--- title: 'La lluvia tardía y temprana' date: 2005-09-06 activity: 1 place: city: London state: country: GB duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3: “*Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.* *Nos dará vida después de dos días; en el tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.* *Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“LA LLUVIA TARDÍA Y TEMPRANA.”** A través de la Escritura Dios nos habla de la Lluvia Temprana y Tardía; por ejemplo, en Joel, capítulo 2, nos dice desde el verso 23 en adelante: “*Vosotros también, hijos de Sion, alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios; porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo, y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio.”* Aquí hemos visto que Dios nos habla también de la Lluvia Temprana y Tardía. Y en Zacarías, capítulo 10, verso 1, nos dice: “*Pedid a Jehová lluvia en la estación tardía. Jehová hará relámpagos, y os dará lluvia abundante, y hierba verde en el campo a cada uno.”* Y ahora, siendo que Dios nos habla de Lluvia Tardía y Temprana, y nos dice en Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3 que vendrá a nosotros... Dice capítulo 6, verso 3: “*Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida.”* Aquí nos habla de Su Venida. En Malaquías, capítulo 4, verso 2, hablándonos de Su Venida, nos dice: “*Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”* Aquí hablándonos de Su Segunda Venida, nos dice que nacerá el Sol de Justicia. Cristo es el Sol de Justicia, Cristo es la Luz del mundo; Su Segunda Venida será como el Sol de Justicia naciendo, o sea, como el sol de la mañana. Y también en Oseas, capítulo 6, verso 3 (donde estábamos leyendo), nos dice que será Su Venida como el alba, “como el alba está dispuesta su salida;” será en la mañana de un nuevo Día Dispensacional, y será en un nuevo Día Milenial, en la mañana. O sea, que nos habla del comienzo de ese Día Milenial, que es el séptimo milenio de Adán hacia acá; y conforme al calendario gregoriano ya hemos entrado al nuevo Milenio, y llevamos cinco años dentro del nuevo Milenio. De Adán hacia acá ya estamos en el séptimo milenio, de Cristo hacia acá ya estamos en el tercer milenio. Y ahora, la profecía de Oseas, capítulo 6, verso 1 al 3, en donde nos dice: “Nos dará vida después de dos días.” “Un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día,” dice Segunda de Pedro, capítulo 3, verso 8, y el Profeta Moisés en el Salmo 90, verso 4. Por lo tanto, estos días de los cuales Oseas habla aquí, son días mileniales; un día son mil años, dos días son dos mil años; de Cristo hacia acá ya llevamos dos mil años, dos milenios, dos días delante de Dios. Sigue diciendo: “*Al tercer día nos resucitará.”* El tercer día es el tercer milenio de Cristo hacia acá, este es el Milenio en donde Dios restaurará el pueblo hebreo. ¿En qué año? Esperemos a que veamos a Dios restaurando al pueblo hebreo. La Iglesia del Señor Jesucristo también tiene la promesa de una restauración, la Iglesia del Señor Jesucristo en este tiempo final voslverá a ser como la Iglesia del tiempo de los Apóstoles, será restaurada la Iglesia del Señor Jesucristo. De esto nos habló el Apóstol Pedro, en el libro de los Hechos, capítulo 3, verso 19 en adelante, donde nos dice: “*Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,* *y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado.* *a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas...”* El Señor Jesucristo permanecerá en el Trono de Intercesión en el Cielo, ¿hasta cuándo? Hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas, y eso es para el tercer milenio de Cristo hacia acá. Sigue diciendo: “*...que habló Dios por boca de sus santos profetas que han sido desde tiempo antiguo.”* O sea, que ya Dios habló del tiempo en que Dios va a cumplir todas estas cosas. Estamos viviendo en el tiempo señalado para la restauración de todas las cosas, la restauración de la Iglesia del Señor Jesucristo y la restauración del pueblo hebreo. Este es el tiempo más importante de todos los tiempos para el pueblo hebreo y para la Iglesia del Señor Jesucristo. En esta restauración prometida aquí, la Iglesia del Señor Jesucristo volverá a ser como la Iglesia primitiva. Este es el tiempo en que Dios completará Su Iglesia, y este es el tiempo en que Cristo terminará Su Obra de Intercesión en el Cielo, y eso será cuando haya entrado a la Iglesia de Jesucristo hasta el último escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. Y entonces se habrá completado la Iglesia del Señor Jesucristo, Cristo habrá terminado Su Obra de Intercesión en el Cielo, se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, que es el Libro de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5, lo abrirá en el Cielo y hará Su Obra de Reclamo, resucitará a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados, y a nosotros los que vivimos (si permanecemos vivos hasta ese momento) seremos transformados, y entonces todos tendremos cuerpos glorificados, como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Y entonces nos iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero al Cielo, a la Casa de nuestro Padre Celestial. Luego vendrá la gran tribulación para la raza humana que durará tres años y medio; pero los escogidos de Dios ya transformados estarán con Cristo en la Casa de nuestro Padre Celestial, en la gran Fiesta llamada “la Cena de las Bodas del Cordero,” la Fiesta más grande del Cielo prometida para ser llevada a cabo, cuando Cristo nos transforme y nos lleve con Él a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso Apocalipsis, capítulo 19 dice que son bienaventurados los que son convidados a la Cena de las Bodas del Cordero. Yo fui convidado, y yo respondí a esa invitación recibiendo a Cristo como mi único y suficiente Salvador. ¿Y quién más fue convidado y aceptó la invitación? Cada uno de ustedes también. Si hay alguno que ha escuchado la invitación para ir a la Cena de las Bodas del Cordero, la cual usted ha escuchado en la predicación del Evangelio de Cristo, usted en esta ocasión puede responder a esa invitación, recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador, así estará usted respondiendo a la Lluvia Temprana de la predicación del Evangelio de Cristo, que ha estado viniendo sobre la raza humana desde el Día de Pentecostés. Luego irá al pueblo hebreo la Lluvia Tardía y la Lluvia Temprana, o sea, la predicación del Evangelio del Reino y la predicación del Evangelio de la Gracia. La predicación del Evangelio de la Gracia gira alrededor de la Primera Venida de Cristo, y eso es la Lluvia Temprana de la Enseñanza del Evangelio de Cristo viniendo sobre el pueblo. Y la Lluvia Tardía, es la Lluvia de la Enseñanza del Evangelio del Reino, que gira alredor de la Segunda Venida de Cristo. El pueblo hebreo está esperando ambas Lluvias. Dice la Escritura que leímos al principio: “Y vendrá a nosotros como la Lluvia Tardía y Temprana.” O sea, que el pueblo hebreo va a creer cuando escuche la predicación del Evangelio del Reino y la predicación del Evangelio de la Gracia, lo cual corresponde al ministerio de Elías, al cual ellos están esperando. Pero la Iglesia del Señor Jesucristo para este tiempo final tendrá la Lluvia Temprana y Tardía, la predicación del Evangelio de la Gracia y la predicación del Evangelio del Reino, para así obtener la fe para ser transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Primero tenemos que escuchar la Lluvia Temprana de la Enseñanza del Evangelio de la Gracia, del Evangelio de la Primera Venida de Cristo, en donde escuchamos que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la Tierra y murió en la Cruz del Calvario por mí, como la Expiación por mis pecados. ¿Y por quién más murió? Por cada uno de ustedes también. Jesucristo muriendo en la Cruz del Calvario es la Expiación por nuestros pecados, y también por los pecados del pueblo hebreo. Por lo tanto, si alguno todavía no ha recibido a Cristo como su único y suficiente Salvador, todavía no ha aceptado la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero. Pero puede en estos momentos aceptar la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero, recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador, para lo cual puede venir al frente para recibir a Cristo como Salvador, y yo oraré por usted para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado. Vamos a dar unos minutos, para si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, lo pueda hacer. Si todos son creyentes en Cristo ya nacidos de nuevo, entonces ya todos ustedes aceptaron la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero, y vamos a estar con Cristo en el Cielo en cuerpos eternos y glorificados y jóvenes en esa gran Fiesta de la Cena de las Bodas del Cordero. Y allí nos veremos de nuevo, si no nos volvemos a ver en esta Tierra, en estos cuerpos mortales, nos veremos entonces en el cuerpo nuevo, eterno, inmortal, incorruptible, glorificado y joven para toda la eternidad. Si hay alguna persona que no ha recibido a Cristo como Salvador, lo puede hacer en esta noche y yo oraré por usted en esta noche. Si no lo hay, entonces ya todos ya han aceptado a Cristo y por consiguiente la invitación a la Cena de las Bodas del Cordero. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de la Palabra de Dios, y por consiguiente dándoles testimonio de Jesucristo, porque la Biblia está centrada en Jesucristo, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. No se puede hablar de la Biblia, si no se habla de Jesucristo, porque aún hablando del Antiguo Testamento, cuando hablamos de los sacrificios que se efectuaban en el Antiguo Testamento, estamos hablando de Cristo en tipos y figuras, porque esos sacrificios tipifican a Cristo. Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta noche, muchas gracias por vuestra amable atención, y pasen todos muy buenas noches. Muchas gracias pastor, y a todos ustedes por vuestra atención, y a usted pastor por vuestra invitación para que estuviera con ustedes aquí presente. Dios me lo bendiga. “**LA LLUVIA TARDÍA Y TEMPRANA.”**