--- title: 'Las Etapas del Séptimo Sello' date: 2009-02-28 activity: 1 place: city: São Paulo state: São Paulo country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: rm: true translations: files: --- Muy buenas tardes, ministros, compañeros presentes y también los que están en otras naciones. Miguel Bermúdez Marín, amado misionero por todos los ministros y todas las iglesias, y por mí también. **Que Dios te bendiga Miguel, y te guarde, y te use cada día más y más en Su Obra en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo.** Es realmente una bendición grande tener un misionero como el reverendo Miguel Bermúdez Marín. Recuerda Miguel que tienes el respaldo de todos los ministros y también mío en la labor que estás llevando a cabo por todos estos años, y por los años que falten de ese trabajo que Dios ha encomendado en tus manos. Para esta ocasión leemos en el libro del Apocalipsis, capítulo 8, versos 1 al 5, y dice de la siguiente manera: “*Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.* *Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas.* *Otro ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el altar de oro que estaba delante del trono.* *Y de la mano del ángel subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos.* *Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.”* **Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla.** “**LAS ETAPAS DEL SÉPTIMO SELLO.”** Leímos en el libro del Apocalipsis la apertura del séptimo Sello, y aquí nos muestra diferentes etapas bajo el tiempo de la apertura del séptimo Sello. El séptimo Sello y su apertura es muy importante en el Programa Divino. Este séptimo Sello está contenido en el libro de Apocalipsis, capítulo 5, y ese libro de Apocalipsis, capítulo 5, es el libro de la redención, es el Título de Propiedad de toda la Creación, Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra; y por consiguiente ese Libro sellado son siete sellos, es el Libro de la Vida, es el Libro de la Vida del Cordero, el Título de Propiedad que le fue dado a Adán, y Adán al pecar perdió el derecho a ese Libro, y regresó a las manos de Dios y por eso en el libro del Apocalipsis, capítulo 5, aparece en la diestra de Dios. Y ahora, durante miles de años ha estado en la diestra de Dios, que es el dueño original el cual lo había entregado a Adán y por cuanto pecó, le fue quitado a Adán, y por eso Adán perdió la Vida eterna. Ese Título de Propiedad es el Título de la Vida eterna, por consiguiente regresó a Dios, el dueño original. Y ahora, en el libro del Apocalipsis encontramos ese Título de Propiedad en la Diestra de Dios. Leemos en el capítulo 5 del Apocalipsis, verso 1 en adelante, que dice: “*Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.* *Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?* *Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo.* *Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.”* Este libro es tan importante que no hubo ninguna persona digna de mirarlo, tampoco abrirlo para leerlo. “*Y lloraba yo mucho* (dice Juan)... *Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos* (un descendiente del rey David, el cual es el Mesías Príncipe)*.”* Y ahora, Él será el que tomará el Libro, el Libro de la Vida, el Libro de la Vida del Cordero, el Título de Propiedad de toda la Creación. El Título que perdió Adán, ahora lo va a tomar el descendiente del rey David: el León de la tribu de Judá, la raíz de David, el cual ha vencido. “*Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”* La manifestación de esos siete espíritus de Dios, fue efectuada en los siete mensajeros que fueron enviados a la Iglesia del Señor Jesucristo, fue una manifestación del Espíritu de Dios en cada uno de esos mensajeros; y los siete cuernos son las siete edades de la Iglesia, las siete edades de la Iglesia entre los gentiles, y los siete espíritus es la manifestación del Espíritu Santo en cada uno de esos mensajeros. Por lo tanto, esos siete espíritus en su manifestación fueron los siete mensajeros de las siete edades. Ahí estaban los siete espíritus de Dios, en cada mensajero una manifestación del Espíritu de Dios. “*Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono.”* Después de tantos miles de años que este Título de Propiedad había regresado a la diestra de Dios, desde que Adán pecó, ahora viene uno para tomar ese Título de Propiedad; es el segundo Adán el que viene a tomar ese Título de Propiedad. Por lo tanto, Él ha pagado el precio de la redención para poder volver ese Libro a la mano de un hombre: el segundo Adán, que es el León de la Tribu de Judá, la raíz y linaje de David. Por eso cuando es anunciado uno que es digno para tomarlo, tomar ese Libro, es anunciado como el León de la Tribu de Judá, como la raíz de David; y cuando Juan mira, ve un Cordero como inmolado que tenía siete cuernos y siete ojos. Y ahora, ¿qué está viendo Juan cuando es anunciado un león? Ahora está viendo un cordero. ¿Qué está viendo? Está viendo a Jesucristo que es el Cordero de Dios, que pagó el precio de la redención en la Cruz del Calvario. Y Él es el León de la tribu de Judá, Él es la raíz y linaje de David. “*Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono* (o sea de Dios, el Padre)*.* *Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero* (eso fue una fiesta grande en el Cielo)*; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos.”* Ellos habían orado por el regreso a la Tierra en cuerpos glorificados, o sea, que habían orado por la redención del cuerpo; ellos habían orado para regresar físicamente a eternidad, habían orado por el día de la redención, que es el día en que regresarán en la resurrección a la Tierra en cuerpos glorificados, esto es para los muertos en Cristo; y para los que están vivos: la transformación, por la cual hemos también orado. “*Y cantaban un nuevo cántico, diciendo* (¿quiénes cantaban? Los seres vivientes y los veinticuatro ancianos, y por supuesto todos los santos que habían orado)... *y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios* (o sea, que es el cántico de los redimidos, de todos los creyentes en Cristo que han sido redimidos con la Sangre de Cristo nuestro Salvador)... *y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación;* *y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra.”* Recuerden que Cristo dijo: “No temáis manada pequeña, porque al Padre le ha placido daros el Reino.” Y ahora, estas personas que han sido redimidas con la Sangre de Cristo, han sido hechas para nuestro Dios reyes y sacerdotes, por lo tanto, serán el gabinete del Mesías Príncipe en Su Reino; son nada menos que la descendencia de Dios, hijos e hijas de Dios que han sido redimidos con la Sangre de Cristo, y por consiguiente regresan a eternidad, a Vida eterna. Ya esas personas han regresado a Vida eterna, tienen Vida eterna en su alma, y tienen un cuerpo eterno angelical; y solamente les falta el cuerpo físico eterno, que será el cuerpo glorificado que recibirán en la resurrección en cuerpos glorificados; y los que estén vivos todavía en la Tierra, serán transformados; y así todos serán redimidos físicamente. Eso será en el día de la redención del cuerpo, como nos dice San Pablo en Efesios, capítulo 4, verso 30: “*Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”* ¿Cuál será el día de la redención? Cristo resucitó domingo bien temprano en la mañana, o sea, el día octavo; por lo tanto tiene que aparecer un día octavo para la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos. La Iglesia ha tenido siete etapas entre los gentiles, representados esos días en los días de la semana. Luego de la séptima edad de la Iglesia representada en el séptimo día, tiene que venir el día octavo representado en el domingo: esa es la Edad de la Piedra Angular, el día para la redención del cuerpo. No pudo ser en ninguno de los siete días de las edades, porque ninguno de esos días de las siete edades... recuerden que cada día de cada edad, está representado en un día de la semana, y en ninguno de los siete días de esas edades, ocurrió la resurrección de los muertos en Cristo. Por lo tanto, tiene que ser para una etapa fuera de las siete edades de la Iglesia, una etapa que esté representada en el día domingo, que viene a ser día octavo o primer día de otra semana, de otra etapa de la Iglesia: esa es la Edad de la Piedra Angular. Así como fue allá en el día de la resurrección de Cristo un domingo, en el cual resucitaron con Él los santos del Antiguo Testamento, conforme a San Mateo, capítulo 27, verso 50 al 57. Ahí lo pueden encontrar y pueden leer acerca de esa resurrección que ocurrió allá, la cual es tipo y figura de la que tiene que ocurrir en este tiempo final... estoy buscando para ver si se los dicté bien. Vamos a leer, verso 51 en adelante, dice: “*Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;* *y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él...”* Salieron de los sepulcros después de la resurrección de Cristo; o sea, que Cristo resucitó y también resucitaron, salieron de los sepulcros los santos del Antiguo Testamento. Cristo es el primero de la resurrección. ¿Pero Lázaro no había resucitado en una ocasión? ¿Y Elías no había resucitado también a unas personas, a un joven? ¿Y también Eliseo en una ocasión? Claro que sí. Pero resurrección a Vida eterna, la primera ocasión fue en Jesús; y luego los santos del Antiguo Testamento, por eso Cristo es primicia de los que durmieron. Y luego, los terceros que van a resucitar a Vida eterna, serán los creyentes en Cristo que hayan muerto, y los vivos en Cristo que pasarán a Vida eterna física sin ver muerte; o sea, que el proceso de muerte y resurrección ocurrirá tan rápido en los creyentes en Cristo que estén vivos, que ni nos daremos cuenta, porque será absorbido el cuerpo mortal por el inmortal. De eso es que nos habla la Escritura. Eso es lo que nos dice Primera de Corintios, capítulo 15. Vamos a ver si estamos correctos, porque siempre hay que chequear las cosas con la Escritura. Dice capítulo 15, verso 50 en adelante, dice: “*Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.”* O sea, que estos cuerpos físicos mortales, no heredan la inmortalidad. Con estos cuerpos físicos no podemos vivir eternamente porque son cuerpos corruptibles; y el cuerpo corruptible no hereda la incorrupción, es corruptible, por lo tanto tiene un tiempo de vida; solamente la incorrupción la hereda un cuerpo incorruptible, o sea, que tiene que ser eterno. Ahora, dice: “*He aquí, os digo un misterio* (recuerden que es un misterio divino)*: No todos dormiremos* (o sea, que no todos vamos a morir)*...”* Recuerden que los términos para los creyentes en Cristo en cuento a la muerte es dormir, porque los santos no mueren, sino que duermen; y se levantarán pero en un cuerpo eterno. Todos eso fue representado, tipificado, en la resurrección de Lázaro; y fue mostrado en la resurrección de Cristo. “*He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados* (se requiere una transformación para ser inmortales físicamente)*,* *en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta...”* Esa final trompeta es la gran Trompeta que suena en el tiempo final, para llamar y juntar a los escogidos de Dios. Ahora, para las siete edades, la final Trompeta fue el mensaje de Dios a través del séptimo mensajero, pero luego viene la Trompeta de la etapa de la Edad de la Piedra Angular, esa es una Trompeta mayor, porque es un mensaje dispensacional, con un mensajero dispensacional, el cual es mayor que cualquier mensajero de las siete edades de la Iglesia. Un mensajero dispensacional es mayor, y por consiguiente podemos ver que Dios solamente tiene siete mensajeros dispensacionales: Adán, Set, Noé, Abraham, Moisés, Jesús y el último mensajero que va a ser el Ángel de Dios, de Jesucristo, que Él envía en el Día Postrero; y ése vendrá con el mensaje dispensacional del Evangelio del Reino. Ninguna otra persona podrá traer ese mensaje, tampoco lo podrán comprender, solamente podrá ser comprendido, ese mensaje dispensacional, a través del mismo mensaje dispensacional que estará trayendo ese mensajero dispensacional. No hay otra forma para entenderlo, porque a través de ese mensajero será que vendrá la revelación de Dios para una nueva dispensación, la Dispensación del Reino. “*... porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”* Esa es una promesa para los creyentes en Cristo, para todos los redimidos con la Sangre de Cristo, para todos los nacidos de nuevo, para todos los miembros del Reino de Cristo. “...*y nosotros seremos transformados* (o sea, que la resurrección de los muertos en Cristo ocurre primero, y luego los veremos y seremos transformados)*.* *Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”* Dice que es necesario, claro que sí. Para yo poder vivir físicamente eternamente, tengo que ser transformado; es necesario ser transformado *esto* mortal en inmortal, y yo quiero vivir físicamente eternamente: es necesario que *esto* mortal sea vestido de inmortalidad; la inmortalidad absorberá lo mortal. *Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”* ¿Ve? Y lo mortal es absorbido por lo inmortal; y así es como vamos a pasar a ser físicamente inmortales, en un cuerpo nuevo, eterno, joven para toda la eternidad, igual al cuerpo glorificado de Cristo. Jesucristo físicamente está tan joven como cuando subió al Cielo. Si no lo conocieron cuando resucitó, si lo llegan a ver actualmente, menos lo van a reconocer; verlo tan joven y decir: “Hace dos mil años que tengo este cuerpo joven, resucité en este cuerpo.” Algunas personas dirían: “No puede ser posible que ese cuerpo tenga dos mil años y esté tan joven.” Van a pasar millones de años y va a permanecer así de joven; y así va a ser para mí cuando yo tenga el nuevo cuerpo. ¿Y para quién más va a ser así? Para cada uno de ustedes también. Y ahora, podemos ver la bendición tan grande que hay para todos los creyentes en Cristo, por eso es tan importante conocer el tiempo en que vivimos. Y ahora, este Título de Propiedad, ese Libro sellado con siete sellos que es tomado por el Cordero, el cual es el mismo León de la Tribu de Judá, siendo el Título de Propiedad de los Cielos y de la Tierra, siendo el Título de Propiedad de la Vida eterna, en este tiempo final es que Cristo lo toma en el Cielo, lo abre, ahí aparecen todos los que han sido redimidos por la Sangre de Cristo. Él ha hecho realidad el contenido de ese Libro, Él ha concretado el contenido de ese Libro, porque ese es un Libro abstracto, y por consiguiente ese Libro abstracto Él lo ha estado concretando. Y ahí estoy yo también. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes. Por eso cuando es abierto cada sello, va apareciendo la historia de la Iglesia del Señor Jesucristo y los mensajeros correspondientes. También aparece en la historia quiénes fueron los enemigos de Cristo, del pueblo, de la Iglesia, y todas esas cosas. Todo eso aparece en la historia. Pero ahí lo glorioso es que están los redimidos por la Sangre de Cristo. Ahí aparece la victoria de Cristo, y por consiguiente nuestra victoria. Encontramos que aparecen también los judíos, por el quinto sello, todos esos judíos que murieron en el tiempo de Hitler, Mussolini, Stalin y esos dictadores, son esas almas que claman por venganza; y le son dadas vestiduras, y se les dice que esperen un tiempo en lo que se completan los otros que han de morir como ellos; o sea, que todavía para el pueblo hebreo vendrá una situación parecida a la del tiempo de Hitler, Mussolini y Stalin donde sucedió lo que es llamado Holocausto, lo cual es llamado la *Shoá*; o sea, que viene un tiempo difícil para los hebreos, para los judíos. También encontramos que aparecen los juicios divinos que han de caer sobre la Tierra, aparece también una lucha que va surgir, la cual esta ahí en el cuarto sello, va a ser una lucha entre Cristo y el anticristo. También en el sexto sello aparece el ministerio de los dos Olivos, el ministerio de Moisés y Elías repitiéndose en el tiempo final; y por consiguiente aparecerá un profeta como Moisés. Ahí aparecen los dos Olivos de Zacarías, capítulo 4, verso 1 al 14; y Malaquías, capítulo, 4 versos 1 al 6; y Apocalipsis, capítulo 11, verso 1 al 14. También en el capítulo 7 del Apocalipsis, aparece la Venida del Señor. Por eso hubo silencio en el Cielo como por media hora cuando el séptimo Sello fue abierto en el Cielo. Ese es el misterio más grande de todos los misterios: el misterio de la Venida del Señor para el tiempo final. Es un misterio tan grande que cuando fue abierto en el Cielo, hubo silencio como por media hora. Los Ángeles no conocían ese misterio, pero cuando fue abierto en el Cielo, ahí lo conocieron, pero se callaron todos para que el enemigo de Dios, el diablo, no supiera, no conociera ese misterio, para que no hiciera imitaciones, porque el diablo es un imitador; y así es como engaña a la gente: imitando el Programa de Dios. Ahora, el séptimo Sello tiene diferentes etapas, tiene una etapa para con la Iglesia del Señor Jesucristo, o sea, con los que van ser transformados, y también para los que van a ser resucitados. Todo eso está en la llamada Tercera Etapa. También tiene una parte importante con las vírgenes insensatas, las cuales no tenían aceite conforme a San Mateo, capítulo 25, versos 10 al 13. Y también tiene una parte importante para llevar a cabo con los perdidos (o sea, con el mundo); y también va a tener una parte importante con los judíos (o sea, con los hebreos), incluyendo las doce tribus, porque está ligado el séptimo Sello al llamado final de Dios para los hebreos. La séptima trompeta, que son Moisés y Elías, los dos Olivos, y el séptimo Sello es la Venida del Señor. Por lo tanto, podemos ver que ese séptimo Sello tiene diferentes etapas: va a tener que ver con los gentiles y también con los hebreos. Ese séptimo Sello lo vamos a ver siendo manifestado, y por consiguiente obrando en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo, dándole la fe para ser transformados y raptados, o sea, dándole la revelación del misterio del séptimo Sello, del misterio de Su Venida; y eso le dará la fe, la revelación para transformación y rapto. Y también lo vamos a ver con las vírgenes insensatas, o sea, con el Cristianismo en general. Y también lo vamos a ver con el mundo, va a estar haciendo algo en medio de la humanidad, y no queremos tropezar en lo que esté sucediendo en esa etapa en donde lo veremos en medio de la humanidad, en las diferentes esferas de la humanidad. Vamos a decir: en medio del mundo político, en medio del mundo académico, en medio del mundo religioso, en medio de la esfera cultural, en medio de las diferentes esferas de la sociedad. Y en medio de todas esas esferas van a decir: “Hay algo diferente en eso que está pasando.” Es una de las etapas o manifestaciones que tendrá que ver con la humanidad completa. Y también lo vamos a ver con el pueblo hebreo, pero ellos van a querer agarrarlo y decir: “No, éste es nuestro.” ¿No fue lo que hizo Jacob antes de enfrentarse a su hermano Esaú? Se encontró con el Ángel (el Ángel de Dios) y se agarró de Él y no lo soltaba, y el Ángel le decía: “Mira, ya amanece, está rayando el alba, ¡está amaneciendo!” Y cuando comienza a verse la claridad, aunque el sol todavía no se ve, pero ya todos saben que si está por el Este esa claridad, es la luz del sol que ya está surgiendo, y después se va a ver el sol. Y Jacob le decía: “Yo no te soltaré, hasta que me bendigas.” Y eso es lo que va a suceder con el pueblo hebreo: lo va a ver, va a ver ese séptimo Sello, y ahí también van a estar los ministerios de Moisés y Elías, lo van a ver (esos ministerios); van a ver a Elías precursando la Venida del Señor, van a ver a un profeta como Moisés del cual Dios le dijo a Moisés: “Profeta como tú les levantaré de en medio del pueblo.” Un profeta como Moisés obligatoriamente tiene que ser un profeta dispensacional; y eso cumplirá para los hebreos la Venida del Mesías, porque un profeta como Moisés para los hebreos será el Mesías. Y ahora, todo eso va a ser visto en las diferentes etapas del séptimo Sello, porque el séptimo Sello es la Venida del Señor. Y ahora, no queremos tropezar en ninguna de esas etapas que sean manifestadas por el séptimo Sello, ni con la etapa que tenga que ver con los escogidos que van a ser transformados, ni con la etapa que tenga que ver con las vírgenes insensatas, ni con la etapa que tenga que ver con el mundo (los perdidos), ni con la etapa que tenga que ver con los hebreos o los judíos (como les quieran llamar), pero estoy incluyendo las doce tribus. Ellos van a ser impactados, van a reconocer y se van a agarrar bien, y no van a querer soltarlo hasta que reciban la bendición. Eso va a suceder. Por lo tanto, cuando ustedes vean el séptimo Sello impactando a las vírgenes prudentes, no vayan a tropezar en nada, o cuando lo vean impactando a las vírgenes insensatas, o sea, teniendo un impacto en medio de las vírgenes insensatas, recuerden: no vayan a tropezar. Cuando lo vean, el séptimo Sello, impactando toda la humanidad, tampoco vayan a tropezar; cuando lo vean impactando o siendo impactado el pueblo hebreo, no vayan a tropezar en nada. Todos lo más probable van a decir: “Él es nuestro.” Recuerden estas palabras: “Él viene por Su Iglesia.” Porque Su Iglesia tiene la promesa de ser transformada y de ser llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a esa fiesta especial y única que está preparada en el Cielo para Cristo y Su Iglesia; y eso será la Cena de las Bodas del Cordero, como se hace en las Bodas, luego del casamiento hay una recepción donde hay comida. Así que hay una recepción para Cristo y Su Iglesia, y allá veremos cómo es. Lo importante es llegar. Así que, esperamos pronto estar listos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. La parte culminante del séptimo Sello será en una Gran Carpa-Catedral. No olviden eso. Ahí estará el séptimo Sello con un Nombre nuevo, ahí estará la presencia del Ángel del Pacto que le apareció a Moisés en una Columna de Fuego. Y ahora no vamos a explicar mucho, pero recuerden: la parte culminante será en una Carpa-Catedral. Por lo tanto, el séptimo Sello tendrá una Carpa-Catedral, el séptimo Sello tendrá la parte más importante en una Carpa-Catedral. Eso fue lo que vio el reverendo William Branham. Ahí es la Tercera Etapa, ahí es donde impactará totalmente a la Iglesia Novia que va a ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, dándole la fe para ser transformados; también serán impactadas las vírgenes insensatas, la humanidad completa, los hebreos también, ellos dirán: “Éste es el que estamos esperando,” pero Él viene por Su Iglesia, Él se tendrá que ir con Su Iglesia. La Iglesia del Señor Jesucristo, irá a la Cena de las Bodas del Cordero, y por consiguiente el séptimo Sello irá en ese rapto, el arrebatamiento de la Iglesia. Y ahora, vamos a dejar eso quietecito y terminamos con el tema: **“LAS ETAPAS DEL SÉPTIMO SELLO.”**. El cumplimiento del séptimo Sello y sus etapas tienen que ser de acuerdo a como fue precursado por el Espíritu Santo, a través del precursor de la Venida del Señor, que fue el reverendo William Branham con el espíritu y virtud de Elías, cosa que no podemos negar, porque la verdad no puede ser negada, no ponemos nada contra la verdad, sino por la verdad. Por lo tanto, el séptimo Sello y el cumplimiento del séptimo Sello y las diferentes etapas del séptimo Sello, están profetizadas en el mensaje que el Espíritu Santo dio a través del precursor de la segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, estaremos vigilando qué cosas han sido prometidas y entonces estaremos viendo lo que estará haciendo el séptimo Sello. Algunas veces hay personas que están buscando algo, y no saben lo que están buscando. A todos nos ha pasado eso: que de momento queremos buscar algo, ya sabemos lo que vamos a buscar, y cuando ya estamos en el sitio para buscarla se nos olvida lo que estamos buscando. “¿Qué es lo que estoy buscando? Se me olvidó.” Y a lo mejor lo tiene en la mano y no sabe que es eso. Tiene que volver atrás, antes, para buscar en su mente el momento en donde usted pensó en lo que iba a buscar; tiene que volver atrás. Y así es, hay que ir a lo que Dios dijo por medio del precursor. No hay otra forma. “¿Qué fue lo que fue prometido?” Y entonces mirar lo que está sucediendo, y si está sucediendo eso, es sin lugar a dudas es el cumplimiento de lo que fue prometido. Eso es sencillo, porque Cristo se revela en Su Palabra; o sea, en cumplir lo que lo Él prometió ahí es que Él está siendo revelado. Esa es la forma de Él revelarse. No hay otra forma: Él confirmando, vindicando, haciendo una realidad lo que fue prometido. Por eso Jesús decía: “Si yo no hago las obras de mi Padre, no me crean.” ¿Qué fue lo que Dios prometió que iba a hacer? Si prometió Dios que iba a enviar un hombre que nacería de una virgen, pues eso era lo que iba a estar siendo cumplido, y todo eso estaba siendo cumplido en la persona de Jesús; por consiguiente era Emanuel, Dios con nosotros en un hombre ungido con el Espíritu de Dios. Mesías significa: “Ungido.” “Cristo,” “Mesías,” todo eso significa: “Ungido.” Por lo tanto, ahí estará el Ungido, el Cristo, el Mesías en medio del pueblo. Así será en este tiempo final. Ustedes busquen en el Libro de *“Los Sellos,”* y encontrarán la página 469 que dice del Ángel que era diferente a los demás, dice: “Éste era el que tenía el séptimo Sello.” Y hoy, 28 de febrero, estamos recordando la ocasión en que siete ángeles le aparecieron al reverendo William Branham, y uno de ellos era diferente a los demás. Y el reverendo William Branham dice de ese ángel: “Es el que tenía el séptimo Sello.” Y esos ángeles que aparecieron, siete de ellos que aparecen allá en el Cielo, porque el reverendo William Branham en espíritu fue arrebatado y estuvo con ellos. Él ve siete, ¿pero cuántos hubo allí contando al reverendo William Branham? Hubo ocho. Cuando él mira, ve siete, el séptimo era diferente a los demás, y ése es el que tiene el séptimo Sello; y por consiguiente con la Venida de ese Ángel el séptimo Sello estará en la Tierra. Los otros ángeles son los mensajeros de las siete edades de la Iglesia, cada uno de ellos tuvo que venir a la Tierra. Ese ángel que es diferente a los demás también está prometido para venir y cumplir el séptimo Sello. Si no viene, pues no se cumple el séptimo Sello; pero si viene, sí se cumple el séptimo sello. Así también como para cada edad cuando vino el mensajero, el ángel mensajero de cada edad, se cumplió la edad para ese mensajero; y si viene el Ángel que era diferente a los demás, que cuando lo ve el reverendo William Branham, ve que es el séptimo porque no se está contando él, pero ese séptimo también es el octavo. Y si ese octavo Ángel viene, entonces surge una octava edad: la Edad de la Piedra Angular, la edad de la adopción; ése será el mensajero para esa edad; como cada ángel mensajero de las edades que estaban allí representados, fue el mensajero correspondiente a su tiempo. Tan sencillo como eso. Y vamos a dejarlo ahí quietecito. “**LAS ETAPAS DEL SÉPTIMO SELLO.”** Para este tiempo final están las bendiciones más grandes para la Iglesia del Señor Jesucristo. Que Dios nos ayude a ver esas etapas y ver a Cristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia cumpliendo esas etapas. Ahí no vamos a explicar mucho para evitar que surjan personas imitando, porque muchos imitadores siempre han salido diciendo que son ungidos por el Espíritu de Dios, pero son falsos ungidos, no están ungidos por el Espíritu de Dios. Que Dios les bendiga y les guarde, y les ayude en este tiempo final a ver cuál será el verdadero ungido con el Espíritu de Dios; y vamos a descubrir que será el Ángel de Apocalipsis, capítulo 7 que viene con el Sello del Dios vivo; el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo, y también es la estrella resplandeciente de la mañana, al cual le será dada esa estrella; y esa estrella es el Espíritu Santo, esa estrella es la Columna de Fuego, esa estrella es Cristo en Espíritu Santo, el Ángel del Pacto. Cristo dijo: “Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana.” Y Él ha prometido dársela al vencedor, darle el Espíritu Santo. En palabras más claras: va a recibir al Ángel del Pacto, y a través de esa persona, el Ángel del Pacto va a manifestarse, el séptimo Sello se va a manifestar (y ahí lo dejamos), veremos entonces las diferentes etapas del séptimo Sello. Y los entendidos en el tiempo final van a entender estas cosas (Daniel, capítulo 12 habla que los entendidos van a entender). **Que Dios les bendiga y les guarde, y les use grandemente Su Obra en este tiempo final.** Dejo nuevamente con ustedes al reverendo José Benjamín Pérez para concluir. Mientras él viene de camino, les expreso mi aprecio y agradecimiento por lo que están haciendo en favor del proyecto la Carpa-Catedral de Puerto Rico. Yo también respaldo ese proyecto y estoy brazo a brazo con Puerto Rico y ese proyecto de la Carpa-Catedral. Y esperamos que pronto esté en pie esa Carpa-Catedral, y que la gloria de Dios esté allí manifestada. Todavía no ha llegado hasta aquí, ya está aprendiendo con Miguel. Miguel se retiene bastante porque sabe que yo acostumbro a permanecer hablando en lo que él llega. También aprecio mucho y agradezco el respaldo que le han estado dando a AMISRAEL. Ustedes han estado viendo todo el trabajo que AMISRAEL está llevando a cabo; y aunque no es un grupo religioso, trabaja por la humanidad, queremos lo mejor para el ser humano. Ya puede pasar acá el reverendo Benjamín Pérez. Escuché que decía que se necesita un milagro. Dios es el que hace los milagros, pero lo vemos usando personas. Que Dios les use a todos para ese milagro junto a vuestras congregaciones. Y a ti, Miguel, también, con todos los ministros y todas las congregaciones, todas las Iglesias, todas las personas. **Que Dios te bendiga Miguel y a todos los ministros que están a través del satélite Amazonas o de internet y también los que están aquí presentes.** **Que Dios les bendiga y les guarde y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final. En el Nombre del Señor** **Jesucristo. Amén.** “**LAS ETAPAS DEL SÉPTIMO SELLO.”**