--- title: 'Escapa por tu vida' date: 1999-04-06 activity: 1 place: city: Atlanta state: Georgia country: US duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenas noches, amados hermanos y amigos aquí en Atlanta, Georgia, Norteamérica; es para mí un privilegio grande estar con ustedes en esta ocasión para compartir con ustedes unos momentos de compañerismo alrededor de la Palabra de Dios y Su Programa correspondiente a este tiempo final. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y en esta noche nos abra las Escrituras y nos permita entender y nos abra el entendimiento, nuestra alma, nuestro corazón, nuestra mente, y veamos todas estas Escrituras correspondientes a este tiempo final abiertas ante nuestros ojos espirituales. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén. Nos dice Jesús en San Lucas, capítulo 17, versos 26 al 30, y San Lucas, capítulo 21, verso 36, de la siguiente manera... San Lucas 17, verso 26 al 30, dice: “*Como fue en los días de Noé, así también será en los días del Hijo del Hombre.* *Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que entró Noé en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos.* *Asimismo como sucedió en los días de Lot; comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban;* *mas el día en que Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos.* *Así será el día en que el Hijo del Hombre se manifieste.”* Y leemos también el verso 8 del capítulo 18, aquí mismo, que está cerquita, dice: *“Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”* Es una buena pregunta. Y ahora, en San Lucas, capítulo 21, versos 34 al 36, dice: “*Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.* *Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.* *Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”* Nuestro tema para esta ocasión es: **“ESCAPA POR TU VIDA.”** Dice: *“Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre.”* “**ESCAPA POR TU VIDA.”** Ahora vean la forma para escapar de todos estos juicios divinos que han de venir sobre la Tierra, sobre la raza humana durante la gran tribulación. ¿Es estando cómo? En pie delante del Hijo del Hombre. Siendo que Cristo pone paralelo el tiempo de la Venida del Hijo del Hombre con los tiempos de Noé y con los tiempos de Lot, tenemos que examinar los tiempos de Noé y los tiempos de Lot para poder comprender las cosas que allá sucedieron, las que estaban en el ambiente de aquel tiempo, y compararlas con las cosas que estarán en el ambiente del Día Postrero, en el tiempo de la Venida del Hijo del Hombre. Por ejemplo, en los tiempos de Noé la raza humana había llegado a su final; la raza humana había llegado a su final y la Dispensación de la Conciencia había llegado a su final. Para poder comprender esto de las dispensaciones, cuando una dispensación llega a su final, necesitamos comprender que hay siete dispensaciones. La primera dispensación fue la Dispensación de la Inocencia y su Profeta Mensajero fue Adán, y él tenía el Mensaje correspondiente a aquel tiempo de la Inocencia. Recuerden que siempre que hay una dispensación, hay un Mensajero dispensacional y un Mensaje dispensacional. Y la clase de Mensajero, de Profeta, más grande que Dios envía a la Tierra es un Mensajero dispensacional; más grande que un Mensajero dispensacional no hay profeta, no hay ninguna persona. Y ahora vamos a ver cuántos Profetas dispensacionales Dios tiene. Para la primera dispensación, que fue la DISPENSACION DE LA INOCENCIA, el Profeta de aquella dispensación ¿fue quién? **Adán**. Adán tenía las dos conciencias juntas. Recuerden que un profeta tiene las dos conciencias juntas, y estando despierto puede ver en otras dimensiones o puede oír la Voz de Dios, puede recibir la revelación divina y así por el estilo; no necesita ni siquiera dormirse para él estar en contacto con otra u otras dimensiones. Y ahora, encontramos que llegó a su final la Dispensación de la Inocencia con la caída del ser humano en el Huerto del Edén, y luego más adelante vino la DISPENSACION DE LA CONCIENCIA, y su Mensajero fue **Set**, el hijo de Adán. Luego de la Dispensación de la Conciencia con su Mensajero Set y su Mensaje de la Conciencia, vino la tercera dispensación. Recuerden que cuando llega a su final una dispensación, aparece siempre un Mensajero dispensacional; aparece siempre al final de la dispensación un nuevo Profeta dispensacional para una nueva dispensación, y ahí se hace el entrelace de la nueva dispensación con la dispensación que ha llegado a su final. Cuando llegó a su final la Dispensación de la Conciencia, que fue la segunda, apareció el Profeta **Noé**, y Dios se le reveló al Profeta Noé y le dijo que había llegado a su final la raza humana. Y Dios le dijo que preparara un arca, pues había visto a Noé justo. Y ahora, ¿cómo es posible que sin la Sangre de Cristo derramada en aquel tiempo Dios viera a Noé justo? Es que los sacrificios que ellos ofrecían a Dios eran tipo y figura del Sacrificio de Cristo en la Cruz del Calvario, y la sangre de esos sacrificios era tipo y figura de la Sangre de Cristo derramada en la Cruz del Calvario, la cual se derramaría más adelante, en una nueva dispensación. Y por cuanto eran tipo y figura de Cristo y Su Sacrificio en la Cruz del Calvario, la sangre de aquellos animalitos cubría el pecado, no lo quitaba; solamente lo cubría en lo que llegaba el sacrificio perfecto, el Cordero de Dios, Jesucristo, y derramaba Su Sangre en la Cruz del Calvario. Y cuando eso sucediera, el pecado de esas personas que habían hecho esos sacrificios, el cual estaba cubierto, y los cuales estaban en el seno de Abraham, esas personas que habían partido, cuando Cristo murió en la Cruz del Calvario y derramó Su Sangre, los pecados de aquellas personas que estaban cubiertos, fue quitado con la Sangre de Cristo. Y esa es la misma Sangre que ha quitado nuestros pecados. La Sangre de Jesucristo no cubre el pecado, sino que lo quita. La Sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado, quita el pecado. Ahora, vean ustedes que antes de Dios traer el Cordero perfecto, fueron establecidos los tipos y figuras. Aparece primero lo que es en parte, lo que es temporal, hasta que llegue lo que es perfecto; y cuando llega lo que es perfecto, entonces lo que es en parte es quitado, y permanece lo que es perfecto. Lo que es en parte, que son los tipos y figuras, es la sombra de lo que ha de venir. Como usted colocar su mano frente a una luz, y que esté una pared frente a usted, usted coloca su mano, y las personas ven ahí una sombra que representa su mano. Y ahora las personas pueden ver esa sombra, y ven algo grande, pero cuando se va acercando, vean ustedes, se va viendo con más claridad; pero todavía es una sombra. Pero cuando usted coloca su mano en la pared, ya tiene la realidad, era una mano, y le pueden ver el color de la mano y todos los detalles; ya no se necesita más usted estar viendo una sombra, porque ya está viendo la realidad. Y cuando ve la realidad, usted puede entonces comprender lo que no podía comprender cuando veía la sombra; aunque la sombra contenía ese reflejo de esa mano, pero no podía ver ciertas cosas, ciertos detalles. Y por cuanto la sombra no era perfecta... Vean, con la sombra nada podía agarrar, ni usted podía agarrar la sombra; pero cuando llega la realidad, entonces usted puede tomar la mano y decir: “¡Dios te bendiga!” Ahora, vean ustedes, la sombra, los tipos y figuras en el Antiguo Testamento, que representaban a Cristo, estaban durante todo el año siendo ofrecidos a Dios: corderos, machos cabríos y así por el estilo; pero cuando llegó Cristo, Juan el Bautista dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Cuando Juan dice esto, quizás las personas, los doctores en teología y los sacerdotes de aquel tiempo y el Sumo Sacerdote, dirían: “Ahora, Juan anuncia que un hombre viene para quitar el pecado, ¿y ahora ya no se van a hacer más sacrificios por el pecado? ¿ya tendremos que dejar todo lo que Dios nos dio por medio de Moisés?”¡Claro que sí! Porque cuando llega lo que es perfecto, ya no se necesita lo que es en parte. HAY QUE QUEDARSE CON LO QUE ES PERFECTO, PORQUE YA DIOS NO ACEPTA LO QUE ES EN PARTE. Por eso usted encuentra en las Escrituras que Dios dice que sacrificios y ofrendas ya Dios no quiere. ¿Por qué? Porque hay un sacrificio perfecto: EL SACRIFICIO DE CRISTO EN LA CRUZ DEL CALVARIO. Y estuvo muy bien que sucediera lo que sucedió con el templo allá en Jerusalén, que fue destruido; porque si no todavía estarían sacrificando animalitos a Dios, cuando ya Dios tiene el Sacrificio perfecto, el cual fue ofrecido aquí en la Tierra y llevado al Cielo y Su Sangre colocada en el Propiciatorio. Y ahora, vean ustedes, todo lo que el sumo sacerdote realizaba allá en el templo, tanto en el tabernáculo que construyó Moisés como en el templo que construyó Salomón y demás templos que hubo en Jerusalén (cuando uno era destruido, luego era restaurado, le venía la restauración)... Y ahora vean, todos esos sacrificios que se realizaban y *el sacrificio del macho cabrío de la expiación*, *el día de la expiación*, el día diez del mes séptimo de cada año, vean ustedes, donde el sumo sacerdote sacrificaba ese macho cabrío, y luego... Eso lo hacía en el atrio, y luego pasaba con la sangre por el lugar santo, y luego pasaba hasta el lugar santísimo, entraba tras el velo del lugar santísimo, donde ninguna otra persona podía entrar; solamente allí entraba el sumo sacerdote. La otra persona que podía entrar, pero que ya no estaba, ¿era quién? El Profeta Moisés. El Profeta Moisés cuando pidió un ayudante a Dios, el cual podía hablar mejor que Moisés, porque Moisés tenía problemas para hablar... Pero Moisés era un profeta mayor, un Profeta dispensacional, aun con todos sus problemas. Pero pidió un ayudante, y a Dios le molestó eso, Dios se enojó con Moisés. ¿Por qué? Cuando Moisés pidió un ayudante, el Ministerio sacerdotal de sumo sacerdote, fue pasado de Moisés a Aarón, a su hermano. Y vean, por cuanto no era en la perfecta voluntad de Dios, ¿qué sucedió? Fue Aarón el que le construyó el becerro de oro al pueblo hebreo; y fue también, junto a su hermana Miriam o María, quien criticó a Moisés por la esposa que Moisés tenía, que era piel canela, o sea, tipo latina. Y ahora, vean ustedes, eso desagradó a Dios: que Aarón y Miriam hicieran eso, como también lo del becerro de oro. Ahora, vean lo que Moisés perdió: perdió el sumo sacerdocio; pero aun con todo y eso fue Moisés el que dedicó el tabernáculo a Dios, fue Moisés el que efectuó esos sacrificios y el que llevó la sangre del macho cabrío allá al lugar santísimo y la sangre de la becerra bermeja también, el día en que dedicó el tabernáculo a Dios. Y Moisés entraba en diferentes ocasiones al lugar santísimo, donde Dios le hablaba de en medio de los dos querubines de oro. Pues Dios le dijo a Moisés: “De en medio de los dos querubines de oro, de sobre el propiciatorio, de allí yo te hablaré, allí yo estaré en la luz de la Columna de Fuego, y de allí me manifestaré, me revelaré a ti.” Ahora podemos ver el Ministerio de Moisés dónde estaba. ¿En dónde? En el lugar santísimo. Desde ahí recibía la Palabra cuando ya estaba construido el tabernáculo. Eso está, vamos a ver, en el capítulo 25 del Exodo (para que tengan la base ahí); verso 21 y 22, dice: “*Y pondrás el propiciatorio encima del arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.* *Y de allí me declararé a ti, y hablaré contigo de sobre el propiciatorio, de entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandare para los hijos de Israel.”* ¿De dónde le hablaba Dios a Moisés todas las cosas para el pueblo hebreo cuando ya estaba construido el templo? Desde el propiciatorio, que es el asiento o trono de Dios allí en el templo, y es tipo y figura del Trono de Dios allá en el Cielo. Ahora vean porqué funcionaba ese tabernáculo y también el templo que construyó Salomón. ¿Por qué? Porque representaba el Templo de Dios que está en el Cielo, es tipo y figura del Templo de Dios que está en el Cielo, y es también tipo y figura de la Iglesia del Señor Jesucristo. Y ahora Jesucristo está construyendo un Nuevo Templo, no de piedras ni de pieles de tejón, como el que construyó Moisés, sino de carne humana: con seres humanos Cristo está construyendo un Templo para morada de Dios en Espíritu Santo; ese es el Nuevo Templo. Y ahora, no importa que el templo que tenían en Jerusalén haya sido destruido. Había sido destruido unas cuantas veces, pero fue destruido ya por última vez; y hace dos mil años aproximadamente que fue destruido y todavía no han podido levantar otro templo allí, pues Dios permitió que fuera levantado allí, en el mismo lugar, la Mezquita de Omar, por lo tanto no pueden destruir ese templo para construir un templo el pueblo hebreo. Pero no hay ningún problema: Dios tiene un Nuevo Templo, Jesucristo está construyendo un Nuevo Templo; y casi está terminado. Pronto será dedicado a Dios y Dios morará en él en toda su plenitud. El está en las primicias del Espíritu morando en Su Templo, en la construcción de Su Templo, pero El morará en toda su plenitud en el Día Postrero; y los muertos en Cristo serán resucitados en cuerpos eternos, y nosotros los que vivimos seremos transformados; y entonces Dios estará en Su Iglesia, Su Templo espiritual, manifestado en toda Su plenitud. Ahora, para que esto pueda ocurrir, vean ustedes, Cristo ha estado construyendo ese Templo desde el día de Pentecostés en adelante; pues los discípulos de Jesucristo no habían nacido de nuevo, aunque Jesús les hablaba del nuevo nacimiento, pero El estaba en esa etapa en la cual estaba preparando todas las cosas para ese nuevo nacimiento de hijos e hijas de Dios, para esa construcción del Templo espiritual de Dios, o sea, para la Creación de una Nueva Raza con Vida eterna, de la cual Jesucristo es la Cabeza, es el primero. En Apocalipsis, capítulo 3, verso 14, nos dice que El es el principio de la Creación de Dios, de esa Nueva Creación, que es Su Iglesia: una Nueva Raza que El está creando. Porque la raza del comienzo, que fue colocada allí en el Huerto del Edén, cayó; y ahora Cristo está creando una Nueva Raza. Y El coloca en seres humanos almas de Dios que son traídas de la séptima dimensión y colocadas en cuerpos humanos. Y esto sucede cuando la persona nace, ahí Dios coloca el alma de la persona, aunque el cuerpo es mortal, corruptible y temporal, y el espíritu que reciben es del mundo; y por eso se requiere un nuevo nacimiento, en donde se obtiene el Espíritu de Dios, el Espíritu de Cristo, y así se obtiene un cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Para poder vivir eternamente se requiere tener un cuerpo teofánico de la sexta dimensión, un cuerpo igual al cuerpo teofánico de Jesucristo en el cual El estaba en el Antiguo Testamento, y en el cual le apareció a los profetas del Antiguo Testamento; y era llamado el Angel de Jehová o Angel del Pacto; y luego El vino y se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos. El Verbo que era con Dios y era Dios y que creó todas las cosas se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos como un hombre, como un profeta. Y ahora vamos a continuar con las dispensaciones para ver a Jesús en una de las dispensaciones. En el Antiguo Testamento, en las demás dispensaciones, El estaba manifestado en Su cuerpo teofánico; por eso es que en algunas ocasiones Lo veían como una Columna de Luz o de Fuego. Esa Columna de Fuego fue la que le habló a Moisés, y la que libertó al pueblo hebreo; pero también cuando Moisés quiso ver a Dios, Dios le dijo que no lo vería hombre y viviría: “No podrás ver mi rostro, porque no me verá hombre y vivirá,” le dijo Dios al Profeta Moisés; pero le dijo: “Yo voy a pasar delante de ti, y voy a pasar proclamando el Nombre de Jehová, y tú estarás colocado en la hendidura de la peña, y yo pondré mi mano sobre ti, sobre tu rostro; y cuando yo haya pasado, entonces quitaré mi mano y verás mi espalda.” Y ahora, Moisés, cuando Dios pasó, vio a Dios como un hombre, vio la espalda de Dios. Así como Manoa, el padre de Sansón; pues el padre de Sansón, casado con la madre de Sansón, vean ustedes, no tenían hijos; pero un día vino el Angel de Jehová a hablarle acerca de un hijo que tendrían, pues ellos habían orado a Dios por un hijo, y ahora Dios le iba a dar un hijo e iba a ser uno de los Jueces de Israel. Y le apareció en la forma de un hombre, de un varón; y la esposa de Manoa no sabía que era el Angel de Jehová. Le habló a ella y le dijo que iba a tener un niño, y le dio detalles acerca del niño; y luego ella se lo dijo a su esposo, y su esposo oró a Dios y le dijo: “Envía al varón que vino a mi esposa y habló con ella estas cosas, de que tendríamos un hijo.” Y Dios envió a Su Angel, el Angel de Jehová, y le apareció a Manoa; pues cuando le apareció a la esposa de Manoa, ella enseguida le avisó a Manoa su esposo, y Manoa vino corriendo y habló con el Angel, y le dijo: “¿Tú eres aquel varón que le hablaste a mi esposa que tendríamos un niño?” El le dijo que sí. “¿Y ahora qué se hará con el niño? ¿Cómo lo vamos a criar?” Eso es muy importante para todos los niños que tengamos. Todos los niños que Dios nos da tenemos que saber cómo criarlos en el temor de Dios, sirviéndole a Dios todos los días de su vida. “Instruye al niño en su carrera, y aun cuando sea viejo (o sea, cuando sea mayor) no se apartará de ella.” (Proverbios 22:6 - Editor). Y ahora Manoa, vean ustedes, un buen padre que estaba orando por tener un niño por medio de su esposa, ahora el Angel (y él no sabía que era un ángel de Dios) le aparece y le dice que va a tener el niño. No sabemos cuántos años tenía Manoa y su esposa, pero la cosa es que llevaban tiempo de casados y no tenían niños. Y ahora, el Angel le dice: “Será con el niño como le dije a tu esposa. Y le pondrán por nombre, pues, Sansón.” (¿Ahí está en ese... el nombre que le iban a poner, Miguel, o ellos le pusieron el nombre por inspiración?). Bueno, y Manoa le dijo: “Te quiero preparar una comida.” Con tan buena noticia estaba de fiesta Manoa: “Te quiero preparar una comida, te invito a una comida: un cabrito.” Y el Angel le dice: “Yo no comeré de tu comida; pero si quieres sacrificar, sacrifícalo a Jehová.” Y Manoa preparó todo y el Angel esperó; y tuvo que esperar una... digamos, más de una hora; porque los más rápidos se tardarían más de una hora en preparar un cabrito: tomarlo, matarlo, prepararlo y todas estas cosas; y luego que está todo preparado, lo coloca sobre una peña, sobre una roca, enciende el fuego y lo ofrece a Dios. El Angel no iba a comer, el Angel está en su cuerpo teofánico, que es un cuerpo parecido a nuestro cuerpo, pero de la sexta dimensión; la misma clase de cuerpo que recibimos cuando creímos en Cristo como nuestro Salvador, lavamos nuestros pecados en la Sangre de Cristo y recibimos Su Espíritu Santo y obtuvimos el nuevo nacimiento, nacimos de nuevo, y así nacimos del Cielo y en el Cielo, en la sexta dimensión, y así tenemos un cuerpo de la sexta dimensión; y en el Día Postrero recibiremos el cuerpo eterno y glorificado, seremos transformados si estamos vivos cuando los muertos en Cristo resuciten, y si no estamos vivos, ¿qué pasará? Pues seremos resucitados también, tendremos el nuevo cuerpo de todos modos. Y ahora, Manoa ofrece a Dios el sacrificio del cabrito; y cuando está el fuego encendido consumiendo el sacrificio, el Angel sube por la llama de fuego que está consumiendo el sacrificio; y cuando hace eso, Manoa se sorprendió y le dijo a su esposa: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a cara.” Manoa no sabía que era el Angel de Jehová, y estaba con él; le apareció en la forma de un hombre, un hombre, pero de otra dimensión, y le dio esta buena noticia a Manoa. Hay personas que no saben que hay otras dimensiones, y que en la sexta dimensión, la dimensión de los ángeles, hay seres que se parecen a nosotros, así con cuerpos como nosotros, pero de otra dimensión. Y ahora, vean ustedes, Manoa dijo: “Hemos de morir, porque hemos visto a Dios cara a cara.” Su esposa le dice: “No vamos a morir, porque si fuéramos a morir no nos estaría dando esta buena noticia.” O sea, por la lógica ella sabía que no iban a morir; pero Manoa como sabía que Dios le había dicho al Profeta Moisés que no lo vería hombre y viviría, al ver Manoa a Dios, pensó que iba a morir; pero aunque Manoa estaba viendo a Dios, no estaba viendo a Dios. ¿Y cómo se puede entender eso? En la misma forma en que usted podrá entender esto que le voy a decir: Usted me está viendo a mí, y yo le digo: “Usted no me está viendo a mí.” Y yo lo estoy mirando a usted, y usted me puede decir: “Pero no me está viendo.” ¿Por qué? Porque usted es alma viviente, y usted está dentro de ese cuerpo, ¿ve? Yo solamente lo que puedo ver de usted es su cuerpo físico, y usted lo que puede ver de mí es mi cuerpo físico, pero mi alma no la puede ver. Y el ser humano es alma viviente, eso es lo que es el ser humano; el resto es la parte física, el cuerpo terrenal; y dentro del cuerpo terrenal está el cuerpo espiritual de otra dimensión, pero dentro está el alma, que es lo más importante que tiene la persona. Por eso es que dice que “el alma que pecare, esa morirá.” Y también nos enseña Cristo: “¿De qué le vale al hombre si ganare todo el mundo y perdiere su alma?” Porque el alma es lo que en realidad es la persona. El ser humano es alma, cuerpo y espíritu; o sea, el orden es: alma, espíritu y cuerpo. El cuerpo tiene cinco sentidos y el espíritu también, y el alma tiene un sentido: el libre albedrío, para creer a Dios y Su Palabra o para ser un incrédulo a Dios y Su Palabra; solamente puede hacer una de las dos cosas: creer o no creer. Ahora, vean ustedes cómo Manoa al ver al Angel de Jehová... Y no sabía que era el Angel de Jehová hasta que subió en la llama de fuego. Pensó que iba a morir porque había visto a Dios cara a cara él y su esposa; pero no había visto a Dios cara a cara. ¿Por qué? Porque lo que había visto era el cuerpo teofánico de Dios. No había visto a Dios en Su esencia, sino el velo o cuerpo teofánico de la sexta dimensión, donde Dios estaba manifestado en toda Su plenitud. Ahora, también podemos ver a Jacob en una ocasión cuando luchó con el Angel de Jehová toda la noche, en el capítulo 32 del Génesis, verso 24 en adelante; y no soltaba al Angel de Jehová. Y ya cuando rayaba el alba, el Angel le dice: “Suéltame, que raya el alba,” e hirió con su cayado, con su bastón, con su bordón, hirió en el costado, ahí en el encaje de la pierna ahí de Jacob, de la cadera, y descoyuntó la cadera; pero aún cojo, permaneció agarrado de Dios, agarrado del Angel de Jehová. **No importan los problemas que un hijo de Dios tenga: se mantendrá agarrado de Dios, de Jesucristo; porque quiere la bendición de Dios, la bendición de Cristo.** Y nosotros en esta Tierra pasamos por diferentes etapas, por diferentes pruebas, pero tenemos que mantenernos bien agarrados de Cristo hasta que obtengamos la bendición de nuestra transformación. Ahora, Jacob es un tipo de la persona luchadora, que nada lo detiene; porque lo que está buscando es la bendición de Dios; y la bendición de Dios es la que enriquece. Ahora, podemos ver cómo Jacob luchaba siempre por la bendición de Dios. Con la bendición de Dios después las demás cosas son añadidas. En el Reino Milenial la posición más alta que habrá en el Reino Milenial es la de Cristo y de Sus redimidos; y Cristo estará como Rey de reyes y Señor de señores, y nosotros estaremos como Reyes también y como Sacerdotes también; Reyes y Sacerdotes con Jesucristo. Más alta que esa posición no hay ninguna. Eso es para usted y para mí en el Reino de Cristo. En el reino de los gentiles quizás usted no tenga una buena posición, quizás su trabajo aquí en la Tierra sea sencillo; pero no se preocupe, lo importante es en el Reino de Dios. Cuando estemos en el Reino Milenial tendremos la mejor posición. Y ahora, si somos fieles en lo poco aquí, si le somos fieles a Cristo, El nos pondrá en lo mucho en Su Reino. Ahora, Jacob, agarrado del Angel de Jehová luchó con El y no lo soltó. Y cuando rayaba el alba el Angel quería irse y Jacob le decía: “No te dejaré ni te soltaré hasta que me bendigas.” Y Jacob lloraba, luchaba, le rogaba (dice Oseas, capítulo 12) y no lo soltaba. Y el Angel le dice: “¿Cómo te llamas?” Jacob le dice: “Me llamo Jacob.” El Angel le dice: “No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” **La meta de un luchador, ¿sabe cuál es? Vencer, obtener la victoria.** Y Jacob obtuvo la victoria con Dios también, y su nombre fue cambiado; y ahí la bendición de Dios fue derramada sobre Jacob. **Es mejor una persona coja, pero con la Bendición de Dios, que una persona sana sin la Bendición de Dios.** Miren, Esaú no estaba cojeando, no estaba con problemas, pero no tenía la bendición de Dios; y Jacob estaba medio cojo, pero aun su situación fue buscando la bendición de Dios. No se quejó diciendo: “Por estar en las cosas del Señor... Miren ustedes, si me hubiera quedado en mi casa, allá en Padán-Aram, no estaría yo cojo caminando por este desierto o por este lugar.” UN HIJO DE DIOS NO PUEDE QUEJARSE DE LOS PROBLEMAS QUE PUEDA TENER BUSCANDO LA BENDICION DE DIOS. SOMOS PROBADOS PARA VER SI SERVIREMOS A DIOS O NO SERVIREMOS, EN LAS BUENAS O EN LAS MALAS. Porque hay algunos que en las malas dicen: “Pero es que desde que he recibido la Palabra de Dios me han venido pruebas.” Hay otros que obtienen riquezas en la vida, ¿y qué sucede? No sirven a Dios, ponen su corazón en las riquezas, y dicen: “Es que no tengo tiempo para ir a la Iglesia, no tengo tiempo para buscar de Dios,” porque lo que buscan es el dinero, han colocado su corazón en el dinero, ¿y de qué le vale al hombre si gana todo el mundo y pierde su alma? De nada le sirvió venir a este planeta Tierra a vivir; porque el propósito de vivir en esta Tierra es hacer contacto con Cristo, la vida eterna, para obtener el nuevo nacimiento y poder vivir por toda la eternidad en el glorioso Reino de nuestro amado Señor Jesucristo. Las demás cosas son temporales, por eso tenemos que poner nuestro corazón en Cristo y Su Programa para el tiempo que nos ha tocado vivir. Ahora, continuando con Jacob: Jacob luego que fue bendecido, le dice al Angel: “¿Cuál es tu nombre?” Pues, lo mismo que el Angel le dijo a él: le dice el Angel a Jacob: “¿Cuál es tu nombre?” Y Jacob le dice. Pero ahora Jacob le pregunta a él: “¿Cuál es tu nombre?” Y el Angel le dice: “¿Por qué preguntas por mi nombre? Y no le dio el nombre, sino que lo bendijo allí. Jacob, luego que el Angel se fue (porque ya lo podía dejar ir Jacob), vean, le puso por nombre al lugar donde estaba, le puso por nombre *Peniel*. Dice verso 30, del capítulo 32 del Génesis, dice: “*Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar, Peniel; porque dijo: Vi a Dios cara a cara, y fue librada mi alma.* *Y cuando había pasado Peniel, le salió el sol; y cojeaba de su cadera.”* Pero iba contento: con la bendición de Dios. ¿Y saben ustedes una cosa? Que este pasaje aquí se actualizará. O sea, es tipo y figura de este tiempo final, donde el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, este mismo Angel, se revelará al pueblo hebreo, y el pueblo hebreo se agarrará de El hasta recibir la bendición de Dios. Este Angel es Cristo. Cristo en Su cuerpo teofánico de la sexta dimensión. Por eso es que en Malaquías, capítulo 4 y capítulo 3, cuando nos habla de la Venida del Señor, nos habla de la Venida del Angel del Pacto. Capítulo 3 de Malaquías, cuando anuncia la Venida del Señor, anuncia también la venida del precursor, el cual fue Juan el Bautista: *“He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis vosotros.”* ¿Quién vendría después de Juan el Bautista? El Angel del Pacto, el Angel de Jehová, vestido de carne humana, en la forma de un hombre, en la forma de un profeta. El Verbo que era con Dios y era Dios, el Angel del Pacto, se hizo carne y habitó en medio de los seres humanos, dice San Juan, capítulo 1, verso 14. Ahora miren quién es nuestro amado Señor Jesucristo: es el Angel del Pacto, el Angel de Jehová. Por eso El podía decir, en San Juan, capítulo 8, verso 56 en adelante: “Abraham deseó ver mi día; y lo vio, y se gozó.” Eso fue cuando los tres varones, antes de la destrucción de Sodoma y Gomorra, el día antes, visitaron a Abraham, se materializaron; porque Dios creó para Sí y para Gabriel y el arcángel Miguel, creó tres cuerpos del polvo de la tierra y en ellos visitaron a Abraham y comieron con Abraham; y ahí Abraham se gozó. Y ahora, vean ustedes, a eso es a lo que se refiere también Jesús cuando dice que como fue en los días de Lot será la Venida del Hijo del Hombre. En los días de Lot encontramos que estaba Abraham allí, un profeta dispensacional, y visitaron a Abraham estos tres varones: Gabriel, Miguel y Dios; Dios, o sea, el mismo Jesucristo que se materializó allí para esa visita. Y luego de comer con Abraham, Gabriel y Miguel descendieron a Sodoma y Gomorra; descendieron porque Abraham vivía en la montaña y Lot vivía allá en el llano, en Sodoma. Y ahora, como fue en aquellos días será la Venida del Hijo del Hombre en este tiempo final. Ahora, esto será actualizado en este tiempo final como fue actualizado o como les dije que será actualizado también el encuentro de Jacob con el Angel. Y ahora, este misterio de Abraham encontrándose con Elohim, vean ustedes, se cumplió o se cumple en Su Primera Venida y en Su Segunda Venida. En Su Primera Venida está allí con el pueblo hebreo en carne humana, y le dice: “Abraham deseó ver mi día, lo vio y se gozó.” Le dicen: “No tienes 50 años, ¿y dices que has visto a Abraham?” Están peleando con Jesús, están discutiendo con Jesús; y Jesús les dice: “Antes que Abraham fuese, yo soy.” Y eso fue más duro todavía. Tomaron piedras y querían apedrearlo, y Jesús se fue de en medio de ellos. No se podía hablar ni discutir con gente que no presta atención a la enseñanza de la revelación divina para el tiempo en que están viviendo; gente que se aferra a sus propias ideas y no acepta el cumplimiento de lo que Dios ha prometido para su tiempo, con esa gente no se puede hablar, no se puede discutir. Jesús se fue de en medio de ellos. Si se queda allí, miren, querían apedrearlo. Ahora, podemos ver cómo fue en aquel tiempo. Ahora, como fue en aquellos días será la Venida del Hijo del Hombre para el tiempo final. Para poder comprender este misterio tenemos que seguir viendo las dispensaciones. ¿Llegamos hasta dónde? Hasta Noé. **Noé**, el tercer Mensajero dispensacional con el Mensaje final para la dispensación segunda, que estaba terminando, y para abrir una nueva dispensación, la tercera dispensación, que es la DISPENSACION DEL GOBIERNO HUMANO. Cuando una dispensación llega a su final, Dios envía siempre un Profeta dispensacional para una nueva dispensación, y le habla al pueblo que está en esa dispensación que está terminando, y les dice que el tiempo para esa dispensación ha llegado a su final; y hay que entrar en ese entrelace dispensacional; y van siendo llamados y juntados los hijos de Dios en una nueva dispensación, en ese entrelace dispensacional. Y Noé, vean ustedes, predicó el Mensaje de juicio divino que vendría sobre la Tierra; pero eso era algo inconcebible para la raza humana, pues todas las religiones predican que Dios es Amor, que Dios ama al ser humano, y no se dan cuenta que también Dios es fuego consumidor; y por causa de la Santidad de Dios y Justicia de Dios, El trae el juicio divino cuando corresponde en los ciclos divinos del juicio de Dios; porque Dios tiene un tiempo para traer el juicio divino al pueblo. Al final de una edad es un juicio divino que viene, un juicio divino parcial, pero al final de una dispensación es un juicio mayor. Y ahora, en el tiempo de Noé están al final de una dispensación: la Dispensación de la Conciencia ha llegado a su final, y Dios ha enviado a Su Profeta dispensacional Noé para una nueva dispensación. Y ahora, ¿cuántos creyeron a Noé? Solamente Noé, su familia, o sea, su esposa, sus tres hijos y sus tres yernas. O sea, que tenía una iglesia de ocho personas contando al pastor Noé. Algunas personas piensan que cuando Dios envía un profeta, todo el mundo va a creer en él, pero si usted busca la historia de los profetas en medio del pueblo hebreo, Jesucristo mismo dice: “¿A cuál de los profetas no persiguieron? A muchos los apedrearon, a otros los metieron presos, y así por el estilo.” O sea, que cuando Dios envía un profeta para una edad o para una dispensación, hay una persecución grande en contra de ese Mensajero, porque él viene con la Palabra de Dios para ese tiempo. Y ahora, cuando llega Noé, vean ustedes, las religiones de aquel tiempo no se pusieron a su lado, y él solamente con su familia creía en el Mensaje que Dios le estaba revelando para aquel tiempo. Y aunque esa parte del Mensaje, el juicio divino que vendría sobre la Tierra, era duro, pero era la verdad. Y cuando se llega al final de una dispensación el juicio divino tiene que venir sobre la raza humana. Y ahora, Noé también tenía la revelación de cómo cubrir sus pecados para aparecer delante de Dios justo, como si no tuviera pecado; porque estarían cubiertos sus pecados. No quitados, sino cubiertos; porque para ser quitados se necesita la Sangre de Jesucristo; pero para ser cubiertos: con los sacrificios que eran efectuados en aquel tiempo, los cuales Noé, por él y su familia los efectuaba, eran cubiertos sus pecados y Dios lo veía justo, o sea, como si no tuviera pecado. Pero esa revelación, vean ustedes, la tenía Noé; y el resto tenían religiones, y muchas religiones, porque eran millones de seres humanos los que vivían en aquel tiempo. Pero vean ustedes, Noé era el que tenía la Palabra de Dios, la revelación divina para ese tiempo, y él era el que podía dar a conocer las cosas que iban a suceder en aquel tiempo. Aunque eran inconcebibles a la mente humana, eran las cosas que Dios había concebido en su mente y las había revelado a Su Profeta Noé. Y le mandó a construir un arca, la cual construyó para él, su familia, las aves que serían colocados allí, los animales y reptiles que serían colocados allí, el alimento también que tenía que colocar allí. Y más inteligentes o entendidos espiritualmente fueron las aves y animales que entraron allí, que los seres humanos que rechazaron el Mensaje de Noé; por lo tanto se merecían lo que les pasó. Ahora, como fue en los días de Noé, que no entendieron, dice Jesús, y vino el diluvio y se los llevó a todos: para los que no entiendan al final de una dispensación y entrelace con otra nueva dispensación, los que no entiendan, el juicio divino que viene al final de esa dispensación se los lleva; pero los entendidos entenderán y escaparán del juicio divino. Por eso dice que oremos que seamos tenidos por dignos de evitar o escapar de todas estas cosas que vendrán y estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y ahora, los que estuvieron en pie delante de Noé, creyendo el Mensaje de Noé, escaparon. Y los que estarán en el Día Postrero delante del Hijo del Hombre, delante de la manifestación del Angel de Jehová, del Angel del Pacto, de Jesucristo en Espíritu Santo en medio de Su Iglesia, escaparán. Y ahora, por cuanto Cristo habló de la Venida del Hijo del Hombre y mostró que es la forma para escapar de los juicios que han de venir, estando en pie delante del Hijo del Hombre, tenemos que entonces ver lo que es la Venida del Hijo del Hombre. Cuando estuvo en la Tierra dos mil años atrás, era la Venida del Angel del Pacto, manifestado en carne humana en la persona de Jesús. Cuando se habla del Hijo del Hombre, se está hablando de un profeta. La manifestación del Hijo del Hombre es la manifestación de Dios, del Angel del Pacto, en un profeta. Por eso es que Dios llamó a Ezequiel: Hijo del Hombre. Y ahora, cuando estaba Jesús en la Tierra, en medio del pueblo hebreo, El hablando de Sí mismo decía: el Hijo del Hombre. ¿Por qué? Porque era un profeta, y un Profeta dispensacional. Ahora, continuemos con las dispensaciones y Mensajeros dispensacionales. Hemos visto que Noé fue el tercero de los Mensajeros dispensacionales para la dispensación tercera, la Dispensación del Gobierno Humano. Luego el cuarto Profeta dispensacional ¿quién fue? **Abraham**, para la DISPENSACION DE LA PROMESA, que es la cuarta dispensación; por eso Abraham es un hombre, un profeta, un patriarca, tan grande con Dios. Fue llamado “amigo de Dios,” porque Dios le reveló las cosas divinas. Luego el quinto Profeta dispensacional y quinta dispensación, la quinta dispensación fue la DISPENSACION DE LA LEY, y su Profeta dispensacional ¿fue quién? **Moisés**, con el Mensaje de la Dispensación de la Ley. Luego la sexta dispensación es la DISPENSACION DE LA GRACIA, y su Mensajero dispensacional es **Jesús,** nuestro amado Salvador. Y para la Dispensación de la Gracia el Mensaje es el Evangelio de la Gracia, que gira alrededor de la Primera Venida de Cristo como el Cordero de Dios quitando el pecado del mundo allá en la Cruz del Calvario. Recuerden cómo Juan cuando vio a Jesús dijo: “He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Juan decía: “Yo no le conocía.” Y estuvo anunciando que vendría después de él un varón; porque él le estaba preparando el camino a un hombre, a un varón, le estaba preparando al Angel del Pacto, al Angel de Jehová, que es un varón de la sexta dimensión, el cual creó los Cielos y la Tierra. “*En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.* *Este era en el principio con Dios.* *Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho fue hecho.* *En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.”* San Juan, capítulo 1, verso 1 al 6. Y el verso 9 de ese capítulo 1 de San Juan, dice: “Y aquella Luz verdadera que alumbra a todo hombre, venía a este mundo.” Vamos a ver cómo lo dice para que lo tengan... esta Escritura: San Juan, capítulo 1, verso 9 al 10, dice: “*Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía este mundo.* *En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció.”* Esa Luz verdadera, el Angel de Jehová, el Angel del Pacto, que le apareció a Moisés y a otros profetas en la forma de una luz, y a otros le apareció también en la forma de un hombre, ahora venía a este mundo; o sea, que venía a este mundo en carne humana. “*Y aquel Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros,”* dice San Juan, capítulo 1, verso 14. Y Dios estaba con Su cuerpo teofánico dentro del velo de carne llamado Jesús. Por eso fue llamado por el profeta Isaías, en el capítulo 7, verso 14, el niño que nacería de la virgen fue llamado: *Emanuel*, que traducido es: Dios con nosotros. Ahora podemos ver lo grande que es nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora, Cristo, Jesús, siendo el Mensajero para la sexta dispensación, vean ustedes cómo aparece al final de la Dispensación de la Ley y le habla al pueblo hebreo, y luego actualiza los sacrificios que el pueblo hebreo ofrecía a Dios por el pecado, por la paz, por la reconciliación del pueblo hebreo con Dios, ahora Jesucristo los actualiza con Su Sacrificio en la Cruz del Calvario. Y ya con un solo Sacrificio hecho por Jesucristo cumplió todos los tipos y figuras mostrados en todos los sacrificios que el pueblo hebreo ofrecía a Dios con aquellos animalitos. Así que Jesucristo es nuestra Pascua, nuestro Cordero Pascual, y también Jesucristo es el Macho Cabrío de la Expiación. El es nuestro Salvador, El es el que quita nuestros pecados. Ya no acepta Dios animales y sangre de animales para cubrir los pecados, porque ya la Sangre de Jesucristo, el Cordero de Dios, fue derramada en la Cruz del Calvario, no para cubrir los pecados sino para quitar los pecados. Y ahora podemos ver cómo durante estos dos mil años que han transcurrido, millones de seres humanos han estado escuchando la Voz de Cristo por medio de la manifestación de Jesucristo en Espíritu Santo en Sus mensajeros de las diferentes edades o etapas, y Cristo ha estado en Espíritu Santo llamando y juntando a Sus ovejas de edad en edad. El dijo que El es el Buen Pastor. Y ahora miren cómo lo dice aquí: Capítulo 10 de San Juan, verso 14 en adelante, dice: “*Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,* *así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas.* *También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.”* Y ahora dentro de los gentiles Cristo tendría otras ovejas, las cuales El tenía que llamar. Y Cristo en Espíritu Santo, por medio de la manifestación que ha tenido a través de Sus mensajeros de edad en edad, ha estado llamando y juntando a Sus ovejas en cada edad. Y dice: “Y habrá un rebaño y un pastor.” Ese Rebaño es la Iglesia del Señor Jesucristo, y el Pastor es nuestro amado Señor Jesucristo. Y ahora en este tiempo final El llama y junta a Sus escogidos con la Gran Voz de Trompeta. Dice el mismo Jesús en San Mateo, capítulo 24, verso 31: *“Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos.”* Esta Escritura nos habla del recogimiento de todos los escogidos de Dios para el tiempo final. Y los escogidos de Dios para el tiempo final, de entre los gentiles, que estarán entre los gentiles, son los que formarán el grupo de la Edad de la Piedra Angular en el Día Postrero, los que completarán la Iglesia de Jesucristo, con los cuales Jesucristo completará la construcción de ese templo espiritual; y por eso ese grupo pertenecerá al Lugar Santísimo de ese Templo espiritual de Jesucristo, porque un templo sin lugar santísimo no es un templo para Dios y no puede ser dedicado a Dios. Durante las siete etapas o edades de la Iglesia gentil hemos tenido la construcción o creación del Lugar Santo del Templo espiritual de Jesucristo; pero para este tiempo final, con la Gran Voz de Trompeta, son llamados y juntados todos los escogidos de Dios, y es construido el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo; y esa es la Edad de la Piedra Angular, la Edad Eterna de la Iglesia de Jesucristo. Así como en la fiesta que se efectuaba del *año del jubileo*, que era el año 50... Cada 50 años, el año 50 era el año de la redención, donde todo regresaba a su dueño original, y los esclavos quedaban libres para regresar a su familia y a su herencia. Pero antes de llegar al año 50 transcurrían 49 años. Y en 49 años hubo 7 años festivos, porque cada 7 años, el año séptimo, era *año sabático*, de descanso para toda la Tierra; por lo tanto en 49 años hay 7 *años sabáticos* de descanso para toda la Tierra. Y cuando llega el año 49, que es el séptimo *año sabático* para la Tierra, luego el próximo año es el año 50, que es festivo también y es el *año del jubileo*. Y ahora, esos 7 *años sabáticos,* en un lapso de tiempo de 49 años, representa las siete etapas o edades de la Iglesia gentil; y luego viene el año 50, que también es el año festivo número 8; solamente contando los años festivos viene a ser el año número 8, que corresponde a la Edad de la Piedra Angular, la Edad Octava. El ocho representa eternidad. Y ahora, es en el Año del Jubileo donde se toca o suena la Trompeta del Año del Jubileo, y se proclama libertad en toda la Tierra. Y para la Edad de la Piedra Angular tenemos la promesa de Cristo, de la Gran Voz de Trompeta o Trompeta final. Esa es la Trompeta del Año del Jubileo actualizada en la Iglesia del Señor Jesucristo, para subir a la Edad de la Piedra Angular y obtener las bendiciones de Cristo. Es la edad donde los hijos e hijas de Dios obtendrán la redención del cuerpo, que es nuestra transformación, y en donde los hijos e hijas de Dios regresarán a su Familia, a nuestra Familia celestial; porque nuestra ciudadanía es celestial. Y regresaremos a la Casa de nuestro Padre celestial e iremos a la Gran Fiesta de la Cena de las Bodas del Cordero. Todo esto está reflejado en el *año del jubileo* que Dios le dio al pueblo hebreo para guardar. Vean, en el capítulo 25, verso 8 en adelante, dice (Levítico - Editor): “*Y contarás siete semanas de años, siete veces siete años* (eso representa las siete edades de la Iglesia gentil)*, de modo que los días de las siete semanas de años vendrán a serte cuarenta y nueve años.* *Entonces harás tocar fuertemente la trompeta en el mes séptimo a los diez días del mes; el día de la expiación haréis tocar la trompeta por toda vuestra tierra.* *Y santificaréis el año cincuenta, y pregonaréis libertad en la tierra a todos sus moradores; ese año os será de jubileo, y volveréis cada uno a vuestra posesión, y cada cual volverá a su familia.* *El año cincuenta os será jubileo; no sembraréis, ni segaréis lo que naciere de suyo en la tierra, ni vendimiaréis sus viñedos,* *porque es jubileo; santo será a vosotros; el producto de la tierra comeréis.* *En este año de jubileo volveréis cada uno a vuestra posesión.”* Y en el Año del Jubileo actualizado en la Iglesia de Jesucristo, en la Edad de la Piedra Angular, cada hijo e hija de Dios volverá a su posesión, volverá a Vida eterna con un cuerpo eterno y glorificado, igual al cuerpo de nuestro amado Señor Jesucristo. Así como en el *año del jubileo* era para ser restaurados a su herencia, a su familia, ser libertados, y así ser restaurados, así también es para los escogidos de Dios en el Día Postrero, en la Edad de la Piedra Angular, que es la edad representada en el *año del jubileo*. Y así como se sonaba la trompeta del *año del jubileo* y se proclamaba libertad en toda la Tierra, para el Día Postrero tenemos la promesa de la Gran Voz de Trompeta sonando y llamando y juntando a los escogidos de Dios; esa es la Trompeta final o Gran Voz de Trompeta de la cual San Pablo nos habla en Primera de Corintios, capítulo 15, versos 49 al 56. Dice San Pablo: “*He aquí, os digo un misterio* (es un misterio del Reino de Dios)*: No todos dormiremos...”* Esto está en Primera de Corintios, capítulo 15, verso 51 en adelante. “*No todos dormiremos* (o sea, que no todos vamos a morir)*, pero todos seremos transformados* (o sea, que viene una transformación para nuestros cuerpos mortales ser transformados y obtener así el cuerpo eterno: cuerpo eterno, inmortal, incorruptible y glorificado, igual al cuerpo de Jesucristo nuestro Salvador)*,* *en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados* (¿Cuándo? A la final trompeta)*.* *Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad.* *Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.”* Ya de ahí en adelante no moriremos, ni nos enfermaremos, ni nos pondremos viejos, ni siquiera nos dará gripe, ni siquiera un estornudo. Y ahora podemos ver que esto es para cuando haya sonado ¿qué? La Trompeta final. Y ahora, necesitamos saber qué es, cuál es, la Trompeta final; porque si no sabemos lo que es la Trompeta final, podemos estar esperando a alguien con una trompeta, y si escuchamos a alguien sonando en el ejército una trompeta, cualquiera podrá decir: “¿Será la trompeta que anuncia la Biblia?” Pero vamos a ver lo que es la Trompeta. Recuerden que también en Primera de Tesalonicenses, capítulo 4, verso 13 en adelante, nos habla de esa Trompeta, y San Pablo ahí la llama: la Trompeta de Dios. Dice: “Porque el mismo Señor descenderá del Cielo con Aclamación (dice en las versiones antiguas; en versiones más modernas ya la palabra es ahí cambiada por otra palabra).” Dice: “Porque el mismo Señor...” Capítulo 4, verso 15 en adelante, dice: “*Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor* (¿para quién es esta bendición? Para los que hayan quedado hasta la Venida del Señor, por lo tanto necesitamos saber el misterio, conocer el misterio, de la Venida del Señor)*, no precederemos a los que durmieron.* *Porque el Señor mismo con voz de mando* (¿ven? La Aclamación aquí es mencionada como Voz de Mando)*, con voz de arcángel* (y cuando se habla de Voz de Arcángel se está hablando de un Angel mayor; un Arcángel es un Angel mayor)*...”* Dios envió siete ángeles mensajeros para las siete edades de la Iglesia gentil, que son los Mensajeros que ya dieron su Mensaje de edad en edad: el primero fue San Pablo y el séptimo fue el Rvdo. William Branham. Y esos son los siete ojos de Dios que estuvieron en las siete edades de la Iglesia gentil; fueron abiertos y fueron cerrados. Ahí tenemos un abrir y cerrar de ojos; o sea, a un abrir de ojos: nacen, aparecen en sus vidas, tienen sus ministerios, y después un cerrar de ojos: eso es cuando mueren, cuando terminan sus días aquí en la Tierra. Ellos fueron ángeles mensajeros. Dios prometió a Abraham que su simiente sería como las estrellas del cielo, y ahí tenemos entre las estrellas tenemos luceros. Y ahora el mismo Jesucristo nos dice en Apocalipsis, capítulo 22, verso 16, El dice: “Yo soy la estrella resplandeciente de la mañana,” o sea, el Lucero de la Mañana. Y en el capítulo 2, verso 28, dice: “Al que venciere yo le daré la estrella de la mañana.” O sea, el vencedor que estará en la Tierra en el Día Postrero recibirá a Cristo en Su Segunda Venida, porque Cristo es la Estrella resplandeciente de la Mañana. Ahora, sigue diciendo que *“nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron,”* o sea, no vamos a ser transformados e irnos a la Cena de las Bodas del Cordero sin los muertos en Cristo resucitar en cuerpos eternos para ir con nosotros; más bien ellos resucitarán primero en cuerpos eternos, y cuando nosotros los veamos, nosotros seremos transformados; y tendremos así el nuevo cuerpo igual a ellos, un cuerpo igual al cuerpo glorificado de nuestro amado Señor Jesucristo; y cuando tengamos el nuevo cuerpo es que entonces veremos a Jesucristo en Su cuerpo glorificado. Pero antes hemos estado viendo a Cristo en Espíritu Santo manifestado por medio de Sus ángeles mensajeros de cada edad y hablando por medio de cada ángel mensajero. Sigue diciendo: “*Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.* *Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.”* Y ahora veamos lo que es la Gran Voz de Trompeta o Trompeta final. En Apocalipsis, capítulo 1, verso 10 al 11, dice Juan el apóstol: “*Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor* (o sea, que estaba en el Día Postrero, que es el Día del Señor, el cual es el séptimo milenio)*, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta* (o sea, la voz de una persona; no fue una trompeta lo que él escuchó, sino la voz de una persona:) *...y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,* (ahora vamos a ver la voz de quién es:) *que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.”* ¿La voz de quién es? ¿Quién es el que está hablando ahí? ¿Quién es el Alfa y Omega? ¿Quién es el primero y el último? Nuestro amado Señor Jesucristo, la Voz de Cristo como una Gran Voz de Trompeta. Y ahora, continuemos viendo esa Voz, porque si creemos que Jesucristo murió, resucitó y ascendió al Cielo, y que para el Día Postrero resucitará a los muertos en Cristo y nos transformará a nosotros, entonces tenemos que conocer esa Voz; porque esa es la Voz que nos estará llamando en el Día Postrero y es la Voz que nos va a estar revelando los misterios del Reino de Dios para tener la fe de rapto, o sea, la fe para ser transformados y raptados. En Apocalipsis, capítulo 4, verso 1, dice: *“Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas.”* Ahora, aquí encontramos nuevamente la Voz de Trompeta, que es la Voz de Cristo, diciéndole a Juan - y Juan tipifica o representa a la Iglesia de Jesucristo en las diferentes etapas por las cuales pasa; y aquí encontramos a Cristo hablando con esa Voz de Trompeta desde el Cielo; ya no está hablando de ninguna de las siete edades de la Iglesia gentil, sino que está hablando desde el Cielo. Por lo tanto tiene que haber una edad celestial aquí en la Tierra, en donde Cristo esté manifestado hablándole a Su Iglesia con esa Gran Voz de Trompeta, que es la Gran Voz de Trompeta del Año del Jubileo. Es en la Edad de la Piedra Angular donde estará esa Voz, la Voz de Cristo, hablándole a Su pueblo, a Su Iglesia, y dándole a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Pero la pregunta es: ¿Por medio de quién? Pues El habló por medio de San Pablo en la primera edad, por medio de Ireneo en la segunda, y así por el estilo fue hablando por medio de cada ángel mensajero de edad en edad; y habló por medio del Rvdo. William Marrion Branham en la séptima edad o etapa de la Iglesia gentil. Y ahora, ¿en la Edad de la Piedra Angular por medio de quién estará hablando Cristo todas estas cosas que deben suceder pronto? ¿Por medio de quién escucharemos a Cristo hablándonos con esa Gran Voz de Trompeta? Que lo diga el mismo Cristo: Aquí en Apocalipsis, capítulo 22, verso 6 en adelante, dice: “*Y me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* ¿A quién ha enviado? A Su Angel. ¿Para qué? Para mostrar a Sus siervos las cosas que deben suceder pronto. Y en Apocalipsis 22, versos 16, también nos habla de Su Angel, y dice: “*Yo Jesús he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”* Y ahora, este Angel del Señor Jesucristo es un Angel, como fue cada ángel mensajero de las siete edades de la Iglesia gentil: Ellos fueron un hombre en el cual estuvo el Espíritu de Cristo, el Espíritu de Dios, ungiéndolos con el Ministerio correspondiente a cada edad; y Cristo habló por medio de cada uno de esos siete mensajeros, que fueron los siete espíritus de Dios que recorrieron toda la Tierra, el Espíritu de Dios en cada uno de Sus mensajeros recorriendo esas siete etapas o edades de la Iglesia gentil; y esos fueron los siete ojos de Dios recorriendo toda la Tierra, esos son también los siete ojos del Cordero en Sus siete cuernos, de Apocalipsis, capítulo 5, verso 6. Y ahora, no solamente el Cordero tiene siete ojos en Sus siete cuernos, pues también tiene dos ojos en Su frente, en adición a los ojos que tiene en Sus siete cuernos. Ojos representa profetas. Esos mensajeros de las siete edades fueron los siete ojos, pero los dos ojos del Cordero en Su frente son los Dos Olivos, esos son los Dos Candeleros de oro y también son los Dos Olivos que están delante de la Presencia de Dios, esos son los Dos Ungidos. Y ahora, los siete ojos estuvieron en la Iglesia de Jesucristo manifestados en las siete edades, que corresponde al Lugar Santo del Templo espiritual de Cristo; y los dos ojos corresponden al Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo... ¿Dónde colocó Salomón los dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro que él construyó, que eran gigantes? En el lugar Santísimo. Y colocó uno a un lado y otro al otro lado; una de sus alas llegaba hasta la pared y la otra llegaba hasta el centro, y el otro querubín en pie, una de sus alas llegaba hasta la pared y la otra llegaba hasta la otra ala del otro querubín; y debajo de las alas de los querubines, de esos dos querubines de madera de olivo cubiertos de oro, fue colocada el arca del pacto; y aun el arca del pacto sobre el propiciatorio tenía dos querubines de oro sólido; y en medio de los dos querubines de oro estaba Dios en la luz de la Shekinah. Ese era el lugar más importante del tabernáculo que construyó Moisés, y del templo que construyó Salomón, y del Templo que está en el Cielo. Y ese es el lugar más importante de la Iglesia de Jesucristo: el Lugar Santísimo de Su Templo espiritual, que es la Edad de la Piedra Angular, donde Cristo coloca el Ministerio de los Dos Olivos, el Ministerio de Moisés y Elías. Es en la Edad de la Piedra Angular donde el Angel del Pacto, Jesucristo, estará manifestado en el Día Postrero hablándole a Su Iglesia, hablándole a Sus hijos y dándole a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto, así como habló por medio de los mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil. Y ahora, hemos visto que es por medio de Su Angel que esa Voz de Trompeta habla y da a conocer todas las cosas que deben suceder pronto. Y ahora, hemos visto que es en el Lugar Santísimo del Templo espiritual de Cristo que estará el Angel del Señor Jesucristo. Y ahí estarán manifestados los Ministerios de los Dos Olivos, de Moisés y Elías. Cuando se habla en la Biblia acerca de Dios enviar un profeta que ya vino en el pasado, encontramos que es el Espíritu Santo viniendo en otro hombre y operando el ministerio que había operado en aquel profeta del pasado. Encontramos el Ministerio de Elías, el cual fue manifestado en Elías Tisbita por el Espíritu Santo, que es el único que tiene ministerios y opera los ministerios en la persona que El ha escogido desde antes de la fundación del mundo. Operó ese ministerio en Elías Tisbita, y luego la segunda ocasión en que operó ese ministerio fue en Eliseo, en una doble porción. Los hijos de los profetas cuando vieron que Elías se fue al Cielo, luego pensaban que Elías estaba por allí, que Dios lo había dejado por allí cerca; pero cuando vieron que Eliseo tomó el manto de Elías y abrió el Jordán en la misma forma que lo había hecho el profeta Elías, ¿qué dijeron? “El espíritu de Elías ha reposado sobre Eliseo.” Fue la segunda ocasión en que vimos el espíritu ministerial de Elías manifestado en la Tierra, en un hombre, en una doble porción: en Eliseo, el cual pidió una doble porción. Eliseo era el elegido de Dios, el que vendría a ser sucesor de Elías Tisbita. La tercera ocasión en que vimos el Ministerio de Elías manifestado en un hombre en la Tierra fue en Juan el Bautista. El mismo arcángel Gabriel le dijo a la virgen María que tendría un niño, tendría un hijo; el Espíritu Santo haría sombra sobre ella, y concebiría y tendría un hijo, y sería llamado Hijo de Dios, o sea, Hijo del Altísimo; pero cuando habló a Zacarías el mismo arcángel Gabriel le dijo al sacerdote Zacarías que tendría un hijo por medio de su esposa Elisabet, y sería lleno del Espíritu Santo aún desde el vientre de su madre. ¿Y cuándo fue lleno del Espíritu Santo? Cuando llegó María y saludó a Elisabet, que era pariente de ella; y el niño saltó de alegría en el vientre de Elisabet. Ahora, el arcángel Gabriel le dijo al sacerdote Zacarías que tendría un hijo por medio de su esposa Elisabet y sería profeta de Dios, y vendría delante del Señor preparándole el camino, y vendría con el espíritu y poder y virtud de Elías; esa fue la tercera manifestación del Ministerio de Elías en un hombre aquí en la Tierra. Y vean, era otro hombre, no era el mismo hombre; pero el ministerio era el mismo. Así que a quien Dios llama Elías es al ministerio, pero al hombre, el arcángel Gabriel les dijo que le pusieran por nombre, ¿qué? Juan. Porque es otro hombre, un nuevo hombre con un nuevo nombre. Fue cambiando el Ministerio de Elías, Elías fue cambiando de velo de carne y también de nombre. Y luego que precursó la Primera Venida de Cristo anunció que después de él vendría otro, un varón, el cual él no conocía, pero que era mayor que él y era primero que él, el cual los bautizaría con Espíritu Santo y fuego. Y ahora el que es primero, viene después; pero el postrero... ¿Los postreros son qué? Primero. Así que tenemos ahí la Escritura. Y ahora cuando Juan el Bautista continúa hablando del que viene después de él, dice que él les bautiza con agua (Juan el Bautista), pero el que viene después de él los bautizará con Espíritu Santo y fuego. Y San Pablo en el capítulo 19 del libro de los Hechos, cuando se encontró con los discípulos de Juan, unos discípulos de Juan, les dijo: “¿Recibieron ustedes el Espíritu Santo cuando creyeron o después que creyeron?” Ellos dijeron: “Ni sabemos que hay Espíritu Santo.” Y comienza San Pablo a preguntarles cómo ellos fueron bautizados, y le dicen: “En el bautismo de Juan el Bautista.” Y entonces San Pablo les dice... Vean ustedes, esto es muy importante: Capítulo 19, verso 13 en adelante, dice... Esto hay que leer un poquito antes: Verso 1 en adelante, dice: “*Aconteció que entre tanto que Apolos estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos discípulos,* *les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay Espíritu Santo* (y sin embargo Juan el Bautista les había hablado que el que vendría después de él los bautizaría con Espíritu Santo y fuego)*.* *Entonces dijo* (o sea, Pablo les dijo)*: ¿En qué, pues, fuisteis bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan.* *Dijo Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento, diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría después de él, esto es, en Jesús el Cristo.”* Un precursor es enviado para preparar al pueblo y decirle al pueblo que después de él viene otro, y les enseña que crean en el que viene después de él. Y ahora, los que seguían a Juan el Bautista, el precursor de la Primera Venida de Cristo, cuando escucharon que Juan dijo de Jesús: “He aquí el Cordero de Dios,” en el capítulo... vamos a ver... En San Juan, capítulo 1, verso 35 en adelante, dice: “*El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.* *Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios.* *Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús* (esos dos discípulos eran Juan y Andrés)*.”* Ahora, ¿hicieron mal en dejar a Juan y seguir a Jesús? No. Para eso fue que Juan vino: para preparar al pueblo para que siguieran al que vendría después de él; o sea, que no bastaba con seguir al precursor, se requería seguir al precursado; porque el precursor los bautizaba en bautismo de agua, en bautismo en agua, pero el que vendría después de él los bautizaría con Espíritu Santo y fuego. Los que se quedaron con Juan no recibieron el bautismo del Espíritu Santo, ni tampoco recibieron el perdón de sus pecados; no fueron limpiados sus pecados con la Sangre de Cristo hasta que después creyeron en Jesucristo, Lo recibieron como su Salvador, lavaron sus pecados en la Sangre de Cristo, y fueron bautizados en el Nombre del Señor Jesucristo, y recibieron el Espíritu Santo; porque la bendición mayor viene en el precursado. Y ahora, hicieron muy bien Juan y Andrés en seguir a Jesús; si no, no tendríamos el evangelio según San Juan. Ahora, podemos ver que vinieron a Juan en una ocasión algunas personas y le dicen: “Mira, aquel del cual tú diste testimonio, ahora a él le siguen más personas que a ti y bautiza más personas que tú.” Juan dice: “No puede el hombre hacer nada si no le es dado del Cielo.” O sea, “ese hombre que yo presenté no puede hacer nada de sí mismo si no le es dado de arriba. A El le conviene crecer y a mí menguar.” Juan era el Mensajero en la tarde de la Dispensación de la Ley, pero Jesús siendo la Luz del Sol, Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo.” Y ahora, a la luz de la tarde le conviene ¿qué? menguar. Eso lo vemos todos los días: el sol en la tarde empieza a caer, a menguar, a menguar, y cuando viene a ver: desapareció. Y eso sucedió con Juan el Bautista, y él sabía lo que iba a suceder con él; pero con Jesús fue diferente: Jesús iba creciendo más y más. Y Jesús decía: “El que me sigue no andará en tinieblas, mas tendrá la luz de la vida,” e iba alumbrando el alma y el entendimiento de los seres humanos para recibir Vida eterna. Y ahora, ¿quién fue el precursado? Pues Juan fue el precursor, pero ¿quién fue el precursado? Todos sabemos que fue Jesús. Pero examinemos la realidad: Juan anunció que después de él vendría Uno, el cual los bautizaría con Espíritu Santo y fuego, y estaba anunciando que sería el Mesías, el cual el pueblo no conocía; y en una ocasión dijo: “Y está en medio de vosotros.” ¿Por qué? Porque tenía que haber nacido, tenía que haber crecido y —Juan ya teniendo el Ministerio precursando la Primera Venida de Cristo— pues tenía que estar vivo en medio del pueblo, y ya tenía que estar grande para comenzar Su Ministerio. Y cuando Juan estaba bautizando y viene Jesús para ser bautizado por Juan, vean, aparece como un discípulo de Juan, obedeciendo el Mensaje de Juan, y viene para ser bautizado; y cuando Juan lo ve, le dice: “¿Tú vienes a mí para que yo te bautice? Soy yo el que tengo necesidad de ser bautizado por ti.” Lo primero, mire: era pariente de él según la carne, porque María y Elisabet eran parientes; o sea, que serían primos. Luego encontramos que fue bautizado, Jesús le dice: “Nos conviene cumplir toda justicia,” y entonces Juan lo bautizó. Y lo encontramos asistiendo a las actividades de Juan, era un discípulo de Juan. Fue en un discípulo de Juan, en un discípulo del precursor, que se cumplió la Venida del Mesías. Miren la forma tan humilde que se cumplió la Primera Venida del Mesías: la Venida del más grande se cumplió en un discípulo del más pequeño; en un discípulo de Juan se cumplió la Venida del Mesías, en un discípulo de Juan: Jesús de Nazaret. Vino el Angel del Pacto, el Angel de Jehová, manifestado en carne humana en toda su plenitud. Ya Dios ha enviado el precursor de Su Segunda Venida, el cual ha sido el Rvdo. William Branham, en el cual estuvo el Ministerio de Elías manifestado por cuarta ocasión; porque es el Espíritu Santo el que tiene ministerios y el que opera ministerios; y El puede operar el ministerio que operó en un hombre en el pasado, lo puede operar todas las veces que El desee en otros hombres. Y ahora tenemos la promesa del Ministerio de Elías para ser operado, manifestado en la Tierra, en cinco ocasiones; y ya hemos visto cuatro ocasiones: Elías Tisbita, uno, la primera; Eliseo, la segunda ocasión; Juan el Bautista, la tercera ocasión; el Rvdo. William Branham, la cuarta ocasión, precursando la Segunda Venida de Cristo. Y ahora tenemos la promesa que por quinta ocasión será manifestado en la Tierra el Ministerio de Elías; y ese será uno de los Dos Olivos. Y tenemos la promesa también del Ministerio de Moisés para ser manifestado por segunda ocasión, y tenemos también la promesa del Ministerio de Jesús para ser manifestado nuevamente. Y ahora, vean ustedes, cuando Dios anuncia proféticamente que va a manifestar el Ministerio de Elías, dice: “He aquí yo envío al profeta Elías.” Y cuando se cumple esa promesa es otro hombre en el cual está el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, operando el Ministerio de Elías. Así fue en Juan el Bautista, fue en el Rvdo. William Branham y había sido también en Eliseo. Y ahora, ¿cómo será y qué será la quinta manifestación de Elías como uno de los Dos Olivos? El Rvdo. William Branham, en el cual estaba el espíritu y virtud de Elías siendo operado por el Espíritu Santo, dijo en el Mensaje de *“Los Sellos,”* página 399 en español, en la ocasión en que estuvo contestando preguntas, la pregunta número 11 habla acerca de Elías, y la pregunta número 11 dice así: “*El Elías que viene a predicar a los judíos, ¿es el verdadero Elías que estuvo en los días de Acab o será solamente el espíritu de Elías en otro hombre?”* Ahora, ¿Cómo piensa, cómo cree, el Rvdo. William Branham que será? Lo va a decir aquí. Y como él piensa o crea que será, así será; y esa es la forma en que todos nosotros tenemos que creer y tenemos que pensar; porque una cosa es cuando se está profetizando y otra cosa es cuando se está dando a conocer lo que significa esa profecía. Cuando Dios profetizó por Malaquías que enviaría a Elías para convertir el corazón de los padres a los hijos, cuando se cumplió fue Juan el Bautista; y cuando viene para convertir el corazón de los hijos a los padres, fue el Rvdo. William Branham, ¿ve? Pero cuando se está profetizando se dice que es Elías el que será enviado. Y ahora, la contestación fue: “*Yo he pensado que será un hombre de este tiempo ungido con ese espíritu* (y yo pienso en la misma forma y lo creo en la misma forma)*; porque allá, cuando Elías ya había subido y Eliseo se encontró con los hijos de los profetas, ellos dijeron: ‘El Espíritu de Elías reposó sobre Eliseo. Es que Eliseo obró igual a Elías.”* ¿Vieron lo sencillo que es? Todo es sencillo. Ahora, cuando nos habla acerca de Moisés en la página 326 del libro de *“Los Sellos,”* nos dice... el último párrafo dice: *“Moisés será la misma persona. Hallamos lo mismo en Apocalipsis 22:8.”* Ahí hallamos lo mismo, o sea, hallamos lo que será Moisés. Vamos a ver lo que hallamos ahí: en el capítulo 22, verso 8, dice: “*Yo Juan soy el que oyó y vio estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostraba estas cosas.”* Es Moisés el Angel que le mostraba esas cosas a Juan el apóstol. Y ahora veamos lo que dice el Rvdo. William Branham en la página 301 y 302 del libro de *“Los Sellos.”* Dice: “*En el tiempo cuando Dios iba a librar al mundo antes del diluvio, El mandó un águila...”* Recuerden que águilas representan profetas; y el mismo Dios se representa, se tipifica, en un águila cuando dice que El libertó al pueblo hebreo y lo llevó en alas de águila; y representa también a Moisés en esa águila, porque por medio de Moisés fue que Dios libertó al pueblo hebreo. Dice: *“Cuando decidió librar a Israel, también mandó un águila* (o sea, a Moisés)*. ¿No cree Ud. que cuando Juan estaba en la Isla de Patmos este Mensaje era tan perfecto que aun no podía ser confiado a un Angel? Ahora, un ángel es un mensajero, pero ¿sabía Ud. que aquel mensajero era un profeta?* (El Angel que le mostró a Juan toda esa revelación apocalíptica, era un profeta)*.* *¿Lo creen?* (¡Amén!)*. Vamos a probarlo. Veamos Apocalipsis 22:9 para ver si no fue un águila. El era un ángel, un mensajero, pero era un profeta, el cual reveló a Juan completamente este libro de Apocalipsis:* ‘*Yo Juan soy el que ha oído y visto estas cosas. Y después que las hube oído y visto, me postré para adorar delante de los pies del ángel que me mostraba estas cosas.* *Y él* (el ángel) *me dijo: Mira, no lo hagas (ningún verdadero profeta recibirá adoración o mensajero alguno); porque yo soy consiervo tuyo, y con tus hermanos los profetas, y con los que guardan las palabras de este libro. Adora a Dios.’* *Apocalipsis 22, verso 8 al 9.”* El mismo que dice que es Moisés, ahora dice que es este Angel del Señor Jesucristo, que es un profeta. Y ahora vamos a ver un poquito más. En la página 41 del libro de Citas, para los que lo tengan, en el verso 330, dice: “*Y fue enviado - ‘Y significó esto por su ángel a Juan* (o sea, notificó esto por su ángel a Juan)*.’ No sabemos quién era el ángel. La Biblia no dice quién era el ángel. Pero sabemos que era un profeta, porque la Biblia enseguida dice: ‘Yo Jesús he enviado mi ángel para testificar de las cosas que han de acontecer brevemente* (o sea, que han de acontecer pronto)*.’ Luego vemos que cuando Juan comenzó a adorar al ángel, el ángel dijo: ‘Mira, no lo hagas.’ Apocalipsis 22, creo que es. Y dijo: ‘Porque yo soy siervo juntamente con los profetas.’ Podía haber sido Elías.* (Aquí dice:) *Podía haber sido Elías. Podía haber sido uno de los profetas... Juan era un apóstol, pero este profeta fue enviado. Y Juan siendo un apóstol... mire la naturaleza de sus demás epístolas; prueba que Juan no lo escribió* (o sea, prueba que Juan de sí mismo no escribió el Apocalipsis)*; porque no tiene su naturaleza* (o sea, no tiene la naturaleza de Juan; la naturaleza de Juan escribir, no la tiene; la naturaleza que tiene aquí es la naturaleza de un profeta)*; tome 1a. de Juan, 2a. de Juan, y etcétera, y léalo. Y mire la naturaleza de ellos, luego mire la naturaleza de esto. Juan era un escritor y un apóstol, pero éste es un espíritu de profeta. Es enteramente una persona diferente.”* Ahora podemos ver este misterio aquí de este Angel del Señor Jesucristo. Es el Angel enviado por Jesucristo para dar testimonio de estas cosas en las iglesias, a todas las iglesias; y para este tiempo final el mismo que le dio la revelación a Juan es enviado para dar testimonio de todas estas cosas a todas las iglesias, a todo el cristianismo, y sobre todo, a la Iglesia Novia del Señor Jesucristo. Hemos visto que la Voz de Cristo es esa Gran Voz de Trompeta, y hemos visto que con esa Gran Voz de Trompeta en Apocalipsis, capítulo 4, dice: *“Sube acá, y yo te mostraré las cosas que han de suceder después de estas.”* Y en Apocalipsis 22, verso 6, dice: *“Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.”* Por medio de Su Angel Mensajero son dadas a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto; y siendo que esa es la Voz de Cristo en Su Angel Mensajero del Día Postrero, de la Edad de la Piedra Angular, así como la Voz de Cristo en las edades pasadas fue la Voz de Cristo a través del Mensajero de cada edad, y fue la Voz de Cristo como una trompeta en cada edad, ahora es una Gran Voz de Trompeta, ¿por qué? Porque es a través de un Mensajero dispensacional. Así como hemos visto seis Mensajeros dispensacionales: Adán, Set, Noé, Abraham, Moisés y Jesús, hay una séptima dispensación: LA DISPENSACION DEL REINO, la cual se entrelaza en este Día Postrero con la Dispensación de la Gracia, y su Mensajero es **el Angel del Señor Jesucristo**; y es la primera ocasión en que Jesucristo envía a Su Iglesia un Profeta dispensacional. Por eso Juan quiso adorarlo, porque vio a Cristo en Espíritu Santo manifestado en Su Angel Mensajero, así como había visto a Cristo manifestado en cada ángel mensajero de las edades pasadas. Y ahora, por medio de este Angel Mensajero, Cristo estará dándole a conocer a Su Iglesia todos estos misterios de este tiempo final, del Día Postrero. Y el Día Postrero es el séptimo milenio; y los Días Postreros son los milenios postreros, que son: quinto milenio y sexto milenio. Cuando Jesús tenía de 4 a 7 años de edad comenzaron los Días Postreros, porque comenzó el quinto milenio. Y ahora vean lo sencillo que es: los Días Postreros son los tres milenios postreros: quinto milenio, sexto milenio y séptimo milenio.... \[CORTE EN LA CINTA ORIGINAL - Editor\] ...es la misma Voz de Apocalipsis, capítulo 10, verso 1 en adelante, el cual es el Angel del Pacto que descendió del Cielo, envuelto en una nube y con Su rostro como el sol, y con el arco iris alrededor de Su cabeza, y con Sus ojos como llama de fuego, y con Su cabello blanco como blanca lana, y con Sus pies como columnas de fuego; y puso Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra; y en Su mano tenía un Librito abierto, que es el Libro de los Siete Sellos que El tomó en Apocalipsis, capítulo 5, verso 6 en adelante, lo tomó de la Diestra de Dios y lo abrió en el Cielo, en el capítulo 6 y capítulo 8, donde abrió el Séptimo Sello, y luego lo trae a la Tierra en el capítulo 10. Y luego el Libro que nadie podía ni mirar en el Cielo, y que nadie podía abrir, solamente Jesucristo, ahora lo entrega a un hombre para que se lo coma, para que luego profetice sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Eso está en Apocalipsis, capítulo 10, versos del 1 al 11; y luego en Apocalipsis, capítulo 11 vemos el Ministerio de los Dos Olivos, profetizando sobre muchos pueblos, naciones y lenguas. Y ahora, el Angel fuerte que desciende del Cielo dice que cuando colocó Su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la Tierra, dice que levantó Su mano al cielo y clamó como cuando ruge un león. Dice capítulo 10, verso 1 en adelante: “*Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.* *Tenía en su mano un librito abierto; y puso su pie derecho sobre el mar, y el izquierdo sobre la tierra;* *y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces.”* ¿Quién clamó como cuando ruge un león? El Angel fuerte, Jesucristo, el Angel del Pacto. Y “siete truenos emitieron sus voces.” Es la Voz de Cristo, el Angel fuerte, emitiendo Su Mensaje en esta Tierra. Y ahora, la Voz de Cristo, el Angel fuerte que desciende del Cielo, hablando, vean cómo Siete Truenos emiten Su Voz. **¿Y qué importancia tienen estos “siete truenos”?** Son tan importantes que el Rvdo. William Branham dice (en la página 128 del libro de *Los Sellos*): “*Ahora, los Siete Truenos de Apocalipsis permitirán que El muestre a la Novia cómo prepararse para obtener la gran fe de traslación.”* O sea, que ninguna persona puede decir que está preparada para ser transformado y raptado si no ha escuchado la Voz de Cristo, del Angel fuerte, clamando como cuando un león ruge y los Siete Truenos emitiendo sus voces, que es la Voz de Cristo revelándole a Su Iglesia, a Sus escogidos, las cosas que debe Su Iglesia conocer en este tiempo final. En la página 212 también nos habla de los Truenos, y dice en el primer párrafo, en una parte del primer párrafo, dice: “*La Novia todavía no ha tenido un avivamiento; todavía no ha habido allí ningún avivamiento, ninguna manifestación de Dios para sacudir a la Novia. Estamos esperando eso. Se necesitarán esos siete truenos misteriosos para despertarla, El los mandará, lo ha prometido.”* **¿Qué es lo que le trae el despertamiento espiritual a la Iglesia de Jesucristo en el Día Postrero?** La Voz de Cristo, la Voz de los Siete Truenos, la Voz de Cristo en el Día Postrero. Y ahora, ¿qué estará revelando, qué estará hablando, Cristo en el Día Postrero? ¿Qué estará dándole a conocer a Su Iglesia, que es tan importante que le dará la fe para ser transformada y raptada? Nos dijo el Rvdo. William Branham acerca del Séptimo Sello y de los Truenos: nos dice que los Truenos son los que contienen el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo. En la página 474 y 475 del libro de *“Los Sellos”* en español, dice: “*Yo no sé quién será, ni qué va a suceder. ¡No sé! Solamente sé que esos Siete Truenos contienen el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo.”* Hubo silencio en el Cielo cuando el Séptimo Sello fue abierto en Apocalipsis, capítulo 8, verso 1; y el Séptimo Sello ¿es qué? La Segunda Venida de Cristo. Y los Siete Truenos son los que contienen ese misterio y revelan ese misterio a la Iglesia del Señor Jesucristo, y despiertan a la Iglesia en el avivamiento del Día Postrero. “*Quizás sea ahora el tiempo y la hora cuando aparezca esta gran persona que hemos estado esperando. Quizás este ministerio, por el cual he tratado de convertir a la gente a la Palabra, ha servido de fundamento.”* **¿Cuál es el fundamento para el que va a venir después del Rvdo. William Branham?** El fundamento es el Mensaje del precursor. Así como el Mensaje de Juan el Bautista fue el fundamento para la Venida del Mesías, para la Venida del que vendría después de Juan, el cual vino a ser uno de los discípulos de Juan. En uno de los discípulos de Juan se cumplió la Venida del que vendría después de Juan. Ahora, sigue diciendo: *“Si así es, entonces les estaré dejando para siempre. No habrá dos aquí al mismo tiempo. Y aún si así fuera* (o sea, y aún si estuvieran los dos aquí, como sucedió con Juan el Bautista y Jesús)*... Y aún si así fuera, él crecerá y yo menguaré.”* ¿Por qué? Porque él siendo la luz en la tarde de la Dispensación de la Gracia, siendo el séptimo mensajero de la Dispensación de la Gracia, de la séptima edad, así como Juan el Bautista fue el Mensajero de la séptima edad de la Iglesia hebrea bajo la Ley, así el Rvdo. William Branham fue el séptimo ángel mensajero de la Iglesia gentil bajo la Gracia. Y ahora, Juan menguó y Jesús creció; y ahora él dice del que vendrá después de él: “A El le conviene crecer y a mí menguar.” “*¡Yo no sé! Pero Dios me ha dado el privilegio de mirar y ver lo que es; lo vi abrirse hasta donde lo vi.”* Y si miramos lo que él vio, nos sorprenderemos; porque lo que él vio es lo que vendrá después del Ministerio del precursor de la Segunda Venida de Cristo. Vamos a ver lo que él vio... El nos dice en la página 482 y 483... Cuando Jesús estaba hablando en San Mateo 24, verso 32 al 33, hablando acerca de la higuera. Dice: “*Está hablando de Israel en su propia patria. Pero, ¿notaron que El no habla nada de la revelación de este Séptimo Sello; y también acá en Apocalipsis en la apertura de los Sellos, también lo omitió? Vemos pues que es un misterio por completo, y la hora todavía no ha llegado para que se diera a conocer este misterio. Hemos llegado hasta aquí, y lo demás nos será dado allí en el tiempo cuando aparezca Jesús nuevamente sobre la Tierra para llevar a Su Novia, o lo que llegue a suceder en ese tiempo.”* **¿Cuándo será abierto el misterio del Séptimo Sello?** Cuando aparezca Jesús para llevarse a Su Novia. ¿Y cómo aparecerá El para llevarse a Su Novia? En la página 57 del libro de *“Los Sellos”* también, dice: “*Y vi otro ángel fuerte descender del cielo, cercado de una nube, y el arco celeste sobre su cabeza...’* (Eso es Apocalipsis, capítulo 10)*.* *Ahora, si Ud. se fija bien, notará que esta persona es Cristo, porque allá en el Antiguo Testamento El fue llamado el Angel del Pacto; y El ahora viene directamente a los judíos porque la Iglesia ha llegado a su fin.* ‘*...y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego.’* *¿Recuerdan el Angel de Apocalipsis, capítulo 1? Este es el mismo. Un ángel es un mensajero, y él es un mensajero a Israel. ¿Ve Ud.? La Iglesia está a punto de ser raptada, El viene por Su Iglesia* (el Angel del Pacto, el Mensajero a Israel, viene por Su Iglesia)*.”* Y ahora, este Angel es el mismo Angel que libertó al pueblo hebreo, y luego se hizo carne y habitó en medio del pueblo hebreo, y fue conocido por el nombre de Jesús. Estuvo manifestado en los profetas del Antiguo Testamento también, en una porción, y en Jesús en toda Su plenitud. Y en los ángeles mensajeros en la porción correspondiente a cada edad. Y ahora, vamos a ver lo que será la Venida de este Angel a Su Iglesia en el Día Postrero. De los siete ángeles que aparecieron al Rvdo. William Branham en febrero 28 de 1963... y fue vista en el cielo la venida de esos ángeles, y fue publicada en la revista *“LIFE,”* o sea, revista *“VIDA,”* y también en la revista *“CIENCIA.”* Esta nube formada aquí fue formada por ángeles: los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil y un Angel que era diferente a los demás. Si tornamos la foto hacia la derecha, se ve que forma el rostro del Señor; el rostro del Señor formado con esta nube de ángeles aquí. Y ahora, la ciencia no supo qué había formado esa nube; y a la altura en que estaba esa nube, 27 millas de altura, no pueden ser formadas nubes, porque no hay humedad. Pero el Rvdo. William Branham nos dijo el misterio de la formación de esa nube. Dice en la página 469 del libro de *“Los Sellos:”* “*¿Y notaron que dije que uno de esos Angeles era muy raro? Me pareció muy distinto a los demás. Estaban en una constelación con tres a cada lado y uno arriba; y el que estaba a mi lado, contando desde la izquierda hacia la derecha, ese sería el séptimo ángel. El era más brillante y significaba más para mí que los demás. Les dije que tenía el pecho así robusto y estaba volando hacia el oriente. Les dije también que: ‘Me levantó, me alzó.’ ¿Se acuerdan?* *Ahora, ¡aquí está! Era el que tenía el Séptimo Sello* (el Angel que tenía el Séptimo Sello. Los otros ángeles son los siete ángeles mensajeros de las siete edades)*.”* Ahora, el Rvdo. William Branham habla de siete ángeles, porque él no se está contando. Es como si yo les digo a ustedes: “Cuenten las personas que hay aquí.” Usted cuenta y puede darle un número sin usted incluirse, pero si le digo: “incluyéndose usted,” entonces es la cantidad que usted dijo, más uno, que es usted. Y aquí son siete ángeles, más el Rvdo. William Branham, y por lo tanto son ocho ángeles: los siete ángeles mensajeros de las siete edades de la Iglesia gentil, más un Angel que era diferente a los demás. En la página 484 del libro de *“Los Sellos”* dice: “*Los ángeles me elevaron de donde estaba adentro de esa pirámide formada por ellos mismos. Los misterios de Dios eran solamente conocidos por ellos, y ellos fueron los mensajeros que vinieron para interpretar esa pirámide, el Mensaje del secreto de estos Siete Sellos que están dentro de la pirámide. Este ángel estaba a mi izquierda, El era el último, o séptimo ángel, contando de izquierda a derecha, porque El estaba a mi izquierda, viéndolo yo, así de frente hacia el occidente, y él viniendo hacia el oriente.”* O sea, que el Rvdo. William Branham estaba de espalda al Este, mirando hacia el Oeste; y el Angel estaba en el Oeste mirando hacia el Este, y venía volando del Oeste hacia el Este; porque así es el Mensaje de Su Venida: de Oeste a Este, así como el Mensaje de Su Primera Venida fue de Este a Oeste. Fue en el Este Su Primera Venida, en el Medio Oriente, la tierra de Israel. Y él ha venido desde la tierra de Israel, manifestándose desde allá, hasta el Oeste, en Su Obra de Creación de Su Iglesia; y ahora el Mensaje de Su Segunda Venida es de Oeste a Este; y ya mismo lo vamos a entender mejor. Sigue diciendo: “*Estaba a la izquierda y él sería el Mensaje del último ángel, uno muy extraordinario. Recuerden cómo dije que tenía su cabeza alzada y sus alas tan poderosas y agudas: y cómo dije que voló directamente a mí. Ahora, eso es este Séptimo Sello. Es una cosa muy extraordinaria y todavía no sabemos lo que es, porque no ha sido permitida su apertura* (en el tiempo del Rvdo. William Branham no había sido permitida su apertura)*.”* Y ahora vean que el misterio del Séptimo Sello es el misterio de este Angel, porque es el Angel que tiene y viene con el Séptimo Sello. Y ahora, veamos la promesa: En la página 131 del libro de *“Los Sellos,”* dice: “*Y ahora Jesús: Su Nombre sobre la tierra fue Jesús el Redentor, porque fue el Redentor cuando estuvo sobre la Tierra; pero cuando conquistó el infierno y la muerte; los venció y ascendió, entonces recibió un nuevo Nombre. Por esa razón es que gritan y hacen tanto ruido y no reciben nada. Será revelado en los Truenos.* *Fíjense en el misterio. El viene cabalgando. Tiene que haber algo para cambiar esta iglesia. Uds. saben eso. ¡Tiene que venir algo! Ahora noten: Nadie entendía ese nombre, sino El mismo.* ‘*Y estaba vestido de una ropa tenía en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS.* (Está citando Apocalipsis 19, verso 11 al 21) *Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio.* *Y de su boca sale una espada aguda, para herir con ella las gentes; y él los regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso.* *Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.’ (Apocalipsis 19:13-16)* *Allí viene el Mesías, allí es donde está.”* O sea, que Su Venida es Apocalipsis, capítulo 19, verso 11 en adelante. Esa es la Venida del Angel que era diferente a los demás. Y ahora veamos en la página 277, donde nos habla de ese Jinete, y dice: “*Pedimos que el Espíritu Santo venga ahora mismo, el Jinete del verdadero Caballo Blanco* (¿quién es? El Espíritu Santo, el Angel del Pacto, Jesucristo, nuestro Salvador)*, mientras Su Espíritu, el Espíritu de Cristo, entre en confrontación con el anticristo, y El llame los Suyos.”* **¿Y ahora cómo vendrá el Espíritu Santo, el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, en el Día Postrero?** Veamos en la página 256 lo que nos dice. “*Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la Tierra, El vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emanuel —la Palabra de Dios encarnada en un hombre.—”* Eso es lo que él precursó, eso es lo que él enseñó que es la Venida del Angel fuerte que desciende del Cielo, del Angel del Pacto, del Angel que era diferente a los demás. Es la Venida del Angel del Pacto, del Angel de Jehová, y El es el Verbo. El Verbo viene en Apocalipsis 19. ¿Y cómo viene? Dice aquí: Viene el Verbo, la Palabra, encarnada en un hombre. Y ahora veamos en la página 146 del libro de *“Los Sellos”* también, porque para el Día Postrero en la Tierra estará el Angel del Pacto, Cristo, el Espíritu Santo, en hombre, manifestado en carne humana; pero por otro lado estará el diablo en otro hombre, el anticristo, en el hombre de pecado, estará el diablo manifestado. Ahora miren cómo dice: “*Y al mismo tiempo que el diablo cae del Cielo y se encarna en un hombre, el Espíritu Santo sube y viene encarnado en un hombre.”* O sea, que habrá dos manifestaciones: la del bien y la del mal. Cristo con Su Iglesia, y el diablo en el hombre de pecado, en el anticristo, manifestado. O sea, que habrá en la Tierra - estará como en los tiempos pasados: Estuvo Abel y estuvo Caín, estuvo Jesús y estuvo Judas Iscariote; y en el Día Postrero estará Cristo manifestado en un hombre, y por otro lado estará en otro hombre el diablo manifestado en carne humana, en el hombre de pecado, en el anticristo, estará el diablo manifestado, y será la bestia. Ahora, podemos ver estos misterios. Todavía hay más que podríamos pasar toda la noche aquí, pero yo creo que con lo que ustedes han escuchado, yo creo que entienden lo que está prometido para el Día Postrero con relación a Elías en su quinta manifestación: será el Espíritu Santo en un hombre operando el Ministerio de Elías por quinta ocasión. Y el Ministerio de Moisés no es otra cosa, sino el Espíritu Santo, el mismo que estuvo en Moisés, el Angel del Pacto, manifestado en un hombre del Día Postrero operando el Ministerio de Moisés por segunda vez. Y el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, viniendo, es el Espíritu Santo viniendo en el Día Postrero, en un hombre del Día Postrero, y manifestándose por medio de ese hombre. Eso será el Verbo, la Palabra, encarnada en un hombre. Y no hay otro hombre profetizado en la Escritura para ser enviado a Su Iglesia por Jesucristo que Su Angel Mensajero, porque ese es el Profeta último, el Profeta de la última dispensación, de la Dispensación del Reino; ese es el Profeta que viene con el Mensaje del Evangelio del Reino para la Dispensación del Reino, a través del cual Jesucristo en Espíritu Santo hace el entrelace de la Dispensación del Reino con la Dispensación de la Gracia. Pero ese Angel no es el Señor Jesucristo; él solamente es un miembro del Cuerpo Místico de Cristo, redimido por la Sangre de Jesucristo, por eso no acepta la adoración de Juan el apóstol en Apocalipsis 19 y en Apocalipsis capítulo 22, y de ninguna persona, a él le basta ser el instrumento de Cristo, el mayor honor que puede tener un ser humano. Ahora, podemos ver el misterio de Moisés, el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, Jesucristo, manifestado en un hombre del tiempo final operando el Ministerio de Moisés; y podemos ver el Ministerio de Elías, o sea, la venida de Elías por quinta ocasión: es un hombre ungido con ese espíritu ministerial, un hombre en el cual estará Jesucristo en Espíritu Santo manifestado, operando el Ministerio de Elías por quinta ocasión; y podemos ver lo que será la Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19: será la Venida del Espíritu Santo manifestado en un hombre en el Día Postrero. Y solamente habrá uno en el cual esas promesas podrán ser cumplidas: y es el Angel del Señor Jesucristo, donde el Espíritu Santo viene manifestado en carne humana en el Día Postrero; ese es el Angel de Apocalipsis, capítulo 7, que viene con el Sello del Dios vivo; y el Sello del Dios vivo es el Espíritu Santo. Ahora, vean, ahí aparece un sólo ángel para llamar, juntar y sellar 144 mil hebreos. ¿Por qué? Porque en él estará el Ministerio de Elías por quinta ocasión y el Ministerio de Moisés por segunda ocasión y el Ministerio de Jesús por segunda ocasión. Pero ni será Elías ni será Moisés ni será Jesús; él será el Angel Mensajero de Jesucristo para la Dispensación del Reino con el Mensaje del Evangelio del Reino, a través del cual Cristo en Espíritu Santo se manifestará en este tiempo final; y así tendremos al Angel que era diferente a los demás, manifestado en carne humana en Su Angel Mensajero en este tiempo final. Y cuando hayamos escuchado la Voz de Cristo a través de Su Angel: esa Gran Voz de Trompeta dándonos a conocer todas estas cosas, y los muertos en Cristo resuciten y se complete el número de los escogidos de Dios y seamos transformados, luego veremos a Jesucristo en Su cuerpo teofánico y cuerpo glorificado, porque nosotros también tendremos el cuerpo glorificado, el cuerpo nuevo, y también el cuerpo teofánico que hemos recibido cuando creímos en Cristo y recibimos Su Espíritu Santo. Ahora hemos visto lo que es la Trompeta final: es la Voz de Cristo, del Angel del Pacto, el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 viniendo manifestado a través de Su Angel Mensajero en este tiempo final; y hemos visto que Su Angel Mensajero es un Profeta, el cual es enviado a Su Iglesia en este tiempo final. Y ahora veamos lo que nos dice aquí en la página 130 del libro de Citas, verso 1164, dice: *“Recuerden que los que están vivos y queden no impedirán a los que están durmiendo, porque la Trompeta de Dios, esa última Trompeta (la sexta acaba de tocar), y esa última Trompeta como el último Sello, será la Venida del Señor; tocará, y los muertos en Cristo se levantarán primero.”* Y ahora, veamos también en la página 128, verso 1143, lo que dice el Rvdo. William Branham. Dice: *“Debajo de la Séptima Trompeta es para Israel lo mismo que el Séptimo Sello fue para la Iglesia...”* Lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia, o sea, la Venida de Cristo, es para Israel la Séptima Trompeta. La Venida de Cristo para Israel bajo la Séptima Trompeta es la Venida de Cristo para la Iglesia bajo el Séptimo Sello. También dice en la página 129: *“Ahora, tan pronto como esta Iglesia, el misterio del Séptimo Sello es conocido* (o sea, cuando le es dado a conocer a la Iglesia el misterio del Séptimo Sello)*, y los judíos son llamados por el misterio de la Séptima Trompeta, que son dos profetas Elías y Moisés...”* Ahora, cuando eso sucede, ¿qué es lo que sucede? El Programa de Dios para el Día Postrero se realiza y son así llamados y juntados los escogidos de entre los gentiles y se completa el número de la Iglesia de Jesucristo, y luego son llamados los escogidos del pueblo hebreo, que son 144 mil hebreos. Ahora, lo que es el Séptimo Sello para la Iglesia gentil, es la Séptima Trompeta para el pueblo hebreo: la Venida del Señor, la Venida del Angel fuerte, la Venida del Angel del Pacto. Y eso es la Venida de José, de nuestro José. José allá, el hijo de Jacob, tipo y figura de la Primera y Segunda Venida de Cristo. Y José, el hijo del Rvdo. William Branham, tipo y figura de la Segunda Venida de Cristo. Y ahora, la Gran Voz de Trompeta, así como cuando José se levantaba del trono y salía, sonaba la trompeta y anunciaba que José venía, la venida de José; y toda persona tenía que doblar su rodilla, dejar de hacer lo que estaba haciendo y doblar rodilla delante de José. Y esa es la Gran Voz de Trompeta, la Trompeta final, anunciando la Venida de nuestro José, la Segunda Venida de Cristo, la Venida del Angel fuerte, la Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19. **Y ahora, ¿de qué parte del planeta Tierra tiene que venir nuestro José?** ¿De qué parte del planeta Tierra tiene que venir el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19? Para los hermanos de José que estaban viviendo, y Jacob, viviendo en Israel, encontramos que Israel estaba acá al Este, y Egipto estaba al Oeste; en el Oeste encontraron a su hermano. Y ahora, el Angel que vuela y es diferente a los demás y tiene el Séptimo Sello, vuela del Oeste hacia el Este. Y ahora, el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, ¿de dónde surge? En la página 166 del libro de Citas, verso 1485, veamos lo que dice el Rvdo. William Branham: “*Ahora, yo estaba poniéndome bastante viejo y pensé: ¿Habrá otro avivamiento...?”* O sea, otro avivamiento como en cada edad que Dios ha enviado un Mensajero, le ha dado el Mensaje para ese tiempo, lo ha ungido con Su Espíritu, ha predicado ese Mensaje y ha surgido el avivamiento de cada edad con la manifestación del Espíritu de Cristo en cada Mensajero. Y ahora, después de las siete edades de la Iglesia gentil, ¿habrá otro avivamiento, otro despertamiento? En el libro de *“Los Sellos”* había dicho que los Truenos despertarán a la Novia, le darán ese despertamiento, y le darán la fe para el rapto. Y ahora, vamos a ver, se pregunta: “*¿Habrá otro avivamiento, veré otro tiempo?* (Y ahora la contestación es, él mismo la da, dice:) *Y sólo recuerden, del Oeste vendrá un Jinete en un Caballo Blanco. Cabalgaremos esta senda otra vez. Eso es correcto. Tan pronto como estemos listos. ¿Ven ustedes? Es una promesa.”* Si es una promesa, tiene que estar en la Biblia. Y está en Apocalipsis, capítulo 19, verso 11 al 21. Es la Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, que es la Venida del Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado en carne humana, en un hombre de este tiempo final. Eso es la Venida de ese Jinete. Y dice Elías: “Recorreremos esta senda una vez más, otra vez.” Estaba en su cuarta manifestación el Ministerio de Elías, y si la recorre una vez más, la está recorriendo por quinta ocasión; y la recorre con el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, la recorre con el Verbo, la Palabra, hecha carne en un hombre. Donde esté la Palabra hecha carne en un hombre en este tiempo final, ahí estará el Ministerio de Elías por quinta vez, de Moisés por segunda vez y de Jesús por segunda vez. Y ese hombre será el hombre que viene con el Sello del Dios vivo, con el Espíritu Santo, con el Angel del Pacto, el Angel que era diferente a los demás, manifestado a través de él, dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto. Y ahora, ¿dice que será de dónde? Del Oeste. Del Oeste, que es el continente americano. Y ya en el Oeste, en la parte Norte, estuvo por cuarta ocasión el Ministerio de Elías, el Espíritu Santo manifestando el Ministerio de Elías; y solamente del Oeste queda Centroamérica, Suramérica y el Caribe para la manifestación del Espíritu de Dios, de Jesucristo en Espíritu Santo, viniendo en el Caballo Blanco de Apocalipsis 19, viniendo el Espíritu Santo, el Angel del Pacto, manifestado en carne humana en el Día Postrero. Del Oeste, del continente americano, es que surge el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, que es la Venida de la Palabra, el Verbo, el Espíritu Santo, en un hombre de este tiempo final, que será el Angel del Señor Jesucristo. Ahora, hemos visto lo sencillo que es todo lo que ha sido prometido para ser cumplido en este tiempo final. Si encontramos ese hombre, hemos encontrado el velo de carne donde estará Jesucristo, el Angel que era diferente a los demás, manifestado en carne humana operando los Ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús en este tiempo final; y habremos encontrado a Jesucristo, el Angel del Pacto, el Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19, y estará dándonos a conocer todas estas cosas que deben suceder pronto en este tiempo final; las estará dando a conocer por medio de Su Angel Mensajero. Hemos visto este misterio correspondiente a este tiempo final, y hemos visto que para este tiempo final tendremos la Venida del Angel del Pacto, del Angel que era diferente a los demás, tendremos la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles. Donde esté el Hijo del Hombre, ahí estarán los Angeles del Hijo del Hombre, donde esté el Espíritu Santo manifestado en el Día Postrero, ahí estarán los Ministerios de Moisés, de Elías y de Jesús. Y estar en pie delante del Hijo del Hombre, de Jesucristo manifestado en el Día Postrero, dándonos a conocer todas estas cosas por medio de Su Angel Mensajero, es estar en pie delante del Hijo del Hombre para evitar todas estas cosas que vendrán, estos juicios divinos que han de caer sobre la Tierra, y ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, es estar escuchando la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, y estar obteniendo el conocimiento de todas estas cosas que deben suceder pronto, y estar obteniendo así la revelación del Séptimo Sello, que gira alrededor de la Segunda Venida de Cristo como el León de la tribu de Judá, como Rey de reyes y Señor de señores en Su Obra de Reclamo. Y así cada persona que estará en pie delante del Hijo del Hombre, delante de Jesucristo manifestado en el Día Postrero en carne humana por medio de Su Angel Mensajero, estará escuchando esa Gran Voz de Trompeta y estará recibiendo así la revelación, la fe, para ser transformado y raptado en este tiempo final. Sin la Voz de Cristo clamando como cuando un león ruge y los Siete Truenos emitiendo Sus voces y revelándonos el misterio del Séptimo Sello, ninguna persona podrá ser transformada y llevada a la Cena de las Bodas del Cordero; ninguna persona podrá escapar de estos juicios divinos que han de venir sobre la Tierra sin estar escuchando la Voz de Cristo, esa Gran Voz de Trompeta, y estar en pie delante de Jesucristo, el Hijo del Hombre, manifestado en el Día Postrero por medio de Su Angel Mensajero. Y la Voz de Cristo es: **“ESCAPA POR TU VIDA.”** Y ya hemos visto la forma de escapar en este tiempo final: “Orad que seáis tenidos por dignos de escapar, evitar, todas estas cosas que han de venir, y estar en pie delante del Hijo del Hombre.” Y así, en pie delante del Hijo del Hombre, somos preparados para ser transformados y llevados con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. **Recuerden:** el Angel no es el Señor Jesucristo, él solamente es el instrumento de Cristo para esa manifestación de Cristo en este tiempo final, pero él no es el Señor Jesucristo; él es un redimido con la Sangre de Cristo. Por lo tanto, busquen entre todos los discípulos del precursor, como había que buscar entre todos los discípulos del precursor Juan el Bautista, porque entre ellos estaba uno el cual no conocían y el cual era el que vendría después de Juan el Bautista. Y si uno de los discípulos de Juan era el precursado, uno de los discípulos del precursor era el precursado, pues busquen entre los discípulos del precursor de la Segunda Venida de Cristo, porque en alguno de ellos estará el Espíritu Santo, Jesucristo en Espíritu Santo manifestado, cumpliendo lo que El ha prometido para este tiempo final. Pero recuerden que él no será el Señor Jesucristo; él solamente será un redimido por la Sangre de Jesucristo. Y tiene que haber sido un discípulo del precursor, uno que haya creído el Mensaje del precursor. Y el Mensaje del precursor es el fundamento para Su Venida y Ministerio que tendrá el Espíritu Santo en Su Angel Mensajero en el Día Postrero. Ahora, ¿vieron lo sencillo que es todo? La Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 es la Venida de Cristo en Espíritu Santo, en carne humana, en un hombre de este tiempo final. La venida de Elías por quinta vez es la Venida del Espíritu Santo manifestado en un hombre de este tiempo operando el Ministerio de Elías. La venida de Moisés es la Venida del Espíritu Santo en un hombre de este tiempo operando el Ministerio de Moisés. Y así es también la Venida del Espíritu Santo operando el Ministerio de Jesús en este tiempo final, prometido para estar manifestado en el Día Postrero, en medio de Su Iglesia. Y en el hombre que esté esa manifestación, ese es el Angel del Señor Jesucristo, el instrumento de Jesucristo para el Día Postrero. Y tiene que ser un creyente del precursor también, como lo era Jesús: un discípulo del precursor; y después siguió hacia adelante Su Ministerio. Bueno, todo es tan sencillo que hasta los niños lo pueden ver; pero hay que verlo de acuerdo a como lo dijo el precursor. Si las personas quieren ver las cosas de acuerdo a su propia forma de interpretar las cosas, nunca lo verán. El precursor dijo que todo será tan sencillo que si no vigilamos nos pasará por encima, página 17 y página 472 del libro de *“Los Sellos”*; y hay más páginas también donde nos habla de estas cosas. Pero en la página 472 nos dijo que cuando comience el Séptimo Sello será un misterio por completo, como fue un misterio la Primera Venida de Cristo, desde que nació hasta que comenzó Su Ministerio, y después comenzó El a dar a conocer lo que se estaba cumpliendo en El; o sea, que desde el nacimiento de Jesús, todo eso fue un misterio hasta que comenzó Su Ministerio. Y así también será con el Misterio del Séptimo Sello y del instrumento a través del cual Cristo estará manifestado en el Día Postrero, en el cumplimiento del Séptimo Sello. Todo será sencillo. Y cuando El lo dé a conocer también lo dará a conocer en forma sencilla. Y algunos podrán decir como decían cuando Jesús: “Pero ¿no lo conocemos a él? ¿no es hijo de María y José? Y sus hermanos también los conocemos y están con nosotros. ¿Cómo dice éste que ha descendido del Cielo?” Pero no sabían que el que había descendido del Cielo era el que estaba dentro de aquel velo de carne; pero el velo de carne tiene que nacer en la Tierra; porque la promesa es: “profeta de entre vuestros hermanos”; y para ser “de entre vuestros hermanos,” pues tiene que nacer en la Tierra. Ahora, podemos ver el misterio del Séptimo Sello, podemos ver el misterio de Moisés, podemos ver el misterio de Elías, podemos ver el misterio de Jesús, podemos ver el misterio de la Venida del Hijo del Hombre con Sus Angeles, podemos ver el misterio que los Truenos nos dan a conocer: la Voz de Cristo revelándonos el misterio más grande de todos los misterios, el misterio por cuya razón hubo silencio en el Cielo por casi media hora; y es el misterio que nos da la fe para ser transfomados y raptados en este tiempo final. Sin conocer ese misterio la persona no puede ser transformada y raptada, así como sin conocer el misterio de la Primera Venida de Cristo la persona no puede lavar sus pecados, no puede limpiar sus pecados; porque lo único que limpia sus pecados es la Sangre de Jesucristo derramada en la Cruz del Calvario; y si no conoce el misterio de Su Venida y Su muerte en la Cruz del Calvario, pues no puede recibirlo como Salvador y no puede ser limpio de sus pecados, y tampoco puede recibir el Espíritu de Cristo, y por consiguiente no puede nacer de nuevo. Y ahora, para ser transformados, en adición la Iglesia conocerá el misterio de Su Venida para el Día Postrero, la Venida del Angel fuerte que desciende del Cielo, para escapar de las cosas que han de venir sobre esta Tierra durante la gran tribulación. “**ESCAPA POR TU VIDA.”** Así le dijeron los ángeles a Lot y así nos dice Jesús también. Nos enseña que para escapar de las cosas que han de venir sobre la Tierra hay que estar en pie delante del Hijo del Hombre. Que las bendiciones de Jesucristo, el Angel del Pacto, nuestro Salvador, sean sobre todos ustedes y sobre mí también, y pronto se complete el número de los escogidos de Dios, y pronto los muertos en Cristo resuciten, y nosotros los que vivimos seamos transformados, y nos vayamos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero, a la Casa de nuestro Padre celestial. En el Nombre Eterno del Señor Jesucristo. Amén y amén. Muchas gracias por vuestra amable atención, amados amigos y hermanos presentes. Y oren a Dios; y lo que no pudieron comprender de momento, oren a Dios y vuelvan y escuchen lo que ha sido hablado; y también cuando salga impreso lo leen, oran y leen, y le piden a Dios que lo que no pudieron comprender, El se los deje entender, les abra el entendimiento para entender; porque todos queremos ser transformados e irnos con Cristo a la Cena de las Bodas del Cordero. No queremos estar luchando ni decir: “No, eso yo no lo entiendo, por lo tanto no lo voy a creer.” No, lo que no entiendes ahora lo entenderás después. Así que tomamos todo lo que Dios nos ha dado, y lo que no hemos entendido le decimos a Cristo: “Señor, ábreme el entendimiento para comprender estas cosas, para pronto ser transformado e ir contigo a la Cena de las Bodas del Cordero. Y gracias por lo que entendí.” ¿Cuántos entendieron que la venida del quinto Elías es el Espíritu Santo operando el Ministerio de Elías por quinta vez en un hombre de este tiempo? (Los presentes contestan: ¡Amén! - Editor) ¿Cuantos entendieron que la venida de Moisés por segunda vez es el Espíritu Santo operando el Ministerio de Moisés por segunda vez? (Los presentes contestan: ¡Amén! - Editor) ¿Y cuántos entendieron que la Venida del Jinete del Caballo Blanco de Apocalipsis 19 es la Venida del Espíritu Santo operando el Ministerio de Jesús por segunda vez en un hombre de este tiempo final, en el Angel de Jesús? (Los presentes contestan: ¡Amén! - Editor) ¡Pues ustedes lo entendieron todo! Es que todo es tan sencillo que hasta los niños lo pueden entender. Y algunas veces mi hija América, de noche, cuando yo estoy estudiando en la oficina, ella si no tiene sueño se levanta de la cama y va donde yo estoy, y comienza a hablarme y comienza a decirme: “Mira, papi, tú vas a ser transformado y vas a tener un cuerpo jovencito, jovencito; y yo también voy a ser transformada y voy a tener un cuerpo jovencito, y ya no voy a ser una nena, voy a ser una jovencita ya, como de 18 a 21 años de edad.” Y es una niña de 5 años de edad; porque el Mensaje del Día Postrero es tan sencillo que hasta los niños lo pueden entender. Decía Miguel en una ocasión que hubo una persona que decía: “No, esto es tan sencillo que no puede ser. Esto lo entienden hasta los niños. ¡No puede ser! No puede ser lo grande que Dios prometió ser una cosa tan sencilla; porque esto hasta un niño lo entiende.” Pero es lo que El prometió. Ahora, si nos ponemos a hablar en términos celestiales y hablar profundizando, hay cosas que de momento uno no puede entender, porque son cosas que oído no oyó ni subió al corazón de hombre alguno, sino que estaba en la Mente de Dios; pero son reveladas a nosotros en este tiempo final, como también fueron reveladas muchas cosas por medio de Jesús y por medio de los apóstoles. Bueno, vamos a pedirle a Miguel pase por aquí para continuar. Muchas gracias por vuestra amable atención y que Dios les continúe bendiciendo a todos, y pronto todos seamos transformados. Ese es el propósito: el que seamos todos transformados. Por eso no nos peleamos los unos con los otros; lo que no entendemos de momento, oramos a Dios, y Dios nos permite entenderlo más adelante, en otro Mensaje o en el mismo Mensaje si lo leemos de nuevo. Bueno, por aquí vamos a tener a Miguel. Yo creo que ¿ya nos pasamos de media hora, Miguel? Bueno, para mí ha sido un privilegio grande estar con ustedes. El tiempo se nos fue volando. Pero así es. Cuando uno comienza a hablar de las bendiciones que Dios tiene y está dándonos en este tiempo final para cada uno de ustedes y para mí, no hay dónde detenerse. Así que solamente vamos a hacer una pausa y continuamos mañana en Dallas, y continuaremos dando todo lo que Dios tiene para todos nosotros en este tiempo final. Bueno, con nosotros el Rvdo. Miguel Bermúdez Marín para continuar. Que Dios les bendiga y pasen todos muy buenas noches. “**ESCAPA POR TU VIDA.”**