--- title: 'La Ley de la Luz' date: 1978-07-02 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- EB - Lunes, 22 de abril 2024 OK Conviene que alguien revise completo Contiene extractos incluidos en el EB LUNES 2024/04/22 LA LEY DE LA LUZ Dr. William Soto Santiago Domingo, 2 de julio de 1978 Cayey, Puerto Rico Muy buenos días, amados hermanos, Dios nos continúe bendiciendo en esta hermosa mañana en que podemos reunirnos para adorar a nuestro Dios y oír Su gloriosa Palabra. Vamos a buscar en nuestras Biblias en el Capítulo 1 del Evangelio según San Juan, o más bien de Primera de Juan… más bien la Primera Epístola de San Juan, Capítulo 1; vamos a leer en el Verso 5, donde Dios nos dice en Su Palabra: “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él”. “Dios es Luz y no hay ningunas tinieblas en Él”. En esta mañana vamos a hablar sobre el tema: “LA LEY DE LA LUZ”. Es un tema muy sencillo, pero que esperamos que Dios nos ayude en esta mañana, para así poder ver lo más que Dios nos permita ver sobre este tema; ya que es un tema en el cual deseamos que Dios nos hable y nos permita saber algunas cosas que debemos nosotros saber en este tiempo. Encontramos que el hermano Branham habló acerca de Einstein, y él estuvo diciendo, con relación a Einstein, que este científico, un científico judío, él estudió la Ley de la Luz y él le dio una aplicación acá en lo natural, en lo físico, y él logró pues, ciertas cosas muy importantes. Y el cuarto Elías, el hermano Branham nos dice, que si él le hubiera dado una aplicación espiritual, nos hubiera podido enseñar muchas cosas. Así es que yo quiero leerle esto que dice el hermano Branham, para así poder ver sobre este tema: “LA LEY DE LA LUZ”. Nos dice en la página 19 del mensaje titulado: Cristo revelado en Su propia Palabra, dice: “Si Einstein solo hubiera tenido la aplicación espiritual así como él tenía la aplicación física, así como él estudió la ley de luz, y así sucesivamente, él nos hubiera dicho algo. Cuando yo oí su mensaje, en aquel gran centro en algún lugar dentro del cielo, o en aquel gran centro en algún lugar dentro del cielo, que hizo contacto con el centro, usted podría crear tierras, hacer cualquier cosa. El poder sería sin límites. ¿Ve? Él había visto eso. Usted ve a estos pequeños bolsillos viajando a través del aire que le llaman platillos voladores, platillos, así sucesivamente. Bueno es mejor que dejemos eso quieto. ¿Oyen como esas personas llegan y se pierden? Usted dice: ‘No oigo de ellas’. Ellos están parados ahí y ellos no están ahí. Esa es la manera como el Rapto va a ser. Uno de ellos caerá directamente abajo y este cuerpo terrenal tomaría un cuerpo celestial, y ellos serán escondidos: cabello, huesos… y huesos puestos a un lado. Será transformado en un momento de tiempo, cayendo directamente al espacio y llevado a su hogar. Nosotros vemos todo esto que está sucediendo. Y el Pentágono preguntándose sobre estas luces y luces místicas y todo lo que ellos están viendo en el cielo. Ustedes vieron que ellos tenían una aquí en el periódico en Jeffersonville esta semana, y así sucesivamente. ‘Una luz mística’ Pensé: Ellos no saben lo que es eso. Pero oigan pequeños niños: le va a levantar a usted uno de estos días ¿Ve? ¿Ve? ¡No se apure! Usted se acuerda, Jesús dijo: ‘Así como fue en los días de Sodoma’. ¿Qué sucedió antes de Sodoma? Dios bajó con algunos Ángeles y ellos tenían una investigación de juicio”. Bueno, vamos a seguir aquí: “Yo he oído el clamor que es tan pecaminoso así que he viajado a ver si es enteramente la verdad o no”. Eso fue lo que Dios dijo allá. “¿Es eso correcto? Vigile. Aquel de mayor importancia que se quedó con Abraham, podía discernir los pensamientos del corazón de Sara que estaba detrás de Él. Ahora, usted mira alrededor solo un poquito y note ¿Ve? Vigile lo que está haciendo, la misma cosa hoy. Es una investigación de juicio. Cuando después de un tiempo la iglesia, cuando se pueda parar en su lugar, cuando cada simiente haya sido traída a su lugar, ellos se habrán ido. Ellos no sabrán qué les habrá sucedido a ellos, uno irá en marcha por un camino ¿Ve? Uno irá en marcha hacia el hogar de su pastor y uno irá en marcha para aquí o para allá abajo y la primera cosa que usted va a notar: ellos no van a estar allí. Porque Enoc, el cual era el tipo, Dios lo tomó y no fue hallado. Bajó para investigar”. Bueno, ya usted puede ver estas cositas que van a suceder y que todas estas cositas que van a suceder, será para aquellos escogidos que estén en su lugar, que estén preparados para ese Gran Evento que va a suceder y va a transformar nuestros cuerpos. En otro lugar el cuarto Elías nos dice que estos cuerpos van a ser transformados de una manera muy simple, muy sencilla. Que la Palabra que estará en nosotros, alrededor de esa Palabra, vendrá una Transformación, una materialización y nos transformará a seres jóvenes todos, personas en un cuerpo glorificado; y todo esto es lo que ha sido prometido para las personas que estén en su lugar, en el lugar que corresponde estar en este tiempo. No para los que estén en la Edad de Lutero o en la Edad Wesleyana, sino, para los que estén en su lugar, en lugar que corresponde para este tiempo, porque este es el tiempo del Rapto. Y los que estén en la Edad y dispensación que va a ser raptada, esos son los que van a ser raptados. Ahora, estudiando la Ley de la Luz, usted tiene que ver lo que es la Ley de la Luz, usted tiene que ver lo misterioso que es la Luz, pero que no importa lo misterioso que sea, siempre que haya la forma para saberse, para conocerse, entonces no hay ningún problema, porque entonces los entendidos, entenderán. Y entonces los entendidos estarán preparados para Dios hacer con ellos y a través de ellos, todo lo que Dios tenga que hacer. Einstein estudió la Ley de la Luz y descubrió un sinnúmero de cosas a través de las cuales los científicos de hoy están trabajando y le han sacado muchísimo provecho. Bueno, encontramos que todo lo que han descubierto y todo lo que Einstein descubrió, no ha sido para bendición sino para juicio, para maldición de la humanidad, porque él le dio una aplicación física o natural, en vez de haberle dado una aplicación espiritual. Si le hubiera dado una aplicación espiritual, entonces, en vez de los científicos estar haciendo las cosas que están haciendo ya hubieran llegado a algo, ya hubieran llegado… ¡Llegar a la luna, eso es una tontería! Pero hubieran llegado a otra dimensión. Bueno, tuvieran buena relación con esas luces misteriosas que están apareciendo, y que han estado apareciendo por siglos y siglos. Así es que lo nuevo aquí sobre la Tierra es el ser humano, el hombre en un cuerpo de carne y hueso, eso es lo nuevo aquí en la Tierra. Estas luces misteriosas, estas no son nuevas aquí en la Tierra, porque ellas han estado viajando y han existido. Así es que lo que no estaba aquí en la Tierra era estos cuerpos mortales, no habían sido hechos de la manera que están hechos, estaban solamente hechos en tierra; más bien estaban en este planeta Tierra, pero no tenían forma todavía, hasta que Dios tomó el primer hombre y le dio un cuerpo con esta forma que ustedes actualmente tienen, que nosotros tenemos en estos tiempos en que nosotros vivimos. Pero antes, nuestros cuerpos estaban aquí en la Tierra pero en forma de tierra, sin forma. Pero Dios le dio forma y la forma que Dios le dio, fue la forma que ustedes pueden ver en este tiempo. Ahora ustedes tienen que entender que si la Ley de la Luz fue descubierta por Einstein y él llego a un grado muy alto, y dicen que solamente a lo que llegó qué: no usó ni el… el diez por ciento de su cerebro, fue lo más que usó. Así es que… ¡Si hubiera usado la mitad! Bueno, él era un judío, ustedes saben eso. Así es que, encontramos que él llegó a descubrir muchas cosas, que si fueran usadas bien usadas, serían de ayuda y de beneficio para la humanidad. Pero imagínese, con las cosas que él descubrió, mire, han hecho la bomba atómica, la bomba de hidrógeno y todas esas cosas ¿para qué? para la propia destrucción de la humanidad. Esa es la forma que los científicos de este mundo trabajan, que todo lo que descubren, detrás de ellos, viene una estela ¿de qué? de muerte y de destrucción. Ahora, nosotros no hace mucho tiempo, estábamos viendo en el mensaje titulado: La hora cero estábamos viendo los científicos del mundo y también estábamos viendo los científicos de Dios. Y estábamos estudiando con detenimiento sobre ese tema: La hora cero y encontramos que a Einstein le llaman: “El octavo hacedor del mundo” Pero podríamos decir: “El octavo destructor” Porque con las cosas que descubrió, con esas cosas es que la humanidad está siendo destruida y ha de ser destruida. Porque las cosas que él descubrió han sido usadas para la destrucción de la humanidad. Y así ha sido con los demás científicos, que de las cosas que ellos descubrieron, ni la mitad se usa para bien. Por tal motivo entonces, tenemos que ver que la ciencia de los hombres, la ciencia humana, esa viene del árbol de ciencia del bien y del mal; y el producto del árbol de ciencia del bien y del mal, usted puede ver que no ha sido de nada bueno para el ser humano. Así es que usted puede notar entonces, que necesitamos entonces, acogernos y aprender otra ciencia que no sea la ciencia de este mundo; porque la ciencia de este mundo y a los científicos de este mundo, a los sabios de este mundo, Dios los ha enloquecido, y han estado actuando como locos y sacando a la luz y descubriendo cosas que son para su propia destrucción. Pero deseamos mejor entonces la Ciencia de Dios, que aunque la humanidad le llame que esa Ciencia es locura y que los que creen en la Ciencia de Dios les llaman locos, les llaman fanáticos, y a todo científico de Dios, de Dios, y ya ustedes saben que los científicos de Dios son los mensajeros de Dios, con la Ciencia de Dios, y dice el apóstol Pablo que lo tonto de Dios, lo necio de Dios es más sabio que lo sabio de este mundo. Así es que lo que la gente le llama tontería, bobería, ignorancia, es la sabiduría de Dios, la Ciencia de Dios y con esa Ciencia de Dios, llegaremos hasta donde Dios desea que nosotros lleguemos. Por lo tanto, encontramos que a medida que la ciencia humana se va moviendo, también la Ciencia de Dios se va moviendo. Encontramos que las dos se van moviendo en forma paralela. Por un lado va una, pero también, al compás de esa, va la otra. Usted encuentra allá el tiempo de la carreta y del caballo y ahí también encuentra ¿qué? por el otro lado, el tiempo de la Edad Luterana. Luego encuentra el tiempo del automóvil y por el otro lado encuentra el tiempo Wesleyano, que está representado por el tiempo del automóvil. Y luego encuentra el tiempo o la edad del avión, el tiempo o edad de volar y por otro lado, usted encuentra la Edad Pentecostal. Pero después de eso viene ¿qué? después de eso viene la edad de la conquista del espacio, la edad de salir fuera de esta Tierra y llega la edad entonces del astronauta, que tiene que salir fuera de esta Tierra. Entonces tiene que salir fuera de ¿qué? fuera del lugar al cual él pertenece porque él es tierra. Y tiene que salir fuera de esta Tierra, y según los científicos, cuando se sale fuera de esta Tierra, se sale fuera de las dimensiones que sujetan a los habitantes de esta Tierra. Se sale fuera del dominio de tiempo, de materia y se sale fuera de ondas y de todo esto, o sea, que no se está sujeto a todas esas cosas que sujetan a los que habitan en esta Tierra. Por tal motivo entonces, la edad, la edad no existe, si usted logra salir fuera de este planeta Tierra, entonces usted nunca se pondría viejo, usted seguiría viviendo por toda la eternidad. Bueno, encontramos que tenemos que conocer la Ley de la Luz, para nosotros llegar a donde Dios ha dicho hemos de llegar. Tenemos que ver la Ley de la Luz, tenemos que conocer cómo la Luz funciona, tenemos que conocer cómo la Luz se mueve, tenemos que conocer todas esas cosas, por lo tanto, necesitamos ¿qué? un científico espiritual. Un científico espiritual que pueda tomar la Luz, que pueda conocer y estudiar la Ley de la Luz. Y leímos que Dios es Luz, por lo tanto, tiene que ser conocida la Ley de la Luz, la Ley de Dios, la Palabra de Dios. Y ser colocada cada cosa en su sitio, ser preparado cada cosa como debe ser preparado para que pueda funcionar y pueda llevarse a cabo lo que tiene que llevarse a cabo en este tiempo. Tenemos que ser transformados y sacados de esta dimensión terrenal que es la que nos sujeta a tiempo y a materia, por lo tanto, estando nosotros sujetos a materia, entonces imagínese, sujetos a esta materia y este cuerpo material que tenemos es tierra y pertenece a esta Tierra, pues entonces tenemos que estar en esta Tierra. Pero si este cuerpo llegara a ser un cuerpo que no fuera tierra de esta Tierra, entonces, no estaríamos sujetos a esta Tierra. Aún la fuerza de gravedad no nos podría sujetar ¿por qué? porque entonces, no somos de esta Tierra aun en estos cuerpos terrenales. En lo espiritual no somos de esta Tierra ¿por qué? porque nuestro espíritu pertenece ¿a qué dimensión? a la sexta dimensión y la sexta dimensión no es una dimensión terrenal. Es una dimensión celestial. Es la dimensión de la Palabra. Por eso entonces, su espíritu está sujeto ¿a qué? a las Leyes de la sexta dimensión. Por eso, si usted no sujeta su espíritu a las Leyes de la sexta dimensión, si su espíritu no se sujeta a las Leyes de la sexta dimensión, y las Leyes de la sexta dimensión, es La Palabra, entonces, si su espíritu no se sujeta a la Ley de la Palabra, la Palabra de Dios, entonces eso dice que su espíritu no es de la sexta dimensión. Y si no es de la Sexta, entonces ¿de qué dimensión es? Bueno, su espíritu se expresa a través de ese cuerpo de carne que usted tiene. Las obras que son hechas a través de ese cuerpo de carne, son las obras de ese espíritu que está dentro de usted. Y lo de afuera, muestra lo que está por dentro. La manera de vivir de usted, la manera exterior de usted vivir dice de dónde es usted. Por eso es que para los hijos de Dios poder vivir de acuerdo a la dimensión de la cual ellos son, entonces ellos tienen que escuchar, tienen que oír la Ley de Dios, la Palabra de Dios y la Palabra de Dios es y pertenece a la sexta dimensión. Por lo tanto entonces, de ahí nos viene la revelación de la Palabra para nosotros vivir en el tiempo en que estamos, de acuerdo al Plan de Dios para el tiempo en que nosotros vivimos. Cualquier persona que no le guste, o que se levante en contra de la Palabra de Dios para el tiempo en que uno vive, entonces la misma Palabra lo señala y lo identifica como que tal persona no es de Dios; porque si fuera de Dios, la Voz de Dios escucharía para el tiempo en que vive. Y si se rebela en contra del Plan de Dios, entonces se constituye él mismo en un enemigo de Dios. Y la rebelión que Luzbel llevó a cabo allá en el Cielo y luego la trajo aquí a la Tierra, entonces toda persona que se rebela contra el Plan de Dios para el tiempo en que vive: es contado como uno del ejército de Luzbel; está sirviendo en las filas del ejército de Luzbel, de ese arcángel caído, que actualmente se conoce como diablo o como Satanás. Pero hay un ejército también, que es un ejército bueno, que guarda la Palabra y que sirve a Dios; y ese es el Ejército de Dios. Y usted, si obedece la Palabra y se mantiene en la Palabra, y cree la Palabra y la vive: usted pertenece al Ejército de Dios. Sus acciones, sus hechos, su forma de vivir, dice quién es usted. Ahora, estamos estudiando la Ley de la Luz. Y Dios es Luz y Él es La Palabra, y la Palabra es Luz. Nos dice la Escritura: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” \[Salmo 119:105\] Por lo tanto, la Palabra es Luz, es una lumbrera para alumbrar el camino de los hijos de Dios. Encontramos entonces que tenemos que estudiar con detenimiento la Ley de la Luz, o sea, la Ley de la Palabra, la Ley de Dios, para ver cada cosa de la manera que tenemos que verla. Tenemos que estudiar cómo esa Luz se mueve, cómo esa Luz se ha movido en el pasado y cómo está prometido que se ha de mover esa Luz. Tenemos que ver y tenemos que encontrar cómo funciona esa Luz. Cómo ha estado funcionando esa Luz, y entonces, si podemos ver cómo ha estado funcionando y examinarla con detenimiento y podemos observar la Ley, la Ley de esa Luz, entonces podemos descubrir cómo ha funcionado y cómo debe estar funcionando hoy y cómo sacar el provecho en este tiempo presente y cómo hacer que esa Luz de la Palabra, produzca para nosotros, el beneficio que es dicho en la Palabra que tiene que producir para nosotros. “LA LEY DE LA LUZ”. Ahora vamos a observar por un corto tiempo, vamos a observar cómo esa Luz ha estado funcionando, cómo esa Luz se ha movido a través de los siglos pasados, y podremos entonces, con más detenimiento y más cuidado, en esta mañana, quizás esta sea la introducción a un estudio más profundo, con relación a Dios, que es Luz. Encontramos que Dios el cual es Luz y habita en una Luz inaccesible, encontramos que a través de los tiempos Él ha estado alumbrando en esta Tierra. Encontramos que ese Dios Todopoderoso ha estado a través de los tiempos brillando para el ser humano. Ahora, siempre que Dios alumbra, eso no quiere decir que se vea una luz literal. En otras ocasiones se ha visto, si, una luz literal que ha alumbrado. Encontramos que el pueblo de Israel estuvo siendo guiado por el Pilar de Fuego, encontramos que Moisés vio esa Luz mística, Moisés vio el Pilar de Fuego, él vio a Dios velado en esa Luz. Y Dios se hizo visible a Moisés en esa Luz. Pero encontramos que el pueblo de Israel, cuando vio esa gran Luz allá en la Montaña y Moisés estaba en la cima de la Montaña, y allá los colores, los siete colores del arcoíris estaban allá siendo vistos, y Moisés estaba en medio de esa Luz mística y esos siete colores estaban alrededor de Moisés. Encontramos que Moisés estaba allí con los siete colores del arcoíris, y estaba recibiendo ¿qué? El Pacto de Dios para Israel, estaba recibiendo la Palabra, la Ley. Encontramos que el apóstol Pablo nos dice, y también el hermano Branham nos dice que Moisés subió al Cielo. Ahora nos es dicho que Moisés subió a la cima del Monte. Ahora fíjese, nos ha sido dicho que Moisés subió al Cielo y allí él vio cosas y oyó cosas, y también, encontramos que otros también, subieron al Cielo. Ahora, usted tiene que entender que Moisés allí paso a otra dimensión, él estuvo allí en otra dimensión y en otra dimensión él estuvo viendo todas aquellas cosas que después acá en la Tierra, él hizo todas aquellas cosas que él vio en la otra dimensión. Así es que, el apóstol Pablo nos habla de esto y también en los mismos libros de Moisés, le fue dicho a Moisés que hiciera todo de acuerdo a como le había sido mostrado en la Montaña, en la Montaña de Dios, en la Montaña Santa. No era que la 13 Montaña fuera Santa, sino que el Dios Santo estaba allí y eso era lo que hacía a la Montaña, Santa. Ahora, vean ustedes cómo todas esas cosas se movieron allá en aquellos tiempos y cómo se estuvo viendo en tal forma que nos es enseñado que Moisés fue al Cielo. Ahora, cualquier persona puede pensar y puede decir: “Pero si Moisés a donde fue, fue allá, a la cima de la Montaña” Lo que pasa es que la gente no entiende que Moisés estuvo allá arriba en otra dimensión, pasó a otra dimensión y vio las cosas que él vio; pero cualquier persona podía subir allá arriba y actualmente, en este siglo XX cualquier persona puede subir a donde subió Moisés y no ver nada. Pero Moisés subió y él vio, él vio otro mundo, él vio otra dimensión y vio las cosas que habían allá. Ahora nos dice el cuarto Elías y nos dice también el salmista David, ellos nos dicen que el otro mundo, la otra dimensión esta alrededor nuestro, y lo que sucede es que esta en otra dimensión más rápida y no puede ser vista. Entonces encontramos que solamente personas preparadas por Dios con las dos conciencias juntas, son aquellos que pueden pasar a ver en la otra dimensión y cualquiera que trate de imitar se verá en problemas porque no ha sido diseñado para que pueda pasar a la otra dimensión y ver las cosas de la otra dimensión, y entonces, la persona puede ser engañada y puede creer que está viendo en la otra dimensión, en la sexta dimensión y estar viendo en la quinta dimensión, porque la quinta dimensión es una imitación y ahí lo que hay son imitaciones. Por eso nos enseña la Palabra de Dios que el diablo, ese ángel de luz, que fue un ángel de luz en una ocasión, dice que se transforma en ángel de luz para engañar, y también dice que sus ministros, también. Así es que lo más que se parece a un ángel de luz es el diablo. Y lo más que se parece a un verdadero ministro de Dios, es un ministro del diablo, que se hace pasar por ángel de luz; pero su mensaje dice quién es él, y su forma de vida, también dice quién es él. Y su forma de actuar frente al Mensaje correspondiente para el tiempo en que se está viviendo, eso dice quién es esa persona. Por ejemplo, el mensaje de Datán y Coré frente al Mensaje de Moisés ¿qué era? El Mensaje de Moisés era: “Salir de Egipto para ir a Canaán”. El mensaje de Datán y Coré era: “Virar hacia atrás, hacia Egipto”. Y con ese mensaje Datán y Coré lo que hacían era ¿qué? infiltrarle o tratar de infiltrarle eso al pueblo de Dios ¿para qué? para que se levantaran en contra de Moisés y en contra del Mensaje de Moisés, y que cogieran a Moisés y lo apedrearan, lo mataran y viraran para atrás ¿con quién? con Datán y Coré. Pero encontramos que el Mensaje de Moisés era de Dios y encontramos que el mensaje de Datán y Coré era una perversión, una imitación. Y encontramos entonces, que el mensaje de Datán y Coré venia de la quinta dimensión y que ellos eran instrumentos del diablo para tratar de hacerle daño al pueblo de Dios. Vean ustedes como el pueblo se corrompió en diferentes cosas, se corrompieron espiritualmente; hasta hicieron un becerro de oro y también cayeron en pecados de adulterio, de fornicaciones, en pecados de idolatría y todas esas cosas, inspirados y guiados ¿por quién? por una inspiración del diablo que vino de la quinta dimensión y usó a aquellos que se dejaron usar en aquel tiempo. Encontramos que toda persona que estuvo en contra de Moisés, entonces vino a ser parte de la Contradicción de Coré. Y la Contradicción de Coré era ¿qué? la rebelión del diablo manifestada en esta Tierra, para hacer que el pueblo de Dios no llegara a donde Dios dijo que tenían que llegar. Toda persona que se puso al lado de Datán y Coré pereció. Toda persona que creyó a esos falsos ungidos de ese tiempo, perecieron. Ahora miren ustedes que lo que decía Datán y Coré era más razonable que lo que decía Moisés. En la mente humana era más aceptable lo que decía Datán y Coré: “Bueno, allá en Egipto hay comida, allá en Egipto trabajamos para faraón y él nos da todo y estamos allí de lo mas bien. Pero aquí en el desierto no hay comida, no hay agua y no sabemos cuándo vamos a llegar, porque a medida que vamos caminando lo que hacemos es alejarnos más de Egipto y alejarnos más también de Canaán. Porque el viaje hacia Canaán, eso se puede hacer en un par de meses, dos o tres meses. Pero vean ustedes que este Moisés que nos ha sacado, no sabe ni para dónde queda Canaán. Mire, iba así y ha dado la vuelta y ha virado para atrás y está perdido en el desierto”. Pero no estaba perdido. Los que estaban perdidos eran Datán, Coré, Abiram y todos los que estaban de acuerdo con ellos, estaban perdidos en medio del pueblo y en medio del Mensaje y del mensajero que estaba en aquel tiempo. Ellos estaban perdidos en medio del cumplimiento de la Palabra de Dios, por causa de ¿qué? por causa de que se rebelaron en contra del Plan de Dios. Y Dios lo que estaba haciendo era haciéndolos dar vuelta y dar vuelta en lo que morían toditos esos que se habían rebelado, en lo que todos esos que se habían rebelado salían del grupo de Moisés, del grupo que tenían que entrar. Bueno, Dios obra siempre de tal manera, para que todos los que están muestren sus colores y dejen ver quiénes son ellos. Imagínense, cuando las cosas están buenas, todo el mundo dice que cree. Cuando no se levanta uno contradiciendo, todo el mundo dice: “Yo creo, yo creo a ese hombre que tiene el Mensaje de Dios” ¿Por qué? Porque nadie se ha levantado para contradecir lo que está diciendo ese hombre. Nadie se ha levantado para con un razonamiento humano, buscarle falta al hombre que Dios tiene y al Mensaje que está siendo traído y la forma de guiar al pueblo. Pero cuando se levantan dos o tres falsos ungidos, dos o tres Datanes o Coreses, entonces, ahí es el tiempo cuando los que están en el Mensaje tienen que ser probados para que salga de adentro lo que está por dentro. Si el Mensaje que ha sido traído no fue llevado adentro, y no fue creído de todo corazón, y la persona que decía que lo creía no era una simiente de Dios, entonces, cuando llega el tiempo de la prueba -porque tiene cada uno que ser probado- cuando llega el tiempo de la prueba, ahí es que entonces, los que no habían creído realmente, sino que habían seguido el Mensaje porque no había otra cosa, habían seguido el Mensaje porque los demás seguían… Recuerde, que Dios siempre prueba al pueblo que está siguiendo Su Mensaje para que los que realmente crean, se queden con la Palabra y los que no creían realmente, sino que era o emoción, o era más bien un conocimiento intelectual, o algo, una concepción intelectual o porque los demás o alguna gente estaban siguiendo y dice: “Bueno, es que si fulano y zutano están siguiendo esto, pues yo lo sigo también”. ¿Ve? Pero cuando se llega el tiempo de la prueba ahí es cuando comienza el desfile. Y ahí es que entonces, aparece nuevamente lo que Dios le dijo a Moisés: “Apártate de ellos”. ¿De quién? De los falsos ungidos. “Apártate de los Datanes y Coreses”. Entonces queda separado y allí Moisés dijo: “Los que sean de Dios, vengan conmigo”. \[Éxodo 32:26\] Los que no, entonces ya usted sabe con quién tenían que unirse. Entonces, ahí es el tiempo decisivo para la vida de cada uno de los que está siguiendo hacia la Tierra Prometida. Bueno miren, la mayoría del pueblo de Israel estaba de acuerdo con Datán y Coré y Abirám. Y la mayoría del pueblo, el noventa y nueve y pico porciento estaba en contra de Moisés, del Mensaje de Moisés y de la manera que Moisés estaba llevando al pueblo hacia la tierra prometida. Dice la Escritura que por diez ocasiones quisieron apedrear a Moisés. ¡Imagínese! Y después decir: “¡Tenemos un profeta. Tenemos la Ley. Tenemos el Mensaje de Moisés!” Y querían matarlo… apedreado. Querían apedrearlo como por diez ocasiones. Así que no es el que dice: “¡Señor, Señor!” sino el que hace la voluntad del Padre. Así es que fíjese, casi todo el pueblo veía ¿qué? en Moisés veían un líder sin liderato. Veían un líder que no tenía el liderato que ellos deseaban que tuviera. Veían en Moisés un líder que no ponía, que no cogía a los falsos y los mandaba para el infierno. Lo vino a hacer cuando ya no había remedio, o sea, cuando ya pues, no había otra cosa que hacer. Entonces Dios le habló y Dios no soportó más a los falsos ungidos y entonces, Moisés hablo la Palabra y aconteció lo que aconteció. Pero si Moisés no hace nada, entonces Dios no hubiera hecho nada, porque Dios tenía que obrar a través de Moisés. Ahora, vean ustedes que el pueblo de Israel, el pueblo que salió de Egipto con Moisés, no creyó que Moisés era un mensajero, un líder, un libertador capacitado para llevarlos a la tierra prometida; por eso, se rebelaron en contra de Moisés y creyeron que Datán y Coré eran más capacitados para la labor. Pero la labor que Datán y Coré querían hacer era: virarlos hacia atrás. ¿Ve? Siempre virar hacia atrás es el plan del diablo, siempre virar hacia atrás es aquello que el diablo inspira a muchos líderes ¿para qué? para que hagan que el pueblo vire hacia atrás y entonces son señalados en la Palabra de Dios, como personas que son y están en la Contradicción de Coré. Fíjese, el plan del diablo en el tiempo que salió el pueblo de Dios en el Día de Pentecostés, ¿cuál era el plan del diablo? ¿después vinieron quiénes? Los falsos ungidos tratando de meter al pueblo ¿hacia dónde? hacia la Ley, tratando de meter al pueblo hacia la dispensación primera y entonces, eso, el apóstol Pablo dice que eran ¿qué? falsos apóstoles, falsos ungidos, ministros falsos, engañadores; y también, los demás apóstoles también los señalaron así, a estos falsos ministros, por causa de que trataban de meter al pueblo para una dispensación que ya había pasado y se estaba en una nueva dispensación. Así es que había que caminar hacia adelante en esa nueva dispensación. Y la Luz de Dios brillaba en esa nueva dispensación y en cada Edad la Luz de Dios ha estado brillando. Tenemos que ver como la Luz de Dios se ha estado moviendo a través de las edades y dispensaciones pasadas, tenemos que tener una aplicación espiritual sobre la Ley de la Luz, para entonces en este tiempo nosotros saber cómo utilizar la Luz en este tiempo y que produzca aquello que esta prometido que produzca en este tiempo. Tenemos que ver que el Pilar de Fuego estuvo moviéndose allá en medio del pueblo de Israel, pero cuando la Ley fue dada allá, el pueblo decía: “No hable Dios con nosotros, sino que hable Dios a Moisés y Moisés nos hable a nosotros. Así es que hable Moisés con Dios y Dios con Moisés, y entonces Moisés nos hable a nosotros”. Y Dios les dijo: “Así he de hacer Yo. Ya no les hablare más a través del Pilar de Fuego sino que hablare a través de profeta. Les levantare profeta y a través de profeta Yo les hablare”. Y encontramos que de ahí en adelante, Dios ha estado hablando a través de diferentes profetas en cada tiempo. Y el Pilar de Fuego, nos dice el cuarto Elías, el Pilar de Fuego entonces, no se ha estado viendo cómo se veía allá en medio del pueblo de Israel, alumbrándoles el camino de noche y sirviéndoles de sombra en el día para que el sol no les castigara con calor. Encontramos que la causa ha sido que el Pilar de Fuego se ha ido velando en carne humana a través de los diferentes instrumentos que Dios ha tenido. Y a través de los diferentes instrumentos que Dios ha tenido, Dios ha ido guiando a Su Pueblo como guio a Israel a través del desierto. Encontramos que el Pilar de Fuego ha estado guiando a Su pueblo, a Su Iglesia, como guio a Israel. Pero el pueblo, la Iglesia, no ha estado viendo el Pilar de Fuego, sino que ha estado viendo el Pilar de Fuego a través de carne humana guiando al pueblo de Dios. Encontramos el Pilar de Fuego moviéndose, y fíjese, como se movía allá, como se movía allá, entonces, se ha estado moviendo a través de todos los tiempos. Y ahora encontramos que lo que Él estuvo haciendo a través de las siete edades, al final, vuelve El y comienza una etapa de salida. ¿Ve? Y entonces, la etapa de salida en este siglo XX, encontramos que el pueblo es llamado a salir de Egipto, a salir de las denominaciones. Y entonces encontramos que comienza a salir ese pueblo y vemos que por cuarenta años el pueblo de Israel allá estuvo caminando por el desierto; y luego de los cuarenta años, encontramos que el pueblo comenzó a entrar a la Tierra Prometida. Después que pasaron los cuarenta años, entonces, la Tierra Prometida, las puertas a la Tierra Prometida fueron abiertas, el Jordán se abrió, y entonces entraron hacia la Tierra Prometida. Podemos entender y podemos ver que para la Iglesia gentil, nos es prometido que las puertas a la Tierra Prometida serán abiertas. Ahora, tenemos que entender lo que es la Tierra Prometida; porque la Tierra Prometida representa el Nuevo Mensaje, también la Tierra Prometida representa ¿qué? La nueva dispensación. La Tierra Prometida también representa el cuerpo nuevo que habremos de obtener y la Tierra Prometida representa la nueva dimensión a la cual hemos de entrar. Y para entrar a esa Tierra Prometida, a cada una de ellas, que es la misma, pero en diferentes ángulos, encontramos que las puertas tienen que ser abiertas. Encontramos que las puertas allá fueron abiertas después de cuarenta años. Encontramos que el cuarto Elías tipifica los cuarenta años por el desierto, con los cuarenta años de la Iglesia que salió en este siglo XX desde el treinta y tres (1933), viajando, vagando, y dice: “¿No será lo mismo desde el treinta y tres y que por cuarenta años la Iglesia tenga que estar caminando, vagando por el desierto?” Pero vean ustedes que después, después de los cuarenta años, después que el pueblo entró, ya no caía más maná; sino que entonces comieron del fruto de la Tierra Prometida. Ahora encontramos, que a través de las siete edades estuvo cayendo maná del Cielo, maná de parte de Dios; pero después de eso, entonces encontramos, que viene el tiempo en donde el pueblo tiene que comer del fruto de la Tierra Prometida, tiene que comer del fruto del Año del Jubileo, y entonces, ya no más tiene que comer del alimento que era para las siete edades de la Iglesia. Ya no más tiene que comer del Mensaje que era para la segunda dispensación, porque tendrán ¿qué? un nuevo Alimento, un Alimento de la Tierra nueva, en donde estará el pueblo de Dios, siendo establecido. Tenemos que, fíjese, ver que el Pilar de Fuego ha estado guiando al pueblo de Dios. Pero ha estado haciendo ¿qué? ha estado por todos los tiempos pasados, dándole vuelta en el desierto ¿ve? sin llegar al lugar prometido. ¿Ve? Pero Dios sabía que para llegar al lugar con poco tiempo bastaba, pero a través de los tiempos Dios permitió que el pueblo estuviera caminando sin llegar, porque en medio del pueblo habrían muchos que no eran, habría muchos que tendrían que ser manifestados como lo que ellos eran, como la clase de simiente que ellos eran; porque en medio del pueblo no solamente había trigo, sino que había cizaña también y la cizaña tendría que tener la oportunidad de expresarse, de manifestarse, como lo que ella era en realidad. Así que ahora, en este tiempo, podemos mirar para atrás a través de las edades de la Iglesia y podemos ver los que eran trigo y los que eran cizaña; y en este tiempo en el cual estamos, en este siglo XX podemos mirar y ver lo que es trigo y lo que es cizaña. Y tenemos que conocer la Ley de la Luz, para ver cómo la Luz, que es Dios, y cómo las Leyes de Dios se manifiestan y cómo las Leyes de Dios obran en este tiempo como obraron en otros tiempos, para hacer realidad lo que Él prometió en Su Palabra. Porque conforme a lo que Dios prometió, Él lo cumple. Entonces cuando Él lo cumple vemos ¿qué? vemos que la aplicación espiritual de la Luz viene a ser manifiesta, entonces vemos las Leyes de la Luz cumpliendo aquello que ha sido prometido. Entonces cuando la Ley de la Luz, cuando es conocida la Ley de la Luz, entonces se puede realizar, se puede cumplir, lo que ha sido prometido. ¿De dónde? Bueno, aun de la nada, puede ser hecho lo que ha sido prometido. Porque de lo que no se ve, es hecho lo que se ve. Y de lo que no se veía, es hecho lo que se ve. Bueno, encontramos que así son las cosas de Dios, así es la Ley de la Luz, así es la Ley de la Palabra. Fíjese, Dios en Su Palabra y Su Palabra es Luz, pero en forma de letra, la Palabra escrita es Dios, es Luz en forma de letra. La Palabra cumplida, la Palabra realizada, la Palabra vindicada o la Palabra manifestada, es Luz en forma de carne. Ahora usted entienda bien esto y usted vea cómo las Leyes de la Luz se unen, cómo las Leyes de la Luz funcionan ¿para qué? Para hacer carne ¿qué? la promesa de Dios: Para que la Luz sea hecha carne, y entonces, podremos ver ¿qué? la Luz en forma humana, en forma de carne y entonces, al verla de esa manera, estaremos viendo la Luz, y esa Luz pues es la que alumbra desde el Cielo ¿para qué? para ser Luz para los hijos de Dios. Y es la Luz de Dios que los hijos de Dios ven y esa Luz que ellos ven, no es la carne, lo que ellos dicen que es Luz, sino lo que ellos dicen y ven que es Luz, es Dios, La Palabra, en carne. Pero la carne es el velo que Dios utiliza; pero la carne no es Luz, sino que la Luz está en carne. Ahora vean ustedes, fíjese, Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo” \[San Juan 8:12\] Pero lo que la gente veía era un hombre. Pero ese hombre era la Palabra hecha carne, ese hombre era Dios hecho carne conforme a como había sido prometido, que Dios, la Luz, se manifestaría en ese tiempo. Quizás algunas personas estaban esperando ver la Luz en forma de Luz, pero la Luz vino en forma de carne. Pero seguía siendo la Luz. Ahora usted puede ver las Leyes de esa Luz y usted puede ver las Leyes cómo tuvieron que esas Leyes cumplirse, cómo tuvieron que esas Leyes funcionar, para hacer realidad ¿qué? para hacer realidad las cosas que estaban prometidas para aquel tiempo. Fíjese Dios dijo: “La virgen concebirá” \[Isaías 7:14\] Luego también dijo: “hijo nos es nacido, hijo nos es dado; y el principado sobre su hombro: y llamaráse su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno” \[Isaías 9:6\] Y también nos es dicho que: “Sería llamado Emmanuel, con nosotros Dios” \[Isaías 7:14\] Ahora, todo eso fue dicho y conforme a la Luz, conforme a Dios, así sería hecho. Ahora, para eso hacerse, para eso hacerse realidad, para eso hacerse carne, entonces ¿qué sucedió? para eso hacerse carne, para eso hacerse realidad, las Leyes de Dios tuvieron que ¿qué? que juntarse, las Leyes de Dios tuvieron que funcionar ¿para qué? para hacer realidad lo que fue hablado. Y por la Palabra hablada fue que vino a hacerse realidad lo que había sido hablado. Porque lo que había sido hablado Dios fue el que lo habló y lo habló a través de Sus profetas. Por lo tanto, no importaba cuánto tiempo pasase, lo que fue hablado tenía que venir a ser realidad. Ahora Einstein había estudiado la Ley de la luz, y dijo que podían ser creados Cielos, podían ser creados tierras, podían ser creados planetas y todas esas cosas si se conociese o se llegase a ese conocimiento del centro del Universo. Ahora, usted puede ver que hay algo muy importante y encontramos que los hombres de Dios, los profetas de Dios han llegado a través de los tiempos pasados a conocer la Ley de la Luz para el tiempo en que ellos viven. Y al conocerla y ver lo que corresponde para su tiempo, entonces ellos lo han hablado, y al hablarlo, entonces ocurre lo que ellos han hablado, no importa el tiempo que tenga que acontecer, pero lo que hablen, tiene que acontecer; pase un año, mil años, lo que sea, tiene que acontecer. Porque más adelante, Dios se moverá a la escena para hacer realidad lo que fue hablado a través de Sus Santos profetas. Ahora encontramos, fíjese, encontramos que todas las cosas vienen a funcionar para cumplirse lo que ha sido hablado, porque esa Palabra que ha sido hablada, siendo Dios, y es Luz, entonces esa Luz se mueve para realizar, para materializar, lo que ha sido hablado. Porque antes de ser hablado a través de un instrumento de Dios primero es un pensamiento en la mente de Dios. Luego ese pensamiento Dios lo revela, lo da a conocer al corazón de un profeta, luego ese profeta lo habla y entonces viene a ser la Palabra hablada. Y luego ¿qué sucede? Luego de que es hablado, luego esa Palabra que fue hablada se tiene que materializar, hacerse carne, hacerse realidad. Y cuando eso sucede viene a ser la Palabra hecha carne, el pensamiento de Dios que fue hablado y luego se hizo carne. Tres etapas de la Palabra, tres etapas de Dios, tres etapas de la Luz. Ahora, fíjese, quiero leer aquí algo que nos interesa. Dice: “Como sabemos, ahora como me preguntó un hombre hace unos minutos acerca de la venida y del Rapto. Sabemos que hemos vivido el tiempo, el tiempo de Rapto esta a la mano. Ahora, sabemos que estamos buscando una fe, una fe de Rapto que junte a las Iglesias y les de alguna fuerza sobrenatural que pueda cambiar estos cuerpos en los cuales vivimos”. ¿Ve? Una Fe de Rapto que nos de una fuerza sobrenatural que pueda cambiar estos cuerpos en los cuales nosotros vivimos. “Vemos un Dios que puede levantar los muertos del piso, y traerlos a vida nuevamente y presentarlos ante nosotros, cuando vemos un Dios que puede coger un cáncer que se come a un hombre y lo convierte en un espectro, y lo levanta y lo convierte en un hombre fuerte y saludable, eso debe dar fe de Rapto a la gente. Cuando esa Luz alumbre desde el Cielo y la Trompeta suene, el Cuerpo de Cristo será juntado rápidamente, y en un momento será cambiado y llevado al Cielo. Si, sucederá algo así, y nuestras escuelas de teología nunca podrán producir eso”. Así es que usted puede ver, que cuando la Luz alumbre desde el Cielo, y la Trompeta suene, la Trompeta de Dios suene, entonces ¿qué sucede? el Cuerpo de Cristo será juntado. ¿Cuál es el Cuerpo de Cristo? Los escogidos. Serán juntados ¿Cómo y dónde? Serán juntados en la Edad de la Piedra Angular, serán juntados en Cristo, la Palabra, serán juntados en la Palabra correspondiente para este tiempo en que vivimos, serán juntados en el Mensaje correspondiente para este tiempo. ¿Y qué sucederá? Y en un momento serán cambiados estos cuerpos terrenales. Ahora, recuerde que todo eso toma un lapso de tiempo. La Luz del Cielo a alumbrar, la Trompeta a sonar, el Cuerpo de Cristo, los escogidos, ser juntados, y luego, nosotros ser transformados. Así es que hay un proceso por el cual tenemos que pasar, y ese proceso por el cual tenemos que pasar, es el proceso de la Palabra de Dios, es el proceso de la Ley de la Luz ¿Ve? Y la Ley de la Luz toma un proceso, y en ese proceso nosotros tenemos que entrar y a través que pasamos ese proceso cada cual muestra sus colores, cada cual entonces, se pone al lado de aquello que él es. Si él es Simiente de Dios, se pone al lado de la Palabra de Dios, porque la Palabra de Dios es la Simiente original. Y la Simiente siempre es y será ¿qué? La Simiente de Dios cuando se manifiesta siempre es ¿qué? un profeta. La Simiente de Dios manifiesta es un profeta y a eso es que se unen las demás Simientes de Dios: A un profeta con el Mensaje correspondiente para el tiempo en que ellos viven, porque esos escogidos son parte de ese profeta. ¿Ve? Por eso es que la Escritura dice que los profetas cuando parten, se juntan o son unidos a su pueblo; porque la cabeza de ese pueblo que vive en cierto tiempo, la cabeza de ese pueblo, es el profeta de ese tiempo, de esa edad. Por tanto entonces, usted puede ver el tiempo en que nosotros estamos viviendo, usted puede ver las cosas que están prometidas para este tiempo y usted ha podido verlas a través de todas las edades pasadas, usted ha podido ver el Pilar de Fuego, aunque no lo haya visto con sus ojos, usted si puede ver el que ha estado detrás del velo de carne que Dios ha usado en cada tiempo, usted entonces ha estado viendo las Obras del Pilar de Fuego a través de carne humana. Los demás, los que se han revelado en contra no han podido ver a Dios velado en carne humana, y esa es la razón por la cual se han levantado en contra, porque ellos no lo han podido ver y en ellos no hay Simiente de Dios. Usted sabe, al principio que Dios comienza a hacer algo, conforme a la historia Bíblica del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento, y conforme a la historia de las cosas que han estado pasando en este siglo XX y conforme a como al cuarto Elías nos ha dicho, siempre que lo sobrenatural es efectuado, siempre que Dios se mueve a la escena y cumple lo que Él ha prometido, siempre salen tres grupos: creyentes verdaderos, creyentes manufacturados ━que son creyentes intelectuales━ y los incrédulos. Encontramos que esos tres grupos siempre aparecen en la escena, siempre que Dios hace algo, siempre que lo sobrenatural es manifiesto, esos tres grupos, la atención de esos tres grupos es llamada y los tres grupos aparecen: incrédulos, creyentes manufacturados y los verdaderos creyentes. Y luego que aparecen los tres grupos, entonces comienza Dios a moverse, comienza lo sobrenatural a moverse y entonces, comienza la separación también. Comienza entonces cada grupo a actuar de acuerdo a lo que es. El grupo de los verdaderos escogidos comienza a moverse y a actuar ¿cómo? poniéndose al lado de la Palabra para el tiempo en que viven, pase lo que pase, vean lo que vean, entiendan o no entiendan, ellos dirán: “¿Y a dónde iremos? ¿Qué iremos a hacer? ¿Para dónde vamos a coger? ¿Para Laodicea nuevamente? ¿Para dónde hemos de coger? ¿Para la segunda dispensación? Si solamente en la tercera dispensación hay Palabras de vida eterna”. ¿Por qué? Porque ya Dios terminó de tratar con la segunda dispensación así como terminó de tratar con la primera dispensación. Y cuando Dios termina de tratar con la segunda dispensación ya ahí no hay Palabra de vida eterna. Porque la Palabra de vida eterna siempre está en el mensajero que Dios tenga para esa dispensación o para esa edad que se esté viviendo. Y cuando la Palabra de vida eterna está en otra dispensación y en otro mensajero, ya la dispensación pasada no tiene Palabra de vida eterna, la tuvo en un tiempo en la edad y en el mensajero que ya pasaron pero cuando aparece una edad nueva y un mensajero nuevo, la Palabra de vida eterna está en el mensajero que Dios tenga para ese tiempo y en la edad que Dios tenga para cumplir en ese tiempo. Por lo tanto, la Luz estará manifiesta en ese tiempo y las Leyes de la Luz serán las que se estarán moviendo para hacer realidad las cosas que fueron preordenadas y que fueron predichas para ese tiempo que se estará viviendo. Y entonces, de lo que no se veía es hecho lo que se ve. Por la Palabra hablada entonces esa Palabra se materializa y se hace realidad. Y cuando la última Luz sea vindicada, sea cumplida, entonces, el Rapto literal y la Transformación de nuestros cuerpos tiene que ocurrir. Ahora vamos a leer un poquito aquí. Recuerde, estamos hablando de la Ley de la Luz. La Luz tiene una Ley y la Luz para manifestarse, Ella tiene una Ley que tiene que regirse por Ella y tiene que seguir esa Ley para poder ¿qué? Alumbrar. De otra manera no puede alumbrar. Ahora usted puede ver que la luz eléctrica está sujeta a una Ley. Y para poder la corriente eléctrica producir luz eléctrica, para podernos alumbrar a nosotros, pues tiene que tomar las Leyes correspondientes que están establecidas para poder ser producida luz eléctrica. Por ejemplo, ¿usted quiere tener luz eléctrica para alumbrarse? Y usted dice: “Bueno, yo no quiero tener bombillas. Ni bombillas fluorescentes, ni bombillas redondas, ni bombillas de ninguna clase” Bueno, está la luz, está la electricidad, pero si usted no quiere tener bombillas, ni tener tubos fluorescentes, ni quiere tener cosas en las cuales la luz, la electricidad pueda manifestarse como luz, pues entonces usted, usted está tratando de obtener luz fuera de las Leyes que corresponden para usted obtener la luz. Bueno, me parece que fue Edison el que logró el asunto este de traer luz eléctrica y él tuvo que someterse a ciertas Leyes de la Luz para que él obtuviera luz, porque hay ciertas Leyes que hay que seguir. Ahora, vea usted que se necesitan científicos para eso, para que sea producido lo que tiene que ser producido. Usted quizás si no es un científico, bueno usted toma, usted ve una bombilla y usted dice: “Bueno, esa bombilla tiene cristal, tiene alambre, tiene unas cositas ahí, yo voy a hacer, yo voy a producir luz eléctrica, yo voy a hacer que alumbre, voy a hacer una bombilla yo mismo”. Bueno, si usted no es un científico, o si usted no sabe los pasos de la Ley de la Electricidad, como los tuvo que aprender Edison y como tienen que saber otros para poder hacer esas bombillas en la fábrica, usted dice: “Bueno es que quien los hace son hombres también, así es que yo puedo hacerlos también”. Bueno, es que hay Leyes que si usted no conoce no puede producir nada, póngase con unos cuantos alambres y póngase, que lo que puede producir es un buen cantazo para usted, un buen cantazo de corriente. O sea, que por usted no conocer la Ley, la Ley de la Electricidad, lo que le pasa a usted es que la misma luz, la misma electricidad, lo va a destruir a usted. Es mejor que deje que los que sepan hagan la bombilla ellos y usted sin pasar trabajo, la compra, la enchufa y usted no tiene que preocuparse cómo es que funciona eso. Bueno, usted sabe que funciona, el único trabajo suyo es comprar la bombilla, enchufarla y darle al switch, darle al interruptor de corriente y ya está. No se rompa la cabeza tratando de averiguar cómo funciona, porque si usted no está preparado para eso, pues entonces se le va a volver la cabeza… se le va a volver agua, se va a volver loco y usted no va a salir, no va a salirse con la suya. Usted lo que puede coger es una descarga eléctrica que lo va a matar, y entonces, ¿a dónde llegó? A lo mejor lo suyo es ser mecánico de automóviles, o ser un carpintero, o ser un albañil y se está metiendo en un campo que no es suyo. Ahora como albañil, si usted es un albañil, usted sabe cómo es que se puede levantar o como levantaron aquel edificio o cómo levantaron aquella pared de bloque. Como albañil usted sabe, pero como albañil usted no sabe cómo es que hicieron esa bombilla, cómo es que la corriente pasa por ahí, usted no ve la corriente pasando por los cables; pero cuando llega al final de la bombilla, al usted darle al receptáculo o al interruptor, usted ve que prende y eso es lo que usted le interesa. A menos que usted desee poner una fábrica de bombillas para vender bombillas. No le quite el negocio, o el trabajo, o el lugar a otro. Manténgase en el suyo porque en el suyo es que usted puede salir bien y perfecciónese en el suyo. Y en el suyo, trate de perfeccionarlo a tal grado que cualquiera que hable de usted tenga que decir: “¡Como ese, no hay nada más que uno!” Bueno, fíjese la Ley de la Luz, cómo funciona. Ahora, ¿se va usted a romper la cabeza preguntando: ¿y cómo pueden sacar, conseguir corriente eléctrica? Bueno, quizás muchos años o siglos atrás no podían hacerlo, pero cuando vinieron los científicos del tiempo que tenían que sacar eso, pues ya mire, podríamos decir, en su cerebro o en su espíritu, ya estaba esa chispa ahí que cuando apareció, a lo mejor en la escuela no era tan inteligente, pero cuando apareció esa persona para lo que tenía que aparecer, pues para eso era que servía. Y entonces él tenía dentro de su mente, dentro de su cabeza: “Si, esto tiene que funcionar, tiene que…” Pero no sabía cómo y tuvo entonces que empezar a investigar cómo funciona esto, cómo funciona lo otro, cómo lo otro, y utilizar lo que otros ya habían descubierto y de ahí, seguir hacia delante. ¿Ve? Utilizar como base lo que ya otros habían descubierto y ver todas las cosas que ya habían descubierto y de ahí él seguir solo, en lo que todavía no estaba descubierto. Entonces, usted puede ver cómo es que funciona cada cosa. Fíjese, a través de la Ley de la Luz, a través también de la Ley de la Electricidad, todas estas cosas fíjese, cómo son de ayuda si uno las usa para una ayuda. Fíjese, se puede usar para producir luz eléctrica, se puede usar para producir calor, para cocinar con estufas eléctricas, se puede usar para la voz oírse más fuerte a través de los equipos ¿ve? que se usan, y se puede usar para un sinnúmero de cosas; pero recuerde, hubo uno que se tuvo que romper la cabeza -como decimos nosotros- para descubrir todas esas cosas que nosotros no tenemos que rompernos la cabeza para saber cómo funcionan. Más bien nosotros somos los beneficiarios de todos esos descubrimientos aquí en lo material y tratamos de usarlos lo mejor posible, tratamos de usarlos para bien. Ahora cuánto más en lo espiritual tenemos que ver, conocer estas cosas; y saber que no todos han sido diseñados para descubrir la Luz y la Ley de la Luz en el tiempo en que uno vive. Sino que Dios en cada tiempo ha de tener un grupo de personas que serán beneficiarios de lo que Dios hará a través de una persona, y entonces, el resto no se tiene que romper la cabeza. El resto lo único que tiene que hacer es poner a funcionar lo que descubrió otro que Dios ordenó para descubrir esas cosas. Y Dios puso en él, el equipo que necesitaba para que pudiera entrar en ese campo y descubrir las cosas que tenía que ser descubiertas. O sea, que Dios lo diseñó de esa manera y entonces, el resto se beneficia de todo eso y puede ver que funcionan las cosas que son descubiertas. Nos dice el cuarto Elías en la página 120 en el libro de Notas, o libro de Citas, párrafo 1065 nos es dicho, hablando de Jesús, nos es dicho: 1065 - “Él era la Luz vindicada de ese día. ¿Quién era la Luz vindicada de aquel día? Jesús era la Luz vindicada de aquel día. Jesús era la Luz manifestada para aquel día. Jesús era la Luz hecha carne para aquel día. ¿Ve? Pero hay más Palabra de ser vindicada que Él tiene que vindicar”. ¿Oh, “más Palabra”? Ahora vea usted que toda Palabra que es vindicada, cuando es vindicada es cuando es cumplida, cuando es cumplida en carne humana, cuando Dios lo cumple, entonces eso es la Palabra vindicada para ese tiempo, y esa Palabra vindicada para ese tiempo es la Luz para ese tiempo. “Él tiene que vindicar más Palabra; y cuando la última Palabra sea vindicada…” Cuando “la última…”. “sea vindicada, entonces, la muerte es sorbida con victoria y los muertos en Cristo se levantarán y entrará el Milenio”. Ahora, vea usted que cuando la última Palabra sea vindicada, entonces es que la muerte es sorbida con victoria y los muertos en Cristo se levantarán. La Resurrección y la Transformación de nuestros cuerpos depende ¿de qué? De que la última Palabra sea vindicada. Ahora vean ustedes, Jesús fue la Palabra vindicada, la Luz vindicada para el tiempo en que Él apareció, vean ustedes eso. Entonces, la Luz, la Palabra cuando es vindicada es cuando la Palabra, lo que es prometido, se hace carne, eso es la Palabra vindicada, esa es la Palabra cumplida, esa es la Luz de ese tiempo. Ahora vean ustedes que, fíjese, Noé era la Luz para el tiempo de él, era la Palabra vindicada para aquel tiempo. Y así cada uno de los profetas de Dios son la Palabra vindicada de Dios, cumplida de Dios para ese tiempo en que ellos viven, y ellos son la Luz para ese tiempo; porque ellos son la Palabra y la Palabra es Luz. Ellos son ¿qué? Ellos son la manifestación de Dios para ese tiempo, la manifestación de Luz para ese tiempo. Entonces esa Luz alumbra a todo ser viviente que está predestinado para ser alumbrado en ese tiempo. Y en medio de las tinieblas la Luz resplandece. Y Los que son hijos de Luz, ven la Luz cuando brilla. Los que son de las tinieblas pues rechazan la Luz, no quieren saber de la Luz, porque ellos no son hijos de Luz. Ellos son hijos de las tinieblas son hijos de ira. Y los hijos de la Luz son hijos de bendición para ser glorificados. Pero hay una última Palabra para ser vindicada y cuando la última Palabra sea vindicada, entonces esa última Palabra que será vindicada, eso será la última Luz que habrá sobre la tierra. Cuando esa última Palabra que ha de ser vindicada sea vindicada entonces estará sobre la Tierra parada esa Luz en forma de hombre y será un profeta. Y cuando esa última Luz, cuando esa última Palabra sea vindicada, “entonces la muerte es sorbida con victoria”. “Entonces” ¿Ve? Ese “entonces” nos habla de que primero tienen que la Luz, la Palabra ser hecha carne, ser manifiesta, ser expresada y luego ser dada a conocer y luego entonces encontramos que esa Luz sigue trabajando, porque la Ley de esa Luz es dada a conocer. Entonces esa Luz tiene que producir aquello para lo cual ha sido enviada esa Luz. Si esa Luz ha sido enviada para producir la Fe de Rapto, esa Luz tiene que producir la Fe de Rapto. Si esa Luz ha sido enviada para que el pueblo de Dios pueda ser transformado y los muertos puedan ser resucitados, esa Luz tiene que producir eso. ¿Por qué? Porque esa Luz tendrá la Ley o las Leyes la cual tiene que ser manifiesta, esas Leyes tienen que ser manifiestas en esa Luz, en esa última Luz y entonces, tiene que producir aquello para lo cual es manifiesta. Por ejemplo, hay una bombilla, un instrumento para alumbrar en un cuarto oscuro, entonces, si es una bombilla azul, cuando se prende esa bombilla azul, tiene que producir ¿qué? de acuerdo a la forma en que fue diseñada esa bombilla para producir lo que tenía que producir. Entonces, si es azul, pues tiene que producir luz azul; si es roja, tiene que producir una luz roja; si es blanca, tiene que producir una luz blanca; y así por el estilo, de acuerdo a aquello para lo cual fue diseñada esa luz, tiene que producir aquello para lo cual fue diseñada. Por ejemplo miren, Jesús fue la Luz vindicada para aquel día. Y esa Luz vindicada para aquel día, fue diseñada esa Luz ¿para qué? Para producir la Salvación, para producir el cloro con el cual seríamos limpiados de todo pecado. Entonces, esa Luz fue diseñada para redimirnos y cuando esa Luz alumbro e hizo el trabajo que iba a hacer ¿que hizo? produjo aquello para lo cual fue diseñada, produjo aquello para lo cual Él vino. Entonces Él vino con un propósito y produjo aquello para lo cual Él vino. Y así cuando la última Luz, cuando brille desde el Cielo, esa última Luz entonces ¿qué sucederá? Tiene que producir aquello para lo cual ha sido enviada. No puede producir otra cosa ¿por qué? Porque si fue enviada para una cosa tiene que producir aquello para lo cual ha sido enviada esa Luz. Tenemos nosotros entonces que conocer estas cosas y conocer las Leyes de la Luz, porque de otra manera, usted y yo entonces no sabríamos sobre lo que Dios ha prometido que ha de hacer hoy. No sabríamos cómo la Luz del Cielo ha de brillar en este tiempo. No sabríamos qué cosas la Luz celestial ha de hacer en este tiempo. Pero si estamos pendientes a las promesas que Dios ha hecho en Su Palabra, entonces tenemos que saber el propósito para lo cual tiene que venir la Luz celestial. Esa Luz tiene que hacer el trabajo para lo cual ha sido diseñada. Ahora, déjeme ver si puedo conseguir algo más que es muy importante para nosotros. Está en la página 128 del libro de Citas en el párrafo 1141 nos es dicho: 1141 - “La Palabra hecha carne es la Luz de la Edad cuando la ven. La Biblia dijo que sí”. Y nosotros decimos: Amén. Ahora, la Palabra hecha carne es la Luz de la edad cuando la ven; Ahora, cuando la última Palabra sea vindicada, será la Palabra hecha carne y será la Luz de la edad. Será la Luz. Y cuando la vean los que tienen que verla estarán viendo ¿qué? 1141 - “La Luz vindicada, la Luz de la Edad”. Y tiene que producir para ellos aquello que le ha sido dicho que tiene que producir. De otra manera, encontramos que no vendrá ninguna bendición para el pueblo escogido, por causa de que no hay otra forma para Dios bendecir a Su pueblo. Cualquier otra forma no es la de Dios, que Él ha establecido en Su gloriosa Palabra. Y nosotros tenemos que ser, usted sabe, personas realistas; eso es lo que yo siempre les he enseñado a ustedes que seamos realistas, hablando en términos espirituales, realistas para ver, creer y reconocer lo que Dios ha prometido para el tiempo que a nosotros nos ha tocado vivir. Cualquier otra cosa, eso no tiene importancia delante de Dios. Diga usted lo que quiera decir, haga usted lo que usted quiera hacer, eso no tiene ningún valor delante de Dios. Déjeme ver si encuentro otro lugar, otro lugar por aquí en la Página 78, yo creo que hay otro lugar por aquí. Déjeme ver si esto habla acerca… Si, la página 78 párrafo 670 \[Citas\] dice: 670 - “Él era Dios alumbrando a través de una instrumentalidad probando que ello era Dios en el hombre. Él era la Palabra”. Ahora usted tiene ahí a Dios que es Luz, alumbrando ¿qué? Alumbrando a través de un instrumento, de un instrumento que Él pueda usar para Él traer la Luz, para Él manifestarse como Luz en el tiempo en que viven las personas que puedan ver esa Luz. Poder ver la Luz de Dios ¿es ver qué? La Palabra hecha carne para el tiempo en que uno vive. Ver la Palabra hecha carne en el tiempo de Lutero, era ver la Luz de Dios para el tiempo de Lutero. Pero ya esa Luz, ya pasó. Y conforme a la Ley de Dios, vea usted, para aquel tiempo, fue de esa manera, y la Luz de Dios se ha ido moviendo. Y entonces después pasó a Wesley, después a la Edad Pentecostal y ahora, en este tiempo en que estamos viviendo, estamos en el tiempo de la Piedra Angular, en donde en la Edad de la Piedra Angular es el tiempo en que la Luz inunda toda la Edad de la Piedra Angular y alumbra para las siete edades de la Iglesia que ya pasaron, pero no para las organizaciones, sino para las siete edades de la Iglesia, para aquellos escogidos que están en la sexta dimensión esperando que esta Luz les alumbre a ellos también. Bueno, estando nosotros en este tiempo, nosotros tenemos que estar más que agradecidos a Dios por las cosas grandes que Dios ha estado haciendo. Quiero leer un poquito más, la página 120, aquí mismo en el párrafo 1061 \[Citas\] nos dice: 1061 - “El mundo está en una condición de oscuridad, en una oscuridad que jamás haya tenido y a la misma vez, está en un tiempo de grande bendición de una Luz brillante que jamás haya tenido. Y la diferencia es como en el principio, cuando hubo una densa oscuridad sobre la Tierra y el Espíritu de Dios se movía sobre las aguas y dijo: ´Sea la luz´ Y Dios viviendo en esa hora, cuando Dios está separando la Luz de las tinieblas, y la está empujando al otro lado del mundo para que la Luz sea manifiesta. Y ahora la razón por la que digo a la Iglesia ´Shalom´ es porque esto quiere decir: Paz de Dios. Esto es lo que quiero traer en esta mañana y en los años venideros, no mirando atrás, pero mirando hacia delante a un nuevo día, hasta que haya algo grande puesto en frente de nosotros, donde los años que han sido el gozo que hemos esperado, la pronta Venida de esta gran Luz y la estamos mirando brillar en el horizonte y en la región horizontal está brillando en medio del mortal e inmortal”. Ahora, nosotros en este tiempo tenemos que ver y reconocer que si el Señor en Su Primera Venida fue la Luz hecho carne, fue la Luz para aquél tiempo, la Segunda Venida del Señor conforme a Sus promesas, será la Luz también. Y encontramos que cuando la última Palabra sea vindicada, ¿cuál es la última Palabra prometida que será vindicada? La Segunda Venida del Señor, conforme al Orden de Su Venida con Moisés y Elías. Esa es la última Luz que está prometida en la Palabra que ha de brillar, que se ha de manifestar, que ha de ser vindicada. Después de Moisés y Elías, después del Señor en Su Segunda Venida con Moisés y Elías, no dice que ha de venir ningún otro profeta. Por lo tanto, cuando esa última Luz, cuando esa última Palabra sea vindicada, sea hecha carne, sea cumplida y la podamos ver, estaremos viendo la última Palabra siendo vindicada y entonces podremos recibir el beneficio para lo cual esa última Palabra de Dios que ha sido prometida, cuando la veamos aparecer, entonces, podremos recibir ¿qué? el beneficio para lo cual es enviada. Podremos entonces, estar seguros que habrá una Resurrección de los muertos en Cristo que están esperando por nosotros y que están esperando por esa Luz que brille y brille en todo Su poder y dé el brillo que tiene que dar, dé el Mensaje que tiene que dar, porque así ha sido prometido “Y a los que temen mi nombre nacerá el Sol de Justicia”, nacerá esa Luz “y en Sus alas traerá salud, salvación”. \[Malaquías 4:2\] Entonces vea usted que la Venida del Señor aparece ¿cómo qué? Como una grande Luz, como la Luz del sol para alumbrar, para traer ¿qué? Salvación. Entonces, tenemos que ver la Ley de la Luz, tenemos que seguir conforme a la Ley de la Luz, tenemos entonces que estar de acuerdo a la Ley de la Luz, de la Palabra, a la Ley de Dios, y entonces recibir todo el beneficio que hay para el pueblo de Dios con la manifestación de esa Luz poderosa, que está prometida esa Luz, manifestarse en este tiempo. Los del tiempo de Lutero recibieron el beneficio de la Luz de Lutero, que fue la Luz de Dios reflejada a través de Lutero. Y los del tiempo de Wesley, recibieron el beneficio de la Luz que alumbró en aquel tiempo en medio de la noche. Y el pueblo del Señor en este tiempo final en que vivimos, en este tiempo de la mañana, no estará viendo estrellas, sino que estará viendo directamente el Sol apareciendo en Su Venida conforme al Orden de Su Venida y recibiremos el beneficio para lo cual el Sol aparece. Y las tinieblas entonces, en la mañana, las tinieblas van siendo echadas a un lado, y los hijos de las tinieblas también van yéndose con todas sus tinieblas; pero los hijos de Luz levantándose, porque el día ha llegado y las tinieblas han pasado, la noche ha pasado, ha sido pasada y el día ha comenzado a alumbrarnos y la Luz del día entonces nos alumbra, para que veamos las cosas que no veíamos antes, y para que recibamos el beneficio de la Luz del nuevo día. Por tal razón entonces, cada uno caminamos al compás de la Luz, y recibimos el poder de esa Luz, el poder de la Palabra. Recibimos el beneficio de la Palabra vindicada para este tiempo. Es prometido que la Palabra vindicada para este tiempo rugiría como un León y los Truenos emitirían Sus voces; y escucharíamos lo que los Truenos hablaron y entonces todos esos beneficios son para los que puedan levantarse en la mañana y puedan ver la última Palabra vindicada, la última promesa de Dios vindicada. Después de esa promesa, no hay más ninguna. Por lo tanto, todo el beneficio que se vaya a recibir se recibe a través del cumplimiento de esa promesa, porque a través de esa promesa se recibe todo lo que Dios tiene para nosotros. Y cuidarnos de que ninguna otra cosa vaya a apartarnos de la Luz de la Palabra para el día en que nosotros vivimos, de la Palabra vindicada para el tiempo en que vivimos, de la Palabra hecha carne para el tiempo en que nosotros vivimos. Los escogidos pueden ver a Dios hecho carne. Los otros, no. Los verdaderos creyentes, sí. Los incrédulos, no. Los creyentes manufacturados, tampoco. Porque al final, encontramos, que por más que luchen de decir que creen, encontramos, que al fin y al cabo, tendrán que identificarse como creyentes manufacturados que decían que creían, pero a lo último, después, tienen que decir: “Yo no creo nada” ¿Ve? A lo último tienen que decir: “Yo estaba pensando que era la verdad, pero yo no creo que esto es la verdad” Es que los creyentes manufacturados lo que tienen siempre es una concepción intelectual ¿Ve? Una concepción intelectual de las cosas que Dios hace y entonces, a lo último lo que hacen es que venden la Palabra para el tiempo en que ellos viven. La besan como Judas y la entregan para ser ¿qué? para ser crucificada. Y entonces aparecen como culpables los líderes, los líderes de los manufacturados aparecen como culpables de haber entregado la Palabra para ser crucificada. Y entonces es crucificada, es criticada, es blasfemada, pero los responsables son los ministros líderes de los manufacturados porque ellos son los que echan oprobio sobre la Palabra hecha carne para el tiempo en que ellos viven. Así ha sido a través de todos los tiempos. Por lo tanto entonces, los verdaderos escogidos sabiendo que esas cosas tienen que ser de esa manera, entonces el verdadero escogido cuando ve que la Palabra se hace realidad, se cumple, se hace carne, y la puede ver, después cuando ve que alguien echa fango o habla en contra de esa Palabra y del Mensaje que trae esa Palabra hecha carne, los verdaderos escogidos entonces, pueden ver y pueden darse cuenta que así fue en otros tiempos también. Pero que el verdadero escogido siempre ha dicho: “Yo me quedo con la Palabra” Aunque le sea dicho por la Palabra: “El que se quiera ir, se puede ir. Se puede ir con Datán o con Coré, se puede ir con Judas o con Balaám, o con quienes quiera irse”. Y cuando hablamos así, queremos decir: “Con cualquier falso ungido que aparezca, se puede ir”. El verdadero escogido se levanta y dice: “¿Para dónde iremos? ¿A dónde iremos? Si solamente en la Palabra vindicada para el tiempo en que uno vive, para ese tiempo, solamente en esa Palabra vindicada, en esa Palabra hecha carne, solamente ahí es que hay Palabra de vida eterna, solamente ahí es que hay un Mensaje de vida eterna, solamente ahí es que hay un Mensaje que el que lo recibe, recibe la vida eterna que Dios ha prometido para el escogido”. \[San Juan 6:60-61\] Hoy en día cualquier persona que trate de recibir vida eterna en el Mensaje de Noé, está perdido. Cualquiera que trate de recibir vida eterna en el Mensaje de Lutero, está perdido, porque ya los que la iban a recibir allá, la recibieron, y ya vino un nuevo Mensaje. Solamente se puede recibir la vida eterna en el tiempo en que uno vive a través del Mensaje que Dios tiene para ese tiempo, a través del instrumento que Dios ha predestinado para ese tiempo. No hay otra forma, ni habrá otra forma. Y si no la hay ni la habrá, entonces, el verdadero escogido sabe dónde se para y sabe que la Palabra se tiene que hacer carne, para entonces, a través de carne, venir el Mensaje que corresponde para ese tiempo para entonces, uno recibir todo el beneficio y todas las bendiciones que Dios ha prometido para ese tiempo. Nos ha prometido una Transformación y un Rapto, tiene que haber la Palabra para este tiempo hecha carne y a través de carne venir un Mensaje para nosotros recibir ese Mensaje y entonces que ese Mensaje, esa Palabra, se haga carne en nosotros y luego nosotros poder ser Transformados y Raptados literalmente a otra dimensión. ¿Ve usted la Ley de la Luz? No es decir: “Yo creo y no me importa lo que diga fulano o zutano”. Bueno, no nos debe importar lo que diga fulano o zutano, pero si nos debe importar lo que Dios dice en el tiempo en que vivimos a través del instrumento que Dios tenga para ese tiempo. Lo que los demás digan, eso sí que no nos debe importar. ¿Ve? Porque tenemos que ver, entender, reconocer y someternos a la Ley de la Luz. Porque tiene que ser de acuerdo a la Ley de la Luz, porque de otra manera, usted no recibirá lo que usted está esperando. No importa cómo usted pueda pensar. Es cómo la Palabra, el Mensaje para el tiempo en que vivimos pueda decir. Puede ser que sea contrario a la manera de yo pensar o de usted pensar, pero si es la manera de Dios pensar y la manera de Dios pensar solamente Dios la expresa a través ¿de qué? de carne humana, a través de profeta. Por lo tanto, cualquier persona que quiera saber la manera en que Dios piensa en este tiempo, tiene que buscar el instrumento que Dios tenga para este tiempo, para entonces oír lo que Dios esté diciéndole, porque Dios se lo dirá a él, para que entonces que él nos lo diga a nosotros, porque “no hará nada el Señor sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos los profetas” Y cuando tenga el ultimo, pues al último le revelará lo último que Él tenga para revelar y habrá terminado Su Obra, Su labor y habrá llegado a la perfección todo el Plan de Dios y los hijos de Dios habrán llegado a la perfección con el instrumento que Él tenga, porque él les traerá la Palabra que les dará la Fe para el Rapto para poder ser transformados y raptados. Pero tenemos que conocer, reconocer y poner por obra la Ley de la Luz, porque todas las cosas tienen una Ley y no funcionan de otra manera. Mire, si una persona quiere subir hacia arriba en un árbol, pues ¿cómo va a tratar de meterse para la raíz? Si una persona quiere brincar para arriba, ¿cómo se va a ir a un risco a tirarse de un risco? No, eso es brincar para abajo, y para abajo no se brinca, para abajo se cae, pero no se brinca. Así es que todas las cosas tienen sus leyes. Fíjese, ¿por qué usted…? ¿por qué muchas personas, cuando uno es niño, usted sabe, uno ve los pajaritos y uno ve que ellos brincan y salen volando y siguen para arriba y cuando uno es niño dice: “Bueno, yo voy a brincar para seguir volando, pero no puedo?” Es que hay leyes en las cuales están funcionando y las personas tienen que conocer las Leyes que hay por ejemplo, tienen que conocer las Leyes que están sometidas el cuerpo humano y a las Leyes en que están sometidos los pajaritos. Fíjese la Ley de la Gravedad lo atrae hacia la Tierra, todo lo que tiene peso lo atrae hacia la Tierra. Ahora encontramos que los pajaritos por más que vuelen, se cansan y después vuelven para la Tierra. O sea, que la fuerza de la gravedad los atrae. Ahora a ellos les fueron dadas unas alas para volar, usted sabe, pero no es para estar volando todo el tiempo. Ellos tienen que descansar, bajar, descansar, a causa de la fuerza de la gravedad. Pero ellos fueron diseñados de esa manera. Ahora, nosotros pues fuimos diseñados de la manera que fuimos diseñados, y es el diseño más alto que Dios ha hecho, el diseño del ser humano; pero hay ciertas Leyes a las cuales está sujeto este cuerpo terrenal. Y como está sujeto a ciertas Leyes, usted tiene que conocer esas Leyes para vivir de acuerdo a esas Leyes, porque de otra manera, usted tendría muchos problemas en su cuerpo físico. Imagínese, conforme a la Ley para el cuerpo humano, pues es caminar sobre los dos pies; si usted trata de anular esa Ley y caminar en cuatro pies, todo el tiempo usted está anulando esa Ley ¿Ve? Entonces a usted ¿qué le pasara? Usted no se adaptará a esa condición, le traerá problemas. Pero caminar con los dos pies, con las manos así como todos los demás, esa es la forma correcta. Así es que son Leyes que están y tiene este cuerpo y usted tiene que conocerlas. Y si usted tiene que conocerlas, usted sabe cómo funcionan y usted sabe cómo actuar. Ahora imagínese si un animal que tiene que estar en sus cuatro partas como un becerro, una vaca, un buey, un caballo, que tiene que estar en cuatro patas caminando siempre, se pone a estar en dos, imagínese, o sea, se sale fuera del diseño y hasta se cae, no puede estar mucho rato así. Así es que usted tiene que ver las Leyes que le corresponde a cada cosa y estamos estudiando la Ley de la Luz para ver la Ley de la Luz en este tiempo y estamos hablando en términos espirituales para ver cómo la Luz ha prometido que se manifestará en este tiempo y cómo nosotros podemos recibir el beneficio de esa Luz si podemos nosotros reconocer las Leyes que tiene esa Luz, si podemos nosotros reconocer cómo nosotros sujetarnos a la Ley de esa Luz, a la Ley de esa Palabra, de ese Mensaje, a la Ley de Dios para nosotros en este tiempo. Esa Ley tiene que ser escrita en nuestro corazón. Y cuando esa Ley es escrita en el corazón, la Ley de Dios, la Palabra de Dios, es grabada ahí en el corazón, cuando cualquier persona la viola, entonces esa misma Palabra, esa misma Ley lo que hace es que destruye a esa persona. Esa persona se destruye él mismo, por estar alterando la Ley de Dios que está en el corazón, ahí. O sea, que por esa causa es que cada persona tiene libre albedrio y no puede echarle la culpa a otra persona de las cosas que le puedan pasar a él. Por lo tanto, usted puede hacer que la Luz, Dios, la Palabra, que está ahí en su corazón, puede usted hacer que funcione para bien suyo o para mal suyo. Dios ha dicho en Su Palabra que Él pone delante de todo ser humano ¿qué? el bien y el mal, la Vida y la muerte \[Deuteronomio 30:15-20\]; y el individuo escoge, y él entonces el recibe el beneficio de lo que escoge. En este tiempo Dios ha puesto la Luz, la Palabra, el bien y los que escogen la Palabra reciben ¿qué? la Vida. Los que la rechazan pues ellos entonces, ellos no pueden rechazar una cosa, sin aceptar otra. Ellos aceptan ¿qué? la muerte y entonces, al aceptar la muerte, las tinieblas, entonces ellos son responsables por el fruto que les va a producir al ellos haber aceptado las tinieblas, la muerte, el camino incorrecto. Tenemos que entender todas estas cositas porque el cuarto Elías nos dijo: “Si Einstein hubiera dado una aplicación espiritual a esas cosas que él vio y descubrió, nos hubiera enseñado bastante, hubiéramos aprendido de él bastante” Pero queremos aprender en este tiempo de estas cosas que Dios ha prometido para este tiempo para recibir el beneficio y las bendiciones que Dios nos ha dicho que nos va a dar en este tiempo. Dios no nos la va a dar de otra manera sino conforme a la Ley de la Luz, de acuerdo a la Ley de Su Palabra, de acuerdo a la Ley de Dios. Por lo tanto, tenemos entonces que saber cómo la Luz está prometida que brillará en este tiempo, nos ha prometido que brillará como el Sol de justicia, como el Sol que sale. “Y a los que temen mi nombre nacerá” ¿Ve? “Nacerá,” como el Sol naciente \[Malaquías 2:2-4\]. ¿Por dónde nace el Sol? Así es que Él ha prometido darnos las bendiciones que Él va a darnos en este tiempo, así es que Él ha prometido alumbrarnos en este tiempo. Y tenemos entonces que reconocer la Palabra, el Mensaje para este tiempo, reconocer la Ley de Dios para este tiempo, y que sea grabada en nuestros corazones y vivir de acuerdo a esa Ley de Dios para nosotros. Bueno, yo creo que estamos terminando casi no hemos leído de algunos sitios que hay por ahí para leer, pero yo creo que ya con lo que hemos oído en esta mañana, yo creo que tenemos suficiente para los que son hijos de la Luz, vivir en la Luz y reconocer la Luz de Dios en el tiempo en que vivimos; y ver la última Palabra vindicada, la última Luz alumbrar en este tiempo en que nosotros vivimos. Yo creo que entre nosotros podemos hablar bastante claro, porque si somos hijos de Luz y estamos en Luz, yo creo que podemos hablar claro, porque aunque hablemos entre líneas, ustedes van a entender la misma cosa. Entre nosotros tenemos confianza para hablar claro, y lo que hablamos lo identificamos en la Palabra, y lo vemos que ha sido una promesa de parte de Dios, y por tal razón, es que podemos hablar y decir también: “El que se quiera ir, se puede ir”. Pero sabemos que todos los escogidos, los hijos de Luz, dirán: “Para las tinieblas, nosotros no volvemos”. Y cuando es tiempo de Luz, pues es tiempo de estar despiertos, cuando es tiempo de tinieblas es tiempo de estar dormidos y el que esta dormido lo que hace es soñar, y soñando que se van en el Rapto, eso es soñando. Pero cuando se despierta a la realidad y se ve la Luz brillando, entonces se sabe cómo es que hay que hacer para salir de esta dimensión terrenal en que estamos nosotros. Así es que no queremos soñar, queremos estar despiertos espiritualmente porque el llamado es: “Despiértate tú que duermes, levántate de entre los muertos y te alumbrará la última Palabra que Dios ha prometido que será vindicada. Te alumbrará Cristo, la Palabra”. \[Efesios 5:14\] Por tal razón entonces, no se duerma, porque si se duerme, sale soñando, y si sale soñando, el diablo desde la quinta dimensión le puede enviar o un espíritu, a traerle sueños, a traerle cosas que no son la realidad. Puede enviarle a cualquier falso ungido y a pintarle villas y castillas, pero eso es dándole un sueño falso, pero que la realidad no es de esa manera. Entonces, despiertos todos para ver la Ley de la Luz. Ver la Ley de la Luz y viendo la Ley de la Luz es ver ¿qué? la Palabra, ver el Mensaje, y ver todas las cosas que nosotros tenemos que creer, tenemos que practicar y tenemos que esperar. Porque cuando hacemos las cosas de acuerdo a la Ley de la Luz, recibiremos el resultado positivo de lo que está establecido que esa Luz hará para nosotros. Si conforme a la Ley de la Electricidad en las instalaciones que se hacen, entonces se pone un interruptor en la pared, un switch y entonces se pone la bombilla por acá, y entonces para que esa bombilla pueda prender hay que darle a ese interruptor, que conforme a la Ley de la Electricidad la hicieron así, la diseñaron así, ¿Ve? Usted dice: “Yo no voy a poner ningún interruptor, yo la voy a aflojar un poquito y después la aprieto”. Eso está afuera de la Ley, está fuera de Ley. Así es que si se le cae la bombilla y se le rompe, se quedó sin luz; o si le da un cantazo la corriente, allá usted; o si cuando la va a apagar esta tan caliente que se quema, entonces tenga cuidado. ¿Ve? Hay una forma para prender la Luz y también Dios ha determinado quien tiene que prender la Luz ¿sabe? La Luz de cada tiempo es prendida por el instrumento que Dios tenga para ese tiempo. Siempre hay un hombre que puede encender la Luz en el tiempo en que la Luz va a brillar. En el tiempo de Lutero, Lutero era el hombre para encender la Luz, para prender la Luz en aquel tiempo; no podía haber otro. Y así en cada edad. Pero, encontramos que muchos han querido prender la Luz siempre, y lo que han prendido no es la Luz verdadera, así es que es mejor entonces esperar siempre y desear siempre que cada instrumento que Dios haya predestinado para prender la Luz en el tiempo en que él vive, sea él el que la prenda, porque siempre hay un hombre que puede encender la Luz, el que Dios tenga para ese tiempo, o para esa edad o para esa dispensación. Bueno, es un buen tema, siempre hay un hombre que puede encender la Luz y que puede cerrar la puerta y que puede abrir la puerta. Puede cerrar la puerta de una dispensación y puede abrir la puerta de otra dispensación. Siempre hay un hombre, porque a través de un hombre es que Dios ha obrado todo lo que va a hacer. Bueno, y en cuanto a la Ley de la Luz, bueno, entonces sabemos que siempre hay uno que conoce la forma y la Ley de la Luz para ese tiempo para que pueda alumbrar. “LA LEY DE LA LUZ”. Dios nos bendiga y Dios nos guarde en este día. Yo creo que termine tempranito, no sé si tenemos algo más; por aquí tenemos un mensaje para hoy, no sé cuál es… La hora cero. Bueno ese mensaje, usted sabe, ese mensaje es bien importante, es un mensaje bien importante, es un mensaje profético. Es un mensaje tan importante, que a mí me gustaría volverlo a predicar aunque sea en media hora para grabarlo en una película, para beneficio de nuestros hermanos en otros países. Esperemos a ver como Dios me ayuda porque yo no sé hacer nada, solamente yo hago aquello que Dios pone en mis manos para hacer, pero si Dios no me inspira para hacer algo, pues yo no sé ni cómo voy a hacer como voy a obrar, pero en mi corazón ha estado, pensando en el bien de todos los demás hermanos de otros países, y por el bien de ellos, en mi corazón ha estado grabar algunas películas de media hora por lo menos, para el bien de ellos; esperemos a ver si Dios pues me ayuda, si Dios me ayuda y me inspira para hacerlo. Va a ser de grande bendición para ellos, a lo mejor para nosotros mismos, cuando yo no pueda estar entre ustedes. LA HORA CERO eso es… ya ustedes entienden ese mensaje, así es que va a ser bien fácil, bien sencillo para ustedes el poder leerlo y entenderlo. El otro mensaje pasado fue Persona rara ¿Verdad? Bueno, ya ustedes vieron ahí en ese Mensaje que Dios siempre tiene una persona rara en cada edad, en cada tiempo, que sale con un Mensaje, y los demás, las demás gentes y las demás religiones dicen: “Eso es un falso, ese es un loco” ¿Por qué? Porque otros no se habían salido con eso en esa edad, más que ese, porque ese es el instrumento que Dios tiene para ese trabajo. Y el hermano Branham dice que es una tuerca, pero que el tornillo, dice que es el pueblo, y el pueblo que tiene la misma clase de rosca de ese profeta, de esa tuerca, dice que se enrosca, se une a ese profeta y entonces al unirse, usted sabe, ese viene a ser entonces parte de ese profeta. O sea, usted sabe que los profetas son unidos a su pueblo, ellos primero le ministran aquí en la Tierra al pueblo que Dios les da y después cuando mueren, se encuentran con su pueblo allá otra vez. Así es que bueno, esperamos que este pueblo no tenga que morir, que siga de largo y nos encontremos al lado allá, en la otra dimensión, para seguir adelante todos. Fíjese, todos estos mensajes que el hermano Branham predicó, en el tema, el tema nada más tiene un significado muy importante, y ese tema es lo que él quiere presentar y en el mensaje quiere mostrar eso que él puso como tema. Igual que “Yendo más allá del campo” él ahí lo que nos quiere mostrar es que hay que salir fuera de la Edad de Laodicea y de la segunda dispensación, e ir a una nueva edad: la Edad de la Piedra Angular e ir a la tercera dispensación donde es el nuevo campo, porque ese es el campo de Dios, y el campo de Dios y siempre el nuevo campo es la Palabra para el tiempo en que se está viviendo, la Palabra para ese tiempo y hay que salir de la Palabra que fue para un tiempo pasado y entrar a el nuevo campo que es la nueva Palabra para el nuevo tiempo, el nuevo Mensaje, la nueva edad y la nueva dispensación; y ahí es que se sufre, y ahí es que se sufre con Cristo, ahí es que se lleva el oprobio y se llevan todos los vituperios que hay que llevar con Cristo ¿Por qué? Porque los de la edad pasada empiezan a tirar vituperios y críticas, y a decir que se está loco, que se está haciendo algo que no es de Dios, que es del diablo y ahí es que a la Obra de Dios le llaman que es obra del diablo, y no saben que la Obra de Dios es esa que ha comenzado, es esa que ha sido prometida por la Palabra y que Dios la está realizando, y la Obra que ya Él hizo en otro tiempo, luego vinieron las denominaciones y se denominaron y ya no es Obra de Dios las denominaciones, sino que es obra del diablo. O sea, que los que están en la obra del diablo le llaman a los que están en la Obra de Dios, que es obra del diablo. Bueno, eso siempre ha sido de esa manera, así es que nosotros estamos conscientes de eso y estamos dispuestos a llevar el vituperio de Cristo en esta tercera dispensación, en esta Edad de la Piedra Angular, porque hemos salido del campo de la Edad de Laodicea, hemos salido del campo de la segunda dispensación y estamos en el campo de la Palabra para este tiempo, llevando el vituperio de Cristo. Así es que usted no le esté malo, ni se enrolle las mangas cuando hablen mal en contra de lo que usted cree, de lo que predicamos, de lo que practicamos, porque así, así ha sido siempre. Imagínese en el tiempo de Noé fueron ocho nada más que estaban en ese nuevo campo. Aquí entre nosotros, pues nos consolamos el uno al otro y a través del Mensaje pues Dios nos fortalece para seguir adelante. Y en cuanto al mundo, pues, no esperamos nada bueno del mundo; pero de Dios sí esperamos el cumplimiento de todas las promesas que Él ha hecho para nosotros. Así que todo lo bueno que esperamos, lo esperamos de parte de Dios; y estamos tranquilos, estamos conformes, y no nos rompemos la cabeza en tratar de descifrar nosotros con nuestra propia cabeza, lo que Dios tienen para este tiempo, sino que deseamos y esperamos que Dios sea el que lo descifre para nosotros, conforme a como Él ha prometido. Y que Él tenga un científico en este tiempo; si hubo un octavo científico: Einstein, que fue llamado “el hacedor del mundo,” pero que a la larga tendrá que ser conocido como “el destructor del mundo,” con la radioactividad, con las bombas atómicas, aunque él no quiso hacerlo de esa manera, pero los que han venido detrás de él, han usado para destrucción lo que él descubrió. Bueno, entonces, podemos ver todas esas cosas, podemos ver dónde estamos, deseamos que Dios nos tenga ¿qué? que Dios nos tenga un verdadero científico. Ese verdadero científico tiene que ser el Espíritu Santo través de alguien obrando y cumpliendo lo que Él tiene para este tiempo. Así es que ese verdadero científico es el Ángel Fuerte que desciende del Cielo, Cristo, y Él tomará a alguien para Él manifestarse conforme a como Él ha prometido. Bueno, yo creo que hemos hablado bastante, hemos sido bastante claros en el tema de esta mañana, y entre nosotros, entre nosotros el que falle es porque quiere, porque con lo claro que Dios nos ha estado hablando por dos años o más consecutivos, por dos años bajo Carpa, más los años que teníamos antes, desde el setenta y cuatro (1974), yo creo que el que falle en este tiempo es porque quiere fallar. Y se atendrá a las consecuencias. Bueno, yo creo que ha sido algo glorioso y maravilloso para nosotros y que haya habido un grupo tan hermoso, como el grupo que Él tiene aquí y en otros países, es algo maravilloso también, es una grande victoria, de que haya un grupo como ustedes en este tiempo, creyendo y viendo el cumplimiento de lo que Él ha prometido para este tiempo, y viendo el cumplimiento de la Palabra prometida para este tiempo, viendo la Palabra vindicada para este tiempo, la última Palabra, eso realmente es una grande victoria. Y hay más. Y no estoy hablando ahora de los que están en otros países sino más bien estoy hablando en otros términos. Estoy hablando en los términos que le habló Eliseo a Giezi: “¡Son más los que están con nosotros que los que están en contra!”. Así es que este Mensaje, este Mensaje realmente tiene un número grande de creyentes. Todos los que están allá descansando en la sexta dimensión saben y creen este Mensaje. Ellos se asoman desde allá, oyen estas cosas, saben de estas cosas, y todo el Cielo respalda ¿qué? la Palabra. Y cuando Dios envía un embajador para el tiempo en que él vive, dice Dios a través del cuarto Elías: “Todo el Cielo lo respalda” Así es que tenemos el respaldo más grande, aunque ningún gobierno nos respalde, tenemos el respaldo de todo el Cielo. Así es que: ¿a qué usted le tiene miedo? ¿…que si lo matan a usted? Pues despreocúpese que para donde usted va, allá es que está el grupo grande de creyentes. Así es que no nos… eso de que o vivamos o muramos, eso no nos preocupa a nosotros. Si vivimos, vivimos para servirle a Dios creyendo Su Palabra para este tiempo; si hemos de morir algunos, pues sabemos para dónde vamos. Así es que no hay preocupación para nosotros. Así es que eso nos hace estar tranquilos, no nos rompemos la cabeza pensando esto y lo otro, no, ya sabemos dónde hemos llegado, dónde estamos, sabemos lo que Dios ha prometido, así es que estamos realmente en un tiempo para tener paz, Shalom, paz ¿Ve? Para tener paz de Dios y para que no se nos agüe la mente pensando o imaginándonos cosas. Estamos llamados a vivir la realidad del día en que estamos. Y si estamos llamados a vivir la realidad, entonces su mente no debe estar divagando en tonterías o imaginándose las cosas. Cualquier cosa que Dios quiera que sepamos, Él nos la va a traer aquí. Así es que espere que llegue entonces, no trate de irse adelante, porque los que se han ido adelante siempre el diablo los ha encontrado y los ha destruido. Nunca se vaya adelante para que no tenga problemas. Vayamos toditos al compás del Plan de Dios y veremos que no hemos de tener problemas en todo el camino ¿por qué? porque Él irá con nosotros, Dios irá con nosotros y entonces a medida que vayamos caminando al compás iremos entendiendo las cosas que no entendemos hasta el momento. Las cosas que usted no entiende hasta el momento, déjelas quietecitas, llegará el momento en que Él nos permitirá entenderlas. Así es que hay muchas cosas que yo no entiendo, pero yo no me voy a romper la cabeza con ellas. Yo voy a aprovechar el tiempo ¿para qué? para ver las cosas que ya Él nos ha dicho, para ver las cosas que Él ya nos ha descifrado y entonces gozarme en ellas. No romperme la cabeza en las cosas que todavía no entiendo, sino en esas yo espero que Él me las dé a conocer cuando Él desee dármelas a conocer. Y así, hagamos cada uno de nosotros. Esperemos siempre que Él sea el que nos dé a conocer cada cosa, y entonces las conoceremos de la manera que Dios quiere que las conozcamos. Así que no vale la pena caminar por nuestra cuenta porque después hay que virar hacia atrás y echar para la basura todo aquello que creíamos que era sin ser de esa manera porque Dios no lo había dicho que era de esa manera. Tenemos que sujetarnos a la Ley de la Luz. “LA LEY DE LA LUZ”. Así es que tenemos que sujetarnos y caminar de acuerdo a la Ley de la Luz. “LA LEY DE LA LUZ”.