--- title: 'Testigos de la Resurrección' date: 2004-04-16 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final; para lo cual leemos en el libro de los Hechos, capítulo 10, versos 34 al 48, esto es el Apóstol Pedro hablando en la casa de Cornelio. “*Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas,* *sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia.* *Dios envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.* *Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde Galilea, después del bautismo que predicó Juan:* *cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.* *Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero.* *A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;* *no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.* *Y nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.* *De éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.* *Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.* *Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.* *Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.* *Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros?* *Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN.”** Pedro dijo: “Si no a los testigos que Dios había ordenado de antemano.” En San Lucas, dice... vamos a leerlo también para tener el cuadro claro. Capítulo 24, versos 44 en adelante, dice: “*Y les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.* *Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;* *y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;* *y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.* *Y vosotros sois testigos de estas cosas.* *He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN”** Y ahora, los testigos de la resurrección son testigos del Señor Jesucristo, porque ese es el Nombre de Dios revelado en el Nuevo Testamento para todos los que bajo el Nuevo Pacto creen en Dios, y vienen a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo. “Porque no hay otro Nombre bajo el Cielo dado a los hombres en que podamos ser salvos.” Libro de los Hechos, capítulo 4, verso 12. Y ahora, son testigos de Cristo todas las personas que vieron la resurrección de Cristo, o a Cristo resucitado, conforme a como Él dijo que haría. Y ahora, por cuanto Cristo tomó nuestros pecados y murió en la Cruz del Calvario por nosotros, para poder darnos Vida eterna a nosotros, y por cuanto nosotros estábamos en Él, como una planta de trigo y muchos granos de trigo de esa planta de trigo, donde estaban antes de aparecer en la Tierra manifestada esa planta de trigo, estaba en el grano de trigo; y así estaba la Iglesia de Jesucristo en Cristo, y estaban todos los miembros de la Iglesia de Jesucristo en Cristo. Por lo tanto, podemos ver nuestro origen, podemos ver de dónde hemos venido y de dónde ha venido la Iglesia del Señor Jesucristo. Así como Eva estaba en Adán, la Iglesia de Jesucristo estaba en Jesucristo; y así como todos los hijos de Adán y Eva estaban en Adán, y de Adán pasan a Eva, y son manifestados en la Tierra; y luego siguen multiplicándose, así también es la Iglesia de Jesucristo y los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y todo esto ha sido convertido en una realidad porque Jesucristo resucitó el domingo de resurrección, que era el día en que la gavilla era mecida delante de Dios; o sea, un ramo o maso de esa - de ese fruto, era mecido ante la presencia de Dios. Eso sucedió allá el día de la resurrección de Jesucristo nuestro Salvador; o sea, que era las primicias de la resurrección, en donde era presentada esa gavilla mecida, el cual es Jesucristo. Esto está en Levítico, capítulo 23, verso 9 en adelante, donde dice: “*Y habló Jehová a Moisés, diciendo:* *Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los primeros frutos de vuestra siega.* *Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá* (o sea, el día siguiente del día de reposo, el sábado es el día de reposo, y el día siguiente es domingo)*.* *Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová.”* Y aquí encontramos que el día de la resurrección de Cristo se cumplió esa fiesta que el pueblo hebreo llevaba a cabo, se materializó en la persona de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso en el capítulo 15, versos 20 en adelante de Primera de Corintios, dice: “*Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.”* En el Antiguo Testamento, aunque hubo personas que se levantaron de entre los muertos, luego volvieron a morir. Eso fue resucitaciones. Pero resurrección, eso fue lo que sucedió cuando Cristo se levantó de entre los muertos, resucitó para nunca más morir, resucitó glorificado, resucitó para luego ascender al Cielo y sentarse en el Trono de Dios; resucitó a la Vida eterna. Y la resurrección de los muertos en Cristo será a la Vida eterna en un cuerpo eterno y glorificado. Cristo es la primicia de los que durmieron. Ahora, continuemos leyendo aquí: “*Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.* *Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados* (o sea, traídos a Vida eterna)*.”* Los que han muerto, físicamente serán vivificados a Vida eterna en la resurrección de los muertos en Cristo, traídos a Vida eterna. Pero antes de una resurrección a Vida eterna tiene que ocurrir en la persona una resurrección espiritual a Vida eterna, la cual ocurre cuando la persona recibe a Cristo como su Salvador personal, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, pidiendo perdón a Cristo por sus pecados, Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado, la persona es bautizada en agua también en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y la persona ha obtenido una resurrección espiritual a Vida eterna, ha nacido en la Vida eterna, por consiguiente la persona ya tiene Vida eterna; aunque Su cuerpo físico todavía es mortal, corruptible y temporal, porque a causa del pecado que el ser humano cometió en el Huerto del Edén, todos los que nacen en la Tierra nacen con un cuerpo mortal, corruptible y temporal. Por lo tanto, el cuerpo físico está muerto, aunque lo veamos con vida física, está muerto a la Vida eterna, lo que tiene es vida temporal. Pero va a ser transformado nuestro cuerpo si permanecemos vivos hasta que Cristo traiga a Vida eterna física a los muertos creyentes en Él, los traerá a Vida eterna en cuerpos eternos; porque no puede traer a Vida eterna a una persona físicamente en un cuerpo mortal; tiene que ser en un cuerpo inmortal, el cual Él dará a los creyentes en Él que han muerto en edades pasadas, y algunos de los nuestros que también han muerto físicamente. Y nosotros los que vivimos si permanecemos vivos hasta ese momento, seremos transformados, seremos vivificados físicamente, y entonces tendremos un cuerpo inmortal, entonces seremos inmortales físicamente. Ya somos inmortales interiormente, espiritualmente, pero físicamente todavía somos mortales. Pero tenemos la promesa que vamos a ser inmortales físicamente también, como nuestro amado Señor Jesucristo. Ahora, por cuanto fue domingo de resurrección el día en que Cristo resucitó, fue el día en que una gavilla mecida fue ofrecida a Dios, porque Él al resucitar se presentó ante Dios. Por eso fue que cuando María Magdalena quiso adorarlo y ella abrazar Sus pies, Él dijo que no lo hiciera. Eso fue cuando Cristo resucitó. Vean en el capítulo 20 de San Juan, versos 11 en adelante, dice (ya Cristo cuando resucitó), dice: “*Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro;* *y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.* *Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.* *Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.”* Y eso fue domingo en la mañana. Pero el viernes ella lo había visto crucificado, no lo conoció, Su aspecto había cambiado, pues cuando fue crucificado estaba todo desfigurado, había sido molido por nuestros pecados y había sido desfigurado, y estaba irreconocible. Pero ahora cuando lo ve, no lo ve como aquel hombre que estaba en la Cruz todo desfigurado. Y también tuvo un cambio muy grande, porque ella conocía a Jesús, pero ahora no se parece al Jesús que ella había conocido. En la resurrección de Cristo podemos ver lo que será la resurrección de todos los creyentes en Cristo que han muerto físicamente. La Escritura dice que a la final Trompeta, porque será tocada la Trompeta y los muertos en Cristo serán resucitados. ¿Pero cómo serán resucitados? En Primera de Corintios, capítulo 15, dice cómo serán resucitados. Y si los muertos en Cristo van a ser resucitados así, y Cristo es las primicias, el primero de los que han muerto, tanto del Antiguo Testamento como del Nuevo Testamento, ahora veamos en la misma forma en que serán resucitados los muertos en Cristo, tuvo Él que ser resucitado. Dice Primera de Corintios, capítulo 15, verso 50 en adelante: “*Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.* *He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados,* *en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.* *Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.”* Resucitó incorruptible, inmortal, y por consiguiente Su cuerpo tuvo un cambio, como los muertos en Cristo. Dice: “*Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”* Así como resucitarán los muertos en Cristo en cuerpos glorificados, eternos y jóvenes, inmortales, Cristo resucitó para no ver muerte, resucitó inmortal. Por lo tanto, Jesucristo nuestro Salvador fue el primero que experimentó esa resurrección en un cuerpo inmortal, resucitó inmortal, por eso no lo conocían; como nuestros familiares o amistades creyentes en Cristo que hayan muerto, cuando resuciten, si tenían 50 años, 60 años, 70 años, 80 años ó 90 ó 100 años, cuando resuciten si usted los ve, y no sabe que los muertos en Cristo van a resucitar en cuerpos glorificados eternos, inmortales y jóvenes, si usted no sabe eso, pues usted estará esperando la resurrección de familiares suyos que eran ancianos o ancianas - estarán esperando la resurrección de ellos en el mismo cuerpo en que murieron, un cuerpo anciano y no los van a reconocer, como le pasó a María Magdalena, cuando Cristo resucitó. Pero al usted conocer cómo van a resucitar los muertos en Cristo en cuerpos eternos glorificados y jóvenes, usted si tiene un familiar suyo que partió y era creyente en Cristo, usted está esperando el regreso de ese familiar suyo en un cuerpo glorificado, eterno, inmortal, incorruptible y joven para toda la eternidad, resucitará para no ver muerte, resucitará para no volver a morir. Por lo tanto, así resucitó Cristo nuestro Salvador. Por lo tanto, la resurrección de Cristo fue las primicias de los que durmieron. Por eso también cuando Cristo resucitó, resucitaron con Él los santos del Antiguo Testamento. Y ahora, Cristo resucitó en el día primero de la semana, que es el domingo, o sea, resucitó al otro día del día de reposo, o sea, al otro día del día sábado; y al otro día es día domingo. El día luego transcurrieron cuarenta días, Cristo apareciendo a Sus discípulos en diferentes ocasiones, y luego ascendió al Cielo, y diez días después de ascender al Cielo vino el Espíritu Santo; o sea, contando desde el día en que Cristo resucitó hasta el Día de Pentecostés transcurrieron cincuenta días. La resurrección de Cristo fue domingo, y cincuenta días, contando desde ese día, cincuenta días después cae nuevamente domingo; primer día de la semana también, vino el Espíritu Santo el Día de Pentecostés sobre 120 creyentes en Cristo y recibieron una resurrección espiritual; y por consiguiente recibieron una transformación interior, obtuvieron el nuevo nacimiento. Y ha estado esa etapa espiritual llevándose a cabo, en donde Cristo llama de entre los muertos a todos los escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, para que obtengan una resurrección espiritual primero, y luego sí mueran físicamente, luego reciban en el Día Postrero una resurrección física. Vean, Cristo dijo en el capítulo 5 de San Juan, verso 24 en adelante, dice: “*De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida.* *De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.* *Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo;* *y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre.”* Ahora, todos los que oyen la Voz de Jesucristo, el Hijo de Dios, el cual es el Hijo del Hombre, dice que el que escucha Su Voz resucita. El que oye la Voz dice que se levantará; los muertos oirán Su Voz, y los que la oyeren, vivirán, o sea, resucitarán. Y ahora, esta es una resurrección espiritual primero, y después viene la resurrección física, después de Cristo completar Su Iglesia. Ahora vean, la Iglesia del Señor Jesucristo ha estado pasando por diferentes etapas, las cuales están representadas aquel tiempo, desde el día de la resurrección de Cristo hasta el Día de Pentecostés; transcurrieron cuarenta y nueve días, que son siete semanas, siete semanas; siete por siete ¿son cuánto? Cuarenta y nueve. Y luego de esos cuarenta y nueve días vino el día cincuenta, que fue el Día de Pentecostés, porque Pentecostés significa cincuenta. Y ahora, otro Pentecostés, el año de Pentecostés. Y luego de los cuarenta y nueve años que transcurren para el pueblo hebreo, luego viene el año cincuenta, que es el año de Pentecostés, que trae una bendición grande para el pueblo, es el año de liberación. Ahora, encontramos que ya han transcurrido en el Programa Divino, ese lapso de tiempo de cuarenta y nueve días, en donde hay siete sábados. Esos siete sábados que transcurren en cuarenta y nueve días, desde el día en que Cristo resucitó en adelante, esos siete sábados corresponden a las siete edades, donde el Espíritu Santo trajo una bendición grande, y donde trajo reposo para el alma de las personas; porque el sábado es el día de reposo. Y Cristo es nuestro reposo, y Cristo manifestado en cada edad es el reposo de todos los hijos e hijas de Dios. Ahora, luego de siete sábados, en donde transcurren cuarenta y nueve días, viene el día cincuenta, que fue el Día de Pentecostés allá, y que tipifica el día en que nosotros estamos viviendo, representa la etapa o edad nuestra. Ya han transcurrido siete días de edades, siete edades representadas en siete sábados. Ahora, luego también la semana tiene siete días, y luego el octavo día viene a ser el primer día de una nueva semana, el cual es el domingo. Domingo fue que Cristo resucitó, domingo también fue que vino el Espíritu Santo. Y ahora, viene una etapa de la Iglesia representada en el domingo, y esa etapa es la Edad de la Piedra Angular, luego de siete edades viene la Edad de la Piedra Angular, que sería la octava edad. Pero es el primer día de un Programa Divino, del Programa Divino, y por consiguiente es una etapa para una resurrección espiritual, para la Iglesia como Cuerpo Místico de Jesucristo; porque la Iglesia murió en el año 325, cuando se denominó, porque denominación es muerte; y por consiguiente la Iglesia ha estado muerta en sepulcros denominacionales, ahí ha estado enterrada, sepultada. Pero para el domingo espiritual como edad, que es la Edad de la Piedra Angular, la Iglesia por medio del Espíritu de Cristo en ella, ha resucitado, ha resucitado del sepulcro denominacional. Vean cómo dice el Rvdo. William Branham, ya que él es el precursor de la Segunda Venida de Cristo, por consiguiente sus palabras son muy importantes para la Iglesia del Señor Jesucristo. En el Mensaje: *“Ya salido el sol,”* página 15, dice: “*Mecer la Gavilla. ¿Qué era la Gavilla? El primero que llegaba a la madurez, el primero que probó que era trigo, que probó ser una Gavilla.¡Estoy seguro que ustedes ven acerca de lo que estoy hablando! Fue mecida sobre la gente y ahí surgirá para la Edad de la Novia, para una resurrección fuera del tenebroso denominacionalismo, será un Mensaje que toda la madurez de la Palabra ha regresado nuevamente en todo Su poder y siendo mecida sobre el pueblo por medio de las mismas señales y maravillas que Él hizo en el pasado.”* Y ahora, tenemos, que así como Cristo resucitó, Su Iglesia, que es Su Cuerpo Místico de creyentes, ha resucitado en este tiempo final, o sea, Su Iglesia como Cuerpo Místico. Y los creyentes en Cristo como individuos que han muerto físicamente, también tienen la promesa de una resurrección física, la cual pronto va a ocurrir; todavía no ha ocurrido. Pero antes de eso tienen una resurrección espiritual, la cual es el nuevo nacimiento. Cuando reciben a Cristo como Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en agua en Su Nombre, y Cristo los bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y obtienen el nuevo nacimiento. Por eso San Pablo en Efesios, capítulo 5, verso 14, dice: “*Por lo cual dice:* *Despiértate, tú que duermes,* *Y levántate de los muertos,* *Y te alumbrará Cristo.”* Un despertamiento espiritual, lo cual es una resurrección espiritual que ocurre en la persona que recibe a Cristo como su Salvador; y por consiguiente obtiene un nuevo nacimiento, nace en el Reino de Jesucristo nuestro Salvador; y por consiguiente obtiene Vida eterna, y no perecerá jamás. Ahora, hemos visto que en lo espiritual para los creyentes en Cristo como individuos ha estado llevándose a cabo una resurrección espiritual en la vida de cada persona que recibe a Cristo como Salvador. Y ahora, para la Iglesia de Jesucristo una resurrección ha estado llevándose a cabo, resucitando del sepulcro denominacional, por medio del Espíritu de Cristo, el Espíritu Santo, el Espíritu que levantó a Cristo de entre los muertos, el mismo Espíritu es el que ha producido una resurrección espiritual en la vida de cada creyente en Cristo, y es el que produciría una resurrección de la Iglesia del Señor Jesucristo, en el domingo espiritual, que es la Edad de la Piedra Angular. Y luego en la Edad de la Piedra Angular producirá una resurrección física de los muertos en Cristo que han partido, y una transformación física en todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo en el Día Postrero; transformación que estamos esperando. Por lo tanto, nosotros somos testigos de la resurrección de Cristo, somos testigos de la resurrección espiritual de los creyentes en Cristo desde el Día de Pentecostés hacía acá, somos testigos de que Cristo ha estado produciendo esa resurrección, de que millones de seres humanos han obtenido esa resurrección espiritual, han obtenido el nuevo nacimiento, y somos testigos de la resurrección espiritual de la Iglesia del Señor Jesucristo. Hemos estado viendo esa resurrección de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, por cuanto los que obtienen una resurrección, resucitan jóvenes, resucitan para no volver a morir. Cristo resucitó para no morir nuevamente, y cada creyente en Cristo obtiene la resurrección espiritual para no morir nuevamente, y por consiguiente para vivir eternamente. Por eso obtiene un cuerpo angelical joven, como el cuerpo angelical de Jesucristo nuestro Salvador. Y cuando los muertos en Cristo resuciten físicamente, resucitarán en un cuerpo joven, eterno, inmortal y glorificado, para no ver muerte en ese nuevo cuerpo eterno y glorificado. Y la Iglesia del Señor Jesucristo, vean, en la resurrección es en un cuerpo joven, y la Iglesia del Señor Jesucristo ha obtenido como Cuerpo Místico de creyentes una resurrección de entre el mundo denominacional; y por consiguiente es una Iglesia Novia del Señor Jesucristo jovencita, es una Iglesia joven, la cual ha resucitado en este tiempo final. Así como Abraham y Sara fueron rejuvenecidos, la Iglesia del Señor Jesucristo con esa resurrección que ha obtenido, ha obtenido la flor de la juventud. Y ahora, nosotros somos testigos de estas cosas que Jesucristo por medio de Su Espíritu Santo ha estado haciendo en medio de todos los creyentes en Él; y estamos esperando la resurrección física de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. En una ocasión encontramos que cuando fueron perseguidos los creyentes en Cristo, se reunieron para orar y la Tierra tembló, y fueron llenos del Espíritu Santo; o sea, que una manifestación doble (o por segunda vez) vino sobre los que allí estaban reunidos. Esto nos habla de una manifestación del Espíritu de Dios para este tiempo final. Y cuando llega la apretura, recibiremos la segunda porción, que es nuestra transformación para nosotros los que vivimos, y seremos testigos de esa transformación nuestra, y de la resurrección de los muertos en Cristo; porque ellos no van a aparecer para estar predicando a la gente, porque ya ellos tuvieron su tiempo con el Mensajero que les tocó en cada tiempo. Toda la labor correspondiente a este tiempo final corresponde al grupo de los escogidos del Día Postrero; si ellos hacen algo, será a petición de los escogidos del Día Postrero como una ayuda para los escogidos de este tiempo final. Ahora, ellos serán nuestros invitados, comerán con nosotros, así como Cristo comió con los discípulos. Pero vean, Cristo no hizo nada a las personas que no eran Sus creyentes, Él no apareció a los incrédulos, Él solamente apareció a los creyentes; y comió con ellos. Pero luego anunciar, dar a conocer el misterio y el gran milagro de la resurrección de Cristo les tocaba a los que estaban vivos, que eran creyentes en Cristo. Y así será para este tiempo final: los muertos en Cristo aparecerán a sus familiares, o sea, como aparecieron allá los muertos del Antiguo Testamento, pero no dice que predicaban a sus familiares. Y ahora, los familiares más cercanos a los que han partido, son los creyentes en Cristo, porque ellos pertenecen a una Familia que es señalada como la Iglesia del Señor Jesucristo, son los pertenecientes al Reino de Dios, son los hijos e hijas de Dios, son los que han nacido del Cielo, son las personas que han recibido a Cristo como su Salvador personal, para ellos les llegará la visita de los muertos en Cristo resucitados en cuerpos eternos y glorificados; y cuando los veamos a ellos, nosotros también seremos transformados. Por lo tanto, seremos testigos también de la resurrección de los muertos en Cristo, cuando ellos resuciten; mientras tanto permanecemos dando testimonio de la resurrección de Jesucristo; y como testigos de Cristo y Su resurrección, continuamos dando testimonio, predicando el Evangelio de Jesucristo nuestro Salvador. Les había dicho que les iba a mostrar la ocasión en que María Magdalena quiso adorar a Cristo, y Él dijo: “No me toques, porque aun no he subido al Padre.” Había comenzado ese pasaje en el capítulo 20 de San Juan, y me detuve por aquí por el verso 13, ahí el verso 12 me detuve: “*...y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.* *Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.* *Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús.* *Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré.* *Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro).* *Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas vé a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios.* *Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.”* Luego encontramos en los Evangelios que Cristo luego apareció a María Magdalena y a otras hermanas o mujeres que habían seguido a Cristo desde Galilea y que estaban allí en Jerusalén y habían ido al sepulcro con María Magdalena; y luego encontramos que Él permitió que lo adoraran y tocaran Sus pies; esto es porque ya había subido al Padre, se había presentado y había presentado Su Sacrificio que Él había realizado por mí, ¿y por quién más? Por cada uno de ustedes también. Si era tocado Cristo antes de ascender al Cielo y presentarse y presentar Su Sacrificio, y presentarse allí para ser el Sumo Sacerdote del Templo Celestial del Orden de Melquisedec, si era tocado era contaminado; pero después que ya había sido presentado ante el Padre, se había presentado a Dios, había subido a Dios, y después regresó, y ya podía ser tocado. Ahora, los Apóstoles fueron testigos de la resurrección de Cristo, porque Cristo les había dicho que iba a resucitar al tercer día, y les apareció y comió con ellos; y aquellas mujeres también que lo vieron a Él, eran ellas testigos de esa resurrección. Ahora, podemos ver que es una bendición muy grande ser un testigo de la resurrección; y sobre todo de la resurrección de Jesucristo nuestro Salvador. El Día de Pentecostés vino el Espíritu Santo sobre ciento veinte creyentes; y desde el Día de Pentecostés en adelante, el mismo Espíritu que estaba en Cristo está en la Iglesia del Señor Jesucristo, produjo el nacimiento de la Iglesia el Día de Pentecostés, y produjo el nacimiento de ciento veinte creyentes en Cristo, y después de tres mil que lo recibieron como su Salvador. Y así ha estado el Espíritu Santo en medio de la Iglesia de Jesucristo, el Ángel del Pacto manifestado en medio de la Iglesia de Jesucristo de etapa en etapa, produciendo el nuevo nacimiento de toda persona que escucha la predicación del Evangelio de Cristo, y recibe a Cristo como su Salvador, y es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y así la persona obtiene el nuevo nacimiento, nace a la Vida eterna y obtiene un cuerpo eterno y glorificado de la sexta dimensión, no un cuerpo físico glorificado, sino un cuerpo angelical, como el cuerpo angelical de Jesucristo, llamado el Ángel de Jehová. Y ahora, vean ustedes, Dios por medio de Jesucristo está realizando una Nueva Creación, está creando una Nueva Raza con Vida eterna, una raza que vivirá eternamente y gobernará sobre este planeta Tierra con Cristo y sobre todo el Universo y sobre el mundo invisible también, porque la Iglesia de Jesucristo formada, constituida por los creyente en Cristo nacidos de nuevo, son el gabinete de Cristo y Su Reino, son el gabinete del Reino de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso somos coherederos con Jesucristo nuestro Salvador, herederos a la Vida eterna y a todas las cosas eternas de Dios. Somos testigos de la resurrección, por eso hablamos de nuestro amado Señor Jesucristo, de Su muerte en la Cruz del Calvario, y de Su resurrección, y damos testimonio que Cristo ha venido a Su Iglesia el Día de Pentecostés, y ha permanecido en Su Iglesia desde el Día de Pentecostés ¿cómo? En Espíritu Santo. Su cuerpo físico glorificado está en el Trono de Dios, y está ya Cristo con Su cuerpo físico glorificado como Sumo Sacerdote, haciendo Intercesión por cada creyente en Cristo que lo recibe como su Salvador. “**TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN.”** En el Nuevo Testamento los verdaderos testigos son los testigos de la resurrección de Cristo, son los testigos de nuestro amado Señor Jesucristo. Ya los que fueron testigos en el Antiguo Testamento, de Dios, los Profetas y los creyentes del Antiguo Testamento, ya terminaron su tiempo en la Tierra, y ahora les corresponde a los testigos de nuestro amado Señor Jesucristo, que dan testimonio de la resurrección de Jesucristo y de todo el Programa de Redención; para que toda persona que escucha la predicación del Evangelio de Cristo, reciba a Cristo como su Salvador, y obtenga el perdón de sus pecados y sea limpio de todo pecado con la Sangre de Cristo, sea bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautice con Espíritu Santo y Fuego, y obtenga el nuevo nacimiento, nazca en el Reino de Jesucristo, y así obtenga una resurrección espiritual, una resurrección interior. Como Cristo resucitó el domingo de resurrección, luego si la persona muere físicamente, recibirá una resurrección física en el Día Postrero cuando Cristo resucite a los muertos creyentes en Él, y los que estamos vivos si permanecemos hasta ese día, hasta ese momento, y los veamos a ellos resucitados, seremos ¿qué? Transformados; y por consiguiente eso es equivalente a una resurrección física, porque pasaremos en una forma rápida de esta vida mortal a una vida inmortal; o sea, que físicamente es una muerte física a la vida normal o temporal, y una resurrección a la Vida eterna (físicamente hablando). Eso será cuando seamos transformados; o sea, que moriremos a la vida mortal y seremos resucitados a la inmortal, eso será la transformación, que será tan rápida que ni nos daremos cuenta de ese cambio, hasta que nos veamos y digamos: “Pero si estoy joven, algo pasó.” Será el nuevo cuerpo glorificado que Él me dará a mí, ¿y a quién más? A cada uno de ustedes también, porque es para ustedes también; es para todos los creyentes en Cristo nacidos de nuevo, es para todos los creyentes en Cristo escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. No es algo que usted lucha por obtener, es algo que ya Dios predestinó, ordenó desde antes de la fundación del mundo, para usted y para mí, y nosotros lo creemos con toda nuestra alma y esperamos el cumplimiento de esa promesa, y por la fe en Cristo obtendremos el cumplimiento de esa promesa, conquistaremos esa promesa. Así que continuemos como testigos de la resurrección de Jesucristo. Testigos de la resurrección de Jesucristo bajo el Nuevo Pacto en la Iglesia del Señor Jesucristo. Ninguna persona puede nacer de nuevo, a menos que sea en la Iglesia de Jesucristo, como ningún grano de trigo puede nacer fuera de una planta de trigo, tiene que ser en una planta de trigo, no puede nacer de un árbol de mango o de aguacate; y por consiguiente ningún grano de trigo, un hijo o una hija de Dios no puede nacer de nuevo, no puede obtener el nuevo nacimiento, a menos que sea en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el cuerpo físico de Jesucristo, el grano de trigo. Así que continuemos como testigos de la resurrección de Jesucristo nuestro Salvador, el cual está en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo, ha estado en medio de Su Iglesia en Espíritu Santo desde el Día de Pentecostés. Cuando estuvo en carne humana, pues estaba en carne humana en medio de ellos, y antes de eso pues estaba como el Ángel de Jehová en medio del pueblo hebreo. Ese era Jesucristo en Su cuerpo angelical, llamado también en el Antiguo Testamento: “El Ángel de Jehová.” Y llamado también: “El Espíritu Santo.” Algunas personas piensan que el Espíritu Santo es algo que no tiene forma. Pero el Espíritu Santo es el Ángel de Jehová, es Cristo en Su cuerpo angelical. En Ezequiel, capítulo 9, es el varón con el tintero en su cintura, que selló en la frente a todos los que clamaban a Dios. Y eso luego lo cumplió también cuando el general romano Tito fue a destruir a Jerusalén. El varón con el tintero en su mano, en su cintura, el cual selló los escogidos de Dios, fue el Espíritu Santo que desde el Día de Pentecostés en adelante estaba sellando a los escogidos de Dios, y continúa sellando a los escogidos de Dios, con el Sello del Dios vivo, que es el Espíritu Santo. ¿Vieron lo sencillo que es todo? Todo en el Programa de Dios es sencillo, como la naturaleza, los árboles, y todo es sencillo, y todo el Programa de Dios está reflejado en la misma naturaleza, en la misma Creación. “**TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN.”** Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de nuestro tema: **“TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN.”** Y ahora, ya los Apóstoles partieron, y ellos fueron testigos de la resurrección. Pero de etapa en etapa está el Mensajero con su grupo como testigos de la resurrección de Jesucristo; y en este tiempo somos testigos de la resurrección de Jesucristo nuestro Salvador. ¿Dónde están esos testigos? Aquí estamos presentes en esta noche, como testigos de la resurrección de nuestro amado Señor Jesucristo. Que las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador, sean sobre cada uno de ustedes y sobre mí también; y que Cristo siga produciendo la resurrección de todos los escogidos que faltan por venir a los pies de Jesucristo nuestro Salvador, continúen produciendo esa resurrección espiritual en sus vidas, como fue producida en el cuerpo de Jesucristo nuestro Salvador. Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. José Benjamín Pérez para continuar. Que Dios les bendiga y les guarde, y nos veremos el domingo próximo Dios mediante. Oren mucho por mí para que el Señor Jesucristo me dé todo lo que debo hablar el próximo domingo bajo el tema correspondiente al próximo domingo, que es: “LA OBRA DEL CRISTO RESUCITADO.” Ahí estaremos viendo la Obra de Cristo, tanto la Obra de Cristo en Su Iglesia como de Cristo en cada creyente que lo ha recibido como su Salvador, y ahí veremos la Obra de Cristo de este tiempo final, que es el misterio correspondiente a nuestro tiempo. Que Dios les continúe bendiciendo y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. Con nosotros el Rvdo. José Benjamín Pérez para continuar. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. “**TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN.”**