--- title: 'La Trompeta Final' date: 2004-10-20 activity: 1 place: city: Franca state: São Paulo country: BR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amables amigos presentes y radioyentes; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en el libro o Primera carta de Corintios, capítulo 15, versos 49 en adelante, donde nos dice San Pablo: “*Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial.* *Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.* *He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,* *en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.* *Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.* *Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Tomamos el verso 52, y de ahí tomamos el tema, donde dice: “*...en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.”* ¿Cuándo? A la final Trompeta. **“LA TROMPETA FINAL.”** Ese es nuestro tema para esta ocasión, amables radioyentes y los aquí presentes. El misterio de la Trompeta final todos queremos conocerlo, porque bajo el tiempo en que la Trompeta final esté sonando, los muertos en Cristo van a ser resucitados y nosotros los que vivimos vamos a ser transformados. Por lo tanto, todos queremos conocer: **El misterio de la Trompeta final,** y qué estará sonando, qué estará hablando y qué estará haciendo. Ahora, dice San Pablo en Primera de Corintios, las palabras relacionadas a la Trompeta. Primera de Corintios, capítulo 14, verso 8: “*Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla?”* Ahora, esa Trompeta final estará dando un sonido cierto, un Mensaje cierto, un Mensaje de Dios. La Trompeta siempre es la Voz de Dios, la Voz de Cristo en medio de Su pueblo, hablándole a Su pueblo. Encontramos en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 1, versos 10 al 11, la Voz de la Trompeta de Dios, y lee así: “*Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta.”* No es una trompeta, es una voz como de trompeta, y es una gran Voz; es la Voz de Cristo en el Día del Señor. Vean lo que dice ahí: “*...y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta, que decía* (¿ve? Es una voz de un hombre, es la Voz de Jesucristo hablando)*... que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”* **¿Quién es el Alfa y Omega?** Nuestro amado Señor Jesucristo. **¿Quién es el primero y el último?** Nuestro amado Señor Jesucristo. Él es el principio de la Creación de Dios. Y ahora, la Voz de Jesucristo hablando en el Día Postrero, en el Día del Señor. Ahora vean, en medio del pueblo hebreo encontramos que el pueblo hebreo trabajaba seis días, y el séptimo día era el sábado, el día de descanso; y lo llamaban: “El día del Señor.” Ahora, encontramos que la humanidad ha tenido seis mil años, y ahora ha entrado al milenio séptimo, que comenzó conforme al calendario gregoriano, cuando comenzó el nuevo siglo, el siglo XXI. Y ahora, el Séptimo Mileno es el Día del Señor, el Día Milenial del Señor, donde el Señor Jesucristo estará hablando con gran Voz de Trompeta en medio de Su Iglesia. Siempre Él ha estado hablando en medio de Su Iglesia, Jesucristo en Espíritu Santo. Él dijo: “Yo estaré con vosotros hasta el fin del mundo.” Por lo tanto, es la Voz de Cristo en el Día del Señor, ése es el Día en que Cristo cumplirá Su Venida en el séptimo milenio de Adán hacia acá. En ese séptimo milenio de Adán hacia acá es que esta gran Voz de Trompeta, la Voz de Cristo estará hablando con un Mensaje grande: GRAN VOZ DE TROMPETA. Así como estuvo hablando en Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 al 7, cuando descendió del Cielo el Ángel Fuerte envuelto en una nube, y Su rostro como el sol, Sus pies como columnas de fuego, Sus ojos como llama de fuego, y en Su mano un Librito abierto. Ese Librito abierto es el Libro de los Siete Sellos que Él tomó de la Diestra de Dios en Apocalipsis, capítulo 5, y lo abrió en el Cielo. Ese es el Libro de la Redención, ese es el Libro de la Vida del Cordero, donde están escritos los nombres de todos los hijos e hijas de Dios que componen la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, Cristo con ese Librito abierto en Su Mano, con un pie sobre el mar, el pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra, clamó como cuando ruge un león, y siete truenos emitieron Sus voces. Es la Voz de Cristo clamando y Siete Truenos emitiendo Sus voces. Es la Voz de Cristo, los Siete Truenos de Apocalipsis, capítulo 10, hablando el misterio de Su Segunda Venida. A Juan le fue prohibido escribirlo para que nadie supiera nada con relación a ese misterio, porque se levantarían imitadores e interrumpirían el Programa de Dios correspondiente a la Segunda Venida de Cristo. Por lo tanto, Juan no pudo escribir lo que los Truenos hablaron, no era el tiempo para ser dado a conocer a la Iglesia del Señor Jesucristo. Siendo que la Segunda Venida de Cristo es el Evento más grande que será cumplido después de las siete etapas de la Iglesia del Señor Jesucristo, ese misterio quedó oculto en la Escritura. Pero están las profecías con relación a la Segunda Venida de Cristo, pero quedó sellado y cerrado el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice: “*Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo* (¿Ven? Es una Voz como de Trompeta, es la Voz de Cristo)*, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Las cosas que deben suceder después de las que ya han sucedido en edades pasadas, y en estos milenios pasados. Ahora, las que deben suceder en el Nuevo Milenio, el Séptimo Milenio de Adán hacia acá, van a ser dadas a conocer, a los que suban más arriba, a donde suban, donde estará la Voz de Cristo hablándole a Su Iglesia. De etapa en etapa Cristo ha estado en medio de Su Iglesia, hablándole a Su pueblo por medio de Su Espíritu Santo, a través de Sus diferentes Mensajeros, a través de los Apóstoles: Pedro y los demás Apóstoles, en medio de los hebreos, y a través de San Pablo en medio de los gentiles, y a través de los diferentes Ángeles Mensajeros que Él ha enviado a Su Iglesia, hasta el precursor de la Segunda Venida de Cristo, que fue el Reverendo William Branham. Así como el mundo religioso del tiempo de Juan el Bautista y de Jesús, no se dio cuenta y no reconoció que el precursor de la Primera Venida de Cristo fue Juan el Bautista, también en este tiempo final la mayoría del cristianismo no se ha dado cuenta que Dios envió el precursor de la Segunda Venida de Cristo con el espíritu y virtud de Elías; y ya se fue. Pero los que quieran conocerlo, fue el Reverendo William Branham, y ya se fue. Pero dejó su Mensaje, y él dijo que aunque él no esté aquí en la Tierra, en el tiempo de la Venida del Señor, su Mensaje introducirá a Cristo al mundo. Por lo tanto, en el Mensaje del Reverendo William Branham está ampliado todo el Programa profético correspondiente a la Segunda Venida de Cristo, y con el Mensaje del Reverendo William Branham Dios ha hecho más entendible el misterio de la Segunda Venida de Cristo; y las profecías correspondientes a la Segunda Venida de Cristo. Ahora, el Mensaje de Dios para este tiempo final, de gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo. Ya Cristo habló con Voz de Trompeta en las edades pasadas a través de sus diferentes Mensajeros. Y para este tiempo final estará hablando con gran Voz de Trompeta, o sea, con un Mensaje dispensacional, que es mayor que un Mensaje de una edad, y por consiguiente estará hablando a través de un Mensajero mayor, un Mensajero dispensacional, que es la clase de Mensajero más grande que Dios envía a la Tierra. De tal manera que solamente hay siete Profetas dispensacionales. Esos siete Profetas dispensacionales son los siguientes: **Adán**, el primero, con el Mensaje de la Dispensación de la Inocencia, para la Dispensación de la Inocencia. Luego el segundo fue **Set**, para la Dispensación de la Conciencia. El tercero fue el Profeta **Noé** para la Dispensación del Gobierno Humano. El cuarto fue el padre de la fe **Abraham**, para la Dispensación de la Promesa. El quinto Profeta dispensacional fue **Moisés**, con el Mensaje de la Ley, para la Dispensación de la Ley. El sexto Profeta dispensacional fue nuestro amado **Señor Jesucristo**, para la Dispensación de la Gracia. Y el séptimo Profeta dispensacional es **el Ángel del Señor** Jesucristo, para la séptima dispensación, para la Dispensación del Reino. Y bajo el ministerio del Ángel del Señor Jesucristo, el Espíritu Santo estará sonando la gran Voz de Trompeta, el Mensaje del Evangelio del Reino, que es el Mensaje de gran Voz de Trompeta, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la Tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Ése es el Mensaje de la gran Voz de Trompeta, la Trompeta final que llama y junta a los escogidos de Dios. Con ese Mensaje son llamados y juntados todos los escogidos de Dios de entre los gentiles y de entre los hebreos correspondientes a la Iglesia del Señor Jesucristo, los cuales están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. No habrá ni uno más ni uno menos, ni uno de los escogidos se perderá. Por lo tanto no habrá ni uno menos, pero tampoco habrá uno de más, estará completo el número de los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo. Cristo dijo a Sus discípulos en una ocasión en que ellos regresaban gozosos porque habían estado predicando el Evangelio conforme a como Él les ordenó cuando envió a los setenta y regresaron contentos, diciendo: “Aun los espíritus se nos sujetan en Tu Nombre; o sea, esto es algo maravilloso.” Estaban haciendo lo mismo que Jesús hacía: Jesús echaba fuera los demonios, y ahora ellos también en el Nombre del Señor Jesucristo los estaban echando fuera. Y Jesús les dice: “No os gocéis de esto, gozaos de que vuestros nombres están escritos en el Cielo.” Eso es lo grande: que nuestros nombres están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, que es el Libro de los Siete Sellos, el Libro de la Redención. Y ahora, hemos visto que esta gran Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo para este tiempo final, estará dándonos Su Mensaje final. Si la Trompeta diere sonido incierto, ¿quién se apercibirá para la batalla? Pero si da sonido cierto, todos estaremos apercibidos para la batalla final, de edad en edad la Iglesia ha tenido una lucha, una batalla. Pero ahora en este tiempo final tendrá la última batalla, y en el Amor Divino obtendrá la victoria y seremos transformados e iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por lo tanto, la Trompeta tiene que dar sonido cierto, tiene que dar el Mensaje cierto, el Mensaje prometido para este tiempo final. Aun el precursor de la Segunda Venida de Cristo habló de que vendrá un Mensaje de parte de Dios para el pueblo. Vean, en este libro de *“Citas,”* que contiene diferentes extractos de diferentes Mensajes del Reverendo William Branham, dice en la página 157 y párrafo 1407, en español, lo cual es un extracto del Mensaje: *“Y no conoces,”* página 13, predicado en el año 1965, antes de él partir, dice el Reverendo William Branham: “*Estoy solamente edificando. La hora está cerca a la mano cuando ustedes van a ver pasar algo, cuando algo va a tener lugar y todo este fundamento, aquí sólo ha sido colocando una base para un corto mensaje rápido que sacudirá toda la nación.”* **¿Está prometido que vendrá un Mensaje?** Claro que sí, ahí lo tenemos, el precursor de la Segunda Venida de Cristo habló de que vendrá un Mensaje. Por lo tanto, tiene que venir un Mensaje, y eso que está dicho ahí es de acuerdo a la profecía bíblica, la profecía de la gran Voz de Trompeta que llamará y juntará a los escogidos de Dios. Esa gran Voz de Trompeta es la Voz de Cristo por medio de Su Espíritu Santo hablándonos en este tiempo final el Mensaje de la gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino. Ahora, leímos en Apocalipsis, capítulo 4, que Cristo dice con esa Voz de Trompeta: “*Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Y ahora Cristo va a mostrar las cosas que van a suceder en este tiempo final. Por lo tanto, subimos a una etapa más alta en el Cuerpo Místico de Cristo. Esa es la etapa de la Edad de la Piedra Angular, esa es la Edad eterna de la Iglesia. Y ahora, en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, nos dice en qué forma nos va a dar a conocer las cosas que han de suceder pronto. Dice: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* **¿En qué forma nos va a dar a conocer las cosas que han de suceder pronto?** A través de Su Ángel, el Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta que a Juan le dio la revelación del Apocalipsis estando en cuerpo espiritual, en cuerpo angelical. Y para este tiempo final estará en carne humana en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo con el Mensaje de la gran Voz de Trompeta, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y ese Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta dispensacional, es el último Profeta dispensacional, el séptimo Profeta dispensacional con un Mensaje dispensacional, y por consiguiente es un Mensaje de gran Voz de Trompeta, como está prometido para la Iglesia del Señor Jesucristo. Y durante el tiempo en que ese Ángel del Señor Jesucristo está predicando ese Mensaje de gran Voz de Trompeta, que es el Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, los escogidos escucharán la Voz de Cristo. Cristo dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y me siguen.” Por lo tanto, los escogidos de Dios, las personas que van a ser transformadas serán llamadas y juntadas en este tiempo final, ¿dónde? En el Cuerpo Místico de Jesucristo. Ninguna persona obtiene el nuevo nacimiento fuera de la Iglesia del Señor Jesucristo, como ningún grano de trigo nace fuera de la planta de trigo. Cristo es el grano de trigo que fue sembrado en tierra, y nació el Día de Pentecostés la Planta de Trigo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, a través de la cual Cristo se reproduciría en muchos granos de trigo, en muchos hijos e hijas de Dios. Por lo tanto, en una planta o en un árbol de mango o de naranja, usted no va a encontrar trigo; va a encontrar trigo en la planta de trigo. Y usted no va a encontrar hijos e hijas de Dios fuera de la Iglesia del Señor Jesucristo. La persona cuando recibe a Cristo como su único y suficiente Salvador arrepentido de sus pecados y es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y obtiene el nuevo nacimiento, produce el nuevo nacimiento en la persona, y así la persona ha nacido del Agua y del Espíritu. Nacer del agua es nacer del Evangelio de Cristo; y nacer del Espíritu es nacer del Espíritu Santo, obteniendo el nuevo nacimiento por consiguiente, y naciendo a una nueva vida: a la Vida eterna en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, toda persona obtiene el nuevo nacimiento en la Iglesia del Señor Jesucristo, nace en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Reino de Cristo en la esfera espiritual. Por lo tanto, los granos de trigo, los hijos e hijas de Dios, ¿dónde estarán? En la Planta de Trigo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo; como las ovejas que el Padre le dio a Cristo para que las busque, les dé Vida eterna, escucharán la Voz de Cristo. ¿Y dónde estarán? En el Redil del Señor Jesucristo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo, ahí es donde son llamadas y juntadas las ovejas de Cristo de edad en edad. **¿Y para este tiempo final dónde van a ser llamadas y juntadas?** En la Iglesia del Señor Jesucristo, en la etapa final de la Iglesia de Jesucristo, estarán escuchando la Voz de Cristo, el Buen Pastor, esa gran Voz de Trompeta a través del Ángel del Señor Jesucristo, así como escucharon la Voz de Cristo en Espíritu Santo a través de San Pedro y a través de San Pablo, y diferentes Mensajeros que hablaron la Palabra del Evangelio del Cristo ungidos con el Espíritu Santo. Fue el Espíritu Santo a través de San Pedro, a través de los Apóstoles, a través de San Pablo y demás Mensajeros; ellos no hablaron de sí mismos, fue el Espíritu Santo hablando a través de ellos; porque el Maestro y el Guía de la Iglesia de Jesucristo es el Espíritu Santo, es el mismo Cristo en Espíritu Santo. Por lo tanto, Él es nuestro Maestro. Cristo dijo que enviaría el Espíritu Santo, y el Espíritu Santo nos guiaría a toda justicia y a toda verdad, y nos enseñaría todas las cosas, porque el Espíritu Santo es el Maestro, Él es el Tutor que nos guía y nos enseña todas las cosas. Y ahora, para este tiempo final el Espíritu Santo estará hablándonos con gran Voz de Trompeta y estará revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto; y así como ha usado diferentes hombres de Dios en edades pasadas, estará usando al Ángel del Señor Jesucristo, que es el Profeta de la Dispensación del Reino para este tiempo final; y será la primera ocasión en que Jesucristo envía a Su Iglesia un Profeta dispensacional. Por eso lo envía con un Mensaje dispensacional de gran Voz de Trompeta: es un Mensaje mayor para todos los escogidos de Dios, para darles la fe para ser transformados y raptados. Vean lo sencillo que es para recibir la transformación espiritual y obtener el nuevo nacimiento y nacer a la Vida eterna y entrar al Reino de Dios, tuvimos que escuchar la gran Voz de Trompeta del Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo como Cordero de Dios llevando a cabo Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario. Por eso Cristo ordenó predicar el Evangelio a toda criatura. “Y el que creyere y fuere bautizado, será salvo.” Dijo Jesucristo en San Marcos, capítulo 16, verso 15 al 16, y también dijo: “Mas el que no creyere será condenado.” El que no cree se pierde la bendición de la Vida eterna. Por lo tanto, a través de la predicación del Evangelio de la Gracia, del Evangelio de Cristo, es revelado el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario. Y cuando la persona escucha la predicación del Evangelio de Cristo nace en su alma la fe, porque la fe viene por el oír, el oír ¿qué? La Palabra de Dios, el Evangelio de Cristo. “Y con el corazón se cree para justicia.” Y la persona sentada escuchando o de pie escuchando, descubre que nació ahí la fe de Cristo, y comienza a darse cuenta que está creyendo en Cristo, que está creyendo en la Primera Venida de Cristo y en la muerte de Cristo en la Cruz del Calvario, como el Sacrificio de la Expiación por nuestros pecados; y luego llega el momento del llamamiento, que es la oportunidad que se le da a todo ser humano para que dé testimonio público de su fe en Cristo recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador. Cristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre; mas el que me negare delante de los hombres, Yo le negaré delante de mi Padre.” \[San Lucas 12:8-9\] Por lo tanto, la persona se pone en pie, pasa al frente, y da testimonio público de su fe en Cristo recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador, y así Cristo lo recibe, lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, es bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y produce en la persona el nuevo nacimiento, y la persona nace a una nueva vida, a la Vida eterna en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador; y así la persona ha sido sellada en el Reino de Cristo con el Sello del Dios vivo, con el Espíritu Santo. El que no nazca del Agua y del Espíritu no puede entrar al Reino de Dios. Pero el que nace del Agua y del Espíritu sí puede entrar, entra al Reino de Dios, obtiene el nuevo nacimiento, y ya ha asegurado su futuro eterno con Cristo en Su Reino eterno, ya tiene Vida eterna, y no perecerá jamás, vivirá eternamente con Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, cada persona representada en las ovejas que el Padre le dio para que les dé Vida eterna, escucharían la Voz de Cristo en Espíritu Santo por medio de los Mensajeros que Él enviaría a Su Iglesia en los diferentes tiempos; escucharían la Voz de Cristo, creerían y seguirían a Cristo. Así es para nuestro tiempo también. Las ovejas del Señor escuchan la Voz de Cristo, conocen la Voz de Cristo. Por lo tanto, para este tiempo final tenemos la promesa de la gran Voz de Trompeta, llamando y juntando a los escogidos de Dios. San Mateo, capítulo 24, verso 31: “Y enviará Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta, y juntarán a Sus escogidos.” Primeramente juntan a los escogidos de entre los gentiles en la Iglesia del Señor Jesucristo, y después llamarán y juntarán a los escogidos del pueblo hebreo, que son ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, doce mil de cada tribu. Pero esas personas no pertenecen a la Iglesia de Jesucristo, son de otro grupo; y pasarán por la gran tribulación, y morirán en la gran tribulación; pero resucitarán al final de la gran tribulación, para estar en el Reino Milenial de Cristo. Pero los escogidos de la Iglesia de Jesucristo no pasarán por la gran tribulación, seremos transformados antes de comenzar la gran tribulación, y seremos llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso es tan importante conocer el misterio de la Trompeta final, porque es la Voz de Cristo hablándonos por medio de Su Espíritu Santo en el Día Postrero, a través de Su Ángel. Dice Apocalipsis 22 que es a través de Su Ángel, el Ángel del Señor Jesucristo, el Ángel de Dios, que será dado a conocer todo lo que ha de suceder. Esa lectura la tuvimos, dice: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* **¿A través de quién Jesucristo estará dándonos a conocer las cosas que han de suceder pronto en este tiempo final?** A través de Su Ángel. Hay muchos doctores en teología, y eso está bien. Pero solamente hay un hombre a través del cual Jesucristo estará dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; y ese es el Ángel del Señor Jesucristo. En Apocalipsis 22, verso 16, también Cristo hace mención de Su Ángel, y dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* **¿Quién es el enviado de Jesucristo para dar testimonio de estas cosas?** El Ángel del Señor Jesucristo. Por lo tanto, **¿a quién estarán escuchando las ovejas de Cristo en este tiempo final?** A Jesucristo; a través ¿de quién? De Su Ángel. En San Juan, capítulo 13, verso 20, veamos lo que Cristo dice: “*De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”* O sea, recibe al Padre, ¿por qué? Porque Jesucristo viene manifestado en Su enviado, y hablando a través de Su enviado por medio de Su Espíritu Santo. Esa es la forma en que Jesucristo ha estado en medio de Su Iglesia, ha estado en Espíritu Santo hablando por medio de Sus enviados. Los que recibieron a los enviados de Cristo de edades pasadas, estaban recibiendo a Cristo manifestado en San Pedro y en los demás Apóstoles, en San Pablo y en los demás Ángeles Mensajeros que Cristo envió a Su Iglesia. Y para el Día Postrero Cristo dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Por lo tanto, Jesucristo estará con Su Ángel Mensajero y en Su Ángel Mensajero en Espíritu Santo, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y así estaremos todos escuchando la Voz de Cristo para este tiempo final, esa Trompeta final, la gran Voz de Trompeta, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y dándonos la fe, la revelación, para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero; estará dándonos a conocer todo lo relacionado a las profecías de la Segunda Venida de Cristo. Todo el misterio relacionado a la Segunda Venida de Cristo, estará siendo dado a conocer a través de la Trompeta final, de la gran Voz de Trompeta, de la Voz de Cristo, de la Voz del Espíritu Santo a través de Su Ángel Mensajero; porque es a través de Su Ángel que Cristo dice que será dado a conocer las cosas que han de suceder pronto; por lo tanto, eso no puede cambiar. Cualquier persona puede decir: “Yo estudié muchísimo, tengo mi doctorado en teología y en otras materias.” Pero eso no significa nada delante de Dios. Ya Cristo ha dicho: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Por lo tanto, es a través del Ángel del Señor Jesucristo que será dado a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, ese es el Ángel Mensajero de Jesucristo que traerá el Mensaje final, la gran Voz de Trompeta, el Mensaje que dijo el Reverendo William Branham que vendría, y para lo cual el Reverendo William Branham con el Mensaje que Dios le dio, colocó el fundamento. Él dijo que el Mensaje que él tenía era el fundamento para el Mensaje que vendría después. El Mensaje que viene después del Mensaje del precursor de la Segunda Venida de Cristo es el Mensaje del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo. En ese Mensaje es que todo el misterio de la Segunda Venida de Cristo será revelado gradualmente a la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, todos estamos interesados en escuchar la Trompeta final; porque ya sabemos qué es la Trompeta final: es el Mensaje del Evangelio del Reino traído a la Iglesia de Jesucristo por el Espíritu Santo, a través del Ángel del Señor Jesucristo. El Ángel del Señor Jesucristo está en todo el Libro del Apocalipsis, desde el primer capítulo hasta el último capítulo, fue el Ángel Mensajero que le dio a Juan el Apóstol la revelación del Apocalipsis; comienza el Apocalipsis diciendo: “*La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.”* La revelación de Jesucristo viene a través del Ángel del Señor Jesucristo, y fue dada a Juan el Apóstol esta revelación del Apocalipsis, de todas estas cosas que iban a suceder desde los tiempos de los Apóstoles hasta este tiempo final, y nos coloca hasta el milenio y también en la Eternidad. Vean, en el capítulo 20 del Apocalipsis nos habla del Reino Milenial, y luego en el capítulo 21 y 22, nos habla de la Eternidad. ¿Ven? O sea, que esta revelación que Jesucristo da por medio de Su Ángel, cubre todo el tiempo de la Iglesia del Señor Jesucristo, desde los días de su nacimiento hasta la eternidad; y esa revelación Jesucristo la envía por medio de Su Ángel. Juan el Apóstol representa la Iglesia de Jesucristo y a todos los Mensajeros que tendría la Iglesia del Señor Jesucristo. Por lo tanto, todos queremos escuchar la Trompeta final. Ninguna persona podrá conocer las cosas que deben suceder pronto, a menos que escuche la Trompeta final. Y no habrá resurrección de los muertos en Cristo, sin que primero suene la Trompeta final; y no habrá transformación para los vivos en Cristo sin sonar la Trompeta final, y sin escuchar la Trompeta final. En palabras más claras ninguna persona podrá ser transformada sin escuchar la Trompeta final, esa gran Voz de Trompeta. Por eso es tan importante conocer el misterio de la Trompeta final, y el Mensaje que nos habla la Trompeta final. Es la Voz de Cristo hablándonos en este tiempo final, hablándonos con el Mensaje del Evangelio del Reino y revelándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, incluyendo la Segunda Venida de Cristo; y así dándonos la fe, la revelación, para ser transformados y raptados, y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Por eso Jesucristo habló tanto de Su Ángel, desde el primer capítulo de Apocalipsis hasta el último capítulo de Apocalipsis. Ese Ángel fue el que le dio a Juan la revelación del Apocalipsis, es el Ángel más importante del Señor Jesucristo. Un Ángel es un Mensajero, es el Mensajero más importante del Señor Jesucristo, ha estado siempre en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Pero para el Día Postrero estará en carne humana en medio de la Iglesia del Señor Jesucristo. Ese es el Ángel Mensajero con la gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, ése es el Ángel Mensajero con la séptima Trompeta de Apocalipsis, capítulo 11, verso 15. Ese es el Ángel que llamará y juntará ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. Ese el Ángel con el Sello del Dios vivo en Apocalipsis, capítulo 7, verso 2 en adelante, el Ángel con el Sello del Dios vivo. **¿Cuál es el Sello del Dios vivo?** El Espíritu Santo. Ese es el Ángel Mensajero con el Espíritu Santo en el Día Postrero, llamando y juntando ciento cuarenta y cuatro mil hebreos, y colocándolos en el Reino de Dios. Ese es el Ángel que tendrá éxito con el pueblo hebreo. Muchos han tratado de convertir el pueblo hebreo a Cristo, desde los Apóstoles San Pedro hasta el Apóstol San Pablo, y demás Mensajeros y demás predicadores del cristianismo. Pero no han podido convertir el pueblo hebreo a Cristo; el pueblo hebreo como nación no será convertido a Cristo, hasta el ministerio del Ángel con el Sello del Dios vivo, que llamará y juntará doce mil de cada tribu. Y ese es el Israel que recibirá el Mensaje del Ángel del Señor Jesucristo, que viene con el Sello del Dios vivo, viene con el Espíritu Santo. Por lo tanto, el Espíritu Santo estará hablando a través de él, y estará llamando y juntando ciento cuarenta y cuatro mil hebreos. El misterio de lo que él estará hablando a los hebreos, y ellos creyendo lo que ese Ángel estará hablando, lo conocerá ese Ángel. Él es el que lo tiene que conocer para hablarle de acuerdo a como debe hablarle para que ellos puedan creer; estará hablando con la gran Voz de Trompeta. “Y enviará Sus Ángeles con gran Voz de Trompeta, y juntarán a Sus escogidos.” Y eso será el ministerio de los dos Olivos de Apocalipsis, capítulo 11, verso 13 en adelante, de los dos Ungidos que están en pie delante del Dios de toda la Tierra. Y así como los hebreos por medio de San Pablo y San Pedro trajeron el Evangelio a los gentiles, Pedro lo llevó a los gentiles en la casa de Cornelio; Cornelio, un romano, y San Pablo lo llevó a los gentiles; así como por medio de esos dos ministerios de San Pedro y San Pablo, el Evangelio pasó a los gentiles, el Espíritu Santo obrando a través de ellos. Y ahora, los gentiles y de entre los gentiles irá el Evangelio a los hebreos, por medio de los ministerios de los dos Olivos, de Moisés y Elías, que estarán manifestados en medio de la Iglesia de Jesucristo, así como en el Antiguo Testamento, en el templo que construyó Salomón, estaban dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro, en el lugar santísimo; y el templo que construyó Salomón y el tabernáculo que construyó Moisés, tipifica el Templo que está en el Cielo, y tipifican a la Iglesia del Señor Jesucristo. En el lugar santísimo estaban los dos olivos, los dos querubines de olivo cubiertos de oro. El lugar santísimo está al Oeste, en el templo. Y en el Templo Espiritual de Cristo encontramos que la construcción comenzó en el Este, y del Este ha venido viajando hasta el Oeste, de la tierra de Israel a Asia Menor; de Asia Menor a Europa; de Europa a Norteamérica; y todo eso corresponde al Lugar Santo del Templo Espiritual de Cristo. Y de Norteamérica a la América Latina y el Caribe, que corresponde al Lugar Santísimo del Templo Espiritual de Cristo. Y está en el Oeste, el Evangelio está en el Oeste, nosotros vivimos en el Oeste, la América Latina y el Caribe, que pertenece al continente Americano, al continente del Oeste. Cristo dijo: “Como el relámpago que sale del Oriente y se muestra en el Occidente (se manifiesta en el Occidente), así será la Venida del Hijo del Hombre.” ¿Ve? La bendición grande es para el Oeste, para el territorio latinoamericano y caribeño. Es en el territorio latinoamericano y caribeño que Cristo, el Hijo del Hombre en Espíritu Santo, estará hablándonos con gran Voz de Trompeta, por medio de Su Ángel Mensajero. Pero el Ángel del Señor Jesucristo no es el Señor Jesucristo. Por eso cuando Juan quiso adorarlo, el Ángel le dijo: “Mira, no lo hagas, yo soy consiervo tuyo y con tus hermanos, adora a Dios.” ¿Ven? Ahora, podemos ver que la bendición grande, de la gran Voz de Trompeta, de la Trompeta final, es para la Iglesia de Jesucristo en la etapa que corresponde a la América Latina y el Caribe, donde está Cristo construyendo el Lugar Santísimo de Su Templo Espiritual. La Iglesia del Señor Jesucristo es un Templo Espiritual; y si es un templo tiene que tener Lugar Santísimo; y si tiene que tener un Lugar Santísimo, Cristo tiene que construir ese Lugar Santísimo. Y Él está construyendo Su Iglesia, Su Templo Espiritual con piedras vivas, seres humanos, personas que escuchan la predicación del Evangelio de Cristo y creen en Cristo como su único y suficiente Salvador. Esas son piedras vivas escogidas por Dios desde antes de la fundación del mundo, para formar la Iglesia del Señor Jesucristo, para formar el Templo Espiritual de Cristo. Y es una bendición grande estar en el Templo del Señor Jesucristo, como una piedra viva, estar en la Iglesia del Señor Jesucristo como una persona viva a la Vida eterna, una persona que ha nacido a la Vida eterna por medio del Agua y del Espíritu, por medio de creer en Cristo de todo corazón, ser bautizado en agua en Su Nombre y recibir el Espíritu Santo y obtener el nuevo nacimiento y nacer a la Vida eterna en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. En ese Reino es que yo he nacido. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Nadie puede nacer a la Vida eterna fuera del Reino de Cristo, porque el Reino de Cristo es el único Reino con Vida eterna. Por lo tanto, todos necesitamos nacer en el Reino de Cristo del Agua y del Espíritu. Yo he nacido en el Reino de Cristo y por consiguiente he recibido la Vida eterna. ¿Y quién más? Cada uno de ustedes también. Si hay alguna persona que todavía no ha recibido a Cristo como Salvador, pues no tiene Vida eterna, y no está en el Reino de Dios; por consiguiente lo que tiene es vida temporera, vida temporal, que se le va a terminar en algún momento, y no sabe cuándo se le va a terminar, y no tiene la esperanza de volver a vivir. Pero en esta noche pueden obtener esa esperanza de volver a vivir, de vivir eternamente con Cristo en Su Reino eterno, ¿cómo? recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador. Primera de Juan, capítulo 5, verso 10 en adelante, nos dice que Dios nos ha dado Vida eterna, y nos dice: “Y esta vida está en Su hijo (o sea, en Jesucristo). El que tiene al Hijo, tiene la Vida; el que no tiene al Hijo, no tiene la Vida.” El que no tiene a Cristo, porque no lo ha recibido como su Salvador, no tiene la Vida eterna, lo que tiene es vida temporal o temporera que se le va a terminar en algún momento. Pero tenemos que asegurar nuestro futuro eterno con Jesucristo en Su Reino eterno, para tener la esperanza de una Vida eterna, después que se nos acabe esta vida temporal que tenemos. Si hay alguna persona que todavía no tiene la Vida eterna, porque no ha recibido a Cristo, que es la Vida eterna, en esta noche puede hacerlo y yo estaré orando por usted, para que Cristo le reciba en Su Reino, le perdone y con Su Sangre le limpie de todo pecado, y sea bautizado en agua en Su Nombre, y Cristo le bautice con Espíritu Santo y Fuego, y obtenga el nuevo nacimiento, y nazca a la Vida eterna en el Reino eterno de Jesucristo nuestro Salvador. No hay nada más importante para el ser humano que la Vida eterna, eso es lo más importante. Por lo tanto, todos necesitamos recibir a Cristo como nuestro único y suficiente Salvador. Primero nos da Vida eterna espiritual, y después nos dará la Vida eterna física, dándonos un cuerpo eterno y glorificado como Su cuerpo glorificado. Esto es para el tiempo en que la gran Voz de Trompeta o Trompeta final esté sonando. Y la gran Voz de Trompeta, la Trompeta final, está sonando y está llamando a Sus escogidos en este tiempo final. Por lo tanto, este es el tiempo en que están siendo llamados y juntados los últimos escogidos de Dios, los últimos elegidos de Dios en el Cuerpo Místico del Señor Jesucristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo. Si oyes hoy Su Voz no endurezcas tu corazón, Él te está llamando para darte Vida eterna. Pueden pasar al frente y estaré orando por ustedes en esta noche, para que Cristo les reciba, les perdone y con Su Sangre les limpie de todo pecado. Vamos a dar unos segundos en lo que pasan todas las personas que quieren recibir la Vida eterna a través de Jesucristo nuestro Salvador; porque no hay otro nombre bajo el Cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos. Todos necesitamos a Jesucristo, para que Él nos dé la Vida eterna, porque todos queremos vivir eternamente. Pueden continuar pasando las personas que todavía no habían recibido a Cristo como Salvador, y han escuchado la predicación del Evangelio de Cristo, y han creído de todo corazón, ha nacido la fe de Cristo en sus almas, y por consiguiente les falta ahora dar testimonio público de su fe en Cristo, para que Cristo le reciba, les perdone y con Su Sangre les limpie de todo pecado. Ahora, es Vida eterna lo que recibimos cuando recibimos a Cristo como nuestro Salvador, recibimos a Cristo porque queremos vivir eternamente, y la Vida eterna está en Jesucristo. Jesucristo dijo: “Yo Soy el Camino, la Verdad y la Vida; y nadie viene al Padre sino por mí.” (San Juan, capítulo 14, verso 6). Nadie puede llegar a Dios, a menos que sea a través de Jesucristo. Jesucristo es el Camino a Dios, Jesucristo es el Camino, la Verdad y la Vida, para que todos lo recibamos y obtengamos la Vida eterna. Él es la Fuente del Agua de la Vida eterna, Él es el único que puede salvar mi vida, mi alma y tu alma. Él es el único que nos puede dar la Vida eterna. Pueden continuar pasando. Dios tiene mucho pueblo en esta ciudad y en las ciudades cercanas, y en esta ciudad de Franca, y también en toda la República del Brasil; y por consiguiente Él está llamando y juntando a Sus escogidos en este tiempo final con la gran Voz de Trompeta, con la Trompeta final. Y cuando complete a todos Sus escogidos, entonces se levantará del Trono del Padre, tomará el Título de Propiedad, que es el Libro de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5, lo abrirá en el Cielo y hará Su Obra de Reclamo, resucitará a los muertos creyentes en Él en cuerpos glorificados y jóvenes, y a nosotros si permanecemos vivos hasta ese momento, nos transformará, y entonces todos seremos jóvenes como nuestro amado Señor Jesucristo. El cuerpo nuevo y glorificado representará de 18 a 21 años de edad. Por eso fue que cuando Cristo resucitó glorificado, no lo conocían, porque Cristo cuando murió tenía unos treinta y tres años; y ahora cuando resucita glorificado, y aparece a Sus discípulos glorificado, no le conocían, y habían estado con Cristo tres años y medio en Su ministerio terrenal. **¿Y cómo no van a conocer a aquél con el cual estuvieron tres años y medio escuchándolo y viendo los milagros que hacía?** Es que Cristo ya con Su cuerpo glorificado no representaba treinta y tres años, representaba de 18 a 21 años de edad; y esa es la misma clase de cuerpo glorificado que Él me va a dar a mí. Y cuando yo tenga ese cuerpo glorificado, voy a representar de 18 a 21 años de edad. Y cualquier persona cuando me vea y yo le hable y le diga: “Yo soy William.” Me dirá: “No puede ser, tú tienes de 18 a 21 años de edad, y William tenía más años cuando yo lo conocía.” Pero le diré: “Tú me conocías en el cuerpo mortal. Pero ahora estoy en mi cuerpo glorificado, en el cuerpo glorificado representaremos de 18 a 21 años de edad. Esa es la clase de cuerpo que Cristo me va a dar a mí. ¿Y a quién más? A cada uno de ustedes también; porque es para ustedes esa promesa. Por eso está llamando y juntando a Sus escogidos con la Trompeta final, con la gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino en este tiempo final; y por esa causa ustedes han escuchado la Voz de Cristo, el Evangelio de Cristo en esta noche, ha nacido la fe de Cristo en sus almas, han creído de todo corazón en Cristo, y están aquí dando testimonio de su fe en Cristo. Cristo dijo: “El que me confesare delante de los hombres, Yo le confesaré delante de mi Padre; mas el que me negare delante de los hombres, Yo le negaré delante de mi Padre.” \[San Lucas 12:8-9\] Por lo tanto, Cristo les confiesa delante de nuestro Padre Celestial a cada uno de ustedes en esta noche. Si falta alguna persona todavía por pasar, puede pasar para que quede incluida en esta oración. Los niños de diez años en adelante también pueden pasar para recibir a Cristo como su único y suficiente Salvador. Vamos a estar puestos en pie todos, vamos a orar por las personas que han pasado. Si todavía falta alguna persona, puede pasar para que quede incluida en esta oración. Todavía vienen más personas, es que Dios tiene mucho pueblo en esta actividad y en esta ciudad y en todo Brasil. Vamos ya a orar por las personas que han pasado en esta noche. Vamos a levantar nuestras manos al Cielo, a Dios, vamos a cerrar nuestros ojos, y repitan conmigo esta oración: ***Señor Jesucristo, vengo a Ti reconociendo Tu Primera Venida y Tu muerte en la Cruz del Calvario como el Sacrificio de la Expiación por mis pecados, creo de todo corazón en Ti y en Tu Sacrificio en la Cruz del Calvario. Señor Jesucristo, en Tus manos encomiendo mi alma, doy testimonio público de mi fe en Ti, y Te recibo como mi único y suficiente Salvador.*** ***Salva mi alma, Señor Jesucristo, Te lo ruego; perdona mis pecados y con Tu Sangre límpiame de todo pecado, y bautízame con Espíritu Santo y Fuego; quiero que produzcas en mí el nuevo nacimiento, quiero nacer a la Vida eterna en Tu Reino eterno, para vivir contigo por toda la eternidad.*** ***Señor Jesucristo, en Tus manos encomiendo mi alma; salva mi alma, Te lo ruego, Señor Jesucristo. En Tu Nombre eterno y glorioso. Señor Jesucristo, Te lo ruego. Amén y amén.*** Y con nuestras manos levantadas al Cielo repitan conmigo: **La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado. La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado. La Sangre del Señor Jesucristo me limpió de todo pecado. Amén y amén.** Cristo les ha recibido en Su Reino, ha perdonado vuestros pecados, y con Su Sangre les ha limpiado de todo pecado. Por cuanto ustedes han escuchado la predicación del Evangelio de Cristo y han creído de todo corazón en Jesucristo nuestro Salvador. Él dijo: “*Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* Ustedes han creído de todo corazón en Cristo y han dado testimonio público de vuestra fe en Cristo. Cristo dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo.” Ustedes me dirán: “Ya he creído de todo corazón en Cristo, y me falta ser bautizado en agua en Su Nombre. ¿Cuándo me pueden bautizar?” Ahora, pregunto al ministro aquí si: ¿Hay agua? Hay agua. ¿Hay ropas bautismales? Hay ropas bautismales también. ¿Hay lugar dónde cambiarse de ropas? También hay lugar. ¿Hay también personas que cuiden las ropas de ellos? También hay personas que cuidarán de vuestras ropas. Por lo tanto, bien pueden ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo esta misma noche, para que así entren al Reino de Dios completamente, y que Jesucristo les bautice con Espíritu Santo y Fuego y produzca en ustedes el nuevo nacimiento, y que Jesucristo llame y traiga a sus familiares a Sus pies (a los pies de Jesucristo) y les dé la salvación y Vida eterna, para que estén con ustedes en el Reino de Cristo por toda la eternidad. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén. Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema: **“LA TROMPETA FINAL.”** Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. Muchas gracias amables radioyentes y los aquí presentes. Dejo con nosotros en estos momentos al Reverendo aquí presente: Antonino, para que continúe y les indique a ustedes hacia dónde caminar para cambiarse de ropas, ponerse las ropas bautismales, y ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo. Y que Dios me los bendiga y me los guarde, y nos veremos nuevamente, ya sea en estos cuerpos de carne o en el nuevo cuerpo glorificado. Que Dios les bendiga, y pasen todos muy buenas noches. Con nosotros el Reverendo Antonino. “**LA TROMPETA FINAL.”**