--- title: 'La Adopción del Ungido' date: 2009-06-20 activity: 1 place: city: São Paulo state: São Paulo country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: rm: true translations: files: --- Muy buenas tardes, compañeros en el ministerio, en el Cuerpo Místico de Cristo; es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. No sé cuántos de ustedes estuvieron atentos a internet en las actividades de AMISRAEL allá en Jerusalén, quisiera saber cuántos estuvieron viendo todo lo que pasó… hay algunos que no tienen las facilidades quizás. Una vez yo les había dicho en una reunión que aprendieran acerca de computadoras, de internet porque lo íbamos a necesitar, y ahora se está necesitando, y yo mismo no sé tampoco bregar mucho con esas cosas, y Miguel está más adelantado que yo, pero tampoco sabe tanto. Por eso es importante cuando se da a conocer algo, avanzar, aprender las cosas, porque después cuando comienza a necesitarse, ya se necesita saber bastante, porque estará viniendo mucha información y muchas cosas buenas a través de ese canal, de esa vía que usted llega a conocer. Pero para los que tienen el mismo problema que yo tengo, vamos a pedirle a Benjie nos pase algo de lo que sucedió, un resumen corto de lo que sucedió en Jerusalén en estos días. Después se va a preparar algo más completo, pero ahora tenemos algo corto, ya lo tenemos: “Conferencia Internacional Jerusalén 2009”. Ya por lo que estuvieron viendo, observaron el éxito que hubo en estas actividades que fueron llevadas a cabo en la “Conferencia Internacional Jerusalén 2009: Thogeter”, o sea: “Juntos”. Fue coronada por la visita del gran rabino de Israel, y el pedido del gran rabino para que trabajemos juntos con el gran rabino y el rabinato de Israel en todas las actividades que programemos en mutuo acuerdo. Quince… diez a veinte años atrás nadie se podía imaginar que íbamos a llegar a tener unas actividades así, pero hemos llegado. En el 77 Miguel estuvo en Jerusalén, también el reverendo Adalberto Pérez y también yo estuve allá en Jerusalén, y allá se sembró una semilla, y se ha estado trabajando con personas que de todo corazón han estado haciendo su parte. Ustedes tuvieron parte en esa actividad y en actividades anteriores que allá se han llevado a cabo; y espero que también para la próxima actividad del próximo año, próxima conferencia, también todos tengan parte. Es posible que tengamos otras actividades el año que viene, en adición a la conferencia 2010, que siempre esa conferencia se lleva a cabo en el mes de junio, y concluimos nuestra estadía allá con fiesta: la fiesta de aniversario de AMISRAEL y también de mi cumpleaños. También escuchamos al reverendo José Benjamín Pérez en lo avanzado que está todo allá en Puerto Rico, y nos mostró aquí el material del cual está siendo construida La Gran Carpa Catedral. Así que, estamos viendo por el lado de la Carpa en Puerto Rico y todos los ministros y congregaciones que están respaldando ese proyecto, lo avanzado que está, y también estamos viendo las labores de AMISRAEL que están bien, pero que bien avanzadas; y que no se hablan algunas cosas para que no sea interrumpido todo el trabajo que se está llevando a cabo. Pero ya con lo que ustedes vieron, ya tienen una idea de lo avanzado que está todo en los trabajos y proyectos de AMISRAEL. Yo aprecio mucho el respaldo que le están dando a AMISRAEL y también al proyecto de La Gran Carpa Catedral en Puerto Rico. Para esta ocasión el tema es: “LA ADOPCIÓN DEL UNGIDO”. Pero antes quiero decirles que los ministros y sus congregaciones que están colaborando con AMISRAEL, envíen sus colaboraciones a través del reverendo, doctor Miguel Bermúdez Marín o también a través de Marcos Joya allá en Venezuela (los de Venezuela), y también cada congregación a través de su pastor, y él lo hará llegar a AMISRAEL o al doctor Miguel Bermúdez Marín, o a alguno de sus directores. Ninguna otra persona está llamada a ir yendo recogiendo dinero para AMISRAEL o para Puerto Rico, La Gran Carpa Catedral, para que así no hayan problemas de que las personas den una donación y después no sepan si llegó o no llegó. También se les informará, el doctor Salomón Cunha y la doctora Kélita Machado y yo en algunas ocasiones, cualquier otra persona que está asignada o reconocida para recibir donaciones y pasarlas a AMISRAEL, y también para La Gran Carpa Catedral ya ustedes con el doctor Miguel Bermúdez Marín, y las congregaciones con cada ministro, los cuales harán llegar al doctor Miguel Bermúdez Marín o al reverendo José Benjamín Pérez, si es que no está el doctor Miguel Bermúdez Marín. Y así están más conscientes de que sus contribuciones en favor de La Gran Carpa Catedral, están llegando bien. Al final de todo ese trabajo y completarse la labor que Dios vaya a hacer, espero que todos sean recompensados en el Reino de Cristo cuando ya estemos con el cuerpo nuevo. Lo último mostrado por Dios al reverendo William Branham en cuanto a actividades públicas y la presencia de Dios y la presencia del Ángel que acompañaba al reverendo William Branham, fue en una Gran Carpa Catedral, con lo cual coronará toda la labor de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia. Por eso es tan importante el proyecto que se está llevando a cabo, no podía ser llevado a cabo en medio de la etapa de los apóstoles, tampoco podía ser efectuado en la primera edad con San Pablo, ni en la segunda, tercera, cuarta, quinta, sexta o séptima, porque en esas etapas la adopción era espiritual. Cuando una persona recibe a Cristo como Salvador, es bautizado en agua en Su Nombre y luego Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, la persona ha obtenido el nuevo nacimiento, ha obtenido la redención espiritual en donde ha obtenido el cuerpo angelical; y luego le falta la segunda parte de la redención, la segunda parte de la adopción, que es el cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado; esa es la redención física, la redención del cuerpo, como nos dice San Pablo en Romanos, capítulo 8, versos 14 al 31, redención o adopción por la cual clama toda la creación. Y también en Efesios, capítulo 4, verso 30, dice: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. Es para el día de la redención física, en donde se obtiene la transformación para los vivos en Cristo y en donde obtiene la persona el cuerpo eterno y glorificado, y los muertos en Cristo de edades pasadas reciben la resurrección en cuerpos eternos, lo cual será para ellos la redención o adopción física por la cual clama toda la creación. Y ahora, esa adopción o redención del cuerpo tiene un orden divino, todas las cosas tienen un diagrama, un plano o una fórmula; como el agua tiene su fórmula, y usted conoce esa fórmula y junta el oxígeno con el hidrógeno, pero exactamente de acuerdo a la fórmula que tiene que usar, ¿y qué obtiene? Agua. Si la altera, puede obtener agua, pero agua oxigenada. Por lo tanto, no se le puede añadir o quitar a la fórmula, y en el Programa Divino la fórmula está en la Palabra y es la Palabra, y viene para cada edad por medio del Espíritu Santo a través del mensajero de cada edad. Si se altera, van a obtener otra cosa. Ya con la experiencia obtenida a través de las edades, tenemos suficiente para nadie alterar la fórmula de nuestro tiempo, de la etapa de la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, vamos a obtener lo que Dios ha prometido para nosotros, y vamos a hacer conforme a como ha sido dicho que tenemos que hacer. “LA ADOPCIÓN DEL UNGIDO”. Esperamos la adopción de todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo de nuestra edad que permanezcan vivos hasta ese momento; pero si alguno muere físicamente, esperamos su adopción, su redención física con la resurrección. Por eso regresarán jovencitos, pero nosotros no nos vamos a quedar atrás, al ser transformados seremos jóvenes también. Es que el cuerpo glorificado, el cuerpo eterno que vamos a tener, no se pone viejo porque es eterno, es como el cuerpo de Jesucristo, está tan joven como cuando subió al Cielo, porque Su cuerpo está glorificado, esa clase de cuerpo hemos de tener nosotros; y cuando tengamos ese cuerpo, tendremos la adopción, ya estaremos adoptados como hijos de Dios, y los hermanos que están en nuestras congregaciones como hijos e hijas de Dios. En el tiempo de Abraham tenemos un ejemplo y unas claves muy importantes ahí, las cuales tocó el reverendo William Branham, y yo quiero mostrar alguna para que tengamos una idea de lo que estará sucediendo para esa adopción. En la página 52 del libro de Citas, párrafo 456, dice: 456 - “Él llevó a su mismo hijo en el capítulo 17 de Mateo y lo llevó arriba en el Monte de la Transfiguración y lo colocó posicionalmente como estaba Su ley. Él lo hizo Y entonces cuando Él hizo eso, entonces nosotros descubrimos que Él siguió Sus mismas leyes y aquí Él llevó a Abraham del mismo modo”. O sea, que ya está representado en el caso de Abraham lo del Monte de la Transfiguración y la adopción para el Día Postrero de todos los hijos de Dios: 456 - “Y usted dice: ‘¿Está usted seguro de eso, hermano Branham (el verso 4 y 5)?’ Sí, señor. Ven, cuando Él dio a Abraham parte de Su nombre; posicionalmente puso su nombre en el cheque lo mismo como era el de Él”. O sea, como era el Nombre de Dios, en el cheque colocó el de Abraham también, porque puso parte de Su Nombre, Dios puso parte de Su Nombre en Abraham. Ahora, la pregunta es: ¿Y qué si pusiera el Nombre completo? Si Dios pusiera Su Nombre completo en Abraham. Ahora, vamos a continuar leyendo: 456 - “El de Él es Elohim; Abraham (¿Ven? Elohím tiene “IM”, y el de Abraham tiene el “AM” o el HAM”) ¿Ven? le dio parte de Su mismo Nombre. Allí está una gran revelación allí (y si hay una gran revelación ahí, es lo que vamos a ver en esta ocasión)”. En el Monte de la Transfiguración Jesús fue seis días después de haber hablado aquellas palabras, en donde dice que allí estaban algunos que no verían muerte hasta que vieran al Hijo del Hombre venir con poder en la gloria de Su Padre, seis días después tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan y subió a ese monte, Monte de la Transfiguración como lo llamamos en la actualidad. Ahora, seis días después… delante de Dios un día es como mil años y mil años como un día, en tipología vienen a ser seis mil años después; pero allí Cristo está mostrando lo que va a ser la Venida del Señor, lo que va a ser la adopción para un hijo de Dios y para todos los hijos de Dios, en donde habrá un cambio, una transformación, pues Cristo allí se transfiguró delante de Sus discípulos y aparecieron a cada lado del Señor, Moisés y Elías. Por lo tanto, en el tiempo para el cumplimiento de la promesa de la adopción de los hijos de Dios, tienen que estar los ministerios de Moisés y Elías siendo operados por el Espíritu Santo, por el Ángel del Pacto. Esa es una señal muy importante. En cualquier edad de la Iglesia podemos ver que estaban esperando la adopción, la redención del cuerpo, o sea, la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados, y la transformación de los vivos en Cristo, porque sin esa adopción no hay rapto o arrebatamiento para ir a la Cena de las Bodas del Cordero. Por lo tanto, se requiere la adopción, la redención del cuerpo. Y ahora, después de seis días, de seis milenios… conforme al calendario gregoriano nos encontramos en el séptimo milenio, ya han transcurrido seis días; después de seis milenios nos encontramos en el ciclo divino en que tiene que ocurrir la adopción de los hijos e hijas de Dios, y por consiguiente ese es un proyecto muy grande de Dios, de y en medio de la Iglesia del Señor. Los proyectos divinos son llevados a cabo en la Iglesia por el Espíritu de Cristo a través del mensajero de cada etapa. Por lo tanto, para este proyecto de la adopción o redención del cuerpo de un hijo, del Ungido, o sea, del que estará ungido con el Espíritu Santo (para todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo nacidos de nuevo, pues los nacidos de nuevo están ungidos con el Espíritu Santo), así como para cada creyente nacido de nuevo, será para el mensajero correspondiente a ese tiempo, a través del cual Dios por medio del Espíritu Santo, que es el Ángel del Pacto, que es Cristo en Su cuerpo angelical, el cual dijo: “Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. ¿Cómo estaría? En Espíritu Santo, en cuerpo angelical, ese es el Ángel del Pacto, Cristo en Su cuerpo angelical, en el cual Dios dijo que había colocado Su Nombre; eso está en Éxodo 23, versos 20 al 23: “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en la tierra…”. Vamos a leerlo para que lo tengan tal y como fue dicho: “He aquí yo envío mi Ángel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado”. La Tierra Prometida es el lugar que Dios preparó. No hay otro lugar que Dios hable en esa forma, como el lugar que Dios ha preparado para Su pueblo. Por lo tanto, la tierra de Israel, aunque no tiene petróleo y no tiene mucha agua y no tiene mucho terreno, y el que tiene, es terreno de desierto y de piedra; pero por cuanto es el lugar que Dios ha preparado para Su pueblo, hay una bendición grande ahí, y por eso el desierto Dios dijo que iba a florecer, eso es para el tiempo en que estas promesas van a estar cumpliéndose. Y el desierto ha estado floreciendo, hasta un bosque ya tenemos allí, en donde algunos de ustedes están representados en un arbolito, tienen allí una representación algunos de ustedes; y los que no tienen, lo hacen saber y se les va a decir cómo colocar allí también un arbolito. También hay otro proyecto de la Biblia escrita por personas, el cual ya le ha sido dado a conocer a los ministros y en el cual también pueden participar, y esa Biblia escrita por diferentes personas, va a estar allá en la tierra de Israel, en el templo o en un lugar, un edificio que será construido, y las personas recibirán un certificado de lo que han hecho. Ahora, continuemos aquí con la lectura del Éxodo, capítulo 23, verso 21 en adelante dice, hablando del Ángel dice: “Guárdate delante de él, y oye su voz…”. Es la única Voz que Dios ha dicho que tenemos que escuchar, y esa es la Voz del Ángel del Pacto, la Voz de Dios por medio de ese Ángel, que es el cuerpo angelical de Dios y que es Cristo en Su cuerpo angelical y que es llamado el Espíritu Santo, y de edad en edad usted encuentra en el libro del Apocalipsis, que dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”. Esa Voz viene de Dios por medio de Su Ángel, el Ángel del Pacto a través del mensajero de cada edad, esa es la Voz del Espíritu Santo en medio de Su Iglesia en cada edad, los que escuchan ese mensaje que trae el Espíritu Santo a través de ese mensajero, están escuchando la Voz ¿de quién? No la voz de un hombre, la Voz de Dios pero por medio de un hombre, porque Dios usa al ser humano. El ser humano es el socio de Dios en todo el Programa Divino. Vean ustedes, el ser humano tiene una misión por la cual está en esta Tierra. Ahora veamos, dice: “Guárdate delante de él…”. O sea, así como Aarón y Miriam o María (hermanos de Moisés) tenían que guardarse, cuidarse delante de Moisés, porque es el mensajero dispensacional para ese tiempo; ellos no podían estar criticando a Moisés ni tampoco podían estar tratando de ocupar el lugar de Moisés, ese es un lugar exclusivo para ese mensajero dispensacional, y cualquiera que trataba de poner a un lado a Moisés, tenía problemas. Vean, aquellos que quisieron ocupar u obtener el sacerdocio pasando por encima de lo que Moisés había hablado, tuvieron problemas, y Dios testificó en favor de lo que Dios había hablado a través de Moisés, y por consiguiente el orden sacerdotal pertenecía a Aarón y a su descendencia, pero Aarón y su descendencia estarían bajo la dirección de Dios por medio del Espíritu Santo a través de Moisés. O sea, que el orden sacerdotal de Aarón no estaba sobre Moisés, sino bajo la dirección de Dios a través de Moisés; por eso cuando Aarón y Miriam hablaron algo relacionado a Moisés en cuanto a su vida personal, y lo criticaron porque se había casado, había tomado mujer cusita, Dios no se agradó de eso, aún más, dijeron: “¿No ha hablado Dios también a través de nosotros, por nosotros? ¿Ha hablado solamente por Moisés? ¿No ha hablado también por nosotros?”. Pues miren, no había hablado nada ni por María o Miriam ni por Aarón tampoco, solamente por Moisés, y Moisés habló a través de Aarón, porque Dios dijo: “Tú serás para Aarón, Dios, y tú pondrás en la boca de Aarón lo que él deba hablar” \[Éxodo 4:16\]. Así que, Aarón no hablaba sino lo que Moisés le decía que hablara, y cuando hacía otra cosa, tenía problemas con Dios. Cuando hizo el becerro de oro, eso Moisés no le dijo que lo hiciera, tuvo problemas con Dios. Criticar a Moisés le trajo problemas a Aarón y a Miriam también o a María, quedó leprosa, después estaba muy asustado Aarón. Rogó a Moisés, vean, no rogó a Dios, porque Moisés era Dios para Aarón, le rogó, Aarón le rogó a Moisés y entonces Moisés fue el que habló con Dios; así que la conexión con Dios era Moisés y no Aarón, estaba bajo las órdenes de Moisés. No pudo entrar a la tierra prometida ni Aarón ni Miriam o María. Ahora, podemos ver que aparentemente fue un caso sencillo, pero si lo examinamos bien, cuando una persona comienza a ponerle faltas al líder de su tiempo o algunas faltas que tenga, criticarlas o hacerlas saber a otras personas, eso es lo que hacen los políticos para que su contendiente no pueda ganar. Miriam o María y Aarón con eso que estaban haciendo, estaban poniendo el ministerio de Moisés al nivel de lo que ellos tenían, cuando Moisés fue el que los puso a ellos. Nosotros usamos un término para eso: ‘entraron por agregados y quisieron salir por dueños’. Como cuando usted le deja un terrenito a una persona que haga una casita ahí, y después le forma un problema y va a la corte y reclama que eso es de él porque tiene una cantidad de tiempo; pero le fue prestado, pero no son honestos y entonces tratan de quedarse con lo que les fue prestado. Aarón y Miriam aunque no se dieran cuenta completamente, estaban con esa acción menospreciando a Moisés y usando esa situación de que Moisés tenía una mujer de color, de color más oscurito que el de Aarón y de María o Miriam, usando un problema familiar para entonces que Moisés quedara a un nivel igual o más bajo que el de ellos; y para que la gente, el pueblo pensara que Dios hablaba por ellos y por lo tanto era lo mismo ir a Moisés que ir a Miriam o ir a Aarón, pero no era lo mismo. Siempre el mensajero de una edad o de una dispensación, su ministerio es la posición más alta en medio del pueblo no importa la dispensación que sea; por ejemplo en el tiempo de Noé, ese era el mensajero de Dios, no importa los problemas que tenía o que tuvo después, él fue el mensajero y él podía bendecir o maldecir también, por eso encontramos bendiciendo y maldiciendo, maldiciendo a unos y también trayendo bendición para otros, Dios trataba con Noé. Dios siempre trata con el mensajero de la dispensación, y luego con el mensajero de cada edad pero que está sujeto al mensajero y Mensaje de ese mensajero dispensacional. O sea, que no puede venir con otra cosa aparte de lo que ya trajo el mensajero de esa dispensación. Ahora, podemos ver que Aarón y María con lo que estaban haciendo podían tratar de quitar la posición de Moisés, y esa posición o ministerio es muy pesado, nadie la puede llevar esa posición, esa carga, a menos que sea el mensajero de ese tiempo (dispensacional), no importa los problemas que haya tenido o que tenga en ese presente o que tenga en el futuro, es incambiable. Ahora, ya hemos visto lo que significaba para Dios lo que Aarón y Miriam estaban haciendo, es como lo que hizo Moisés al herir la primera roca, representándose ahí en la Primera Venida del Mesías Su Crucifixión, para dar luego el agua del Espíritu Santo a todos los sedientos sin la cual nadie puede vivir eternamente. Sin esa agua del Espíritu Santo no se puede vivir, no se puede obtener el nuevo nacimiento, no se puede obtener la vida eterna. Por eso Cristo dijo: “Si alguno tiene sed, venga a mí y beba”. Él es la roca, tipificado en aquella roca que hirió Moisés: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. ¿Dónde está ese pasaje? San Juan, capítulo 7, versos 37 al 39, eso fue en el último y gran día de la fiesta de los tabernáculos. De esa agua que es el Espíritu Santo fue que le habló a la mujer samaritana, cuando le dijo: “Si tú supieras quién es el que te pide de beber, tú pedirías de Él y Él te daría esa agua, el que toma de esta agua volverá a tener sed; pero el que toma del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que será en él una fuente de agua que salte para vida eterna”. San Juan, capítulo 4, verso 14, esa es la misma de la cual habla en Apocalipsis, capítulo 22, verso 17 y capítulo 21, verso 5 al 7: “El que tenga sed, venga, y el que quiera tome del agua de la fuente de la vida gratuitamente”, en esos dos pasajes habla de eso. Ahora, con esa agua que es el Espíritu Santo que da la roca que es Cristo, representada esa roca en la que hirió Moisés allá en el monte Sinaí y que dio agua, un río de agua para todo el pueblo y los animales que ellos llevaban, vean, para todo el pueblo Cristo, la roca, da el Espíritu Santo, y el que tiene sed, viene y toma del agua del Espíritu Santo para vivir eternamente y así obtiene la redención, la adopción espiritual, nace en el Reino de Cristo, es trasladado del reino de las tinieblas y colocado en el Reino de Dios, en el Reino de Cristo (Colosenses, capítulo 1, versos 12 en adelante). Y ahora, esa es la adopción espiritual, la redención espiritual, pero falta la redención física, la adopción física, la adopción del cuerpo, para tener vida eterna física, para lo cual se requiere tener un cuerpo físico eterno, ese es el cuerpo glorificado que hemos de tener, como el cuerpo glorificado de Cristo nuestro Salvador. Ahora, la segunda roca que hirió Moisés en Cades-Barnea, representa la Segunda Venida de Cristo, y le fue dicho: “Háblale a la roca y te dará agua” \[Números20:8\], eso es para obtener la redención del cuerpo, la redención física, la adopción física. Moisés estaba decepcionado de su pueblo, y aun siendo el hombre más manso de todo el pueblo como dice la Escritura, estaba en ese momento airado con el pueblo porque se rebeló contra Moisés, estaba clamando a Moisés y ya lo tenían muy molesto. Va a la roca de acuerdo a como Dios le dice: “Ve, lleva tu vara (siempre llevaba para esos momentos la vara) le hablas a la roca, y la roca va a dar agua para todo el pueblo”. Eso nos habla de la Tercera Etapa también por la Palabra creadora siendo hablada, lo cual está ligado a la Visión de la Carpa. Y ahora, Moisés molesto va frente a la roca, a esa peña, va con Aarón su hermano, le habla al pueblo, molesto, le dice: “¡Rebelde!” Y su mensaje fue negativo para el pueblo. Y lo que usted haga con el pueblo y contra el pueblo en forma negativa, le va a regresar a usted. Por lo tanto, hay que trabajar en la Obra de Dios con amor a Dios y a Su prójimo, ahí cumple esos dos mandamientos: “Amarás a Dios con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas, y a tu prójimo como a ti mismo” \[San Mateo 22:37-39\]. En esos dos mandamientos consiste toda la ley de Dios. Ahora, eso fue lo que Cristo dijo. Ahora, Moisés le había perdido el sentimiento al pueblo, y ahora, se para frente a la roca, le habla un mensaje negativo y entonces toma la vara y con ira hiere la roca, y salió agua porque tenía el ministerio, era el mensajero de su tiempo. Y ahora, todo el pueblo toma agua, pero todo el pueblo recibió también la sentencia de que no entrarían a la tierra prometida todos los mayores de 20 años en adelante, ¿fue esa la ocasión, Miguel? ¿O cuando los espías vinieron? Todo eso está entrelazado. Y ahora, encontramos que Moisés al hacer una labor en la permisiva voluntad de Dios, porque no lo hizo exactamente como Dios le había dicho… es como cuando Dios le dijo que construyera el tabernáculo, Dios le advirtió: “Hazlo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte, así que no puedes hacerlo a tu gusto, no puedes buscar un arquitecto y un ingeniero y decirles: ‘Queremos un tabernáculo, haz tú el diseño” \[Éxodo 25:40\]. Ya Dios se lo había dado a Moisés y tenía que ser de acuerdo a ese diseño, porque ese tabernáculo estaría representando el Templo celestial donde Melquisedec es el Sumo Sacerdote, o sea, Cristo en Su cuerpo angelical es el Sumo Sacerdote en el Templo celestial, Él siempre ha sido el Sumo Sacerdote allá. Ahora, Dios le dice a Moisés que por cuanto no había creído en Él, esa Palabra es dura para Moisés, ahora, Moisés había trabajado mucho, pero ahora se encuentra que Dios le dice que no había creído en Él, o sea, en ese momento para honrar y glorificar a Dios. Números, capítulo 20, verso 6 en adelante, dice: “Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo de reunión, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria de Jehová apareció sobre ellos. Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias (vean cómo Dios le habló a Moisés, Dios no estaba airado contra Moisés). Entonces Moisés tomó la vara de delante de Jehová, como él le mandó. Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?” Poquitas palabras: “¡Oíd ahora, rebeldes! (o sea, su mensaje corto encabezado con un tema el cual no le gustaba al pueblo quizás: “¡Rebeldes!” Es el tema de sus palabras para el pueblo) ¿Os hemos de hacer salir aguas de esta peña?”. Y ahora, la pregunta fue si Moisés iba a sacarles agua de la peña como lo había hecho en aquella peña allá en el monte Sinaí: “Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias”. Ahora, podemos ver que salió agua, tuvo éxito, pero él lo hizo en una forma no reverente, lleno de ira; para hacer la Obra de Dios tiene que estar lleno de amor, de misericordia y no de ira, porque cuando se hace una labor lleno de ira, en algo va a estar mal delante de Dios y tampoco hay alegría cuando se hace una labor con ira: “Y Jehová dijo a Moisés y a Aarón (o sea que ahora el mensaje de Dios es para los dos): Por cuanto no creísteis en mí…”. O sea que Dios les dijo que fueron incrédulos a lo que Dios les había dicho para esa ocasión, de cómo tenía que hacer para que saliera agua. Él podía decir: “Con la roca allá en Horeb, lo que yo hice fue golpear la roca en Nombre de Dios como Dios me dijo, y salió agua, por lo tanto lo voy a hacer en la misma forma ahora”, aunque lleno de ira. Pero Dios le dijo: “Háblale”. Esa roca representa la Segunda Venida de Cristo, y para la Segunda Venida de Cristo tiene que ser por la Palabra creadora siendo hablada. Por lo tanto, van a estar escuchando en el Día Postrero, en el cumplimiento de las promesas divinas para nuestro tiempo, la Palabra siendo hablada. No habrá necesidad de otra cosa. El mismo reverendo William Branham dice que sin poner las manos encima de los enfermos, sino solamente por la Palabra siendo hablada, por hablar una palabra, los milagros van a ocurrir; y por consiguiente eso corresponde al cumplimiento de la Visión de la Carpa. \[Números 20:12\] “Por cuanto no creísteis en mí…”. Y ahora, le rebotó a Moisés lo que le dijo al pueblo: “¡Oh rebeldes!” \[Números 20:10\]. Un incrédulo en Dios es un rebelde para Dios. “Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel (y ahora viene la sentencia), por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado. Estas son las aguas de la rencilla, por las cuales contendieron los hijos de Israel con Jehová, y él se santificó en ellos”. Ahora, vean ustedes que Dios no le permitió a Moisés pasar al otro lado del Jordán con el pueblo, solamente le permitió ver la tierra y repartirle a dos tribus y media allá antes de cruzar el Jordán. Ahora, vean ustedes, en Deuteronomio, capítulo 3, verso 20 en adelante, dice: “… hasta que Jehová dé reposo a vuestros hermanos, así como a vosotros, y hereden ellos también la tierra que Jehová vuestro Dios les da al otro lado del Jordán; entonces os volveréis cada uno a la heredad que yo os he dado”. Eso le dice a las dos tribus y media, a las cuales le había repartido la tierra en el territorio antes de cruzar el Jordán; tenían que pasar del ejército de esas tribus para ayudar a los que iban a pasar al otro lado del Jordán. Sigue diciendo: “Ordené también a Josué en aquel tiempo, diciendo…”. O sea, no le preguntó: “¿Puede…?”, sino: “Ordené”, porque el que ordenaba era Moisés por Palabra de Dios. “… diciendo: Tus ojos vieron todo lo que Jehová vuestro Dios ha hecho a aquellos dos reyes; así hará Jehová a todos los reinos a los cuales pasarás tú”. Con esas palabras le sube la fe a Josué, y le dice: “Vas a tener éxito. Como Dios hizo a estos reyes, va a hacer con los demás reyes al otro lado del Jordán”. O sea: “Así como me dio la victoria con estos reyes y luego le repartí la tierra a estas dos tribus y media, va a hacer con los otros reyes, y entonces les vas a repartir la tierra del otro lado del Jordán a las otras tribus”. Lo está animando; le está diciendo que el mismo Dios que está acompañando a Moisés, lo va acompañar a él y va a hacer en la misma forma. “No los temáis (no les tengas miedo); porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros. Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo…”. Ahora, recuerden, el comportamiento de Moisés era muy importante: un comportamiento de temor a Dios, de obediencia a Dios y de hacer lo que Dios le ordenaba hacer. Dice: “Y oré a Jehová en aquel tiempo, diciendo: Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza, y tu mano poderosa; porque ¿qué dios hay en el cielo ni en la tierra que haga obras y proezas como las tuyas?”. Está diciendo la verdad en su oración; pero también está haciendo como nuestros hijos, que cuando nos van a pedir algo en lo cual ellos piensan que podemos decirles que no, vienen, abrazan mucho a uno: “Papito lindo” para acá y para allá, y “¡qué joven estás!” y “¡qué fuerte eres!”, y así por el estilo. Y ahora, Moisés está diciendo la verdad a Dios; pero también está haciendo una antesala, una introducción, y reconociendo a Dios y Su poder, y luego viene la petición. Es como cuando pasa eso con nuestros hijos, algunos padres dicen: “¿Qué es lo que quieres? Dime ya qué es lo que quieres; ya sé que vienes, que quieres algo”. Pues vamos a ver lo que Moisés quería: “Pase yo, te ruego, y vea aquella tierra buena que está más allá del Jordán, aquel buen monte, y el Líbano”. Ahora, quería pasar a la tierra prometida, cruzar el Jordán. El Jordán tipifica muerte, la muerte; por eso ustedes encuentran que del Mar de Galilea sale el Jordán y desemboca en el Mar Muerto, ¿ve? Pero pasar al Jordán en seco, entonces representa pasar a la tierra prometida sin ver muerte. En lo espiritual los creyentes en Cristo nacidos de nuevo han pasado el Jordán, o sea, han pasado de muerte a vida; no ven muerte espiritual. Y pasar el Jordán en seco físicamente será —estando vivos aquí en la Tierra— ser transformados. Tan simple como eso. Y por consiguiente se entra físicamente al Reino de Cristo. “Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros…”. Es cosa terrible tener a Dios enojado contra nosotros. Y ahora, como casi toda persona hace, que le echa la culpa a otro: “Por culpa tuya me pasó esto”. Y ahora, aunque tuvo culpa el pueblo porque logró que Moisés se enojara, siendo el más manso de todo el pueblo…; y cuando una persona se enoja comete errores. Cuando las personas dicen: “No quiero cometer errores”, recuerde: no se enoje. “Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escuchó…”. Cosa terrible que Dios no escuche a una persona, a un mensajero dispensacional como Moisés, del cual Dios dice que habló con Moisés cara a cara \[Éxodo 33:11\]: “… y me dijo Jehová: Basta, no me hables más de este asunto”. Así que Moisés ya no podía hablarle más acerca de que quería pasar a la tierra prometida, pues ya Dios le había dicho que eso era definitivo: “¡Basta!, no me hables más de ese asunto”, o sea: “No me vas a contentar con palabras, ya eso fue determinado”. Por cuanto la roca que dio agua - la segunda roca que dio agua, representa la Segunda Venida de Cristo, y herir aquella roca representa crucificar a Cristo en Su Segunda Venida; todos los que se levanten en contra de esa Roca, de la Segunda Venida de Cristo, no entrarán a la tierra prometida del cuerpo nuevo eterno, no serán transformados; o sea, no pasarán a la tierra prometida, y por consiguiente morirán físicamente en la Tierra; y está el riesgo de que sean borrados del Libro de la Vida. Habrá algunos que se levantarán totalmente en contra de Cristo, el Ángel del Pacto, en el Día Postrero; y esos serán borrados del Libro de la Vida, de la sección donde pueden ser borrados los que están allí escritos. Levantarse en contra de la Venida del Señor para el Día Postrero, en el cumplimiento de Su Venida en medio de Su Iglesia, y hablar en contra de Él, porque no lo entiendan cuando se cumpla, eso será el cumplimiento de lo que Moisés hizo hiriendo la roca. Por lo tanto, será una segunda crucifixión, aunque no sea literal como fue en la Primera Venida de Cristo; porque la Segunda Venida de Cristo no es para ser crucificado como en Su Primera Venida. Moisés rompió el tipo y figura hiriendo la roca; y por consiguiente tiene que haber una segunda crucifixión, la cual no será física: Estarán hiriendo a Cristo en Su Segunda Venida, al hablar en contra de Su Venida; y también en atacar Su Venida, luchar en contra de Su Venida, criticar Su Venida, lo entiendan o no lo entiendan. Como la Primera Venida y Su crucifixión, entendieran o no entendieran estaban crucificando la Venida del Señor; al Señor en Su Venida lo estaban crucificando. El imperio romano fue el que físicamente lo hizo, por petición de líderes como el sumo sacerdote (que era puesto por el imperio romano) y algunos del Concilio del Sanedrín. Ahora, vean ustedes lo que le dice Dios a Moisés: “Sube a la cumbre del Pisga (o sea, a ese monte) y alza tus ojos al oeste, y al norte, y al sur, y al este, y mira con tus propios ojos; porque no pasarás el Jordán”. Muchos van a estar viendo, como Moisés vio, lo que será la tierra prometida, pero no van a entrar a ella; o sea, todos los que se estarán levantando en contra de la Venida del Señor para el Día Postrero. Aun la bestia y el falso profeta, el anticristo, se van a levantar en contra de la Venida del Señor y van a pelear contra el Señor en Su Venida; pero la Escritura dice que el anticristo con todo su ejército será derrotado. Sigue diciendo: “Y manda a Josué, y anímalo, y fortalécelo (o sea, hablándole, animándolo); porque él ha de pasar delante de este pueblo, y él les hará heredar la tierra que verás”. Algunas personas, cuando pierden una posición y saben que otra persona la va a ocupar, se ponen a criticar a esa otra persona, y tratan de hacerle la vida imposible para que no sea colocado en esa posición; y se cumple el dicho en esa persona, que “ni comen ni dejan comer”, parecido al dicho que Jesús dijo: “Ustedes ni entran al Reino, ni dejan entrar a los que quieren entrar” \[San Mateo 23:13\]. El caso típico es el de Saúl: que fue colocado por rey, no cumplió lo que Dios le ordenó, fue desechado por Dios \[1 Samuel 15:1-28\]; y después supo que Dios había escogido a otra persona, y le hizo la guerra a esa persona y lo buscaba para matarlo; en vez de decir que Dios ya lo había desechado a él y ahora había escogido a otra persona: a David; y le hubiera dicho: “Tú eres mi yerno; mataste a Goliat, y la promesa fue que yo le daría a mi hija como esposa; así que el reino se queda en familia. Te voy ayudar en todo, y voy a trabajar para que todo el pueblo te acepte lo más pronto posible y tú ocupes el trono; y yo me jubilo y vengo a ser tu consejero”. Eso hubiera sido más bonito. Ahora, vean ustedes, Dios le dice a Moisés lo que tiene que hacer con su sucesor: “Anímalo; háblale; y lo…, trátalo bien, fortalécelo; dile que va a tener victoria siempre, que Dios va a estar con él”. Y así hizo Moisés con Josué, o sea, con Oseas hijo de Nun; y le puso por nombre Josué \[Números 13:16\], que significa ‘Salvador’, ‘Redentor’. Ya Moisés sabía cuál era el Nombre de Dios en Éxodo, capítulo 3, verso 13 al 16, y ahora le pone el Nombre de Dios a Oseas hijo de Nun. Para cruzar a la tierra prometida, el mensajero que va a llevar al pueblo tenía que tener el Nombre de Dios. Y ahora en el Nuevo Testamento, el Mesías-Príncipe que vaya - va a cruzar al pueblo a la tierra prometida del Reino de Dios, sacándolo de la esclavitud del reino de las tinieblas, del Egipto espiritual, tiene el Nombre de Dios: Jesús, Yeshua. Él mismo dijo: “Yo he venido en Nombre de mi Padre” \[San Juan 5:43\]; y también decía: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras” \[San Juan 14:10\]. Él era el Ángel del Pacto, en el cual Dios había colocado Su Nombre, y ahora lo coloca en el velo de carne también. Y por eso, luego que termina Su labor, encontramos que cuando se abre la Dispensación de la Gracia el Día de Pentecostés, bautizan en el Nombre del Señor Jesucristo. Y también dice: “Todo lo que pidáis al Padre en mi Nombre, Yo lo haré” \[San Juan 14:13\]; y eso se lo dijo estando con ellos. Porque la dispensación completa giraría alrededor del Nombre de Dios, que estaba en el Ungido que sería adoptado y sería colocado en el Trono de Dios. El Trono de Dios, donde está Dios con Su cuerpo angelical, o sea, el Trono del Espíritu Santo. Y ahora, el cuerpo donde estaba el Espíritu Santo en la Tierra en el cumplimiento de la Primera Venida de Cristo, sería adoptado, glorificado; y entonces se sentaría ese cuerpo en el Trono de Dios. Y algunas personas piensan: “Pero entonces hay tres personas sentadas allá”. Para no decepcionarlos: sí, pero uno está dentro del otro. Y todo está en el cuerpo glorificado de Jesucristo: allí está el Espíritu Santo, que es el cuerpo angelical llamado el Ángel del Pacto, donde está el Nombre de Dios; y está Dios, la plenitud de Dios, Dios en Cristo. Por eso Cristo podía decir: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra”. Pero ahora ya sabemos que la adopción de Jesús fue efectuada, al ser glorificado y sentarse en el Trono celestial. Pero la cosa es que Cristo dice: \[Apocalipsis 3:21\] “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. O sea, en la misma forma que el Padre hizo con Jesús, Cristo va a hacer con el Vencedor. Para Dios hacer lo que hizo con Jesús tenía que ser ungido, el Ungido por el Espíritu Santo. Y ahora para Jesús hacer con el Vencedor, tiene que ser con el Ungido por Cristo en Espíritu Santo; y tiene que tener, Dios colocar en él, lo que dice Apocalipsis. Lo que les dije de: “El que venciere, se sentará conmigo, le daré que se siente conmigo en mi Trono”, eso está en Apocalipsis, capítulo 3, verso 21. Pero ahora miren aquí lo que dice en Apocalipsis, capítulo 2; y esta Escritura tiene que ser cumplida en este tiempo final. Capítulo 2, verso 17, dice: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. El Mensaje del Apocalipsis es la Voz del Espíritu Santo hablando de edad en edad; por lo tanto, es la revelación de Cristo; Cristo revelándose en medio de Su Iglesia a través del mensajero de cada edad. Y el Ángel del Señor Jesucristo trae esa revelación para cada edad; y ahí no vamos a explicar mucho el mecanismo. Ahora, dice: “Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe”. Ahora, no dice “aquellos que lo reciben”, sino “aquel que lo recibe”. Dice que le va a dar una Piedrecita blanca; esa es la Piedra no cortada de manos, que es Cristo, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo. El Nombre de Dios fue colocado en el Ángel del Pacto, el cual es Cristo en Su cuerpo angelical; luego fue colocado en el velo de carne. Pero ahora Cristo dice que le dará una Piedrecita blanca; y en ella, un nombre nuevo que ninguno conoce. El nombre Jesús todos lo conocen, y en hebreo: Yeshua. Pero ahora dice que es un nombre nuevo, que nadie lo conoce; y si nadie lo conoce, dice que lo va a conocer aquel que lo va a recibir: “Nadie conoce sino aquel que lo recibe”. Por lo tanto, el que lo reciba va a ser el Ungido por Cristo, por el Espíritu Santo. Y ahora, vamos a Apocalipsis, capítulo 3, verso 12, donde dice: “Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios…”. O sea, una persona muy importante en la Iglesia del Señor Jesucristo y también en el Templo celestial, porque pertenece al Orden de Melquisedec; es un Sacerdote muy importante en ese Templo. Así como Cristo es el Sumo Sacerdote del Templo celestial; es el Melquisedec que apareció a Abraham, y apareció en Su cuerpo angelical; pero está en el Cielo con Su cuerpo físico glorificado. “… y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios…”. Esta es la promesa para el segundo hombre que tendrá el Nombre de Dios; hombre que estará en la Tierra en el tiempo final. Pero antes, así como Jesús en Su cuerpo angelical tenía el Nombre de Dios, esa persona en su cuerpo angelical tendrá ese Nombre; y no se sabe por cuántos años, milenios, millones de años o eternamente. Aquí dice el Espíritu Santo —que es Cristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto, en donde está el Nombre de Dios—, dice que va a escribir el Nombre de Dios en esa persona, en el Vencedor. “… y el nombre de la ciudad de mi Dios…”. O sea que va a ser conocida esa Ciudad por el Nombre de Dios, de la Ciudad de nuestro Dios. Y ya mismo vamos a ver algo más en ese Nombre. Ezequiel, capítulo 48, verso 35, dice: “En derredor tendrá dieciocho mil cañas (está hablando de la ciudad de Jerusalén). Y el nombre de la ciudad desde aquel día será Jehová-sama”. Y Jehová-sama significa ‘Jehová (o Dios) está presente’. El Nombre que tenga Dios presente en medio del pueblo hebreo, el cual estará manifestado físicamente en medio del pueblo hebreo, ese Nombre que tenga allí la presencia de Dios, será el Nombre también de la Ciudad; y ese será el Nombre del que será adoptado, del Ungido de Dios. Ahora, vamos a continuar leyendo: “… y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo”. Y eso lo dice Cristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto; y si Él dice que va a escribir el Nombre de nuestro Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y Su Nombre Nuevo, así Él lo va a cumplir. Y lo va a escribir sobre el Vencedor, que será el mensajero que Dios tenga para el tiempo de la adopción, de la redención física de los escogidos de Dios; lo cual ocurrirá luego de las siete edades de la Iglesia, ocurrirá en la Edad de la Piedra Angular. Esa es la edad de la adopción, la edad para la redención, la edad para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Por eso Cristo dijo en San Juan, capítulo 6, versos 39 al 40: “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero”. ¿Para qué tiempo Cristo promete la resurrección de todo lo que Dios le ha dado, de todas las ovejas del Padre que le han sido dadas para que las busque y les dé vida eterna? Conforme a San Lucas, capítulo 19, verso 10: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido”. Él dice que será para el Día Postrero la resurrección, y luego lo repite el verso 40, donde dice: “Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero”. Por eso en el capítulo 11, versos 22 al 27 de San Juan, cuando Cristo fue para resucitar a Lázaro, el cual estuvo allí ya en el cuarto día para resucitarlo, y el cuarto día representa la Edad de la Piedra Angular, ¿por qué? Edad luterana un día, día luterano; edad wesleyana segundo día, eso es en la etapa de restauración, las diferentes etapas de la restauración; tercer día etapa o edad pentecostal; y cuarto día la Edad de la Piedra Angular. Tan simple como eso. Y ahora, cuando está allí con, hablando con Marta y le dice: “Tu hermano resucitará”. Marta le dice: “Yo sé que resucitará en la resurrección en el Día Postrero”. ¿Ven? Ya ella había aprendido la lección y sabía quién era Jesús, sabía que era el Cristo, el Hijo de Dios. Pero ella no comprendía que Lázaro era el tipo y figura de la Iglesia, de aquellos que morirían y serían resucitados, una; segundo: Lázaro para pertenecer a la Iglesia del Señor Jesucristo tenía que morir después del Día de Pentecostés, de ahí en adelante que se abrió la Dispensación de la Gracia; si no, hubiera resucitado antes, o sea, antes del Día Postrero y se hubiera ido con Jesús cuando resucitaron los santos del Antiguo Testamento, pero ahora Cristo lo va a resucitar, aunque después va a morir más adelante, pero va a pertenecer a la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, Cristo le dice a Marta: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá; y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?” Marta le dice: “Sí señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios que has venido al mundo” \[San Juan 11:25-27\]. Marta era una creyente. Y ahora, ya hemos visto que la resurrección es para el Día Postrero, un día delante del Señor es como mil años y mil años como un día, el Día Postrero de la semana es el séptimo milenio, los días postreros de la semana son: jueves, viernes y sábado, y de esos tres días postreros, pues el último es el séptimo que es el sábado, que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, séptimo milenio en donde la Edad de la Piedra Angular se lleva a cabo. Y ahora, conforme al calendario gregoriano estamos dentro del séptimo milenio, por consiguiente dentro del Día Postrero. Y ahora, sabemos que podemos esperar la resurrección de los muertos en Cristo y nuestra transformación; en los días de los mensajeros anteriores no se podía esperar, porque todos ellos vivieron en dos de los días postreros, en los dos primeros días postreros: quinto milenio y sexto milenio. Recuerden que Pablo y Pedro dicen que estaban en los días postreros cuando Cristo estaba en la Tierra ministrando, y cuando vino el Espíritu Santo se estaba en los días postreros, estaban en el primero de los días postreros, en el primer milenio de los milenios postreros: quinto milenio, y después más adelante sexto milenio. Y ahora, séptimo milenio, el último día delante de Dios, el último milenio: séptimo milenio, ese es el Día Postrero, el día del Señor como día, como milenio, en donde va a ocurrir todo lo que está prometido para el tiempo final. Y por consiguiente la adopción del Ungido de Dios para el Día Postrero, para el mensajero Ungido por Dios, el Ángel Mensajero que viene con el Sello del Dios vivo en Apocalipsis 7, su adopción va a ser llevada a cabo, la adopción física, primero la espiritual y después la física. Para la espiritual, pues tiene que ser un creyente en Cristo, y para la física también un creyente en Cristo que estará viviendo en el Día Postrero, o sea, luego de las siete edades de la Iglesia, él será adoptado, él obtendrá la redención física juntamente con todos los creyentes en Cristo del Día Postrero. Pero, ¿cómo va a suceder con los creyentes en Cristo del Día Postrero que van a obtener la adopción física? No se preocupen que van a tener el Nombre también. Eso va a ser bien sencillo. Recuerden que los creyentes en el mensaje de Dios para la quinta edad, ¿cómo le llaman? Luteranos, para la sexta edad le llaman wesleyanos, y así por el estilo, no se preocupen que esa edad va a tener el Nombre de Dios, y por consiguiente lo van a tener los que van a recibir la adopción, juntamente con el mensajero de esa edad y de la Dispensación del Reino, y ese va a ser el Nombre para la Dispensación del Reino también. Si lo buscan en Isaías, por ahí van a encontrar que el que se bendiga en la Tierra, en el Dios del amén se bendecirá, y vamos a dejar eso ahí quietecito. Ya tenemos bastante abierto el cuadro secreto de la adopción del ungido, del ungido de Dios para el Día Postrero en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y por consiguiente tenemos el cuadro claro de la adopción de los ungidos de Dios, ungidos con el Espíritu Santo creyentes en Cristo nacidos de nuevo que serán transformados en el Día Postrero, para lo cual estarán en el Cuerpo Místico de Cristo. Estamos hablando estas cosas entre los gentiles, aunque los miembros del Cuerpo Místico de Cristo, de la Edad de la Piedra Angular, más de la mitad serán descendientes hebreos, y pueden ser más del 90%, y aun pueden ser hasta el 99%, para dejar aunque sea un porciento para alguien que diga: “Pero y qué, ¿no han dejado nada para los gentiles?” pues tienen un uno por ciento para que entren, y si no lo aprovechan, entonces el ciento por ciento va a ser reconocido como sangre hebrea, personas con sangre hebrea. Recuerden que habrá una edad judía donde estará el ministerio de Moisés y Elías, el cual será un ministerio que obrará grandes maravillas, y por consiguiente las maravillas que fueron vistas en la Visión de la Carpa, se van a cumplir, todo eso está ligado: la Visión de la Carpa está ligada con el ministerio de Moisés, de Elías y de Jesús. Así que, lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia, es la Séptima Trompeta para los judíos, la séptima Trompeta: Moisés y Elías, esos ministerios, y séptimo Sello, pues la Venida del Señor. Tan simple como eso. Y ahí nos vamos a detener porque yo creo que con lo que hemos hablado es suficiente para tener nuestros ojos bien abiertos. Algo está pasando en el Programa Divino, ya ustedes están viendo ese acercamiento, que es un acercamiento demasiado de visible, que no se puede esconder, pero ya podemos ver que hay un Programa Divino. Lo entendamos o no lo entendamos bien, sabemos que hay un Programa Divino que se está llevando a cabo, que se está cumpliendo; por lo tanto, continuamos hacia adelante, y Dios continúa hacia adelante con personas creyentes en lo que Él prometió, como Él ha prometido, así Él hará, y como Él ha dicho que van a hacer los creyentes en Cristo en el Día Postrero y los judíos, así van a estar haciendo. Por lo tanto, cada cual ocupe su posición y trabaje en el Programa Divino, todos son invitados a trabajar en el Cuerpo Místico de Cristo y también lo relacionado al pueblo hebreo, todos tienen la misma oportunidad y todo será hecho, cumplido por la Palabra creadora siendo hablada, pero habrán personas que estarán trabajando en todo ese proyecto divino. Dios obra por medio de seres humanos, así que, vamos en este tiempo final a ver claramente lo que no pudieron ver las personas del tiempo de Jesús, y comprender por qué Jesús decía: “Yo he venido en Nombre de mi Padre”. Y porqué Él decía: “El Padre que mora en mí, Él hace las obras”. Y las palabras de San Pablo cuando dijo que la plenitud de la divinidad moraba en Jesús, esto es Padre, Hijo y Espíritu Santo, todo era visto en la persona de Jesús. Así que, podemos ver todo lo que pasó allá y verlo claro a través de la Palabra de Dios correspondiente a nuestro tiempo, y al comprender todo eso en nuestro tiempo, la promesa del Señor que dice: “Al que venciere le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá con vara de hierro”, eso es que va a ser sentado en el Trono del Señor, “al que venciere yo le daré que se siente conmigo en mi Trono”, ese es el Trono de David, Trono terrenal que pertenece a Cristo, “así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en Su Trono”. Apocalipsis, capítulo 3, verso 21. El que está en el Trono es el que tiene el poder, Cristo dijo: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra”, ¿por qué? Porque se sentó en el Trono de Dios, y ahora, ese poder que dice: “Al que venciere, yo le daré autoridad sobre las naciones, y las regirá (o sea, las gobernará) con vara de hierro”, y serán quebrantadas delante de Él como vasos de alfarero, como vaso de alfarero, “el que tiene oídos para oír, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias”, y dice: “Y le daré la estrella de la mañana”. Será que la va a dar el planeta, ¿cuál es? ¿Venus? Eso es muy poco comparado con lo que eso significa, el Ángel del Pacto, el Espíritu Santo es la Estrella resplandeciente de la Mañana, la Columna de Fuego, es el Sello del Dios Vivo, ¿ven? ¿Qué le va a dar? El Sello del Dios Vivo, el Espíritu Santo, la Columna de Fuego, va a tener esa bendición. O sea, que va a regir, le dará autoridad sobre las naciones y las va a regir teniendo la estrella de la mañana, teniendo el Espíritu Santo en él, por medio del Espíritu Santo será que estará rigiendo a todas las naciones, porque estará sentado sobre el Trono terrenal de Dios que es el Trono de David, todo eso está ligado. Algún día los judíos lo van a ver, y dirán: “Este es el que nosotros estamos esperando”, van a ver al mismo Ángel del Pacto que los libertó de la esclavitud en Egipto, el cual estaba en Moisés, lo van a ver en otro hombre. Recuerden que la promesa es la Venida del Ángel del Pacto, el Espíritu Santo, Cristo en Su cuerpo angelical, pero siempre Él ha tenido velos de carne, en el último que tenga lo cual será en el Día Postrero, ahí va a escribir el Nombre de Dios, Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y va a escribir Su Nombre Nuevo, Nombre que va a ser usado en el Reino milenial. Todo va a ser sencillo. Para comprender esto tendremos que localizar el que va a ser adoptado, que será el ungido por el Espíritu Santo con el ministerio del Día Postrero, el ministerio dispensacional de la Dispensación del Reino, todo va a ser sencillo. Recuerden que el reverendo William Branham dijo en el libro de Los Sellos, página 18 y otras páginas como la página 471 y 472, que todo será en simplicidad. Por lo tanto, en simplicidad va a ser cumplido todo y lo vamos a estar viendo, vamos a estar viendo el cumplimiento de lo que ha sido prometido y vamos a ver que para obtener esas bendiciones, recibir autoridad sobre todas las naciones para regirlas con vara de hierro, recibir la bendición de sentarse con el Señor en Su Trono, Su Trono terrenal, para recibir también el Nombre de Dios, Nombre eterno de Dios, el Nombre de la Ciudad de nuestro Dios y el Nombre nuevo del Señor, recibirá el Título de Propiedad y se lo comerá, será la primera ocasión en que un hombre recibe ese título y se lo come, por eso recibirá ese poder, esa autoridad y esa bendición de todas esas promesas divinas. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: “LA ADOPCIÓN DEL UNGIDO”, del ungido de Dios con el Espíritu Santo para el Día Postrero, y juntamente con él serán adoptados todos los creyentes en Cristo que estarán ungidos por el Espíritu Santo y por consiguiente habrán obtenido el nuevo nacimiento. Que Dios les bendiga y les guarde y les use grandemente en Su obra en este tiempo final. Dejo con ustedes al reverendo, doctor Miguel Bermúdez Marín para continuar, y nos vemos mañana Dios mediante en la actividad pública que se ha de llevar a cabo en el lugar que ya les ha sido informado. ¿Cuántos ya saben dónde será? No todos Miguel, no todos levantaron la mano, el lugar del Club de la Policía, ahí está en portugués. Bueno, nos vemos mañana Dios mediante, oren por esa actividad de mañana, para que Dios nos bendiga grandemente y también nos edifique, nos confirme en la fe y también siga añadiendo a Su Iglesia los que faltan, para que se complete pronto la Iglesia del Señor. Que Dios les bendiga a todos y continúen pasando una tarde feliz, llena de las bendiciones de Cristo nuestro Salvador. Y buen provecho a todos. Un saludo también para todos los que están a través del satélite Amazonas o de internet, ministros en todas las naciones. Quiero decirles también que aunque estoy como un poquito sin afeitar, no quiere decir que todos tienen que estar sin afeitarse, sin rasurarse, más bien fue con un propósito para estar allá en Israel, pero de un momento a otro me pueden ver sin barba. Así que, puede ser algo por un tiempito nada más, y no tienen ustedes que tratar de hacer lo mismo para imitar, no es bueno imitar, sino más bien esto ha sido con un propósito, pero luego a lo mejor en algún momento me pueden ver sin barba de nuevo, y mientras haya un propósito, pues la tendré por algún tiempito, pero quién sabe si mañana me vean sin nada. Así que, hubo un propósito. Espero que ustedes también lo entiendan. Yo, pues, a mí me gusta más estar sin nada, así como que pica la cara y molesta. Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y espero y aprecio la comprensión de ustedes al verme en esa forma. Bueno, Dios les bendiga y les guarde, y nuevamente Miguel con ustedes. “LA ADOPCIÓN DEL UNGIDO”.