--- title: 'Un nuevo pacto matrimonial' date: 2008-08-03 activity: 1 place: city: Goiânia state: Goiás country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través del satélite Amazonas o de internet en diferentes naciones. **Que las bendiciones de Dios por medio de Cristo, sean sobre todos ustedes y sobre mí también. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.** Para esta ocasión leemos en Jeremías, capítulo 31, versos 31 en adelante, y dice así: *“He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.* *No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.* *Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.* *Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”* **“UN NUEVO PACTO MATRIMONIAL.”** Por cuanto Dios aquí dice: “Aunque yo fui un marido para ellos...” nos habla entonces de un Pacto matrimonial; y será un Pacto, no como el Pacto que Dios hizo con Sus padres, dice aquí. Dice: *“No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque yo fui un marido para ellos dice el Señor* (dice Jehová)*.”* Aquí nos habla de un Pacto matrimonial que Dios hizo con la casa de Judá y con la casa de Israel, el cual fue dado en el monte Sinaí. Ese Pacto en el cual entró el pueblo bajo la ley, en la Dispensación de la Ley, el pueblo lo invalidó; y miren, Dios promete un nuevo Pacto; y eso es un nuevo Pacto matrimonial de Dios con Su pueblo, por eso compara a todo el pueblo de Israel, incluyendo el reino del Sur, encabezado por Judá, y el reino del Norte encabezado por Efraín, lo compara con dos mujeres; porque mujeres representa pueblos y también iglesias. Y ahora, veamos aquí lo que nos dice Jeremías, capítulo 3, dice (verso 6 en adelante): *“Me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel* (o sea, el reino del Norte encabezado por Efraín)*? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí fornica.”* Eso era la adoración a ídolos que estableció Jeroboam primero, al colocar los becerros de oro uno en Dan y otro en Bet-él; y todo ese reino del Norte en la mayor parte de su tiempo o de trayectoria fue un reino inclinado a la idolatría, y eso es fornicación espiritual delante de Dios, de un pueblo que estaba casado con Dios, o sea, unido; porque el casamiento es la unión del pueblo con Dios, como lo es de un hombre con una mujer. Y ahora, el reino del Norte pecó al inclinarse hacia la idolatría, lo mismo que hizo el rey Salomón cuando ya llegó a una edad mayor; dice la Escritura que él se inclinó hacia la idolatría a causa de las mujeres paganas que él había tomado como esposas, lo cual Dios le había prohibido. Dios le había dicho que no se fuera a la idolatría. Vean, en el capítulo 9 de Primera de Reyes, dice verso 2 en adelante: *“Jehová apareció a Salomón la segunda vez, como le había aparecido en Gabaón.* *Y le dijo Jehová: Yo he oído tu oración y tu ruego que has hecho en mi presencia. Yo he santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; y en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días.* *Y si tú anduvieres delante de mí como anduvo David tu padre, en integridad de corazón y en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado, y guardando mis estatutos y mis decretos,* *yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como hablé a David tu padre, diciendo: No faltará varón de tu descendencia en el trono de Israel.”* Esas son las bendiciones que Dios promete a Salomón si es fiel a Dios guardando Sus mandamientos y decretos, y estatutos. *“Mas si obstinadamente os apartareis de mí vosotros y vuestros hijos, y no guardareis mis mandamientos y mis estatutos que yo he puesto delante de vosotros, sino que fuereis y sirviereis a dioses ajenos, y los adorareis...”* Ahora, vean aquí la advertencia: si van a dioses ajenos y le sirven a dioses ajenos; o sea, dejan de servir a Dios conforme a Sus leyes divinas, y se convierten a la idolatría, dice: *“... yo cortaré a Israel de sobre la faz de la tierra que les he entregado* (o sea, los sacará de la tierra, le quitará la herencia de la tierra que le fue dada)*; y esta casa que he santificado a mi nombre, yo la echaré de delante de mí, e Israel será por proverbio y refrán a todos los pueblos...* O sea, que Dios se irá del templo, ya esa casa no tendrá ningún significado ante Dios, aunque vayan allí a adorar, Dios no va a escuchar, e Israel será cortado de delante la presencia de Dios, y ese templo va a ser destruido, lo que sucedió con el templo de Salomón más adelante. *“... y esta casa, que estaba en estima, cualquiera que pase por ella se asombrará, y se burlará, y dirá: ¿Por qué ha hecho así Jehová a esta tierra y a esta casa* (o sea, la pregunta que tiene el pueblo hebreo y muchas naciones: “¿Por qué ha pasado Israel por todos esos problemas? Está aquí la respuesta)*?* *Y dirán: Por cuanto dejaron a Jehová su Dios* (esa ha sido la causa de los problemas de Israel)*, que había sacado a sus padres de tierra de Egipto, y echaron mano a dioses ajenos, y los adoraron y los sirvieron; por eso ha traído Jehová sobre ellos todo este mal.”* Ahí está la causa por la cual vendrían problemas a Israel, al pueblo hebreo; o vendrían bendiciones para el pueblo hebreo, si le servían a Dios manteniéndose en Sus decretos y mandamientos Dios los bendeciría. Si se apartaban y servían a dioses ajenos, vendrían las maldiciones. Por esa causa Dios le dijo a Moisés: “Escribe las bendiciones que vendrán sobre el pueblo si permanecen obedientes, y también escribe las maldiciones que vendrán sobre el pueblo si violan los mandamientos y estatutos que les doy.” Y le dijo: “Cuando entren a la tierra prometida, van a dos montes, desde uno habla las bendiciones, y desde el otro monte hablarán las maldiciones (o sea, en dos montes).” Estarían las bendiciones en uno y las maldiciones en el otro monte; en el monte Gerizim las bendiciones y en el monte Ebal las maldiciones; o sea, que la trayectoria del pueblo hebreo en la tierra prometida, estaba señalada en estas bendiciones y en estas maldiciones. Dios colocó delante del pueblo la bendición y la maldición, la vida y la muerte, y le dijo al pueblo: “Escoge la vida para que vivas tú y tu descendencia.” \[Deuteronomio 30:19\]. El camino al progreso que da Dios como bendición, está señalado por Dios, es el camino de la vida, guardando los mandamientos y decretos divinos y sirviendo a Dios de todo corazón. Ahora, veamos lo que sucedió en el tiempo del rey Salomón. Capítulo 11 de Primera de Reyes: *“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón y a las heteas;* *gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.* *Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.* *Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David.* *Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas.* *E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre.* *Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón.* *Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.* *Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces,* *y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová.* *Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo.* *Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.* *Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido.”* Ahí podemos ver cómo el Reino de David encabezado por Salomón, cometió un grave error: dejó entrar a Israel la idolatría, a través de las mujeres reinas y también concubinas del rey Salomón, y él mismo inclinó su corazón a la idolatría, lo cual es pecado ante Dios. Eso es adulterio espiritual para un pueblo o para una persona. Por lo cual Dios rompería el Reino de David, sería dividido en dos reinos; y luego Jeroboam cometió el mismo error, un descendiente de Efraín que vino a ser el que recibió las diez tribus, y formó el reino del Norte; o sea, que Israel, incluyendo las doce tribus, ha sido inclinado a la idolatría en diferentes tiempos (salió de un país donde la idolatría existía). Y ahora, el Pacto que fue establecido en el Sinaí, siendo un Pacto matrimonial de Dios con un pueblo, Dios es representado en un hombre que se casa con una joven: Israel. Todos los descendientes de los doce patriarcas están representados en una joven, y Dios en un hombre que hacen un Pacto, Dios hace un Pacto matrimonial en el monte Sinaí. Y ahora, Dios es el esposo, el marido de ese pueblo, es la cabeza; por lo tanto, Él va a gobernar, Él es el gobernante de Su casa, de Su familia, pero el pueblo por causa de la idolatría fornicó, porque la idolatría es fornicación, es pecado, adulterio ante Dios. Y ahora, el Pacto que fue hecho en el monte Sinaí llega al final, y vean lo que sucedió. El capítulo 3, verso 8 en adelante de Jeremías... recuerden durante el tiempo de la trayectoria del pueblo hebreo desde el monte Sinaí hasta este momento, hubo momentos de reconciliación como en los hogares: se reconcilian y la familia prospera en esa temporada, y así sucedía en este matrimonio entre Dios y Su esposa, el pueblo hebreo. Cuando había problemas, los hijos, o sea, el pueblo, los individuos, sufrían las consecuencias. Cuando el pueblo estaba bien, siendo dirigido por el rey, entonces venían las bendiciones, y los beneficios los recibía el pueblo. Ahora, vean aquí, capítulo 3, verso 8 (recuerden, Dios aborrece el repudio)... pero vean, algo aquí muy importante verso 8, dice (del capítulo 3 de Jeremías): *“Ella vio que por haber fornicado la rebelde Israel, yo la había despedido y dado carta de repudio...”* Ahora, aquí recuerden que se está hablando de Israel, que es el reino del Norte, la casa del reino del Norte, encabezada por la tribu de Efraín; y la otra persona de la cual habla aquí, la hermana de Israel es Judá, la casa de Judá, el reino del Sur (son dos casas). *“... pero no tuvo temor la rebelde Judá* (¿ve?) *su hermana, sino que también fue ella y fornicó* (o sea, que las dos casas, los dos reinos, cayeron en idolatría en ese tiempo del cual está hablando aquí Jeremías)*.”* O sea, que ellos tenían diferentes etapas. En unas ocasiones estaban en la idolatría, aunque siempre quedaban personas que no se mezclaban con la idolatría, unas “reliquias” que no doblaban su rodilla a Baal. Como en el tiempo del profeta Elías que Dios tenía siete mil personas; o sea, es un grupo pequeño comparado con el número de habitantes del reino del Norte, porque recuerden que el profeta Elías pertenecía al reino del Norte. Y ahora, en esta ocasión Jeremías dice que lo mismo que hizo la casa de Israel, el reino del Norte, lo hizo también la casa de Judá; o sea, el reino del Sur. *“Y sucedió que por juzgar ella cosa liviana su fornicación, la tierra fue contaminada, y adulteró con la piedra y con el leño* (o sea, con los ídolos que eran hechos de madera o de piedras).” Y luego, en el verso 11 en adelante, dice... vamos a continuar aquí: *“Con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo corazón, sino fingidamente, dice Jehová* (recuerden que Dios juzga el corazón, y Él ve y sabe si usted hace las cosas de todo corazón o por apariencia)*...* *Ve y clama estas palabras hacia el norte, y dí: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no guardaré para siempre el enojo.”* Dios no deseaba traer la ira sobre Judá y sobre Israel, o sea, el reino del Norte; y aquí le está hablando al reino del Norte en esta ocasión, dice: *“Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová* (o sea, colocaban sus ídolos debajo de los árboles, y en los montes para tener sus actividades religiosas de idolatría)*.* *Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sión;* *y os daré pastores según mi corazón, que os apacienten con ciencia y con inteligencia.”* Y ahora, aquí encontramos que Dios le dio carta de divorcio al reino del Norte por la idolatría. Y ahora, en Jeremías 31, anuncia que hará un nuevo Pacto, eso es un nuevo Pacto matrimonial; porque el Pacto matrimonial que fue hecho en el monte Sinaí fue violado, y por consiguiente Dios le dio carta de divorcio. Y ahora, para Dios unirse a Israel (el reino del Norte) y sus descendientes, tiene que ser bajo un nuevo Pacto. Y ahora, vamos a ver ese nuevo Pacto, porque es un Pacto matrimonial de Dios como Esposo, con un pueblo como Esposa. Vamos a ver San Juan, capítulo 3, verso 29 al 30, dice Juan el Bautista hablando, el precursor de la Primera Venida de Cristo... dice: *“El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo* (el amigo del Esposo es Juan el Bautista, y el Esposo es Cristo, el Esposo del pueblo; porque el pueblo está representado en una joven, en una mujer, que está casada con Cristo, en el cual está Dios)*; así pues, este mi gozo está cumplido.”* Ya Juan el Bautista está viendo a Cristo, el Esposo del pueblo, hablándole al pueblo, está hablando con la Esposa; y el amigo del Esposo, Juan el Bautista, el precursor del Mesías está contento. Está viendo al Mesías hablándole Su mensaje, el mensaje del Esposo, lo está hablando el mismo Esposo, Cristo, al pueblo. Y ahora, dice: “Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.” O sea, que Juan el Bautista dice: “Es necesario que el importante sea el Esposo, sea Cristo;” y él, menguar, y Cristo ir creciendo y ser el que tenga la importancia, porque el precursor es solamente para preparar el camino, y presentar al pueblo que ya el Esposo está ahí. Así es también en la parábola que Cristo dio de las diez vírgenes. Y ahora, podemos ver aquí a Cristo siendo el Esposo del pueblo hebreo. El Mesías es el Esposo del pueblo hebreo en este Pacto matrimonial. Pero ahora, por cuanto le había sido dada carta de divorcio a Israel, para unirse, tiene que ser bajo un nuevo Pacto, porque el Pacto antiguo fue invalidado, anulado. Y ahora, la promesa es que Dios establecerá un nuevo Pacto. Y cuando habla en Jeremías, luego de decir “con la casa de Israel y con la casa de Judá,” o sea, con el reino del Norte y con el reino del Sur, luego más adelante en otros de los versos siguientes, dice: “Y este es el Pacto que haré con la casa de Israel.” \[Jeremías 31:33\]. Y no menciona la casa de Judá. Por lo tanto, la casa de Israel, el reino del Norte, va a entrar a ese Pacto, y la casa de Israel, el reino del Norte, que había sido desarraigado de la tierra prometida por haber pecado al tornarse a la idolatría, y ese pueblo fue llevado en el cautiverio asirio, y después de ahí fue esparcido a otras naciones. Y ahora, el Pacto que Dios hará con la casa de Israel, con el reino del Norte, ¿dónde queda? Pues las tribus del Norte como tribus desaparecieron; por eso le llaman las tribus perdidas, las diez tribus perdidas. Veamos ahora lo que nos dice el apóstol San Pablo y Jesús, vamos a las palabras de Jesús primero. Él dice: “No he sido enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel (o sea, del reino del norte). También Él dice: “Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.” San Lucas, capítulo 19, verso 10; y en el capítulo 18, versos 11 al 14 de San Mateo, también nos habla de lo mismo. Y ahora, esas son las ovejas que el Padre le dio para que las busque y les dé Vida eterna. Y Él tiene que ir por los montes y collados, o sea, por los diferentes pueblos y naciones y comunidades, buscando esas ovejas. ¿Cómo las va a conseguir? En San Juan, capítulo 10, Él dice (verso 16\* en adelante): *“También tengo otras ovejas que no son de este redil, aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”* El rebaño es la Iglesia del Señor Jesucristo, el pastor es Cristo, el cual dijo: “Yo soy el buen pastor, y el buen pastor su vida da por las ovejas,” por Sus ovejas. Y ahora, encontramos también que Cristo dijo a Sus discípulos que fueran a las ovejas perdidas de la casa de Israel, por eso les dijo que fueran por todo el mundo: *“Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* (San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16). Lo que les dije de las ovejas perdidas de la casa de Israel, lo encuentran en el capítulo 10, verso 6 de San Mateo; y capítulo 15, verso 25 de San Mateo también. Y ahora, podemos comprender que Jesús tenía un completo entendimiento de la casa o reino de las diez tribus que formaban el reino del Norte; fueron desarraigados de su tierra, y hasta el nombre de tribu que tenían, desapareció. Y ahora, algunos piensan: “Ya fueron asimilados, y ya no aparecerán más.” Pero vamos a ver qué dice Dios. Si Cristo dijo que fue enviado a las ovejas perdidas de la casa de Israel, y le dice a Sus discípulos que vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel, y la Escritura dice que Dios es el Redentor, el Salvador, a Dios no se le pierde nada, Él lo recupera. Vamos a ver si esto tiene base bíblica, vamos a ver si hay una promesa de parte de Dios. Deuteronomio, capítulo 30, verso 1 en adelante, dice: *“Sucederá que cuando hubieren venido sobre ti todas estas cosas, la bendición y la maldición que he puesto delante de ti, y te arrepintieres en medio de todas las naciones adonde te hubiere arrojado Jehová tu Dios* (sobre el pueblo hebreo han venido maldiciones y han venido bendiciones; en unos tiempos maldiciones y en otros tiempos bendiciones, cuando se han portado bien)*,* *y te convirtieres a Jehová tu Dios, y obedecieres a su voz conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, con todo tu corazón y con toda tu alma* (y esto es estando fuera de la tierra de Israel, estando en otras naciones donde fueron esparcidos)*,* *entonces Jehová hará volver a tus cautivos, y tendrá misericordia de ti, y volverá a recogerte de entre todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Jehová tu Dios* (promete tener misericordia, y recogerlos, y regresarlos a la tierra prometida)*.* *Aun cuando tus desterrados estuvieren en las partes más lejanas que hay debajo del cielo, de allí te recogerá Jehová tu Dios, y de allá te tomará;* *y te hará volver Jehová tu Dios a la tierra que heredaron tus padres, y será tuya; y te hará bien, y te multiplicará más que a tus padres.* *Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.* *Y pondrá Jehová tu Dios todas estas maldiciones sobre tus enemigos, y sobre tus aborrecedores que te persiguieron.”* Aquí tenemos una promesa de restauración para las tribus perdidas; y aun para los descendientes del reino del Sur también que, más adelante, habían sido llevados cautivos a Babilonia. Y ahora, podemos ver que siendo que Dios es el Redentor, los va a redimir, los va a regresar a la tierra prometida. Y ahora, vamos a ver las palabras de San Pablo y de Jesús sobre el nuevo Pacto, porque tienen que entrar los descendientes del reino del Norte, o sea, de las tribus perdidas, los que van a ser restaurados en el reino, van a entrar, y por consiguiente entran a la esfera espiritual primero. Miren ustedes las palabras de Jesús sobre el nuevo Pacto. Capítulo 26 de San Mateo, verso 26 en adelante, dice: *“Y mientras comían* (esto fue en la última cena, la víspera de la pascua)*...* *Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo.* *Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo: Bebed de ella todos;* *porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados.”* Y aquí nos habla de un nuevo Pacto, el mismo que Dios prometió por Jeremías, y la Sangre del nuevo Pacto es la Sangre que derramaría Jesucristo en Su muerte, lo cual se cumplió en la Cruz del Calvario; y en la Cruz del Calvario se obtuvo la Sangre del Pacto eterno que Dios establecería con la casa de Israel, con el reino del Norte, reino que estaría desaparecido pero que sus descendientes estarían entre todas las naciones. Y ahora, veamos las palabras de San Pablo en el capítulo 8, verso 6 en adelante de Hebreos, de su carta a los Hebreos: *“Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.* *Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.* *Porque reprendiéndolos dice:* *He aquí vienen días, dice el Señor,* *En que estableceré con la casa de Israel y la casa de* *Judá un nuevo pacto;* *No como el pacto que hice con sus padres* *El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;* *Porque ellos no permanecieron en mi pacto,* *Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.* *Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel* (y ahora, no menciona la casa de Judá, sino la casa de Israel) *Después de aquellos días, dice el Señor:* *Pondré mis leyes en la mente de ellos,* *Y sobre su corazón las escribiré;* *Y seré a ellos por Dios,* *Y ellos me serán a mí por pueblo;* *Y ninguno enseñará a su prójimo,* *Ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce al Señor;* *Porque todos me conocerán,* *Desde el menor hasta el mayor de ellos.* *Porque seré propicio a sus injusticias,* *Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.* *Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”* Y ahora, está establecido un nuevo Pacto. La Sangre del nuevo Pacto es la Sangre de Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario, bajo este nuevo Pacto que ha sido establecido en donde la Sangre fue derramada en la Cruz del Calvario, y luego, el día en que se conmemoraba el momento en que fue dada la Ley a Israel en el monte Sinaí, ese mismo día, que es el día de la fiesta de Shavuot llamada para el cristianismo: “el Día de Pentecostés,” estaban ciento veinte creyentes en Cristo en un aposento alto, esperando la Venida del Espíritu de Dios, y vino el Espíritu Santo, y lenguas de fuego se posaron sobre cada creyente en Cristo; ciento veinte creyentes en Cristo fueron llenos del Espíritu de Dios, y hablaban en otras lenguas, en otros idiomas. Así como hubo un fuego en el monte Sinaí cuando fue dada la Ley, porque allí estaba la presencia de Dios; ahora, el Día de Pentecostés allá en Jerusalén, desciende el Espíritu de Dios y lenguas de fuego aparecen sobre los creyentes en Cristo. Y ahora, un nuevo Pacto es dado allí, el apóstol Pedro habla al pueblo el mensaje de una nueva dispensación; así como Moisés dio el mensaje de la Ley al pueblo, ahora San Pedro da el mensaje de la Gracia al pueblo que estaba allí en Jerusalén el Día de Pentecostés, en la conmemoración o celebración de *Shavuot*, o sea, del día en que fue dada la Ley al pueblo hebreo en el Sinaí. Y ahora, un nuevo Pacto es establecido para la unión del pueblo con Dios, representada esa unión en el casamiento o matrimonio de un joven con una joven. Y ahora, tenemos el Pacto matrimonial nuevo que fue prometido por Dios a través del profeta Jeremías, en el capítulo 31, verso 31 al 36; y San Pablo dice que ese es el nuevo Pacto. A ese nuevo Pacto han estado entrando millones de seres humanos, y por consiguiente han estado entrando descendientes de las diez tribus perdidas que han sido esparcidas por todas las naciones. La mayor parte de los descendientes de las tribus perdidas han estado entrando al cristianismo. Ahí encontramos la mayor parte de las tribus perdidas, o sea, de los descendientes de esas tribus perdidas. Por esa causa es que en el reino milenial del Mesías y en la eternidad, estarán en Israel los elegidos, los escogidos del cristianismo, pues han entrado al nuevo Pacto; y por eso es que el apóstol Pablo nos dice en Segunda de Corintios, capítulo 11, y vamos a leerlo (capítulo 11, verso 2 de Segunda Corintios)... dice San Pablo: *“Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo.”* Y ahora, encontramos el porqué San Pablo habla tanto de Cristo y Su Iglesia, y los compara con una pareja de un joven, o de un hombre con una mujer, que se han casado; y nos enseña que Cristo es la cabeza, como lo es también el hombre en su hogar. Dice el capítulo 5 de su carta a los Efesios, verso 23 en adelante: *“Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.* *Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.* *Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella,* *para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra,* *a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”* Y el verso 30, dice: *“Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos.* *Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.* *Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.”* Y aquí podemos ver cómo el matrimonio, que es la unión de un hombre y de una mujer, en donde vienen a ser una sola carne, tipifica la unión de Cristo y Su Iglesia; y por consiguiente la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo, y por medio de Su Iglesia Cristo obra, y Cristo se reproduce en muchos hijos e hijas de Dios; y todo esto bajo un nuevo Pacto matrimonial de Cristo y Su Iglesia, en donde se encuentran a través de la historia de la Iglesia, millones de descendientes de las tribus perdidas de Israel, o sea, de las tribus que formaban el reino del Norte. Hay una bendición grande para los descendientes de las tribus del Norte, para todos los que han entrado, los que están entrando y los que entrarán al nuevo Pacto matrimonial entre Dios y Su pueblo. Todas las bendiciones que fueron habladas en el monte Gerizim son hechas una realidad a los que forman la Iglesia Novia del Señor Jesucristo, con la cual Cristo se une en matrimonio bajo un nuevo Pacto. En la esfera espiritual se ha unido, falta ahora la esfera física que vendrá con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos en Cristo; y todos serán una sola carne, cuerpos glorificados como el cuerpo glorificado de Jesucristo, el Esposo de Su Iglesia. Y ahora, podemos ver un nuevo Pacto matrimonial, bajo ese nuevo Pacto matrimonial permanece la Iglesia del Señor Jesucristo, que fue colocada como la Esposa o Novia de Cristo, el Hijo de Dios, a través del cual Dios se ha unido en ese santo estado del matrimonio con Su pueblo, con Israel; o sea, con los descendientes del reino del Norte en el cristianismo; por eso encontramos a través de la historia de la Iglesia millones de descendientes hebreos, y todavía hay más. **“UN NUEVO PACTO MATRIMONIAL.”** Y ahora, bajo el primer Pacto estuvo el pueblo, los dos reinos; pero fue roto, fue invalidado, fue anulado, Dios le dio carta de divorcio; y ahora para unirse el pueblo a Dios, tiene que ser bajo un nuevo Pacto matrimonial, el cual es el nuevo Pacto del cual Cristo habló, y del cual dijo relacionado a Su Sangre: “Ésta es la Sangre, ésta es mí Sangre del nuevo Pacto.” Y en Hebreos, capítulo 13, verso 20 al 21, San Pablo dice, hablando de la Sangre de Cristo las siguientes palabras: *“Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno.”* ¿Cuál es la sangre del Pacto eterno? La Sangre de Cristo. Y ahora, hay un Pacto eterno. No habrá otro pacto, porque este es un Pacto perfecto. Bajo este Pacto es que la casa del reino del Norte, la casa de Israel, ha tenido la oportunidad de entrar; por cuanto ya no están como tribus, entran como individuos a ese nuevo Pacto; luego en el reino milenial y uego en la eternidad, ya cada cual estará en su lugar. También para el tiempo final ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, descendientes de las doce tribus, serán llamados y juntados por medio de los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre, enviados con gran Voz de Trompeta para llamar y juntar los escogidos, los escogidos de los dos reinos: del reino del Norte y del reino del Sur. Eso está por cumplirse. Serán doce mil de cada tribu; Dios sabrá quiénes son esos escogidos por la sencilla razón de que Dios fue el que los escogió. Y ahora, podemos ver un nuevo Pacto matrimonial entre Dios y Su iglesia, al cual han estado entrando millones de descendientes de las tribus perdidas de la casa de Israel, y también millones de personas que han creído de entre los gentiles, sean o no sean descendientes del reino del Norte. Hemos llegado a un tiempo muy importante, en donde el Cielo está preparado para una gran fiesta celestial, para la Cena de las Bodas del Cordero; o sea, para la fiesta que le llaman en muchos países “la fiesta de boda,” en donde se tiene comida, bolo (en otros países tienen otros nombres), y eso es pastel de boda, y así por estilo tiene diferentes nombres en diferentes países. Esa fiesta va a ser en el Cielo, los ángeles de Dios estarán sirviendo en esa gran fiesta. Ya todo está preparado en el Cielo, y será una fiesta solamente de tres años y medio. Va ser una fiesta muy grande, habrá muchos regalos de parte de Dios, galardones; y también en el Cielo la coronación del Rey y la coronación de Su Esposa como Reina, para venir a la Tierra para reinar en ese glorioso Reino milenial; y todo eso porque hay un nuevo Pacto matrimonial para la unión del ser humano con Dios, por medio del Señor Jesucristo. **“UN NUEVO PACTO MATRIMONIAL.”** Ya bajo el antiguo Pacto no hay bendición; aunque parezca duro pero así es. Miren, aquí San Pablo dice en Hebreos, capítulo 7. En el capítulo 8 leímos que lo que se da por viejo, se envejece y está próximo a desparecer, y está hablando de la Ley, o sea, del Pacto antiguo, el cual fue quebrantado por el pueblo. Y ahora, bajo el nuevo Pacto está la bendición, la bendición de Dios. Y ahora, en Hebreos, capítulo 7, verso 11 al 12, dice: *“Si, pues, la perfección fuera por el sacerdocio levítico* (porque bajo él recibió el pueblo la ley)*, ¿qué necesidad habría aún de que se levantase otro sacerdote, según el orden de Melquisedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón?* *Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley* (o sea, un cambio de la ley, un cambio de Pacto)*.”* Y ahora, el cambio de Pacto me ha favorecido a mí, ¿y a quién más? A cada uno de ustedes también. Si hay alguna persona que todavía no ha entrado a este nuevo Pacto para tener las bendiciones de Dios, estar unido en matrimonio espiritual con Cristo, puede hacerlo en estos momentos para que Cristo le reciba en Su Reino; para lo cual tenderemos unos minutos en lo que llegan a los Pies de Cristo las personas que desean entrar al nuevo Pacto matrimonial con Cristo; o sea, a esta unión con Cristo en el Reino de Dios y así tener asegurado su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno. Bajo este nuevo Pacto es que la Familia de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo con todos sus miembros tiene su futuro bien asegurado. Dios tiene mucho pueblo y lo está llamando a entrar al nuevo Pacto matrimonial con Cristo, o sea, a esta unión con Cristo, esta unión espiritual, en donde la persona recibe a Cristo como su Salvador, y arrepentido de sus pecados pide perdón a Cristo por sus pecados, es bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en la persona el nuevo nacimiento; y así la persona nace de nuevo, nace a la Vida eterna dentro de un Pacto nuevo, el Pacto que Dios prometió hacer con Su pueblo. Y ahora, bajo el nuevo Pacto no dependemos de un orden sacerdotal terrenal, no dependemos del orden sacerdotal de Aarón, sino del orden sacerdotal celestial de Melquisedec, el cual es el Sumo Sacerdote del Templo celestial, el cual es el Señor Jesucristo. Él es Sumo Sacerdote de ese Templo celestial, el único que puede entrar al Lugar Santísimo de ese Templo celestial con Su propia Sangre, para hacer intersección por cada persona que lo recibe como su Salvador, y con Su Sangre limpiarlo de todo pecado. No hay un templo en Jerusalén como el que construyó Salomón, pero hay un templo en el Cielo, en la Jerusalén celestial, en donde hay un Sumo Sacerdote llamado “Señor Jesucristo,” el cual es el Sumo Sacerdote Melquisedec del Templo celestial; y por consiguiente nos acercamos a Dios por medio del Sumo Sacerdote del Templo celestial, nuestro amado Señor Jesucristo. Cristo dijo: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, y nadie viene al Padre sino por mí.” \[San Juan 14:6\]. O sea, que la forma de acercarse a Dios es por medio del Señor Jesucristo. No hay otra forma. Es que Jesucristo es el Sacrificio de Expiación por nuestros pecados para ser reconciliados con Dios, y Él también es el Sumo Sacerdote que intercede por nosotros, Él es nuestro abogado ante Dios, nuestro defensor; lo tenemos como abogado durante la Dispensación de la Gracia. Cuando termina la Dispensación de la Gracia, y entra de lleno la Dispensación del Reino, ya Él no estará como abogado, Él estará como Juez; y no podrá hacer nada por usted para defenderlo cuando esté como Juez. Es ahora que está como abogado que nos puede defender. Vamos a estar puestos en pie para orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. En las diferentes naciones pueden continuar viniendo a los Pies de Cristo para que queden incluidos en esta oración que estaré haciendo. Vamos a preguntar a los que están en las cámaras que nos indiquen cuando en la República Mexicana, en Venezuela, en Colombia, en Chile, y otras naciones, ya estén listos para la oración por las personas que están viniendo a los Pies de Cristo. Los niños de diez años en adelante también pueden venir a los Pies de Cristo. Cristo tiene lugar en Su Reino para los niños también. Todavía están en Mexico... todavía están viniendo a los Pies de Cristo muchas personas; por lo tanto, vamos a dar minutos o segundos, porque son muchos los que están viniendo. Venezuela también, es que Dios tiene mucho pueblo en todo el continente americano: Norteamérica, en toda la América Latina, y también en el África, en el Japón, en China, y en las demás naciones; Dios tiene mucho pueblo, y los está llamando para entrar al nuevo Pacto que ha sido establecido para que quede unidos en este matrimonio espiritual de Cristo y Su Iglesia, para que así vengan a formar parte las personas del Cuerpo Místico de Cristo, o sea, de la Iglesia del Señor Jesucristo. Todavía continúan viniendo a los Pies de Cristo en estas naciones, y también los que faltan de venir aquí presentes, pueden venir a los Pies de Cristo. Es Cristo por Su Palabra el que está llamando al pueblo para entrar al nuevo Pacto que Él ha establecido desde hace dos mil años atrás, y las puertas para entrar a ese nuevo Pacto se abrieron el Día de Pentecostés, el día de la conmemoración en que fue dada la Ley en el monte Sinaí. Vamos a ver si falta algún país... ya todos están listos. Vamos ya a orar por las personas que han venido a los Pies de Cristo. Dos mil años con el llamado para la unión del ser humano con Cristo en el nuevo Pacto matrimonial. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo a Cristo, y con nuestros ojos cerrados los que han venido a los Pies de Cristo, repitan conmigo esta oración: ***Señor Jesucristo, nació Tu fe en mí corazón, creo en Ti con todo mi corazón, creo en Tu Primera Venida, creo en Tu Nombre como el único Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos, creo en Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de Expiación por mis pecados y por los de todo ser humano.*** ***Señor, reconozco que soy pecador y necesito un Salvador, un Redentor. Doy testimonio público de mi fe en Ti, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador. Me rindo a Ti, me entrego a Ti en alma espíritu y cuerpo. Te ruego perdones mis pecados, y con Tu Sangre me limpies de todo pecado y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, luego que yo sea bautizado en agua en Tu Nombre, y produzcas en mí el nuevo nacimiento; quiero nacer en Tu Reino eterno a la Vida eterna.*** ***Señor, Te ruego me salves. Sálvame, Señor. Te lo ruego en Tu Nombre eterno y glorioso, Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Y con nuestras manos levantadas al Cielo, todos decimos: **¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Amén y amén.** Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado, porque ustedes le han recibido como vuestro único y suficiente Salvador. Y ahora, cuando la persona recibe a Cristo como Salvador, muere al mundo; cuando el ministro lo sumerge en las aguas bautismales, tipológicamente está siendo sepultado; y cuando lo levanta de las aguas bautismales, está resucitando a una nueva vida, a la Vida terna con Cristo en Su Reino eterno. Ustedes me dirán o me preguntarán: “¿Cuándo me pueden bautizar?” Pues Cristo dijo: “El que creyere y fuere bautizado será salvo, mas el que no creyere será condenado.” Por cuanto ustedes han creído en Cristo como vuestro único y suficiente Salvador, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. **Y que Cristo los bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.** Ustedes que están en otras naciones también pueden ser bautizados en estos momentos; y nos continuaremos viendo en el Reino de Cristo por toda la eternidad. Quiero felicitar a mi hija América, que está cumpliendo hoy quince años. **Y que Dios la bendiga, la cuide, y la guíe en su vida terrenal, y espiritual. Que se mantenga firme en el camino del Señor, que es el camino de la Vida eterna para encontrarnos en ese Reino milenial juntos, disfrutando todas esas bendiciones que Él ha prometido en Su Palabra. Que Dios te bendiga América, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino de Cristo. Que Dios te bendiga.** Lo más importante mientras vivimos en la Tierra es estar en Cristo y con Cristo. “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es,” \[Segunda de Corintios 5:17\] dice el Evangelio, o sea, ha nacido en el Reino de Cristo, y por consiguiente está dentro del nuevo Pacto, de ese nuevo Pacto matrimonial, o sea, está unido con Cristo. Y pertenece a la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Esposa-Novia del Señor Jesucristo. Y ahora, dejo al reverendo Josué Cunha para que les indique hacia dónde dirigirse para colocarse las ropas bautismales y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo; y en cada país dejo al ministro correspondiente para que también realice esta parte correspondiente. Que Dios les bendiga y les guarde, y nos continuaremos viendo por toda la eternidad en el Reino del Señor Jesucristo. Dios les bendiga y les guarde a todos. **“UN NUEVO PACTO MATRIMONIAL.”**