--- title: 'El Tiempo se ha Cumplido' date: 2004-03-07 activity: 1 place: city: São Paulo state: São Paulo country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas tardes, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios. Para esta ocasión leemos en San Marcos, capítulo 1, verso 14 en adelante, donde dice: *“Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios,* *diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO”.** En los días de Jesús se estaban cumpliendo las profecías bíblicas de la Venida del precursor de la Primera Venida de Cristo, de la Primera Venida de Cristo el cual fue Juan el Bautista, y Juan el Bautista fue tomado preso y no iba a salir con vida de la cárcel, y Jesús lo sabía. En el tiempo en que Juan el Bautista estuvo predicando fue que apareció Jesús, comenzó Jesús Su ministerio; primero estuvo en las actividades de Juan el Bautista, fue bautizado por Juan el Bautista y asistió a algunas actividades de Juan el Bautista luego de ser bautizado. Juan el Bautista no lo quería bautizar, y sin embargo vino predicando y bautizando, pero se encontró con uno al cual Juan no quería bautizar, sino que Juan decía: “Yo Soy el que tengo necesidad de ser bautizado por ti. ¿Y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Y no quería bautizarlo, pero Jesús le dijo: “Nos conviene que cumplamos toda justicia, esta es la forma en que hay que hacer las cosas”. Siendo Jesús el Cordero de Dios, tenía que ser lavado y tenía que ser bautizado por consiguiente. Ahora, cuando Juan dice: “Yo tengo necesidad de ser bautizado por ti. ¿Y Tú vienes a mí para que yo te bautice?” Algo sabía Juan acerca de Jesús, Juan conocía probablemente a Jesús y de seguro habían jugado juntos cuando eran niños, porque María y Elisabet eran parientes. Y si cuando María concibió en su vientre fue a donde su parienta Elisabet a las montañas de Judea para darle la noticia de que había concebido sin conocer varón, y ella sabía también que su parienta Elisabet también estaba embarazada, porque el Arcángel Gabriel se lo había dicho; y cuando llegó y saludó a Elisabet, el niño que estaba en el vientre de Elisabet saltó de alegría, fue lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de Elisabet (su madre), conforme a la profecía dada por el arcángel Gabriel. Yo siempre he dicho que el Arcángel Gabriel es el profeta de esa sexta dimensión, es un Arcángel profeta de otra dimensión. Las profecías del profeta Daniel no son de Daniel, son del Arcángel Gabriel; y así por el estilo encontramos diferentes profecías del Arcángel Gabriel, como la profecía del hijo que el sacerdote Zacarías, y la esposa del sacerdote Zacarías (Elisabet) tendrían, la cual se cumplió al pie de la letra; y la profecía del nacimiento de Jesús dada a la virgen María; y esas profecías eran conforme a las profecías del Antiguo Testamento. De la Venida del Mesías le habló Dios por medio del Arcángel Gabriel al profeta Daniel, cuando le dijo que el Mesías sería cortado, sería muerto, le sería quitada la vida al Mesías a la mitad de la semana número setenta. Así que el arcángel Gabriel lo encontramos visitando a la virgen María y sonando la Trompeta, él sonó la Trompeta en y para la Primera Venida de Cristo, y dice el reverendo William Branham: “Y sonará la Trompeta para la Segunda Venida de Cristo”. Así que tiene una misión muy importante en la Tierra. Fue a la virgen María a la que le apareció y le dio la noticia del hijo que ella iba a tener, el cual sería el Mesías. La virgen María tipifica a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo. Por consiguiente así como el Arcángel Gabriel sonó la Trompeta de las buenas nuevas del Evangelio, que significa las buenas nuevas (las buenas nuevas de la Venida del Mesías), a la virgen María le dio esa noticia y luego también a los pastores que estaban en Belén de Judea cuando Jesús nació, y también al sacerdote Zacarías le dio la noticia de que tendría un hijo profeta y que vendría delante del Señor preparándole el camino, y vendría con el Espíritu y virtud de Elías. Y ahora, encontramos que así como en medio del pueblo hebreo se cumplió la profecía de la venida del precursor y luego la profecía de la Venida del precursado, el pueblo hebreo, Israel, la nación hebrea, la nación terrenal de Dios es tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo, del Israel celestial, de la Nación celestial. Por consiguiente así como en el Israel terrenal se cumplieron la venida del precursor y la Venida del precursado, de las cuales habló el Arcángel Gabriel sonando la Trompeta, dando esa buena noticia, en el Israel celestial, que es la Iglesia de Jesucristo es que la venida del precursor ya se cumplió en el reverendo William Branham, se cumplió en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y la Iglesia del Señor Jesucristo es la que ha estado esperando la Segunda Venida de Cristo, y ya vino el precursor y se fue, por lo tanto la Segunda Venida de Cristo tiene que ser cumplida en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, y luego el pueblo hebreo verá ese gran evento y dirá: “Este es el que nosotros estamos esperando”. Pero Él viene por Su Iglesia, porque el tiempo se ha cumplido, el tiempo de las siete edades de la Iglesia terminó, el tiempo se ha cumplido y ahora estamos en un ciclo divino que es eternidad. Señalamos un ciclo divino para que puedan tener ustedes una idea del ciclo al cual hemos entrado. Luego de las siete edades, así como la Iglesia ha venido subiendo de edad en edad, ha subido en este tiempo a la Edad de la Piedra Angular, que está representada en el ocho, y el ocho representa eternidad, ha entrado a un ciclo espiritual eterno, y por consiguiente el tiempo se ha cumplido, el tiempo de las siete edades ya se cumplió. Y ahora, la Iglesia de Jesucristo en forma espiritual ha entrado a eternidad como Cuerpo Místico de Cristo; así como cada creyente en Cristo cuando ha recibido a Cristo como su Salvador arrepentido de sus pecados, Cristo lo ha recibido, lo ha perdonado, ha sido bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo ha bautizado con Espíritu Santo y Fuego, y ha entrado al Reino de Dios, al Reino de Jesucristo, ha nacido en el Reino de Dios porque ha nacido del Agua y del Espíritu, y por consiguiente ha entrado a eternidad, salió del ciclo de tiempo y entró al ciclo de eternidad, ya tiene vida eterna. La persona creyente en Cristo nacido de nuevo ya entró a eternidad, aunque su cuerpo físico todavía no ha entrado a eternidad, pero ya su alma entró a eternidad y tiene un cuerpo angelical, igual al cuerpo angelical de Jesucristo, el cual es llamado el Ángel de Jehová en el Antiguo Testamento. De esa misma clase de cuerpo es el cuerpo angelical que tienen todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo, pero todavía nos falta el cuerpo físico glorificado. Cuando seamos transformados y los muertos en Cristo sean resucitados en cuerpos glorificados, entonces físicamente entraremos a eternidad también, y los muertos en Cristo entrarán físicamente a eternidad. En esa misma forma la Iglesia del Señor Jesucristo, como Cuerpo Místico de creyentes, en este tiempo final ha entrado a eternidad, eternidad espiritual; y pronto, cuando todos seamos transformados, la Iglesia de Jesucristo habrá entrado a eternidad física, porque estaremos transformados y entonces seremos inmortales; y será la Iglesia de Jesucristo una Iglesia inmortal físicamente. Y eso está muy cerca. “El tiempo se ha cumplido”, dijo Jesucristo en aquellos días; porque se había cumplido el tiempo de las siete etapas de la Iglesia hebrea bajo la Ley. Y estaban viviendo en aquellos días en el tiempo mesiánico, porque allí estaba el Mesías; y por consiguiente estaban viviendo en la Edad de la Piedra Angular, porque allí estaba la Piedra Angular, la Piedra del Ángulo, que es Jesucristo nuestro Salvador en Su Primera Venida. Por eso Él podía decir: \[San Marcos 1:15\] *“El tiempo se ha cumplido* (y podía decir)*, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”.* Cristo estaba predicando el Evangelio del Reino de Dios. Y ahora, en este tiempo, hemos llegado a ese mismo ciclo, hemos llegado a un tiempo paralelo al tiempo de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret. En los días del reverendo William Branham, la Iglesia estaba viviendo en un tiempo paralelo al de Juan el Bautista; y la Iglesia de Jesucristo en este tiempo está viviendo en un tiempo paralelo al del Señor Jesucristo, porque el tiempo se ha cumplido. Hemos visto que el tiempo de las siete edades se cumplió, ya terminó y ahora estamos en la Edad de la Piedra Angular, la Edad perfecta, la Edad de Oro de la Iglesia de Jesucristo, la Edad eterna (le llamamos edad para que ustedes tengan cómo mencionarla). Ahora, hemos llegado al tiempo más glorioso de todos los tiempos, esta es la Edad de Oro de la Iglesia del Señor Jesucristo, donde el Espíritu Santo está en medio de Su Iglesia manifestándose y dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Por lo tanto, tenemos que estar apercibidos al ver lo que está sucediendo en la Iglesia del Señor Jesucristo y ver lo que está sucediendo en el mundo. Hemos llegado a un ciclo divino en que para el mundo el tiempo se le está acabando, al reino de los gentiles se le está acabando el tiempo. Cuando Cristo complete Su Iglesia, cuando entre al Cuerpo Místico de Cristo hasta el último escogido de Dios, entonces Cristo habrá completado Su Iglesia, y entonces Cristo se levantará del Trono del Padre y tomará el Título de Propiedad, ese libro de los Siete Sellos, lo abrirá en el Cielo, hará Su Obra de Reclamo porque Él estará como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, reclamará a todos los que Él ha redimido con Su Sangre, los que ya han muerto físicamente los resucitará en cuerpos eternos y glorificados como el cuerpo glorificado de Jesucristo, y a nosotros los que vivimos, si permanecemos vivos hasta ese momento, nos transformará. Y entonces todos seremos jóvenes, seremos inmortales físicamente y habrá terminado físicamente el tiempo, se habrá cumplido físicamente el tiempo de nosotros vivir en estos cuerpos mortales y pasaremos entonces a la inmortalidad, a vivir en cuerpos inmortales, glorificados, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Cuando Cristo complete Su Iglesia, este gran evento de Apocalipsis, capítulo 10 será una realidad, dice: *“Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego”.* Tiene el Arco iris alrededor de Su cabeza, sobre Su cabeza, es nada menos Jesucristo, el Ángel del Pacto, el Ángel de Jehová, el cual en este capítulo ya ha completado Su Iglesia y ya ha tomado el Título de Propiedad, lo ha abierto en el Cielo y luego lo trae a la Tierra con un propósito divino. Ya sabemos que este Ángel Fuerte es Jesucristo cuando ya ha terminado su labor de intercesión en el Cielo, viene con el Título de Propiedad y viene con el Arco iris, viene con el Pacto eterno, el Pacto de paz. *“Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;* *y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces”.* ¿Por qué clama como León? Porque desde que Él toma el Título de Propiedad Él es el León de la tribu de Judá, y Él es el Rey de reyes y Señor de señores y Juez de toda la Tierra. Hay un cambio de misterio, termina Su Obra como Sumo Sacerdote, de intercesor en el Cielo para comenzar Su Obra de Reclamo como el León de la tribu de Judá, por eso clama como cuando ruge un león, porque viene como el León de la tribu de Judá. *“…y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces”.* Es la Voz de Cristo clamando fuertemente, y se escucha como Siete Truenos consecutivos. Es la Voz de Cristo. Recuerdan cuando Cristo dijo en una ocasión: “Padre, glorifica Tu Nombre”. Y el Padre celestial habló desde el Cielo y dijo: “Lo he glorificado y lo glorificaré otra vez”. Muchos decían: “Un Ángel le ha hablado”. Otros decían: “Fue un trueno”. Pero era la Voz de Dios, Dios hablándole a Cristo. Vean esto está en el capítulo 12 del Evangelio según San Juan, versos 27 en adelante, dice: *“Ahora está turbada mi alma; ¿y qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora”.* Aquí Cristo estaba dando testimonio que Él vino para esa hora en que Él tenía que morir, Él vino con un propósito y para un propósito divino: Morir por mí en la Cruz del Calvario y ¿por quién más? Por cada uno de ustedes también. Sigue diciendo: *“Padre, glorifica tu nombre. Entonces vino una voz del cielo: Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez.* *Y la multitud que estaba allí, y había oído la voz, decía que había sido un trueno. Otros decían: Un ángel le ha hablado.* *Respondió Jesús y dijo: No ha venido esta voz por causa mía, sino por causa de vosotros.* *Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera.* *Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”.* Cuando es escuchada la Voz de Dios en esta ocasión diciendo: “Lo he glorificado, y lo glorificaré otra vez”. Y las personas escucharon la Voz de Dios como un Trueno, Cristo dijo: “Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera”. Habla del juicio para el mundo y para el príncipe de este mundo, que es el diablo, y también dice: *“Y yo, si fuere levantado de la tierra, a todos atraeré a mí mismo”.* Habla también del arrebatamiento de Cristo y de todos los creyentes en Cristo; y hemos llegado a un ciclo paralelo a aquel tiempo de Jesús, donde los siete truenos de Apocalipsis 10 es nada menos que la Voz de Jesucristo hablándole a Su Iglesia, y el apóstol Juan tipifica la Iglesia del Señor Jesucristo con todos los mensajeros que Cristo enviaría a Su Iglesia. Por lo tanto, Juan el apóstol en el tiempo en que escuchó estos Truenos, está representando la Iglesia del Señor Jesucristo de este tiempo final, y representando al mensajero del Día Postrero que será el que escuchará la Voz de Cristo tronando, clamando como cuando ruge un león y Siete Truenos emitiendo sus voces. Por lo tanto, el Ángel del Señor Jesucristo estará escuchando la Voz de Cristo y la estará trasmitiendo a la Iglesia del Señor Jesucristo, la cual estará también escuchando por consiguiente la Voz de Jesucristo a través de Su Ángel Mensajero, porque el tiempo se ha cumplido. Estamos viviendo en el tiempo más glorioso de todos los tiempos. En la actualidad la Iglesia de Jesucristo en lo espiritual como Cuerpo Místico de creyentes ha entrado a eternidad, a la Edad de la Piedra Angular, que es la edad eterna de la Iglesia de Jesucristo, y pronto entrará a eternidad física con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. Las cosas ocurren primero en el campo espiritual y después en el campo físico, por lo tanto hay que asegurar lo que es primero: el campo espiritual, para que luego se materialice físicamente. Hay que subir a la Edad de la Piedra Angular, y eso es un rapto espiritual, y luego vendrá una transformación y un Rapto físico, un arrebatamiento de los santos de Jesucristo, los santos de la Iglesia de Jesucristo que estarán transformados y serán llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, porque estarán transformados y físicamente habrán entrado a eternidad, por lo tanto, irán a la gran fiesta del Cielo, que es la Cena de las Bodas del Cordero, la fiesta más importante que se haya llevado a cabo en el Cielo, en donde estarán los ángeles de Dios, los ángeles buenos, porque los que se rebelaron en contra de Dios con el diablo, esos no estarán allí. Ahora, podemos ver la bendición tan grande que hay para la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo con todos sus miembros, todos los pertenecientes a la Iglesia-Novia del Señor Jesucristo. Estas bendiciones son para cada uno de nosotros. Ahora, vean lo que a continuación sigue diciendo Apocalipsis, capítulo 10, pasamos al verso 4: *“Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.* *Y el ángel que vi en pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó* *su mano al cielo,* *y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el tiempo no sería más”.* El tiempo para el reino de los gentiles llega a su final, el tiempo para el mundo religioso que estaría en el tiempo final en la última edad de la iglesia entre los gentiles, que es la Edad de Laodicea o séptima edad, termina ese tiempo, ese tiempo de la séptima edad, el tiempo termina para todas las cosas. Cuando Cristo se levante del Trono el tiempo físicamente para el mundo, para el reino de los gentiles y para todas estas cosas terrenales se habrá cumplido, y solamente le quedará a la humanidad tres años y medio que corresponden a la segunda mitad de la semana número setenta de la profecía del libro de Daniel, la profecía del capítulo 9 de Daniel. Aunque no es la profecía de Daniel sino las profecías del Arcángel Gabriel dadas por Dios a través del Arcángel Gabriel. Esos tres años y medio últimos de la semana número setenta, cada semana consta de siete años; cuando Cristo murió, cuando Cristo estaba en la Tierra, en Su ministerio terrenal, cuando comenzó Su ministerio al Juan bautizarlo en agua, comenzó la semana número setenta, y a la mitad de esa semana Jesucristo murió en la Cruz del Calvario. Fue un tiempo mesiánico porque allí estaba el Mesías, por lo tanto fue un ministerio mesiánico con un mensaje mesiánico en medio del pueblo hebreo, pero a la mitad de la semana el Mesías murió en la Cruz del Calvario, y allí se paró esa semana setenta y comenzó de ahí en adelante la Dispensación de la Gracia. Pero la semana número setenta no continúo, quedaron tres años y medio pendientes, Dios dejó de tratar con el pueblo hebreo y bajo la Dispensación de la Gracia, bajo la predicación del Evangelio de la Gracia, Dios por medio de Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia ha estado entre los hebreos y entre los gentiles, llamando un pueblo para Su Nombre, que son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo. Por eso dice: “Si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón, porque es Jesucristo llamándote, porque tu nombre está escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida y Él te llama para darte salvación y vida eterna y colocarte en Su Cuerpo Místico de creyentes, que es Su Iglesia”. Esta labor ya lleva unos dos mil años en donde Cristo ha estado llamando y juntando a todos los hijos e hijas de Dios, a todos los escogidos de Dios, a todo el Israel celestial escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, y cuando Él termine esa labor, se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, que es el libro de los Siete Sellos, lo abrirá en el Cielo y hará Su Obra de Reclamo. De ahí en adelante viene una etapa muy importante para todos los creyentes en Cristo del Día Postrero, en donde Jesucristo estará resucitando los muertos creyentes en Él y transformándonos a nosotros los que vivimos. Eso puede suceder todo en el mismo minuto o puede suceder en forma gradual, en forma progresiva. San Pablo en Primera de Corintios dice que los muertos en Cristo resucitarán primero, y luego nosotros los que vivimos seremos transformados, por lo tanto hay un lapso de tiempo. También los muertos en Cristo pueden resucitar un grupo primero con Su Ángel Mensajero, otro grupo de otra edad después con Su Ángel Mensajero y así por el estilo, porque Dios va a juzgar por medio de Cristo a los ángeles mensajeros antes de la resurrección; o sea, que en la sexta dimensión habrá un juicio para luego venir la resurrección; si el mensajero es juzgado y sale bien, su grupo también saldrá bien y resucitará el mensajero con su grupo. Cada mensajero con su grupo es como un rey con toda la nación sobre la cual él gobierna; así como los apóstoles estarán sobre doce tronos conforme a las palabras de Cristo en San Mateo, capítulo 19, versos 28 en adelante, dice… 27 en adelante, preguntan los apóstoles: *“Entonces respondiendo Pedro* (o sea, Pedro es la voz de todos los demás)*… Entonces respondiendo Pedro, le dijo: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido; ¿qué, pues, tendremos?”* Toda persona que recibe a Cristo como Salvador, también quiere saber qué recibirá de parte de Cristo, qué tendrá en el Reino de Cristo. Ahora vean la respuesta de Cristo: “Lo más grande de todo es la vida eterna”. Pero luego hay algunas otras cosas, algunos regalos o galardones importantes que Cristo va a dar a diferentes personas. Dice: *“Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria”.* Eso es durante el Reino Milenial donde será restaurado el Reino de Dios y de la Tierra, y el Trono de Dios, que es el Trono de David con el Reino de David, por lo tanto Cristo es el David mayor. “En la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria”… O sea, en el Trono de David, el Trono terrenal de Cristo, que es el Trono terrenal de Dios, porque Cristo en la actualidad está sentado en el Trono celestial de Dios. Pero Dios tiene un Trono terrenal y a ese Trono Jesucristo es heredero, es llamado el Trono de David. El Arcángel Gabriel le dijo a la virgen María que Dios le dará el Trono de David. *“…vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos”.* A todo lo que Cristo es heredero somos también nosotros herederos. *“…para juzgar a las doce tribus de Israel”.* Los doce apóstoles tendrán esa labor, así será en el Reino Milenial de Cristo y luego en la eternidad, porque es un Reino teocrático, y la teocracia se lleva a cabo por medio de jueces, personas que ocupan esa posición y que Dios por medio de ellos gobierna, reina en medio de Su pueblo. Así fue en el tiempo de los jueces: aquello era una teocracia divina, Dios reinando, gobernando por medio de los jueces del Antiguo Testamento, el último de ellos fue el profeta Samuel y después vinieron los reyes. Sigue diciendo: *“Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna”.* Lo más grande es la vida eterna, pero en adición Cristo dará galardones, aquí dice que heredará cien veces más y heredará la vida eterna. Por lo tanto, no importa lo que nosotros tengamos que dejar por recibir a Cristo, en el Reino de Cristo Él dará cien veces más de lo que nosotros hayamos dejado, y sobre todo la vida eterna, que es lo más grande. Ahora, podemos ver la bendición que hay en seguir a Jesús, Jesucristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen”, Él dijo también: “Y yo les doy vida eterna. “ Es vida eterna lo que reciben las personas que siguen a Jesucristo, los creyentes en Cristo siguen a Cristo y Cristo les da vida eterna. Eso es lo más grande que una persona puede recibir: la vida eterna, y no la puede comprar ninguna persona con dinero, se obtiene gratuitamente a través de Jesucristo al recibirlo como nuestro Salvador. Todavía Jesucristo está en el Trono del Padre haciendo intercesión por cada persona que lo recibe como su Salvador para perdonar sus pecados y con Su Sangre limpiarlo de todo pecado, y ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y así ser identificado con Jesucristo en Su muerte, sepultura y resurrección, y así recibir el Espíritu de Cristo y obtener el nuevo nacimiento, nacer en el Reino de Cristo, entrar al Reino de Cristo. El nuevo nacimiento es del Cielo, el nuevo nacimiento lo coloca a usted en la vida eterna y en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. Cristo dijo a Nicodemo. “No te maravilles de que te dije: ‘os es necesario nacer de nuevo”. Es necesario nacer de nuevo para entrar al Reino de Dios, al Reino de Cristo. Cuando la persona nace de nuevo, nace a una nueva vida, a la vida eterna, porque esta vida terrenal que tenemos es temporal, la obtuvimos a través de nuestros padres terrenales, pero a través de Cristo obtenemos la vida eterna, nacemos en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, es muy importante que toda persona asegure su futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno. Yo aseguré mi futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno, y ¿quién más? Cada uno de ustedes también. Por lo tanto, nos continuaremos viendo por toda la eternidad, y va a llegar el momento que todos nos vamos a mirar y nos vamos a ver jovencitos, eso será cuando seamos transformados. En la actualidad algunas personas cuando tienen más de 60 años, 70 u 80 años, miran a los jóvenes y dicen: “Así yo era 50 años atrás”. Y buscan las fotos de ese tiempo y dicen: “Aquí está, mire cómo yo era”. Pero cuando se ven en el espejo, dicen: “Pero ahora las cosas han cambiado”. Pero no se preocupe, algún día se van a mirar en el espejo y van a decir: “Soy joven de nuevo”. Cristo hará eso para usted y para mí también, nos dará un cuerpo joven, glorificado y eterno. Y esa es la clase de cuerpo que yo siempre he deseado, y ¿quién más ha deseado ese cuerpo? Cada uno de ustedes también, y eso es ¿para quiénes? Para todos nosotros. Eso es para toda persona que recibe a Cristo como su Salvador, Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, y es bautizada la persona en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego y obtiene el nuevo nacimiento, y así ha asegurado su futuro eterno, y así ha asegurado que tendrá un cuerpo joven y eterno para toda la eternidad. Por lo tanto, es muy importante que toda persona asegure su futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno, antes que se acabe el tiempo de salvación. La Iglesia ha entrado al ciclo de eternidad, pero todavía hay oportunidad de salvación para toda persona que quiera vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino, porque Jesucristo todavía está en el Trono del Padre como Sumo Sacerdote haciendo intercesión por toda persona que lo recibe como Salvador, Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, y es bautizada la persona en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y se identifica así con Jesucristo en Su muerte, sepultura y resurrección. Y ahora, ¿cuántos ya han asegurado su futuro eterno? (Nota - La congregación responde: “¡Amén!”) Yo también. Por lo tanto, estaremos con Cristo en Su Reino viviendo por toda la eternidad. Pero si hay alguno que todavía no ha asegurado su futuro eterno, lo puede hacer en esta ocasión levantando su mano y yo estaré orando por usted para que Cristo le reciba, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado, puede levantar su mano y yo estaré orando por usted, para que Cristo le reciba. Veo manos levantadas, pueden pasar al frente para orar por ustedes en esta ocasión, pueden pasar todos los que desean vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino eterno, también los niños de 10 años en adelante pueden pasar al frente para recibir a Cristo como su Salvador, y así asegurar su futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno. Pueden continuar pasando, de los que están a la parte de arriba también pueden pasar, de los que están en *este* lado también pueden pasar para orar pos ustedes en esta ocasión, para que Cristo les reciba y les dé salvación y vida eterna. Jesucristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, yo le confesare delante de mi Padre”. Es importante confesar públicamente a Jesucristo, dar testimonio de nuestra fe en Jesucristo, dar testimonio públicamente de que recibimos a Jesucristo como nuestro Salvador, y Cristo da testimonio de nosotros delante de Su Padre celestial, y dice: “Padre, este Te ha recibido como su Salvador, públicamente ha dado testimonio de su fe en mí, Yo lo he recibido, Yo le he perdonado y con mi Sangre le he limpiado de todo pecado, Padre recíbele en tu Reino, bautízalo con Espíritu Santo y Fuego, produce en él el nuevo nacimiento, que entre a Tu Reino”. Y el Padre celestial dice: “Que reciba el Espíritu Santo”. Y produce el nuevo nacimiento y entra al Reino de Dios, al Reino eterno para tener así vida eterna, y tener asegurado su futuro eterno. Vivimos en estos cuerpos mortales con un propósito divino: que recibamos a Cristo como nuestro Salvador para asegurar así nuestro futuro eterno en la vida eterna. Tenemos que confirmar nuestro lugar en la vida eterna sirviendo a Cristo como nuestro Salvador, para así tener nuestro futuro eterno asegurado con Jesucristo nuestro Salvador. Pueden continuar pasando para orar pos ustedes en esta ocasión. Es importante dar testimonio públicamente de nuestra fe en Jesucristo. San Pablo dijo: “Con el corazón se cree para justicia, más con la boca se confiesa para salvación”. Una confesión pública de lo que hemos creído en nuestra alma, hemos creído en Jesucristo como nuestro Salvador, y públicamente damos testimonio de nuestra fe en Jesucristo nuestro Salvador. Cristo dijo en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16: *“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado”.* Nadie quiere ser condenado, nadie quiere ser condenado y echado al lago de fuego que es la muerte segunda, todos queremos vivir eternamente con Jesucristo en Su Reino eterno, por eso lo confesamos públicamente como nuestro Salvador, lo recibimos públicamente como nuestro Salvador, y Él públicamente en el Cielo nos confiesa delante de nuestro Padre celestial como creyentes en Jesucristo, el Hijo de Dios. Vamos a dar unos minutos en lo que pasan todos los que desean asegurar su futuro eterno en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. Pueden continuar pasando los que están en la parte alta para orar por ustedes, y los que faltan por pasar y se encuentran en esta parte baja, pueden pasar también. Vamos a dar unos segundos para orar por todos los que han pasado. Vamos a esperar unos segundos en lo que pasan los que faltan por pasar, y así queden incluidos en esta oración que haré por ustedes. Es un asunto de vida eterna, y hay que asegurar la vida eterna, hay que asegurarla recibiendo a Cristo como nuestro Salvador. “Porque no hay otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podemos ser salvos”. Libro de los Hechos, capítulo 4, verso 12. Esas son las palabras de San Pedro en esa ocasión. No hay otro nombre; la salvación solamente se obtiene a través de Jesucristo, por eso Su Nombre es Jesús que significa: ‘Salvador, Redentor.’ Y no hay otro Salvador, no hay otro Redentor, solamente hay uno y Su Nombre es Señor Jesucristo. Ese es el Nombre de salvación. Cristo dijo en San Lucas, capítulo 24, ordenando a Sus discípulos a llevar el Evangelio de Cristo, antes de ascender al Cielo, Cristo dijo a Sus discípulos en el capítulo 24 de San Lucas, versos 46 en adelante, 45 en adelante: *“Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;* *y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;* *y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén”.* Cristo ordenó predicar el arrepentimiento y el perdón de los pecados en Su Nombre, en el Nombre del Señor Jesucristo, porque el único que puede perdonar los pecados es Jesucristo, y con el único que la persona tiene que arrepentirse de sus pecados es con Jesucristo, arrepentirse de sus pecados confesando a Cristo sus pecados, y Cristo lo perdona, y con Su Sangre lo limpia de todo pecado. Solamente hay una forma de ser limpios de todo pecado, y eso es con la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador. No hay otra cosa que pueda quitar los pecados del ser humano, solamente la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador. Unos segundos y ya oraremos por los que ya han pasado, unos segundos en lo que pasan los últimos que faltan por pasar. Es importante asegurar nuestro futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno, eso es lo que ustedes están haciendo en esta ocasión: asegurando su futuro eterno. Vamos a estar puestos en pie los que están sentados, y vamos a orar por las personas que han pasado. Inclinemos nuestros rostros y vamos a orar, repitan conmigo esta oración, con nuestros rostros inclinados: Señor Jesucristo confieso mi fe en Ti, confieso públicamente que creo en Ti, creo en Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario, creo en Tu Sangre derramada en la Cruz del Calvario y creo que Tu Sangre es lo único que puede limpiarme de todo pecado. Señor Jesucristo, reconozco que Tú eres el único Salvador, Señor Jesucristo públicamente yo Te recibo como mi Salvador, salva mi alma Te lo ruego Señor Jesucristo, en Tus manos encomiendo mi alma. Te ruego perdones mis pecados porque reconozco que soy pecador, perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego y produce en mí el nuevo nacimiento. Señor Jesucristo, he de ser bautizado en agua en Tu Nombre, y Te ruego produzcas en mí el nuevo nacimiento. En Tus manos encomiendo mi alma, salva mi alma Señor Jesucristo. En Tus manos me encomiendo, en Tu Nombre Señor Jesucristo. Amén. Ya ahora repitan conmigo: ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! ¡ La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado! Cristo les ha recibido, ha perdonado vuestros pecados y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado. Ustedes me dirán: “Cristo lo dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado será salvo.’ Yo he creído con toda mi alma en Jesucristo como mi Salvador, pero todavía me falta ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. ¿Cuándo me pueden bautizar? Porque yo quiero cumplir el mandato de Cristo, Él dijo: ‘El que creyere y fuere bautizado, será salvo.’ Yo quiero la salvación de mi alma”. Pregunto al ministro aquí si hay agua. Hay agua y bautisterios. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también, por lo tanto bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo hoy mismo; y así identificarse con Jesucristo en su muerte, sepultura y resurrección, y así cumplir todo el mandamiento divino, todo el mandato de Jesucristo nuestro Salvador. Y que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto sean sobre todos ustedes, y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, les bautice con Espíritu Santo y Fuego y entren al Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Inclinemos nuestros rostros para orar (no tienen que repetir esta oración): Padre celestial, Padre nuestro en el Nombre del Señor Jesucristo, Tu Hijo amado, vengo a Ti trayendo ante Tu presencia todas estas personas que han recibido a Jesucristo, Tu Hijo amado, como su Salvador, recíbeles en Tu Reino, bautízales con Espíritu Santo y Fuego, y Te ruego produzcas en ellos el nuevo nacimiento. Y Te ruego les acompañes todos los días de su vida, les bendiga y les prosperes espiritualmente y materialmente, y traigas también a los pies de Jesucristo a todos sus familiares, para que también estén con ellos en la eternidad viviendo con Jesucristo en Su Reino eterno. Padre celestial, Te lo ruego en el Nombre del Señor Jesucristo, Tu Hijo amado, para quien sea la gloria y la honra por los siglos de los siglos. Y ahora, paso al reverendo aquí presente para que les indique dónde están las ropas bautismales y los lugares donde pueden cambiarse de ropa para ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Estamos viviendo en un tiempo como el tiempo de Jesucristo y como el tiempo de los apóstoles, en el tiempo de Jesucristo eran bautizadas las personas seguida que creían, en el tiempo de los apóstoles cuando las personas escuchaban la predicación del Evangelio y recibían a Cristo como su Salvador, eran bautizadas en ese mismo momento. Y ahora estamos en un tiempo paralelo en donde las personas que reciben a Cristo pueden ser bautizadas en ese mismo momento. Por eso tenemos los bautisterios y ropas bautismales: porque estamos en un tiempo paralelo al tiempo de Jesucristo y los apóstoles. Por lo tanto, dejo al reverendo aquí presente para que les indique hacia dónde caminar para cambiarse de ropa y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Con nosotros el reverendo Oswaldo Aparecido Natale. **“EL TIEMPO SE HA CUMPLIDO”.**