--- title: 'La Ley de Reproducción' date: 1975-07-13 activity: 1 place: city: Ponce state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- …Génesis 1, verso 11, y leeremos lo que dice la Palabra del Señor (1:11) \[RVV-1909\]: *“Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fué así.* *Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vió Dios que era bueno.* *Y fué la tarde y la mañana el día tercero”.* Ahora vamos a San Mateo, capítulo 13. Veamos que aquí en Génesis hemos leído la ley de reproducción para toda simiente sobre la Tierra. Ahora vamos a San Mateo 13 del 18 al 23; podríamos hasta leer mucho antes, pero vamos a dejarlo ahí. Lo que el Señor aquí en esta ocasión va a hablar o a explicarle a Sus discípulos, es uno de los misterios ocultos desde tiempos antiguos, lo cual no era claro para las demás personas, y se lo dijo en una parábola (esta es la parábola del sembrador). Vamos a leerlo entonces, desde el 9 en adelante, cuando el Señor habló la parábola del sembrador (sin explicarla), después entonces vinieron Sus discípulos a donde el Señor, y en el 9 en adelante, dice el Señor: *“Quien tiene oídos para oir, oiga.”* ¿Ve usted que no todo el mundo tiene oído para oír? Unos tienen, otros no tienen; son oídos de oveja para oír la Palabra del Gran Pastor, oídos para oír Palabra de Dios. *“Entonces, llegándose los discípulos, le dijeron: ¿Por qué les hablas por parábolas?* *Y él respondiendo, les dijo: Por que á vosotros es concedido saber los misterios del reino de los cielos; mas á ellos no es concedido.* *Porque á cualquiera que tiene, se le dará, y tendrá más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.* *Por eso les hablo por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden.* *De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis* (o sea, no veréis nada)*.* *Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y de los oídos oyen pesadamente, y de sus ojos guiñan: para que no vean de los ojos, y oigan de los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.* *Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen.* *Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron: y oir lo que oís, y no lo oyeron.* *Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:* *Oyendo cualquiera la palabra del reino, y no entendiéndola, viene el malo, y arrebata lo que fué sembrado en su corazón: éste es el que fué sembrado junto al camino.* *Y el que fué sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y luego la recibe con gozo.* *Mas no tiene raíz en sí, antes es temporal: que venida la aflicción ó la persecución por la palabra, luego se ofende.* *Y el que fué sembrado en espinas, éste es el que oye la palabra; pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas, ahogan la palabra, y hácese infructuosa.* *Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra…”* Quiero leerles esto nuevamente: *“Mas el que fué sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y el que lleva fruto: y lleva uno á ciento, y otro á sesenta, y otro á treinta.”* Oremos al Señor en esta mañana: Padre nuestro que estás en el Cielo, Dios Eterno. He aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos, Te adoramos y Te glorificamos en esta mañana y Te damos gracias por Tus bendiciones, oh, Padre celestial. Ahora, oh, Dios Eterno, ha llegado el momento de oírte a Ti hablar en esta mañana; Te ruego hables a nuestros corazones y nos edifiques a todos en esta mañana. Oh, Dios, Todopoderoso, manifiéstate poderosamente en ese ministerio Tuyo de Maestro, y enséñanos Tu Palabra en esta mañana. Padre, Te lo pido en Tu nombre Eterno y glorioso, el Hijo de David. Amén, amén. En esta mañana vamos a comenzar una serie de mensajes, no sabemos cuando la terminamos, y será relacionado con la vida, la muerte y la resurrección del grano de trigo. En esta mañana comenzaremos hablando acerca de **“LA LEY DE REPRODUCCIÓN”**, la cual es aplicada a toda simiente que existe sobre este planeta Tierra, para entonces luego poder ver el plan completo de la siembra y las cosechas aquí en la Tierra; tanto veremos: la siembra y cosecha de la simiente literal y de las simientes espirituales. O sea, veremos: las siembras literales, de simiente literales, como árboles, y también veremos la simiente espiritual de hijos; pero los miraremos desde el ángulo físico o ángulo humano para ver las simientes que hay sembrada de nuestra Tierra como seres humanos. Porque como leímos ahí en la Escritura, hay dos simientes sembradas sobre la Tierra. Y vemos esta mañana, que leímos acerca de la siembra, de la simiente de trigo que son… que es la simiente genuina, que es la Palabra original. Y veremos todos estos ángulos para beneficiarnos de toda la enseñanza que el Señor nos ha traído por Su Palabra en la Biblia y todo lo que estaba cerrado, sellado, que no había sido entendido a través de las edades, que en este tiempo ha sido abierto a todo el pueblo de Dios, para que lo pueda entender, también lo veremos en esta mañana, en estos días, a través de todos estos mensaje que vamos a tener, para que así entonces lo que no entendíamos, que leíamos en la Biblia, entonces lo podamos entender ampliamente, y podamos tener el beneficio para lo cual fue revelado en este tiempo final a través del séptimo mensajero. Fue Dios revelándonos los secretos a través de nuestro amado hermano Branham. Ahora veamos que en esta Tierra hay simiente literal buena y mala. La primera que fue sembrada fue la simiente buena. ¿Ve usted en Génesis? Ahí encontramos que el Señor, en ese tercer día, ordenó que la tierra produjese simiente de cada género y que diese fruto. Y fue así como Dios ordenó por Su Palabra y apareció la buena simiente sobre la tierra para llevar el fruto que tenía que llevar; y entonces, luego, cuando el hombre cayó en el pecado allá en el Edén, entonces de ahí para adelante, fue que apareció la mala simiente en el campo. ¿Ve usted? Entonces por maldición vino mala simiente sobre la Tierra, no en la perfecta voluntad de Dios, sino, que fue por causa del pecado que se encontró en el pueblo de Dios. Y de ahí para adelante las dos simientes han estado sobre la Tierra. Literalmente hablando: hay árboles buenos (sobre la Tierra), y hay árboles malos. Árboles que usted come de su fruto, se alimenta, toma fuerza y toma vida natural para luchar y trabajar; pero también se tiene que cuidar de algunos árboles que hay por ahí, de alguna hierba también, que hay mala simiente, la cual ha venido por causa de juicio, de maldición, y entonces si usted come de una de ciertas cosas que no se pueden comer, entonces usted se puede envenenar. ¿Cuántos saben que hay frutas o hay árboles o hay hierbas, hay ciertas cosas aquí en la Tierra, que si usted se las come se va a morir? ¿Ve usted? ¿Por qué? porque eso no es para comer. Entonces, encontramos, que todo eso corre en lo literal y en lo espiritual. Entonces el Plan para Dios redimir la Tierra, es el mismo Plan que usa para redimir a los hijos de Dios, y es el mismo Plan que usa para redimir a Su Iglesia, y es el mismo Plan que usa para redimir estos cuerpos mortales. Ahora viendo que todo esto es de esta manera, entonces vamos a leerlo aquí donde el profeta lo dice, que él nos habla que es el mismo Plan, el cual Dios desarrolla a través de todo lo que Él va a redimir. Todo lo que estaba en el original era redimido, todo lo que es original estará en la eternidad; todo lo que es una perversión, todo lo que no estaba en el original, no estará en la eternidad. Por eso usted encuentra que hoy en día entre los animales está el caballo y está también el burro; hay burros y burras, hay caballos y yeguas, pero en el original (eso fue hecho en el original, cuando Dios lo hizo); pero allí no existía ni el mulo ni la mula, eso vino a existir después de un tiempo cuando el pecado entró, entonces de ahí para adelante ,las simientes se cruzaron y produjeron cosas híbridas, tales como el mulo y la mula; eso es un producto de una liga entre la raza del caballo y la raza de las burras, y burros y yeguas también, entonces producen ese producto híbrido el cual es un mulo. Dicen que es lo más fuerte que hay, es un animal muy fuerte, más fuerte aún que el burro; se usa para carga, se usa para trabajar, pero dicen que lo más bruto que hay también; y es un peligro también, así que se parece… no tiene identidad; usted lo mira, y lo mira y parece un caballo, pero después lo mira bien y parece un burro. Eso también es lo que ha estado pasando en lo natural en este tiempo. Usted mira al hombre un tiempo atrás (hablando acerca, en términos generales) mira cómo eran los hombres tiempo atrás (hablando en términos generales de la raza humana) y mira la mayoría, el noventa y pico porciento de los hombres hoy, y usted los mira; entonces mira la mujer del tiempo anterior, entonces pone un hombre y una mujer del tiempo pasado. Entonces usted busca al hombre y la mujer de hoy (hablando en términos generales)… de ahí pues tienen que ser sacados los hijos de Dios, porque ellos permanecen como: los que son hombres, como verdaderos hombres, y los que son mujeres, como verdaderas mujeres de Dios. Pero hablando en términos del mundo, entonces usted pone un hombre del tiempo atrás y una mujer del tiempo pasado juntos, y viene y trae un hombre y una mujer de este tiempo, y los pone, entonces dice: “Este hombre no parece hombre, pero tampoco es mujer”, entonces busca la mujer y no parece mujer, pero tampoco es hombre por completo; entonces, es una cosa entre medio del hombre y la mujer, un producto pervertido. Por eso usted coge y mira los hombres de hoy: “¡Ah, Dios! pero tiene pelo largo, parece una mujer”, pero no es mujer en cuanto al sexo: es hombre; pero su apariencia es de mujer, pero su físico en cuanto al sexo es de hombre. ¡Qué producto más raro el que han conseguido en este tiempo! Busca la mujer, la mira así, parece un hombre con el pelo cortado, parece un hombre con vestidura de hombre, pero en el sexo no es hombre: es mujer. ¿Qué es lo que ha pasado? Bueno, ha habido una perversión; y encontramos que en este tiempo hay hombres con espíritu de mujer, y mujeres con espíritus de hombre; por fuera son una cosa, pero por dentro son otra. Entonces tratan de en su vida diaria manifestar lo que son por dentro, ¿ve? Aunque su sexo no sea el que le corresponde actuar y vivir como viven, pero el espíritu que está dentro de ellos les hace obrar de esa manera; entonces usted encuentra hombres actuando como mujeres y mujeres actuando como hombres. Eso es un producto híbrido, eso no estaba en el original. Por lo tanto, cuando venga la destrucción todo eso será destruido, por cuanto no estaba en el original, por cuanto Dios no hizo una cosa como esa. Dios cuando hizo un hombre lo hizo varón, y cuando hizo la mujer la hizo hembra. Y cuando Dios puso dentro del hombre ese espíritu, era un espíritu masculino; y cuando fue a hacer la mujer, entonces tomó del espíritu del hombre, la parte femenina, y la puso en la mujer; separó los dos espíritus ¿ve usted? Porque el que tiene espíritu de hombre tiene que actuar como hombre, y el que tiene espíritu de mujer actúa como mujer. Pero ¿qué ha pasado en este tiempo? Pues ha habido un cruce; un cruce, en el cual pues en cuerpos de hombres encontramos que hay personas que lo que tienen es un espíritu de mujer; y entonces la persona es gobernada por el espíritu que está dentro de la persona; eso es una perversión. En un cuerpo de hombre debe haber un espíritu de hombre. En un cuerpo de mujer debe haber un espíritu de mujer. Pero el diablo ha hecho un sinnúmero de cosas para lograr sus propósitos; pero tanto el diablo como su perversión… porque él no puede crear, él lo que hace es distorsiona, pervierte lo que Dios creó; al pervertirlo ¿qué es lo que se obtiene? Un producto híbrido, lo cual no estaba en el original, lo cual será destruido cuando Dios destruya todo lo que Él va a destruir. Entonces, llegando hasta el Génesis, encontramos que en el principio no fue así; en el principio todo fue colocado en su orden correcto para que cada simiente produjese conforme a lo que era. Y entonces, después que hizo todo lo que Dios iba a hacer conforme a Su Plan, entonces lo último que hizo fue al hombre; y lo tomó del polvo de la Tierra, porque es que en el polvo de la tierra es que Dios coloca Su simiente. Entonces Él iba a colocar Su simiente, tenía que colocarla en el polvo de la tierra; entonces tuvo que tomar del polvo de la tierra, hacer un cuerpo, y ahí colocar Su simiente, lo cuál sería el primer hijo de Dios. Bueno, pero la simiente natural, en cuanto a plantas y estas cosas, entonces son colocadas en la tierra; pero cuando se trata de la simiente de Dios, como hijo de Dios, entonces toma del polvo de la tierra y le hace un cuerpo, y ahí coloca la simiente de Dios. Pero ¿dónde estaba su cuerpo? Estaba ahí en la tierra. Ahí en la tierra estaba el cuerpo suyo y el cuerpo mío; por eso es que de ahí fuimos tomados y ahí regresamos. A menos que ocurra la transformación y el rapto antes, mientras tanto toda persona está supuesta a morir. Pero sabemos también que hay un grupo que no va a ver muerte, sino que va a ser transformado, de un momento será transformado; y esos no tendrán que regresar a la Tierra, habrá un cambio para ellos. Ahora veamos que el mismo proceso, que por el cual tiene que pasar la Tierra, también tiene que pasar todo hijo de Dios; también tiene que pasar nuestros cuerpos mortales, también tiene que pasar la Iglesia y también todo individuo tiene que pasar por ahí; todo hijo de Dios, todos los miembros del Cuerpo de Cristo. Ahora veamos, la Tierra, todo estaba bien cuando Dios la recompuso, todo estaba muy bien. Los árboles estaban dando su fruto, la hierba estaba dando su fruto; los animales encontramos que comían de todo lo que había, y el hombre fue formado para comer de los frutos del campo. Nada estaba supuesto a morir durante todo ese tiempo en que el hombre estaba sin haber caído. Así que no había muerte para los animales, no había muerte para los árboles; los árboles lo que hacían eran que daban su fruto para que el hombre se los comiese; la hierba del campo daba su fruto para que los animales se la comiencen; pero los animales no mataban la hierba, solamente comían el fruto, y el fruto es las hojas de la hierba, se lo comían, y después ¿qué pasaba? Volvían a echar más. ¿Ve usted? No moría la hierba, nada tenía muerte, todo estaba en vida eterna. Entonces, vemos que más adelante cuando el hombre cayó, entonces todo cayó bajo condenación, bajo sentencia de muerte, y por eso es que encontramos que hoy en día hay árboles que se mueren, pero antes no morían los árboles. Encontramos que aún hay árboles que se suicidan; yo tenía un reportaje (o lo tengo allá en casa) donde los científicos han descubierto que hay árboles que se están suicidando; esos árboles que usted ve que se secan, usted dice: “¡Ay, Dios! pero este árbol se ha secado y otros árboles que están al lado de él no se han secado”. En ese reportaje dice que esos son suicidios, árboles suicidándose en este tiempo; y dice que antes de suicidarse, dice que dan un alarido, un grito. Entonces algo ha estado pasando en la naturaleza, tipificando también lo que pasa y lo que pasaría en los árboles espirituales, lo cual son ¿qué? Son seres humanos; porque los árboles tipifican seres humanos. Por eso dice, hablando de los hijos de Dios, dice que somos plantados junto a arroyos de ríos; eso hablando de los hijos de Dios. Y también dice hablando de Juan el Bautista, dice que el hacha estaba puesto sobre la raíz de todos los árboles, y el árbol que no llevará buen fruto sería cortado y echado al fuego; refiriéndose en tipos, a seres humanos, que todo aquel que, toda aquella persona que no llevará buen fruto, sería cortado y echado al fuego ¿ve usted? Los árboles tipifican personas. \[San Mateo 3:10; San Lucas 3:9\]. Bueno, yo creo que esto, si miramos estas cositas, lo que árboles tipifican, yo creo que es de las cosas que hemos hablado anteriormente en días pasados, que hemos hablado de la Visión de la Carpa, su cumplimiento, y todas estas cosas, yo creo que nos ayudaría mucho para ver los tipos, la tipología del cumplimiento de esa Visión de la Carpa. Bueno, ya que estamos aquí, no es la intención meternos ahí, pero vamos a ver una cosita. Vamos a ver esto aquí, pasando así de rapidito, no quiero detenerme aquí; este no es el mensaje, pero vamos a verlo ya que vimos que, árboles, tipifican personas. Entonces las cosas se cumplen en las dos formas: espiritual y literal. Cuando se cumple literalmente, lo que usted vea es relacionado con árboles o con madera o con cosas así, que tenga que ver con árboles, entonces se refiere ¿a qué? A personas. Igual que la nueva Jerusalén, encontramos que la nueva Jerusalén será un lugar, una ciudad literal; pero cuando miramos esa ciudad en lo espiritual, entonces esa ciudad es la nueva Jerusalén celestial, que es la Novia del Señor Jesucristo, que es la Esposa del Cordero; que no es un canto de oro literal, sino que es en lo espiritual; personas, las cuales están tipificadas con el oro, con perlas preciosas y con cosas así. Entonces fíjese, hay doce perlas: doce apóstoles; hay doce fundamentos también ahí puestos, y hay un sin número de cosas, lo cual en lo literal será literal, pero eso literal tipifica cosas espirituales; y al tipificar cosas espirituales, tipifica a personas, ¿ve? Está señalando a personas. Entonces veamos aquí, ya que hablamos de árboles en lo literal, y viendo que árboles literales tipifican personas en lo espiritual, veamos… veamos aquí dice: *“Entonces el Ángel, el Señor, vino a mí en una visión y me dijo: ‘Este no es tu tabernáculo’.”* Hablándole del Tabernáculo de allá, de Indiana, cuando iba a ser dedicado el Señor le dijo: “Este no es tu tabernáculo, está congregación y este local, este no es tu tabernáculo”. Aquel se llama Branham tabernáculo, tabernáculo Branham, pero el Señor le dijo: “Este no es tu tabernáculo”. Vamos a ver entonces: *“Él me dijo: ‘No, ven y ve’. Entonces Él me llevó fuera, y mientras yo miraba al cielo azul, me dijo: ‘Este es tu tabernáculo’* (oh, le mostró otro)*. Volví a mirar hacia abajo y me di cuenta que estaba en medio de un bosquecillo…”* Bosquecillo: un bosque; un bosquecillo es un bosquecito pequeño, un bosquecito de árboles. Entonces, vamos a seguir: *“Y el centro donde yo estaba parado había un camino como un pasillo. Los árboles estaban sembrados en grandes tiestos verdes, y en un lado habían manzanas y en el otro ciruelas grandes; en el lado derecho y el lado izquierdo habían dos tiestos vacíos. Entonces oí una gran Voz del cielo que dijo: ‘La mies está lista, pero los obreros son pocos* (tiempo de cosecha)*. Entonces yo dije: ‘¿Qué puedo hacer?’ Cuando volví a mirar me di cuenta que los árboles parecían asientos de iglesias en la visión de mi tabernáculo.* *En lo profundo había un árbol que estaba lleno de toda clase de frutos y aca cada uno de sus lados había un árbol pequeñito sin fruto que semejaba tres cruces. Yo pregunté qué quiere decir esto, qué de estos tiestos vacíos, y Él me contestó: ‘Tú has de sembrar en ellos’. Entonces me paré en medio y comencé a arrancar las ramas de ambos árboles y las planté en los tiestos vacíos.* *De repente crecieron dos árboles enormes en los tiestos vacíos y llegaron hasta el cielo. Luego vino un viento recio que estremeció los árboles, y una voz habló: ‘Extiende tus manos y recoge la mies. Tú has hecho bien’. Al extender mis manos, mis dos manos, aquel viento recio hizo caer una gran manzana en mi mano derecha y una enorme ciruela en mi mano izquierda; entonces me dijo: ‘Come el fruto que es agradable’.* *Comencé a comerlo, primero di una mordida a una de las frutas, luego mordí la otra, ambas frutas eran deliciosamente dulces; creo que esta visión tiene que ver con la unión del pueblo de Dios.* *En la visión yo fui llevado del uno al otro con el propósito de traer un mismo fruto de ambos árboles. Luego oí una otra vez que dijo: ‘La mies está lista, pero los obreros son pocos’.* *Miré el árbol del centro y tenía grandes racimos de manzanas y ciruelas que colgaban alrededor del árbol formando una cruz. Caí debajo del árbol y clamé: ¡Señor! ¿Qué puedo hacer? Entonces aquel viento hizo que cayeran frutas a mi alrededor. Luego oí una Voz diciendo: ‘Cuando salgas de la visión lee 2 Timoteo 4, eso se repitió tres veces”.* Entonces vamos a bajar un poquito más abajo: *“Arranqué aquella página de la Biblia y juntamente con mi testimonio los enterré en el mismo lugar donde puse la primera piedra de mi tabernáculo, esa sana doctrina; creo que es el amor divino del uno para con el otro”.* Vamos a dejarlo ahí, tocamos eso nada más. Ahí vamos a dejarlo quietecito, vamos a seguir adelante. Encontramos que esta Tierra tiene que pasar por el mismo proceso, por cierto proceso, y luego también la Tierra que tipifica ¿qué?… Fíjese, la Tierra literal, es la Tierra literal, este planeta Tierra; pero luego esta Tierra tipifica la Iglesia. Esa Tierra también tipifica ¿qué más? Esa Tierra tipifica nuestros cuerpos mortales. Entonces, encontramos que la tierra en el campo, el terreno donde sembrada la semilla la simiente; en la tierra literal es sembrada la simiente literal; y desde el que el hombre cayó ha estado dando simiente buena y simiente mala; ha estado dando simiente genuina y ha estado dando simiente pervertida, simiente cruzada; y por eso es que hay tanta perversión en esta Tierra, y por eso es que hay tantas enfermedades, por eso es que hay tanto problema con el cuerpo humano, y por eso es que el cuerpo humano dura tan poco: por causa de que hay tanta liga, tanta perversión, y todo eso afecta al cuerpo humano. Encontramos que, fíjese, nosotros compramos las carnes en los negocios, la carne de pollo y todas esas carnes, carnes de reses, y nosotros sí hemos leído sabemos que la carne de pollo, la que se compra en los negocios, no es la carne original, sino que es una perversión, lo cual estamos comprando; es una perversión, porque es un producto prefabricado, es un producto híbrido, el cual han obtenido con cierta alimentación de purina y ciertas cosas por aquí y por allá, para hacer esa clase de carne. Luego cuando uno se la come, cuando uno se come una perversión ¿qué produce? Produce problemas en el cuerpo humano; entonces el profeta dice que estas carnes, la carne de pollo, esta carne que uno compra en los negocios, eso ocasiona que la gente, los hombres se pongan anchos de la cadera y que las mujeres se pongan angostos de cadera, se pongan angostas. Entonces encontramos que este es el tiempo en que todo ese producto que uno ha estado comprando, el cual es un producto híbrido, va produciendo esas deformidades en el cuerpo físico, ¿ve usted? Y no solamente eso sino que va produciendo muchísimas otras cosas, las cuales la gente todavía sabe; por eso es que hay tanto problema en el cuerpo humano, y cada día aparecen nuevas cosas, nuevos problemas y nuevas enfermedades en el cuerpo humano. Encontramos que las personas actualmente están entrando en la menopausia de 20 a 25 años de edad, publicaron los científicos. El hermano Branham cita eso en alguno de sus mensajes, y dice: “Eso es por causa de la alimentación del ser humano actualmente, lo cual es una alimentación científica y no es una alimentación como Dios en el original estableció. Por eso al ser una alimentación artificial, usted encuentra que en todo lo que usted se come está metido la ciencia. Si usted abre un pote de alguna cosa, para comer cierta cosa, ahí está metida la ciencia con ciertas sustancias para preservar esas cosas con ciertos ácidos para esto, para lo otro, y entonces todo eso que está demás es lo que le hace daño. ¿Ve usted? Entonces encontramos que el cuerpo humano está podrido actualmente; es una llaga desde la punta de los pies hasta la punta de la cabeza, por causa de lo que come. En lo espiritual también depende de lo que uno come. ¿Ve usted? Come Palabra pervertida, pues ¿qué va a producir? Va a producir algo corrompido, una vida corrompida, va a producir una congregación corrompida también. Fíjese, el tipo lo tenemos actualmente, usted ve las religiones, comen ¿qué? Están comiendo carne. Sí, Palabra; pero pervertida, agregándole por aquí ciertas sustancias, ciertas sustancias por acá, siendo pervertida científicamente con teología científica y todas esas cosas. Entonces cuando la gente se lo come ¿qué pasa? Produce ¿qué? en la gente, produce una vida corrompida, una vida contraria a la Palabra de Dios. Es por eso que usted encuentra que están comiendo, sí Palabra, pero corrompida, pervertida, Palabra híbrida, y entonces produce una vida híbrida. Por eso encuentra religiones y encuentra gente sincera metida en las religiones; pero por causa de lo que come espiritualmente, eso produce la vida que ellos viven. ¿Ve usted? Por eso encuentra mujeres usando pantalones, y pertenecen a tal o cual iglesia; no solamente iglesias católicas, sino iglesias evangélicas. Y si usted se da una vuelta en cualquier día de culto. encuentra en iglesias evangélicas mujeres entrando a los cultos con pantalones. Y ¿qué es eso? Eso es a causa de lo que están comiendo, le produce una vida corrompida (espiritualmente hablando). Ahora vemos, que la vida aquí en la Tierra está corrompida, por eso a la fruta le dan gusanos. Por eso encontramos tanto problema que hay, y hasta se pasa muchísimo trabajo para cosechar los productos originales. O sea, la simiente original que Dios ordenó allá en Génesis. Pero también encontramos, que obligatoriamente toda simiente tiene que dar conforme a su género. Eso lo encontramos, y por eso es que el mango siempre da mango. El aguacate siempre da aguacate; pero también encontramos que hay cierto pervertidoeres de la naturaleza que tratan de injertar, para según ellos mejorar o hacer otro producto. Bueno yo no sé si… pero, puede, y lo más seguro van a ser juzgados, por pervertir la naturaleza; y no solamente eso, sino que también el producto que obtienen, eso es un producto híbrido y tarde que temprano produce ciertos problemas en el cuerpo humano; y entonces, tan cosechando lo que sembraron. Ahora, fíjese, en cuanto lo natural, todo esto va a ser arreglado también. Esto será arreglado con… después del Milenio, viene juicio final; y después que termina el juicio final esta Tierra pasa por fuego. Ahí va a ser quemado todo; y entonces se comienza de nuevo con la simiente original. Entonces no va a haber más problemas, no va a haber más gérmenes, no va a haber más nada que no sea lo original; nada híbrido va a estar es la eternidad. Pero para poder llegar hasta allá, para poder llegar a ese bautismo de fuego, por el cual tiene que pasar este planeta Tierra, antes de llegar al bautismo de fuego pasa por otros procesos. Ahora vamos a ver con detenimiento estos procesos por el cual pasa esta Tierra para luego ser restaurada totalmente; y será restaurada totalmente después del juicio final. Cuando entré a la eternidad, este planeta Tierra está restaurado totalmente y no pasará por ninguna otra catástrofe, no pasará por ningún otro tiempo de pruebas, no pasará por ningún otro tipo de enfermedades, no pasará por ningún otro tiempo en que el diablo tenga que meter su mano aquí, porque será destruido en el lago de fuego. ¿Ve usted? Entonces el problema será arreglado para ese tiempo. Pero antes de llegar a ese tiempo, Dios pasa este planeta Tierra por un proceso. Estamos viendo lo natural este planeta tierra, y el proceso por el cual él pasa, el cual, luego el Señor repite el mismo proceso con Sus hijos, con Su Iglesia y con todo lo que tenga que ser redimido. El mismo Plan de Redención es el que usa para esta Tierra. Ahora fíjese, el Plan para Redención, el proceso que usa es: justificación, santificación y bautismo de fuego, bautismo del Espíritu Santo. Ahora vamos a ver este proceso pasándolo por el planeta Tierra, esta Tierra. Esta Tierra pasa por el proceso de justificación o pasó por el proceso de justificación en el tiempo de Noé; en el tiempo de Noé esta Tierra fue bautizada con agua. Cuando pasó por ese diluvio esta tierra fue justificada. Luego le falta santificación, el planeta Tierra. Entonces encontramos que nuestros cuerpos estaban en la Tierra; entonces nuestros cuerpos fueron justificados en el diluvio; ahí pasó este cuerpo que estaba allá… cuando estaba allá pasó por ese proceso. Ahora recuerde que después, cuando ya estamos acá tiene que volverse a repetir el mismo proceso. Eso lo vamos a dejar para otra ocasión. Ahora vemos que el tiempo de justificación para esta Tierra fue el diluvio, bautismo de agua. Luego encontramos… vamos a leerlo aquí, página 35 \[46\] del *Futuro Hogar de la Novia* dice: *“Ahora, ha sido justificada; ha sido santificada; llamada, y reclamada…”* Vamos a ver aquí, dice: *“Tu cuerpo…”* \[corte de audio\]... Algo sobre esta Tierra, algo mundial, algo que cubriese el mundo, algo que tocaste este planeta Tierra para santificarlo. Esto ocurrió en el tiempo en que el Señor Jesucristo fue crucificado. Fíjese que estas cosas suceden cada cierto tiempo. Sucedió cuando el Señor fue crucificado allí en la cruz del Calvario, cuando Él derramó Su Sangre, ¿dónde cayó Su Sangre? Su Sangre santificadora ¿dónde cayó? Cayó sobre la Tierra. Cuando la Sangre del Señor tocó la Tierra, esta Tierra pasó por ese tiempo, por esa etapa de santificación; fue santificada con la Sangre de Cristo. Por lo tanto, al ser santificada la Tierra, ahí estaba su cuerpo, el suyo y el mío. Entonces, luego encontramos, que ya la Tierra fue santificada y pertenece ¿a quién? A Cristo; porque Él la compró. Cuando Su Sangre tocó la Tierra fue comprada y fue santificada, ya es de Él. No pertenece al diablo. El diablo está haciendo de las suyas en un terreno, en una tierra que no es de él; fue comprada de nuevo. Luego el próximo paso es el bautismo en fuego. Vean ustedes, bautismo en agua primero con el diluvio, bautismo en sangre, con la Sangre de Cristo fue bautizado a la Tierra, y luego bautismo con fuego; pasa por tres etapas de Redención para… o la Redención está en tres etapas, para luego entonces el Señor venir a esta Tierra con Sus hijos y habitar en esta Tierra eternamente. Ahora esa tercera etapa o ese tercer paso de la Redención de la Tierra ocurrirá después del Milenio, cuando esta Tierra pase por el bautismo de fuego, en la cual será quemado todo germen, todo demonio, todo diablo, toda cosa que no estaba en el original será destruido en esta Tierra. Y recuerden, aun los que ya hayan muerto serán resucitados, y todo lo que no estaban en el original serán quemados, serán destruidos como si nunca antes hubieran existido; no quedará ni raíz, ni rama; no quedará en mi memoria de todas estas personas que han vivido en esta Tierra pero que no han sido simiente original. Ahora vemos que eso es en lo natural; y entonces luego, ¿qué viene? Luego de eso viene, luego que el Señor pase esta Tierra por el fuego, no sabemos cuántos años dure, cuántos siglos dure, tampoco lo sabemos. Será un tiempo de purificación de este planeta Tierra; será envuelto en fuego, será un lago de fuego, y ahí estará todo lo que no estaba en el original. Ahí estará todo lo que no fue redimido; estará ahí siendo quemado. Todos los que no fueron hallados en el Libro de la Vida serán echados ahí en ese fuego y serán destruidos. Será un fuego literal para quemar las cosas literales; y será también un fuego, habrá un fuego espiritual, un fuego santo, para quemar las cosas espirituales. Las cosas espirituales, las cuales no son de Dios. Entonces, luego que pase ese lapso de tiempo… Mientras tanto el pueblo de Dios, los escogidos con el Señor, estarán en otro lugar. Imagínense usted. Este no es el único planeta que hay en este universo; este más bien es uno de los planetas que existen en esta Tierra, o sea, en este universo; es solamente uno. Pero ¿saben ustedes que este será el lugar centro del universo? Cuando pase esta Tierra por fuego y entonces sea establecida la nueva Jerusalén aquí, entonces este será el centro del universo. Ahora, vea usted que mientras usted en la etapa de purificación, nosotros estaremos en otro lugar con el Señor; estaremos en cuerpos glorificados. Para nosotros no hay problema, porque seremos como Él es y no tenemos ninguna limitación. Nosotros podremos estar y viajar por todo ese universo, el cual es herencia de los hijos de Dios. La gente hoy en día se pelean tanto por un cantito de tierra aquí; pero los hijos de Dios no tienen un cantito de tierra, ellos tienen un universo completo, el cual es de ellos, el cual le pertenece, y el cual ellos gobernarán con el Señor; es el universo entero. Y no solamente eso, sino que el Trono estará establecido en esta Tierra, y desde aquí será gobernado el universo entero; y los escogidos de Dios gobernarán el universo entero desde aquí de la Tierra, desde la nueva Jerusalén. Entonces, encontramos que en la nueva Jerusalén será luego establecida en ese tiempo. Durante ese bautismo de fuego esta Tierra explotará y en sus explosiones volcánicas, y los mares van a explotar. ¿Saben ustedes que el agua es H₂O? Y eso es hidrógeno y oxígeno. Cuando el hidrógeno está en forma forma de gases, es un explosivo; y cuando el oxígeno está en forma de gases, también es un explosivo. Por lo tanto, cuando esto ocurra, entonces va a explotar, las aguas van a explotar, va a haber una explosión muy tremenda en este planeta Tierra para que todo sea destruido. Será como juntar millones y millones y millones de bombas de hidrógeno y explotarla. Fíjese la bomba de hidrógeno ¿de dónde la sacan? Pues del hidrógeno; el hidrógeno tiene que ver. Y el agua es ¿qué? Hidrógeno y oxígeno. Así que la bomba de hidrógeno más grande que va a explotar será ¿qué? Cuando las aguas exploten. Cuando se ha separado el hidrógeno a un lado y el oxígeno a otro, entonces explotará, y entonces va a haber una purificación en este planeta Tierra. Y esto va a ser virado al revés (como decimos nosotros); esas explosiones, esa explosión será tan tremenda, que lo que usted ve ahora quedará en el centro de la Tierra, y lo que está en el centro, quedará por fuera. ¿Saben ustedes que el oro y todas estas cosas preciosas están ahí adentro? Los científicos han tratado de sacar, y le han sacado bastante; pero después Dios, luego, viene otra vez y lo lleva otra vez a su lugar, y entonces ¿qué pasa? Del corazón de la Tierra, dice el profeta, la nueva Jerusalén (la nueva Jerusalén en lo literal, la ciudad literal), saldrá del corazón de la Tierra; con esos volcanes y explosiones, va a estar siendo formada. Entonces ¿qué sucederá? Usted puede ver un volcán, un volcán es como una montaña alta. ¿Ve usted? Entonces las explosiones y los volcanes, lo que hacen es que comienzan a sacar lo que tienen allá en el corazón, esa lava derretida. Ahí hay oro, ahí hay plata, ahí hay de todo, entonces comienza a sacar eso del corazón de la Tierra y a echarlo para fuera, y al echarlo para fuera; y al estar echando para afuera todas esas cosas, va formando una montaña. Esa montaña que va formando, será la ciudad o el lugar o terreno donde vivirá la nueva Jerusalén espiritual, que son los escogidos; pero la nueva Jerusalén literal será formada por los volcanes. O sea, el sitio literal, el terreno literal, será formado por esos volcanes, los cuales formarán gran monte en forma de pirámide. ¿Ve? Así en forma de pirámide será formado ese gran monte, un monte literal. Dice que las calle serán ¿de qué? De oro; el oro está allá abajo. Los científicos lo único que han podido sacar es una partecita del oro que hay allá abajo. Así que eso va a ser un lugar muy hermoso. Las calles serán de oro, dice que habrá árboles también, así que será un lugar muy hermoso para los hijos de Dios habitar. Allí estarán aquello que pertenecen, en la nueva Jerusalén literal, estarán aquellos que pertenecen a la nueva Jerusalén espiritual; lo cual es la Iglesia verdadera del Señor Jesucristo, lo cual es la Esposa de Cristo. ¿Ve usted que para estar en lo literal allá, hay que estar en lo espiritual acá? Lo que hemos estado hablando hace tiempo. Para usted poder recibir las cosas literales que vendrán, las bendiciones literales que vendrán, usted tiene que estar en lo espiritual primero, y así entonces todo será cumplido para usted en lo literal también. Ahora veamos que la ley de reproducción tiene que cumplirse en todos los tiempos. Encontramos que como allá en la nueva Jerusalén no va a haber nada pervertido, entonces allí pues cada árbol producirá conforme a su género también; y como no va a haber árboles malos ni va a haber hierbas malas, no va a haber cizaña, pues entonces todo lo que producirá, todo el fruto será bueno y se podrá usar cuando estemos en la eternidad. Acá tenemos que cuidarnos de algunos frutos porque nos pueden envenenar y pueden matar nuestro cuerpo literal. Ahora fíjese, muchas personas se preguntan por qué ocurren ciertas cosas y por qué hay frutos malos y frutos buenos, y por qué se reproducen. Es que la ley de reproducción ordena que toda simiente se reproduzca. Entonces el diablo sabía eso; entonces el diablo cuela la mala simiente espiritual, y al colarla, la simiente del diablo también se reproduce. Encontramos… no lo vamos a tocar mucho, sino tocadito así por encima, porque esto va siendo la introducción para cuando entremos a la parte espiritual, que es la más que nos conviene a nosotros; pero tenemos que ver también estas cosas literales, para luego ver la parte espiritual, la cual es la que estamos viviendo actualmente. Ahora vemos que el Señor Jesucristo en la parábola del sembrador, Él tipificó la simiente literal de árboles, de hierbas buenas, y todas estas cosas, de trigo (buena siembra), la tipificó con el trigo, tipificó el trigo como lo bueno; y luego que la siembra fue hecha, entonces apareció la cizaña. Dice que un hombre malo, que es el diablo, tipifica el diablo, entró y sembró cizaña y se creció también la cizaña y el trigo junto. Entonces ese trigo y cizaña tendrían que estar viviendo sobre la tierra, sobre el terreno, hasta el tiempo de la siega; en el tiempo de la siega, de la cosecha, entonces sería separado, recogida la cizaña y almacenada para ser quemada; y luego el trigo sería recogido y echado en el alfolí. Con esta enseñanza que el Señor está dando, una enseñanza literal, de trigo literal y cizaña literal, Él está tipificando el trigo espiritual y la cizaña espiritual. O sea, que el Señor está hablando forma parabólica a la gente que le estaban escuchando, porque el mismo Plan que se desarrolla en lo natural, en lo físico, se desarrolla también en lo espiritual. Entonces el mismo Plan que fue desarrollado en lo físico con este planeta Tierra, con el trigo y la cizaña, es en lo mismo que se mueve en el Plan espiritual, en cuanto al terreno espiritual y a la siembra espiritual, que sería sembrado en ese terreno. Entonces, el Señor nos enseña en la parábola del trigo y la cizaña, que ambos crecerían juntos. Encontramos en el libro de *Las Edades de la Iglesia* que el profeta dice que el trigo y la cizaña estarían juntos. Entonces, fíjese, hablando del trigo y la cizaña, el trigo y la cizaña espiritual, pero como seres humanos. Esto ocurrió allá también en el Huerto del Edén; allá en el Huerto del Edén, allí fue sembrado trigo, o sea, fue preparado el terreno para ser sembrado. Dios trajo Su primer grano de trigo, el cual fue Adán, lo puso aquí sobre la Tierra para que se reprodujese. Pero ¿qué sucedió? El diablo también se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y vino para meterse en el Huerto del Edén; se metió allí, y allí el diablo a través de la serpiente, sembró cizaña. Entonces a través de Adán, pero no en la forma, pero no en la forma que debió haber sido sembrado, entonces el trigo también fue sembrado. Entonces el terreno que fue utilizado para la siembra, ¿sabe cuál fue? El terreno que fue utilizado para el trigo ser sembrado fue y para la cizaña fue sembrado, fue el mismo terreno; porque es el mismo planeta Tierra, el mismo terreno fue sembrada la buena simiente y la mala simiente, están las dos (literalmente hablando); y hablando en términos humanos, de seres humanos, fue sembrado en el mismo terreno, fueron sembradas ambas simientes. El terreno fue ¿qué? Eva, la mujer. Y ahí en el vientre, en el vientre de la mujer, ese fue el terreno apropiado donde la simiente habría de crecer. Ahí el diablo vino y sembró su simiente a través de la serpiente y también entonces Adán sembró la simiente. Entonces vemos que ambas simientes se manifestaron ahí en el vientre, o sea, fueron engendradas: trigo y cizaña. Luego encontramos que nacieron ambas, y al nacer ambas entonces, fue poblado este planeta Tierra con trigo y cizaña, o sea, con hijos de Dios e hijos del diablo. Entonces encontramos que la línea de Adán fue la línea del trigo y la línea de Caín fue la línea de la cizaña, la cual es la descendencia del diablo a través de la serpiente. Ahora, vea usted que después el Señor hablando del trigo y la cizaña, Él dice que el trigo son los hijos del Reino y la cizaña son los hijos del malo. ¿Ve usted? Entonces vemos que la mujer, la mujer fue el campo, el terreno donde fue sembrada, fueron sembradas ambas simientes, y se reprodujeron; pero en el tiempo de la cosecha en este tiempo final, entonces todo lo que es cizaña, simiente de Satanás, y todo producto ligado, pervertido, todo cruce que haya habido entre cizaña y trigo, también eso será destruido en el tiempo que ha de venir. Pero los hijos de Dios, los cuales son simiente de Dios, los cuales se manifiestan como simiente de Dios cuando oyen la Palabra, entonces esa Palabra es vivificada en ellos y entonces ellos como granos de trigo, como simiente de Dios, nacen delante de la presencia de Dios como trigo de Dios, y entonces ellos no serán destruidos en el tiempo que ha de venir. Ellos se manifiestan en esta Tierra, cuando llegan a esta Tierra, se manifiestan como trigo cuando oyen la Palabra de Dios y la reciben; y la cizaña cuando oye la Palabra de Dios ¿qué es lo que hace? Se manifiesta como ¿qué? Como cizaña. No puede ser vivificado como el trigo para ser trigo, sino que más bien lo que sucede es que, entonces la cizaña crece como cizaña y se manifiesta como cizaña, y lleva el fruto de cizaña, ¿ve? Pero el trigo lleva fruto de trigo, porque fue vivificado por la Palabra de Dios cuando la escuchó. Ahora, ya estamos concluyendo esta parte en lo natural, viendo que en este planeta Tierra hay dos clases de simiente: simiente de Dios y simiente del diablo, en cuanto a seres humanos, y a cuanto a cosas aquí en la Tierra, cosas que viven sobre la Tierra, como plantas y árboles, hay dos clases de simiente: simiente de Dios, simiente buena, simiente mala, o sea, cizaña, hierba mala, la cual no existirá cuando ocurra la quemazón, será quemada, y entonces en la eternidad no veremos más hierba mala por todos esos lugares. Y si no hay hierbas malas ¿qué pasa?, ¿qué es lo que hacen los seres humanos cuando tienen una parcela o cuando tienen una finca? Las deshierban, la arreglan, la preparan para ¿qué? Para sacar la hierba mala para poder sembrar la buena simiente; pero el poquito tiempo ¿qué pasa? Aparece la hierba mala también sin que nadie la haya sembrado, porque aparece porque así está en la Ley de Dios, de que toda semilla tiene que producir conforme a su género. Por lo tanto, como esta Tierra está llena de simiente mala también, de hierba mala, fíjese usted, usted ve un lugar donde no hay nada sembrado, donde no se ve hierba, haga una cosa empiece a tirar agua sin sembrar nada, empiece a tirar agua y al poquito tiempo usted verá que empieza a nacer hierba ahí; y la principal que nace ahí y que coge fuerza será ¿qué? La hierba mala. Esa está metida por todos los sitios; y la simiente está metida por todos los sitios, la buena y la mala. Pero la mala abunda más; la mala usted ni tiene que sembrarla, ella aparece sin usted querer que aparezca. Pero usted tiene que conformarse, porque la Ley de Dios, dice la ley de reproducción que toda simiente tiene que reproducirse, tiene que aparecer cuando llegue el agua, y entonces dar su fruto. Así también son los hijos de Dios y los hijos del diablo; aparecen en esta tierra, y cuando oyen la Palabra, entonces se manifiestan en cuanto a lo que ellos son. Por eso es que la oportunidad que todo ser humano tiene para él escoger su camino, es cuando oye la Palabra de Dios; cuando él la oye es que se sabe quién es esa persona: si es un hijo de Dios, esa simiente de Dios que está ahí sembrado en su corazón… porque cuando hablamos de los hijos de Dios como individuos, ¿dónde está sembrada entonces la simiente de Dios? La simiente de Dios está sembrada ahí en esa persona, en el corazón de la persona. Pero encontramos también que si no es un hijo de Dios, entonces en ese corazón lo que está sembrado ¿qué es? Una simiente mala. Entonces cuando oye la Palabra, esa simiente se manifiesta, se expresa; si es simiente de Dios se expresa como simiente de Dios, creyendo la Palabra de Dios; porque esa simiente tiene solamente un sentido, entonces se expresa creyendo la Palabra en el sentido de la fe. Si es simiente de cizaña, ¿qué es lo que él hace? Se expresa a través del sentido de incredulidad, dudando y menospreciando la Palabra de Dios. Ahora eso no quiere decir que la rechace totalmente, si no, que rechaza realmente la Palabra de Dios como es. Es religioso, pero eso no tiene nada que ver; todo el mundo tiene una religión, pero en cuanto a la Palabra verdadera, cuando la oye verdaderamente como es, ahí es que él se manifiesta de acuerdo a lo que él es. Fíjese en los tiempos del Señor Jesucristo todos eran religiosos; y en la nación hebrea todo el mundo creía en la Ley, todo el mundo creía en la enseñanza de Moisés. Así que en aquel tiempo todo el mundo era religioso. Pero cuando llegó la Palabra para aquel tiempo manifestada en carne humana, entonces los que eran hijos de Dios, cuando la vieron y la oyeron, y oyeron esa Palabra hablando, entonces ellos la reconocieron, porque ellos eran simiente de Dios; ellos respondieron desde lo profundo del corazón. El profeta dice que cuando la luz llega a la simiente, dice que la hace brotar. Así que también dice que cuando el agua toca la simiente, la hace brotar también. En lo espiritual, hablando de seres humanos, cuando el agua de la Palabra predicada y la luz de la Palabra para esta hora le da a esa simiente, a esa persona, entonces sí es simiente de Dios, brota como simiente de Dios a una nueva vida, a una vida como hijo de Dios. Por eso es que cuando la luz de Dios y el agua de la Palabra de Dios cayó sobre todas aquellas personas en el tiempo en que el Señor Jesucristo apareció, fíjese, la luz dio sobre los fariseos y saduceos; vieron allí la luz brillando, por que el Sol de justicia, que es Cristo, estaba allí presente y estaba alumbrando. Cuando alumbró ¿qué sucedió? Aquellos fariseos cuando vieron aquella luz alumbrando, no la pudieron reconocer, la rechazaron. ¿Qué sucedió? Salieron y dieron el fruto de lo que eran, ¿ve usted? Pero cuando esa misma luz dio en el corazón de la simiente genuina de Dios, de los escogidos de Dios, la reacción fue diferente a la reacción de la cizaña. De aquellos fariseos y saduceos el Señor les dijo: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y las obras de vuestro padre queréis cumplir. Y mis ovejas oyen mi voz, y me siguen, y por eso vosotros no podéis oír mi voz, ya que ustedes no son de mis ovejas, ustedes no son trigo, ustedes no son simiente de Dios, sino que son cizaña, de la serpiente, simiente del diablo”. Esas eran palabras ofensivas según gente hoy en día podrían calificar y según calificaron en aquellos días; pero la verdad es la verdad, y como es la verdad, una verdad no se le puede ni quitar ni se le puede añadir. Cuando una persona se para y dice la verdad: para unos es una ofensa, y se ofenden; pero para otros es una bendición, y se gozan en eso que escuchan. Para aquellos fariseos y saduceos, aquello fue una ofensa decirles que ellos eran hijos de de la serpiente, hijos del diablo y todas estas cosas; eso fue una ofensa, porque ellos eran los líderes religiosos de aquel tiempo. Pero cuando esta misma luz brilló para los hijos de Dios y los hijos de Dios la vieron, esa luz brillando fue una bendición para ellos. Cuando brilló delante de Natanael, ¿qué Natanael dijo? “Tú eres el Mesías, Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente”. ¿Y cómo fue que brilló delante de él? En forma sencilla. Siempre la luz de la Palabra manifestada a través de carne humana brilla en forma sencilla. Fíjese, brillando para él, para esa simiente de Dios, ¿cómo estaba brillando? Estaba brillando revelándole los secretos del corazón de él: “Cuando tú estabas debajo de la higuera te vi”, eso era la luz de Dios brillando para esa simiente de Dios. Y él la vio y reconoció la luz, Dios manifestado en carne. Cuando brilló delante de Pedro, Pedro también la vio. Cuando brilló delante de la mujer samaritana, la cual estaba en una condición muy triste: estaba en oscuridad; pero esa simiente estaba ahí en el corazón. Cuando brilló, cuando Él está hablando con ella y ella le dice que quería de esa agua que saltaba para vida eterna, para no volver a buscar agua allí jamás, Él le dice: “Ve y busca a tu marido”. Cuando ella oye esas palabras, ella le dice: “No tengo marido”. Entonces Él le dice: “Bien has dicho, porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes, no es el tuyo”. Ella le dice: “Paréceme que eres profeta. Nosotros sabemos que cuando el Mesías venga, Él nos enseñará, nos revelará todas las cosas, nos revelará más bien todos los secretos del corazón nuestro; cuando Él venga Él hará todas esas cosas”. Queriéndole decir: “Cuando Él venga, Él hará todas esas cosas, y Tú estás haciendo esas cosas, ¿quién Tú eres? Paréceme que eres profeta. Nosotros sabemos que el Mesías ha de venir, y cuando Él venga, Él será un profeta. Paréceme que eres profeta; y el Mesías cuando venga será un profeta, parece que eres profeta, ¿quién Tú eres? ¿Eres Tú el Mesías que aparecería como un profeta revelando los secretos del corazón de la gente? Así que nosotros lo estamos esperando”. Entonces le dice: “Yo soy, que hablo contigo. Yo mismo que te ha revelado los secretos del corazón y que he hecho la señal del Mesías, yo mismo soy”. Cuando ella oyó esas Palabras ¿qué sucedió? Esa simiente que estaba ahí en el corazón, que estaba sembrada ahí, brotó a vida. Ella no sabía que ella era una hija de Dios hasta que se tropezó con la Luz alumbrándole; cuando se tropezó con esa Luz esa simiente vida eterna, esa simiente de Dios, ese trigo de Dios, esa simiente predestinada como hija de Dios que estaba ahí, brotó a la vida. ¿Ve usted? Pero cuando esta misma luz alumbró allá en medio de los fariseos y saduceos, no había simiente de Dios en ellos, por lo tanto brotaron como ¿qué? Se manifestaron como ¿qué? Como cizaña. Se manifestaron siendo incrédulos a la Palabra de Dios manifestada en carne humana revelando los secretos de los corazones de la gente. Esa es la forma en que la cizaña se manifiesta cuando la luz de la Palabra de la hora llega hasta ellos; pero cuando la luz de la Palabra verdadera manifestada a través de carne humana llega a la simiente predestinada, ellos se manifiestan la vida ¿cómo? Creyendo esta Palabra. ¿Ve usted? Entonces es sencillo ver cómo es que se expresa el trigo y cómo se expresa la cizaña, ambos se manifiestan cuando llega el momento de manifestarse; y la misma agua que cae sobre el trigo, cae sobre la cizaña; y la misma luz que viene sobre el trigo, viene sobre la cizaña; pero el fruto de ambos es diferente. El fruto de la cizaña es incredulidad, el fruto del trigo es ¿qué? Credulidad, no incredulidad, sino credulidad, creyendo esa Palabra, creyendo esa manifestación de Dios y llevando el fruto que debe llevar para ese tiempo en que está viviendo, o sea, llevando el fruto de la Palabra de Dios para la edad en que vive. El trigo en el tiempo de Lutero tenía que llevar el fruto para ese tiempo, o sea, tenía que vivir como debían de vivir conforme al mensaje para ese tiempo; y así cada uno en el tiempo en que vivió. Y hoy el trigo tiene que llevar el fruto para esta edad, creyendo el Mensaje para esta Edad de la Palabra, esta Edad de la Piedra Angular, y entonces es el tiempo de la cosecha en que todo el fruto será recogido. Ya no hay más edades denominacionales, sino que ahora, actualmente estamos en el trigo, no en la paja, sino en el trigo. Por lo tanto, es el tiempo de la cosecha en que el Señor ha de recoger todo lo que es trigo, es el tiempo de la cosecha, este glorioso tiempo en que el Señor está recogiendo a todos los que son trigo de Dios. Fíjese, primero vemos que nos está recogiendo, nos está recogiendo aquí literalmente; está recogiendo todo el que es trigo, lo está recogiendo. Entonces luego, encontramos que los junta, a todos los junta, y eso los junta literalmente, nos junta con ¿qué? Con la Palabra, con un mensaje. Luego espiritualmente también los junta, los recoge; los recoge en la edad del recogimiento, los convoca, es una Santa convocación, recogiéndolos a todos, porque es el tiempo de echar el trigo en el Alfolí. Y luego cuando llega el tiempo de ser raptados, entonces también entonces nos recoge en el Alfolí allá arriba. Pero primero tenemos que ser recogidos en el Alfolí aquí. ¿Ve usted? Es un recogimiento acá en lo espiritual, y después allá literalmente, somos recogidos, congregados allá en el Cielo, o sea, allá en la otra dimensión. Pero tenemos que ser recogidos aquí en la Palabra, recogidos aquí, metidos al Alfolí de la Palabra, al Alfolí de la Edad de la Palabra, para después ser llevados allá arriba. Así que vemos que todo esto se está moviendo aquí; y vieron ustedes que todo esto tiene que ver con lo que les leí ahí de la visión del tabernáculo, donde el Señor le dijo: “Este acá terrenal no es tu tabernáculo, sino este de acá arriba”. Vimos que era el tiempo de la cosecha donde el fruto tenía que estar siendo ¿qué? Recogido. Bueno no vamos a ahondar sobre esto. Pero vemos que hemos llegado a este tiempo del recogimiento para el trigo del Señor. ¿Pero sabe usted que también la cizaña es recogida? ¿Sabe usted que la cizaña está siendo recogida con el Concilio mundial de Iglesias y amontonada para ser quemada en la gran tribulación? Literalmente serán quemados en la gran tribulación; y después en el juicio final serán juzgados y quemados con el lago de fuego. ¿Ve usted? Así que allá serán quemados en las dos formas; en las dos formas serán quemados: serán quemados espiritualmente y físicamente. Por eso el Señor dijo: “No temáis aquellos que pueden destruir el cuerpo, pero no pueden destruir el alma; temed a aquel que puede destruir el cuerpo y el alma allá en el infierno”, o sea, en el lago de fuego \[San Mateo 10:28\]. Porque allá las dos cosas serán quemadas para aquellos que sean echados en ese lugar. Del trigo sabemos que habrá una cosecha y de la cizaña también habrá una cosecha; así que está llevándose a cabo ambas cosechas. Así que vemos que este es el tiempo más glorioso para todos los hijos de Dios, pero es el tiempo más duro y más triste para la cizaña, porque sin saberlo están siendo cosechados y están siendo empaquetados en manojos para ser quemados en la gran tribulación. Vemos que espiritualmente también son quemados por la Palabra, la Palabra los quemó; la Palabra en carne humana a través del mensajero vino y los quemó espiritualmente, los quemó totalmente. Luego la gran tribulación los que más literalmente, y luego después del Milenio en la consumación tal, entonces son quemados espiritualmente y literalmente para nunca más existir. Porque resucitarán para ser juzgados y quemados después. Ahora estamos viendo esto, esta introducción a estos mensajes que vienen, pues la introducción, usted sabe, es muy importante para todos nosotros; porque ese es el fundamento para poder entender lo que Dios nos quiere decir en el futuro. Hemos visto ya las etapas por las cuales pasa este planeta Tierra: pasa por justificación, santificación y bautismo del espíritu santo, que son el diluvio en los días de Noé; justificación en los días del Señor Jesucristo derramando de Su Sangre: santificación de la Tierra; y en los días en que la Tierra será quemada al final, al final del juicio final, será quemada con fuego y purificada, eso será el bautismo en fuego, bautismo tipificando el bautismo del Espíritu Santo, por el cual pasa también toda persona y pasa también la Iglesia para ser purificada, y pasa todo lo que tenga que ser redimido. Así que ya hemos visto en esta mañana la redención de este planeta Tierra. Así que este planeta Tierra será totalmente redimido después del Milenio. Volverá otra vez al original. El Milenio no será nada; en el Milenio pues todavía, pues al finalizar el Milenio todavía el diablo suelto y todavía hay problemas. Así que el Milenio no es la total redención de la Tierra, sino que más bien es un tiempo de reposo, de paz, por el cual este planeta Tierra ha de pasar. Pero la purificación total de la Tierra será después del Milenio. Ahora vamos a estar puestos en pie en esta mañana. Hemos visto en esta mañana estas cositas sencillas, un mensajito sencillito, claro, para entenderlo todito. Hasta metimos algunas cosas que son para el futuro; pero, parece que nos vienen bien para ir haciendo embocadura para ir, pues, siendo preparados para lo que ha de venir y lo entendamos de la manera correcta. Vamos a cantar ese corito que dice… vamos a cantar el *Corito del Amén*. **“LA LEY DE REPRODUCCIÓN”.**