--- title: 'La bienaventuranza a los invitados' date: 1977-01-02 activity: place: city: state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- Muy buenos días, amados hermanos el Señor nos continúe bendiciendo a todos en esta hermosa mañana en que podemos congregarnos para adorar a nuestro Dios y oír Su preciosa Palabra. Es para mí de grande bendición poder tenerle este segundo culto de año nuevo entre ustedes; y esperamos que el Señor imparta de Su bendición a cada uno de ustedes. Usted piensa que es el segundo culto de año, digo, el primer culto que tenemos en este año, pero no; nosotros tuvimos culto, nosotros tuvimos un culto, un culto en el 77 y en el 76; el culto del viernes pasado fue un culto, un solo culto en dos años a la misma vez: empezamos en el 76 y terminamos en el 77. Y ahora, pues, lo que hacemos es continuar, continuar lo que Dios ha comenzado. Comenzó en el 74, ya este es el tercer año. Y hemos visto que Dios no nos ha faltado en ningún momento, sino que cada día Él ha estado trayéndonos más de Sus bendiciones. En esta mañana, oí al hermano Adalberto hablándole acerca de los cultos de Sabana Seca, que ya concluyeron; yo estuve escuchando la grabación del último culto en Sabana Seca, donde el hermano Candelario con toda sinceridad les habló al pueblo que allí se congregó, y les dijo que ya todo había terminado allá en Sabana Seca. Bueno, hace bastante tiempo también, yo les dije a los hermanos de Ponce: “Aquí ya todo ha terminado. El hermano de Adalberto también le había hecho el mismo anuncio con la misma sinceridad al pueblo; ¿y qué ha pasado? Pues lo que Dios había dicho eso, entonces lo que tenemos. Entonces, aquellos lugares fueron lugares temporeros en lo que llegaba este tiempo. Llegó este tiempo, entonces al llegar este tiempo, entonces los lugares temporeros que tuvimos para cada uno reunirse en cada grupo, ahora pues Dios ha hecho un solo grupo. Aquí ninguno es del grupo de Ponce, porque no existe ningún grupo en Ponce ya; ni en Sabana Seca, ni en Fajardo tampoco; ninguno es ni de Sabana Seca, ni de Fajardo, ni de Ponce, sino que todos somos de la Edad de la Piedra Angular y nos estamos congregando aquí para oír lo que Dios tiene para hablarnos a nosotros. Bueno, entonces vamos a buscar en nuestras Biblias… les recomiendo que escuchen el Mensaje de despedida del hermano Candelario; no de despedida de año, sino de despedida allá en Sabana Seca, que fueron despedidos allí los hermanos, y no se congregarán más allí en Sabana Seca. Bueno, esperamos que el Señor, pues nos siga bendiciendo aquí como Él ha comenzado a hacerlo, y nos siga dando lo que Él tiene predestinado para darnos aquí a todos juntos como un cuerpo de creyentes. Apocalipsis 19 es la lectura que hemos de tener. Dice así la Palabra, comenzando en el verso 7: - “Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.\* - Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.\* - Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la Cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son Palabras verdaderas de Dios.\* - Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía”.\* Oremos al Señor: Dios Eterno, he aquí en esta mañana ante Tu presencia estamos y Te rogamos hables a nuestros corazones y nos enseñes Tu Palabra en esta hora, y nos enseñes Señor, a cómo estar siempre en victoria. En Tus manos estamos, oh, Dios Eterno, en Tus manos yo me encomiendo, para que Tú Señor hagas lo que deseas hacer en esta mañana y hables a Tu pueblo. Que Tú unción esté manifiesta en esta mañana hablándole a Tu pueblo, y que Tu Ángel, ese poderoso Arcángel esté y haga lo que debe de hacer en esta mañana. Dios Eterno en Tus manos nos encomendamos; y Te lo pido todo en el Nombre del Hijo de David. Amén. En esta mañana hablaremos o tendremos la enseñanza de la Palabra sobre el tema: **“LA BIENAVENTURANZA DE SER INVITADOS”.** La bienaventuranza de ser invitados a ¿qué? A la Cena de las Bodas del Cordero; la bienaventuranza de ser invitados a la Cena del Cordero. En esta mañana, pues esperamos que el Señor nos ayude y nos haga claro lo que en este tema Él desea que nosotros sepamos. Hay una bienaventuranza para aquellos que son invitados a la Cena del Cordero, y esa Cena es la Cena de las Bodas del Cordero. Ahora, fíjese, esto lo encontramos en Apocalipsis 19 - “Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la Cena de las bodas del Cordero”.\* Así que, hay una bienaventuranza para aquellos que son llamarnos a ¿qué? A la Cena de las Bodas del Cordero. Como podemos ver esta invitación, esta invitación viene al final de las edades de la Iglesia, porque al final de las edades de la Iglesia, ahí al final, es el tiempo de las Bodas. Entonces encontramos, que ahí al finalizar el tiempo, es que el Señor aparece y es dicho ahí en la Palabra de Dios: “Y a medianoche fue oído un clamor (que son los Sellos): ¡He aquí, el esposo; salid a recibidle”. Y encontramos que ese es el tiempo de las Bodas; pero después de las Bodas viene ¿qué? La Cena de las Bodas. Encontramos que el cuarto Elías nos dice, que las Bodas son aquí en la Tierra, pero la Cena es arriba. Ahora encontramos, que las Bodas son efectuadas en la Tierra en una edad terrenal, y luego la Cena es arriba en una edad celestial, o en un lugar celestial. Encontramos entonces, que las Bodas ya ocurrieron, conforme a la Palabra de Dios aquí en la Tierra. Encontramos que eso ocurrió; y no solamente eso, sino que nos dice: “Ya la Novia, la Esposa está ¿dónde? En el Edén, en el Huerto del Edén; y nos es dicho que la Esposa está embarazada. Ahora imagínense, si no hubieran ocurrido las Bodas, ¿cómo iba a estar embarazada? Algo mal entonces había, porque no debe estar embarazada si no está casada. Y nos dice el cuarto Elías, que la Novia está ¿cómo? Embarazada; mientras él estaba aquí en la Tierra dice: “Está embarazada”. Bueno, ¿y cómo ocurrió eso? Pues de la misma manera que ocurrió con María, ¿ve? ¿Y cuando ocurrió eso con María? Eso ocurrió en una edad terrenal, eso ocurrió al final ya de la última edad de la primera dispensación; porque nosotros sabemos que así como la Iglesia gentil, así como la segunda dispensación: la Dispensación de la Gracia ha tenido siete edades, también la dispensación de los judíos, o sea, la Dispensación de la Ley también tuvo ¿cuántas edades? Siete edades; eso es lo que nos dice el cuarto Elías. Así que, en la séptima edad, cuando ya estaba concluyendo, fue que el Arcángel Gabriel le apareció a María, y también le había aparecido a Zacarías; le había aparecido a Zacarías y le había hablado acerca del precursor que habría de venir. Y que Zacarías cuando regresase a su casa habría de concebir, de engendrar un hijo en el vientre de su esposa. Y su esposa ya estaba viejita y Zacarías también estaba anciano. Pero Zacarías le dice al Ángel: “Pero, ¿cómo puede ser eso? ¿Cómo va a ser eso, si ya Elisabet, mi esposa y yo, ya estamos viejos”. Entonces, el Ángel Gabriel le dice a Zacarías: “Por cuanto dudaste de mi Palabra, de lo que yo te he hablado, quedarás mudo hasta que el niño nazca”. Estaba buscando una señal, y ahí tiene la señal. “¿Cómo va a ser eso? ¿Cómo va a suceder eso?” Por dudar recibió una señal que no hubiera deseado él haber recibido: quedarse mudo. Imagínese usted este tiempo, el que esté buscando una señal de que estas cosas son correctas y que la señal por dudar le sea que se quede mudo. Así que es mejor entonces no… ahí tiene la Palabra, busque a través de la Palabra a ver si estas cosas son así o no son así; porque ya tiene siete edades de la Iglesia donde hay suficiente historia, de que cada vez que Dios va a hacer algo y que Él ha prometido algo, Él envía un instrumento para hacerlo; porque Él no hace nada a menos que lo haga a través de un hombre. Entonces ya hay suficiente historia bíblica ahí para usted no estar dudando, sino ir a la Palabra y entonces saber que si Él ha prometido algo para este tiempo, pues Él lo tiene que cumplir; y la única forma de Él cumplir lo que Él prometió es consiguiendo alguien a través del cual Él hacer esas cosas que Él prometió. Entonces, para este tiempo tenemos muchísimas cosas que nos han sido prometidas que Él ha de hacer. Ahora fíjese, nos ha sido prometido que será dado a conocer el Séptimo Sello, entonces para Dios darlo a conocer, pues necesita conseguir un velo de carne a través del cual darlo a conocer; no le va a enviar un ángel literal. Imagínese, si no puede recibir un ángel terrenal ¿cómo van a recibir con un Ángel celestial? Se van a morir. Pero el asunto de predicar la Palabra eso está en manos de seres humanos. Y si Él ha prometido dar a conocer alguna revelación a Su pueblo, Él lo tiene que hacer a través de ¿qué? De carne humana, a través de un hombre. Porque no hay otra forma para Dios revelar Su Palabra a Su pueblo; “porque no hará nada el Señor sin que antes revele Sus secretos a Sus siervos (¿qué?) los profetas” \[Amós 3:7\]. Por lo tanto, si Él ha prometido hacer algo, Él lo tiene que revelar a algún profeta; al que le toque en el tiempo en que Él va a cumplir lo que Él prometió. En el tiempo que Él prometió hacer lo que Él hizo en el tiempo de Lutero, pues allí tenía a Lutero. En el tiempo que Él prometió cumplir lo que cumplió en el tiempo de Wesley, pues allí estaba Wesley. ¿Ve? Y para cada tiempo Dios ha tenido un instrumento enviado por Dios para vivir en esta Tierra. Y aún hasta el tiempo en que nace es predestinado por Dios; aún hasta bajo el símbolo en que nace es predestinado por Dios. Usted dice: “¿Cómo?” Cuando nació el Señor, ¿no apreció en el cielo la señal? Cuando nació el hermano Branham, ¿no apareció también en el cielo? Y aquella mujer astróloga ¿no dice que cuando vio al hermano Branham, vio sobre él la misma señal que ella vio en esa fecha en que…? (el hermano Branham nació 9 de abril de 1909, me parece que fue), ella dice, ella le dijo al hermano Branham, siendo el hermano Branham un joven, y él pues, usted sabe él, él era alérgico a las mujeres; decir que era alérgico no era que las odiaba ni que no quería saber de ellas, sino que él no era pegajoso con las mujeres; eso usted sabe que siempre trae problemas. Es más, aún él dice, él dice que cuando fue allá a la otra dimensión, a la sexta dimensión, él dice que le estuvo raro una cosa, y fue que allí las hermanas le abrazaban y le decían: “Mi precioso hermano Branham, ¡qué bueno que usted haya llegado! Nos alegramos que usted haya llegado”. Entonces el hermano Branham dice: “Había una cosa rara allí cuando ellas me abrazaban, y era que yo no sentía ninguna sensación carnal”; y él dice: “Y usted sabe que yo no dejaría que ninguna hermana hiciera eso conmigo”. El hermano Branham no permitía que ninguna hermana viniera con esas cosas a él; y él lo dice, porque cuando eso se hace siempre hay una sensación. No crea que las gandulas del sexo… las glándulas del sexo están regadas en todo el cuerpo; el cuerpo completo es sensitivo a esas cosas; y en algunos algunos lugares es más sensitivo que en otros. Entonces, el hermano Branham dice: “Aún, aún si una hija (él dice) aún si mi hija me abraza, uno siente una sensación”, o sea, es algo diferente a lo normal, ¿ve? Porque son ¿qué? Son dos polos opuestos, ¿ve? Entonces al ser dos sexos opuestos siempre hay una sensación; él dice: “Aún entre padre e hija”. Él entonces… ahora, si él dice de esa manera, usted y yo no somos más santo que él ¿verdad? Si él dice de esa manera; él siendo… sabemos que era un varón de Dios, santo, en el cual ninguno, hemos encontrado falta en él; y si alguno puede señalar alguna falta, yo lo pongo a que lo mire o a que la mire a través de la Sangre del Señor, a ver si se la encuentra. Así que, ahora él siendo la persona que era y el Ángel del Señor habiéndole dicho: “No fumes, ni bebas, ni contamines tu cuerpo”, entonces él no correteó con mujeres, ni fumó ni bebió; y cuando cuando quiso fumar o quiso beber, el Ángel del Señor estaba allí; y cuando trataba de hacer eso, el susto era mayor que lo que quería hacer. Entonces, pues, imágenes entonces, una persona de esa naturaleza, preparada por Dios para la Obra que Él tenía que hacer en este tiempo, con todo y eso dice, que él no permitiría que una hermana viniera abrazarlo a él. Bueno, ¿y qué de nosotros? Que hemos pasado por tantos problemas en nuestra vida terrenal, que no podemos decir como dijo el hermano Branham, que nunca llegó a hacer ninguna de esas cosas: ni fumar, ni beber, ni corretear con mujeres. Ahora, eso nos deja a nosotros ver, que si él se cuidaba, siendo una persona como era, pues imagínense, nosotros tenemos que seguir sus pisadas. Él ahí dejó huellas para nosotros seguirlas. Ahora, encontramos que él fue allá y vio todo lo que vio; y ellas, usted sabe, estaban muy contentas, y él dice que allí no había ninguna, ningún problema en cuanto a eso, ninguna sensación ni nada, usted sabe, en el otro cuerpo, en el cuerpo teofánico, las glándulas del sexo no están, no hay esa sensibilidad, así que, no hay ese problema de poder pecar, no hay ese problema que hubo allá cuando Eva pecó y cuando Adán llegó a pecar por causa de Eva. O sea que en aquel otro cuerpo, pues no hay ese problema, por lo tanto, tampoco en aquel otro cuerpo, tampoco se obtienen hijos como se obtienen a través de estos cuerpos terrenales. O sea, que uno no va allí a ese cuerpo, cuando llega a ese cuerpo, uno no va allí para tener hijos, para levantar una familia como lo hacemos en estos cuerpos aquí terrenales; tampoco va allí para irse a trabajar, ya sea en construcción o a la caña, o tal o cual oficina; allí uno no va, los que van allí (los que han partido a través de las edades) no van allí sino a descansar; a descansar de sus trabajos terrenales, a descansar de sus luchas terrenales, a descansar de sus sufrimientos terrenales, porque allí todo lo que hay es ¿qué? Alegría, paz, felicidad; y entonces, imagínese, hasta el estómago descansa, hasta la boca descansa, en el sentido de descansar de comer, porque allí ni se come, ni hay sueño, así que no necesitan cama tampoco. Así que, allí la cosa es mucho mejor, la sexta dimensión es mucho mejor que esta. Pero, ¿y qué de la séptima? El hermano Branham dice: “Si esto es así aquí en esta sexta, ¿cómo será un poquito más allá?” O sea, un poquito más allá es en la otra dimensión, en la séptima, donde le fue dicho, cuando el hermano Branham dijo: -“Bueno, si llegué aquí, si morí y llegue aquí, yo quiero ver a Jesús, porque Él fue mi salvador”. -“No lo puedes ver ahora; Él está más arriba, está en la séptima”. Así que el Señor no estaba en la sexta; porque la sexta es la sala de espera, es el lugar de reposo, de descanso; y es un lugar de felicidad, es un lugar donde no hay guerra, donde no hay problemas; y yo pienso de la sexta dimensión, porque allí cuando llegaron donde el hermano Branham, dice que los que llegaron allí eran sus convertidos; y eran millones. Entonces no llegaron allí donde él los del apóstol Pablo, ni tampoco el apóstol Pablo llegó a donde el hermano Branham; ni tampoco los de Ireneo, ni los de Wesley, ni los de Lutero, ellos no llegaron, no estaban allí; ni los mensajeros estaban allí en aquel grupo que estaba con el hermano Branham; solamente los que le correspondían al séptimo mensajero. ¿Y dónde estarían los otros? Estaban en la sexta dimensión, pero ¿dónde? Yo pienso que allí sea más o menos como es aquí, pero en un estado superior, usted sabe. Allí apareció su caballo, allí apareció su perro, allí estaba su sillón también, y un sinnúmero de cosas habían allá, porque él las vio allá; entonces, allí será algo así como acá, porque lo que hay aquí es un retrato de lo que hay allá; realmente el original es allá. Entonces si esto es el negativo, entonces, fíjese, si esto debe ser algo así como fue aquí en la Tierra con los mensajeros; bueno, si usted quería ver los convertidos, los correspondientes al primer mensajero, ¿dónde tenía que ir? Pues a Asia. Si quería ver los de Lutero, pues, tenía que ir al área de Alemania. Si quería ver los de Wesley, eso es no sé si por Francia o por Inglaterra por ahí; y si quería ver los del cuarto Elías, el séptimo mensajero, pues tenía que venir por acá por América. Yo pienso que eso es algo así allá también. Al área donde él fue llevado, fue llevado al área donde estaban los de él; y podríamos decir: fue llevado al área que era tipificado por América, ¿ve? Pero los de Lutero, pues, estaban en un área que había sido tipificada por Alemania, y por esa área; los de Pablo, pues estarían en un área, más o menos, que fue tipificada por el área de Asia menor; y así por el estilo entonces había que caminar un poquito más si el hermano Branham hubiera querido ir a ver al hermano Pablo con sus convertidos. Pero él no quería ir hacia atrás, para las edades de atrás; él quería ir hacia delante. Él no quería ir hacia donde estaba Pablo, él quería dónde estaba Jesús. Entonces, él deseó caminar hacia adelante y le fue dicho: “Todavía tú no puedes ir a donde Él está; más bien Él vendrá a ti. Y entonces a Él venir a ti, entonces Él te va a juzgar a ti por lo que tú has predicado; y luego, si sales bien, entonces regresaremos contigo a la Tierra y tomaremos cuerpo (¿ve eso?) y resucitaremos, y entonces comeremos”. Oh, y entonces ellos vienen para acá y si se les da algo pueden comer. ¿No comió el Señor después que resucitó? No tenía necesidad de comer, pero comió porque fue invitado; y Él mismo pidió para mostrarle que Él era Jesús que había resucitado; porque ellos creían que era un espíritu, ellos creían que era un espíritu, y entonces el espíritu pues no podía ser tocado, dice, el mismo Jesús no podía ser tocado, o sea, con nuestro cuerpo no podía ser tocado un espíritu; entonces era que realmente había resucitado y estaba en un cuerpo, entonces podía ser tocado, y al poder ser tocado entonces la cosa… usted sabe, era probado porque también podía comer. Así que, realmente por lo que vemos, si le tenemos algo a nuestros amados hermanos cuando regresen, pues de seguro van a poder comer; y eso también va a ser una prueba de que han resucitado, porque en el cuerpo donde ellos están actualmente ni se come ni se bebe ni se duerme; pero cuando tengan el cuerpo ya, entonces, hayan resucitado y tengan el cuerpo transformado, entonces sí podrán comer y beber. Bueno, estamos en este tema: “LA BIENAVENTURADA DE SER INVITADOS” o de ser llamados a la gran Cena del Cordero o a la Cena de las Bodas del Cordero. Como vimos, las Bodas ocurrieron aquí en la Tierra. La Novia quedó embarazada y la Novia quedó colocada en la Tierra nueva. Ahora, podemos mirar entonces, lo de la Cena de las Bodas del Cordero. Nos es dicho que la Cena es arriba; entonces siendo arriba, entonces la Cena de las Bodas no será efectuada en ninguna de las siete edades de la Iglesia. Si no es efectuado en ninguna de las siete edades de la Iglesia, entonces hay que mirar hacia arriba, porque de arriba viene el llamado o la invitación para subir arriba, en donde se celebrará o se llevará a cabo la Cena de las Boda del Cordero. Ahora fíjese, la invitación o el llamado para esa Cena, vamos a buscarlo en la Biblia; porque si es una invitación o es un llamado… y aquí dice que son bienaventurados los que son llamados o invitados a la Cena del Cordero, a la Cena de las Bodas, entonces tenemos que encontrarla a través de la Biblia la invitación para subir arriba a la gran Cena del Cordero. Esa invitación se encuentra en Apocalipsis, capítulo 4. Las edades de la Iglesia, para que usted puede entender mejor el libro de Apocalipsis; mire el libro de Apocalipsis, Apocalipsis y Génesis se parecen mucho, corren paralelos, porque Génesis ahí está toda la semilla y acá en Apocalipsis es la cosecha de todas las semillas. Entonces son los libros, los dos libros que más el diablo aborrece; porque en Génesis está mostrada la caída del diablo y la caída del hombre, y en Apocalipsis está mostrada ¿qué? La destrucción, el fin del diablo; y está mostrado ¿qué? La restauración del ser humano a su lugar original. Ahora mire, usted se encuentra en Génesis que comienza a hablar: “Dios creó al hombre, lo hizo a Su imagen, a imagen y semejanza de Dios lo hizo” \[Génesis 1:27\], y todas esas cosas usted las encuentra en Génesis en un capítulo, y después en el otro capítulo vuelve y comienza a hablar de la creación del hombre; y dice: “Y tomó Dios polvo de la tierra, y sopló e hizo al hombre, y sopló e hizo al hombre” \[Génesis 2:7\]. ¿Ve? Ahora usted, si no se da cuenta, usted entonces pierde algo muy importante ahí. Fíjese, en los dos sitios habla de la formación del hombre. Ahora, por supuesto, tenemos que entender que Él primero lo formó, lo hizo, lo hizo ser un ser espiritual; o sea que Dios hizo a Adán… primero Adán era un atributo de Dios; de atributo luego lo trajo a ser ¿qué? Palabra. O sea, entonces lo trajo a ser, o le formó un cuerpo teofánico. Luego de eso más adelante, después le formó un cuerpo de carne; y en ese cuerpo de carne entonces estaba ¿quién? Adán. Entonces Él era, Él era una Palabra hablada hecha carne. Fíjese, Él era un atributo de Dios expresado en carne humana, un atributo porque era en un pensamiento de Dios. Luego de ser un atributo vino a ser ¿qué? Una Palabra hablada: vino a ser teofanía, vino a ser metido en un cuerpo teofánico. Luego de ser una Palabra hablada, luego vino a ser una Palabra hablada hecha carne; entonces era el atributo en el cuerpo teofánico y luego metido en el cuerpo de carne. ¿Ve? Adán estaba en esa condición, por lo tanto, Adán podía, tenía autoridad sobre todo lo que había aquí en la Tierra; y esa autoridad que él tenía, él la recibió cuando estaba en el cuerpo teofánico, y luego cuando se hizo carne, o Dios lo hizo carne, pues ya él tenía toda esa autoridad; y a través de carne humana él podía usar esa autoridad que él tenía, porque él era la Palabra, ¿ve? Ahora encontramos, que luego de la caída, entonces, la cosa cambió para los que nacieron en esta Tierra. Ahora vamos a ver con detenimiento aquí este llamado a la gran Cena del Cordero, este llamado de subir arriba. Encontramos fíjese, conforme a como nos dice el cuarto Elías: las edades Iglesia ocurren del capítulo 1 al capítulo 3 de Apocalipsis; ya el capítulo 4 es el rapto de la Iglesia, ya el capítulo 4 ocurre arriba; o sea que el capítulo 4 no es algo que se desarrolla aquí en la Tierra en edades terrenales, sino que es arriba. Las edades de la Iglesia del capítulo 1 al capítulo 3 Apocalipsis es algo que ocurre aquí en edades terrenales; entienda bien eso para que entonces pueda ver de aquello que vamos en esta mañana a estudiar. Ahora vea que, siendo la última edad de la Iglesia, la edad de Laodicea, a los que vencen en esa edad de Laodicea, a los que vencen ahí, le es prometido ¿qué? Le es prometido sentarse en el Trono de Dios. Encontramos entonces que a los que vivan en el tiempo de la edad de Laodicea, al final de la edad de Laodicea, a los vencedores, le es prometido que serán trasladados a ¿dónde? Serán trasladados a la Edad de la Piedra Angular, serán trasladados al Trono del Señor. Serán trasladados ahí para ¿qué? Para sentarse con Él en Su Trono. Ahora yo no sé si usted ha notado que en las edades de la Iglesia el Señor estuvo parado en medio de los candeleros; pero cuando terminan las edades de la Iglesia y entonces comienza la Edad de la Piedra Angular… \[CORTE DE AUDIO @35:59\]... la Edad del Trono, en la Edad del Trono, el Señor no está parado; Él está sentado en el Trono. Ahora entienda usted bien lo que significa todo eso. Mientras Él está parado en las edades de la Iglesia, pues Él no está sentado en el Trono. Pero cuando termina Su trabajo en las edades de la Iglesia, entonces, Él reclama Su Trono, reclama Su lugar, Su silla, Su asiento, y entonces se sienta en Su silla y viene a ser una silla o un trono de ¿qué? Trono de Juicio. Nunca se había sentado ahí durante las edades de la Iglesia; en las edades estaba parado caminando en medio de las siete edades. De una edad caminaba hacia la otra, de una edad hacia la otra, con los siete mensajeros en Su mano; entonces en cada edad, bueno: “En esta edad le toca a *tal* estrella alumbrar ahí”, pero ¿quién era el que los tenía? El Señor, ¿ve? El Señor Jesús, Él los tenía; el Pilar de Fuego, que es Jesús, era el que los tenía, y entonces alumbraba en esa edad. Ahora recuerde que las edades de la Iglesia fueron fue un tiempo de oscuridad, fue un tiempo de noche; entonces por eso las edades de la Iglesia está comparada con ¿qué? Con la luna; la Iglesia está comparada con la luna, porque este mundo estaría viviendo durante todas las edades de la Iglesia, estaría viviendo en oscuridad; entonces, la luna estaría reflejando ¿qué? La luz a este mundo, estaría alumbrando en este mundo; y entonces a la luna le alumbraría ¿quién? Le alumbraría la estrella, el mensajero, y entonces esa luz del mensajero sería reflejada a través de ¿quién? De la luna. Entonces el que alumbra a la luna, el que le da luz a la luna es el mensajero. La luz para cada edad venía a través de ¿quién? Del mensajero de cada edad. Pero el mensajero, ¿de dónde tomaba la luz? Del que lo tenía en la mano: del Sol de Justicia. Esos mensajeros, esas estrellas, no tenían luz propia; por eso tenían que recibir la luz de ¿dónde? Del Sol, de Cristo. Por lo tanto, entonces esos mensajeros tenían que recibir esa luz de ¿dónde? Del Trono de Dios. Por lo tanto, el mensaje para cada edad de la Iglesia venía del Trono de Dios y era colocado en las manos de cada mensajero, y cada mensajero reflejaba esa luz; era una luz del Trono reflejada a través de cada mensajero en cada edad de la Iglesia. Por lo tanto, siendo entonces una parte de la luz que había en el Trono; porque cada mensajero reflejó una porción, una parte de la luz de la Edad de la Piedra Angular. Si usted pudiera entender eso, entonces se daría cuenta entonces, la hora en que vivimos; y entonces usted se daría cuenta que aquellos que son invitados, que son llamados a la Cena del Cordero, son subidos arriba, porque arriba es la Cena; entonces, son llamados arriba, y al ser llamados arriba son subidos a una edad, que es la Edad de la Piedra Angular, son subidos a la Edad del Trono, donde el Señor prometió a los vencedores de la edad de Laodicea, a los que vencieren ahí y estuvieran vivos en el tiempo del llamado para subir arriba, Él les prometió que se sentarían con Él en Su Trono. Ahora, usted entonces entiende que ese grupo no estaría sentado entonces en la edad de Lutero, ni en la edad de Wesley, ni en la edad de la Laodicea; ellos se sentarían en la Edad de la Piedra Angular, estarían sentados. Ahora, en las edades de la Iglesia el Señor estuvo parado, el mensajero de cada edad estuvo parado caminando, y así los escogidos también. Pero en la Edad del Reino, en la Edad del Trono, en la Edad de la Piedra Angular, ahí hay la promesa de sentarse con el Señor en Su Trono. Por lo tanto, entonces, así encontramos, fíjese, en las edades de la Iglesia la cinta, la cinta de oro en las edades de la Iglesia estuvo en la cintura del Sumo Sacerdote, que es que el Señor Jesucristo; y en las edades de la Iglesia el Señor estuvo ¿cómo? Como Sacerdote haciendo intercesión; y los hijos de Dios a través de las edades de la Iglesia estuvieron ¿cómo? También como sacerdotes, porque somos reyes y sacerdotes, reyes y sacerdotes; y Él es Rey y Sacerdote también. Cada uno de esos en esos Títulos tiene un tiempo para manifestarse, y conlleva una posición y también conlleva un trabajo que será efectuado de acuerdo a la forma en que el Señor estará manifiesto en el tiempo que estará manifiesto. Cuando está manifiesto como Sacerdote, pues Él está haciendo intercesión, Él está como Cordero, entonces no está sentado en el Trono, Él no está sentado en el Trono, entonces sino que Él está en el lugar de intercesión; y los hijos de Dios, entonces también están como Corderos, entonces ellos está intercediendo; intercediendo por la humanidad, intercediendo por este mundo, clamando por misericordia, para que Dios salve las almas; llevando el Evangelio de la Gracia para que la gente se salven, orando por las naciones (¿ve?) orando por los reyes y así por el estilo. Pero cuando el Señor cambia de Cordero a León, después la cosa cambia también. Y cuando vemos que la cosa estuvo moviéndose, entonces vemos que cuando comenzó el Señor a moverse de Cordero a León, entonces encontramos al cuarto Elías que dice: “Ya yo ni oro por esta nación”. ¿Ve usted? Entonces los hijos de Dios ¿cómo van a orar por algo que ya Dios maldijo y que está próximo a ser destruido? ¿Para qué? Para entonces el Reino de Dios, el Reino Milenial, comenzar en esta Tierra. No pueden haber dos reinos aquí en esta Tierra; no puede estar el reino humano, el reino gentil en esta Tierra gobernando, y el Reino celestial, el Reino de Cristo también a la misma vez. Por lo tanto, entonces, uno tiene que caer para el otro comenzar. Para comenzar el Milenio, tienen que caer los reinos gentiles; y entonces se tiene que cumplir lo que es dicho, ¿qué? Es dicho: “Los reinos del mundo han venido a ser los reinos de nuestro Cristo” \[Apocalipsis 11:15\]. Así que, entonces, hay una cambio, ¿ve? Hay un cambio muy grande; todo va cambiando de lo negativo a lo positivo. Entonces vemos que a medida que el reino gentil va cayendo, entonces se va levantando ¿qué? El Reino de Dios. Encontramos que una Piedra no cortada de manos sale de la cima del monte, del Monte de Sión, para herir en los pies a la imagen, que es ¿qué? El reino gentil. Entonces la imagen ya está ¿dónde? En los pies. Comenzó con la cabeza de oro allá en el tiempo de Nabucodonosor; aquella imagen, aquella estatua que él vio, aquello era ¿qué? El reino gentil. Entonces comenzó con Nabucodonosor la cabeza de oro, pero al final, al final en los pies, en los pies esa imagen es los dedos, y la contextura de los pies, la construcción de los pies, eso es barro e hierro. Entonces cuando está ahí la imagen en ese tiempo, en esta edad, entonces el tiempo en que la Piedra no cortada de manos, que sale del Monte de Sión, sale y da, hiere la imagen que es el reino gentil, la hiere en los pies. La destrucción del reino gentil no podía venir en el tiempo allá de Lutero, ni en el de Wesley; no podía venir en el tiempo allá de Nabucodonosor tampoco, porque allá estaba comenzando el tiempo del reino gentil, ¿ve? Sino que tenía que venir en el tiempo del hierro y el barro que construirían los pies de esa imagen; pero en los pies es que da esa Piedra no cortada de manos ahí, da en los pies, y esa grande imagen, ese grande reino gentil, ese grande imperio gentil que ha venido moviéndose a través de todos estos tiempos pasados; porque el gobierno ha estado en las manos de los gentiles desde el tiempo de Nabucodonosor; fue quitado de las manos de los judíos, de los hebreos, ¿ve? Y fue entonces tomado por los gentiles en el tiempo de Nabucodonosor. Pero, esa es la razón… fíjese, por eso era que los judíos, los mismos discípulos del Señor, le decían al Señor: “Bueno, ¿cuándo Tú restaurarás el Reino? Nos fue quitados de nuestras manos en el tiempo de Nabucodonosor (¿ve?) cuando fuimos llevados cautivos allá, y entonces de ahí para adelante, encontramos que acá en Palestina, pues ya al reino ha estado en tal condición que solamente lo que tenemos es un gobierno local aquí, pero que no tenemos, no tenemos control sobre el mundo entero como el tiempo de Salomón”. ¿Ve? Las demás naciones le rendían tributo y le traían a Salomón allá, le traían entonces sus tributos y todas esas cosas. Por lo tanto, entonces, los discípulos están muy interesados en el Reino. Mire, ellos estaban más interesado en lo que venía para este tiempo que en lo que estaba ocurriendo para aquel tiempo; porque ellos pensaban que cuando los profetas del Antiguo Testamento hablaban de la Venida del Señor, pues ellos no entendían la Primera Venida y la Segunda Venida. O sea que ellos no entendían el Plan de Redención, ellos no entendían el Plan de la segunda dispensación, la Dispensación de la Gracia. Ellos pensaban que cuando viniera el Mesías, entonces, allí ocurría todo, y entonces el Reino era establecido allí en Jerusalén, allí era colocado en el Trono; por eso en una ocasión, cuando algunos algunas personas allá dijeron: “Ese es el Cristo, ese es el Mesías, ese es el Rey de nosotros”, entonces ¿qué trataron de hacer? Cuando el Señor vio lo que estaban pensando, dice que se fue de entre ellos; dice que estaban pensando tomarle para coronarle. Lo mismo que hicieron cuando David; los gentiles, aquellos gentiles vinieron y le proclamaron el rey de Israel, le coronaron allá en Judea (fue el primer sitio en Judá), fue el primer sitio que le coronaron y allí estuvo coronado como de 3 a 5 años (algo así), y estuvo reinando sobre Judea como rey por un tiempo; y luego, aquellos mismos gentiles que le habían ayudado para proclamarlo rey y coronarle, aquellos mismos gentiles fueron y hablaron con los demás líderes principales de allá de toda Jerusalén, para ¿qué? Para que recibiesen a David como rey de toda Jerusalén, de toda Palestina; y entonces lo lograron, y entonces les llevaron también para reinar sobre toda Palestina, sobre todo Israel, y entonces fue colocado en el trono allá en Jerusalén, y allí fue colocado para reinar sobre todo. Pero primero estuvo reinando sobre un grupo (me parece que eran dos tribus o dos tribu y media), eran como unas dos tribus allá en Judea, y allí estuvo reinando, y luego fue que pudo reinar sobre todos los hebreos. Ahora dése cuenta que quienes le proclamaron y le subieron al trono ¿quiénes fueron? Valientes gentiles. Le reconocieron como Rey, le reconocieron como Rey y estuvo reinando sobre ellos; lo que él decía, David decía, eso era todo; para ellos eso era ASÍ DICE EL SEÑOR. ¿Ve usted? Ahora, vea usted que fueron gentiles los valientes que le subieron al trono. Vea usted que Él estuvo sentado en el trono como rey, y entonces ese fue el Plan de Dios; luego de haber sido rechazado después subió al trono. Es lo mismo, luego del Señor haber sido rechazado en Su Primera Venida, luego sube al Trono, ¿y qué encontramos conforme a la promesa de Dios? Conforme a la promesa de Dios, encontramos en el mensaje titulado *Cuál es la Atracción en el Monte*; y realmente esa es la atracción en el monte. ¿La atracción en el monte cuál es? El Rey sentado sobre Su Trono; porque esa es la forma en que Él… esa es la forma o el orden de la venida del Reino. Y bueno estaría que viniera el Reino sin el Rey sentado en el Trono. Entonces, si viene y llega el tiempo de la Venida del Reino, entonces obligatoriamente tenemos que ver al Rey sentado en el Reino sobre Su Trono; sino entonces: ¿puede haber un reino sin rey? Ahora fíjese, usted sabe, Judea o Judá tiene el símbolo de ¿qué? Del león; de ahí o bajo ese símbolo, fue que Él estuvo reinando, y fue ahí bajo ese símbolo que Él se levantó de Cordero a León, ¿ve? De Intercesor a Rey. Ahora fíjese, allá como había un grupito pequeño de gentiles proclamándole Rey y subiéndolo al Trono como Rey; y luego haciéndole llegar a Israel, a todo Israel las noticias del Rey que ya estaba reinando, para que también reinará sobre ellos como Rey, fue un grupo de gentiles quienes le hicieron llegar ese mensaje allá. ¿No es eso lo que la biblia dice? ¿No es eso lo que nos dice el cual Elías, que los gentiles le llevarán el Mensaje a los judíos? Bueno, ahora fíjese, dice aquí: página 22 y 23 \[19\] dice: - “119 Oh, habrá una verdadera lluvia temprana y tardía en los últimos días, sobre el pequeño grupito que lo acompañaba\* (Apocalipsis 19 también dice que hay un grupo que viene con Él) *cuando venía sobre este pequeño asno, insignificante y humilde, sin duda, sin denominación, clamando ‘¡Hosanna al Rey que viene en el Nombre del Señor!’ ¿Qué pasa hoy? ¿Cuál es la atracción en el monte?”* Bueno, ese rey es el Rey de reyes y Señor de Señores; y ese Título de Rey de reyes y Señor de Señores, como ya nosotros hemos estado viendo, ese Título: Rey de reyes y Señor de Señores, solamente es aplicado y conlleva ese Título de Rey de reyes y Señor de Señores, ¿sabe lo que conlleva ese Título? Déjeme ver si por aquí le puedo conseguir; página 22 del mensaje titulado *Cuál es la Atracción en el Monte*; \*\*cuando Él viene así como Rey de reyes y Señor de Señores y viene ese grupito pequeño con Él clamando, clamando de esa manera, y reconociéndole y proclamando de esa manera, y gritando de esa manera, entonces al proclamarlo de esa manera, fíjese, le proclaman Rey de reyes y Señor de Señores, ¿y hacia dónde va? ¿Cuál es el rumbo? Jerusalén, Palestina; porque el rumbo es la entrada triunfal, la entrada triunfal a Jerusalén. Bueno, allá cuando entró en aquella ocasión como no venía como Rey, aunque era Rey pero no venía como Rey, entonces tuvo la entrada triunfal; para muchos aquello fue una derrota, pero fue la entrada triunfal conforme a lo que Él venía hacer. Venía como Cordero y tuvo una entrada triunfal, y tuvo una grande victoria sobre el diablo; y una grande victoria para todos los hijos de Dios. Quizás para la gente de aquel tiempo y los teólogos, aquello fue una grande derrota; después de haber estado tres años y medio con ese tremendo ministerio y haciendo las cosas que hizo, pues quizá la gente pensaron en aquel tiempo: “Fíjate, toda la gente terminan de la misma manera; tanta cosa y tanta cosa, y mira, murió, murió como…”. ¿Cómo murió? Contrario a como le proclamaban. Le proclamaban como Rey, le proclamaban como Salvador, le proclamaban como el Mesías, le proclamaron un ser un hombre bueno, y murió como un ladrón, murió como un perverso; le quitaron toda la ropa. Así que, a una persona que proclamaba ser una cosa, lo sentenciaron y lo mataron como a un ladrón, como a un blasfemador. ¿Ve? Como a un blasfemo. Entonces fíjese, así pasa y la gente ni se da cuenta, que Dios anuncia una cosa y suceden las cosas, y la gente cuando Dios anuncia una cosa buena, la gente juzgan eso ser una cosa mala; lo que era una bendición y era algo glorioso la gente llamaron ¿qué? Lo llamaron ser un blasfemador; y las cosas maravillosas que Él reveló, que Él habló, siendo una revelación tan grande, la religión de aquel tiempo llamó a aquello ser ¿qué? Una blasfemia. Él estaba dando una revelación muy grande, que Él era el Hijo de Dios. Pero para las religiones aquello era la blasfemia más grande, por la cual le condenaron; porque la sentencia de todo blasfemo era ¿qué? La pena capital: la muerte. Y allí se juntó ¿qué? Siempre cuando Dios hace algo, siempre el diablo junta sus poderes: su poder político y su poder religioso, lo juntan para ¿qué? Para destruir lo que Dios envía. ¿Por qué usted cree que el diablo está juntando la religión y el estado nuevamente, como fue leído aquí en la lectura, en ese mensaje titulado *El Tercer Éxodo*? ¿Por qué? Porque cuando ve el diablo que Dios envía una bendición para el pueblo de Dios, el diablo trata de bloquear eso, trata de traer un boicot para que el pueblo no pueda recibir lo que Dios envía; y entonces trata de cerrar toda oportunidad que haya, para que el pueblo reciba lo que Dios trae; pero en esta ocasión sabemos que el diablo no tendrá la victoria. Sabemos que aunque Ramsés se ha levantado, nos dice el cuarto Elías: “Dios tiene un Moisés por el desierto estudiando”. Lo tiene allá en el desierto, lo tiene allá por el monte estudiando; lo tiene en Su seminario. ¿Por el monte? Sí, por el Monte de Sion. Y Dios lo tiene estudiando, Dios hablándole por Su boca, hablándole por la boca de Dios, que es el cuarto Elías, allá en el Monte de Sion, en la cima del monte, pues lo tiene; y de ahí es que baja, de ahí es que baja esa Piedra no cortada de mano que ya ustedes saben que es ¿qué? A través de la Palabra de Dios, a través de Apocalipsis 11, que usted encuentra que es lo que destruye esta Tierra, ¿cómo es que usted que este mundo gentil es destruido, que las plagas caen? De la misma manera que sucedió en Egipto. Dios destruyó a Egipto, Dios arruinó a Egipto. Cuando Moisés salió con el pueblo de Israel de Egipto, Egipto quedó en una ruina; diez plagas ahí plaga, una detrás de la otra; y la última fue la muerte. Así que, quedó llorando, el pueblo de Egipto quedó llorando. Así que, el juicio comenzó, y desde el primogénito de faraón para abajo, cayó el juicio de Dios; así que todos todos quedaron llorando. Pero ¿qué pasó? No se conformaron con eso y se fueron a perseguir al pueblo de Dios, que salía bajo ¿qué? Bajo la dirección de Dios, bajo la dirección del Pilar de Fuego, ungiendo un profeta y acompañándole un Ángel. Vea usted: un profeta, el Pilar de Fuego y el Ángel del Señor. Fíjese, habían tres ahí; pero todo eso, todo eso era manifiesto a través de Uno, del velo de carne que Dios tenía allí. Pero el Pilar de fuego y el Ángel del Señor, y el ejército de Dios estaba respaldando a ese simple hombre que había llegado allí. Bueno, se le había olvidado todo lo que había aprendido en Egipto, pero ¿qué pasó? Ahora tenía la enseñanza que no tenía cuando estaba Egipto; ahora tenía la preparación que él realmente necesitaba. Para ¿qué? Para no con ejércitos literales, y no con fuerza terrenal poder llevar a cabo el tercer éxodo. “No con ejércitos ni con fuerzas, más con mi espíritu ha dicho el Señor” \[Zacarías 4:6\]. Esa es la forma del Señor llevar a cabo Sus éxodos; y tiene tres. Bueno nosotros somos privilegiados porque vivimos en el tercer Éxodo; y Dios se perfecciona en tres. Por lo tanto, este es un éxodo perfecto, y este es un éxodo que nos mete a una tierra perfecta; este es un éxodo que llega a toda la perfección. Este es un éxodo en el cual los otros dos ¿qué? Dos éxodos, tipifican lo que Dios habría de hacer en este tercer éxodo. Siendo el tercer éxodo y Dios perfeccionándose en tres, entonces los que salen en este tercer éxodo y llegan, ¿adónde van a llegar? Llegan a todo lo que es perfecto; entonces llegan a una tierra nueva perfecta, ¿ve? Entonces, vemos que la tierra nueva como mensaje, la tierra nueva como mensaje no es el mensaje de Lutero; aquello más bien era el territorio por donde se venía peleando, ¿ve? Aquello más bien no es terreno de la nueva tierra, ¿ve? Así que el mensaje de aquel tiempo, el mensaje de aquel tiempo no era el mensaje que representaba la tierra nueva. Ahora vea usted esto: una cosa es es el pueblo que sale en el éxodo, una cosa es el pueblo que sale en el éxodo como grupo, otro es el pueblo que sale en el éxodo como edad y otro es el pueblo que sale en el éxodo como individuo; como individuo, entonces el pueblo que sale en el éxodo, llega ¿a dónde? A una tierra nueva que fluye leche y miel; y eso es ¿qué? Como individuo, entonces usted llegará ¿a dónde? A un sitio perfecto; y eso para usted y para mí como individuo, cuando hayamos llegado por completo, eso será ¿qué? Un nuevo cuerpo que habremos de tener, en donde no hay necesidad de nada, ¿ve? Una tierra que no hay necesidad de nada, que lo tiene todo. En esta tenemos necesidad de muchas cosas. Pero también, encontramos el pueblo, el grupo del pueblo, el cuerpo de creyentes que va hacia una tierra nueva, y como hemos leído en otras ocasiones, Elías, el cuarto Elías dijo: “Las puertas sean reverentes, estén preparados, porque la puerta a la tierra nueva de un momento a otro pueden abrirse”; página 151, párrafo 1347 del libro de *Notas* dice: - “1347 - (...)No traten de edificar sobre alguna otra cosa. Sino que permanezcan humildes delante del Señor su Dios, porque parece como que las puertas pudieran abrirse pronto a la tierra prometida. Entonces entremos con el verdadero canto y regocijo, cuando la Novia y Novio tomen su lugar en el trono”.\* Oh entonces, para tomar el lugar en el Trono hay que ¿qué? Hay que entrar a la tierra nueva; y para entrar a la tierra nueva, la puerta se tiene que abrir. Bueno, de eso es que estamos hablando en esta mañana: bienaventurados los que son llamados ¿a dónde? A la Cena de las Bodas del Cordero; porque los que son llamados a entrar a la Cena de las Bodas del Cordero, son los que son llamados a entrar a la tierra nueva cuando se abre la puerta, ¿ve? Entonces Él, entonces tendrá Su mensajero ahí, con la revelación como tuvo Pedro allá, con la revelación, con la llave para abrir la puerta a la segunda dispensación; así Él tendrá también, ahí habrá, estará la llave para abrir la puerta a la tierra nueva, a la tierra prometida, que es ¿qué? Esa tierra nueva viene a ser la nueva edad, que es una Edad Eterna, una tierra nueva, una tierra que fluye leche y miel, una tierra que lo tiene todo; una edad que lo tiene todo, una Edad perfecta, una edad perfecta. Por lo tanto, siendo la una Edad perfecta, entonces, habrá un Mensaje perfecto. Entonces ya no habrá necesidad de estar comiendo el maná que se comía a través de la trayectoria de las edades de la Iglesia, ¿ve? ¿No habrá necesidad de usted comerse el maná que vino en el tiempo de Pablo o en el tiempo de Lutero o en el tiempo de Wesley? No, porque ya eso es maná de otra edad, de otra dispensación. No habrá necesidad entonces de comerse el alimento o el mensaje que era para la segunda dispensación, porque ya usted se lo había comido cuando estaba en el tiempo pasado; entonces… y recibió la fuerza que necesitaba para entonces poder entrar a la tierra prometida; pero la tierra prometida, entonces ya no cae más maná. Porque desde el momento en que el pueblo llegó a cierto lugar y cruzó el Jordán, entonces ahí entonces comieron del fruto de la tierra, del fruto que había allí; y no se necesitó entonces más maná, porque desde ese día en adelante ya no cayó más maná. ¿Por qué? Porque ya habían entrado a una tierra, a una tierra de promesa, una tierra de provisión, donde el Señor ahí en esa tierra es que Él estaría sobre Su Trono, porque esa tierra es el lugar donde Él se sienta en el Trono para reinar, pero no en el desierto. En ninguna de las edades Él se sentó para reinar como Rey, sino que es en Edad de la Piedra Angular donde el Trono es colocado y preparado, y entonces ahí Él reina como Rey de reyes y Señor de Señores, y ahí es que Él se da a conocer a Su pueblo como Rey de reyes y Señor de Señores. Ahora esto del Rey de reyes y Señor de Señores, es algo que usted tiene que entender. Fíjese, si Él es Rey de reyes y Señor de Señores, Rey de reyes, no es solamente Rey, sino Rey de reyes; entonces note usted aquí en la página 22 \[19\] del libro o del mensaje titulado *Quién es este Melquisedec* dice: - “96 Fíjense en Su título: ‘Rey de justicia’. Ahora, Hebreos 7:2: ‘Rey de justicia, y Rey de paz’. Él es dos reyes. Ahora observen, Hebreos 7:2: ‘Rey de justicia, también el Rey de paz’. Él es dos reyes allí. Ahora ya que Él ha venido en la carne y recibió Su cuerpo arriba, en Apocalipsis 21:16, Él es llamado: ‘El Rey de reyes’. Él es todos esos tres, juntos. ¿Ven?”.\* Ahora no es dos, sino tres. Él es los tres a la misma vez. Rey de reyes quiere decir que Él es tres reyes a la misma vez. Bueno, vamos a ver un poquito aquí. Si Él es tres reyes a la misma vez, entonces a la misma vez Él reina, Él reina en una forma triple. Vamos a ver un poquito aquí. Él es tres reyes a la misma vez. - “Él es llamado: ‘El Rey de reyes’. Él es todos esos tres, juntos. ¿Ven?”\* Ahora ustedes vieron que Apocalipsis 19, cuando Él viene como Rey de reyes y Señor de Señores, ¿qué es eso? Se los voy a leer para que usted… porque es que ya estamos, hemos entrado al cincuenta y… al 77; iba a decir 54 o por ahí, o 57; hubiera tenido que decir 1950 y pico; ya usted sabe de lo que estoy hablando. Así como Dios trató 1954 años con los judíos, trata en 1954 con los gentiles. Bueno, ahora fíjese: página 256 del libro de *Los Sellos* dice: - “121. Pero cuando nuestro Señor aparezca sobre la tierra, Él vendrá sobre un caballo blanco como la nieve, y será completamente Emmanuel - la Palabra de Dios encarnada en un hombre”.\* Cuando aparece sobre la Tierra, pues para que le vean sobre la Tierra tiene que estar en carne humana; porque, ¿cómo lo van a ver sobre la Tierra si no está en carne humana? Porque Dios es Espíritu, ¿ve? Ahora, cuando Él aparece sobre la Tierra conforme Apocalipsis 19, es ¿qué? Él es Rey de reyes y Señor de Señores; y es ¿qué? La Palabra de Dios encarnada en un hombre, la Palabra de Dios encarnada en un hombre: Rey de reyes y Señor de Señores; es tres reyes a la misma vez cuando la Palabra de Dios está encarnada en un hombre aquí en la Tierra conforme a Apocalipsis 19. Bueno, ¿y qué tres reyes a la misma vez es Él? Vamos a ver entonces esos tres reyes que Él es a la misma vez. Dice: - “Él es todos esos tres, juntos”.\* Juntos, no separados. Y como dice que es ¿qué? Cuando Él aparece sobre la Tierra; y ya usted sabe que cuando aparece sobre la Tierra, aparece y pone un pie sobre el mar y otro sobre la tierra; cuando aparece sobre la tierra, aparece también con el arco iris alrededor de Su cabeza. Ya ustedes ven, y entonces, de lo que se trata todo esto. Ahora: - “Él es todos esos tres, juntos. ¿Ven?”\* Ahora, vamos a ver los tres reyes; y no son los tres reyes magos, no son los que vienen por ahí. Dice: - “Rey Dios…\* (porque Dios siempre es Rey)... *Rey Dios…”.* Eso es ¿qué? Dios es Espíritu. Él es el Dios Eterno, el Espíritu Eterno, y Él es el Rey sobre todos los espíritus. Él reina sobre todos, y ellos, todos lo obedecen, ¿ve? O sea, la dimensión de más arriba: donde está Jesús; o sea, donde no pueden ir los que están en la sexta dimensión, donde el hermano Branham dice: “Bueno, si esto es así aquí, tan glorioso en la sexta dimensión, ¿cómo será más arriba en la séptima?”. Bueno, pues fíjese: - “Rey y Dios\* (o sea que Él, Dios Eterno, el Espíritu Eterno, el Rey de la séptima dimensión) *Rey Teofanía…”.* Ya eso habla de la sexta dimensión, de la dimensión de la Palabra, de la Palabra hablada. Entonces fíjese, Dios es Rey en la séptima dimensión, Dios es Rey en la sexta dimensión, y luego entonces, siendo tres reyes, entonces luego es Rey aquí también en esta dimensión. Entonces para Él aparecer como Rey de reyes aquí en esta Tierra, entonces es la Palabra hecha carne en un hombre; fíjese, la Palabra hecha carne en un hombre. Fíjese, primero era Dios, el Dios Eterno, luego se hizo de una teofanía, entonces vino a ser Dios convertido en teofanía; o sea, Dios la Palabra. Y luego cuando se hace carne es Dios la Palabra, hecha carne. Dios, la Palabra hecha carne; o sea: Rey Dios, Dios y teofanía en carne humana. Bueno dice: - “Rey Dios, Rey Teofanía, Rey Jesús. ‘Él es el Rey de reyes’. Todos se ha juntado, así como alma, cuerpo, y espíritu, todo viene a ser uno.\* - 97 También, Él es el Padre, el cual fue el primero; Hijo; y Espíritu Santo, el Espíritu. ‘Rey de justicia’, el atributo del Espíritu; teofanía, ‘Rey de--de paz’, teofanía; y en carne Él era ‘Rey de reyes’, la misma Persona”.\* Ahora entonces usted puede ver lo que está ahí; usted puede ver entonces que cuando Él aparece como Rey de reyes, vemos que es la Palabra de Dios encarnada en un hombre, y cuando entonces aparece como Rey de reyes, ¿dónde apareció por primera vez como Rey? ¿Dónde fue que David fue levantado como rey? Luego de haber sido ungido; él había sido ungido primero como rey, pero después para ser levantado como rey y reinar, él fue encontrado como rey, siendo rey fue encontrado entre los gentiles, y estaba huyendo; estaba huyendo en una persecución tremenda que le tenían, ¿ve? Entonces, ¿quién le tenía esa persecución tremenda? Un rey con un reino que estaba cayendo. ¿Ve usted? Entonces era un rey que había sido colocado allí en la permisiva voluntad de Dios. Por lo tanto, ese reino que él estaba operando iba a caer y luego se iba a levantar el que había sido ungido en la perfecta voluntad de Dios, que era un muchachito, el número ocho; ¿no era David el número ocho y era un pastor de ovejas, y era de Judá? ¿Ve usted? Entonces el número ocho, no el primero, el segundo o el tercero, no ninguno de los siete mensajeros anteriores, sino el número ocho; entonces era un muchachito cuando fue ungido para eso. Pero, encontramos que los demás, imagínense, Samuel cuando vino para ungir creía que el primero cuando apareció: “Bueno, ése tiene que ser”. Y cualquiera pensaba que ese… “bueno tendrá que ser San Pablo”, el que se veía el mayor, el primero y grande. Bueno pues, para Dios no era ese; y así por el estilo de usted puede ver de lo que estamos hablando en esta mañana. Entonces, el más pequeño de todos era el menor, que si usted lo comparaba con todos los otros, no se podía parar al lado de ellos; cualquiera lo veía y sabía que era el más pequeño. ¿Ve? Y era el pastor de las ovejas de su padre, y era el que estaba por allá por el desierto, así como Moisés que era pastor de ovejas, ¿ve? Entonces tenía el callado también como Moisés, tenía la onda; tenía las piedras y la onda también, para matar a ¿quién? A Goliat. ¿Ve usted? Entonces, ese gigante tiene que caer; ese gigante, él era, ese gigante era de allá de los filisteos, gentiles; y realmente, realmente hay muchos filisteos. Pero de entre todos los filisteos habían unos cinco gigantes eran, cuatro o cinco gigantes; eran, sí, cinco gigantes; uno de ellos era Goliat. Y realmente en este tiempo hay unos cuantos gigantes, hay unas cuantas denominaciones gigantes; pero realmente allí estará el que le va a hacer frente. ¿Ve usted? Bueno, encontramos, que lo que ese jovencito tenía no era tamaño, ni tampoco edad; muy joven, pero tenía el equipo por dentro, que eso es lo importante siempre. Era profeta. Así que, si era profeta, él sabía de lo que iba a hablar y sabía lo que iba a hacer. Así que, él sabía por qué se estaba enfrentando allí; él sabía que la unción para reinar sobre Israel estaba sobre él. Él sabía quién era el rey de Israel, aunque hubieran otros reinando, sin embargo él sabía que él era. Ahora, encontramos, que aunque en este mundo hay muchos reinando, muchos reyes reinando, y a lo último pues se va levantar uno para reinar sobre todo. ¿Ve? El anticristo reinará sobre todos los demás; será el anticristo, ahí se levantará ungiendo a un hombre, y entonces será rey de reyes terrenales, ¿ve? Pero estará también el Rey de reyes, Rey Dios, Rey teofanía, Rey Jesús, Rey de reyes. ¿Ve usted? Entonces, vemos que cuando, que cuando Dios va a hacer algo el diablo hace una imitación. ¿Por qué el diablo va a tratar ahora y está tratando de hacer un reino mundial para reinar sobre todos? Uniendo todas sus fuerzas, uniendo sus tres poderes: poder político, poder económico y poder y religioso, para ¿qué? Para establecer su reino aquí en la Tierra en esta edad final de Laodicea, porque esta edad final de Laodicea es la edad en que el diablo establece su reino aquí en la Tierra; y al establecerlo aquí en la Tierra, entonces él tomará el poder de todos los gobiernos, y entonces comenzará a reinar aquí en la Tierra. Ya pues, usted ve que empieza a juntar sus poderes, el poder religioso juntándolo en este asunto del ecumenismo, juntando todas las religiones juntas, es ¿qué? Juntando su poder religioso. Luego encontramos también que estará juntando su poder político, como vemos que lo está haciendo; y tiene las naciones unidas, también quiere tener las religiones unidas, y también tiene y está preparando, y ya está bastante avanzado en tener el comercio unido con el asunto este del mercado común europeo (debe ser); y entonces teniendo un control completo sobre lo económico, lo político y lo religioso, entonces, pues nadie puede comprar ni vender; porque la comida la tiene controlada con el comercio, la comida material. La comida espiritual, la tiene controlada con ¿qué? Con el Concilio mundial de iglesias, para que nadie en lo espiritual que quiere comer espiritualmente, pues nadie pueda comer espiritualmente a menos que pertenezca a una de las denominaciones que pertenece en ahí a ese Concilio mundial iglesia. Y si llega a haber alguien que le esté repartiendo comida espiritual, que no pertenezca al Concilio mundial de iglesias, que no pertenezca a su poder religioso unido, nos dice el cuarto Elías, que los planes es ¿qué? Fusilar a cualquiera que encuentren predicando que no pertenezca al Concilio mundial iglesias. Y dice que le serán cerradas las puertas a todos aquellos grupos que no se unan al Concilio mundial de iglesias. ¿Ve usted? Quiere traer un hambre literal y un hambre espiritual también sobre la humanidad, y él parecer como que él es el que tiene la comida y el control de todo; y el que no acepte sus planes, pues ni puede comer ni puede vender, en lo espiritual y en lo en lo físico también. Ahora, vea usted que la marca de la bestia es ¿qué? Denominación. Y este asunto del ecumenismo, eso es la marca de la bestia; por lo tanto, entonces, usted tiene que entender que tiene dos aspectos: tiene el aspecto espiritual y el aspecto también literal. Ahora, por eso es que usted encuentra que el cuarto Elías dice: “Viene la marca de la bestia”; pero también encuentra un sitio o algunos sitios donde él dice: “Ya la tienen muchos y ni lo saben”. ¿Ve usted? En cuanto al aspecto espiritual, los que entran y se meten a ese asunto del ecumenismo y entran en la liga esta, pues están recibiendo la marca de la bestia. Y también dice: “La marca de la bestia es (¿qué?) el asunto este de las tarjetas, las credenciales”. Así que, imagínese, todo lo que tiene que ver con la marca de la bestia desde el aspecto espiritual. Ahora, tenemos nosotros que entender, que así como el diablo viene para como un río, viene para ¿qué? Para destruir a todo el mundo; destruirlo espiritualmente y también destruirlo físicamente; y la parte más mala es la espiritual. Y para destruirlo en lo espiritual, viene con el asunto este del ecumenismo, de la unión de todas las religiones; y para destruir en lo físico viene con ¿qué? Para destruirle el cuerpo físico con el asunto este natural, pues viene uniendo su poder económico; y entonces el que no esté dispuesto a creer como ellos establecen, pues no hay comida física para ellos. Y viene también destruyendo literalmente, con su poder político, con el asunto este de las guerras, con esta guerra que está por ahí por acontecer; entonces con estas bombas atómicas y todas estas cosas, pues, destruye literalmente también a la humanidad. O sea, la humanidad será destruida por el poder atómico, porque todas estas bombas que están por ahí van a explotar. Bueno, en resumidas cuentas, en este tiempo final cuando las edades de la Iglesia han terminarlo, hay un resumen de toda la obra que el diablo hizo en las siete edades, él en todas esas edades, en cada edad actuó de una manera, ¿ve? Se movió de una manera: montó el caballo blanco primero, después el caballo rojo, después el caballo negro, y al final monta el cabello amarillo, que es ¿qué? Que es una combinación de todos los colores anteriores. Y entonces, en ese tiempo final lo que el diablo hace es una combinación de toda la astucia que usó, de todas la persecución que usó, de todos los planes que él desarrolló en las edades pasadas en contra del pueblo de Dios, eso es lo que él hace. Parece que aprendió bastante por allá. Y entonces, es un resumen, un resumen de toda la maldad que él desarrolló allá, ahora en un solo tiempo: en este tiempo final, él lo tira todo sabiendo que le queda poco tiempo. Entonces dice que baja del Cielo, es echado del Cielo; es echado del Cielo. Ahora recuerde que hay Cielo espiritual y el cielo literal. Recuerde que él fue echado del Cielo en aquella ocasión cuando él se levantó en contra de Dios y conquistó dos terceras partes de los ángeles; los conquistó, los engañó, y entonces los echó por tierra; o sea, los conquistó y entonces se levantó en contra de ¿quién? En contra de Dios. Se levantó en contra del Arcángel Miguel, porque tuvo envidia de Miguel; y él dijo: “Subiré al Cielo y seré semejante al Altísimo; y me sentaré entre las estrellas de Dios”. Entonces se llenó de orgullo, no se conformó con la posición que tenía; tuvo envidia del Reino de Miguel, dice Dios, a través de Elías; y dijo en su corazón: “Tendré un reino superior más hermoso que el de Miguel, tendré un reino superior al de Cristo”, ¿ve? Y entonces, porque ya ustedes oyeron que Miguel es Cristo, y que Miguel-Cristo es el que peleó las batallas de Dios, las batallas de Dios. Entonces dice que se formó tremendo problema allá arriba; tremendo problema cuando aún todavía no existía el ser humano aquí en la Tierra en carne humana, se formó tremendo problema, porque uno de los grandes arcángeles quiso subir más arriba de donde Dios lo colocó. Bueno, entonces, dice Apocalipsis 12… porque fíjese, la historia se repite y la Escritura tiene múltiples cumplimientos; entonces lo que sucedió arriba, entonces luego vuelve a suceder aquí; se repite la misma cosa. Yo no sé ni qué libro coger, por eso estoy así. Entonces la misma cosa se repite. Ahora fíjese, él conquistó dos terceras partes de los ángeles, dos terceras partes. Se levantó en contra de Miguel, del Arcángel Miguel, y Miguel tenía su ejército; hubo esa batalla allá arriba en el Cielo, y hubo esa pelea, y Miguel, el Arcángel Miguel con su ejército, venció a el arcángel Lucifer; cayó a Tierra, fue echado por tierra, y entonces la batalla de los ángeles vino a ser la batalla de los seres humanos. Entonces, encontramos que, encontramos que la misma batalla que se desarrolló allá en el Cielo está por la Palabra de Dios profetizado que se ha de desarrollar aquí entre los seres humanos. Es una repetición; y los mismos personajes están en la es Cena: Miguel y sus ángeles, Lucifer y sus ángeles caídos. Ahora, el Cielo allá donde se formó aquella batalla, acá en esta batalla que se desarrollará acá, representa el Cielo espiritual. ¿Ve usted? Un Cielo espiritual, una atmósfera espiritual. Entonces encontramos que aquellos ángeles allá, y aquellos arcángeles allá, estarán tipificados en personas acá; o sea, que las otras dimensiones allá espirituales, tendrán una influencia directa sobre los seres humanos acá; y la batalla de los ángeles vendrá a ser la batalla de los seres humanos. Y entonces será ¿qué? Una batalla espiritual luchada a través de carne humana; pero que detrás de ella estarán las fuerzas espirituales. Estarán las poderosas fuerzas del poderoso Arcángel Miguel y también estarán las fuerzas del ángel caído Lucifer. Y así cómo él conquistó halla dos terceras partes de los ángeles, dos terceras partes, así también acá él conquistará ¿qué? Las dos terceras partes de los ángeles; él conquistará a luteranos, wesleyanos, pentecostales; ¿y qué son? Ángeles caídos, ¿ve? Ángeles caídos. Y entonces… no sé dónde buscar eso ahora, pero esta no era mi línea en esta mañana. Entonces, pero él lo dice claro, Elías lo dice claro; dice que son esos ángeles caídos acá en esta batalla, que es la más grande batalla jamás peleada aquí en la Tierra, se peleará en este tiempo; y para esa batalla vendrá ¿quién? El diablo se levantará en contra de ¿quién? De Dios, y en contra del pueblo de Dios. Pero en este tiempo se levantará el Arcángel Miguel ;ahí se levantará él para entonces, él ser desde el lado allá espiritual, él ser él comandará ¿qué? Las fuerzas espirituales, el ejército de ángeles que estarán peleando en esta batalla. Imagínese, ¿no hay ángeles caídos peleando en contra del pueblo de Dios? Todos esos ángeles, fíjese, todos esos ángeles caídos que cayeron allá, vienen, y entonces el diablo utilizando ese ejército de ángeles caídos, engaña a ¿qué? Engaña a luteranos, wesleyanos y pentecostales en este tiempo que estamos, y los junta en el Concilio ecuménico este, en el Concilio de iglesias, lo junta a todos como él hizo allá arriba; él juntó dos terceras partes de los ángeles en ese plan ecuménico, ¿para qué? Para hacer o formar una guerra en contra de Dios. Y así es lo mismo que él hace acá, pero como si no tiene carne a través de quién obrar, no puede hacer nada, entonces todo ese ejército espiritual del diablo con esos ángeles caídos, entonces se manifiestan y hacen caer a toda esas personas y a todas esas denominaciones y las juntan en el Concilio mundial de iglesias. Eso no es otra cosa sino lo mismo que pasó allá arriba. La cabeza de todo eso ¿quién es? Lucifer; bonito nombre, pero mala persona; bonito nombre, pero es un rebelde, el enemigo de Dios. Por eso es entonces que él trata de tener ¿qué? Un reino más hermoso que el Reino de Cristo; él trata de tener un reino más hermoso, sus denominaciones y ese plan ecuménico formando esas reino de mucha apariencia religiosa muy bonito, porque se ve muy bonito todo, de todos ser una, todas las religiones ser una, se ve muy bonito, pero eso es ¿qué? El plan de rebeldía de parte del diablo, para levantarse en contra de ¿quién? En contra del poderoso ejército de Dios, para levantarse en contra del Reino de Dios, para levantarse en contra del Trono de Dios, para tratar de destruir al pueblo del Señor en esta apretura o persecución que ha de venir. Ese es el plan de él. Él puede engañar a todo el mundo, menos a los escogidos. Porque las mismas tretas que él usó allá en el pasado, son las mismas que él usa acá, pero todas juntas a la vez. Por lo tanto, entonces, sí sabemos las tretas que él usó en el pasado, entonces sabemos que todas ellas a la misma vez, él las va a usar acá. Por eso es que a los que no puede conquistar de una manera, trata de conquistar de otra; y a los que no puede, pues trata de matarlos entonces. ¿Ve? Porque son las tretas que él usó allá. Entonces, de parte de Dios, lo mismo que Dios usó allá en cada edad para combatir la obra del diablo, Dios lo hace acá, pero todas juntas a la misma vez. Entonces si el diablo viene en la plenitud de él, entonces Dios viene manifiesto en Su plenitud. ¿Ve? Entonces si la batalla que hubo arriba en el Cielo, la victoria fue de Dios, Miguel con sus ángeles prevaleció, venció, sabemos que volverá a vencer. Ahora, sabemos que es el Arcángel Miguel el que se levanta en esta ocasión conforme a la profecía de Daniel, conforme a lo que le fue dicho Daniel; no fue Daniel que lo dijo, fue a Daniel que le fue dicho. Y Daniel dijo lo que le fue dicho a él; los profetas no hablaron nada, los profetas solamente lo que hicieron fue decir lo que Dios habló, decirnos a nosotros lo que Dios habló. Ellos solamente fueron instrumentos de Dios, vasos de Dios a través de los cuales Dios estuvo hablando. Déjeme ver porque aquí. Ahora entienda bien, que este tiempo final es en donde Dios toma todos los pervertidores de la Palabra, y ahí entonces en este tiempo, siendo la batalla recia y siendo la victoria una victoria es segura para el pueblo de Dios, la batalla es recia, pero es segura; la batalla no es una imaginación o no es una imaginaria, es una real batalla en la cual cada persona sentirá los cañonazos, vamos a decir, los cañonazos y explosiones de cada disparo que se haga de un ejército a otro. Cuando el ejército del diablo dispara en contra del ejército de Dios, el ejército de Dios lo oye, sí; pero sabe cómo esquivar, sabe cómo esquivar, sabe cómo hacer sin efecto los disparos del diablo. ¿No es eso lo que nos enseña la Biblia, que tenemos que conocer cómo esquivar todas las saetas del diablo? Entonces, cuando es hecho un disparo por el ejército del Arcángel Miguel, lo vimos también, por supuesto que siendo las armas del Arcángel Miguel y su ejército tan poderosas (son más silenciosas, son más silenciosas); podemos oír que está tronando, pero sin embargo, oír ese ruido de truenos como un silbo apacible. ¿Ve usted? Pero está tronando, ¿ve? Entonces, realmente es una batalla real que se está peleando, y dos dimensiones la están peleando: la quinta está peleando en contra de la dimensión de Dios. Y nosotros aquí en la Tierra y los seres humanos aquí en la Tierra, son los instrumentos a través de los cuales está la batalla siendo llevada a cabo, porque ni el diablo puede hacer nada a menos que tenga carne en quien hacerlo, ni Dios tampoco. Entonces depende de quién gane la batalla, pues esta Tierra será o se quedará en las manos de aquel que gana la batalla, ¿ve? En todos los tiempos pasados ha sido una… ha sido este planeta Tierra ha sido un lugar de pleito; y el diablo pues se apoderó de él de una forma ilegal allá en el Huerto del Edén. Pero esto es propiedad absoluta de los hijos de Dios. Y aquí en la Tierra habrá un grupo de hijos de Dios, que reclamarán y tendrán el Título de Propiedad de esta Tierra; y será el primer grupo de los hijos de Dios que comenzará a hacer lo que quiera hacer aquí en la Tierra, con el poder y la autoridad que tiene a través del Título de Propiedad. Ahora, recuerde, que un ejército poderoso es el que respalda, el que respalda a los hijos de Dios. Entonces vemos que los hijos de Dios no están solos; hay un ejército celestial, el ejército del Arcángel Miguel, está, para ¿qué? Dice que se levantaría el Arcángel Miguel por los hijos de Su pueblo. Por supuesto no se va a levantar solo, tiene un ejército, y poderoso. Ahora déjeme ver por aquí. Dice: - “204 (...)estas iglesias tienen que ser cerradas a menos que uno esté con la organización. Es una unión, es un boicot\* (página 33 \[27\] del mensaje titulado *Fiesta de las Trompetas*)*, así como la marca de la bestia.* - 205 Y ahora ven ustedes lo que es la bestia, ¿no es así? Es un poder. Y un poder, poder eclesiástico, Jesús dijo: ‘Sería tan parecido a lo verdadero, que engañaría a los Escogidos si fuera posible’. Pero Él prometió tener algo aquí\* (ah, Él prometió tener algo aquí: Dios) *para nosotros en ese día, para que no fuéramos engañados,* (¿ve?) *y eso es la Palabra, y a Cristo para que nos la manifieste”.* Él prometió tener aquí ¿qué? La Palabra. Y Cristo, Cristo es el Ungido para hacérnosla manifiesto a nosotros, para darnoslá conocer. Entonces Dios tendría algo aquí en este tiempo para darnos a conocer la Palabra para que no fuéramos engañados, ¿ve? Dice, ahora hablando del poder este otro, y todo eso de la quinta dimensión, dice: - “Son sobrenaturales, diablos, invisibles para el ojo…”\* O sea, son demonios invisibles a la vista humana, esos doscientos millones de demonios son espíritus, demonios invisibles a la vista humana. Sigue diciendo: - “...pero uno puede ver lo que ellos están haciendo\* (oh, entonces están haciendo algo). ¿Ven? - 206 Fíjense, mientras ese grupo está cabalgando, preparándose para eliminar todo lo que no esté de acuerdo con ellos…”\* Ese grupo de espíritus, que es el ejército del diablo, o el diablo con Lucifer, está preparándose para ¿qué? Para borrar de aquí de la Tierra todo aquel que no se quiere poner de acuerdo con ellos, que no quiere unirse al ecumenismo ese que ellos tienen; pero mientras eso está sucediendo ¿qué pasa? Dice: - “...hay otro grupo que está siendo preparado, después de un tiempo, Apocalipsis 19\* (¿dónde está ese grupo? En Apocalipsis 19. Está siendo ¿qué? Preparado también)*. La siguiente vez que se oye a la Iglesia, Ella viene, también, no exactamente sobre caballos, sino que la Biblia dice: ‘Él estaba sobre un caballo blanco, y las huestes del Cielo le seguían en caballos blancos’. ¿Es correcto eso?* - 207 Mientras este grupo aquí tiene dos mil atados en el río Eufrates, y han estado atados por dos mil años…”\* Tiene dos mil allí el río Éufrates. Ahora recuerde, el río Éufrates, en lo literal el río Éufrates; pero el río Éufrates en lo literal representa otra cosa, representa el río denominacional, ¿ve? Vamos a ver aquí. Sigue diciendo, dice: - “207 Mientras este grupo aquí tiene dos mil atados en el río Éufrates, y han estado atados por dos mil años, también esa iglesia ha atado al Espíritu Santo por casi dos mil años, bajo martirio allá, y bajo las edades de la iglesia”.\* ¿Ve? Entonces, el Espíritu Santo estuvo atado en las edades de la Iglesia; ¿dónde? ¿En qué río estuvo atado? En el río denominacional; en el río denominacional. ¿Y a qué puerta? dice: - “Ha estado atado, no en el río Éufrates, sino a las puertas de credos y dogmas, de manera que el Espíritu Santo no puede obrar en la iglesia por causa de sistemas hechos por el hombre”.\* ¿Ve? En las edades de la Iglesia esa fue la condición. El Espíritu Santo no podía obrar en ninguna de las edades de la Iglesia en toda Su plenitud a través de ninguno de los mensajeros; en las edades de la Iglesia. En la última edad lo echaron fuera, ¿ve? Entonces dice: - “Pero Ella va a ser liberada, Ella va a volver, eso es lo que la Biblia dice. Y esos dos\* (¿quiénes serán esos dos? Ya mismo lo vamos a ver) *se encuentran en los campos de batalla, Lucifer y Miguel una vez más, como en el principio”.* ¿Ve? Otra vez como fue allá, volverán a encontrarse acá. Por eso es que, cuando el diablo se levanta, entonces se levanta ¿quién? El Arcángel Miguel con su ejército; para ¿qué? Para la más grande batalla jamás peleada; la más grande batalla jamás peleada no se peleó en la primera edad, ni en la segunda; en aquellas batallas allá pues, casi siempre era una batalla en que el verdadero creyente pues, daba su vida por la Palabra, y ya terminaba todo, se iba a la sexta dimensión. Pero acá, acá la batalla es una batalla tan grande… léase el mensaje titulado *La Más Grande Batalla Jamás Peleada*, la batalla, recuerde, la batalla es en el Cielo; la batalla ocurre en un lugar, en un lugar neutral. Ahora, siga escuchando: una cosa es la batalla y el pueblo que entra en la batalla, el pueblo como grupo, y otra cosa es la batalla en la persona como individuo; el lugar de batalla en usted como individuo, ya usted sabe, que es dentro de usted, donde usted tiene libre albedrío; eso es dentro de usted. Usted tiene libre albedrío, ruge la batalla, el poder del diablo lanza todas sus armas, todas sus potencias, todos los dardos del enemigo vienen, ¿y eso cómo viene? Eso viene a través de predicadores; porque el diablo no puede usar a nadie más, sino a predicadores a los cuales o los cuales se dejen usar de él; y entonces el diablo los inspira, y entonces ellos son instrumentos del diablo, y comienzan a ¿qué? Comienzan a disparar todo, toda esa fuerza y ese poder del diablo, y entonces todo eso llega a las mentes de ¿quién? De los seres humanos. Y luego viene el poder de Dios y se manifiesta; y ahí estará el Arcángel Miguel con su ejército, y ahí estará la Columna de Fuego para ungir, y así que venga ¿qué? Venga todo el poder de Dios y todas las armas de Dios para manifestarlas Dios en este tiempo; y entonces se recibe la orden de parte de Dios: “Disparen, y entonces suenan las armas de la artillería de la dimensión de Dios, y empieza a rugir, empieza a tronar, ¿y qué es eso? Los Siete Truenos. Empieza a tronar, y la gente dice: “Bueno hay una guerra, de allá disparan para acá y de acá disparan para allá. Como individuos ustedes tienen que reconocer que realmente es una guerra de dos poderes: del poder de Dios y del poder del diablo, y el campo de batalla en nosotros como individuos está dentro de nosotros donde hay libre albedrío. ¿Y usted de qué parte se pondrá? ¿Ve usted? Entonces el diablo dispara, pero Dios contesta. Esa guerra ha estado rugiendo, ha estado rugiendo y seguirá rugiendo. Entonces la guerra empieza dentro (¿ve?), empieza dentro del pueblo de Dios, porque el espíritu del anticristo así como hizo en las edades, trata de colarse dentro del pueblo de Dios, dentro de esta Edad de la Palabra; él trata. Pero ahí está el Arcángel Miguel con su ejército, ¿ve? Y ahí también está el Arcángel Gabriel. ¿No había en el Lugar Santísimo, donde estaba el Arca y allí estaban los mandamientos, la Palabra, no estaba cada lado allí uno parado? Miguel a un lado: al lado derecho, dice Elías, y Gabriel al lado izquierdo; vigilando, cuidando. ¿Qué cuidaban? El Arca, el Lugar Santísimo, la Palabra. ¿Ve usted? Entonces encontramos, que la batalla comienza a rugir así. Después sigue hacia adelante y lo último que nosotros veremos será ¿qué? En la apretura, que entonces será ¿qué? El diablo levantándose a través del Concilio mundial de iglesias, y el Concilio mundial de iglesias siendo dirigido por Roma, levantándose en contra de ¿quién? En contra del grupo escogido del Señor. Pero ahí estará con ese grupo escogido, estará Miguel; Gabriel estará también ahí. Y todos los ejércitos celestiales estarán ahí también. Y los santos que han partido en las edades pasadas estarán también ahí. Del otro lado estará Lucifer, el diablo, con todos los ángeles caídos, con… también todas las denominaciones juntas y todos los gobiernos para hacerle frente y tratar de destruir al grupo de escogidos del Señor. Pero ese grupo escogido, ese Hijo, será arrebatado para sentarse en el Trono de Dios. ¿Ve usted? Entonces, con ese grupo después en el Milenio… estaremos aquí en el Milenio también, literalmente aquí sentados reinando en el Milenio y por toda la eternidad. Ahora sabemos que la batalla es dura. Hemos visto, fíjese ya en cuanto a cómo individuos nosotros, como individuos nosotros, por lo menos hablando de ustedes y de los que han visto el Plan de Dios para esta hora, ya la batalla ha sido peleada y ha sido ganada para nosotros. ¿Sintió usted cómo ha estado rugiendo? Pero la cosa es que Miguel y sus ángeles han estado del lado de nosotros, ¿ve? Hemos visto todas estas cosas y estamos en la más grande victoria jamás obtenida; porque siendo la más grande batalla, pues si se pelea la más grande batalla, pues cuando se gana la victoria es la más grande victoria; y es la más grande batalla peleada, y es peleada en el Amor divino. No en el amor fraternal; con el amor fraternal (¡je!) el amor fraternal es amor filio; y el amor filio llega un tiempo en que falla. Mire, Laodicea es la edad del amor filio y le falló al Señor; no tenía Amor divino y lo echo fuera, ¿ve? La primera edad de la Iglesia, pues no tenía Amor divino, sino amo filio, porque eso es lo que había en las edades; ¿y qué pasó? El Señor le dijo: “Has dejado el amor ágape, has dejado tu primer amor (el primer amor es el amor ágape, ¿ve?), has dejado tu primer amor”; y entonces ¿qué tenía? Pues amor filio. Y así entonces las edades de la Iglesia lo que tenían eran amor filio, ¿ve? Por eso entonces, tenían al Espíritu Santo atado ¿dónde? En las puertas de credos, dogmas y tradiciones; y en ninguna de las edades fue soltado el Espíritu Santo, sino al finalizar de las edades, entonces se levanta el Arcángel Miguel con sus ángeles, y entonces ¿qué pasa? Entonces es que el Espíritu Santo queda libre en una edad libre, en la Edad de la Palabra, donde no pueden haber dos dogmas, credos y tradiciones; y cuando el diablo trata de meterse en esa edad para tratar de atar al Espíritu Santo a dogmas o a credos o tradiciones o programas humanos ¿qué pasa? Ahí está Miguel, ahí está el Pilar de Fuego también. Y en esa en esa condición y en ese sentir y con ese Amor divino, no filio, sino divino… si llega a ser filio, entonces usted se deja llevar por los sentimientos, ¿Ve? Porque el amor filio tiene que ver con los sentimientos humanos; pero el Amor divino nada tiene que ver con los sentimientos humanos. Si no está una cosa de acuerdo a la Palabra, el Amor divino no siente ni padece, como decimos nosotros, para apartarse de la Palabra y quedarse con una cosa que no es la Palabra. El Amor divino y con el Amor divino es que usted puede cumplir lo que el Señor dijo: “Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas” \[San Mateo 22:37\]. Y no se deja llevar por sentimientos humanos; por lo tanto, entonces ¿qué pasa? Entonces la Edad de la Piedra Angular, el diablo aunque trate, no podrá hacer lo que hizo en las edades de la Iglesia, porque ese grupo no tiene amor fraternal, sino Amor divino. Al tener Amor divino, ¿qué dice cada uno? “Bueno, yo te amo a ti mucho mi amado hermano, te amo a ti mucho mi amado hermano, te amo a ti mucho amado hermano ministro de *tal* o *cual* país, pero yo me quedo con la Palabra”, ¿ve? Y si puedo hacer algo por ti, lo hago también, para ayudarte a ti; pero no recibo nada que no sea la Palabra. En las edades de la Iglesia el diablo tuvo agarre, pero en esta Edad de la Palabra, en esta Edad de la Palabra, el diablo tratará pero no podrá. Y aun, si yo o cualquier ministro de aquí de Puerto Rico o de afuera, en algún momento descubre que fue usado por el diablo y después lo descubre, uno se avergüenza; yo mismo o cualquier ministro, nos avergonzaríamos de habernos dejado usar por el diablo y de haber el diablo disparado algunos tiros o cañonazos en esta Edad de la Palabra contrario a lo que corresponde a esta Edad de la Palabra. Siendo una Edad del Amor divino, entonces como ministros nos sentimos avergonzados cuando descubrimos que en alguna ocasión el diablo ha logrado usarnos, ya sea en un mensaje o en medio mensaje, o en alguna cosita que no era la Palabra completa. Entonces, es con lo único que el diablo puede ser conquistado, con ¿qué? Con el Amor divino; no hay otra arma más poderosa. Y eso mismo es lo que nos conquista a nosotros como ministros, y nos hace sentir ese amor hacia Dios y Su Palabra, que entonces no estamos dispuestos a ¿qué? A hacerle de instrumento al diablo. Y cuando descubrimos que en alguna ocasión el diablo nos haya usado, nos lamentamos, nos avergonzamos, y entonces le decimos a ustedes la verdad: “Estuve siendo usado por un poder contrario al de Dios, por el de la quinta dimensión; pero yo estoy arrepentido de haber sido instrumento de ese poder contrario; y de ahora en adelante no tendré nada que ver con ese poder y me pondré en las manos de Dios para que lo que Dios quiere usar o hacer conmigo, lo haga, o si no quiere usarme más porque me preste para ese poder, pues que tampoco me use; pero me rindo a Dios”. ¿Ve? Entonces, es la más grande batalla, pero es en el Amor divino. Y todas las cosas son habladas en el Amor divino, aunque sean cosas duras, siendo habladas en el Amor divino entonces eso lo que hace ¿qué? Que llega al corazón, nos estremece ahí adentro, y nos sentimos avergonzados de haberle fallado al Señor tantas veces. ¿Ve? Pero el Señor nos ama y no quiere que por esa causa usted vaya a seguirse dejando usar del diablo o a seguir dejando que el diablo esté venciendo en usted, sino que entonces Dios le hace entender a usted que usted es un hijo de Dios, que el diablo lo enredó, pero que ahora Miguel y sus ángeles han venido en esa batalla, y ahora lo ha libertado y está libertado; y ahora de los que estamos avergonzados entonces es, de las cosas incorrectas que hablamos, que hicimos o que creímos. Pero ahora el Señor ha estado arreglando lo todo, entonces el diablo no tendrá victoria en la Edad de la Piedra Angular; no la puede tener. Por eso es que él se pone tan furioso; no puede tenerla. Ahora, tenemos que ser sinceros delante de la presencia del Señor; si usted descubre que le ha fallado al Señor en tiempos pasados o que ha actuado mal, y se queda escondido ,como decimos nosotros, y deja todo escondido ¿qué pasa? “Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se hace confesión para salud, para salvación” \[Romanos 10:10\]. ¿Ve? Y el hermano Branham dice… porque ese es un espíritu igual que cualquiera otro espíritu, igual que cualquier otro espíritu de enfermedad, o peor; porque esa otra clase de espíritu trae enfermedad espiritual, que es peor que la enfermedad física; y trae enfermedad espiritual para el cuerpo espiritual de Cristo, y usted es un miembro de ese cuerpo de Cristo, ¿ve? Entonces, el hermano Branham, dice: “Se puede orar por cualquier, persona pero si hay algo oculto, ese espíritu se queda ahí; no importa quien ore por él”. Primero tiene que ¿qué? Que confesar todo, arreglarlo todo, y entonces ese espíritu tiene que salir; eso es así con los ministros también. ¿Ve usted? Todo poder del enemigo que haya sido manifestado en cualquier ministro del exterior de nosotros o cualquiera, para poder salir ese poder y no tener entonces más agarre, entonces realmente nosotros como ministros también tenemos que arreglar todas las cuentas, ver cuál fue la puerta que abrimos para que ese poder pudiera entrar, reconocerlo, reconocer las faltas que cometimos, confesarlo y entonces es que se pueda orar por uno; y entonces tiene que ese poder, tiene que soltar a uno. Ese poder de la quinta dimensión tendrá agarre mientras no se arregla todo lo que hay que arreglar; uno tratará de resolver ese problema y esa influencia de la quinta dimensión, pero no puede ser hasta que todo sea arreglado. ¿Ve usted? Pero cuando todo está arreglado, entonces la forma de mantenerse en victoria: es nunca más abrir la puerta para que ese poder logre agarrarlo a usted. Bueno, entonces estamos en esta hora en que la victoria es grande, la victoria es tan grande, que en esta mañana podemos decir: “Vete y no peques más, para que no te venga algo peor”. ¿Cree usted que ahora cualquiera de ustedes que caiga enredado en el poder de la quinta dimensión, por algún predicador de cualquier país que venga con cualquier cosa falsa y usted abra la puerta para oírlo y para recibirlo, cree usted que podrá ser igual a cómo estábamos? Siete veces peores; porque cuando el espíritu inmundo sale de la persona, va por lugares secos buscando reposo; no hallándolo, viene a la casa donde había estado, y hallándola que está barrida, limpiecita pero que nadie la estaba habitando… ¿ve? Tiene que alguien está ahí habitándola. Entonces tiene que haber alguien ahí que sea el jefe de la casa; tiene que haber alguien ahí que sea la cabeza ,y ese debe ser Cristo. Cristo en Su venida diciendo lo que hay que hacer en esta hora. Si no está la Cabeza ahí, cualquiera se mete y entonces viene hacer la cabeza ahí, dice: “Esto es *así*, esto es *así*, esto es *así*”, y usted es engañado de nuevo. Y entonces ¿qué pasa? Cualquiera lo enreda y usted empieza a ser lo que la cabeza le diga que haga. ¿Ve usted? Entonces fíjese, hay tantas cosas raras a través de toda la Tierra sucediendo. Fíjese, la Cabeza a ciertos grupos, le dijo en cierto tiempo: “Ustedes tienen que subir acá arriba para hacer un arca”. Cuando fue en el tiempo de Noé eso estaba bien; porque la Cabeza se lo estaba diciendo, y la Cabeza era Dios a través de ¿quién? De Noé. Y eso estaba bien. Pero después de algún tiempo, cierta religión vino y dijo: “Va a haber un diluvio, viene una destrucción, hay que hacer un arca”. Leyeron que Noé hizo un arca para salvación, y allá pues, no se dieron cuenta que ese era un mensaje para el tiempo de Noé. Y se fueron a hacer un arca y se pusieron a esperar la destrucción, o se fueron a un monte a esperar allá arriba, ¿y qué pasó? Pasó la fecha y no vino la destrucción. Usted sabe de muchas religiones que han hecho eso en cada cierto tiempo; dice: “Viene la destrucción, hay que coger para *tal* sitio o para *tal* sitio”. Leen en la Biblia algunas cosas ahí; pues en el tiempo de Noé hicieron eso, pero eso fue para aquel tiempo, ¿ve? En este tiempo lo que viene es fuego, y viene de arriba; viene de arriba para abajo. ¿Dónde se va a esconder usted aquí abajo? Si viene de allá para acá. Entonces si el fuego viene de arriba para abajo, el único sitio para esconderse: si está abajo, pues subir para arriba, ¿ve? Si el juicio viene bajando, pues la escapatoria es subiendo. Entonces esa es la forma correcta para nosotros en esta hora actual… déjame ver. Déjame ver por aquí; fíjese, yo le aplique eso cuando el espíritu inmundo sale de la persona se va y después vuelve, da una vueltita a ver cómo está la casa, y si la halla barrida, vuelve a ella, se la aplique en este sentido espiritual, que fue aplicado, pero esto no es asunto mío que yo lo expliqué de esa manera; eso fue Elías el que dijo que fue de esa manera. Mire aquí; no sé cuánto voy a leer aquí. Dice: - “Si usted está dormido o está sin sentido, su cuerpo está allí muerto; pero su espíritu todavía puede razonar. Esos cinco sentidos que controlan ese hombre por dentro; ahora el último hombre, que es el alma\* (¿usted es tres personas en una ¿verdad? Cuerpo, espíritu y alma).*.. el último hombre, que es el alma* (o sea, el hombre interior)*, hay nada más un sentido que controla eso; y eso es a gente de libre moral* (o sea, libre albedrío), *de escoger o rechazar o no aceptar.* - Ahora la razón porque la gente, no se les olvide… y luego verán porqué el espíritu, ¿cuál es la evidencia inicial del Espíritu Santo? Ahora la gente puede vivir en este espíritu…”\* O sea, la gente puede vivir… no, no, o sea, la vida que llevan, llevarla no en el alma, sino en el espíritu humano. O sea, la clase de vida; usted sabe, la clase de vida, principalmente la espiritual, llevar una clase de vida espiritual pero no en el alma; ser religioso en su espíritu pero no en el alma. ¿Ve? - “...y bailan en el espíritu, gritan en el espíritu, van a la iglesia en el espíritu, y absolutamente pueden tener el Espíritu de Dios ungido sobre ese espíritu”.\* O sea, la unción del Espíritu Santo o el bautismo, las primicias del Espíritu Santo, ¿dónde? En el espíritu del hombre, pero no en el alma. - “...el Espíritu de Dios ungido sobre ese espíritu, y aun estar perdidos y poseídos del diablo como pueden en ese espíritu\* (fíjese)*.* - Miren, esa es la razón por lo que…”\* Déjeme ver; por aquí le voy a leer otra cosita. Esto habla acerca del espíritu inmundo cuando sale de la persona, y luego, y luego entonces viene, viene sobre el individuo de vuelta. Déjeme ver… ocurre 7 veces peores; usted sabe, 7 veces peores, eso es 7 veces peor que en las edades de la Iglesia. Déjeme ver si lo consigo por aquí; esto está en el mensaje titulado *Y no Conoces*, o también se puede titular *Y No Sabéis*. Se encuentra en este mensaje donde él dice que eso ocurre en esa manera: el espíritu inmundo sale de la persona, y cuando sale se va por lugares secos buscando reposo, y no hallándolo, regresa, y se la encuentra vacía, entonces viene con 7 peores; y las obras postreras son peores que las obras que había hecho, estando uno solo ahí. O sea que todas las cosas equivocadas y malas que fueran hechas en las edades de la Iglesia, después vienen a ser hechas en esa persona o en ese grupo si ha dejado la casa vacía. ¿Ve? Bueno, pero si la casa ha sido llena, si la Cabeza de la Casa está ahí, pues no hay problema, porque ¿cómo se va a meter ahí? Si él está ahí ocupando esa Casa y lo que está ahí dentro es todo lo que pertenece a ¿quién? A la Cabeza de la Casa, que es Cristo. Entonces lo que hay ahí es la Palabra, el diablo no puede meter nada ahí. Él vendrá con la mudanza que se había llevado y con la mudanza de 7 y más, ¿ve? (¡Je!). Pero está vacía; no es ni casa de alquiler eso. Está ocupada, y el que vive dentro (¡je!), el que vive dentro es bien poderoso. No trates de meterte ahí tú tampoco, porque yo estaba ahí y ese fue el que me sacó. Se ese me sacó, y cuando me sacó no me sacó de buena gana; y si me sacó, si trató de meterme ahora, me mata. Así que, le puedo decir a los otros, pero los otros le puede decir: -“Pero nosotros somos 7”. Él le puede decir: -“Pero yo soy el mayor de los 7, yo soy mayor que todos ustedes”. Porque la Palabra dice que en el tiempo final, dice que engañaría si fuera posible aún a los escogidos. Así que el mayor espíritu del anticristo, el mayor engaño sería en este tiempo; y sería ministrado por espíritus de la quinta dimensión. Y sería tan parecido a lo verdadero, que engañaría si fuera posible a los escogidos. Y siendo el mayor y fue cegado, los otros ni siquiera pueden asomarse. ¿Ve? Así que se van a buscar otro lugar que no está habitado. ¿Ve? Por eso es que usted dentro tiene que tener, ¿qué? Tiene que tener la Palabra; usted dentro tiene que tener a Cristo, la Palabra. Usted tiene que recibir la Palabra de Él, la Palabra de esta hora, el Mensaje del Reino; de otra manera… y saber cómo viene el Mensaje del Reino. Porque muchos se levantarán diciendo que lo tienen, pero son poseídos de esos espíritus inmundos, de esos espíritus de la quinta dimensión para engañar y torcer la Palabra de Dios, quitándole o añadiéndole en algunos sitios. No la niegan todita, sino que la cogen todita, pero la tuercen donde quieren torcerla. Eso fue lo que hizo el diablo allá con Eva. Y eso es lo que dice Dios a través del hermano Branham que el diablo hará en este tiempo. Y él lo empieza a hacer acá, tratando de engañar a los escogidos, tratando de meterse a la Edad de la Piedra Angular; y luego tratará de meter la apretura esta; pero ya usted está tan maduro que dice: “Bueno, aquí estoy. Mátenme si quieren matarme; prefiero morirme de hambre, pero no morirme por falta de creer y comer la Palabra de Dios”. -“Bueno, te vas a morir”. “No solo de pan vivirá el hombre, sino con toda Palabra que sale de la boca de Dios; y ha salido y yo me la he comido. Así que despreocúpese, tengo vida eterna” \[San Mateo 4:4\]. . “Porque mis Palabras son espíritu y son vida” \[San Juan 6:63\]; y el que las come, ¿qué está comiendo? Vida eterna. Y no todos ciertamente morirán; porque en las edades pasadas no estaba la plenitud de la Palabra para ser comida. Por lo tanto, entonces, con una porción murieron para resucitar; comerse toda la Palabra que haya para esta hora, todo el Mensaje del Evangelio del Reino, eso nos muestra que eso serán los que no verán muerte. ¿Ve? Ahora, esperamos que ya pronto el Señor nos haya dado todo el Mensaje del Evangelio del Reino. Ha estado viniendo gradualmente; cuando venga la última Palabra y usted se la haya comido, entonces usted se puede reír de la muerte, entonces usted se puede reír y decirle: “Muerte, ¿dónde está oh muerte tu aguijón?” ¿Dónde? Entonces usted puede decir como el Señor, usted puede decir como hablaba el Señor allá: “Destruyan este templo, y yo lo levantaré” \[San Juan 2:19\]; si es que alguien lo puede destruir, si es que ha sido señalado que algunos de ustedes tenga que morir. No pasa muchos días después, después que ya todo el Mensaje del Reino esté completo. Mire, lo pueden tirar muerto ahí, y usted después se levanta y sigue andando. ¿No hizo eso el Señor Jesucristo? Lo mataron, botó toda la sangre; lo bajaron muerto, lo enterraron, a los 3 días se levantó y siguió caminando. Él dijo: “Nadie me quita la vida, yo la pongo para volverla a tomar. No es que me puedan matar, es que yo me dejó matar, es que yo permito que ocurra eso; pero después la vuelvo a tomar” \[San Juan 10:18\]. Así que, Él lo dijo, Él lo hizo; porque Él era la Palabra hecha carne en toda Su plenitud, y usted y yo estamos viniendo a convertirnos, nos estamos convirtiendo en la Palabra hecha carne. Así que cuando termina de ser encarnada, pues ya usted entonces sabe que no va a tener ningún problema; el problema lo van a tener los que traten de hacer algo en contra de usted. Dice el cuarto Elías que ellos tratarán de ¿qué? De hacer un boicot en contra de nosotros. Pero dice, que en vez de poder bloquearnos por completo, dice: “Seremos sacado de aquí” o sea, seremos sacados de esta dimensión y pasamos a la otra. Entonces, más bien, la sorpresa la van a llevar ellos. Esta es la más grande batalla que jamás se ha peleado; y estamos en ella. Estamos en ella, y cada día va desarrollándose los diferentes aspectos de esa batalla, ¿ve? Hasta que el aspecto final, pues es la apretura que viene. Pero recuerde que hemos pasado por apreturas más grandes ya, que la apretura física que nos va a venir; esa es más sencilla. Mire, lo que va a venir, es más sencillo de las apreturas por la cual hemos ya pasado; y que el Señor ha tenido la victoria. ¿Ve? Ahora estamos en esta hora tan gloriosa, en la cual hay un grupo de personas bienaventurados, porque son invitados a la Cena del Cordero. Bienaventurados… “LA BIENAVENTURANZA DE SER INVITADO A LA CENA”. Es una grande bienaventuranza, porque ahí es la Cena, fíjese, ahí es la Cena, en la Cena del Cordero, dice ahí que cuando el Rey preparo todito, preparó la Cena, dice que llamó a los invitados, los convidados, y comenzaron a venir y entraron por la Puerta. Pero dice que cuando terminaron de entrar los convidados, los invitados, dice que luego Él se fue adentro para ver los convidados, los invitados, y vio allí a uno que no estaba vestido de bodas, y le dijo: “Pero, ¿cómo tú entraste aquí? ¿Cómo tú entraste aquí al lugar de la Cena la Cena? La Cena no es en la edad Lutero, ni de Wesley, ni de la Laodicea; no. La Boda fue abajo, pero la Cena es arriba. entonces, ¿cómo entraste a la Edad de la Piedra Angular, que es donde se lleva a cabo la Cena? ¿Cómo entraste ahí sin el vestido de Boda? ¿Cómo entraste ahí sin la Palabra para esta hora? ¿Mm? ¿Cómo entraste ahí?” Dice que él enmudeció, no abrió su boca; y se le fue dicho al sirviente, al portero, al portero que es el que tenía las llaves de la puerta: “Átalo de pies y de manos, y échalo para abajo”. Para abajo, para ¿qué otro sitio? Para la edad de la Laodicea. Es echado, es colocado donde será el lloró y el crujir de dientes; ahí abajo en esa edad oscura, porque está en tinieblas. ¿Ve usted? Entonces, ¿de qué le vale una persona a subir arriba, si después cuando sube si no entra por la Puerta?... porque esa es la Puerta abierta; hay que entrar por esa Puerta abierta, la cual dijo Elías: “Dentro de poco estén preparados, porque dentro de poco la Puerta para entrar a la tierra prometida puede abrirse; para entrar a la Edad de la Piedra Angular puede abrirse en cualquier momento; estén preparados?” ¿De qué le vale entrar por otra puerta? “¿Cómo entraste aquí?” El hermano Branham dice, hablando ahí dice: “Ese como he dicho en otras ocasiones: entró por una ventana de atrás o por la puerta de atrás o por un roto que hizo en la pared de atrás”, ¿ve? “¿Cómo entraste ahí ahí arriba? ¿Cómo?” Si entró con pentecostalismo, si entro con creencias de la edad de Laodice, y se metió ahí arriba con esa vestidura del mensaje de la edad de Lutero, de Wesley o la edad pasada, que es la puerta de atrás o el lugar de atrás, que quedó atrás; si entro por donde no debía de entrar, tiene que salir. Y es como he dicho muchas veces: si no entró por la Puerta del frente, sale por la Puerta del frente; no lo van a sacar por otro sitio. Entonces es mejor que hubiera entrado por donde salió. Porque si hubiera entrado por dónde salió, entonces hubiera disfrutado en grande manera esa gran fiesta que había allí. Todo el tiempo que estuvo ahí metido, lo perdió. Porque en vez de haberlo aprovechado y ver que todo el mundo estaba recibiendo vestiduras de boda, y haberse salido por donde entro y después entrar por el frente: “No, yo quiero entrar correctamente” ¿ve? Ahora vea usted que se sentía raro allí, se sentía muy raro, todo el mundo vestido de cierta forma y él era el único diferente. ¿Sabe usted que el hermano Branham dice que los pecadores, la gente, las mujeres que visten de la manera incorrecta que visten hoy, si fueran allá arriba no le gustaría estar allá arriba? Porque todo el mundo allí es diferente a como ella es; entonces la única diferente vistiendo allí incorrectamente sería ella, y se avergonzaría allí. Así que no quería estar allí. ¿Ve usted? Así que eso es en esta Edad de la Piedra Angular. Hay que entrar de la manera correcta. Hemos estado viendo la hora en que estamos, hemos estado viendo que la Cena es ahí arriba. Bueno, ¿y qué será la Cena? Los Sellos, la Palabra, todo eso fue el alimento almacenado. El alimento fue almacenado, tiene que haber una Cena. Bueno, será… déjeme ver por aquí dónde le busco por aquí. ¿Será acaso?… ¿será acaso que Dios está preparando para hacer algo y que venga una Cena por ahí grande o habremos cenado? Bueno, estamos en una hora tan grande, que por ahí nos está prometido que va a venir ¿qué? La predicación de las trompetas y de las plagas. Y eso no ocurre en la edad de la Laodicea; eso ocurre en la Edad de la Piedra Angular. Por lo tanto, entonces, tenemos que ver la hora en que estamos viviendo y dar un vistazo dentro de los que están en el Mensaje, entre todos los que dicen que están en el Mensaje, entre todos los que dicen que están en la Edad de la Palabra, ¿no será ya este el tiempo para el Señor dar un recorrido para ver los invitados que están dentro antes de que Él dé a conocer o sirva ciertas cosas para los que están ahí arriba? ¿No será esta la hora en que serán hallados muchos adentro, pero que han entrado por la puerta de la Laodicea y no por la Puerta abierta arriba en el Cielo en la Edad de la Piedra Angular? ¿No será esta la hora en que en la redondez de la Tierra serán encontrados ahí dentro personas creyentes y ministros metidos ahí, predicando ahí en la Edad de la Piedra Angular pero predicando el mensaje de la Laodicea? Bueno, ¿saben ustedes una cosa? Ya todo está por terminar, y en medio de la Cena es que el Señor se escurre para darse a conocer a los escogidos de los 144,000. Por lo tanto, entonces, siendo esta la hora en que estamos viviendo, tenemos que estar vigilando, porque ya de un momento a otro algo está por suceder. Las plagas y las trompetas, eso va a ser predicado, de eso se va a predicar, y luego entonces ha de venir lo que ha sido dicho que ha de venir; pero no será este el tiempo en que el Señor se prepara para ordenar, para chequear a todos los convidados que están dentro, porque todos están esperando ¿qué? Todos están esperando algo grande, una fiesta grande; todos están esperando un gran banquete. En todos los países todos están esperando un gran banquete que ha sido prometido. Bueno, y ese banquete que todos están esperando es ¿qué? Es que venga Elías para predicar las trompetas y las plagas; que venga Elías para predicar y para abrir el Séptimo Sello, y para dar a conocer los Truenos. ¿Ve? Y para ir a Israel a llevarle el Mensaje. En muchos países esperan que venga el hermano Branham para entonces ir a Palestina; aún él habiendo dicho que no le tocaba a él. No se dan cuenta que es a Elías, pero no al hermano Branham. No se dan cuenta que es el espíritu ministerial de Elías, el cual va allá y entonces entonces saca a los 144.000. Ahora nosotros vemos, que nosotros estamos en una hora tan maravillosa, tan grande, viendo las cosas que vemos, habiendo oído el llamado a la Cena, habiendo oído la invitación, habiendo subido dentro, habiendo entrado por la Puerta, y estando dentro lo más tranquilito. Pero habrá habrá un momento de pasar revista, como decimos nosotros; habrá un momento para chequear a todos los que están adentro, y entonces en ese momento y luego de ese momento, vemos que la Cena será servida, esa comida que hay ahí, esa fiesta será servida y lo que yo veo que es esa fiesta, esa Cena, esa comida que va a ser servida, será ¿qué? Las trompetas, las plagas, ese será el mensaje que será traído ahí, ya que los Sellos fue el mensaje de las edades de la Iglesia. Pero, ¿y cuál será el mensaje, el alimento para esta Edad de la Piedra Angular qué será servida en la Edad de la Piedra Angular? Bueno, ahí con los Truenos es traída la revelación de las trompetas y de las plagas. Así que, yo lo que veo es la introducción a todo esto; veo como todo esto está moviéndose hacia adelante, y de un momento a otro el Señor nos hablará abiertamente sobre estas cosas. Entonces, tenemos que estar, usted sabe, bien apercibido en esta hora, para esas cosas que han de acontecer, porque ya tenemos como fundamento, como base, como introducción, tenemos la historia de las Edades, los Sellos, y ahora lo que nos falta son las trompetas y las plagas. ¿Ve usted? Edades y Sellos para las edades de la Iglesia; trompetas y plagas en este tiempo para ser dadas a conocer, para ser habladas; y entonces luego de eso, ya ustedes saben que nos iremos de aquí”. Ese es el mensaje que falta, y ese es el mensaje el hermano Branham decía: “Quiero conseguir una Carpa, para así como hice con la predicación de las Edades y los Sellos, hacer también con las trompetas y las plagas; quiero traer el mensaje de las trompetas y de las plagas”. Pero después más tarde, más adelante se dio cuenta, que el que predica plagas y trompeta es Moisés y Elías. ¿Ve usted? Porque a cargo de él es que están las trompetas y las plagas. Bueno, entonces, son bienaventurados lo que son invitados o lo que son llamados a las Bodas del Cordero. Si usted ha entrado por la Puerta, tiene el vestido de ir a Cenar, tiene el vestido de Boda. Esté tranquilito ahí arriba, no hay ningún problema; cualquier cosa, cualquier cosa contraria a lo que debe haber ahí arriba, recuerde que el Rey con Su sirviente, con el Portero, son los que chequean, dan la vuelta, y entonces el Rey le dice al Portero lo que él debe de hacer. ¿Ve usted? Por lo tanto, no tenga temor, que nada, cualquier cosa que haya ahí dentro que haya entrado por cualquier otro sitio, por cualquier otra puerta… y recuerde que el Señor dijo: “Yo soy la Puerta siempre” \[San Juan 10:9\]. Siempre la Puerta es la Palabra en carne humana. Cualquier otra cosa que haya entrado en medio de la Edad de la Piedra Angular, que no haya venido o que no haya entrado por la Puerta, cualquier otra revelación o cualquier otra cosa que haya entrado por otra vía, es echado fuera; no tenga temor. Así que no hay problema para los que hay arriba sentados; esté sentado. Todos estaban sentados. ¿Ve usted? Por lo tanto, esté sentadito ahí arriba tranquilo, que ya pronto se nos va a servir, se nos va a servir el mensaje de las trompetas y de las copas; esté tranquilito ahí arriba. Bueno, Dios nos bendiga en esta mañana o en este día. Dios nos guarde y nos ayude. Yo creía que no tenía mucho para hablar, y lo que no tenía era mucho para leer, porque no leí casi; pero el Señor sí tenía, el Señor sí tenía mucho, o quizás esto no sea mucho; tenía una parte para esta mañana, para dárnoslas a conocer. Esté usted tranquilo ahí en la Edad de la Piedra Angular donde está. Mire por dónde ha entrado, mire cómo entrado, y no se preocupe. Sabemos que en todos los países hay personas que dicen que están en la Edad de la Piedra Angular; muchos predicadores que dice que son predicadores de ahí de la Edad de la Palabra, pero lo que predican es la edad de la Laodicea; lo que hacen es pervertir la Palabra que hay ahí. No se preocupe de eso, que el Señor se encargará de ellos. Bueno, esperamos que sigan subiendo ahí arriba, y entrando ahí arriba por la Puerta correcta los que tienen que entrar. Por lo tanto, cuando entre el último, entonces ya veremos lo que el Señor va a hacer. ¿Está usted contento de haber entrado? No de que va a entrar; ya hace tiempo que entró. ¿Ve? Bueno, entonces, démosle gracias al Señor, sea agradecido; y no abra ninguna otra puerta para que no le venga una cosa peor; porque realmente, realmente el que abra cualquier puerta, el que dé oportunidad, entonces sí le viene algo peor; porque es lo que el Señor dijo. Ya sea ese espíritu incorrecto, y toda cosa incorrecta que teníamos, pero que inconscientemente la teníamos, creíamos que era la verdad; pero cuando Dios nos ha permitido conocer la verdad, ¿qué pasó? ¿Qué dijo el Señor? “Conoceréis la verdad”, ¿y qué ha pasado? La verdad que hizo: nos ha libertado; no solamente a ustedes, sino a nosotros como ministros. Y ahora nosotros como ministros sabemos y decimos, que creemos la Palabra para esta Edad de la Palabra, ¿ve? A ningún ministro, y ningún ministro que haya sido libertado, ningún ministro que haya sido libertado podrá creer otra cosa, sino la verdad para esta hora. Porque eso mismo es lo que lo libertó. Ahora, el consejo es siempre para nosotros es: “Vete y no peques más. Vete y no busques más problemas para que no venga alguna cosa peor”, ¿ve? Porque después entonces si… si fue dura la lucha para sacar uno, para sacar 8 ¿cómo será? Y recuerde que cuando habla de 8, eso habla de eternidad. Así que, puede estar hablando de que no hay remedio, entonces, de que ya entonces cuando abrió la Puerta y entraron 8, pues se quedó así la cosa, ya no tendrá libertad, ¿ve? Así que, Dios nos bendiga en esta mañana. Dios nos guarde. Vemos la bienaventuranza que hay para usted, para cada uno de nosotros; no perdamos nunca esa bienaventuranza, no la cambiemos por nada. No la cambiamos por conocimiento intelectual, no lo cambiemos por grandeza; no tengamos, no pensemos de una manera equivocada. Tampoco usemos el amor fraternal para afrontar las situaciones en esta hora, sino el Amor divino; y el Amor divino es correctivo. Por lo tanto, si es correctivo, lo que está mal, lo ve mal, y punto; y está mal aunque te amé a ti y te ame a ti, pues está mal y punto. Yo me quedo con la Palabra; así decimos nosotros los ministros, y así dice cada uno de los escogidos. Nos amamos unos a los otros, pero no nos podemos recibir unos a los otros cosas que están equivocadas; sino la Palabra tal como es para esta hora de acuerdo al Plan de Dios. ¿Quién podrá ahora arrebatarnos de la mano del Señor? Ahora el Señor puede decir nuevamente: “Ya nadie puede, ni siquiera, ni siquiera tratar de engañarlos, porque fracasa”. Así que cualquiera que trate en este tiempo de engañar a uno de ustedes, ¿qué podrá decir? “Es tiempo perdido con esa gente; no voy a perder tiempo con ellos, no hay quien lo saqué a ellos de lo que están”. Y ¿por qué todo eso? Porque conocerían la verdad y la verdad los libertaría; y como están libres, nunca jamás quieren volver a ser atados por ideas humanas, interpretaciones humanas, dogmas, credos o tradiciones humanas, sino que ya entonces al ser libertados por la verdad, pues nos quedamos con la verdad. Sabemos dónde estamos, ¿ve? Ahora la verdad ha sido probado delante de nosotros. Dios la vindicó. Es algo vindicado, por lo tanto, entonces, como todos decimos: no hay que buscar nada más; el resto que falta, por ahí mismo seguirá el Señor trayéndolo. Lo que Él ha comenzado, lo terminará, lo perfeccionará. Y entonces podemos decir en el poco tiempo que llevamos ahí en la Edad de la Piedra Angular, conscientes: hemos aprendido más que los años que llevamos desde que nacimos en esta Tierra. ¿Saben lo que decían los científicos cuando tiraron hacia arriba la cosita esa, las naves esas que daban vuelta, dieron vuelta alrededor de Venus? ¿Sabe lo que dijeron? En media hora aprendimos más, que todo lo que aprendimos en todos los años pasados juntos”. Bueno, y realmente así pasa con nosotros, ¿ve? En poco tiempo aprendemos más que en lo que tantos años habíamos aprendido. Bueno, déjame ver cómo terminar aquí. ¿Sabe usted que usted es una persona bienaventurada? ¿Por qué? Porque son “bienaventurados los que son convidados, invitados a la Cena del Cordero”, para los cuales estaba predestinado; eso serían aquellos que vivirían en este tiempo, porque era el tiempo en que se llevaría a cabo la Cena del Cordero. Dios nos bendiga y Dios nos guarde a todos en esta mañana o en este día. **“LA BIENAVENTURANZA A LOS INVITADOS”.**