--- title: 'Dios y el tiempo' date: 2004-06-29 activity: 1 place: city: Austin state: Texas country: US duration: 00:48:46 public: false youtube: rm: true translations: files: --- Muy buenas tardes, amados ministros, compañeros en el Cuerpo Místico de Cristo; es una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en el Libro de los Hechos, capítulo 1, verso 1 en adelante, donde dice: “*En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,* *hasta el día en que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había escogido;* *a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.* *Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.* *Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.* *Entonces los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor, ¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?* *Y les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones, que el Padre puso en su sola potestad;* *pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.* *Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos.* *Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas,* *los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“DIOS Y EL TIEMPO.”** Es necesario conocer el tiempo que a la persona le toca vivir. Vean cómo habló Cristo en el capítulo 16 de San Mateo, verso 1 al 4, donde dice: “*Vinieron los fariseos y los saduceos para tentarle, y le pidieron que les mostrase señal del cielo.* *Mas él respondiendo, les dijo: Cuando anochece, decís: Buen tiempo; porque el cielo tiene arreboles.* *Y por la mañana: Hoy habrá tempestad; porque tiene arreboles el cielo nublado. ¡Hipócritas! que sabéis distinguir el aspecto del cielo, ¡mas las señales de los tiempos no podéis!* *La generación mala y adúltera demanda señal; pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. Y dejándolos, se fue.”* Aquí, vean cómo Cristo habla a todos los que allí estaban presentes, los cuales cuando veían el tiempo durante el atardecer, y veían que tenía arreboles el Cielo, decían que habría buen tiempo. Pero por la mañana, o sea, en la mañana, si veían arreboles, decían: “Porque tiene arreboles el Cielo nublado (entonces decían) habrá tempestad.” Podían ver esas señales de las condiciones del tiempo: si iba a llover o si iba a ser buen día. Pero ahora las señales más importantes, la señales de los tiempos en el Programa de Dios, las señales proféticas que están prometidas para ser manifestadas, no las podían distinguir. Vean, siempre que Dios va hacer algo en la Tierra, lo muestra en el Cielo y luego lo cumple en la Tierra; y aquello que fue mostrado en el Cielo, fue una señal en el Cielo que tipificaba lo que Dios iba a hacer en la Tierra. Y cuando lo hace en la Tierra, cuando lo cumple en la Tierra, la señal ya se materializó en la Tierra, y esa manifestación en la tierra es la señal para los seres humanos, es la señal de Dios de que el tiempo para esa promesa es ése, y que Dios está cumpliendo lo que Él prometió para ese tiempo. Cada cosa que Dios ha prometido tiene un tiempo para ser cumplido, y tiene una sazón, una etapa del tiempo; si es en la mañana, si es al medio día, o si es en la tarde, o si es en la noche (eso en cuanto a días literal); y en cuanto a edad, vean en qué edad, qué día como edad, o qué dispensación como edad dispensacional. Y también tiene Dios establecido el Instrumento a través del cual Dios va a cumplir lo que Él ha prometido, y tiene la gente que va a estar viviendo en el planeta Tierra en ese tiempo; y en medio de la humanidad de ese tiempo estarán los que escucharán la Voz de Dios y recibirán la vindicación de esa promesa, el cumplimiento de esa promesa en carne humana. Vean, el Rvdo. William Branham dice en el Mensaje: *“Haciendo a Dios un servicio sin Su Voluntad* (o sea, fuera de su voluntad)*,”* en la página 21 y página 22, dice aquí en el Libro de *“Citas,”* da esta Cita. Dice en la página 150, del Libro de *“Citas,”* párrafo 1341 dice: “*Para guardar los mandamientos de Dios, para hacer cualquier cosa bien para Dios, para hacer un servicio correctamente, hay cinco deberes, para hacer a Dios servicio correctamente: Primero, tiene que ser Su tiempo para hacerlo; tiene que ser Su estación; tiempo y estación...”* Por ejemplo, durante un año, se puede decir que van a suceder ciertas cosas en tal año. ¿Pero va a suceder en verano o en invierno? ¿En primavera o en otoño? ¿Ven? Esas son las estaciones, las etapas o edades de un año como estaciones; y los meses, pues también es otra parte del año, porque el año está dividido en doce meses; y el año en esos doce meses tiene 365 días y cuarto, por lo tanto, también hay un día para suceder las cosas. “*...tiempo y estación, y tiene que ser según Su Palabra que Él ha hablado* (o sea, que tiene que ser conforme a la Promesa bíblica, conforme a la promesa profética, a la Palabra profética)*; y tiene que ser dado según la persona que Él ha escogido por quien hacerlo.”* ¿Ven? Tiene que ser por la persona que Dios escogió para cumplir esa profecía, eso que Él ha prometido para ese tiempo, o sea, que no puede venir alguna persona y decir: “No, ya Dios lo prometió ahí, así es que a través de cualquiera lo hace.” No, a través de UNO: el Escogido de Dios desde antes de la fundación del mundo, para hacer Dios eso a través de él. “*...y tiene que venir primero a sus profetas* (o sea, tiene que ser un profeta)*; y el profeta tiene que ser vindicado por la Palabra de Dios. Allí tienen sus cinco deberes.”* ¿Ven lo sencillo que es todo? Hay un Orden Divino para Dios cumplir Sus promesas, hay un tiempo también. Por lo tanto, tenemos que conocer el tiempo para cada cosa que Dios ha prometido. Por ejemplo, los que no conocen el tiempo en que vivimos, pueden estar pensando que están viviendo en el tiempo en que tiene que aparecer el precusor de la Primera Venida de Cristo, pero están por dos mil años y algo atrasados, porque ya vino, se fue, y no lo conocieron, excepto los que conocieron el tiempo del cumplimiento de esa promesa en Juan el Bautista. Y luego apareció el Mesías prometido en el tiempo señalado por Dios, apareció, nació en Belén de Judea de tres a siete años antes de comenzar el quinto milenio, y ya para el quinto milenio ya estaba en la Tierra de Israel caminando, y como un niño creciendo, y siendo luego un jovencito, y luego siendo ya un joven, y luego pasando a ser un adulto, y luego siendo bautizado por Juan el Bautista cuando tenía cerca de treinta años, o sea, veintinueve años y medio, y comenzando Su ministerio en el comienzo de la semana número setenta. Dios no falló. En el tiempo y estación apareció el Mesías en la Tierra. Y para cumplir la primera parte de la semana número setenta, el ministerio mesiánico del Cristo, comenzó Su ministerio, comenzando la semana número setenta, y murió a la mitad de la semana número setenta. Cada semana profética allí consta de siete años, por lo tanto, esa semana número setenta comenzó y tuvo un ministerio (Cristo) de tres años y medio; y conforme a como estaba escrito en la profecía de Daniel, en el capítulo 9, que a la mitad de la semana le sería quitada la vida al Mesías. ¿Ven? Pero los que no conocieron el tiempo y la estación para la cual esa profecía mesiánica tenía que ser cumplida: el Ministerio y la Muerte del Mesías, pasaron por alto el tiempo, la estación y el Instrumento en quien Dios cumplió esa profecía; y las consecuencias de no conocer, son graves, pues vean en San Lucas, capítulo 19, versos 41 al 44, dice: “*Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella,* *diciendo: ¡oh, si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que es para tu paz! Mas ahora está encubierto de tus ojos.* *Porque vendrán días sobre ti, cuando tus enemigos te rodearán con vallado, y te sitiarán, y por todas partes te estrecharán,* *y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.”* ¿Ven? Por no conocer el tiempo de la visitación prometida al pueblo hebreo, la visitación que Dios había prometido que enviaría al Mesías, y no conoció ese tiempo, vean, y era el tiempo señalado por Dios. Vean, el ministerio de Jesucristo comenzó en la semana número setenta, al principio, y terminó a la mitad de esa semana muriendo en la Cruz del Calvario. Y ahora, si para algunas personas Jesús no es el Mesías ahí profetizado en la promesa o profecía de las setenta semanas de Daniel, del capítulo 9 del Libro del Profeta Daniel, si Jesús no fue ése Mesías que moriría a la mitad de esa semana, entonces, ¿qué otra persona cumplió esa profecía? Y si no pueden conseguir otra persona que haya cumplido esa profecía y que haya tenido un ministerio de tres años y medio, y haya muerto a la mitad de esa semana número setenta, si no hay otra persona que pueda ser mostrado por los que no creen que Jesús es el Mesías, entonces la profecía no era verdadera, y entonces la religión tampoco es verdadera; porque si está esperando cosas que fueron profetizadas y pasa el tiempo y no se cumplieron, entonces ni las profecías fueron verdaderas ni el Mensajero tampoco (y fue el Arcángel Gabriel). Pero tanto el Mensajero como la profecía fue verdadera, y el cumplimiento en Jesús fue verdadero. Los que no fueron verdaderos fueron los que negaron el cumplimiento de esa profecía, esos fueron los que mintieron, Dios no mintió ni el Arcángel Gabriel tampoco, ni el ministerio y muerte de Cristo en la Cruz del Calvario tampoco fueron mentira, fue el cumplimiento de la promesa profética dada por Dios a través del Arcángel Profeta Gabriel. Así que, podemos ver, que lo que Dios prometió para la primera Venida del Mesías y Su ministerio y Su muerte en la Cruz del Calvario, luego Su resurrección y ascensión al Cielo, todo fue verdadero, se cumplió en el tiempo y la estación correcta y a través del Hombre correcto; y fue un Profeta Mayor. Ahora, ¿qué cosas y para qué tiempo están señaladas las promesas...? Aquí en Apocalipsis, capítulo 4, versos 1 en delante, dice: “*Después de esto miré, y aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Por lo tanto, aquí tenemos promesas divinas, y esas promesas divinas son para ser dadas a conocer, ser cumplidas y ser dadas a conocer también, pero todo tiene un tiempo, una estación y una persona a través de la cual Dios cumplirá estas cosas, y también dará a conocer estas cosas; y un pueblo colocado en el tiempo y la estación correcta escuchando al Hombre correcto que Dios tendrá para ese tiempo. Ahora, ya ahí tenemos la promesa para subir donde está Cristo hablando con esa Voz de Trompeta, así como habló a través de los diferentes Mensajeros, ahora el llamado es a subir más arriba. Juan fue transportado al Día del Señor, esta Voz que escucha aquí en el capítulo 4, a subir más arriba, es la misma Voz de Cristo que estaba en medio de las Siete Edades de la Iglesia, en medio de los siete candeleros de oro hablando; y ahora está más arriba hablando desde el Cielo las cosas que deben suceder pronto. ¿Y cómo vamos a escuchar todas esas cosas que deben suceder pronto? Vamos a escucharlas en el tiempo, la estación y el hombre a través del cual está prometido. En Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, dice a través de quién vamos a escuchar todas estas cosas siendo dadas a conocer. Dice: “*Y me dijo: estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* Y ahora, aquí tenemos identificado el Instrumento a través del cual Dios estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto: es a través del Ángel del Señor Jesucristo. En Apocalipsis, capítulo 22, versos 16, también dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”* Ahora, aquí nuevamente dice a quién Él ha enviado para dar testimonio de todas estas cosas, de todas estas cosas que deben suceder. También en Apocalipsis, capítulo 1, dice de la siguiente manera: “*La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan,* *que ha dado testimonio de la palabra de Dios y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto.* *Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca.”* Y ahora, aquí hemos visto que el Ángel con la revelación de Jesucristo, enviado para dar a conocer estas cosas que deben suceder pronto, para declararlas, es el Ángel del Señor Jesucristo. El que recibe al que Cristo envía está recibiendo a Cristo, porque Cristo está en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo, manifestándose de etapa en etapa a través de los diferentes Mensajeros que Él envía de edad en edad. Ahora en San Juan, capítulo 13, verso 20, dice: “*De cierto, de cierto os digo: el que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”* Y ahora, hemos visto que el Ángel del Señor Jesucristo es el Enviado para dar testimonio de estas cosas, darlas a conocer a todas las Iglesias, y el que recibe al Ángel del Señor Jesucristo recibe a Cristo el cual viene en Espíritu Santo manifestado en Su Ángel. Ahora, veamos lo que dijo el Rvdo. William Branham con relación al Ángel del Señor Jesucristo. En Libro de *“Los Sellos,”* página \*301 y \*302, dice: “*Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo...”* O iba a destruir al mundo, pero iba a librar a Noé y su familia. Pero vamos a leerlo como está aquí: “*Noten bien: En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, Él mandó un águila. Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila* (o sea, primero mandó a Noé antes del diluvio; después cuando fue a libertar al pueblo hebreo en Egipto, mandó otro águila: a Moisés. Los profetas son representados en águilas, y Dios mismo se tipifica, se representa en un águila, y a Sus hijos los tipifica en y con aguiluchos o águilas pequeñas que son cuidados por el águila mayor)*. ¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos, este mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un Ángel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un profeta?* (Ahora vean, ese Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, pero está en cuerpo angelical, en espíritu, dándole la revelación a Juan)*¿Lo creen? Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis.”* Y si este Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, es enviado a la Iglesia del Señor Jesucristo en carne humana para revelarle todas estas cosas que deben suceder pronto en el Día Postrero, en el tiempo final. Él dio a Juan el Apóstol esta revelación del Apocalipsis en símbolos, y él es el que conoce el significado de esos símbolos. Ahora, pasemos al mismo capítulo, 22, versos 8 al 9, de Apocalipsis: “*Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.* *Y él (el ángel) me dijo: Mira que no lo hagas (ningún verdadero profeta recibirá adoración o mensajero alguno)* (dice el Rvdo. William Branham aquí entre paréntesis) *porque yo soy siervo contigo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios. Apocalipsis 22:8.9.”* Y pasamos a la continuación de lo que está diciendo en la página 302 del Libro de *“Los Sellos,”* dice: “*Ahora el libro era tan importante, y es la Palabra de Dios. ¡Cuidado! Cuando la Palabra de Dios es revelada, tiene que ser traída por el profeta porque solamente a él llega la Palabra de Dios.”* Si Dios va a revelar Su Palabra a Su Pueblo, si Dios va a revelar las cosas que deben suceder pronto, tiene que tener un Profeta en la Tierra al cual venga esa revelación para que la dé a la Iglesia del Señor Jesucristo y después al pueblo hebreo. Ese es el Orden de Dios, y tiene que ser en el tiempo y en la estación, en la etapa correspondiente para Dios cumplir esa promesa, tiene que ser en la Dispensación correcta y en la edad correcta, y a través del hombre correcto, el hombre predestinado, destinado por Dios para ser el Instrumento que Dios usará para traer esa revelación de la Palabra de Dios al pueblo. Por lo tanto, hay que conocer el tiempo, la dispensación también, conocer la estación, la edad y conocer el Mensajero que Él tiene para cumplir esa promesa; y habrá un pueblo que tendrá la bendición de recibir al Mensajero en el tiempo correcto como sucedió en cada edad del pasado: que los escogidos de cada edad recibieron al Mensajero en el tiempo y en la estación, la edad que les tocó vivir, y también en el territorio que les tocó vivir. Vean, tiene que ser en el tiempo correcto, en la estación correcta, por el hombre correcto y tiene que ser de acuerdo a la Escritura, no puede ser fuera de la Escritura, tiene que ser de acuerdo a la Escritura, tiene que ser de acuerdo a como Dios ha prometido para ese tiempo; y si no es lo que Dios ha prometido y sale alguna persona diciendo algo, no podemos prestarle atención. Dios tiene un orden y de ese orden no se puede salir. Así que conociendo a Dios y conociendo Sus promesas, y conociendo el tiempo y la estación y el Instrumento que Dios tenga para ese tiempo, y conociendo el Mensaje que Dios ha prometido para ese tiempo, estaremos recibiendo la Palabra revelada y estaremos siendo alimentados con esa Palabra, y se estará haciendo carne en nosotros esa Palabra. Así es como se hace carne la Palabra en los hijos e hijas de Dios, es la Palabra prometida para la hora en que ellos viven, la cual viene por el Espíritu Santo a través del Mensajero correspondiente a ese tiempo, en el tiempo y estación correcta. Por lo tanto, firmes con Dios en el tiempo que estamos viviendo, y con la Palabra de Dios para nuestro tiempo, reconociendo el Día de la visitación de Dios por medio de Jesucristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, en este Día Postrero. “**DIOS Y EL TIEMPO.”** De este tema se puede hablar por muchos días, pero solamente para esta ocasión es un saludo, el cual, pues, tenemos aquí un tema, y solamente en esta Reunión de Ministros, con estas palabras yo creo que es suficiente para ustedes con este tema que Juan me dio: **“DIOS Y EL TIEMPO.”** Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto sean sobre todos nosotros en este día y por toda la eternidad, y que todos continuemos firmes en el tiempo que nos ha tocado vivir y en la estación que nos ha tocado vivir, y en el Mensaje que nos ha tocado de parte de Dios, conscientes de cuál es el tiempo y la estación y el Mensaje que nos ha tocado, y cuál es el Mensajero que Dios ha prometido para nuestro tiempo, y cuál es el Mensaje que Él ha prometido para nuestro tiempo, y eso todo es la visitación de Jesucristo a Su Iglesia en este tiempo final en Espíritu Santo. Hemos visto cuáles son las promesas para ese tiempo, en cada edad y dispensación, lo que hay que estar esperando es el cumplimiento de lo que Dios ha prometido para ese tiempo; porque Dios no va a hacer otra cosa sino lo que Él ha prometido en el tiempo, estación y a través de la persona que El ha prometido hacerlo. No va a escoger a otra persona. Él escogió ya desde antes de la fundación del mundo a la persona que Él quería para esa labor. Hemos visto que en y para los días de Jesús no hubo otra persona que cumpliera esas promesas mesiánicas. ¿Ve? No puede nadie presentar otro hombre que haya cumplido todas esas promesas mesiánicas, solamente hay UNO y su Nombre es SEÑOR JESUCRISTO. La Escritura no mintió, ni miente, ni mentirá. Dios no miente, y el Arcángel Gabriel, el Arcángel de esa revelación profética tampoco mintió, se cumplió todo en el tiempo, la estación y a través del hombre llamado Jesús; y lo que ha sido prometido para nuestro tiempo tampoco fallará, como tampoco ha fallado lo correspondiente a cada edad en el tiempo, edad y el Mensajero correspondiente a cada edad. Lo que Él ha prometido para nuestro tiempo tampoco fallará, y habrá un pueblo que estará viendo el tiempo, la estación, el Mensaje y el Mensajero enviado por Dios para este tiempo. Por lo tanto, adelante sirviendo a Dios en el tiempo y estación correspondiente a nuestra vida en este planeta Tierra. Que Dios les bendiga, les guarde. Y oren mucho por nuestro hermano Miguel Bermúdez Marín, el Misionero, Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, y también por los demás misioneros que están por el África: el Rvdo. Gian del Corto y también el Rvdo. Tirzo Ramiro Girón, ellos van a estar también en ese viaje misionero del Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, el cual dará el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín, ¿cuándo? La semana próxima, y Gian del Corto llega antes. No sé si un día antes llega al África. Así que oremos mucho por ellos, porque así como el varón macedónico le apareció en visión a San Pablo, y le pidió que pasaran allá a Macedonia y ayudaran allá a los de Macedonia, ahora ya no en visión sino cara a cara, diríamos, han pedido de África que vayan *allá* a ayudarles, a llevarles el Mensaje, porque ellos creen el Mensaje. Así que se ha abierto un campo más grande que todo el campo de la América Latina y el Caribe, y hay que atenderlo porque están pidiendo que les lleven el Mensaje; y eso, pues, nos muestra que estamos muy cerca de algo grande en el Programa Divino, porque llegando al África está colindando ya con Israel. En la Actividad de Ciudad México, vimos también algunos hebreos, hebreos mesiánicos, y Dios como que está ya inquietando a los hebreos, no solamente a los mesiánicos sino a los demás hebreos, y de un momento a otro va a entrar hasta el último escogido de la Iglesia, y se va a abrir la puerta para los hebreos. Dios está preparando todo. Están muy inquietos, porque saben que de un momento a otro algo tiene que suceder. Pero tiene que entrar hasta el último escogido de Dios al Cuerpo Místico de Cristo, sea que esté en Norteamérica, o en México, o en Brasil, o en Puerto Rico, o en Venezuela, o en Haití, o en República Dominicana, o en Colombia, o en Chile, o en Ecuador, o en Perú, o en Bolivia, o en algún otro país, o en la Argentina, o en el país que sea, encontramos que tiene que entrar, o sea en el África, no importa el país que sea; permítanme buscar aquí, porque es que en una ocasión no mencioné un país y entonces pues se pusieron muy tristes pensando que es que... Guatemala es uno, y Paraguay también, Salvador, Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Uruguay también, y todos los países de la América Latina y del Caribe; Haití también y todas esas Islas, en Cuba también, y en cualquier otro país, y también en África, donde quiera que estén los escogidos que faltan por llegar, hasta ahí les va a llegar el Mensaje, a través de alguien va a llegar, por lo tanto, ya el Mensaje está. Algunas veces alguien lo coloca en Internet y alguien lo ve y comienza a leer, vean, hizo una labor ahí porque le llegó el Mensaje a otra persona; y el Mensaje está en Internet, está por la prensa también, se publica en la Prensa, se publica también por radio y televisión, en folletos, en tomos, en videos, y así por el estilo, o sea, que estamos en un tiempo en donde la Palabra de Dios tiene más mecanismos, facilidades para correr por el mundo entero. En los tiempos de los profetas de allá del Antiguo Testamento y en el tiempo de los Apóstoles, para llegar de un lugar a otro daba más trabajo porque los viajes eran - aunque no eran más largos, pero la velocidad a la que podían ir era más lenta. Ahora a través de los automóviles y de los aviones se avanza para ir de un lugar a otro llevando la Palabra de Dios, y se cubre más territorio en menos tiempo, que el territorio que podían cubrir los Apóstoles y los Ángeles Mensajeros de edades pasadas. Así que estamos en un tiempo muy glorioso en el Programa Divino, y estamos en el tiempo y la estación correcta para Dios estar cumpliendo las promesas que Él ha hecho para Su Iglesia para el Día Postrero. *Que las bendiciones de Cristo, el Ángel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y que Dios les continúe bendiciendo a todos.* Y nos veremos, ¿cuando, Juan? Hoy Juan tiene una cena, prepararon una cena donde me han invitado para estar allí en esa cena, y ahí estaré con todos ustedes y demás personas que estén allí. Y me alegro que hayan - que estén ayudando a nuestro hermano Bermúdez tanto con vuestras oraciones como también económicamente, es una inversión grande y buena y gloriosa la que se hace cuando se invierte en la Obra del Señor Jesucristo, cuando se invierte en toda la labor misionera, se están haciendo tesoros en el Cielo. Siempre que uno invierte en la Obra del Señor para una cosa o para otra cosa, está haciendo tesoros en el Cielo, los cuales disfrutará cuando ya estemos transformados y cuando estemos en el glorioso Reino Milenial de Cristo. Recuerdan que Pedro preguntó, diciendo: “Señor, nosotros lo hemos dejado todo, y te hemos seguido, ¿qué tendremos nosotros? O sea, ¿qué tendremos en Tu Reino?” Cristo le dice: “En la regeneración (lo cual será en el Reino Milenial) ustedes tendrán cien veces más y la Vida Eterna, y ustedes se sentarán en doce tronos y juzgarán a las doce tribus de Israel.” Miren hasta la posición que van a tener en el Reino de Cristo, porque siempre deseamos tener la posición más alta, y ya, pues, cuando Él les dice así, vean, pues ya eso está ordenado desde antes de la fundación del mundo. Vean, en Apocalipsis, capítulo 4, aparecen los veinticuatro ancianos que son (sentados en veinticuatro tronos), que son los doce patriarcas y los doce Apóstoles, ahí están, Cristo les está prometiendo algo que es conforme al Programa de Dios. Así que podemos ver que hay una bendición grande para todo aquél que trabaja en la Obra de Cristo, que sigue a Cristo y ama a Cristo de todo corazón. Ahí es donde vamos a ser ricos, multi billonarios. El más pobre será más rico que el más rico que haya sobre la Tierra, y ahí es donde Él dijo que hiciéramos tesoros. “Haced tesoros, ¿dónde? En el Cielo.” Y ya hemos visto la forma de hacer tesoros en el Cielo: eso es trabajando en la Obra del Señor, invirtiendo lo más que podamos en la Obra del Señor, y trabajando en Su Obra de todo corazón. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos y ya con nosotros el Rvdo. Juan Ramos para continuar. “**DIOS Y EL TIEMPO.”**