--- title: 'Tiempo de levantarnos del sueño' date: 2001-05-18 activity: 1 place: Luna city: Ciudad de México state: country: MX duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través de Internet. ***Que las bendiciones de Cristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y nos hable directamente a nuestra alma, Cristo, y nos enseñe Su Palabra y nos despierte a la realidad del Día que nos ha tocado vivir en el Programa de Dios. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Leemos... antes, reciban saludos de mi esposa Erica y también de mi niña América; todos los niños ya saben que América les envió muchos saludos a todos ustedes. Para esta ocasión leemos en Romanos, capítulo 13, versos 11 en adelante, donde nos habla San Pablo, diciéndonos: “*Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.* *La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.* *Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,* *sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”* Que Dios bendiga nuestras almas con Su Palabra y nos permita entenderla. Nuestro tema es: **“TIEMPO DE LEVANTARNOS DEL SUEÑO.”** Y este tiempo en el cual vivimos es ese tiempo de levantarnos del sueño. Es muy importante comprender que hay sueño físico y hay sueño espiritual. Cuando la persona se acuesta a dormir, pues tomó el sueño para descansar. Cuando el cuerpo físico de una persona muere, la Escritura dice que ha dormido la persona. ¿Recuerdan cuando Lázaro murió? Cristo dijo: “Está dormido y voy a despertarlo.” Y también cuando las personas no están conscientes de lo que está sucediendo en la Tierra, están dormidos a aquello a lo cual no están conscientes; como la persona cuando está dormida físicamente, no está consciente, pueden suceder muchas cosas a su alrededor, pero él no se da cuenta porque está dormido. Y ahora, el sueño que la persona tiene cuando ignora las cosas que están sucediendo a su alrededor es el sueño peor de todos los sueños. Ahora, San Pablo nos muestra que las personas de aquel tiempo que rechazaron a Cristo, que no habían creído en Cristo, estaban dormidas, dormidas porque no estaban conscientes de lo que había sucedido en aquellos días, no estaban conscientes del cumplimiento de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, para quitar los pecados del ser humano, librar a Su pueblo de sus pecados, salvar a Su pueblo de sus pecados. Y por cuanto no estaban conscientes de lo que había sucedido; por ejemplo, la religión hebrea bajo la ley con sus líderes religiosos como el sumo sacerdote y los miembros del concilio de la religión hebrea, el concilio del sanedrín, todos esos miembros de ese cuerpo eclesiástico, que eran 70, más el sumo sacerdote: 71, encontramos que estaban dormidos al Programa que Dios estaba llevando a cabo en aquel tiempo; y por consiguiente no estaban viendo que una nueva dispensación se estaba abriendo y se estaba llevando a cabo el Programa correspondiente a una nueva dispensación. Dios siempre obra en cada tiempo de acuerdo a la dispensación que está vigente. Una dispensación es un tiempo de trato de Dios con el pueblo, en donde Dios envía un Profeta Mensajero dispensacional, el cual introduce esa nueva dispensación. Los Profetas dispensacionales son la clase de Profeta más grande que Dios tiene; y de esa clase de Profetas solamente tiene siete. ¿Ven que son pocos? Ahora, ¿quiénes son esos siete Profetas dispensacionales? El primero fue **Adán** para la Dispensación de la Inocencia. El segundo fue **Set** para la Dispensación de la Consciencia. El tercero fue **Noé** para la Dispensación del Gobierno Humano. El cuarto fue **Abraham** para la Dispensación de la Promesa. El quinto fue **Moisés** para la Dispensación de la Ley. El sexto fue **Jesús** para la Dispensación de la Gracia. Y el séptimo es **el Angel del Señor Jesucristo** prometido en el libro del Apocalipsis, del cual Cristo dice en Apocalipsis 22, verso 16: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias.”* Ese es el Enviado de Cristo para dar testimonio de estas cosas en las Iglesias, y con ese Mensaje de testimonio despertar a todos los hijos e hijas de Dios que viven en este tiempo final. Ese Angel Mensajero viene con la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, revelando el misterio de la Segunda Venida de Cristo, que es el misterio bajo el Séptimo Sello, el cual es revelado por los siete truenos de Apocalipsis, capítulo 10. Ahora, ese Angel del Señor Jesucristo viene con un Mensaje tronante, para despertar a todos los escogidos de Dios del Día Postrero, y darles a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Vean, viene dando testimonio de estas cosas. En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice: “*Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Ahora, la promesa es que El nos mostrará las cosas que sucederán después de las cosas que ya han sucedido durante las siete etapas o edades de la Iglesia del Señor Jesucristo entre los gentiles. Y ahora, ¿dónde vamos a subir entonces? La Iglesia del Señor Jesucristo ha venido siendo creada por Cristo de etapa en etapa, de edad en edad, como se construye un edificio; no se construye el piso más alto primero, sino que se comienza con el fundamento, luego el primer piso, luego el segundo, el tercero, el cuarto, el quinto, el sexto, el séptimo, y luego el octavo. Ahora, tenemos en la construcción de la Iglesia del Señor Jesucristo el fundamento: los Apóstoles y Profetas, y como principal piedra del Angulo, Jesucristo mismo. Luego vino, después de los Apóstoles, vino San Pablo persiguiendo a la Iglesia del Señor Jesucristo, pero Cristo lo llamó porque lo había elegido desde antes de la fundación del mundo, y lo llamó y lo colocó en Su Iglesia; y el perseguidor, luego vino a ser perseguido por la religión hebrea, por el sumo sacerdote y el concilio del sanedrín. Y San Pablo vino a ser en la Iglesia del Señor Jesucristo el primer Angel Mensajero de las siete edades, el de la primera edad, la cual se cumplió en Asia Menor, y su Mensajero fue San Pablo, el cual corresponde a esta parte *aquí*, de la Iglesia de Jesucristo, representada la Iglesia en esta montaña o pirámide con diferentes escalones o etapas o pisos. Y ahora, de edad en edad Jesucristo en Espíritu Santo ha estado llamado y juntando Sus ovejas, como El prometió en San Juan, capítulo 10, versos 14 en adelante, donde El mismo dijo: “*Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,* *así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.* *También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”* Y ahora, ¿cómo es que Cristo estaría llamando y juntando a Sus ovejas? Pues Cristo cuando murió y resucitó, ascendió al Cielo victorioso y se sentó en el Trono del Padre, y ha estado haciendo Intercesión por todos los escogidos de Dios, ha estado haciendo Intercesión como Sumo Sacerdote con Su propia Sangre, la Sangre de la Redención, la Sangre del Nuevo Pacto; para colocar dentro del Nuevo Pacto que Dios ha establecido a todos los creyentes en Cristo Jesús. Ahora vean, en el Antiguo Testamento se entraba al Pacto de Dios, los niños siendo circuncidados al octavo día. Pero ahora en el Nuevo Testamento hay una circuncisión, pero *acá* en el alma, en el corazón, y así somos colocados dentro del Nuevo Pacto, el cual ha sido establecido por Cristo, el Angel del Pacto. Y El derramó la Sangre del Nuevo Pacto allí en la Cruz del Calvario. Por eso cuando Cristo tomó la última cena con Sus discípulos, El tomó el pan, lo partió y dio a Sus discípulos y dijo: “Comed, esto es mi Cuerpo que por vosotros es partido.” Luego tomó la copa con el vino y dijo: “Esta es la Sangre del Nuevo Pacto que por vosotros es derramada; tomad, haced esto en memoria de mí.” Y ahora, ordenó allí también que se llevase a cabo la Santa Cena en memoria de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario. Por eso el pan en la Santa Cena tipifica el Cuerpo de Cristo que fue crucificado, y el vino tipifica la Sangre de Cristo que fue derramada por nosotros, la cual es la Sangre del Nuevo Pacto. Para una persona entrar al Nuevo Pacto, escucha la predicación del Evangelio, y entonces entiende, despierta a la realidad de que Cristo vino a la Tierra y murió en la Cruz del Calvario para nuestra salvación, para quitar nuestros pecados y con Su Sangre limpiarnos de todo pecado, y ser así justificados ante Dios y purificados; cuando la persona escucha este misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y escucha las palabras que Cristo habló en San Lucas, capítulo 24, versos 46 en adelante, cuando dijo: “*Y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;* *y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.”* Ahora vean: ‘y que se predicase en Su Nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones.’ Por eso cuando se predica el Evangelio, se da a conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y se le enseña al pueblo que arrepintiéndose de sus pecados, y recibiendo a Cristo como su Salvador, son lavados los pecados de la persona en la Sangre de Cristo, y la persona es bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y Cristo le da el Espíritu Santo a la persona, y la persona recibe el nuevo nacimiento, y nace en el Reino de Dios, que es el Reino de Jesucristo, la Iglesia del Señor Jesucristo. Y se cumple en la persona las palabras de San Pablo escritas a la Iglesia de Colosenses. En Colosenses, capítulo 1, verso 12 en adelante, dice San Pablo: “*Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz;* *el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.”* Y ahora, vean ustedes el milagro que ocurre en la vida de la persona, que recibe a Cristo como su Salvador: Cristo lo limpia con Su Sangre de todo pecado, y Cristo le da Su Espíritu Santo cuando la persona es bautizada en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, y la persona recibe el Espíritu de Cristo, recibe el nuevo nacimiento, recibe un cuerpo teofánico angelical de la sexta dimensión, que es el Paraíso, y queda la persona libertada del Reino de las tinieblas; como fue libertado el pueblo hebreo de la esclavitud en Egipto, fue libertado del faraón y del imperio del faraón. Y ahora, Cristo, nuestro Libertador, nos liberta del faraón, del diablo, y nos liberta del reino del diablo, que es el reino de las tinieblas, y nos coloca en Su Reino, el Reino de Jesucristo, con Vida eterna. El Reino de Jesucristo es el Reino de Luz, el reino del diablo es el reino de las tinieblas. Y ahora, para ser libertados, sacados del reino de las tinieblas y colocados en el Reino de Cristo, predicamos la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, y le enseñamos a la gente que arrepintiéndose de sus pecados y lavando sus pecados en la Sangre de Cristo, y recibiendo a Cristo como su Salvador, y siendo bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo, Cristo perdonará sus pecados, les dará el Espíritu Santo y obtendrán el nuevo nacimiento, y serán libertados del reino de las tinieblas y colocados en el Reino de Luz de Jesucristo. ¿Ven lo sencillo que es? Eso es lo que nos muestra el Evangelio de la Gracia: muestra el misterio de la Primera Venida de Cristo y Su Obra de Redención en la Cruz del Calvario, para que todo ser humano despierte del sueño espiritual, su alma despierte del sueño espiritual y se levante en fe, y reciba a Cristo como su Salvador, lave sus pecados en la Sangre de Cristo, sea bautizado en el Nombre del Señor Jesucristo, y así reciba la persona el perdón de sus pecados y reciba el Espíritu Santo, reciba el nuevo nacimiento, y sea colocado en el Reino de Jesucristo, sea sacado del mundo, del reino de las tinieblas, y colocado en el glorioso Reino de Jesucristo con Vida eterna, para vivir con Cristo por toda la eternidad. Para eso se predica el Evangelio de la Gracia, mostrándole a los seres humanos el misterio de la Primera Venida de Cristo: para que despierte el ser humano de ese sueño espiritual en que está su alma; pues desde que el ser humano cayó en el Huerto del Edén, el ser humano cayó en un sueño espiritual, su alma cayó en un sueño espiritual, y por esa causa es que el ser humano al nacer por los padres terrenales, nace en un cuerpo de carne mortal, corruptible y temporal, y recibe un espíritu del mundo, de la quinta dimensión. Todo esto en la permisiva voluntad de Dios. Y el ser humano aparece en la Tierra con las dos consciencias separadas. Y por eso el ser humano aparece en la Tierra en un mundo que está dormido espiritualmente, y está en tinieblas espiritualmente. San Pablo dice: “Porque los que duermen, de noche duermen.” Por lo tanto es necesario que cada persona como individuo despierte del sueño espiritual, y se enfrente a la realidad de lo que está sucediendo en el planeta Tierra, conforme al Programa de Dios, para que la persona confirme su lugar en la Vida eterna, recibiendo a Cristo como su único y suficiente Salvador. El es el único que lo puede salvar a usted y a mí. No hay otra persona que pueda salvar al ser humano. Ahora, vean lo que San Pablo dice en Efesios, capítulo 5, versos 13 en adelante: “*Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas; porque la luz es lo que manifiesta todo.* *Por lo cual dice:* *Despiértate, tú que duermes,* *Y levántate de los muertos,* *Y te alumbrará Cristo.”* ¿Ven que tiene que ocurrir un despertamiento *acá* en el alma, en el corazón del ser humano, para que Cristo lo alumbre? Mire, usted puede tener una buena linterna o una buena lámpara encendida, como *esta* que está frente a mí, para alumbrar algún lugar, pero si las personas están dormidas no ven la luz; hay que despertar, para que la persona que tiene la luz pueda alumbrar a esas personas, y puedan ver y puedan caminar en la luz, y hacer las cosas en la luz. Y así es en el Programa de Cristo: tiene que ocurrir un despertamiento espiritual en el alma del ser humano, despertando a la realidad de que es un pecador y que necesita un Salvador, el cual es Jesucristo nuestro Salvador, para así recibir la salvación de parte de Cristo, y caminar en la luz, y caminar en el Reino de Luz, que es el Reino de nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora, en el Reino de Jesucristo, la Iglesia del Señor Jesucristo, hay diferentes etapas, y en esas diferentes etapas Cristo en Espíritu Santo llama y junta a Sus ovejas de edad en edad; ¿cómo lo hace? Enviando un Mensajero para cada edad, al cual unge con Su Espíritu Santo, y por medio de ese Mensajero Cristo se vela en carne humana y se revela a través de carne humana, y le habla a los seres humanos. Y todos los que son de Dios, los cuales tienen sus nombres escritos en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero, oyen la Voz de Dios a través de ese Mensajero enviado por Cristo. Cristo dijo: “El que es de Dios, la Voz de Dios oye.” Y El dijo: “Mis ovejas oyen mi Voz y yo les doy Vida eterna; oyen mi Voz y me siguen, y Yo les doy Vida eterna.” Para eso es que Cristo llama y junta a Sus ovejas de etapa en etapa: para darles Vida eterna. O sea, que no es un asunto de uno meterse a una secta religiosa, sino de uno entrar al Reino de Jesucristo con y para recibir Vida eterna, y poder vivir en el Reino glorioso de Jesucristo por el Milenio y por toda la eternidad. Ahora, de edad en edad el Buen Pastor, Cristo en Espíritu Santo, ha estado llamando y juntando a Sus ovejas, por medio del Mensajero que envía para cada edad. Por eso son llamados en la edad correspondiente a ese tiempo en que envía a ese Mensajero. Así ha estado sucediendo de etapa en etapa, la última etapa fue en Norteamérica, y luego la etapa actual es en la América Latina y el Caribe, y corresponde a la Edad de la Piedra Angular, donde son llamados para que suban a la Edad de la Piedra Angular los escogidos de Dios, ¿para qué? Para Cristo darles a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, conforme a Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, que les leí hace algunos minutos. Ahora, ¿cómo nos va a dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? Tiene que tener un hombre, un Mensajero, un Profeta en medio de Su Iglesia, para velarse en ese Mensajero y revelarse a través de ese Mensajero, y hablarnos todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Y todos queremos saber, conocer, las cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Y ahora, estando despiertos espiritualmente y colocados en el Reino de Jesucristo, estamos en la posición correcta para escuchar todas estas cosas que deben suceder pronto, siendo reveladas a nosotros en este tiempo final. ¿Y cómo lo va a hacer Cristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo en este tiempo final? Aquí está en la Biblia la forma en que El lo va a hacer. Dice Apocalipsis, capítulo 22, verso 6: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* ¿A quién ha enviado? A Su Angel, ¿para qué? Para mostrar a Sus Siervos las cosas que deben suceder pronto. Nadie podrá entender correctamente y totalmente las cosas que deben suceder en este tiempo final, excepto aquellos que estarán escuchando la Voz de Cristo a través de Su Angel Mensajero, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; para eso Cristo envía Su Angel, da testimonio de que ése es Su enviado. Y ahora, veamos lo que dice Cristo acerca de la persona que El envía: dice San Juan, capítulo 13, verso 20: “*De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.”* Ahora, ¿quién es el Enviado para el Día Postrero, para dar a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto? El Angel del Señor Jesucristo, y el que recibe al Angel del Señor Jesucristo, recibe a Jesucristo. Y el que recibe a Jesucristo, recibe al que lo envió. Y ahora, vean ustedes, el que recibe al Enviado de Jesucristo, recibe a Jesucristo, porque Jesucristo en Espíritu Santo viene en El velado y revelado, manifestado, hablándonos todas estas cosas que deben suceder pronto, y recibe a Cristo, porque el Angel Mensajero les habla de Cristo, para que reciban a Cristo como su Salvador, laven sus pecados en la Sangre de Cristo y sean bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, para que reciban el Espíritu Santo y reciban el nuevo nacimiento, y sean trasladados de las tinieblas, del reino de las tinieblas, al Reino de Luz, de Jesucristo, nuestro Salvador. Y el que recibe a Jesucristo, recibe al Padre que lo envió, recibe a Dios. Ahora, podemos ver cómo este misterio se abre para nosotros, para que podamos entender la forma en que Cristo estaría velado y revelado en medio de Su Iglesia, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final: es por medio de un hombre, de un Profeta, de un miembro del Cuerpo Místico de Cristo lavado con la Sangre de nuestro amado Señor Jesucristo. Es el Angel de Apocalipsis, capítulo 7, que viene con el Sello del Dios vivo, para llamar y juntar ciento cuarenta y cuatro mil hebreos escogidos, doce mil de cada tribu. Pero primero tiene que llamar y juntar los escogidos de la Iglesia del Señor Jesucristo del Día Postrero. Y cuando se haya completado ese número de los escogidos de la Iglesia del Día Postrero, entonces le tocará a Cristo levantárse del Trono del Padre, tomar el Título de Propiedad, y llevar a cabo Su Obra de Reclamo, como León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo; y resucitar a los muertos en Cristo en cuerpos glorificados, eternos, inmortales, y jovencitos para toda la eternidad, como el cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo. Y a nosotros los que vivimos si permanecemos vivos hasta que ocurra la resurrección de los muertos en Cristo, entonces nosotros seremos transformados y obtendremos de parte de Cristo un cuerpo glorificado, eterno, inmortal, incorruptible, y jovencito para toda la eternidad, representará de 18 a 21 años de edad en apariencia; y eso será para toda la eternidad, porque no se pondrá viejo ese cuerpo nuevo que El nos dará, será igual al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Por eso es tan importante reconocer el tiempo que nos ha tocado vivir, para estar en este tiempo despiertos y levantados, recibiendo las bendiciones de Jesucristo nuestro Salvador. En San Lucas, capítulo 21, dice nuestro amado Señor Jesucristo, versos 27 al 28: “*Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.* *Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca* (levantad vuestras cabezas al Cielo y las cosas del Cielo, a las cosas de Dios, porque vuestra Redención está cerca)*.”* ¿De qué Redención nos está hablando? Nos está hablando de la Redención del cuerpo, que es la transformación de nuestro cuerpo para nosotros los que vivimos, y la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos glorificados. Esa es la Redención del cuerpo, es la Adopción de los hijos e hijas de Dios en el Reino de Dios. El nos adoptará como hijos e hijas, nos dará el cuerpo glorificado y eterno, igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo. Y de ahí en adelante se acabaron los problemas para todos nosotros. Vean la forma en que Cristo tiene - la forma que Cristo tiene para acabar con los problemas de todos los hijos de Dios: será dándonos un cuerpo eterno, y ya ahí no habrá más problemas para nosotros, no tendremos necesidad de medicinas, porque nuestro cuerpo nuevo no se enfermará, no habrá necesidad de funerales para los escogidos de Dios, porque ese cuerpo nunca morirá, será eterno. No habrá necesidad de medios de transportación, medio de transportación como en la actualidad para los escogidos de Dios, porque ese cuerpo será interdimensional, que podrá pasar por las diferentes dimensiones para llegar a donde tenga que llegar. ¿Recuerdan cuando Cristo resucitó y luego de estar unos 40 días con Sus discípulos ascendió al Cielo? ¿Ven? No necesitó un avión, ni un cohete, ¿por qué? Porque el cuerpo glorificado es el cuerpo perfecto que Dios ha prometido para nosotros, y es la misma clase de cuerpo que Jesucristo tiene. Hay cuerpo teofánico angelical de la sexta dimensión; hay cuerpo de carne, el que tenemos en la actualidad, y hay cuerpo glorificado, que es la clase de cuerpo más importante que hay, y es la clase de cuerpo que nunca se pone viejo y que nunca muere. Esa es la clase de cuerpo que tiene Jesucristo nuestro Salvador. Y la promesa para todos los creyentes en Cristo es la siguiente: Filipenses, capítulo 3, verso 20 al 21: “*Mas nuestra ciudadanía está en los cielos* (vean, somos ciudadanos del Cielo. Por medio del nuevo nacimiento hemos nacido del Cielo, hemos nacido en el Reino de Jesucristo)*, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo;* *el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”* Y ahora, la promesa es que Cristo va a transformar nuestro cuerpo físico, y entonces vamos a tener un cuerpo semejante al cuerpo Suyo, al cuerpo glorificado de Jesucristo nuestro Salvador. Por lo tanto, cuando tengamos ese nuevo cuerpo, iremos con Cristo al Cielo, a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre Celestial, que es la séptima dimensión. Así como El ascendió al Cielo con ese cuerpo glorificado, nosotros ascenderemos al Cielo con Cristo en el cuerpo glorificado que El nos dará. Ahora, podemos ver la bendición tan grande que Cristo tiene para cada uno de ustedes y para mí también. Por lo tanto, manténgase despierto y en pie, levantado en este tiempo final, y no deje que el sueño espiritual lo vaya a tomar. ¿Recuerdan la parábola de las diez vírgenes? Dice que de las diez vírgenes cinco eran prudentes y cinco eran fatuas; las prudentes tomaron aceite en sus lámparas, o sea, recibieron el bautismo del Espíritu Santo y obtuvieron el nuevo nacimiento; las fatuas no tomaron consigo aceite, o sea, no recibieron el Espíritu Santo, por consiguiente no obtuvieron el nuevo nacimiento, fueron cristianos o creyentes profesantes, pero sin recibir el Espíritu Santo, y por consiguiente sin nacer de nuevo. Luego, llega el momento importante de la Venida del Esposo, de Cristo, y dice del verso 5 en adelante de San Mateo 24, o San Mateo, capítulo 25, versos 5 en adelante, dice: “*Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.”* Eso es sueño espiritual; no estaban conscientes de lo que estaba pasando a su alrededor. De etapa en etapa han estado apareciendo en la Tierra las vírgenes prudentes y las vírgenes fatuas; pero a causa de que se les ha acabado el tiempo de vida terrenal, a cada miembro de la Iglesia de Jesucristo, han tenido que dormir; o sea, la muerte también, el sueño de la muerte física. Pero para el tiempo final dice: “*Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!* *Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas* (las vírgenes prudentes y las vírgenes fatuas también)*... y arreglaron sus lámparas.* *Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.”* ¿Y por qué se apagaban las lámparas de las vírgenes insensatas? Porque no habían tomado aceite en sus lámparas; las vírgenes insensatas son los creyentes profesantes que no han recibido el Espíritu Santo, y por consiguiente no tienen aceite en sus lámparas, y por consiguiente sus lámparas no están encendidas; y si la encienden, ¿qué sucede? Comienza a humear, ¿por qué? Porque no hay aceite en sus lámparas. “*Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.* *Pero mientras ellas iban a comprar* (o sea, que salieron a buscar el Espíritu Santo. El aceite representa el Espíritu Santo)*, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.* *Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!* *Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.* *Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”* Aquí Cristo dice que velemos; o sea, una persona que está velando durante la noche, no está dormida. Por lo tanto, el mundo estando en tinieblas y estando bajo el reino de las tinieblas, el reino del maligno, encontramos que la humanidad se encuentra de noche, de noche espiritual. Pero vean ustedes lo que nos dice Isaías, capítulo 60, verso 1 en adelante: “*Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti.* *Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista su gloria.”* Ahora, podemos ver que hay tinieblas para el mundo, pero para los que temen el Nombre del Señor hay Luz, ha venido nuestra Luz, que es Cristo. Así como ha venido de etapa en etapa, de edad en edad en el Angel Mensajero de cada edad, Cristo en Espíritu Santo manifestado, dándole a conocer las cosas que tienen que conocer los hijos de Dios en cada edad, y llamándolos y juntándolos, ¿dónde? En el Reino de Cristo, que es la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora, en este tiempo final llama a todos escogidos con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta, como dice San Mateo, capítulo 24, y verso 31, el mismo Cristo nuestro Salvador hablando, dice aquí cómo serán llamados y juntados todos los escogidos de Dios del tiempo final. Dice: “*Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro.”* Es por medio del ministerio de los Angeles del Hijo del Hombre, que son los ministerios de los Dos Olivos, los ministerios de Moisés y Elías, los ministerios de Apocalipsis, capítulo 11, verso 3 en adelante, y Zacarías, capítulo 4, que son llamados y juntados en el Día Postrero los escogidos de Dios, con el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino. Por eso también Cristo en San Mateo, capítulo 13, verso 30, dice: “*Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega* (o sea, ‘dejad crecer el trigo y la cizaña juntos hasta la siega.’)*; y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: Recoged primero la cizaña, y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.”* Y ahora, vean ustedes, es a los Angeles que Cristo envía, que el Hijo del Hombre envía. En la explicación que Cristo dio de la parábola del trigo y de la cizaña en el campo, en San Mateo, capítulo 13, versos 36 en adelante, dice: “*Entonces, despedida la gente, entró Jesús en la casa; y acercándose a él sus discípulos, le dijeron: Explícanos la parábola de la cizaña del campo.* *Respondiendo él, les dijo: El que siembra la buena semilla es el Hijo del Hombre.* *El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo.”* Vean, Cristo enseña que hay hijos de Dios y hay hijos del diablo. Los hijos del Reino son los hijos de Dios, los hijos del malo son los hijos del diablo, son la cizaña en el campo. Cristo representa en la cizaña a los hijos del malo, a los hijos del diablo, y en el trigo representa a los hijos de Dios, a los hijos del Reino. Y ahora, dice... dice que el que siembra la buena semilla... vamos a ver, dice que el que siembra la buena semilla es ¿quién? El Hijo del Hombre, el que siembra el trigo; porque el Hijo del Hombre también es el grano de trigo que fue sembrado en tierra. Ahora, el que siembra la cizaña, vean quién dice Jesús que es: “*El enemigo que la sembró es el diablo...”* El diablo es el que sembró la cizaña, el diablo es el que sembró hijos suyos aquí en la Tierra. Pero Cristo es el que sembró en la Tierra hijos e hijas de Dios. “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, El solo queda, pero si cae en tierra y muere mucho fruto lleva (o sea, muchos granos de trigo, muchos hijos e hijas de Dios; porque Cristo es el Hijo de Dios y se va a reproducir en hijos e hijas de Dios).” “*...la siega es el fin del siglo; y los segadores son los ángeles.* *De manera que como se arranca la cizaña, y se quema en el fuego, así será en el fin de este siglo.* *Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad,* *y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.* *Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre.”* Ahí podemos ver lo que será la cosecha del trigo, y el recogimiento o cosecha de la cizaña, la cizaña será recogida y echada en el horno de fuego, que es la gran tribulación, donde los juicios divinos quemarán la cizaña; porque el tiempo de la gran tribulación será un tiempo ardiente como un horno, dice Dios por medio del Profeta Malaquías en el capítulo 4, verso 1, donde dice: “*Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.”* Eso es lo que sucederá con la cizaña, con los malos señalados aquí en esta profecía. ¿Pero qué será del trigo? ¿Qué será de los hijos de Dios? En el verso 2 de este capítulo 4 de Malaquías, dice: “*Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y saldréis, y saltaréis como becerros de la manada.”* A los que temen el Nombre del Señor, a los creyentes en Cristo nacidos de nuevo en el Cuerpo Místico de Cristo, nacerá el Sol de Justicia. Cristo es el Sol de Justicia, Cristo es la Luz del mundo. El dijo: “Yo Soy la Luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la Luz de la Vida.” Y ahora, el sol naciente para los que temen el Nombre del Señor es la Segunda Venida de Cristo. La Segunda Venida de Cristo es para el trigo, para los hijos e hijas de Dios, para recibir los hijos de Dios salvación, o sea, recibir la transformación de nuestro cuerpo. Esa es la salvación que El trae para nosotros en Su Segunda Venida: trae la resurrección de los muertos en Cristo en cuerpos eternos y glorificados, y la transformación de nosotros los que vivimos, en donde nos dará un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado. Y ahora, en Sus alas traerá salvación, Sus alas son los ministerios de Moisés y Elías, los ministerios de los Dos Olivos. Ahora, podemos ver que este es un tiempo bíblicamente profético, el cual fue profetizado en el Antiguo Testamento y también en el Nuevo Testamento. De este tiempo profetizaron los Profetas del Antiguo Testamento, también Jesucristo, los Apóstoles y los siete Angeles Mensajeros. Este es el tiempo más importante de la historia de la raza humana, porque este es el tiempo en que parte de la raza humana, los creyentes en Cristo nacidos de nuevo que partieron ya, y los que estamos vivos, recibiremos la inmortalidad física, porque recibiremos un cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado; y esa es la salvación que El trae en Su Segunda Venida para Sus escogidos que estarán viviendo en esta Tierra. Y ahora, podemos ver porqué es tan importante en este tiempo estar levantados con nuestros ojos bien abiertos, velando, despiertos y recibiendo el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final. Hay cosas que suceden en este planeta Tierra, pero no se dan cuenta las personas, que están durmiendo, lo que está sucediendo; y en el Programa Divino encontramos que en cada tiempo suceden cosas que ya fueron profetizadas. Pero los que han estado dormidos espiritualmente no se han dado cuenta del cumplimiento de esas profecías. Vean, cuando llegó el tiempo para la Venida del precursor de la Primera Venida de Cristo y para la Venida del Mesías, los que estaban dormidos, los cuales eran el sumo sacerdote y los miembros del concilio del sanedrín y los fariseos y saduceos, vean ustedes, no se dieron cuenta de que Dios cumplió la profecía de la Venida del precursor de la Primera Venida de Cristo, que fue Juan el Bautista, lo cual estuvo profetizado en el Antiguo Testamento, y se cumplió cuando apareció Juan el Bautista. Luego, después de Juan el Bautista el otro Profeta que apareció fue Jesús de Nazaret, en el cual se cumplió la Palabra profética mesiánica para aquel tiempo, y estuvo en medio del pueblo hebreo, el Mesías, el Cristo, el Rey de Israel. Y no se dieron cuenta que estaba con ellos el mismo Dios que ellos adoraban en el templo, ahora se había hecho hombre, se había hecho carne, y estaba en medio de ellos, y les estaba hablando, les estaba predicando, y estaba llevando a cabo las obras divinas, estaba sanando a los enfermos, estaba abriendo los ojos a los ciegos, estaba sanando a los paralíticos, estaba resucitando a los muertos, estaba sanando a los leprosos, y así por el estilo, y no se daban cuenta los grandes líderes religiosos de aquel tiempo, que estaba en el Programa Divino cumpliéndose la promesa mesiánica, y que ese Mesías, el Rey de Israel era Jesús de Nazaret. Ellos fueron cegados por el Velo de carne, el cual era muy sencillo, un joven carpintero. ¿Y qué de atractivo puede tener un joven carpintero para que lo deseen los grandes líderes religiosos, los grandes teólogos, los grandes doctores en divinidad? Nada de atractivo puede tener, porque no tiene un doctorado en teología. Por lo tanto, no les va a interesar a los teólogos hablar con El o que El les enseñe, porque van a decir: “Pero éste que no estudió teología, ¿cómo nos va a enseñar a nosotros? Nosotros somos los doctores aquí de la ley, somos los doctores en teología, que enseñamos al pueblo; y ahora no va a venir éste joven carpintero de Nazaret a enseñarnos a nosotros.” Muchos decían: “Y éste, ¿de dónde saca esta sabiduría sin haber estudiado?” No había estudiado, no había estudiado en la universidad, no había obtenido un grado en teología; pero sin embargo era el Maestro para todo el pueblo hebreo. Jesús dice en una ocasión: “Ustedes me llaman ‘Maestro,’ y decís bien, porque lo Soy.” Le llamaban: “Maestro y Señor.” Y decían bien. Cristo no dijo: “No, yo no Soy maestro.” Rabí significa ‘maestro.’ Por eso lo llamaban: “Rabí.” Ahora, podemos ver que Cristo no ocultó de que El era el Maestro para todo el pueblo hebreo, para dar a conocer las cosas que estaban sucediendo y que sucederían en aquel tiempo. Siendo un Profeta dispensacional y siendo el Dios de los Profetas, el cual se manifestó a través de los Profetas; y el único que profetizó, porque los Profetas hablaron inspirados por el Espíritu Santo, fue el Espíritu Santo a través de ellos. Por lo tanto, el único Profeta es Dios, Jesucristo, el Angel del Pacto, el Espíritu Santo. Pero los instrumentos en los cuales El se manifiesta y a través de los cuales habla las profecías correspondientes a cada tiempo, los coloca como Profetas. Un Profeta tiene las dos consciencias juntas, como también nuestro amado Señor Jesucristo tiene las dos consciencias juntas. Un Profeta puede ver en otras dimensiones cosas que las personas pueden querer ver y no las pueden ver; puede ver en otras dimensiones y él estar viendo en otras dimensiones, y las demás personas no ver nada; porque tiene ¿qué? Las dos consciencias juntas, y por eso puede ver y escuchar a Dios desde la dimensión de Dios, y puede oír Su Voz, puede recibir la revelación del Cielo, y luego dar esa revelación al pueblo de Dios. “Porque no hará nada el Señor Jehová sin que antes revele Sus secretos a Sus Siervos Sus Profetas.” Amos, capítulo 3, verso 7. ¿Y por qué no puede ser a otra clase de persona? Porque otra clase de persona no tiene las dos consciencias juntas. Un Profeta es un diseño divino para Dios reflejarse a través de ese hombre, de ese Profeta, y Dios poder hablar a través de ese Profeta al pueblo, y mostrárle todas las cosas que deben suceder. El Angel del Señor Jesucristo mencionado en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6, y capítulo 22, verso 16, del cual Cristo dice: *“Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias,”* es un Profeta, un hombre con las dos consciencias juntas, y es un Profeta dispensacional, y es el último Profeta dispensacional que Dios enviaría a la Tierra; y eso es para la séptima dispensación, que es la última dispensación también; y con el Mensaje final, que es el último Mensaje, el Mensaje del Evangelio del Reino, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo, como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Ahora, podemos ver porqué este es el tiempo de estar levantados y con los ojos espirituales bien abiertos y bien despiertos todos para escuchar la revelación de todas estas cosas que deben suceder pronto, y ver el cumplimiento de todas estas cosas en forma progresiva, y así no estar ignorando lo que está sucediendo en este planeta Tierra, en este tiempo final, conforme a las profecías bíblicas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento; y para estar preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. Toda persona que será transformada y llevada con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, se habrá levantado en este tiempo final, y habrá despertado espiritualmente y estará con sus ojos bien abiertos, viendo las cosas que deben suceder pronto, y escuchando todas estas cosas siendo enseñadas, predicadas, reveladas en el Mensaje de la Gran Voz de Trompeta del Evangelio del Reino, que trae el Angel del Señor Jesucristo, con el cual viene dando testimonio de estas cosas en las Iglesias, para llamar y juntar a los escogidos de Dios del Día Postrero, en el Cuerpo Místico de Cristo, y preparárnos para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. Este es el tiempo de levantarnos del sueño, y de estar bien despiertos y bien atentos a las cosas que Jesucristo por medio de Su Angel Mensajero estará revelándole a Su Iglesia en este tiempo final, para estar apercibidos y preparados para ser transformados en este tiempo final. “**TIEMPO DE LEVANTARNOS DEL SUEÑO.”** Ha sido para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta noche, dándoles testimonio de que este es el tiempo de levantarnos del sueño, como las vírgenes prudentes y con las lámparas encendidas, con el fuego del Espíritu Santo ardiendo en nuestras almas y alumbrando todo nuestro ser, nuestra alma, nuestro espíritu, y todo nuestro cuerpo, para estar preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. ***Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también; y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, pronto despierte y se levante hasta el último escogido escrito en el Cielo, en el Libro de la Vida del Cordero; y pronto se complete el Cuerpo Místico de Cristo, y Cristo se levante del Trono del Padre, tome el Título de Propiedad en el Cielo, conforme a Apocalipsis, capítulo 5, verso 1 en adelante, y lo abra en el Cielo, y reclame todos los que El ha redimido con Su Sangre Preciosa, resucite a los muertos en Cristo y a nosotros nos transforme y nos lleve con El a la Cena de las Bodas del Cordero en el Cielo. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén.*** Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes, y los que están a través de Internet. Dejo nuevamente con ustedes al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para finalizar nuestra parte en esta ocasión, y ya nos estaremos viendo en la actividad del domingo próximo en la mañana, en el lugar que el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín les anunciará; y los que no puedan estar allá, pueden estar aquí, y a través de Internet recibirán la transmisión (si tienen listo todo el equipo para esa transmisión). Y oren mucho por mí también, para que Dios me dé todo lo que yo debo hablar el domingo próximo para todos los hijos e hijas de Dios, y que Dios nos abra las Escrituras y las haga tan sencillas que hasta los niños las puedan entender. Bueno, ya tenemos al Rvdo. Miguel Bermúdez Marín por aquí para finalizar nuestra parte en esta ocasión, mientras tenemos el cántico que nos habla del Hombre que nos transformó, y cantamos juntamente con este cántico grabado, lo cantamos también nosotros, acompañando este cántico que canta Erica y América; y ahora nosotros, pues, les haremos ahí también el acompañamiento, el ‘duo,’ le llaman, o algo así; para expresar también nuestro agradecimiento a Cristo por lo que El ha hecho por nosotros. Bueno, el cántico y nuestro amado amigo y hermano, Miguel Bermúdez Marín con ustedes. Que Dios les bendiga y les guarde a todos. “**TIEMPO DE LEVANTARNOS DEL SUEÑO.”**