--- title: 'El poder de la resurrección' date: 1976-02-15 activity: 1 place: city: Ponce state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Los milagros naturales son de beneficio natural para las personas, los milagros espirituales son de beneficio espiritual para las personas. Y los milagros naturales son temporeros, pero los milagros espirituales son eternos. Una persona a quien Dios le abra los ojos para ver el Nombre nuevo, para ver la forma de servir y adorar a Dios en este tiempo y para ver todo lo que usted y yo hemos visto, eso ha sido un milagro, ¿no ha sido un milagro? ¿Usted veía eso antes? No lo veía, pues si no lo veía y ahora lo ve fue porque Dios le abrió los ojos para lo que viera, no los ojos naturales, porque primero usted lo veía con los ojos naturales, pero no veía o no entendía lo que veía. Nos pasaba como al eunuco, que iba leyendo lo que el profeta Isaías decía, y leyendo la Escritura, una Escritura que ya se había cumplido y leyéndola, y viene el Señor y le dice a Felipe: "Mira Felipe, ve allá donde el eunuco." Y lo llevó, y entonces le pregunta Felipe al eunuco: "Oye, ¿tú entiendes lo que lees? ¿Sabes lo que estás leyendo?" Él le dice: "¿Y cómo voy a entender si no hay quién me explique? Si no hay quién me enseñe lo que significa esto: ¿está hablando aquí Isaías de él mismo, o está hablando del Mesías?" Entonces viene la explicación o la enseñanza de eso que estaba allí, y cuando le fue dada la enseñanza, entonces creyó y dijo: "Y ahora, yo he creído, ¿qué impide para que yo sea bautizado?" Y fue bautizado en el primer lugar que encontraron con agua. Pero no veía, aunque veía con sus ojos la letra, no veía con sus ojos del alma el significado de esa letra, porque ver el significado, para verlo, hay que verlo desde adentro con los ojos del alma, y eso, entonces para eso Dios tiene que abrirle los ojos espirituales a uno para uno ver. Así que, lo que vale más no es lo que usted vea con sus ojos, aunque le es de beneficio si usted entonces puede ver eso también con los ojos del alma, ¿ven? Y entonces puede entender, porque ver es entender. Ahora, hemos estado viendo a Dios haciendo maravillas y milagros en el campo espiritual, no fuera, sino entre nosotros y en cada uno de nosotros, para beneficio de nosotros mismos. Ahora, en esta mañana vamos a buscar en nuestras Biblias... hemos también visto milagros naturales, pero esos milagros naturales que hemos estado viendo son de beneficio para el que los ha estado recibiendo, y son milagros temporeros, usted sabe, mientras estemos aquí en la Tierra, pero los más grandes el Señor los ha estado haciendo y nos estamos gozando en ellos. Hechos, capítulo 2, del verso 24 en adelante, leemos la Palabra del Señor, para de ahí recibir del Señor lo que Él tenga para nosotros. Hechos, capítulo 2 y dice así la Palabra del Señor: *"Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis;* *a éste, entregado por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de inicuos, crucificándole;* *al cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto era imposible que fuese retenido por ella."* Y sigue diciendo: *"Porque David dice de él:* *Veía al Señor siempre delante de mí;* *Porque está a mi diestra, no seré conmovido.* *Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,* *Y aun mi carne descansará en esperanza;* *Porque no dejarás mi alma en el Hades,* *Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.* *Me hiciste conocer los caminos de la vida;* *Me llenarás de gozo con tu presencia* *Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.* *Pero siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo para que se sentase en su trono,* *viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el Hades* (o sea, el infierno)*, ni su carne vio corrupción.* *A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.* *Así que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís."* Oremos al Señor: *Padre, aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos, Te damos gracias oh Dios eterno por Tus bendiciones; y en esta mañana, Señor, Te estamos adorando y glorificando y ahora ha llegado el momento de Tú hablar a nuestros corazones, de Tú enseñarnos Tu Palabra que revelaste en Tu manifestación en carne humana que tuviste en este tiempo en Tu segunda Venida.* *Ahora, Te rogamos Dios eterno, sabiendo que todos los misterios están revelados, ahora Te rogamos que nos enseñes de esos misterios que fueron revelados; enséñanos Tu Palabra que fue revelada en esta mañana, enséñanosla Señor, Tú eres nuestro maestro, por lo tanto, Te rogamos Te manifiestes en esta mañana como maestro, Tú eres el maestro, Tú eres el que prometiste que nos habrías de enseñar.* *Por lo tanto, Te rogamos que manifiestes Tu ministerio de maestro en esta mañana, y nos enseñes a todos Tu Palabra que revelaste a través de carne humana.* *Oh Dios eterno, Te lo ruego en el Nombre del Hijo de David. Amén, amén.* En esta mañana esperamos de parte del Señor que Él nos ayude en este tema en el cual hemos de platicar. Hemos estado hablando en estos días pasados acerca de la santa convocación y las cosas que hay en la santa convocación. Hemos estado viendo en la santa convocación, hemos estado viendo que una de las cosas de la santa convocación, es que la santa convocación es efectuada no durante las edades de la Iglesia, sino en la edad de la Palabra o la Edad de la Piedra Angular, o sea, que la santa convocación es efectuada arriba, en la parte de arriba, y que esa santa convocación pertenece y es efectuada en una Tierra nueva y en un Cielo nuevo, y es un tiempo de jubileo. El jubileo es un tiempo para regocijarse todo el pueblo de Dios, es un tiempo para recibir y disfrutar de todos los beneficios que Dios tiene y ganó para nosotros, y que todo eso había sido perdido por Adán allá cuando el pecado original (esos fueron los beneficios naturales que Adán había perdido), había perdido el privilegio del Libro de la Vida del Cordero, había perdido el privilegio del acta de propiedad o Título de Propiedad lo había perdido, pero Dios lo había tomado. Y también encontramos que cuando la Eva espiritual que es la Iglesia que nació allá en el tiempo de pentecostés, aquella Iglesia virgen que nació allí, aquella Novia, encontramos que más adelante cayó espiritualmente allá por el año 320, cuando Constantino la engañó. Entonces vemos que (fíjense) hubo una caída literal y una caída espiritual, pero ahora encontramos que en el jubileo, en el tiempo del jubileo, o sea, en el tiempo de la santa convocación, encontramos que todos los derechos y privilegios a los cuales ellos tenían derecho, tanto la Eva literal como la Eva espiritual, ahora son restaurados porque el Libro de la Vida, que es el Título de Propiedad, que es el acta del Título de Propiedad de los hijos de Dios, es abierto y ese Libro es los Sellos, ese es el Libro de la vida: los Sellos, y es abierto y entonces al ser abierto, entonces es colocado nuevamente en las manos de los redimidos. Eso es lo que dice Dios a través del hermano Branham en *"Los Sellos."* Entonces todo el poder, tanto poder físico, tanto poder natural como poder espiritual, es restaurado a los escogidos, porque en la santa convocación o en el tiempo del jubileo era el año cincuenta, o sea, que era el año cincuenta contando cuarenta y nueve años y después el año cincuenta era ese año de santa convocación, y fíjense, era el año cincuenta contando todos los años que transcurrían hasta llegar esa fiesta o esa santa convocación, pero era también el año número ocho contando más bien solamente los años de fiesta que habían en ese lapso de tiempo de cincuenta años. En un lapso de tiempo de cincuenta años había solamente ocho años festivos, o sea, de fiesta. Y ahí en esos 8 años era efectuada en cada año de esos de fiesta, cada seis años, el año séptimo venía a ser un año de fiesta, entonces eran efectuadas las diferentes que Dios le dio a Moisés para que el pueblo efectuara en forma literal: fiesta de las cabañas, fiesta... que son las fiesta de los tabernáculos, y así por el estilo las diferentes fiestas, la fiesta de los ácimos y así por el estilo cada una en el tiempo que le correspondía. Luego esas fiestas vinieron a tipificar las siete edades de la Iglesia, siete fiestas, siete edades de la Iglesia, pero después de las site fiestas venía entonces la santa convocación, y después de las siete edades de la Iglesia entonces venía la santa convocación que es un llamado de parte de Dios al pueblo congregarse para recibir todo lo que le pertenece a ellos, porque eso era lo que ocurría en el año cincuenta, o sea, en la fiesta o en el tiempo de la santa convocación o el año del jubileo: que toda propiedad del pueblo de Israel, de los hijos de Dios, toda propiedad que pertenecía a ellos, si la había perdido por una causa o por otra, o la había empeñado o la había vendido o se la habían quitado en algún pleito, o alguna cosa hubiera pasado con lo que Dios le había dado, porque Dios le dio al pueblo de Israel y a los hijos de Israel le dio la tierra por heredad, y nadie puede quitar una heredad que Dios ha dado. Por lo tanto, en ese año glorioso para ellos, pues todo lo que ellos habían perdido, toda su tierra y todo lo que pertenecía a ellos, entonces automáticamente retornaba a ellos sin ellos pagar ni un centavo. Por lo tanto, fíjense, esa es la ley de Dios mostrando con cosas naturales las cosas espirituales que acontecerían a los hijos de Dios, los cuales en un negocio sucio que el diablo les hizo en lo natural, allá en el Edén el diablo entonces logró quitarles la Tierra a los hijos de Dios. Por eso ahora encontramos que el diablo allá cuando le apareció al Señor, le apareció al Señor allá y le dijo: "Mira, mira todos los reinos de la ierra, mira todos los reinos del mundo, ¿los ves? Pues todos ellos son míos, y a quién yo quiero los doy, y yo te los daré a Ti si Tú postrado me adorares." Fue un ofrecimiento tremendo que le hicieron al Señor allí, le hicieron el ofrecimiento de ser el rey de todo este mundo, solamente el Señor haciendo una cosa: adorando al diablo (el diablo es bastante atrevido ¿verdad?). Y el Señor ¿qué le dice? "Apártate de mí; al Señor solo servirás y al Señor tu Dios solo adorarás." O sea, que el diablo buscando una cosa que no podía ser hecha, ¿ven? Buscando a que la Palabra fuera rota para el beneficio de él, entonces fíjense, el diablo cuando Dios quiere que él haga algo, el diablo lo tiene que hacer. Así que, el diablo aun siendo diablo, él tiene que mantenerse conforme a como Dios diga que él haga. Así que, el diablo está limitado por la Palabra de Dios, es igual que en el milenio, en el milenio el diablo va a estar aquí en la Tierra, va a estar aquí, pero dice que va a estar atado con cadenas, pero son cadenas de circunstancias, son cadenas circunstanciales porque aquí todos los que van a estar en la Tierra son personas que no pueden pecar, y al no poder pecar entonces qué va hacer el diablo: "Pues ¿cómo voy a engañar a esa gente si no pueden ser engañados?" Entonces el único que va a estar aburrido y cansado aquí es el diablo, el único que no va a estar disfrutando el milenio es el diablo, usted y yo vamos a estar disfrutando el milenio aquí, y él va a estar en una condición muy difícil para él. Imagínense, esperar mil años, mil años sin poder hacer nada, porque no podrá hacer nada, ¿con quién? Si todos aquellos con los cuales él puede hacer algo están allí en la tumba todavía, no han resucitado. Ahora, cuando termine el milenio y él vea a todos aquellos que él engañó en las edades que ya habían pasado, luego nuevamente los engaña, ¿ven? Porque son los de él, los de él no estarán en el milenio aquí, los que estarán aquí en la Tierra son los de Cristo y no pueden ser engañados porque ellos son la Palabra. Ahora, qué tiempo difícil para el diablo ¿verdad? Mil años sin poder hacer nada, como decimos nosotros: "mil años sin dar un tajo," ¿qué mucho censurará, verdad? pero qué mucho nos vamos a gozar nosotros en los literal aquí, cuando estemos aquí dentro de algunos añitos; son mil años que vamos a estar aquí en la Tierra viviendo con el Señor y viviendo aquí una vida como la que usted deseó vivir aquí ahora en este tiempo, una vida buena y natural, una vida gloriosa que usted ha deseado siempre vivir aquí, pero que con tanto pecado y tanto demonio, no podemos vivirla como desearíamos vivirla en lo natural. Y los dueños de toda esta Tierra y de todo este planeta Tierra, pues estamos como si fuéramos los agregados; los dueños no tienen nada y los que no son dueños, se han apoderado de todo, pero no se apure que el Título de Propiedad de esta Tierra Dios es el que lo tomó, y ahora con la apertura de los Sellos lo ha puesto en nuestras manos. Así que, usted sabe, un juicio, pues en un juicio entonces cuando se abre el Título de Propiedad, el acta, el acta de propiedad, que es el Libro de la Vida, que es el que fue abierto, entonces se sabe lo que hay, se sabe a quién pertenece esta Tierra, a quién pertenece todo lo que hay, lo que Dios hizo, ¿y entonces qué pasa? El diablo por pervertidor va a tener mil años de prisión, mil años de cadenas, encadenado, encarcelado, y nos va a ver y lo vamos a ver, usted nunca... nosotros hemos visto las obras del diablo, pero nunca le hemos visto la cara a él, algún día usted se la va a ver. Pero cuando usted se la vea literalmente allá, usted lo podrá mirar y decir: "Tanto que me molestaste allá, ahora yo no te voy a molestar aquí, quédate por ahí, ahora tú no puedes hacer nada." Cuando único podía hacer algo en contra de nosotros era cuando estábamos aquí que nos molestaba, pero que Dios todo eso lo convertía en bendición para nosotros porque todas las cosas obran a bien para los hijos de Dios. Así que, por más que moleste el diablo, todo obra para bien para nosotros, así que lo que hacemos es que nos cuidamos de tal manera que todo sea de beneficio para nosotros, o sea, le buscamos la vuelta y miramos el cuadro, no como un problema sino como una bendición, y aprendemos y somos pulidos y somos preparados para reinar entonces, porque estamos tomando el *trailing*, estamos tomando la educación de parte de Dios para poder ser reyes genuinos, reyes con carácter de rey, no un rey sin carácter porque no sirve para nada. Así que, vemos todas esas cosas y vemos que el diablo por meterse y tratar de arrebatarle la propiedad de los hijos de Dios, pero que no pudo tomar el Libro, si llega a tomar el Libro, pero el diablo no pudo; si el diablo llega a tomar el Libro el diablo se hubiera convertido en un creador, porque el libro de la Vida, el Libro, el Título de Propiedad es la Palabra, y por la Palabra fueron creados los Cielos y la Tierra, por la Palabra fue creado todo. Y si el diablo hubiera logrado tomar el Título de Propiedad, que es la Palabra, el diablo entonces de ese tiempo en adelante hubiera sido un creador, pero el diablo no es un creador, porque él no tiene el Título de Propiedad, él no tiene el Libro de la Vida, que es la Palabra. Entonces él lo que hace es que es un pervertidor de la Palabra; entonces al ser un pervertidor de la Palabra, él logra sacar muchas perversiones y muchas imitaciones, entonces como él no es un creador, entonces si él quiere que aparezca tal cosa, él no la puede hacer por creación porque no es un creador, entonces tiene que hacerlo por perversión. Por ejemplo, él quiso que apareciera una raza parecida al ser humano, porque Dios vino e hizo al hombre, entonces el diablo quiso que apareciera, pues algo parecido al hombre, algo entre la serpiente y el chimpancé. Usted ve, el diablo pensó y creyó que era bueno que algo apareciera allí entre el chimpancé y el hombre, y encontramos que apareció, sí, una nueva raza, pero ¿cómo la logró el diablo? La logró a través de la unión de un animal con Eva. La unión entre la serpiente que era un hombre, y Eva, entonces produjo a Caín, y entonces Caín tomó a su hermana y se casó con ella o vivió con ella y tuvo más hijos, entonces apareció una civilización nueva muy parecida a la civilización de Dios, muy parecida a los hijos de Dios, pero que era no creación, por eso es que será destruida, porque no vino por creación. Por eso es que todo lo que no estaba en lo original tiene que ser destruido, porque todo lo que no está en el original entonces es una perversión, y si es una perversión, toda cosa pervertida tiene que ser destruida y no podrá entrar a la eternidad. Por eso es que usted ve el mulo o la mula, en la eternidad usted no va a ver nada de eso, ¿por qué? Porque eso es un cruce, un producto híbrido. Nada híbrido entrará a la tierra nueva. Por lo tanto, todo eso mirándolo usted, aplíquelo también a lo espiritual y usted verá que nada híbrido espiritual puede entrar a la tierra nueva, a la tierra nueva de la Palabra. Al nuevo mensaje, nada híbrido puede entrar. Por eso una Iglesia híbrida no puede entrar a la Palabra. Entonces es destruido por la misma Palabra, es destruido espiritualmente, la muerte espiritual entonces les alcanza; entonces también luego la muerte y desaparición literal, entonces será en el lago de fuego que todo entonces desparecerá literalmente, y aun en la tribulación todas las denominaciones van a desaparecer porque eso es algo híbrido. Pero el cuerpo escogido del Señor, los verdaderos creyentes, ellos no desaparecerán porque ellos no son un producto híbrido, y su mensaje no es un mensaje híbrido, es un mensaje puro, es la Palabra original y por eso esa Palabra original no pasará sino que continuará por toda la eternidad. Todo lo que Dios ha colocado en medio de Sus escogidos, Su Nombre eterno, la forma correcta para adorar y todas estas cosas, todo eso permanecerá por la eternidad, porque es lo original, no es algo pervertido. Entonces encontramos que mirando hacia adelante, entonces vemos que estamos viviendo en un tiempo espiritual más glorioso de lo que nosotros podemos pensar, y es como dice el hermano Branham ahí en el mensaje titulado: *"Dios en simplicidad,"* él dice que de diez que estamos esperando, nueve están cumplidas, y cuando cumpla la número diez, se nos pasa por encima también. Y en el mensaje titulado: *"Desesperación,"* él dice que tenemos que estar vigilando porque Dios va hacer algo, y si no vigilamos, se nos pasará también. Y dice que es "así dice el Señor" lo que Él habría de hacer. Ahora, fíjense que siempre que estamos esperando el cumplimiento de lo que Dios ha prometido, siempre la gente trata de darle su propia interpretación a lo que Dios prometió, y cuando hacen eso, Dios viene y cumple lo que Él prometió, y nadie se da cuenta que lo cumplió, solamente aquellos predestinados para verlo, y en eso está la predestinación, por eso no es del que quiere ni del corre, no es del que sabe mucho o del que sabe poco, sino de Dios que tiene misericordia y Él obra un milagro en aquellos que han de ver lo que Dios prometió que habría de hacer; y cuando obra ese milagro, le abre los ojos espirituales y entonces es que podemos ver lo que Dios está haciendo en el tiempo en que uno está viviendo, y dónde está eso prometido. Porque usted no puede estar esperando que Dios haga tal cosa o tal cosa, si Dios no prometió que habría de hacer eso, usted está esperando a Dios obrar de una manera fuera de lugar, porque Dios no obra de esa manera, Dios las cosas que Él está haciendo ahora, Él no se las está inventando, Él ya las predestinó y Él ya dijo que las iba hacer, porque luego de Dios tener en Su propósito, en sus planes hacer ciertas cosas, luego Él las habla y promete; a través de carne humana Él habla esas cosas y dice que las va hacer, y luego que las habla el próximo paso es materializarse eso que fue hablado que Dios habría de hacer. Por ejemplo, Dios tenía en sus planes que una virgen concibiese, esos eran los planes de Dios, luego vino y lo habló por el profeta Isaías, ya el pensamiento de Dios al venir a través de los labios del profeta Isaías, ¿qué vino a ser entonces? Se convirtió en la Palabra hablada, pero primero no era la Palabra, era un pensamiento en la mente de Dios. Luego cuando fue hablado, vino a ser la Palabra, y luego que fue la Palabra hablada, "los Cielos y la Tierra pasarán, pero la Palabra no pasará," o sea, que cumple aquello que dijo, entonces tomó un lapso de tiempo en esa Palabra hablada materializarse, tomó como 800 años (me parece que dice el hermano Branham); a los 800 años vemos esa Palabra realizada o materializada, hecha carne cumpliéndose lo que fue dicho. Cuando Dios dijo: "Sea la luz," fue la luz pero no sabemos cuántos años pasaron, ¿ve usted? Del pensamiento de Dios, de la mente de Dios luego pasa a ser Palabra cuando es hablada, y luego de ser Palabra, pasa a ser materia, se materializa y pasa a ser una realidad, se convierte en una realidad conforme a como fue hablado. Ahora, el lapso de tiempo que se tarde entre el tiempo que fue hablado y el tiempo en que se cumple o se materializa, eso es un asunto de Dios, no es asunto de uno; entonces todo ocurre conforme a los planes de Dios, porque Dios puede hablar cierto tiempo la Palabra a través de carne humana, a través de uno de Sus instrumentos hablarla, y ser hablada esa Palabra y cumplirse a los dos mil años, porque fue hablada en ese tiempo pero con largo alcance, para alcanzar a los dos mil años, entonces a los dos mil años se materializa, se cumple eso que fue hablado; porque el poder de la resurrección es la Palabra, porque todos los Cielos y la Tierra fueron hechos por la Palabra. No hay cosa más poderosa que la Palabra, es por la Palabra que todo es hecho; por eso es que antes de hacerse alguna cosa, tiene que ser hablada la Palabra. Eso no lo podemos de perder de vista, porque si Dios ha de hacer algo, usted tiene que vigilar, usted tiene que vigilar para primero ver a Dios hablando la Palabra o ver si ya la habló. Por lo tanto, Dios no puede hacer nada, a menos que primero Sus pensamientos sean expresados, sean hablados y luego se realiza o se materializa lo que es dicho. Ahora, fíjense, tenemos algunos ejemplos no solamente del pasado, del pasado ya vimos algunos, si quisiéramos podríamos encontrar algunos del presente; por ejemplo, nos enseña la Palabra que el Señor tendría un Nombre nuevo y nos enseña que sería usado ese Nombre nuevo, nos enseña que el que se bendijere, en el Dios del amén se bendeciría. Y así por el estilo encontramos que también se serviría a Dios en ese Nombre eterno y nuevo, encontramos que Él tendría ese Nombre y que Él lo recibió cuando subió, y entonces sabemos que cuando bajó, pues tenía que bajar con él. Pero, ¿cuándo es que hemos visto y hemos entrado a practicar todas estas cosas? ¿Cuándo es que hemos visto cumplido la forma para servirle al Señor? ¿Cuándo es que hemos visto que hay un pueblo que le sirve a Dios de la manera correcta para esta tercera dispensación? ¿Qué vino antes de eso? ¿Qué vino antes de usted y yo usar el Nombre del Señor, el Nombre eterno del Señor y adorar al Señor en ese Nombre y servirle al Señor en ese Nombre y hacer todas estas cosas como las hacemos en el Nombre eterno del Señor? Antes de eso tuvo que venir algo. Todo eso era el pensamiento de Dios en la mente de Dios, pero luego eso se tuvo que expresar a través de la Palabra hablada; y cuando oímos el pensamiento de Dios expresado o hablado, cuando lo oímos, nos gozamos y oímos la Palabra de Dios; y cuando oímos esa Palabra y reconocimos que es la Palabra de Dios, entonces lo próximo fue esa Palabra se materializó en cada uno de nosotros, y nos encontramos siendo la Palabra materializada en las porciones de la Palabra que ya ha venido a nosotros, y han venido habladas. Entonces al materializarse en usted y en mí, entonces empezamos actuar de acuerdo a esa Palabra que llegó a nosotros; pero mientras tanto no podíamos, no podíamos ver a un pueblo adorando correctamente a Dios, a un pueblo creyendo correctamente en el Nombre eterno de Dios, no podíamos ver a un pueblo que conociera el Nombre eterno de Dios. ¿Por qué? Porque primero tenía que ser hablado, cuando fue hablado, lo oímos, cuando lo oímos eso sonó bien *acá* adentro, porque usted, como en su interior usted es una simiente de Dios, y la simiente original es la Palabra, la Palabra es la simiente original; por lo tanto usted siendo un atributo de Dios, un atributo de Dios, entonces usted en su interior, allá en el alma usted es una Palabra hablada de Dios, y cuando usted siendo una Palabra hablada de Dios se tropieza con la Palabra hablada de Dios, eso cuadra bien con eso que hay ahí adentro, porque la Palabra no puede rechazar la Palabra. Si usted es la Palabra, ¿cómo va a rechazar la Palabra? Por eso es que dice Dios a través del hermano Branham que los escogidos no pueden ser engañados porque ellos son la Palabra; por lo tanto ellos no pueden recibir otra cosa, sino la Palabra. Y dice el hermano Branham que usted y yo no recibamos ni creamos ninguna otra cosa, sino la Palabra, no importa de quién venga lo que venga, si no es la Palabra, usted y yo estamos ordenados a no recibirlo, eso no puede cuadrar con lo que hay allí adentro, porque lo hay ahí dentro es la Palabra, entonces eso solamente cuadra y acepta la Palabra. Por lo tanto, la Palabra tiene que ser hablada para entonces usted poderla recibir, poderla aceptar, y luego que la acepta y esa Palabra está dentro de usted, comienza a materializarse, comienza a obrar en su vida, y entonces usted comienza a ver en su vida, una vida conforme a esa Palabra que usted aceptó. Entonces fíjense, es algo sencillo cómo la Palabra obra dentro del individuo, usted ha visto los resultados, usted ha visto el producto de esa Palabra, usted ha visto el poder de la resurrección manifestándose en usted, y ahora es que nos estamos dando cuenta de lo que ha estado pasando dentro de nosotros. Es el poder de la resurrección, el mismo poder que resucitó a Jesús, el mismo poder que resucitó a Lázaro, el mismo poder es el que entró a los discípulos allá el Día de Pentecostés y obró a través de ellos, y es el mismo poder que ha obrado en este tiempo para que Cristo apareciera nuevamente en este tiempo, para que Cristo se levantase del sepulcro. ¿Sabía usted eso? ¿Sabía usted que el Señor allá en lo literal, cuando fue crucificado allá en lo literal Él murió, Su cuerpo físico literal murió, pero fue levantado del sepulcro? ¿Sabe usted que en lo espiritual el Señor se levantó también del sepulcro denominacional? Bueno, y fíjense, cuando se levantó allá en lo literal el Señor del sepulcro, entonces con el nuevo nacimiento nosotros nos levantamos con Él, pero luego los hijos de Dios tuvieron otra caída, y fue allá en el concilio de Nicea, y fue una caída espiritual, y esos hijos de Dios entonces tenían que levantarse, resucitar porque habían caído, y resucitar con Cristo. Entonces Cristo tenía que levantarse y con Él nos levantamos nosotros hablando en términos espirituales o hablando en términos religiosos. Dice: *"Los frutos no crecen en la parte baja..."* Ahora, mire un poquito antes, dice: *"Habrá una resurrección que producirá la misma Iglesia con el mismo poder."* Si va aparecer una Iglesia, la misma Iglesia que murió allá, porque cayó, murió, entonces va a resucitar esa Iglesia; y si va a resucitar y va a resucitar con el mismo poder, entonces tiene que manifestarse, tiene que obrar esa resurrección, ¿quién? El mismo que obró la resurrección del cuerpo de Jesús, tiene que obrar la resurrección del cuerpo espiritual del Señor que es Su Iglesia. Entonces así como resucitó Su cuerpo literal, tiene que resucitar Su cuerpo espiritual que es la Iglesia, entonces tiene que ser el mismo poder de Dios para poder efectuar esa resurrección. Sigue diciendo: *"Yo sacaré esa Novia a lo que fue al principio* (o sea, igual a como fue en el principio, con las mismas señales, los mismos frutos, lo mismo que antes hicieron)*, la levantaré, yo restauraré (dice el Señor) todo lo que comió la denominación, todo lo que la denominación ha comido y destruido, 'yo restauraré,' dice el Señor.* *Ahora, usted dice: '¿Qué de las cosas que siguieron en la denominación?' Dios es el buen Esposo, Él podó el árbol, cortó todas las ramas muertas, ¿qué va hacer? Quemarlas, Dios es el guardador de su árbol, Él lo cuida, Él vigila su herencia."* La herencia del Señor que es Su Iglesia, Su Árbol, Él la vigila: *"¿Cuál es su herencia? Su propia Palabra."* ¿Ven? Su propia Palabra. *"Él vigila Su Palabra para confirmarla, la vigila para ver qué puede sacar de ella."* Y recuerde que Su Iglesia es la Palabra, somos la Palabra. *"Ahora, Él restaurará, así que cuando estas Iglesias comiencen a organizarse, Él las corta del árbol y la Iglesia sigue creciendo, cuando los luteranos dijeron: 'Formaremos una organización, seremos tan grandes como los católicos,' allí mismo Él cortó a esa rama muerta, y brotó la rama de Wesley, otro Profeta; pero tan pronto como este gran Profeta murió, se organizaron y la rama fue también cortada y entonces nació pentecostés, que luego también se hizo lo mismo y fue también cortado. Pero la Iglesia continúa adelante, Él restaurará.* *Los frutos no crecen en la parte baja, en el tronco, sino en lo más alto del árbol, ¿dónde es que el sol le da primero al fruto? ¡Oh, gloria! en la luz del anochecer el sol le da al árbol en lo más alto, en la copa del árbol, no en la ramas más bajas, sino en las más altas donde el fruto madura. Amén.* *¿Le ama usted? Amén, ¿le servirá usted? Amén, ¿le cree usted? Amén. Yo le creo con todo mi corazón, Él podrá - toda roma organizacional hasta que quede tan solo la copa del árbol, allí Él tomará su fruto, Dios los ha cortado y no vendrán ante la presencia de Dios, están muertos, no saldrán en la primera resurrección.* *Pero estarán con el fruto de la vid, de la vid original de Dios, ellos estarán en el grupo organizacional pero no vendrán con el fruto de la vid."* Vean ustedes que está hablando de una resurrección: *"Vean, Dios nunca puso una organización, la Iglesia fundó la organización y Dios cortó su linea de vida, los separó del árbol, su fruto es organizacional, pero si la vida verdadera echa alguna rama, producirá los mismos frutos que el original. El primer árbol creció y Roma envió sus insectos para destruirlo, pero esta vez Dios producirá un árbol que crecerá tan alto que Roma no podrá tocarlo.* *El árbol va de un lugar a otro, de una dispensación a otra: de Lutero para Wesley, de Wesley para pentecostés, de pentecostés pasa a la Palabra; es resurrección de nuevo para el verdadero creyente de su siempre verdadera Palabra, es pascua, resurrección."* Ahora, vea que está hablando de resurrección y de pascua, pero vean ustedes que está hablando de una pascua y de una resurrección espiritual, ya mismo lo vamos a ver. Está hablando de la resurrección del cuerpo del Señor, del Árbol Novia que va a resucitar, va a resucitar espiritualmente porque murió espiritualmente. Si muere espiritualmente ¿cómo va a resucitar de otra forma si no es espiritualmente? Dice: *"...es pascua, resurrección."* ¿Qué día resucitó el Señor? Domingo resucitó el Señor y el domingo es el día ocho o día primero, vea usted eso, y entonces tiene que venir para la resurrección del cuerpo de Cristo, la Iglesia verdadera, tiene que venir un día domingo, o una día octavo, ya día primero o día octavo, como usted le quiera llamar; si es día octavo, entonces día octavo representa eternidad, ¿ven? No es parte de los días de la semana que ya pasaron, \*es resurrección para esta Iglesia verdadera. Entonces ese día (pues hay siete días)... siete días de la semana allá tipifican siete días acá de la semana religiosa o de la semana de las edades de la Iglesia, y siete edades, siete días; pero luego de siete días o de siete edades viene el día ocho, que es el día octavo; día octavo, que es domingo. El domingo espiritual está tipificado por el domingo literal, domingo literal el Señor resucitó literalmente, domingo espiritual resucita espiritualmente el cuerpo del Señor, que es Su Iglesia; domingo es el día octavo o la edad octava, y edad octava quiere decir Edad eterna, porque ocho es eternidad, y viene a ser también el primer día de la semana, no de la semana que pasó, sino de lo que está por delante, o sea, que habla de comienzo, del comienzo de un tiempo eterno, al cual se entra. Entonces en ese día octavo es que habría de haber esta resurrección de la Iglesia verdadera del Señor, así como el Señor resucitó el día octavo. Ahora, vamos a seguir adelante: *"Es pascua, resurrección, Dios tiene pueblo por doquier, ha llegado la resurrección, ha llegado pascua para ellos."* ¡Oh, qué glorioso! es como cuando salió... este es un tiempo como cuando fueron aquellas mujeres, María Magdalena y otras más, fueron a la tumba del Señor por la mañanita, y cuando llegaron ya había ocurrido la resurrección, ¿y qué pasó? Le dijeron aquellos Ángeles: "¿A quién buscáis? ¿A Jesús? ¿Buscáis a Jesús? No le busquéis entre los muertos, Él ha resucitado ya, vayan y anunciénles, diganle a los discípulos que ya Él resucitó." Por lo tanto, en lo espiritual, resurrección espiritual es en el día octavo, que es domingo espiritual, y entonces el mensaje que hay para todo el pueblo de Dios es el anuncio de resurrección o de pascua, una resurrección y una pascua espiritual; ese es el mensaje para este tiempo para todos los hijos de Dios, así como fue también el mensaje para la segunda dispensación, fue el mensaje de la resurrección del Señor el día octavo, día domingo. Entonces, ahora estamos en tiempo de pascua y resurrección espiritual, y ese es el mensaje para todos los hijos de Dios, es un mensaje glorioso, es un mensaje que le anuncia ¿qué? ¿Qué le anunciaba la pascua y la resurrección del Señor allá? le anunciaba salvación, les anunciaba buenas nuevas, nuevas maravillosas, nuevas hermosas de que había resucitado y que el precio ya había sido pagado y que teníamos el camino abierto para regresar a nuestro lugar original, y que ya lo de la caída había sido arreglado. Y ahora, estando en una resurrección y pascua espiritual, es la misma cosa pero en el campo espiritual, de que ya todo ha sido arreglado, la falta, el error o el pecado que fue cometido por la Iglesia allá en el Edén espiritual, porque el diablo la tentó espiritualmente y cayó allá en el Concilio de Nicea, cayó en denominación, ya eso ha sido arreglado y ahora Cristo ha pagado el precio y ha resucitado, y entonces hay un mensaje de buenas nuevas para todo el pueblo del Señor, un mensaje glorioso porque el poder resurrectivo, el poder de la resurrección se ha manifestado para efectuar esa resurrección. Ahora fíjense, somos los beneficiarios de esa resurrección espiritual también. Ahora, vamos a seguir adelante: *"Ha llegado la resurrección, ha llegado pascua para ellos. ¿Por qué? Ellos han resucitado, ellos han resucitado."* Por eso es que ya no somos los muertos espirituales que éramos, muertos espirituales metidos en los sepulcros denominacionales, sino que hemos resucitado y ahora somos la verdadera Novia-Esposa del Señor; como grupo (hablando como grupo), porque esta es la resurrección de la Iglesia del Señor como grupo. Ahora, guárdese esto para más tarde: también por el mismo proceso que pasa el cuerpo del Señor como grupo, pasamos nosotros como individuos, y todo esto tiene su tiempo y lapso de tiempo en el cual se efectúa; como grupo la resurrección y el tiempo de pascua para el pueblo de Dios como grupo, eso comenzó hace mucho tiempo. Ahora, seguimos adelante: *"Amén. Ellos han resucitado* (amén) *de credos y de denominaciones."* ¿Ven que es una resurrección espiritual? Esto es la página 41 y página 42 del mensaje titulado: *"La Restauración del Árbol Novia."* Restauración es resurrección, es lo mismo. *"Han salido de ellas, es pascua otra vez."* Porque la primer vez fue pascua cuando el Señor resucitó literalmente, pascua de resurrección. Y ahora es pascua otra vez pero en el campo espiritual, pascua espiritual para los hijos del Señor en resurrección espiritual. *"La simiente real ha estado escondida en las raíces, la Palabra escondida allí por años y años, y ahora comienza a ser revelada; es pascua, predestinados desde la fundación del mundo, esta Iglesia ha comenzado a ponerse de pies."* Ha comenzado a levantarse sobre sus pies, o sea, a resucitar: *"Noten como predestinó Dios en el principio, lo voy a decir de todas formas, para restaurar su primer árbol en tres días después de su muerte."* Fíjense, después de tres días entonces vino a ese tiempo. Dice: *"Después su primer árbol, para restaurar su primer árbol..."* Su primer árbol ¿quién fue? Aquel cuerpo: Jesús de Nazaret, aquel cuerpo que crucificaron, aquel fue su primer árbol. Dice: *"...para restaurar su primer árbol en tres días después de su muerte, después de muerto el primer árbol lo restauró en tres días."* Por eso el Señor decía: "Destruyan este templo y (¿en cuánto?) en tres días lo restauraré, lo levantaré, lo resucitaré." *"¿Es eso correcto? Lo restauró, así que el árbol de la Novia va a ser restaurado en tres edades, quise decir, tres etapas."* ¿Ven? Es el mismo proceso. *"En tres etapas será restaurado: justificación, santificación y bautismo del Espíritu Santo, uno, dos, tres. Vean ustedes, después de tres días el primer árbol fue restaurado a lo original, con las mismas señales, las mismas maravillas."* Por eso en el lapso de tiempo de 40 días que el Señor estuvo entre ellos ya resucitado, ¿qué hacía Él? Las mismas señales y las mismas maravillas, dice que hizo muchísimas señales delante de ellos, y ellos creyeron. De las mismas que hacía primero, vino y las volvió hacer, pero en esta ocasión para ellos. No para los de afuera, sino para ellos. Vean ustedes *"...después de tres días el primer árbol fue restaurado a lo original, con las mismas señales, las mismas maravillas: Jesús regresa, el mismo Jesús haciendo las mismas cosas. Al final del tercer día las señales aparecieron. No al final del primer día.* *¡Oh hermano! Espero que usted esté recibiendo."* Cuando él habla en esa forma y está hablando de allá del pasado y dice algo así, es que él quiere que usted le dé una aplicación para este tiempo, y si usted logra mirar eso, repetirlo ahora en este tiempo, usted está recibiendo, recibiendo lo que él quiere decir. *"¡Oh hermano! Espero que usted esté recibiendo. Al tercer día fue cuando la real manifestación de Cristo fue conocida. Al final del tercer día. ¿Lo ve? ¿Lo está recibiendo?"* Es que él no solamente está hablando la historia de lo que pasó allá, sino que está hablando lo que está pasando acá en este tiempo, está hablando de la restauración o de la resurrección del cuerpo del Señor. *"Ahora fíjense, al primer día: muerto; al segundo día: hubo un rumor, pero aún estaba muerto, Lutero, Wesley."* ¿Ve usted de lo que estaba hablando? De aquellos tres días; ahora, esos tres días de allá representan tres días acá, o sea, las tres edades o tres etapas: la etapa de Lutero, la etapa de Wesley, pero todavía, en la primera etapa, la de Lutero, todavía estaba muerto en el sepulcro, sepulcro denominacional, en la segunda hubo un rumor pero todavía estaba muerto, allá metido en denominación todavía: *"Y nada en el segundo. Al comenzar el tercer día* (que es la edad pentecostal)*... al comenzar el tercer día se escuchaba un rumor, nada en el primer día de Lutero y nada en el segundo. Pero en el tercer día la Dispensación del Espíritu Santo hubo un rumor de que Él era el mismo ayer, hoy y por siempre. Pero al final del tercer día..."* Cuando terminó el tercer, día, porque entiendan bien, que las edades se entrelazan unas con otras, y las dispensaciones se entrelazan también unas con otras, y aun cuando el Señor estuvo aquí en la Tierra, cuando el Señor estuvo aquí en la Tierra todavía estaba el judaísmo. Pero estando el judaísmo comenzó también la segunda dispensación en el Jordán, estando todavía el judaísmo, o sea, que así como las edades se entrelazan unas con otras, también las dispensaciones se entrelazan unas con otras, y aun fíjense, estando la Edad de Laodicea, ¿qué pasó? Comenzó la Dispensación del Espíritu Santo. ¿Cuándo comenzó la Dispensación del Espíritu Santo? La dispensación del Espíritu Santo comenzó en el agua, así como la segunda dispensación comenzó en el agua cuando el Señor estaba siendo bautizado, cuando Juan el precursor estaba bautizando al Señor; y así en el 33 cuando el hermano Branham estaba bautizando allí, allí en el agua, también en el río, estaba comenzando ¿qué? La tercera dispensación, o sea, la Dispensación del Espíritu Santo. *"...hubo un rumor de que Él era el mismo ayer, hoy y por siempre, pero al final del tercer día* (o sea, al final del tercer día, es al final de la Edad de Laodicea, al finalizar de la edad pentecostal, al finalizar para Dios, porque para la denominación todavía ellos no saben que terminó delante de Dios. Entonces en lo literal termina en la tribulación)*... al final del tercer día es donde Él se dio a conocer."* Al final de la Edad de Laodicea, cuando la Edad de Laodicea terminó, entonces es que se da a conocer: *"Pero al final del tercer día es donde Él se dio a conocer, viene entre ellos, viene entre su pueblo y dijo: 'Véanme, soy el mismo,' las formas muertas quedaron hasta pentecostés."* Las formas muertas quedaron hasta pentecostés, hasta la edad pentecostal. *"Entonces comenzó el rumor de que Él era. Ahora, en el último día Él está con nosotros moviéndose en medio nuestro. Al final del tercer día Él apareció y les mostró la señal de Su resurrección de que Él está vivo, el mismo ayer, hoy y por siempre, frutos vivos de Su presencia (frutos vivos de Su presencia). ¿Lo están recibiendo?"* Está hablándonos del día de hoy, al final de la tercera edad de la Iglesia, o sea, la Edad de Laodicea, entonces al final de esa edad, de esos últimos tres días, al final entonces aparece con frutos vivos de Su presencia. Y mostrándonos que es el mismo: "Véanme, soy el mismo." Él es el mismo ayer, hoy y por siempre, ¿cómo? ¿Quiere usted las pruebas de que era el mismo? Cuando discernía el corazón de la gente ¿no era el mismo, o era el mismo? ¿No era así mismo cuando estuvo la primera vez aquí? Cuando creó ardillas por la Palabra hablada, ¿era el mismo que allá en el pasado había creado pan y peces? Mostrando que era el mismo. ¿Ven? "Véanme soy el mismo haciendo las mismas cosas." Entonces sigue diciendo: *"¿Lo están recibiendo? Se manifestó al final del día, en que apareció a todos, Su Iglesia, ¿por qué? Porque se juntaron los que estaban de acuerdo al final del tercer día."* Y eso es muy importante, eso es muy importante porque, vean ustedes que al final del tercer día se juntaron los que estaban de acuerdo y entonces Él apareció manifiesto en toda Su plenitud en medio de Su Iglesia. Y ahí resucitó a Su Iglesia, el poder resurrectivo se manifestó y resucitó a Su Iglesia de los dogmas, credos y tradiciones, de allá de las denominaciones resucitó a Su Iglesia, esta resurrección que estaba prometida que habría de acontecer. Ahora, vea que el Señor se levantó de todos esos lugares, de toda denominación. Ahora, sépase usted que por el mismo proceso que Dios pasa esta Tierra y pasa Su Iglesia, como individuos nos pasa a nosotros también. Ahora, vea usted, imagínense, si para obrar y aparecerle a Su Iglesia manifiesto en toda Su plenitud, fue porque ¿qué? Dice: *"Se manifestó al final del tercer día en que apareció a todos: su Iglesia."* ¿Por qué? ¿Por qué apareció y por qué se le manifestó? Porque se juntaron los que estaban de acuerdo al final del tercer día. Ahora, fíjense que hemos visto una resurrección literal allá en la primera resurrección del Señor; también hemos visto una resurrección espiritual acá en este día, al final del tercer día, y hemos visto que esa Iglesia verdadera del Señor se ha levantado en el día octavo y el Señor la ha levantado, el poder resurrectivo del Señor manifestado a través de carne humana en el hermano Branham, fue quien levantó esa Iglesia, fue quién resucitó esa Iglesia. Entonces encontramos que el Señor se ha levantado de todas las denominaciones, por eso encontramos que el Señor no está ni estaba después del tercer día, encontramos que no está ni estaba en ninguna denominación, ¿ven? Estaba fuera de las denominaciones, el Señor se había levantado de todas las edades de la Iglesia y ya no trata con ninguna de las edades de la Iglesia, y estaba en el día octavo. Entonces viendo esta resurrección tan tremenda, tan gloriosa que ha sido efectuada en este tiempo, tenemos que ser reverentes porque un grupo, o sea, la Iglesia como grupo resucitó, resucitó ¿de dónde? De las denominaciones, de los dogmas y de los credos; pero recuerde: como grupo. Y falta como individuo que completamente nosotros también pasemos por ese mismo proceso y por esas mismas etapas. Y lo más importante de todo ¿saben qué es? Que ocurra en uno como individuo todo eso, porque el pueblo de Israel salió de Egipto, salió de Egipto, como grupo salieron todos, salió un grupo grandísimo, pero como individuos solamente entraron dos. Ahora, podemos ver que como grupo salió una multitud tremenda en este tercer Éxodo también, pero como individuo es lo importante ahora, que como individuos nosotros entremos a la Tierra nueva y a los Cielos nuevos, que como individuos nosotros entremos y seamos como individuos resucitados espiritualmente de todos los dogmas, credos y tradiciones y de todo sistema denominacional, como individuos, porque ahora la cosa está en uno: en el individuo. Entonces usted y yo tenemos que morir a toda denominación, a todo dogma, a todo credo, a toda tradición como individuo, porque todo eso está en usted y en mí, y todo eso tiene que morir en nosotros como individuos porque si no, no puede nacer en nosotros una vida nueva con una tierra nueva y un cielo nuevo; y si no morimos, no podemos vivir, si no muere todos esos dogmas, credos y tradiciones y toda interpretación humana, toda cosa equivocada, pues entonces no puede estar la vida y la muerte a la misma vez en usted. Muerte espiritual son dogmas, credos y tradiciones y todas esas cosas, toda cosa que se le haya añadido que esté en usted, lo que tiene es muerte en usted (hablando ahora como individuo), y eso le produce muerte espiritual. Entonces, usted tiene que salir de ese ambiente, tiene que morir a todo eso, para que entonces la vida de Cristo, el poder resurrectivo pueda entrar y venir y morar en usted y producir vida espiritual en usted, no muerte espiritual, porque vivir y practicar dogmas, credos y tradiciones eso no es vida, eso es muerte espiritual. Por eso es que las denominaciones y la gente de las denominaciones, espiritualmente ellos no están viviendo, sino que lo que están es muriendo, porque lo que tienen como individuos por dentro es todas esas cosas equivocadas, y eso es muerte espiritual, eso lo que le produce es muerte espiritual, no vida. Pero el Señor quiere que usted y yo tengamos vida espiritual, y la vida viene por la Palabra y la vida es la Palabra. Por lo tanto, Él quiere que en todos nosotros esté la vida. Por lo tanto, Él para obrar eso en cada uno de nosotros como individuos, Él lo tiene que obrar por la Palabra. Entonces, al Él obrarlo por la Palabra y traerlo dentro de usted por la Palabra y manifestar eso dentro de usted por la Palabra, entonces ¿qué es lo que ocurre en la vida suya y qué es lo que está pasando? Es que el poder resurrectivo o el poder de la resurrección que levantó a la Iglesia del Señor, la levantó de las denominaciones y la colocó en la Edad de la Piedra Angular como grupo, ahora, tiene que manifestarse en usted como individuo para colocarlo a usted como individuo en la piedra angular también. Fíjense, como grupo estábamos colocados en la piedra angular, en la edad de la Palabra, pero como individuos no sabíamos nada de ahí; pero desde el '73 para acá el Señor ha comenzado a obrar en individuos, y obrando individualmente el poder de la resurrección. El mismo poder que levantó a Jesús de la tumba allá, es el mismo poder que levantó a la Iglesia, la Novia verdadera, la levantó de los dogmas, credos y tradiciones, la levantó del sepulcro denominacional como hemos leído, y ese mismo poder es el que a usted como individuo lo resucita espiritualmente. Si lo resucita es porque estaba muerto, muerto espiritualmente aunque había entrado el grupo y usted estaba en el grupo que había entrado como grupo, pero ahora la cosa es como individuo, por eso es que mientras la cosa fue como grupo, pues teníamos dogmas, credos y tradiciones y creíamos que estábamos en la Edad de Laodicea, y estábamos viviendo o tratando de vivir conforme al mensaje que correspondía a la Edad de Laodicea. ¿Ve usted? Y nunca pensábamos ni sabíamos ni nos dábamos cuenta que estábamos en otra edad: en la edad de la Palabra, y no veíamos las cosas que eran de la edad de la Palabra, no veíamos el Nombre nuevo, porque la edad de Laodicea rechazó al Señor cuando vino en carne humana, y al rechazarlo y rechazar el Nombre ¿qué pasó? Pues quedó en tinieblas, quedó a ciegas, quedó en la oscuridad. Y en lo oscuro ¿qué usted puede ver o leer? No puede ver ni leer nada, por lo tanto, no veíamos ni entendíamos, aunque veíamos la letra, teníamos los Sellos, veíamos la letra, pero no entendíamos 'ni papa,' porque ver es entender. Entonces con nuestros ojos naturales podíamos leer, pero con nuestros ojos espiritualmente no podíamos leer y entender, ¿ven? Porque con los ojos espirituales es que usted puede entender lo que sus ojos naturales pueden leer. Entonces, para leer lo literal o lo natural usted necesita sus ojos naturales, y le son de bendición si puede leer cosas correctas y puede leer la Palabra, pero además de eso usted necesita que sus ojos espirituales sean abiertos por el poder resurrectivo del Señor, para usted poder ver o entender lo que sus ojos naturales leen. Por eso estábamos allá muertos o... no muertos, no podríamos decir muertos porque los santos no mueren, estábamos dormidos y estábamos esperando entonces que el poder resurrectivo nos llamase, que el poder resurrectivo nos despertase como dice Efesios: "Despiértate tú que duermes y levántate de entre los muertos (de entre las denominaciones), y te alumbrará Cristo," que es la Palabra. Por lo tanto, como grupo nos levantamos de las denominaciones y nos alumbró Cristo, y nos resucitó, y nos despertó o nos despertó y nos resucitó, pero como individuos estábamos todavía, espiritualmente como individuos metidos en Laodicea. Por eso es que todos los predicadores que oíamos, todos, nosotros mismos predicábamos: "Estamos en la séptima edad, en la séptima edad, en la séptima edad;" como individuos ¿qué estábamos entonces? Dormidos o muertos, como usted quiera llamarlo, estábamos como individuos dormidos ahí en la séptima edad, dormidos, todo el mundo dormido, estábamos bastante dormidos, por eso era que no actuábamos ni hacíamos las cosas que hoy estamos haciendo, estábamos ahí dormidos y el diablo no quería que despertásemos, no quería que despertásemos a la realidad. Entonces cuando llegó el momento para despertar como individuos, ¿quién fue el que nos llamó? ¿Quién fue el que nos levantó? Fue lo mismo como cuando Lázaro: Lázaro estaba en el sepulcro y entonces quien lo llamó fue el Señor, y lo llamó al cuarto día, la resurrección de Lázaro fue al cuarto día; la resurrección del Señor fue al cuarto día también. Después del tercer día ¿cuál es el otro día? El cuarto día, ¿la resurrección de la Iglesia como grupo fue cuándo? Al cuarto día, no en el tercer día. Entonces como individuos nosotros estamos en una etapa muy gloriosa, en la cual como individuos el Señor nos ha estado llamando, nos ha estado llamando por Su Palabra, porque Él es la Palabra. El hermano Branham dice: "Si podemos ver la Palabra, estamos viendo a Cristo; y si podemos oír la Palabra estamos oyendo a Cristo," no estamos oyendo a ningún hombre, solamente lo que pasa es que fíjense, para Dios hablarlo a nosotros Él necesita hablarlo a través de carne humana en el idioma humano, porque si nos habla de otra forma no entenderíamos nada. Fíjense, cuando el Señor habló allá en el monte dando los diez mandamientos, el pueblo: "No hable ya Dios más con nosotros porque vamos a morir," nadie entendía lo que Dios estaba hablando, lo que oían eran truenos y veían relámpagos y cosas así. Entonces también encontramos que cuando Dios habló en aquella ocasión, cuando Lázaro... me parece que fue cuando Lázaro iba a ser resucitado o fue resucitado, cuando Dios habló no a través de carne, sino que habló Él en Espíritu, cuando habló, los que estaban allí presentes dicen que oyeron un trueno, y unos decían: "Fue trueno." Otros decían: "No, Ángel le ha hablado;" nadie sabía lo que había sido hablado. Pero después se supo lo que fue hablado, porque Dios permitió que se supiese, cuando fue interpretado. Pero eso mismo nos pasaría a nosotros si estuviéramos esperando que Dios nos hablase, y no nos hablase a través de carne humana, si nos habla y no usa carne humana, usted ni yo entenderíamos 'ni papa' porque escucharíamos truenos, veríamos relámpagos y no entenderíamos nada; pero Dios dijo que hablaría y se expresaría a través de carne humana, y entonces usted no necesita ver luces o relámpagos actualmente, ni oír truenos literales, sino que trueno es la Voz de Dios; si usted puede estar oyendo la Voz de Dios y reconocerla, usted está oyendo el trueno más grande que puede oír, está entendiendo lo que ese trueno está hablando. Si usted está viendo la carne humana donde está Dios se está manifestando, usted está viendo la luz en carne humana, o sea, hecha carne, velada en carne humana, porque el Señor dijo: "Yo soy la luz," y lo que se veía era carne humana. La luz en forma de carne o la luz velada en carne humana, porque Dios es luz. Entonces la Voz de Dios o el trueno de Dios oído en forma audible en nuestra propia lengua. Entonces siempre tenemos que ver estas cosas de la manera correcta para que no vaya a ser que estemos esperando truenos o relámpagos para oír a Dios hablar, si lo oímos de esa manera literal, nunca entenderíamos nada. Busque usted en la historia de todos los que oyeron a Dios hablar de esa forma, que no entendieron nada, pero cuando lo oyeron hablar a través de carne humana era que se podía entender, y así pasa en todos los tiempos. Ahora, vea usted que es el poder resurrectivo, el poder que resucitó a Cristo de los muertos, es el mismo poder que resucitó a la Iglesia, es el mismo poder con el cual también Él se ha levantado y se levantó de las denominaciones, Cristo se levantó de las denominaciones, porque las edades fueron edades denominacionales. Entonces se levantó de ahí y salió fuera de las denominaciones; y entonces al salir fuera, juntamente con la resurrección de Cristo, la resurrección espiritual de Cristo, la Palabra en este tiempo, que resucitó o salió fuera, al final del tercer día, al final de la edad de Laodicea salió fuera, y con su salida o con su resurrección, resucitamos nosotros también, o sea, salimos nosotros también de las denominaciones. Y ahora, lo que nos falta es la parte individual, es lo único que falta; ya la Novia como grupo, ya resucitó, ya fue adoptada como grupo, ya fue coronada con la piedra angular teniendo a Dios en toda Su plenitud en medio de ella, ¿cómo lo tuvo? Lo tuvo a Dios en medio de ella en carne humana en el hermano Branham, fue coronada con la piedra angular. Pero ahora nosotros como individuos es que faltamos, y es en nosotros como individuos que Dios está obrando y que el poder de la resurrección se está manifestando en los escogidos como individuos para obrar y producir todas estas cosas que tienen que ser obradas y producidas en los escogidos del Señor. Ahora, veamos que nosotros estando en este tiempo tan grande y tan glorioso, hemos estado viendo ¿a quién? Hemos estado viendo a Dios manifestándose, manifestándose en cada escogido como individuo para producir una resurrección espiritual en cada escogido como individuo. Entonces al resucitar, resucita a una vida espiritual nueva. Entonces como individuos hemos estado viendo que Dios ha estado operando la resurrección espiritual en nosotros como individuos, la ha estado operando y ha estado haciendo cosas maravillosas, ¿y cómo las ha estado haciendo? Por la Palabra hablada, no ha sido de otra forma, porque esa es la forma en que el poder de la resurrección se manifiesta: por la Palabra. Ahora, sabemos que esto es una etapa muy gloriosa y muy importante en la cual ahora es que nosotros como individuos estamos recibiendo el beneficio de la resurrección del Señor, la resurrección espiritual que ha ocurrido en este tiempo final, así como durante las edades de la Iglesia estuvimos recibiendo el beneficio de la resurrección literal del Señor, y ahora recibimos el beneficio de la resurrección espiritual del Señor; porque hubo dos caídas, por lo tanto hay dos resurrecciones también, y hay dos tiempos de resucitar. La primer caída en lo literal, hubo entonces una crucifixión literal, y entonces hubo una resurrección literal, y luego durante las edades de la Iglesia estuvimos recibiendo el beneficio de aquella resurrección literal y de aquel Sacrificio literal; y hubo una caída espiritual y entonces también sabemos que hubo una crucifixión espiritual también. Y entonces, ahora sabemos que estamos recibiendo el beneficio espiritual de la crucifixión espiritual. Por eso encontramos, fíjense, que dice que la Palabra está sangrando, la Palabra sangró allá en lo literal en la Cruz del Calvario, y la Palabra ha estado sangrando o estuvo sangrando en la segunda crucifixión. La Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, nos limpió de todo pecado, del pecado literal original. Y cualquier pecado que cometiéramos nos limpiaba de todo pecado. Ahora, la Sangre espiritual que fue derramada en la segunda crucifixión de Cristo; imagínense, si lo crucificaron por segunda vez ¿y no va a derramar Sangre? Si en la primera derramó ¿no va a derramar en la segunda? Lo que pasa es que ahora la segunda crucifixión no fue una crucifixión literal o en la carne, sino que fue una crucifixión espiritual. Por lo tanto, la Sangre tiene que ser una Sangre espiritual. Yo no sé si ya yo les había dicho algo de esto, pero usted encuentra que el hermano Branham dice que podemos ver, y nos muestra y nos dice acerca de la Palabra sangrante: "Ah, la Palabra sangrante," ¿entonces la Palabra está sangrando? Sí, la Palabra estuvo sangrando mientras estuvo aquí en la Tierra cuando le crucificaron, estuvo sangrando. Bueno, ¿y qué sangraba? ¿Qué es la Sangre? ¿Qué era la Sangre del cuerpo de Jesús? La Sangre, en la Sangre está la vida. Entonces la Sangre fue derramada para limpiar de todo pecado que se cometió allá en el principio, pecado original o pecado literal; y luego la vida de esa Sangre regresaba al individuo. Ahora veamos, fíjense, la Palabra fue crucificada por segunda vez, y la Palabra al ser crucificada, fue crucificada espiritualmente, y las heridas más fuertes las recibió ¿de dónde? Desde los púlpitos, ¿por quiénes? Por ministros, y la Palabra comenzó a sangrar. ¿Pero qué sangraba la Palabra? ¿Qué sangraba el Señor en esta segunda crucifixión? Sangraba la vida, porque mientras salía la Sangre, estaba saliendo la vida del cuerpo, la vida natural del cuerpo estaba saliendo; un cuerpo sin sangre, pues no puede estar. Entonces en esa Sangre estaba la vida, ¿cuál era la vida de la Sangre que Jesús derramó? El Espíritu, el Espíritu Santo; y el Espíritu después regresó a aquellos en el Aposento Alto, entonces estaban en el Aposento Alto, que es la piedra angular. Entonces la Palabra en la segunda crucifixión sangró, estuvo sangrando, por eso Él decía: "La Palabra sangrante," entonces la Palabra sangrante, ¿cuál es la vida de la Palabra? La vida de la Palabra... ¿quieren ustedes ver entonces qué es la Sangre que derramó, que derramó el Señor en Su segunda crucifixión? Fíjense, le crucificaron en el '63, ¿y qué pasó? Comenzó a sangrar para limpiarnos, para limpiar a Su Iglesia, para limpiar a todos los hijos de todo pecado espiritual, del pecado espiritual que fue cometido por la Eva espiritual en el Edén espiritual, cuando Constantino la engañó y entonces entró a denominación, cayó espiritualmente en denominación y entonces cayó en el mismo pecado que cayó Eva pero en lo literal; la Eva espiritual cayó en ese pecado. Entonces el Señor en Su segunda crucifixión limpia a Su verdadera Iglesia, la limpia de todo pecado espiritual, y la limpia de todo pecado de allá del original, la limpia de denominación, y luego todo dogma y credo y tradición, toda esa clase de pecado o que son los frutos de la denominación. Los frutos de la denominación son dogmas, credos y tradiciones, entonces nos limpia de todo eso con la Palabra sangrante, con la Sangre de la Palabra; entonces, ¿con qué es que Dios ha estado quitándonos los dogmas, credos y tradiciones? Con esta Palabra. Cada vez que vemos que tenemos algo, viene la Sangre de Cristo y nos lo quita, porque la Palabra comenzó a sangrar, y cuando comenzó a sangrar, cuando fue crucificado comenzó a sangrar, comenzó a sangrar todo esto, comenzó a salir de esa Palabra que estaba encarnada, de esa Palabra que estaba en aquel velo de carne y comenzó a salir vida, Palabra, mensaje, comenzó a salir la Palabra hablada. Y entonces con eso es que el Señor nos limpia de todo dogma, credos y tradiciones, con eso es que el Señor cada vez que nosotros nos damos cuenta de algún pecado de esa clase espiritual: "Ay Señor, perdóname que hice tal y estaba en desacuerdo con Tu Palabra, perdóname que hice tal cosa y tal cosa." Y encontramos que el Señor está obrando en cada uno también de nosotros ahora como individuos, arrancando o quitando de nosotros todas esas cosas que están incorrectas ¿con qué? Él nos limpia con la Sangre de Su Palabra. Y entonces ¿qué Él hace? Entonces la vida del Señor que brotó de lo profundo del corazón del Señor, todo eso que estaba oculto y brotó, ¿qué pasa? La vida que estaba en esa Sangre regresa al creyente. Ahora, la vida que estaba en esa Sangre, la vida que estaba en estos mensajes que fueron predicados; la vida que estaba en toda esta revelación que fue traída, tiene que regresar al individuo; y cuando podemos ver la vida regresando al individuo, ¿qué es la vida de esos mensajes? ¿Qué es el Espíritu? Porque la vida de la Sangre que fue derramada en la Cruz del Calvario, la vida de aquella Sangre es qué? El Espíritu Santo. ¿Y qué es el Espíritu o cuál es el Espíritu de esa Sangre, de esta Palabra? Bueno, es sencillo, ¿cuál es el Espíritu o la vida de Mateo 28:19? ¿Cuál es la vida de ahí? Pues la vida es Hechos 2:38, esa es la vida de Mateo 28:19. Dice: *"Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."* Ahí usted tiene esa Palabra, pero la vida de esa Palabra, esa vida de esa Palabra es Hechos 2:38 que dice: *"Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo."* Entonces vemos que una cosa es la Sangre y otra cosa es la vida de la Sangre, porque la vida de la Sangre estaba en la Sangre. Pero la Sangre entonces fue derramada sobre la Tierra, así como la Sangre de la Palabra, del mensaje, de la revelación fue derramada sobre la tierra que somos nosotros, porque somos la tierra en estado más avanzado. Pero la vida de esa letra, la vida de esa Palabra que fue revelada, la vida de esa Palabra es el sentido correcto de eso que fue predicado, y eso tiene que venir al escogido como individuo, porque si no viene como individuo al escogido esa vida, o sea, ese sentido correcto de esa letra que usted tiene, entonces en usted no está obrando el poder de la resurrección, y solamente el poder de la resurrección es quien puede traer la vida de esa Palabra. Entonces el poder de la resurrección hablando ahora en la fase espiritual en la cual nosotros estamos, el poder resurrectivo o el poder de la resurrección es el Espíritu de esa letra, el Espíritu de esa Palabra, el Espíritu de esa Palabra sangrante. Tenemos la Sangre de la segunda crucifixión de Cristo, porque fue espiritual y entonces la sangre es espiritual, es la Palabra, es los mensajes y eso es lo que nos limpia de todos dogmas, credos y tradiciones. Entonces cuando viene esa vida de esa Palabra, o sea, cuando viene el sentido correcto de todo eso que fue predicado, entonces es que estamos recibiendo ¿qué? La vida de esa letra; y entonces al recibir la vida de esa letra, eso es lo que a nosotros como individuos nos transforma y nos resucita individualmente a nosotros. Entonces individualmente nos resucitó o nos resucita de dogmas, credos y tradiciones, nos resucita de toda cosa de la edad de Laodicea que fue la última edad, nos resucita y nos hace una nueva criatura hablando en el sentido espiritual como individuo, nos hace una nueva criatura espiritualmente hablando, así como el recibir a Cristo y recibir Su primera crucifixión y recibir la vida que estaba en Cristo, recibiendo el bautismo del Espíritu Santo como las primicias, ¿qué nos hizo? Nos hizo una nueva criatura. Y ahora, nos hace una nueva criatura como individuo religioso. Para que lo entiendan mejor, como creyente, como religioso lo hace a usted una nueva criatura, por eso es que ya no cree ni actúa como actuaba cuando era una vieja criatura, cuando estaba allá en el sepulcro denominacional; como individuo pues actuaba como actuaban allá, así como individuo la persona que nunca recibió la primera crucifixión y el Sacrificio de la primera crucifixión, pues actúa como actúa todo el mundo, actúa como todos los pecadores. Pero cuando hay el cambio, entonces la vida individual cambia en la persona, y así también encontramos que la Iglesia, la edad de Laodicea, eso es el mundo. Es el mundo porque el mundo está en la Iglesia, y la Iglesia está en el mundo, porque rechazaron a Cristo que era el único que los podía cambiar. Y entonces al estar el individuo en la edad de Laodicea y no subir arriba, ¿qué pasa? Está todavía viviendo en el mundo denominacional, está viviendo en un mundo espiritual, en el mundo espiritual, está y es un pecador religioso, un pecador espiritual, pecando con dogmas, credos y tradiciones, y pecando y adulterando espiritualmente con denominación. Pero cuando el Señor obra en usted como individuo, entonces usted queda libertado de todas esas cosas y entonces resucita con Cristo, la Palabra. Esa Palabra no quedó muerta, lo crucificaron por segunda vez, pero es inmortal. Por lo tanto, Él sangró, pero ¿qué pasó? Encontramos que no pudieron retenerlo, siguió sangrando para libertanos a nosotros de todos los dogmas, credos y tradiciones, y ahora después de haber hecho eso, ¿qué pasa? Estamos viendo Su vida en nosotros; usted y yo y todos los escogidos están viendo ahora la vida de la Sangre, la vida del mensaje la estamos viendo ahora. El mensaje habla de un Nombre nuevo, el mensaje habla acerca de una forma nueva para adorar, el mensaje habla acerca de una nueva dispensación: la Dispensación del Espíritu Santo, el mensaje habla de un sinnúmero de cosas ahí. Las habíamos visto, las habíamos leído, pero nunca las habíamos entendido, porque la vida de esa letra, de esa Palabra no había bajado todavía para vivificar esa Palabra o para vivificarnos a nosotros en esa Palabra, para darnos vida, la vida de esa Palabra. Entonces cuando usted... fíjense, se los voy a poner allá en la segunda dispensación: cuando usted puede tener la orden del Señor bautizando en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo, pues usted tiene la letra. Pero luego cuando usted logra tener Hechos 2:38 que dice: "Bautícese cada uno en el Nombre del Señor Jesucristo." Y usted agarra eso y lo une con esa letra, ¿entonces qué usted tiene? Usted tiene la vida de esa letra. Entonces eso es lo que pasa en este tiempo también, cuando teníamos la letra de que había un Nombre nuevo y teníamos todas esas cosas, luego el Señor vino en forma de mensaje, Él vino en vida, ese mensaje vino para hacer una obra interior en usted y en mí; o sea, vino la vida de esta letra. Entonces cuando vino o cuando ha comenzado a venir la vida de esta letra, porque actualmente tenemos todavía mucha letra que todavía no sabemos el significado, pero ya de la letra que ya sabemos el significado de esa, pues ya la vida de esa letra, ya la recibimos, ya tenemos la vida de esa letra. Entonces cuando recibimos la vida de la letra que dice que el Señor tiene un Nombre nuevo, cuando recibimos la vida de eso, ¿qué recibimos? La vida de eso es el Nombre nuevo, entonces cuando supimos y recibimos el Nombre nuevo, recibimos la vida de esa letra. Entonces esa vida de esa letra es la que obra en usted como individuo, ese es el poder resurrectivo o el poder de la resurrección manifestándose en esa forma para traer vida espiritual a usted como individuo, y entonces fíjense, también cuando vino tuvimos la letra de cómo adorar al Señor, pero nadie entendía qué había que hacer en este tiempo y que había hacer un cambio en este tiempo, así como hubo un cambio cuando pasó de la ley a la gracia, la adoración cambió y el Nombre cambió y todo cambió. Y entonces nadie se daba cuenta que tenía que ocurrir un cambio también en la adoración, y teníamos la letra, pero no teníamos la vida de esa letra, y la vida de esa letra es el sentido correcto de esa letra que teníamos. Teníamos la Sangre, pero no teníamos la vida de esa Sangre. Y recuerden que la Sangre espiritual es la Palabra, es el mensaje que fue revelado, la revelación, pero la vida de esa Sangre, la vida de esa letra es el sentido correcto de eso que está dicho ahí. Entonces cuando vino la vida de esa letra, de cómo adorar al Señor en este tiempo, fíjense dónde; miren, un mensajito tan chiquitico como este, uno de los mensajes más cortos que predicó el hermano Branham, por lo menos en este mensaje, este mensaje traducido al español en la forma que fue traducido al español, tiene 24 páginas nada más. En ese mensajito de 24 páginas está la forma para adorar en este tiempo, o sea, ahí está la letra, aquí está toda la letra, y en otros hay más letra que corresponde a éste, pero aquí fue donde fue colocado o fue traída la revelación, fue traída la letra para la nueva adoración (en este mensajito tan chiquito). Después más tarde entonces predicó el hermano Branham otro mensaje que se tituló: "El lugar escogido para adorar;" o sea, que es este otro: *"El único lugar provisto de Dios para adorar."* Ya este fue de 46 páginas y fue predicado, ya este fue predicado allá en Shevreport Luisiana, en noviembre del 65. Pero este otro anterior fue predicado en febrero del 65, o sea, que este fue predicado primero, después este; si no se entendió este, vino el otro; o sea, entonces unimos los dos y podemos ver mejor el cuadro, pero solamente con este, solamente con este librito fue que el Señor abrió la puerta para ver la forma correcta para adorar en este tiempo. Entonces luego fue encontrado en los demás mensajes sobre este mismo tema, y luego fue traída la vida de esa Sangre, de esta Sangre, de esta letra, la vida de esa Palabra fue traída, fue dada a conocer, vino a usted como individuo cuando vino por la Palabra hablada; cuando usted la oyó esa vida vino a usted y cuando vino, usted lo entendió, usted lo vio, ¿ven? Y cuando usted lo vio entonces al poquito tiempo ya esa vida, el Espíritu de esta Palabra, de esta letra al usted recibirlo, comenzó a obrar dentro de usted, dentro, de adentro hacia afuera. Cuando comenzó a obrar de adentro hacia afuera, ¿qué comenzó a hacer? Comenzó a obrar de acuerdo a esa Palabra, conoció el Nombre nuevo, conoció la forma para adorar al Señor y entonces ese Espíritu de esa Palabra, esa vida de esa Palabra comenzó a manifestarse en usted y a través de usted adorando al Señor de la manera que debe ser adorado, creyendo en el Nombre eterno del Señor, y así por el estilo haciendo las cosas que corresponden hacerse en este tiempo. Pero primero tuvo que venir la vida de esa Sangre, o sea, la vida de esa Palabra. Por lo tanto, vemos que hay una forma y un proceso por el cual las cosas pasan y Dios tiene siempre un proceso para llevar a cabo sus cosas, y ahora en este tiempo en que estamos Dios está obrando en individuos, no está obrando con grupos, sino con individuos; lo que pasa es que cuando los individuos todos se congregan juntos, pues entonces forman un grupo, o sea, se ve un grupo, pero Dios está obrando individualmente con cada uno. Dios obró en forma grupal cuando estaba obrando con la Novia, sacándola y resucitándola de las denominaciones para traerla a la Edad de la Piedra Angular. Pero ahora Él está obrando individualmente, cuando nos congregamos todos los individuos, entonces parece un grupo, pero Dios no está obrando con grupos, por eso es que usted quizás puede verlo o puede recibirlo y otro no lo puede ver y no lo puede recibir. Si fuera Dios obrando con grupos, entonces nadie entendería y entonces las cosas serían en forma grupal, y usted haría las cosas porque los demás las hacen. Pero cuando se trata de Dios obrando en forma individual, usted actúa y obra porque usted ve cómo debe de obrar y usted recibe la vida de esa Palabra, y cuando la recibe, entonces empieza a obrar dentro de usted en forma automática. Y entonces lo que yo veo en usted y lo que usted ve en mí y lo que vemos en cada unos de nosotros, los unos a los otros en la forma en que usted actúa en este tiempo en que vive es Dios obrando dentro de usted. Por lo tanto, por eso es que siempre decimos que usted no trate de imitar nada, usted deje más bien que lo que hay dentro de usted se manifieste, y si usted descubre que lo que hay dentro no es bueno, clame al Señor: "Señor, saca esto de mí, saca esto de mí que esto no está de acuerdo a la Palabra, y yo quiero que lo que haya en mí sea lo genuino, yo quiero que lo haya en mí sea la vida de esa Palabra," porque si está la vida, la vida tiene que manifestarse a través de usted. Por eso: "Señor, saca todo dogma, todo credo, toda tradición de mí, toda denominación, toda cosa equivocada, toda interpretación intelectual que pueda haber en mí acerca de esta Palabra que fue revelada, saca todo eso de mi Señor y mete dentro de mí la vida verdadera de esa Palabra, la vida genuina de esa letra." Y la vida genuina es la correcta forma de entenderse esa letra; y cuando eso entra genuinamente dentro de usted, comienza a manifestarse en su vida y usted comienza a ver que no es usted el que lo hace, sino que es eso que está dentro que es la vida de esa Palabra. Yo le pregunto ahora en esta mañana: ¿Quién le obligó a usted a usar el Nombre del Señor? ¿Quién le obliga a usted a adorar al Señor en esa forma? Nadie le obliga, es la vida de esa letra que está dentro de usted, ese es el poder resurrectivo, el poder de la resurrección que se ha metido dentro de usted y está obrando a través de usted, está obrando a través de usted para llevarnos a la perfección. No es que todos o alguien haya recibido la plenitud, no la hemos recibido todavía, estamos en proceso. Y a medida que vamos recibiendo esta parte de esa Palabra, a medida que vamos recibiendo la vida de esa Palabra que está en letra ahora cuando recibimos... por ejemplo, el tema: *"La Señal,"* cuando recibimos el sentido correcto de este mensaje, lo que significa este mensaje para nosotros y lo que es la señal en realidad, pues recibimos la vida de esta letra. Y así por el estilo cada mensaje tiene una vida, ese mensaje tiene una vida, y cada librito de esto, ahí usted puede recibir la letra, pero con la letra no hace nada, usted dice: "Yo creo el mensaje, yo lo creo completico." El hermano Branham dice: "Eso es leer el mensaje." Eso es usted leerlo en forma intelectual, pero tener el significado correcto de esa letra, eso es tenerla *acá* adentro, recibirla *acá* adentro es recibir la vida de esa letra y por eso entonces a usted nadie lo empuja a que haga esto o a que haga lo otro, porque cada vez que usted recibe la vida de la letra, usted entonces cuando abre el corazón eso se mete ahí, y entonces empieza a obrar. Por eso es que por ejemplo, usted ha oído que Dios a través del hermano Branham habla acerca de la forma de vestir de las hermanas, habla del pelo, de cómo debe dejarse el pelo, el cabello las hermanas, no cortárselo, y usted oye todas estas cosas; pero usted puede tener la letra de eso y no tener la vida de esa letra, usted con la letra usted actuaría intelectualmente. Por eso es que no le decimos a usted obligándolo así de esa forma a vestir de tal o cual forma, sino que le hacemos saber lo que Dios ha dicho y le decimos que usted abra el corazón para que reciba esa vida de esa letra que está ahí, para que entonces en su vida usted pueda ver que el deseo de vestir incorrectamente se le va, porque el Señor quita ese deseo, es Él el que lo quita, cuando esa vida entra dentro de usted, y así quita el deseo de dogmas, credos y tradiciones, quita el deseo de usted pertenecer a una denominación, quita todos esos deseos de pecado espiritual o de pecado literal también, físico, y entonces usted ve que en usted no es usted el que vive, sino que usted puede decir: "No vivo ya yo, vive Cristo en mí." Y Él es la Palabra. Por lo tanto, no es usted de sí mismo, sino es Él a través de usted. Ahora, hemos visto lo sencillo que es el poder de la resurrección, es el poder de la Palabra. Es la Palabra manifestándose y obrando una resurrección como la obró allá en Jesús, como la obró acá en la Iglesia, ahora obrándola en usted; y esto es en forma individual, por eso es que no podemos, pensar o tratar de actuar en forma grupal, sino en forma individual, es un asunto entre usted y Dios. Si usted no hace lo que es correcto, eso es un asunto suyo, entonces el otro haga lo que es correcto, no importa; si usted ve que yo no hago lo que es correcto y usted sabe lo que es correcto, hágalo usted, porque no podemos depender el uno de otro, es algo individual, y si es algo individual, usted entonces tiene que seguir adelante en ese proceso en el cual usted ha entrado. Así que, seguimos adelante, y el que se deje ayudar tenemos que ayudarlo; el que no se deja ayudar, no podemos hacer nada, pero por eso no vamos a desanimarnos nosotros, sino que seguimos hacia adelante para que el Señor siga obrando en cada uno individualmente. Dios nos bendiga, Dios nos guarde en esta mañana, y este tema sencillito que hemos visto que quede en el corazón de cada uno de nosotros, y que podamos ver el poder resurrectivo o el poder de la resurrección obrando en cada uno individualmente para llevarnos a la perfección. No que ya hayamos llegado, sino que Él nos ha tomado ahora de cierto tiempo para acá, podríamos decir del '73 para acá, nos está tomando a nosotros como individuos para perfeccionarnos a nosotros como individuos. Fíjense, "los Sellos fueron abiertos por el poder vivificador," dice Dios a través a través del hermano Branham en el mensaje titulado: *"Ya Salido el sol,"* página 45, 48, ¿y qué usted vio? Fíjense, algo sencillito, revelar o dar a conocer o mostrar el misterio de los Sellos. ¿Y quién fue el que lo hizo? El poder resurrectivo. El séptimo Sello fue revelado también, pero no fue revelado públicamente, ya actualmente sabemos que el hermano Branham había dicho que no sería revelado públicamente hasta que llegara esa hora; habría de ser revelado públicamente, o sea, se habría de decir públicamente qué era el séptimo Sello, cuál era el misterio del séptimo Sello, y él dice que era el misterio de la Venida del Señor, el misterio de la segunda Venida del Señor en carne humana viniendo con Su Nombre nuevo, y todas estas cosas que usted sabe que corresponden a la Venida del Señor, o sea, corresponden al séptimo Sello. Entonces nada de eso sería dado a conocer públicamente hasta que llegara esa hora. Ahora, ¿quién reveló el misterio de los siete Sellos? El poder resurrectivo, el poder de la resurrección, el poder vivificador fue el que los reveló, y el séptimo lo dejó, lo reveló pero lo dejó ¿cómo? No lo dejó abierto públicamente o en público, que el público supiera que el misterio del séptimo Sello era el Señor viniendo por segunda vez en el hermano Branham y que el Nombre del Señor, el Nombre nuevo del Señor que Él recibió cuando ascendió, era el Nombre que Él tenía puesto, porque ese era la manifestación de Dios en carne. Y en la manifestación de Dios en carne es que siempre Dios pone Su Nombre, ¿ve usted? Entonces todas esas cosas no las dejó abiertas públicamente diciéndolo: "Esto es esto y esto es esto," ¿por qué? Porque no era el tiempo para hacerlo de esa manera públicamente, pero era el tiempo para Él traer la revelación de todo eso, y trajo la revelación de todo eso pero nadie entendió nada. Y ahora, él dice: "No será revelado en público," por eso usted encuentra que dice en algunos sitios que el séptimo Sello está abierto, y en otros sitios dice: "No está abierto en público," y que no sería abierto en público hasta que llegara esa hora, ese momento. Ahora, cuando vemos que de la noche a la mañana sabemos la Venida del Señor, que fue la segunda Venida, Dios hecho carne con Su Nombre eterno puesto y que ahora hemos entrado a una tercera dispensación, y que la adoración en esta tercera dispensación es usando el Nombre eterno de Dios que lo trajo en carne humana, cuando hemos visto todas estas cosas y hemos visto entonces que el séptimo Sello ha sido dado a conocer públicamente al pueblo de Dios, hemos visto entonces que se ha cumplido esa Escritura, que dijo que sería dado a conocer públicamente. ¿Y entonces quién es el que ha hecho eso? No ha habido mente humana que ha hecho eso, no ha habido intelecto humano para hacer eso, ha sido el mismo que trajo la revelación de los siete Sellos, que fue el poder resurrectivo, el poder vivificador, el poder de la resurrección, es el mismo el que lo ha hecho hoy para resucitarnos a nosotros como individuos, para hacer esa obra en nosotros como individuos, así como cuando lo hizo revelando el misterio de los siete Sellos allá a través del hermano Branham, ¿para qué lo hizo? Para resucitar a la Novia como grupo. Y ahora, viene y lo hace dando a conocer el misterio públicamente para hacerlo en nosotros individualmente, como individuos, ¿no lo ha hecho en usted o lo ha estado haciendo en usted como individuo? ¿No le ha resucitado a una nueva adoración, a una nueva vida espiritual? Y ahora usted y yo decimos como siempre hay que decir: "Las cosas viejas pasaron, la forma pasada de la segunda dispensación y la forma de adorar, ya eso pasó, ahora estamos en una vida nueva con una nueva adoración, con un nuevo Nombre," y todas estas cosas, porque todo ha sido hecho nuevo por el poder de la resurrección, por el poder resurrectivo, que es la vida de esa Palabra, ese es el poder resurrectivo, y sigue obrando en nosotros hasta que nos transforme, porque Él lo hará todo por Su Palabra. Él lo hará todo por Su Palabra, tenemos la letra, recibimos la Palabra en forma de letra y en forma de grabación, y estamos recibiendo la Palabra ¿cómo? Estamos recibiendo la vida de la Palabra, estamos recibiendo la Palabra ahora en forma de un mensaje vivificado, o sea, entendiendo correctamente lo que fue ya revelado. Nadie puede hacer o decir o revelar algo, ya todo fue revelado. Ahora es el tiempo de entender todo lo que fue revelado por el poder vivificador que está obrando y se está moviendo para hacer todas esas cosas. Por eso es tan peligroso alguien hablar algo en contra de esa vida de esa letra; cualquiera que hable algo en contra del correcto sentido de esta Palabra que tenemos en letra y que la tenemos también en grabaciones, cualquiera que hable algo en contra de la forma correcta de entenderse esa Palabra, está en grave peligro. Si habla algo en contra de la interpretación que cualquier persona le dé a esa letra, y eso que hable tal persona o cual persona no es correcto, no pasa nada. Por ejemplo: si yo digo: "Tal cosa que dijo Dios aquí o que reveló Dios aquí, quiere decir esto y esto y esto y esto y esto y esto..." y eso que yo estoy diciendo es errado, es equivocado, está mal, no quiere decir eso, si usted dice o habla algo en contra de eso que yo dije y no es realmente la verdad lo que yo dije, no es correcto, pues no pasó nada. Pero si yo vengo y me paro aquí: "Aquí la letra de esto, es esto y esto y esto y esto, su significado es esto y esto y esto y esto y esto," y eso que está siendo dicho es el significado correcto de esa letra, eso es la vida de esa letra, y si es la vida de esa letra y usted habla en contra, usted está hablando en contra de Dios, y es un peligro muy grande porque así es que se cruza la línea, así es que se cruza la línea entre misericordia y juicio. Por lo tanto, tenemos que estar muy, pero que muy reverentes delante de Dios en esta hora en que Dios está obrando de la manera que está obrando, y nos está dando el sentido correcto de esa letra o de esa Palabra o de ese mensaje que fue traído; o sea, que estamos actualmente recibiendo el Espíritu de la letra, o sea, el sentido correcto de esa letra, o en palabras más claras estamos recibiendo la vida de la Sangre, y la Sangre es la Palabra, es el mensaje, es la revelación, estamos recibiendo la vida de esa revelación. Así que, Dios nos bendiga a todos, Dios nos guarde en esta mañana y nos ayude para que no se nos escape la vida, para que no se nos escape la vida y para que no la menospreciemos o la rechacemos. Fíjense, con el poder de la resurrección los discípulos salieron haciendo milagros físicos tremendos, y ahora el Señor obrando en forma espiritual en una resurrección espiritual, está haciendo milagros espirituales que son más grandes que los físicos. Cómo nos abrió los ojos para ver, cómo nos ha sanado de toda enfermedad espiritual de dogmas, credos y tradiciones, de cáncer espiritual, ese cáncer espiritual que había, y todas estas cosas Dios cómo las está haciendo en este hora en que estamos viviendo, y cómo se está dando a conocer a nosotros individualmente, y usted individualmente puede conocer al Señor: ya le conoce, sabe su Nombre y todas estas cosas. Así que, tenemos que estar más que agradecidos al Señor por vivir en esta hora, en este día de resurrección, en este día de pascua. Bueno, vamos a inclinar nuestros rostros y vamos a ser despedidos porque si sigo hablando, hay tanto para hablar que lo que no hay mucho es tiempo. Vamos a inclinar nuestros rostros: *Padre nuestro que estás en el Cielo, Dios eterno he aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos, Te damos gracias por tus bendiciones oh Dios, gracias por esta bendición de poder estar aquí en esta mañana contigo, gozándonos, disfrutando de las bendiciones que Tú prometiste que habrías de enviar sobre Tu pueblo.* *Señor, es un tiempo glorioso para nosotros como individuos, porque Señor, Tu estás moviéndote en medio nuestro, en el interior de cada corazón, Señor, haciendo cosas maravillosas Señor.* *Oh Dios eterno, gracias porque hemos estado viendo Tu poder de resurrección, Tu poder vivificador, vivificándonos a nosotros en nuestro interior y vivificando Tu Palabra.* *Oh Dios eterno, Tú estás haciendo esa labor gloriosa en cada escogido como individuo, y aunque muchos no puedan ver, sin embargo otros pueden ver, porque es un milagro individual el cual Tú estás haciendo en cada individuo.* *Ahora, Señor, sabemos que no podemos depender si el otro ve para nosotros ver, sino que es algo entre Tú y el individuo.* *Ahora, Señor, nos resta sino decir lo mismo que Tú dijiste en aquella ocasión: "Bienaventurados vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen, porque muchos de los profetas desearon oír lo que oís y no lo oyeron, y ver lo que ustedes ven y no lo vieron."* *Gracias Señor, porque nos has permitido ver las cosas que estamos viendo, y oír Señor las cosas que estamos oyendo.* *Ahora Señor, ayúdanos para ser agradecidos en esta hora y ser completamente y totalmente humildes y sencillos en esta hora y saber que el que está haciendo estas cosas eres Tú Señor, es Tu poder vivificador, Tu poder dinámico, es la dinámica la cual está operando, obrando en cada individuo, para que entienda todo lo que ya fue revelado.* *Ahora, Dios eterno, Dios santo, gracias porque has hecho vivir esta Palabra en nuestros corazones. Ahora es vida Señor, es carne de nuestra carne y vida de nuestra vida.* *Ahora, Señor, ayúdanos a todos para que este mensaje haya sido de adelanto espiritual, de que con este mensaje crezcamos espiritualmente, bastante en esta mañana, para Señor que estemos más cerca de la estatura del hombre perfecto.*