y les dé Vida eterna. Jesucristo dijo en San Lucas, capítulo 19, verso 10: “*Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”* O sea, que vino a buscarme a mí y a salvarme a mí. ¿Y a quién más? A cada uno de ustedes también. Él vino por nosotros para salvarnos. Por lo tanto, si oyes hoy Su Voz, no endurezcas tu corazón, Él vino para buscarte y para darte Vida eterna. “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen,” y Él dice: “Y yo les doy Vida eterna.” Es Vida eterna lo que Jesucristo le da a las personas que escuchan Su Voz y lo reciben como su único y suficiente Salvador. Es para recibir la Vida eterna que recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador. Jesucristo dijo así en San Juan, capítulo 10, versos 14 al 30; y en San Juan, capítulo 14, verso 6, dijo: “*Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; y nadie viene al Padre, sino por mí.”* No hay otra forma para llegar a Dios: es a través de Jesucristo. En San Mateo, capítulo 10, versos 32 al 33 Jesús dijo: “*A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos.* *Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos.”* Si negamos a Cristo, Él nos negará delante de nuestro Padre Celestial; si lo confesamos públicamente a Cristo como nuestro Salvador, Él nos confesará delante de nuestro Padre Celestial. Por lo tanto, usted necesita escoger lo que usted desea que Jesucristo haga por usted delante del Padre Celestial. Si usted quiere que Él lo niegue a usted, pues no reciba a Cristo como Salvador; pero si usted quiere que Cristo lo confiese delante del Padre Celestial, para que el Padre Celestial le dé la salvación y Vida eterna, entonces confiese públicamente a Cristo aquí en la Tierra como su único y suficiente Salvador. Es la única forma en que usted puede obtener la salvación y Vida eterna. “El que oye mi Palabra y cree al que me envió, tiene Vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.” Eso está en San Juan, capítulo 5, verso 24. Por lo tanto, es muy importante escuchar la Palabra de Vida eterna y recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador, para obtener la salvación y Vida eterna y asegurar nuestro futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno. Pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo. Vamos a estar puestos en pie en estos momentos, y ya vamos a orar por todas las personas que han venido a los Pies de Cristo, aquí en Goiânia, Estado de Goiás, República del Brasil, y también los que han venido a los Pies de Cristo en diferentes naciones de la América Latina, del Caribe, Norteamérica, el Canadá, el África, y demás naciones. Si falta alguna persona por venir a los Pies de Cristo, puede venir; los que están en otras naciones también pueden venir los que faltan por venir; y los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo. Vamos a orar en estos momentos, vamos a cerrar nuestros ojos, a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, y vamos a orar. Repitan conmigo esta oración las personas que han venido a los Pies de Cristo en estos momentos, para entregar sus vidas a Cristo, para que Cristo les dé la salvación y Vida eterna. Repitan conmigo esta oración: ***Señor Jesucristo, he escuchado Tu Palabra, Tu Evangelio, y ha nacido Tu fe en mi alma, en mi corazón, creo en Ti de todo corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario, como el Sacrificio de la Expiación por mis pecados, creo en Tu Nombre, como el único Nombre bajo el Cielo, dado a los hombres, en que podemos ser salvos.*** ***Señor Jesucristo, reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, reconozco que Tú eres mi único y suficiente Salvador. Doy testimonio público de mi fe en Ti, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador.*** ***Señor Jesucristo, Te ruego perdones mis pecados y con Tu Sangre me limpies de todo pecado, y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento. Quiero nacer en Tu Reino eterno, quiero recibir la Vida eterna. En Tus Manos encomiendo mi alma, salva mi alma, Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Y con nuestras manos levantadas a Cristo al Cielo, decimos todos: **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.** Jesucristo ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes escucharon la predicación del Evangelio de Cristo y lo recibieron como vuestro único y suficiente Salvador. Él dijo: “*El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* Ustedes me dirán: “Yo creí de todo corazón y lo recibí como mi único y suficiente Salvador, Él dijo: ‘El que creyere,’ y ya he creído, y también dijo: ‘Y fuere bautizado.’ Me falta ser bautizado en agua en Su Nombre, quiero ser bautizado en agua en Su Nombre lo más pronto posible. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Es la pregunta de vuestra alma. Por cuanto ustedes han creído de todo corazón, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos. ***Y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.*** ***Y a vuestros familiares Cristo los traiga también a Sus Pies y les dé también la salvación y Vida eterna, para que estén con ustedes eternamente en el Reino de Jesucristo.*** Pregunto al ministro si hay agua: Hay agua, hay bautisterio. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también. ¿Hay ministros que les bautizarán? Hay ministros que les bautizarán también. Y personas que les ayudarán también para llegar a los vestidores de ropa, para colocarse las ropas bautismales; también hay ropas bautismales también. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en estos momentos ustedes que se encuentran aquí presentes, y los que se encuentran en diferentes naciones escuchando a través de internet y viendo esta actividad. Ustedes que han recibido a Cristo como Salvador en estos momentos en otras naciones, también pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego. Donde ustedes se encuentran hay bautisterios y ministros que les bautizarán también, y ropas bautismales también. Por lo tanto, bien pueden también ustedes que están en otras naciones, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo en estos momentos. Dejo en estos momentos al reverendo Salomón Cunha para continuar, e indicarles hacia dónde caminar para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y en cada país que está a través de internet o del satélite, lo dejo para que también les anuncie hacia dónde caminar las personas, para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Por lo tanto, dejo a los ministros de cada país y de cada auditorio y de cada lugar que está en esta transmisión en estos momentos; y al ministro aquí presente, el doctor, reverendo Salomón Cunha, lo dejo con ustedes en estos momentos. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes, dándoles testimonio de: **“LA PALABRA RESTAURADORA,”** que es la Palabra creadora de Dios. Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. “**LA PALABRA RESTAURADORA.”**