--- title: 'El día de la redención' date: 2008-07-19 activity: 1 place: city: Ciudad de Guatemala state: country: GT duration: 00:00:00 public: false youtube: rm: true translations: files: --- Muy buenas tardes, amados amigos y compañeros en el ministerio, en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Es una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión. Aprecio y agradezco mucho todo lo que han hecho, lo que están haciendo y lo que harán por Puerto Rico en este proyecto que están llevando a cabo allá (La Carpa Corporation) en la compra y también la construcción de un nuevo auditorio, la compra del terreno o terrenos, y la construcción del nuevo auditorio que ya mandaron hacer. Y en cuanto al terreno, ya dieron la mitad del pronto y les falta la otra mitad del pronto pago en estos días; y esperamos, esperan que todos los ministros y sus congregaciones estén orando por todo ese proyecto y por lo que se va a completar del pronto pago. Y aprecio mucho el respaldo, tanto espiritual como físico, que le están dando y le darán, para que puedan allá en Puerto Rico completar el pronto pago y luego también el resto de los pagos mensuales que tendrán. Es un proyecto realmente importante, ya que en las profecías habladas por el Ángel a través del reverendo William Branham encontramos que él habló de un lugar donde fue llevado, y vio una actividad grande que se estaba llevando allí a cabo; vio llamamiento al altar y también oración por los enfermos; y no era su auditorio, no era su tabernáculo, era de otro. Y dice que él trataba de bajar, pero se quedaba arriba en el aire; y aun cuando vio a los enfermos siendo sanados él estaba en el aire viendo todo lo que estaba pasando; por lo tanto, no era él. Ahora, el reverendo William Branham también dice que los santos que partieron nos ven de donde están; o sea, desde el Paraíso ven hacia acá. Y por lo tanto, él ahí ya había partido, y está viendo todo lo que está sucediendo; o sea, pasó a un tiempo, en esa Visión, pasó a un tiempo que corresponde después que él había partido, porque en el tiempo en que él vivió no se cumplió esa profecía. Y él dice: “Hay una cosa que todavía no se ha cumplido, y es la Visión de la Carpa”. Ustedes lo pueden encontrar en el libro de Citas \[Citas, pág. 120, párr. 1068\]; y eso lo dijo por ahí por el año 1965, por ahí más o menos, que fue el año en que él partió. O sea que eso estaba para después que él partiera de esta Tierra; y en algún lugar tiene que materializarse esa profecía. Y por cuanto ahí va a estar cumpliéndose la Tercera Etapa, que es el misterio del Séptimo Sello…; y también la Espada en la mano, que es la Palabra creadora siendo hablada y también es los Siete Truenos hablando. Y todo eso estaba en un idioma desconocido para él; por lo tanto, no estaba en inglés. Y por consiguiente, Cristo, el Ángel Fuerte, hablando y emitiendo siete truenos Su Voz: es Cristo hablando en el Día Postrero en otra etapa del Programa Divino, en donde al final habrá una Carpa Catedral, o sea, algo gigante, y estará hablando ahí Cristo. Todos esperaban que hablara por medio del reverendo William Branham, pero no se cumplió en aquel tiempo. Si se cumplía en aquel tiempo, pues Cristo, el Espíritu Santo, en Espíritu Santo, hubiera estado en él hablando, y los Siete Truenos hubieran estado emitiendo sus voces y revelando el misterio del Séptimo Sello; porque el misterio del Séptimo Sello, que es el misterio de la Venida del Señor con Sus Ángeles…; y eso, el misterio del Séptimo Sello, es el misterio de la Séptima Trompeta, que son Moisés y Elías; y el misterio del Séptimo Sello, que es la Venida del Señor. Dice: “La Séptima Trompeta y el Séptimo Sello es lo mismo” \[Citas, pág. 128, párr. 1143\]: es la Venida del Señor. Y ese misterio lo dan a conocer los Siete Truenos de Apocalipsis, o sea, la Voz de Cristo; es Cristo hablando, Cristo, el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, el Espíritu Santo, hablando; y tiene que hablar por medio de alguien. Y si hubiera sido el cumplimiento de - para esa profecía en el tiempo del reverendo William Branham, tenía que hablar por medio de él, abrir ese misterio; pero él dice que ese misterio… Miren para qué tiempo él dice que será abierto ese misterio. Vamos a ver si este es el… vamos a ver si este libro es el… 482 y 483 del libro de Los Sellos, de esta versión en español, dice: “197. Ahora, en la Obra completa tenemos, por la gracia de Dios, todos los misterios de los seis Sellos que habían sido sellados, y sabemos y entendemos que el Séptimo Sello no será dado a conocer al público. 198. En la hora de Su venida cuando acontecerá la destrucción de la Tierra, ustedes saben, cuando le hicieron la pregunta en cuanto a cuándo sería la señal de Su Venida y del fin del mundo en Mateo 24. Él les contestó eso y les habló de Israel estando de nuevo en su país, en el versículo 31; pero luego se fue a las parábolas (o sea, él habló de Israel en el verso 31, pero luego se fue a las parábolas): ‘De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el vera­no está cerca’”. Recuerden, cuando habla de “el verano está cerca” se refiere: “el Reino de Dios está cerca”. “\[198\]. ‘Así también vosotros, cuando viereis todas estas co­sas, sabed que está cercano, a las puertas’”. Si buscan luego en San Lucas encontrarán… Vamos a ver a qué se refiere. San Lucas, capítulo 21, verso 27 en adelante, dice: “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca”. La redención para los creyentes en Cristo es la transformación del cuerpo físico en cuerpos eternos, para los que están vivos, y para los muertos en Cristo es la resurrección en cuerpos glorificados. Esa es la redención del cuerpo, la adopción. Y para Israel la adopción o redención es la restauración de Israel al Reino de Dios o Reino de David, con el Hijo de David reinando sobre Israel. Y la redención para todas las naciones es la restauración al Reino de Dios o Reino de David uniéndose a Israel, y entrando al glorioso Reino del Mesías. O sea, entrar al Reino del Mesías —las naciones gentiles— durante el Reino Milenial, eso es la redención para las naciones gentiles; lo mismo que la redención para Israel. Mientras tanto, las naciones están como Israel: como fueron vistas huesos secos, pero que en este tiempo final reverdecerían. Miren, aquí dice: \[San Lucas 21:29\] “También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles”. Los demás árboles son las otras naciones, en términos espirituales, pues son grupos religiosos. En términos de naciones, pues son las naciones gentiles, y la nación de Israel como la higuera. “Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios”. ¿Ven? Aquí podemos ver que cuando se nos habla de “el verano está cerca” se refiere al Reino de Dios que está cerca, o sea, a la restauración del Reino de David. Y ahora, dice: “De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca”. Por lo tanto, el estado de Israel, que como la higuera, ha surgido: los huesos secos ya se unieron y echaron nervios, músculos, carne y piel; está como un gran Ejército, pero les falta el Espíritu de Dios en medio de ellos. Porque el Espíritu de Dios que estaba en medio de ellos, en el templo, se fue a los gentiles. El Espíritu que estaba en el lugar santísimo allí en el templo se fue; apareció en Cristo encarnado, el Día de Pentecostés entró a 120 creyentes en Cristo, y luego, vean ustedes, se fue a los gentiles para las diferentes edades o etapas de la Iglesia. Y tiene… en el Día Postrero, cuando se complete la Iglesia, regresará a Israel para la restauración del Reino de Dios en la Tierra; del cual le preguntan a Cristo en el libro de los Hechos, capítulo 1, verso 1 al 9: “Señor, ¿restaurarás Tú el Reino a Israel en este tiempo?”. Si nos habla: “¿Restaurarás?”, nos está hablando de un Reino que hubo, para que sea restaurado ese Reino. O sea, nos habla… cuando nos habla de una restauración, nos habla que algo que ya tenía le fue quitado y le será restaurado. Como la restauración a la vida eterna, algo que el ser humano tenía y la perdió en el Huerto del Edén, y le será restaurada; primeramente le es restaurada espiritualmente: al nacer de nuevo la persona nace a la vida eterna, ya su alma tiene vida eterna; y después será restaurado físicamente a la vida eterna cuando reciba el cuerpo físico y glorificado. De eso nos habla la redención. Y ahora, para el Día Postrero sabemos que habrá una manifestación grande de Dios, para que se pueda llevar a cabo la redención de los escogidos de Dios, del Cuerpo Místico de Cristo, y de los que están vivos y de los que partieron, y luego la redención de Israel como nación y la redención de naciones gentiles que entrarán al glorioso Reino del Mesías; para lo cual el Espíritu de Dios tiene que moverse en el Día Postrero para llevar a cabo esa Obra Divina. Por eso San Pablo dice en el libro de los Efesios\*, capítulo 4, verso 30: “Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención”. ¿Quiénes serán los que serán - recibirán esa redención física, el cuerpo eterno y glorificado? Los que han sido sellados con el Espíritu Santo: los que han creído en Cristo y han sido bautizados en agua en Su Nombre y han recibido el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo para el día de la redención. Hemos sido sellados para la redención. Recibimos la redención espiritual primero recibiendo el cuerpo angelical (porque un espíritu es un cuerpo de otra dimensión), y luego recibiremos la redención del cuerpo, que será el cuerpo nuevo y eterno. Tan simple como eso. Y para Israel, como nación, tiene que el Espíritu de Dios ir a ellos; o sea que tienen que recibir el Espíritu de Dios en la forma que Él estará manifestado en el Día Postrero; y luego recibirán la redención física, la restauración de Israel al Reino del Mesías, al Reino de David, que será restaurado a Israel, e Israel será restaurado a y en ese Reino. Y muchas naciones gentiles entrarán a esa redención. Con la redención de Israel entrarán luego otras naciones a ese Programa de Redención; por eso nos habla que muchas naciones se unirán a Israel. Por lo tanto, hay un trabajo que tiene que ser llevado a cabo con Israel y también con otras naciones que estarán creyendo en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob; y esperamos que las naciones latinoamericanas sean parte de esas naciones que entrarán al Reino del Mesías. Recuerden que en San Mateo, capítulo 25, versos 31 al 46, nos habla que el Hijo del Hombre hará como el pastor: que colocará… se sentará en el Trono, en Su Trono, y serán juntadas delante de Él todas las naciones, y colocará a unas naciones a Su derecha y otras a Su izquierda; como el pastor coloca las ovejas, las colocará también el Hijo del Hombre. Colocará a Su derecha las ovejas, o sea, naciones ovejas, y colocará a la izquierda naciones representadas en cabritos. Y ahora, estas naciones ovejas están ligadas al cristianismo; porque cuando Cristo habló de los cristianos, Él dijo: “Yo os envío a vosotros como ovejas en medio de lobos” \[San Mateo 10:16, San Lucas 10:3\], y también Él dijo a Pedro: “Apacienta mis ovejas” \[San Juan 21:15\]. Y dijo: “También tengo otras ovejas que no son de este redil, las cuales también me conviene traer, y oirán mi Voz; y habrá un rebaño y un Pastor” \[San Juan 10:14-16\]; y se refiere a creyentes en Él elegidos desde antes de la fundación del mundo. Por lo tanto, las naciones ovejas tienen que estar ligadas al cristianismo; estarán creyendo en el Señor, en el Mesías. Y para que - no excluir a ninguna nación, estarán creyendo en la Primera Venida del Mesías naciones que son llamadas cristianas, naciones cristianas, o en esos días de la Venida del Mesías para el Día Postrero, creerán en la Venida del Mesías para el establecimiento del Reino; o sea, para entonces incluir las que están creyendo en la Primera Venida y las que creerán también en la Segunda Venida, para no dejar a ninguna nación fuera. Y las que no lleguen a ser parte de las creyentes en la Primera o Segunda Venida, entonces estarán a la izquierda. Así que podemos ver que hay un Programa Divino, y Dios se rige por Su Programa, que es lo que Él pensó llevar a cabo; y nadie lo va a hacer cambiar de programa. Él tiene un Programa, y esa es la forma en que Él estará obrando: conforme a Su Programa. Él no puede decir: “Bueno, Yo pensé hacer así, dije que iba a hacer así, ahora voy a cambiar lo que dije que iba hacer”; entonces se equivocó, y Dios no se puede equivocar; Dios es infalible. Y ahora, para el Día Postrero está dicho que habrá una manifestación plena del poder de Dios, y eso será una doble porción para la Iglesia-Novia, los escogidos, en donde recibirán una doble porción… Ya tenemos la primera porción: el bautismo del Espíritu Santo, que es el cuerpo angelical, y nos falta la otra porción, que es el cuerpo eterno y glorificado; y estamos esperando esa segunda porción. Bajo esa segunda porción es que recibiremos la inmortalidad física, y por consiguiente seremos restaurados a la vida eterna física también; la redención física que está prometida para el Día Postrero, que corresponde al séptimo milenio de Adán hacia acá y corresponde también a la Edad Eterna, la Edad de Oro de la Iglesia, la Edad de la Piedra Angular. Esa es la edad en donde, cuando haya - se haya completado la redención espiritual de los escogidos del Día Postrero, luego viene la redención física para los escogidos de todas las edades y para los del Día Postrero también; y todos, vean ustedes, van a regresar a la Edad de Oro, la Edad de Redención, la Edad de la Piedra Angular. Por eso en el año del jubileo se proclamaba libertad en toda la Tierra; era año de redención: cada cual volvía a su familia y la tierra volvía a las manos de su dueño original, los herederos de ese terreno. Bueno, hemos visto que hay un Programa Divino, y queremos estar trabajando en ese Programa Divino. En algún sitio tiene que surgir esa Carpa Catedral, y tiene que ser en el occidente. Y no puede ser en la séptima edad, ni en la sexta; ya esas edades pasaron, y por consiguiente pasaron esos territorios donde se cumplieron esas edades. Y tiene que ser en el occidente. El reverendo William Branham en la página 166 del libro de Citas dice \[párr. 1485\]: “¿Habrá otro avivamiento, veré otro avivamiento, otro día, otro tiempo?”, o sea, ¿otro tiempo de avivamiento? Dice: “Del occidente vendrá un Jinete en un caballo blanco. Recorreremos esta senda una vez más”, o sea, otra vez. Elías, el ministerio de Elías —operado por el Espíritu— del reverendo William Branham clama así. Por lo tanto, otra vez… está siendo operado por cuarta vez; y otra vez: es por quinta vez. Y lo recorrerá con el Jinete que viene en un caballo blanco: la Palabra hecha carne en un hombre, dice el reverendo William Branham en la página 256 que es ese Jinete de Apocalipsis 19, el Verbo, la Palabra hecha carne en un hombre \[Los Sellos, pág. 256, párr. 121\]. Por lo tanto, en ese hombre estará Elías, el ministerio de Elías por quinta ocasión operado por el Espíritu Santo, recorriendo el ministerio o el camino ministerial; y estará también el ministerio de Moisés, y estará también el ministerio de Jesús, siendo operados esos ministerios por el Espíritu Santo. Pero ese hombre ni será Moisés literalmente, ni será Elías, ni será Jesús; tiene que ser un hombre del Día Postrero en el cual estará el Espíritu Santo operando esos ministerios. Elías fue un profeta para Israel y para los gentiles también. Lo encontramos también en el monte Sinaí, donde estuvo Moisés, en el monte de Dios. Ese fue el primer Elías. Luego encontramos a Elías también en medio del pueblo hebreo, bajo la Dispensación de la Ley: en Elías Tisbita, en Eliseo y en Juan el Bautista. Y cuando el Espíritu se movió a los gentiles lo encontramos en la séptima edad, manifestado ese ministerio en el reverendo William Branham; lo encontramos, no en el monte Sinaí, sino en el Monte de Dios, que es el Monte de Sion, la Iglesia del Señor Jesucristo. Y en ese Monte tiene que aparecer, en donde también aparecerá Moisés, o sea, el ministerio de Moisés. Porque el que opera los ministerios es el Espíritu Santo; donde esté el Espíritu Santo, ahí están todos los ministerios; y Él opera el ministerio que ha prometido para esa edad o para esa dispensación. Si ustedes leen en Zacarías, capítulo 7, verso 11 al 12, encontrarán eso. Dice: “Pero no quisieron escuchar, antes volvieron la espalda, y taparon sus oídos para no oír; y pusieron su corazón como diamante, para no oír la ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los profetas primeros”. O sea que Dios por medio de Su Espíritu a través de los profetas envió Su Palabra para Su pueblo. Por lo tanto, el Espíritu Santo operó Su ministerio o el ministerio que vimos manifestado en cada uno de los profetas, porque el único que tiene ministerios es el Espíritu Santo. En el Espíritu Santo están todos los ministerios; es por consiguiente el ministerio del Espíritu Santo llamado en una ocasión Elías, también llamado Isaías, o Jeremías, o Ezequiel, pero es el Espíritu Santo en esos hombres; también llamado Moisés; porque esos son los hombres ungidos con el Espíritu Santo, y por consiguiente esos son los mesías del tiempo en que ellos aparecieron. Pero el Mesías Hijo de David, ya ese es el Cristo, el Mesías que reinará sobre Israel, el Ungido con el mismo Espíritu que estuvo en los profetas. Y ahora, podemos ver más claramente que hay un Programa Divino, un proyecto divino. Por ejemplo, en el tiempo de Moisés, o el ministerio de Moisés, lo encontramos relacionado con el pueblo hebreo, pero también hubo gentiles; por ejemplo, él nació en medio de una nación gentil, aunque nació en medio de su pueblo: los hebreos, pero ese pueblo estaba entre los gentiles, en territorio gentil. Y luego fue criado, o sea, fue tomado por la hija del faraón, la cual luego lo llevó a su madre (sin saber que era su madre), porque su hermana le indicó que había una señora que lo podía criar; y luego, a cierta edad, después fue llevado a la casa de la hija del faraón \[Éxodo 2:1-10\], donde fue educado, criado en la sabiduría egipcia, hablando un idioma gentil también, y como un hombre importante entre los gentiles; y amado por los gentiles también, por grandes dignatarios de Egipto y por el rey, por consiguiente. Pero cuando el Ángel del Pacto se vela y se revela a través de él para la liberación del pueblo hebreo, lo encontramos que viene de entre los gentiles también, pero de allá de Madián; es el pastor de ovejas donde estuvo por 40 años. Y ahora se encuentra con Dios en el monte Sinaí, o en el área del Sinaí, donde le aparece Dios, el Ángel del Pacto, la Columna de Fuego, le aparece manifestado en un árbol, una zarza, y le habla, y le dice: “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” \[Éxodo 3:1-12\]; el mismo Dios. Y ahora, lo envía, liberta al pueblo; y en el desierto, allá en el área del Sinaí, Dios le ordena, por el capítulo 25 del Éxodo, le ordena la construcción de un tabernáculo; lo cual es una carpa de pieles que tuvo que hacer para Dios morar allí y manifestarse allí, y desde allí a Moisés, a Aarón también, que era el sumo sacerdote, y hablarle —a través de ellos— al pueblo. Vemos el ministerio de Moisés ligado a un tabernáculo, a una carpa de pieles. No pierdan eso de vista. El reverendo William Branham dice: “Del occidente vendrá un Jinete en un caballo blanco; por lo tanto, será la Palabra pura, el Verbo, el Ángel del Pacto”; el Verbo que se hizo carne dos mil años atrás, la Palabra hecha carne nuevamente en un hombre. Y por cuanto el ministerio de Moisés estará siendo operado, estará ligado a un tabernáculo, a un lugar donde estará la presencia de Dios. ¿Y dónde estaba la presencia de Dios allí en el tabernáculo? En el lugar santísimo. ¿Y dónde va a estar la presencia de Dios en esa Gran Carpa Catedral cuando esté operando ese ministerio y operando para la sanidad divina? En un cuartito pequeño, dice el reverendo William Branham, y de madera \[Citas, pág. 10, párr. 87; pág. 13, párr. 98; pág. 14, párr. 120; págs. 39-40, párr. 312\]. ¿Y de qué era el cuartito pequeño, el lugar santísimo, en el tabernáculo? De madera cubierto de oro. Madera: humanidad, y oro: Divinidad. ¿Y dónde está el oro en ese cuartito pequeño que vio el hermano Branham? La Divinidad. Bueno, ya ustedes pueden ver el por qué en algún lugar va a surgir el cumplimiento de la Visión de la Carpa; y por consiguiente todos los creyentes, los escogidos, en el Día Postrero desearán que sea en su país. Pero no se preocupen, será en el occidente, y será en el continente de habla que no es en inglés; porque lo que escuchó el reverendo William Branham fue en otro idioma. O sea, la Tercera Etapa, la Voz de los Siete Truenos emitiendo Sus voces, él lo escuchó en otro idioma. Y si fue en otro idioma, pues tiene que surgir en otro idioma, los Truenos tienen que hablar en otro idioma. Vamos a ver, miren ustedes: \[Los Sellos, pág. 471\] “\[161\]. En eso la Voz me dijo: ‘No puedes enseñarles las cosas sobrenaturales a los bebés pentecostales. ¡Déjalos!’”. Y si dice: “¡Déjalos!”, pues deja la edad pentecostal, la séptima edad. “\[161\]. ‘¡Déjalos!’. Entonces me alzó y me colocó en un lugar muy elevado, donde había una reunión, y parecía una carpa o una especie de catedral. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño”. ¿Por qué como una cajita? Porque en un edificio grande un cuartito pequeño es como una cajita, y si es de madera, más parece una caja. “\[161\]. Yo miré, y así a un lado parecía que había una cajita, un lugar pequeño. Y esa Luz que ustedes ven sobre la fotografía estaba hablando con alguien más arriba de donde yo estaba. Se fue volando de donde yo estaba, y se fue a posar sobre la carpa, y dijo: ‘Te encontraré allí. Esto será la Tercera Etapa, y no se lo dirás a nadie’. 162. Y allá en el Cañón Sabino, Él me dijo: ‘Esta es la Tercera Etapa’”. Allá fue cuando le cayó la espada en la mano. Esto está en la página anterior, donde allá estaba en el Cañón Sabino, y le fue dicho que era la Espada del Rey; y la Espada del Rey es la Palabra que sale de Su boca. “\[162\]. Hay tres cosas muy grandes que acompañan la Tercera Etapa. Una de ellas se abrió ayer, otra hoy, y queda una cosa que no puedo interpretar, porque está en un idioma desconocido. Pero estuve allí parado, y lo miré directamente; y esta es la Tercera Etapa, lo que viene. Y el Espíritu Santo de Dios…”. Es el Espíritu Santo cumpliendo esa Tercera Etapa. Dice: “\[162\]. ¡Oh, hermano! ¡Por eso fue que todo el Cielo estuvo en silencio!”. Cuando el Séptimo Sello fue abierto hubo silencio en el Cielo como por media hora. Y ahora, hay aquí un pasaje… dice: \[Los Sellos, pág. 128\] “121. Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que Él muestre a la Novia cómo prepararse para obtener esa gran fe de traslación”. O sea que los Siete Truenos van a hablar, y es la Voz de Cristo, y le va a revelar algo a la Iglesia Novia del Señor. Les dije que fue dicho por el reverendo William Branham que él preguntó: “¿Habrá otro avivamiento, veré otro tiempo?”. Dice \[Citas\]: 1485 - “Tan solo recuerden, del occidente vendrá un Jinete en un caballo blanco. Recorreremos esta senda otra vez (o sea, una vez más)”. Y ahora vamos a ver aquí: En la página 212 dice \[Los Sellos\]: “\[104\]. La Novia todavía no ha tenido un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos Siete Truenos misteriosos para despertarla. Él los mandará, lo ha prometido”. Y ahora, los Truenos es lo que producirá el avivamiento de la Iglesia-Novia del Señor en el Día Postrero; le estará revelando algo a la Iglesia, y le estará dando la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso es que, para el Día Postrero, tenemos las promesas de lo que Dios estará haciendo; y será en un idioma desconocido para el reverendo William Branham, que lo que hablaba era inglés, y por consiguiente un idioma desconocido para los norteamericanos, que no hablan nada más que inglés. Y si es del occidente que tiene que venir ese Jinete en el caballo blanco, a través del cual estará hablando Cristo en Espíritu Santo, clamando como cuando ruge un león, y los Siete Truenos emitiendo sus voces, entonces hay que buscar los idiomas que se hablan en el occidente, además del inglés. En algún territorio del occidente, aparte de Norteamérica, surgirá la Visión de la Carpa siendo materializada. Y estaremos escuchando al Ángel Fuerte, al Espíritu Santo, clamando como cuando ruge un león y siete truenos emitiendo sus voces, y luego diciendo: “El tiempo no será más” \[Apocalipsis 10:1-6\]. O sea, revelando que el tiempo de redención, el tiempo en donde cada persona tiene la oportunidad y derecho a recibir a Cristo como Salvador, se habrá terminado; y que Cristo habrá salido del Trono de Intercesión y se habrá convertido en el León de la tribu de Judá. Cuando clama como león es porque ya no está como Cordero ni como Sumo Sacerdote, sino como Rey, como León; porque Él como Rey es el León de la tribu de Judá. Por lo tanto, estará hablando como Rey, rugiendo como León, como el León de la tribu de Judá. Y eso será el Ángel del Pacto, el mismo que libertó al pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, el mismo que habló a través de los profetas; el mismo que estuvo en carne humana, el Ángel del Pacto en la persona de Jesús. Ya el cuerpo de Jesús fue glorificado; y ahora lo encontramos sentado en el Trono de Dios en el Cielo. Pero Él dice: \[Apocalipsis 3:21\] “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. El Trono del Padre es el que está en el Cielo, desde el cual Dios reina, no sobre este planeta Tierra solamente, sino sobre toda la Creación. Y por eso Cristo dijo - Él dijo que se sentaría a la diestra de Dios en el Cielo, y Él dijo: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra” \[San Mateo 28:18\], cuando ya resucitó; porque el poder lo tiene el que está ¿dónde? En el Trono. Y ahora, cuando Él dice: “Así como yo me he sentado en el Trono de mi Padre”, vean, está mostrando que hay dos Tronos: uno en el Cielo, el Trono del Padre; y otro: Su Trono, que es el Trono de David, el Trono terrenal, al cual Él es heredero. De eso nos habló y le habló el Ángel Gabriel a la virgen María, cuando dijo que el niño que nacería de ella sería llamado Hijo de Dios, y que le pusiera por nombre Jesús, lo cual significa ‘redentor’, ‘salvador’; y que Dios le daría el Trono de David su padre, y reinaría sobre Israel para siempre. Ese es el Trono del Mesías, el Trono de Cristo, donde Él dice: “Al que venciere, yo le daré que se siente conmigo en mi trono”. ¿Cómo? En la misma forma en que Él se sentó con el Padre en el Trono. Así como el Padre le dio para que se sentara con Él en Su Trono celestial, le dará Cristo al Vencedor en el Día Postrero. No dice: “A los que vencieren”, sino al que venciere, singular. Y ahí lo vamos a dejar quietecito, porque tendríamos que ver qué fue lo que venció Cristo. Él venció, le tomó las llaves - luego de morir le tomó las llaves del infierno y de la muerte, se las quitó al diablo, vean ustedes, y resucitó con los santos del Antiguo Testamento, y subió victorioso al Cielo. Venció al diablo. Y ahora, para el Día Postrero el Vencedor que se sentará con Cristo en Su Trono vencerá al diablo, el cual se encarnará en el anticristo; y ahí es que está todo lo que va a suceder en ese tiempo. Vamos a dejarlo quietecito ahí, porque no se puede abrir mucho ese misterio. Pero ya ustedes estarán comprendiendo que para este tiempo final hay grande bendición de Dios, una promesa muy grande para ser cumplida, para la redención física de todos los escogidos de Dios pertenecientes al Cuerpo Místico de Cristo, para ser restaurados físicamente a la vida eterna: los que murieron siendo resucitados en cuerpos eternos y los vivos en Cristo siendo transformados. Y después viene la redención de Israel y de las naciones que se unirán a Israel, cuando el Espíritu de Dios, el Espíritu Santo, regrese para Israel; cuando entre el Espíritu de Dios a los huesos secos que ya se juntaron: echaron nervios, o sea, tendones, y músculos, carne, piel; pero es un Ejército grande, pero sin espíritu; y un cuerpo sin espíritu está muerto. Está muerto espiritualmente; necesita que regrese el Espíritu de Dios, como estuvo en medio de Israel en los profetas y en el templo. Por consiguiente, para este tiempo final hay una bendición grande para Israel también, para la redención de Israel. Pero antes se efectúa la redención de los escogidos del Cuerpo Místico de Cristo, porque ellos pertenecen al Reino celestial; y por consiguiente tienen también parte en el Reino terrenal, y estarán como reyes, como sacerdotes y como jueces. O sea que el Gabinete del Mesías son los redimidos por la Sangre del Mesías y sellados con el Espíritu Santo de la promesa para el Día de la Redención; para el día de la redención del cuerpo, o sea, la resurrección en cuerpos glorificados de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos en Cristo que estarán en el Día Postrero. Por lo tanto, yo respaldo ese proyecto de Puerto Rico, aunque no estoy en Puerto Rico, pero lo respaldo de todo corazón, y oro también para que tengan éxito en ese proyecto: que se lleve a feliz realización. Lo respaldo orando por Puerto Rico y ese proyecto que tienen, y lo respaldo en todas las formas, física y espiritualmente también, para que así se haga una realidad. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también lo están respaldando. Por lo cual le pido a Dios Sus bendiciones sobre cada uno de ustedes y sobre vuestras congregaciones; y que Dios los prospere y los bendiga grandemente, espiritualmente y materialmente, y les recompense multiplicadamente todo lo que ustedes están haciendo por ese proyecto de Puerto Rico. En el Nombre del Señor Jesucristo. Y esto junto a vuestras congregaciones: que venga toda esa bendición para todos ustedes. Ese es un proyecto de fe, porque está basado en la Palabra, la Palabra hablada del Día Postrero y para el Día Postrero. Quizás parecía una locura Moisés fabricando un tabernáculo en el desierto, pero no era una locura; era una obra de fe, porque le fue revelado lo que tenía que hacer, le fue hablado, y él lo hizo con el pueblo. ¿Dónde escuchó él? ¿Dónde recibió la orden? En el monte Sinaí. Y ahora es en el Monte de Sion, que es la Iglesia del Señor, el Monte de Dios; ahí es donde Dios ha estado hablando por estos últimos dos mil años a través de Sus diferentes mensajeros. De ahí ha estado saliendo la Palabra de Dios para los seres humanos, ahí y de ahí ha estado el Espíritu Santo manifestado hablando. En este proyecto de Puerto Rico, y para trabajar en este proyecto y que todos tengan la oportunidad, como la tuvo el pueblo de Israel en el desierto, al cual y del cual Dios le dijo a Moisés: “Dile al pueblo que traigan ofrendas”, y le dijo de qué cosas podían traer; y ellos llevaron oro, plata, bronce, pieles, y así por el estilo \[Éxodo 35:4-9\]. Y cuando Salomón construyó el templo también le fue dada la oportunidad al pueblo que ofrendara \[1 Reyes 5:13-18, 2 Crónicas 2:1-18\]; porque es un trabajo que le corresponde al mensajero y al pueblo de ese tiempo, para la presencia de Dios estar ahí manifestada; porque el pueblo es socio de Dios en todos los proyectos de Dios, y eso es una bendición. Recuerden que el socio de un multimillonario, en todos los negocios que haga, el socio va a ganar también. Y por consiguiente todos los socios de Dios en cada etapa del Programa Divino salen ganando; y luego, cuando Él reparta los galardones, recuerden, será maravilloso lo que recibirán. Por eso nos habla de los talentos y de las minas, lo cual es dinero; y nos habla de entrar al Reino de Dios, o sea, al Reino Milenial del Mesías; y nos habla de ser reyes sobre ciudades. Él nos ha hecho reyes, y por consiguiente tiene que haber lugar donde reinar. Así que la salvación es gratuita, y por consiguiente el galardón de la salvación no es por trabajo que usted haya hecho, es por la fe en Cristo; pero los demás galardones, los premios, será por las labores que se hayan llevado a cabo. Dice San Pablo que el siembra escasamente, pues escasamente va a cosechar \[2 Corintios 9:6\]. O sea que el que obra en el Programa Divino escasamente, poquito, pues va a cosechar un galardón pequeño, lo cual es aparte de la salvación; y el que abundantemente siembra, va a cosechar abundantemente. Es como los talentos y las minas: el que abundantemente trabaja, abundantemente cosecha. Es como el que tiene una finca, o sea, un terreno, y siembra 10 granitos de trigo: pues va a cosechar 10 plantas de trigo; el que siembra 100 granitos de trigo, buena semilla, va a cosechar 100 plantas de trigo, o sea, va a obtener 100 plantas de trigo. Y ahora, en la cosecha, 10 plantitas de trigo que van a producir muchos granos de trigo; pero las 100 plantitas de trigo van a producir más granos de trigo, la cosecha va a ser mayor; y si siembra 1000, pues son 1000 plantas de trigo produciendo, o sea, produciendo muchos granos de trigo. ¿Ve? El que sembró pocos granos de trigo, va a cosechar pocos granos de trigo a través de 10 plantas de trigo; y el que sembró 1000 granos de trigo, va a cosechar muchos granos de trigo, miles de granos de trigo a través de 1000 plantas de trigo. Es la ley de la siembra y de la cosecha. Sembremos abundantemente para que cosechemos abundantemente para el glorioso Reino del Mesías, para que disfrutemos en el Reino del Mesías todo lo que hayamos sembrado; ahí recibiremos los galardones. Estamos en un tiempo en donde los únicos que tienen la oportunidad de sembrar para cosechar mucho son las personas de este tiempo final correspondientes a la Edad de Oro, la Edad de la Piedra Angular. Ya los de las edades pasadas sembraron lo que iban a sembrar, y van a cosechar de acuerdo a lo que sembraron. Y ahora, en el Paraíso, cuando miran hacia nosotros, dirán: “Si yo tuviera la oportunidad de volver a la Tierra, sembraría miles de veces más de lo que sembré en mi tiempo. Perdí mucho tiempo, muchas oportunidades de sembrar abundantemente”, podrán decir; pero ya se les pasó su tiempo. Y ahora nos toca a nosotros sembrar abundantemente en el Reino de Cristo, para cosechar abundantemente en el Reino de Cristo y disfrutarlo en ese glorioso Reino Milenial; porque Él pagará a cada uno (¿cómo dice?) según sea su obra: “Porque el Hijo del Hombre vendrá con Sus Ángeles, y pagará a cada cual según sea su obra” \[San Mateo 16:27\]. Y también el libro del Apocalipsis nos dice de la misma manera. Y si Él pagará a cada cual según sea su obra, entonces todos queremos recibir mucho; por lo tanto, las obras deben ser de acuerdo a la Palabra de Dios, y abundantemente, sin limitaciones. Aprovechemos nuestro tiempo. Es el tiempo más glorioso de todos los tiempos, es el mejor; y nosotros no escogimos vivir en este tiempo, fue Dios el que escogió para nosotros vivir en este tiempo. Por consiguiente, este es el tiempo mejor, y lo vamos y lo estamos aprovechando, y lo continuaremos aprovechando. Recuerden que este es el \[1:08:10 - FIN DE AUDIO\] tiempo en donde la manifestación más grande de Cristo está prometida para ser llevada a cabo, a tal grado que vendrá la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de los vivos en Cristo. Este es el tiempo para la redención del cuerpo, porque es el día de la Edad de la Piedra Angular y es el día séptimo, o sea, el séptimo milenio, día séptimo como milenio; el Día Postrero. Y ahora, siendo que el séptimo milenio de Adán hacia acá es el Día Postrero, ese es el Día de la Redención, y para la redención de la Iglesia, y para la redención de cada miembro de la Iglesia; y para la redención de Israel y de las naciones que entrarán al Reino del Mesías, pues obtendrán su redención, como también la recibirá Israel, porque serán redimidas; entrarán al Reino del Mesías, al Reino de David; y eso será la redención de Israel y de las naciones que entrarán al Reino del Mesías. Estamos viviendo en el Día de Redención o de la Redención, o para la redención física de los miembros de la Iglesia, y la redención de Israel como nación y de las naciones que entrarán al Reino del Mesías. Israel todavía no ha recibido su redención, está en el proceso para de un momento a otro recibir la redención. ¿Por qué no la ha recibido? Porque todavía no ha recibido el Espíritu de Dios que le dará vida. Es un gran pueblo, un gran Ejército, pero sin espíritu; eso es de lo que habla la Escritura, y eso está en Ezequiel, capítulo 37, por ahí, o 38. Y por consiguiente, de un momento a otro, cuando obtenga la redención física la Iglesia, luego vendrá la redención para Israel como nación y para las demás naciones, pero también vendrá la gran tribulación; pero para los escogidos la Cena de las Bodas del Cordero. Les dije que Miguel, el reverendo Miguel Bermúdez Marín está a cargo de toda esa labor con Puerto Rico y con los ministros de todas las naciones, para ese respaldo a Puerto Rico, para que se haga realidad ese proyecto que tiene Puerto Rico en la compra de esos terrenos y también de la construcción de esa Carpa Catedral, la cual ya fue mandada a fabricar. Miguel, o el doctor Miguel Bermúdez Marín, recuerden, es la persona que Dios ha colocado al lado de todos los ministros para todos esos trabajos de la Obra de Dios y ese proyecto también de Puerto Rico. Por lo tanto, estén brazo a brazo con él; yo también estoy brazo a brazo con el doctor Miguel Bermúdez Marín; y vamos a llegar a la meta con él, y vamos ayudar a Puerto Rico, aunque yo no esté en Puerto Rico, pero estoy brazo a brazo con ese proyecto de Puerto Rico. Esperamos las bendiciones de Dios, esperamos esa manifestación grande del poder de Dios para beneficio de la humanidad, para beneficio de la Iglesia-Novia de Cristo, y también para el cristianismo, para el judaísmo y para todas las religiones, y toda la humanidad, donde Dios se dará a conocer. Bueno, era un saludito lo que les iba a dar, pero hemos entrado a este tema del Día de la Redención; y ya hemos visto lo que es la redención, la redención del cuerpo, que es la adopción de los hijos e hijas de Dios. Miguel, que Dios te bendiga y te guarde, y te use siempre grandemente en Su Obra junto a todos los ministros de Venezuela y de todos los países de la América Latina y del Caribe, y de todas las naciones. Y ministros y vuestras congregaciones, sepan que Dios ha colocado al lado de vosotros un apóstol muy grande: el doctor Miguel Bermúdez Marín, con el cual yo estoy brazo a brazo en toda la labor que él lleva a cabo junto a todos los ministros. ¿Y quién más está brazo a brazo con él? Cada uno de ustedes también. En la guianza de Dios, siguiéndola, es que está el éxito, porque Dios es el que da la victoria para aquellos que se mantienen en el Programa de Dios con los que Él ha colocado en ese Programa. Por lo tanto, nos mantendremos bien unidos con Miguel en toda la labor que él está llevando a cabo con los ministros, en la labor misionera, en la labor evangelística, en la labor también del establecimiento de congregaciones y del mantenimiento espiritual de las congregaciones en y con videos, con también literatura, folletos, y así por el estilo. Bueno, conscientes de que estamos en el Día Postrero, el Día de Redención, para los miembros de la Iglesia y también para Israel como nación, y para las demás naciones, le damos gracias a Dios por esta bendición tan grande que nos ha dado de vivir en el Día Postrero, en el Día Postrero conforme al calendario gregoriano, que es el que las naciones europeas y del continente americano utilizan. Conforme al calendario judío o del judaísmo estamos también cerca de la entrada al séptimo milenio; o sea que estamos en el último tercio del sexto milenio conforme al calendario hebreo. Por lo tanto, para los que mantienen el calendario hebreo, se está viviendo en el último siglo del calendario hebreo, el último siglo del sexto milenio. Pero no vamos a tocar todos esos números ahora, lo vamos a dejar quietecito. Recuerden que también Cristo en la parábola del trigo y de la cizaña dijo: “Así será el fin del mundo”. Y lo vamos a dejar quietecito esa parte, porque el mundo, el cosmos, con el reino de los gentiles, está viviendo en su tiempo final. Vamos a dejar ahí quietecito todo. “EL DÍA DE LA REDENCIÓN”. De eso es que hemos estado hablando. Y les debo una parte aquí de la Escritura; si la quieren se las doy, o sea, de este libro de Los Sellos. Para no leer mucho les leeré: “\[198\]. ‘De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama se enternece, y las hojas brotan, sabéis que el vera­no está cerca. Así también vosotros, cuando viereis todas estas co­sas, sabed que está cercano, a las puertas’. Mateo 24:32-33 (Estoy leyendo en la página 482 y 483 del libro de Los Sellos, de esta versión en español). 199. Está hablando de Israel en su propia patria. Pero ¿notaron que Él no habla nada de la revelación de este Séptimo Sello; y también acá en Apocalipsis, en la apertura de los Sellos, también lo omitió? Vemos pues que es un misterio por completo, y la hora todavía no ha llegado para que se diera a conocer este misterio (o sea, para que se diera a conocer el misterio del Séptimo Sello). Hemos llegado hasta aquí, y lo demás nos será dado allí en el tiempo cuando aparezca Jesús nuevamente sobre la Tierra para llamar a Su Novia, o lo que llegue a suceder en ese tiempo”. O sea que lo demás que no pudo ser dado en el tiempo del reverendo William Branham está prometido para ser dado en este tiempo que él señaló aquí. Y a eso le pueden añadir la página 464 y 465, para que tengan el cuadro claro de esto, y la página 472, donde dice: “164. Noten bien el Mensaje del tiempo del fin (este Sello)… (o sea, el Mensaje del tiempo del fin es el Séptimo Sello). Él nos ha revelado los seis Sellos, pero no dice nada del séptimo. El Sello del tiempo del fin, cuando empiece será algo completamente secre­to, según la Biblia”. Y si cuando el Séptimo Sello comience está prometido que será un secreto, entonces… y también está prometido que será abierto en público más adelante. Entonces, cuando sea abierto, vamos a conocer la historia de lo que fue un secreto, de lo que fue un misterio, o sea…; y cuando sea abierto o cuando comience el Séptimo Sello será un secreto por completo; y luego, cuando se abre en público, vamos a conocer la historia de lo que era un secreto, de lo que estaba sucediendo en el Programa Divino, y el mundo no sabía lo que estaba sucediendo. En el tiempo de Jesús era un secreto la Primera Venida del Señor, pero estaba allí. Luego cuando comenzó Su ministerio todavía era un secreto, pero para los discípulos y demás, los apóstoles y demás seguidores, ya para ellos estaba bastante abierto ese misterio; pero para el mundo estaba cerrado. El Día de Pentecostés Pedro lo abrió, abrió el misterio de la Primera Venida de Cristo. Cuando sea abierto el Séptimo Sello al público, lo que se abrirá será el misterio de la Venida del Señor a Su Iglesia y todo lo que Él habrá hecho y estará haciendo en ese momento. Bueno, que Dios me los bendiga y les guarde; y adelante trabajando en la Obra del Señor. Y estemos brazo a brazo en este proyecto que el doctor Miguel Bermúdez Marín junto a todos los ministros está respaldando allá en Puerto Rico. Ustedes son parte de ese proyecto, aunque no estén allá, igual que yo; yo soy parte de ese proyecto, aunque no esté en Puerto Rico. Recuerden que eso es una obra de fe, porque la fe está basada sobre la Palabra de Dios; y ese proyecto está basado en lo que fue hablado por el Espíritu de Dios. Que Dios les bendiga, les guarde y les use siempre grandemente en Su Obra. Y reitero mi aprecio y agradecimiento por lo que han hecho, lo que están haciendo y lo que continuarán haciendo en ese proyecto y en todo el proyecto de toda la Obra de Dios, que junto al doctor, misionero Miguel Bermúdez Marín, han estado haciendo, están haciendo y continuarán haciendo en todo el o los proyectos del Gran Proyecto. Porque el Gran Proyecto Divino tiene diferentes fases, diferentes ramas, y en todas queremos estar brazo a brazo con el Espíritu de Dios y con todos los ministros que permanecerán trabajando en la Obra de Dios en la Edad de Oro, la Edad de la Piedra Angular, en el Día Postrero, en este Día Postrero en el cual vivimos. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y dejo con ustedes aquí al doctor Salomón Cunha, que fue el que me entregó aquí, el que me pasó la parte aquí. Y recuerden también los trabajos de AMISRAEL; así como Dios ha colocado a mi lado o me ha colocado de Miguel Bermúdez Marín y todos ustedes, también me ha colocado al lado del doctor Salomón Cunha y de Kélita, para trabajar en esta labor de AMISRAEL juntamente con todos los Agentes de la Paz. Son dos trabajos diferentes, pero en ambos está Dios interviniendo. AMISRAEL no es un grupo religioso y tampoco un grupo político, no es una entidad política y tampoco religiosa, AMISRAEL busca la paz, trabaja por la paz de las naciones como de los individuos, o sea que trabaja por la paz de la familia humana. Estemos brazo a brazo también con el doctor Salomón Cunha y su esposa, la doctora Kélita Machado, en estas labores de AMISRAEL. Bueno, que Dios les bendiga y les guarde. Y por aquí tenemos al doctor Salomón Cunha. ¿Cuántos de ustedes estuvieron en Israel? ¿Cuántos llegaron, subieron al monte Sinaí? Subimos allá al monte Sinaí, y he estado… Le pregunté a un rabino, después que Dios le dio la Ley a Moisés…; por supuesto, Moisés rompió las tablas cuando bajó, y tuvo que subir de nuevo, y con 80 años. Si los jóvenes para subir allá en este tiempo en que está arreglado el camino, un poco arreglado…, ¿cómo sería en aquellos días? Y le preguntaba a un rabino… el día que fue dada la Ley se celebra ese día como la fiesta de Shavuot o fiesta de Pentecostés, por lo cual el Día de Pentecostés se celebró esa fiesta con la Venida del Espíritu Santo; así como vino en el Sinaí, vino en fuego, en lenguas de fuego, el Día de Pentecostés allá en Jerusalén. O sea que fue otra ocasión en donde Dios escribió Su Ley, no en tablas de piedra, sino en las tablas del corazón de 120, y después de todas las demás personas que fueron recibiendo a Cristo en ese día y en otros días; y de ahí de Jerusalén salió la Ley de Dios siendo escrita en el corazón de la gente. Hay una Escritura que nos habla que de allá de Israel, Jerusalén (y también del Monte de Sion, de donde saldrá la Ley y la Palabra de Dios), de ahí salió para todo Israel y para todas las naciones siendo escrita en el alma, en el corazón de las personas. Y siempre que se celebra el Día de Pentecostés en medio del cristianismo se está recordando ese Día de Pentecostés. Y cuando la persona recibe el Espíritu de Cristo se está haciendo realidad el Día de Pentecostés en la vida de la persona. También el pueblo hebreo, y por coincidencia parece que cayó el mismo día, el Día de Pentecostés entre el cristianismo con el día en que fue dada la Ley al pueblo hebreo. Y le preguntaba yo a un rabino: —“Desde aquel día, ¿cuántas veces se ha celebrado el día o la fiesta de Shavuot o día en que fue dada la Ley a Moisés, y Moisés la recibió para el pueblo?”. Y él me dijo (tenemos que confirmarlo), él me dijo: —“Nunca”. Y ahí yo le dije: —“Pues nosotros el día en que fue dada la Ley, el día de Shavuot, ese día subimos al monte Sinaí, y allí tuvimos una actividad, y se proclamó el día en que fue dada la Ley, y se leyó y se dio a conocer la Ley que fue dada, la Ley que fue escrita en las tablas de piedra”. Él se puso muy contento, es un rabino muy importante; él se puso muy contento de lo que sucedió. Hay unas fotos, pero vamos a mandarlas a un laboratorio —o más de uno— para que las examinen, para ver si lo que hay ahí en esas fotos, qué es, si es algo real o es algo que por casualidad sucedió pero que no es algo real; no sé si ustedes las vieron cuando Miguel las mostró. Es algo como lo que… parecido a lo que aparece en las fotos o en la foto en que el reverendo William Branham lo tomaron en foto, y aparece un fuego y él allí, el fuego aparece en esa foto. No tenemos una pantalla aquí, ¿verdad? Si me la traen, pégala ahí en la cámara, son dos o tres fotos. Si la echas más para el ladito, puedes echar la foto un poquito más para el lado. Súbela un poquito; si las subes un poquito más —la foto— para ver lo… Esa fue la que le tomaron al hermano Branham, ¿ven? Algo muy parecido. Son dos fotos que hay del hermano Branham: una…; esta es… Hay una donde los lirios están grandes y hay otra en donde los lirios están pequeños, o sea, una donde no apareció nada y otra donde luego apareció. O sea, los colores son iguales… Pero vamos a dejar eso quietecito por el momento. Vamos a ver si aquí la puede… No vamos a decir qué es, ni si es o no es, vamos a mandarlas a un laboratorio que las revisen. Aquí yo estoy, aquí está una luz y aquí está el rostro de Salomón; aquí está esta luz sobre la cabeza y aquí hay otras luces; vean, muy parecido a la otra foto. No sé si tienen la otra foto, es algo muy parecido, los colores son muy parecidos; pero vamos a enviarlas para que las examinen. Si Miguel me está escuchando todavía y David Ríos me está escuchando: Miguel, necesitamos todas las fotos que tomaron en ese día con ese… en el Sinaí, toda la serie de fotos que tomaron en esa ocasión, y luego las colocaron en la computadora; se necesitan todas para poder examinar toda la secuencia de la foto hasta llegar a esta, y después seguir la secuencia hasta la última foto que se tomó con ese… en ese día, antes de descargar todas las fotos que se habían tomado; las que se tomaron desde el principio hasta el final en ese día, para que puedan hacer el examen bien, y así pues poder - el laboratorio poder dar una explicación correcta con relación a lo que allá apareció. Bueno, te agradezco mucho, Miguel, que nos colabores en esa parte, y también a ti, David Ríos. Y hasta el momento no vamos a decir qué fue ni si es una cosa o la otra, sino vamos a dejar que se pueda hacer un examen acerca de eso, para que así pues tengamos algo más claro. En la foto que se le tomó al reverendo William Branham, en que estaba la Columna de Fuego sobre su cabeza, esa fue examinada; esta otra foto donde están los lirios, no sé si fue examinada, pero él dijo lo que fue, y lo relacionó con lo que vio el profeta Ezequiel. Bueno, vamos a dejar todo quietecito ahí. Y que Dios les bendiga y les guarde y les continúe usando grandemente en Su Obra en este tiempo final. Un fotógrafo, parece que fue, cuando vio esa foto preguntó acerca del fuego, y: “¿Qué es ese fuego?”. Y le… oí que… escuché que dijeron que él comentó… - le dijeron: “Eso fue en el monte Sinaí”, y que él dijo: “Solamente ahí puede aparecer algo así”. Recuerden que en el tiempo de Moisés, cuando él subió el monte estaba en fuego: la presencia de Dios. Eso está en el Éxodo \[Éxodo 19:16-18\] y también está en Hebreos, capítulo 12 \[versos 18-21\]. Bueno, vamos a dejar todo quietecito ahí. Y que Dios les bendiga y les guarde; y dejo con ustedes nuevamente al doctor Salomón Cunha con ustedes. Por aquí están las fotos. Recuerden que no es para \*\* esas fotos, se van a examinar y después serían para distribución gratuita, para que así no se haga comercio con fotos y cosas así. Todos los hermanos colaboran en la Obra de Dios; y un regalito de una foto pues es un obsequio que ellos apreciarán. Pero vamos primero a mandar hacer el examen, para así tener una explicación mejor, para que tengan la explicación; y se les da en un papelito por escrito o se le graba en la parte de atrás, para que así sepan el día, la hora que fue y el lugar, y lo que explica el laboratorio o los laboratorios. Es mejor más de uno, para que así pues tengan la explicación de más de un laboratorio, un laboratorio de los que trabajan con fotografías, y así pues sepan acerca de estas fotos que fueron tomadas allí. Bueno, que Dios les bendiga y les guarde, y con nosotros el doctor Salomón Cunha para continuar. Gracias. “EL DÍA DE LA REDENCIÓN”. \[Revisión marzo 2023 - JR\]