--- title: 'La Cámara del Rey' date: 2003-09-26 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes; es para mí una bendición y privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión, para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Para lo cual leemos en Cantares, capítulo 1, verso 1 en adelante, donde dice: “*Cantar de los cantares, el cual es de Salomón.* *¡Oh, si él me besara con besos de su boca!* *Porque mejores son tus amores que el vino.* *A más del olor de tus suaves ungüentos,* *Tu nombre es como ungüento derramado;* *Por eso las doncellas te aman.* *Atráeme; en pos de ti correremos.* *El rey me ha metido en sus cámaras;* *Nos gozaremos y alegraremos en ti;* *Nos acordaremos de tus amores más que del vino;* *Con razón te aman.* *Morena soy, oh hijas de Jerusalén, pero codiciable* *Como las tiendas de Cedar,* *Como las cortinas de Salomón.* *No reparéis en que soy morena,* *Porque el sol me miró.* *Los hijos de mi madre se airaron contra mí;* *Me pusieron a guardar las viñas;* *Y mi viña, que era mía, no guardé.* *Hazme saber, oh tú a quien ama mi alma,* *Dónde apacientas, dónde sesteas al mediodía;* *Pues ¿por qué había de estar yo como errante* *| Junto a los rebaños de tus compañeros?”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Tomamos el verso 4, donde dice: “*Atráeme; en pos de ti correremos.* *El rey me ha metido en sus cámaras.”* “**LA CÁMARA DEL REY.”** Ése es nuestro tema para esta ocasión: **“LA CÁMARA DEL REY.”** Dios es el Rey de toda la Creación y Su cámara está en la Séptima dimensión y es el Lugar Santísimo que fue visto por Juan en el capítulo 4, verso 1 en adelante, donde dice: “*Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.* *Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.* *Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.* *Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.* *Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”* Aquí podemos ver que en el Cielo, en la Séptima dimensión, está el Trono de Dios; ése es el Trono del cual Cristo habla en San Mateo, capítulo 26, versos 63 en adelante dice: “*Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.* *Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.”* Cristo habla acerca del Trono de Dios, y aquí nos habla que Él se va a sentar, dice: *“desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios.”* Aquí habla de Su ascensión al Cielo en donde Él se sentaría con Dios en Su Trono, eso es sentado a la Diestra de Dios; o sea, que todo el poder de Dios le sería conferido a Cristo. Por eso en San Mateo, capítulo 28, versos 16 en adelante, Él dijo: “Todo poder me es dado en el Cielo y en la Tierra.” Porque la Diestra de Dios representa, significa, el poder de Dios. Ahora, Cristo sabía lo que estaba prometido en la Escritura para el Mesías y Él sabía que Él era el Mesías, Él sabía que Él era esa Persona, ese Hombre que vendría a la Tierra en carne humana y que obtendría la victoria y ascendería al Cielo y se sentaría con el Padre Celestial en el Templo celestial. Por eso es que nos habla la Escritura acerca de Cristo sentado en el Trono de Dios y también nos habla acerca de Cristo sentado a la diestra de Dios. Por lo cual, Cristo es el Rey de los Cielos y de la Tierra, por eso Él es Rey de reyes y Señor de señores. Rey en la Séptima dimensión, porque está sentado en el Trono de Dios; Rey en la Sexta dimensión, que es el Paraíso, donde van los santos creyentes en Cristo cuando mueren, y en donde viven en cuerpos angelicales. Y Él es Rey de esta dimensión terrenal, aunque todavía Él no ha establecido físicamente Su Reino en este planeta Tierra; pero Él es el Rey de los Cielos y de la Tierra, y Juez de vivos y muertos. Ahora, Cristo siendo el Rey, entonces conforme a Su programa nos dará parte con Él en Su Reino como coherederos con Él; por eso estamos representados en la Iglesia del Señor Jesucristo, que es la Esposa del Cordero, es Esposa en lo espiritual; y en lo espiritual Cristo es Rey en el alma de cada creyente y gobierna la vida de cada creyente en Él. Él es el que dice por medio de Su Palabra cómo nosotros tenemos que comportarnos en Su Reino, en Su Iglesia. Su Reino está en la esfera espiritual, y por consiguiente todos los miembros del Reino de Cristo son los miembros de la Iglesia del Señor Jesucristo, que por medio de creer en Cristo y ser bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo en agua, y ser redimidos por la Sangre de Cristo y Cristo bautizarlos con Espíritu Santo y Fuego, han obtenido el nuevo nacimiento, han nacido en el Reino de Cristo y han entrado así al Reino de Cristo, el Reino de Dios. Él dijo que el que no nazca del Agua y del Espíritu, no puede entrar al Reino de Dios. Ya hemos visto la forma de entrar al Reino de Dios y venir a formar parte de la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Reino de Dios o Reino de los Cielos en la etapa o esfera espiritual. Pero pronto se va a cumplir físicamente la Venida y establecimiento del Reino de Dios en la Tierra, lo cual Él enseñó a Sus discípulos a pedir, cuando dijo que orando pidieran la Venida del Reino de Dios: “Venga Tu Reino, hágase Tu voluntad como en el Cielo, aquí en la Tierra, o también en la Tierra.” Ahora, encontramos que así como la Cámara del Rey está en el Cielo, en la Séptima dimensión, encontramos que en la Iglesia del Señor Jesucristo está reflejado el Cielo y se ha estado materializando el Cielo. Por eso en el Antiguo Testamento el tabernáculo que construyó Moisés y el templo que construyó el rey Salomón, son tipo y figura de todo lo que hay en el Cielo: del Templo celestial, y tipo y figura también de la Iglesia del Señor Jesucristo. Dios le mostró a Moisés el modelo para que construyera un tabernáculo en el cual moraría Dios, ¿en qué parte de ese templo? En el lugar santísimo, que es la cámara del Rey, de Dios, en ese tabernáculo terrenal que construyó el Profeta Moisés. En ese lugar estaba en arca del pacto, dentro del arca del pacto estaban los mandamientos de Dios, o sea, las tablas de la Ley, y estaba también allí una vasija de oro que contenía maná, el cual no se corrompía: porque estaba en la presencia de Dios, estaba en la cámara del Rey, que es el lugar santísimo, y Dios es el Rey. Estaba también la vara de Aarón que reverdeció y sobre el arca del pacto estaba la tapa del arca del pacto, que era en oro puro y con dos querubines, uno a cada lado mirando ambos hacia el propiciatorio, y en medio de los dos querubines de oro estaba la presencia de Dios en la Columna de Fuego. En esa misma Nube o Columna de Fuego que le apareció al Profeta Moisés y que libertó al pueblo hebreo y que los guió por toda la tierra en su trayectoria hacia la tierra prometida. En el capítulo 25 del Éxodo, Dios dijo al Profeta Moisés, versos 19 en adelante: “*Harás, también dos querubines...”* Aún un poquito antes, verso 17: “*Y harás un propiciatorio de oro fino, cuya longitud será de dos codos y medio, y su anchura de codo y medio.* *Harás también dos querubines de oro; labrados a martillo los harás en los dos extremos del propiciatorio* (el propiciatorio es la tapa del arca del pacto). *Harás, pues, un querubín en un extremo, y un querubín en el otro extremo; de una pieza con el propiciatorio harás los querubines en sus dos extremos.* *Y los querubines extenderán por encima las alas, cubriendo con sus alas el propiciatorio; sus rostros el uno enfrente del otro, mirando al propiciatorio los rostros de los querubines.* *Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.* *Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio.”* Desde el propiciatorio Dios prometió hablarle a Moisés, ahora ¿qué le estaría hablando? Vamos a ver qué le hablaría: “*...de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”* Ahora, Dios estaría hablándole a Moisés todas las cosas que tenía que hablarle para el pueblo hebreo desde el propiciatorio; o sea, dentro del lugar santísimo Moisés entraría y ahí recibiría la revelación divina de parte de Dios, el cual estaría sobre el propiciatorio en medio de los dos querubines de oro. Ahora, vean en el capítulo 16 de Levítico, también nos habla algo, verso 1 en adelante, dice: “*Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón.”* La muerte de los dos hijos de Aarón fue en el lugar santísimo. Vean, vamos a leerlo lo que sucedió ahí y después continuaremos con este capítulo 16. Capítulo 10, verso 1 en adelante, dice: “*Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó.* *Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová.* *Entonces dijo Moisés a Aarón: Esto es lo que habló Jehová, diciendo: En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado. Y Aarón calló.”* Y Aarón calladito y asustado, porque el juicio había comenzado por la casa de Aarón. Ahora continuamos con el capítulo 16: “*Habló Jehová a Moisés después de la muerte de los dos hijos de Aarón...”* Ahora, ellos ofrecieron a Dios fuego extraño, algo que Dios no les había ordenado. “*...cuando se acercaron delante de Jehová, y murieron.* *Y Jehová dijo a Moisés: Dí a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo...”* O sea, que no en todo tiempo entrara al lugar santísimo; porque el lugar santísimo tiene una entrada, una puerta de entrada y esa entrada tiene una cortina. Pasar detrás de ese velo es pasar al lugar santísimo. Y el único que podía pasar al lugar santísimo era Aarón y Moisés. “*Y Jehová dijo a Moisés: Dí a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio.”* **¿Y por qué era tan misterioso ese lugar, el lugar santísimo?** Porque ésa es la cámara del Rey, de Dios, el lugar santísimo donde está el arca del pacto, donde están las tablas de la Ley, donde está el maná que fue colocado en una vasija de oro y donde está la vara de Aarón que reverdeció, y sobre el arca la tapa del arca llamada el propiciatorio, esa tapa de oro con dos querubines de oro también, y con esa tapa colocada sobre el arca del pacto tenemos sobre el arca del pacto a Dios en la Columna de Fuego. Allí está el Rey de Israel sobre el propiciatorio. Y no en todo tiempo podía Aarón entrar a ese lugar. El único que podía entrar, además de Moisés, porque para entrar a ese lugar, tiene que entrar con la vestidura correspondiente y con la sangre de la expiación del macho cabrío en una vasija y esparcir con su dedo siete veces sobre el propiciatorio, porque ésa es la sangre de la expiación. Por lo tanto, es el sumo sacerdote el único que puede entrar a ese lugar santísimo y ofrecer la sangre de la expiación por el pecado de él y del pueblo. Si entraba en otro tiempo, entraba sin ser el día de la expiación y entonces moría. Ahora, todo eso es tipo y figura de lo que en el Cielo sucede a través del tiempo, porque el tabernáculo que construyó Moisés como el que construyó el rey Salomón es tipo y figura del Templo Celestial. Ahora, hemos visto que hay un Templo Celestial donde Dios está sobre Su Trono. Cuando Cristo ascendió al Cielo y colocó Su Sangre sobre el Trono de Dios, se convirtió el Trono de Dios en un asiento, un Trono de Misericordia. Si en el Trono de Dios, que es el Propiciatorio Celestial, no hay sangre, la Sangre de la expiación de Cristo, la raza humana tiene que ser destruida por el juicio divino a causa del pecado de la raza humana. Por eso es que no ha sido destruida: porque la Sangre de Cristo está en el Trono de Dios. Por eso es que, aunque se ha dado a conocer a través de los siglos que viene el juicio divino sobre la raza humana, todavía no ha sido destruida la raza humana, no ha venido el juicio total sobre la raza humana, porque todavía Cristo está en el Trono del Padre y por consiguiente Él está como Sumo Sacerdote con Su propia Sangre haciendo expiación por toda persona escrita en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero que lo recibe como su Salvador. Y así la persona escapa del juicio divino, porque la Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Ahora, va a ser quitado algún día la Sangre de Cristo del Trono de Dios, y cuando eso suceda, entonces Dios verá los pecados de los seres humanos, de la raza humana, y traerá el juicio sobre la raza humana. Así como sucedió en los días de Noé y en los días de Lot, que son los días tipo y figura de este tiempo final. En los días de Noé, Noé ofrecía a Dios el sacrificio por el pecado, y por eso Noé fue hallado justo, pero la humanidad antediluviana fue hallada pecadora ante Dios y vino el diluvio sobre la raza humana y los destruyó a todos, excepto a Noé y su familia, los cuales entraron al arca y se salvaron. En el tiempo de Lot, Sodoma y Gomorra fue destruida, porque el pecado de Sodoma y Gomorra llegó hasta el Cielo. Ellos no tenían el sacrificio por el pecado, Lot sí. Por eso cuando Abraham oró a Elohim, a Dios, por su sobrino Lot, Dios lo escuchó y ordenó a los Arcángeles Gabriel y Miguel que sacaran a Lot y su familia fuera de Sodoma y Gomorra. Por eso la Biblia dice que el justo Lot aflige su alma cada día viendo como pecaba Sodoma y Gomorra, como los ciudadanos de Sodoma y Gomorra pecaban. Pero Lot tenía cubierto sus pecados con la sangre de los sacrificios que él ofrecía a Dios, como lo aprendió se su tío Abraham. Dios no destruye al justo con el injusto. Ahora, la humanidad está sentenciada a recibir el juicio divino. ¿Y qué hará Dios con aquellos que han sido lavados con la Sangre de Cristo, han sido bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y han recibido el Espíritu Santo y han obtenido el nuevo nacimiento? Los que estén vivos, tienen que ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en este tiempo final; porque Dios no va a destruir al justo con el injusto; se los lleva de aquí para otra dimensión: la Casa de nuestro Padre Celestial, que es la Séptima dimensión, y allí está preparada la fiesta más grande del Universo completo para Cristo y Su Iglesia, para Cristo y los creyentes en Él, mientras la Tierra estará pasando por el juicio divino, que durará tres años y medio. Ahora, la humanidad está acercándose a un tiempo en donde la Sangre de Cristo va a ser quitada del Trono de Intercesión Celestial, y Cristo va a terminar Su Obra de Intercesión como Sumo Sacerdote, va a salir del Trono de Intercesión y va a tomar el Título de Propiedad, el Libro de los Siete Sellos de Apocalipsis, capítulo 5, y va a abrir ese Título de Propiedad donde están escritos los nombres de todos los redimidos por Cristo, y a los muertos en Cristo los va a resucitar en cuerpos glorificados y a nosotros los que vivimos nos va a transformar y vamos a tener un cuerpo glorificado, como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, un cuerpo joven para toda la eternidad, igual al cuerpo de Jesucristo, un cuerpo eterno, y luego nos llevará con Él al Cielo, a la Casa de nuestro Padre Celestial. Algunos le han llamado, a eso que Él va a hacer de llevarnos con Él a la Casa de nuestro Padre Celestial, le han llamado ‘el Rapto,’ y también le han llamado ‘el arrebatamiento de los hijos de Dios, de la Iglesia del Señor Jesucristo;’ porque seremos arrebatados para ir con Cristo a la Casa de nuestro Padre Celestial. Ahora, hemos visto que en el Cielo la Cámara del Rey es la Séptima dimensión, el Lugar Santísimo allá en el Cielo donde está el Trono de Dios, porque Dios ha colocado Su Trono en el Cielo. Y la Cámara del Rey en el tabernáculo que construyó el Profeta Moisés es el lugar santísimo, en el templo que construyó el rey Salomón la Cámara del Rey es el lugar santísimo, la Cámara de Dios, el Rey de los Cielos y de la Tierra. Y Cristo ha estado construyendo un Templo espiritual, que es Su Iglesia. Y ahora, en el Templo espiritual de Cristo, ¿cuál es y dónde está la Cámara del Rey? La Cámara del Rey es la Edad de la Piedra Angular. En el templo que construyó Salomón y el tabernáculo que construyó Moisés, hay atrio, lugar santo y lugar santísimo. El Atrio corresponde al tiempo de Adán hasta Jesús, el Lugar Santo corresponde del tiempo de Jesús hasta el tiempo del Rvdo. William Branham, y el Lugar Santísimo corresponde a nuestro tiempo, a la Edad de la Piedra Angular. Y en la Iglesia del Señor Jesucristo la Cámara del Rey es, como edad, la Edad de la Piedra Angular, ésa es la edad en donde estamos viviendo en el Cuerpo Místico de Cristo y en donde Cristo está llamando y juntando los últimos escogidos escritos en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. Y cuando complete Su Iglesia, cuando haya terminado de llamar esos últimos escogidos en Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, que es la Edad del Trono de Cristo en Su Iglesia y por consiguiente es la Edad de la Cámara del Rey, Jesucristo. Ésa es la Cámara de Jesucristo, la Cámara del Rey, donde Cristo resucitará a los muertos creyentes en Él y a nosotros nos transformará, ésa es la Edad para la resurrección de los muertos en Cristo y para la transformación de nosotros los que vivimos, cuando Él haya completado Su Iglesia. Y luego, ya no habrá Sangre en el Lugar Santísimo, el Templo de Dios Celestial, en el Propiciatorio o Trono de Dios en el Cielo, y por consiguiente la humanidad se tendrá que enfrentar al juicio divino. Dice el Rvdo. William Branham en el mensaje *“Revelación,”* capítulo 5, parte 1, página 13, dice: “*Pero había un tiempo de limpieza del santuario, cuando era tribunal mientras la sangre fue quitada del asiento...”* O sea, se convierte en un tribunal de juicio el Trono Celestial de Dios, cuando la Sangre sea quitada del Trono de Dios Celestial. “*Ahora, estamos acercándonos a ese tiempo ahora...”* ¿Ven? La humanidad se está acercando a ese tiempo en donde Cristo terminará Su Obra de Intercesión. Esto fue tipificado claramente en Levítico, capítulo 23. Capítulo 23, verso 26 en adelante de Levítico, dice: “*También habló Jehová a Moisés, diciendo:* *A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová.* *Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de Jehová vuestro Dios.* *Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su pueblo.”* Aquí nos muestra que hubo cada año un día muy especial: el día diez del mes séptimo de cada año, donde el sumo sacerdote sacrificaba el macho cabrío de la expiación y la sangre de ese macho cabrío, de esa sangre tomaba en una vasija de oro y entraba al lugar santísimo y esparcía con su dedo siete veces sobre el propiciatorio parado frente al propiciatorio, y mientras él efectuaba todas esas labores de ese día de la expiación, el pueblo tenía que estar humillado ante Dios, pidiendo perdón a Dios por haber pecado contra Dios. Y todos los que así hacían, cuando el sumo sacerdote terminaba su labor ya en la tarde de ese día, quedaban perdonados y reconciliados con Dios, y quedan por consiguiente cubiertos con la sangre de la expiación. Pero el que no se interesaba y no hacía caso a esa ordenanza divina, no quedaba reconciliada con Dios y por consiguiente sus pecados quedaban al descubierto, porque no había aceptado el sacrificio por el pecado ni la sangre del sacrificio había sido aplicada sobre la persona, porque no prestó atención a lo que se realizaba en ese día. Y por consiguiente esa persona perdía el derecho y privilegio de continuar viviendo. Dios dice: “Será cortada del pueblo.” Dios por los pecados de esa persona lo cortaba del pueblo, venía el juicio divino sobre la persona y la persona moría, y por consiguiente los demás podían decir: “Ése fue un tonto, porque tuvo la oportunidad de obtener el perdón de sus pecados, tuvo la oportunidad de ser cubierto con la sangre de la expiación y ser perdonado y obtener el derecho a vivir un año más.” Pero los que lo hicieron correctamente pueden decir, después que el sumo sacerdote salía del lugar de intercesión, podían decir: “Hemos sido perdonados, hemos sido cubiertos con la sangre de la expiación y hemos sido reconciliados con Dios, por lo tanto, viviremos un año más.” Podían salir gozosos de que tenían la promesa de vivir un año más. ¿Por qué solamente un año más? Cada año tenían que llevar a cabo el mismo sacrificio; porque los animales no tienen alma y por consiguiente nos son perfectos los animales y la sangre de los animales tampoco es perfecta; pero era tipo y figura de un Sacrificio perfecto que sería efectuado y que quitaría el pecado del ser humano y reconciliaría al ser humano, no para un año más, sino para toda la eternidad. Y ese Sacrificio es el Sacrificio de un Hombre perfecto, el cual es Jesucristo nuestro Salvador. Con el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario se llevó a cabo el Sacrificio perfecto por el pecado, el cual con Su Sangre nos limpia de todo pecado y nos reconcilia con Dios para vivir, no un año más, sino vivir por toda la eternidad con Jesucristo en Su Reino. Por eso en Romanos, capítulo 5, verso 8 en adelante, dice San Pablo: “*Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.* *Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.* *Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.* *Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.”* Y ahora ya Dios no acepta sacrificios de animalitos por el pecado del ser humano, sino un sólo sacrificio por el pecado, y ese Sacrificio es el Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, Sacrificio que está al alcance de todo ser humano, el cual por la fe, cada persona lo cree y se hace realidad en la vida de la persona el perdón de sus pecados y es limpio de todo pecado con la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador. Las personas no tienen que arrepentirse del pecado de Adán y Eva, sino de sus propios pecados. Cristo quitó el pecado del mundo, quitó el pecado original, toda persona que nace en la Tierra nace sin pecado. Por lo tanto, tiene que arrepentirse de sus propios pecados cometidos y Cristo lo perdona y con Su Sangre lo limpia de todo pecado y es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego, y la persona obtiene la salvación de su alma, es reconciliado con Dios para vivir eternamente con Cristo en Su Reino. Por eso nos dice San Lucas en el capítulo 24, versos 46 en adelante: “*Y les dijo* (Cristo)*...* *Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;* *y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”* Y ahora, desde el Día de Pentecostés en adelante se ha estado predicando el arrepentimiento y el perdón de los pecados en el Nombre del Señor Jesucristo, así lo ordenó Cristo y así se ha estado haciendo, para que todo ser humano entienda cómo obtener el arrepentimiento, arrepintiéndose delante de Cristo de sus pecados y pidiéndole perdón a Cristo por sus pecados, Cristo lo perdona y lo limpia con Su Sangre de todo pecado, y así la persona obtiene la reconciliación con Dios y obtiene la salvación y Vida eterna para vivir con Cristo en Su Reino por toda la eternidad. También en San Marcos, capítulo 16, versos 15 al 16, Cristo dijo: “*Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.* *El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.”* Tan simple como eso. Por eso en San Juan también dice en el capítulo 3, verso 16: “*Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”* La Vida eterna, la persona la obtiene a través de Jesucristo por fe en Jesucristo nuestro Salvador, creyendo en Jesucristo como su Salvador personal. Es un asunto de fe, es un asunto de creer para recibir la Vida eterna, y es un asunto de no creer para la persona ser condenada y echada luego en el lago de fuego. Ahora, todo es sencillo para que toda persona pueda obtener la salvación y Vida eterna. Desde el Día de Pentecostés en adelante, luego del Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, encontramos que comenzó una nueva etapa en el Templo Celestial. Es que Cristo siendo el Sacrificio por el pecado, encontramos que el día que fue crucificado se efectuó el Sacrificio por el pecado, lo cual fue reflejado, tipificado en el sacrificio del macho cabrío de la expiación del capítulo 23, verso 26 en adelante de Levítico. Y ahora, en el Cielo es que ha estado la acción del Sacrificio por el pecado, el cual fue sacrificado en la Tierra y luego fue llevado al Cielo, Cristo, y Su Sangre Él la colocó sobre el Trono de Dios, para que toda persona tenga la oportunidad de obtener el perdón de sus pecados, ser limpio de todo pecado con la Sangre de Cristo y ser bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo bautizarlo con Espíritu Santo y Fuego y la persona obtener el nuevo nacimiento, y así obtener la salvación y Vida eterna y ser reconciliado así con Dios para vivir, no un año más, sino vivir eternamente con Cristo en Su Reino. Ésa es la promesa divina: Vida eterna para todos los que reciben a Cristo como su Salvador, y por consiguiente son reconciliados con Dios a través de Jesucristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario. No hay otra forma para el ser humano ser reconciliado con Dios, por eso fue tipificado en el sacrificio de la expiación del Antiguo Testamento. Y desde que Cristo murió en la Cruz del Calvario, en el Templo Celestial comenzó el día de la expiación para la reconciliación de todo ser humano con Dios. Y los que rechazan a Cristo, están rechazando el Sacrificio de la reconciliación del ser humano para obtener el perdón de los pecados y ser limpios de todo pecado con la Sangre de Cristo y ser perdonados y ser bautizados en agua en el Nombre de Jesucristo, y ser llenos del Espíritu de Cristo y obtener la salvación y Vida eterna, y ser así reconciliados con Dios y obtener el derecho a vivir eternamente con Cristo en Su Reino. Ahora, el que recibe a Cristo como su Salvador, ha obtenido el perdón de sus pecados, ha sido limpiado con la Sangre de Cristo de todo pecado, es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo lo bautiza con Espíritu Santo y Fuego y obtiene la persona la reconciliación con Dios, obtiene el nuevo nacimiento y obtiene la salvación y Vida eterna, y ha nacido en el Reino de Cristo, Reino que se encuentra en una fase espiritual, pero que después que se complete Su Iglesia, vendrá la fase física en donde seremos transformados y entonces tendremos Vida eterna física en un cuerpo eterno y glorificado como el cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador, y por consiguiente seremos iguales a Jesucristo nuestro Salvador. Ahora, hemos visto que en el Templo Celestial, en donde Dios está en Su Trono, en Su Cámara, la Cámara del Rey Celestial, que es el Lugar Santísimo del Templo Celestial, se está viviendo, desde el día que murió Cristo, se está viviendo en el Día de la expiación celestial; o sea, el Día de la expiación del Templo Celestial. Y ya van alrededor de dos mil años y todavía se está viviendo en el tiempo de reconciliación hasta que el último escogido de Dios sea reconciliado con Dios. No puede Cristo salir del Trono de Intercesión hasta que reconcilie con Dios hasta el último escrito en el Cielo en el Libro de la Vida del Cordero. Todo eso lo tiene que hacer Cristo ¿dónde? En la Cámara del Rey, pero tienen que estar aquí en la Tierra las personas que serán reconciliadas con Dios. Por eso es que pasamos por este planeta Tierra en estos cuerpos mortales para ser reconciliados con Dios. Ése es el propósito de la vida humana, propósito que algunas personas no han comprendido, ése es el propósito principal de nuestra vida en este planeta Tierra: para ser reconciliados con Dios y ser confirmado nuestro lugar en la Vida eterna con Jesucristo nuestro Salvador. Ahora, la humanidad, en cuanto al Templo espiritual de Cristo, ha estado pasando por diferentes etapas de Adán hasta Jesús por la parte de Atrio del Templo, luego de Cristo hasta el séptimo Ángel Mensajero, ha estado pasando por la parte del Lugar Santo de ese Templo espiritual, y en este tiempo estamos en la etapa del Lugar Santísimo. Es la etapa más importante de la Iglesia del Señor Jesucristo, es la etapa en donde de un momento a otro la Sangre de Cristo será quitada del Trono Celestial y Cristo se convertirá en el León de la Tribu de Judá. Por lo tanto, siendo nuestra edad, la Edad de la Piedra Angular, la etapa de la Cámara del Rey, la Cámara de Jesucristo en Su Iglesia, esta es la Edad en donde Cristo todavía está manifestándose como Sumo Sacerdote y está llamando y juntando Sus últimos escogidos de Dios y está manifestando desde el Cielo, desde el Templo Celestial, está manifestando en Su Iglesia Misericordia, porque todavía hay Sangre allá. Por eso en nuestro tiempo se le ofrece la oportunidad a las personas para que reciban a Cristo como su Salvador, porque todavía Cristo no ha salido del Trono de Intercesión. Pero algún día Él saldrá del Trono de Intercesión y ya se cerrará la Puerta de la Misericordia y en esta misma edad o etapa de la Iglesia luego se proclamará, se predicará el juicio divino, se predicará el Día de venganza del Dios nuestro. Es la Edad en donde Cristo cambiará de Cordero a León, de Sumo Sacerdote a Rey y Juez de toda la Tierra. Pero no podemos esperar a que ese cambio ocurra sin que nosotros y nuestros familiares hayan recibido la Misericordia de Cristo y hayan sido lavados con la Sangre de Cristo y hayan sido reconciliados con Dios. Porque cuando Cristo concluya Su labor como Sumo Sacerdote en el Cielo y se convierta en el León, el Juez y Rey, ya no habrá Misericordia en el Cielo para las personas que estarán viviendo en la Tierra. Por lo tanto, en la misma Iglesia de Jesucristo en la etapa de la Edad de la Piedra Angular, que es la etapa de la Cámara del Rey Jesucristo, se dará a conocer el Día de venganza del Dios nuestro, y se dará a conocer que no hay forma de escapar del Día de venganza del Dios nuestro; los que iban a escapar, ya habrán escapado y estarán transformados glorificados. Ahora, Cristo está llamando y juntando Sus escogidos con gran Voz de Trompeta en este tiempo final, y nadie sabe quién es un escogido, excepto Jesucristo, el cual conoce a todas las ovejas que el Padre le dio para que les dé Vida eterna, y Él las llama por su Nombre, Él las llama por medio de Su Palabra en cada edad, les habla directamente a sus almas y sienten la Voz de Cristo *acá* en sus almas y al escuchar la Voz de Cristo dicen, dice cada uno en su alma: “Cristo me está hablando, el Buen Pastor me está hablando, y yo no sabía que yo era un escogido, no sabía que yo era una oveja del Señor, yo no lo sabía, pero ahora escucho *acá* la Voz de Cristo hablándome directamente a mi alma.” Es la Voz del Buen Pastor, es la Voz de Jesucristo nuestro Salvador, hablándonos directamente a nuestra alma porque somos ovejas de Su Redil. Ahora, en este tiempo Él está hablando desde Su Cámara, la Cámara del Rey, la Edad de la Piedra Angular, como habló en cada edad del pasado por medio de Su Espíritu Santo a través de los diferentes Mensajeros que Él envió. Para este tiempo final, Él dice que estará hablándonos y llamándonos por medio de la gran Voz de Trompeta, a través de los ministerios de los Ángeles del Hijo del Hombre, que son los ministerios de Moisés y Elías, los ministerios de los Dos Olivos manifestados en carne humana en el Ángel del Señor Jesucristo. El Ángel del Señor Jesucristo es un Profeta, el cual le dio a Juan la revelación del Apocalipsis y el cual estaba en ese tiempo en un cuerpo angelical; como Cristo estaba en Su cuerpo angelical en el Antiguo Testamento y luego se hizo carne, se hizo hombre en esta dimensión terrenal para llevar a cabo la Obra de Redención. Para este tiempo final Jesucristo envía Su Ángel a Su Iglesia en carne humana para darnos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, y así con esa revelación divina llamar y juntar a todos los escogidos de Dios de este tiempo final, de este tiempo correspondiente a la etapa de la Cámara del Rey, la Cámara de Jesucristo nuestro Salvador, que es la Edad de la Piedra Angular, ésa es la Edad de la Cámara del Rey, es donde Cristo llama y junta Sus escogidos de este tiempo final, y nos llama a subir a la Cámara del Rey: “Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas,” o sea, las cosas que sucederán después de las que ya han sucedido en etapas o edades pasadas. La única forma de conocer las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final es entrando a la Cámara del Rey y escuchando la Voz de Cristo por medio de Su Ángel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Es ése el lugar para los escogidos de Dios de este tiempo final y para el Ángel del Señor Jesucristo, a través del cual el Espíritu Santo estará dando a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Todas las cosas que han sido reveladas en este tiempo final a nosotros, han sido reveladas en la Cámara del Rey, la Cámara de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular. Y ahora, nos encontramos en la Cámara del Rey. Jesucristo nos ha metido, nos ha colocado en Su Cámara, la Cámara del Rey, la Edad de la Piedra Angular. Y el Vino del estímulo por la revelación de Su Palabra para nuestro tiempo, nos llena de gozo y alegría, y el Aceite de Su Espíritu Santo está sobre cada uno de nosotros. El lugar más importante es la Cámara del Rey, y ése es el lugar que nos ha tocado a nosotros en la Iglesia del Señor Jesucristo, ése es la Cámara del Rey: el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Jesucristo; el Templo espiritual de Cristo es Su Iglesia. Y si el templo que construyó Salomón y el tabernáculo que construyó Moisés y el Templo que está en el Cielo tienen lugar santísimo, el Templo espiritual de Cristo tiene que tener Lugar Santísimo, y ése Lugar Santísimo es la Edad de la Piedra Angular; ése es el lugar más importante del Templo espiritual de Cristo, ese lugar es: La Cámara del Rey, la Cámara del Señor Jesucristo en este tiempo final, ésa es la Edad de la Piedra Angular. La Cámara del Rey, la Cámara del Señor Jesucristo ¿y de quién más? De la Iglesia Novia del Señor Jesucristo a donde Cristo la ha colocado en este tiempo final. “**LA CÁMARA DEL REY.”** Ése ha sido nuestro tema para esta ocasión. El domingo próximo tendremos el tema correspondiente a la actividad del próximo domingo, que será: **“DIOS EN MORPHE.”** O sea, Dios cambiando de un velo de carne a otro velo de carne. El mismo Dios que estuvo en los Profetas, luego estuvo en Jesús en toda Su plenitud y luego estuvo en los Apóstoles y en cada Ángel Mensajero, y así ha sido Dios en Morphe velándose en carne humana en cada Mensajero que Él ha enviado. De lo cual hablaremos más claramente el próximo domingo. Oren mucho por mí, para que Él me dé todo lo que debo hablar el próximo domingo, para que tengamos un cuadro claro de dónde está prometido que Dios estará velado y revelado en este tiempo final en carne humana. Nuestro tema ha sido: **“LA CÁMARA DEL REY.”** ***Que las bendiciones de Jesucristo, el Ángel del Pacto, desde la Cámara del Rey, desde la Edad de la Piedra Angular y desde el Trono Celestial, sean enviadas y colocadas sobre vuestras almas y sobre mi alma también; y que cada día nos abra más el entendimiento y nos abra más las Escrituras para poder comprender todo el Programa de Dios. En el Nombre del Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Muchas gracias por vuestra amable atención, y continúen pasando una noche llena de las bendiciones de nuestro amado Señor Jesucristo. Dejo nuevamente con nosotros al Rvdo. José Benjamín Pérez, para concluir en esta noche nuestra parte, dándole gracias a Cristo por todas Sus bendiciones. Que Dios les continúe bendiciendo a todos, y hasta el próximo domingo, Dios mediante. “**LA CÁMARA DEL REY.”**