--- title: 'El Mensaje del Rey' date: 1976-04-15 activity: 1 place: city: Río Grande state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: rm: true translations: files: --- ...pues ahí, cuando llegue ese tiempo. Cuando llegó ese tiempo para ese hombre, él aparentaba ser un hombre santo, y lo era en lo natural; pero cuando llegó ese tiempo de enfrentarse a la Palabra que estaba prometida, cuando Dios la cumplió, y se enfrentó a Ella y la rechazó, dice: “ahí eso le envió a su lugar de origen.” ¿Cuál era su lugar de origen? Pues la quinta dimensión. Entonces le envió a su lugar de origen, y al enviarle a su lugar de origen, pues ya no había más chance para él, no había más oportunidad, él la tuvo y la desprecio. Es igual que el joven rico, eso le pasó también al joven rico, no tuvo ni siquiera que esperar más adelante, porque cuando llega el momento de Dios cumplir lo que El prometió, la actitud de la persona frente a eso es lo que determina su destino eterno; entonces allí determinó su destino y su lugar, porque la actitud frente a la Palabra, cuando Dios la cumple, es lo que le regresa al lugar al cual uno pertenece: si uno pertenece a la quinta dimensión, ahí es que es regresado, y aunque esté vivo aquí todavía, está ya metido allá, aunque se encuentre acá. Es como el Mensaje “Almas Encarceladas.” ¿Qué dice el hermano Branham? “El infierno está sobre la Tierra, la quinta dimensión está sobre la Tierra, y esas almas están ya en el infierno, están encarceladas, aunque estén vivas,” ¿ve? Porque ya la quinta dimensión les ha rodeado, y les tiene encarceladas, y no pueden salir de ahí. Pero hablando de la mujer samaritana dice que cuando ella se enfrentó a la Palabra hecha carne allí, y ella La reconoció, dice: “allí mismo ella fue redimida, eso le regresó nuevamente a su lugar original, le regresó a Dios, porque ese era el lugar original de ella; aunque estaba en una condición pecaminosa, pero ahí fue redimida,” dice el hermano Branham. Y fíjese, todavía el Señor no había muerto en la Cruz del Calvario, y él dice: “ahí fue redimida ella,” ¿ve usted? Ahora fíjese, una cosa es el tiempo donde el Señor hace el sacrificio, y fíjese, después otra cosa es el tiempo en que la persona como individuo recibe el beneficio de eso que el Señor hizo. ¿Cuándo fue redimido usted y cuándo fui redimido yo? Hace aproximadamente dos mil años allá en la Cruz del Calvario; y si usted quiere echarlo más para atrás: pues desde antes de la fundación del mundo. Allá en la Mente de Dios fuimos redimidos, porque El vio que nosotros íbamos a perder algo, y entonces El hizo provisión allá, antes de nosotros venir acá. Así que ya todo Dios lo había hecho, pero acá es manifestado todo el plan de Dios. Entonces ¿cuándo usted fue sanado? Usted fue sanado allá en la Cruz del Calvario, hecha manifiesta la sanidad comprada para usted; pero sin embargo usted y yo podemos enfermarnos, y sin embargo ya El lo hizo allá; porque una cosa es cuando el Señor hace las cosas y otra cosa es cuando usted como individuo recibe eso que el Señor hizo; son dos tiempos diferentes el uno del otro. Entonces encontramos que así también es la Reclamación; encontramos también que siempre hay un Mensaje para ser traído, para ser enseñado, el cual nos enseña todo lo que el Señor hizo para el tiempo en que uno vive; por eso fue que salió el Mensaje de Redención, el Evangelio de la Gracia. Ahora, encontramos que el tiempo de Redención terminó al terminar la última edad de la Iglesia. ¿Y entonces en qué tiempo estamos nosotros? Estamos entonces en el tiempo ¿de qué? de la Reclamación, en el tiempo del Evangelio del Reino; no en el Evangelio de la Gracia, sino en el Evangelio del Reino; porque ya nosotros recibimos el beneficio del Evangelio de la Gracia, ya nosotros recibimos el beneficio ¿de qué? de la Redención allá en la Cruz del Calvario, y ahora ¿faltaba qué? faltaba la Reclamación, y ya la Reclamación fue hecha. ¿Y cuánto nos tomará a nosotros como individuos recibir los beneficios de la Reclamación? Los beneficios de la Redención estuvieron siendo otorgados para los escogidos por dos mil años. ¿Cuánto tiempo estará abierto el camino para recibir los beneficios de la Reclamación? No sabemos. Cuando el último lo haya recibido, pues, entonces se cierra para nosotros los gentiles, y se abre para los judíos. Ahora, vea usted que para cada cosa que Dios hace en Su plan, viene luego un Mensaje, el cual tiene que ver directamente con lo que Dios ha hecho; y ese Mensaje es el Mensaje de lo que Dios hizo. ¿Y ese Mensaje estaba sellado dónde? Estaba sellado en el velo de carne donde Dios se manifestó para hacer lo que El prometió que habría de hacer. Cuando El se manifestó en Jesús, allí estaba sellado ese Mensaje de Redención, pero que no podía ser abierto al público hasta el día de Pentecostés; y allí fue abierto al público cuando le fue metida la llave y fue abierta la puerta para que todos entraran; y entonces se abrió allí entonces la puerta y comenzaron a recibir ¿el beneficio de qué? el beneficio de la Redención que fue hecha ¿a través de qué? de carne humana, ¿ve? Porque todo lo que Dios hace, tiene que hacerlo y desarrollarlo a través de carne humana. Entonces ¿vino qué? vino el Mensaje correspondiente para esa dispensación, de acuerdo a lo que había sido hecho por el mismo Dios para esa dispensación. Ahora, encontramos que cuando vino ese Mensaje el diablo no se quedó quieto, el diablo se movió a la escena; y entonces encontramos que empezó el diablo a moverse a través de los falsos ungidos y los metió dentro del pueblo que había salido de la antigua dispensación, de la primera dispensación, y había pasado a la segunda, pues el diablo los metió a la segunda para pervertirles el Mensaje de esa segunda dispensación. Al pervertírselo... ¿cómo se lo pervierte el diablo el Mensaje (que es a donde queremos llegar para ver cómo el diablo se movería en este tiempo, en esta dispensación en que estamos, para tratar de engañar a los escogidos, pero cómo se movería también Dios para evitar que los escogidos fueran engañados)? Dice aquí en la página 4 (en el folleto impreso en Puerto Rico, página 6 - Editor) del panfleto titulado “El Edén de Satanás,” dice: *“¡Oh! Usted dice: ‘Pero, espere un momento; nosotros predicamos la Palabra* (siempre reclaman que predican la Palabra, ¿quiénes? los falsos ungidos)*.’ Vuelva y mire aquí en mi texto esta noche. Satanás fue el primero que le predicó la Palabra a Eva. ‘Dios ha dicho.’ ¿Ven? Es esa mala interpretación de esa porción de la Escritura que se aplica al día* (¿Qué? Es esa mala interpretación de esa porción de la Escritura que se aplica al día)*. El te permite saber que todo lo que Jesús hizo fue perfectamente bueno. El te permite saber que todo lo que Moisés hizo fue perfectamente bueno. Pero cuando tomas las promesas que ellos dieron para este día, entonces eso fue aplicado a otra edad.”* Esa es la forma que el diablo usa a los falsos ungidos: él toma las promesas que son para este día y te las aplica para otro tiempo, para una edad que ya pasó o una dispensación que ya pasó. “*Eso es todo lo que él tiene que hacer ¿ven?, es hacer que la gente crea en esa forma, y eso es todo. Porque no le puedes quitar una palabra a Esto, o añadirle una palabra a Esto, MAS ESO ES LO QUE EL HACE.”* ¿Ve? No se le puede ni quitar ni añadir, lo único que él hace ¿es qué? aplicarlo a otro tiempo, o sea coger el Mensaje de una edad presente y colocarlo en una edad que ya pasó, ¿ve? Entonces eso es lo que le hace creer el diablo a la gente a través de los falsos ungidos, y cuando le hace eso ¿es qué? le ha pervertido el Mensaje de la edad o la dispensación en que uno vive. Y uno con el Mensaje de la edad o dispensación en que uno vive, con ese Mensaje, pervertido, uno no llega a ningún lugar, uno a donde único llega es a donde llegó Eva, ¿a producir qué? híbrido. Eso fue lo que produjo ¿qué? La Palabra pervertida que Eva recibió. ¿Produjo qué? A Caín, un híbrido. Entonces con el Mensaje pervertido, una persona que lo reciba se convierte ¿en qué? ¿viene a ser un hijo qué? híbrido. Y entonces para un hijo híbrido no hay ninguna bendición de parte de Dios. Dice: *“La gente ignorante adoran al diablo, a Satanás, creyendo que están adorando* (¿a quién?)*, creyendo que están adorando a Dios.”* Dice acá en la página 5 (página 7 - Editor), un poquito también aquí, dice: *“Entonces, ¿qué? Nos preguntamos por qué... Cuando Dios dijo que El haría cierta cosa y la hace...”* Fíjese, vigile bien eso: *“Cuando Dios dijo que haría cierta cosa **y la hace**, aún tornan sus espaldas de ello y se retiran de ello. Igual como Eva sabía que lo que Dios dijo, Dios lo haría, pero viró su espalda a ello para atender a lo que él* (Satán)*, a lo que él tenía que decir* (la serpiente)*.”* Tornó la espalda de lo que Dios había dicho para poner su vista en lo que la serpiente tenía que decirle a ella. “*Sólo recuerden, en otras edades siempre ha sido la misma cosa* (Recuerde: El diablo se mueve en este tiempo como se movió allá en las edades también)*. En cada edad siempre acontece que Satanás trata de pervertirles esa Palabra a ellos, HACIENDOLES VER ALGUNA OTRA EDAD.”* Ahí está la clave de la forma en que el diablo se mueve para engañar a los escogidos. Ahora, fíjese: *“Fíjese, cuando Jesús vino, ¿ven?, Satanás estaba en ese grupo de maestros Judíos y rabíes y sacerdotes, tratando de decirle a ellos que guardasen la ley de Moisés* (cuando se estaba empezando ¿qué? otra dispensación)*, tratando de decirle a ellos que guardasen la ley de Moisés, cuando la misma Palabra dice que en aquel día el Hijo del Hombre sería manifestado. ¿Ven? Que él se daría a conocer. Así que ellos estaban tratando... con tal que les mantuvieran religiosos y en la Ley de Moisés... ¿Ven lo que él hizo? Estaba tratando de decir: ‘Esa parte de la Palabra es exactamente correcta* (¿qué parte? la de la que el Mesías ha de venir, ‘eso es correcto, eso sí es correcto,’ pero mire lo que le añadió, mire la torcidita que le dio)*; mas este hombre no es esa persona* (‘Eso que ustedes están esperando, eso que esperamos, es correcto, y lo estamos esperando; pero ese no es el hombre’)*.* *¿Ven cuán engañador él es? Ese es ese verdadero día de decepción. Ha sido y ahora es - Satán estableciendo su reino en la tierra.”* Vean que son dos reinos los que están siendo establecidos aquí: Satanás está estableciendo el de él aquí en la Tierra, pero Dios también está estableciendo Su Reino aquí en la Tierra; y nosotros somos tierra, y todo ser humano es tierra. Y entonces el diablo establece su reino primero en la tierra en forma más elevada, que son seres humanos, lo establece ahí en el corazón de ellos, y después viene y queda establecido mundialmente para gobernar en la gran tribulación. Pero el Señor está estableciendo también Su Reino ¿dónde? En la tierra, en usted y en mí, somos tierras; entonces... Dice: *“Ese es exactamente el porqué él lo está haciendo, porque desea establecer su propio reino como un hombre de negocios que no es un Cristiano. El trabajará cada treta que pueda para hacerte ver algo del modo erróneo. Sí, él tiene un propósito y una ganancia personal al hacerte hacer eso, haciéndote verlo de esa forma, él te mostrará todo lo que pueda y mantenerte apartado de la Verdad de ello* (‘te mostrará todo,’ y podrá ¿qué? mostrarte todas las promesas que están hechas; pero ‘tratará de mantenerte apartado’ ¿de qué? de ella, del cumplimiento. Cuando Dios la cumple: ‘No, no. Esa promesa es correcta y es así, pero ese no es el cumplimiento.’ ¿Ve?) *...y mantenerte apartado de la verdad de ello...”* Usted sabe, una es la promesa y otra cosa es (¿qué?) la verdad de esa promesa, que es (¿qué?) el cumplimiento de esa promesa; porque uno puede tener una promesa ahí, una promesa que Dios ha dado, puede tenerla, pero ¿y la verdad de esa promesa? la verdad de esa promesa es el cumplimiento de ella. ¿Cuántos no tienen la promesa de la Venida del Señor, la Segunda Venida de Cristo? La tienen. ¿Pero tienen la verdad de esa promesa? ¿Cuál es la verdad de esa promesa? La verdad de esa promesa es que El vendría como profeta y sería Malaquías 4:5, esa es la verdad de esa promesa, y Lucas 17:30. Entonces también está la promesa de que El daría a conocer Su Nombre nuevo, esa es esa promesa; y la persona la puede tener, pero ¿tienen la verdad de esa promesa? ¿Cuál es la verdad de esa promesa? El Nombre nuevo, que usted y yo sabemos cuál es, ¿ve? Entonces tenemos que tener la promesa y la verdad de esa promesa, que es (¿qué?) el cumplimiento de esa promesa, tener las dos cosas juntas, y teniendo las dos cosas juntas tenemos realmente lo que necesitamos tener. Pero el diablo permite que usted tenga la promesa que Dios hizo, pero la verdad de esa promesa es lo que el diablo lucha y trata de que usted no la tenga; y entonces al no permitirle tener la verdad de esa promesa él le pone un sustituto, ¿ve? o se la pone para el futuro, a esperarla para el futuro, para que usted no pueda tener esa Palabra vivificada. Dice: *“Por cuanto él tiene sentimiento sólo para sí mismo.”* ¿Quién? El diablo, él tiene sentimiento sólo para sí mismo, o sea que a él no le importa ni la salvación de nadie, él solamente tiene sus propios sentimientos, y son sentimientos egoístas; y como él está perdido, él lo que quiere es que todo el mundo se pierda, ¿ve? y como él es un engañador, él quiere engañar a todo el mundo; porque él sabe que si él logra engañar a la gente, la gente no puede recibir el beneficio de lo que Dios ha hecho, ¿ve? Con religión ¿que es qué? denominacionalismo a través de las edades, ¿qué él trató de hacer? él trato de evitar que la gente recibieran (¿qué?) el beneficio de la Redención; porque con religión no se recibe salvación, ¿ve? Le puso un sustituto a la gente, ¿para qué? para evitar que la gente obtuvieran lo real. Entonces él siempre le busca un sustituto para que la persona se conforme, porque es que hay un clamor en el corazón de la persona; y cuando Dios tiene para un tiempo algo prometido, en el corazón de la gente que vive en ese tiempo está ese clamor, y principalmente en la gente de Dios, ¿ve? está ese clamor, y cuando un abismo clama, hay otro para responder; entonces cuando ese abismo o esa profundidad, responde, entonces se encuentran los dos: el clamor que usted tenía allá dentro, con la contestación a ese clamor, y entonces hay esa unión entre esas dos profundidades. Pero el diablo tratará ¿de qué? de contestarle y evitar que usted vea la contestación de parte de Dios; entonces le da su propia contestación o su propia explicación, a ese clamor que usted tiene dentro de usted, así como lo hizo en las edades de la Iglesia; porque dice: “como obró en las edades, así obra siempre.” Ahora, vea usted entonces cuál es el clamor que hay en el corazón de cada escogido en este tiempo. Si lo hay entonces tiene que obligatoriamente haber de parte de Dios ¿qué? la respuesta a ese clamor. ¿Qué el diablo entonces hace? El trata de traer esa respuesta pero de una manera torcida o pervertida. ¿Para qué? Para engañar el clamor que hay en el corazón de cada uno y con eso conformarlo. Y al hacer eso y la gente recibirlo, pues son engañados; porque con un sustituto, o con una cosa pervertida, o con una cosa que no es real, es como citaban en esta mañana aquí, es como comer sopa pero de la sombra de un pollo que se murió de flaco, o de hambre. ¿Qué le alimenta eso a usted? Nada. Es como dice el hermano Branham ahí en los Mensajes “Los resplandores.” Con un resplandor no se llega a ningún sitio; un resplandor es un espejismo. Cuando una persona está seca de la sed, entonces tiene un clamor dentro de sí mismo, y está clamando por agua; pero cuando hay un clamor como ese, es que aparecen los espejismos, ¿ve? y no encuentra lo que está buscando, y está clamando, y está clamando, y al no encontrarlo entonces empiezan los espejismos a verse, y la gente comienzan a ver espejismos en el desierto, si se perdió en el desierto (y por ahí fue que Dios pasó a Su pueblo); entonces comienzan a ver espejismos y cuando vienen y se lanzan viendo como una fuente de agua, se lanzan a tomar, y creen que están entrando a una fuente de agua, después se dan cuenta que no era ninguna fuente de agua, sino que era un espejismo. Pero ¿qué pasa? Dios tiene en el desierto la peña que da agua para los escogidos; porque donde hay necesidad y hay un clamor, ahí El estará; aunque hayan muchos espejismos, habrá algo real siempre. Vea usted que en el desierto ¿qué pasó? Cuando hubo necesidad de agua, allí estaba la peña; en otra ocasión encontraron unas palmeras y allí había agua también, ¿ve? Aunque era un lugar, un área seco, pero siempre Dios tiene provisión para Sus hijos. Vemos también cuando Agar fue echada fuera, vemos que el muchachito de ella (tenía yo creo que como 13 años, cuando fue echado fuera él también con su mamá), iban por el desierto y le faltó el agua, porque el agua que le había sido dada, le fue dada agua y pan, pero se les acabó; y cuando le faltó, ya estaba por morirse, y su mamá no deseaba ver a su hijo morir y lo puso en cierto lugar y se fue lejos, dice “como a un tiro de flecha” (eso yo creo que es más o menos, un tirador de flecha viene y tira la flecha, y donde caiga, pues más o menos esa distancia fue a la que se fue ella); y de lejos, casi sin querer mirar, llorando allá, pero ¿qué pasó? el ángel del Señor, dice que apareció, y habló con ella, y allí El proveyó para ese muchachito agua en donde no había agua; porque El es el proveedor. Y ahora vemos que en el tiempo final los escogidos casi serían engañados (casi serían engañados), pero el hermano Branham dice: “Pero no pueden ser engañados, porque ellos son la Palabra.” Por lo tanto el clamor que hay dentro de ellos, ¿es un clamor de qué? si ellos son la Palabra el clamor entonces es de la Palabra, no de antipalabra. Por lo tanto un escogido, en esta hora en que estamos viviendo, será tentado a beber del agua de un espejismo; el agua de un espejismo satisface tanto como satisface (¿qué?) como satisface el caldo de la sombra del pollo flaco. Así que son tentados a eso. ¿Y saben lo que es un espejismo? Un espejismo es el Mensaje de una edad que ya pasó, un espejismo es la Luz de un Día que ya pasó, eso es un resplandor de una edad pasada, que fue bueno para el día que pasó pero para el día presente ya la Luz de ayer ya no sirve para Hoy, Hoy es otro Día, ¿ve? Trate usted de alumbrarse con la luz de ayer: lo primero que usted tiene que hacer es menospreciar y rechazar la luz de hoy, ¿ve? Entonces tiene que encerrarse también en un sótano si no quiere ver ninguna luz, y decir que no existe realmente luz en el día que usted vive, tiene que encerrarse en un sótano. ¿Y qué pasa? Entonces usted negarse a ver la luz del día en que usted está viviendo. Entonces eso es una cosa triste, encerrarse en un sótano, cuando puede salir fuera para ver la luz del día, porque es la que necesitamos, la Luz de esta dispensación; tendría uno que encerrarse en un sótano oscuro, un sótano oscuro. ¿Y qué es un sótano oscuro? Un lugar que no es lugar ya para vivir, ¿ve? un lugar que queda abajo. Entonces fíjese, las edades, ¿cuál es la edad que dice que está como un sótano oscuro? ¿cuál es la edad que es realmente un sótano oscuro, y que Dios lo mostró? pues la edad de Laodicea. Entonces, cualquiera que no quiera ver la Luz de este Día en que vivimos, la Luz del Día del Hijo del Hombre, la Luz de la Edad de la Palabra, la Luz del Día de la Venida del Señor; porque este es el Día o la Edad o la Dispensación, ¿de qué? de la Venida del Señor, es la tercera dispensación; quien no quiera ver la Luz de esta Hora tiene que encerrarse en un sótano, y ese sótano es Laodicea; tiene que encerrarse allá, y entonces allá, entonces no podrá ver la Luz de acá. Por eso es que para ver la Luz de acá, del Día de la Palabra, teníamos que salir ¿de dónde? del sótano, teníamos que salir de Laodicea, que estaba en tinieblas, para poder ver la Luz de este Día. Entonces mire cómo viene entonces el diablo para engañar a los escogidos, porque él al resto los tiene engañados: él le tira el gancho a los escogidos, pervirtiéndoles la Luz o el Mensaje de este Día, pervirtiéndoles el Mensaje de este Día y aplicándolo a otra edad que ya pasó, ¿ve? Por eso es que cuando el Mensaje de esta hora es aplicado para la edad de Laodicea, y se le quiere hacer ver a usted que estamos en la edad de Laodicea, o se le quiere a usted meter las cosas que correspondían para la edad de Laodicea o para la dispensación segunda, tenga cuidado; porque usted ignorantemente puede estar o aceptando o tratando de enseñarle a otro, cosas que no debe enseñarle en este tiempo. Y para nosotros ese no es un trabajo que nosotros debemos de hacer, porque para eso hay gente que tienen ese trabajo para llevar a cabo, que son los falsos ungidos; por supuesto, nosotros equivocadamente e ignorantemente, en muchas ocasiones hemos cometido esos errores, ¿quién no de nosotros? ¿no estábamos todos enseñando y teniendo al pueblo metido allá en la edad de Laodicea? Toditos juntos estábamos allá, ¿ve? Pero cuando podemos ver el momento en que estamos, la Hora en que estamos y la Dispensación en que estamos, entonces tenemos que cuidarnos y dejar lo que fue para otro tiempo, dejarlo para allá; porque ya eso no sirve para el tiempo en que estamos viviendo. Y dice el hermano Branham que así como en la santa cena, así como en la Pascua, no se podía dejar nada para el otro día, sino que había que quemarlo todo, dice: “el Mensaje de una edad no se puede dejar para la otra, hay que quemarlo antes que salga el sol.” Y a eso es a lo que Dios nos llama, a quemar. ¿Y con qué lo va a quemar? Con la Palabra que es como fuego, quema todo lo que fue para otra edad, para entonces entrar a lo que corresponde para la edad y dispensación en la cual nosotros estamos viviendo. No que estemos en contra en las cosas que Dios dio para la edad que ya pasó, no, lo que pasa es que no sirven para este tiempo; pero era bueno para aquel tiempo, ¿ve? No es que no creemos en las cosas que fueron para esa edad. Creemos en las cosas que fueron para esa edad, pero creemos en las cosas que son para esta edad, que son otras, ¿ve? Entonces dice que cualquiera que saque algo de una denominación, morirá, y eso es muerte espiritual, y eso es la Ley de Dios que dice que morirá; tiene una sentencia de muerte cualquiera que saque algo de una denominación. Y las edades se denominaron, así que cualquiera que saque algo de la edad de Laodicea para meterlo acá, ¿qué le pasa? tiene una sentencia de muerte si lo hace, y entonces... ¿Por qué? Porque eso causará (¿qué?) causará muerte en el pueblo, muerte espiritual; porque en cualquiera que sea encontrado algo leudado, dice que moriría, y si en el pueblo es encontrado algo leudado, algo que fue para otro tiempo, alguna levadura... Porque fíjese, el Señor le dijo a Sus mismos discípulos: “Cuídense de la levadura de los fariseos,” y ellos creían que era de la parte natural física, y era de la levadura espiritual, de su doctrina; porque su doctrina, su doctrina era la doctrina de la primera dispensación, y ya estaba leudada, ¿ve? la habían leudado, y entonces ya eso, ya eso había que quemarlo; y el Señor les dijo: “cuídense de eso, cuídense de esa doctrina, porque ya eso es levadura, está leudado; y si ustedes la cogen y la meten para acá, se les va a leudar (¿qué?) el pan de acá, de esta segunda dispensación.” Y es lo mismo para nosotros: Cuidado con la levadura de la primera dispensación, cuidado con lo de la segunda dispensación, porque todo eso está leudado, ¿ve? fue leudado, ya no hay nada puro allá. Entonces la forma del diablo moverse en este tiempo... porque el hermano Branham dice que tenemos que conocer también la forma en que el diablo obra, ¿para qué? para esquivar los golpes del diablo; entonces nosotros como ministros tenemos que reconocer y ver las tácticas del diablo, no para ponernos de su lado, sino para saber cómo él nos va a tirar, y cómo le vamos a dar el golpe de gracia de tal manera que la victoria sea del Señor y sea grande y de beneficio para todo el pueblo del Señor. Porque no vamos a dejar que, no vamos a dejar que pase lo que pasó en el tiempo de Saúl, que el diablo a través de aquel gigante tenía al pueblo de Dios (¿cómo?) amedrentado, todo el mundo asustado, temblando, estaban llenos de miedo toditos, estaban en una condición que (¿qué?) que siendo el pueblo de Dios estaban derrotados por un hombre allí que se paraba, un cananita, que se paraba allí y hablaba de la manera que hablaba. Y nadie se atrevía a salirle al encuentro, siendo el pueblo del Señor, nadie se atrevía a salirle al encuentro; y el más miedo que tenía era el... era la cabeza de allí, era Saúl; porque en lo natural él sabía que él no podía pelear con aquel gigante, la llevaba perdida, y luego en lo espiritual él sabía que la unción del Señor... él sabía que habían perdido mucho terreno por causa de algunas cositas que él había hecho fuera de lugar y la mano del Señor era contra él, ¿ve usted? Así que vemos también que la unción ya había pasado de él a otro, porque ya había sido ungido (¿quién?) David, para ser rey; así que Dios había quitado a Saúl de ese lugar. Entonces vemos que cuando se llega el momento difícil, el momento en que las cosas se ponen malas, el momento en que los falsos ungidos se manifiestan, entonces ahí es que se necesita que la unción de Dios esté para manifestarse y darnos una grande victoria a todos, a todos los escogidos del Señor, y ese es el momento del grande reto, es un reto tremendo; y quien... vemos que estaba siendo lanzado el reto ¿de parte de quién? de allá, de los falsos ungidos, encabezado por Goliat. ¿Quién se atrevía a salirle a ese reto? Del pueblo, de los preparados, del ejército, ninguno de ellos; entonces vemos que la unción para enfrentar ese reto no estaba en ninguno de ellos. Realmente, cuando hay un reto, tiene que haber una unción de parte de Dios para enfrentar ese reto. Y entre ellos todo el mundo se miraba, y ¿cómo pensarían el uno al otro? cuando alguno se levantaba: “¡Oye! ¿Vas a enfrentarte?” -“No muchacho, es que me duele la espalda, estoy enderezándome un poquito (¡quién va para allá!).” Quizás Saúl cuando veía que alguien se levantaba por allá: “¡Qué bueno! Ahí está el hombre que va a enfrentarse a ese.” Y él se paraba para ver: “¿Estás listo?” -“¿Quién yo? Lo que estoy es adolorido todito. Me estoy enderezando, pero... parece que tú, oh rey, parece que tú estás listo, porque te levantaste...” -“No. Yo me levante a ver cuál de ustedes era el que iba a ir.” ¿Ve? Y esa realmente es la situación en todos esos momentos críticos. Y lo que estaba en juego no era (¿qué?) no era el carácter de ningún hombre el que estaba en juego allí, era el carácter de Dios lo que estaba allí en juego, y lo que estaba siendo blasfemado era el carácter de Dios y el Nombre de Dios, ¿ve? Entonces encontramos que el carácter de Dios y el Nombre de Dios es blasfemado y es mofado cuando el pueblo de Dios es mofado; porque el Nombre de Dios está en Su pueblo. Entonces vemos que nadie se atrevía, todos estaban acorralados y nadie se atrevía a enfrentarse al reto de esa hora, para enfrentarse a los falsos ungidos, que eran los cananitas, encabezados por uno de ellos. Entonces vemos que nadie se atrevía, nadie tenía la unción para eso. Usted ve que cuando llega el momento difícil todo el mundo puede pensar o decir: “Yo estoy ungido, yo estoy ungido.” Pero cuando llega el momento de encarar la situación, ¿dónde está la unción para ese momento? Entonces realmente tiene que Dios moverse a la escena para Su unción ser manifiesta, y entonces enfrentar la situación; y vemos que siempre Dios lo hace ¿cómo? en forma sencilla, en forma simple. ¿Para qué? Para que nadie pueda dar la gloria a ningún hombre. Y esa forma sencilla y simple en que Dios se manifiesta, si el pueblo de Dios y los líderes del pueblo de Dios no tienen cuidado y reverencia delante de Dios cuando El se mueve a la escena para manifestarse, puede producir ¿qué? ¿qué produjo en Saúl? ¿qué produjo en Saúl cuando vio la victoria que Dios había dado? ¿qué pasó entonces? Entonces comenzaron los cánticos y el jubileo, y el regocijo: “Saúl mató a los miles...” Y entonces ¿qué pasó? “¡Pero ahora, yo soy el rey, y ahora hacen la cosa más grande, la que él hizo, la hacen más grande que la que yo hice!” El no sabía que fue Dios el que estaba moviéndose a la escena, y él ahí está comparándose: “Yo hice esto.” El lo hizo, pero ahora no lo hizo David, ahora lo hizo Dios, ¿ve usted? Entonces lo que Dios hace, lo hace en forma tan simple, tan sencilla, de tal manera que nadie pueda darle la gloria a ningún hombre sino al que lo hizo: al que está detrás del hombre, y con lo que lo hizo: con una piedrecita, pero no fue con la piedrecita, fue con la unción, ¿ve? la unción de parte de Dios fue lo que estaba allí; y entonces Dios ungió esa fe para poder funcionar, si no, no podía funcionar. Todo el mundo con miedo y aquel muchachito tenía una fe genuina, una revelación genuina, él sabía lo que había sido prometido, él sabía aún lo que le había sido prometido. ¿Cómo lo sabía? Cuando Samuel, el profeta, derramó sobre él el aceite y lo ungió rey. El sabía que iba a ser rey, así que él podía enfrentarse a cualquier cosa que se levantara en contra de él o en contra del pueblo de Dios, y tendría la victoria, porque él había sido ungido para ser rey; así que iba a vencer todo. Si cuando todavía no estaba ungido, no había león que se le parara al frente, ¿cómo sería después? Así que vemos que esa es la forma de Dios obrar: en simplicidad, tomando lo que no es nada para El hacer lo que El prometió que habría de hacer. Ahora, vemos que el tiempo en que nosotros estamos viviendo es un tiempo bien duro. Es un tiempo glorioso por un lado, porque vemos las promesas que Dios nos ha hecho, y la estamos esperando; pero vemos que es duro por otro lado, porque sabemos que en la Tierra, la cual nos ha sido prometida, ¿quién está? ¿quién era el que estaba metido allá en la tierra prometida cuando el pueblo de Israel iba hacia la tierra prometida? los cananitas, todos esos *seos*, que terminan en *seos*, todos ellos estaban metidos allí, todos esos falsos ungidos estaban metidos allí, y estaban como dueños absolutos de aquella tierra. Pero ¿qué pasó? Aquella tierra le había sido dada por heredad a Adán, no solamente aquel cantito sino toda la Tierra, y luego a Abraham le fue prometido que aquella área se la daría a ellos, y aún le dijo: “mira para los lados, mira para arriba: todo.” Así que todo era dado por heredad. Ahora, recuerde que una cosa es cuando Dios da las cosas por heredad, y otra cosa es cuando nosotros obtenemos la heredad que Dios nos ha dado. Entonces encontramos que la Tierra nos ha sido dada por heredad, la Tierra literal y la Tierra espiritual también. Entonces encontramos que a nosotros nos ha sido dada (¿qué?) la Tierra, que es los Sellos; porque la Tierra nueva es los Sellos, la Tierra prometida es los Sellos, es la revelación de los Sellos. (Déjeme ver si por aquí se los puedo leer, para que así podamos ver más ampliamente de lo que se trata el plan del Señor en esta hora en que estamos viviendo) Página 31, dice (La Unión Invisible de la Novia de Cristo - Editor): *“Los padres peregrinos estaban muy agradecidos por su nueva descubierta forma de vida, estando separados de la antigua denominación inglesa y credos. Ellos podían casarse con la nueva Palabra ungida para su edad. Esto es cierto. La nueva Palabra ungida de su edad, para su día.* *Así también nosotros podemos estar agradecidos, como peregrinos (como Abraham), nos separamos de las cosas del mundo y de todos los asociados. Abraham fue un peregrino. Dios nos ha separado de todas las religiones muertas -yo estoy hablando a través de la nación ahora- todos los credos muertos. ¿Hacia qué? Nos separó y nos abrió una nueva tierra, un nuevo mensaje para este día.”* ¿Qué es la Tierra nueva? (Hablando en términos espirituales. Porque habrá una Tierra nueva en lo literal; y lo natural, lo literal, ¿tipifica qué? lo espiritual, ¿ve?). Entonces somos herederos de una Tierra nueva. Y esto está en la página 31 del Mensaje titulado “La Unión Invisible de la Novia de Cristo,” el párrafo 145 y 146. “*Nos separó y nos abrió una nueva tierra, un nuevo mensaje para este día.”* ¿Ve? Entonces ahí usted tiene qué es la nueva Tierra en lo espiritual; porque no lo espiritualizamos todo, sino que ponemos lo espiritual en lo espiritual, y lo literal en lo literal, como decía Pablo (I de Corintios 2:13): *“acomodando lo espiritual a lo espiritual.”* Entonces ahí está la nueva Tierra, ahí está la Tierra prometida para los escogidos del Señor, los cuales salieron ¿en qué? en el tercer éxodo... ...y nos ha sido prometido una Tierra nueva. Y esa Tierra nueva en lo espiritual es los Sellos, ¿ve? el nuevo Mensaje; pero en lo literal, pues, allá es el Milenio, ¿ve? Por lo tanto encontramos entonces que hay que recibir una cosa primero y la otra después. ¿Qué es lo primero que está para nosotros recibir, lo literal o lo espiritual? ¿El Milenio, la Tierra nueva que es el Milenio en lo literal, o la Tierra nueva que es los Sellos, que es el Mensaje nuevo en lo espiritual? Lo que está para ser recibido ahora, la Tierra nueva la cual estamos llamados a entrar ahora, ¿es cuál? la Tierra nueva espiritual, que es el nuevo Mensaje, ¿ve? Entonces por el momento, sabiendo que tenemos la promesa literal también de una Tierra nueva que es el Milenio, pues démosle gracias al Señor que vamos a estar allí también. Si estamos en esta Tierra nueva espiritual, que es los Sellos, como les leí, el nuevo Mensaje, estaremos también en la Tierra nueva literal del Milenio, ¿ve? Porque lo espiritual se hará material, ¿ve? Entonces... porque alrededor de la Palabra se materializa un cuerpo. Si hay una Tierra nueva espiritual, habrá una Tierra nueva en lo literal, porque se materializará alrededor de esa Palabra. Porque fíjese, un árbol que hay aquí en la Tierra, ¿qué es eso? Un árbol que usted ve aquí en la Tierra es un testimonio de que en la otra dimensión también hay. Si lo hay aquí, lo hay allá (hablando de los que son originales, ¿sabe?) Ahora, si usted ve... fíjese, hay caballos, bestias, aquí, ¿Usted puede ver un caballo aquí? Eso le da testimonio de que allá también los hay. Cuando fue el hermano Branham allá, ¿había? ¿No estaba su caballito allí, su perro también? No solamente eso, su esposa también y su hija también. Así que si podemos tener una familia aquí, que es mortal, allí también estará nuestra familia en estado inmortal. Lo único que hay es que ir allá, llegar allá. Ahora, ya vimos entonces que hay una Tierra nueva, un nuevo Mensaje al cual hemos sido llamados a entrar, y él dijo: “el Mensaje...” Cuando estuvo aquí dijo que el Mensaje no lo entendían, no lo entendían, pero él dijo que cuando se fuera entonces entenderían, ¿ve? No habían entrado al Mensaje, aunque estaba allí, ¿ve? Frente a ellos la Tierra nueva, pero ¿qué pasó? no podían entrar a ella ¿Por qué? Porque no lo entendían. Cuando uno entra a una cosa... Por ejemplo, si usted entra a cierta cosa es porque entiende cierta cosa. Usted entra a ser chofer ¿por qué? porque usted entiende cómo manejar un automóvil, ¿ve? (a menos que no le den la licencia gratis por allá, sin pasar el examen). Cuando usted entra a hacer una cosa ¿es por qué? porque usted sabe eso a lo cual ha entrado. Ustedes que vinieron a Puerto Rico, ustedes entraron a Puerto Rico. ¡Oiga! ¿Y cómo pudieron entrar a Puerto Rico? Habiendo tantos aviones allá en el aeropuerto. ¡Oiga! ¿Y cómo ustedes pudieron coger el avión que venía para Puerto Rico? Si habían muchísimos allá, más grandes quizás, ¿por qué no...? Y ninguno allí al frente, ninguno decía nada ¿verdad? Lo que decía era la línea aérea, pero no decía nada, ¿ve? Entonces ustedes pudieron llegar aquí porque ustedes sabían cómo llegar aquí, ¿ve? Entonces, mientras una persona no sabe cómo llegar a un sitio, estará perdido dando vueltas, y a lo mejor el sitio queda detrás de él y él está buscando acá al frente. Entonces pongamos el ejemplo ahora. ¿Qué dice el hermano Branham por lo cual se estaba vigilando? Por la Venida del Señor, por la Venida del Señor cuando El viniera en carne humana. Pero ¿qué pasó? No sabían cómo entrar a la Venida del Señor; y con Ella allí y sin embargo no la veían. Pero él dijo que después que él se fuera entenderíamos el Mensaje. Y al entender el Mensaje ¿qué pasa entonces? ¿podríamos entrar a qué? a la Venida del Señor. Y entonces al entrar a Ella, pues veríamos todo lo que habría que verse: veríamos el Nombre nuevo, veríamos lo que los Truenos hablaron, veríamos la nueva dispensación, veríamos todo lo que había en esa nueva Tierra. Ahora, fíjese que para entrar a la nueva Tierra, ¿quién era el que guiaba al pueblo? El que guiaba al pueblo para entrar a la nueva Tierra fue el mismo que lo sacó, era el mismo, aunque primero estaba en Moisés y después pasó y estuvo guiando a través de otro; pero era el mismo, era el mismo Pilar de fuego. Dios, que era el que guió al pueblo de Israel, ese no cambió, lo que pasa es que es Dios *en morphe*, lo único que El cambia es la forma en que se manifiesta, o sea la forma visible; pero lo que es en sí El, eso El no lo cambia, es el mismo ayer, hoy y siempre. Entonces mire la promesa que nos es hecha aquí en la página 308 de este librito, en el Mensaje titulado “Haciendo a Dios un servicio sin Su Voluntad,” página 39 aquí, predicado el mes 7, el día 18 de 1965 (aquí dice 18/7/65). ¿Esto fue cuándo? Esto fue 5 meses antes de él partir, y recuerde que él vio toda la Tierra, que él lo vio todo. El dice (página 42 y 43 - Editor): *“Así digo yo en el Nombre de Jesucristo, no añadan Uds. una cosa. No pongan sus propias ideas en ello, sólo digan lo que se dice en esas cintas. Sólo hagan exactamente lo que el Señor Dios ha mandado a hacer. No añadan a ello, no quiten de ello; sólo créanlo y anden humildemente ante el Señor su Dios; porque estamos acercándonos al ir a la tierra. No tomen alguna cosa nueva. Están volando por todas partes* (y usted sabe, a través de los falsos ungidos) *Están volando por todas partes y habrá más que vendrá* (¡jumj! todas las que hemos visto últimamente que son contrarias a la Palabra, todas esas cosas nuevas que hemos estado viendo, que son en contra de la Palabra, estaba anunciado que vendrían ¿verdad?)*, pero no tomen estas cosas nuevas. El Señor su Dios les ha declarado a ustedes lo que es verdad.* *No comiencen ni traten nunca una organización, no traten de edificar sobre cualquier otra cosa, pero quédense humildes ante el Señor su Dios; porque parece que las puertas pueden abrir a la tierra prometida pronto* (¡ah! entonces no habían abierto, ¿verdad? entonces nadie había entrado a la Tierra prometida)*.”* Estaba ¿cómo qué? como Moisés, viéndolo todo y diciéndole al pueblo: “De un momento a otro se abren las puertas a la Tierra prometida y ustedes entrarán.” Está diciéndolo antes de partir. Por eso él lo vio todo, él aún, él vio el Nombre nuevo, sabía lo que era, él vio lo que era el misterio del Séptimo Sello, lo vio todo, él dice que vio lo que era, él dice que lo vio abrirse hasta donde lo vio abrirse, él dice que vio lo que era la Tercera Etapa, y él cuando llega a cierto sitio, dice: “de aquí para adelante no puedo explicar más, hasta aquí es que puedo llegar,” ¿ve? El no pudo llegar a meter al pueblo a la Tierra prometida como individuos, aunque metió a la Novia como grupo a la Tierra prometida, pero a nosotros como individuos él no pudo meternos a la Tierra prometida. ¿Qué es eso de meternos a la Tierra prometida como individuos? Meternos al nuevo Mensaje como individuos para que lo entendiésemos. El estando aquí no podía meternos. Pero no era él como hombre quien había sacado al pueblo en ese tercer éxodo, era el Pilar de fuego quien había sacado al pueblo en este tercer éxodo, y es el mismo Pilar de fuego el que lo tiene que meter, ¿ve? Entonces estando el velo de carne con el cual El sacó al pueblo, no lo podía meter, ¿ve? El dice, ya casi en... está en el mes 7, eso es 5 meses antes de partir, él ve todo, sabe todo sobre la Tierra prometida, sabe que hay un Nombre nuevo, sabe todo lo que hay ahí, pero él dice: “De un momento a otro pueden abrirse (¿qué?) las puertas para entrar a la Tierra prometida.” ¿Ve usted? Entonces las puertas tenían que ser abiertas. En el segundo éxodo el Señor sacó al pueblo en el segundo éxodo, así como Moisés sacó el pueblo en el primer éxodo, pero Moisés no lo pudo meter ¿ve? sino que lo metió al tercer éxodo ¿quién? el mismo que lo sacó, ¿quién fue el que los sacó? el Pilar de fuego velado en carne humana, el Pilar de fuego fue el que los sacó en el primer éxodo y en el segundo éxodo y en el tercer éxodo, es Dios, ¿ve? Pero allí, vea usted que con el velo de carne que El saca al pueblo, no lo puede meter; entonces después el Pilar de fuego siguió hacia adelante y metió al pueblo, utilizando a Josué allá, después acá en el día de Pentecostés cogió y metió al pueblo... Porque la Tierra prometida para los que siguieron en el segundo éxodo, ¿qué era la Tierra prometida? la Tierra prometida era el bautismo del Espíritu Santo. El Señor dijo: “Yo estando aquí no puede venir, o sea yo estando aquí no pueden entrar, ustedes no pueden entrar a la Tierra prometida, a lo que les ha sido prometido.” Entonces tuvo que irse, el velo de carne desaparecer, y entonces pudieron entrar a la Tierra prometida, ¿que era qué? que era el bautismo del Espíritu Santo. Luego encontramos que nosotros estando en el tercer éxodo, y habiendo salido en el tercer éxodo, también el velo de carne donde estaba el Pilar de fuego velado, sacándonos en el tercer éxodo, nos trajo hasta la frontera y vio todo lo que había y supo todo lo que había, así como Moisés vio todo y supo todo lo que había, así Jesús vio todo y supo todo lo que había y lo que vendría; pero no los pudieron meter, sino que tuvo que desaparecer la forma visible que Dios estaba usando para después el pueblo poder entrar. Entonces vemos que la Tierra prometida en lo espiritual para nosotros ¿es qué? el nuevo Mensaje. Y él dice, hablando del nuevo Mensaje, dice: “Cuán duro le fue al Señor quitar, sacar o quitar el viejo Mensaje y establecer el nuevo,” ¿ve? Al Señor le fue duro y luego tuvo que utilizar instrumentos allá; y después para los judíos se abrió la puerta y entraron, entonces fue establecido allá entre ellos; y después para los gentiles fue establecido también el nuevo Mensaje a través del apóstol Pablo, para todas las edades de la Iglesia, para todas las edades fue establecido por San Pablo allá en el principio. Por eso es que el hermano Branham dice que la clave para conocer cada mensajero en cada edad era el más que se pareciera al que estableció la Iglesia allá, a San Pablo, digo, para los gentiles. Ahora, vemos que estando nosotros ahí frente a frente a la Tierra prometida, viéndola y mirando ahí el territorio que hay y todo lo que nos fue prometido; encontramos que allí había (¿qué?) había también un río que cruzar allá, las aguas había que cruzarlas. Con Moisés cruzaron el Mar Rojo, ¿ve? cruzaron las aguas; pero después tenían que cruzar el río también, el Jordán, que es muerte también. Ahora, vemos que después de cruzar el Jordán entraron a la Tierra prometida; y así como Dios se glorificó y honró allá a Moisés, le dijo a Josué: “Así como yo honré a mi siervo Moisés, te honraré a ti delante del pueblo.” ¿Dónde? ¿Dónde era que le iba a honrar? Allí en las aguas, en el cruce del Jordán, allí donde la puerta se abrió para ellos entrar a la tierra prometida. ¿Y cómo se abrió esa puerta? ¿Cómo? Dios le dijo cómo se habría de abrir, y entonces él dijo, habló, que se hiciera lo que había que hacerse, y entonces cuando pisaron, los que llevaban el arca pisaron las aguas, tocaron las aguas en el borde, se abrió la puerta, y allí fue honrado Josué, el cual es tipo del Espíritu Santo, tipo del Espíritu Santo es Josué; entonces fue honrado allí delante del pueblo, y todo el pueblo temió porque Dios estaba allí manifiesto para ahora entrar a la tierra prometida, en el cruce de las aguas allí. Esa puerta corrediza corrió para allá, para donde baja; bajando, pues, imagínese, bajó la puerta cuando se abrió y se fue para allá; ya acá se volvió entonces ¿qué? se volvió una columna ahí, y de ahí para acá no pasaba más agua. También la puerta fue abierta el día de Pentecostés, por la llave de la revelación fue abierta, como fue abierta allá en el Jordán. Y aquí está anunciando que las puertas de la Tierra nueva pueden ser abiertas en cualquier momento, y lo está anunciando antes de irse, antes de irse. “Las puertas pueden ser abiertas, las puertas del nuevo Mensaje de la Tierra nueva, pueden ser abiertas en cualquier momento.” Cuando sean abiertas ¿entonces qué? Veremos, entraremos y participaremos de todo lo que hay dentro de esa Tierra nueva. Y una de las cosas que hay dentro de la Tierra nueva ¿es qué? el Nombre nuevo; porque todo es nuevo en esa Tierra nueva, es una Tierra que fluye leche y miel, es una Tierra donde ya no más se necesitará ¿de qué? del maná, del maná que cayó en las edades no se necesitará más nada de eso, ¿ve? No se necesitará del Mensaje de Lutero, de Wesley, no se necesitará del Mensaje pentecostal, que es con lo cual ¿qué? los falsos ungidos vienen para acá: “Mira, aquí tenemos maná del que cayó en el séptimo día, del que cayó en la edad de Laodicea, de la edad pentecostal.” Estamos comiendo del fruto de la Tierra nueva, así que despreocúpese, ya ese tiene gusano, dice el Señor. Así que solamente fue tomada una muestra del maná que caía en el desierto, fue tomada una muestra para ser guardado. Déjeme ver si tengo una muestra por aquí... Bueno aquí tenemos una muestra bastante buena, y aquí en los Sellos tenemos una muestra bastante buena de lo que fue el maná en aquellos días. “¡Oh! ¿Esto es el maná?” Pero fue para aquel tiempo, no trate de comérselo ahora. Eso le hizo bien a ellos y aquí tenemos la muestra, y es una historia completa de ese maná que caía por el desierto, ahí lo tenemos, lo tenemos condensado ¿ve? pero no es para que el pueblo se lo esté comiendo, porque ahora entramos a la Tierra nueva y ahí hay fruto en abundancia, en esa Tierra nueva, para comer, y hay uvas para hacer un buen vino para que el pueblo sea estimulado con ese vino nuevo. Así que fíjense, en cualquier momento podrían abrirse las puertas para entrar, dijo el hermano Branham allá en el 65. Sabemos que las puertas tenían que ser abiertas conforme a lo que fue prometido. Ahora, recuerde que cuando el pueblo de Israel fue a entrar para allá e iba a cruzar el río, hubieron dos tribus o dos tribus y media, algo así, que decían: “No, no. Nos quedamos al lado acá del río.” Con todo y eso les fue dicho a ellos: “Bueno, ¿ustedes quieren quedarse? Está bien, se les dejará que se queden ahí, pero los guerreros tienen que pasar con nosotros a pelear ahí fuertemente, hasta que conquistemos todo lo que tenemos que conquistar (¿ve usted?). Entonces después se pueden volver allá. Si ustedes quieren quedarse allá se pueden volver allá, pero tienen que pelear al lado de nosotros.” “¿Somos todos Branham? Entonces en esta pelea, en esta guerra, ustedes tienen que pelear, aunque se quieran quedar allá en la otra dispensación pasada, al lado allá del río. ¿Se quieren quedar allá porque quieren tener su parte allá? Bueno, eso es asunto de ustedes, pero... que se queden allá las mujeres y se queden todos: las mujeres y los niños ¿ve?, pero los hombres de guerra pasen acá a luchar; aunque vuelvan después para atrás.” Bueno, eso nos muestra que aún todos los que son Branham, aunque no quieran cruzar y entrar a la Tierra nueva para vivir en ella, con todo y eso están llamados a luchar brazo a brazo con nosotros para conquistar todo lo que nos fue dado por heredad, aunque se quieran quedar con algunas cosas allá de la otra dispensación ¿ve? Pero nosotros queremos entrar por completo a la Tierra nueva. ¿Por qué? ¿Dónde estaba el trono del rey? No estaba al lado allá del río, digo, para atrás; estaba al cruzar el río, allá fue colocado el trono de Dios, desde allí entonces Dios a través de Su forma de obrar, El obraba allá dentro. Así que tenemos entonces que desear realmente estar al lado de adentro, al lado de adentro en la Tierra nueva, para participar de todo lo que tenemos que participar. Recuerde que estaba llena ¿de qué? de cananitas, llena de falsos ungidos, llena de problemas, llena de tanta cosa; pero fue limpiada, y eso es lo que realmente el Señor ha prometido que ha de hacer: limpiar todo lo que no deba estar ahí. Entonces, usted sabe, los falsos ungidos casi engañan a los escogidos; pero no los pueden engañar, porque el clamor que hay dentro de los escogidos es un clamor genuino, y están clamando por algo genuino, y están esperando algo genuino de parte de Dios; y el hermano Branham dijo que él el Mensaje lo llevaría ¿hasta dónde? hasta cierto sitio, hasta cierto sitio él llevaría el Mensaje, y de ahí para adelante, de ahí para adelante entonces sería llevado hacia adelante. Así que... es como fue el primer éxodo, el segundo y el tercero, no esté esperando que sea de otra manera. Es más, quiero buscárselo por aquí, porque se los cite así de momento; yo en otras ocasiones, pues lo he citado. Yo sé que habiendo tantos falsos ungidos en esta hora en que nosotros vivimos, realmente tenemos que cuidarnos, y realmente si amamos a Dios y amamos Su Palabra y amamos el pueblo del Señor, como ministros tenemos que ser bien cuidadosos; porque son tantos los falsos ungidos que hay, que no queremos ser engañados por un falso ungido. Y cualquiera que venga diciendo que tiene algo genuino, tiene que ser examinado; y como decimos nosotros, o como dice el hermano Branham, tiene que mostrar ¿qué? lo que le identifica como que ha sido enviado con el Mensaje del Rey: tiene que mostrar el cetro. Porque el rey... es como el rey este que dice el hermano Branham que salió... es como el rey este que tenía un mensaje muy importante y urgente, un mensaje urgente e importante que darle al pueblo, que darle a su gente, que dar en su reino; tenía un mensaje para darlo a su reino y era un mensaje muy importante tocante al enemigo, por lo tanto era un tiempo de guerra. Entonces él quería darle ese mensaje en su reino; y dice que de momento iba así o estaba así, y de momento vio un pequeño “coni”, nombre dado a una tribu de Londres, Inglaterra; dice que \**“él era un hombre ordinario, y se dice que uno de los reyes en esos días pasados tenía un mensaje urgente para enviar con relación al enemigo; él vio a este pequeño hombrecito parado allí y le dijo: Mira, lleva este mensaje a tal y tal lugar, y ordena tal y tal cosa que sea hecha.”* Fíjese, vigile bien esto, dice: *“Mira, lleva este mensaje a tal y tal lugar, y **ordena** tal y tal cosa que sea hecho* (¿ve?)*. Toma mi cetro en tu mano y te vindicará que has sido enviado de mí.”* “Tomo mi cetro en tu mano, y ¿qué? mi cetro te vindicará que tú has sido enviado de mí.” *“Así que el pequeño coni lo metió bajo su manto y se fue* (¿se fue a qué? se fue corriendo ¿se fue corriendo a qué? a llevar el mensaje a donde le fue dicho que lo llevara)*.”* Ahora, sabemos que siendo un tiempo de guerra, un tiempo de problemas, imagínese cómo estaría todo el reino, o todo el pueblo y todos los guardias de este reino de este rey: todos estaban vigilando; y como era un tiempo de guerra, pues, todo el mundo estaba de carrera, el enemigo estaba de carrera, corriendo de aquí para allá, ¿para qué? para destruir al reino de este gran rey. Entonces los guardias estaban vigilando, y como había tanto corre y corre de parte del enemigo, entonces, vigilando, vigilando, y entonces, cualquiera que tratara de meterse dentro corriendo, lo paraban; entonces... porque estaban corriendo tantos falsos ungidos, tantos enemigos del reino, estaban corriendo; de modo que era un tiempo muy peligroso. Y dice: *“Así que el pequeño coni lo metió bajo su manto...”* ¿Dónde lo metió? Bajo su manto; así que el enemigo no lo iba a ver, es lo primero, bajo su manto. Entonces lo metió bajo su manto... *“lo metió bajo su manto y se fue.”* Ahora vea que el rey le dice: “toma mi cetro en tu mano y él te vindicará.” Ahora, este cetro no tenía que enseñárselo al enemigo, mas bien tenía que mostrárselo ¿a quién? a aquellos a quienes le iba a llevar el mensaje; si el enemigo llega a ver el cetro, lo liquida rápido. Por eso es que Dios siempre, fíjese, cuando Moisés nació, cuando nació el Señor Jesucristo, cuando nació el hermano Branham, una de las cosas que el Señor hacía ¿era qué? lo que Dios hacía era que ocultaba la cosa de tal manera que el diablo no se diera cuenta que ese era el instrumento que Dios iba a usar para cumplir lo que El había prometido. Y fíjese si Dios lo hacía de tal forma, y lo ocultaba tanto, que el mismo diablo no sabía que Jesús era el Mesías, lo dice el hermano Branham; por eso le dijo: “Si tú eres, has esto y has lo otro.” El diablo estaba averiguando a ver si descubría cuál era, aunque tenía sus sospechas porque trató de matarlo... Fíjese cómo se manifestó el diablo para tratar de matar al Mesías: Cuando vio la señal que apareció, y los magos llegaron y anunciaron que el Mesías estaba sobre la Tierra, el diablo era el más confundido que estaba, y entonces el diablo en seguida se manifestó a través de carne humana, a través de Herodes, y mandó a matar a todos los niños de dos años para abajo. “En uno de ellos lo agarro yo. Yo no sé cuál es.” El diablo dice: “Yo no sé cuál es.” El rey tampoco sabía, ¿ve? “Pero conforme a lo que he oído de esta gente, de estos sabios, tiene de dos años para abajo, así que vamos a matar a todos los niños de dos años para abajo.” ¿Y qué hizo Dios? Lo llevó para Egipto; allá en Egipto lo escondió y cuando murieron los niños de dos años para abajo allí no estaba el Mesías ¿ve? Así pasó con Moisés también: una matanza de niños; pero el Señor lo libró, el Señor lo metió ¿dónde? al palacio de Egipto ¿ve? lo metió para Egipto también, de Gosén lo metió para Egipto. Así hace el Señor y así El oculta la forma en que El ha de manifestarse. Ahora vea, dice: *“Así que el pequeño coni lo metió bajo su manto y se fue. Los guardias por dondequiera procuraban pararle.”* ¿Y sabe usted que un trabajo, o un ministerio o algo así de guardia...? Ser guardia no es cualquier cosa, es una responsabilidad grande que hay para un guardián. Imagínese, un guardián que pongan a guardiar cierta cosa, y se la lleven... qué responsabilidad tremenda tiene esa persona, o se durmió o le pasó algo, o se vendió con el que venía a llevárselo; así que ¿de qué será juzgado? de cómplice o de descuidado; así que no va a salir nada de bien. Así que los guardias, por dondequiera que se encontraba un guardia, dice: *“los guardias por dondequiera procuraban pararle; pero él proclamaba: tengo el mensaje del rey, apártense, soy el mensajero del rey, la Palabra vindicada* (¿ve?) *soy el mensajero del rey, la Palabra vindicada. Entonces pensé: Satán, apártate de mi camino, yo tengo el Mensaje del Rey, yo tengo que ir.* *Una vez cuando mataron al Príncipe de Paz le pusieron en la tumba y sellaron la tumba. La muerte lo retuvo por tres días y noches, pero en la mañana de la resurrección El sostuvo el cetro en su mano, y clamó: Muerte, ¡apártate!”* ¿Quién sostuvo el cetro en su mano? El Señor cuando resucitó. “Muerte, apártate. Tumba, apártate, ábrete. Yo soy el Mensaje del Rey.” Fíjese, fue el mensajero y era el Mensaje también. Estaba allí, en Dios manifestado en carne, estaba el Mensaje allí velado, pero nadie lo sabía. Entonces, dice: *“Yo tengo que salir para probar esta resurrección, yo soy la resurrección. Aleluya, ahora sí me siento bien, es el Mensaje del Rey.”* Ahora, vea usted que Dios manifestado en carne era el Rey allá en Su Primera Venida y era el Rey acá en Su Segunda Venida ¿ve? y estaba, en El estaba sellado el Mensaje del Rey. Encontramos después que el día de Pentecostés comenzó a ser proclamado ¿qué? el Mensaje de ese Rey que había venido y había resucitado ¿ve? Entonces comenzó a ser proclamado ¿qué? el Mensaje que estaba sellado allí en Dios manifestado en carne. Ellos entonces tenían ¿qué? el Mensaje del Rey, y comenzó a ser proclamado el día de Pentecostés. Entonces todo tenía que ser echado a un lado, todas las cosas que estorbaran. Entonces luego fue levantado el apóstol San Pablo entre los gentiles ¿para qué? Para proclamar también el Mensaje del Rey. Y los judíos le crucificaron; y le habían puesto allá, el gobierno romano, le había puesto “Rey de los Judíos.” El era Rey, pero El había venido para ser Redentor; siendo Rey había venido, pero no para actuar como Rey ¿ve? Pero ahora en Su Segunda Venida El sigue siendo Rey, y había venido ¿cómo qué? como Rey, ¿para qué? para actuar como Rey, para actuar como Rey. Allá vino siendo Rey, pero vino para actuar como Cordero, pero acá vino siendo Rey para actuar como Rey, como León; porque el León de la tribu de Judá ¿es qué? es el Rey de reyes y Señor de señores, el Hijo de David; mírelo aquí a ver si vino como Rey y para actuar como Rey: página 14 del libro de las Edades, dice: “*Era tiempo para que Dios (el Mesías) volviera a llevar Su Novia, y entonces presentarse (hacerse conocer) a Israel. Así que vemos a Dios nuevamente viniendo para tomar una relación física con el hombre como el Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores, y el Novio de la Novia gentil.”* ¿Ve usted? Vino como Rey, como el Hijo de David, Rey de reyes y Señor de señores; y ahora, en él estaba sellado el Mensaje del Rey ¿ve? Pero no podíamos entrar al Mensaje del Rey. ¿Por qué? Porque todavía no había llegado el tiempo, la hora, para ser proclamado el Mensaje del Rey, así como no se había llegado la hora para ser proclamado el Mensaje del Rey hasta el día de Pentecostés, allá cuando vino en la Primera Venida. Entonces encontramos que el Señor para la proclamación de Su Mensaje, El tiene que usar velos de carne, tiene que usar velos de carne para proclamar Su Mensaje, el Mensaje del Rey; y entonces El tiene que hacer como hizo este rey, porque El está poniendo el tipo ahí, el ejemplo, El tiene que hacer como hizo este rey: que él tenía un mensaje urgente con relación al enemigo, y tenía que darlo, y llamó a uno y le dijo: “tengo un mensaje urgente para dar, y quiero que tú lo lleves a tal y tal sitio, y ordenes que se haga esto y esto; y toma el cetro, y esto te identificará, te vindicará, que tú has sido enviado de mí.” Ahora, yo les voy a preguntar una cosa: Y el Cetro del Señor, el Cetro del Rey de reyes y Señor de señores, ¿dónde está? El no tenía el cetro, aquel rey, porque se lo dio ¿a quién? al que envió; lo mismo que hizo el día de Pentecostés, o sea lo mismo que hizo el Señor, cuando resucitó ¿tenía qué? tenía la llave del infierno y de la muerte pero no tenía una, la del Reino, porque se la había dado ¿a quién? a uno de ellos para que abriera la Puerta. Ahora, encontramos que el hermano Branham pone estos ejemplos aquí de esa manera, para que nosotros podamos ver la condición en que estaría el enemigo en contra del pueblo de Dios en los últimos días. El enemigo estaría manifestándose de una manera tremenda que casi engañaría a los escogidos. ¿Y cómo lo haría? A través de los falsos ungidos, pervirtiéndole el Mensaje de este tiempo y haciéndole ver una edad que ya pasó. Entonces es como fue ahí: “Tengo un Mensaje urgente para dar, así que toma mi cetro y ve a tal y tal sitio, y di esto, ordena que se haga esto, ordena que esto sea hecho de esta manera, esto sea hecho de esta manera.” ¿Por qué? Porque el enemigo estaba allí, era tiempo de guerra, estaba por esa área. ¿Dónde estaba el enemigo? Hablando en términos espirituales hoy en día, ¿dónde estaba? En Laodicea metido. ¿Y dónde estaban los hijos de Dios, y dónde estaban siendo emboscados los hijos de Dios? Ahí en la edad de Laodicea. Entonces el enemigo estaba conquistando ese terreno, esa área en donde estaban los hijos de Dios; y si los coge ahí, los iba a hacer (¿qué?) cautivos, y no iban a poder salir de ahí, sino que iban a ser presos ahí, serían esclavos del enemigo. Entonces viene y le dice: “Di que... ordena (no pide, sino ordena) que se haga esto, se haga esto,” esas son las estrategias del Rey de reyes y Señor de señores, “que se haga esto de esta manera, esto de esta manera.” El sabe cómo poner cada cosa en su sitio, cómo hacer para que la victoria sea segura para los escogidos, porque están en un tiempo de grande peligro donde los falsos ungidos, el enemigo está manifestándose por los falsos ungidos, y casi tiene engañado a los escogidos, casi los tiene vencidos, los tiene (¿qué?) cercados, les tiene una emboscada tendida; y si el enemigo los llega a vencer ahí, entonces vienen a ser siervos ¿de quién? siervos de aquel... de quien los vence; porque las personas son siervas de aquellos a quien los vence, un pueblo es siervo de aquel quien lo vence en la guerra, ¿ve? Entonces así era siempre, por eso entonces el rey viene y hace de esa manera. Si el mismo rey viene personalmente, y el enemigo lo ve, y lo ve haciendo esas cosas, ¿qué hubiera hecho? Por eso usted encuentra entonces que la estrategia militar espiritual, que sería usada en esta hora en que estamos viviendo, y cómo el pueblo, y cómo el Ejército de Dios, y los ministros, son los capitanes del Ejército de Dios, eso lo dice en el Mensaje titulado “La más grande batalla,” ahí él habla de los capitanes, y todas estas cosas, y habla del Ejército de Dios y de esa grande batalla, entonces cómo había que acomodar cada cosa en su sitio para ganar esa victoria. Entonces lo primero era acomodar todo en su lugar: “Ordena que se haga esto de esta manera, ordena que se haga así, se haga así; la adoración no es así; era así, pero no es así ya.” ¿Por qué? Porque el enemigo está metido ahí y tiene la emboscada tendida, y al ser ya el (¿qué?) al ser Laodicea, el Edén de Satanás, toda adoración que se hace ahí ¿a dónde va?... Entonces habría un cambio, y era ordenado que fuera hecho ese cambio. ¿Y qué sería la identificación de que lo que estaba diciendo era la verdad? El Cetro del Rey. Nada más; no habrían ni señales ni habría la presencia literal del Rey, sino que habría el Mensaje del Rey y el Cetro del Rey para respaldarlo, nada más, eso era todo lo que había. Y los guardias y los capitanes conocían el Cetro del Rey; los oficiales de Su Ejército sí tienen que saber lo que es el Cetro del Rey. Entonces esa era la identificación, él lo metió allá dentro. “Guárdalo bien, que eso es lo que te identifica. Si vas con el Mensaje y no llevas el Cetro, no te van a oir; porque ellos saben lo que es el Cetro. Porque hay muchos saliendo y diciendo que tienen el Mensaje de la hora, hay muchos que dicen que tienen el Mensaje, la revelación de lo que los Truenos dijeron, la revelación de lo que es el Séptimo Sello, la revelación que fue dicha que habría de ser dada, y yo dije que habría de dar un Mensaje a Mi Ejército.” Porque El había pensado y había dicho que habría de hacerle saber a Su Ejército cómo hacer en ese tiempo, y eso fue lo que fue dicho aquí; eso es lo que nos está prometido aquí, vamos a leerlo un poquito, dice aquí: - *“El no habla nada de la revelación del Séptimo Sello, y también acá en Apocalipsis, la apertura de los sellos, también lo omitió; vemos pues que es un misterio por completo y la hora todavía no ha llegado para que se diera a conocer este misterio; hemos llegado hasta aquí, y lo demás nos será dado allí en el tiempo cuando aparezca Jesús nuevamente sobre la Tierra para llevar a Su Novia o lo que llegue a suceder en ese tiempo; entonces hasta que llegue ese tiempo.”* ¿Ve que habría de llegar ese tiempo donde sería dado a conocer qué era el Séptimo Sello, qué era el misterio que los Truenos hablaron y que no se supo nada, qué era ese misterio tan grande que el cielo guardó silencio, qué era ese misterio tan grande que los Truenos hablaron que le produce la fe para el rapto? ¿Ve? Era una cosa tan grande que produce la fe para el rapto, y es lo que fue prometido que sería dado a conocer; porque al saberse eso, entonces la victoria sería la más grande victoria en el amor divino. No es cualquier cosa, es el Mensaje del Rey, no es una porción como lo fue en las edades de la Iglesia, es el Mensaje completo del Rey para la más grande batalla que se haya peleado para tener la más grande victoria en el amor divino... ...¿Qué es lo que produce la grande victoria en el amor divino? El Mensaje del Rey; porque ese es el Mensaje de corona y Mensaje de coronación, ¿ve? El Mensaje de las edades de la Iglesia, pues no era un Mensaje de Piedra Angular, por lo tanto ninguna persona de los que recibió el Mensaje de las edades de la Iglesia, ninguno podía ser coronado; en las edades de la Iglesia no podía ser coronado nadie recibiendo el Mensaje de los mensajeros en esos tiempos, ¿por qué? porque ninguno era el Mensaje del Rey, ¿ve? Pero cuando llegara ese tiempo para darse a conocer al pueblo de Dios el Mensaje del Rey, que es el Mensaje correspondiente a la Edad de la Piedra Angular, no correspondiente a la edad de Laodicea, entonces ese Mensaje que es ¿qué? el Mensaje del amor divino... Dios es amor, ¿ve? “Cuando venga lo que es perfecto, lo que es en parte será quitado.” Entonces ¿qué cosa es perfecta? Dios. Entonces ese es el Mensaje correspondiente a esa Edad de la Piedra Angular, y todos los que son llenados y reciben el Mensaje de la Edad de la Piedra Angular, entonces reciben el beneficio que les trae ese Mensaje. ¿Y qué beneficio les trae ese Mensaje? ¿Estamos esperando la coronación como individuos de la Plenitud de Dios? Pues el Mensaje en la Plenitud de Dios trae la Plenitud de Dios a nosotros. Si recibimos el Mensaje de Lutero, ¿qué produce a nosotros? Justificación. Si recibimos el Mensaje correspondiente al tiempo de Wesley, ¿qué produce? Santificación. Si recibimos el Mensaje correspondiente a la edad de Laodicea, y ese es principalmente el Mensaje que los falsos ungidos quieren meter para que el pueblo los reciba, y entonces ¿qué produce? ¿qué produjo el Mensaje de la edad de Laodicea? La restauración de los dones. Eso es lo que produce en una persona que recibe el Mensaje de esa edad pasada, y como ya ese maná está podrido, está lleno de gusanos, lo han pervertido, entonces ¿qué tienen? una perversión del fruto de ese Mensaje. Entonces a través de las edades y el Mensaje de cada edad pasada, ¿qué es lo que tiene actualmente en aquellos que lo reciben actualmente? Tienen una perversión, un producto híbrido o pervertido. Entonces, ¿qué es lo que produce en nosotros la coronación? El Mensaje que corresponde a este tiempo, el Mensaje que corresponde a la Edad de la Palabra. Sin él no hay nada. Tenemos que ser primero coronados con el Mensaje, y luego entonces recibiremos el resto. ¿Estamos esperando Transformación? ¿Estamos esperando rapto literal? (Estoy hablando en lo literal) Primero entonces tenemos que recibir el Mensaje que produce la fe para el rapto, y primero entonces lo hace en lo espiritual, lo hace por dentro, y después lo que está por dentro se exterioriza y se manifiesta por fuera; porque es una obra de adentro para afuera, ¿ve? es una transformación de adentro para afuera. Por lo tanto es como fue en los tiempos de Abraham y Sara, que aquella Palabra que recibió de Elohim comenzó a hacer una transformación en ellos, y al poco tiempo, ¿qué pasó? “Adiós, ¡si están transformados nuevamente, están como jóvenes!” Pero eso empezó por dentro, eso empezó con aquella Palabra que ellos recibieron, y alrededor de esa Palabra se materializó ese cuerpo nuevo. Y eso es lo que estamos esperando: nuestra transformación, estamos esperando eso; y eso viene ¿con qué? con ese Mensaje del Rey; y ese Mensaje del Rey ¿produce qué? produce lo que ningún otro Mensaje produjo: produce la más grande victoria, que es la victoria del amor divino. ¿Y sabe usted? En la visión de La Carpa el hermano Branham dice, relacionando la visión de La Carpa, el cumplimiento de la visión de La Carpa, y relacionando el Nombre nuevo, él dice: “Y eso es lo que va a traer la grande victoria del amor divino.” Está incluido el Nombre nuevo, está incluido lo que se habría de enseñar en La Carpa, Nombre nuevo y todas esas cosas. Nosotros actualmente, del 74 para acá, estamos en pleno cumplimiento de la visión de La Carpa en forma espiritual. Se cumplió en forma espiritual cuando el hermano Branham estaba aquí también. ¿Qué era? ¿Qué era la visión de La Carpa en su cumplimiento, ministrando el Pilar de fuego a través del cuartito pequeño? Era la Palabra hablada, ¿ve? Era la revelación de la Palabra saliendo por labios humanos. Por eso el hermano Branham, hay un lugar donde dice: “Yo quiero apartarme un poco acerca de estar orando por los enfermos, y estas otras cosas, y dedicarme solamente a traer el Mensaje. Porque eso es lo que me fue dicho con relación a lo que era la Tercera Etapa.” ¿Ve? Tercera Etapa es la Palabra hablada. Entonces eso es lo que necesitamos ¿para qué? para que se materialice en nosotros, para que se encarne en nosotros, y pueda venir la Transformación literal, y pueda venir el Rapto literal, que lo estamos esperando, y pueda venir también las señales y milagros literales que deben de venir cuando ya esté encarnado todo ese Mensaje del Rey. Mientras tanto lo vemos en el campo espiritual, los milagros y maravillas que están ocurriendo; porque realmente estábamos ciegos allá en la edad de Laodicea y El hizo el milagro de abrirnos los ojos. ¿Quién? El Mensaje del Rey. No fue el mensaje de ningún hombre, no fue el mensaje de ningún hombre sino que fue el Mensaje del Rey. Y como los guardias, como los capitanes del Ejército del Señor, saben lo que es el Cetro de Dios, el Cetro del Rey de reyes y Señor de señores, lo único que tiene que ser visto por ellos para saber que es el Mensaje del Rey, lo único que ellos necesitan es decir: “Bueno, y el Cetro, ¿dónde está?” Porque el Señor ya no lo tiene, El no lo tiene. El dijo que... ahí encontramos que El lo dio a quien El envió, ¿para qué? para llevar ese Mensaje urgente; porque el enemigo estaba como león rugiente, estaba muy bravo y estaba ya casi engañando a los escogidos. Pero fíjese que todo eso Dios lo hace, no para que peleemos el uno con el otro, El lo hace porque El nos ama y El no quiere que el diablo nos engañe a nosotros; porque somos el especial tesoro del Señor, somos la niña de los ojos del Señor, y es como fue en aquellos tiempos, que cualquiera que se levante en contra de ese grupito de escogidos pequeño, el Señor se levanta en contra de él y lo vence, ¿ve? Entonces las estrategias para ser vencido el enemigo que se manifiesta a través de los falsos ungidos, lo dio o las dio la estrategia, las órdenes, las dio ¿quién? las dio el Rey de reyes, se las dio... ahí encontramos a uno ahí, y le dijo: “Y toma el Cetro, y ve por allá. Di esto es así, esto es así. Ordena que esto se haga así.” “Bueno, y ¿por qué este cambio, si nosotros siempre lo hemos hecho de esta manera? Hemos estado haciendo esto de esta manera.” -“Bueno, pero ahora es de esta otra manera, porque lo dijo el Rey de reyes y Señor de señores.” ¿Ve? ¿Qué capitán se atreverá a pelear con el que traiga el Mensaje del Rey? No porque no le pueda ganar, si dice que era un hombrecito ahí pequeñito, una persona sencilla, pero no es que no le pueda ganar, cualquiera le puede ganar; pero es lo que representa lo que él trae en la mano: eso representa que el que se levante contra ese, se ha levantado contra el Rey de reyes y Señor de señores. ¿Y quién le puede ganar al Rey de reyes y Señor de señores? Porque El es el León de la tribu de Judá, Rey de reyes y Señor de señores, y fue dado ese Mensaje por El mismo para que fuera llevado, y a ese Mensaje nada se le puede añadir y nada se le puede quitar, es el Mensaje del Rey de reyes y Señor de señores, del León de la tribu de Judá. ¿Quién podrá pararse en contra? No es para pararnos en contra, es para pararnos al lado de las órdenes del Mensaje del Rey, para tener la más grande victoria en el amor divino, la más grande victoria en contra del diablo, ¿ve? la más grande victoria; porque el diablo lo que trata es de destruir a los escogidos, porque Dios ha dicho que va a haber un rapto, y el diablo dice: “no va a haber ningún rapto.” “¿Cómo lo vas a impedir que no lo haya?” -“A través de los falsos ungidos, engañándolos, pervirtiéndole el Mensaje.” Pero Dios dice: “Va a haber un Rapto y lo va a haber porque lo va a haber. De eso me encargaré Yo,” dice el Señor, “Yo obraré para que sí haya el Rapto.” Ahora, mire. Página por aquí, déjeme ver... Esto del Cetro en la mano... le da el cetro y lo guardó, ¿dónde? debajo de la vestidura, usted sabe, la vestidura de los seres humanos ¿cuál es? Usted no es ese canto de carne que usted ve ahí, usted está dentro de ahí, pero el hermano Branham en el Mensaje titulado ó “¿Quién es este Melquisedec?” ó “Cosas que han de ser,” uno de esos Mensajes, él dice que estos cuerpos son como un abrigo, como una ropa, y que nosotros nos ponemos esta ropa, pero cuando se nos pone vieja nos la quitamos y nos ponemos la otra, o sea el cuerpo teofánico. ¿Dónde lo metió? Debajo de su abrigo, debajo de su vestidura, y entonces ahí estaba, pero cuando es sacado: “aquí está.” “¿Que hay que cambiar la forma de adoración? ¿Que hay que cambiar la forma y adorar ahora en el Nombre nuevo? ¿Que hay que hacer esto de esta manera? ¿Y quién te ha ordenado para que digas eso o que ordenes eso?” “Aquí está el Cetro del Rey. Aquí está.” ¿Cómo podría ser cambiada la forma de adoración en este tiempo? Solamente los capitanes la cambiarían si veían el Cetro del Rey. ¿Cómo con un sólo Mensajito, como lo es ese Mensaje titulado “El lugar de Dios para adorar,” cómo con ese sólo Mensajito podría ser cambiado la forma para adorar en esta hora por los capitanes del pueblo de Dios valientes y fieles al Rey de reyes y Señor de señores, cuando ahí aparentemente no está diciendo nada, ahí aparentemente no está diciendo que se cambie la forma que se venía usando en las edades; pero sí lo está diciendo? Nadie lo entendía. Los capitanes, todos mirábamos: “Bueno, no hemos recibido órdenes. Hemos visto que está hablando, pero no hemos recibido ninguna orden. Sabemos que está en el campamento, pero no hemos recibido ninguna orden. Pero ¿qué haremos?” Todo el mundo decía: “Ahí hay algo que hacer, porque sabemos que el enemigo está dando duro. Si seguimos así, pues el diablo va a engañar a todo el mundo.” Y había una confusión tremenda, y nadie sabía qué había que hacerse, pero todo el mundo sabía que había que hacer algo, y sabía que Dios quería que se hiciera algo. Uno se levantaba, otro se levantaba: “yo creo que debe ser esto, yo creo que debe ser lo otro.” ¿Y el Cetro? “Pues no vamos a hacer nada. No haremos nada hasta que no sepamos realmente que es orden del Rey.” Lo único que identificaba el Mensaje del Rey, ¿era qué? el Cetro del Rey. Vamos a ver el Cetro del Rey por aquí, un momentito, el Cetro del Rey, Su Palabra. Página 479 (libro de los Sellos - Editor), dice: “Concede Señor...” Un poquito adelante, dice: “*Aparta todos los poderes del enemigo. Santifícalos en Tu Palabra. Concédelo, Señor. Luego, Señor, ruego que me ayudes. Estoy comenzando a decaer. Sé que mis días sobre esta tierra ya no pueden ser muchos. Ruego que me ayudes y me concedas ser sincero, honesto y verdadero para que así pueda llevar el Mensaje hasta donde me es ordenado llevarlo* (¿hasta dónde? hasta donde le es ordenado llevarlo)*. Luego, cuando me llegue el tiempo de descanso, cuando llegue allá al río (o sea, cuando partiera) y me lleguen las olas, oh Dios, concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y lleve la verdad* (¿lleve qué? El Mensaje. Y sabemos que el Rey de reyes estuvo aquí presente, y que había un Mensaje para ser llevado, y dice:) *...concede que pueda entregar esta Espada a otro que sea honrado y lleve la verdad. Concédelo Señor. Mientras llega ese momento, ayúdame a ser fuerte, sano y valeroso. Ayuda mi iglesia. Bendícenos aquí juntos, Señor. Somos Tuyos.”* Ahora, ya concluyendo, ya yo creo que con lo que hemos oído hasta esta mañana, yo creo que es bastantito. Ahora escuchemos un poquito aquí, hablando acerca de la Novia, dice, acerca de la visión de la Novia, dice, página 41 y 42 del Mensaje titulado “Obra Maestra,” dice: “*Y yo empecé a inclinar mi cabeza y él dijo: ‘Espera, la Novia tiene que venir otra vez.’ Y yo miré y aquí venían ellas otra vez. Y ellas pasaron. Pequeñas damas de apariencia dulce. Todas ellas estaban mirando mientras pasaban.. Yo noté que cada una de ellas estaba vestida diferente. Y una en la parte de atrás tenía un tipo de cabello largo colgando y lo tenía ondulado alrededor así, quizás era alemana y algo así... Y yo las observaba. Y luego, mientras comenzaron a irse, dos o tres de ellas en la parte de atrás como que... Se salieron de paso. Y yo iba a gritarles y ellas estaban tratando de regresar al paso otra vez* (aun aunque se salieron estaban tratando de regresar al paso; vamos a...)*. Y yo viéndolas a ellas justamente -la visión se desvaneció y cambió de mí.”* Ahora un poquito más abajo, para no leer tanto, dice: “*¿Ven? ¿Notaron Uds. que la Novia aparece dos veces. La primera semilla y la segunda semilla, ambos exactamente una. Y la razón por la cual ellas estaban vestidas de diferentes formas es porque ella vendrá de diferentes naciones, ella hará la Novia. Cada una de ellas tenía el pelo largo y ninguna tenía maquillaje y eran muchachas realmente bonitas. Y ellas me estaban observando. Eso representa a la Novia saliendo de todas las naciones. ¿Ven? Ella... cada una representaba a una nación, mientras marchaban directamente* (perfectamente - Editor) *en línea con la Palabra. ¿Ven?* *Y entonces, yo tengo que vigilarla a Ella. Ella podría salirse del paso en la Palabra* (¿podría salirse de qué? salirse del paso, y salirse del paso en la Palabra)*, si yo no vigilo cuando Ella está pasando* (Mire:)*, si yo no vigilo cuando Ella está pasando. Quizás será mi tiempo **cuando yo esté al otro lado*** (¿cuándo sería el tiempo cuando se saldría de paso, estaría fuera de paso?) *Quizás será mi tiempo cuando yo esté al otro lado ¿ven?, cuando yo haya terminado o lo que sea.* *¡Vigilen! Ellas están regresando, tratando de hacer lo mejor que pueden. Ellas estaban regresando; Ellas se estaban alineando* (¿con qué se alinea? con la Palabra)*, Ellas estaban mirando hacia afuera hacia algún otro lugar* (oh, ahí estaba el problema: hacia algún otro lugar)*, observando a aquella iglesia que fue al caos.”* Ahí tienen las que se salían de paso, ¿para dónde estaban mirando? la última edad, la que se salió del paso, la que entró en caos. No se puede mirar para allá. Ellas iban caminando hacia arriba y nadie podía mirar para atrás, porque atrás lo que estaba era Laodicea en caos, en oscuridad, en tinieblas, y ahí estaban ¿qué? los falsos ungidos, para decirle: ‘Es para acá que tienen que caminar: restauración de los dones, todas esas cositas, para el cuartito.’ En Laodicea para el cuartito. No, pero para el cuartito mejor de la visión de La Carpa; porque el Señor tiene otro donde El se manifestará y hará cosas maravillosas. “*Ellas estaban mirando hacia afuera hacia algún otro lugar, observando a aquella iglesia que fue al caos. Pero dos... Las del frente nunca lo hicieron* (las del frente no)*. Las de atrás - sólo dos o tres de ellas como que se salieron de un paso hacia el lado derecho y parecía como que estaban tratando de regresar a la línea mientras pasaban. Ellas estaban pasándome, oh, tan lejos como de aquí a la pared, pasándome. Y yo estaba parado allí. Y luego sólo las vi moverse a todas y salir. Pero Uds. noten, la Iglesia, cada nación, la iglesia solamente apareció una vez. Pero la Novia viene dos veces.”* Quiero ya concluir aquí. Tengo algo por aquí que nos hace falta. Página 10 del Mensaje titulado “La Unión invisible.” Aquí vamos a ver la Novia ¿qué? cogiendo el paso otra vez. Aquí la vimos mostrada que había perdido el paso, ¿ve? que había perdido el paso, ¿cuándo? El dice: “Quizás cuando yo me vaya, cuando ya yo no esté aquí.” Pero el hermano Branham dice que aún encontrándose en la visión en esa otra dimensión, estaba ¿qué? clamándole, estaba gritando: “¡Guarden el paso! ¡Cojan el paso! ¡Tomen el paso!” ¿Y cómo él podrá hablarle a la Novia aquí ya estando allá? El Mensaje del Rey. Por el Mensaje del Rey le habla ¿para qué? ¿qué es lo que le habla? “¡Cojan el paso! ¡No miren para Laodicea! En la edad en que estamos no es la de Laodicea, es acá en la Piedra Angular. ¡Salgan de ahí! Ahí lo que está es el anticristo.” ¿Ve? Y entonces tiene que tomar el paso de nuevo, el paso que le corresponde; no el paso séptimo de la edad de Laodicea, sino el paso octavo que es eternidad, el paso eterno, algo eterno, con un Mensaje eterno. Página 10, dice: *“¡Noten! Pero observen cuando la Novia espiritual, cuando ella comienza a tener un avivamiento* (¿recuerdan el Mensaje de ‘El estremecimiento,’ el avivamiento qué es lo que lo produce? Los Truenos, ¿ve? Los Truenos producen ¿qué? un avivamiento. Entonces cuando ella comienza a tener ¿qué? un avivamiento)*, cuando ella comienza a volver y alinearse a sí misma con la Palabra de Dios* (con la que corresponde para esta hora, con el Mensaje del Rey, que es el Mensaje que corresponde para esta dispensación y esta edad de la Palabra)*, cuando ella comienza a volver y alinearse a sí misma con la Palabra de Dios, observe entonces nuevamente, vean ustedes cómo es que las Escrituras en ese tiempo, habrá un mensaje extendiéndose para apoderarse de esa Novia...”* ¿Qué Mensaje será? Cuando eso ocurra, cuando comienza entonces ¿a qué? a tener un avivamiento, ¿qué produce un avivamiento genuino? Los Sellos, los Truenos producen ese avivamiento, cuando se conoce lo que los Truenos hablaron. Y lo que los Truenos hablaron ¿qué fue? Los Truenos lo que hablaron fue el misterio del Séptimo Sello, revelaron el misterio del Séptimo Sello. Y los Truenos son la Palabra de Dios en su Plenitud, y cuando es dado a conocer la Palabra de Dios en su Plenitud, cuando la podemos oir y es el Mensaje del Rey, ¿qué pasa? comienza entonces la Novia a tener un avivamiento, y usted y yo como individuos comenzamos a tener un avivamiento por dentro; entonces ¿qué comienza a suceder? “*Cuando ella comienza a volver* (¿por qué? porque había perdido el paso)*, comienza a volver y alinearse a sí misma con la Palabra de Dios* (con la que corresponde para la hora en que vive)*, observe entonces nuevamente, vean ustedes cómo es que las Escrituras en ese tiempo, habrá un mensaje extendiéndose para apoderarse de esa Novia -apoderarse de esa mujer- escogida.”* ¿Qué Mensaje saldría para apoderarse de esa Novia, de esa Mujer escogida? ¿Qué Mensaje sería? El Mensaje del Rey. Y entonces sería puesta en línea, sería puesta en su lugar. Y entonces ¿qué diablo y qué falso ungido podría engañarla? Entonces estaría y entraría ¿en qué? en la victoria del amor divino, que está conforme a como está en la visión de La Carpa, conforme al Nombre nuevo que habla que daría la victoria del amor divino, cuando eso estuviera sucediendo. Así que sabiendo que el Mensaje del Rey es el Mensaje correspondiente para esta tercera dispensación... y no es para que nosotros los capitanes nos pongamos a pelear, no; ni a pelear el uno con el otro, ni a pelear con el que El haya escogido para decirle: “Toma este Mensaje, dalo y di: Hagan esto y esto; y toma el Cetro.” Nosotros no estamos llamados ni queremos, oponernos al Mensaje del Rey, y viendo el Cetro ¡jumj! Es más, si cualquier capitán de entre nosotros, dice: “Yo no estoy dispuesto,” o “no hagamos eso,” mas bien lo que estamos llamados a decir: “¿Tú conoces el Cetro del Rey? Míralo bien, y después repite otra vez si deseas, eso que has dicho; porque seremos testigos contra ti de que te has levantado en contra del Mensaje del Rey, viendo el Cetro del Rey te has levantado en contra del Rey.” ¿Y qué es eso? Uno que se levante en contra del Rey, ¿qué es? un traidor. Eso fue lo que le pasó a Amán: la horca que preparó para Mardoqueo fue la horca que prepararon para él mismo; y fue una horca ¿de cuánto? de cincuenta pies. En la horca de cincuenta pies (cincuenta pies o cincuenta metros, algo así; es cincuenta), ahí quería ahorcar a Mardoqueo, y lo ahorcaron a él. Cincuenta es ¿qué? Pentecostés. Recuerde: Pentecostés, en esa horca, ahí mismo los falsos ungidos, ahí mismo es que van a ser ahorcados; y el Rey y la Reina... recuerde que el Rey le extendió el Cetro ¿a quién? a la Reina, y fue de beneficio para ella, para Mardoqueo y para todo el pueblo hebreo, los 144 mil... digo, el pueblo que iba a ser destruido, ¿por quién? por el anticristo, están tratando de conquistarlo, los falsos ungidos. Recuerde que va a haber, y Dios se está moviendo en la escena, y es para bendición de los escogidos, y yo creo que cada uno de nosotros tenemos que, con cuidado, con amor los unos a los otros; porque esta es la victoria más grande que se ganará, y es la victoria del amor divino, es la victoria más grande. La victoria del tiempo de Wesley fue grande, la de Lutero fue grande, pero la más grande es la nuestra; es esta la más grande, porque en esta vino el mismo Rey de reyes, y entonces El dio el Mensaje y el Cetro para que tengamos la más grande victoria de todas las victorias. No hay porqué temer. Mas bien cuando veamos el Cetro, y veamos el Cetro en la mano, y el Mensaje que es traído, mas bien lo que debemos hacer es que el enemigo ni se de cuenta que tenemos el Mensaje del Rey, y que está entre nosotros el Cetro del Rey, y que alguien ha traído el Mensaje del Rey. Vamos a protegerlo para que el enemigo no le pueda hacer daño, hasta que nos dé completamente el Mensaje del Rey. ¿Por qué? Todavía falta muchísimo. ¿Ve? No es un Mensaje de una o dos palabras, es un Mensaje completo, y tiene que venir completo para tener una victoria completa en el amor divino, que es la Piedra Angular, para entonces nosotros como individuos ser coronados con esa corona que estamos esperando, y ser transformados e irnos de aquí. Y después allá: “Oh, buen capitán. Hiciste bien, reconociste el Cetro. No es lo que significa el instrumento que yo haya enviado, es lo que significa el Cetro y el Mensaje que yo mandé. Es el respeto, la reverencia y nuestra actitud frente a ese Mensaje y a ese Cetro.” ¿Ve usted? Porque es para bendición de todos los escogidos, y nosotros entonces somos cómplices, pero ¿de quién? No del enemigo, no de los falsos ungidos, sino de nuestro Rey de reyes y Señor de señores, fieles a El, poniéndonos al lado del Mensaje del Rey y reconociendo y respetando el Cetro del Rey. Bueno, yo creo que hemos visto en esta mañana el Mensaje del Rey, este tema del Mensaje del Rey, lo que es el Cetro del Rey, y hemos visto todas estas cositas, las cuales yo en otras ocasiones había tocado así por encimita, pero que en esta mañana, siendo ustedes capitanes, siendo todos capitanes del Ejército poderoso de nuestro Dios, no tenemos que tener ningún temor. No haya temor en ninguno de nosotros, porque tenemos lo que El prometió que habría de enviar: el Mensaje del Rey y el Cetro del Rey entre nosotros, para tener la más grande victoria de todas las victorias jamás ganadas, jamás obtenidas. Y como buenos capitanes todos, entonces seremos honrados por nuestro Rey de reyes y Señor de señores, porque nos hemos parado al lado del Rey de reyes y Señor de señores. Y ahora esto toma mucha significación ese Mensaje titulado “Parándonos al lado de Jesús,” es pararnos al lado del Mensaje del Rey y del Cetro del Rey. Dios nos bendiga y Dios nos guarde. Hemos cometido, usted sabe, muchísimos errores; pero el Señor tenga misericordia de nosotros en esta hora, no podemos perder tiempo en esta hora, porque el enemigo está muy furioso, tratando de destruir y devorar a los escogidos, y todos somos parte de ese grupo de escogidos, y es para nuestra propia bendición. No queremos sentirnos celosos con nadie, ni aún con el Mensaje ni con el Cetro ni con quien lo tenga; sino queremos ser sinceros con nuestro Dios, sabiendo que después nos presentaremos a nuestro Capitán, a nuestro Rey de reyes y Señor de señores, y lo que deseamos es oir de El ¿qué? oir de El esas palabras hermosas: “Has sido un buen oficial de mi Ejército, y no has dejado que el enemigo destruya a mis escogidos. Has actuado de la manera correcta. Y cuando les envié mi Mensaje para la más grande victoria, ustedes lo reconocieron y lo pusieron por práctica.” Así que eso es lo que nos espera después allá, encontrarnos con El, y disfrutar de lo que hemos trabajado aquí en la Tierra. Y El dice que los que vencieren se sentarán con El, ¿dónde? en Su Trono. Así que para ahí es que usted va y para ahí es que vamos todos nosotros. Los que vencieren, los que reverentemente frente al Mensaje del Rey, actuen conforme al Mensaje del Rey. Bueno, Dios nos bendiga en esta tarde ya. Nos tomó un poquito de tiempo. Yo les dije que nos faltaba muchísimo ayer, y yo creo que aquello fue solamente la introducción. Yo deseaba que estuviera el hermano Mario y el hermano Candelario, siendo que es el Mensaje del Rey, y es un Mensaje muy importante, y no me gusta, pues, que sea predicado algo muy importante y estén ausentes personas que amamos tanto, y que sabemos que son capitanes del Ejército del Señor, y no queremos que ningún capitán del Ejército de Dios vaya a oir las cosas por segunda mano, sino que las oiga directamente, para que nadie tenga que contarle mal de las cosas que fueron dichas o que fueron ordenadas por el Rey de reyes y Señor de señores. Bueno, Dios nos bendiga en esta mañana, o en este día, y Dios nos guarde. Y ahora, yo creo que el hermano Adalberto, o el hermano Candelario son los que continuarán. Hermano Candelario ha de predicar en esta noche allá en Caguas, y esperamos que Dios poderosamente lo use, y que el Ejército del Señor, dirigido por los capitanes poderosos del Señor, como sabemos que cada uno de ustedes son, marche hacia adelante en esta tremenda y gloriosa victoria del amor divino. Dios nos bendiga. “**EL MENSAJE DEL REY.”**