--- title: 'Las bodas de cana' date: 2008-11-22 activity: 1 place: city: Santiago de Chile state: Región Metropolitana country: CL duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas tardes, hermanas presentes, damas, jovencitas, niñitas también y adultas presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para saludarles y pedirle a Cristo Sus bendiciones sobre cada una de ustedes. **Que Cristo, el Ángel del Pacto, les bendiga, les prospere espiritualmente y les use grandemente en Su Obra en este tiempo final. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén.** ¿Están almorzando todavía? Mientras estén almorzando permanecemos aquí, para irnos hacia allá, que alguna de las damas nos avisen cuando ya hayan terminado y se hayan reunido. Si mandamos a una de las damas nunca van a decir, ¿verdad? Hablaba el doctor Salomón acerca de que las damas son las más trabajadoras en la casa, y también en la Obra del Señor trabajan mucho; siempre ha sido así. María es un ejemplo (la madre de Jesús), o sea, la mujer a través de la cual vino Jesús; es un ejemplo de una dama, de una mujer trabajadora, y de una mujer que conocía quién era Jesús; fue la primera que conoció a Jesús, que conoció quién era Jesús. Vean, también la primera que vio a Jesús resucitado fue (la primera persona) fue una mujer. Así que, vean ustedes, y fue una mujer la que tenía la promesa de que vendría a través de ella la simiente de Dios, y por eso se le llamó: “La simiente de la mujer,” que herirá al diablo en la cabeza. Eso es Génesis, capítulo 3, verso 15. Ahora, en este pasaje que citó el doctor Salomón Cunha, es muy interesante; le estaba mostrando a Kélita que yo tenía algo aquí escrito en estos días. Así es siempre ando con un papelito y bolígrafo o lápiz, para cuando llega algo, enseguida lo apunto, y estaba... tengo estos apuntes aquí, y pensaba tocar sobre esto en la reunión de ministros, y ahora habla Salomón acerca de las bodas de Caná, y esto habla del yugo matrimonial; o sea, en palabras más claras: es lo mismo. Recuerden que la fe logra muchas cosas, vamos a decir muchas cosas que van para (digamos) para *acá*, la fe las jala para *acá*; como decimos nosotros. Eso era lo que hacía Jacob: por la fe y con la fe jalaba las promesas, las bendiciones de la primogenitura, y él estaba interesado en ellas, y por lo tanto con la fe y por la fe las jalaba y las hacía suyas esas bendiciones. El caso de las bodas de Caná, vean, se refiere a un pacto matrimonial que se estaba llevando a cabo allí; y luego, siempre que se lleva a cabo una boda, luego hay una recepción; y entre los judíos la recepción no era con gaseosa, sino con vino. Y ya no se sabe cómo estaban, pues habían acabado todo el vino, y los que estaban a cargo de esa recepción, de las bodas y todo, vean, conocían bien a María, y habían invitado también al hijo de María: a Jesús y Sus discípulos. Juan el Bautista todavía estaba vivo, y era solamente seis meses de ministerio, más o menos de ministerio de introducción precursando la primera Venida de Cristo; y Jesús estaba en ese ciclo en donde Juan el Bautista todavía estaba haciendo la introducción del Mesías, y ya Jesús estaba comenzando a reunir las personas que iban a trabajar con Él en esa labor, pues dice que fueron también invitados Jesús y Sus discípulos. Por lo tanto, ya Él comenzaba a predicar, y de seguro ya había hecho algunos milagros, pues era esa primera etapa en la cual estaban viviendo la introducción de la Venida del Mesías. Ya Juan había presentado a Jesús como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, como el que los bautizaría con Espíritu Santo y Fuego, en el capítulo anterior, en el capítulo 1 \[San Juan\]. Y ya Jesús comienza esa etapa primera, pero la comienza en la etapa en que Juan todavía está precursando al Mesías, era la etapa de introducción; y está en unas bodas, las cuales son tipo y figura de las Bodas de Cristo y Su Iglesia; y María representa también la Iglesia del Señor, que es la que conoce a Cristo; y Jesús es el Verbo hecho carne, la Palabra, es la promesa del Mesías, la promesa mesiánica hecha realidad, hecha carne. Es nada menos que el Ángel del Pacto que había libertado al pueblo hebreo, ahora está en un cuerpo de carne en medio de los hebreos. Saber que Jesús, Jesucristo, es el Ángel del Pacto, es una revelación muy grande que las personas que la tienen pueden entonces comprender la persona tan grande que es el Señor Jesucristo, y entonces pueden comprender las palabras de Jesús cuando dijo: “Antes que Abraham fuese, Yo soy.” ¿Eso está dónde? San Juan, capítulo 8, versos 56 al 58. Y ahora, podemos ver, saber cómo era Jesucristo antes de venir en un cuerpo de carne. Él también dice que “Abraham deseó ver su día, lo vio, y se gozó.” Deseó ver el día de Jesús hecho hombre en medio de la raza humana, y eso él lo vio cuando aquellos tres Ángeles lo visitaron y comieron con él. Jesucristo allí estaba. Y ahora, recuerden, esta fiesta de las bodas de Caná se están llevando a cabo, recuerden que ése es el tipo y figura de Cristo y Su Iglesia. A través de las edades, hemos encontrado una gran fiesta en medio del Cristianismo, y un estímulo muy grande de edad en edad: eso es el vino, porque el vino representa el estímulo que es producido por la Palabra revelada para cada edad. En cada ocasión en que la Palabra prometida para cada edad ha sido hecha carne en el mensajero y en el pueblo que ha recibido esa Palabra, un estímulo muy grande se ha llevado a cabo, el cual está representando en el estímulo que obtienen las personas que en las bodas están tomando el vino que les dan, y hasta se les suelta la lengua a algunas personas; y entonces en algunas que eran un poquito tímidas que no hablaban casi, hablan todo lo que no hablaron en el tiempo en que estaban muy tímidas. Y ahora, por medio de la Palabra de Dios revelada para cada edad viene ese estímulo que sale desde el alma de cada creyente en Cristo; y esos son los avivamientos que han ocurrido en cada edad. El avivamiento entonces ha estado dentro de la persona por medio del vino de la Palabra revelada que han recibido, y entonces de ahí sale esa alegría, ese gozo que no puede ser explicado, sino que es experimentado por cada creyente en Cristo. Y ahora, el vino llegó un momento en que se acabó; y si se acababa el vino, se acababa el estímulo, se acababa la alegría, el gozo, porque así es en la fiestas hebreas. Y ahora, María que estaba allí trabajando en esas bodas, parece que era una familia muy amiga, o eran familia de ella; y estaba allí como algunas ocasiones hay personas, y principalmente damas, que son invitadas para que ayuden a la preparación de unas bodas y para que estén allí. Algunas se encargan de las cosas que van a ser usadas, y cuando van a partir ¿cómo le llaman acá? Cuando van a partir la torta, ellas están allí pendientes; y tiene que estar una persona que sepa, porque si no la cortan en pedazos muy grandes y se queda la mitad de las personas sin torta. Y María estaba allí, y tenía una participación muy importante, porque dice que faltando el vino, la madre de Jesús vino a Jesús y le dijo: “No tienen vino.” Parece que ella tenía una responsabilidad también grande en esa boda. Y, o tomaron muy rápido el vino, o la fiesta se iba a extender un poquito más, o con los discípulos de Jesús se agotó muy rápido el vino. Para ellos es normal, como para los chilenos, tomar vino; para otros países tomar vino no es tan normal, ni es tan bajo el precio como lo es acá. Pero allá era normal así tomar el vino, como lo es todavía; y el vino por cuanto representa el estímulo que trae la Palabra revelada para cada edad, vean ustedes, allá acabándose el vino muestra que en medio del Cristianismo el estímulo por el vino de la Palabra revelada se acabaría en algún momento. Y vean, noten esto aquí bien, esto es muy importante \[San Juan, capítulo 2\], el verso 11, dice: “*Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.”* Esto ocurrió literalmente. Si literalmente fue grande, cuánto más en lo que el tipo y figura representa en medio del Cristianismo para el tiempo final, porque las cosas espirituales son más grandes, más importantes que las físicas. Y ahora, a través de las diferentes edades se ha tenido el vino, el estímulo, por medio de la Palabra que ha sido revelada. Pero luego de la séptima etapa o edad de la Iglesia, el estímulo se acaba. Y ahora, en medio del Cristianismo, la Iglesia representada en María, dice: “No hay gozo, no hay alegría en medio de la juventud, falta algo, falta algo.” Lo que María decía: falta algo, falta el vino que es producido por la Palabra revelada para cada edad. ¿Quieren que haya alegría en medio de la juventud, en medio de los niños, en medio de los adultos y en medio de los ancianos? Hay que llenar las tinajas o tinajuelas con agua para que se convierta en vino, en estímulo para cada creyente. Recuerden que todas esas personas que allí estaban eran creyentes, pues eran del Judaísmo. Y ahora, luego de todos estos siglos en medio del Cristianismo, muchos ministros dicen: “Falta algo, hay algo que falta para que la juventud tenga gozo, tenga alegría y siga al Señor.” Así estaba aquella fiesta en ese momento que María se preocupó, y viene a Jesús sabiendo que Jesús era el Hijo de Dios, y ya de seguro había visto muchas cosas que había Jesús llevado a cabo; ya el Ángel también le había hablado a María, ya hacía cerca de treinta años (unos treinta años), ya le había hablado de que el niño que tendría ella, sería llamado Hijo de Dios, Dios le daría el Trono de David Su Padre, o sea, que sabía que ése era el Hijo de David, que ése sería el que se sentaría en el Trono de David, el heredero al Trono. Recuerden que el mismo Jesús dice que ese Trono de David es Su Trono, ¿dónde lo dice? En Apocalipsis, capítulo 3, verso 21, dice: “*Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono* (¿ve?)*, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.”* Lo más difícil no es sentarse en el Trono de David, sino en el Trono de Dios, y ya se había sentado. Y ahora dice: “Así como me he sentado en el Trono de mi Padre, vencí y me senté en el Trono del Padre, así yo le daré al vencedor que se siente conmigo en mi Trono.” O sea, en el trono terrenal: el Trono de David. ¿Ve que dice que ese es el Trono de Él? El Ángel Gabriel también lo dijo: “Él es el heredero a ese Trono.” Así que, está ligado a ese Trono y al heredero de ese Trono, el convertir el agua en vino. Hay que echar el agua para que se convierta en vino por la Palabra del Señor, pues María dijo: “Hagan todo lo que Él diga.” Cuando ella le dice a Él: “Mira, no tienen vino.” Él le dice, Jesús le dijo: “¿Qué tienes conmigo, mujer? Aún no ha venido mi hora.” ¿Ven? Ya Él sabe a qué se refiere cuando le dice: “No tienen vino.” Ya Él sabe que le está diciendo: “Pues, ahí está a cargo tuyo ahora, ese problema, esa necesidad.” Ella sabía que para Jesús no había limitaciones, sabía que era el Hijo de Dios, y sabía que todo lo que Él pidiera al Padre, el Padre se lo concedería. Ella sabía que mandar a buscar vino a la tienda era imposible. Y ahora, necesitan vino para que siga la fiesta, porque en medio de Israel una fiesta sin vino no tiene alegría. Y ahora, Jesús le dice: “¿Qué tienes conmigo, mujer?” O sea, el problema que María tenía era de ella, porque ella tenía una responsabilidad, y si era la que estaba a cargo de la fiesta, iba a quedar muy mal si la fiesta terminaba o continuaba sin tener vino, iba a ser una fiesta muy monótona ahí sin vino, el estímulo ya se estaba acabando y no iba a tener alegría esa fiesta. Pero eso era algo terrenal, humano, y lo de Jesús es algo divino, eran dos cosas diferentes. Y ahora, por medio de lo que María hace: hablar con Jesús, encomendarle a Jesús una labor en esa forma en que ella lo hizo, le echó a Jesús la carga, la responsabilidad. Ahí estaba orando a Jesús en forma indirecta quizás, pues estaba colocando en Sus manos un problema como lo hacemos nosotros, cuando tenemos un problema que no podemos resolver, lo presentamos a Dios. Y ahora, Jesús dice: “Mujer, ¿qué tienes conmigo? Aún no ha venido mi hora.” O sea, que Él sabía que ella quería que Jesús obrara desde el punto de vista divino, desde el punto de vista de una manifestación de Dios a través de Él, para la solución a ese problema. Y una mujer: María, hace que lo divino entre en acción para la parte humana de esas personas que allí estaban; o sea, hace que se entrelace lo divino con lo humano, aunque no era el tiempo todavía. Aun fuera de tiempo una mujer hace que el poder de Dios se manifieste. Y ahora, recuerden que las mujeres siempre han tenido una parte importante; también fue una mujer la que sacó de Vida eterna a la descendencia humana. O sea, que vean, tuvo una parte ahí, pero las de nuestro tiempo quieren actuar en la forma correcta, que las cosas eternas vengan para la raza humana. Y ahora, Jesús dice: “Todavía no es mi tiempo.” Y eso era una palabra difícil para María recibir, pues había criado a Jesús, y ahora que le diga: “No es mi tiempo todavía,” sabiendo ella que Jesús y a través de Jesús el poder de Dios se manifestaba, y no había nada imposible para Jesús. Y ahora, ella le dice a los que sirven: “Vayan, hagan todo lo que Él les diga que hagan. Vayan a Él, pregunten ahora a Él qué tenemos que hacer, qué hacemos, cómo hacemos. Hagan todo lo que Él les diga.” En palabras más claras María le dijo: “En Tus manos ahora encomiendo el problema.” Y se va, pero de seguro se quedaba mirando a ver qué iba a pasar. Cuando van a Jesús, le preguntan qué hacen; habían allí seis tinajuelas o tinajas, cántaros de agua para echar agua. Vamos a ver cómo dice \[San Juan 2:6\]: “*...tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros.”* O sea, que eso era bastante. Quizás hizo más vino que todo el que habían usado primero. Y mandó a llenar...estaban vacías, dice, vamos a ver si dicen que estaban vacías; aquí no lo dice, vamos a dejarlo entonces, si no estaban vacías, estaban llenas y no se sabe si... aquí aunque no dice que estaban vacías, pero por lo que dice, uno entiende que estaban vacías. Pero vamos a pensar que podían estar vacías, o podían estar media o podía faltarle un poquito de agua. Dice: “*Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba.”* Pensando que estaban vacías, entonces tuvieron que buscar bastante agua. ¿Cómo la consiguieron? No sabemos, pero las llenaron. “*Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.”* De seguro Él dio gracias al Padre, y pidió la bendición sobre esas aguas, que fueran convertidas en vino. Recuerden que el vino viene de la uva, y la uva saca del agua, todo lo pasa por el proceso de la planta y lo trae en la uva. Si usted toma una uva y la exprime, va a obtener líquido, y una parte muy alta del líquido es agua, y de la uva sacan el vino. Así que, ahora era convertir el agua en vino, o sea, que lo que tarda una planta de uvas (bastante tiempo) en convertir el agua en uva, y ahí después lo que hacen el vino, convertir esas uvas en vino, todo ese tiempo Jesús lo acortó tanto, que en quizás segundos o minutos Él convirtió el agua en vino, pues Él dijo: “Yo soy la Vid verdadera.” \[San Juan 15:1\]. Y ahora, la Vid Verdadera ahí está convirtiendo el agua en vino, en una forma muy rápida, como la vid convierte el agua en vino, pero le toma mucho tiempo. Y ahora, todo esto nos habla para el tiempo final de una bendición grande, en donde habrá un estímulo muy grande en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo: está ligada a las Bodas del Cordero. Este principio de milagros hizo Jesús \[San Juan, capítulo 2\], dice el verso 11: “*Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.”* Y Caná de Galilea es dicho también, vamos a ver, es que esto si lo buscamos por toda la línea profética, tendremos un cuadro bien claro y hermoso. Miren, estaba profetizado en Isaías, capítulo 9, verso 1 en adelante, dice: “*Mas no habrá siempre oscuridad para la que está ahora en angustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo que livianamente tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón y a la tierra de Neftalí; pues al fin llenará de gloria el camino del mar, de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles.”* Siendo en Galilea este milagro de las bodas de Caná, siendo allá en ese territorio (vamos a ver) fue en Galilea, y Galilea nos habla de los gentiles, se repetirá en el campo espiritual en lo que Galilea representa, Galilea de los gentiles. Por lo tanto, para los gentiles hay una bendición muy grande. “*El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos.”* Y ahora, miren cómo luego en el ministerio de Jesús, comenzando Su ministerio también... por lo tanto esto puede estar en esos mismos días en el capítulo 4. En el capítulo 4 nos habla y dice que Jesús principia Su ministerio, dice \[San Mateo\], capítulo 4, verso 12 en adelante, esto fue después de la tentación, después de los cuarenta días de ayuno y la tentación, dice: “*Cuando Jesús oyó que Juan estaba preso, volvió a Galilea;* *y dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en la región de Zabulón y de Neftalí,* *para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:* *Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,* *Camino del mar, al otro lado del Jordán,* *Galilea de los gentiles;* *El pueblo asentado en tinieblas vio gran luz;* *Y a los asentados en región de sombra de muerte,* *Luz les resplandeció.* *Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.”* Y aquí comienza predicando el Evangelio del Reino, o sea, en ese tiempo: “*Desde entonces comenzó* (¿ve?)*...* *Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.* *Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores.”* Esto sucedió primero, y ya después van a las bodas en otro día, no sabemos cuántos días después, pues Jesús vivía allá en Galilea, allá en Nazaret en un territorio, en donde iban a pie de un sitio a otro. ¿ Y por qué iban a pie? Pues no había automóviles, tenían que ir a pie o en burritos en esos días. Ahora, vean el verso 23, dice: “*Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.”* Y ahora, vean, estuvo allá enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino. El Evangelio del Reino fue predicado por Juan el Bautista, y por Jesús y por los apóstoles hasta el día de la muerte de Jesús. Y luego, quizás unos días luego cuando Jesús resucitó, todavía les hablaba del Reino de Dios, pero del Día de Pentecostés en adelante se comenzó a predicar el Evangelio de la Gracia, el Evangelio de Cristo, y se comenzó a enseñar cómo entrar al Reino de Dios, al Reino de los Cielos en la esfera espiritual. Pero el Evangelio del Reino se detuvo, ya del Día de Pentecostés en adelante no se estuvo predicando el Evangelio del Reino entre los apóstoles, entre la Iglesia primitiva, ni tampoco en las siete edades de la Iglesia. El Evangelio del Reino será predicado nuevamente por los dos Olivos, que son los ministerios de Moisés y Elías. Y por lo tanto vendrán hablando de la restauración del Reino de Dios en la Tierra, que será la restauración del Reino de David, y también será la restauración del Reino de Dios que estuvo en los días de Adán y Eva antes de la caída. Y ahora, siendo que se requiere en medio de los creyentes en Cristo que haya regocijo, estímulo, alegría, gozo, se requiere entonces el vino que es el estímulo que viene por medio de la Palabra revelada, para el tiempo en que las personas están viviendo. Por lo cual se requiere el agua de la Lluvia Temprana y Tardía, el agua de la Lluvia Temprana del Evangelio de la Gracia, y el agua de la Lluvia Tardía del Evangelio del Reino. Con esas dos lluvias, o esas dos aguas de esas dos lluvias, se llenan las tinajas y se convierten en estímulo, ¿ven? Por medio de la predicación del Evangelio de la Gracia y del Evangelio del Reino, las dos cosas a la misma vez, cayendo a la misma vez, por la cual se estará escuchando la predicación del Evangelio de la Gracia y la predicación del Evangelio del Reino; o sea, que se estará hablando del Evangelio de la Gracia: de Cristo, de la muerte de Cristo como Redentor, se estará hablando del Cristianismo y de todas estas cosas correspondientes al Cristianismo, pero también se estará hablando del Reino de David, de la restauración del Reino de David; se estará hablando de todo aquello que Jesús hablaba bajo la predicación del Reino cuando le dice a Sus discípulos: “Ustedes doce que han estado conmigo, ustedes que están conmigo, en el Reino se sentarán en doce tronos, y juzgarán a las doce tribus de Israel.” Y son veinticuatro tronos, ¿y qué de los otros tronos? Esos ya están comprometidos con los doce patriarcas, hijos de Jacob. Y ahora, vean, se estará hablando de todas estas cosas con relación al Reino que va a ser establecido en la Tierra, en donde los apóstoles están ligados al Reino y a las tribus de Israel, allá en la tierra de Israel. Y se estará hablando también de los creyentes en Cristo, y todas estas labores que se estarán llevando a cabo en ese Reino que va a ser establecido, ya que en el Evangelio y las cartas apostólicas, se habla de los creyentes como Reyes, como Sacerdotes y también como Jueces, cuando San Pablo dice por ahí por el capítulo 6 de Primera de Corintios, que los santos juzgarán al mundo. Si los santos van a juzgar al mundo, vean, no solamente la cosa va a ser en Israel, pues allá los apóstoles van a juzgar a las doce tribus de Israel, pero los santos van a juzgar al mundo; o sea, los creyentes en Cristo con sus diferentes mensajeros de cada tiempo, tendrán esa labor en ese Reino del Mesías y después en el juicio final también, porque dice que los santos también juzgarán al mundo y aun a los ángeles. Es que ése es el poder judicial del cual Cristo es el Juez Supremo y los creyentes en Cristo encabezados en sus mensajeros de cada edad, son el gabinete de ese poder judicial; es como el gabinete del poder sacerdotal del cual Cristo es el Sumo Sacerdote de ese poder sacerdotal de Melquisedec, los creyentes en Cristo encabezados en los mensajeros son el gabinete de ese poder sacerdotal, o sea, son los sacerdotes; y por consiguiente todos los miembros del Cuerpo Místico de Cristo trabajarán en ese aspecto religioso del Reino del Mesías. Y también pertenecen a la realeza, por eso son hijos e hijas de Dios. Y si son hijos e hijas de Dios, y Dios es el Rey, son Príncipes y Princesas, son nada menos que la realeza de ese Reino del Mesías que va a ser establecido en la Tierra, y no solamente de este reino terrenal, sino que son la realeza de los Cielos también, del Reino celestial. Y así es como los ángeles ven a los creyentes en Cristo: como Príncipes y Princesas, como miembros de la realeza del Reino celestial. Y ahora, se requiere que en este tiempo final se eche sobre las tinajuelas el agua de la Lluvia Temprana y Tardía, y eso es lo que va producir el estímulo espiritual que necesita el alma de los niños, de los jóvenes, de los adultos y de los ancianos; y habrá regocijo en ser creyentes en Cristo, tendrán gozo por ser creyentes en Cristo, porque eso saldrá de adentro hacia afuera. Por lo tanto, hay que colocar dentro del alma de las personas esa agua de la Lluvia Tardía o Temprana, o Temprana y Tardía, porque las dos vienen en este tiempo final; y ése es el milagro que es señalado para este tiempo, y después de ése vendrán otros milagros; ése es el milagro espiritual correspondiente a este tiempo final, para traer el gozo y la alegría en el alma de todos los creyentes en Cristo. Y serán muchos los que vendrán buscando el agua convertida en vino, pues el agua colocada en el cántaro del corazón de las personas, se convertirá en estímulo: en vino, y por lo tanto, felicidad y paz, paz y felicidad para los creyentes en Cristo. Cuando en una fiesta o en una boda, dicen que va a haber mucho vino, muchas personas van para tomar vino, porque les gusta el vino para sentirse estimulados, sentirse alegres, gozosos; y vean, cuando toman vino son estimulados como el Día de Pentecostés fueron estimulados por el vino de la revelación divina que les trajo el Espíritu Santo, y hablaron en otras lenguas, en otros idiomas que los que habían venido de otras naciones que conocían esos idiomas en que ellos habían nacido y se habían criado, y hablaban desde niños, los entendieron. Siempre se tiene un mensaje cuando la persona está estimulada por la Palabra revelada que ha recibido, y habla de esa Palabra a otras personas, la lleva y otras personas también obtienen esa bendición, y son estimulados por esa Palabra prometida, revelada para las personas de ese tiempo. Ya parece que comenzaron, ¿verdad? ¿O no? Ellos no deben preocuparse porque está quedando grabado, y entonces lo único que haremos es continuar con el otro papelito que lo tengo por aquí. Estamos realmente... por aquí están estos dos papelitos y en estos dos papelitos están todas las cosas que estamos hablando; estamos hablando de *éste* y después continuaremos con *éste* allá. Recuerden, que era una fiesta de boda, una fiesta de unión matrimonial. Recuerden ustedes, es un dicho que hay cuando las personas se casan y dicen: “Te echaste (¿qué?) la soga al cuello.” También las personas se enyugan (los que conocen del campo), cuando van a trabajar en el campo, y hay bueyes, colocan dos bueyes y le ponen un yugo, lo enyugan, y así es en el matrimonio. San Pablo dice: “No hagáis yugos desiguales con los incrédulos.” \[Segunda de Corintios 6:14\]. ¿ Ve? El matrimonio es un yugo en el cual se unen dos personas, y entonces vienen a ser una ayuda idónea, la compañera con y del hombre; y por lo tanto tienen que ir caminando paso a paso en la vida unidos, no tirando uno para un lado y otro para el otro, porque se puede desenyugar, y no vamos a explicar mucho eso, pero ya ustedes saben que desenyugarse es divorciarse. Y Dios quiere que las personas que se colocan el yugo del matrimonio, hacen yugo matrimonial, permanezcan en sus vidas unidos trabajando en la Obra del Señor y criando a sus hijos, y esperando estar en el milenio juntos con todos sus hijos, para disfrutar las bendiciones que Dios tiene preparadas en el Reino del Mesías. La vida acá es dura, como en el trabajo, cuando se va a llevar a cabo una siembra, en el tiempo en que no había tractores y cosas así, eran los bueyes los que trabajan para el arado, y el trabajo era duro para esos bueyes, y para los que guiaban esos bueyes. Eliseo era uno, un boyero, boyero de bueyes, que araba con bueyes, así que tenemos personajes bíblicos que trabajaron en esa labor. Y ahora, vean ustedes, cómo en la vida espiritual hubo un hombre que amamos mucho nosotros, que dijo de la siguiente manera, y vamos a leerlo y después les digo el pasaje: “*Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar* (nos habla del descanso del alma, tipificado en el descanso físico)*.* *Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;* *porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”* Y ahora, si vamos a llevar el yugo de Cristo, entonces vamos a estar enyugados con Cristo en el nuevo Pacto matrimonial, en el nuevo Pacto que Él dijo que establecería con Su pueblo, y por consiguiente para trabajar con Cristo en el Programa de Cristo; como cuando son enyugados dos bueyes, es para trabajar en las labores que están asignadas para esos dos bueyes trabajar. Y ahora, en las labores para las que Cristo está asignado trabajar, estando en medio de Su Iglesia, durante la Dispensación de la Gracia, al estar enyugada con Cristo Su Iglesia compuesta por los creyentes en Él, es para trabajar en Su Obra. Ya estamos hablando de lo que es del otro papelito, de los ministros, pero está quedando grabado y de seguro vamos a tener que oírlo primero para seguirle el hilo después. Vean, cuando Cristo está aquí diciendo: “*Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí , que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;* *porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”* \[San Mateo 11:28-30\]. Y ahora, cuando nos está hablando esto, nos está hablando de un nuevo Pacto en el cual todos los creyentes en Cristo que vienen a formar parte de la Iglesia, estarán haciendo yugo con Cristo, por eso Él es el Esposo y Novio de Su Iglesia. Y ahora, vean cómo una cosa tan sencilla: “Llevad mi yugo sobre vosotros,” uno lo lee y puede obtener un conocimiento muy amplio de lo que esto significa. Estamos enyugados con Cristo bajo un nuevo Pacto, en el cual vamos junto a Cristo trabajando en el campo del Señor, en la Obra del Señor, y cada cual para la temporada o edad que le corresponde trabajar con Cristo en la Obra de Dios. Por lo tanto, adelante, y sabiendo que el yugo de Cristo Él dice que fácil, es liviano. Y dice: “*...y hallaréis descanso para vuestras almas.”* Es motivo de alegría, y de felicidad y de descanso para nuestra alma llevar el yugo de Cristo, estar enyugados con Cristo bajo la Dispensación de la Gracia, bajo el nuevo Pacto; y así vean ustedes, no estábamos bajo el yugo de la Ley, sino estamos bajo la Dispensación de la Gracia bajo el nuevo Pacto, cubiertos con la Sangre del nuevo Pacto, que es la Sangre de Cristo, la Sangre del Pacto eterno, como dice San Pablo en Hebreos, capítulo 13, versos 20 al 21. Y como dice Cristo en San Mateo, capítulo 26, versos 26 al 29, cuando da la copa de vino a Sus discípulos en la víspera de la Pascua, les dice: “*... bebed de ella todos;* *porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos* (por nosotros) *es derramada para remisión de los pecados.”* Hemos visto en forma aquí rápida: **“LAS BODAS DE CANÁ,”** en el sentido profético y cómo ha llegado hasta nosotros la bendición de **“LAS BODAS DE CANÁ.”** Durante las diferentes edades, vean, vamos a ver dos cumplimientos: bajo el tiempo de los apóstoles y las edades, el agua Cristo la colocó, el agua del Evangelio de la Gracia y trajo estímulo para todas las edades también. Pero también si lo colocamos esa parte del milagro, y colocamos que el vino que ya se habían tomado desde que comenzó la fiesta hasta que se acabó, podríamos decir que también se cumple del día de los apóstoles hasta el séptimo mensajero de la Iglesia, representada en la Iglesia de la Laodicea; y que ahora, después de él se acabó el vino: el estímulo. Pero también podemos colocar que bajo la Dispensación de la Ley hubo estímulo, en cada etapa que hubo un avivamiento, un despertamiento y después que Juan el Bautista termina su ministerio o llega a su final, se acaba el vino: el estímulo; y ahora Jesús coloca un nuevo vino para traer el nuevo estímulo que se necesita en medio del Cristianismo. Por eso el gozo que hay en los que reciben a Cristo como Salvador y a los que perseveran sirviendo a Cristo. O sea, que tiene un doble cumplimiento las bodas de Caná y el agua convertida en vino. Y ahora, esto es así porque también bajo la Ley el pueblo hebreo siendo la Iglesia del Antiguo Testamento, estaba enyugada con Dios. Y ahí vamos a dejar esa partecita quietecita ahí, nosotros los amamos mucho y queremos lo mejor para el pueblo hebreo. Bajo un nuevo Pacto el Cristianismo ha estado sirviendo a Dios. Y ahora, hemos llegado al tiempo final en donde la Dispensación de la Gracia ha estado llegando a su final, y el vino: el estímulo, ha estado desapareciendo de en medio del Cristianismo y están clamando por algo que reconocen que les falta para que traiga estímulo, alegría, gozo en medio de los jóvenes y en medio de todos los cristianos. Y el milagro grande para este tiempo es que el agua de la Lluvia Temprana y Tardía o de la Lluvia Tardía y Temprana, en términos que entendemos: del Evangelio del Reino y del Evangelio de la Gracia, sea derramada esa agua en el corazón de las personas y también en medio del Cristianismo como Cuerpo Místico de Cristo; y entonces habrá gozo, habrá paz, habrá alegría, estímulo, y por consiguiente felicidad en los creyentes en Cristo. Así como no era el tiempo, dijo Jesús, todavía, aunque ya había comenzado muchas cosas: había sido bautizado, ya tenía un grupo de discípulos, por lo tanto estaba haciendo ya algo; pero no era el tiempo todavía conforme a como nos dice Jesús. Y ahora, aunque todavía no es el tiempo para ciertas cosas, el milagro de ser convertida el agua en vino, es el milagro que se requiere en este tiempo final, y solamente lo puede hacer el Espíritu Santo que estuvo en Cristo en aquel tiempo, el Espíritu Santo nuevamente manifestándose en este tempo final, y trayéndonos el agua de la Palabra, del Evangelio del Reino y del Evangelio de la Gracia, trayéndonos la Lluvia Tardía y la Lluvia Temprana a la misma vez en este tiempo final. Y cuando estemos viendo eso, recuerden: este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y Caná de Galilea pertenece al territorio de Galilea de los gentiles, tipo y figura del territorio de los gentiles, en donde el Evangelio de Cristo ha estado siendo proclamado, y que para este tiempo final todavía está en medio de los gentiles. En el territorio que corresponda la etapa final, ahí tendremos las tinajas de piedras vivas, de piedras, pero de piedras vivas llenas de agua convertida en vino, del agua de la Palabra del Evangelio del Reino y del Evangelio de la Gracia convertida en estímulo en los creyentes de Cristo de este tiempo final. Y así es como comenzará el Programa Divino del tiempo final. Esa será la señal grande del tiempo final, de la obra correspondiente al tiempo de final de parte de Dios, de parte de Cristo. Y el resto de los milagros y predicaciones que llevó a cabo, vienen luego a ser tipo y figura de lo que Él estará haciendo en este tiempo final. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión. Que Dios les bendiga y les guarde y adelante trabajando en la Obra de Cristo. Dejo nuevamente por aquí al doctor Salomón Cunha, y luego de él haber hablado tan bonito, tan hermoso de las damas, yo creo que va a pasar a su esposa Kélita para que les dé también un saludo. Ella es de las que trabaja de día y de noche en la Obra del Señor, y trabaja bien, trabaja sabiendo lo que está haciendo. Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y con ustedes nuevamente Salomón Cunha porque a él es el que le corresponde continuar. Dios les bendiga. “**LAS BODAS DE CANÁ.”**