--- title: 'El trono de Juicio' date: 1975-01-26 activity: 2 place: city: Ponce state: country: PR duration: 00:00:00 public: false youtube: translations: files: --- … Gracias por Tus bendiciones, oh, Dios; y Te rogamos en esta noche hables a nuestros corazones y nos edifiques. Señor, perfecciónanos en esta noche, abre nuestros ojos, Señor, para el tema que en esta noche estaremos enseñando. Esperamos que la enseñanza Tú seas el que las de a nosotros, y sea tan perfecta, Señor, que todos podamos decir: “Lo veo claramente, Señor”. Ahora, Dios eterno, en Tus manos están nuestros corazones. Señor, Te ruego, unge los corazones de cada hermano para recibir Tu Palabra, unge los oídos para oírla, y también, Señor, en Tus manos estoy yo; unge mi corazón y mi boca, para que Señor Tu Palabra salga y sea oída por Tu pueblo, Señor. Habla Tú en esta noche, Señor. Padre Eterno, Dios Todopoderoso, Te lo ruego en el Nombre del Hijo de David, el León de la tribu de Judá. Amén, amén. En esta noche vamos a enseñar, vamos a ir a la enseñanza de la Palabra; y el tema para esta noche es **“EL TRONO DE JUICIO”.** Ese será el tema en el cual estaremos estudiando, el cual estaremos estudiando para ver lo que Dios nos tiene aquí en esta noche; y así entonces poder con la ayuda del Señor ver la hora en que estamos viviendo, saber nuestra posición en el Reino de Dios, y así entonces poder saber cómo actuar en esta hora en que estamos viviendo. ¿Por qué? Porque si nosotros podemos saber la hora en que estamos viviendo, entonces podemos saber cómo actuar en esta hora. Por eso es que hay muchas personas en la actualidad, de las cuales usted ha oído decir de que han dicho tal cosa y tal cosa, y ha habido gente que lo han seguido; y tenemos el caso de unas personas religiosas que dijeron que Dios iba a destruir la Tierra y que venía un diluvio; y todos se fueron a un monte y allá estaban esperando que viniera un diluvio, una inundación, y para tal fecha habría de suceder eso; y cuándo fueron estuvieron allí esperando y nada sucedió. ¿Por qué? Porque ellos ignoraban la hora en que estamos viviendo y ellos estaban tomando la Palabra que fue para el tiempo de Noé y queriendo practicarla para aquel tiempo. Estaban tratando de hacer algo bueno: guardar la Palabra, pero ya ese tiempo había pasado. ¿Ve? Entonces el tiempo de tomar el mensaje ese y subir a un monte, era en el tiempo de Noé; subir a ese monte porque venía un diluvio y entonces meterse en el arca. Pero aquellos que oyeron ese mensaje, de todos los que lo oyeron, solamente ocho personas entraron al arca (¡que poquititos!); y sabemos que nos dice también Dios, que será como en los días de Noé; y también nos dice Dios a través de Elías ¿qué? Nos dice que será como en los días de Noé, que solamente ocho almas se salvaron. Bueno. y cuando usted oye ese número ocho, que solamente ocho van a estar salvos, bueno, yo lo diría así: “Ocho, ¿es usted del ocho? ¿es usted de ese número ocho? (No lo tenemos por aquí el dibujo) pero si usted es el número ocho, no del séptimo, no de la edad de Laodicea, sino el ocho, el ocho es eternidad. Así que, si usted es de ahí, de la edad ocho, que es una Edad Eterna, que es la Edad de la Palabra, que es la Edad anunciada por tantos y tantos años que habría de venir, si usted es de ahí pues no hay problema para usted. Usted está viviendo ¿dónde? Usted está viviendo en el lugar más seguro, usted está en la cima de la montaña. Recuerde que para salvación en aquel tiempo Noé tuvo que coger ¿hacia dónde? Hacia la cima de la montaña. Así que ya nosotros estamos ahí; y si estamos ahí, pues no hay ningún problema para nosotros. No importa lo que venga, estamos en un lugar muy seguro. Bueno, ya nosotros sabemos que estamos en una Edad Eterna, que es la Edad de La Palabra, la Edad de la Piedra Angular. Lo leímos en una ocasión por ahí por la página 4 o 5 del mensaje titulado *La Estatura de un Hombre Perfecto*; y también nos hablaba de un grupo que habría de estar en esa Edad perfecta. Y ahora cuando ha llegado ese tiempo, y usted se encuentra que usted no está metido en la edad de Laodicea, usted entonces mira para ver dónde se encuentra, y usted se encuentra metido ahí en la Edad de la Piedra Angular; y cuándo comienza acá contar se da cuenta que es la edad ¿qué? Número ocho; y ocho es ¿qué? Eternidad. Por lo tanto, es una Edad Eterna. Ahora sabemos que cada edad tiene ¿qué? Un mensajero; cada edad tiene un mensajero. En la primera edad, pues el apóstol Pablo fue el mensajero de esta primera edad, y así por el estilo cada edad tuvo un mensajero; pero la Edad de la Piedra Angular ¿qué es lo que pasa con ella? Que el mensajero de la Edad de la Piedra Angular es el mismo Cristo (¿ve?) viniendo en Su Segunda Venida con Elías primero y con Moisés después. Esa es el mensajero de esa edad. ¿Usted lo quiere ver aquí? Bueno, como que parece que como que nos debíamos un poquito; no se preocupe, que ya mismo se dará cuenta que no estamos desviados. Fíjese aquí, página 268… pero que hay que leer un poquito antes, en la página 267 \[265\] de *Las Edades*, \*\*dice ahí finalizando dice: - “94. … ‘Y le daré la estrella de la mañana.’\* *Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente, y de la mañana.* *Apocalipsis 22:16* - … hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones.\* *2 Pedro 1:19* - 95. Según estos versículos, Jesús es la Estrella de la Mañana. El Espíritu está haciendo una promesa a los escogidos de las Edades del Oscurantismo en relación a Sí mismo, y luego a las edades por venir.\* - 96. Como ya hemos mencionado, Jesús se identifica con el mensajero de cada edad. Ellos reciben de Él la revelación de la Palabra para cada edad. Esta revelación de la Palabra saca del mundo a los escogidos de Dios y los coloca en unión completa con Cristo Jesús”.\* Oh, ¿y para qué es la revelación, la luz que reciben los mensajeros? Para con ella ¿qué? Sacar del mundo a los escogidos y colocarlos ¿a dónde? Al lado de Cristo o en unión con Cristo. - “96. Estos mensajeros son llamados\* estrellas *porque brillan con una Luz prestada o reflejada* (no es luz propia de ellos)*, la Luz del Hijo, Jesús. También son llamados estrellas porque son ‘portadores de luz’ en la noche. Así que en la oscuridad del pecado, ellos traen la Luz de Dios a Su pueblo* (en las edades de la Iglesia)*.* - 97\*. Esta es la Edad del Oscurantismo \*\*(hablando de la edad de ¿qué? La edad de Tiatira)*.* *Es especialmente oscuro porque la Palabra del Señor está casi enteramente escondida de la gente. El conocimiento del Altísimo casi ha cesado. La muerte se ha llevado a gran número de creyentes, hasta que sus filas han sido casi destruidas. Las cosas de Dios estaban en su nivel más bajo en ese tiempo, y parecía que Satanás ciertamente conquistaría al pueblo de Dios.* 98. *Si en alguna ocasión alguna gente ha tenido necesidad de una promesa de una tierra donde no hubiese noche, fue la gente de la Edad del Oscurantismo. Y por eso es que el Espíritu les está prometiendo la Estrella de la Mañana. Él les está diciendo que la Estrella Mayor, Jesús, Quien mora en una Luz a la cual ningún hombre puede llegarse, en el reino futuro los iluminará por medio de Su presencia personal. Él ya no estará utilizando las estrellas (mensajeros)* (no estará utilizando las estrellas los mensajeros de las edades de la Iglesia, de las edades, que son siete) *para dar Luz en la oscuridad. Será Jesús mismo hablando con ellos cara a cara, mientras Él comparte Su Reino con ellos.* 99. *Es la estrella de la mañana que se ve cuando la luz del sol empieza a brillar…”* La estrella de la mañana no sale para brillar en la noche; sale anunciando ¿qué? La llegada o la venida del sol. ¿Ve? Entonces cuando se ve la estrella de la mañana, entonces eso lo que señala es ¿qué? Un nuevo amanecer, un nuevo día. - “99. Es la estrella de la mañana que se ve cuando la luz del sol empieza a brillar. Cuando venga nuestro Sol (Jesús)\* (cuándo viene. ¿Cuándo viene cuándo? Por segunda vez) - no habrá más necesidad de mensajeros; Él mismo nos traerá Su Mensaje de Regocijo…”\* ¿Qué mensaje nos traerá? ¿Su mensaje de qué? De regocijo. ¿Cuál es el mensaje de regocijo? A través de las siete edades de la Iglesia nos trajo un mensaje en cada edad y cada edad está representada en cada una de las fiestas que se celebraban en el Antiguo Testamento. ¿ve? Siete fiestas, siete edades, entonces un mensaje para cada fiesta, un mensajero para cada edad; pero después y todas esas siete fiestas viene ¿qué? Viene el año del regocijo, o sea, el Año del Jubileo (*jubileo* es regocijo). Entonces viene un mensaje de ¿qué? Un mensaje de jubileo, que es el mensaje de ¿qué? Del Año del Jubileo, que es el Mensaje de Santa Convocación y nos convoca a todos con ese mensaje. Entonces el mismo Señor es en Su Segunda Venida, que nos trae ¿qué? Su Mensaje de ¿qué? De regocijo, de jubileo; el Mensaje del Año del Jubileo en Su Segunda Venida viniendo con Elías y con Moisés. Y a medida de que el gobierna Su Reino, porque Él viene ¿dónde? A Su Reino; y Él viene en Su Reino. - “99. …y a medida que gobierna Su Reino y nosotros vivimos en su presencia la Luz de la Palabra llegara a ser más y más brillante en nuestro día perfecto”.\* ¿Cómo? Más y más brillante. Por lo tanto, ¿cómo comienza entonces? En el nuevo día, en el nuevo amanecer; y ese nuevo día es el día ocho ¿ve? Y ese día ocho está representado con el día de la semana domingo. Y ya ustedes saben que los días comienzan por la tarde; por lo tanto, la luz de ese día glorioso, de ese día eterno ¿cuándo comienza? Comienza en la tarde; entonces la luz de la tarde es la Venida del Señor, la Luz de la mañana en la Venida del Señor. La Luz de la Tarde es la Venida del Señor con Elías, la Luz de la Mañana es la Luz de la Venida del Señor con Moisés. ¿Ve? Porque así es como viene conforme a ¿qué? A Su promesa. No se puede esperar de otra manera. Entonces a medida que la Luz de Él, cuando Él viene, en la mañana a medida que esa Luz de la Mañana brilla, dice: “…*la Luz de la Palabra llegara a ser más y más brillante en nuestro día perfecto”.* Entonces ese día perfecto es el Día Octavo, es el Día de la Edad de la Piedra Angular, es el día en el cual hemos nosotros entrado. Estamos en domingo, aunque hoy sea viernes. ¿Ve? En domingo espiritual que es más que un día de la semana. No estamos en los tipos, no estamos en la figura, estamos en la realidad, “porque un día delante del Señor es como mil años, y mil años como un día”. \[Salmos 90:4; Segunda Pedro 3:8\]. Por lo tanto, hemos entrado a un día perfecto, y al ser el día octavo es un día eterno, que no tiene fin. Ahora, fíjese, a medida que la Palabra llega, a medida que la luz de la Palabra llega a ser más y más brillante en nuestro día; o sea, la luz de la palabra será más brillante y más brillante cada vez en este día perfecto en el cual estamos. Es como el sol empieza amanecer, pero cuando empieza todavía se ve alguna sombrita (¿ve?) pero va esclareciendo. Ahora entiendan usted bien esto: en la tarde, la luz de la tarde brilla poderosamente, pero después ¿qué pasa? Comienza la oscuridad y las tinieblas a meterse; pero en la mañana es al revés, en la mañana las sombras empiezan a desaparecer y comienza la luz, hasta que el día se hace claro por completo, y entonces podemos caminar en la luz perfecta de ese día perfecto, y entonces podemos ver a cada momento, cada vez más claras las cosas. ¿ve? Entonces lo que pasa el problema no es con el día ni es con el Señor que está brillando, sino es con nuestra vista (¡je!) después de unos levantarse de una oscuridad tan grande, después que la luz de la tarde se fue, después que Elías se fue (que era la luz de la tarde), después que la luz de la tarde se fue y entramos en ese tiempo de oscuridad, de momento comenzar a ver el lucero de la mañana, la Estrella de la Mañana aparecer, y luego empezar a ver al Sol brillar, al Sol salir, bueno, cosas nuevas comienzan a verse ¿ve? Cosas nuevas comienzan a verse. Pero todo eso ya el Sol de la tarde lo había alumbrado pero no lo habíamos visto ¿ve? No lo habíamos visto, pero ya por todo eso había pasado la Luz de la tarde; y si hubiera alguna cosa que la Luz de la tarde no hubiera alumbrado, la Luz de la mañana de un día, cuando comienza, alumbra a todo el resto ¿ve? Así que no hay ningún problema en cuanto a lo que vamos a ver; lo que vamos a ver, la Luz de la Palabra lo alumbrará, entonces lo veremos. Para eso entonces está el Señor viniendo en Su Segunda Venida, el Sol de Justicia apareciendo; porque así es que dice la Palabra: “Y a los que tomen mi nombre (¿qué les pasará? ‘nacerá’) nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salud”. \[Malaquías 4:2\]. Y ¿qué es eso? Eso es la Segunda Venida del Señor viniendo con Elías y viniendo con Moisés. Entonces, encontramos que ese es el tiempo en que estamos. Hemos visto también en estos días pasados, el viernes pasado, vimos el tiempo en que estamos y la forma en que Dios obraría o ministraría Su Palabra en esta hora. Ahora aquí en lo que leímos, vimos que el Señor no ministrará más con los siete mensajeros de las siete edades de la Iglesia, sino, que Él mismo en Su Segunda Venida, Él mismo nos ministraría la Luz de este octavo día. ¿Fue eso lo que leímos o no fue eso? Dice: - “98. …Quien mora en una Luz a la cual ningún hombre puede llegarse, en el reino futuro los iluminará por medio de Su presencia personal…”\* “De Su presencia personal”. Dios se personificaría o se haría carne en este día final, y entonces Él mismo nos alumbraría. Déjeme ver por aquí estamos dando vuelta preparando el corazón de cada uno con la Palabra para lo que el Señor nos pueda mostrar en esta noche, con relación a este tema que estamos en esta noche abordando titulado: **“EL TRONO DE JUICIO”.** Ahora fíjese, página 152, párrafo 1352 \[*Libros de Citas*\] dice: 1352 *- “En Malaquías 4 El dijo que Jesucristo descendería y Se personificaría a Sí Mismo en carne humana…”* Y aquí dice ¿cómo? Dice: - “…\* *en el reino futuro los iluminará por medio de Su presencia personal…”.* \*\* Y aquí dice que él ser personificaría así mismo en carne humana. ¿ve? Entonces, ve usted que eso está hablando ¿de qué? De la Segunda Venida del Señor en carne humana; es la Venida ¿de quién? De la Palabra, “porque en el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios; y la Palabra se hizo (¿qué?) se hizo carne”, allá en Su Primera Venida y se hace carne acá en Su Segunda Venida. Se hizo carne allá en Su Primera Venida en Jesús, se hace carne acá en Su Segunda Venida en Elías y en Moisés, y en cada uno de nosotros. Así que cuando Él viene en Moisés y con Moisés, viene para hacerse carne en Moisés y en usted y en todos nosotros. Así que no encuentre grande lo que Señor estará haciendo con Moisés, de estarse encarnando en Moisés, porque lo mismo lo está haciendo ¿con quién? Con todos nosotros. Así que, si es grande, si fue el grande con Jesús lo que Él hizo, la Palabra hacerse carne, fue grande también con Elías y también con Moisés y también con usted, con cada uno de los Escogidos. Así que usted no tiene nada que envidiarle ni a Jesús, ni a Elías, ni a Moisés. Por lo tanto, entonces, realmente es grande lo que Dios tenía predestinado para cada uno de nosotros en este tiempo en que vivimos; “las cuerdas nos han caído (¿cómo?) en lugares deleitosos; y grande es la heredad que nos ha tocado”. \[Salmos 16:6-8\]. Imagínese si nadie más a través de todas las edades, nadie más tuvo ese privilegio que usted y yo tenemos ahora; nadie más lo tuvo Jesús allá, lo tuvo Elías, y ahora Moisés y cada uno de nosotros. Por lo tanto, realmente, realmente es grande la bendición que Dios tiene para cada uno de nosotros, como también es grande la responsabilidad que hay sobre cada uno de nosotros, hermanos y hermanas. Porque tanto en hermanos como en hermanas se está encarnando la Palabra; tanto en ancianos, como en jóvenes, como en niños, se están cargando la Palabra. ¿Usted piensa que los niños no? Algunas veces usted mismo se sorprende con las cosas que ellos saben que son como son; ustedes dicen: “Pero ¿cómo tú aprendiste eso? ¿quién te lo enseñó?” (¡je!) Usted creía que estaban durmiendo ¿verdad? Usted creía que no están aprendiendo; pero usted no se da cuenta que el que enseña es el Espíritu Santo y el que se encarga de llevar eso al corazón es el Espíritu Santo; por lo tanto, usted no le lleva ninguna ventaja a los niños. Es más, ¿quiere saber algo? Ellos tienen menos estorbo que usted. ¿Por qué? Porque ellos no tienen el problema de que los sentidos del espíritu humano (que está en ellos) no tienen el problema de que está desarrollado, los sentidos de su espíritu no están tan desarrollados como los suyos, ¿ve? Ellos están solamente empezando a poner en funcionamiento esos sentidos, y todavía no lo saben usar bien; pero el de *acá* dentro, el de *acá* dentro, ese sentido sí, que ellos sí lo saben usar, ¿por qué? Porque ellos lo creen todo; así que, no permita que sus hijos vayan a perder el funcionamiento ese sentido. Bueno, entonces vemos la hora en que estamos viviendo, vemos que dice \[*Las Edades*, página 266\]: - “98. … Él ya no estará utilizando las estrellas (mensajeros) para dar Luz en la oscuridad. Será Jesús mismo hablando con ellos…”\* ¿Y cómo? Como les leí ahí. En Malaquías 4 dice que Jesucristo descendería del Cielo y se personificaría en carne humana. Y ahí en Malaquías 4 ¿está quién? Está Elías y Moisés a través de los cuales Él se personificará en carne; se personificará en carne en Elías y después en Moisés, y nos hablará por Elías y nos hablará por Moisés, él mismo, y entonces ya no más estrellas de las edades de la Iglesia, sino que será el mismo Jesús hablándonos a través de carne humana, hablando con ellos cara a cara. Y ¿qué es eso: cara a cara? Usted y yo en carne humana y Él en carne humana también; le veremos… bueno, déjeme buscar por aquí; a mí no me gusta, usted sabe, estar hablando así porque si, a menos que no esté ahí en la Escritura. Así que, si vamos a la palabra ahí encontraremos que es ¿qué? Es una promesa; y si es una promesa, entonces, vamos a ver… página 380 y 381 \[375\] de *Las Edades*, dice: *“56.* *…Al cual, no habiendo visto, le amáis; en el cual creyendo, aunque al presente no lo veáis* (en las edades ¿ve? no los veía)*, os alegráis con gozo inefable y glorificado.* - 57. Nosotros también nos gozamos juntamente con ellos\* (está hablando aquí en las edades, antes del 63)*.* *No le hemos visto, pero le hemos sentido. Nosotros ahora conocemos a Dios hasta el límite de nuestros sentidos; pero algún día…”* ¿Qué día será ese? ¿Será el séptimo? Será en el octavo. Lo sabemos. Será ese día perfecto, porque acá dijo que sería en un día perfecto, el día octavo, el cual es el día perfecto en el que Él estaría hablando con nosotros cara a cara. Ahora vamos a ver aquí. Dice: - “\*… *pero algún día será cara a cara. Eso es para esta edad. Él viene al fin de esta edad.”* ¿Al fin de qué edad? Viene al fin de la edad séptima, ¿por qué? Porque al fin de la edad séptima… ve usted que viene al fin de la edad sétima. ¿Y cuándo es qué termina la edad séptima? En el tiempo de la tarde es que termina la edad séptima, porque la edad séptima es el séptimo día, y los días terminan en la tarde y ahí comienza, en esa misma tarde, comienza el otro día siguiente. Entonces, al final de la edad séptima es que el Señor aparece personificado en carne humana - “Él viene al fin de esta edad.”\* Ahora fíjese, al fin de la edad, entienda usted bien esto, hay lugares donde usted encuentra que Dios a través de Elías nos dice que el Hijo de Dios está personificado en carne humana en medio del pueblo; en otros lugares usted encuentra, que es Hijo de Hombre e Hijo de David, pero en otros lugares encuentra que es Hijo de Hombre e Hijo de Dios; eso hay que entenderlo de la manera correcta. Cuando el Señor vino en Su Primera Venida, el vino como Hijo de Hombre e Hijo de Dios, pero eso de Hijo de Dios estaba oculto, todavía no había sido autorizado para que se predicase de que Él era Hijo de Dios, porque eso sería darlo a conocer en el mensaje correspondiente para la segunda dispensación, el cual se comenzó a predicar en el Día de Pentecostés. Pero allí en la Venida del Hijo del Hombre estaba sellado también ¿qué? Hijo de Dios. Por eso cuando el apóstol Pedro lo recibió de lo alto y dijo: “Tú eres Hijo del Dios viviente”, él entonces también le prohibió que diera a conocer eso; y también encontramos que le fue dada la llave a este apóstol del Señor al recibir de lo alto esa revelación. Él tenía la revelación, él tenía la llave, y podía abrir en cualquier momento; pero no podía abrirlo hasta que llegará el Día de Pentecostés; allí abrió la revelación de quién era el Hijo de Hombre y dio a conocer que ese era ¿quién? El Hijo de Dios. Luego cuando descendió, cuando vemos que descendió ahí mismo en ese Día de Pentecostés, ¿cómo Él vino? Él vino en Espíritu como Hijo de Dios. Y en las edades de la Iglesia, encontramos que lo que ellos tuvieron fue las primicias de ¿qué? Del Espíritu Santo. Entonces durante todas las edades de la Iglesia encontramos que Dios estuvo manifiesto, pero una porción de Él; o sea, una porción de la Palabra estuvo manifiesto en cada edad. Encontramos entonces que en ninguna de las edades de la Iglesia Dios estuvo manifiesto en toda Su plenitud, sino, ¿cuándo? Al final o finalizando la edad de la Iglesia de Laodicea, esa séptima edad finalizando ahí, ya a lo último… dice, finalizando, no después de haber terminado, sino ya en lo último de la edad de Laodicea, entonces vino el Señor manifiesto en el séptimo mensajero; y en el único que Él se manifestó como Hijo de Dios en toda Su plenitud fue en el séptimo mensajero, en los demás no. Déjeme buscar por aquí para que vayan entendiendo, esto aquí… dice aquí en la página 22 y 23 del mensaje titulado ¿*Irá la Iglesia por la Tribulación?* esto se encentra en el *Libro de* *Citas*, \*\*página 22 y 23, dice: - “183.\* *El hijo del hombre está ahora siendo revelado desde el Cielo* (está predicando ¿dónde? en el 58) *‘¿Vendrá después de un tiempo, hermano Branham?’ Es ahora. Y yo deseo no hacer esto tan personal en esta reunión, espero que su espíritu dentro de usted que es dado por Dios, pueda leer lo que estoy hablando.”* Pueda… usted sabe, pueda leer o entender, hacerle entender o entender eso que está hablando ahí. - “… pueda leer lo que estoy hablando. El Hijo del Hombre ya ha venido de Su gloria y se está revelando a Sí mismo por los cuantos años pasados\* (¿desde cuándo será? pues desde el 46, desde el 46 estaba allí en carne humana revelándose) *a Su Iglesia en Su misericordia; enseñándoles Su gran presencia, haciendo las mismas cosas que El hizo cuando El estuvo aquí en la Tierra, revelándose a Sí mismo como El lo hizo a Abraham antes de la destrucción. El ha venido ahora en misericordia revelándose a Sí mismo a la Iglesia; se han reído y lo han escarnecido”.* Entonces vemos que, del 46, del 46 en adelante, hasta cierto tiempo, Él estuvo manifestándose en carne humana en Elías; y estuvo ahí manifiesto y revelándose como Hijo del Hombre… ¿quién se estaba revelando ahí? El Señor, el que estuvo en las edades de la Iglesia como Hijo de Dios en cada mensajero, estaba en el séptimo como Hijo de Dios ahí, encarnado. Entonces encontramos que estuvo ahí como ¿qué? Como Hijo del Hombre e Hijo de Dios; revelándose en misericordia, estuvo ahí ministrando todos los años ¿cómo qué? Como Sacerdote; no como Rey, como sacerdote según el Orden de Melquisedec, revelándose en misericordia; porque Su revelación en misericordia es como Sacerdote. ¿Ve? Como Hijo de Dios. ¿Y qué pasó? - “… se han reído y lo han escarnecido. La siguiente vez que El se revele a Sí mismo, será en el juicio al mundo y las naciones que se olvidaron de Dios y pecaron su manera de gracia... Su Día de Gracia, más bien”.\* ¿Ve? La próxima vez que Él se revela, que el Hijo del Hombre se revela, entonces se revela ¿cómo? Se revela entonces en el juicio, y entones no es ¿cómo? No es en misericordia, sino en juicio. En misericordia se revela como Sacerdote, como Hijo de Dios; en juicio se revela como Rey, como León, como el Hijo de David, Rey de Reyes y Señor de Señores; ya no más Sacerdote sino Rey. Entonces, vea usted eso de esa manera tan sencillo que ocurrió todo; estuvo desde el 46 en adelante revelándose en misericordia como Sacerdote, como Hijo de Dios en carne humana, encarnado en toda Su plenitud en Elías. Ahora mire, aquí sigue diciendo en el párrafo 186, dice \[página 23\]: - “186. Ella corrió a la ciudad y dijo: Vengan a ver a un hombre que me ha dicho las cosas que yo hice: ¿No es éste el Mesías? Y él nunca hizo eso a un gentil ¿Por qué? El lo dejó hasta este día. Eso es lo que dijo aquí. En los días cuando el Hijo del Hombre, sea revelado del cielo. Se está revelando a Sí mismo ahora a la Iglesia por misericordia, la siguiente vez que se revele a Sí mismo será en la destrucción, a quienes rechazaron el mensaje.”\* ¿Qué mensaje? ¿Cuál era el mensaje que rechazaron? Pues el mensaje de Gracia, de misericordia, que es el mensaje de la segunda dispensación, ¿ve? Entonces, luego que lo vimos manifiesto en Elías, manifiesto como Hijo de Dios en Elías, el Espíritu Santo encarnado ahí, desde el 46 hasta algún tiempo, hasta ¿cuándo? Del 63 para atrás; podía haber sido hasta el 58, hasta el 58 podría haber sido, o hasta el 63. Bueno, vamos a dejar la fecha quietecita ahí. Entonces, vamos a ir a un lugar que no quiero que se nos escape, para que ustedes vean en la hora en que estamos viviendo. Recuerde usted, piense: Él se revelo en el séptimo mensajero, en Elías, ¿cómo? Se reveló en él como Cordero y después como León; se revelo en Elías como intercesor, se reveló como Sacerdote y se reveló también como Rey. Ahora, no deseo que se les escape eso; no deseo que se les escape eso, porque quiero que ustedes estén preparados para lo que vamos a ver en esta noche. Vamos a pasar a la página 80 y 81 del mensaje titulado del mensaje de los Sellos, el libro de *Los Sellos*, dice: - “102.\* … *Aquí venía este Cordero inmolado, y ¿para qué se presentó? Para hacer Su reclamo sobre la redención. ¡Amén! Oh, hermano, ¿no tiene usted el deseo de alejarse solo a un rincón y llorar por un rato? Aquí venía un Cordero todavía sangrando. Allí estaba Juan y todos los patriarcas pero no había ninguno que podía hacer la Obra. Entonces salió el Cordero y Sus días de intercesión habían cesado, los días de mediación; entonces* (los días de mediación habían cesado) *es cuando este Ángel aparecerá. Espere hasta que lleguemos a los sellos mismos y Él dirá: ‘El tiempo no será más.’ Entonces entra a la media hora de silencio; y fíjense bien las cosas que sucederán durante esa media hora del Séptimo Sello, Dios mediante.”* Ah, entonces van a suceder cosas durante esa media hora, ¿verdad? Bueno, en esta noche no vamos a hablar sobre ese tema, la media hora de silencio, hasta que el Señor nos diga en algún mensaje el secreto de esa media hora de silencio. Vamos a dejarla quietecito ahí. Dice: “103. *Él ahora sale del lugar de intercesión ¿para qué? Para hacer Su reclamo. Él ha hecho la Obra del Redentor. Bajó y se hizo hombre, murió e hizo la Obra del Redentor semejante, pero todavía no había hecho Su reclamo. Ahora viene a la escena para reclamar Sus derechos. Fíjense bien lo que sucede ahora. Estos son los derechos por los cuales murió, porque vino para ser pariente humano, para morir en su lugar y así redimirlo; pero el anciano estaba correcto cuando dijo que era un León, porque Él había sido un Cordero, un Intercesor, el Cordero ensangrentado, pero ahora viene como un León. Los días de intercesión han cesado. ‘El que esté sucio, ensúciese todavía; el que es justo, sea todavía justificado; y el que es santo, sea santificado todavía.’ La situación ahora ha terminado”.* La humanidad no sabe lo que ha pasado, la humanidad no sabe lo que ha pasado del 63 para acá. Tanto que se quejaban, tanta majadería diciéndole: “Vengan al Señor, vengan al Señor”, y ellos no saben ahora lo que ha pasado. Ahora, de parte del Señor es: “El que esté sucio, ensúciese todavía; el santo, sea santificado todavía.” ¿Ve? La situación terminó. - “¡Oh hermano! ¿Y entonces qué? ¿Entonces qué? Y recuerde, ¡esto viene durante la séptima edad de la Iglesia cuando los misterios de Dios serán abiertos!\* - 104. Ahora fíjense muy bien, esto es algo que ustedes tienen que captar. Él había estado haciendo Su Obra de Mediación, intercediendo por el creyente, por dos mil años como un Cordero. Ahora Él está tomando un paso, saliendo de la eternidad para tomar el Libro del acta del título, y abrir los sellos y revelar los misterios. ¿Cuándo? En el tiempo del fin. ¿Lo ven? Bien, sigamos.\* - 105. Él viene para abrir los sellos y soltar todos los misterios para el séptimo ángel cuyo Mensaje es revelar todos los misterios de Dios. Los misterios de Dios están aquí en estos siete sellos, así lo dijo Él. Ahora viene el Cordero y cambia de ser un mediador entre Dios y los hombres y se convierte en un León…”\* Ese es el cambio que Él hace de Cordero, de Intercesor, a León - a Juez. ¿Ve usted lo que estábamos leyendo allá? Él se estaba revelando como ¿qué? Como Sacerdote, como Intercesor, como Cordero a través de ¿quién? De Elías, desde el 46 en adelante. ¿Ve? Entonces revelándose en carne humana a través de él, se estaba revelando como Hijo de Dios; el Espíritu Santo en toda Su plenitud como Hijo de Dios encarnado en Elías; y entonces era Hijo de Dios, era Hijo del Hombre e Hijo de Dios. ¿Ve? Haciendo las mismas cosas que hizo cuando vino la Primera vez. Pero fíjese, fíjese, ahí es que Él se cambia de Intercesor, de Cordero, de Sacerdote, se cambia a Juez, a León, a Rey, que es la misma cosa son títulos de la Obra de Dios que Él viene a ser en Su Segunda Venida. Entonces se cambia de Sacerdote a Rey, de Intercesor a Juez, ¿ve? De cordero a león; y la gente no se dan cuenta, y se cambia delante de todos. Ahora, ya mismo vamos a ver cómo se cambió. Vamos a ver el cambio y entonces veremos la hora en que estamos viviendo. Dice: - “\[…\] Dios lo ha retenido y es un misterio, pero ahora viene el Cordero. Nadie podía tomar el Libro porque todavía estaba en las manos de Dios. Ningún papa, ni ninguna otra persona puede tomar el Libro, los siete sellos no han sido revelados. Pero cuando Su Obra termina como Intercesor, entonces Él aparece; y el anciano dijo que era un León, y Él viene saliendo (¡Oh hermano, qué cosa tan tremenda!) para tomar el Libro y para revelar los misterios de Dios, los cuales han sido puntos de suposición y conjetura a través de todas estas edades denominacionales”.\* Ahora ya… \[corte de audio\] …cuando llega el tiempo de la apertura de los Sellos el Cordero deja Su Trono de Intersección como Cordero y se convierte en ¿qué? Se convierte en un León, en Rey, y entonces la cosa ha cambiado. Ahora fíjese, aquí en la página 86 dice: - 128. “Ahora, los sellos fueron abiertos en la última edad de la Iglesia para revelar estas verdades. El Cordero abrió los sellos y se los reveló a Su Iglesia para así recoger Sus súbditos para Su Reino…”\* ¿Para qué son abiertos los Sellos? Para recoger los súbditos del Reino, los escogidos recogerlos para ¿qué? Para Su Reino; no recogerlos para la edad de Lutero o para la edad de Wesley o para la edad Pentecostal, para Su Reino. Por lo tanto, son metidos en la Edad del Reino, que es la Edad de la Piedra Angular. - “… para así recoger Sus súbditos para Su Reino, Su Novia. ¿Ve usted? ¡Oh, mire! Él ahora quiere traer Sus súbditos a Sí mismo. ¿Cómo lo hará? Del polvo de la tierra, de las profundidades de la mar, de los abismos y de todas partes donde fueron colocados, de las regiones de tinieblas, del paraíso y dondequiera que se encuentren; Él llamará y ellos responderán. ¡AMÉN Y AMÉN! Él llamará y ellos responderán.\* - 129. Él viene para llevarse Sus súbditos. Él reveló Sus secretos y ellos lo reconocieron. Luego para ese tiempo, el tiempo no será más, ya se acabó, ha terminado. Bien, ahora, Él deja el Trono donde ha estado como Cordero Intercesor, para ser el León, un Rey para traer el mundo a juicio, el cual ha rechazado Su Mensaje”.\* ¿Qué mensaje? El mensaje de Redención, el mensaje de la segunda dispensación; el cual fue oído por última vez a través de los labios de Elías en el tiempo en que el Señor se estaba revelando como Hijo de Dios ahí a través de Elías. - “… un Rey para traer el mundo a juicio, el cual ha rechazado Su Mensaje. Él ya no es Mediador\* (todavía lo predican en las denominaciones como mediador, como intercesor, pero ya Él no lo es)*.* *Recuerde la enseñanza del Antiguo Testamento: Cuando la sangre se apartaba del propiciatorio ¿qué sucedía? Se convertía en tribunal de juicio* (tribunal de juicos, asiento de juicio o trono de juicio)*.* *Y ahora cuando el Cordero inmolado salió de la eternidad, del Trono del Padre, y tomó Sus derechos, fue entonces un tribunal de juicio; y Él entonces ya no es un Cordero sino un León, el Rey, y clama por Su Reina que venga a pararse a Su lado* (mire lo que se cumple cuando eso sucede, y ya sucedió)*.* *¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo?* *1 Corintios 6:2”.* Estamos leyendo la página 87 de *Los Sellos.* Mire lo otro que se cumple: - “\*130. *Daniel dijo en el capítulo 7 y versículo 10 que ‘el Juez se sentó y los libros se abrieron, y millones de millones asistían delante de él’ (el Rey y la Reina). Luego vemos en Apocalipsis 20:12: ‘y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida.’ Eso es para la iglesia. Allí se pararon el Rey y la Reina. Esto me hace pensar en una poesía que tenemos en inglés, titulada ‘La meditación de un vaquero’, la cual dice así…”* Y usted lo puede leer allá, página 87 de *Los Sellos.* Miren las cosas que sucedieron: el Juez se sentó, el Juez se sentó y los libros se abrieron. Bueno, eso es lo que dice cuando el Cordero se convierte en León, en Juez. Daniel, capítulo 7, el anciano de días, el anciano con su pelo blanco se sentó en su trono de juicio para juzgar; entonces usted puede ver entonces porqué cuando el hermano Branham está explicando, Dios a través del hermano Branham está explicando la aparición, de los siete mensajeros, cuando le aparecieron a él y entonces luego se lo llevaron hacia arriba y lo colocaron ahí arriba y él estaba con ellos, entonces luego usted puede ver porqué él dice ahí… dice: “Aquí está (mostrando el retrato dice) aquí está como lo vio Juan allá en Apocalipsis”… ¿cómo? Con una peluca blanca en sobre cabeza. Así también lo vio juan. Lo vio también Daniel. Bueno, ¿qué le parece? La peluca blanca fue formada ¿por qué? Por ángeles. Así que, mire, se han cumplido cosas que solamente las veremos, ¿sabe cuándo y cómo? Las veremos a medida que esto se cumple. ¿Y qué es eso? Esto le dice aquí. Dice \[*Las Edades*, página 266\]: - “99. …y a medida que Él gobierna Su Reino, y nosotros vivimos en Su presencia, la Luz de la Palabra llegará a ser más y más brillante en nuestro día perfecto”.\* Y a medida que sea más y más brillante seguiremos viendo las cosas de este día perfecto que tenemos nosotros que ver. Ahora, fíjese, es tiempo de qué? Mire aquí en la página 47… estamos predicando o diciendo sobre el tema ¿cuál? ¿Qué tema es? “EL TRONO DE JUICIO”. Dice aquí en la página 47 y 48 del mensaje titulado *Las Siete Edades*, dice… aquí mismo en el tema: YA NO ES EL SACERDOTE, finalizando esa página dice \[página 48\]: - “38. …Y en medio de los siete candeleros, uno semejante al Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies y ceñido por los pechos con una cinta de oro.\* - Apocalipsis 1:13\* - 39. Allí está Él, Uno semejante al Hijo del hombre. Como la joya es embellecida por el engaste del anillo, así también Él es glorificado en medio de las Iglesias. Es el Día del Señor; porque Juan lo ve parado, no como un sacerdote, pero como el Juez venidero”.\* ¿Qué es eso? Es el Día del Señor. ¿Por qué? Porque Juan lo ve ¿cómo? Juan lo ve con las cintas sobre Su hombro, lo ve como un Juez y no como un Sacerdote. Déjeme buscarle por aquí, rapidito aquí, a ver si lo puedo conseguir. Página 24 y 40 del mensaje titulado *¿Por qué Pequeña Belén?*, aquí dice, párrafo 97 dice: - “Este es otro día, este es el día del Señor…”\* ¿Cuál es el Día del Señor? El Día Octavo. ¿Ve? Bueno, página 40 también habla de ese mismo mensaje *¿Por qué Pequeña Belén?*, donde dice que “este es otro día”; este no es el día de Lutero (ese fue el día número cinco). Este no es el día de Wesley, porque el día de Wesley fue el día número seis. Este no es el día Pentecostal o de los pentecostales o de Laodicea, porque este no es el número siete, el de Laodicea es siete. Este es el día ocho; el día ocho es un día eterno, el Día del Señor; por eso Él resucitó ¿qué? El día domingo, que es el día ocho, el primer día de la semana. Ahora sigue diciendo \[*Las Edades*, página48\]: - “Es el Día del Señor; porque Juan lo ve parado, no como un sacerdote, pero como el Juez venidero. La cinta de oro ya no está rodeando la cintura, donde el sacerdote tiene que tenerla mientras ministra a Dios en el Lugar Santísimo, ahora está alrededor de Sus hombros, porque ahora Él no es el Sacerdote, sino el Juez. Ahora, Juan 5:22 ha llegado a cumplirse:\* - Porque el Padre a nadie juzga, mas todo el juicio dio al Hijo.\* - Su servicio ha sido prestado. El sacerdocio está consumado. Los días de la profecía han llegado a un fin. Él está ceñido como el Juez”.\* Y entonces comienza ahí, en esa misma página, a describir ¿qué? LA GLORIA SÉPTUPLE DE SU PERSONA. Bueno, mire aquí… Fíjese, allá en *Los Sellos* (en *Los Sellos* fue ¿verdad?) en *Los Sellos* o en *Las Edades* (en *Los Sellos* me parece que fue) que les había leído, que ya Él no era no era Sacerdote, sino que era Juez; y si era Juez, entonces, vimos que lo de Daniel se cumplió ahí. Ahora vamos a verlo aquí también en *Las Edades*, donde aquí en la página 49, nos está hablando de Su gloria séptuple, y entonces aquí vemos, fíjese… Aquí vemos, finalizando la 48 de *Las Edades*. Página 48 \[49\] dice: - “41. 1. Su cabello tan blanco como la nieve. Juan se fijó en Él, y mencionó primeramente la blancura de Su cabello. Era blanco y brillante como la nieve. Esto no fue por causa de Su edad. Oh, no. El cabello resplandecientemente blanco no significa edad, sino experiencia, madurez y sabiduría. El Ser Eterno no cumple años. ¿Qué es el tiempo para Dios? Tiempo significa muy poco para Dios, pero sabiduría significa mucho. Es como cuando Salomón le rogó a Dios por sabiduría para juzgar al pueblo de Israel. Ahora, Él viene, el Juez de toda la Tierra. Él será coronado con sabiduría. Eso es lo que significa el cabello blanco y resplandeciente. Vea esto en Daniel 7:9-14:\* - Estuve mirando hasta que fueron puestas sillas: y un Anciano de grande edad se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y el pelo de su cabeza como lana limpia; su silla llama de fuego, sus ruedas fuego ardiente.\* - Un río de fuego procedía y salía de delante de él: millares de millares le servían, y millones de millones asistían delante de él: el Juez se sentó, y los libros se abrieron.\* - Yo entonces miraba a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno; miraba hasta tanto que mataron la bestia, y su cuerpo fue deshecho, y entregado para ser quemado en el fuego.\* - Habían también quitado a las otras bestias su señorío, y les había sido dada prolongación de vida hasta cierto tiempo.\* - Miraba yo en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que venía, y llegó hasta el Anciano de grande edad, e hiciéronle llegar delante de él.\* - Y fuele dado señorío, y gloria, y reino; y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron; su señorío, señorío eterno, que no será transitorio, y su reino no se corromperá.\* - 42. Allí está. Daniel lo vio con aquel cabello blanco. Él era el Juez que abría los libros y juzgaba con ellos. Daniel lo vio que venía en las nubes. Eso es exactamente lo que vio Juan. Ambos lo vieron exactamente igual. Ellos vieron al Juez con Su cinta de juicio alrededor de sus hombros, puro y santo, lleno de sabiduría, completamente apto para juzgar al mundo en justicia. ¡Aleluya!”\* Bueno, vamos a pararlo aquí. Ya ustedes vieron cómo es ¿qué? Como es que viene el Señor en Su Primera Venida como Cordero y luego en las edades de la Iglesia se manifiesta como Cordero. Entonces ministra como Sacerdote y luego al finalizar las edades en el séptimo mensajero, ahí está como Cordero, como Sacerdote, ministrando antes de terminar las edades. Luego cuando terminan las edades, ahí mismo, en ese velo de carne él se cambia o se transforma de Cordero a León; y no lo vieron. ¿ve? Entonces es lo que dice: “El Hijo del Hombre se está revelando en misericordia”. ¿Cómo? Como Hijo de Dios, como Sacerdote desde el 46 en adelante. Pero luego cuando llega el tiempo de la apertura de los Sellos, el Hijo del Hombre está revelándose; ¿y cómo se está revelando de ahí para adelante? ¿cómo qué? Como León, como Juez. Entonces se cambia de Sacerdote a Rey, de Sacerdote a Juez; y la gente no se dan cuenta. Entonces cuando se cambia así de esa manera, entonces ese tabernáculo, ese tabernáculo o ese trono donde Él estaba ahí operando, obrando o ministrando como Sacerdote, porque estuvo ministrando, estuvo ministrando como Sacerdote a través de las edades de la Iglesia. ¿Sí o no? Bueno, estuvo ministrando como Sacerdote a través de las edades de la Iglesia. Pero recuerde que él ministró como Sacerdote en ese lapso de tiempo, y ahí entonces, mientras Él está ministrando cómo Sacerdote, vemos que para esas edades de la Iglesia, para esas edades de la Iglesia, encontramos que el Señor como Intercesor, como Sacerdote, como Sacerdote… y vemos que es Sacerdote ¿según el orden de quién? De Melquisedec; un nuevo orden. Ahora, encontraremos que en el lugar santísimo solamente ministraba ¿quién? El sumo pontífice; el resto ministraba fuera del lugar santísimo, ministraban en el lugar santo. ¿Ve? Por eso es entonces, que los mensajeros de las edades de la Iglesia, ellos ministraron ¿dónde? Ellos ministraron... dice aquí en el libro de *Los Sellos* (déjeme ver)… dice que delante, delante del Trono habían ¿qué? Dice: - “Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.\* - Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas.\* - Y del trono salían…”\* “Del Trono salían”… ¿ve? Entonces desde el Trono salía hacia fuera ¿qué? - “…relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.”\* ¿Ve usted? “Delante del trono” no “en el trono”, delante del trono estaban ¿qué? Las siete lámparas; delante del trono era que estaban esas siete lámparas que representaban ¿qué? Los siete espíritus de Dios. Y los siete espíritus de Dios, esto no es otra cosa, sino el Espíritu de Dios ministrando a través de cada uno de los mensajeros; que son también las siete estrellas. ¿No es eso lo que Dios le dijo a Juan que significaban esos candeleros? Esos candeleros eran ¿qué? Déjeme ver si lo puedo conseguir por aquí. Dice, Apocalipsis 1, verso 19 en adelante, dice: - “Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas.\* - El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias.”\* ¿Ve usted? Así que, vea entonces lo que todo esto significa. Entonces vemos que esto está delante del Trono; no en el Trono. También las vírgenes fatuas dicen que estarán delante del Trono; pero en el Trono estaba uno sentado a semejanza de ¿qué? ¿De hijo de qué? De Hombre. Así que, vemos entonces que donde se encuentra el Hijo del Hombre es en el Trono. Ahora esto pues, es un poquito, usted sabe, profundo pero sencillo. Fíjese, a través de las edades de la Iglesia estos siete mensajeros ministraron ¿dónde? Ellos ministraron porque eran las siete estrellas, ¿ve? Los siete mensajeros que reflejaban la luz del sol. ¿Y dónde es que está el sol? En la Edad del Sol, que es la Edad de la Piedra Angular. Entonces ellos lo que estaban reflejando en esas edades, era la luz de la Edad de la Piedra Angular. Ellos no podían reflejar nada que no fuera o saliera de allá de la Edad del Trono, de la Edad del Sol. Ahora, fíjese, durante las edades de la Iglesia, fíjese, encontramos que Jesucristo, Jesús, era el Trono o el Tabernáculo o el Trono de misericordia, Él era el Lugar Santísimo. Luego cuando se fue después regresó y vino ¿a dónde? Vino entonces al corazón humano. Entonces vemos que estuvo ministrando en las edades de la Iglesia, estuvo ministrando como Sacerdote; y ese ministerio fue llevado a cabo a través de los siete mensajeros; fue llevado a cabo a través de las siete estrellas que reflejaban la luz en del sol. Encontramos entonces, que en las siete edades de la Iglesia hubieron, entonces siete tronos de misericordia; siete asientos de misericordia, a través de los cuales el Señor en espíritu ministró a través de ese trono o sobre esos tronos, ministró ¿qué? Misericordia. Ministró el Mensaje de Misericordia, el Mensaje de Redención, el Mensaje de Gracia; y ese mensaje era proclamado y los que lo recibían, recibían misericordia, porque el Señor en espíritu en esos siete tronos estuvo ministrando misericordia para el pueblo que venía en busca de misericordia. Entonces se podían acercar al Trono de misericordia y recibían misericordia. Entonces al recibir la Palabra que venía desde ese Trono, recibían misericordia. Por eso es que vemos que la misericordia de Dios estuvo manifiesta y era recibida a través del mensaje de cada mensajero. Entonces venía el mensajero de cada edad, captaba el mensaje para esa edad, entonces al captarlo venía lo predicaba, y Dios llamaba a los escogidos, los escogidos reconocían esa Palabra recibían, el mensaje eran enseñados con el mensaje del mensajero, descansaban, morían, descansaban, entonces para los que rechazaron el Mensaje de Misericordia, la misericordia que Dios ministró a través de cada uno de esos tronos, de esos asientos de misericordia, luego de rechazado el mensaje, entonces Dios ¿qué hacía? Sellaba el grupo escogido, los acostada a descansar y caía una plaga sobre los que habían rechazado. Luego pasaba el tiempo de esa plaga, venía otro mensaje enviado de parte de Dios; el mensajero de la Tierra lo captaba, lo daba, los escogidos lo oían, lo recibían, eran sellados; los que rechazaron, los que rechazaron perdieron su oportunidad, no podían esperar el mensaje de otro mensajero, porque ellos vinieron a vivir en el tiempo de ese mensajero. ¿De qué podría valerles a los luteranos qué le gustará más el mensaje de San Pablo o el mensaje de Ireneo o el mensaje de Wesley? El mensaje que ellos tenían que recibir, era el mensaje de Lutero, porque en ese tiempo el Sumo Sacerdote, o el Señor estaba ministrando ¿qué? Misericordia. Entonces ¿cómo lo estaba ministrando? A través de uno de los mensajeros. Entonces todo eso era ministrado ¿dónde? Era ministrado ahí en el Lugar Santo, en el Lugar Santo; recuerde bien eso. ¿Por qué? Porque eran estrellas, mensajeros que solamente lo que hacían era reflejar la luz del sol o el mensaje del Sol de Justicia. Entonces, encontramos que ellos reflejaron ¿qué? Ellos reflejaban el mensaje que el Sol de Justicia estaría dando cuando Él estuviera brillando en la Edad de la Piedra Angular. Por eso usted encuentra que las cosas que ellos predicaron allá, lo que fue Palabra, las encontramos que son predicadas acá, ¿ve? Entonces encontramos que ellos reflejaron entonces parte, parte de la luz de la Edad de la Piedra Angular; porque una estrella no refleja toda la luz del sol. Porque si la reflejará toda, entonces con una sola estrella brillando en la noche sería de día. ¿Ve usted? Así que imagínese usted entonces cuántas estrellas, cuántos mensajeros aparecieron en las edades, y con todo y eso nunca fue que un día, sino que fue ¿qué? Noche. Pero reflejando la luz del sol cada una de las estrellas; y luego vino la estrella de la tarde y con la estrella de la tarde apareció la luz de la tarde. Entonces ahí apareció el sol. Bueno, por eso fue que pudo brillar, y pudo ¿qué? Pudo alumbrar como alumbró. Entonces, yo le dije que en las edades habían siete tronos de misericordia ¿verdad? Si yo lo digo no tiene ningún valor. Vamos a ir al mensaje titulado *Revelación, capítulo IV, parte III*, página 31 \[25\], párrafo 150, dice: - “150 Oh, oh, El-El es un Dios verdadero, ¿no es así? Estoy tan contento de que El puede ver por encima de nuestros errores, ¿y Uds.? Nos hace amarlo con todo nuestro corazón.\* - 151 Tronos, relámpagos ... ¿Qué? ‘Siete lámparas’, o lámparas, o siete estrellas, llamados ‘siete Espíritus, queriendo decir la mani-. . siete manifestaciones del Espíritu Santo de las Siete Edades de la Iglesia en ... siete propiciatorios para la gente”.\* ¿Ve que no era yo? Fue Elías, fue Dios a través de Elías qué dijo que había siete asientos de misericordia en las edades de la Iglesia. El último fue Elías; y ahí en el último asiento de misericordia fue el último lugar donde ministró el Señor. Y entonces al ministrar ahí, ahí entonces estaba ministrando dónde, ese trono o ese asiento de misericordia era el Lugar Santísimo; era el lugar donde la plenitud de la presencia de Dios estaba. Porque la plenitud de la presencia de Dios ¿dónde es que está? En el Lugar Santísimo, porque ahí es que la Shekinah se veló, en el Lugar Santísimo, detrás de las pieles de tejón ¿ve usted? Entonces vemos que ahí, ahí en ese lugar es que Dios estaba en toda Su plenitud ¿cómo? La luz, la Shekinah, la gloria y Shekinah. Y cuando podemos ver, reconocer la gloria y Shekinah ministrando o velada en carne humana en Elías era tiempo de misericordia todavía. Escuché bien eso, porque queremos llegar algo aquí. Ya vimos habían siete asientos o tronos de misericordia: los siete mensajeros, las siete estrellas a través de los cuales el Espíritu de Dios estuvo operando o ministrando ¿qué? Misericordia para todo el que podía alcanzarla todo aquel que estaba escrito en el Libro de la Vida, ahí entonces podía llegarse al Trono. Ahora, vea usted que eso fue durante las siete edades de la Iglesia; y vemos que cuando Él terminó Su trabajo como Intercesor, como Sacerdote según el orden de Melquisedec, y lo terminó ¿dónde? Lo terminó en el séptimo asiento de misericordia. ¿Qué es quién? Elías, ahí lo terminó y entonces ese asiento de misericordia, ese trono de misericordia se convirtió en ¿qué? En un trono de juicio. Entonces ahí fue que el Señor se cambió o se transformó de Cordero a León; al cambiarse de Cordero a León, entonces vemos ese cambio que hubo. Ahora, cuando ocurre ese cambio todo está listo ¿para qué? Para la apertura de los Sellos. Por eso es que es el Cordero mismo el que lo abre, pero como León; se le cambia a la vista de la gente y la gente no se dio cuenta. Bueno, vamos a ver aquí, hablándonos de la gloria de la Shekinah y hablándonos, y hablándonos de… También aquí de ese Trono que Juan vio. Ustedes saben que las edades de la Iglesias son del capítulo 1 al capítulo 3 de Apocalipsis. Ustedes saben que Apocalipsis 4 (y ya eso el hermano Candelario lo ha predicado muchas veces) y ustedes lo han leído también, en Apocalipsis 4 ¿es qué? Es que Juan es levantado… y Juan representa a la Iglesia verdadera del Señor. Apocalipsis 4, cuando oye a Voz que le dice: “Sube acá”, y él sube, eso es el rapto de los escogidos. Entonces ¿de dónde es la Voz? De arriba. Vea usted, la Voz es de arriba. Déjeme ver… yo deseo, deseo hacerle todo esto claro, porque estamos hablando sobre este tema; y usted sabe quisiera que quede claro en esta noche para entonces estar conscientes de la hora en que estamos viviendo. Y luego de estar consciente de la ahora en que estamos viviendo, luego entonces, luego entonces, pues ya usted sabe, saber cómo recibir las bendiciones que Dios tiene para nosotros y hasta saber cómo irnos de aquí. Déjame ver, quisiera conseguirlo rápidamente… por lo tanto, esto se encuentra… página 18 \[15\] del mensaje titulado *Revelación, capítulo IV, parte I*, dice: - “96 Esta Puerta estaba en el Cielo, esa Puerta, cuando él miró hacia arriba él vio al Señor Jesús”.\* Cuando miró para arriba vio una puerta abierta; y cuando vio esa puerta abierta ¿a quién vio? A Jesús. Vamos a ver quién será esa puerta entonces. - “…cuando él miró hacia arriba él vio al Señor Jesús. Solo observen la parte que sigue. Esa Puerta, el Señor Jesús”.\* Cuando él miro para arriba vio una puerta abierta, y esa puerta abierta era ¿quién? El Señor Jesús; era el Señor Jesús, usted sabe, en la Segunda Venida del Señor. - “… miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, era como…una voz como de trompeta…\* (¿de dónde escucharía esa voz?) - 97 Ahora la escena está cambiando. Juan ha estado observando a Patmos, y ahora él mira hacia arriba. ¿Por qué? Él ve que sucede algo aquí en la tierra (estas edades de la iglesia), por todas las Siete Edades de la Iglesia, y luego después de que terminó de ver las edades de la iglesia…”\* Yo no sé leer muy bien ni pronunciar bien los acentos. Vamos a ver si pronunciándolos de esta forma, pues, se oye mejor. - “… a, y luego después de que terminó de ver las edades de la iglesia, después de eso, después de que las edades de la iglesia cesaron, él oyó una Voz”.\* ¿Ve que después de las edades de la Iglesia hay una voz todavía? pero no está en las edades de la Iglesia. - “Y él alzó sus ojos hacia el Cielo\* (mire para dónde es que hay que mirar) *y vio una Puerta abierta, y la primera Voz sonó como una trompeta. Muy bien, la escena cambió de Patmos al Cielo.* - 98 La Voz era la misma Voz que andaba entre los siete candeleros de oro; la misma Voz, la Voz no cambió. Pero, la Voz, ¿dónde estaba cuando él La oyó la primera vez? ¿Cuántos recuerdan, en la primera edad de la iglesia? Detrás de él. ‘Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor’, Apocalipsis 1—1:10. Así que, él… ‘En el Espíritu’. Si lo quieren anotar, Apocalipsis 1:10 y 13. ‘Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí como una Voz de trompeta y hacía un estruendo como de muchas aguas. Y cuando me volví para mirar, vi a Uno parado en medio de los siete candeleros de oro’.\* - 99 Ahora, después de que Él le mostró todo ese misterio de los siete candeleros de oro (que tenía las siete estrellas, y una peluca blanca y demás, y pies semejantes al bronce, y ojos como fuego, los símbolos), entonces oyó la misma Voz (Observen.) que hablaba desde el Cielo. Y él alzó sus ojos y vio una Puerta abierta. ¡Oh! ¡Una Puerta abierta en el Cielo! ¿Cómo entra uno? Por Cristo Jesús, esa única Puerta, un Camino, ningún otro camino.\* - 100 ‘Cualquier hombre que sube de cualquier otra forma, es ladrón y salteador’. Y en la parábola del que subió y estuvo en la Cena de las Bodas sin tener puesto un vestido, fue hallado culpable, y fue atado y echado en las tinieblas de afuera. Solo hay un Camino, para llegar a la Cena de las Bodas”.\* ¿Cuál es el camino? El Señor; ese camino es Cristo. Él en la Primera Venida dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” \[San Juan 14:6\]. Si Él era el camino y Él era la puerta y Él era la verdad y era todas esas cosas que usted ve que Él era, ¿qué será en Su Segunda Venida? ¿No seguirá siendo el camino? ¿no seguirá Él siendo la puerta, la única? no seguirá Él siendo también el pastor? Y entonces si Él es la Puerta de las ovejas, las ovejas entran ¿por quién? En la Primera Venida y Él era la puerta, y en la segunda dispensación para entrar en el plan de salvación, había que entrar por esa Puerta. ¿Cuál era? El Señor en Su Primera Venida; había que aceptar, recibir la Primera Venida del Señor en carne humana, y el Nombre de la Primera Venida. ¿Qué de esta tercera dispensación? ¿Qué de la Cena de las Bodas? Hay una puerta, y abierta, y es en el Cielo. Y ¿es qué? Esa Puerta abierta ¿es quién? Es el Señor en Su Segunda Venida. Esa puerta abierta en el Cielo es el Séptimo Sello abierto, que es la Segunda Venida del Señor. Esa puerta abierta en el Cielo es ¿qué? La Segunda Venida del Señor en carne humana conforme al orden de Su Segunda Venida. Ya usted sabe de lo que estamos hablando ¿verdad? Para entrar a la Cena de las Bodas no se puede entrar de otra manera. Dice que el que entre de otra manera es echado ¿cómo? Fuera; porque Él es la Puerta. Y no solamente eso, Él es la puerta de las ovejas, Él es también ¿qué? El Pastor; y dice que el Pastor luego que las ovejas están dentro se acuesta en la Puerta y nadie puede entrar si no les pasa por encima a Él; y nadie puede salir de los que están dentro si no le pasan por encima a Él. ¿Ve? Y Él es la Palabra, Él es la Palabra hecha carne. Por lo tanto, entonces, para entrar o para salir, Él está en la puerta. ¿Quién es el portero? Ahí lo tiene: Él es el pastor de las ovejas, Él es el Portero también, Él es la Puerta, Él es el todo. Así que no hay otro lugar de entrada; brincar por la verja, el que entra por otro lugar, es robador, es ladrón. ¿Ve usted? Entonces, para entrar a la Edad de la Piedra Angular hay que entrar por la Puerta abierta. Entonces vemos lo que esa Puerta sería abierta en el tiempo final. Y esa puerta es el Séptimo Sello entonces el Séptimo Sello es la Segunda Venida del Señor, que sería abierto el Séptimo Sello la Segunda Venida del Señor, sería abierto al público ¿cuándo? En el tiempo final, y entonces entraríamos, entraríamos ¿cómo? Entraríamos como dice aquí la Palabra. ¿Cómo? Entraríamos con el verdadero gozo, con el verdadero cántico. Mírelo aquí, página 151 del libro de *Citas*, párrafos 1347 dice: - “1347. \[…\] Nunca empiecen o traten una organización. No traten de edificar sobre alguna otra cosa. Sino que permanezcan humildes delante del Señor su Dios, porque parece como que las puertas pudieran abrirse pronto a la tierra prometida. Entonces entremos con el verdadero canto y regocijo, cuando la Novia y Novio tomen su lugar en el trono”.\* ¿Ve usted? Entonces ¿dónde es que está el Trono? Arriba. Juan para subir tuvo que oír la Voz; y cuando oyó La Voz y subió, cuando subió vio un Trono allá. Así que las puertas son abiertas para subir. Y entonces cuando se sube, se encuentra con el Trono allá arriba. Ahora fíjese que el Señor se cambió de Cordero a León. Ahora ve a usted que el Señor en Su Primera Venida era el Trono de misericordia; y luego cuando descendió el Día de Pentecostés y operó después a través de los siete mensajeros de las edades, estaba operando en siete tronos, los siete mensajeros, siete tronos, entonces siete asientos de misericordia… \[corte audio\]. …para ministrar misericordia cuándo terminó el tiempo, ese Trono de misericordia se convirtió en ¿qué? Trono de juicio. Y entonces comenzó ¿a qué? A el Señor, Melquisedec, a través de carne humana, a obrar, a operar como es en uno de Sus ministerios; porque Él era Melquisedec, Sacerdote, pero ¿qué más? Rey, Sacerdote y Rey; en las edades es como Sacerdote, y en el último que operó como sacerdote fue en Elías, y luego cuando terminó comenzó en el mismo Elías, en el mismo tabernáculo, en el mismo trono, ese se convirtió en Trono de juicio; y entonces luego cuando se va dice (¡je!): “Yo regresaré y volveré a ministrar, volveré a recorrer este camino otra vez”. (¡je!) Y cuando regrese a ministrar, cuando el espíritu ministerial que estuvo en Elías regrese… estuvo ministrando por cuarta vez en Elías, cuando regrese, será por quinta vez. Y ¿qué vendrá a ministrar? ¿Y cómo vendrá a ministrar? Vendrá a ministrar ¿cómo? Como Juez, como Rey, como Hijo de David. Entonces, ya nomás como Hijo de Dios, como Hijo de David. Por eso es entonces que Él viene ¿cómo? Con el cetro en Su mano. Y ¿qué es el cetro? La Palabra. ¿Ve usted? Entonces cuando viene en otro Trono, ve usted que los siete Tronos de misericordia usados en la Dispensación de la Gracia eran ¿qué? Los siete mensajeros. ¿Ve usted que para ministrar necesita Él sentarse o estar en un Trono, un lugar? Entonces vemos que cuando Él regresa, ese espíritu ministerial del cuarto Elías, cuándo regresa para ministrar por quinta vez ¿cómo viene? Como Rey de Reyes, como Señor de Señores, como el Hijo de David, como el León de la Tribu de Judá. Por lo tanto, viene como Juez. Por eso entonces es que usted encuentra al Rey extendiendo Su cetro a Sus escogidos, a Sus predestinados; porque no hay otra forma, sino… vea usted el caso del libro de Esther. La única forma, la única forma que había, y Esther buscó que el rey obrará o el rey se moviera y ministrara, esa única forma que había, la ministrara, para ¿qué? Para ella conseguir un favor de parte del rey, un favor para su padre de crianza y para su pueblo, los hebreos, tipo de los 144.000. La única forma era que él extendiera el cetro, no había otra. Entonces, no hay otra ¿por qué? Porque el Señor cuando abrió los Sellos ¿qué fue lo que Él hizo? Dejó el Trono de Intercesión, y el Trono de Misericordia se convirtió en un Trono de Juicio. Entonces encontramos, que luego cuando regresa después de haberse ido, después de haber terminado de obrar en Elías, cuando regresa en Moisés, ¿ve usted? Bendición para los escogidos; pero para el mundo ¿qué? Juicio. Así como con Su cetro Él extiende Su cetro y la bendición para el pueblo de Dios, y el cetro es la Palabra, así también para el mundo, con el cetro de la Palabra trae juicio. ¿No es eso lo que trae Moisés y Elías, ese profeta de Apocalipsis 11? ¿Ve? Ahora vamos a la página 20 y página… vamos a ir primero página 20 y luego la 25 del mensaje titulado *Revelación*, este libro *Revelación, capítulo IV, parte III*, página 20 \[15\] dice… y se titula ¿cómo? “El Trono”. Bueno, dice: - “89. …Y del trono salían relámpagos ... truenos ... voces; y delante del trono ardían siete lámparas con fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.\* - 90 ¡Oh, yo amo esto! ¿Y Uds.? Oh, yo-yo siento como que mi saco me queda, Uds. saben. Yo sólo ... cuando ... Oh, quiero decir una saco espiritual, por supuesto, Uds. saben. Muy bien.\* - 91 ‘Del Trono’. Hablemos de este Trono ahora por unos cuantos minutos. Este no era un Trono de misericordia, el Trono de la misericordia ha terminado; ya no hay misericordia, está sin misericordia. ¿Cómo vamos a ... Cómo va el tribunal a ser el tribunal de Cristo, el tribunal, el Juicio del Trono Blanco? ¿Va haber misericordia entonces? No hay ni una pizca de misericordia para ser dada. En el Trono de juicio Uds. podrían gritar\* (podrá gritar ¿qué?) *‘misericordia’ hasta que ya no pudieran gritar más, y daría lo mismo que vayan a gritar al aire en alguna parte, porque ya no hay más misericordia* (¿qué le parece?)*.* - 92 ¡Hoy es el día de misericordia!”\* Está hablando en 1961 en el día 8 de enero; pero del 63 para adelante ya el Trono de Misericordia no está; es un Trono de Juicio. Pero ahora en el 61, él dice: - “Ahora volvamos aquí al Antiguo Testamento sólo un poquito y averigüemos qué es misericordia. Volvamos y veamos qué le sucedió a este Trono. Este Trono, por supuesto, es el-el tribunal. Y hoy la-la razón de que hay misericordia, es porque el propiciatorio está rociado con una expiación. ¡Sangre! Y mientras haya Sangre sobre el tribunal, entonces ya no es juicio, es misericordia, porque Algo murió para detener el juicio. Si lo ven, digan: ‘Amén’. \[La congregación dice: ‘¡Amén!’-Editor\] Mientras haya Sangre sobre el propiciatorio, mostró que Algo murió para detener\* (aguantar) *el juicio. ¡Pero cuando la Iglesia es raptada, el propiciatorio llega a ser un tribunal!* - 93 Allá en el Antiguo ... en el Nuevo Testamento aquí, también: ‘Y el santuario. Eso es donde el-el jurado ... en el santuario, el juez en el tribunal en el santuario. Ahora, ese tribunal y el santuario llegó a estar lleno de humo. ¿Qué era eso?\* (Ahora mire el tipo allá, nos va a llevar para un sitio donde era tribunal de juicio)*. Como el Monte Sinaí, ¡juicio! La misericordia había dejado el-el Trono de Dios. Dios va a juzgar al mundo sin misericordia. ¿Cuántos saben eso?* - 94 El sólo va a reconocer una cosa en aquel día, ¿qué es? Sangre. Eso es lo único que aplacó a un Dios enojado.”\* Y ahora vemos que cuando el propiciatorio es dejado y el Sacerdote sale, no hay Sangre; así que no hay nada para aplacar la ira de Dios sobre esta humanidad. Y si no hay nada, entonces ¿qué? Entonces viene juicio, primero espiritual y después literal, sobre esta humanidad. Y recuerde, que cuando… recuerden que los juicios de Dios comenzaron hace tiempo. ¿Ve? Cuando el terremoto allá de Alaska… Bueno ustedes encuentran en un mensaje principalmente, Dios nos dice a través del hermano Branham, que los juicios han comenzado a caer sobre la Tierra, y comenzaron… Bueno, estamos en ¿qué? ¿Qué son estos terremotos que ustedes ven? La continuación de los juicios de Dios; y cada día será en una escala mayor. No crea que esto podrás hacer aplacado, no crea que los científicos podrán hacer algo. Ahora vamos a seguir aquí. Dice la página 24, página 24 \[19\]… está hablando aquí de Monte Sinaí nuevamente. Párrafo 108 en adelante, dice: - “108 Dios dijo: ‘Reúnelos, les permitiré saber lo que es. Yo les mostraré lo que es’. ¡Lean! ¡Escuchen! Y la voz de la trompeta llegó a ser más y más fuerte hasta que sacudió la tierra”.\* (¡je!) ¿Que usted cree que es lo que cumplirá lo que está escrito ahí: Una vez más y Dios sacudirá la Tierra? ¿Qué fue lo que sacudió la Tierra? La Voz de la Trompeta, ¿ve? ¿Con qué es que Dios sacude esta Tierra? Conforme a Apocalipsis 11; y trae todas las plagas que va a traer con Apocalipsis 11. Con Apocalipsis 11, y Apocalipsis 11 tiene ¿qué? La Voz de la Gran Trompeta. - “¿Ven Uds. lo que es el juicio? Yo no quiero eso. ¡Denme misericordia!”\* Pero ahora estamos en el tiempo en que el Trono de Misericordia terminó su trabajo, y entonces se convierte en tribunal - Trono de juicio. Ahora sigue diciendo, más abajo dice: - “109. \[…\] Éxodo 19:16.\* - 110 Ahora fíjense en el versículo 17:\* - Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; ... (¡Oh, hermano! Quiero recibirlo en paz, no así) ... y se detuvieron al pie de la montaña, muy lejos.\* - 111 Recuerden, esa montaña tenía líneas dibujadas alrededor de ella. Aun si una vaca tocaba esa montaña, tenía que morir allí mismo, no podía entrar en la Presencia de Dios. Y Dios. . . ‘Y Moisés sacó al pueblo’.\* - 112 Ahora el versículo 18, el siguiente versículo:\* - Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; ... humeando y ardiendo como un horno.\* - 113 ¿Cómo descendió El? No en Su Gloria ‘Shekinah’, sino en la ira de Sus juicios\* (¿Ve usted?)*.* - ' ' ' y el humo subía como el humo de un horno, y toda la montaña se estremecía\* - en gran manera. (Hermano, ¡yo no quiero estar allí!)\* - El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés habló, y Dios le respondía con voz tronante. (Moisés habló; no el pueblo, ellos estaban temblando en gran manera.)\* - Y-y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre de la montaña; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre de la montaña, y Moisés subió.\* - Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, y ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos”.\* Ahora quiero bajar un poquito más abajo acá, el 115 y 116 sigue diciendo: - “115 Es mejor que dejemos esa Escritura. Sigan leyéndola, el resto de ella, vean lo que Dios dijo. Y el pueblo dijo: ‘Oh Moisés, habla tú. ¡Ya no permitas que Dios hable! Deseamos ahora no haber pedido esto’. ¿Ven? ‘Que tú nos hables, Moisés. Si Dios habla, todos nosotros moriremos’. ¿Ven? Dios había hecho una expiación.\* - 116 Ahora, ‘La Voz del Trono’. Fíjense en este Trono: ‘delante del Trono estaban las siete estrellas’, la Voz de las estrellas. ‘Voces’, ¿ven Uds.? Había más aquí en Apocalipsis 4, o 5, encontramos: ‘Y del Trono salían relámpagos, truenos y voces’. No una voz; ‘voces’, plural. ¿Qué era? Dios hablándole a la iglesia, reflejándose a Sí mismo a través de los siete Espíritus. ¡Cuando el verdadero ungido de Dios habla, es la Voz de Dios! El rechazarlo es quitar el candelero. ¿Ven? ‘Voces’, la Voz de las Siete Edades de la Iglesia (aquí en la esquina), las voces hablando con truenos y relámpagos”.\* Ahora vea usted que del Trono fue que salieron las voces que fueron oídas ¿dónde? En las siete edades de la Iglesia, voces; cada mensajero tenía la Voz de Dios que salía del Trono, y ellos trajeron el mensaje que le fue dado. Entonces ellos reflejaron la Palabra, ellos reflejaron la luz que vino de la Edad de la Piedra Angular, ellos reflejaron la luz que vino del Trono; pero esas voces estuvieron en esas siete edades. Pero vea usted que Juan cuando sube arriba, o sea, cuando oye, cuando oye hacia arriba desde el Cielo, él oye ¿qué? Dice: “Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y te mostraré las cosas que han de ser después de estas”. Vea usted entonces, cuando Juan mira para arriba, vea usted, en las edades él oyó las voces, las siete voces; pero cuando mira para arriba y ve la Puerta abierta él oye una Voz; y cuando sube arriba él ve un Trono; y sobre el Trono ve, y en el Trono, Uno sentado. ¿Ve usted? Entonces, tenemos que entender que en las edades el trono fueron siete tronos de misericordia que hubieron siete mensajeros; pero cuando… Y Juan vio esos siete tronos, esos siete asientos; pero cuando el sube arriba por la Puerta que está abierta ve un Trono. ¿Qué le parece eso? Abajo vio siete tronos o siete mensajeros ¿ve? Y en ellos, el Señor ministrando a través de ellos. Tronos, siete tronos de misericordia; pero arriba cuando mira y sube, y ve, ve un solo Trono; y sobre él, Uno sentado. Entonces ¿quién será el que estará sentado ahí? Dice aquí en lo que leímos: - 91 ‘Del Trono’. Hablemos de este Trono ahora por unos cuantos minutos. Este no era un Trono de misericordia, el Trono de la misericordia ha terminado; ya no hay misericordia, está sin misericordia.\* Vimos en las edades que esos siete tronos eran ¿qué? Siete hombres; y desde esos tronos salía la Voz de Dios, la Palabra de Dios. Pero vemos que arriba en la Edad de la Piedra Angular hay un Trono. Y desde ahí ¿qué es lo que sale? La Palabra de juicio; eso es nada menos que ¿qué? Apocalipsis 11; porque de la boca de Moisés y Elías ¿qué es lo que sale? Un mensaje de juicio. ¿Ve usted? Entonces ahí en la Edad de la Piedra Angular, ahí está un Trono. ¿Dónde está sentado quién? El Juez, el Rey de Reyes y Señor de Señores. Vea usted que los mensajeros en las edades fueron los tronos. Vemos que, en la Edad de la Piedra Angular, dice ahí, que el mensajero de la Edad de la Piedra Angular ¿es quién? El mismo Señor Jesucristo. ¿Ve usted? Entonces, ya no más mensajeros de las edades de la Iglesia. ¿Por qué? Porque el Señor estará ahí. Pero Él estará sentado en un Trono. ¿Ve usted? Y desde ese Trono Él habla como Rey. Él está sentado y tiene Su cetro como Rey. Por eso entonces, encontramos que desde el Trono es que Él como Rey, como Juez, juzga entre lo correcto y lo incorrecto; y Él juzga justamente. ¿Quién? Él es el Señor. No es el Trono, es el que está en el Trono; el que habla es el que está en el Trono. El Trono solamente es un velo de carne donde Él estará sentado como Hijo de David, y entonces, desde ahí juzgará este mundo que rechazó. ¿Ve? Ahora vea, que Él dijo que regresaría. El Trono de misericordia se convirtió en Trono de Juicio; y después cuando regresa se sienta ¿dónde? En Su Trono. ¿Ve? No en el Trono del Padre, sino en el Trono de Él. Sabemos que Jesús, aquel Tabernáculo de carne, era el Trono del Padre. Allí moraba el Padre, ¿ve usted? Bueno, vemos entonces, que Él se sienta sobre Su Trono. Él entronado ahí gobernará con mano ¿de qué? De hierro, con vara de hierro; juicio sin misericordia. ¿Recuerda usted lo que dijo Dios a través de Elías? ¿Que los días de Ananías y Safira se repetirán? Ahora eso nos lleva al tiempo en que el Señor estaba hablando allá a través de un hombre, de Pedro, y desde ahí vino juicio. Así que, estando nosotros en el tiempo que sabemos que el Trono de Misericordia se convirtió en Trono de Juicio, entonces yo creo que es motivo más que suficiente para nosotros saber en el tiempo en que estamos y saber cómo caminar en esta hora en que estamos caminando. ¿Ve? Con el mismo cetro que Él trae bendición, con ese mismo cetro, que es la Palabra, que es la espada de dos filos, trae también juicio. ¿Ve? Entonces lo mismo… fíjese allá en el tiempo de Noé, las mismas aguas que fueron de bendición para Noé y salvaron a Noé y los que estaban ahí, los ocho que estaban ahí, fueron las mismas aguas de juicio que destruyeron el mundo. ¿Ve usted? Con el mismo cetro en este tiempo, con el mismo cetro que es de bendición para nosotros, con ese mismo cetro extendido de bendición para nosotros, también es de juicio para el mundo. Entonces, vemos ahora la hora en que estamos, vemos que el Séptimo Sello haría ¿qué cosa? El Séptimo Sello introduciría ¿qué? El Milenio. Y ¿qué es el Séptimo Sello? El Séptimo Sello es la Venida del Señor, la Segunda Venida del Señor. Así que, fíjese, todo lo que está ahí señalado que ha de acontecer en ese tiempo… y, mire usted aquí, se lo voy a leer aquí no estamos, como les dije el viernes pasado, que les cité, les dije: Está en el mensaje titulado *Advertencia, luego el juicio*, ahí yo le cité algo, en donde Dios nos habla de que hay muchas puertas. Entonces nos dice, dice… fíjese aquí: - “Usted tiene que depender del espíritu Santo porque la Biblia está escrita en parábolas. Usted no se puede sentar y leerla como un periódico, es oculta. ¡Si, Señor!\* - ¿Cómo justificaría al Señor cuando le dijo a Moisés allá arriba? Dijo: ‘Ahora no hagas ninguna imagen grabada o esculpida… en Sus mandamientos, no hagas ninguna imagen del cielo; ningún ángel ni nada’. No hagas imagen grabada ni esculpida; y aun el mismo día\* (el mismo día que le dio los mandamientos, el mismo día que le dijo que no hiciera ninguna imagen de las cosas que estaban arriba ¿qué dice?) *le mandó a moldear dos ángeles de bronce”.* (¡je!) Bronce, y ¿qué es bronce? Juicio divino. Y ¿cómo viene en Su Segunda Venida el Señor? Como Rey y como Juez con juicio divino, con Elías primero y con Moisés después. Ahí tiene esos dos querubines o arcángeles o ángeles que Él le mandó a moldear de bronce. Dice ahí, Elías dice que eran de bronce. Si usted encuentra en otro lugar que diga que eran de oro, bueno, búsquelo la vuelta a la cosa, porque Elías está diciendo que son de bronce. Bueno, si usted quiere pensar que eran de oro por fuera y de bronce por dentro, pues piénsenlo; pero aquí Elías nos dice que eran de bronce; y la Palabra no se contradice. Así que usted sabe también que, usted sabe que algunas veces también a las prendas, usted dice: “Tengo una sortija de oro”, sáquele el oro para que vea lo que hay debajo, hay otra cosa. Bueno sigue diciendo: - “… y el mismo día le mandó a moldear dos ángeles de bronce, y a colocarlos justo en la Silla de misericordia donde está la misericordia. ¿Ven?\* - Usted tiene que conocer a Dios y Su naturaleza antes de poder entender Su Palabra\* (tiene que entender a Dios y la naturaleza de Dios antes de entender Su Palabra)*. Él tiene la llave para esa Palabra, Él mismo; Él es el mismo que puede manejarla y abrirla, y por tanto Él es quien tiene que revelarla”.* Así que, ya ustedes pueden ver entonces que Él es el que tiene la llave para abrir toda puerta. Él tiene la llave para toda puerta, toda cosa que tenga que ser abierta, toda revelación que tenga que ser dada a conocer, Él es el que tiene la llave para eso, y Él es el único que nos lo puede dar a conocer a nosotros; y para eso Él viene en Su Segunda Venida con Elías y con Moisés; y nos da a conocer, nos abre toda la puerta del Reino de Dios, y nos deja ver todo lo que hay ahí dentro, y entonces podemos ver y entender. Ahora fíjese, vea usted por un momento, vea usted por un momento… finalizando ahí la página 25 dice: - “Hay algunos aquí que gustarán la muerte hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniere en Su Reino. ¡Oh, vaya! ¡Qué declaración! Piense, hace dos mil años que fue declarado; es la Palabra de Dios infalible. Cada Palabra que Él dijo se cumplirá.\* - Ahora si desean buscar Mateo 17, aquí está lo próximo: Cuando Él hubo tomado, unos días después de eso, Él tomó a Pedro, Jacobo y Juan a un monte alto, aparte, para ser testigos\* (¿para qué? Para ser testigos, no para estar hablando como se pusieron a hablar)*; y ellos viendo el Reino de Dios, viniendo en poder, y ellos viendo la venida del Reino de Dios mostrado* (la venida del Reino de Dios mostrado)*. ¡Amén! Ellos fueron traídos a ver el Reino de Dios en ensayo mientras venía. La introducción del Milenio. Ellos vieron el ensayo”.* ¿Qué es la introducción al Milenio? Bueno, lo que es Pedro, Jacobo y Juan vieron, ¿ve? La introducción al Milenio, es nada menos que, ¿qué? ¿Qué es lo que introduce al Milenio? Mírelo aquí \[*Los Sellos*, página 464\]: - “139. Al final de este Séptimo Sello es el fin de la edad de la Iglesia; es el fin del Séptimo Sello, es el fin de las Trompetas, es el fin de las Copas y aun es el fin de la entrada al Milenio. Todo eso es contenido en el Séptimo Sello”.\* ¿Y qué es El Séptimo Sello? La Segunda Venida del Señor con Elías y Moisés, la introducción al Milenio ¿dónde está? En el Séptimo Sello. ¿Ve usted? ¿Qué vieron ellos? la introducción al Milenio, la Segunda Venida del Señor con Elías primero y con Moisés después. Entonces, bueno, yo creo que en esta noche, pues el señor no ha estado dejando ver muchas cositas de las cuales están detrás de esta Puerta abierta que Juan vio en el Cielo. Cuando Juan lo vio y subió, porque se le dijo: “Sube acá”, la promesa fue: “Y yo…” esa Voz le dijo: “Y yo te mostraré las cosas que han de ser después de estas, después de las edades de la Iglesia. Y esa Voz ¿es qué? La misma Voz que oyó en las edades de la Iglesia a través de los mensajeros de las edades. Ahora la oye arriba; y cuando la oye y sube, ve a uno sentado en el Trono. ¿Quién será el que está hablando? El que está sentado en el Trono. ¿Ve usted? Lo que pasa es que cuando hablamos de trono, de silla, siempre pensamos en silla de madera o de metal, y no pensamos en sillas de carne. ¿Ve usted? Entonces, sabemos que si las sillas, las siete sillas de misericordia o los siete truenos o asientos de misericordia conforme a cómo fue leído aquí, que no fui yo el que lo dijo sino que fue Elías, dice: “…siete manifestaciones del Espíritu Santo de las siete edades de la Iglesia en los siete asientos de misericordia para la gente”. Allá fueron siete asientos de misericordia para la gente; acá, un solo asiento, y de juicio para el mundo; y el que está ahí, ¿quién era el que estaba allá en los siete asientos, en los siete mensajeros que eran los siete asientos? Siete asientos de carne, siete tronos de carne, ¿quién era el que estaba? El Señor como Hijo de Dios. Pero en el último, se cambió de Hijo de Dios ¿a qué? A hijo de David. Y después terminó, salió, terminó Su trabajo, se fue, terminó con ese asiento, y cuando regresa, pues regresa y se sienta ¿dónde? En un asiento de carne, que es que ¿qué? ¿Qué es lo que ministra Apocalipsis 11? Juicio. ¿Ve usted? Entonces Dios a través de Apocalipsis 11 ministra como hijo de David, Rey de Reyes, Señor de Señores, como León, ministra juicio para este mundo. Todas las plagas, todos los juicios son como fueron allá en Egipto. Porque Egipto representa ¿qué? El mundo. Y todos los juicios que vinieron a Egipto, ese mundo gentil, ese pueblo gentil representando el mundo gentil de hoy, primero ¿qué fue lo que pasó? Salieron de la mente de Dios y llegaron al corazón de Moisés. Ahí se velaron en carne. Y vean que esto vino gradualmente; se velaron ahí en carne, al velarse en carne, entonces Dios le decía: “Ahora, habla”. ‘Habla’ ¿qué iba a hablar? Pues lo que Dios le había dicho. Entonces él tenía que hablarlo luego de haberse hecho carne dentro de él; lo hablaba y entonces acontecía; y así encontramos que todas las plagas que vinieron a Egipto, vinieron de parte de Dios a través de carne humana. ¿Ve usted? Entonces vemos que el pensamiento de Dios es ¿qué? El pensamiento de Dios luego viene a ser hablado y se convierte en la Palabra; y luego de convertirse en la Palabra, luego se hace ¿qué? Carne. Luego se materializa alrededor de esa Palabra hablada, Él cumple lo que es hablado. Por eso Moisés tenía que hablar y venía el juicio. Y así es entonces es este trono de juicio. Si Moisés fue un lugar a través del cual Dios ministró juicio para el mundo, Moisés seguirá siendo ¿qué? Un lugar, un trono a través del cual Dios ministrara juicio para el mundo. El juicio del mundo gentil es ministrado a través de ese Trono, de ese Asiento de Juicio. ¿Ve usted? En Moisés allá estaba ¿Qué? La Palabra velada en carne humana; por eso él hablaba y se cumplía lo que él hablaba. Entonces, fíjese cualquier persona, antes de Moisés hablar, antes de Moisés hablar, y quiero que vean algo ahí, antes de Moisés hablar, cualquiera podía habla y nada acontecía; Moisés hablaba y entonces acontecían las cosas. Entonces venía cualquier imitador a hacer lo mismo, para tratar de decir: “Bueno, nosotros podemos hacer lo mismo, podemos hacer piojos, podemos traer plagas también, podemos traer granizo; podemos producir el agua, podemos convertirla en sangre también como tú”, entonces en vez de beneficiar a los egipcios, aquellos personificadores lo que hacía era ¿qué? Que las plagas se multiplicaran. ¿Ve? Entonces, imagínese, para lo que sirven los personificadores. Entonces encontramos que siempre habrá molestosos, y más en el tiempo de Moisés; pero ¿qué pasará? Personificar a lo que personifican, eso le es de juicio. Mire lo que le pasó a Datán y Coré, mire lo que le pasó a ellos, y entonces usted verá lo que le pasará a todos los personificadores. Ahora en el tiempo de aquel del Monte Sinaí, allá la cosa era algo tremendo; allá la cosa era algo, algo muy tremendo que el pueblo estaba temblando; aún Moisés estaba temblando también, no crea que él no estaba temblando; él estaba también temblando porque se estaba llevando a cabo algo en donde Dios estaba presente y él estaba allí presente, y aquello era lo que también acontecería en el tiempo final: El señor vendría y se posaría sobre la cumbre del Monte, y entonces sería establecido un Trono de Juicio. Ahora, vemos la hora en que estamos viviendo, vemos que el tiempo en que estamos es un tiempo más grande del que nosotros nos podemos imaginar, es un momento muy serio que el que nosotros podemos imaginarnos; es un tiempo en que Él está en la cima de la montaña, es un tiempo en que las gentes tienen que mirar cómo hablan. ¿Por qué? Porque en la Primera Venida del Señor, cuando Él vino se burlaron de Él, se mofaron de Él. Luego cuando vino en Su Segunda Venida, pero todavía como, como ¿qué? Como Intercesor, como Sacerdote, dice que le afrentaron, dice que le menospreciaron, se burlaron de Él; pero luego cuando se convierte el Trono de Misericordia cuando se convierte en Trono de Juicio, y Él cambia de ministerio, entonces ya la cosa, la cosa cambia. ¿Ve? Ahora vemos, que todos también cuando estuvo en Elías como Hijo de Dios, en Elías antes de terminar las edades, los que hablaron en contra de la manifestación del Señor en Elías, aún antes del 63, ellos cruzaron la línea. ¿Qué de lo que hablan después del 63? Por lo tanto, entonces, tenemos nosotros que tener mucho cuidado por causa de la hora en que vivimos, porque es el tiempo en que el Trono… el Trono está ¿dónde? En donde Juan subió. Ahí es donde está el Trono, ahí es el lugar donde Él subió, y ahí es el lugar desde donde Dios habla juicio; por lo tanto, siendo ese lugar un lugar de juicio, entonces nosotros tenemos que ser muy cuidadosos en la hora en que nosotros vivimos, para no fallar en este tiempo; porque si fallamos… bueno sí fallamos, entonces, la cosa no es como era en el tiempo de las edades de la Iglesia. Será entonces ¿qué? Muy diferente a como fue en las edades de la Iglesia; y si es muy diferente, si es muy diferente entonces nos conviene ¿qué? Nos conviene tomar las palabras que dijo ¿quién? (el proverbista me parece que fue), si no fue el proverbista fue el salmista que dijo: “Sea todo hombre, todo hombre presto para oír y tardo para hablar”. \[Santiago 1:19\]. Entonces yo creo que nuestros oídos y nuestros corazones deben estar en la mejor disposición para ¿qué? Para oír todo lo que Dios tiene para nosotros. Es un tiempo más grande y más importante del que nosotros nos podemos imaginar, es un tiempo en que usted tiene que tener mucho cuidado. Recuerde, que este es el tiempo, en que los que pecan voluntariamente no hay ¿qué? No hay Sangre para ellos. ¿Por qué? Porque ya salió de allá. Por lo tanto, entonces los que pecan voluntariamente, tienen que saber entonces la hora en que estamos y no jugar con la Palabra del Señor; porque estamos en el tiempo más grande de todos los tiempos. Fíjese, Dios le mostró a Pedro, Jacobo y Juan, porque Él les dijo: “Muchos de ustedes no gustarán la muerte, hasta que vean al Hijo del Hombre viniendo en Su Reino”. Viniendo en Su Reino, y se lo mostró; y luego, más adelante les hizo una promesa a uno de esos tres; una promesa igual a la que le había hecho primero a algunos de aquel grupo de los discípulos; a uno de los tres que subió allá y vio lo que acontecería *acá*, después le dijo le dijo, cuando Pedro le preguntó al Señor: “Bueno mira…” cuando el Señor le dice a Pedro: “Bueno mira, ¿me amas?” Ya ustedes saben la conversación. Entonces luego el Señor le dice: -Pues mira, apacienta, pastorea mis ovejas. Luego el Señor sigue caminando y Pedro se va detrás del Señor y le dice: -Mira Señor, Tú me has puesto esta responsabilidad (bueno, era de los que estaban tratando) y me has dicho todas las cosas con relación a mí, ¿qué de este? ¿qué de Juan? El Señor le dice: -Bueno, sí yo quiero que él quedé hasta que yo venga, ¿qué a ti? Juan vio la venida del Reino, la Segunda Venida del Señor dos veces allá; porque el Señor cumplió lo que Él prometió, se lo cumplió a Juan en el capítulo … \[corte de audio\]… …Cuando Dios subió a Juan y él entonces vio todo lo que él vio. Allá primero cuando estuvo con Pedro, Jacobo y Juan vio encima de la montaña en la parte de arriba, fue subido (fueron subidos) y a la parte de arriba, allá en el Trono, que es la parte de arriba de la montaña, allí estaba el Señor y estaba Moisés y Elías. Luego en Apocalipsis 4, Dios también le dice: “Sube acá”. Allá se lo dijo a tres y acá se lo dice a uno. Dice: “Sube acá”, porque es ¿quién? El Señor el que está hablando, el Señor desde Su Trono. Entonces le dice: “Sube acá”. Y ya sabemos que Juan representa ¿qué? Juan representa los escogidos del señor subiendo en el rapto, subiendo la Edad de la Piedra Angular; eso es un rapto espiritual. ¿Ve? Entonces, ahí cuando Juan ve la puerta abierta y subió arriba, y vio un Trono allá arriba y uno sentado en ese Trono, ahí el Señor le cumplió a Juan lo que Él le prometió. Ahí se lo cumplió. Entonces vemos que eso es más grande de lo que usted y yo podemos imaginarnos. Es tan grande que no hay palabras para expresarlo. Es tan grande que yo le puedo decir a usted: Yo estoy temblando. Yo realmente estoy temblando con las cosas que estoy viendo ahí arriba. No crea que las cosas que se ven ahí arriba son como las vimos abajo en las edades de la Iglesia. No señor. Arriba lo que se ve ahí, es tan grande que no hay palabras para expresarlo. En las edades de la Iglesia lo que se vio fue un reflejo de lo que había arriba. O sea, que lo que se vio… y fíjese, un reflejo, ¿y qué es un reflejo? Usted coge, fíjese, usted toma el sol; el sol de día alumbra, pero de noche usted no lo ve alumbrando; entonces la luna refleja la luz del sol, y cuando usted ve la luna usted puede mirar a la luna así directamente; y en la luna, en las edades de la Iglesia, en cada edad, lo que se estuvo viendo fue un reflejo del sol. ¿Ve usted que podía mirar y no le cegaba los ojos? No le pegaba los ojos lo que veo ahí. Por ejemplo, fíjese, fíjese en una de las edades de la Iglesia (no sé si fue la edad de Filadelfia) el señor ahí le habla del Nombre nuevo, le habla de que Él pondrá sobre el Vencedor el nombre de Su Dios y el Nombre nuevo de Él y el Nombre de la nueva Jerusalén; pero cuando el mensajero de esa edad predicó, lo que habló no le cegó a nadie los ojos. ¿Por qué? Porque ellos solamente reflejaron… reflejaron ¿qué? La luz la luz de la edad del Trono, la luz de la Edad de la Piedra Angular; porque la luz de la Edad de la Piedra Angular es ¿qué? Es la luz del Sol en toda Su plenitud alumbrando; y ahí no hay noche, ahí tampoco hay que mensajeros de las edades de la Iglesia. Ahí el que está será el mismo Señor en Su Trono de juicio para Él mismo darnos Su Mensaje de Jubileo. Que fue lo que leímos. ¿Y cuál es el Mensaje de Jubileo, de alegría, de regocijo? El Mensaje del Año de Pentecostés. ¿Por qué? Porque el Mensaje del Año del Pentecostés es el Mensaje del Año del Jubileo; entonces Él mismo es el que lo dan desde Su Trono. La Trompeta es sonada y es oído el Mensaje. Ahora, fíjese, vemos que en las edades, en las edades no fue no fue como en la Edad del Reino, que la Edad de la Piedra Angular. Déjeme ver si por aquí se lo consigo… (¿qué hora será? hoy es más temprano que el viernes). Déjeme… ya estoy terminando, no quiero tomarle mucho tiempo, ya que estando en la edad o en el tiempo del Trono y no de misericordia, sino de juicio, no nos gustaría a nosotros que cualquier hermano salga protestando, salga quejándose. Por eso yo desde el principio les he dicho: El que venga, venga preparado, porque no queremos que nadie vaya a venir y después pensar o decir: “El culto se extendió”, y ponerse a hablar. Recuerde que conforme a la enseñanza que estamos teniendo en esta noche, es un Trono de Juicio. Por lo tanto, entonces usted, usted si viene, venga preparado; si no, no venga nada. Estamos hablando claro ¿verdad? ¿No fue eso lo mismo que dijo el Señor en una ocasión cuando comenzaron a irse la gente? porque dijo algo, algo un poquito, usted sabe delicado. Bueno, dijo: “El que no come mi carne y bebé mi sangre, no tiene vida permanece siente en sí”. \[San Juan 6:56\]. Y dice Dios a través de Elías que eso lo dijo porque había muchos y Él quería que se fueran los que tenían que irse. Entonces dijo eso y luego de decir eso… y no entendieron, empezaron, usted sabe a sentirse incómodos, y bueno: -Y ¿quién es este? -Este es un vampiro, como decían allá en el templo, decían que éste era un loco, era un fanático; solamente un loco puede decir que hay que comerle la carne y hay que beberle la sangre. Y no lo explicó; después lo explico San Pablo, allá lo explicó lo que era comer Su Carne y beber Su Sangre. Pero Él no lo explicó sabiendo el efecto que iba a hacer; y después traes eso, después le dice, le dice que hay que comer la Carne y beber la Sangre de ¿quién? Del Hijo del Hombre. - ¿Del Hijo del Hombre? Si este lo conocemos nosotros, sabemos que es de Nazaret, hijo de José. Bueno, ¿y qué si vieras al Hijo del Hombre que sube donde estaba primero. Si lo primero que dijo fue duro, lo otro fue algo que dio directamente en el lugar que ellos tenían delicado, y cual lugar ellos tenían, que en el momento que le tocaran eso… Y eso era lo que ellos estaban esperando. “No, no, en el momento que nosotros veamos malas y no buenas…” Oh, eso era lo que estaban esperando. Pues entonces el Señor le dice una verdad y después le dice otra grande también, y no se las explica. Eso es lo que le pasa a los que están buscando faltas, eso es lo que le pasa a los que quieren tropezar; eso es lo que le pasa a los que cuando el Señor viene como Él lo prometió se ponen a buscarle falta, pues van a oír muchas cosas donde van a tropezar; y serán verdades predicadas y tropezarán por ser molestosos, ¿ve? Y ¿para qué queremos molestosos aquí que están buscando falta? Si aquí fíjese, mire, el Señor viene y cuando nos mira a nosotros, ¿cómo nos mira? Justificados. “A los que predestinó, a estos también llamó; a los que llamó, a esos también justificó. A los que justificó, a estos también santificó. A los que santificó, a estos también glorificó”. Y usted buscándole faltas a Dios en la forma en que Él viene en Su Segunda Venida con Elías primero y con Moisés después. ¿Usted cree que eso delante del Trono de Juicio, qué usted cree de eso? ¿Qué usted cree de eso? ¿Qué usted cree de uno que se ponga a buscarle falta a un rey? (¿mm?) ¿Usted cree que el rey debe extender su cetro para misericordia? Dice que es juicio sin misericordia lo que hay en ese Trono. Así que nosotros estando en la Edad de la Piedra Angular, habiendo subido como Juan subió, y viendo las cosas que Juan vio; porque desde ¿dónde salía la Voz? Desde el Trono. Para nosotros oír la Voz del que llamó a Juan, desde ¿dónde entonces la vamos a oír? Si tiene que ser desde un trono de carne. Pero así como oímos la Voz de bendición, sepa que es un Trono de Juicio; sepa que el juicio también comienza por ¿dónde? Por la Casa del Señor. “Y si el justo con dificultad se salva, ¿dónde aparecerá el infiel?” \[Primera de Pedro 4:18\]. Eso no son los que están fuera. El infiel y el pecador, los que están fuera. Así que el Señor le tiró esas dos revelaciones tremendas con relación a ¿quién? Al Hijo del Hombre que estaba allí. Con relación ¿qué? A la Primera Venida del Señor. ¿Dónde tropezaron? En la Primera Venida del Señor en carne humana, en el Trono de Misericordia donde estaba metido. Ahí fue que tropezaron. Tropezaron con el velo de carne, con el Trono donde estaba el Señor como Sumo Sacerdote. Entonces nosotros tenemos que tener mucho cuidado, porque un tropezón en el Trono o con el Trono (¡je!) el Señor, bueno, allá en aquellos tiempos cuando estaban tropezando en el Trono o con el Trono, Él decía: “Yo les perdono por esta, pero cuando venga el Espíritu Santo (¡je!) …” y eso es ¿cuándo? Cuando venga en carne humana de nuevo; cuando regrese (¡je!) el que hable algo, ya sabe lo que le espera. Así que, sabiendo nosotros estas cosas, entonces tenemos que estar conscientes de la hora en que estamos; y lo que ustedes y yo no entendamos: tardo para hablar, presto para oír. Es el mejor consejo que se les puede dar ¿verdad? ¿Por qué? “Porque con el corazón se cree, pero con la boca se hace (¿qué?) se confiesa para salvación”, pero también con la misma boca muchos confiesan para ¿qué? Para perdición, para traerle blasfemia contra el Espíritu Santo, lo cual no tiene perdón ni en esta Tierra, ni en este siglo, ni en el venidero. Así que no hay perdón para eso. Por lo tanto, entonces, deseamos ser personas reservadas, calladas; lo que no entendamos, nos callamos la boca. Si usted no puede creer lo que ve estando arriba porque lo encuentra muy grande, cállese la boca. ¿Ve? Aquellos allá en la Primera Venida del Señor no podían creer lo que estaban viendo en ese Trono de Misericordia, y se pusieron a hablar. ¿Ve? Así que, en esta hora, Juan vio todo y lo creyó todo; y quiso escribir también. Pero esto no es por lo que escribió Juan, esto es por lo que Dios habla y revela a través de Elías y Moisés; porque Juan lo creyó porque lo que oyó, porque vino a este tiempo. Y ninguno de ustedes puede creerlo porque Juan se lo diga, sino porque usted mismo se tiene que enfrentar a lo que Juan se enfrentó y él creyó. Y si Juan creyó, él lo condenará a usted si usted no cree; él será testigo de lo que él vio lo mismo que usted ve; y él pudo creer y quiso escribir, pero no le fue permitido. ¿Por qué? Porque los de este tiempo tenían que enfrentarse a lo que él se enfrentó para creer, no porque le cuenten, porque lo ven con sus propios ojos. Bueno, fíjese en las edades de la Iglesia, pues, solamente una parte fue contada; del mensaje de cada edad una parte nada más fue contada; el resto se quedó sin conocerse. Pero con lo que le fue contado en cada edad, y se lo contó cada mensajero, con eso fue suficiente para sellar a los escogidos de cada edad y acostarlos a descansar. Pero sin nosotros ellos no pueden ser ¿qué Perfeccionados, no pueden llegar a la perfección. ¿Por qué? Porque ellos lo que tenían era una porción; una porción de la luz que se reflejó a través de cada estrella, que era cada mensajero. Imagínese. con la luz de que estrella pues no se puede examinar en la plenitud de la luz del sol, porque las estrellas salen por la noche; la única estrella que se ve de día (casi) es la estrella de la mañana. En la tarde como que aparece otra también ¿verdad? Ya en la tarde empieza a por ahí a verse, pero la de la mañana entonces lo que está anunciando es ¿qué? Que ya está esclareciendo. Bueno, ahora fíjese, en las edades ni la mitad se dio a conocer; no lo digo yo. Encontramos que alrededor del Trono había ¿qué? Un arcoíris, alrededor; y el arcoíris tiene siete colores; pero en las edades de la Iglesia, en las edades de la Iglesia solamente había que había un arco; un arco es medio círculo, y siendo siete edades de la Iglesia cada una de las edades de la Iglesia tenía un arco de un color, la otra del otro, lado de lo otro, y entre todos tenían los siete colores. Pero ¿qué? Solamente un arco, no el círculo completo. Por lo tanto, todas las edades de la Iglesia juntas lo único que tenían era la mitad (o ni la mitad) de la Palabra de la Edad de la Piedra Angular. En dónde único está toda la Palabra, toda la revelación es en la Edad de la Piedra Angular, porque esa es la que tiene ¿qué? La que tiene el arco circular, el arcoíris rodeando el Trono; las demás edades solamente tenían la mitad del arco y solamente un color. Así que, fíjese, la edad primera tenía ¿qué? Una séptima parte de la mitad; y hasta dónde llegaron con eso. Pero no pudieron llegar a la perfección ni su mensajero tampoco. ¿Ve? La segunda tenía una séptima parte de la mitad; y así cada una tenía una séptima parte de la mitad. Y encontramos entonces qué ni la mitad se contó o se predicó en las edades de la Iglesia. Fíjese, encontramos en una de las edades de la Iglesia que el Señor les habla del Nombre nuevo, les habla que les dará Su Nombre nuevo y le dará la Piedrecita blanca a una de las edades, y el mensajero de esa edad no dio a conocer cuál era el Nombre nuevo del Señor. ¿Por qué? Porque ni la mitad le fue contado a los que vivieron en esa edad. Todas las edades juntas tienen la mitad del arcoíris o la mitad del círculo. Así que, mire usted no tiene de que lamentarse: “Oh, me hubiera gustado vivir en el tiempo de San Pablo, ese profeta tan poderoso”; era profeta, apóstol, evangelista, pastor (pastoreó 3 años o 2 años) bueno, era un ministro que en cualquiera de los ministerios cuando hacía falta, él se enfrentaba a ellos; porque un profeta puede ministrar en cualquiera. ¿Ve? Entonces ministró en todos; pero cuando aparecía el pastor decía: “Ahora, quédate aquí, Timoteo, yo tengo que seguir en el mío”, ¿ve usted? Pero mientras no, pues no podía dejar al pueblo a la deriva para que viniera el diablo y abusara de ellos. Ahora, vemos entonces que ni la mitad fue dicha. Bueno, mire, vamos a ver rápidamente. Vamos a entrar rápidamente a esto leyéndolo, ya que se lo he explicado, ya lo que falta entonces es leerlo ¿verdad? Déjeme ver, está por aquí; página 38 y 39, 38 y 39 del mensaje… vamos a leer la 39 nada más, del mensaje titulado *Revelación, capítulo IV, parte II*, párrafo 182 en adelante. Podemos empezar antes usted después; déjeme ver, voy a empezar en el 180, hay algo aquí importante. Dice \[página 30\]: - “175 Lo mismo que vio Juan: Jesús, el pacto de Dios aceptado rodeando los cielos. Y alrededor de Él había un arco iris alrededor del Trono, semejante en aspecto a una esmeralda, Luz verde ámbar alrededor del Trono. ¡Alabado sea Dios!\* - 176 ¡Observen! El de Noé se compuso principalmente de… El arco iris de Noé se compuso principalmente de siete colores. Cualquiera sabe que el arco iris tiene siete colores. Ahora, ¿cuáles son los colores?\* (y ahí comienza a describir) *Rojo, anaranjado… violeta. No, rojo— rojo, anaranjado… verde, azul, índigo y violeta. Esos son los colores del arco iris. Ahora, tenemos una cosa profunda aquí…”* ¿Usted cree que Dios con un arcoíris así y después decir: ‘Pondré mi arco’ y seré una cosa así que no tiene nada de significación en el Plan de Dios? - “…tendré que tocar los puntos sobresalientes de ellas porque se está haciendo muy tarde. Ahora, recuerden, anaranjado… o, rojo, anaranjado, amarillo, verde, azul, índigo y violeta.\* - 177 Ahora, si Uds. se fijan, siete. Observen. Siete arcos iris… siete colores, quiero decir, un arco iris de siete colores. ¡Eso significaba siete arcos! Siete arcos, siete iglesias reflejando siete luces, cada luz envuelta dentro de la otra. Comenzó con rojo, rojo. Después del rojo viene el anaranjado, el cual es un reflejo del rojo. Después del anaranjado estaba… después—después del anaranjado viene el amarillo, el cual es rojo y anaranjado mezclados, eso hace amarillo. Luego verde. Verde y azul hacen negro. Luego viene el índigo. Y luego después del índigo viene el violeta, que es una parte de azul. ¡Aleluya! ¿No ven Uds.? Dios, en Su arco iris de siete colores, Su pacto que Él hizo, un pacto que confirmó Siete Edades de la Iglesia, de siete colores, que Él salvaría a la tierra.\* - 178 ¿Qué haría Él? Recuerden, Él lo hizo con la tierra, Su color.”\* Ahora recuerde que una cosa es la tierra literal con el arcoíris literal y otra cosa es la Tierra espiritual, que es la Iglesia de las edades de la Iglesia con el arco sobre ella, su Pacto. - “Pero ahora observen. Este arco iris solamente, horizontalmente, solo cubre (en un arco), la mitad de la tierra”.\* O sea, cubre la mitad de la tierra. Usted ha visto el arcoíris, usted lo que ve es ¿qué? La mitad, cubre la mitad. - “Eso es todo lo que el arco iris de Noé coloreó, solo… cubrió solo la mitad de la\* - tierra. Era en un arco, eso es todo lo que uno puede ver. Pero cuando Juan lo vio a Él en Su color de esmeralda, Él rodeó todo el Trono de Dios. La mitad aún no ha sido contada. Él cubrió… Él solo…la tierra solo hace un arco, solo es la mitad de él; esas son las edades de la iglesia.\* - 179 Pero cuando Juan lo vio a Él en este color ámbar, el color ámbar, Él rodeó y cubrió alrededor como un halo. ¡Un halo! \[El Hermano Branham se detiene y da golpecitos en algo para ilustrar.—Ed.\] ¡Un halo de color ámbar rodeó Su ser! ¿Ven? Un color, un Dios sobre todos, por todos, y en todos, pero hay Siete Edades de la Iglesia.\* - 180 Observen un gran diamante”.\* Ahora vemos que el Trono de Misericordia luego se convirtió en Trono de Juicio, y después vemos que ese Trono de Juicio, vemos que se Trono de Juicio estaba rodeado con ¿qué? Con el arcoíris. ¿Ve? Y Elías primero y Moisés después son ¿qué? Trono de Juicio. Por eso usted encuentra que en el retrato que le sacaron a Elías, que tenía ese retrato donde él está predicando, ese retrato en colores, donde los lirios están frente de él, ¿qué pasó ahí? Ahí lo que sucedió fue que fue visto ¿quién? Fue visto el arcoíris alrededor del Trono; fue visto el arcoíris alrededor de ese Trono de carne, fue revelado. Ahí estaba los colores del arcoíris, eso es lo que él explica en un lugar ahí. Entonces vemos que eso se cumplió y se sigue cumpliendo. Vemos que el Trono de Juicio: Elías y Moisés, viniendo el Señor en Su Segunda Venida como Juez, en Elías primero y en Moisés después, el arcoíris está sobre el Trono; el arcoíris está ahí. Y en esta edad, como edad, la Edad de la Palabra, ahí tenemos el arcoíris alrededor del Trono. Por lo tanto, ahí ¿qué? Ahí no hay ni la mitad del mensaje; ahí no hay la mitad de la presencia de Dios. En las edades de la Iglesia había una porción de la presencia de Dios en cada mensajero; por eso había una porción de la Palabra de Dios en cada mensajero. Y eso era lo que podía ser visto. Pero en la Edad de la Piedra Angular, ahí está la presencia de Dios, el mismo señor sentado en Su Trono. Pero es Trono de ¿qué? De juicio. Está ahí el arcoíris alrededor del Trono y estamos nosotros ahí dentro, estamos nosotros en esa edad metidos y el arco está dándonos. Así que estamos ¿cómo? ¿dónde? Dentro del Pacto de Dios. ¿Por qué tiene miedo? ¿Por qué tiene temor? ¿Por qué piensa usted algunas veces que si será o no será un predestinado? ¿Por qué piensa usted algunas veces porque si se irá o no se irá? ¿Dónde se encuentra usted? ¿Dónde está usted? Usted sabe dónde está de acuerdo lo que ve. Bueno, si está metido en la edad de Wesley, pues lo que usted ve es ¿qué? Santificación. No. Ni es justificación; por lo tanto, usted puede pensar una fumadita o un palito o una cosita de esa, eso no es nada. ¿Ve? Está bastante abajo. Si tan siquiera estuviera en la de Wesley podía ver que eso está fuera de lugar. Bueno, pero si usted lo que está viendo es ¿qué? La restauración de los dones, bueno, usted ve las cosas de acuerdo al lugar donde está; y al ver la restauración de los dones y estar metido es porque está metido ahí. Y ya el mensajero, esa estrella habiendo sido quitada, que era el que reflejaba la luz todo está en tinieblas. Por lo tanto, aún la restauración de los dones y el uso de los dones, aún en la edad de Laodicea lo están haciendo a ciegas. Por eso el diablo los tiene engañados y hace con ellos lo que él quiere hacer, porque el diablo ha colocado su trono… fíjese, el diablo ha colocado su trono, su silla ¿dónde? En la edad de Laodicea. ¿Ve usted? Entonces él se ha entronado ahí, por lo tanto, está entrenado ahí, ¿quién lo va a sacar de ahí? No hay quien lo saqué de ahí; pero los que están ahí no pueden salir de ahí. Entonces de ahí salimos nosotros y van a salir más, van a salir más de ahí ¿por qué? Porque es una promesa del Señor. Él prometió que de ahí habría de salir un pueblo, y tiene que salir. ¿Usted quiere que usted quiere que se le enseñe dónde está? Mírelo aquí. Dice… dice una hermana; este es el sueño que el hermano Branham tuvo de la gente que él vio allá en un lugar, una cárcel oscura, una cárcel con barrotes, un lugar malísimo, y estaban como locos la gente; eso no es otra cosa que la edad de Laodicea. Entonces dice que una señora le dijo, una mujer, le dice le dice \[*Citas*, página 164, párrafo 1458\]: - “\*(Hermano Branham) *Y ella estaba llorando, diciendo ‘Libre la gente, hermano Branham’ Dijo... dijo, ‘Ayúdenos estamos en aflicción’ Ella misma, la conozco ella pertenece a la... creo que la Iglesia de Cristo, o la Iglesia Cristiana, llamada Iglesia de los* - Hermanos. Así ella... Miré alrededor, y dije, ‘Yo quisiera poder’ Y seguí mirando alrededor; y yo... mi cuerpo muy pequeño\* (en ese tiempo vio su cuerpo muy pequeño) *…”* Bueno, ¿no sería que estaba viendo el cuerpo de Moisés? Este es el tiempo de liberación. Es el tiempo del Programa de libertad, es el tiempo de la proclama del Año del Jubileo. - “… y yo... mi cuerpo muy pequeño y... y esas barras muy grandes de hierro, y esa pobre gente allí adentro. Y Ud. no podía llegar a ellos, esas barras de hierro estaban de cerca, juntas. Y miré, y ellos estaban golpeándose la cabeza…”\* Bueno, usted sabe los mucho pisotones y golpes de cabeza que se dan allá adentro, usted sabe; los que salieron de allá saben los pisotones que llevaron; y tanto los pisotones y golpes de cabeza en lo literal cómo lo espiritual, porque no espiritual es peor; están dando con la cabeza en la pared y hasta en el suelo ¿ve? Dando coces contra el aguijón o los aguijones. Bueno, todos los aguijones, pues ya usted sabe que somos todos nosotros. - “Y vi algunas luces vacilando alrededor allí adentro. Y miré hacia arriba…”\* Siempre hay que mirar hacia arriba, ¿verdad? Juan miro hacia arriba y ahora él dice: - “Y miré hacia arriba, y allí estuvo parado el Señor Jesús con una... unas luces de arco iris alrededor de El. El estaba mirando bien directamente a mi; dijo, ‘Libra esa gente’ Y El se fue. Y pensé, ‘Pues, ¿Cómo podría yo librarlos? Yo... yo no tengo fuerza suficiente en mis brazos para romper esas barras’ Así que dije…”\* ¿Ve? No podía con la fuerza; y también la Biblia dice: “No es con ejército ni con fuerza, más con mi espíritu, ha dicho el Señor”. \[Zacarías 4:6\]. Y eso está hablando de ¿qué? De la Segunda Venida del Señor. Entonces, pues como no tuvo fuerza ni política, ni teológica, ni física, ni de ninguna manera para sacar a esa gente de allá adentro, Pues dijo: - “… Así que dije: ‘Casa de Infierno, ríndete en el Nombre de Jesucristo’”\* ¿Qué le dijo a la edad de Laodicea? ¿casa de quién? Del infierno, si es el Edén de Satanás. Identificó ese lugar: “No, que, si estamos en la edad de Laodicea, en la séptima edad, estamos allá como locos muy contentos” (aparentemente). “No, si, que estamos contentos”. Usted sabe que los locos son los que más hablan lento, ¿ve? Ahí están caminando como loco sin saber la hora en que estamos viviendo. ¿Y dónde estaba él? Estaba afuera, el Señor, fuera; entonces identificó esa edad, identificó la edad de Laodicea, la edad pentecostal, como ¿qué? Como casa del infierno; ahí lo tiene. La identificó como el Edén de Satanás. “Casa del infierno, ríndete en el Nombre del Señor”. ¿Tiene el Señor un Nombre nuevo? - “… y todo el recrugir y toda la detonación, y... y las rocas rodando, y... y barras cayendo; y gente corriendo, gritando ¡Libertados! Y gritando a lo alto de su voz\* (o sea, a voz en cuello)*, y todo fue libertado. Y yo estaba gritando entonces* (cualquiera) *‘Hermano Roy Borders, ¿Dónde esta Ud? ¿Dónde está? ¡Dios está librando a Su gente! ¿Dónde está, hermano Borders?”* Bueno, si usted lo busca, ya en el mensaje titulado *Obras de Fe Expresadas*, por allá por la página 4 al 6, usted podrá leerlo allá también. Esto fue la página ¿qué? Página 163 y 164 del libro *Notas*, párrafo 1458. Así que, ¿ve usted dónde estamos? Mire usted, el Señor cómo apareció con el arcoíris alrededor de Él; y para libertad ¿qué fue lo que hizo? Le dijo: -Libértalos tú. -¿Cómo? -A través de ese cuartito chiquito que tienes ahí para usar. Era muy pequeño, pero no era cosa de tamaño, era cosa de hablar de la Palabra del cuarto Elías, regresar y venir en el quinto Elías; ser hablada y entonces siempre que Moisés aparece es ¿qué? El libertador; y de Sion para los hebreos, de Sion vendrá ¿quién? “El libertador”, dice la Escritura. ¿De dónde saldrá Moisés para los judíos? De la Edad de la Piedra Angular. ¿Ve usted? Entonces, vean ustedes la hora en que estamos, vean ustedes entonces que ninguna de las edades fue dicho todas las cosas que serían dichas en la Edad de la Piedra Angular; y juntando todas las edades juntas, ellos solamente tuvieron ¿qué? Tuvieron el reflejo de cada uno de los truenos. Cada uno de los mensajeros tuvo un trueno; pero con lo que habló no dijo ni la mitad. Es más, una séptima parte fue lo que habló y algunos ni completa. Así que, entonces los truenos sí sonaron en las edades de la Iglesia a través de cada mensajero; sí sonaron, fue el mensaje de cada mensajero; pero ni la mitad se dijo, ni la mitad fue oído; porque ellos solamente ¿qué fue lo que hicieron? Ellos solamente lo que hicieron fue hacer una reproducción de los truenos; y luego cuando se recopila todo lo que esos truenos dijeron en las edades de la Iglesia ni la mitad fue oído ni dicho. Por lo tanto, la otra mitad con lo que ya fue dicho, entonces ¿dónde se encontrará? Todo completo, todo completo se encontrará en la Edad de la Piedra Angular, que es una Edad Eterna, que es una Edad perfecta. Por lo tanto, hay un mensaje perfecto el cual refleja ¿qué? Los siete colores del arcoíris completo, rodeando el Trono; no la mitad, no la mitad sino todo. Por lo tanto, estará ¿qué? La Palabra en toda Su plenitud, que no hay donde parar, es un círculo, ¿ve? Y cuando termina una cosa, termina con un color, empieza la otra; y así todos los colores están ahí. Entonces todos los que están ahí dentro que han subido adentro, están dentro de ¿qué? Dentro del Pacto de Dios. Entonces, estamos en un tiempo más grande de lo que nosotros nos podemos imaginar; y estando nosotros en un tiempo más grande del que nosotros nos podemos imaginar, tenemos que darle gracias al Señor por haber sido privilegiados en vivir en este tiempo. Ahora si usted hubiera tenido la oportunidad de hablar con los hermanos de allá de la primera edad de la Iglesia donde del apóstol Pablo, ese poderoso profeta estaba allí ¿qué usted hubiera hecho? ¿Hubiera usted cambiado con ellos? Aquel tiempo había bastantes leones, ¿verdad? para comerse a uno. Pero ahora los leones son espirituales. Pero así como hay leones espirituales, también está León de la tribu de Judá que no dejará que el león, el diablo nos coma; y la cosa no es solamente esa, la cosa es que, fíjese, las edades el diablo, pues, imagínese hizo mucho encastre matando allá a los cristianos. ¿Por qué? Porque ellos eran estaban bajo el símbolo del cordero, porque el Señor como vino en Su Primera Venida era como Cordero, lo mataron a Él, y entonces mataban a los creyentes; pero ahora el Señor en Su Segunda Venida viene como León, como Juez viene con la Palabra hablada. Él se cambió de Cordero a León, ¿y quién le hace frente a un león? ¿Qué dice Apocalipsis 11? Apocalipsis 11 que es la segunda parte de la Segunda Venida del Señor, que cualquiera que trate de hacerle daño ¿qué pasa? Debe morir. Solamente podrá ser tocado cuando termine ese Mensaje que tiene que dar. Y ahora la cosa no es solamente que el Cordero, el Sacerdote cambió de Cordero a León; el Sacerdote de Sacerdote a Juez, a Rey, sino que también los corderos, los escogidos, cambiaron de corderitos a leones. Así que así que la cosa no va a ser nada fácil para el diablo en este tiempo. “No, son unos corderitos ahí”. No, son unos leones; lo que pasa es que cuando van creciendo, usted sabe, cuando van creciendo pues pueden mirar y es un corderito y un león parecerse; los dos tienen un poquito de lana y los dos son juguetones y son contentos, y eso; pero cuando se llega el tiempo, el tiempo de actuar, van a descubrir que no eran corderos, sino que eran leones. Bueno, y ahí podríamos hablar muchísimo; pero no queremos hablar mucho. Hemos estado hablando del trono del Trono de Juicio, ahora vea, que el Trono de Misericordia fue el Señor cuando se fue y regresó, fueron los siete mensajeros; los escogidos que recibieron el mensaje de esos siete mensajeros se convirtieron también en tronos, porque el trono es el corazón; entonces se convirtieron en el trono de ¿quién? En Trono del Señor como ¿qué? Como Sacerdote. Y entonces eran ¿qué? Sacerdotes también los escogidos. Ahora veamos, que ellos ministraron ¿dónde? En el Lugar Santo. Ahí era todo el ministerio. Por eso encontramos que luego el séptimo mensajero luego de terminar su ministerio en el Lugar Santo, luego término, y entonces pasó al Lugar Santísimo. Muchas personas no pueden ver cuando pasó del Lugar Santo al Lugar Santísimo; y luego cuando regresa, cuando regresa en Moisés, pues viene ministrando en el Lugar Santísimo. ¿Ve? No viene ministrando en la edad de Laodicea, ni en la edad de Wesley, viene ministrando en la Edad de la Piedra Angular, porque esa es la edad ¿qué? La Edad o el Lugar Santísimo. Ese es el Trono de Dios dónde está la presencia de Dios ¿ve usted? Bueno, entonces, así también como la silla de juicio lo es Moisés, también los que reciben el Mensaje que Dios da a conocer a través de Moisés, se convierten también en sillas; y se sienta ahí ¿quién? El Rey de reyes y Señor de señores; y son ¿qué? Tronos; tronos de ¿qué? tronos de juicio. Así que el mundo va a recibir la sorpresa más grande que pueda recibir; ¿por qué? Mire, el Señor en Su Segunda Venida, mire lo que pasa aquí \[*Las Edades*, página 265\]: - “94. …\* *el Señor dirá: ‘Traed mis enemigos ante mí y matadlos.’ Entonces, cuando Su justa indignación caiga sobre los blasfemos, será cuando los justos estarán con su Señor. Los justos, viniendo con Él en gloria, destruirán a aquellos que destruyeron la Tierra e hicieron ruina a los santos de Dios. Esta era la edad* (la segunda dispensación) *de volver la mejilla, de sufrimiento terrible; pero viene un día cuando la verdad prevalecerá, y ¿quién podrá resistir su fuego y permanecer salvo? Solamente los redimidos del Señor.* - ‘Y le daré la estrella de la mañana.’”\* Bueno, mire la hora en que estamos, mire lo que Dios hizo, está haciendo y lo que hará. Entonces el Señor viniendo eso es en Su Segunda Venida; y ustedes saben el orden. Y los santos del Señor los redimidos, los escogidos viniendo con el Señor en Su Segunda Venida conforme a Apocalipsis 19 ¿qué es lo que hacen? Destruyen a los que destruyen la Tierra. ¿Con qué? Con la Espada de dos filos que sale de la boca del Señor. Entonces estamos en el tiempo del Trono, el Trono de Juicio. Por lo tanto, así como el Señor cambió de Trono de Misericordia a Trono de Juicio, ahora también el mensajero de esta Edad de la Piedra Angular en un Trono de Juicio y los que pertenecen a esa Edad de la Piedra Angular son también son hijos de juicio. ¿Por qué? Porque la Palabra, el Mensaje que tienen es un mensaje de juicio, ¿ve usted? Bueno, vamos a pararnos por ahí; ya hemos hablado un poquito… ve usted que habíamos hablado el viernes pasado… \[corte de audio\] … … que le están ofreciendo ¿qué? Misericordia; cuando el que da y el que tiene la misericordia es el Señor que estaba como Sacerdote para traer misericordia y ministrar misericordia, cuando salió del Trono de Misericordia, pues se acabó la misericordia. Entonces las denominaciones están predicando un mensaje de ¿qué? De misericordia y estamos en el tiempo de un mensaje de que de juicio; ofreciendo misericordia cuando el que la da ya dijo que no la iba a dar más. Ya dijo que el que la despreció, la despreció, y ahora viene ¿qué? Un mensaje de juicio por un Trono de Juicio. Y entonces ahí es que estamos en este tiempo, en esta hora frente a todos, frente al Trono de Juicio. Entonces encontramos que todo tiene un orden. Eso es la Tercera Etapa… ¿ve? Esto es la Tercera Etapa, y todo tiene una orden. Primero la Tercera Etapa se mueve para los escogidos, luego se mueve hacia las fatuas y después al mundo, para condenar al mundo. Así que juicio, un juicio moviéndose para todos. Entonces es ¿qué? Es delante del Tribunal de Cristo; unos para recibir ¿qué? Para recibir bendición, por lo bien que actuaron; otros para recibir juicio, por incrédulos. Bueno de eso entraremos en otra ocasión, más adelante, para ver el juicio cómo se desarrolla, cómo es el juicio y cómo salen los que salen bien, qué hicieron, qué no hicieron. Qué pasa con las fatuas en ese juicio, qué pasa con el mundo y cómo se desarrolla ese juicio. Recuerde que la Tercera Etapa es siempre ¿qué? Es siempre la Palabra hablada. Primero se mueve para los escogidos, para las fatuas, para el mundo. Lo últimos es predicarles a que almas encarceladas que no pueden ser salvas. Ahora usted y yo entendemos por qué en ese mensaje titulado *Almas Encarceladas* por qué el hermano Branham está tan preocupado, porque él también dice: “Tengo un sinnúmero…” él dice hasta las páginas (no sé si son 10 páginas)… “tengo aquí, vamos a poner 10 (no sé si recuerda si son 10 o más) estas páginas, unas 10 páginas, que no le digo lo que hay ahí escrito para que no vaya a asustarlos ustedes, no vayan ustedes a impresionarlos”, ¿por qué? Porque eran cosas tremendas. Pero con lo que dijo el ese mensaje *Almas Encarceladas* en una ocasión dice: “Mire, cuando el Cordero salga de Su Trono de Intercesión, Él sale de ahí para tomar el Libro y abrir los Sellos; cuando eso lo haga, ya se acabó la misericordia. Vamos a ver… 49 y 48, dice aquí, déjeme leer un poquito del 48 \[40\] para abajo, dice: - “Sí, ellos continuarán igual como siempre. Pero RECUERDEN: Por todo este tiempo Noé estaba en el arca. Igualmente, la Novia está sellada adentro con Cristo. El último miembro y habrá sido redimido. El Sexto Sello se habrá producido y el Séptimo Sello lo trae de nuevo a la tierra. El Cordero vino y tomó el Libro de la diestra del que estaba sobre el trono y luego se sentó y reclamó lo que era Suyo, lo que había redimido. ¿Correcto? Siempre ha sido esa tercera Etapa.\* - El número tres es el número de perfección. El ministerio llegó a su perfección cuando reprodujo a Jesucristo nuevamente en lo natural entre seres humano, así como fue predicho: “Así como fue en los días de Lot.” ¡PIENSELO! La gente continuará predicando y pensando que están siendo salvos; creerán que están haciendo bien y que sus organizaciones están creciendo. Cierto. Pero no habrá ni la menor esperanza. Y ahora si esa visión fue eso y ha sido tan duro en contra de las mujeres, entonces hemos llegado a esa hora. La puerta está cerrada. Es el fin. El Libro ya está en Su mano.\* - ¡Piénselo!”\* ¿Qué puerta está cerrada? La puerta de la segunda dispensación, la puerta para alcanzar misericordia bajo el Trono de Misericordia. ¿Ve? Ahora, por aquí también dice… aquí habla también más abajito \*\*. Bueno también hay un sitio, fíjese, dice página 50 \[41\] dice: - “Ahora recuerden, yo no digo que así es, porque yo no sé; pero fíjense bien. Y yo tengo otras diez páginas…”\* 10 páginas eran. ¿Ve? Me recordé, casi siempre se me olvidan muchas cosas. - “Y yo tengo otras diez páginas de notas que ni les he predicado porque tuve temor de decirles su contenido. El Sr. y la Sra. Woods son testigos de eso. Cuando yo fui a su casa hoy temprano, les dije: “Yo no puedo decirles todo esto. Les daré estas Escrituras y luego los dejaré así, porque esto está siendo grabado.” Y esto va a llegar a gente que se reirá de este Mensaje”.\* Y qué mucho se han reído, que el Señor cuando abrió los Sellos ya había salido del Trono de Intersección y que ya de ahí para adelante ya no hay Trono de Intercesión, sino que no está como Sacerdote sino como Juez, Trono de Juicio, qué muchos se han reído; y cuando también hemos predicado todo eso, qué muchos se han reído. Dijo que se reirían. - “Esta bien. Uno de estos días llegarán a un punto de donde no pueden volver. Siga Ud. como miembro de iglesia córtese el cabello, píntese la cara, tome Padre, Hijo y Espíritu Santo, si así gusta. Hágalo tres dioses y sea Ud. pagano. Siga adelante y quédese con su organización. Haga como quiera”.\* ¿Qué es eso? Lo mismo que dice Apocalipsis. ¿Qué dice? Que cuando el séptimo Ángel tocará la Trompeta, el tiempo no sería más; por lo tanto, el que esté sucio ensúciese más. ¿Quiere seguir cortándose el pelo, quiere seguir pintándose, quiere seguir usando ropa corta? Y ustedes que están aquí ¿quieren seguir? Siga haciéndolo; un día se dará cuenta que por su rebeldía llegó a un lugar que de que no hay lugar para arrepentimiento; pero usted que ame al Señor, usted ha oído lo que Dios dijo. Usted oyó a Dios hablando por Elías, usted oyó a Dios diciéndole a usted cómo actuar. Mire a ver. Eso es para usted y para todos nosotros. No quiere, pues haga lo que quiera hacer. En palabras más claras: hagan lo que les dé la gana. Pero recuerde no hay Trono de Misericordia ya. Es Trono de Juicio. - “Ud. me dirá: “Yo bailé en el Espíritu, hablé en lenguas, yo tengo el Espíritu.” Yo he visto a diablos hacer la misma cosa”.\* Así que no venga con ese cuento. Y más abajo sigue diciendo: - “No, no, amigos, es la Palabra que cuadra. La gente y la Palabra tienen que ser UNO. Jesús y la Palabra eran el mismo; El era la Palabra. Y cuando Jesucristo vive a través de ser humano, eso hace que la persona y Jesucristo sean el mismo. Su vida cuenta lo que Ud. es. Ahora mírese bien en el espejo de dios y pregúntese:“¿Cómo me veo en esta mañana?”\* Y en esta mañana de este nuevo día ¿cómo se ve? Ahora, ¿recuerdan la historieta del niño que se miraba en el espejo y hacía *así* y allá también en el espejo hacía a la misma cosa, y hacía todas las mímicas que hacía *acá* y en el espejo hacía lo mismo; y él a lo último dice: “Pero mamá, ¡si soy yo!” Bueno, mire usted a ver si todas las cosas que usted hace aquí en la Tierra: cómo vive, cómo actúa, cómo usted hace con el Mensaje, mire a ver si todo que eso que hace cuadra con lo que el espejo de la Palabra dice que hace un hijo de Dios en esta Edad de la Palabra; y después que usted se mira bien, y vea que usted y en usted se ve lo mismo que se ve en ese, en el espejo, después puede decir: “Mamá, ¡pero si soy yo! ¡Si soy un predestinado! ¡Si soy un escogido!”. Entonces no le tenga miedo a la hora que vivimos, que la más grande de todo; es la hora en que seremos transformado. Esta es la hora en que seremos trasladados de aquí de la Tierra. Ahora, fíjese, cualquiera que entré en este tiempo y reciba salvación, no crea que entra por la segunda dispensación; ya esa se cerró, la puerta ya se cerró; predicar sobre eso, sobre la segunda dispensación y el mensaje de allá ya eso pasó de tiempo. Mire aquí, mírelo aquí: página 54 \[44\], dice: *“Esto fue para mí algo muy duro para hablarles. Estoy tan agradecido al ver gente de pie por todos lados. Yo no puedo decir que esto es así, pero en algún tiempo tiene que ser de esa manera, tiene que llegar a eso. Y puede ser que sea ahora mismo. El mundo continuará igual en todas sus cosas. Habrá gente todavía viniendo al altar y todavía clamarán, pero de nada les servirá, porque ya no habrá misericordia. Ya será el fin. ¡No habrá misericordia! RECUERDEN ESO. “Y el santuario fue lleno de humo. El que es sucio ensúciese todavía; el que es justo, justifíquese, y el que es santo santifíquese”.* Eso mismo fue lo que estaba diciendo allá. ¿Quiere seguirse cortando el pelo? Siga cortándoselo las mujeres. ¿Quiere seguir actuando de esa manera? y los hombres también; la forma incorrecta de actuar, pues siga. ¿Qué es eso? Cuando esto se cumple, pues entonces la Palabra dice: ¿Quieren seguir haciendo lo que están haciendo? Sigan haciéndolo; pero para los santos: santifíquese más entonces. Dios nos muestra por Su Palabra cómo hacer las cosas mejor de lo que lo estamos haciendo; nos muestra cómo agradar al Señor hoy más de lo que le agradamos ayer. ¿ve? Y cada día que pase podemos servirle mejor al Señor, ¿por qué? Porque Él nos va santificando ¿cómo? “Santifícalos en la verdad, Tu Palabra es la verdad”. Y la Palabra estará manifiesta a través de carne para darse a conocer a nosotros, para saber cómo caminar en esta hora en que estamos; ya no habrá misericordia. - “Cuando el Cordero toma el Libro, entonces es todo; allí es el fin. Y por todo lo que hemos visto parece que eso podría ser ahora mismo”.\* Está predicando en el 63; y eso fue así de esta manera en el 63 cuando el Cordero tomó el Libro y ya era un León. Ahora fíjese, Él nunca lo podría decir abiertamente así. *“Quizás tengamos otro día más; quizás hoy sea ese día; quizás sea mañana; quizás esta noche sea la última noche; quizás este sea el último año. Amigos, yo no lo sé. Les digo, yo no lo sé. Esto nunca será dicho…”* ¿Ve? Eso no lo podía decir. - “Pero cuando Dios tome el último nombre del Libro de la Vida y lo redima, entonces allí se acabará todo; después de eso no hay más nada. Es todo. Es\* - el fin. ¿Cuántos saben que es la verdad? ¡Esto es la verdad!”\* Fíjese, mire lo que sigue diciendo aquí: *“\[…\] Y yo considero esta congregación, a la cual he predicado y he amonestado por todos estos años, luego ver un mensaje como este que he presentado en esta manera tan Insegura”.* Ahora recuerde, que él lo presenta de esta manera tan insegura, como sí, sí o si no, como si podía ya estar cumplido o ser más adelante. Pero dice: “…pero aunque no esté, así será algún día”. ¿Qué pasa? La gente que se darán cuenta. - “Y recuerden, lo dije para que Uds. lo pudiesen entender: “manera insegura.”\* Oh, si nosotros lo pudiésemos entender también - “Hay otras cosas que casi hubieran trastornado a todos…”\* Los hubiera trastornado, usted sabe, de la mente. Imagínese, entonces lo trae de esa manera hasta el 65 trayendo todas esas cosas de esa manera, de modo que… y con todo y eso algunos se trastornaron; tenga también usted cuidado, tenga en cuenta, no vaya a poner su propia interpretación a las cosas de Dios; reciba lo que salga de ¿dónde? De arriba; de donde Juan vio, donde Juan fue, vio y oyó; de ahí saldrá todo y lo entenderemos de la manera correcta. Entonces dice: - “…pero no las hablé. Me sentí dirigido a hacerlo así, porque no estoy seguro; y si no estoy seguro por donde camino, entonces debo caminar con mucho cuidado.\* - \[…\] Sí, yo sé. Podrían continuar igual, porque así ha sucedido cada vez antes. He explicado eso y lo he probado por las Escrituras. El mundo continuó igual, pero ya había terminado. ¿Ve Ud.? La locura de la predicación salva a los perdidos. Es locura para el hombre, pero es la sabiduría de Dios. Dios es Espíritu y El obra en maneras espirituales para ejecutar Sus maravillas…\* - \[…\] Ahora, nosotros sabemos que Cristo está aquí”.\* ¿Cuántos lo sabían? Ahora mire lo que Él por aquí, por aquí él habla algo que usted no debe de perder. Déjeme ver si lo puedo… Déjame ver si lo puedo encontrar: “Señor, salva a mis hijos (dice). Ay de mí y de mi iglesia y de mi pueblo (y dice) ay de mi familia”… déjeme ver si lo puedo encontrar. Es tardecito, pero esto es muy importante, si lo pudiera ver de momento. \[Página 47\]: - “Ahora con nuestros corazones inclinados. La Biblia dice que cantaron un Himno\* (aquí no es, pero)*… Recuerden, cuando hicieron eso allá en las Escrituras, fue porque habían crucificado la segunda Etapa del ministerio de nuestro Señor y la tercera Etapa estaba lista para entrar. A las pocas horas después de eso, El descendió al infierno y predicó a los perdidos, quienes habían rechazado la misericordia”.* Bueno, parece que no lo pude encontrar de momento; pero usted búsquelo o en la próxima ocasión… (aja), página 53, página 53 \[43\] casi al principio dice. Dice ahí: *“Ud. ore como quiera. No se apure. ¡No tenga prisa!”* Siempre Dios diciéndonos que no tengamos prisa ¿verdad? - “¡No tenga prisa! ¿Qué tal si el suyo es el último nombre en el Libro? Ahora nuestro pastor va a orar con Uds. mientras están orando. (El hermano Neville ora, luego sigue el Hno. Branham - Ed.)\* - Señor, ruégote que salves a Rebeca, a Sara, a José y a los demás. Señor, no permitas que esto suceda con mis hijos”.\* ¿Usted cree que él no sabe lo que eso significa? *“Señor, no permitas que esto suceda con mis hijos. No dejes que suceda con mis hermanos o mis amigos. Concédelo, Señor, nosotros no sabemos, no sabemos. Pero Señor, estamos viendo algo. ¿Será una señal para sacudirnos?* (Entonces sigue diciendo)*.* *\[…\] Ahora lo vemos aquí a las puertas, la gran ira de Dios corriendo por las calles, sacando los incircuncisos donde no está la sangre sobre el dintel de la puerta; allí es donde les visita el Angel de la Muerte. Ellos siguen viviendo aunque muertos mientras viven, sin misericordia y sin Dios, y jamás pueden ser salvos. Dios, te agradecemos tanto por estos que sí son salvos. Qué bendición tan tremenda es para nuestros corazones estar ahora por dentro, bajo la sangre, mientras el último Angel pasa por la tierra sacando a los que no están bajo la sangre, los cuales mueren sin misericordia. Esa fue la última etapa del ministerio de Moisés. Primero fue un hombre joven hablando a Israel; luego bajó a sacarlos; y en tercer lugar salió con el último mensaje. Los milagros ya habían sido hechos y Moisés estaba en camino a la tierra prometida con los redimidos. Dios, ten misericordia, Te ruego. En el Nombre de Jesucristo”.* Entonces hay un lugar donde Él también dice: “Señor, que no sea esto como yo pienso que es”, como él pensaba que era la cosa; pensaba que era ¿cómo? Él pensaba y sabía que ya había salido del Trono de intercesión y ya lo que había era un Trono de Juicio. Y entonces vemos donde él clama por sus hijos. “Señor, que esto no sea con mis hijos. Salva…” está pidiéndole salvación para sus hijos ¿dónde? En el 63. La única forma es entrando por donde Juan entro; aún para los hijos de él. No hay otra forma. ¿Por qué? Porque la puerta de la segunda dispensación está cerrada desde el 63 para adelante. Así que si el pide salvación para sus hijos tienen que entrar por la puerta abierta en el Cielo. ¿Ve usted? Así que no hay otra forma. Bueno, ya vimos entonces la enseñanza sobre este tema EL TRONO DE JUICIO, vimos también lo del Trono de Misericordia en las edades, pero ahora vimos también el Trono de Juicio. Por lo tanto, entonces vemos que si en las edades había que andar derecho… Pablo por allá dijo: “A unos por allá se lo entregué a el diablo”, por acá a otro, y era trono de ¿qué? De Misericordia. Pedro también (¡je!); y él dice: “Y se va a repetir la cosa como con Ananías y Safira”. Y eso será en ¿qué? Trono de Juicio porque ya no hay Trono de Misericordia; será juicio sin misericordia para ¿qué? Los rebeldes, los desobedientes: y el juicio comienza por ¿dónde? Por la casa, en la Casa de Dios donde comenzó ese juicio; y el resto, el resto se llenó de temor reverencial. Bueno, ¿y habrá necesidad de eso? Bueno, lo que si es que le mintieron al Espíritu Santo. ¿Y dónde estaba? En un hombre, ¿ve usted? Así que, tenemos que tener nuestros ojos abiertos en esta hora en que estamos, porque el Señor está cumpliendo Su Segunda Venida como Él lo prometió. Cualquiera que miente, no miente a hombre, sino al Espíritu Santo que está como Juez, como León, como Rey. Por lo tanto, Dios nos bendiga en este en esta noche. Advertencia ¿y después qué? Yo creo que el amor, estando en la Edad de la Piedra Angular, que es la edad del amor, y el Amor divino, no el amor fraternal; el amor fraternal eso es pasajero, y falla en algunas ocasiones; pero Amor divino, y Dios es amor; y el amor es ¿qué? Correctivo. Mire cómo corrigió allá en los días de Ananías y Safira. Y Dios es amor, pero es ¿qué? Fuego ¿qué? Bueno entonces, ya entonces yo creo que con las advertencias es suficiente para ¿qué? Para entonces saber cómo caminar en esta hora; porque dice la gente que “en guerra avisada no muere gente”; pero siempre muere. Así que, estando nosotros en esta hora en que vivimos y que lo que hay es un Trono de Juicio, yo creo que con las advertencias que hemos recibido, yo creo que el que reciba juicio… y el juicio comienza por la casa, es por ¿qué? Por rebelde, hijo rebelde, hijos desobedientes, hijos que no aman realmente a Su Padre celestial. Así que yo sabemos la hora en que estamos, sabemos cómo viene el juicio. Ahora también a través de los mensajes que vengan sabremos también cómo recibir todo lo que Dios ha prometido para nosotros; lo vamos a saber y vamos a recibir todas las bendiciones que hayan para los obedientes; los desobedientes también van a recibir su merecido. No se preocupe, que Apocalipsis 11 dice del juicio qué va a salir de ahí. Así que no se preocupe de eso; y… Bueno, déjeme parar aquí. Ya les iba a mencionar fechas y esas cosas que están ahí en la Biblia; pero ya usted sabe de fechas ahí. Y para cierta fecha, pues, la introducción al Milenio ¿qué pasa? Bueno, vamos a dejar eso quieto. Vamos a hablar en otra ocasión de ese tema de la introducción al Milenio y de todas esas cosas con los dibujos. Bueno, yo creo que después de este mensaje de esta noche, de esta enseñanza de esta noche, pues podemos ver que las edades de la Iglesia a cada una se le puede poner un color, un color conforme al orden del arcoíris; y habiendo un color en cada una. Pero la Edad de la Piedra Angular eso está rodeado con los siete colores. Dónde está usted y dónde estoy yo. ¿Ve usted? Así que, el arcoíris completo, el círculo completo del arcoíris, podríamos decir el arcoíris o el circoíris. Bueno es un círculo de luz que refleja los siete colores; y ahí está donde usted está. Por eso ni la mitad se supone en las edades, pero ahora usted sabe el resto que no se supo allá. Así que por eso que usted sabe lo que sabe hoy, porque subió a donde fue prometido que se daría a conocer todas las cosas. ¿Quién lo daría conocer? El Señor sentado en su Trono de Juicio. El Señor sentado en su Trono de Juicio revelando todas las cosas; y la Voz que oímos y la Voz qué nos revela todas esas cosas, no es la Voz de un hombre, es la Voz de Dios a través de Su Asiento de Juicio dándonos a conocer todas estas cosas que nunca antes nos habían sido dadas a conocer. Bueno, vamos a aguantarnos aquí, porque no hay donde parar. En un arco, si, tiene comienzo y tiene fin; pero en un círculo, no hay ni cómo comenzar ni cómo terminar. Usted no sabe ni dónde está el comienzo ni dónde está el fin. Bueno pues vamos a hacer una pausa; y en otra ocasión (no sabemos cuándo) en otra ocasión volveremos; yo no sé si usted ha notado que los mensajes son un poquito largos comparados con los mensajes que se predican en las edades de la Iglesia, son un poquito largo. Pero yo les preguntó a ustedes: ¿Cuántos días usted trabaja para llevar la comida a su casa, para la casa terrenal? Usted trabaja muchas horas; aquí usted está para recibir gratuitamente la comida que lleva para el alma. Por eso dice: sin precio, usted no ha hecho nada, sin embargo el Señor nos lo da gratuitamente; y vemos que es menos el tiempo que tomamos para recibir la comida espiritual que el tiempo que tomamos trabajando para conseguir la comida material. Mire después de trabajar en la semana completa, después tenemos que meternos al supermercado para conseguirla y después hacer fila para pagarla. Hay que pagarla y después esperar que nos la cocinen; y después sentarnos con calma, comérnosla con calma para hacer buena digestión. Para eso hay que tener calma; el que come rápido, ese no hace muy buena digestión; con calma comiendo porque así es que funciona bien esa glándula que hay, que segregan diamina (diamina ¿es?) no sé si es tiamina… yo lo único que recuerdo bien el nombre de ‘tia’ Entonces segregan eso que ayuda para la digestión, y allá el estómago hace la digestión. Bueno, vemos que segrega eso ¿ve? Eso está en la boca ¿dónde? En la boca, en la boca del cuerpo de ese hijo que nació que está comiendo; la boca siempre es un profeta y de ahí tiene que segregar toda esa sustancia por aquí, por allá para preparar bien ese estómago espiritual de cada uno de nosotros, para ¿qué? Para que haga buena la digestión. Imagínese si sobre ese tema de esta noche le mandamos ese tema “El trono de Dios, de juicio en Moisés y Elías” y se acabó, nos vamos. Como que eso está raro… Primero fue Elías porque en Elías estaba era el Trono de Misericordia, pero comenzó después del Trono de Juicio; y después cuando se va y regresa viene a Moisés y es Trono de Juicio. Pero hay algo raro porque no explica, para explicar hay que tener calma, y segregar todas esas cosas esas cosas que segregan, unas glándula por *aquí* dentro de la boca para ¿qué? Para ayudar a la digestión; si no, no hace buena digestión. Sino ¿qué pasa? Va eso para el estómago, para allá y le puede hacer daño. Entonces el que sabe comer bien es una persona que toma su tiempo para comer con calma para que le alimente como debe alimentarse, y no como una traqueotomía, como un roto por *aquí*. No, la comida no la recibimos ni por aquí ni por acá, ni por las venas, sino por la boca. ¿Ve? Primero, eso entra por la boca, que ya sabemos, que será ¿qué? Moisés. Por ahí entra y pasa a todo el cuerpo, y entonces sí que nos hace bien. Bueno, entonces, ya le dije que si no lo cortamos, si no hacemos la pausa seguimos para adelante y nos podemos amanecer. Pero realmente usted tiene que entender eso: estamos en un tiempo que lo que hay es un Trono de Juicio; y tenemos que estar muy cuidadosos, muy reverente delante del Señor. ¿Por qué? Porque Él se puede mover, extender Su Cetro, Su Palabra para bendición o para juicio; y queremos que siempre la extienda para bendición, porque si no, la cosa es muy triste para nosotros. Así que, siempre tengamos calma para comer lo que el Señor, porque venimos a comer, venimos a comer entonces tengamos calma, porque para material usted pasa una semana completa y después, después de trabajar tanto para comérselo se lo tienen que prepararlo y después sentarse, estar unos cuantos minutos comiendo y después reposando, porque algunas veces si se pone a hacer algo acabando de comer, puede recibir una congestión, morirse, después: comiendo se murió. Eso es lo que trae la prisa, eso es lo que trae ponerse hacer otra cosa cuando debe de estar haciendo aquello para lo cual usted comió. ¿Para qué comió? Para hacer digestión ¿ve usted? Así que, Dios nos bendiga en esta noche. Dios nos guarde y nos ayude, y nos permite ver dónde nos encontramos: donde mismo se encontró Juan; él vino este tiempo, oyó lo que nosotros oímos. ¿Ve usted que después que subió fue que oyó los truenos? ¿Ve usted? Entonces démosle gracias al Señor por ver dónde estamos, por reconocer, oír, recibir en nuestros corazones Su Voz, Su Palabra; y el consejo como siempre, nadie quiere mal para los suyos, ¿verdad? Nadie quiere fuerte para los suyos. Así que nadie quiere mal para los suyos. Así que, ni el hermano Candelario, ni el hermano Adalberto, ni el hermano Bermúdez ni yo queremos mal para usted. No queremos que venga nada mal, sino todo lo bueno. Por lo tanto, por eso es que le recomendamos siempre, por eso usted oye al hermano Adalberto luchando ahí. Y aunque ustedes rasmillen ahí y le pongan mala cara, él les pone buena cara; así el hermano Candelario… oímos ese mensaje que Dios nos trajo a través del hermano Candelario el miércoles pasado, el cual fue de grande bendición y nos ayuda en grande manera para poder ver este mensaje de esta noche. Yo me gozaba en ese mensaje que predicó hermano Candelario, o Dios a través del hermano Candelario, y solamente tengo que decirles una cosa ustedes: Desearía algo que hay en él, ¿sabe lo que es? Que él a las 9:30 de la noche terminó y vimos que fue un mensaje amplio, abarcador; y a las 9:30 había terminado, y yo miro el reloj: ¿Se habrá parado el reloj mío? Algo está pasando, entonces chequeé y mire otro reloj, después: “No hombre, si es que el ministerio que está sobre sus hombros es un ministerio que es como una bola de fuego y una bola de fuego recorre todas las Escrituras, y viene y nos trae todo lo que nos va a traer, y cuando termina vemos que en pocos minutos, en una hora y media más o menos, nos trajo aquel mensaje tan tremendo. Realmente ustedes pueden entender lo que dijo el hermano Branham en un mensaje titulado *Cristo el Misterio de Dios Revelado*, dijo: “Los mensajes de enseñanzas son largos”, ¿ve? Por eso cuando venimos para oír mensajes de enseñanza, ya usted oyó lo que dijo Elías: “Son largos”. Y hay tanto para ser enseñado que algunas veces decía: “Mire… por la mañana predicando, y después decía, son las 2:00 de la tarde, pidiendo 5 minutos y 10 minutos, y cuando venía a ver ya eran las 2:00 de la tarde, y después decía: “Vengan a la noche para continuar”. Bueno, ya estamos de noche, no le podemos decir que vengan por la mañana; le hemos dado lo más, lo más que podríamos darle con todo el corazón, sabiendo la responsabilidad que hay, y sabiendo que cuando si nos haya dado todo, entonces nos podamos ir. Si una cosa que se puede dar en una noche, en tres horas o cuatro horas, tenemos que coger seis meses, imagínese, ¿cuándo nos vamos a ir de aquí? Nos coge la gran tribulación, nos coge el Milenio sin haber hecho el rapto; eso es lo que dice el hermano Branham acerca de las iglesias, dice: “Si hubieran reconocido, ya el Milenio estuviera sobre la Tierra”. Pero no reconocieron ¿ve usted? Pero nosotros si tenemos que estar consciente de la hora en que estamos, saber que es conector causa de que uno quiere hablar mucho o quiere hablar más que los demás. Mire, cada uno de nosotros los predicadores, algunas veces cuando estamos en otro país, algunas veces la lucha no es porque queremos predicar, la lucha es por echarle a otro que predique. “No, predica tú”, “Predica tú”, y quiere que el Espíritu de Dios, cuando estamos saludando… algunas veces cuando no queremos predicar ninguno “No, no, no…” Entonces a lo último quedamos: “Bueno, tú te paras allá en el púlpito, empiezas a hablar y si el Señor te quiere usar a ti, pues sigue predicando. Déjate usar. Si no, después yo me paro y empiezo a hablar, y si Él quiere usarme que me use. Así es a lo último. Así que en algunos casos tenemos que hacer, porque esto no es cosa de que queremos predicar, sino que hay un mensaje en este tiempo y tiene que ser oído, tiene que ser predicado y tiene que ser recibido en el alma, en el corazón de los creyentes para que se encarne ahí. Bueno, ¿y qué usted me diría a mí, si yo le dijera acerca de la compra que usted pueda darle o hacer que le dure una semana o le dure un mes, y pueda hacerla en un para de horas teniendo todas las facilidades para guardarla? ¿qué usted prefiere: ir a comprar todos los días? Pierde ¿cuánto? Pierde casi el mismo tiempo que necesita para hacer la compra completa del mes o del año. ¿Ve? Entonces, no queremos perder tiempo sino aprovecha el tiempo porque los días son malos. Lo que podemos hacer tres o cuatro horas, no vamos a esperar un mes para recibirlo. ¿Por qué? Porque para ese mes el Señor nos puede dar otras cosas más que Él tiene para nosotros. Así que queremos aprovechar bien el tiempo. Usted ve en la edad de los de Laodicea, todos los días, casi todos los días, la mayor parte tienen culto. Perdiendo el tiempo. ¿Ve? Ahora, realmente cuando tenemos cultos, queremos aprovecharlo bien, darles todo lo que se les pueda dar. Si se duerme, pues busque la cinta. Tampoco yo lo voy a condenar porque se duerma. El hermano Branham también en algunas ocasiones decía que a algunos le estaba dando sueño, ¿ve? Y si se dormía alguno, pues escuche la cinta; pero el mensaje tiene que venir. Y cuidado usted con hablar algo. Mejor no esté aquí. Mejor espete que el mensaje venga para las fatuas, va a ser más cortito, ¿sabe? No va a haber que hablar tanto, porque para los escogidos es que hay que traer una enseñanza bien amplia de todos los ángulos, porque es que se está encarnando en los escogidos; en las fatuas no se va a encarnar todo el mensaje. En el mundo eso va a ser un mensaje corto. ¿Ve? Pero para los escogidos es que la enseñanza es larga, con tiempo. Y yo creo que no es tanto. Mire, después de estar, lo que tenemos son tres cultos en semana, tres cultitos en semana; oye, usted podría encontrar mucho tiempo, estar delante de la Palabra, escuchando la Palabra. Si encuentra mucho usted nunca deseará estar en el Cielo; usted nunca deseará estar en la otra dimensión. Así que, vamos a hacer una pausa. Dios nos bendiga a todos en esta noche y Dios nos guarde. "EL TRONO DE JUICIO"