--- title: 'Buscando esposa para el Hijo' date: 2004-05-11 activity: 1 place: city: San Marcos state: Texas country: US duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en Génesis, capítulo 24, versos 7 en adelante, cuando envió a su siervo Eliezer para buscar una esposa o novia para su hijo Isaac. Dice \[verso 6\]: “*Y Abraham le dijo* (o sea, le dijo a Eliezer)*...* *Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.* *Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo.* *Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.* *Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.* *Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y se fue, tomando toda clase de regalos escogidos de su señor; y puesto en camino, llegó a Mesopotamia, a la ciudad de Nacor.* *E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto a un pozo de agua, a la hora de la tarde, la hora en que salen las doncellas por agua.* *Y dijo: Oh Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham.* *He aquí yo estoy junto a la fuente de agua, y las hijas de los varones de esta ciudad salen por agua.* *Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego, para que yo beba, y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos; que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.* *Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que había nacido a Betuel, hijo de Milca mujer de Nacor hermano de Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro.* *Y la doncella era de aspecto muy hermoso, virgen, a la que varón no había conocido; la cual descendió a la fuente, y llenó su cántaro, y se volvía.* *Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.* *Ella respondió: Bebe, señor mío; y se dio prisa a bajar su cántaro sobre su mano, y le dio a beber.* *Y cuando acabó de darle de beber, dijo: También para tus camellos sacaré agua, hasta que acaben de beber.* *Y se dio prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo para sacar agua, y sacó para todos sus camellos.* *Y el hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había prosperado su viaje, o no.* *Y cuando los camellos acabaron de beber, le dio el hombre un pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban diez,* *y dijo: ¿De quién eres hija? Te ruego que me digas: ¿hay en casa de tu padre lugar donde posemos?* *Y ella respondió: Soy hija de Betuel hijo de Milca, el cual ella dio a luz a Nacor.* *Y añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para posar.* *El hombre entonces se inclinó, y adoró a Jehová,* *y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó de mi amo su misericordia y su verdad, guiándome Jehová en el camino a casa de los hermanos de mi amo.* *Y la doncella corrió, e hizo saber en casa de su madre estas cosas.* *Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera hacia el hombre, a la fuente.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“BUSCANDO ESPOSA PARA EL HIJO.”** En este pasaje bíblico, el cual es histórico, en el cual podemos ver cómo Dios obra cuando una persona ora para que Dios le provea una compañera a su hijo, y también el hijo ora para que Dios le provea una compañera. Vean, le proveyó una compañera de su propia familia. Así es con todo hijo e hija de Dios: Debe ser de la misma Familia de Dios el compañero que Dios le provea a una joven, y la compañera que Dios le provea a un joven. Abraham no quería que fuera de las hijas de los incrédulos la mujer que iba a tomar por esposa Isaac, quería que fuera de su propia familia. Y así es la voluntad de Dios para cada hijo de Dios: que sea de la misma Familia de Dios, una creyente, la compañera que Dios le provee a un hijo de Dios. Ahora, este caso es muy importante porque Abraham tipifica a Dios, y su hijo Isaac tipifica a Cristo; el siervo Eliezer tipifica al Espíritu Santo; y Rebeca tipifica la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo. Encontramos que fue en la fuente de agua donde llegó ella y donde estaba el siervo; y el siervo tipifica al Espíritu Santo, enviado para buscar una Novia, una Esposa, para Jesucristo, el Hijo de Dios, que es el Hijo de David, en el cumplimiento pleno de la profecía. El Mesías es el Hijo de David, el Heredero a todo lo que Dios prometió a Abraham; por lo tanto, Cristo es el Hijo de Abraham, y también es el Hijo de David. Por lo tanto, en la fuente del agua es donde estaría el siervo, que tipifica el Espíritu Santo, y donde iría la joven que vendría a ser la esposa del hijo de Abraham. Por lo tanto, la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Esposa o la joven elegida para ser la Esposa de Cristo, ¿a dónde llegaría? A la Fuente de Agua. Cristo dijo en una ocasión, en San Juan, capítulo 7, verso 37 en adelante, de la siguiente manera... y vamos a leer ese pasaje que es muy importante, mientras Miguel me consigue otro pasaje, o Tirzo, que dice (hablando Dios al pueblo hebreo): “Me dejaron a mí, fuente de agua viva (algo así); y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua.” Algo así dice. Vamos a leer este pasaje mientras Tirzo me consigue el otro. San Juan, capítulo 7, verso 37 al 39, dice: “*En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.* *El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.* *Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.”* Y ahora, Cristo invita a las personas a venir a Él para recibir y tomar del Agua de la Vida Eterna gratuitamente; y esa Agua de Vida es el Espíritu Santo. Jeremías 2:13 es el otro pasaje. Ahora, vean que Cristo es la Fuente del Agua de la Vida, Cristo es la Fuente donde está el Espíritu Santo. Por eso es que en San Mateo nos habla algo muy importante aquí: Capítulo 3, dice... y en San Juan también. Capítulo 3, verso 11 de San Mateo, dice Juan el Bautista: “*Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”* ¿Quién es el que bautizará en Espíritu Santo y Fuego? Jesucristo. Porque en Él estaba el Espíritu Santo que Él daría a los creyentes en Él. Él daría esa Agua de Vida Eterna, el Espíritu Santo, a todos los creyentes en Él. Y ahora, Cristo es la Fuente del Agua de la Vida, Cristo es la Fuente del Espíritu Santo, y Cristo da el Espíritu Santo a todos aquellos que Lo reciben como su Salvador, a todos aquellos que vienen a la Fuente, a la Fuente de Agua Viva. Vean, en San Juan, capítulo 4, verso 10, Cristo hablando con la mujer samaritana, del 10 en adelante, dice: “*Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.* *La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?* *¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?* *Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;* *mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.”* Esa Agua es el Espíritu Santo, el Bautismo del Espíritu Santo, que salta para vida eterna, que le da vida eterna a la persona, produce el nuevo nacimiento en la persona; y la persona nace en el Reino de Cristo, en el Reino de Dios, nace en y a la vida eterna. Por lo tanto, toda persona que quiera tomar del Agua de la Vida Eterna tiene que venir a la Fuente del Agua de la Vida Eterna, que es Jesucristo nuestro Salvador. Toda persona desea pertenecer a la Esposa del Hijo de Dios, la Esposa del Cordero, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. ¿Cómo una persona puede pertenecer a la Esposa del Cordero? ¿Cómo puede ser miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo? Por medio de venir a la Fuente del Agua de la Vida: a Cristo, recibirlo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, le da del Agua de la Vida Eterna; y la persona obtiene el nuevo nacimiento. Porque esa Agua que salta para vida eterna lo coloca en la vida eterna, le da salvación y vida eterna; y viene la persona a pertenecer a la Esposa del Cordero, la Iglesia del Señor Jesucristo, la Esposa que Dios, el Padre, así como hizo Abraham, mandó al Espíritu Santo, así como Abraham mandó a Eliezer para que le buscara una esposa para su hijo; y Dios, el Padre, ha enviado el Espíritu Santo a buscar una Esposa para Su Hijo Jesucristo, una Iglesia. Por eso el Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés ha estado en la Tierra, de nación en nación, buscando una Iglesia para el Señor Jesucristo, buscando una Esposa para Jesucristo, el Hijo de Dios. Y esa Esposa que es elegida para ser la compañera idónea de Jesucristo, es hallada en la Fuente de Agua; y la Fuente de Agua es Jesucristo. Por lo tanto, recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, es bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Cristo bautiza a la persona con Espíritu Santo y Fuego, y la persona obtiene el nuevo nacimiento; nació en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Iglesia de Jesucristo, como un miembro de la Esposa del Cordero, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. También tenemos en la Escritura el lugar donde estaba Isaac cuando llegó Rebeca, la joven que fue elegida por Dios para ser la compañera de Isaac. Veamos este pasaje... Vamos a ver este pasaje en el capítulo 24, versos 54 en adelante. Dice \[Génesis\]: “*Y comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y levantándose de mañana, dijo: Enviadme a mi señor* (o sea, dijo el siervo Eliezer a los hermanos o hermano de Rebeca, y a la familia de Rebeca, y al padre de Rebeca)*.* *Entonces respondieron su hermano y su madre: Espere la doncella con nosotros a lo menos diez días, y después irá.* *Y él les dijo: No me detengáis, ya que Jehová ha prosperado mi camino; despachadme para que me vaya a mi señor.* *Ellos respondieron entonces: Llamemos a la doncella y preguntémosle.* *Y llamaron a Rebeca, y le dijeron: ¿Irás tú con este varón? Y ella respondió: Sí, iré.* *Entonces dejaron ir a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al criado de Abraham y a sus hombres.* *Y bendijeron a Rebeca, y le dijeron: Hermana nuestra, sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.”* Esa misma bendición cae sobre la Iglesia del Señor Jesucristo. “*Entonces se levantó Rebeca y sus doncellas, y montaron en los camellos, y siguieron al hombre; y el criado tomó a Rebeca, y se fue.* *Y venía Isaac del pozo del Viviente-que-me-ve; porque él habitaba en el Neguev.* *Y había salido Isaac a meditar al campo, a la hora de la tarde; y alzando sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían.”* Ahora vean, Isaac en el tiempo de la tarde se había ido al pozo del *Viviente-que-me-ve*, y allí estaba meditando, orando a Dios, por una esposa que el siervo de Abraham había ido a buscar para Isaac. En el pozo del Dios viviente. Ella, en el pozo allá donde iba a buscar agua, allí se encontró con Eliezer, el siervo de Abraham, que tipifica el Espíritu Santo; porque es en Cristo en donde encontramos el Espíritu Santo, porque Cristo es la Fuente del Agua de Vida Eterna, la Fuente del Espíritu Santo; y cuando recibimos a Cristo hemos venido al pozo del Agua de la Vida Eterna. Pero ahora Isaac estaba en el pozo del *Viviente-que-me-ve*. ¿Ven? Ambas en un pozo. Y ahora, ¿dónde Cristo estará en el Día Postrero, en el tiempo de la tarde? En el pozo del Dios Viviente-que-me-ve. Ahora: *“Rebeca también alzó sus ojos, y vio a Isaac, y descendió del camello;* *porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.* *Entonces el criado contó a Isaac todo lo que había hecho.* *Y la trajo Isaac a la tienda de su madre Sara, y tomó a Rebeca por mujer, y la amó; y se consoló Isaac después de la muerte de su madre.”* Ahora, podemos ver que el que criado consiguió la esposa para el hijo de su señor, para Isaac; y así el Espíritu Santo, de etapa en etapa, el cual fue enviado desde el Día de Pentecostés a buscar Esposa para el Hijo de Dios, para Jesucristo, encontramos que de etapa en etapa ha estado buscando esa Esposa para el Hijo de Dios. Y es en la Fuente del Agua de la Vida Eterna, en Cristo, que vienen todas las personas que vienen a formar la Iglesia del Señor Jesucristo, que vienen a formar la Esposa para Jesucristo, nuestro Salvador. Y Cristo es la Cabeza de Su Esposa, de Su Iglesia. Por lo tanto, toda persona ha deseado pertenecer a la Esposa del Cordero, la Iglesia del Señor Jesucristo; y ya hemos visto cómo venir a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo. Esta Iglesia aparece también en el libro del Apocalipsis, en donde nos dice desde... Capítulo 19, versos 7 en adelante del Apocalipsis, dice: “*Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.* *Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.”* Ahí tenemos la Esposa del Cordero, la Iglesia del Señor Jesucristo, a la cual pertenecen todos los que han venido a la Fuente del Agua de la Vida, a Cristo, y Lo han recibido como su Salvador, y han recibido el Agua de la Vida Eterna, que es el Espíritu Santo. “*Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.”* Son bienaventurados todos los que son llamados a la Cena de las Bodas del Cordero, porque han sido llamados para ser la Esposa del Hijo de Dios, de Jesucristo nuestro Salvador, la Esposa del Cordero. Por lo tanto, es una bendición y bienaventuranza grande pedir a Cristo la Fuente del Agua de la Vida, porque ahí es donde el Espíritu Santo está para elegir la Esposa de Cristo, el Cordero, el Hijo de Dios. También nos dice en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 21, verso 1 en adelante. Dice: “*Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.* *Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.”* Ahí tenemos nuevamente la Esposa del Cordero. También en el capítulo 21, verso 9 en adelante, dice: “*Vino entonces a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras, y habló conmigo, diciendo: Ven acá, yo te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.”* Y ahora, podemos ver que después de Jesucristo la más importante es la Esposa de Cristo, Su Iglesia. Por eso es que los miembros de la Iglesia de Jesucristo son herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro. A todo lo que Cristo es Heredero, lo es también la Iglesia, la Esposa del Cordero, la Iglesia de Jesucristo nuestro Salvador, a la cual pertenecen todos aquellos que reciben a Cristo como su Salvador personal. Por lo tanto, es muy importante que toda persona que desea pertenecer a la Iglesia, la Esposa del Cordero, venga a la Fuente del Agua de la Vida Eterna, a Cristo, Lo reciba como su Salvador y pida perdón a Cristo por sus pecados; Cristo le perdona y con Su Sangre le limpia de todo pecado, y es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y obtiene el nuevo nacimiento; y así ha tomado el Agua de la Vida Eterna, el Espíritu Santo; ha tomado del Espíritu Santo, que es el Agua de la Vida Eterna, y ha obtenido el nuevo nacimiento, ha nacido como un miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo, como un miembro de la Esposa del Cordero. Hemos visto: “EL MISTERIO DE LA ESPOSA DEL CORDERO,” del Hijo de Dios, y cómo es que Cristo por medio de Su Espíritu Santo ha estado buscando esa Esposa y ha estado formando esa Esposa, la cual ha estado creciendo de edad en edad. De edad en edad el Espíritu Santo ha venido manifestado en un instrumento, un Mensajero; y por medio de ese Mensajero ha estado llamando y juntando a Sus escogidos, que forman la Esposa del Hijo de Dios, de Jesucristo, que forman la Iglesia del Señor Jesucristo. Y en este tiempo final el Espíritu Santo está llamando y juntando los últimos escogidos de Dios que forman la Esposa del Cordero, para que se complete la Iglesia del Señor Jesucristo, la Esposa del Cordero, la Esposa del Hijo de Dios; y pueda Cristo resucitar a los muertos creyentes en Él, y transformarnos a nosotros, y llevarnos con Él a la Cena de las Bodas del Cordero. Es una bendición y privilegio grande pertenecer a la Esposa del Cordero, a la Iglesia del Señor Jesucristo. En el Cielo se está preparando la Fiesta más grande del Universo completo, para Jesucristo y Su Esposa, Jesucristo y Su Iglesia, a la cual yo iré muy pronto. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también; porque somos miembros de la Esposa del Cordero, la Esposa de nuestro amado Señor Jesucristo. La Iglesia está desposada con Cristo, está comprometida con Cristo; como María estaba comprometida con José. Ahora, en lo espiritual la Iglesia ya es la Esposa, y ha estado teniendo hijos e hijas de Dios por medio de Cristo en Espíritu Santo manifestado en Ella. Así como María tuvo un hijo por medio del Espíritu Santo, ahora la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Esposa de Cristo, ha estado teniendo hijos e hijas de Dios por medio de la manifestación del Espíritu Santo, y han estado naciendo hijos e hijas de Dios en la Iglesia del Señor Jesucristo, han estado obteniendo el nuevo nacimiento, han estado naciendo en el Reino de Jesucristo, han estado naciendo en la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, en lo espiritual la Iglesia ya tiene muchos hijos e hijas, que son los creyentes en Cristo nacidos de nuevo. Ahora, podemos ver: “EL MISTERIO DE LA ESPOSA DEL CORDERO.” En los días en que Jesús estuvo aquí en la Tierra en carne humana, encontramos que fueron a Juan el Bautista algunas personas a decirle algunas cosas, pero Juan no se molestó. Dice capítulo 3, verso 22 en adelante, de San Juan, dice: “*Después de esto, vino Jesús con sus discípulos a la tierra de Judea, y estuvo allí con ellos, y bautizaba.* *Juan bautizaba también en Enón, junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.* *Porque Juan no había sido aún encarcelado.* *Entonces hubo discusión entre los discípulos de Juan y los judíos acerca de la purificación.* *Y vinieron a Juan y le dijeron: Rabí, mira que el que estaba contigo al otro lado del Jordán, de quien tú diste testimonio, bautiza, y todos vienen a él.* *Respondió Juan y dijo: No puede el hombre recibir nada, si no le fuere dado del cielo* (o sea, no puede Jesús recibir nada si no le fuere dado del Cielo)*.* *Vosotros mismos me sois testigos de que dije: Yo no soy el Cristo, sino que soy enviado delante de él.* *El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido.* *Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.”* Así que Juan el Bautista reconoció a Cristo como el Esposo, y reconoció a todos los creyentes en Cristo como la Esposa. Todos los creyentes en Cristo son la Esposa del Cordero. Y ahora, encontramos que el precursor - así como el precursor de la Primera Venida de Cristo habló en esta forma, el precursor de la Segunda Venida de Cristo habló de esa misma forma cuando él vio el misterio del Séptimo Sello. Y vamos a leer aquí en la página 475, dice... 474 y 475, dice... 474 al final, dice el último párrafo... está hablando... Dice \[Pag. 482\]: “*De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el verano está cerca.* (Eso está en San Mateo 24, verso 31 en adelante... 31 hasta el 33) *Así también vosotros, cuando viereis todas estas cosas, sabed que está cercano, a las puertas.’ (Mateo 24:32-33).* *Está hablando de Israel en su propia patria* (porque la higuera tipifica a Israel)*. Pero, ¿notaron que El no habla nada de la revelación de este séptimo Sello; y también acá en Apocalipsis en la apertura de los Sellos, también lo omitió? Vemos pues que es un misterio por completo, y la hora todavía no ha llegado para que se diera a conocer este misterio. Hemos llegado hasta aquí, y lo demás nos será dado allí en el tiempo cuando...*(Esto es la página 482... Le estaba leyendo una página más adelantada) *...en el tiempo cuando aparezca el Señor Jesucristo sobre la Tierra...”* Pero ahora vamos a ver bien aquí la página 474 y 475. Dice: “*Yo no sé quién será, ni qué va a suceder. ¡No sé! Solamente sé que esos Siete Truenos contienen el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo. ¿Todos entienden?* *Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este ministerio, por el cual he tratado de convertir a la gente a la Palabra, ha servido de fundamento. Si así es, entonces les estaré dejando para siempre. No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y aun si así fuera, él crecerá y yo menguaré. ¡Yo no sé! Pero Dios me ha dado el privilegio de mirar y ver lo que es; lo vi abrirse hasta donde lo vi.”* Y hasta donde él vio abrirse ese misterio, él dice: “A él le conviene crecer, y a mí menguar.” Lo mismo que dijo Juan el Bautista. Porque Él estaba viendo ahí, hasta donde lo vio, el misterio de la Venida del Esposo, del Esposo de la Esposa del Cordero. Por lo tanto, es un privilegio grande pertenecer a la Esposa del Cordero, o sea, a la Iglesia del Señor Jesucristo. Cuando yo recibí a Cristo como mi Salvador, lavé mis pecados en la Sangre de Cristo, fui bautizado en Agua en Su Nombre y recibí Su Espíritu, obtuve el nuevo nacimiento y nací en la Iglesia, la Novia, la Esposa del Cordero, como un miembro de la Esposa del Cordero, como un miembro de la Iglesia del Señor Jesucristo. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Y toda persona que todavía no ha recibido a Cristo: todavía no ha nacido como un miembro de la Esposa del Cordero; pero en esta noche puede nacer en la Iglesia de Jesucristo como un miembro de la Esposa del Cordero, la Esposa del Hijo de Dios, la Iglesia del Señor Jesucristo. ¿Cómo? Recibiendo a Cristo como su Salvador, lavando sus pecados en la Sangre de Cristo, siendo bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo le bautizará con Espíritu Santo y Fuego, y obtendrá el nuevo nacimiento; y entonces así habrá nacido en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Esposa del Cordero; y por consiguiente, habrá nacido en el Reino de Dios, y así habrá obtenido la salvación y vida eterna. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, para pertenecer a la Esposa del Cordero, a la Esposa de Jesucristo, la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual el Espíritu Santo ha estado buscando de edad en edad, ha estado buscando Esposa para el Hijo de Dios, para Jesucristo, en esta noche usted, recibiendo a Cristo, viene a formar parte de la Esposa del Cordero, la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, puede levantar su mano, y estaré orando por usted para que Cristo lo reciba y lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en usted el nuevo nacimiento y venga a formar parte de la Esposa del Cordero, la Esposa de Jesucristo, el Hijo de Dios. Venga a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo. Puede levantar su mano y estaré orando por usted. Los niños también, de diez años en adelante, pueden recibir a Cristo para que Cristo les reciba y sean bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento. Pueden también pasar al frente para orar por ustedes en esta noche. Vamos a esperar unos minutos en lo que pasan todos los que necesitan pasar para formar parte de la Esposa de Jesucristo, el Hijo de Dios, para formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo. Pueden pasar al frente y estaré orando por ustedes en esta ocasión. Pueden continuar pasando al frente. ¿Vieron la forma sencilla en que la persona viene a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo? Y la Iglesia del Señor Jesucristo es llamada: LA ESPOSA DEL CORDERO, la Esposa de Jesucristo, el Hijo de Dios, que vivirá con Cristo en Su Reino por el Milenio y por toda la eternidad, la cual será heredera con Cristo de todas las cosas; y será la Reina, y Cristo el Rey, en el Milenio y por toda la eternidad. Pueden continuar pasando al frente los que faltan para orar por ustedes en esta noche, para que Cristo les reciba, les perdone con Su Sangre, les limpie de todo pecado. Cristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre.” Por lo tanto, para Cristo confesar a una persona delante del Padre Celestial como un creyente en Él, como un miembro de Su Iglesia, como un miembro de Su Cuerpo Místico de creyentes, que es la Esposa de Jesucristo, el Hijo de Dios, la persona tiene que confesarlo públicamente como su Salvador. Por lo tanto, en esta noche es la oportunidad de confesar a Cristo como Salvador, para que Cristo le confiese delante de nuestro Padre Celestial. “Buscad primeramente el Reino de Dios y Su Justicia.” Lo más importante es la vida eterna, y la vida eterna la encontramos en Cristo. Por lo tanto, hay que recibir a Cristo para obtener la vida eterna. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su hijo Unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, mas tenga vida eterna.” San Juan, capítulo 3, verso 16. “El que tiene al Hijo, a Jesucristo, el Hijo de Dios, tiene la vida eterna; el que no tiene al Hijo, no tiene la vida eterna,” dice Primera de Juan, capítulo 5, versos 8 al 13. Todavía estamos dando algunos minutos en lo que pasan todas las personas que desean vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino. Cristo tiene grandes bendiciones para todos los que lo reciben como su Salvador; y la bendición más grande es la vida eterna; no hay otra cosa más grande que la vida eterna. Lo más importante, siendo la vida eterna, entonces hay que recibir a Cristo, porque solamente a través de Cristo se recibe la vida eterna. Hay que asegurar nuestro futuro eterno, ¿con quién? ¿Hay alguna compañía de seguro que le puede vender un seguro y decirle: “Yo te aseguro que vivirás eternamente?” No hay ninguna compañía en la Tierra. Pero hay un Hombre que nos asegura la vida eterna, y ese hombre es SEÑOR JESUCRISTO. Ninguna otra persona le puede asegurar a usted la vida eterna, solamente Jesucristo; por eso tenemos que confirmar nuestro lugar en la vida eterna, con Jesucristo nuestro Salvador. Él ha dado la oportunidad a todo ser humano que le diga a Él si quiere vivir eternamente o no quiere vivir eternamente. Por eso Él ordenó a Sus discípulos a predicar, diciendo: “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* \[San Marcos 16:15-16\] Tan sencillo como eso. Así es como cada persona le dice a Cristo si quiere o no quiere vivir eternamente. Dice: “El que en Él cree no es condenado; mas el que no cree ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios.” Eso está en el capítulo 3 de San Juan. Por lo tanto, todos queremos vivir eternamente. ¿Y quién no? Todos queremos la vida eterna en un cuerpo eterno, como Él ha prometido, un cuerpo joven y glorificado como el cuerpo glorificado que tiene Jesucristo. Él lleva dos mil años que ascendió al Cielo y todavía está tan joven como cuando se fue. Y nosotros llevamos tan poquito tiempo aquí en la Tierra, y cada año que nos pasa notamos que nos ponemos más viejos. Necesitamos realmente un cuerpo como el cuerpo que tiene Jesucristo nuestro Salvador; y esa es la clase de cuerpo que Él ha prometido para todos los que Lo reciben como su Salvador, para todos los que vienen a formar parte de Su Esposa, de Su Iglesia, para así asegurar su futuro eterno con Jesucristo, y vivir por toda la eternidad con Jesucristo nuestro Salvador, como los miembros de la Esposa, de la Iglesia, del Hijo de Dios, de Jesucristo, la Esposa del Cordero. Todavía estamos dando unos segundos en lo que pasan las últimas personas que faltan por pasar para formar parte de la Esposa del Cordero. Si falta alguno, puede pasar inmediatamente, pues ya Dios le habló a su alma, y por consiguiente ya ha sido llamado por el Espíritu Santo, que es el Siervo que fue enviado para buscar Esposa para Jesucristo, el Hijo de Dios. Y si usted ha sido llamado acá en su alma al escuchar la predicación del Evangelio de Cristo, es porque usted es un elegido de Dios para formar parte de la Esposa del Cordero, la Esposa del Hijo de Dios, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. Vamos a estar puestos en pie. Si falta alguna persona por pasar, puede hacerlo inmediatamente y ya vamos a orar por todos los que han pasado. Si falta alguno puede hacerlo, puede pasar. Los niños también, de diez años en adelante, pueden pasar para recibir a Cristo como su Salvador. Vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a orar. Repitan conmigo esta oración los que han pasado. Si todavía falta alguno puede pasar. Vamos a inclinar nuestros rostros. Repitan conmigo esta oración: ***Señor Jesucristo, ante Tu presencia vengo reconociendo Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario como el Sacrificio por la Redención del ser humano, reconociendo que Tú llevaste mis pecados en la Cruz del Calvario cuando allí diste Tu Vida por mí. Reconozco que Tu Sangre me limpia de todo pecado, y reconozco que soy pecador.*** ***Te ruego me perdones y me limpies con Tu Sangre Preciosa, y Te ruego salves mi alma y me bautices con Espíritu Santo y Fuego, y produzcas en mí el nuevo nacimiento.*** ***Señor Jesucristo, públicamente doy testimonio de mi fe en Ti. Creo en Ti como mi Salvador. Te recibo como mi Salvador suficiente. Salva mi alma, Señor Jesucristo, y dame vida eterna. En Tus manos me encomiendo, en Tu Nombre, Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Y ahora repetimos: **La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado. La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado. La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado.** La Sangre del Señor Jesucristo los ha limpiado de todo pecado, Cristo les ha perdonado su pecados y Cristo les ha recibido en Su Reino. Ustedes me dirán: “Pero todavía me falta ser bautizado en agua en Su Nombre.” Y le pregunto al ministro aquí... Le pido que pase aquí, ministro. Le pregunto si hay agua. Hay agua y dos bautisterios aquí. ¿Hay ropas bautismales también? Hay ropas bautismales también. Por lo tanto, la pregunta también, del alma de ustedes: “¿Y cuándo me pueden bautizar?,” está contestada: Hay agua y hay ropas bautismales. Esta misma noche pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo les bautizará con Espíritu Santo y Fuego. Así que Dios les continúe bendiciendo a todos, Dios les guarde; y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. Dejo al ministro aquí presente para que les indique hacia dónde caminar para cambiarse de ropas y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Que Dios les bendiga y les guarde, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. “**BUSCANDO ESPOSA PARA EL HIJO.”**