--- title: 'Los beneficios del Nuevo Pacto' date: 2001-10-21 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenos días, amados amigos y hermanos presentes y los que están a través de Internet y otros medios de comunicación; que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto sean sobre todos ustedes y sobre mí también. Para esta ocasión tenemos la lectura bíblica en Hebreos, capítulo 8, versos 1 en adelante, donde nos habla el Apóstol San Pablo diciendo: “*Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,* *ministro del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el hombre.* *Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios; por lo cual es necesario que también éste tenga algo que ofrecer.* *Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;* *los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte.* *Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas.* *Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto, ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo.* *Porque reprendiéndolos dice:* *He aquí vienen días, dice el Señor,* *En que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto;* *No como el pacto que hice con sus padres* *El día que los tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto;* *Porque ellos no permanecieron en mi pacto,* *Y yo me desentendí de ellos, dice el Señor.* *Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel* *Después de aquellos días, dice el Señor:* *Pondré mis leyes en la mente de ellos,* *Y sobre su corazón las escribiré;* *Y seré a ellos por Dios,* *Y ellos me serán a mí por pueblo;* *Y ninguno enseñará a su prójimo,* *Ni ninguno a su hermano, diciendo:* *Conoce al Señor;* *Porque todos me conocerán,* *Desde el menor hasta el mayor de ellos.* *Porque seré propicio a sus injusticias,* *Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.* *Al decir: Nuevo pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer.”* Nuestro tema para esta ocasión es: **“LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”** Conforme a lo que hemos leído de parte de Dios a través de San Pablo, Dios conforme a como había prometido establecer un Nuevo Pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá, ya lo ha establecido. Ahora, este Nuevo Pacto ha sido establecido por Jesucristo nuestro Salvador. Y ahora, para poder comprender los beneficios del Nuevo Pacto, necesitamos comprender lo que es el Nuevo Pacto. El pueblo hebreo en el Antiguo Testamento cuando Dios los libertó de la esclavitud en Egipto, fueron colocados bajo el pacto que Dios le dio. Y vean ustedes cómo dice San Pablo en Hebreos, capítulo 9, verso 16 en adelante, dice: “*Porque donde hay testamento, es necesario que intervenga muerte del testador.* *Porque el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre tanto que el testador vive.* *De donde ni aun el primer pacto fue instituido sin sangre.* *Porque habiendo anunciado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el mismo libro y también a todo el pueblo,* *diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha mandado.* *Y además de esto, roció también con la sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.* *Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.* *Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.* *Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios.”* Y ahora, encontramos que Dios en el Antiguo Testamento con el pueblo hebreo, trataba bajo el pacto que Dios había establecido con el pueblo hebreo, del cual Moisés le habló al pueblo cuando dedicó el tabernáculo a Dios. Y ahora, bajo el Pacto del Antiguo Testamento, el pueblo hebreo para Dios venía a ser como la esposa de Dios y Dios el marido del pueblo hebreo, el marido de Israel como nación. Vean, dice Dios por medio del Profeta Isaías en el capítulo 54, verso 5: “*Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado.* *Porque como a mujer abandonada y triste de espíritu te llamó Jehová, y como a la esposa de la juventud que es repudiada, dijo el Dios tuyo.”* Ahora, vean ustedes cómo bajo el pacto del Antiguo Testamento el pueblo hebreo como nación es la esposa de Dios, y Dios es su marido, su esposo. En Jeremías, capítulo 31, verso 32, también nos habla Dios por medio del Profeta Jeremías; capítulo 31, verso 32, y dice... capítulo 31, verso 31 en adelante, dice: “*He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.* *No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová.* *Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.”* Aquí bajo el antiguo pacto Dios libertando al pueblo hebreo, llevándolos por el desierto rumbo a la tierra prometida y luego estableciéndolos en la tierra prometida, el pueblo hebreo como nación era la esposa de Dios, era la Iglesia esposa de Dios del Antiguo Testamento, y Dios era su marido. “Pero ellos no guardaron el Pacto,” dice Dios por medio del Profeta Jeremías en el capítulo 31, verso 31 al 34. Este pacto es un pacto matrimonial, es un pacto hecho por Dios con el pueblo hebreo como nación, el cual como nación fue la esposa de Dios. Y este pacto siendo un pacto de matrimonio, es para por medio de su esposa (el pueblo hebreo como nación) traer Dios hijos; pero el pueblo hebreo invalidó ese pacto matrimonial entre Dios y el pueblo hebreo; y el Reino, vean ustedes, fue quitado del pueblo hebreo. Ahora, dice Dios que El va a tener hijos por medio de la no amada, por medio del pueblo del cual Dios dijo: “Este no es pueblo mío,” ahora Dios va a traer hijos e hijas. Ahora, de esto es de lo que habla Dios a través del Profeta Oseas en el capítulo 1, verso 8 en adelante, dice... vamos a ver, verso 6 en adelante, dice: “*Concibió ella otra vez, y dio a luz una hija. Y le dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ruhama,* *porque no me compadeceré más de la casa de Israel, sino que los quitaré del todo.* *Mas de la casa de Judá tendré misericordia, y los salvaré por Jehová su Dios; y no los salvaré con arco, ni con espada, ni con batalla, ni con caballos ni jinetes.* *Después de haber destetado a Lo-ruhama, concibió y dio a luz un hijo.* *Y dijo Dios: Ponle por nombre Lo-ammi, porque vosotros no sois mi pueblo, ni yo seré vuestro Dios.* *Con todo, será el número de los hijos de Israel como la arena del mar, que no se puede medir ni contar. Y en el lugar en donde les fue dicho: Vosotros no sois pueblo mío, les será dicho: Sois hijos del Dios viviente.* *Y se congregarán los hijos de Judá y de Israel, y nombrarán un solo jefe, y subirán de la tierra; porque el día de Jezreel será grande.”* Ahora, aquí encontramos a Dios hablando de un pueblo que no era Su pueblo, y luego diciendo de ese pueblo del cual Dios dijo: “Vosotros no sois pueblo mío.” Les será dicho: “Sois hijos del Dios viviente.” San Pablo en Romanos, capítulo 9, verso 25 en adelante, hace referencia a este pasaje profético, y dice... dice: *“Como también...”* Capítulo 9, verso 25 en adelante de Romanos, dice: *Como también en Oseas dice:* *Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo,* *Y a la no amada, amada.* *Y en el lugar donde se les dijo: Vosotros no sois pueblo mío,* *Allí serán llamados hijos del Dios viviente.”* Y ahora, en el Nuevo Pacto que Dios establece con Su pueblo; así como estableció un pacto con el Israel terrenal, ahora establece un Nuevo Pacto con el Israel Celestial, al cual entran hebreos y también gentiles. Y ahora, en este Nuevo Pacto encontramos que la Sangre del Nuevo Pacto es la Sangre de Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario. Cristo dijo cuando dio el pan a comer en la última cena, luego de bendecir el pan dijo: “Tomad, comed, éste es mi Cuerpo que por vosotros es partido. Y luego tomando la copa y dando gracias, dio a Sus discípulos diciendo: Tomad, esta es la Sangre, mi Sangre, la Sangre del Nuevo Pacto que por vosotros es derramada.” \[Nota - San Mateo 26:26\]. Y ahora, Cristo, el Angel del Pacto, que estableció el pacto en el Antiguo Testamento con el pueblo hebreo, ahora Cristo, el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, vino en carne humana para establecer el Nuevo Pacto, del cual había hablado a través de los Profetas Isaías, Jeremías, Ezequiel, y otros Profetas como Oseas también. Y ahora, el Nuevo Pacto tiene que ver con un Pacto matrimonial entre Cristo y Su Iglesia. La Iglesia del Señor Jesucristo ha sido desposada con Cristo (dice San Pablo) como una virgen pura para Cristo. Ahora, en el campo espiritual la Iglesia del Señor Jesucristo está casada con Cristo y está bajo ese Pacto matrimonial que es el Nuevo Pacto, y está cubierta con la Sangre del Nuevo Pacto que es la Sangre del Señor Jesucristo; y la señal de que está cubierta con la Sangre del Nuevo Pacto es que tiene el Espíritu de Cristo. La Iglesia como Cuerpo Místico de creyentes tiene el Espíritu de Cristo manifestándose en ella de etapa en etapa, de eda en edad, confirmándole a Su Iglesia, a Su Esposa, el Nuevo Pacto en el cual nacen y bajo el cual nacen todos los hijos de Dios por medio de Jesucristo a través de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, bajo el Nuevo Pacto nacen hijos e hijas de Dios en medio del pueblo, del cual Dios había dicho: “Este no es pueblo mío.” Y ahora, donde Dios dijo: “Este no es pueblo mío.” Ahora Dios dice que estos son hijos: “Vosotros sois hijos del Dios viviente.” Y ahora, los hijos del Dios viviente nacen de nuevo, son las personas que creen en Cristo, reciben a Cristo como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y reciben el Espíritu Santo y entran al Nuevo Pacto, y quedan cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, y nacen bajo el Nuevo Pacto como hijos legítimos de Dios, porque están bajo el Nuevo Pacto matrimonial de Cristo y Su Iglesia. Por lo tanto la Iglesia está espiritualmente casada con Cristo, Cristo es su Cabeza. Por lo tanto, a través de Su Iglesia bajo el Nuevo Pacto matrimonial, Cristo está reproduciéndose en hijos e hijas de Dios. Cristo siendo el Hijo de Dios, se reproduce en hijos e hijas de Dios, Cristo siendo el Grano de trigo que fue sembrado en tierra se reproduce en muchos granos de trigo, que son hijos e hijas de Dios. Y ahora, podemos ver que hay un Nuevo Pacto, es un Nuevo Pacto matrimonial, el cual ha sido establecido por Dios a través de Cristo. Y en ese Nuevo Pacto matrimonial encontramos a Cristo y Su Iglesia bajo ese Pacto matrimonial, produciendo o multiplicándose en hijos e hijas de Dios; y todos están bajo el Nuevo Pacto, son hijos legítimos de Dios, hijos e hijas legítimos de Dios, nacidos de nuevo bajo el Nuevo Pacto. Y ahora, bajo este Nuevo Pacto hay grandes beneficios para los que nacen en este matrimonio de Cristo y Su Iglesia. Así como en un matrimonio todos los hijos que nacen son herederos del padre, así todos los nacidos en este matrimonio entre Cristo y Su Iglesia bajo este Nuevo Pacto, son herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro. O sea, que somos herederos a todo lo que Cristo es heredero: somos herederos a la Vida eterna, somos herederos a un cuerpo angelical, somos herederos a un cuerpo físico glorificado, somos herederos a salvación eterna, somos herederos al planeta Tierra completo, somos herederos al Universo completo; porque somos herederos de Dios y coherederos con Cristo Jesús Señor nuestro, porque estamos bajo el Nuevo Pacto matrimonial de Cristo con Su Iglesia. Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo se encuentra bajo el Nuevo Pacto. Y ahora, ya el pacto que Dios tenía con el pueblo hebreo llegó a su final, y ahora hay un Nuevo Pacto al cual el pueblo hebreo como nación algún día entrará; porque ya el Antiguo Pacto no está vigente, el que está vigente es el Nuevo Pacto. Ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo entra al Nuevo Pacto como Cuerpo Místico de creyentes, y los miembros de la Iglesia entran como individuos. Por lo tanto, el pueblo hebreo es el que entra como nación terrenal al Nuevo Pacto, y eso va a ocurrir muy pronto conforme a la promesa divina, pues dice San Pablo en su carta a los Romanos, capítulo 11, versos 25 en adelante: “*Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles* (o sea, hasta que haya entrado hasta el último miembro del Cuerpo Místico de Cristo dentro del Nuevo Pacto)*;* *y luego todo Israel será salvo, como está escrito:* *Vendrá de Sion el Libertador,* *Que apartará de Jacob la impiedad.* *Y este será mi pacto con ellos* (¿ven? Aquí Dios establecerá Su Nuevo Pacto con el pueblo hebreo como nación también)*...* *Y este será mi pacto con ellos,* *Cuando yo quite sus pecados.”* Y ahora, bajo el Nuevo Pacto los pecados son quitados con la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo. El pueblo hebreo bajo el Antiguo Pacto ya no tiene la sangre de los animalitos con la cual eran cubiertos sus pecados, pues ya no tiene templo, por lo tanto ya todo ha ido desapareciendo. Y ahora, solamente hay un Pacto, y es el Nuevo Pacto para gentiles y para hebreos: para el Israel Celestial (la Iglesia del Señor Jesucristo) y para el Israel terrenal (el pueblo hebreo); y en y bajo ese Nuevo Pacto están todos los beneficios prometidos por Dios para la Iglesia del Señor Jesucristo y para el pueblo hebreo, y para toda persona que vivirá en el Reino Milenial. Bajo ese Nuevo Pacto están todas las bendiciones celestiales contenidas. Ninguna persona puede esperar bendiciones del Cielo fuera del Nuevo Pacto. Todas las bendiciones están dentro del Nuevo Pacto. Ahora, San Pablo hablándonos de este Nuevo Pacto, nos dice en el capítulo 13 de Hebreos, verso 20, dice: “*Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno,* *os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.”* Y ahora, *“por la sangre del pacto eterno.”* **¿Cuál es la Sangre del Pacto eterno?** La Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo. Este es el Pacto que coloca al ser humano dentro de la eternidad. Por lo tanto, con la Sangre del Pacto eterno somos cubiertos, somos limpiados de todo pecado, y colocados dentro de ese Nuevo Pacto, y somos legítimamente hijos e hijas de Dios nacidos en el Reino de Dios, en la Iglesia de Jesucristo por medio del bautismo del Espíritu Santo. Y ahora, leamos también Hebreos, capítulo 12, versos 22 en adelante, donde dice: “*Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles,* *a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos* (¿dónde están escritos los nombres de los Primogénitos de Dios? En el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero)*, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos,* *a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel.”* Vean, Jesús es el Mediador del Nuevo Pacto, y Su Sangre es la Sangre rociada del Nuevo Pacto, bajo el cual están todos los hijos e hijas de Dios nacidos de nuevo en esta unión matrimonial de Cristo y Su Iglesia bajo este Nuevo Pacto matrimonial. Y ahora, San Pablo en Gálatas, capítulo 4, también nos habla de dos pactos. Capítulo 4, verso 22 en adelante, donde dice... Gálatas, capítulo 4, verso 22 en adelante, dice... 21: “*Decidme, los que queréis estar bajo la ley: ¿no habéis oído la ley?* *Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos; uno de la esclava, el otro de la libre.* *Pero el de la esclava nació según la carne; mas el de la libre, por la promesa.* *Lo cual es una alegoría, pues estas mujeres son los dos pactos; el uno proviene del monte Sinaí, el cual da hijos para esclavitud; éste es Agar.* *Porque Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, pues ésta, junto con sus hijos, está en esclavitud.* *Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.* *Porque está escrito:* *Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;* *Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;* *Porque más son los hijos de la desolada, que de la que tiene marido.* *Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa.* *Pero como entonces el que había nacido según la carne perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.* *Mas ¿qué dice la Escritura? Echa fuera a la esclava y a su hijo, porque no heredará el hijo de la esclava con el hijo de la libre.* *De manera, hermanos, que no somos hijos de la esclava, sino de la libre.”* Y ahora, somos hijos de Dios por medio de Jesucristo a través de Su Iglesia, Su Esposa que está casada con Cristo bajo el Nuevo Pacto matrimonial. En lo espiritual esto es una realidad, y Cristo se ha estado reproduciendo, se ha estado multiplicando en hijos e hijas de Dios. El Día de Pentecostés nacieron ciento veinte hijos e hijas de Dios, y de ahí en adelante siguieron naciendo hijos e hijas de Dios, eso es Jesucristo multiplicándose, reproduciéndose en hijos e hijas de Dios, produciendo así el nuevo nacimiento y naciendo en el Reino de Dios los hijos e hijas de Dios. En este nuevo nacimiento de hijos e hijas de Dios bajo el Nuevo Pacto, la primera parte de este nacimiento es el nacimiento espiritual, en donde por medio de nacer de nuevo al recibir el Espíritu Santo obtenemos un cuerpo angelical teofánico de la sexta dimensión, y así somos nacidos en la sexta dimensión, en la dimensión de Cristo, del Reino de Cristo, y así somos hijos e hijas de Dios nacidos de este matrimonio de Cristo y Su Iglesia bajo este Pacto matrimonial que es el Nuevo Pacto, y estamos bajo la Sangre del Nuevo Pacto. Y ahora, luego que hayan nacido en el Reino de Cristo todos los que están escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero desde antes de la fundación del mundo, luego que hayan obtenido el nuevo nacimiento, se habrá cumplido lo que sucedió con Adán y sucedió con Jesús: ambos tuvieron el cuerpo angelical antes de venir a la Tierra en carne humana. Ese es el orden perfecto para nacer con Vida eterna: primero hay que nacer en la sexta dimensión en un cuerpo angelical teofánico, y luego viene el nacimiento acá en la Tierra en un cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, lo cual será cuando se complete el número de los escogidos de Dios en la Iglesia de Jesucristo, y entonces Cristo se levanta del Trono del Padre, toma el Título de Propiedad, lo abre en el Cielo, lo trae a la Tierra y hace Su Obra de Reclamo, y resucita a los muertos en Cristo en cuerpos eternos y glorificados y perfectos y jóvenes para toda la eternidad, y ahí ya tendrán la inmortalidad física y estarán bajo el Nuevo Pacto, continuarán bajo el Nuevo Pacto, porque estas son bendiciones, beneficios bajo el Nuevo Pacto. ∙ El nuevo nacimiento y el cuerpo angelical teofánico es un beneficio bajo el Nuevo Pacto para todos los que están bajo el Nuevo Pacto. ∙ El cuerpo físico glorificado es un beneficio para los que están bajo el Nuevo Pacto. ∙ El arrepentimiento y perdón de los pecados es un beneficio para los que están dentro del Nuevo Pacto. ∙ El bautismo del Espíritu Santo es un beneficio para los que están dentro del Nuevo Pacto. O sea, que dentro del Nuevo Pacto están todos los beneficios que corresponden al Nuevo Pacto establecido por Dios a través de Jesucristo. Y bajo ese Nuevo Pacto están todas las bendiciones celestiales prometidas para todos los escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; por eso es tan importante estar dentro del Nuevo Pacto: porque es el único lugar donde realmente hay beneficios para toda la eternidad. Dentro del Nuevo Pacto están todos los beneficios que Dios ha prometido para los que le aman y le sirven. Para la persona recibir esos beneficios, tiene que entrar dentro del Nuevo Pacto y estar cubierto con la Sangre del Nuevo Pacto; y para eso es que Cristo ha establecido el Nuevo Pacto con Su Iglesia y en Su Iglesia: para bajo ese Nuevo Pacto matrimonial, de unión de Cristo con Su Iglesia, Cristo siendo la Cabeza a través de Su Iglesia, se reproduce en hijos e hijas de Dios que están dentro del Nuevo Pacto, quedan, nacen dentro del Nuevo Pacto. El nuevo nacimiento nos coloca dentro del Nuevo Pacto, por lo tanto toda bendición del Cielo está dentro del Nuevo Pacto. Y ahora, hemos visto este misterio del Nuevo Pacto y cómo este Nuevo Pacto ha sido establecido por Cristo con Su Iglesia, es un Nuevo Pacto matrimonial en donde la Iglesia es la Esposa virgen de Cristo, a través de la cual Cristo se reproduce en hijos e hijas de Dios por medio de llamar y juntar a Sus ovejas, y Sus ovejas recibirlo como su Salvador, lavar sus pecados en la Sangre de Cristo, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y recibir el Espíritu Santo y así recibir el Sello del Dios Vivo, recibir así la vida de la Sangre que es el Espíritu Santo, y quedar sellados con el Sello del Dios Vivo para el Día de la Redención, que es el día de la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos. La Redención del cuerpo es nuestra transformación, en donde obtendremos el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado. Por eso San Pablo dice en Efesios, capítulo 4, verso 30: “*Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.”* O sea, para el día en que El nos dará el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, para ese día es que nosotros hemos sido sellados con el bautismo del Espíritu Santo y hemos recibido un cuerpo angelical teofánico. También dice San Pablo en Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21: “*Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;* *el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”* Y ahora, la transformación de nuestro cuerpo, en donde El transformará el cuerpo de la humillación nuestra, este cuerpo lo transformará y nos dará un cuerpo igual a Su cuerpo glorificado, ¿será para cuándo? Para el tiempo de Su Segunda Venida. Para eso es Su Segunda Venida: para resucitar a los muertos en Cristo y transformarnos a nosotros los que vivimos, y darnos así el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, lo cual es uno de los beneficios del Nuevo Pacto ¿para quiénes? Para los que están dentro del Nuevo Pacto. Y ahora, los que están dentro del Nuevo Pacto son los creyentes en Cristo, nacidos de nuevo dentro del Cuerpo Místico del Señor Jesucristo. Y ahora, Cristo está haciendo de hebreos y gentiles un solo pueblo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo bajo el Nuevo Pacto y cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto. Y ahora, hemos visto el misterio del Nuevo Pacto y la Sangre del Nuevo Pacto, que es la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo. Ya en lo espiritual la Iglesia del Señor Jesucristo es la Esposa de Cristo, a través de la cual Cristo está teniendo hijos e hijas, naciendo hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios, el Reino de Luz, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. Ahora, todo esto se ha estado moviendo en el campo espiritual, pero pronto cuando se haya completado en el campo espiritual y hayan nacido todos los hijos e hijas de Dios, entonces se moverá al campo físico, para obtener el cuerpo físico, eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo, y entonces tendremos un cuerpo de hijos e hijas de Dios, cuerpos de hijas e hijos de Dios físicos, que son cuerpos eternos y glorificados, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo el Hijo de Dios; y así seremos a imagen y semejanza de Jesucristo el Hijo de Dios, porque los hijos son a imagen y semejanza de su padre. Y ahora, podemos ver el motivo del Nuevo Pacto, podemos ver las bendiciones que hay bajo el Nuevo Pacto, podemos ver todos los beneficios que hay para nosotros recibir bajo el Nuevo Pacto. La Vida eterna es lo más grande que El nos da bajo el Nuevo Pacto, nos da la Vida eterna para que vivamos con El bajo el Nuevo Pacto por toda la eternidad; nos dará un cuerpo glorificado y eterno, juntamente con el cuerpo teofánico angelical que El nos ha a dado al darnos Su Espíritu Santo. Ahora, hemos visto todos estos beneficios que hay bajo el Nuevo Pacto, esos son beneficios ¿para quiénes? Para todos nosotros, para toda persona que recibe a Cristo como su Salvador, lava sus pecados en la Sangre de Cristo, es bautizado en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y recibe el Espíritu Santo, recibe el beneficio del nuevo nacimiento, recibe el beneficio de un cuerpo angelical, recibe el beneficio de todas las bendiciones contenidas bajo el Nuevo Pacto, las cuales van manifestándose en la persona a medida que va caminando en el Programa de Dios. Para la Iglesia del Señor Jesucristo como Cuerpo Místico de creyentes es en la misma forma. De etapa en etapa Cristo ha estado confirmándole Su Nuevo Pacto a Su Iglesia, Su Esposa, y por consiguiente de etapa en etapa bajo el Nuevo Pacto, confirmándole el Nuevo Pacto a Su Iglesia ha estado teniendo hijos e hijas de edad en edad. Cristo en Espíritu Santo ha estado en medio de Su Iglesia de edad en edad, manifestado a través del Mensajero de cada edad, confirmándole Su Pacto y dándole Su Palabra prometida; y a través de esa Palabra prometida siendo hablada a través de carne humana, a través del Mensajero de cada edad, han venido los hijos e hijas de Dios de cada edad. Y ahora, para nuestro tiempo tienen que aparecer en la Tierra manifestados en el Cuerpo Místico de Cristo, en la edad correspondiente a este tiempo, tienen que ser manifestados los hijos e hijas de Dios de esta edad. El Rvdo. William Branham hablándonos de esto, dice... dice en la página 42 del mensaje: *“Divorcio y Casamiento:”* “*Y así es como la iglesia que rehúsa ser embarazada en la edad en la cual ahora estamos viviendo, para parir hijos de esta edad. No somos luteranos, no somos wesleyanos, tampoco somos pentecostales, tenemos que ser hijos de esta edad a través de la preñez de la Palabra de Dios para parir un hijo en esta edad, el hijo simiente.”* Y ahora, por medio de la Palabra creadora es que viene este milagro en cada edad, viene la Palabra prometida para cada edad manifestada por el Espíritu Santo a través del Mensajero de cada edad, él la capta, la proclama, la predica y entonces surgen los hijos de esa edad, nacen los hijos de esa edad por medio de la Obra del Espíritu Santo en esa edad, nacen los hijos de esa edad de la Iglesia del Señor Jesucristo, de esa edad nacen los hijos del Cuerpo Místico de esa edad; así es de edad en edad. No pueden venir hijos e hijas de Dios a nacimiento en el Cuerpo Místico de Cristo si no viene la Palabra simiente para esa edad; tiene que venir la Palabra creadora simiente para producir hijos e hijas de Dios para esa edad. O sea, que una edad no puede surgir, y no pueden surgir hijos en una edad sin que primero venga el Espíritu Santo manifestado en el Mensajero de esa edad, colocando Su Palabra creadora prometida para esa edad; y en ese Mensajero se hace carne esa Palabra y la proclama, y los que son de Dios oyen la Voz de Dios y nacen en la Iglesia del Señor Jesucristo, reciben a Cristo como su Salvador, lavan sus pecados en la Sangre de Cristo, son bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo y reciben el Espíritu Santo, y obtienen el nuevo nacimiento y nacen en la edad que les corresponde. En la edad que le corresponde nacen hijos e hijas de Dios, y esto es así de edad en edad; así como —humanamente hablando— cada uno de ustedes nació en su familia en la etapa y tiempo que le tocó; quizás algunos quisieron ser el primero, el mayor, el primogénito, pero no le tocó esa etapa a usted. ¿Ve? Así también es en el Cuerpo Místico de Cristo. Cristo reproduciéndose en hijos e hijas de Dios ha estado trayendo a existencia en Su Reino, Su Iglesia, hijos e hijas de Dios, hijos del Reino, los hijos del Reino, y han surgido cada uno en su tiempo. Ninguno de nosotros pudo decir: “Yo quiero ser del grupo de San Pablo.” Ninguno tuvo derecho a elegir. Dios fue el que eligió, porque Dios es el que tiene un Programa. Es igual que cuando usted nació: usted no eligió nacer en... usted no eligió nacer en el hogar que nació ni de los padres que usted nació, ni ser el número uno, el número dos de esa familia. ¿Ven? Así también es en el Programa de Dios bajo el Nuevo Pacto matrimonial de Cristo y Su Iglesia. Los genes del pensamiento divino, los atributos del pensamiento divino que son los hijos e hijas de Dios, estaban en la Mente de Dios como un atributo, y han estado siendo manifestados de etapa en etapa en la edad que Dios le ordenó nacer. Es un Programa Divino, no es un programa humano, por lo tanto no hay ningún humano que pueda meter la mano en ese Programa para alterar ese Programa. Dios dijo que tendría hijos e hijas, y esto es bajo el Nuevo Pacto: el Nuevo Pacto matrimonial entre Cristo y Su Iglesia. Y ahora, están en este tiempo final en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo, a través de la cual Cristo como el Esposo se reproduce, han estado naciendo los hijos e hijas de Dios del Día Postrero, los hijos e hijas de Dios de la edad correspondiente a este tiempo final, los hijos e hijas de Dios de la Edad de la Piedra Angular. Para ser hijos en una edad tiene que venir el Mensaje de esa edad, y por consiguiente tiene que venir un Mensajero: el Mensajero de esa edad, portando el Mensaje y proclamando ese Mensaje, para que así el Espíritu Santo lo use y produzca hijos e hijas de Dios en esa edad. No hay otra forma para que surjan los hijos e hijas de Dios bajo este Pacto Nuevo matrimonial entre Cristo y Su Iglesia. Así que, en este tiempo final está prometido que nacerían los hijos e hijas de Dios de esta edad final: la Edad de la Piedra Angular. Y ahora, San Pablo y su grupo pueden decir: “Nosotros somos los hijos de Dios a través de Cristo, en la Iglesia de Jesucristo de la primera edad.” Y eso está correcto; y así pueden decir los del segundo grupo con el segundo Angel Mensajero, y los del tercer grupo con el tercer Angel Mensajero, y los del cuarto grupo o cuarta edad con el cuarto Mensajero, y los de la quinta edad con el quinto Mensajero, y los de la sexta edad con el sexto Mensajero, y los de la séptima edad con el séptimo Mensajero. ¿Y luego qué de nosotros? Y los de la Edad de la Piedra Angular con el Mensajero de la Edad de la Piedra Angular. Y ahora, **¿dónde estarían los escogidos del Día Postrero cuando ya han terminado las siete etapas o edades de la Iglesia del Señor Jesucristo?** Pues estarían en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular bajo el Nuevo Pacto, nacidos en el Reino de Jesucristo, en la Iglesia del Señor Jesucristo bajo el Nuevo Pacto matrimonial de Cristo y Su Iglesia, y por consiguiente con la Sangre de Cristo en nosotros aplicada. Así que tenemos la Sangre de Cristo por el Espíritu Santo que El nos ha dado, porque la vida de la Sangre es el Espíritu Santo. Tener el Espíritu Santo es tener la Sangre de Cristo aplicada en su alma. Y ahora, bajo el Nuevo Pacto estamos nosotros cubiertos con la Sangre del Nuevo Pacto, la Sangre de Jesucristo nuestro Salvador; y por consiguiente tenemos todos los beneficios del Nuevo Pacto a la disposición de todos nosotros. Somos herederos de todos esos beneficios del Nuevo Pacto: arrepentimiento, perdón de pecados, bautismo del Espíritu Santo, nuevo nacimiento, cuerpo angelical teofánico (y para este tiempo final) y miembros del Cuerpo Místico de Cristo, de la Iglesia de Jesucristo, hijos e hijas de Dios, templo de Dios como individuos y miembros del Templo Espiritual de Cristo, que es la Iglesia, y pronto el cuerpo físico, inmortal, incorruptible y glorificado, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo. Y cuando ya tengamos el nuevo cuerpo, entonces hemos de recibir el Reino físico, para reinar con Cristo por el Milenio y por toda la eternidad. Pero iremos, antes del Reino Milenial iremos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial, al Cielo. Todos estos son beneficios bajo el Nuevo Pacto. Ninguna persona puede obtener estos beneficios, a menos que esté bajo el Nuevo Pacto. Ya bajo el pacto antiguo todo acabó. Ahora, toda persona que quiere recibir los beneficios del Cielo, las bendiciones de Dios, tiene que estar dentro del Nuevo Pacto. No hay bendición fuera del Nuevo Pacto, por eso el pueblo hebreo para recibir las bendiciones de Dios para este tiempo final y entrar a recibir el perdón de sus pecados, tiene que entrar al Nuevo Pacto para luego recibir los beneficios del Nuevo Pacto; y el Reino Milenial es uno de los beneficios del Nuevo Pacto. Bajo el Reino Milenial se estará viviendo bajo el Nuevo Pacto físicamente, en donde las bendiciones físicas estarán para todas las personas que estarán en la Tierra bajo el Nuevo Pacto. Ahora, encontramos que las bendiciones espirituales que hemos estado recibiendo, también las recibiremos físicamente cuando tengamos el nuevo cuerpo bajo el Nuevo Pacto en el Reino Milenial. Así que vean, primero todo se mueve, bajo el Nuevo Pacto se mueve en el campo espiritual, tenemos derecho a salvación, Vida eterna, tenemos derecho a sanidad divina también, a salud física, y cuando tengamos el nuevo cuerpo tendremos salud física perfecta y eterna, porque será un cuerpo que nunca se enfermará. Ahora, bajo el Nuevo Pacto están todas las bendiciones de Dios para los creyentes en Cristo escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero. “**LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”** Ahí tenemos nosotros bajo el Nuevo Pacto todos los beneficios de parte de Dios. Algunas personas no han comprendido lo que es recibir a Cristo como su Salvador, han pensado que es meterse a alguna religión o a una secta religiosa, pero no se han dado cuenta que es entrar dentro del Nuevo Pacto para estar bajo todas las bendiciones del Nuevo Pacto y tener los beneficios del Nuevo Pacto, y pertenecer así a la Iglesia del Señor Jesucristo, que es el Templo Espiritual de nuestro amado Señor Jesucristo, y así nacer en el Reino de Cristo como un hijo o una hija de Dios; o sea, estar manifestado en la Iglesia de Jesucristo, en el Reino de Luz de Cristo, estar manifestado como un hijo o una hija de Dios. Porque al nacer en la Tierra en estos cuerpos mortales hemos nacido no como hijos e hijas de Dios, no hemos sido manifestados como hijos o hijas de Dios, sino como hijos del reino de las tinieblas. Por medio del nuevo nacimiento es que somos manifestados como hijos e hijas de Dios en el Reino de Cristo. Y cuando tengamos el cuerpo nuevo, estaremos manifestados físicamente como hijos e hijas de Dios en cuerpos de hijos e hijas de Dios, que son cuerpos eternos, inmortales, incorruptibles y glorificados, como el cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo. Ahora, hemos visto el Nuevo Pacto, el cual es un Nuevo Pacto establecido por Dios a través de Cristo con Su Iglesia: los creyentes en Cristo, lo cual es un Pacto matrimonial para tener Cristo por medio de Su Iglesia, hijos e hijas de Dios con Vida eterna, con cuerpos teofánicos angelicales, y luego darles también un cuerpo físico glorificado. Ese es el Programa de Dios bajo el Nuevo Pacto en esta unión matrimonial, en este Nuevo Pacto que Cristo ha establecido con Su pueblo, con Su Iglesia. Y ahora, la Iglesia del Señor Jesucristo está bajo el Nuevo Pacto, y ya le ha confirmado el Nuevo Pacto a Su Iglesia de edad en edad. Y ahora, **¿dónde está Cristo confirmando el Nuevo Pacto a Su Iglesia?** En la Edad de la Piedra Angular. Así como confirmó Su Nuevo Pacto en cada territorio, en cada edad, cuando envió el Mensajero de cada edad a través del cual se manifestó Cristo en Espíritu Santo, en este tiempo, en el territorio latinoamericano y caribeño, Cristo está confirmándole Su Pacto, Su Nuevo Pacto matrimonial a Su Iglesia, para a través de Su Iglesia reproducirse en hijos e hijas de Dios de y para esta edad: la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, en este tiempo final así como en edades pasadas, Cristo estuvo confirmándole Su Pacto a Su Iglesia, y un color del Arco Iris, medio circulo del Arco Iris, manifestando un color solo del Arco Iris fue manifestado en cada edad. Pero ahora en este tiempo final, en la Edad de la Piedra Angular, así como usted toma una piedrecita en forma de pirámide, una piedra de cristal o un cristal en forma de pirámide, y coloca un rayo de luz en ese cristal en forma de pirámide, coloca un rayo de luz ahí, y refleja los siete colores del Arco Iris. Y eso es lo que sucede en este tiempo final: cuando la Luz del Evangelio da en la Edad de la Piedra Angular refleja los siete colores del Arco Iris, y le está confirmando Su Pacto a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular, en el territorio latinoamericano y caribeño. Y con la confirmación de Su Pacto en este tiempo final, reflejando los siete colores del Arco Iris en un Circuiris, porque es un círculo completo con los siete colores del Arco Iris, como está en Apocalipsis, capítulo 4: el Arco Iris alrededor del Trono. Siendo que están los siete colores del Arco Iris, y Cristo está confirmándole Su Pacto eterno, esta es la Edad en donde los hijos e hijas de Dios nacidos en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular, serán transformados todos los que permanezcan vivos hasta que los muertos en Cristo resuciten. Es la única Edad que tendrá hijos e hijas que serán transformados estando vivos en la Tierra; las demás edades ya terminaron y Cristo les confirmó Su Pacto en cada edad con un color del Arco Iris. Ahora, donde único hay Pacto Divino siendo confirmado, donde único está siendo confirmado el Nuevo Pacto es en el Cuerpo Místico de Cristo, en la Edad de la Piedra Angular. No hay otro lugar donde Cristo esté confirmándole Su Pacto a Su pueblo, a Su Iglesia; y ahí mismo será donde El le confirmará Su Pacto al pueblo hebreo, por eso ciento cuarenta y cuatro mil hebreos serán colocados sobre el Monte de Sion con el Cordero. Ahora, hemos visto que todo esto es un misterio del Reino de Dios, pero que ha sido abierto a todos nosotros, para que podamos comprender el Nuevo Pacto siendo confirmado a Su Iglesia en este Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, entre los latinoamericanos y caribeños donde se está cumpliendo la etapa de la Edad de la Piedra Angular, en el Oeste: el continente americano, la parte de la América Latina y el Caribe, porque ya en la parte de Norteamérica Dios le confirmó Su Pacto en la séptima edad de la Iglesia correspondiente a la etapa séptima de la Iglesia de Jesucristo. Ya le confirmó Su Pacto cuando envió al Espíritu Santo manifestado en Su Angel Mensajero de la séptima edad de la Iglesia; y ahora, le confirma Su Pacto a Su Iglesia en la Edad de la Piedra Angular en este tiempo final, para lo cual dice y por lo cual dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias* (Apocalipsis, capítulo 22, verso 16)*. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana* (así dice el Señor en Apocalipsis 22, verso 16)*.”* También dice: *“Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.”* \[Nota - Apocalipsis 22, verso 17\] Y ahora, así como hemos tomado del Agua de la Vida gratuitamente, al recibir a Cristo como nuestro Salvador, ser bautizados en Su Nombre en agua, y recibir el Espíritu Santo y recibir así el Agua de la Vida que es el Espíritu Santo, y recibir así el cuerpo angelical teofánico, para el Día Postrero en adición recibiremos el cuerpo físico y glorificado. Por lo tanto, así como hemos creído en la Primera Venida de Cristo para recibir el Agua de la Vida, el Espíritu Santo y recibir el cuerpo angelical, en este tiempo final en adición la Iglesia del Señor Jesucristo en la Edad de la Piedra Angular estará también creyendo en la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo, para recibir su transformación y recibir el cuerpo glorificado y eterno, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Dios ha hecho la promesa en Apocalipsis, capítulo 2, verso 7, cuando dijo: “*Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida.”* Comer del Arbol de la Vida es comer de Cristo, creer en Su Primera Venida y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, ser bautizados en agua en Su Nombre y recibir Su Espíritu Santo, y eso es comer del Arbol de la Vida espiritualmente, y se recibe un cuerpo angelical espiritual. Y para el Día Postrero en adición nos dará a comer del Arbol de la Vida en Su Segunda Venida, para recibir el cuerpo físico y glorificado. Todos estos son beneficios contenidos en el Nuevo Pacto, ¿son beneficios para quiénes? Para todos nosotros. Por lo tanto, todos nosotros en este tiempo estamos viviendo en la Edad más gloriosa de todas: la Edad de Oro, la Edad de la Piedra Angular, donde se completará la parte del Programa espiritual, y luego comenzará la parte física con la resurrección de los muertos en Cristo y la transformación de nosotros los que vivimos, y todo eso bajo el Nuevo Pacto, bajo este Nuevo Pacto matrimonial de Cristo con Su Iglesia. Son muchos los beneficios bajo el Nuevo Pacto a los cuales nosotros somos herederos, y somos los que recibimos el beneficio de ese Nuevo Pacto, recibimos todas las bendiciones contenidas en ese Nuevo Pacto, y bajo ese Nuevo Pacto viviremos con Cristo por el Milenio y por toda la eternidad. Ya estamos viviendo bajo ese Nuevo Pacto, y continuaremos viviendo bajo ese Nuevo Pacto en el Milenio y por toda la eternidad, porque es un Pacto eterno, por eso la Sangre de Cristo es la Sangre del Pacto eterno, el cual fue sacrificado desde la fundación del mundo o desde antes de la fundación del mundo, el cual había sido predestinado para morir como Cordero de Dios en la Cruz del Calvario, y derramar Su Sangre eterna para establecer el Pacto eterno y colocarnos dentro de ese Pacto eterno en unión completa con Cristo, en el santo estado del matrimonio con Cristo. Cristo con Su Iglesia están en el santo estado del matrimonio espiritual, teniendo hijos e hijas de Dios. Por lo tanto, como hijos e hijas de Dios somos los que recibimos los beneficios del Nuevo Pacto. “**LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”** No hay beneficios divinos, bendiciones divinas para ninguna persona fuera del Nuevo Pacto. Por eso es que se ha estado predicando de Cristo hacia acá el Nuevo Pacto, la nueva unión de Cristo con Su Iglesia, y Su Iglesia es el Israel Celestial, a través del cual tiene hijos e hijas de Dios manifestados en cuerpos angelicales primero (al recibir el nuevo nacimiento), y pronto en cuerpos físicos glorificados, cuando resucite a los muertos en Cristo y nos transforme a nosotros los que vivimos, y entonces todos seremos a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador. Ser a imagen y semejanza de Jesucristo nuestro Salvador es uno de los grandes beneficios del Nuevo Pacto. No se puede obtener ese beneficio de ser a imagen y semejanza de Jesucristo fuera del Nuevo Pacto, hay que estar dentro del Nuevo Pacto para primero obtener la imagen (el cuerpo angelical) y después obtener la semejanza física (que es el cuerpo físico glorificado, igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador). Y ahora, **¿dónde están los que reciben los beneficios del Nuevo Pacto?** ¡Aquí estamos recibiendo los beneficios del Nuevo Pacto, y seguiremos recibiendo más beneficios del Nuevo Pacto, porque estamos dentro del Nuevo Pacto! Durante el Milenio también seguiremos recibiendo beneficios del Nuevo Pacto; luego del Milenio, en la eternidad también recibiremos, continuaremos recibiendo beneficios bajo el Nuevo Pacto, y permaneceremos con Cristo por toda la eternidad bajo el Nuevo Pacto, recibiendo los beneficios del Nuevo Pacto. “**LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”** Ha sido para mí una bendición grande estar con ustedes en esta ocasión, dándoles testimonio de: **“LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”** Dentro de una hora u hora y media, hora y media más o menos, estaremos nuevamente reunidos para continuar viendo este misterio del Nuevo Pacto y los beneficios o bendiciones del Nuevo Pacto, y veremos con más detalles si Dios nos ayuda, cuáles son para nosotros de este tiempo final los beneficios del Nuevo Pacto que El tiene preparados para nosotros, y cuáles beneficios recibiremos en el Reino Milenial bajo el Nuevo Pacto. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde. Oren mucho por mí, para que Dios me dé para la próxima actividad todo lo que debo hablar bajo esta linea de pensamiento de los beneficios del Nuevo Pacto, y así Dios nos ayudará a ver más claramente la bendición tan grande que tenemos de parte de Dios, por lo cual nuestro amor hacia El se aumentará más y más. Bueno, que Dios les continúe bendiciendo a todos, que Dios les guarde; y mientras cantamos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó: Cristo nuestro Salvador, el cual nos transformó bajo el Nuevo Pacto, nos transformó espiritualmente y nos transformará físicamente también. Mientras tenemos este cántico, el cual todos también pueden cantar, pueden acompañar, pasará nuestro Hno. Félix Caro para continuar y finalizar nuestra parte, finalizar esta actividad en esta ocasión. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. “**LOS BENEFICIOS DEL NUEVO PACTO.”**