--- title: 'La Voz que todos debemos oir' date: 2002-01-13 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 02:26:06 public: true --- Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para esta ocasión esperamos grandes bendiciones de parte de Dios bajo el tema correspondiente a esta ocasión. Continuemos orando por nuestro hermano Oscar Cardona, y también tomemos una ofrenda de amor también para nuestro hermano Cardona, ya que tiene bastantes gastos en todo este proceso de la operación; y su recuperación ya lleva algunos meses, y estamos llamados a ayudarle en todo lo que podamos. Por lo tanto, los que de todo corazón desean ayudarlo económicamente en adición a sus oraciones, pueden hacerlo comunicándose con la oficina misionera o aquí también en un sobrecito colocando la cantidad que deseen, y luego se separará para él lo que ustedes ofrenden de todo corazón. También lo pueden hacer a través de la oficina misionera, de la casa misionera entregándole a nuestra hermana Aby, Abigail Martínez la ofrenda que deseen para nuestro hermano Oscar Cardona. Y que Dios bendiga a todos los que estarán colaborando en esta ofrenda de amor para nuestro hermano Oscar Cardona. También, en los demás países también lo pueden hacer de todo corazón, y pueden entregarla a nuestro hermano Bermúdez en alguna forma, ya sea cuando pase por allá o haciéndosela llegar a nuestro hermano Bermúdez o a la casa misionera. Para esta ocasión... continuamos orando por nuestro hermano Oscar Cardona, para que Dios lo restaure plenamente y lo tengamos nuevamente con nosotros. El es una persona que siempre ha estado trabajando en la Obra del Señor desde que está con nosotros en la Obra, y su anhelo siempre es trabajar en la Obra de Cristo. Para esta ocasión vamos a leer en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1 al 5, donde dice: “*Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.* *Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.* *Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.* *Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.* *Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema para esta ocasión es: **“LA VOZ QUE TODOS DEBEMOS OIR.”** Esta Voz que hemos escuchado en Apocalipsis, capítulo 4 diciéndonos: *“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Esta Voz como de Trompeta es la Voz de Cristo. Y ahora, esta es la misma Voz de Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, donde dice: “*Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,* *que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.* *Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi siete candeleros de oro,* *y en medio de los siete candeleros de oro, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.”* Es la Voz de Cristo en el Día del Señor, esa Voz como de Trompeta hablando, es Cristo hablando en el Día Postrero. Así como Dios habló en el Antiguo Testamento por medio del Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el Angel de Dios, ¿a través de quién habló? A través de los Profetas. Vean en Zacarías, capítulo 7, dice verso 11 al 12: “*Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír;* *y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros; vino, por tanto, gran enojo de parte de Jehová de los ejércitos.”* Ahora vean, Dios por Su Espíritu enviaba Sus palabras ¿a quién? Al pueblo hebreo, ¿a través de quién? De Sus Profetas. Dice: “*...para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros...”* Y en Hebreos, capítulo 1, verso 1 en adelante dice el Apóstol San Pablo: “*Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas* (¿cómo habló Dios? Por medio de los Profetas)*,* *en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo* (vean, el Heredero de todo es Jesucristo, y por medio de El Dios creó todas las cosas)*;* *el cual siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”* Y ahora, luego de Dios hablar por medio de Su Espíritu Santo a través de los Profetas en el Antiguo Testamento, habló por medio de Jesucristo nuestro Salvador en quien estuvo manifestado en toda Su plenitud; en los Profetas fue en una porción, en Jesucristo fue en toda Su plenitud. En Jesucristo estaba la plenitud de la divinidad manifestada corporalmente (o sea, en un cuerpo de carne). Vean, en Colosenses, capítulo 1, verso 12 en adelante, dice: “*Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;* *el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”* Hemos sido trasladados al Reino de Jesucristo, hemos sido sacados del reino de las tinieblas como Dios sacó al pueblo hebreo del reino e imperio del faraón allá en Egipto, los sacó de ese reino de las tinieblas y los llevó a la tierra prometida. Y ahora, Cristo ha hecho lo mismo libertándonos del reino de las tinieblas, del faraón, el diablo, y nos ha colocado Cristo en Su Reino: el Reino de Luz de Jesucristo nuestro Salvador. “*En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.”* Es por medio del Sacrificio de Cristo que nosotros hemos obtenido el perdón de nuestros pecados, y con Su Sangre El nos ha limpiado de todo pecado; El vino en carne humana para salvar lo que se había perdido. Solamente lo que se había perdido puede ser redimido, porque lo que se había perdido era lo que estaba con Dios y en Dios eternamente, y son los hijos e hijas de Dios. Y al aparecer en este planeta Tierra aparecen en medio de una raza caída, y por consiguiente aparecen aquí perdidos en un valle de sombra y de muerte. Y ahora, Cristo vino para salvar lo que se había perdido, por consiguiente Cristo es nuestro Redentor. Y toda esa Obra de Redención que Cristo ha llevado a cabo fue reflejada en el pueblo hebreo, en donde Dios obró y libertó al pueblo hebreo, porque el pueblo hebreo es el tipo y figura del Israel Celestial, o sea, de la Iglesia del Señor Jesucristo. El pueblo hebreo es la iglesia del Antiguo Testamento, y la Iglesia del Señor Jesucristo es la Iglesia de Dios del Nuevo Testamento compuesta por los hijos e hijas de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Por eso es que San Pablo dice que nuestra ciudadanía es celestial, ¿nuestra ciudadanía está dónde? En el Cielo, nuestra ciudadanía es de la Nueva Jerusalén; somos ciudadanos celestiales de la Nueva Jerusalén. Ahora, veamos lo que a continuación dice aquí, dice: “*El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,* *en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.* *El es la imagen del Dios invisible* (la imagen del Dios invisible, la forma visible de Dios es Jesucristo)*, el primogénito de toda creación.”* El primero de toda la Creación y también El es el Unigénito de Dios, y esas dos palabras: primogénito y unigénito no se pueden usar en una persona o aplicándola a una persona, excepto a Jesucristo. Vean en San Juan, capítulo 1 dice (verso 14): “*Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”* Como del Unigénito del Padre, el Verbo fue hecho carne: *“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”* Ahora les cité San Juan, capítulo 1, verso 14, y también les he citado San Juan, capítulo 1, verso 1: “*En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.* *Este era en el principio con Dios.* *Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.* *En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”* Y ahora, podemos ver quién es el Verbo que era con Dios y era Dios, es nada menos que el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical; y luego se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo, y ese es el Unigénito de Dios. Y ahora, veamos en San Juan, capítulo 1, verso 18, dice: “*A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”* Ahora, Juan dice que a Dios nadie le vio jamás, y no solamente Juan el Apóstol dice esto, sino que también el mismo Dios dice esto de Sí mismo cuando quería Moisés ver la gloria de Dios. En el Exodo, capítulo 33, verso 18 al 23, dice: “*El entonces dijo* (o sea, Moisés)*: Te ruego que me muestres tu gloria.* *Y le respondió* (Dios)*: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente.* *Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.* *Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña;* *y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.* *Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.”* Y ahora, vean porqué San Juan dice que nadie jamás ha visto a Dios. Dios dice: “Porque no me verá hombre y vivirá.” También, ahora encontramos que hay pasajes en la Biblia donde dice la Escritura que hay personas que han visto a Dios; por ejemplo de Moisés mismo Dios dice y la Escritura dice que hablaba Dios con él cara a cara. Y también en Génesis, capítulo 32, versos 24 en adelante (este es el caso de Jacob encontrándose con el Angel de Jehová), cuando Jacob tenía que ir para ver a Esaú, porque Jacob estaba de regreso a su tierra y también tenía que ver a su padre Isaac el cual todavía estaba vivo; pero su hermano como había dicho que lo iba a matar porque le había robado la Bendición de la Primogenitura Jacob estaba muy temeroso. Pero Dios lo había acompañado a Padan-aram, lo había prosperado y ahora le había dicho que regresara a su tierra; y regresaba rico y casado y con muchos hijos, pero venía con miedo, con temor a su hermano. Su hermano representa al anticristo porque Esaú vendió la Bendición de la Primogenitura, su derecho a la primogenitura lo vendió, menospreció la primogenitura y fue él una persona que luego no tuvo lugar para arrepentimiento, fue rechazado por Dios, fue reprobado por Dios. Y así también es el anticristo. Ahora, veamos el caso de Jacob, dice capítulo 32, verso 24 en adelante, dice: “*Así se quedó Jacob solo* (o sea, había enviado hacia adelante a su familia y todo su ganado y quedó solo Jacob esa noche, dice)*...* *Así se quedó Jacob solo; y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba.* *Y cuando el varón vio que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.* *Y dijo* (el Angel, vean lo que le dice, el Angel le dice)*...* *Y dijo: Déjame, porque raya el alba.”* O sea, ya estaba para amanecer, ya comenzaba a rayar el alba; por lo tanto comenzaba a esclarecer; aunque no se veía el sol, pero comenzaba a verse por el Este una claridad que indicaba que un nuevo día estaba por aparecer, iba a nacer un nuevo día y ya comenzaba a verse la luz por el Este. Y cuando comience a verse la Luz por el Este, por Israel por y en medio de los ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, estará rayando el alba del Reino Milenial. “*...y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él luchaba.* *Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.”* Y este caso de Jacob se va a repetir con Jacob (el pueblo hebreo), el cual va a encontrarse con el Angel de Jehová en Su manifestación final y se va a agarrar del Angel de Jehová en Su manifestación final; y el Angel de Jehová es Cristo nuestro Salvador. Dice el Rvdo. William Branham: “Y allí estarán Moisés y Elías: los Dos Olivos.” Y Jacob dice: “*Y dijo: Déjame, porque raya el alba. Y Jacob le respondió: No te dejaré, si no me bendices.* *Y el varón le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob.* *Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.* *Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y el varón respondió: ¿Por qué me preguntas por mi nombre? Y lo bendijo allí.* *Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.* *Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol...”* Y Peniel significa: el rostro de Dios; cuando vio a Dios cara a cara y recibió de Dios la bendición y recibió el cambio de nombre, y luego se fue el Angel y Jacob pasó de ese lugar, siguió caminando, le salió el sol, un nuevo día nació para Israel, para Jacob. Ahora, vean ustedes se llamaba Jacob y ahí recibió el cambio de nombre. Y para Israel luego del encuentro que tendrá con el Angel de Dios, el Angel de Jehová, le nacerá un Nuevo Día, le saldrá el Sol de un Nuevo Día dispensacional y el Sol de un Nuevo Día Milenial, le saldrá el Sol del glorioso Reino Milenial de Cristo; y Cristo es el Sol, el Sol de Justicia. Por lo tanto, vendrá para el pueblo hebreo luego de ese encuentro y luego de la gran tribulación por la cual pasará, luego vendrá, el Reino de Dios será establecido en la Tierra y el pueblo hebreo tendrá el tiempo más glorioso de todos los tiempos; tiempo que fue representado en el tiempo del rey David y del rey Salomón. Dios prometió al rey David que El le tendría lámpara, le daría lámpara para su Trono, o sea, le daría siempre un descendiente para sentarse en el Trono de David que es el Trono de Judá, el Trono que está o estaba establecido en la tribu de Judá allá en Jerusalén. Ahora, Dios ha prometido levantar, darle una lámpara a David para sentarse en el Trono en el Día Postrero; y el Trono es el Trono de David y Cristo es esa lámpara. Y ahora, encontramos que en ese Trono es que Cristo dice: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo me he sentado con mi Padre en su trono.” Por lo tanto, esa bendición del Trono de David desde donde se gobernará sobre el pueblo hebreo y sobre todas las naciones, estará ligada a la Iglesia del Señor Jesucristo. En la misma forma que el Padre hace con Jesús, Jesús hará con el Vencedor del Día Postrero. Y ahora, así como Isaí tenía ocho hijos y de entre todos ellos uno iba a ser ungido para ser el rey sobre Israel, y fue el último, el más pequeño, el más pequeño también, el último que nació, el cual fue David. Y ahora, de la casa de David que es restaurada, que es la Iglesia de Jesucristo, porque Cristo es el Hijo de David y es descendiente de David, y ha estado teniendo Cristo hijos en y por medio de Su Iglesia; por medio del bautismo del Espíritu Santo han estado naciendo hijos e hijas de Dios en la Iglesia de Jesucristo. Y ahora, de todos los Mensajeros que Cristo ha tenido, tenemos siete para las siete edades y luego viene el último para la Edad de la Piedra Angular, el más pequeño, el último, pero ése será el que se sentará con Cristo en Su Trono y al cual Cristo le dará autoridad sobre las naciones estando en la Tierra. Ninguno de los otros Mensajeros tuvo autoridad sobre las naciones mientras tuvo su ministerio aquí en la Tierra, porque ninguno de ellos fue adoptado físicamente, solamente recibieron la Adopción espiritual, que es la que recibe cada persona cuando recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, es bautizado en agua en Su Nombre, y recibe el Espíritu Santo y así recibe la Adopción espiritual, que es el bautismo del Espíritu Santo en donde recibe el cuerpo angelical, recibe el nuevo nacimiento y recibe el cuerpo angelical, y por consiguiente la persona ha nacido de nuevo, ha nacido en el Reino de Cristo, la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, encontramos que de todos los nacidos en Cristo, y Cristo es la Casa de Dios y es la Casa del Pan de Dios; todos los nacidos, de todos los nacidos en Cristo, el cual es nuestro Belén, habrá uno que se sentará con Cristo en Su Trono. Ahora, encontramos que esa es una bendición muy grande la cual también quisieron Jacobo y Juan, ellos quisieron sentarse uno a la derecha y el otro a la izquierda (uno a la diestra y el otro a la siniestra) de Cristo en Su Reino, y aun Salomé o Shalomé, la madre de Jacobo y Juan, la cual era hermana de la virgen María y la cual era según la carne tía de Jesús, vean, quería que Jesús le concediera esa petición y ese privilegio. Por lo tanto serían en el Reino de Cristo Jacobo y Juan los principales después de Jesús; pero Cristo dijo que eso no estaba de El darlo sino a aquellos a quienes está ya ordenado por Dios; por lo tanto eso corresponde a los Dos Olivos, a Moisés y a Elías; por lo tanto en quien esté el ministerio de Moisés y Elías corresponde esa posición en el Reino de Cristo. Ahora, será identificado ese Vencedor que tendrá esa bendición, porque será el instrumento de Cristo para el Día Postrero. Y así como Cristo apareció en la escena luego de los Mensajeros, de los Profetas del Antiguo Testamento, luego de Juan el Bautista, el cual fue su precursor, luego apareció Jesús en el cual estuvo la plenitud de Dios, la Divinidad estuvo manifestada corporalmente en toda Su plenitud. Por lo tanto, el velo de carne llamado Jesús viene a ser el cuerpo para toda la eternidad de Dios, fue adoptado y fue glorificado, y ascendió al Cielo y se sentó en el Trono de Dios. Ahora, así como Dios a través de Su Angel (el Angel de Jehová) obró en los diferentes Profetas, y luego el Angel de Jehová se vistió de carne humana y ese velo de carne es conocido por el nombre de Jesús; o sea, se creó un cuerpo físico de carne humana en el vientre de María. No podía el Angel de Jehová morar en toda Su plenitud en una persona nacida por medio de la unión de un hombre y de una mujer, ¿por qué? Porque venía ya contaminado con el pecado. Y por cuanto la Primera Venida de Cristo, la Venida del Angel de Jehová era para llevar a cabo la Obra de Redención, para lo cual El tenía que morir, y morir como el Sacrificio por el pecado, Dios no aceptaría ese Sacrificio si era a través de un cuerpo nacido por la unión de un hombre y de una mujer, tenía que ser por medio de un hombre nacido por creación divina, viniendo por creación divina pero nacido a través de una mujer, como dice Génesis, capítulo 3, verso 15, del cual dice que es la simiente de la mujer. Y ahora, en Isaías, capítulo 7, verso 14, dice: “He aquí el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo...” Vamos a leerlo directamente: “*Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”* Y ahora, a través del Profeta Isaías el Espíritu Santo da más información acerca de la simiente de la mujer, del hijo que nacerá a través de una mujer, y dice que será por medio de una mujer virgen. Y ahora, siendo que el Profeta Isaías es hebreo y estas profecías corresponden al pueblo hebreo, es por medio de una mujer virgen hebrea que ha de nacer el Mesías, y tiene que ser por medio de una descendiente del rey David, para que pueda ser un descendiente según la carne del rey David. Y ahora, en Jesucristo se cumplió todo lo requerido para ser proclamado Jesucristo como el Hijo de David que nacería en Belén de Judea. Y ahora, encontramos que al venir Cristo no por la unión de un hombre y una mujer sino por creación divina. Dios creó en el vientre de María, el Espíritu Santo creó en el vientre de María una célula de vida, una célula de sangre la cual, se multiplicó célula sobre célula, y así fue creado el cuerpo de Jesús, el cual nació en Belén de Judea luego del tiempo requerido en el vientre de María, que son unos nueve meses, pues eso es lo normal cuando no se llega a esas 38 ó 40 semanas —mas o menos— que son los días requeridos; ya está fuera de lo normal cuando es un niño de siete meses o de ocho meses o de seis meses, ya está fuera de lo normal. Por lo tanto el nacimiento de Jesucristo, vean ustedes, fue por medio de una virgen en el cual Dios, el Espíritu Santo había creado una célula de vida la cual se había multiplicado y había sido formado así el cuerpo de Jesús. Por lo tanto, el Ser que nacería a través de la virgen María sería un Ser Santo como estaba establecido. En San Lucas, San Lucas nos habla de este nacimiento y nos dice que Dios envió al Arcángel Gabriel, dice capítulo 1, verso 26 al 38, dice: “*Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,* *a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.* *Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.* *Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.* *Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.* *Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre* *Jesús*. *Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;* *y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.* *Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.* *Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.”* Y ahora, vean cómo el Arcángel Gabriel dice que será un ser santo el que nacerá y será llamado Hijo de Dios. Y ahora, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, tenía que venir en un cuerpo creado no por medio de la unión de un hombre y de una mujer, porque con ese cuerpo el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, el cual es Cristo y el cual también es el Sumo Sacerdote Melquisedec, llevaría a cabo el Sacrificio por el pecado; y para llevar a cabo el Sacrificio por el pecado tenía que ser a través de un cuerpo perfecto, de un hombre perfecto. Y por medio de ese Sacrificio sería quitado el pecado del ser humano; por eso Juan el Bautista cuando presentó a Jesús dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario quitó el pecado. Por lo tanto toda persona que nace, todo niño que nace, nace sin pecado; por eso la persona no tiene que arrepentirse del pecado de Adán y Eva, la persona cuando recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, la persona se ha arrepentido de sus propios pecados; y son los propios pecados de la persona los que Cristo quita con Su Sangre preciosa. Por lo tanto no tiene usted que arrepentirse de los pecados de Adán y Eva. Ahora, encontramos que luego que Cristo murió, resucitó y ascendió al Cielo victorioso, ascendió al Cielo en cuerpo glorificado, resucitó glorificado y por consiguiente resucitó para no volver a morir. Ya el cuerpo estando glorificado no tiene que volver a morir; y se sentó en el Trono de Dios. Ahora, Cristo de etapa en etapa, de edad en edad, ha estado en el Cielo haciendo intercesión por cada persona que tiene su nombre escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, por los cuales Cristo murió en la Cruz del Calvario, ya el Sacrificio fue efectuado, ya El nos salvó; y le corresponde a cada persona responder al llamado de Cristo. Cristo de etapa en etapa está buscando todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, los está buscando en diferentes naciones y en diferentes tiempos, para colocarlos ¿dónde? En Su Cuerpo Místico de creyentes, colocarlos en Su Reino, restaurarlos a la Vida eterna, restaurarlos a Dios, reconciliarlos con Dios. Ahora, Cristo a través de Su Mensaje (el Evangelio siendo predicado) llama y junta Sus hijos de etapa en etapa; y Cristo ha asignado Palabra para cada etapa de Su Iglesia. Y Su Palabra para cada etapa de Su Iglesia viene en la edad correspondiente y en el momento preciso de parte de Dios, y viene al Mensajero y el Mensajero capta esa revelación divina que Dios coloca en su corazón, en su alma, en su mente y en su boca; y luego ese Mensajero proclama esa Palabra, y esa es la Voz de Cristo para esa edad; ese Mensaje se extiende. Dios coloca al lado de ese Mensajero ministros, colaboradores maravillosos que reciben ese Mensaje y junto a ese Mensajero lo llevan por todos los lugares y llega hasta los oídos de todas las personas, y llega al corazón de todo escogido de Dios, de toda persona que tiene escrito su nombre en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; y el que es de Dios la Voz de Dios oye. Y esa es la Voz de Dios, la Voz de Cristo para cada edad: la Palabra correspondiente a cada edad, velada y revelada en el Mensajero de cada edad y proclamada por el Mensajero, la cual se extiende hasta llegar a todos los escogidos de esa edad; y esa es la Voz que todos deben oír en esa edad, porque esa es la Voz viva de Jesucristo, el Hijo de Dios, a través del Mensajero de cada edad. Esa es la Voz de Cristo llamando Sus ovejas y juntándolas en Su Redil. No es un sistema humano, sino que es el Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu Santo llamando y juntando Sus ovejas como El prometió en San Juan, capítulo 10, versos 14 al 16, donde dijo: “*Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,* *así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.* *También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz...”* Van a escuchar la Voz de Cristo, el Buen Pastor, para el tiempo donde estarán viviendo esas ovejas, en la edad que les toca vivir, cada oveja en su edad escuchará la Voz de Cristo, el Buen Pastor. “*...y habrá un rebaño, y un pastor.”* El Buen Pastor es Cristo y el Rebaño es la Iglesia del Señor Jesucristo, y las ovejas son las que oyen la Voz de Cristo en la edad que les toca vivir, reciben a Cristo como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en agua en Su Nombre, y reciben el Espíritu Santo y obtienen el nuevo nacimiento y obtienen el cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión, y así son colocados en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Ahora, han transcurrido las diferentes edades de la Iglesia donde la Voz de Cristo, el Buen Pastor, ha estado hablando a través del Mensajero de cada edad, la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo a través de carne humana, del Mensajero de cada edad, en el cual se ha velado y se ha revelado en la porción correspondiente a cada edad, y así ha sido vindicada, confirmada, vivificada, cumplida la Palabra prometida para cada edad. La Palabra que Dios asignó para cada edad así ha sido cumplida, y los que son de Dios escucharon la Voz de Dios, la Voz de Cristo, la Voz del Espíritu Santo a través del Mensajero de su edad. En San Juan, capítulo 11, verso 51 al 52, dice hablando acerca de Caifás, el sumo sacerdote que ordenó la muerte de Cristo (o sea, lo juzgó y lo condenó), dice verso, vamos a ver verso 47 en adelante del capítulo 11 de San Juan, dice: “*Entonces los principales sacerdotes y los fariseos reunieron el concilio...”* O sea, reunieron el concilio de la religión hebrea; el concilio de la religión hebrea estaba compuesto por setenta sabios en asuntos religiosos, y encabezaba ese concilio el sumo sacerdote, venía a ser el sumo sacerdote como el presidente del concilio de la religión hebrea. “*...reunieron el concilio, y dijeron: ¿Qué haremos? Porque este hombre hace muchas señales* (hablando acerca de Jesús)*.* *Si le dejamos así, todos creerán en él...”* Y eso es lo importante: que todas las personas crean en Jesucristo; pero siempre hay personas que no quieren que las otras personas crean en Jesucristo, dice: “*...Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación.* *Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año* (o sea, el sumo sacerdote)*...”* Recuerden que el sumo sacerdote era de los saduceos, y los saduceos ni creían en la resurrección ni creían en Angel, no creían que había Angel o Angeles, ni tampoco creían en la resurrección; y de los saduceos siempre era el sumo sacerdote (o sea, de ese grupo de los saduceos). “*Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada;* *ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.* *Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Jesús había de morir por la nación;* *y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos.”* Y ahora vean, la muerte de Cristo tuvo un propósito: congregar en uno a todos los hijos de Dios que estaban dispersos, y son congregados en uno: en Cristo en el Cuerpo Místico de Cristo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, porque la Iglesia del Señor Jesucristo es el Cuerpo Místico de Jesucristo. Al nacer de nuevo, nacemos en la Iglesia del Señor Jesucristo y nacemos en ese Reino de Jesucristo, y así somos congregados en Cristo, en uno, en Su Cuerpo Místico de creyentes. Y ahora, por cuanto ese es el propósito de Dios para la Primera Venida de Cristo, desde la muerte de Cristo, sepultura, resurrección y ascensión al Cielo, y la Venida del Espíritu Santo el Día de Pentecostés, ha estado Cristo en Espíritu Santo congregando en uno, en Su Cuerpo Místico de creyentes a todos los hijos e hijas de Dios, produciendo en esas personas el nuevo nacimiento; nacen en el Reino de Cristo, por lo tanto pertenecen al Israel Celestial, la ciudadanía de estas personas es celestial, del Cielo, son ciudadanos de la Nueva Jerusalén. Estas personas han escuchado la Voz del Cielo, la Voz de Cristo en la edad que les tocó vivir, a través del Mensajero que Dios les envió. Esa Voz, ese Mensaje se extiende por medio de los diferentes colaboradores que Dios coloca al lado de ese Mensajero, los cuales llevan el Mensaje por todos los lugares. Y para el tiempo final, pues estará en videos, estará también impreso en folletos y estará también en cintas magnetofónicas, lo cual facilitará la expansión del Mensaje final de Dios. Ahora, veamos lo que el Rvdo. William Branham dijo acerca de los Mensajeros que Dios envió en las diferentes edades y lo que Dios hizo a través de esos Mensajeros; en la página 265 del libro de *“Las Edades,”* en español (esta edición que fue la primera en español), dice: “*Y le daré la estrella de la mañana.* *Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, de la mañana. (Apocalipsis 22:16).’* *...hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mariana salga en vuestros corazones.”* Segunda de Pedro, capítulo 1, verso 19, la cita anterior fue Apocalipsis 22, verso 16, y la anterior a esa fue capítulo 2, verso 28 de Apocalipsis. Sigue diciendo: “*Según estos versículos, Jesús es la Estrella de la Mañana. El Espíritu está haciendo una promesa a los escogidos de las Edades del Oscurantismo en relación a Sí mismo, y luego a las edades por venir.* *Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el mensajero de cada edad. Ellos reciben de El la revelación de la Palabra para cada edad.”* **¿Cómo es que se recibe la revelación de la Palabra para cada edad?** El Mensajero la recibe, proclama ese Mensaje, y así es colocada la revelación de Dios para esa edad en medio de esa edad, en medio de la Iglesia de Jesucristo. “*Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo Jesús.”* Vean cómo es que son recogidos del mundo y son colocados en unión completa con Dios: por medio de la Palabra revelada, la revelación divina para cada edad, revelación que viene al Mensajero de cada edad. Esa revelación divina es la Palabra de Dios para esa edad, la Palabra viva, la Palabra de Vida eterna, son las Palabras de Cristo o la Palabra de Cristo, que es Palabra de Vida eterna para los escogidos en cada edad, y eso es Cristo mismo hablando en Espíritu Santo a través del Mensajero de cada edad. “*Estos mensajeros son llamados estrellas porque brillan con una Luz prestada o reflejada, la Luz del Hijo, Jesús. También son llamados estrellas porque son ‘portadores de luz’ en la noche. Así que en la oscuridad del pecado, ellos traen la Luz de Dios a Su pueblo!”* Y ahora, encontramos la forma en que Dios habló en cada edad, encontramos la forma en que la Voz de Dios, de Cristo, estuvo en medio de Su Iglesia hablando en cada edad: estuvo en el Mensajero de cada edad, él fue la Voz de Dios, la Voz de Cristo para la Iglesia del Señor Jesucristo en cada edad y por consiguiente también la Voz para el mundo entero, la Voz de Cristo para la Iglesia y para el mundo entero. Porque Cristo en Espíritu Santo por medio del Mensajero de cada edad, le habla a Su Iglesia y le habla también al mundo entero, le habla a las vírgenes prudentes, le habla a las vírgenes fatuas y le habla al mundo entero, porque es la Voz de Cristo hablándole en cada edad al ser humano. Y ahora, hemos pasado por las edades de la Iglesia durante estos dos mil años que han transcurrido aproximadamente del día en que Dios se tornó a los gentiles, y hemos pasado por las siete edades, la Iglesia ha pasado por las siete edades entre los gentiles. El se ha manifestado, Cristo en Espíritu Santo, por medio de cada Angel Mensajero, así como el Angel de Jehová, el Angel del Pacto en el Antiguo Testamento se manifestó por medio de cada Profeta del Antiguo Testamento, pero luego se manifestó en carne humana en toda Su plenitud en la persona de Jesús. Y ahora, Cristo en Espíritu Santo, el Angel del Pacto se ha manifestado por medio de los Apóstoles y por medio de los siete Angeles Mensajeros; y para el Día Postrero así como habló en edades pasadas, estará hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, por eso dice en Apocalipsis, capítulo 4, que fue la Escritura que leímos al principio, con esa Voz de Trompeta Cristo dice: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.” Y ahora, ¿cómo nos va a dar a conocer todas estas cosas que han de suceder en este tiempo final, luego de las siete edades de la Iglesia, si Cristo está en el Trono del Padre, está en el Cielo, en el Trono de Intercesión, haciendo intercesión con Su propia Sangre por cada persona que tiene escrito su nombre en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero, para que se complete Su Iglesia? ¿Cómo El lo va hacer en este tiempo final? Que lo diga el mismo Cristo, pues El es el que ha hecho la promesa, por lo tanto esa promesa tiene que ser vivificada, confirmada, cumplida, ¿y cómo va a ser confirmada? ¿Cómo va a ser cumplida? En Apocalipsis, capítulo 21 ó capítulo 22, vamos a ver capítulo 22, verso 16 al 17, dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Esa es la forma en que todas estas cosas que deben suceder pronto serán reveladas a la Iglesia de Jesucristo en este tiempo final. “*Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”* Por lo tanto la Voz de Cristo, que es la Voz que todos debemos escuchar, estará hablándole a Su Iglesia todas estas cosas que deben suceder pronto, ¿y cómo lo estará haciendo? Por medio de Su Angel enviado para dar testimonio de todas estas cosas. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* **¿Cómo es que va a dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto que El ha prometido dar a conocer a Su Iglesia?** Por medio de Su Angel Mensajero. Así como Cristo trajo la revelación divina para cada edad al Mensajero de cada edad y él la proclamó, y Cristo por medio de ese Mensajero se reflejó y habló, y esa fue la Voz que todos tenían que escuchar en cada edad: la Voz de Cristo a través del Mensajero de cada edad. Y con ese Mensaje fueron llamados y juntados los escogidos de cada edad, y colocados en el Cuerpo Místico de Cristo nuestro Salvador; o sea, colocados en la Iglesia del Señor Jesucristo en unión completa con Cristo. Y ahora, en esa misma forma es que obra Cristo al enviar Su Angel para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; El envía ese Angel Mensajero con un Mensaje sellado, y luego revela a ese Mensajero el Mensaje correspondiente a ese tiempo, ese Mensajero recibe esa revelación divina, la proclama y comienza Cristo a juntar Sus escogidos en una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular. Y así como hubo un territorio en cada edad donde surgió el Mensajero y donde surgió la revelación divina y donde comenzó ese movimiento de Dios para esa edad, donde comenzó ese avivamiento así también es para este tiempo final. Vean, entre los gentiles el primer territorio fue Asia Menor porque a ese territorio envió Dios a San Pablo, el cual fue el primer Angel Mensajero de la Iglesia de Jesucristo entre los gentiles. Y después el territorio para las otras cinco edades fue Europa, donde envió en diferentes territorios Sus cinco Angeles Mensajeros correspondientes a esas cinco etapas que siguieron a la primera edad. O sea, la segunda edad, tercera, cuarta, quinta y sexta edad corresponden a Europa, en donde Dios envió Sus cinco Angeles Mensajeros en diferentes territorios europeos, y donde juntó, donde llamó y juntó Sus escogidos, de ahí se extendió el Mensaje a otras naciones y a otros continentes. Luego la séptima edad de la Iglesia corresponde a Norteamérica, donde envió a Su séptimo Angel Mensajero, al cual vino la revelación correspondiente a la séptima edad, él la proclamó y se llevó a cabo la obra de la séptima edad. Y luego, de ahí el Espíritu Santo se mueve a la América Latina y el Caribe para la Edad de la Piedra Angular, donde surge el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular y es proclamado el Mensaje correspondiente a la Edad de la Piedra Angular, y Cristo comienza a llamar y juntar Sus escogidos de la Edad de la Piedra Angular. En la América Latina y el Caribe se origina ese llamado, ese recogimiento, y se extiende a otros continentes y a otras naciones también, se extiende a Norteamérica y se extiende a Europa, y se extiende a otras naciones también: a Africa (el continente africano) y se extiende también hasta la tierra de Israel, hasta allá llegará el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta correspondiente a este tiempo final; Mensaje con el cual son dadas a conocer todas las cosas que han suceder en este tiempo final. Por lo tanto ese Mensaje de la Gran Voz de Trompeta es el Mensaje del Evangelio del Reino, el Mensaje, la revelación divina de Jesucristo nuestro Salvador, siendo dada esa revelación divina al Angel de Jesucristo, Su Angel Mensajero, y él proclamando esa revelación divina, y así Cristo llamando y juntando Sus escogidos de este tiempo final; y ese Mensaje final de Gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo que todos debemos escuchar. ¿Vieron lo sencillo qué es todo? “LA VOZ QUE TODOS DEBEMOS ESCUCHAR.” Y ahora, la Voz que todos debemos escuchar así como estuvo en cada edad, la cual fue la Voz de Cristo a través del Mensajero de cada edad, vean, ha ido subiendo de edad en edad y ahora se encuentra ¿dónde? En la parte alta de la Iglesia de Jesucristo que es la Edad de la Piedra Angular, donde Cristo dice: “Sube acá...” Con esa Voz de Trompeta dice: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.” ¿Y cómo El lo hará? Dice: *“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* \[Nota - Apocalipsis 22:16\] A ese Angel viene la revelación divina para este tiempo final, y por medio de ese Angel es que los escogidos de Dios en este tiempo final estarán escuchando la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar. Y así es como la Palabra vindicada para el Día Postrero es escuchada en este tiempo final, la Palabra siendo hecha realidad, la Palabra prometida para nuestro tiempo; como fue vindicada la Palabra para la primera edad, para la segunda, para la tercera, cuarta, quinta, sexta y séptima edad. Cuando vino el Mensajero de cada edad ahí fue vindicada la Palabra correspondiente a cada edad, porque se hizo carne en el Mensajero, el Mensajero la proclamó y se cumplió el Programa de Dios para esa edad. Con la Palabra vindicada, confirmada, cumplida para cada edad, se lleva a cabo el Programa de Dios para cada edad; otra cosa no funciona. Para llevarse a cabo el Programa de Dios para cada edad tiene que ser vindicada la Palabra prometida para cada edad, tiene que hacerse carne en el Mensajero, él recibir esa revelación y él proclamar esa revelación que él ha recibido. Y ahora, en el tiempo final luego de las siete edades, ¿qué estaría esperando la Iglesia del Señor Jesucristo? Vean, el Rvdo. William Branham en el mensaje: *“El dios de esta perversa generación”* o “*El dios de esta edad perversa,”* página 39 al 40, y aquí tenemos el extracto en el libro de *“Citas.”* En el libro de *“Citas,”* página 156, párrafo 1396, dice: “*Pero en obediencia esta mujercita de fe, la que vive por fe, la Novia* (o sea, esta mujercita de fe es la Iglesia Novia del Señor Jesucristo)*, la persona que está aquí, allá o lejos en alguna otra parte, alguna otra iglesia, alguna otra denominación, sea lo que sea... y cree la Palabra de Dios, obediente, esperando en amor a que la promesa de la edad sea confirmada. Ella está vigilando por ello. Ella es parte de esa Palabra, y está vigilando para que su vida manifieste esa Palabra. Hermanos, ¿pueden ver eso? Espero que eso no les pasará por encima de Uds. El Cuerpo está esperando* (o sea, el Cuerpo Místico de Cristo está esperando)*, él, que es la Palabra, esperando para que la Vida, que es el Espíritu, confirme o lo haga vivo. Eso es lo que ella está esperando. Ninguna otra vida funcionará en ella.”* En la Iglesia Novia de Jesucristo no funcionará otra clase de vida, solamente la Palabra prometida para este tiempo final. Así como no funcionó otra clase de vida en ninguna edad pasada, sino la Palabra prometida para cada edad, la cual fue confirmada cuando Dios envió Su Mensajero de cada edad, lo ungió con Su Espíritu y le dio la revelación divina para esa edad, y él proclamó esa revelación, esa Palabra, y ahí se hizo realidad; la Palabra prometida para esa edad se hizo vida y produjo la edad, y produjo hijos e hijas de Dios en esa edad. Y la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo tiene que dar a luz los hijos del Día Postrero, los hijos de la Edad de la Piedra Angular, y tiene que ser por medio del cumplimiento, de la vivificación de la Palabra prometida para la Edad de la Piedra Angular. No puede ser por medio de la palabra correspondiente a la primera o segunda, o tercera, o cuarta, o quinta, o sexta o séptima edad, tiene que ser por la Palabra prometida para la Edad de la Piedra Angular, y esa es la Palabra prometida que la Iglesia estaría esperando en este tiempo final. Ninguna otra vida funcionará, pueden hacer lo que quieran hacer (la gente), pero ninguna otra cosa producirá el avivamiento prometido para este tiempo final, solamente la Palabra prometida para este tiempo final. Y ahora, página 120 del libro de *“Citas,”* también nos habla algo muy importante, y dice en el párrafo 1065, dice: “*El era la Luz vindicada de ese día...”* O sea, Cristo, Jesucristo era la Luz vindicada de ese día, Cristo era la Palabra prometida para ese día, la Palabra, el Verbo que se hizo carne; y en El se cumplió toda Palabra prometida para la Primera Venida de Cristo, incluyendo el Sacrificio que el Mesías llevaría a cabo para quitar el pecado del mundo. “*El era la Luz vindicada de ese día. ¿Ven? Pero hay más palabra de ser vindicada* (hay más Palabra para ser vindicada, para ser cumplida)*.”* La Palabra hecha carne en cada edad es la Luz de esa edad, porque es Cristo en esa edad manifestado a través del Mensajero de esa edad. “*El tiene que vindicar más palabra. Y cuando la última Palabra sea vindicada, entonces la muerte es sorbida con victoria y los muertos en Cristo se levantarán, y entrará el Milenio.”* Por eso a la Final Trompeta es que vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Por medio de esa Trompeta Final o Gran Voz de Trompeta, es que son dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final, porque esa Gran Voz de Trompeta que es el Mensaje del Evangelio del Reino, el cual gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, abre el misterio del Séptimo Sello, el misterio de la Segunda Venida de Cristo, y son llamados y juntados los escogidos de este tiempo final, y son colocados en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Vean cómo es que viene el despertamiento de este tiempo final: con la revelación del Séptimo Sello; y la revelación del Séptimo Sello es dada por la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar. Y la Voz de Cristo en Apocalipsis, capítulo 10, es la Voz del Angel Fuerte que desciende del Cielo envuelto en una nube con el Arco Iris alrededor de Su cabeza, y con Sus ojos como llama de fuego y con un Librito abierto en Su mano, coloca Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, y clama como cuando un león ruge y Siete Truenos emiten Sus voces. Esos Siete Truenos es la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar; así como Juan escuchó la Voz de Cristo, la Voz de esos Siete Truenos que es la Voz de Cristo nuestro Salvador. Dice el Rvdo. William Branham hablando de ese Angel Fuerte, dice en la página 57 del libro de *“Los Sellos:”* “*Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...’* *Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque aun en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los Judíos porque la iglesia ha llegado a su fin. Bien, ahora continuando:* ‘*...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.’* *¿Recuerden el ángel de Apocalipsis capítulo uno? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su iglesia.”* Ahora vean, Cristo, el Angel del Pacto, es el Mensajero a Israel, el Angel Fuerte que desciende del Cielo, pero El viene por Su Iglesia porque Su Iglesia está a punto de ser raptada; por lo tanto estará en medio de Su Iglesia primero y después en medio del pueblo hebreo. Y ahora, en la página 128 del libro de *“Los Sellos,”* dice el párrafo cuarto: “*Ahora, los siete Truenos de Apocalipsis permitirán que El muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación.”* **¿Qué es lo que mostrará a la Iglesia de Jesucristo cómo prepararse para obtener la fe de traslación, la fe de Rapto?** Los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, o sea, la Voz de Cristo clamando como cuando ruge un león y Siete Truenos emitiendo Sus voces. Y esa Voz de Cristo como Siete Truenos, es la Voz que todos debemos escuchar, esa es la Voz que le da a la Iglesia de Jesucristo el avivamiento del Día Postrero. Vean, en la página 212 del libro de *“Los Sellos,”* primer párrafo dice (a la mitad del primer párrafo dice): “*La Novia todavía no ha tenido un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos siete truenos misteriosos para despertarla.”* **¿Qué es lo que despierta a la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero?** Los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10. “*El los mandará. Lo ha prometido.”* Y ahora, en el libro de *“Citas,”* página 166, párrafo 1485 lo cual es un extracto del mensaje: *“El único lugar provisto de Dios para adorar,”* página 1 y 2, dice: “*Ahora, yo estaba poniéndome bastante viejo, y pensé: ‘Yo...’ ‘¿Habrá otro avivamiento? ¿Veré otro tiempo?”* O sea, habrá otro avivamiento como hubo en cada edad, cuando Dios envió un Mensajero en cada edad con un Mensaje. Para que haya un avivamiento Dios tiene que tener una edad, tener un Mensaje para una edad y tener un Mensajero al cual darle ese Mensaje para que proclame ese Mensaje, y tiene que tener un pueblo al cual enviar ese Mensajero y de en medio del cual levantar a ese Mensajero. Vean, vamos a leer aquí, luego continuamos, ese párrafo lo vamos a continuar; pero vamos a leer la página 26 del libro de *“Citas,”* párrafo 218 dice: “*Y así que, nosotros esta noche, queremos pensar en eso, y recordar que en medio de todo este clamor, Dios no puede enviar un avivamiento, HASTA QUE TENGA AL HOMBRE EN FORMA PARA RECIBIRLO... y antes que nosotros podamos tener este avivamiento, DIOS TIENE QUE LLAMAR AFUERA Y ENTRENAR AL HOMBRE. (DIOS ENTRENA AL HOMBRE) PARA LLEVAR SU MENSAJE!”* ¿Ven? Si no hay un Mensajero no puede haber un Mensaje, y si no hay un Mensaje no puede haber un avivamiento, y si no hay un avivamiento, un despertamiento para ese tiempo, no hay una edad tampoco. Ahora, se pregunta el Rvdo. William Branham: *“¿Habrá otro avivamiento? ¿Veré otro tiempo? Tan solo recuerden del Oeste vendrá un Jinete en un Caballo Blanco. Cabalgaremos esta senda otra vez. Eso es correcto, tan pronto como estemos listos. ¿Ven ustedes? Es una promesa.”* Y ahora, **¿qué será lo que traerá el avivamiento del Día Postrero?** El Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, el cual es Jesucristo nuestro Salvador, por lo tanto El tendrá un instrumento aquí en la Tierra para traer Su Mensaje final y producir el avivamiento del Día Postrero, el avivamiento para la Edad de la Piedra Angular y para la Dispensación del Reino, es un avivamiento dispensacional. Así que el Mensaje por consiguiente es también un Mensaje dispensacional, el Mensaje del Evangelio del Reino. Y ahora, hemos visto el misterio del avivamiento del Día Postrero, avivamiento del Séptimo Milenio de Adán hacia acá, que es también el Tercer Milenio de Cristo hacia acá. Ahora, siendo que el Tercer Milenio de Cristo hacia acá y el Séptimo Milenio de Adán hacia acá conforme al calendario gregoriano comenzó en el año 2001, cualquier persona puede pensar: “Pero entonces es desde el año 2001 el Mensaje y el avivamiento.” ¿Pero qué si usamos el Calendario profético de 360 días usado en la profecía de Daniel y también en el Apocalipsis, capítulo 11, verso 1 al 19? Entonces ya llevamos casi 30 años dentro del Séptimo Milenio y llevamos casi 30 años en el avivamiento del Día Postrero. Así que, podemos ver dónde nos encontramos en el avivamiento del Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular y la Dispensación del Reino que se está entrelazando con la Dispensación de la Gracia. Y ahora, siempre que hay un entrelace dispensacional, Dios envía un Angel Mensajero dispensacional con un Mensaje dispensacional, y siempre hay un pueblo, tanto en cada edad como en cada dispensación, con percepción profética, para poder escuchar la Voz de Cristo, la Voz de Dios hablándole y llamando Sus hijos en esa edad. “*El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas pasó de muerte a vida.”* \[Nota - San Juan 5:24\] Esa Palabra es la Voz de Cristo; y el que oye la Palabra de Cristo, la Voz de Cristo, ha pasado de muerte a vida, no vendrá a condenación, no tendrá que ser juzgado en el juicio final; ya el juicio fue echado sobre Jesucristo, por lo tanto ya hemos pasado de muerte a vida, y hemos sido trasladados del reino de las tinieblas al Reino de Jesucristo nuestro Salvador en el Segundo Exodo que es un Exodo espiritual. Y ahora, en el Tercer Exodo es que Cristo nos lleva a la tierra prometida del cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado y a la tierra prometida del glorioso Reino Milenial de Cristo. Ahora, podemos ver dónde nos encontramos en este tiempo final: nos encontramos en el tiempo más glorioso de todos los tiempos, en el tiempo en que la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final. Cristo hablándonos con Gran Voz de Trompeta en el Día Postrero, nos da a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto y nos enseña todo Su Programa. Y ahora, siendo que Juan el Apóstol recibió la revelación de Jesucristo a través del Angel de Jesucristo; el Angel de Jesucristo dice el Rvdo. William Branham que es un Profeta, es un espíritu de Profeta el cual le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis. Un espíritu de Profeta es un cuerpo angelical, un cuerpo parecido a nuestro cuerpo pero de la sexta dimensión; en esa clase de cuerpo estaba el Angel de Jesucristo cuando le dio a Juan la revelación del Apocalipsis; y ese Angel, vean ustedes, conocía todas las cosas que iban a suceder durante todo el tiempo de la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo. Durante toda la Dispensación de la Gracia estarían sucediendo cosas que este Angel conocía, porque le fueron reveladas por Jesucristo, y las dio a Juan el Apóstol en símbolos; y por eso ahí está en el Apocalipsis en símbolos todas las cosas que sucederían durante las diferentes edades de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y las cosas que sucederían después de las siete edades también las conocía el Angel y se las dio a Juan en forma simbólica, por lo tanto ese Angel tiene acceso a todo ese conocimiento de todas las cosas que han de suceder, y fueron dadas por el Angel a Juan en forma simbólica. Ese Angel de Jesucristo está prometido para ser enviado a la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero en carne humana, el cual nos estará dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; y estará tomando estos símbolos del libro del Apocalipsis y también de los evangelios y de las cartas apostólicas y del Antiguo Testamento, y estará mostrándonos las cosas que deben suceder en este tiempo, cosas que no fueron comprendidas por los creyentes del Antiguo Testamento y tampoco fueron comprendidas por los creyentes del Nuevo Testamento, pero que están prometidas para ser reveladas en este tiempo final: las cosas que han de suceder después de las que ya han sucedido en edades pasadas. Y ahora, bajo el Séptimo Sello están todas las cosas que deben suceder y que deben ser reveladas; bajo el Séptimo Sello está el Sexto Sello y está también el Quinto Sello (la parte que falta del Quinto Sello) y el Cuarto Sello. Por lo tanto las cosas contenidas ahí están selladas, aunque Mensajeros como los Apóstoles, como Jesús, los Apóstoles y los Angeles Mensajeros hablaron de ellas, pero el misterio no lo abrieron plenamente, quedó siempre escondido el misterio. Por ejemplo del Sexto Sello, el Rvdo. William Branham habló diciendo que eran Moisés y Elías, pero no pudo decir que Moisés y Elías eran tal persona; como también Jesús en Su ministerio terrenal habló de que Elías vendría, también Malaquías, pero no dijeron cómo se llamaría Elías en su tercera manifestación, en su cuarta manifestación y en su quinta manifestación. Ahora, ¿saben ustedes una cosa? Hubo uno que dijo cómo se llamaría Elías en su tercera manifestación, ¿saben quién fue? El Arcángel Gabriel, y también fue el que dio a conocer cómo se llamaría Emanuel (Dios con nosotros): Se llamaría Jesús; porque ese Angel tiene acceso al Libro de la Verdad, eso fue lo que le dijo al Profeta Daniel: “Yo te mostraré lo que está escrito en el Libro de la Verdad.” Ahora, encontramos que de etapa en etapa Jesucristo ha estado dándonos más y más luz acerca de las cosas que corresponden a este tiempo final; pero las cosas que corresponden a este tiempo final bajo el Séptimo Sello, bajo el Sexto Sello, bajo el Cuarto Sello y bajo la parte final del Quinto Sello, solamente pueden ser abiertas completamente a la Iglesia de Jesucristo y después al pueblo hebreo por medio de la Voz de Cristo en el Día Postrero a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. No hay otra forma establecida en la Escritura. “*Sube acá, y yo te mostraré las cosas que deben suceder después de estas.”* Apocalipsis, capítulo 4, verso 1. Y luego en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* Es por medio del Angel de Jesucristo que son dadas a conocer todas estas cosas que han de suceder pronto; y esa es la Voz de Cristo en medio de Su Iglesia, y es la Voz de Cristo en medio de este mundo, en medio de la raza humana; y esa es la Voz que todos debemos escuchar: la Voz de Cristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y esta es la misma Voz que fue escuchada en el Monte Sinaí dándole a Moisés y por consiguiente al pueblo hebreo la Ley, fue la Voz de Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová allí en el Monte Sinaí, y fue la misma Voz que Dios prometió que nos dará a conocer todas estas cosas en este tiempo final. Y así como estuvo en el Monte Sinaí, vean ustedes la Voz de Dios estuvo también en el Monte de la Transfiguración diciendo a los Apóstoles: “Este es mi Hijo amado en quien tengo complacencia,” hablando acerca de Jesús, y mostrando allí lo que sería la Segunda Venida de Cristo, la Venida del Rey. Ahora, esta misma Voz es la Voz de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final que nos dice en el Día Postrero: “Yo soy el Alfa y Omega, el primero y el último.” Es la Voz de Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, que dice: “*Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,* *que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”* **¿Y quién es el Alfa y Omega? ¿Quién es el primero y el último?** Pues nuestro amado Señor Jesucristo. Es la Voz de Cristo en el Día Postrero, en el Monte de Dios, el Monte de Sion, la Jerusalén Celestial, la Iglesia del Señor Jesucristo, en la parte alta del Monte de Sion, la parte alta de la Iglesia de Jesucristo, que es la Edad de la Piedra Angular, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, esa es la Voz de Jesucristo nuestro Salvador, la Voz que todos debemos escuchar. Esa es la misma Voz que estremecerá no solamente la Tierra sino aun los Cielos: la Voz de Cristo, esa es la Voz de la cual habla San Pablo en Hebreos, capítulo 12, versos 20 en adelante... 18 en adelante, donde dice: “*Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar* (o sea, no os habéis acercado al Monte Sinaí)*, y que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad* (mire cómo estaba el Monte Sinaí cuando Dios estaba allí hablando con Moisés)*,* *al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba...”* ¿Ven? Ahí estaba la Voz de Dios, la Voz de Cristo, el Angel del Pacto, Dios hablando por medio del Angel de Jehová que es Cristo, por eso la Ley fue dada ¿por qué? Por comisión ¿de qué? De Angeles; el Angel de Jehová dio la Ley al pueblo hebreo, y el Angel de Jehová es Jesucristo en Su cuerpo angelical. “*...al sonido de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron rogaron que no se les hablase más,* *porque no podían soportar lo que se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada con dardo;* *y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y temblando;* *sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,* *a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos...”* **¿Quiénes son los Primogénitos inscritos en los Cielos?** Nosotros los que hemos recibido a Cristo como su Salvador, hemos lavado nuestros pecados en Su Sangre, hemos sido bautizados en Su Nombre y hemos recibido Su Espíritu Santo, y hemos obtenido el nuevo nacimiento y hemos obtenido el cuerpo angelical, cuerpo teofánico; esa es la congregación de los Primogénitos de Dios escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, esa es la Iglesia del Señor Jesucristo. “*...a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos* (los espíritus de los justos hechos perfectos es el cuerpo angelical, cuerpo teofánico, y esa es la imagen de Dios que le es impartida al creyente en Cristo)*,* *a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.* *Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.* *La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.* *Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.* *Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;* *porque nuestro Dios es fuego consumidor.”* Y ahora, hemos visto aquí que esta misma Voz que habló en el Monte Sinaí, una vez más estará hablando en este tiempo final y estremecerá no solamente la Tierra sino los Cielos también. Ahora, hay un estremecimiento espiritual de bendición para la Iglesia de Jesucristo: es el avivamiento, el estremecimiento de este tiempo final por medio de los Siete a Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, que es la Voz de Cristo, el Angel Fuerte que desciende del Cielo, el cual clama como león y Siete Truenos emiten sus voces. Y habrá un estremecimiento físico también del planeta Tierra y de los Cielos también, de lo cual habló el Rvdo. William Branham en el mensaje de *“Las Siete Edades de la Iglesia,”* donde nos dice en la página 361 y 362 del libro de *“Las Edades,”* en español, de esta edición, primera edición, dice: “*¿Qué es lo que queda? NADA, con la excepción de Hebreos 12:26:* *La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo.* *Una vez más Dios sacudirá la tierra y esta vez caerá todo lo que puede ser derrumbado* (o sea, que edificios, grandes ciudades, todo eso va a caer)*. Entonces El la renovará* (durante la gran tribulación los juicios divinos caerán sobre la raza humana y la Tierra será renovada)*...* *En Marzo de 1964, aquel terremoto en Alaska (el Viernes Santo)...”* ¿Ven?, ¿recuerdan de un viernes santo que hubo un terremoto en el 1964? Ese terremoto es tipo y figura del terremoto grande que vendrá y de todo ese estremecimiento que vendrá sobre el planeta Tierra y en los Cielos también. “*...En Marzo de 1964, aquel terremoto en Alaska (el Viernes Santo) conmovió al mundo entero* (o sea, lo estremeció)*, aunque no lo desequilibró. Dios solamente estaba avisando con un temblor mundial lo que muy pronto hará en una escala mucho mayor. El castigará a este mundo maldito por el pecado, con truenos y temblores. Hermano y hermana, hay un solo lugar que puede soportar tales sacudidas, y ese lugar es en el redil del Señor Jesús.”* No hay otro lugar donde las personas puedan esconderse, solamente en la Casa de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo que es el Redil de nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora, hemos visto que aquel terremoto fue tipo y figura del terremoto que vendrá y el estremecimiento mundial que tendrá este planeta Tierra, aquel terremoto no sacó de equilibrio la Tierra; pero este que vendrá sí la va a sacar. Y ahora, en la página 43 del libro de \**“Las Edades,”* párrafo final, dice: “*LA VOZ COMO DE TROMPETA* *...y oí detrás de mí una gran voz de trompeta... (Apocalipsis 1:10.)* *Juan estaba en el Espíritu, y estando así, él vio el grande y maravilloso Día del Señor Jesús y todo Su santo poder. El futuro estaba a punto de desenvolverse porque Dios le iba a enseñar* (porque Dios se lo iba a enseñar)*. Juan no dijo que era trompeta* (o Juan no dijo que era una trompeta, ‘era una Voz como de trompeta,’ es lo que Juan dijo)*... Juan no dijo que era trompeta. Fue como una trompeta. Ahora, cuando una trompeta suena, tiene algo de urgencia en su sonido. Era como el heraldo, el Mensajero del rey, viniendo al pueblo. El suena una trompeta. Es una llamada urgente. La gente se junta a escuchar (Israel siempre fue juntado por medio del sonido de la trompeta). Algo importante está a la mano. Escúchelo. Así que esta voz tenía la urgencia como de trompeta. Era clara y fuerte, alarmante y despertadora. ¡Oh! que nosotros oigamos la voz de Dios como de trompeta en este día, porque es la ‘Trompeta del Evangelio’ sonando la ‘Palabra de Profecía’ para anunciarnos y prepararnos para lo que viene sobre la tierra.”* Y ahora, esta Gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo hablándonos en este tiempo final y anunciando las cosas que han de suceder, y preparándonos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, para evitar todas estas cosas, estos juicios que han de venir sobre la raza humana. Y ahora, es en el Angel del Señor Jesucristo que estará esta Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; y esta es la Voz de Cristo, la Trompeta Final, la Gran Voz de Trompeta revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto. Esa es la Voz que todos debemos oír, esa es la Voz que nos da la fe, la revelación para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Así como es la misma Voz que nos llamó, nos recogió en el Cuerpo Místico de Cristo en la Edad de la Piedra Angular, así como en cada edad llamó y juntó los escogidos de Dios en el Cuerpo Místico de Cristo, en la edad correspondiente a cada tiempo; y esa Voz estuvo en edades pasadas en el Mensajero de cada edad, fue la Voz de Cristo en Espíritu Santo en el Mensajero de cada edad. La Voz de Cristo en Espíritu Santo en el Día Postrero tiene que estar en el Mensajero del Día Postrero, del Séptimo Milenio, de la Edad de la Piedra Angular y Dispensación del Reino; y siendo que es la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia y dándole a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, todos debemos escuchar esa Voz. El pondrá Su Palabra, Cristo pondrá Su Palabra en la boca de ese Angel, de ese Profeta, para que todos escuchemos la Voz de Cristo por medio de carne humana a través de Su Angel Mensajero. Y esa Voz es la Gran Voz de Trompeta o Trompeta Final, esa Voz es la Espada del Rey, la Espada que sale de la boca de Cristo, esa es la Espada que ha tenido cada Mensajero en cada edad, esa es la Espada del Rey que tuvo el Rvdo. William Branham y esa es la Espada del Rey que él dice que quería pasar a otra persona, la Espada del Rey, la Palabra del rey, la Palabra de Cristo, el Rey de reyes y Señor de señores. Vean en la página 477 dice (el último párrafo): \[Nota - Libro de *“Los Sellos.”*\] “*Dije: ‘Señor, tiene que haber una manera correcta.’ Algo me habló y dijo: ‘Es la Palabra.”* Y ahora, cuando él estuvo en la montaña orando le cayó en la mano una espada, y cuando esa espada le cayó en la mano le fue dicho que era la espada del Rey, dice, página 470 dice... del libro de *“Los Sellos,”* segundo párrafo... tercer párrafo, dice: “*Tenía las manos así alzadas, y de repente algo me cayó en la mano. Ahora, yo no sé, no puedo decir. ¿Sería que estaba dormido? Yo no sé. ¿Estaba como fuera de mí? Yo no sé. ¿Fue una visión? No les puedo decir. Lo único que puedo decir es que fue igual a como cuando llegaron esos Angeles...”* Como cuando llegaron los Angeles en febrero 28 de 1963, y lo arrebataron y lo llevaron junto con ellos a la nube, a esa nube, en esa misma forma, y eso fue en espíritu, en cuerpo teofánico que él fue arrebatado con esos Angeles; uno de ellos, el Angel que era diferente a los demás fue el que lo arrebató. “*Entonces esto cayó en mis manos y alcé la vista para ver, y era una espada. Tenía el puño de marfil, muy bello y la guarnición era de oro puro; y la espada misma era como de cromo, como plata, pero muy brillante y tenía un filo tan tremendo* (bien tremendo, o sea, tan tremendo)*. Y pensé: ‘Eso es muy hermoso.’ Y me cabía perfectamente en la mano. Entonces me di cuenta y dije: ‘Pero yo siempre he tenido un temor de estas cosas.’ - Una espada. Pensé: ‘¿Qué haré con esto?’* *En ese momento una Voz tronó por todo el cañón e hizo rodar las piedras, y dijo: ‘ESTA ES LA ESPADA DEL REY.’ Entonces volví en mí* (¿ven? Si volvía en sí, estaba fuera de sí,)*. Ahora, si hubiera dicho: ‘La espada de un rey,’ entonces sería otra cosa. Pero dijo: ‘La espada del Rey.’ Hay un solo Rey; ese es Dios. El tiene una sola Espada. ¡Su Palabra, por la cual yo vivo! ¡Que Dios me ayude a traer Su santa vestidura y con Su Palabra abierta aquí, ES LA PALABRA !AMEN.”* Y ahora, la espada del Rey es la Palabra, la Palabra que sale de su boca. Vean, en Hebreos, capítulo 4, verso 12 en adelante, dice: “*Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.* *Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”* Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 1, verso 16, dice, hablando del Hijo del Hombre, vamos a ver verso 3 en adelante, dice: “*Y en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro.* *Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;* *y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno; y su voz como estruendo de muchas aguas.* *Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza.”* Y ahora, vean ustedes, de la boca del Hijo del Hombre sale una espada, una espada aguda de dos filos, es la Palabra. En Apocalipsis, capítulo 19, verso 12 en adelante, dice: “*Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.* *Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.* *Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es:* *El Verbo de Dios.* *Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.* *De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.* *Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:* *Rey de reyes y Señor de señores*.” La Espada que sale de su boca es la Espada del Rey, la Palabra del Rey, la Palabra del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19. Y ahora, **¿cómo vamos a ver la espada del Rey, la Palabra que sale de Su boca?** Página 256 del libro de *“Los Sellos,”* dice el Rvdo. William Branham: “*Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre.—”* Así es como veremos la Palabra que sale de Su boca, la espada que sale de Su boca, la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar. Y ahora, pasamos a la página 479 del libro de *“Los Sellos,”* donde dice el Rvdo. William Branham, en el último párrafo, orando dice: “*Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero, honesto y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje hasta donde me es ordenado llevarlo. Luego, cuando me llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río y me lleguen las olas, oh Dios, concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y que lleve la verdad.”* Y ahora, de etapa en etapa, de edad en edad, la Palabra de Cristo, la Voz de Cristo que todos deben escuchar, ha estado en cada edad en la Iglesia de Jesucristo en el Mensajero de cada edad, de un Mensajero pasó al otro Mensajero, de ese Mensajero pasó al otro Mensajero y llegó hasta el séptimo Angel Mensajero la Palabra de Dios, la Palabra de Cristo, la espada que sale de su boca, la espada del Rey. Y ahora, del séptimo Angel Mensajero tiene que pasar a otro, el cual conforme a las profecías tiene que ser el que tenga el ministerio de los Dos Olivos, de Moisés, de Elías y de Jesús, esos tres ministerios estarán siendo manifestados en aquél que recibe la Espada en este tiempo final, recibe la Espada, la Palabra de Dios para este tiempo final. Ese es el que en este tiempo final viene con la Espada del Rey, la Voz de Cristo, la cual todos debemos escuchar. Y así serán llamados y juntados en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, los escogidos del Día Postrero, porque estarán escuchando la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar. Pero tiene que venir por medio de un Mensajero, y ese es un Mensajero dispensacional, y ese es el Angel del Señor Jesucristo: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Ese es el que viene con la revelación de Jesucristo para este tiempo final, y por medio de él todos los hijos e hijas de Dios estarán escuchando la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar. Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA VOZ QUE TODOS DEBEMOS ESCUCHAR.” Y luego de escucharla la Iglesia de Jesucristo en la edad correspondiente a este tiempo que es la Edad de la Piedra Angular, luego la escuchará el pueblo hebreo. Y ahora, **¿dónde están los que en este tiempo final estarían escuchando la Voz de Cristo, la Voz que todos debemos escuchar?** Pues aquí estamos escuchando la Voz que todos debemos escuchar, la Voz de Cristo dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Ese es el Angel que viene con la Voz de Cristo, la voz que todos debemos escuchar. En la próxima actividad continuaremos, tendremos la continuación de este tema, quizás le pondremos algo más a este tema o pondremos otro tema, para continuar viendo todas las bendiciones que estarán siendo habladas por “LA VOZ QUE TODOS DEBEMOS ESCUCHAR.” Y por consiguiente todas esas palabras que serán habladas y recibidas y creídas por nosotros en nuestra alma, se materializarán en ustedes y en mí. Por esa Palabra, por esa Voz que todos debemos escuchar viene la fe de rapto, la revelación para ser transformados y raptados, de lo cual hablaremos con más detalles en la próxima actividad. ***Que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí, y nos llene cada día más y más del conocimiento de todo Su Programa, nos abra cada día más y más las Escrituras correspondientes a nuestro tiempo y nos abra también el entendimiento en nuestra alma, nuestro espíritu y todo nuestro ser, y nos prepare; y pronto se complete el número de los escogidos en la Iglesia de Jesucristo, y pronto Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad, reclame, haga Su Obra de Reclamo, reclame todo lo que El ha redimido con Su Sangre, resucite a los muertos en Cristo y a nosotros nos transforme, y se manifieste en toda Su plenitud y luego nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo.*** ***Y, Señor Jesucristo, fortalécenos en este tiempo final, danos salud, fuerzas Señor. Y, Señor, sana los cuerpos de todos nuestros hermanos que estén enfermos, y fortalécenos Señor; queremos Señor estar viviendo en el cuerpo cuando Tú termines Tu Obra de intercesión y resucites a los muertos en Cristo para nosotros ser transformados.*** ***Señor, quisiéramos estar contigo, partir; pero preferimos permanecer en este cuerpo hasta ser transformados.*** ***Por lo tanto Señor, sana Señor nuestras dolencias, coloca Señor fe, Tu fe en cada hijo Tuyo, fe para recibir sanidad, de modo que cada hijo Tuyo crea con toda su alma Tu promesa, y reciba la sanidad de su cuerpo y permanezca hasta la transformación.*** ***Mira a nuestro hermano Cardona también Señor, extiende Tu mano sobre él, Tu mano de bendición, Tu mano de salud y restáuralo Señor físicamente, y Señor tráelo para estar nuevamente con nosotros trabajando en Tu Obra en este tiempo final; bendice también a su esposa y fortalécela, y también a su mamá (su madre) y a todos sus familiares, sus hermanos también, y fortalécelos y bendícelos grandemente Señor.*** ***Bendice también a nuestro hermano Bermúdez donde quiera que se encuentre, fortalécelo y dale Señor salud espiritual y salud física, y úsalo grandemente en Tu Obra en este tiempo final, y bendice a toda su familia y todos los hermanos que colaboran con él en Venezuela y en todos los demás países, y también los que colaboran aquí con él, Señor, a todos nosotros.*** ***Y bendícenos a todos Señor aquí en Puerto Rico, a toda la congregación aquí y a mí también, y úsanos grandemente en Tu Obra Señor, y bendice a todos los ministros Tuyos en la redondez de la Tierra y a todos los hermanos también.*** ***Y Señor, úsanos grandemente en este año, y Señor quisiéramos que se complete este año el grupo de Tus escogidos en Tu Cuerpo Místico de creyentes; por lo tanto ayúdanos y úsanos para que la labor sea más extensa y llegue hasta el último de los escogidos de Dios.*** ***En Tus manos está mi petición. En el Nombre del Señor Jesucristo te lo ruego Padre Celestial. Amén y amén.*** Muchas gracias por vuestra amable atención amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través de Internet y otros medios de comunicación; será hasta la próxima actividad dentro de una hora u hora y media. ¿Qué hora tenemos? Dos menos cinco. Así que de 3:00 a 3:30 (tres y media) ya estaremos nuevamente para la próxima actividad, para recibir todo lo que Cristo tenga para nosotros. Recuerden que toda bendición viene por Palabra hablada, y cuando usted la recibe y la cree con toda su alma se materializa luego en usted, porque toda la Obra de Cristo es por Su Palabra creadora siendo hablada. Así que, toda bendición la esperamos primero en Palabra hablada y luego se tiene que materializar. Cualquier persona puede pensar: “Pero yo he sido bendecido grandemente en este año pasado y estoy siendo bendecido este año, y yo no oí que dijeran: ‘Que Dios te dé un carro nuevo, o te dé una casa nueva, o te dé tal cosa.” Pues sí que la escuchó. Pero puede la persona decir: “No, nunca escuché eso.” Cuando usted escuchó: Que el Señor Jesucristo les bendiga grandemente espiritualmente y materialmente, ahí está todo condensado. En algunas ocasiones se especifica para algunas personas, pero cuando usted escucha esa Palabra, y dice Amén, pues tiene entonces que materializarse en usted bendiciones espirituales y materiales también. Bueno, ***QUE JESUCRISTO, NUESTRO SALVADOR, LES BENDIGA A USTEDES Y A MÍ ESPIRITUALMENTE Y MATERIALMENTE. EN EL NOMBRE ETERNO DEL SEÑOR JESUCRISTO. AMEN Y AMEN.*** ¿Ven? Y ahora, ¿qué esperamos? Pues grandes bendiciones espirituales y materiales también. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, y nos veremos en la próxima actividad Dios mediante, en donde esperamos grandes bendiciones espirituales. Con nosotros nuevamente nuestro hermano y amigo Félix Caro, para continuar y finalizar ya en esta ocasión. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. “**LA VOZ QUE TODOS DEBEMOS OIR.”**