--- title: 'La aplicación espiritual' date: 1978-02-12 activity: 1 place: city: Cayey state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenos días, amados hermanos. Dios les continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que podemos congregarnos para adorar a Dios y oír Su gloriosa Palabra. En esta mañana, pues, agradezco mucho vuestras oraciones; me han ayudado mucho durante toda esta semana pasada; y espero que ustedes sigan orando a Dios, porque Dios ha estado obrando en todo, y creo que hay una grande bendición por ahí pegadita. Y es lo que el hermano Branham dice, que una vez lo llevaron a él por allá a Francia o Alemania, un sitio de esos, un guía los llevó para ver unos lugares, y entonces en uno de los sitios era una gran pintura, un gran mural. Entonces cuando estaba retiradito de ese lugar el guía les señaló que mira hacen a ese mural, hacia esa pintura (una pintura gigante) y cuando miraron, se veía en esa pintura una tempestad tremenda. Y bueno, parecía que era el cuadro de una tempestad, de una tormenta; pero luego el guía que conocía bien lo que había allí, después los acercó más a lugar y los colocó en cierta posición, y cuando miraron otra vez, lo que vieron fue ángeles volando. Y el hermano Branham dice: “Así son las bendiciones de Dios, que parece que lo que va a acontecer o está aconteciendo es una tormenta una tempestad, pero a medida que uno se va acercando y va mirando la cosa, es una bendición que viene disfrazada. Así que, este tiempo en que hemos visto tantas luchas en nuestras vidas y que hemos visto tantas tormentas, es una bendición que hay; y que después de la tempestad, después de las luchas, después de usted ver esa primera parte, la segunda parte es la bendición tremenda que viene; lo que pasa es que primero se ve de esa manera. Así que, yo creo que, por ahí, ya mismo vamos a ver la bendición grande que Dios tiene para nosotros. Sigamos orando, entonces, los unos por los otros para poder recibir y ver esa bendición que Dios nos tiene. Quiero también que oren por una petición muy especial. Ustedes saben que yo he tratado o venirme a vivir para acá Cayey o tener una casita en Cayey, para los fines de semana, así de vez en cuando; y en algunas temporadas venirme acá con Eli, mi esposa y las nenas; y así pues tener una segunda casa; pero nunca la he tenido, aunque he orando al Señor que Él me guíe en todo eso. Pero en estos días puede ser el tiempo para Dios poner en mis manos eso que yo he pensado que me convendría para bien de todos ustedes, para bien del ministerio. Más bien esto es un propósito espiritual, por lo tanto, hoy yo he de ir a ver una casa con el hermano Adalberto, que son los que saben de construcción y de casas; y si está el Plan de Dios, y si es esa la que Dios me tiene, pues yo deseo que todos oremos para que Dios obre de tal manera que todo pueda efectuarse y todo salga bien, sino que ni regalada Él permita que la tenga. Así yo hice cuando, cuando Dios mi proveyó el lugar aquel en Ponce; yo no tenía… algunos 300 dólares o 200 era lo que tenía, cuando apareció en una oportunidad allá; y yo pues, como no tenía ni dinero ni sabía si era esa la que Dios me tenía, pues entonces oramos al Señor en la congregación y Dios obró de tal manera, que me proveyó el lugar, el dinero también, y todo, de tal manera que hallé el lugar donde estoy viviendo actualmente; y luego me mostró en otro tiempo sobre la casa, que tendría una casa terminada y tendría una casa como la que visto ahora; y así ha sido. Así que si ahora ha llegado el tiempo para Dios proveerme; ya en lo último, ya casi para irnos, pero así son las cosas de Dios cuando hay un plan. Bueno, realmente será para el beneficio de la Obra de Dios, del Plan de Dios para beneficios del Reino de Dios. Así que oren al Señor. Él me proveerá entonces, si es esa, todo lo que sea necesario para que para ponerla en mis manos. Vamos a buscar nuestras Biblias, vamos a buscar en el libro del profeta Isaías, capítulo 53, dice así la Palabra: *“¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el brazo de Jehová?”* Oremos a Dios: Dios Eterno, ante Tu presencia estamos, y Te rogamos nos hables en esta mañana y nos edifiques a todos. Y Te ruego también mires la petición que está en mi corazón y que le he hecho notorio esta petición a Tu pueblo, y juntamente con Tu pueblo, oh, Dios, vengo a Ti y Te presento, Señor, esta petición para que Tú la mires, y en este día me guíes. Y Señor, si es el lugar y la casa que Tú tienes para proveerme, Te ruego obres en todo en este día cuando he de pasar allá en la tarde a verla, y sea para Tu gloria y Tu honra, oh, Dios Eterno; si no es, no permitas que llegamos a nada; si es haz Tú que lleguemos a lo que debemos llegar. En Tus manos están todas las cosas, oh, Dios Eterno. Y Te lo ruego todo en el Nombre del Hijo de David, por quien Te ruego que en esta mañana hables a nuestros corazones y nos edifiques. Amén, amén. Vamos a hablar en esta mañana (no tenía tema) pero en vamos a ponerle un tema, para alrededor de este tema ver lo que nos Dios nos tenga. Vamos a ponerle como tema: **“LA APLICACIÓN ESPIRITUAL”.** Ya que es un tema en el cual se pueden ver muchas cosas. El hermano Branham en una ocasión allá cuando predicó el mensaje titulado *El Rapto*, él estaba hablando en esa ocasión en la página número 10 \[7\], aquí dice él dice: *“Aun el apóstol Pedro dijo: ‘Pongan mi cabeza hacia el suelo porque no soy digno de morir como Él.’ Colocaron a Andrés así a lo largo sobre la cruz. Cada uno selló su testimonio con su propia sangre. Le creyeron y Le amaron y dieron sus vidas por Él. Si Él fue un impostor, ¿entonces por qué hicieron eso? ¿Ve Ud.? La gente no puede captar la aplicación Espiritual”.* Ahora vean bien las gentes no pueden captar la aplicación espiritual. Encontramos que en una ocasión uno de los profetas de Dios ,dijo que cuando el precursor de la Primera Venida del Señor viniese, dijo que los montes saltarían, dijo que los llanos serían levantados, subidos, y los montes serían bajado los (lugares altos); y encontramos que en aquellos tiempos en que se sabía que la Venida del Mesías tenía que cumplirse, porque conforme a las setenta semanas de Daniel, en aquel tiempo estaba en viviendo en el comienzo de la semana número setenta; entonces apareció allí el profeta señalado por Dios en el cual se cumpliría lo que Dios dijo, que los montes saltarían, que los montes serían bajados (los lugares altos) y los lugares bajos serían levantados; y todas esas cosas serían cumplidas en el ministerio de ese profeta que habría de aparecer para prepararle el camino al Señor. Bueno, quizás algunos pensaron: “Bueno, le va a preparar el camino al Señor, así que cuando el Señor aparezca, habrá una buena Venida, entonces no tendrá que estar bajando y subiendo tantas cuestas”. Bueno, creyeron que ese precursor quizás vendría con ciertos equipos para hacer ese trabajo; pero vino con el equipo para hacer ese trabajo, pero la gente perdió, las gentes no vieron la aplicación espiritual; no pudieron ellos ver la aplicación espiritual de todo lo que estaba hablado para este tiempo. Y sin embargo todo eso que estaba hablado se cumplió: los lugares altos fueron bajados, los lugares bajos fueron levantados, los montes saltaron como corderos, los árboles batieron sus manos, se gozaron. Ahora recuerden que los seres humanos son del polvo de la tierra; por lo tanto, son tierra; y esos lugares altos eran gentes, y esos lugares bajos en gentes también; y gentes altas, altas en el sentido teológico y el sentido económico y el sentido intelectual, en todo ese sentido de la vida, gente grande, gente altas fueron bajadas y gente bajas, como prostitutas, fueron levantadas del polvo, fueron levantados del lugar bajo a donde habían caído, a donde estaban fueron levantadas al lugar donde Dios las levantó. Bueno entonces, encontramos que aun la Escritura nos dice, Juan nos dijo, que Dios podía levantar de esas piedras hijos a Abraham. Por lo tanto, entonces, vemos que todas esas cosas se cumplieron al pie de la letra; pero de acuerdo a la interpretación que Dios le daba. Y la interpretación que Dios le dio, fue la manera en que se cumplió. Dios interpreta Su Palabra, Dios interpreta todo lo que ha sido profetizado que va a acontecer, Dios lo interpreta cumpliéndolo. Por lo tanto, encontraremos todas esas cosas, la manera sencilla en que se cumplen; con esas tan grandes profetizada y cosas tan grandes, cumpliéndose en una forma tan sencilla. Pero la gente siempre pierde de vista o no ven la aplicación espiritual de las cosas que están prometidas. Encontramos que en aquellos tiempos las gentes, el mundo, el cosmos; porque cuando se habla del mundo se está hablando, no del planeta Tierra en particular, sino que se está hablando del mundo político, del mundo religioso, del mundo social, del mundo intelectual, se está hablando de todos los sistemas que tiene este mundo; mundo político, todos estos sistemas; se está hablando en si del cosmos; y el mundo, el cosmos, no puede ver la aplicación espiritual de las cosas que Dios hace en el tiempo que las hace. O sea, el mundo existente en cada tiempo en que Dios hace algo, ese mundo, ese cosmos, esos sistemas no pueden ver lo que Dios está haciendo. ¿Son qué? Son ciegos a los que Dios hace. Encontramos en el tiempo, por ejemplo, en el tiempo de Noé, el mundo intelectual, el mundo político, el mundo social, el mundo religioso, el mundo económico, todo ese mundo, ese cosmos, no pudo ver lo que Dios estaba haciendo a través de Noé; no pudo ver el mensaje de Noé. Se burlaron, creyeron que era un hombre loco; no pudieron ver, aunque veían; veían lo que estaba aconteciendo, pero espiritualmente no podían ver, no podían captar lo que significaba todo aquello. Podían ver que Noé estaba predicando un mensaje de juicio y destrucción, lo cual habría de cumplirse; podían ver a Noé explicándole la manera para escapar de eso juicios. Pero espiritualmente ellos estaban ciegos; y se cumplían ellos también lo que dice la Escritura: “Con oídos, oían, y no entendían; y con ojos veían, pero estaban ciegos”. \[San Mateo 13:13-15\]. Viendo no veían; viendo físicamente, no veían espiritualmente; y oyendo literalmente, no oyen espiritualmente. O sea, no oían para seguir la Palabra. Porque una persona puede oír algo, y sin embargo, no oírla espiritualmente: ser sordo a lo que Dios está hablando. Por eso la Escritura nos dice: “El que oye mi Palabra, tiene vida eterna”. \[San Juan 5:24\]. Pero oír ahí no quiere decir: oír literalmente; porque la humanidad completa ha oído literalmente; pero espiritualmente no ha oído la Palabra. Porque espiritualmente oír, quiere decir: entender. Entonces, entender, captar espiritualmente, captar eso que Dios está hablando para ese tiempo, captarlo, entenderlo, eso es lo importante. Pero está la Escritura que dice: “Oyendo, no entienden para convertirse; y viendo, no ven”. Así que pierden ¿qué? La aplicación espiritual de las cosas que Dios hace en el tiempo en que vive. Fíjese, podemos ver en aquellos tiempos y en todos los tiempos pasados, encontramos que Dios siempre ha obrado de la misma manera; encontramos que nunca ha cambiado Su forma de obrar. Cuando Dios ha deseado hacer algo, Él lo ha hecho; cuando ha deseado hacer algo aquí en la Tierra, Él lo ha hecho siempre de la misma manera. Siempre Dios para obrar aquí en la Tierra ha conseguido un instrumento; y siempre que ha conseguido este instrumento en este tiempo, Dios obrado a través de él; pero las gentes han visto al instrumento con sus ojos literales; pero con sus ojos espirituales no han visto el instrumento de acuerdo a la Palabra de Dios. O sea que no han visto a Dios en el instrumento. Entonces, han tropezado ¿en qué? Han tropezado en el velo de carne en donde Dios ha estado obrando las cosas que Él ha estado haciendo. Encontramos que siempre para Dios hacer algo, siempre Dios ha tenido y tendrá siempre un instrumento, para poder Él hacer lo que Él tiene que hacer para el tiempo en que Dios tiene algo para hacer. Encontramos que Dios tiene que obrar siempre de la misma manera. Ahora ustedes pueden ver en los tiempos pasados, todos los instrumentos que Dios tuvo para cada tiempo, y en ese tiempo, en cada tiempo, Dios ha tenido una porción de Su Palabra para manifestarla en cada tiempo; pero para poderla manifestar esa porción de Su Palabra, Él ha tenido que tomar esa porción de Su Palabra que tiene para ese tiempo y velarla en carne humana en una persona; y cuando esa ha sido velada en carne humana en el instrumento que Dios tenga para ese tiempo, entonces la Palabra se ha velado en carne humana, ha estado hecha carne en la Tierra; y entonces a través de carne humana se ha expresado, se ha manifestado. Y cuando las gentes han podido ver esta Palabra que estaba manifestándose a través de carne humana, han estado viendo a Dios en carne humana, de acuerdo a la porción que Él tenía predestinada para manifestar en cada tiempo. Encontramos que siempre que la Palabra esté en esta Tierra manifestándose, estará velada en carne humana; no puede estar de otra manera. Eso mismo es lo que evita que el diablo pueda aprovecharse y engañar a los escogidos. Porque si no estuviera de esa manera, entonces cada escogido decía: “Bueno yo puedo irme por allá, y yo averiguar directamente de parte de Dios qué significa esto por aquí, qué significa esto, qué es lo que Dios va a hacer en este tiempo, y yo puedo obtenerlo yo mismo por mi cuenta”. Y entonces el diablo se aprovecharía, y allá Fulano, el diablo vendría y lo engañaría en cierta manera. Y como en el mundo espiritual hay otras dimensiones, entonces las personas al no estar capacitados y tener las dos conciencias juntas, y ser preparados de esa manera para poder captar la revelación directamente de parte de Dios, entonces ¿qué es lo que pasa? El diablo se cuela; y como visiones, pueden haber visiones de parte de Dios y pueden haber visiones de parte del diablo, pueden haber sueños de parte de Dios y puede haber sueños de parte del diablo, pueden oírse voces de parte de Dios y de parte del diablo. Pues el diablo se mete y la persona no sabe de qué lado está recibiendo esas cosas que está recibiendo. Y entonces por acá Fulano dice: “No, esto es así, y esto es así; y yo lo vi o yo vi en visión tal y tal cosa (o) Dios me habló”, y no sabe que el diablo se transforma en ángel de luz para engañar. Y así también los ministros del diablo se transforman como ángel de luz y aparecen como grandes ministros; pero detrás de ellos quién está es el diablo tratando de engañar al pueblo de Dios. Pero tarde o temprano son descubiertos. Cuando son descubiertos entonces el diablo se pone furioso, porque le han descubierto el velo de carne donde él estaba velándose para engañar al pueblo de Dios. Y la Escritura dice engañará si es posible, aún, a los escogidos. Así que todo depende qué porción de anti Palabra se vele en una persona que sea un instrumento del diablo. Ahora cuando la Palabra de Dios va a ser revelada al pueblo de Dios, primero se vela en carne humana, en un instrumento que Dios tenga para este tiempo, y a través de este instrumento se revela al pueblo; entonces lo que se estará revelando es la Palabra profética que Dios prometió para ese tiempo, está revelando. Así que no se revela lo que es para un tiempo o lo que era para un tiempo que ya pasó, sino que se revela lo que es para el tiempo presente. Entonces podemos ver que siempre ha sido así. Siempre será de esa manera. Pero siempre las gentes pierden las cosas que Dios hace en el presente; se recuestan de lo que Dios hizo en el pasado y no ven la forma sencilla en que Dios cumplió lo que cumplió en el pasado. Y se recuestan también en lo que Dios va a hacer y no ven lo que Dios está haciendo, porque pierden, pierden de vista lo que Dios está haciendo en el presente; eso siempre ha sido de esa manera, y eso es inevitable. Encontramos que, para este tiempo, para este tiempo final, hay Palabra profética que se ha de cumplir. Toda esa Palabra profética que se ha de cumplir tiene que velarse en carne humana; al hacerlo, ahí es que habrá personas que serán ciegos o serán cegados espiritualmente, y no verán la aplicación espiritual de la Palabra de Dios para el tiempo en que están viviendo. Pero habrá aquellos que también que estarán con sus ojos abiertos, porque Dios le tendrá sus ojos abiertos para ver lo que deben de ver, para ver la aplicación espiritual del tiempo que están viviendo. Entonces ellos no verán con sus ojos, sino que ellos verán espiritualmente, en su interior; y después de ver espiritualmente, en su interior, entonces con sus ojos también verán lo que ellos han visto espiritualmente; pero primero ellos ven adentro; la cosa comienza de adentro hacia afuera. La gente, el mundo, el cosmos, el mundo el religioso, político, todos los sistemas verán con sus ojos en lo natural, pero no entenderán espiritualmente; no verán espiritualmente las cosas que Dios estará haciendo en ese tiempo. Ahora fíjese para este tiempo Dios nos dice a través del cuarto Elías en el mensaje titulado *Haciendo a Dios un servicio sin su voluntad*, página 35 (eso es en inglés); y en el libro de *Citas*, página 151, párrafo 1345, nos dice Dios a través del cuarto Elías las cosas que en este tiempo estarán sucediendo. Dice: *“1345 – ‘Y la gloria de Dios estaba allí adentro hasta que él... ellos no podían ver cómo ministrar.”* Esto fue cuando Salomón dedicó el templo, cuando el hijo de David dedicó el templo literal allá. Recuerden que hay otro templo, un Templo espiritual, qué está representado por aquel templo literal; pero como aquel significaba o tipificada el Templo espiritual, que es el Cuerpo Místico del Señor, donde Dios ha prometido morar en toda Su plenitud donde Dios ha prometido velarse en carne humana en usted y en y en todos los escogidos, ese es ese Templo. Entonces cuándo fue dedicado, entonces luego que salimos lo dedicó, ¿qué pasó? La Columna de Fuego entró; y entonces los ministros no sabía ni cómo ministrar, no podían ministrar. Allí había uno que había entrado. Ahora vea que aquello significa, tipifica ¿qué? Lo que tiene que acontecer en este tiempo. Y el Señor entrando a Su Templo allá, que fue dedicado por Salomón, representa ¿qué? El Templo del Señor, el Cuerpo Místico del Señor, la verdadera Novia del Señor, en donde el Señor vendrá en Su Segunda Venida; y al venir, entonces los ministros nos abran ni cómo ministrar. Bueno, déjame seguir leyendo aquí. Recuerden que en la Venida del Señor cuando vino también en Su Primera Venida, entonces los ministros de aquel tiempo no sabían cómo tenían que ministrar en aquel tiempo, porque estaba habiendo un cambio de dispensación; y esos no sabían cómo ministrar en aquella nueva dispensación; y estaban ministrando de una manera equivocada, ministrando de acuerdo a la primera, cuando se estaba en una segunda dispensación. Y acá en su Segunda Venida es el tiempo de una tercera dispensación; y los ministros que estarían ministrando en la dispensación segunda, al cumplirse la Segunda Venida del Señor, después no sabrán cómo ministrar en una tercera dispensación. O sea, estarán tan enredados y tan turbados, que estarán ministrando equivocadamente. Pero Dios no les permitirá ministrar en la tercera dispensación. Él mismo estará ministrando a todo Su pueblo; y entonces todos juntos veremos lo que Dios estará haciendo en ese tiempo. Nadie podrá ministrar teología o cosas intelectuales en este tiempo. Dice: *1345 - “Y la gloria de Dios estaba allí adentro hasta que él... ellos no podían ver cómo ministrar* (no podían ver cómo ministrar)*. ¡Amén! Cerrará los ojos de cada teólogo cuando Él venga por Su Novia”.* Cuando Él venga por bien por Su Novia. ¿Y para qué viene por Su Novia? Para reclamarla y darle la fe para el rapto con los Truenos; y entonces prepararla para transformarla, para que venga la transformación de cada escogido, y trasladarla a la otra dimensión. Pero recuerden que cuando Él venga por Su Novia, los judíos le van a reconocer a Él viniendo por Su Novia. *“Ella será subida en medio de la noche…”* ¿El hermano Branham nos había dicho en el mensaje titulado *El Rapto* que era por la mañana, que era de 6:00 a 9:00, y aquí dice que será subida en medio de la noche? ¿Ve usted? Si usted toma toda esa Palabra, esa Palabra profética que usted encuentra aquí y en otros mensajes, y dice: “Bueno yo no sé si es por la mañana o es por la noche, porque en un sitio dice que es por la mañana, de 6:00 a 9:00 de la mañana, y aquí nos encontramos que dice que es a medianoche en medio de la noche; así que no sabemos”. La gente pierde la aplicación espiritual. La Escritura nos dice que: “A medianoche se oyó un clamor: He aquí el Esposo viene; salid a recibidlo”. \[San Mateo 25:6\]. Nos dice que es a medianoche; pero por otro lugar nos dice también que es por la mañana. La aplicación espiritual de todo eso es lo importante captar. Medianoche en lo literal, es la medianoche, es tiempo de oscuridad para este planeta Tierra; pero medianoche espiritual, es tiempo de oscuridad para ¿qué? de oscuridad para la edad de Laodicea. Y el cuarto Elías en el 64 dice que Dios mostró en el Cielo que estaba de noche, en oscuridad; y es oscuridad, tiempo de tinieblas, de oscuridad, para el mundo político; es tiempo de tinieblas, de oscuridad, medianoche, para el mundo científico. Y los científicos cuando el hermano Branham estaba ministrando todavía, los científicos dijeron faltan 3 minutos para la medianoche; pero ya, ya sabemos que la medianoche hace tiempito llegó; y que ese tiempo de medianoche, ese tiempo es el tiempo del rapto. Ahora es medianoche espiritual y un rapto espiritual; siendo subidos espiritualmente ¿a dónde? A la Edad de la Piedra Angular. Esa es la aplicación espiritual de estas cosas; y eso no está no está en conflicto con lo que el hermano Branham después dijo en otro mensaje, que es por la mañana. Así que, fíjese, medianoche en lo espiritual. Y ahora aplique las horas de la mañana en lo espiritual, y usted verá también en lo espiritual es por la mañana; porque el rapto espiritual, de subir a la Edad de la Piedra Angular, subir cómo individuos, espiritualmente hablando, ¿cuándo ha sido que el pueblo ha subido la Edad de la Piedra Angular? No fue en el tiempo de la tarde, con la luz de la tarde; fue en el tiempo de la mañana con la luz de la mañana, en las primeras horas de la luz de la mañana, de 6:00 a 9:00, en las primeras tres horas, en los primeros tres años; en ese tiempo, si quiere ponerle tiempo, horas o años, y así usted puede ver que todo eso se va cumpliendo. Y la aplicación espiritual de todo eso la gente no lo pueden ver; y están esperando el cumplimiento literal y se pierden el cumplimiento espiritual; y aún Dios puede, y aún Dios puede obrar de cierta manera que nunca vean ni el cumplimiento literal; porque el que pierde el cumplimiento espiritual, nunca verá al cumplimiento literal. Por eso es que, dice el cuarto Elías, que después van a decir: “Bueno, ¿y por qué estás plagas, por qué estos juicios, por qué estos juicios sobre nosotros? ¿Y no habría de haber, no habría de venir Elías? ¿Y no habría de haber un rato? ¿Y por qué estás plagas sobre nosotros? Y dice el cuarto Elías, que la Palabra le dirá: “Ya vino Elías, y no lo supieron. Ya vino el rapto y ustedes tampoco lo supieron; y ya el rapto pasó y ustedes se quedaron”. ¿Ve usted como el cuarto Elías nos muestra todas estas cosas que van a suceder? Ahora si usted puede examinar las cosas que han pasado en lo espiritual, son muchas los que se han quedado, son muchos los que se han quedado, que no han sido raptados; y han visto, en lo espiritual, hablando en términos espirituales, han visto muchas plagas cayéndose sobre ellos y dicen: “¿Y por qué estás plagas? plagas espirituales, y no saben que es el juicio de Dios cayendo sobre ello por haber sido incrédulos a lo que lo podía ayudar. ¿Ve? Entonces, hay plagas espirituales y hay plagas literales; pero primero vienen las plagas espirituales, primero acontecen las cosas espirituales, para después acontecer las cosas literales. Porque, fíjese una cosa en la tierra literal y otra cosa es la tierra espiritual. Todos nosotros somos tierras en términos espirituales porque de la tierra fuimos tomados; y en lo espiritual, la tierra, el terreno donde todas las cosas espirituales se cumplen, son seres humanos, son el pueblo de Dios, por un lado, para recibir las bendiciones, y son la humanidad para recibirlo juicio de Dios que han de caer. Ahora, vean ustedes, que el cuarto Elías nos dice: “Cerrará los ojos de cada teólogo cuando Él venga por Su Novia”, así que, cuando se lee algo así ¿a quién le gustaría ser un teólogo o a quién le gustaría en otro tiempo pasar haber sido un teólogo y encontrarse en el Mensaje? Sería una cosa para estar temblando: “Señor, yo que fui un teólogo en otro tiempo, no vayas, Señor, a quedar nada de mí de todas esas cosas teológicas que se me metieron dentro, que pasó bastante trabajo para conseguirla, ahora, Señor, el trabajo es para deshacerme de ella, desasme tú de todas esas cosas”. Imagínese, Moisés tuvo 40 años pasando trabajo para aprender todo lo que aprendió; todo a su teología, toda su política, todo a su educación científica, toda su educación económica, toda su educación para poder ser el próximo faraón; y después necesitó 40 años Dios para sacarle todo aquello que él tenía por dentro. Pero vemos que le salió todo aquello. Solamente Dios pudo sacarle a él todo aquello para poderlo utilizar. Entonces encontramos que primero Moisés tenía un conocimiento intelectual de la Palabra de Dios y quiso actuar por medios intelectuales, medios humanos, y no funcionó. Luego cuando Dios sacó de él todo aquello, entonces fue para libertar a Israel. Él trató la primera vez, 40 años antes, y no pudo. Y era tiempo, porque ya se había cumplido el tiempo; pero no pudo. Pero luego cuando la segunda vez trató, él trató y era seguro que iba a funcionar, porque fue Dios el que lo envío, y Dios le dijo: “Yo voy contigo”. Bueno ¿y dónde estaba Dios? Estaba en él, estaba velado en él; porque cuando Moisés bajo del monte aquel que le apareció allá se le metió por dentro, e iba velado en carne humana Dios en Moisés. Por eso cuando Moisés hablaba la Palabra: “Vengan moscas”, no era Moisés, era Dios en Moisés; era la Palabra de Dios saliendo de sus labios. Por eso Dios le dijo a Moisés: “Yo pondré mi Palabra (¿dónde?) en tu boca”. Entonces encontramos que no es dicho que cuando Él venga por Su Novia ¿quién? El Señor en su Segunda Venida, dice que cerrará los ojos de cada teólogo. Así que no hay buena promesa para los teólogos; no hay buenas promesas para los que se crean saber algo. Entonces, encontramos que nos dice que Ella será subida en medio de la noche, así como fue a ellos; y ellos ni siquiera la verán ir. Ahora también… vamos a leer en otro lugar. En la página 126; aquí también nos habla algo muy bueno que tenemos que ver aquí. Página 126, párrafo 1117 del libro de *Citas*, no es dicho… miren el mensaje que esto es hablado en el mensaje titulado *Quitando el Velo a Dios* o *Develando a Dios,* nos es dicho… escuchen bien: *“1117 - “Dijo: ‘¿No serían esos siete truenos emitiendo, no será eso una revelación dada a algún hombre?’ Dije: ‘No, se-ñor, eso sería añadirle algo a Eso o quitarle algo a Eso.’ ¡Todo está revelado allí adentro, y los Siete Sellos abrieron la revelación de lo que Eso era! ¿Ven?, todavía está en la Palabra. ¿Ven? Usted no puede salirse de esa Palabra. No dejará la Palabra. Y el Espíritu de Dios nunca dejará a esa Palabra. Se quedará exactamente con la Palabra: cegando a algunos, y abriendo los ojos de otros.”* El Espíritu de Dios nunca saldrá de esta Palabra quedará bien con esa Palabra llegando a algunos y abriendo los ojos a otros, miren la conexión que tienen los Truenos ideas usted que la revelación de los Truenos está dentro está ahí y es conforme a los Siete Sellos sin añadirle ni quitarle ¿ve usted? Está todo ahí adentro, está en los Siete Sellos y encontramos que los Siete Truenos están en el Séptimo Sello en el Séptimo Sello es que los Siete Truenos emiten sus voces. O sea, que no es una revelación personal de alguna persona que aparezca con una revelación personal de él, sino que es la revelación, la revelación que da a conocer el misterio del Séptimo Sello. Los truenos están en el Séptimo Sello y el Séptimo Sello he dado a conocer cuando los Truenos emiten sus voces; y en eso ¿qué sucede? Quedará bien con esa Palabra, cegando algunos y abriendo los ojos; unos serán cegados en ese tiempo, pero a otros les serán abiertos los ojos. Y lo que habíamos leído anteriormente, dice, que cada que luego será cegado en la Venida del Señor por Su Novia; pero también nos des dicho aquí que a otras personas le van a ser abiertos sus ojos y van a ver ¿qué? Van a ver al Señor viniendo por Su Novia, por su Novia gentil. Y no solamente en medio del pueblo gentil van a haber algunos que sus ojos van a ser abiertos espiritualmente para ver la Venida del Señor, sino que también nos dice que los 144.000 van a ver al Señor en Su Venida viniendo por Su Novia gentil. Eso es lo que nos dice. Por lo tanto los ojos de ellos también es prometido que serán abiertos para ver eso que estará sucediendo en ese tiempo. Y ellos dirán: “Ese es el que nosotros estamos esperando, ¿qué hace entre los gentiles?” Porque la Primer Venida del Señor fue entre los judíos. ¿Dónde fue que los gentiles vieron al Mesías en Su Primera Venida? Lo vieron entre los judíos. Y a través de las siete edades de la Iglesia fue predicada que la Primera Venida del Señor entre los judíos; y fue creída la Primera Venida por los gentiles. Pero no vino entre los gentiles, vino entre los judíos; pero los gentiles le vieron allá viniendo entre los judíos. Y ahora encontramos que la Segunda Venida del Señor es para cumplirse entre los gentiles; pero los judíos lo van a ver entre los gentiles conforme a la promesa del Señor. Y unos poquitos entre los judíos fueron los que vieron allá en la Primera Venida; pero el grupo grande fue de gentiles, después que había cumplido Su Venida. Encontramos también que al venir entre los gentiles va a haber un grupo que le serán abiertos sus ojos para ver Su Segunda Venida conforme al orden de Su Venida; y luego los judíos también van a ver la misma cosa cumplida entre los gentiles. Esa es la promesa; y siendo esa la promesa su cumplimiento tiene que ser en este tiempo final. Ahora, vean ustedes, que la gente pierde ¿Qué? La gente no ve la aplicación espiritual de las cosas que Dios ha prometido. Quiero leerles algo aquí. Déjeme ver si lo puedo conseguir rapidito; se encuentra en la página 26, 27 y la 31 también, se encuentra donde Dios nos habla acerca de Su Primera Venida y también acerca de Su Segunda Venida; y nos dice que la Primera Venida, la Primera Venida fue entre los judíos; pero Su Segunda Venida, dice que sería entre los gentiles. Su Primera Venida fue en medio de la Iglesia hebrea, en medio de los de la primera dispensación; y Su Segunda Venida es el medio de los de la segunda dispensación, la Iglesia gentil. Ahora vean que cuando vino allá dio comienzo la segunda dispensación, a una nueva dispensación; y sacó de la primera dispensación a los que le fueron abiertos los ojos para ver. Y así es en Su Segunda Venida, para sacar de la segunda dispensación a los que se le han abierto los ojos; y lo saca de la segunda dispensación y los mete a la tercera dispensación. Y en cuanto a los judíos que le han de ver en su Segunda Venida, los tiene que sacar de la primera dispensación y meterlos a la tercera dispensación sin pasarlos por la segunda dispensación. Ahora usted puede ver todo esto que es promesa de Dios para este tiempo en que nosotros vivimos, y que conforme, conforme a la promesa tiene que ser de esa manera dice \[ *Alimento Espiritual a su Debido* Tiempo, página19\]: *“No es bien tomar el pan de los hijos y dárselo a los perros. ¿No le dijo Jesús la misma cosa a la Sirofenisa? Él fue enviado a los Suyos* (o sea, a los judíos)*. Eso es correcto. Él nunca fue a los Gentiles. Ahora en este día, Él visita a los Gentiles en su tiempo.”* Ahora usted puede ver que la visita del Señor en Su Segunda Venida es a los gentiles; por eso es que los judíos cuando le vean, le ven en medio de la Novia gentil. Por eso entonces usted puede ver que todas esas cosas que Dios dijo a través del cuarto Elías y el tipo de José entre los gentiles; encontramos que los judíos, los hermanos de José, cuando vieron a José, a su hermano, lo vieron en medio del pueblo gentil; y lo vieron como rey como príncipe así; y lo vieron conforme a como José había dicho que él estaría. Porque José había visto había tenido su sueño y sus visiones, y había visto a sus hermanos mostrándose delante de él, cuando vio a aquellos manojos postrándose delante de él, cuando vio también la luna, el sol, las estrellas y todas estas cosas, pues José vio todo eso en sueño, y entonces le contó a sus hermanos, y entonces él sabía también que significaba que sus hermanos se postrarían delante de él para servirle a él, y también su papá y su mamá, y todos, y él tenía entonces la persona que estaría como rey, y estaría sobre todo ellos; y sus hermanos entendieron también lo que significaba eso. Y José era el menor de todos ellos. Por aquel tiempo solamente había 11 hermanos; o sea, que todavía Benjamín no había nacido. Cuando Benjamín nació, José estaba en Egipto; estaba entre los gentiles, ¿ve usted? Y cuando los 144.000 nacen, surgen, cuando ellos hacen allá en Israel, encontramos que el hermano Branham dijo que de todo el mundo se estaban reuniendo en Israel para ese día; y que estaban haciendo una nación, estaban naciendo; pero cuando eso estaba aconteciendo ¿dónde se encuentra José? Entre los gentiles, porque está tratando con los gentiles, cuando está Israel, los 144.000 están naciendo allá. Entonces encontramos que el hermano Branham dice: “Ya hay así suficiente para hacer ese número”; en lo físico, en lo político o en lo que sea, ya están allí; ya los 144.000 nacido; lo único que le falta es que están allí en su tierra, lo que le falta es encontrarse con su hermano de pura sangre, o sea… y ellos lo van a encontrar en medio de la Novia gentil, en medio de gentiles le van a ver como Rey, es lo que nos dice el cuarto Elías. Ahora ellos van a ver que ellos van a ver la aplicación espiritual, porque sus ojos espirituales le van a ser abiertos. Ahora recuerde, que José estando entre gentiles y estando trabajando entre gentiles y con gentiles, él les envió mensajes a ellos allá; recuerde bien eso: que aunque él estaba entre gentiles el envío ciertos mensajes (por dos ocasiones me parece que fue) hizo notorio ciertas cosas; y fue haciendo todos los preparativos para que ellos tuvieran que venir hacia donde él estaba y para él darse a conocer a ellos. Y para que todas esas cosas pudieran acontecer él tuvo que actuar con cierta astucia; y siendo profeta, él sabía cómo tenía que actuar; y no estaba actuando como engaño, estaba actuando con astucia para que se cumpliera todo lo que él ya había visto en sueños cuando era muchachito. Ahora vea usted, que un jovencito un muchacho, podía siendo profeta, podía ver cosas en sueños o en visiones, y después pasar años y años, y después que estuviera ya mayor ser el tiempo para cumplirse todo esto; porque una cosa es cuando Dios muestra lo que va a pasar y otra cosa es cuando ocurre o cuando se cumple lo que Dios mostró de antemano. Ahora todas las cosas que Dios mostró que han de acontecer en este tiempo final, y cómo Dios obrará con los 144.000, y como Dios obrará para que ellos tengan que ver lo que tienen que ver. Dios sabe cómo mover las cosas y cómo Dios va a actuar en la manera que Él esté actuando en este tiempo final; y Dios inspirará todo, de tal manera que todo se moverá de la manera que Dios ha de dirigir las cosas para Él cumplir lo que Él ha prometido. Si usted y yo miramos a simple vista las cosas, bueno, ¿y por qué José no se fue allá y él mismo buscó las cosas y él mismo lo hizo y él mismo se llevó a su familia e hizo todas las cosas? y se tuvo que poner a trabajar desde Egipto, de en medio de los gentiles, trabajó hacia su pueblo para que ellos tuvieran que verlo a él entre gentiles. Pero fíjese, mientras José hacia todas esas cosas, me parece que fue por dos veces ¿verdad? Por dos veces José hizo ciertas cosas; y en la tercera vez los tuvo a ellos en su medio. Entonces encontramos que los tuvo… en la tercera vez se trajo a todos. Entonces encontramos, la segunda vez me parece logró, en la segunda logró captar, logró que Benjamín, que trajeran a Benjamín; pero en la tercera vez trajeron a Jacob, a toda la familia. Pero Benjamín ya estaba, lo dejaron, me parece, que lo dejaron en medio de los gentiles con José (algo así fue). Bueno hay algunas cositas que usted tendrá que notar en este tiempo y que usted tendría que notar que Dios obrará de cierta manera, que si usted si usted no puede captar el plan de Dios, la parte espiritual, usted pensará que se pierde tiempo o que se ha perdido tiempo, o dinero o trabajo, pero en el Plan de Dios no se pierde nada; aún el mínimo centavo que usamos en el Plan de Dios no se pierde, aun el mínimo esfuerzo que es efectuado en el Plan de Dios y en la Obra de Dios no se pierde; porque nuestro trabajo en el Señor no es en vano. Encontramos que si no entendemos el Plan de Dios: “Bueno, ¿y por qué no ha pasado esto? ¿y por qué no ha pasado lo otro?” En lo espiritual hace tiempo que están pasando muchísimas cosas y muchas personas no se han dado cuenta. Miren, lo primero para Dios hacer una cosa en lo literal, primero tiene que suceder en lo espiritual; primero los tipos y figuras, vienen primero. Los tipos y figuras de lo que Dios estará haciendo con Su Novia gentil, de raptarla literalmente, de transformarla literalmente a cada escogido, y de trasladarlo literalmente a la otra dimensión, eso primero tiene que hacerlo espiritualmente; ya lo ha estado haciendo desde hace años. Lo que hará con las vírgenes fatuas y como Dios obrará; eso lo ha estado haciendo. Lo que Dios hará con Israel, con los 144.000 en lo literal, que Él los llamará, que Él obrará con ellos, que Él les abrirá los ojos y que nadie podrá aguantar eso, Él lo ha estado haciendo en lo espiritual, todo eso ha estado aconteciendo espiritualmente; y los tipos y figuras, y las personas y el grupo los grupos de personas que representan a cada grupo, han estado ocupando esas posiciones, aunque ellos no pertenezcan a esos grupos que en lo literal han de aparecer, en lo espiritual en ellos se han cumplido esos tipos de figuras. Por lo tanto, entonces, fíjese, Dios puede usar una persona para como un… para cumplir una figura, un tipo, para cumplir simbólicamente lo que Él va a hacer más adelante. En Juan, el discípulo amado, cuando él recibió la revelación de las edades de la Iglesia, todo eso ¿qué representaba? Representaba a la Iglesia o la revelación en cada edad; y cuando el subió, cuando el oyó una voz arriba, eso representaba los escogidos de este tiempo final oyendo una Voz más arriba; no una voz de las edades, sino una Voz celestial, una Voz de una edad celestial, una Voz del Cielo; y cuando él miró y vio una puerta abierta eso representaba los escogidos mirando, no para Laodicea, para una edad de las edades pasadas, sino mirando para arriba para una edad celestial y viendo una Puerta abierta para entrar por ella. Y Juan entró representando que los escogidos entrarían. Y eso, Juan subiendo, representaba los escogidos subiendo, siendo raptados espiritualmente; y eso también representa los escogidos, luego, siendo raptados literalmente también; pero primero se cumple en lo espiritual. Entonces encontramos y vemos todas esas cosas y todo lo que Juan vio después que fue raptado, después que subió arriba, son las mismas cosas que los escogidos de este tiempo estarían viendo que acontecería en esa edad celestial; y luego más adelante, cuando las cosas en lo literal lleguen a cumplirse, entonces veremos en literal, subiremos en lo literal a otra dimensión más alta; tendremos nuestros cuerpos transformados y subiremos literalmente. Pero ahora estamos sentados en lugares celestiales. Tenemos otro cuerpo en otra dimensión; y nosotros no somos guiados por este cuerpo, por lo que vemos u oímos, sino que somos guiados por el otro; y el otro controla éste; de acuerdo a lo que el otro ve (y en el otro se saben todas las cosas) ve, y de acuerdo a como el otro nos guía, entonces eso se refleja en éste, y entonces nosotros vimos a cómo vemos a través del otro. Bueno, el que no tiene representación en la otra dimensión, entonces en esta dimensión la vida que vive es contraria a la vida que viven los que están en la sexta dimensión; porque la vida terrenal que cada persona vive, es el reflejo o es la sombra de su vida del otro cuerpo que está en otra dimensión. Sí pertenece a la sexta dimensión, pues es de allá y todo eso de allá se refleja acá; sí pertenece a la quinta dimensión una persona, pues lo que se refleja son las cosas de la quinta dimensión; la vida es de la quinta dimensión ¿ve? Y cada cual después qué parte de aquí coge para la dimensión al que pertenece, o sea, que esas dimensiones vienen a buscar a aquellos que pertenecen a ella. Ahora la dimensión nuestra, la sexta dimensión, viene a buscarnos, nos transforma estos cuerpos, y entonces tendremos un cuerpo transformado. Vean ustedes la hora en que estamos, vean ustedes las cosas que se han estado cumpliendo lo espiritual. Y ahora, luego de todas estas cosas en lo espiritual haberse cumplido, ahora vemos que llegará un tiempo, que en lo literal, aparecerá como que será un solo grupo ¿ve usted? Cuando los judíos vean la Venida del Señor en medio de los gentiles, en medio de la Novia gentil, ellos serán unidos, reconocerán y serán unidos al Mensaje de la Venida del Señor, ellos creerán; y entonces va a aparentar la cosa como un solo grupo, pero sabemos que ellos eran los siervos de los escogidos, los siervos del pueblo del Señor, al cual el Señor viene en su Segunda Venida. Encontramos todas estas cosas, y encontramos en nosotros se han cumplido un sinnúmero de tipos y figuras que en lo literal, más adelante, se van a cumplir. Ya hemos estado saliendo de ser tipos de otras cosas que Dios va a cumplir en el futuro, y ahora venimos a hacer un solo grupo; o sea que muchas cosas que se cumplieron en tipos y figuras, que ya salimos de ahí… por ejemplo, vamos a poner algunos ejemplos, y usted al ver estos ejemplos… ahora no piense que usted es aquello que fue tipificado en usted; más bien fue tipificado, pero usted no fue eso, pero actuó como si fuera eso que estaba haciendo tipificado en usted. Quiero que me entiendas. Por ejemplo: Job, cuando estuvo enfermo, la esposa de Job no era una mujer fatua, era una mujer que no era fatua, era una mujer prudente; pero cuando pasó por esa etapa (Job) de sufrimiento, de prueba, en donde Dios le permitió al diablo que tomara a Job e hiciera de su propiedades y de lo que quisiera, hiciera con su cuerpo lo que quisiera, pero que no tocará su alma, en esta etapa de prueba, en esta etapa de sufrimiento de Job, de ese varón profeta de Dios, era un patriarca, era un hombre Santo era un hombre bueno, en esa etapa Job se confundió. Usted dice que no. Yo le digo que Job se confundió; y Job se puso a altercar con Dios, y Job se puso a altercar con sus compañeros diciéndolo que él es era un hombre justo, que Dios estaba perdiendo con él, y que Dios… y que esas cosas él no se las merecía, y un sinnúmero de cosas. Bueno, y Dios llamó a Job a cuenta. Aún el mismo Job actuó de una manera incorrecta; y también encontramos que la mujer de Job, no siendo una mujer fatua, cuando le dijo a Job estando en la condición que Job estaba, una enfermedad en su cuerpo, en su piel, y habiendo perdido todo lo que tenía, vino a ser un hombre pobre, entonces la mujer de Job le dice: “Maldice a Dios y muere”. Miren a ver si esa no es una expresión una mujer fatua, no de una mujer sabia, sino de una mujer fatua, y Job le dice: “Tú has hablado como una mujer fatua”. Job no le estaba diciendo que ella era una mujer fatua, más bien con eso le estaba diciendo: “Tú siendo una mujer prudente en esta etapa de prueba por donde yo estoy, en que en la condición que yo estoy me encuentro como que Dios se ha convertido en un enemigo mío, y yo no sé ni por qué, porque yo he actuado bien, y el temor que yo tenía eso me ha venido”. Por eso usted no debe tener temor. No tenga miedo de que se va a perder, no tenga miedo de que usted va a ser arrastrado al pecado, no tenga miedo de caer, no tenga miedo de que usted si falta a Dios en algo o comete algún error, no tenga miedo de que se va a perder por eso; sepa que usted es un predestinado, y sepa de que si sus ojos han sido abiertos espiritualmente para ver espiritualmente lo que tiene que ser visto en este tiempo, porque Dios está obrando en una manera espiritual y cumpliendo las cosas de una manera espiritual, y si sus ojos han sido abiertos, usted vea lo que Dios está haciendo, y vea también quién es usted, reconozca quién es usted. Después de usted ver las cosas que usted ha visto ¿va usted a pensar que usted es un hijo del diablo? Si lo fuera, sus ojos le hubieran sido cerrados. Ahora usted, estas cosas Dios nos permite oírlas y saberlas para que usted no se desanime por nada. Yo no le digo a usted que peque. No. Manténgase al lado de la Palabra de Dios y no peque nunca; pero si en alguna ocasión usted cae en alguna falta, no se quede amontonado, pensando que usted es un hijo del diablo, pensando que usted no es un escogido; porque siete veces cae el justo y siete veces torna a levantarse. En esas Palabras de consuelo para cada persona que haya pasado por momentos difíciles en su vida y que se haya encontrado en una condición en que se ha sentido perdido, piense de esa manera; piense conforme la Palabra. Sabemos que un verdadero escogido cuando caen alguna falta, mejor para él hubiera sido morir, desearía a morirse que comete alguna falta; porque eso es una tristeza tan grande por dentro, que casi no se soporta. David decía qué no podía estar tranquilo; se pasaba llorando, se pasaba sufriendo y decía: “Vuélveme el gozo de la salvación, Señor, si me ha perdonado; vuélveme el gozo de la salvación”. \[Salmos 51:12\]. Y después le volvió el gozo de la salvación; pero mientras estuvo en esa condición, David sufrió demasiado. Y toda persona hija de Dios, hijo o hija de Dios, que pasa por problemas o por errores que comete, desearía mejor haberse muerto antes de cometerlo. Bueno, recuerde que con esas cosas nosotros no incitamos a nadie a que cometan faltas. Le decimos lo triste que será y que es para las personas que y que ha sido para las personas que han cometido faltas; y con eso, el hermano Branham dice, que es mejor aprender con la experiencia que otros ya han tenido y con lo que otros han sufrido, que pasar por esas experiencias tristes en la vida. Aun el hermano Branham, cuando Dios le abrió la puerta para predicarles a la edad Pentecostal, para predicarle a los pentecostales, y haber hecho los compromisos que hizo, ya tenía ya tenía un programa hecho para un año completo; y entonces les llegó una etapa de prueba, una etapa en que fue probado y en que su propia suegra le aconsejó que no fuera; ustedes saben, ellos eran bautista, de la línea bautista, su suegra y aún el hermano Branham, Dios lo levantó de entre los bautistas; y entonces el hermano Branham fue un ministro Bautista, al principio, al comienzo; y encontramos que el grupo la congregación de allí de Indiana, en su comienzo, allí pues fue, por allá por el 33, fue que levantaron un local allí; y encontramos que Dios comenzó a obrar entre ellos. Pero cuando se llegó el tiempo del llamado de Dios para el hermano Branham, para que se fuera a predicarle a los pentecostales y a tener actividades entre los pentecostales, y Dios le abrió las puertas y tuvo compromisos para un año, y entonces su suegra le aconsejó que no, le decían: “Bueno, te vas a morir de hambre con tu esposa y sus hijos. Y esa gente son del diablo”. Y su congregación también le decía: “Tú tienes una responsabilidad aquí, y tú eres pastor aquí”, y así por el estilo, comenzó el diablo a obrar para que el hermano Branham no fuera a tener esas actividades de campaña entre los pentecostales, entre la edad pentecostal. ¿Y qué sucedió? No cumplió los compromisos que tenía, todo lo canceló, y entonces, vino el juicio, vino el juicio allá en Indiana, en Jeffersonville con la inundación aquella; y la esposa del hermano Branham Hope, Esperanza, estaba enferma ya, cuando eso aconteció (la inundación) estaba enferma; su hija, su hija también Sharon estaba enferma antes de acontecer la inundación y todo eso; o sea, empezó el juicio de Dios a caer sobre el hermano Branham, sobre los seres queridos. Y fíjense, siempre, cuando una persona se descarrila del Plan de Dios y se aparta para no hacer lo que debe hacer en el tiempo en que vive y no se deja usar de Dios, comienzan las cosas malas, comienzan los problemas, comienzan los juicios a caer sobre los seres queridos, y la persona comienza a sufrir; y aunque no se pierdan esas personas, el sufrimiento es muy grande. Y entonces vemos que cuando aconteció la inundación, la hija del hermano Branham, que lo que tenía quizá era como 2 años, se puso más grave y después murió; y luego… o se murió Esperanza, que estaba enferma, y luego a los poquitos días, al par de días, quizás, al poquito tiempo sin todavía… no sé si ya estaba enterrada la hermana Hope, no recuerdo, pero yo sé que entonces el hermano Branham orando por la nena antes de morir le dijo: “ Sharon, si tú mueres, si Dios te llama, te enterraré en los brazos de tu madre”, y hasta donde sabemos y entendemos, fue colocada en los brazos de su mamá, hasta donde entendemos las dos están en el mismo lugar (hasta dónde entendemos); no sé, si fuera de otra manera; pero de una manera o de otro así es que lo entendido. No sé si fue permitido cumplir su promesa por las autoridades, si le fue permitido hacerlo de esa manera. Bueno, la cosa es que todo eso comenzó a venir sobre el hermano Branham por haberse negado a ser instrumento de Dios para beneficio de todas esas gentes pentecostales. Y luego de eso, dice que su congregación siendo una congregación tan hermosa y habiendo prosperado espiritualmente y materialmente, estaba prosperando muchísimo, comenzó a decaer y comenzaron a venir problemas, y comenzó todo a irse por el piso; y comenzó el hermano Branham a sufrir tantos y tantos problemas, que encontramos que se vio en unas etapas muy pero que muy difíciles. Encontramos, que aquella congregación no tenía de que gloriarse; al principio tuvo de que gloriarse, de que Dios usará un hombre como el hermano Branham para levantar allí una congregación como aquella y de tener a un profeta como la persona frente a esa congregación. Pero cuando le aconsejó y trató de que él no cumpliera los compromisos que él tenía y que él no cumpliera conforme al Plan de Dios lo que debía de hacer, y trató de exigirle de que él debía de mantenerse allí con ellos, de no se podían gloriar ellos porque ellos hicieron que el profeta de Dios cayera en desobediencia delante de Dios; hicieron cómo hizo el pueblo de Israel, que hizo que Moisés se airara pecara delante de Dios y no pudiera entrar a la tierra prometida; ni ellos entraron, ni Moisés pudo entrar. Así que, de eso no se puede no se podía gloriar aquella congregación. Ahora encontramos que cuando hay algún compromiso de parte de Dios para ser cumplido, la congregación que tenía un profeta como ese, no podía estar tratando de ser egoísta, no podía estar tratando de ser, de tener ese amor propio, de no dejar que el instrumento que Dios tenía entre ellos fuera a trabajar en la Obra del Señor para beneficio de otros; pero cuando un pueblo y una congregación entiende que es el ministerio de un profeta ha sido de bendición para ellos, desean entonces que ese ministerio llegué a otros lugares y alcancé a otra gente para que sea de bendición a otros también. Cuando un pueblo tiene esa madurez, entonces no se pone celoso, sino que se pone contento: “Vamos a ayudarlo para que el Mensaje que tiene y que nos da, también conquiste el corazón de otros como ha conquistado el nuestro”. Ese siempre ha sido el Plan de Dios. Y sabemos que la Palabra, el Mensaje conquistará y abrirá los ojos de otras personas, como también ha abierto los ojos de aquellos ya también les ha abierto los ojos para ver lo que tiene que ser visto en este tiempo. Y así como hemos visto y hemos entendido la aplicación espiritual para este tiempo, deseamos también que otros vean la aplicación espiritual para este tiempo. Podemos ver que grandes milagros espirituales han sido hecho en nuestro medio; quizás no hemos visto nunca un milagro literal de una persona ciega, que sus ojos hayan sido abiertos; pero es que estamos en una dimensión y en un ciclo más alto, y no hemos visto un ciego con sus ojos abiertos; pero hemos muchos vistos muchos ciegos a los cuales sus ojos han sido abiertos; por lo tanto, aquí no puede levantarse un ciego literal a decir: “Mis ojos me fueron abiertos”, pero podemos preguntar: “¿A cuántos sus ojos le han sido abierto para ver en esta hora?” Y entonces no se levanta uno, nos levantamos toditos y decimos: “Yo era ciego, pero ahora veo”. “Bueno ¿y qué ve?” “Lo que tengo que ver en esta hora”. ¿Ve? Las gentes allá en el tiempo de la Primera Venida del Señor estaban esperando la Venida del Señor, pero con sus ojos literales estaban viéndola; pero con sus ojos espirituales no la veían, no la entendían, no la reconocía; pues viendo, no veían; y oyendo, no entendían bien. Pero dos o tres, a dos o tres sus ojos espirituales le fueron abiertos, y entonces podían ver espiritualmente lo que tenía que ser visto conforme a las promesas de Dios para aquel tiempo; y luego con sus ojos literales ellos veían lo que con sus ojos espirituales se estaban viendo. O sea, ellos con sus ojos espirituales veían la Palabra que estaba prometida para que el tiempo, la veían cumplida; y con sus ojos literales ellos veían el velo de carne dónde estaba cumplida aquella Palabra …\[corte de audio\]… por lo tanto, ellos podían ver a Dios hecho carne, los demás no lo podían ver ¿Por qué? Porque a unos, los ojos le fueron abiertos; pero a otros, tenían los ojos cegados, eran ciegos espiritualmente. Por eso el Señor cuando, cuando le dijeron los discípulos a algo, el Señor les dijo: “Déjenlo, dejen a esa gente quieta y a esos líderes quietos; porque si el ciego guía a otro ciego, ambos caerán al hoyo; son ciegos, guías de ciegos”. ¿Y por qué el Señor le decía que ellos eran ciegos, guías de ciegos? Estaba hablando de los líderes. Decía que los teólogos, los líderes religiosos, los ministros de aquel tiempo eran líderes ciegos, guiando a gente ciega. ¿Y cuál era la evidencia, la señal de que aquella gente eran ciegos y que guiaban a gente ciega, que lo seguían a ellos ciegamente, y que ambos caerían en el hoyo? La señal y la evidencia de que aquella gente era ciegas y eran guías de ciegos, aunque tenían ojos; y el Señor les dijo: “Y se cumple en vosotros lo que dijo el profeta Isaías: con ojos ven, y no ven (teniendo ojos, no ven); y teniendo oídos no entienden. Por lo tanto, se cumple en vosotros lo que dijo el profeta Isaías. ¿Y por qué el Señor Jesús decía estas cosas de esa gente, de esos líderes, y del pueblo que seguía esos líderes? Porque aquella gente, espiritualmente, con sus ojos espirituales, no veían lo que espiritualmente tenía que verse en aquel tiempo; y lo que tenía que verse en aquel tiempo era el cumplimiento de lo que Dios había prometido que haría en aquel tiempo; y lo estaba cumpliendo. Y cualquier persona que no lo viera, era un ciego espiritualmente; con ojos literales viendo, pero con sus ojos espirituales, no viendo nada. Así es en este siglo XX. Muchos con ojos físicos ven las cosas, pero con sus ojos espirituales no pueden ver el cumplimiento de la promesa de Dios para este tiempo conforme a lo que Dios habló para este tiempo. Pero los que lo ven, los que ven lo que Dios prometió y lo ven cumplido, no sé, usted no tiene de qué gloriarse. Ha sido Dios el que ha abierto sus ojos; porque conforme a la promesa en Su Segunda Venida, los ojos de algunos serían cerrados, pero los ojos de otros serían abiertos. ¿Para qué? En Su Venida, para ver Su Venida. ¿Qué otra cosa hay en este tiempo, sino lo que Dios prometió para este tiempo? Él prometió que Su Palabra se haría carne; y eso es lo que Dios tiene para ser visto; y eso es lo que identifica a cada persona, lo identifica, lo que ve; la actitud asumida frente a lo que ve es lo que lo identifica a él y le dice a él, quién es esa persona. En este tiempo cada cual se identifica frente al cumplimiento de lo que Dios ha prometido para este tiempo final. Déjeme ver aquí, página 24 \[26\] del mensaje titulado *Eventos Modernos Hechos Claro por la Profecía*, dice el cuarto Elías: *“177 El creyente puede ver la Palabra hecha carne; los demás no pueden* (hacerlo)*.”* Eso es lo que dice el cuarto Elías. Así que el creyente a través de todos los tiempos ha visto la Palabra hecha carne en la porción que le corresponde en cada tiempo; y cuando la Palabra vino en toda Su plenitud hecha carne en los días de la Primera Venida de la Palabra hecha carne en toda Su plenitud, la Primera Venida del Señor, los creyentes, la vieron; los demás, no la vieron. El mundo, el cosmos, el mundo político, el mundo religioso, el mundo social, el mundo económico no lo vio; y la gente que estuvieron aferradas a esos sistemas, al cosmos, tampoco la vieron; espiritualmente, no vieron la aplicación espiritual, aunque con sus ojos veían el velo de carne donde estaba cumpliéndose esas cosas, pero veían el velo de carne, pero no veían estaba cumpliendo. No veían a Dios hecho carne, la Palabra hecha carne. Y es la misma cosa en este siglo XX. Los creyentes, dice el cuarto Elías, pueden ver la Palabra hecha carne para el tiempo en que vivimos; los demás no la puedan ver, aunque vean, aunque vean la carne en donde la Palabra sea hace manifiesta. Y ahora, encontramos que también en cada uno de los escogidos, la Palabra se está haciendo carne se está haciendo carne y los creyentes, los escogidos, han estado viendo la Palabra haciéndose carne en cada escogido. ¿Ha visto usted la Palabra haciéndose carne en usted? ¿o ha creído usted que lo que se ha estado siendo carne en usted es un dogma o es un credo o es una religión o es una cosa falsa? ¿o a visto usted que es la Palabra? Tiene que ser Palabra sobre Palabra, Palabra sobre Palabra, porque si no, no llegamos a ningún lugar. Ahora, usted tiene que ver todas estas cosas que han estado cumpliéndose. Usted tiene que ver que cada vez que Dios va a hacer algo y que va a cumplirlo en lo literal, primero en lo espiritual tiene que cumplirse; el hermano Branham, dice, que siempre tiene que haber algo para simbolizarlo; siempre tiene que haber algo. Yo creía que los símbolos, que no habría nada en este tiempo para simbolizar algunas cosas que Dios haría en el futuro, pero siempre hay algo que los simboliza. Y nosotros hemos vivido en nuestra carne, hemos tenido una experiencia a través de un sinnúmero de años, lo cual representa tipifica o simboliza cosas que Dios va a hacer más adelante. Pero que nosotros hemos venido a hacer el tipo y figura de cosas que Dios hará en el futuro. Así que en nosotros mismos se han estado cumpliendo algunos tipos y figuras, aunque nosotros hemos estado viviendo en la realidad, pero que para Dios cumplir, por ejemplo, para los judíos, para los 144.000, lo que Dios va a cumplir para ellos, ha estado siendo tipificado en nosotros; y así como Dios obró con nosotros y así como Dios nos conquistó, Él ha de conquistar el corazón de los 144.000. Yo no quisiera explicar mucho de estos símbolos y de estas cosas; porque, aunque usted, mucho de ustedes en algunas ocasiones representar o notificaron algunos… le voy a hablar más claro. Algunos de ustedes, en la actitud de ustedes en un tiempo, no la actual, sino la de un tiempo atrás, algunos actuaron como verdaderos creyentes, otros actuaron como creyentes manufacturados, otros actuaron como incrédulos; algunos actuaron como vírgenes prudentes, otros actuaron como vírgenes fatuas y otros actuaron como los 144.000 judíos. Ahora, no se ponga usted a decir: “Bueno, yo actúe así, así que estoy perdido”. No. Ya el símbolo, el tipo se cumplió; y ahora podemos hablar de esto. Recuerde, antes cuando usted oía, y oía los rumores de que ustedes representaban tal… a las prudentes algunos, y que otros representaban las fatuas; y unos eran… o un grupo eran el grupo de las fatuas, y eso, en tiempos pasados, mucho de ustedes estuvieron representando a las vírgenes prudentes. Pero no era que todos ustedes nada más eran las vírgenes prudentes, el grupo que las representaba; por un tiempo. Porque lo que Dios va a hacer en una escala grande, Él la hace en una escala chiquita primero, y después eso cumple, coge un ciclo, y cuando termina, entonces pasa a un ciclo mayor. Por ejemplo, cuando van a hacer un edificio, hacen una cosa chiquita; y ahí ustedes toditos, un plano, y algunas veces además del plano hacen el edificio, de barro, de madera o de cemento, y usted ve el edificio ahí, una cosa chiquitita; algunas veces también hacen una ciudad completa, y la hacen del tamaño de *esta* mesa, de esto *aquí*, o la hacen del tamaño de *esta* carpa, o de la hacen de un tamaño, pero eso es el tipo o la sombra de lo que va a ser hecho en grande. Por ejemplo, si, cuando yo fui allá a Israel, fuimos a un lugar, a un monte, donde hay un hotel, (se llama Holy… algo así, no recuerdo muy bien), entonces allá arriba en un patio hay allí, en una forma simbólica, hay allí una ciudad, y esa ciudad es Jerusalén; pero está hecha en casitas chiquititas, edificios chiquititos; el templo, el templo es, yo creo como *esta* plataforma nada más, más o menos, o más pequeño (no recuerdo bien), y así todo eso que está allí representa a Jerusalén completa. Ahora usted en un momentito puede caminar aquella chiquitita, y a lo mejor no puede caminar porque tropieza con las casas y puede ir a todos los lugares; pero cuando le toca ir a la grande, pues entonces pasa más trabajo, es más grande, y no la puede ver todo a la misma vez, con todos los detalles que se pueden ver en esa pequeña. Bueno, así es en cuanto el Plan de Dios. Por eso usted siempre ha visto a través de la Biblia, que cuando Dios va a hacer algo, primero lo tipifica en diferentes formas, para después hacerlo en la escala grande y cumplirlo en toda Su plenitud, realizar el plan que Él tiene predestinado para realizar. Y así pues, usted ha visto todas estas cosas. Ahora ustedes, ahora yo le voy a decir algo a ustedes… bueno, aunque nos causa tristeza haber pasado por esas etapas pasadas, pero damos gracias al Señor que ya Dios nos sacó de todo eso, y ahora nuestros ojos fueron abiertos; estábamos ciegos, pero ahora nuestros ojos han sido abiertos y hemos visto cosas que no veíamos. Y aún, aunque cuando pasamos por esas cosas, luego sabemos que fuimos encontrados culpable de haber actuado mal; y por eso fue que encontramos que nuestras almas, en nuestro corazón, hubo esa actitud interior en cada uno de arrepentimiento y de dolor y de tristeza; lo mismo que pasará con Israel, con los 144.000, cuando sus ojos le sean abiertos; llorarán, se lamentarán de lo que hicieron allá con Jesús de Nazaret. Y encontramos que serán consolados, así como nosotros somos consolados. Ya todo eso pasó, ya entramos a una nueva etapa, y ya estamos casi terminando nuestros días aquí en la Tierra en estos cuerpos. Ya casi estamos terminando. Y nos causó tristeza haber pasado por las etapas esas pasadas. ¿Cómo se sentiría la esposa de Job? ¿verdad? Después cuando Dios bendijo a Job y lo restauró, ¡ay! ¿cómo se sentiría ella? “Yo siento mucho haber actuado tan mal cómo actué, y no haberme dado cuenta de la etapa que tú estabas pasando. Perdóname haber actuado tan mal como actué, y todas estas cosas”. Así que, vemos por todas estas etapas que hemos pasado han sido duras, las hemos experimentado, las hemos vivido en nuestra propia carne, las hemos sentido en nuestro interior, hemos sufrido; si alguno quiere hablar de lo que sufrir al ofender a Dios, yo creo que somos cada uno de nuestros; y podemos hablar de lo que es sentirse triste y arrepentido y adolorido de haber ofendido a Dios y de haber actuado incorrectamente cuando lo hemos hecho en el pasado. Y hemos, realmente, pasado por esta fase en nuestra vida. Pero ahora, ya al final del camino, vemos que ahora nada no podrá apartar de la Palabra, del amor de Dios. Todo lo que ha tenido que estar se cumpliendo en tipos y figuras, lo hemos estado viendo. Ahora, después que ha pasado, lo hemos estado viendo. Bueno ya es historia, yo no sé si falta alguna otra cosa. Yo en estos días le decía a mi esposa: “Hay algo que tiene que haberse cumplido en el pasado o tiene que estarse cumpliendo, o tiene que cumplirse dentro de poco, que represente y que tipifique lo que Dios hará con Israel y lo que Dios hará con las vírgenes fatuas; tiene que haber algo, y yo no lo he podido ver, y tengo que verlo porque tengo que verlo para reconocerlo”. ¿Y qué será? Porque si no lo puedo ver, entonces el diablo me puede engañar y hacerme creer que es otra cosa o qué tengo que hacer otra cosa, y en eso me puede engañar. Porque si uno está interesado en que se ha hecho lo que debe de hacer, y uno no sabe lo que debe de hacer o cómo hacerlo, entonces ahí el diablo se aprovecha. Pero si Dios le abre los ojos a uno para ver, entonces lo ve, y entonces uno sabe qué es lo que Dios tenía que hacer para representar lo que está en el futuro, para Dios hacer. Y entonces ya uno entonces está parado sobre terreno sólido, terreno firme; y uno sabe que todo lo que tenía que cumplirse se ha cumplido; y casi siempre no se da cuenta de las cosas después que ya ha pasado. Después que ya se han cumplido las cosas, Dios le dice: “Mira para atrás. Ya eso que tú estás buscando, que a lo mejor se va a cumplir dentro de poco quizás o quizás que tiene que ser cumplido, y tú estás buscando a que se cumpla, mira para atrás, ya eso está cumplido en tipo y figura”. ¿Ve? Así que hemos visto todas estas cosas, porque siempre estaba toda cosa que Dios vaya a hacer, tiene que haber algo para representarlo, tiene que haber algo. Por lo tanto, Dios no hace nada sin antes traerlo en tipos y figuras; y Dios no hace nada como si fuera un payaso. Todas las cosas que Dios hace tienen un significado; la cosa más sencilla más simple que es hecha, tiene un significado en el Plan de Dios. Por lo tanto, entonces ya podemos ver cómo han estado moviéndose muchas cosas sin nosotros ni darnos cuenta. Y que en nuestra propia carne hemos experimentado un sinnúmero de cosas, un sinnúmero de cosas, que ahora podemos ver a través de la Palabra, podemos ver lo que todo eso significó para nosotros en el pasado, o lo que significa ahora. Ahora, como les dije, ahora no vaya usted a pensar: “Bueno, yo actúe como en la esposa de Job. Actúe como una virgen fatua o actúe como un incrédulo”. Bueno, actuó así, y eso representó a las vírgenes fatuas o representó a los 144.000 judíos o representó a las vírgenes prudentes. Pero, eso, representó eso, pero ya usted pasó eso, ya sus ojos han sido abiertos, y ahora usted está, no en el grupo de la representación de las vírgenes fatuas, sino que ahora usted está en un grupo en donde todos ven lo que tiene que ser visto y en donde todos son identificados por la Palabra de Dios, como personas que han visto lo que tienen que ver para la hora en que viven. Así que usted, tomé ánimo, sea valiente, y usted piense siempre positivo: “Bueno, yo creo que soy un escogido”. Y si el diablo le trae a la mente: “Bueno, ¿y si te quedas?” “Bueno, yo creo que voy a ser transformado y que voy a ser trasladado”. “Bueno, ¿y si te quedas?” “Bueno, pues doy mi vida por el Mensaje. Si para mí, para mí, lo mismo es que me vaya que me quede, sigo creyendo el Mensaje”. ¿Sabe lo que el hermano Branham dice de los escogidos? “Ellos están dispuestos a pasar por la gran tribulación”. El hermano Branham dice: “Pero no hay necesidad de eso; pero están dispuestos”. O sea que el diablo no le puede meter miedo: “Mira que puedes irte para la gran tribulación. Que si te vas a quedar o te puedes quedar por esto, porque te pasó esto, porque pasaste por esto por lo otro”. “Bueno, si me quedase, aquí estaré para dar mi vida por el Mensaje”. ¿Y cómo puede una persona pensar así? Bueno, porque el que es escogido, el que es predestinado para ser transformado y trasladado, es predestinado, y nada impedirá que se ha transformado; no importa por las pruebas, por los errores, por las faltas que pase o que cometa, es predestinado. Punto. Eso no puede apartarlo de ser un predestinado, sigue siendo un predestinado. Lo que pasa es que cuando comete falta o errores, sufre tanto, que mejor desearía morirse; y ama tanto a Dios que no desearía faltarle en ningún momento. Es una persona que está hecha de tal manera, que faltar, así sea una cosa sencilla, que para otra persona, dice: “Eso no es nada”, para un escogido, eso es grandísimo; eso es tan grande que él cree que el Cielo se le ha caído el cielo encima ¿ve? Así se siente un escogido. Mire, busque los ejemplos. Mire, el hermano Branham… y fíjese muchas personas miran la bendición y la parte buena de un hombre; pero el hermano Branham dice: “En un hombre no hay nada bueno, ahí no hay nada bueno”. Cuando uno ve algo bueno en un hombre, eso es Dios obrando en un hombre; cuando ve algo malo en un hombre, eso es la parte humana, y en la parte humana es que el hijo de Dios comete errores. ¿Ve? Entonces eso identifica que Dios está con este hombre, pero que todavía ese hombre o esa mujer, es una persona que no ha sido transformada, y por eso es que cometemos algunas veces errores, cometemos algunas faltas, y nos duele tanto que desearíamos a vernos muertos antes de cometer y pasar por esas faltas y errores, antes de cometer esos errores. El hermano Branham, fíjese, el hermano Branham siempre fue una persona muy sincera, un ministro muy sincero; y alguna persona pueden tomar las faltas y errores que cometió la hermano Branham, como hombre, para tratar de echar fango sobre él o sobre que lo que Dios hacía a través de él. Pero ninguna persona sincera debe hacer eso; más bien cuando usted ve cualquier falta o error que cometió el hermano Branham, usted debe seguir, hacer la separación; todo lo bueno que veíamos en él, Dios obrando en él; toda la parte mala que alguien podría ver, cualquier falta esa era la parte humana. Y eso identificaba ¿qué? Que el velo de carne era realmente de carne, era un hombre. Un hombre como lo fue Moisés, Elías y todos estos profetas de Dios, que eran hombres sujetos a semejantes pasiones, a las de nosotros; pero que cuando hablaban la Palabra, ya eso no era ellos; era Dios a través de ellos. Así que cuando cualquier persona vea en algún otro hijo de Dios, en algún escogido, ya sea ministro o hermano, vea, esa es la parte humana. Realmente entonces usted y yo podemos ver y decir: “Realmente, yo y mi hermano, necesitamos una transformación, porque en el otro cuerpo no vamos a cometer faltas”. Y cuando vemos alguna falta que comete algún hermano, eso le duele a ese mismo hermano, le duele en el alma; y a cualquier hermano que ve, también le duele: “Es mi hermano, y al cometer esas faltas está poniendo la Palabra, el Mensaje en un… está dando lugar a que otros lancen oprobios sobre Mensaje, está actuando de una manera que no debe actuar, mi amado hermano, a causa de que se encuentra en un velo de carne todavía en el cual, tanto él como yo podemos cometer errores; pero tanto él como yo, nos duele tanto, tanto los que él comete como los que yo cometo”. Así que, nos dolemos los unos a los otros al ver nuestras propias faltas; porque las vemos, no desearíamos verlas, pero las vemos; pero por encima de eso, las vemos a través de la Sangre y entonces tomamos aliento; y entonces las miramos, miramos estas cosas como Dios las miras, y entonces Dios no ve falta, Dios no ve pecado en nosotros, porque el que es nacido de Dios no peca; lo que le pasa es que comete errores a causa del cuerpo donde se encuentra, pero no peca. Él no peca en el corazón, porque el pecado, el pecado, el único pecado es incredulidad; y el escogido no es incrédulo él cree la Palabra de Dios para el tiempo en que vive, es una persona creyente. Por lo tanto, si comete alguna falta, él no la comete queriendo cometerla; él no peca voluntariamente, sino que cae en alguna falta y en algunos errores; pero él está arrepentido de haber fallado y de haber pasado por estas etapas en su vida; y él se arrepiente, y entonces todo es borrado en la vida de esa persona. Por eso es que yo siempre le he dicho, que siempre, no importa lo que sea, arregle toda su vida siempre con Dios. Tenga siempre su vida al día con Dios. No se deje meter miedo del diablo, de que porque falló en algo y después volvió a fallar, de que no es un hijo de Dios. Eso fue lo que le dijo el diablo a Jesús: “Si eres hijo de Dios” … Y eso es lo que el diablo le viene algunas veces a decir a usted: “Tú por esto y por esto. Si tú fueras un hijo de Dios, no te pasaría esto y no pasaría por estas etapas o problemas”. Bueno, usted y yo tenemos la respuesta: “Si somos hijos de Dios; pero por causa de estar en estos velos de carne es que tenemos tantos problemas. Pero algún día todo habrá terminado y se habrán acabado nuestros problemas”. Por lo tanto, esté siempre con ánimo, que su ánimo y su aliento venga de la Palabra de Dios. Mire siempre las cosas de acuerdo a como Dios las ve. Vea usted más allá. Vea usted con sus ojos espirituales. No se desanime en ningún momento. Nunca se desanime usted. Si el diablo le dice: “¿Y por qué tiene tantos problemas? Porque soy un hijo de Dios”. Porque los hijos de Dios al venir a esta Tierra son los que realmente tienen muchos problemas; y el diablo no le trae, o le trae muchos problemas a los hijos de Dios. Así que, usted sabe cómo actuar en esta hora. Nunca se aparte de Dios, nunca se aparte de la Palabra de Dios. Ámele siempre, y pida que Dios le ayude siempre. Ore a Dios siempre para que Dios le ayude, y que ni a diestra ni a siniestra, usted se aparte de la Palabra de Dios; por nada que usted te vea con sus ojos físicos. Más bien mire con sus ojos espirituales todo lo que Dios nos ha dicho que Él tiene para nosotros en este tiempo. Así que, LA APLICACIÓN ESPIRITUAL. Siempre mire y tome la aplicación espiritual. Yo puedo ver quizás alguna persona, alguno de ustedes, cometer algún error, alguna falta, pero por eso yo no voy a creer que usted es un hijo del diablo, o usted es esto o lo otro. Yo Sigo creyendo que usted es un escogido. Y en lo que le pueda ayudar delante de Dios, usted sabe, que para eso Dios me ha enviado. Y usted sabe que yo estaré dispuesto a hacer todo lo que pueda hacer delante de Dios por ustedes; delante de Dios todo lo que yo pueda hacer por ustedes, conforme a la Palabra y conforme al Plan que Dios tiene para ustedes, siempre estaré dispuesto a hacerlo. No me negaré a trabajar para ustedes en el Plan de Dios y delante de Dios. Por lo tanto, ustedes todo consejo que yo le de ustedes, ustedes saben qué es por el bien de ustedes. Y para ¿qué? Para que ustedes estén bien delante de Dios. Siempre buscaré el bienestar de ustedes delante de Dios, de modo que la ira de Dios no se derrame sobre ustedes. Siempre trataré de que Dios en ningún momento tenga que decir de mí. Yo no sé si tenga que decirlo en algún momento, pero yo desearía que nunca Dios tuviera que decir de mí lo que Dios tuvo que decir de Moisés y del hermano Branham. No porque yo sea mejor que ellos o peor que ellos, sino que no desearía, por causa de ustedes. Dios le dijo al hermano Branham (y se lo dijo en sueño a un hermano, en un sueño que le dio) le dijo: “Tú has hecho lo mismo que ha hecho Moisés”, que abandonó al pueblo, o sea, que dejó el sentimiento que él tenía por el pueblo, lo perdió por el pueblo, a causa de la actitud del pueblo frente al ministerio que Dios tenía en medio de ese pueblo. O sea que Moisés perdió el sentimiento ese hacia el pueblo a causa de la actitud del pueblo. El pueblo hizo que Moisés perdiera ese sentimiento. Tanto molestar a un nombre de Dios como Moisés. Y cada vez: “Bueno, queremos comida.” “Bueno, ahí tienen maná”. “Ya estamos cansados del maná. Queremos carne”. “Bueno, ahí tienen carne”. “Bueno, ahora tenemos sed, queremos agua”. Bueno, Dios le dijo a Moisés: “Hiere con la vara la roca”. Moisés la hirió. Luego, la segunda vez, la segunda vez clamaron otra vez sí estaban molestosos, y Moisés habló con Dios y Dios le dijo: “Ahora, háblale a la roca. No hagas lo que hiciste primero. Yo te dije que hicieras aquello, pero ahora te digo que no hagas aquello, sino que le hables. Primero fue hiriéndola con la vara, pero ahora es por la Palabra hablada. Solamente habla la Palabra y va a salir agua”. Pero Moisés estaba tan airado. Dice que Moisés se airó con el pueblo, estaba airado. Imagínese, Moisés sabiendo el ministerio que había en él y sabiendo que era para beneficio, para bendición del pueblo, y el pueblo viendo y sabiendo lo que había, tanto molestar a un hombre de Dios como ése; y la Biblia dice que Moisés era el hombre más manso de todos, el hombre más manso; pero ahí cometió su error: se airó, y vean usted que cuando un hombre se llena de ira comete errores. Se airó y en vez de hacer como Dios le dijo, hizo lo que Dios le dijo, pero de la madera en que Dios le dijo que no lo hiciera. Con coraje, con irá hirió la piedra, la roca, y se glorificó a él mismo en vez de glorificar a Dios. Entonces, encontramos que esa cosita le impidió a Moisés entrar a la tierra prometida. Entonces Dios se airó contra Moisés. El pueblo hizo que Dios se airara contra Moisés. Encontramos que el pueblo también hizo que Dios se airara contra el hermano Branham cuando le tocó ir a llevar el Mensaje, a predicarle a los pentecostales en aquel tiempo del 33; y encontramos que Dios le dice al hermano Branham, cuando el hermano Branham, trató porque él deseaba irse para (no sé si Alaska o el Canadá, para allá, para irse a vivir para allá); no tener una segunda casa para ir de vez en cuando por allá, sino irse a vivir para allá. Y cuando Dios le dijera: “Ve allá y dile tal cosa”, y enseguida que se la decía volvía para allá, porque él, él estaba haciendo los planes para hacer eso, pero no era la voluntad de Dios, sino que él, el hermano Branham dice: “Como a mí me gustaba cazar y me gustaba pescar, yo estaba poniendo como pretexto, que era para irme para estar como los profetas del tiempo del Antiguo Testamento por allá, por los montes y por el desierto, y cuando Dios me hablara, venir acá a ustedes y decirle lo que fuera, y entonces regresar para allá”. Pero después, pues el mismo, el mismo se descubrió delante del pueblo y le dijo la verdad: “Lo que pasaba era que a mí me gustaba, y me gusta siempre cazar y pescar, y yo estaba tomando como motivo, como excusa, eso, para irme para allá y vivir por allá”. Y entonces el Ángel del Señor le dijo, le dio una visión o un sueño, que él se encontró como harapiento, y se encontró que fue a un a un crematorio, y allá se encontró qué el cuñado de él, se encontró con él allá, y el cuñado de él le dijo: “Vente por aquí Billy, tú has sido muy bueno conmigo, y ahora pues, vente por aquí para que te calientes por aquí”, usted sabe, el tiempo de frío por allá, pues un crematorio, pues siempre por aquellos tiempo, pues siempre estaba prendido con fuego, y entonces se calentaban y eso; y entonces tuvo ese sueño y luego él vio en una cafetería… después cuando, usted sabe, cuando después Dios le estaba hablando al hermano Branham, dice que después cuando vio, cuando el Señor le dijo: “Mira hacia la montaña (venían en una guagüita, en una pickup sería, entonces venía, venía Billy y él, y entonces Dios le dijo) te voy a dar una señal eterna”. Entonces él estaba pendiente para ver esa señal; y cuando venía de cierto lugar, venía para Tucson, y entonces él estaba pendiente, y el Señor, el Ángel del Señor venía con él allí, y venía hablando con él, y entonces él miraba y decía: “Yo no veo ninguna señal eterna”. Entonces el Ángel le dice: “Mira hacia allá, hacia la montaña”, y cuando mira, él miró y dijo: Yo no veo ninguna señal eterna, lo que veo son los montes, la parte de arriba de los montes llenos de nieve, pero no veo ninguna señal externa”. Y el Ángel le dice: “Tú nombre está sobre todo a la montaña”. Mire que señal eterna era la que él tenía que ver; pero con sus ojos literales, físicos, no la veía; no veía nada. Pero con sus ojos espirituales, cuando le fue abierto, entonces sí que vio. ¿Ve usted? El Nombre, ¿con qué? Con los ojos espirituales es que primero lo puede ver. Entonces, allí estaban mostradas también las tres etapas; después de terminar la última etapa, la Tercera Etapa, lo que había era eternidad. Después de terminar la labor de la Tercera Etapa: eternidad. Bueno, también encontramos que después siguió bajando; el hermano Branham dice que él empezó a sudar cuando Dios le mostró eso. Imagínese, empezó a sudar y casi se desmaya. Muchos de ustedes quizás dicen: “Me gustaría ver al Ángel del Señor”, pero por lo que usted ha oído del hermano Branham, yo creo que cuando usted piensa en eso, lo que le da es temor y un susto en el corazón (como decimos nosotros) en pensar que algún día vamos a ver todas esas cosas, nos asustamos, nos ponemos temerosos de que llegue un momento en que veamos todas esas cosas. El hermano Branham dice que él nunca se acostumbró; con tanto tiempo él dice nunca se adaptó, nunca se acostumbró, y siempre pues, se ponía nervioso, asustado, temblando. Él dice porque, el diálogo no lo hace uno. Usted dice: “Le voy a preguntar un montón de cosas (que va) Él es el que habla, el que pone la conversación, Él es el que explica, porque Él viene con un propósito”. …\[corte de audio\]. Billy estaba durmiendo, Billy no vio nada, de nada de eso, ni el Nombre ni nada. Ahora luego después, más adelante, estuvieron viajando, y entonces cuando siguieron viajando y bajando, me parece que es Billy el que le dice: “Papi mira hacia allá, hacia el este, mira lo que se ve allá”. Y cuando el hermano Branham miro, lo que fue un crematorio, un fuego, y era un crematorio. Y entonces eso estaba conforme al sueño que el hermano Branham había visto, que se vio en un crematorio y estaba hacia el este; se vio en un crematorio allá con su cuñado, como un vagabundo, vestido así haraposo, y todas esas cosas, y de vago, y todas esas cosas, porque allí era el sitio donde se congregaban los vagos. ¿Ve? Entonces, luego siguieron y llegaron a un negocio donde fueron a comer o a desayunar, y cuando llegaron allí estaban, ustedes saben, en el negocio, y de momento dice que vio a un hombre cruzar la calle, y cuando lo vio, dice que el hombre tenía el pelo blanco, tenía el pelo como hasta por *aquí*, tenía barba, y cuando lo vio le dice a Billy: “Mira, ese soy yo. Esa es la clase de hombre”, o sea, esa es la clase de hombre que él deseaba ser, un hombre de eso barbudos así, con su pelo sin recordarte, despreocuparse de ir a la barbería, y con mahones, overoles así, y con botas de vaquero, y todo eso. Dice que cuando entró al negocio ese hombre, dice que fue a pedir algo, y dice que le salió un estornudo que estremeció el sitio, y sin miedo ni nada estornudo y se estremeció el sitio; y todo el mundo calladito. Nadie se atrevió a chistar ni nada; y él dice: “Ese soy yo Billy, esa es la clase de hombre”. Esa es la clase de hombre que estaba por dentro de él, que él quería ser, así de esa manera. Y entonces, después de eso, están mirando *así* por… usted sabe, que son negocios que tienen las paredes y puertas de cristales, y están mirando *así*, y entonces cuando están mirando *así*, ven dos hombres que están en la parte de afuera, y los ven así, y entonces Billy se le queda mirando y el hermano Branham, y entonces Billy le dice: “Papi”. Y el hermano Branham también lo ve; y uno de ellos se parecía al cuñado del hermano Branham, la forma y todo el físico, y todo, y entonces ¿saben a quién se parecía el otro? Al hermano Branham; todo andrajoso, todos con la ropa toda sucia; y entraron al negocio, y después entraron al negocio y pidieron una tontería y una tacita de café y algo, y una tontería y se fueron. Entonces Dios mostrándole en esas personas… esas dos personas que entraron tipificaron al hermano Branham y al cuñado del hermano Branham. Y el otro hombre de la barba era la clase de persona, de hombre, que el hermano Branham quería ser por eso él quería ir para allá para las montañas, para vivir y ser de esa manera. Luego el hermano Branham estaba muy nervioso y recordándose del sueño que había tenido, de él con su cuñado, y estar en esa condición, y estar allá por el crematorio, y entonces después el Ángel del Señor siguió hablando con él y todo esto; y le dijo el Ángel del Señor: “Esa es la clase de persona que tú quieres ser; así serías tú si haces lo que tú quieres hacer. Se haces lo que quieres hacer, que quieres irte para allá, para el Canadá, por allá, irte a vivir por allá por la montaña y todas esas cosas, tú te convertirías, serías un haragán, un vago, un vagabundo”. Y el Ángel del Señor le dice: “¿Y tú crees que tu esposa va a aceptar eso? (¿sabe lo que le dijo el Ángel del Señor ahí?) tú te vas a ir solo, tu mujer no va a acompañarte en eso”. Por supuesto Dios entonces obraría con ella para que ella, usted sabe, para que ella pus… ya usted sabe cómo Dios puede obrar. Entonces le dijo también el Ángel del señor que él había hecho como Moisés: que había perdido el sentimiento por el pueblo, y quería abandonarlo. Eso era lo que quería hacer: abandonar al pueblo, dejarlo a merced de los lobos rapaces, de los falsos ungidos, de las denominaciones, y abandonarlo, e irse por allá para vivir una vida apartada, para vivir su vida, la clase de vida que él quería vivir; y salir de las luchas y problemas y contratiempos que tenía con el pueblo, por causa de que siempre que hay un pueblo, pues hay lucha, pero se llega hasta el final del camino con el pueblo de Dios, si el pueblo de Dios puede colocarse en la posición correcta y no ser un pueblo molestoso como fue el pueblo que guio Moisés y que no lo pudo meter a la tierra prometida, ni él tampoco pudo entrar; y si no es un pueblo como el pueblo de las edades de la Iglesia, y principalmente de la última edad, un pueblo molestoso, entonces podremos llegar hasta el final. Entonces ni el pueblo le perderá el afecto o el Amor divino, y el aprecio y el sentimiento, el buen sentido por el instrumento que Dios tenga; ni el instrumento que Dios tenga le perderá el buen sentido, el sentimiento al pueblo; y entonces ambos podrán entrar a la tierra prometida. Ahora, eso siempre a mí me ha preocupado. El Señor dice que Moisés le perdió el sentimiento al pueblo. Ahora recuerden que el pueblo le perdió el sentimiento a él primero; y eso ocasionó que él se lo perdiera al pueblo. Y también el pueblo le perdió el sentimiento al hermano Branham; y ya ustedes saben cómo en diferentes formas, pues ya ustedes saben, que él se dio cuenta del sentir del pueblo en muchos aspectos de la vida; y él empezó a perderle el sentimiento al pueblo. El Ángel del Señor le dice que se lo perdió. Ahora, ustedes pueden ver en ahora en el tiempo en que estamos, ahora si no nos perdemos el sentimiento, el buen sentir el uno al otro, yo creo que seguiremos hasta el final. Yo creo que, yo no espero hacer lo que la hermano Branham pensaba hacer; yo no encuentro que… Imaginé, él trató de escapar de un pueblo molestoso, como Moisés trató de escapar. El hermano Branham trato de tener una casa por allá por el Canadá; no para ir a pasar día, no como una segunda tercera casa. Bueno ya él, pues en Tucson, pues tenía una, o iba a tener una, en Indiana también una; pero iba a querer tener una por allá por el Canadá para irse a vivir. Bueno, yo sí es de tener alguna segunda o tercera, quiero tenerla aquí, aquí entre ustedes, no irme lejos; no vaya a ser que me quiera quedar por allá o que me traten mejor por allá que aquí. Aunque difícilmente, aunque difícilmente yo me adapte a cualquier otro país. Y yo creo que todos los hermanos de todos los países, los que están en esta parte del Mensaje, son como ustedes; pero Dios me ha puesto aquí, en Puerto Rico, y deseo quedarme aquí, en cuanto a casa, deseo si tengo una o si tengo dos o tengo tres o las que tenga, pues mejor quisiera tenerlas aquí. Yo sé que, en cualquier país, en cualquier país pues a lo mejor yo no tendría que ir a comprar ninguna casa, sino que más bien, sí deseara irme a vivir o tener una casa por allá, pues los hermanos de cualquier país, pues se encargarían de eso; pero yo deseo y he deseado siempre tener una segunda casa aquí. Con eso fue que empezamos y con eso fue que estamos terminando; y creo que sí ya ha llegado el tiempo, pues yo creo que Dios me la va a proveer. Si no está en los planes de Dios, no la deseo; porque no sería de bendición para mí y para ustedes. Así que, si hay algo en el Plan de Dios con relación a eso, Él obrará. Así que, yo espero que esta tarde, pues sí hay algo, y si hay algo en esa que voy a ver, pues que Dios obre; y después ya el domingo pues les contaré cómo van las cosas. Cómo la voy a comprar, yo no sé. Actualmente, pues estoy pensando, y en los planes son fiado (como decimos nosotros) no tengo otra forma para hacerlo. Si hubiera tenido, pues… a mí no me gusta coger fiado, pero cojo fiado cuando no me queda otro remedio. Y ahora en estos días estaba saldando pues todas las deudas que tenía; saldé por lo menos 2 en este mes pasado, y ya lo que me queda es una, una pequeña como de $500 dólares, quizás, que estoy deseoso de saldarla; y de un momento a otro la saldo. Pero no sé si al salir de todas estas deudas que estoy saliendo, me meto en una más grande; o que Dios obre de otra manera, no sé; yo oraré al Señor. Nunca me han gustado las deudas, pero siempre he tenido deudas. Así que, en eso, pues lo importante es tenerlas al día; pero mientras pueda trataré de evitar aquellas deudas que, si yo me voy, no tiene de donde cobrar, o que la responsabilidad está sobre otras personas, pues esa trato de evitar tenerlas, no dejarle carga a nadie, ni a ninguna persona, ni a nada, sino más bien dejar las que pueden venir a recoger, lo que haya, cuando nos vayamos, pues eso no es problema, venga y recogen todo lo que hay; y se lleven más de lo que hay, si quieren; en eso no hay problema. Pero las deudas personales, como préstamos personales, estoy, de esas fue quizás de dos; porque en esas pues sabe esas es difícil que le puedan cobrar a uno si uno se va, es dificilísimo; y entonces pues, no quiero dejar de esa clase de deudas aquí, pues en casa en casa creemos que nos vamos todos. Por lo tanto, no quiero que sin estar vayan a cobrar. Ahora, cosas como automóvil, y eso, pues eso se queda y se lo llevan. Eso no es problema; o una casa ya sea de urbanización o lo que sea, pues la casa responde. Ellos vienen y si no hay nadie, pues… Allá pues, a través de la corte y papeles, pues se quedaron con ella y se acabó; ya no la necesita más usted, así que… Pero mientras uno pueda pues… yo en esto no sé cómo voy a hacer esto. Cuando fui a comprar allá en Ponce, no tenía con qué comprar, pero Dios me proveyó a través de un préstamo; pero Dios obró en todo y obtuve lo que Él me tenía para darme, y ya pues la casita ya está más grande. Ahora en esto no sé cómo será, no sé. Hasta el momento, pues uno sigue lo normal y los pases normales, de ir al banco o de ir a un de esto de finanzas que le financien lo que sea, a menos que Dios no tenga otra forma, de que Él haya preparado o predestinado para hacerlo de otra forma, yo estaré la que está a la disposición hasta el momento, y Dios obrará en todo. Así que, en eso yo no me preocupo y ustedes tampoco tienen porqué preocuparse por cómo Dios va a obrar o cómo será todo; yo sé que en estos casos me sale el doble o más del doble, el fiado sale caro; pero, si no hay otro remedio, lo haré de esa manera. Lo que he de hacer no lo haré con el propósito de tratar de ser rico, nada de eso a mí me interesa; ni tratar de tener propiedades, sino con el propósito de que el Plan que Dios tenga Él lo lleve a cabo. Y deseo que si tengo alguna otra sea aquí, aquí mismo entre ustedes; y no irme por un pueblo por allá lejísimo, que me tomé 4 o 5 horas en llegar aquí, sino cada día estar más cerca del lugar donde nos reunimos para traer la Palabra. De *allí* aquí son 10 o 15 minutos; un poquito más cerca que de Ponce aquí. Así que estaré acercándome más y más aquí al lugar que Dios tiene para nosotros. Por supuesto, siempre ha sido mi corazón el deseo de vivir en Cayey, y si no he estado antes aquí viviendo, es porque Dios aguantado la cosa y no me ha abierto una puerta para vivir aquí. Pero ustedes saben, que hasta mi esposa es de aquí de Cayey. Así que aquí en Cayey me dio una esposa, me ha dado está congregación con ministros y todo, y aquí esperamos que Dios nos siga dando; nos ha dado un sin número de mensajes muy importante para ustedes y para todo el pueblo que están los diferentes países; y esperamos que siga dándonos bendiciones, porque de aquí de Cayey, yo no desearía moverme de aquí de Cayey, nada más que en una ocasión. Y ustedes saben cuándo es: cuando nos vayamos para la otra dimensión. Usted sabe que a mí no me gusta estar brincando de un sitio para otro; la mudanza es lo más que aborrezco. Me gusta mantenerme cuando estoy en un sitio, si Dios no me obliga a salir, yo no salgo de ese sitio, a menos que Dios me saque. Si Él me saca y me hace saber que tengo que salir, entonces es que yo lo hago. No me gusta estar, usted sabe, de aquí para allá y de allá para acá sin ton ni son; me gusta estar quieto, estar en un sitio hasta que Dios me dice: “Ahora muévete de esta manera y de esta manera”. Bueno, veremos a ver qué Dios tenga en estos días. Yo sé que después que de todas estas pruebas por las cuales todos hemos estado pasando hay bendiciones. Yo no sé si yo seré el primero de ustedes en empezar a recibir bendiciones espirituales y también materiales, y que detrás de las materiales Dios tenga algunas espirituales que están relacionadas con esas materiales. Bueno, por lo tanto, deseamos que Dios sea el que obren todo, en todas las cosas, en todo lo que tenga que ser hecho en este año; y yo espero, yo espero sentir hacia ustedes lo que debo sentir y no desanimarme con la faltas, terrores o problemas que ustedes hayan tenido o tengan o puedan tener en el futuro. Yo espero pues, que Dios me ayude en esto porque cuando uno se desilusiona, ya sea con una persona o con un pueblo o con un país, o con lo que sea, eso es muy difícil después para, usted sabe, volver de nuevo a restaurarse esas cosas; yo espero nunca desilusionarme con ustedes; y espero que ustedes tampoco conmigo, no importa lo que yo vea en ustedes o ustedes vean en mí; miraremos por encima de todo lo que nuestros ojos físicos puedan ver, miraremos por encima de eso con nuestros ojos espirituales, y miraremos lo que Dios ha dicho y que lo que Dios ha prometido para nosotros. Y yo creo que así nos entendemos mejor. Vean, el pueblo de Israel miró con los ojos físicos las necesidades que tenían, los problemas que tenían, y al mirar así, entonces le echó la culpa al instrumento de Dios. Bueno, quiero aquí darle un toquecito para que no vayan a quedarse dormidos. Quiero que usted no vaya a pensar… dé gracias a Dios. Por ejemplo, cuando yo salí para Israel y les dije que por causa de las huelgas y todas esas cosas estuvieran prevenidos, estuvieran preparados, mire si no pasó nada que hubieron en estado de emergencia para Puerto Rico y hubieras café completo, dele gracias a Dios que no pasó nada y no tuvimos que sufrir eso. En cuanto a lo que almacenó, se lo come y sigue almacenando si quiere, eso no es problema. Por lo menos yo siempre, haya mal tiempo buen tiempo, yo siempre hago así por una cosa, y es porque no me gusta estar semanalmente yendo a la tienda, al supermercado a estar haciendo compras; y algunas veces aprovecho y compramos Eli y yo bastante, que me dure para dos semanas, y si me puede durar para tres o un mes mejor, porque para mí es más difícil, es más duro ir al supermercado hacer compras, que gastar para dos semanas o para un mes. Así que, en casa pues siempre acostumbramos eso, a tener, cosa que si no puedo ir la otra semana o la otra o dentro de un mes, aunque sea arroz y habichuela comemos. Y cuando viajo, pues también, pues entonces aumento la cosa un poquito más, que dure para un mes o para dos meses, porque cuando salgo para otros países, Eli mi esposa, Eli me pregunta, y cuándo vuelvo, y yo le digo: “Cuando me veas llegar”. Bueno, imagínese para ella es duro, usted sabe, duro vivir conmigo; y realmente es duro para ella, porque yo no me signo a mí mismo, más bien dejo que Dios me guie en todo; y algunas veces también cuando salgo para el área metropolitana, algunas veces, usted sabe cómo son las cosas, no es porque ella extraña, usted sabe, de que, uno le diga siempre para dónde uno va y qué va a hacer, sino que ella se preocupan si le pasa algo a uno por el camino, que sí para estar pendiente a la hora en que va a llegar, porque si no llega a esa ahora, pues: “Llamo y esto y lo otro, y averiguamos si pasó algo”. Pero eso pone a la gente más nerviosa todavía, si uno no llega a la hora que uno dice que va a llegar, es peor la cosa; entonces pues, cuando pasa así que voy a salir, algunas veces ella me dice: “¿Vas a llegar de noche muy tarde o vienes de día?” Usted sabe, algunas veces para saber si llama alguien, saber: “Bueno, va a estar a tal hora”. Yo le digo: “No te apures; cuando tú me veas llegar, a esa hora es. Así que si llama alguien le dice que no estoy y que no sabes a qué hora llegó, que llame al otro día, por sí estoy al otro día”. Así que, si puedo dejarle un teléfono donde por el área por dónde voy a estar, como cuando salgo para el área metropolitana, pues: “Cualquier cosa me llamas ahí, cualquier problema o algo, o cualquier cosa que yo te tenga que llamar, te llamo y ya está”. Así que así hacemos. Y en eso pues tenemos armonía sin peleas en esta parte, y nos comprendemos el uno al otro. Yo creo que ninguna otra hubiera podido ser mi esposa para entenderme y comprenderme; yo creo que me entiende mejor que yo mismo. Yo le digo ella alguna vez en estos días, le he estado diciendo a ella: “Para mí es demasiado difícil entenderme yo mismo (y le digo) y más al saber el tiempo de nacimiento mío, que nací bajo el símbolo o bajo el signo de Géminis, es un símbolo doble, entonces pues, es un signo bastante complicado en que uno puede verse con una doble vida, una doble vida, un doble ministerio, y todo esas cosas, y entonces uno mismo algunas veces no sabes no sabes cuál de la otra parte es la que está operando o actuando, o cuando uno está actuando, cuando Dios es que está actuando en uno o cuando es uno por la cuenta de uno el que está actuando y diferentes cosas en la vida”. Y para mí ha sido bastante difícil entenderme un poquito yo mismo algunas veces yo le digo: “Ni yo mismo me entiendo, así que, si tú me entiendes un poco, has logrado muchísimo. Tú me entiendes más que yo”. Así que algunas veces yo paso por etapas en que yo no las entiendo, no entiendo ni yo mismo; y algunas veces yo mismo no entiendo ni porqué actúo o hago ciertas cosas de cierta manera, y porqué algunas veces pues tengo que predicar de cierta manera y ustedes mismos quizás pues, han notado en muchas ocasiones en tiempos pasados, porque a través del ministerio, pues han habido cosas que usted no entendía y ni que yo mismo entendía. Cuántas veces usted no se preguntó: y bueno: “Y ¿por qué tiene que ser una carpa? Bueno, ¿y por qué tiene que ser en Cayey? ¿no puede ser otro sitio? Bueno, ¿y por qué tenía que ser de esta manera y no de otra?” Yo no sé, allá Dios con Su Plan; yo lo único que hago: Bueno señor, si tú me quieres estar en algo, aquí estoy. Dime lo que yo tengo que decir y tengo que hacer, y en eso yo quiero serte fiel. Así que, aunque el pueblo o los demás ministros de Puerto Rico o de otros países no entiendan de momento, y de momento pues crean que la cosa no es Tuya, Señor, yo lo hablo, lo digo, y allá Tú Te encargas de vindicarlo y de hacer que se cumpla las cosas como sean dichas”. Y ustedes han visto y han sabido de cosas que mucho tiempo atrás fueron habladas, fueron dichas, usted no las veía, no las entendía; quizás algunos de ustedes hablaron mal, en contra de eso, pero aquí estamos ahora viéndonos. ¿Cuántos de ustedes (no levanten la mano) cuánto de ustedes no dirían, muchos años atrás cuando yo estaba en Ponce y supieron algo que había sido dicho de que íbamos a estar aquí en Cayey, cuánto de ustedes no diría: Para Cayey yo no voy, yo me quedo aquí donde estoy aquí, de aquí yo no me muevo? Quédese calladito la boca, usted sabe; usted es el que sabe cómo usted, pues, sí actuó como la mujer de Lot, siendo prudente o actuó como una fatua; en vez de quedarse callado la boca y haber dicho: “Bueno, lo que sea de Dios, yo iré hasta el fin del mundo con lo que sea de Dios. No solamente iré a Cayey, ¿a dónde más hay que ir?” Ya hemos ido a Israel, ustedes han ido en estos viajes a Israel; no solamente han venido a Cayey, hemos ido a Israel y hemos ido a todos esos sitios. Así que, usted puede ver que para mí ha sido difícil; pero Dios me ha estado guiando, y yo sé que Él es el que me diseñó la manera que yo soy por dentro, Él me diseñó para que en cada situación Él hacer que funcione de cierta manera; y yo creo que Dios ha ido obrando y operando en mí y en ustedes lo que Él tiene dentro de cada uno de nosotros, y ya vemos cómo todo se ha ido moviendo. Así que yo quizás no me he entendido yo mismo y quizás no los he entendido a ustedes en algunas cosas, ni ustedes a mí. Pero hemos seguido caminando hacia adelante; pero yo espero que cada día nos entendamos mejor, mejor ustedes a mí y yo a ustedes; y que siempre no importa lo que pase con ustedes o entre ustedes, yo deseo seguir hacia adelante con ustedes, y deseo también que ustedes piensen de la misma manera; no importa lo que pase, lo que vean, sabemos que hay promesa de Dios para nosotros, tanto para ustedes como para mí, y la promesa que sean para mí, son para ustedes; y lo que Dios le haya prometido ustedes, es mío también. O sea, que todos nuestros; y cuando digo estas cosas también incluyo a los amados hermanos de otros países; porque, aunque Dios nos tenga aquí, es de bendición y de beneficio para todos nuestros amados hermanos de otros países. Por eso es que dejamos que llegue hasta ellos todo lo que Dios nos de aquí, sin ellos tener necesidad de tenerse que venir acá para vivir, porque sería un tremendo problema de que todos se vinieron para acá. Imagínese. Por lo tanto, esperamos que Dios siga obrando en todo. Yo creo que cada día las cosas son más sencillas, más simple. Yo espero que nunca usted se escandaliza por cualquier cosa, o que yo haga, ya sea que Dios me diga que lo haga o ya sea que yo por mi cuenta lo haga, o sea, en palabras más claras: ya sea que la naturaleza de Dios se manifieste para que sea hecho o que naturaleza humana mía lo haga, ya sea una cosa buena o un error, lo que sea, yo espero que ustedes se escandalicen sí ven algún día algo en mí, ya sea bueno o malo, o que yo vea algo en usted ya sea bueno o malo; más bien, miraremos por encima de todo los contratiempos y los problemas, mirando las promesas de Dios para nosotros. Y yo creo que así no pasará este tiempo lo que pasó allá. Yo creo que llegaremos, entraremos a la tierra prometida del nuevo cuerpo, el cuerpo glorificado, y entraremos a la nueva tierra de una nueva dimensión. Yo sé que falta poco; y yo sé que estos Mensajes últimos que han venido, como este mensaje de dos domingos atrás, que se habló de esa gran batalla espiritual en la mente y todas esas cosas. Yo creo que todos las hemos estado experimentando, y seguiremos experimentándola; pero eso no le desanime usted. Siendo hijo de Dios y estando del lado del ejército de Dios, pues, imagínese si hay un ejército contrario tiene que estar luchando en contra de nosotros. Así que. estaremos de pie luchando en esta hora final en que vivimos. Y si hieren alguno de nuestro ejército, pues le ayudaremos, le daremos los primeros auxilios y los segundos y los terceros; y si hay que revivirlo, lo reviviremos. Bueno, estamos en el tiempo espiritual para ver ¿qué? Para ver la aplicación espiritual; y si hay resurrecciones literales y ha habido resurrecciones literales, imagínese, ¿no podrán haber resurrecciones espirituales? Así que, aun, aunque nos hieran algún hermano, estamos para ayudarle. No se quede heridos si el enemigo lo hiere en algún combate, no se quede, busque seguida para ser curado, para ser restaurado, de tal manera que pueda entonces seguir adelante. Así que, en esta hora yo creo que nos estamos entendiendo bastante bien ¿verdad? Yo creo que, si no nos entendiéramos bastante bien, o yo estaría aquí solo y ustedes no estaría, o al revés. Bueno, quizás me hubiera ido ya, o quizás me hubiera quedado por allá por Israel o por otro sitio; pero con toda la luchas, problemas y pruebas por las cuales ustedes y yo hemos pasado, seguimos adelante. En este año esperamos grandes bendiciones de Dios. Y en este año estaremos más unidos el uno al otro o los unos a los otros, para lo que Dios nos tenga. **“LA APLICACIÓN ESPIRITUAL”.** Eso es de lo que estamos hablando. Y siempre tenemos que ver la aplicación espiritual en cada cosa que Dios ha prometido y en cada cosa que Dios hace. Eso es muy importante, porque el que pierde la aplicación espiritual, después la aplicación literal también lo pierde; y si no hay más que una aplicación espiritual y no hay aplicación literal, como pasó en el tiempo de Juan, que fue dicho que lo alto sería bajado y lo bajo sería levantado, los lugares altos serían bajados y los lugares llanos serían levantados, o sea, los valles; y que los montes saltarían y que los árboles darían palmadas. Y eso en lo literal no se cumplió; eso solamente se cumplió en lo espiritual; en el Milenio se va a cumplir en lo literal. Así que mire todo el tiempo que necesita la gente que lo estaban esperando en lo literal, y perdieron lo espiritual. Ahora, no sabemos cuánto tiempo pasa desde que lo espiritual se cumpla a que lo literal se lleve a cabo; pero la base para lo algo literal cumplirse, la base es lo espiritual, el cumplimiento en lo espiritual; o sea, viene primero de atributo a teofanía (*teofanía*, eso es el cuerpo de la Palabra, eso es de la sexta dimensión) y las cosas cuando se cumplen en el campo espiritual, eso es en el campo de la sexta dimensión, en el campo de la Palabra; y luego, entonces pasa a lo visible, a lo literal. Tiene siempre tres etapas, y esas tres etapas son muy importantes, y cada una tiene su tiempo. La segunda es muy importante; el que pierde la segunda, la tercera nunca la verá; y para ver la segunda hay que verlo a través de la primera. Bueno, LA APLICACIÓN ESPIRITUAL, eso es lo que Dios ha estado cumpliendo y eso es lo que hemos estado viendo, porque Dios nos ha abierto los ojos para ver esas cosas. Ahora yo creo que ya todo lo que se estuvo cumpliendo en nosotros y ha estado cumpliéndose nosotros, como tipo y figura, ya pues ha estado moviéndose para cumplirse lo literal; el Mensaje ha comenzado a moverse para Israel y a moverse para los gentiles a través de la televisión; ya lo vieron a través de los periódicos se ha estado moviendo. Así que ya estamos viendo cómo se está moviendo la cosa para cumplirse en lo literal. Así que esa parte se la dejamos que Dios siga moviéndose, obrando; y como Dios conquistó en el campo espiritual, cuando conquistó nuestras vidas, en nuestros corazones y nos tiene aquí, así también Él seguirá conquistando. ¿Por qué? Porque Él es el poderoso conquistador; que si están allá en esa condición no hay problema no tiene Él tiene la llave. Tiene la llave, no solamente de un sitio: tiene la llave del Reino de Dios, tiene la llave del Reino de los Cielos, tiene las llaves del infierno, de la muerte; así que, Él sabe cómo abrir cualquier puerta que está cerrada, y sabe Cómo cerrar cualquier puerta que esté abierta, y sabe cómo sacar por esa puerta a cualquiera que tenga que sacar. Así que no hay problema en este tiempo que no pueda ser resuelto por Dios, en cuanto a lo que Él ha dicho que va a hacer en este tiempo. Así que si la llave ha sidas usadas en este tiempo para abrir la puerta del Reino de Dios y también fue usada la llave para abrir y sacar a todos aquellos que estuvieron bajo la influencia de la quinta dimensión, que es el infierno, para abrir esa puerta, meterse allá y sacarlos, tenía que ser con una llave; y recuerde que la llave siempre es la revelación. Así que… y la llave es la Palabra. Así que la revelación de la Palabra, con eso es que Dios obra y con eso es que se abren y se cierran las puertas. Él es el que abre, y ninguno cierra; y el que cierra y ninguno abre. La aplicación espiritual de todo eso, cualquiera puede pensar en una llave literal, pero hay una aplicación espiritual; y de eso es que estamos hablando de LA APLICACIÓN ESPIRITUAL. Así que, Dios nos bendiga en este día. Dios nos guarde, nos ayude. Y tenga ánimo, que usted tiene el equipo por dentro; y teniendo usted el equipo por dentro, ¿sabe lo que el cuarto Elías dice? El cuarto Elías dice… No sé cómo terminar. Déjame ver si lo veo aquí. El cuarto Elías nos dice algo, que la edad del astronauta que son los conquistadores del espacio; los astronautas espirituales son los conquistadores de ¿qué? Del espacio espiritual; son los conquistadores de la otra dimensión de la dimensión de Dios. Así que ellos viajarán, pueden viajar; y ellos están preparados para cualquier clase de presión. Los astronautas, los astronautas de Dios, así como los astronautas de los científicos, son preparados para cualquier clase de presión, el equipo que llevan; y dónde van ellos, la cápsula que van en la cápsula dónde van, que es la parte que está arriba… \[CORTE DE AUDIO\] **“LA APLICACIÓN ESPIRITUAL”.**